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A una voz
Poemas, relatos y artículos
sobre la problemática actual en Perú
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Copyright © 2023 A una voz. Poemas, relatos y artículos sobre la
problemática actual en Perú
2
Presentación
Ante el horror y la barbarie provocados por el Estado solo queda
oponerse decididamente. No hay ambigüedades ni tibiezas que
valgan. Asimismo, no hay razones de Estado que justifiquen el
asesinato impune de tantos manifestantes inermes. El New York
Times, uno de los periódicos más prestigiosos del mundo, señaló
que la Policía y el Ejército del Perú usaron “tácticas letales” 1 para
reprimir a los manifestantes. Testigos y familiares de algunas de
las víctimas han declarado que el 9 de enero, en Juliaca, se vivió
algo muy parecido a una zona de guerra, con los agentes del
Estado fuera de control y disparando a matar, sin previo aviso.
¿Es concebible esta falta absoluta de respeto por los derechos
humanos de ciudadanos peruanos hoy en día? ¿Qué órdenes y
plan de acción seguían los cuerpos de seguridad del Estado
peruano que les permitieron pasar por alto sus propios manuales
operativos y la proporcionalidad en su intervención?
1
https://www.nytimes.com/es/2023/03/17/espanol/peru-protestas-muertes.html
3
textos desde la indignación y la interpelación a los que gobiernan
de espaldas a los reclamos de las grandes mayorías. La poesía, la
narrativa y los textos de análisis social en este opúsculo abordan
esta dramática coyuntura. Lamentablemente, la conflictividad
social y la crisis son constantes en la historia peruana del siglo XX.
Los grupos subalternos han tenido que impugnar una tradición
autoritaria muy arraigada, así como relaciones jerárquicas
tradicionales. Patrones culturales y costumbres tradicionales de
una sociedad premoderna permanecen enquistados en la
sociedad peruana. Una auténtica democracia no es posible en
estas circunstancias. Salvo mejor parecer.
Márlet Ríos
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PANFLETO CONTRA EL PODER
No vamos a barajarla
Allá los que se hacen los locos, los neutrales, los objetivos
Los pensantes de gabinete, humanistas enemigos de lo humano
Los exitosos, los demócratas de pacotilla
Los militantes del autobombo y la vanidad
Los muñecos parlantes que repiten las portadas mercenarias
y no condenan los asesinatos contra el pueblo
Nada de eufemismos ni diplomacias con el poder
Poder miserable, facho, nauseabundo
Poder para acribillar pobladores desarmados
Para meter miedo con el fierro o la tanqueta
“No hay arreglo con la Historia Oficial”1
y no hablo de ti, “sucio policía”2
pobre uniformado sin dignidad
“Qué feo / qué feo / qué feo debe ser
Matar a un campesino /para poder comer”3
Te grita en cada marcha el canto de la hermosa multitud
no pues, no me refiero a ti, alumnito veinteañero
de la escuela de policía, asustado, primerizo
en la sucia tarea de reprimir a tu vecino
o gorila veterano que la pegas de rankeado
que por pura coincidencia quizá eres del barrio
tampoco a ti, soplón caleta, informante solapa
que quieres pasar piola con la camarita de video
terna preparado para echar al poblador que va al frente
y a la bella y aguerrida campesina o estudiante
o pasar como marchante solo para provocar la repre
preparado es un decir porque eres tan torpe
que debajo del casacón asoma el polo de la cochina tombería
Hablo de los babeantes canallas que digitan la masacre
sí, de la jefa de la organización criminal que manda desde su
cloaca
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y su asesor de siempre, el mismo del guiño con el ponja
genocida
que en realidad solo hacen el trabajo sucio para sus patrones
de las mineras y corporaciones que se llevan en peso los recursos
y de los banqueros con cuentas cifradas en los paraísos fiscales
Todos “bien encapuchados con su Estado”4
porque no me vas a decir que quien manda es la marioneta
cuyo nombre rima para su mala suerte con lo que es
y que el clamor de los humildes5 ha hecho canción
“Esta democracia / ya no es democracia / Dina asesina / el pueblo
te repudia”6
Menos aún los títeres lobystas que amarran leyes de asco en el
Congreso
Ah, Congreso a la altura del desagüe, del fango más inmundo
sigan, sigan nomás, con su asqueroso terruqueo
gaseando, disparando, pateando a los pobres en el suelo
saquen al ejército, como ya lo están haciendo en Puno
hagan de la patria un inmenso campo de concentración
no van a tenerla fácil con el pueblo alzado… Ya verán
“La alegría terrible de la verdadera rebelión
Cuando, públicamente, les pida cuentas el Pueblo” 7.
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1 Verso del poeta peruano Rodolfo Hinostroza.
2 Tema de la banda rockera “Narcosis”.
3 Cántico popular de creación colectiva.
4 Verso del poeta peruano Cesáreo “Chacho” Martínez.
5 Muliza debida al talento de Jorge Noriega Cardoso.
6 Cántico popular de creación colectiva.
7 En “Epístola dialéctica”, poema de Juan Ojeda.
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POEMAS
7
Ilustración 1 https://cnnespanol.cnn.com/2023/01/06/peru-protestas-fiscalia-
boluarte-orix/
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María Emilia Zamora
(Andahuaylas, Perú 2003). Poeta y estudiante de Medicina Humana.
Fue acreedora del primer puesto en el concurso de ensayo literario Tayta Arguedas
(2019), destacó con su participación en diferentes concursos de declamación
llevando poemas de su propia autoría y de distintos autores. Ha sido invitada a
diversos recitales y festivales de poesía, así como también en homenajes y siendo
ponente en el foro “Arguedas y el bicentenario”. Ha participado en el Festival de
Poesía (Pisco-Lima-Huancayo) y en el Festival internacional de poesía Ergo - 2023.
Algunos de sus escritos se encuentran publicados en revistas, antologías y páginas
de internet.
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Balas y perdigones
Mamá
en estas calles solo veo banderas oscuras
que sangran verdades
gritos de impotencia que ni siquiera traspasan
recintos congresales
llanto de coraje de un pueblo reprimido pero aguerrido
donde yace sangre como signo de lucha.
Mamá
quizá escribir también es protestar
o es que me caerán balas y perdigones
por estar en contra de este sistema
lleno de opresores
Mamá
hoy y siempre quiero abrazar
a las tantas madres que lloran
la partida de un hijo asesinado
por este maldito estado.
Mi corazón no da tregua
así perforen mi piel
y ojalá nunca se tropiecen
con el charco de sangre joven
ni en los mares y mares de lágrimas
que claman ser escuchados sin ser discriminados.
Mamá
¿Cuántas muertes de provincia vale un muerto en Lima?
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Señora
Señora,
somos los olvidados, los nadie
los que en sus hombros llevan dolor
y en sus brazos cobijan la más dura opresión.
Calendario rojo
Mirar al cielo,
mirar al cielo
y recordar el maldito calendario
que fue mancillado por un rojo vivo
como mancilladas fueron las banderas
que entre hombros gritaban no ser olvidadas.
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¿Mirar al cielo? no, no
quise decir mirar al inframundo
y a paso ágil y firme huir
de la represión impuesta por esta cruel y nefasta dictadura,
huir y huir sin ni siquiera voltear la mirada por temor
a qué una bala con furia se impregne en mis entrañas
furia, valentía y dolor una mezcla de todo color
es lo que trae estos versos rebeldes.
Cuando ya no esté
Que no le silencien
cómo lo hicieron con Aida Aroni,
ni le destrocen el alma
como destrozaron cruelmente el cráneo de Víctor Santisteban.
Cuando ya no esté
defiendan a mis hermanos campesinos
con ira y coraje
cual marea brusca en el mar.
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Marianella Sáenz
(Costa Rica). Graduada de la carrera de Turismo. Es poeta, narradora, gestora
cultural y filántropa. Escribe además microficción, haiku y literatura infantil
(inédita). Facilitadora de talleres de fomento de lectura de poesía contemporánea,
creación literaria inicial y de poesía como herramienta terapéutica. Ha publicado
tres poemarios y participa en más de treinta de antologías de poesía y narrativa,
dentro y fuera de su país. También ha sido publicada en importantes revistas y
portales literarios. Algunos de sus poemas han sido traducidos a otros idiomas.
Obtuvo el primer lugar en la categoría de cuento del Concurso Literario Gonzalo
Rojas Pizarro, Chile (2020) y el segundo lugar en Poesía del Certamen Literario
Brunca (2015), Sede de Occidente de la Universidad Nacional de Costa Rica.
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Kuyakuykim Perú
II
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que creen en la justicia y la buscan
agarrados de la firme mano
de sus mujeres.
III
15
IV
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Felix Añamuro
(Puno, Perú 1976). Escritor. Publicó El vuelo del águila (motivacional) marzo, 2022
y Jack y Strong (cuento) publicado en Diario los Andes.
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A mi patria
Oprimido y mancillado
canto con sentimiento
A mi patria de Cholo Berrocal.
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El hijo del pueblo
19
Llanto del pueblo
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El campesino
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Vladimir Sosa
(Lima, Perú 1983). Es docente de Filosofía, Ciencias Sociales y Religión por la
Universidad Ricardo Palma. Ha cursado la Maestría en Filosofía (Universidad
Nacional Mayor de San Marcos). Ha publicado artículos filosóficos en la revista de
la asociación peruana de ética y filosofía política, así como en la edición N° 2 y 3
de la revista de filosofía en la red (México). Además, ha participado como ponente
en diversos eventos filosóficos de Latinoamérica y pertenece a varios grupos de
investigación filosófica del Perú y del extranjero.
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Canto a mi tierra
Ya aparece el tumulto,
en todos los conos se oye
el caminar de nuestra gente
y los pasos agigantados
que cubre provincias, plazas,
capitales de nuestra patria.
No estamos dormidos
ante el tremendo sinsabor,
porque avizoramos todos los latidos
de estas luchas y su color.
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Como te desangras Perú.
Tus hijos protestan, tus hijastros saquean
y tus padrastros de la patria,
solo te reprimen con más violencia.
Sangre guerrera
Sangre y
más sangre
del indígena, mestizo,
criollo, mulato,
zambo y todas
las sangres
que recorre nuestra
amargura,
y años de opresión.
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la paz y la concordia.
Mi Perú no es Lima,
son todas las provincias
que la conforman,
todos los caseríos
y hasta el lugar
más lejano de la puna.
Mi Perú también
es el vendedor de la calle,
el albañil que edifica,
la madre soltera
que saca a sus hijos adelante,
el mendigo que no tiene cobija,
el niño que vende caramelo,
así como el padre soltero.
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Perú, tierra incierta
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Has tensado la cuerda
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mientras tu voz ha roto los abrazos
de aquellos pasos del ejército.
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Lourdes Barona
(Ambato, Ecuador 1960). Radicada en Chone-provincia de Manabí. Escritora,
poeta, gestora cultural. Licenciada en CC.EE., Especialidad Castellano y
Literatura, Inglés, diplomada en Psicología Clínica y afines. Escribe cuento,
leyenda, fábula y ensayos. Miembro activo de: Club de Lectura “IRIS”, Grupo
“Chone Lindo, Etc. Colectivos poéticos: “Sueño, Poesía, Voz y Ternura”,
“Humanízate”, “Ergo Ecuador”, Etc. Libros publicados: Evocación de amor, Poesía y
leyenda, El artista y yo, Lo que mis padres ignoran, Ricaurte, Runa del rey chuno,
Antología de la poesía en Chone, Brújula del tiempo, Rapsodia poética zafiro, Simplemente
Lourdes. Entregada al servicio social y voluntariado colectivo.
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Pueblo al combate
Madres desconsoladas,
que lloran a sus hijos muertos
o desaparecidos.
¡Guerra fratricida!
que no es tuya ni mía…
como no lo es de soldados
ni de policías…
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Pobre mi patria
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Los que vemos impotentes,
¡Cómo los delincuentes!
se mezclan como bufones,
para gritar como leones
una libertad, que ellos
mismos, con saña atacan.
¡POBRE, MI PUEBLO!
¡POBRE, PATRIA MÍA!
Si mi patria tuviera
hombres probos y sinceros
en la Asamblea
en las instituciones públicas
y privadas, en todos los
Ministerios de Gobierno.
Expuestos a
hechos criminales
sometidos a acciones
bochornosas que
nos llenan de dolor
lágrimas y sangre.
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¡Cómo lastima y duele!
la sangre derramada.
Cómo duele que la
patria esté secuestrada.
¡Cómo no llorar!
ante los muertos
de lado y lado.
¡Cómo no reaccionar!
¡por aquellos infiltrados!
mancha de montoneros
ola de cobardes
jinetes apocalípticos
esbirros violentos
portavoces de delincuentes
que nos agreden, ¡indolentes!
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dentro de un manto oscuro
que nos cubre de dolor
¡por todo y por Nada!
y todos gritan ¡Viva la Patria!
Un respiro de paz
Para buenos y
para malos
para espíritus sanos
y enfermos
para quienes tienen
la conciencia limpia
y también para los que no.
Respirar paz
es como el oxígeno
en nuestros pulmones
que nos permite recobrar
la vida que de momentos
sentimos, se nos va.
Que el gobierno no se
vuelva a equivocar
ni que los turbas crean
que no han obrado mal.
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han firmado una tregua…
El terror y el miedo
quedó atrás
trabajemos todos
por una patria libre
¡libre de verdad!
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Moisés Castillo
(Cascas, Perú). Escritor, artista, traductor, profesor y ecologista. Estudios
primarios y de artes plásticas, en Trujillo y Huaraz. Ya en Europa, estudió más
arte, en Italia (1991-1994) e inglés, arte, traducción y pedagogía, en Inglaterra
(1994-2005). En Londres, formó parte del Grupo Literario “Nómadas”, con quienes
publicó Isla de poemas, en una antología de cuento y poesía, en 1997. En 1999,
publicó Caosmos (o, Cosmonáutica del Caos), poemario que fue traducido y
publicado al rumano, en el 2002.
En Londres, hacia el 2003, publica Flores pacificadoras (bilingüe). En el 2005,
publica Reflecting on Reflections and other poems (bilingüe). En Perú publica Así canta
Wiracocha, libro que ganó el Premio Literario Trujillo-2019. Antes, entre 2015 y
2018, publicó las plaquetas de poesía Ángel lúdico y político y Anti-Comedia.
Continúa escribiendo poesía, narrativa, drama y ensayo.
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Yaravíes a la patria ensangrentada
1
Dios... La Patria sufre y sufre
lo que el pobre sufre
lo que el pueblo sufre
hastiado de soportar Atilas
En vez de Incarrís de la utopía
Andinista y humanista...
Tras un nacional Perdón
para la esperada Redención.
2
Entre dioses de la Represión
Y demonios de la Corrupción:
La Patria, es una y unívoca
aunque tenga sus traidores
sus desalmados titiriteros
malamente pertrechados
en los búnkers y casamatas
de la malnacida Corrupción.
3
Entre la huidiza Justicia
y la testaruda Corrupción:
El pueblo sufre y sufre...
Lo que Jesucristo sufrió
lo que Micaela y
José Gabriel, sufren aún.
Sangre y sufrimiento que
hoy por hoy, se desbordan
por las cochas altoandinas
y los mares del Perú.
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4
Justiciero y verdadero Dios
Escuchen, Tunupa y Jacob:
¿Por qué sufren los pobres
las vilipendiadas almas
del Pueblo, de los 4 Suyos
de la Patria nuestra, sentada
en apus y cornucopias
de oro, plata, litio, gas...
Y su bendita Biodiversidad?
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Palabra de la patria
No me duele tanto
la palabra dolorida de la Patria.
Pero sí, la palabra engañadora
embaucadora, discriminadora
y traidora a la Patria.
Me duelen tantas cosas
como peruano
pero sobre
todo, como humano.
No me duele tanto
la palabra dolorida de la Patria.
Me duele su impotencia
de ser digna y justa.
¡Hoy me grita como nunca
su multilingüe silencio de siglos!
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Relatos
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Ilustración 2: AP Foto/José Sotomayor, Archivo. Los residentes rodean los
ataúdes durante una vigilia por las más de una docena de personas que
murieron durante los disturbios en Juliaca, Perú, el martes 10 de enero de 2023
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Roberto Aguilar
(San Salvador, El Salvador 1994). Cuentista y poeta. Autor de los libros Pétalos de
izote (2022), Cuentos aleatorios (2023) y Sentimientos y otras sensaciones (2023).
Seleccionado para las antologías Letras 2022 (Revista La Oca Loca, España) y
Grandes Simios: II Concurso Artístico (Proyecto Gran Simio, España).
Con colaboraciones en BreveMente (Nicaragua), E-Axolotl (México), R-A
Editores (El Salvador), Revista Brevilla (Chile), Revista de Arte y Literatura Crisopeya
(Colombia), Revista Digital Cisne (México), Revista Mal de Ojo (Chile), Revista
Primera Página (México) y Revista virtual Quimera (Costa Rica).
Finalista en el 12° Certamen “Picapedreros” de Poesía, Microrrelato y Guion
(España), sección de poesía.
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Sueños de un pueblo
Inocente
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Miguel Gonzales Corrales
(Arequipa, Perú 1974). Escritor y crítico literario. Licenciado en Literatura y
Lingüística por la Universidad Nacional de San Agustín. En 2000 se graduó con la
tesis Análisis interpretativo de La serpiente de oro de Ciro Alegría. Sus relatos y artículos
son publicados en algunas revistas y diarios locales. Es integrante de la Red de
Escritores Arequipa (REA). Tiene su página de YouTube: Conversando de Literatura
con Miguel Gonzales. Actualmente es docente y dedicado al trabajo exclusivo de la
literatura.
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Represalia
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les da la gana…
—Siempre es lo mismo. Entran a robar y hacer lo que
quieren. Esos congresistas son unos corruptos. Ya se les hizo
costumbre de vacar a los presidentes que entran…— dijo
Miguelón, su compañero de trabajo con quien ya había laborado
las dos últimas obras.
—Quizá es culpa nuestra por no decidir bien, pero a veces
quedan las peores opciones para elegir…
—Siempre el fujimorismo está metido en todo… tienen
tanto poder en el país que uno ya no sabe a qué someterse con la
China y compañía…— explicó Miguelón recalcando lo harto
conocido por todos.
—Los fujimoristas son muchos… Realmente, todos los
presidentes que hemos tenido son unas ratas… Hasta Castillo que
parecía honrado y trabajador también terminó robando como
ninguno, hasta peor— levantó la voz Alberto porque el tumulto
era mucho más ensordecedor, pues la exaltación cobró un éxtasis
mayor cuando la policía estuvo frente a la titánica multitud de
manifestantes.
—Así como estamos nunca vamos a mejorar, estamos
peor que otros años. Los otros presidentes también robaron
mucho, pero con ninguno de ellos hemos estado así de mal. Ni
siquiera con Vizcarra, aun con la pandemia encima. Pero fíjate.
Este Castillo ha sido tan inocente o tonto que no sé cómo no se ha
dado cuenta de nada. Cerrar el congreso cuando ni las Fuerzas
Armadas y menos sus ministros lo respaldaron. ¿Dónde se ha
visto eso? — continuó Miguelón como autómata, con un
semblante alicaído.
—Ahí vienen los policías. Hay que evitarlos. Somos
muchos y no podrán con nosotros. Levantemos piedras y
ataquemos…— bizarro, Alberto comenzó a lanzar algunas
piedras como quien no quiere la cosa.
La multitud se convirtió en una barahúnda, pues los
policías, para controlar el orden que se desbordaba por todos
lados, invadieron con sus bombas lacrimógenas. Las piedras les
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rozaban como saetas; algún infortunado sufrió lesiones graves,
cayendo y auxiliado por sus compañeros de choque. Los
manifestantes quienes cargaban la bandera nacional se escudaban
es este símbolo patrio para alzar su protesta sin importarles el
patriotismo que, efectivamente, debía enorgullecerlos. Preferían,
sin consideración alguna, arremeter contra los uniformados de
verde oscuro quienes solo cumplían su trabajo, al igual que
cualquier otro peruano en un determinado oficio o profesión. No
obstante, aconteció lo inaudito. Uno de ellos con su arma de
fogueo, aquel que expulsaba las bombas lacrimógenas, al menos
eso parecía, se acercó demasiado a los alborotadores y disparó
unas cuantas mansalvas, que en el aire se iluminaron como fuego.
De pronto, cayeron dos de los civiles quienes en su furia
embestían con palos y piedras encontradas a sus pies.
—Uy, mierda. Nos están disparado con metralletas.
Corran…— la voz de Alberto se ahogó en el altercado, cada vez
más violento.
Tras de él, Miguelón no le perdía el ritmo. Agitado,
agregó:
—Creo que uno de los caídos ha sido el Matías. Nos están
matando…
—Corre, carajo, y no digas más…
Alberto, quien no estaba ya para trotes tan agotadores,
porque con cincuenta y dos años en el trabajo de Construcción
Civil es una hazaña. Sufría de dolores en las rodillas y a veces las
debacles en la cadera lo dejan aturdido, lo cual, con algunas
pastillas, adormecía aquellos dolores previsibles. En cambio,
Miguelón, quince años menor, prefería el amparo de su
compañero de quien aprendía muchas experiencias en el trabajo,
incluidas las manifestaciones del gremio.
—Ya sabes, si no apoyamos estas huelgas, no nos
consideran para otros trabajos. Mi María se queda preocupada
cada vez que vengo a esto. Mis dos niñas, igual, se preocupan
mucho. Todo porque te den trabajo— explicó Alberto cuando
ambos ya se sintieron seguros y a buen recaudo.
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Miguelón lo escrutó con lentitud como si procesara una
eternidad lo que le comentó su compañero.
—En todo lado hacen eso. Hay muchos presidentes de gremio
que están obligando a todos a salir. Si no te ponen multa. ¿Y qué
hacemos si queremos? Necesitamos plata en el día—objetó
Miguelón.
—Así funciona nuestro país. Eso se debe a que somos muy
informarles. Todo ese orden debe ponerlo el Gobierno, pero, así
como vamos…— bufó Alberto, conformista.
De pronto, una voz se levantó al unísono, iracunda como un
estertor sísmico.
—Asesinos. Asesinos. Asesinos…
Poco después se enteraron que, realmente, uno de los
muertos fue Matías con quien compartieron francachelas en
algunos momentos, después del arduo trabajo. Algunos cargaron
el cadáver. Por el otro extremo de la amplia avenida más personas
levantaban al segundo abatido. El grupo policial, esparcido por
varios lados como fichas de ajedrez de color negro, se mantenían
a la expectativa. Ya no enviaban sus amenazadoras bombas
lacrimógenas. Retrocedieron, al parecer amedrentados, por los
hechos, los cuales los involucraban, así haya sido uno solo el
culpable.
Los manifestantes, como oleada que choca
estrepitosamente una roca en la playa, del mismo modo se
adelantaron y fueron contra viento y marea. Piedras, palos, ondas
y demás utensilios fueron las armas más probas para devolver el
golpe de los hermanos caídos quienes tenían derecho de protestar
como todos, por un nuevo gobierno. Aborrecían a la Presidenta y,
peor aún, a los congresistas quienes cada vez les interesaba menos
velar por la gente, por su gente, incluso cuando en esta avenida
había una masacre, lo mismo que en otras regiones. Nadie oía sus
voces en once días de lucha fratricida. Eran el vacío de universo
sin orden. Todos los caminos de acceso a las principales ciudades
del país estaban bloqueados. No habría tregua de nadie: los
gobernantes no abandonarían sus curules porque deseaban más
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avaricia en cuanto a dinero se refiere y los manifestantes no
cederían en sus planes de protesta si no veían lo que deseaban. A
todos quienes protestábamos por una causa justa nos llaman
vándalos.
—El otro día levantamos una barricada con los adoquines
del Puente Grau, tampoco sirvió de nada. O sea, les vale un carajo
si destrozamos la ciudad…— Miguelón se extrañaba hasta qué
extremo, nadie quiere entrar en razón.
—Es tan fácil que ellos puedan renunciar y aplacar a los
ciudadanos de un país que no los quiere. Pero no les interesa
nada. Quieren llenarse los bolsillos con el dinero de los contratos
de las grandes expresas que renovarán contrato por quién sabe
cuántos años más. Y así seguirán vendiendo al Perú. Eso es una
ganga para esos congresistas que en sus vidas jamás imaginaron
ganar tanto dinero. Así aseguran su vida y la de sus miserables
familias… A los demás que nos parta un rayo— lo ojos de Alberto
estaban inflamados de un brillo cristalino como si las lágrimas
quisieran saltar, pero el coraje se lo impedía.
—Tienes razón. Si no, no estaríamos cargando el cuerpo
de nuestro compañero Matías. Mientras allá adelante seguimos
peleando como irracionales. Algunos policías han caído heridos.
Nos estamos matando entre peruanos— reflexionó Miguelón.
—Así funciona nuestro país y no hay nada que lo cambie.
Al menos yo no veo alguna esperanza. Seguiremos así de jodidos,
hundido por los políticos que se roban la plata de nuestro país—
dijo Alberto con el mismo éxtasis. Su rabia era tremenda. Pensó
en María y sus dos pequeñas, Marité y Andrea. Las amaba y
meditó qué futuro les esperaba en una sociedad como esta—. Así
no funcionan las cosas. No.
Su soliloquio lo consternó y sintió pena por su familia a
quien estaba muy apegado. A Matías lo llevaron ya a la morgue.
Alguien, en un auto, lo transportó. En dos ocasiones conoció a su
esposa quien en ese momento llevaba un embarazo de ocho
meses. Seguramente, ya habría dado a luz y dejaba en orfandad al
bebé y un menor de unos seis años. Sintió pena por ellos. Miró a
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Miguelón a su lado, más joven, y rogó a Dios que no le pase nada.
Era un hombre bueno, colaborador como pocos y siempre llevaba
la fiesta en paz. Volvió lo ojos adelante, divisó a los policías que
insistían en acorralarlos. Sabía que su gremio no andaba con
huevadas. Se cuidaría. Tanto Miguelón como él sabían quiénes
eran los infiltrados que azuzaban a las personas, pero por
prudencia nadie los señalaba. Buscaría a uno de esos líderes que
manipulaban y subvencionaban los gastos de muchos que solo
iban a provocar desastres en propiedades a su paso, sin
importarles contra quienes se enfrentaban.
—No soporto esto. Iré donde el Jefe. Estoy harto de esta
corrupción que esas ratas hacen de nuestro país. Amo a mis hijas,
mi esposa es lo único que tengo, por ellas lucharé hasta el final—
se animó Alberto con enjundia.
—No vayas a meterte en esos asuntos. El Jefe es uno de
los que manipula a la gente, si entras allí y te atrapa la policía
después, qué será de tus hijas, piensa en María— lo atajó
Miguelón, preocupado.
Alberto le dio la espalda y le dijo: «¿Vienes? o eres como
los demás». Su compañero no se movió. Entonces, se alegró que
no lo siguiera. De todos modos, le preguntó para que no creyera
que no lo tomaba en cuenta. En medio de la trifulca localizó al
Jefe, hombre magro, moreno, rechoncho y con un semblante
renegado.
—Quiero que me des lo necesario para ir contra aquellos
tombos y destruir lo que hay a nuestro paso. Así haremos
entender a esa Presidenta y a las ratas del Congreso que nosotros
podemos— dijo Alberto a modo de saludo.
El Jefe sonrió porque esta forma de guerra era el mejor
modo para hacer entender a los del Gobierno que debían
renunciar.
—Muy bien. Así me gusta la gente, valiente y aguerrida. Sabes
que, si te pescan los tombos, no te conocemos— le dijo mientras le
entregaba un garrote y cien soles.
—Lo sé.
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Era las dos de la tarde, el sol calentaba y en el asfalto se podía
freír hasta un huevo. Los policías llenaban el ambiente con gas
lacrimógeno; unos manifestantes huían y otros lanzaban piedras
con fuerza; por otro lado, se oyó un disparo, al menos eso parecía.
Los dos se miraron con encono y dedujeron, a lo mejor, podían
aparecer más muertos.
—Vamos yendo— finalizó Alberto.
La hidra peruana
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Pedro Castillo.
Los pobladores de esta comarca peruana combatimos con
todo nuestro poder subversivo, popular y justo por expulsar de
nuestro dominio a tal criatura. Pero no se puede. Cada una de las
ciento treinta cabezas de esta Hidra congresal es devastadora, no
se detiene ante nada con la finalidad de llegar a su crecimiento
total. Ese fin llegará cuando se haya abastecido de todo el dinero
posible para sobrevivir por la eternidad en los refugios más
lejanos donde sus miserables cabezas no puedan salir. Pero
debemos eliminar a la cabeza principal que se parapeta en los
muros de un palacio inexpugnable. Todos los pobladores
corremos de uno a otro lado para sobrevivir y emboscar a este
monstruo implacable. Desde luego, como todo dragoniano ser,
cada una de sus cabezas no entienden la magnitud de todos los
seres humanos que vivimos en esta comarca. Nos estamos
desangrando, muchos ya han muerto a manos de su
irracionalidad. Incluso, víctimas inocentes fueron sacrificadas con
la idea que aquel monstruo nos deje en paz. Pero la cabeza madre,
en complicidad con las otras, se aferran al poder que los hace
inexpugnables. ¿Acaso alguna vez no han caminado como
nosotros por aquí cuando fueron ciudadano comunes y
corrientes?
En muchos lugares de nuestra comarca costeña, serrana y
selvática los pobladores huyen y acometen contra las pisadas
infames de aquella Hidra bestial. Hay mucha destrucción en
nuestra sociedad. La calamidad es todos los días. Ya llevamos
varias semanas desde que esta criatura se asentó en nuestros
dominios. Queremos ir más lejos, hasta la cabeza madre y no hay
un medio, una señal o un indicio de acercarse para terminar con
esta barbarie. Entre nuestros guerreros no hay uno solo que pueda
contra esa Hidra venenosa que esparce su indiferencia contra este
pueblo que intenta gobernar, pero solo deja destrucción a su paso.
Nosotros, diminutos, frente al fragor impresionante de aquella
criatura, cuyas cabezas congresales se ríen y fingen que hacen algo
por nosotros quienes morimos por falta de trabajo, ahogados con
53
las necesidades que debemos afrontar para nuestras familias.
Estamos anclados con la necesidad de generar dinero, el bien más
preciado para la subsistencia en una sociedad donde el comercio
es indispensable, a parte de nuestra insignificancia como
pobladores.
Nosotros somos unos seres tan frágiles, inestables e
inseguros que no nos dimos cuenta y sin querer, de repente,
creamos esta Hidra ponzoñosa. Jamás debimos darle toda nuestra
confianza a aquel campesino Pedro Castillo quien más allá de
prometernos una vida decorosa para acabar con la bazofia que
inundaba nuestra sociedad y hacer de nuestra convivencia más
digna, le creímos. Tan ingenuos no debimos ser. Pero realmente
lo que estaba haciendo fue darle vida a esta Hidra que se le escapó
cuando él ya no podía criarla. Ese monstruo de ciento treinta
cabezas, poco a poco, comenzó a cimentar su poder y nuestro
compatriota se vio tragado por esas deslumbrantes fauces. Ahora,
encerrado en las entrañas de esa criatura, presionado por sus
errores y deseos de ambición, hoy ha desparecido de nuestra
comarca, mientras la aberración que creó sigue insuflándose de
más poder. Hay momentos que descansamos de tanto pesar, pero
este monstruo no cesará su ímpetu de codicia hasta que haya
fraguado su monopolio comercial con otras criaturas como ella.
Solo así, descansaremos de su presencia y se ahogará en los
intrincados dominios de una cueva tan honda que no sabremos
de ella. No obstante, para que estemos fuera de su alcance, falta
mucho tiempo. Entonces, nosotros seguiremos padeciendo cada
vez más. Hemos pedido ayuda a otros lados, pero la grandeza y
el desastre que deja a su país esta HIDRA ENDEMONIADA es
superior a cualquier intromisión extranjera.
Solo soy un poblador más de esta comarca peruana quien
cuenta esta derrota humana. Los medios de comunicación
explican lo necesario, pero las ideas y el planeamiento para
acabarlo no funcionan. Un grupo de guerreros ha llegado hasta
Lima, su dominio, para acorralarla, pero no dio frutos, fueron
sorprendidos porque no eran suficientes para doblegar a tamaña
54
bestia. Son ciento treinta cabezas más la madre… ¡Cómo se lucha
contra eso! Quizá si fuéramos todos los pobladores de la comarca
la acabaríamos, pero muchos no quieren morir porque atienden a
sus esposas e hijos; otros más osados no les interesa nada y
afrontan lo que venga con tal de intentar eliminar a la criatura; y
los tantos que quedan son sometidos por mafias inescrupulosas
que ocasionan desastres ocasionando vandalismo corroído por
venenos mentales para ganar algunos centavos y alimentar sus
miserables vidas. De la forma que se quiera, estamos a merced de
lo inigualable.
Las ciento treinta cabezas mortíferas no dejan avanzar el
progreso de nuestra nación. Son seres pensantes que no tienen
misericordia de un país que se está derrumbando. Aquí la
democracia no se percibe. Después del autogolpe de Castillo,
liberada la criatura, fue letal para nosotros. Estamos cayendo en
la desesperación. Nadie vela por nuestro espacio, la comarca de
un estado solo prevalece para quienes nos gobiernan a su antojo.
El Congreso, junto a la Presidenta del Gobierno, no acceden a
ningún tipo de sensatez. Pues las ciento treinta cabezas de esta
Hidra despreciable amordazan cualquier movimiento de la
cabeza madre. La tiene maniatada y aunque hay que acabar con
ella, las otras cabezas no permiten acercársenos para cercenarla.
Cada vez nos masacra con decisiones que no favorecen a los
pobladores. Solo los guardianes del Congreso deleznable salen a
repeler nuestros ataques, por eso no podemos llegar ni a rozarle y
menos a herir alguna de aquellas cabezas indolentes. Aquel
engendro creado por el campesino, expresidente, Pedro Castillo
es cada vez más aterrador. Mientras sus guardianes, policías que
solo cumplen mandatos voraces de los superiores, se enfrentan
con nosotros quienes queremos eliminar a la Hidra. No podemos.
Ese monstruo prefiere enfrentamientos de peruanos versus
peruanos. No le interesa nada. Fueron elegidos por los pobladores
de nuestra gran comarca y si realmente les interesamos, este
pueblo que se desangra sin misericordia debería irse lejos y dejar
el gobierno a otros más idóneos. Sin embargo, aquí no existe un
55
líder con determinación para ejecutar tamaña hazaña, un
Hércules que nos lleve a la victoria para levantarnos de nuestras
miserias.
Los estudiantes universitarios alzaron su voz y
soliviantándose arremetieron contra esa Hidra aciaga, pero
tampoco le hicieron daño. Al contrario, repelidos por los
guardianes de su custodia, policías ateridos por su obligado
trabajo, llevaron prisioneros a tantos mozalbetes creyentes de sus
ideales. La barrea es infranqueable y, al parecer, sucumbimos en
el intento. No hay modo de idear una estratagema para extirparla
de nuestras vidas. Hemos cerrado todas las brechas de nuestra
comarca milenaria, hemos rodeado todos los frentes para
cerciorarnos que la Bestia huya y abandone estas tierras que no
les pertenecen. Pero sus ciento treinta cabezas que amordazan a
la principal y no le dejan actuar, están devorando todo a su paso.
Las decisiones que toman, encerrados en su guarida palaciega, no
son la mejores, a falta de razón, una razón que se pierde en el
olvido de quienes los eligieron.
Nuestra comarca se está perdiéndose en el olvido de la
región Sudamericana. Todos lamentan nuestro infortunio, ya que
nadie quiere acercarse a pocos metros de nuestros límites. Somos
una sociedad enlodada en el hábitat de esta Hidra que abarca todo
sin moverse mucho. Asolados como estamos nadie puede
ayudarnos. Será el destino que perezcamos así o quizá llegue una
aurora plagada de una luz salvadora como un Hércules con buen
juicio que batalle contar esa hidra homicida. Sin embargo, no hay
nadie quien posea un raciocinio justo para gobernar nuestra
comarca. Todo aquel que ostente el poder aquí, solo es para lucrar
y hacerse rico junto a los suyos. El descaro es tal cuando reciben
sobornos o realizan tratos fraudulentos, son manantiales de
dinero, pues someten a la población con pagos, leyes e impuestos
más allá de lo posible. Los pobladores de nuestra comarca
anhelamos verla encumbrada en una realidad equiparable con
otros pueblos en economía, educación, comercio, trabajo y así la
sociedad mejore. Pero mientras haya muchos más monstruos
56
como esta Hidra, nuestros habitantes estamos condenados a la
perdición. Solo sobrevivirán aquellos cuyas fuerzas no decaigan
en el intento.
Hoy estamos devastados. Tenemos que continuar
luchando contra la Hidra nefasta. No sabemos qué otro monstruo
vendrá mañana. Las ciento treinta cabezas, con la principal,
anunciaron elecciones dentro de varios meses, desde luego, no
soportaremos porque seguiremos muriendo en el afán por
acabarla.
Envío este mensaje esperanzador fuera de nuestro territorio
con un voluntario. Nadie puede ingresar a nuestros límites
fronterizos porque la Hidra custodia cada rincón. Si hay entidades
capaces de traer beneficios, háganlo pronto… estamos
muriendo…
57
ARTÍCULOS
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Ilustración 3: Foto de Sebastián Castañeda
59
PERÚ: ilegitimidad del poder, violencia de Estado y
protesta de los excluidos
60
hacia Lima. La legitimación del uso de la fuerza y cubrir la
violencia con un manto de impunidad se ha legalizado a través de
la declaratoria de estados de emergencia que se sostienen sobre
informes reservados de inteligencia.
61
terminaron de alinear a los grupos de poder económico y a las
mafias en la política que han capturado los poderes del Estado.
62
Tragedia peruana
63
fallecidos, cientos de heridos y detenidos– de parte de la policía
peruana. Tan deplorable que incluso organizaciones de derechos
humanos como Amnistía Internacional verificaron imágenes de
policías disparando bombas lacrimógenas directamente y a corta
distancia de los cuerpos de los manifestantes en Lima. Asimismo,
la ONG recibió varias denuncias de abuso desproporcionado de
agentes del Estado en un contexto de estado de emergencia.
Macartismo trasnochado
64
El triunfo de Castillo, con el apoyo de toda la izquierda y del
gremio de profesores, despertó el abierto racismo y las prácticas
antidemocráticas no solo de la derecha peruana, sino de las clases
altas y de buena parte de las clases medias. La oposición de
ultraderecha (el fujimorismo, básicamente) no reconoció el triunfo
de Castillo y esgrimió la narrativa del fraude electoral durante
varios meses. En el fondo, no podía concebir cómo un profesor de
primaria mestizo y de extracción campesina pudo derrotar a la
alianza de gremios empresariales, mass media y fujimorismo. La
abierta confrontación y los intentos de vacancia, de parte del
Congreso, controlado por la extrema derecha, dieron sus frutos
cuando Castillo fue vacado, finalmente, el 7 de diciembre de 2022
con los votos de congresistas no solo de derecha, sino también de
izquierda en una muestra de tragicomedia y deslealtad inéditas.
Por otra parte, el expresidente, hoy detenido y acusado de
sedición, no se mostró muy acorde a la ética y la lealtad, al
desembarazarse –luego de un año de gobierno– resueltamente de
sus aliados que lo llevaron a la presidencia (el esperpéntico
partido “marxista” de Perú Libre).
Guerra civil
65
Desde nuestra perspectiva, es apremiante convocar a los sectores
progresistas y democráticos de la sociedad peruana para luchar
contra las fuerzas retardatarias y oscurantistas (filofascistas), de
espaldas a las grandes mayorías del país. El gobierno actual está
totalmente deslegitimado y manchado por la sangre de
compatriotas, asesinados solamente por protestar y, en algunos
casos, víctimas colaterales. Esto lo debe conocer la comunidad
internacional. El Estado policial es hoy en día implacable y
arbitrario. Las muertes de estos peruanos no deben quedar
impunes y el gobierno peruano tiene que dejar de criminalizar la
protesta social.
Márlet Ríos
escritor e investigador social
66
En resistencia Causachum Viro
67
cuadrada para los turistas con su playa Costa Verde, ‘’Lima la
horrible’’ del profe Salazar Bondy es Perú e imaginen, si eso es
parte de la capital, qué le quedará a las “gentes” de la Sierra y
Selva –el más puro saqueo de los minerales– porque hace tiempo,
el principio de igualdad ante las leyes no existe y nunca han sido
considerados con derechos, solo más tributos ‘’encomiendas’’. El
hambre y la inestabilidad sociopolítica es más visible desde hace
dos décadas en los hogares ninguneados, las brechas
implosionaron en pandemia al sumar el desempleo y migrantes
—venezolanos en este final de quinquenio— aunque, la economía
creció, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e
Informática: en noviembre del 2022, la producción nacional creció
1,68 % explicada por la evolución favorable de los sectores
económicos, con excepción de pesca, manufactura,
telecomunicaciones y financiero, y qué casualidad, los directivos
del Banco Central son los mismos desde hace 20 años y son
apolíticos?.
En este ajedrez del “mundo libre” dispuesto por los
imperialistas y liderado por los Estados Unidos, “ejemplo
democrático”, con los Bush, Obama, y Trump —quien mostró la
fragilidad de la democracia— quienes disparan primero y
averiguan después, y hoy, Biden y Trump son harina del mismo
costal porque sufren el “Síndrome de la mano ajena” (guardan
papeles ultrasecretos y se olvidan...) No estoy haciendo apología
a la antidemocracia, ni a los fans de la democracia chucuta,
adhesiones fanáticas, odios a la diversidad, al Mundo Oriental –
tildados terroristas— y menos marketing al Occidente “superior y
salvador” y a la “culta” Europa que cae sumisa a los pies de barro
del imperialismo gringo, que muerden a matar en sus colonias, y
ay Perú!, el Rico Perú, supra minero y muy importante para las
transnacionales que envenenan lentamente al pueblo de la sierra:
Puno, Cerro de Pasco, Ayacucho, Apurímac que respiran tóxicos
y es que el ‘’cholo no es gente” y un puneño no existe.
68
aimara con el lago Titicaca a Lima distan aproximadamente 1350
KM, comparado con los Caminos del inca es un suspiro claro,
somos caminantes, en tránsito libre, y en esta guerra cívico militar,
nada es casual y menos en política con la resistencia andina desde
los Cuatro Suyos, se toma a Lima virreinal. Entonces, el golpe se
planifica desde que gana la segunda vuelta Pedro Castillo, quien
pasará a la historia por ser súper bulleado y burlado muchas
veces, y lo más insólito aguanta el cholo o de repente se asoma la
parca…
En dos sesiones para sumar 87 votos no pudieron los sátrapas
y a la tercera creen que es la vencida y, es cuando propicia el
maestro sindical su jugada, para que se destape la olla podrida y
veamos la desnudez del Congreso, más corrupto, catador de heces
y carente de seso y si algo les quedará, deberían renunciar y
aplicar la Constituyente ya!. El maestro cholo, líder sindical
representa y simboliza la sangre, raíces indígenas en el poder y no
es imbécil, incapaz, que le aplicaron los 101 congresistas tarifados,
antidemocráticos, retóricos, por incapacidad moral, vacancia por
corrupción; la vacancia fue concebida en la Constitución peruana
para casos del mal uso del poder, a la locura del poder que
demuestran los parlamentarios, pero, utilizan en su provecho,
para quitarse de encima a presidentes que no les gustan, y es una
insania, que seis presidentes fueran expulsados en seis años y
medio; ¿creen demostrar que son los padres de la democracia?.
El desprecio al pueblo pensante, se les escapó y de bufones
pasaron al más vivo escarnio y da coraje que la sangre sea del
pueblo hambriento quienes ‘’derramarán hasta la última gota’’, se
visibilizó el hambre de poder de estos hambreadores y, como sus
acuerdos mafiosos no les cuadran… Muchos jóvenes andinos
conocen por vez primera la capital para ser masacrados. Claro que
siguen trabajando por sus intereses personales y cual ratones roen
gabinetes y hacen teatro con parapetos de leyes a sus antojos y el
pueblo resiste. Extraña que las botas militares “salven” y arreglen,
este “nudo Giordiano”, suenan generales “patriotas” alcaldes
justicieros, papanatas racistas que quieren meter en cintura a los
69
“terrucos” y, “el corazón impoluto” fujimorista espera dar el
zarpazo, mientras se criminaliza la protesta con el jefe de
ministros Alberto Otárola e inventan cacerías de brujas y brujos
del Sendero Luminoso, —aparecen torturados pertenecientes a
células guerrilleras, con la camarada Cusi y su combo…—
Realmente ¿qué pasará en la sierra, en Puno incomunicada al
furor del ejército?
La mejor arma es generar miedo, paralizar las protestas en
Lima y demostrar, al que reclama, acusarlos de terrucos o
terrucas (el ejército es comegente, especialistas en matar y la
policía es sabuesa en sembrar la sospecha —persiguen a sus
hermanos de clase marginada—) y resulta paradójico y doloroso,
que se pase de la operación sangrecita (dieta ancestral mikuna
yahuar contra la anemia, desnutrición para alejar la tuberculosis
que se vive como una gripe entre nosotros —tosecita cómica te
dicen ‘’estás chaqueta—’’) para exprimir las últimas gotas, ¿será
que nos convertiremos en tierra roja —Pucallpa— ? no entienden
que se defiende la libertad, dignidad, justicia social y el respeto de
las elecciones democráticas, de la segunda vuelta con Keiko
Fujimori; entonces, el golpe de estado lo da el Congreso, con la
prensa mercenaria que lapida al presidente. Pero, el pueblo
andino se crece con el apoyo del presidente de Colombia, México,
Brasil, Argentina, Bolivia que se suman a la libre elección
democrática, y es admirable la fuerza psicológica, moral y física
del maestro presidente, quien con la imagen destruida,
persecución de la familia y casi ‘’muerte inducida’’ se mantuvo
con la fortaleza chola, corazones dignos y rebeldes que gritan
libertad y apoyo Latinoamericano y no como el gigante verde
Alan García que tenía casi todo con su labia y pretendía hacer
volar a los Apus cóndores en Lima y mas bien, se voló...
En el nido de serpientes, alacranes y zoo sapiens, las mentiras
son verdades y los juramentos, —no los Julios Jaramillos— son
realidades que tapan los malabares de una derecha predadora,
voraz, esclavista y racista mantenida por el trabajo de las chacras
por los campesinos de la Sierra y Selva; esta resistencia milenaria
70
explotó y para bien, con el cambio de la Constitución, el viento
nos sopla a favor y es histórica con los Cuatro Suyos, Lima sitiada
y ya no, desde el fujimorismo, que intentó borrar a los de Sendero
Luminoso de un plumazo, al obviar las necesidades del Pueblo
Andino, de la selva del costeño y creen que la casta pura son de
blanquiñozos ‘’plátanos mosqueao’’; somos, la Lima de los cuatro
conos de los pueblos jóvenes, de los barracones, desiertos y
chanchos come mierda, las riberas del río Rímac —Río hablador—
traen vida, rocas y piedras rebeldes con barrios requete pobres,
con sus huaynos, chichas a cantar más esperanzas y salir de
madrugada a trabajar todos los días, sin importar el Covid —
recuerdo que decían que los incas no sufrían de caries y menos del
Covid y es que el humor limachaguai es tan peculiar— y, en estas
fechas de carnavales —yunza y macanas—, deambulo en mi
barrio de La Victoria del jirón Andahuaylas con Perico León en
mis sueños de niña, paso por la Abancay, Parque Universitario y
el mercado de Gamarra —siempre mis ambulantes, paisanas con
la tunas peladitas, picarones, un combinao, chanfainita, cebiche,
tallarín y la huancaína con chicha morada— Reinventar, recrear
al trabajar y, las comidas son una de las armas del pueblo, y
nuestro pueblo es incansable de Inti a Inti, así se baila al tiempo, a
resistir al frío con emolientes y al cansancio chacchando coca, ay¡
mama Yacu, mama Coca, mama Killa, Pacha, Guamani, taita Apu
Runco mecen las huajas y espantan los males; quién dijo miedo,
en esta tierra de cóndores, del oro, minerales, boas y cuando nos
levantamos, Pacha cambia de rumbo, Inti Watana nos favorece
con ombligo del josco —Cuzco— vamos al canto de la Flor de
Retama con la fuerza de las parias: Micaela Bastidas, Flora Tristán,
José Gabriel Condorcanqui, José María Arguedas, María Parado,
Vallejo, Túpac Amaru, Javier Heraud, Mariátegui y todas los
caminantes anónimos que resisten con el código inca: ama llulla,
ama kella y ama sua —no mientas, no seas flojo y no robes— en
plena resistencia con huayno y chicha amarillita con mi corazón
del Koricancha donde la sangre del pueblo: —Ahí, se
derrama;/allí mismito florece/amarillito Flor de Retama,/la sangre
71
del pueblo/ tiene rico perfume;/huele a jazmines,
violetas,/geranios y margaritas/a pólvora y dinamita/ ay, carajo!
Ana Anka
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Gobierno sin legitimidad
73
marcha. La cual finalizó, o por lo menos disminuyó su magnitud,
luego del incendio a la casona Marcionelli y un mensaje a la
nación que buscaba calmar a todos menos a los manifestantes.
La situación presentada me llevó a recordar un concepto que
resulta olvidado en los análisis políticos contemporáneos. Me
refiero a la legitimidad. Lo cual nos deriva a lo que es legítimo. El
poder legítimo nace de ingresar por los medios legales al poder y
la opinión popular. Para el caso peruano, conforme a la
Constitución Política del Perú, las leyes y su población.
El caso de Dina Boluarte refleja que sí respeta la legalidad.
Dina postuló como primera vicepresidenta en las elecciones
presidenciales del Perú de 2021. Gracias a la sucesión
constitucional, ocupó el cargo de presidenta del Perú el 07 de
diciembre de 2022 luego del intento de golpe de estado de Pedro
Castillo que derivó en su vacancia. La sucesión mencionada se
regula en el artículo 115 de la Constitución; la cual menciona:
74
los mencionados al dar estadísticas y datos que demostraban que
el Perú sigue estable. Un comunicado de dicho estilo generó más
fuerza en las manifestaciones sociales y una reacción por parte del
Estado de mayor nivel.
Referencia Bibliográfica:
Eduardo Chocano
75
Índice
PRESENTACIÓN .................................................................................. 3
POEMAS ............................................................................................ 7
BALAS Y PERDIGONES............................................................................. 10
SEÑORA .............................................................................................. 11
CALENDARIO ROJO ................................................................................ 11
CUANDO YA NO ESTÉ ............................................................................. 12
A MI PATRIA ........................................................................................ 18
EL HIJO DEL PUEBLO .............................................................................. 19
LLANTO DEL PUEBLO .............................................................................. 20
EL CAMPESINO ..................................................................................... 21
76
POBRE MI PATRIA ................................................................................. 32
ELEGÍA A UNA MUERTE COLECTIVA ........................................................... 33
UN RESPIRO DE PAZ .............................................................................. 35
RELATOS .......................................................................................... 41
REPRESALIA......................................................................................... 46
LA HIDRA PERUANA............................................................................... 52
ARTÍCULOS ...................................................................................... 58
ÍNDICE ............................................................................................. 76
77
78