Está en la página 1de 54

ÍNDICE GENERAL 1

3.2.3 Máximo común divisor. Algoritmo de Euclides. . . . . . . . . . . . . . . . . . 70


3.2.4 Funciones polinómicas. Raı́ces de polinomios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
3.2.5 Factorización de polinomios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
4 Números reales y complejos. 85
4.1 Números reales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Índice General 4.1.1 Construcciones de R a partir de Q. . . . . . . . . . . .
4.1.2 Axiomática de R. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
86
87
4.1.3 Unicidad y minimalidad de R. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
4.2 El cuerpo complejo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
4.3 El plano complejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
0 Principio de inducción 1 4.4 Polinomios en C y en R. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
4.4.1 Potencias y raı́ces de un número complejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
1 Conjuntos 3 4.4.2 Teorema fundamental del Álgebra y sus consecuencias . . . . . . . . . . . . . 99
1.1 Conjuntos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 4.5 Fracciones racionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
1.1.1 Idea intuitiva de conjunto: pertenencia. Igualdad e inclusión entre conjuntos. 4.5.1 Nota sobre funciones racionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Conjunto potencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 4.5.2 Fracciones simples . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
1.1.2 Operaciones con conjuntos: unión, intersección, complemento. . . . . . . . . 6 4.6Números complejos y geometrı́a plana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
1.2 Relaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.2.1 Pares ordenados. Producto cartesiano de conjuntos. Relaciones. . . . . . . . 8
1.2.2 Relaciones de equivalencia y particiones. Conjunto cociente. . . . . . . . . . . 10
1.2.3 Relaciones de orden. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.3 Aplicaciones y funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.3.1 Funciones: idea intuitiva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.3.2 Aplicaciones: dominio, codominio, gráfica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.3.3 Imagen y antiimagen de un conjunto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.3.4 Aplicaciones inyectivas, suprayectivas, biyectivas. . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.3.5 Composición de aplicaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.3.6 Inversa de una aplicación biyectiva. Inyectividad e inversa parcial. . . . . . . 17
1.3.7 Familias indexadas de conjuntos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.3.8 Conjuntos finitos y numerables. Conjuntos equipotentes. . . . . . . . . . . . . 21
1.3.9 APÉNDICE: Un mı́nimo de combinatoria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2 Números naturales y enteros 29
2.1 Números naturales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.1.1 Los axiomas de Peano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.1.2 El principio de buena ordenación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2.2 Números enteros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
2.2.1 Necesidad de los enteros. Propiedades de Z. Idea de anillo. . . . . . . . . . . 32
2.2.2 División entera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.2.3 Máximo común divisor. Algoritmo de Euclides. . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.2.4 Números primos y factorización. Teorema fundamental de la Aritmética. . . . 43
2.2.5 Congruencias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
2.3APÉNDICE: Los axiomas originales de Peano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
3 Números racionales. Polinomios. 61
3.1 Números racionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
3.1.1 Insuficiencia de Z. Fracciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
3.1.2 Construcción de Q . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
3.2 Polinomios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
3.2.1 Definiciones. Suma y producto de polinomios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
3.2.2 División de polinomios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
i
2 ÍNDICE GENERAL
Capı́tulo 1
Introducción a la teorı́a de conjuntos.
En el desarrollo de este capı́tulo seguiremos, ampliando los detalles, el texto [D-H]. Para completar
las explicaciones y ver más ejemplos, son interesantes [D’A-W], [Ham], [Lieb],[Lip], [O.U.], [S-T], etc.
También puede obtenerse más información en la página web de la asignatura,
http://www.unizar.es/analisis matematico/numyconj/prg numyconj.html.
1.1 Conjuntos.
1.1.1 Idea intuitiva de conjunto: pertenencia. Igualdad e inclusión entre con-
juntos. Conjunto potencia.
En un enfoque intuitivo de la teorı́a de conjuntos, como el que aquı́ vamos a emplear, la noción
de conjunto no difiere esencialmente de lo que por tal se entiende en el lenguaje ordinario: una
colección de objetos, reales o abstractos (los elementos del conjunto) agrupados como un todo,
percibidos simultáneamente como un nuevo objeto. Desde el punto de vista matemático, esta
descripción de lo que entendemos como conjunto no sirve como definición: es demasiado vaga e
imprecisa, y utiliza otras palabras (‘colección’, ‘agrupamiento’) que no son más que sinónimos de
la palabra ‘conjunto’. Tampoco nos ayuda recurrir a los diccionarios; en el de la Real Academia
Española, por ejemplo, encontramos lo siguiente:
conjunto : . . .  4. m. Agregado de varias personas o cosas.  . . .  6. La totalidad de los
elementos o cosas poseedores de una propiedad común, que los distingue de otros. Por ejemplo, los
números pares.  . . .  9. (Mat.) La totalidad de los entes matemáticos que tienen determinada
propiedad. El CONJUNTO de los números primos.  . . .
Es muy difı́cil plantear una definición de ‘conjunto’ que no recurra a sinónimos hasta caer en
un cı́rculo vicioso: es un concepto tan básico que sólo podemos dar descripciones aproximativas del
mismo. De hecho, cuando fue preciso establecer una teorı́a de conjuntos rigurosa desde el punto
de vista matemático, una Teorı́a axiomática de conjuntos, la noción de ‘conjunto’ quedó entre los
3
4 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.1. CONJUNTOS. 5
términos no definidos.1 Los elementos de un conjunto determinan el conjunto. Precisemos esta idea.
Proseguiremos, entonces, con nuestras ideas intuitivas de conjunto y de elementos de un con- Criterio de igualdad de conjuntos. Dos conjuntos A y B son iguales si y sólo si constan de
junto. Si A es un conjunto y a es uno de sus elementos, diremos que a pertenece a A, y escribiremos los mismos elementos, es decir:
(1) para cada x ∈ A también x ∈ B;
a ∈ A,
(2) para cada x ∈ B también x ∈ A.
mientras que la notación Un conjunto muy particular es el conjunto vacı́o, que no posee ningún elemento. Se representa
a∈
/A por el sı́mbolo ∅.
indicará que a no pertenece (no es un elemento) de A. Los conjuntos con un solo elemento suelen denominarse conjuntos unipuntuales (o también
Cuando A es un conjunto con pocos elementos, por ejemplo el de los cinco primeros enteros ‘singuletes’, por la denominación inglesa ‘singletons’).
positivos pares, suele indicarse listando sus elementos entre llaves,
Definición 1.1.1 Dados dos conjuntos A y B, diremos que A es un subconjunto de B si cada
A = {2, 4, 6, 8, 10}. elemento de A es también elemento de B, es decir, si x ∈ A implica x ∈ B.
Pero lo más habitual es que los conjuntos vengan descritos por una propiedad que caracteriza a Para indicar que A es un subconjunto de B escribiremos A ⊆ B. También se lee  A está
sus elementos: por ejemplo, como citaba el diccionario, el conjunto de todos los enteros positivos contenido en B .
pares. Este conjunto se escribe ¡Atención! Algunos libros usan la notación A ⊂ B para indicar que A está contenido en B,
mientras que en otros A ⊂ B significa que  A está contenido en B y es distinto de B . Para evitar
{x : x es un entero positivo par },
confusiones, en este último caso nosotros pondremos A ⊂ =
B, leı́do  A contenido estrictamente en
y se lee el conjunto de los x tales que x es un entero positivo par. B .
En general, si tenemos una propiedad P (x) relativa a ciertos x, El criterio de igualdad de conjuntos puede reformularse en términos de subconjuntos de manera
obvia.
{x : P (x) es cierta },
es el conjunto de los x tales que x es cierta. Corolario 1.1.2 Dos conjuntos A y B son iguales si y sólo si A ⊆ B y B ⊆ A.
Frecuentemente, los x son elementos de un conjunto U fijado de antemano (los enteros, en
Ejemplos. Para cualquier conjunto A, trivialmente A ⊆ A y ∅ ⊆ A. Que x ∈ A es equivalente a
nuestro primer ejemplo). En vez de escribir entonces {x : x ∈ U y P (x) es cierta }, se emplea la
que {x} ⊆ A (¡pero, en general, no a x ⊆ A ni a {x} ∈ A!). Veremos ejemplos más interesantes en
notación.
ejercicios posteriores.
{x ∈ U : P (x) es cierta }.
Por otra parte, pensar que todos los elementos que se van a manejar quedan dentro de un Definición 1.1.3 Dado un conjunto A, el conjunto
conjunto “superior” (el universo del discurso) permite eliminar paradojas de carácter lógico, como
℘(A) = {S : S ⊆ A}
la no existencia del ‘conjunto de todos los conjuntos’ o la paradoja de Russell, que no hace al caso
comentar aquı́. (Ver [Ham], p. 111 y ss., donde se explica cómo la axiomática de Zermelo-Fraenkel cuyos elementos son justamente los subconjuntos de A se denomina conjunto potencia de A o
resuelve estas paradojas; otra solución, la axiomática de von Neumann-Bernays-Gödel, se apunta conjunto de partes de A.
en [S-T], cap. 13, p. 252 y ss.)
1
Cuando una determinada rama de las matemáticas se desarrolla axiomáticamente, se toman como punto de Ejercicios
partida
(1) unos términos no definidos 1.1. Sea A = {2n + 1 : n ∈ N}. Decir si las siguientes afirmaciones son ciertas o falsas, justificando
(2) unas relaciones no definidas la respuesta:
(3) unos axiomas que relacionan los términos no definidos y las relaciones no definidas.
A partir de ellos, se van definiendo nuevos términos y se desarrollan teoremas basados en los axiomas o en teoremas (i) si x = (2n + 1)2 para algún n ∈ N, entonces x ∈ A.
anteriores. Por ejemplo, en la geometrı́a plana euclı́dea, ‘punto’ y ‘recta’ son términos no definidos, ‘punto que está
en una recta’ o, lo que es equivalente, ‘recta que pasa por un punto’, es una relación no definida, y son axiomas, entre (ii) si x ∈ A, entonces x = (2n + 1)2 para algún n ∈ N.
otros:
‘Dos puntos distintos están en una y una sola recta’ (equivalentemente, ‘por dos puntos distintos pasa una recta y (iii) si existen y ∈ A, z ∈ A tales que x = yz, entonces x ∈ A.
una sola’)
‘Dos rectas distintas no pueden tener más de un punto común’. (iv) si x ∈ A, entonces existen y ∈ A, z ∈ A tales que x = yz.
En la Teorı́a axiomática de conjuntos, son términos no definidos ‘elemento’ y ‘conjunto’, la relación no definida es
‘pertenencia de un elemento a un conjunto’, y son axiomas, entre otros,
1.2. Probar que {a} = {b, c} si y sólo si a = b = c.
Axioma de extensión. Dos conjuntos A y B son iguales si y sólo si cada elemento que pertenece a A también 1.3. Probar que {{a}, {a, b}} = {{c}, {c, d}} si y sólo si a = c y b = d.
pertenece a B y cada elemento que pertenece a B también pertenece a A.
Axioma de especificación. Sea P (x) una afirmación y sea A un conjunto. Existe entonces un conjunto al que
1.4. ¿Cuáles de los conjuntos A = {x ∈ R : x2 = 1}, B = {x ∈ R : x4 = 1}, C = {x ∈ C : x2 = 1},
pertencen exactamente los elementos a que pertenecen a A para los que el enunciado P (a) es cierto. D = {x ∈ C : x4 = 1} son iguales y cuáles son distintos? ¿Por qué? ¿Cuáles son subconjuntos de
Puede verse un comentario más amplio sobre los sistemas axiomáticos en la página web de la asignatura. otros?
6 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.1. CONJUNTOS. 7
1.5. Demostrar las siguientes igualdades entre conjuntos: Proposición 1.1.5 Dados tres conjuntos cualesquiera A, B y C, se tienen las siguientes igual-
dades:
(i) {x ∈ R : x3 − x > 0} = {x ∈ R : −1 < x < 0 o x > 1}.
(i) (A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C).
(ii) {(x, y, z) ∈ R3 : x = y, x + y + z = 1}
(ii) (A ∩ B) ∩ C = A ∩ (B ∩ C).
= {(x, y, z) ∈ R3 : x = t/2, y = t/2, z = 1 − t para algún t ∈ R}.
(iii) A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C).
1.6. ¿Es cierto que A ⊆ B si y sólo si ℘(A) ⊆ ℘(B)? ¿Por qué?
(iv) A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C).
1.7. Sea A0 = ∅, An = ℘(An−1 ), n ∈ N. Describir explı́citamente A1 , A2 , A3 , A4 . ¿Cuántos
elementos tiene cada uno de estos conjuntos? ¿Cuántos elementos crees que tendrá An para un n Demostración. Ver [D-H], pp. 10-11.
arbitrario? ¿Podrı́as probar tu conjetura?
Proposición 1.1.6 Leyes de De Morgan. Sean A, B, subconjuntos de un conjunto X. Entonces
1.1.2 Operaciones con conjuntos: unión, intersección, complemento. (i) (A ∪ B)c = Ac ∩ B c .
Definición 1.1.4 Dados dos conjuntos A y B, su unión es el conjunto (ii) (A ∩ B)c = Ac ∪ B c .
A ∪ B = {x : x ∈ A o x ∈ B}, Demostración. Ejercicio.
formado por los elementos que pertenecen al menos a uno de los dos conjuntos (pueden pertenecer Las definiciones de unión e intersección de dos conjuntos pueden ampliarse a una colección
a los dos). arbitraria de conjuntos.
La intersección de A y B es el conjunto
Definición 1.1.7 Sea C una colección no vacı́a de conjuntos (un conjunto no vacı́o cuyos elementos
A ∩ B = {x : x ∈ A y x ∈ B}, son a su vez conjuntos). La unión de C es el conjunto
 
formado por los elementos que pertenecen simultáneamente a ambos conjuntos. C= A = {x : x ∈ A para algún A ∈ C},
Si A ∩ B = ∅, diremos que A es disjunto con B (y entonces también B es disjunto con A). A∈C
El complementario de B respecto de A es el conjunto formado por los elementos x que pertenecen a uno al menos de los conjuntos de C.
La intersección de C es el conjunto
A \ B = {x : x ∈ A y x ∈
/ B},  
C= A = {x : x ∈ A para todos A ∈ C},
formado por los elementos de A que no pertenecen a B. Se le denomina también la diferencia A∈C
entre A y B.
formado por los elementos x que pertenecen a todos los conjuntos de C.
Cuando todos los conjuntos que se manejan son subconjuntos de un conjunto X dado ex-
En particular, cuando C = {A, B} reencontramos las definiciones de A ∪ B y A ∩ B.
plı́citamente o inequı́vocamente sobreentendido, se pone Ac en vez de X \ A, abreviando  el com-
En el caso de que sea C = {A1 , A2 , . . . , Ak }, se emplea la notación
plementario de A respecto de X  por el complementario de A, sin más.

k 
k
Diagramas de Venn. Las operaciones con conjuntos permiten realizar “cálculos” que se intuyen An , An ,
mejor utilizando diagramas de Venn , que consisten en dibujar en el plano regiones, limitadas por n=1 n=1
circunferencias o curvas adecuadas, que representan a los conjuntos. Por ejemplo, en los diagramas  
en vez de C, C, respectivamente. Ası́ mismo, cuando C = {An : n ∈ N}, suele emplearse
 
An , An ,
n∈N n∈N
o alguna otra notación similar.
Proposición 1.1.8 Leyes de De Morgan. Dado un conjunto X, sea C una colección de sub-
conjuntos de X, es decir, C ⊆ ℘(X). Entonces
 
(i) ( A∈C A)c = A∈C Ac .
hemos representado dos conjuntos A y B como las regiones limitadas por una elipse grande y una
 
circunferencia pequeña. Las zonas rayadas representan, sucesivamente, A, B, A ∪ B, A ∩ B, A \ B. (ii) ( A∈C A)c = A∈C Ac .
Los “cálculos” con conjuntos comparten algunas reglas (¡no todas!) con las operaciones entre Demostración. Ejercicio.
números.
8 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.2. RELACIONES. 9
Ejercicios (Como curiosidad, señalemos que es posible dar una definición de par ordenado en términos de
conjuntos.2 )
2.1. Dado p ∈ N, sea Mp = {n ∈ N : n es divisible por p}. ¿Quién es Mp ∪ Mq ? ¿Y Mp ∩ Mq ?
¿Tienen estos conjuntos alguna relación con Mp+q ? ¿Y con Mpq ? ¿Por qué?
Definición 1.2.1 El producto cartesiano de dos conjuntos A y B es el conjunto
2.2. Sea A un subconjunto de un conjunto dado X. Comprobar que (Ac )c = A.
A × B = {(a, b) : a ∈ A, b ∈ B}
2.3. Probar que dados dos subconjuntos A, B de un conjunto X, entonces X \ A = B si y sólo si
A ∪ B = X, A ∩ B = ∅. formado por todos los pares ordenados cuyo primer elemento está en A y el segundo en B.
2.4. Dados dos conjuntos A, B, demostrar que:
(1) A ⊆ B si y sólo si A ∪ B = B. Ejemplos. El conjunto de las coordenadas de los puntos del plano es R × R. Pero quizá el primer
(2) A ⊆ B si y sólo si A ∩ B = A. producto cartesiano de su vida (de un conjunto de letras por un conjunto de números) lo haya
(3) A ⊆ B si y sólo si A \ B = ∅. manejado el lector en el ‘juego de los barcos’.
2.5. Dado un conjunto X, sean A, B, C ⊆ X. Definición 1.2.2 Una relación binaria en un conjunto A es un subconjunto R del producto
(1) Probar que A \ B = A ∩ B c . cartesiano A × A de A por sı́ mismo.
(2) Aplicando lo anterior y las leyes de De Morgan, dar otra expresión de A \ (B \ C). En vez de escribir (a, b) ∈ R , suele ponerse a R b, leı́do  a está relacionado con b en la relación
(3) ¿Es lo mismo A \ (B \ C) que (A \ B) \ C? ¿Por qué? R .
2.6. Dados dos conjuntos A, B, probar que (A \ B) ∪ (B \ A) = (A ∪ B) \ (A ∩ B) (este conjunto
se denomina diferencia simétrica o discrepancia de A y B.) Ejemplos.
(1) Sea R el conjunto de las rectas del plano. Se define en R la relación de incidencia poniendo:
2.7. Sea A0 = ∅, An = An−1 ∪ {An−1 }, n ∈ N. Describir explı́citamente A1 , A2 , A3 , A4 . ¿Cuántos
para dos rectas r, s ∈ R, es r R s cuando y sólo cuando r y s tienen algún punto común.
elementos tiene cada uno de estos conjuntos? ¿Cuántos elementos crees que tendrá An para un n
(Esta relación se expresa brevemente diciendo  r corta a s)
arbitrario? ¿Podrı́as probar tu conjetura?
 (2) En el mismo conjunto, se define la relación de paralelismo  poniendo:
2.8. Sea A1 un conjunto arbitrario, y definamos An+1 = ℘(An ), n ∈ N, A = n An . ¿Es cierto que para dos rectas r, s ∈ R, es rs cuando y sólo cuando r y s son paralelas,
B ⊆ A si y sólo si ℘(B) ∈ A? es decir, o no tienen ningún punto común o coinciden.
2.9. Para cada k ∈ N, sea Ak = {n ∈ Z : n ≥ k}. Comprobar que (3) Sea C el conjunto de las circunferencias del plano. Se define en C la relación de tangencia
poniendo:
A1 ⊇ A2 ⊇ . . . ⊇ Ak ⊇ Ak+1 ⊇ . . . para dos circunferencias C1 , C2 ∈ C, es C1 R C2 cuando y sólo cuando C1 y C2 son tangentes.
 (4) En N, se define la relación de divisibilidad | poniendo:
k
y, por tanto, n=1 A = Ak = ∅ cualquiera que sea k ∈ N.
 n para m, n ∈ N, es m | n cuando y sólo cuando m divide a n (i.e., n es un múltiplo de m).
Sin embargo, n∈N An = ∅.
    (5) Análogamente se define la relación de divisibilidad en Z.
1 1
2.10. Para cada n ∈ N, sea An = 0, 1 − n , An = 0, 1 − n . Comprobar que An está (6) Dado un conjunto X, se define en ℘(X) la relación de inclusión ⊆ poniendo:
2 3
estrictamente contenido en Bn para todo n. ¿Está la unión de los An estrictamente contenida en para A, B ∈ ℘(X), es A ⊆ B cuando y sólo cuando A es un subconjunto de B.
la unión de los Bn ?
  Las propiedades más interesantes de las relaciones se recogen en la siguiente definición.
(No: probar que n∈N An
= n∈N Bn
= [0, 1).)
Definición 1.2.3 Sea R una relación (binaria) en un conjunto A. Diremos que R es
1.2 Relaciones. • reflexiva si para todo a ∈ A es a R a;
1.2.1 Pares ordenados. Producto cartesiano de conjuntos. Relaciones. • simétrica si siempre que para a, b ∈ A es a R b, también es b R a;
El lector ha manejado ya pares ordenados en situaciones concretas: al introducir un sistema de • antisimétrica si para a, b ∈ A, que sea simultáneamente a R b y b R a obliga a que a = b;
coordenadas en el plano, por ejemplo, cada punto viene representado por un par ordenado (x, y)
de números reales. La diferencia esencial entre el par ‘ordenado’ (x, y) y el conjunto {x, y} (el • transitiva si siempre que para a, b, c ∈ A es a R b y b R c, también es a R c.
‘par sin ordenar’) es que distinguimos (x, y) de (y, x), considerando iguales dos pares (x, y) y (u, v)
si y sólo si x = u, y = v. Ampliando esta idea, podemos considerar pares ordenados (a, b) cuyo Ejercicio. ¿Cuáles de estas propiedades, y cuáles no, tienen las relaciones que hemos definido
primer elemento a pertenezca a un conjunto cualquiera A y su segundo elemento b pertenezca a un anteriormente?
conjunto cualquiera B, manteniendo su ‘propiedad caracterı́stica’: 2
Concretamente, Kuratowski dio la siguiente definición formal:
Criterio de igualdad de pares ordenados. Dados dos conjuntos arbitrarios A, B, y dos pares
(a, b) = {{a}, {a, b}}.
ordenados (a, b), (a , b ), con a, a ∈ A, b, b ∈ B,
(a, b) = (a , b ) si y sólo si a = a y b = b . Si se revisa el ejercicio 1.3, se verá cómo esta definición encaja adecuadamente con la idea intuitiva.
10 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.2. RELACIONES. 11
1.2.2 Relaciones de equivalencia y particiones. Conjunto cociente. a M ; si E es un espacio vectorial real de dimensión tres (el espacio ordinario) y M es un subespacio
de dimensión uno (una recta que pasa por el origen), las clases de equivalencia siguen siendo las
Definición 1.2.4 Una relación de equivalencia en un conjunto A es una relación (binaria) en
rectas paralelas a M , mientras que si M es de dimensión dos (un plano que pasa por el origen), las
A que tiene las propiedades reflexiva, simétrica y transitiva.
clases de equivalencia son los planos paralelos a éste.
Ejemplos. 4.- En la relación de congruencia módulo m, para cada a ∈ Z es
1.- El prototipo es la relación de igualdad en cualquier conjunto: a R b cuando a = b. [a] = a + mZ = {b ∈ Z : b = a + km para algún k ∈ Z}.
2.- La relación de paralelismo entre rectas es la única relación de equivalencia de las seis que
habı́amos definido en el apartado anterior. Estas clases de equivalencia suelen denominarse clases de restos módulo m, porque dos enteros a
3.- Dado un espacio vectorial E y un subespacio vectorial M de E, la relación R definida por x R y y b están en la misma clase si y sólo si dan el mismo resto al ser divididos por m, es decir, si y sólo
si x, y ∈ E y y − x ∈ M es una relación de equivalencia porque 0 = x − x ∈ M para todo x ∈ E, si a = pm + r, b = qm + r para enteros adecuados p, q y r, con 0 ≤ r < m (comprobarlo). Para
x − y = −(y − x) ∈ M siempre que y − x ∈ M , y z − x = (z − y) + (y − x) ∈ M cuando y − x, m = 2, encontramos dos clases de equivalencia: el conjunto de los enteros pares y el conjunto de
z − y ∈ M. los enteros impares.
4.- Otro ejemplo importante de relación de equivalencia, que estudiaremos con más detalle poste- En general, el conjunto cociente, que se denota por Zm , ¿cuántos elementos tiene? Tantos como
riormente, es la congruencia en Z módulo m: fijado m ∈ N con m ≥ 2, diremos que dos enteros restos encontramos al dividir por m: 0, 1, . . . m − 1; es decir, m elementos.
a, b ∈ Z son congruentes módulo m, en sı́mbolos a ≡ b (mód m), cuando m | (b − a) es decir,
Definición 1.2.6 Una partición de un conjunto no vacı́o A es una colección C de subconjuntos
cuando exista un k ∈ Z tal que b − a = km. Puesto que a − a = 0 · m, b − a = km implica
no vacı́os de A (i.e., C ⊆ ℘(A) \ {∅}) tal que cada x ∈ A pertenece a uno y uno sólo de los S ∈ C.
a − b = (−k)m, y de b − a = km, c − b = m se sigue c − a = (c − b) + (b − a) = ( + k)m, vemos
En otras palabras, C verifica que:
que esta relación tiene efectivamente las propiedades reflexiva, simétrica y transitiva.
Las congruencias son  las matemáticas del tiempo: la esfera del reloj marca las horas módulo 
(1) S∈C S = A,
12, los dı́as de la semana van según congruencias módulo 7, los meses módulo 12 (el decimotercer
mes vuelve a ser enero); pero también conocemos ejemplos de otro tipo: los cuentakilómetros de (2) si S, T ∈ C y S = T , S ∩ T = ∅.
los coches funcionan según congruencias módulo 100 000.
Lema 1.2.7 Sea R una relación de equivalencia en un conjunto no vacı́o A. Dados b, c ∈ A es
Como se indica en [D-H], “el interés de las relaciones de equivalencia está en el hecho de que [b] = [c] si y sólo si b R c.
constituyen una abstracción de los procesos ordinarios de clasificación”. Pasemos a explicar este
aspecto. Demostración. Suponiendo [b] = [c], como c ∈ [c] = [b], se sigue que b R c.
Recı́procamente, sea b R c. Si x ∈ [b], serı́a b R x, que con c R b (propiedad simétrica de R )
Definición 1.2.5 Sea R una relación de equivalencia en un conjunto A. Dado a ∈ A, la clase darı́a c R x por transitividad, o sea, x ∈ [c]; y análogamente, de x ∈ [c] obtenemos c R x, que con
de equivalencia de a en la relación R es el conjunto b R c da b R x y finalmente x ∈ [b].
[a] = {b ∈ A : a R b}.
Proposición 1.2.8 Sea R una relación de equivalencia en un conjunto no vacı́o A. Entonces, el
El conjunto cuyos elementos son las clases de equivalencia de R es el conjunto cociente de A conjunto de las clases de equivalencia es una partición de A.
por R , denotado por A/ R , con lo cual Recı́procamente, si C es una partición de A, existe una relación de equivalencia R (y una sola)
tal que las clases de eqivalencia de R son exactamente los conjuntos de la partición C.
A/ R = {[a] : a ∈ A},
Demostración. Probemos que si R es una relación de equivalencia, entonces el conjunto cociente
y ası́ A/ R ⊆ ℘(A). A/ R (el conjunto de clases de equivalencia) es una partición de A. Obviamente, cada elemento
de A está al menos en una clase de equivalencia: a ∈ [a] para cada a ∈ A por ser R reflexiva.
Notemos que siempre a ∈ [a], por la propiedad reflexiva de R . Y no puede estar en más de una: si a ∈ [b] y a ∈ [c], esto significarı́a que b R a y c R a (por
Ejemplos. Examinemos cuáles son las clases de equivalencia en las relaciones que hemos visto definición), luego a R c (propiedad simétrica de R ) y finalmente b R c (propiedad transitiva), con
anteriormente. lo que aplicando el lema [b] = [c].
1.- Si a R b cuándo y sólo cuando a = b, [a] consta del único elemento a, es decir, [a] = {a} en Supongamos ahora que tenemos una partición C de A. Hemos de construir una relación de
este caso. El conjunto cociente es el conjunto de los subconjuntos unipuntuales de A (que no es lo equivalencia R sobre A cuyas clases de equivalencia sean precisamente los conjuntos S ⊆ A que
mismo que A, aunque casi lo parezca). forman la partición C. Reflexionando sobre el lema anterior, no es difı́cil pensar en la relación
2.- En la relación de paralelismo, cada clase de equivalencia consta de una recta y todas sus paralelas siguiente:
(es lo que se llama un haz de rectas paralelas), todas las que tienen ‘la misma dirección’. Hay, pues, • pondremos a R b para dos elementos a, b ∈ A, si y sólo si existe un S ∈ C tal que a ∈ S y b ∈ S.
tantas clases de equivalencia como ‘direcciones’. ¿Tenemos ası́ ciertamente una relación de equivalencia? Dado a ∈ A, como C es una partición,
3.- Para cada x ∈ E, [x] = x + M = {y ∈ E : y = x + z para algún z ∈ M } (comprobarlo). El existe S ∈ C tal que a ∈ S, luego a R a cualquiera que sea a y ası́ R es reflexiva. De la propia
conjunto cociente se denota por E/M , y se denomina espacio vectorial cociente (se verá en Álgebra definición se sigue que es simétrica. Para ver que es transitiva, observemos que si a R b existe un
lineal que realmente puede ser dotado de una estructura de espacio vectorial). S ∈ C tal que a ∈ S y b ∈ S, y si b R c existe un T ∈ C tal que b ∈ T y c ∈ T ; pero entonces
Gráficamente, si E es un espacio vectorial real de dimensión dos (un plano) y M es un subespacio b ∈ S ∩ T , lo que por ser C una partición obliga a que S = T , deduciéndose que a, c ∈ S = T y
de dimensión uno (una recta que pasa por el origen) las clases de equivalencia son las rectas paralelas a R c.
12 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.2. RELACIONES. 13
¿Cuáles son las clases de equivalencia de R ? Dado a ∈ A, [a] coincide con el único elemento Un elemento a ∈ A es ı́nfimo de un conjunto S si es el máximo del conjunto de cotas inferiores
S de C tal que a ∈ S. En efecto, si a ∈ S, todo b ∈ S cumple a R b y por tanto b ∈ [a]; al revés, de S. Pondremos entonces a = inf S.
si b ∈ [a], según la definición de R existe un T ∈ C tal que a, b ∈ T ; pero entonces a ∈ S ∩ T , Nótese que si a = inf S, será a = min S si y sólo si a ∈ S.
luego S = T y b ∈ S. Por consiguiente, cada clase de equivalencia de R es un conjunto de C. Un elemento b ∈ A es supremo de un conjunto S si es el mı́nimo del conjunto de cotas
Recı́procamente, cada S ∈ C es una clase de equivalencia: S = [a] para cualquier a ∈ S, como superiores de S. Pondremos entonces b = sup S
acabamos de probar. Nótese que si b = sup S, será b = max S si y sólo si a ∈ S.
Usando el lema previo se comprueba fácilmente que la relación R que hemos construido es la
única que tiene estas clases de equivalencia. Otros conceptos importantes en las relaciones de orden son los siguientes.
Definición 1.2.12 Dado un conjunto ordenado (A, ≤) y un subconjunto S de A, un elemento
x ∈ S se dice maximal si para cada a ∈ S tal que x ≤ a, debe ser x = a; un elemento y ∈ S se
1.2.3 Relaciones de orden. dice minimal si para cada b ∈ S tal que b ≤ y, debe ser b = y.
Definición 1.2.9 Una relación de orden en un conjunto A es una relación (binaria) en A que En un conjunto ordenado puede no haber elementos maximales o minimales, igual que no
tiene las propiedades reflexiva, antisimétrica y transitiva. siempre hay máximos o mı́nimos (Ver [D-H], p. 13).
Ejemplos. Ejercicios
1.- El prototipo es la relación de orden en cualquier subconjunto de R: a R b cuando a ≤ b.
3.1. Dados dos conjuntos A y B, probar que A × B = ∅ si y sólo si A = ∅ o B = ∅.
2.- En todo conjunto se puede definir una relación de orden trivial: la igualdad, a R b si y sólo si
a = b. 3.2. Sean A y B dos conjuntos. Si A × B = ∅, probar que A × B ⊆ C × D cuando y sólo cuando
3.- Dado un conjunto X, la inclusión entre subconjuntos de X es una relación de orden en ℘(X). A ⊆ C y B ⊆ D. ¿Por qué hemos necesitado suponer A × B = ∅?
4.- La relación de divisibilidad en N es una relación de orden, pero no lo es la divisibilidad en Z 3.3. Sea R una relación en un conjunto A. ¿Es cierto que para todo a ∈ A hay al menos un b ∈ B
(falla ‘por poco’ la propiedad antisimétrica). tal que a R b? ¿Por qué?
5.- En C puede definirse el orden lexicográfico de la siguiente manera:
3.4. Para cada punto P del plano, el haz de rectas de vértice P es el conjunto de las rectas
para z1 , z2 ∈ C, es z1 ≤ z2 cuando y sólo cuando e z1 < e z2 , o e z1 = e z2 y m z1 ≤ m z2 .
que pasan por P . ¿Pueden ser los haces de rectas las clases de equivalencia de alguna relación de
Es fácil comprobar que tiene las propiedades reflexiva, simétrica y transitiva. ¿Cuál es la equivalencia? ¿Por qué?
representación gráfica del conjunto {z ∈ C : 0 ≤ z}?
6.- Ası́ mismo, en C puede definirse el orden producto de la siguiente manera: 3.5. Sea R la relación definida en N × N de la siguiente manera:
para z1 , z2 ∈ C, es z1 ≤ z2 cuando y sólo cuando e z1 ≤ e z2 y m z1 ≤ m z2 . dados dos pares (m, n), (p, q) ∈ N × N, es (m, n) R (p, q) cuando y sólo cuando m + q = p + n.
También tiene las propiedades reflexiva, simétrica y transitiva. ¿Cuál es ahora la representación Estudiar si R es reflexiva, simétrica, antisimétrica, transitiva. ¿Es R una relación de equivalen-
gráfica del conjunto {z ∈ C : 0 ≤ z}? cia? En caso afirmativo, ¿cuáles son las correspondientes clases de equivalencia? Representarlas
gráficamente en el plano.
Definición 1.2.10 Un conjunto ordenado es un conjunto A dotado de una relación de orden. 3.6. Sea Z∗ = Z \ {0}. Definimos una relación R en Z × Z∗ de la siguiente manera:
De una manera más formal, un conjunto ordenado serı́a un par (A, R ), donde A es un conjunto y dados dos pares (m, n), (p, q) ∈ Z × Z∗ , es (m, n) R (p, q) cuando y sólo cuando m · q = p · n.
R una relación de orden en A. Por ejemplo, (N, ≤) y (N, | ) son dos conjuntos ordenados (distintos, Estudiar si R es reflexiva, simétrica, antisimétrica, transitiva. ¿Es R una relación de equivalen-
aunque tengan el mismo conjunto base). cia? En caso afirmativo, ¿cuáles son las correspondientes clases de equivalencia? Representarlas
gráficamente en el plano.
Algunos conceptos que el lector conoce para el orden de R pueden definirse en un conjunto 3.7. Sea R una relación en un conjunto A y S un subconjunto de A. Consideremos en S la
ordenado arbitrario. relación R  definida por: a R  b para a, b ∈ S si y sólo si a R b (la restricción de R a S). Probar
que si R es un relación de equivalencia en A, R  es una relación de equivalencia en S; y que si R
Definiciones 1.2.11 Sea A un conjunto ordenado, y denotemos por ≤ su relación de orden. Sea es una relación de orden en A, R  es una relación de orden en S.
S un subconjunto de A. 3.8. Sea A un conjunto ordenado y S un subconjunto de A. Probar que si existe el máximo o el
Si para algún a ∈ A es a ≤ s para todo s ∈ S, diremos que a es una cota inferior de S y que mı́nimo de S, es único.
S está acotado inferiormente (por a). 3.9. Una relación de orden R en un conjunto A es un orden total si para todo par a, b de
Si para algún b ∈ A fuese b ≥ s para todo s ∈ S, diremos que b es una cota superior de S y elementos de A se tiene que o bien a R b o bien b R a; en caso contrario, R es un orden parcial .
que S está acotado superiormente (por b). Dar ejempos de órdenes totales y de órdenes parciales. ¿Qué puede decirse sobre la unicidad de los
Cuando S está acotado a la vez superior e inferiormente, se dice que S está acotado . elementos maximales o minimales en estos tipos de relaciones de orden?
Un m ∈ A es mı́nimo de un conjunto S si pertenece al conjunto y es una cota inferior del 3.10. Sea S = {z = x+iy ∈ C : x, y ∈ R, x2 +y 2 ≤ 1} el cı́rculo de centro 0 y radio 1. Considerando
mismo. Es decir, si m ∈ S y m ≤ s para todo s ∈ S. Pondremos entonces m = min S. en C el orden producto definido anteriormente, ¿tiene S elemento máximo? ¿y elemento mı́nimo?
¿y elementos maximales? ¿y elementos minimales? ¿cuáles son? ¿por qué?
Un M ∈ A es máximo de un conjunto S si pertenece al conjunto y es una cota superior del
Responder las preguntas anteriores considerando en C el orden lexicográfico.
mismo. Es decir, si M ∈ S y M ≥ s para todo s ∈ S. Pondremos entonces M = max S.
14 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.3. APLICACIONES Y FUNCIONES 15
1.3 Aplicaciones y funciones En lo sucesivo, pondremos como es costumbre y = f (x) en vez de (x, y) ∈ Gf .
Informalmente, dar una aplicación f supone dar:
1.3.1 Funciones: idea intuitiva.
• su dominio de definición A = dom f ;
¿Quién no ha llevado alguna vez un montón de funciones en el bolsillo? Desde que las calculadoras
cientı́ficas se han convertido en uno de los instrumentos habituales en el bagaje del estudiante • su codominio B;
junto al bolı́grafo, el rotulador fluorescente y el tipex, se ha abierto la posibilidad de responder
casi instantáneamente a preguntas tan extrañas como:  ¿cuánto es el logaritmo neperiano de • una regla de correspondencia o regla de definición que permita asignar inequı́vocamente a
127, 66547? o  ¿cuánto vale el arco seno de 0, 3571893? cada elemento x de A, sin excepción, un elemento f (x) de B perfectamente determinado por
Estas maravillosas máquinas dotadas de teclas misteriosas, son capaces de transformar el x y f.
número que hemos escrito en la pantalla (el input, según la jerga informática) en otro, el output, Cambiar una cualquiera de estas tres cosas (el dominio, el conjunto final o la “regla de defini-
ligado invariablemente al primero: una vez que elegimos una tecla de función o una combinación ción”) hace que la aplicación cambie. Por ejemplo, si tenemos una aplicación f : A → B y
de ellas, sea “ln” o “shift + sin”, o cualquier otra, estamos seguros de que al pulsar las(s) tecla(s) consideramos un subconjunto S de A, la restricción de f a S es la aplicación f |S : S → B tal
el output mostrado será el mismo mientras no cambiemos el input introducido. que f |S (x) = f (x) para cada x ∈ S, que no es la misma aplicación f (se ha cambiado el dominio),
No siempre obtenemos respuesta, o la respuesta es un mensaje de error: por ejemplo, no obten- aunque venga dada por “la misma regla de correspondencia” (a cada x de S, la restricción f |S hace
dremos un valor numérico para el logaritmo de −1, ni para el arco seno de 2; hay ‘inputs admisibles’, corresponder el mismo valor que f ).
y otros que no lo son. El conjunto de todos los ‘inputs admisibles’ es lo que denominamos el dominio Como acabamos de ver, en la práctica raras veces se muestra una aplicación como una terna,
de la función. tal como requerirı́a su definición formal: lo habitual es especificar su dominio, su codominio y la
Vemos ası́ que una función puede interpretarse mediante un esquema ‘de caja negra’, regla que permite determinar el valor de la aplicación en cada elemento del dominio.
Suele chocar al principiante que a veces la regla de definición de una aplicación aparece dividida
———–
en varias subreglas parciales (expresadas frecuentemente, cuando intervienen conjuntos numéricos,
entrada caja salida
mediante fórmulas), tendiendo a interpretar incorrectamente que se han definido tantas aplicaciones
−→ negra −→
cuantas subreglas se enuncien. Por ejemplo, la aplicación f : R → R tal que
———— 
x, si x ≥ 0;
f (x) =
al que responden también otras muchas situaciones: la ‘caja negra’ puede ser un amplificador, por −x, si x < 0,
el que entra una onda y da como respuesta otra onda, o puede ser la cuerda de un instrumento
musical, que producirá al pulsarla, golpearla o frotarla un sonido diferente según sea su longitud, o es una sola aplicación, la función valor absoluto, y no dos funciones, aunque sus valores coincidan
. . . (el lector puede inventar sus propios ejemplos). Haciendo abstracción de los detalles, vemos que en parte de su dominio (¡no en todo!) con los que toman las dos aplicaciones distintas g : x ∈ R →
lo que es común en los sucesivos ejemplos es la existencia de un conjunto predeterminado de inputs g(x) = x ∈ R y h : x ∈ R → h(x) = −x ∈ R.
admisibles, y de un emparejamiento de cada uno de ellos con un output bien definido, perteneciente En resumen:
al mismo o a otro conjunto. Criterio de igualdad de aplicaciones. Dos aplicaciones f : A → B, g : C → D son iguales si
Este emparejamiento nos sugiere la posibilidad de extender el concepto de función y de los y sólo si
demás tipos de correspondencias al ámbito de la teorı́a de conjuntos, destacando las parejas en
correspondencia como pares ordenados pertenecientes a un subconjunto determinado del producto (1) A = C (f y g tienen el mismo dominio);
cartesiano del conjunto de inputs admisibles por el conjunto de outputs posibles. Sobre esta idea
(2) B = D (f y g tienen el mismo conjunto de llegada);
introduciremos el concepto general de aplicación entre dos conjuntos cualesquiera, empleando el
nombre de función para las aplicaciones entre conjuntos de números. (3) para todo x ∈ A(= C), f (x) = g(x) (f y g toman el mismo valor en cada elemento de su
dominio común)
1.3.2 Aplicaciones: dominio, codominio, gráfica.
Ejercicio. Estudiar si son o no iguales las aplicaciones f : R → R, g : R → R dadas por
En términos conjuntistas,
f (x) = 2x; g(x) = |x − 1| + |x + 1|.
Definición 1.3.1 Una correspondencia entre dos conjuntos A y B es una terna (A, B, G) for-
mada por el conjunto A, el conjunto B y un subconjunto G del producto cartesiano A × B. ¿Cambia la respuesta si comparamos las restricciones de f y g al intervalo [1, +∞)? ¿Y comparando
las restricciones a otros subconjuntos de R?
Definición 1.3.2 Una aplicación f : A → B es una terna (A, B, Gf ), donde A, B son conjuntos Ejercicio. ¿Queda definida una aplicación f : N → R si para cada n ∈ N ponemos
dados, llamados respectivamente el dominio o conjunto inicial y el codominio o conjunto
final de f , y Gf , denominado gráfico o gráfica de f , es un subconjunto del producto cartesiano f (n) = max{x ∈ R : x2 + 2nx − 1 < 0}?
A × B tal que para todo x ∈ A existe un elemento único y ∈ B de modo que (x, y) ∈ Gf .
¿Y si ponemos
f (n) = max{x ∈ R : x2 + 2nx − 1 ≤ 0}?
El elemento y unı́vocamente asociado a x suele denotarse por f (x) y se llama valor de la
aplicación f en el punto x o imagen de x por f . En caso afirmativo, ¿puede darse una expresión más directa para f (n)?
16 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.3. APLICACIONES Y FUNCIONES 17
1.3.3 Imagen y antiimagen de un conjunto. y codominio D dada por
(g ◦ f )(x) = g (f (x))
Definición 1.3.3 Sea f : A → B una aplicación y sean S ⊆ A, T ⊆ B. Llamamos conjunto
imagen de S por f al conjunto para cada x ∈ dom(g ◦ f ). Obsérvese que tales x son justamente aquellos elementos de A para los
f (S) = {f (x) : x ∈ S} , que g (f (x)) “tiene sentido”.
x
y conjunto antiimagen de T por f al conjunto Ejemplo. Si f : R → R está dada por f (x) = x2 y g : R → R por g(x) = √ , g◦f y f ◦g
x2 + 1
son las aplicaciones de R en R dadas respectivamente por
f −1 (T ) = {x : f (x) ∈ T },
x2 x2
(g ◦ f )(x) = g(f (x)) = √ , (f ◦ g)(x) = f (g(x)) = ,
que será un subconjunto (eventualmente vacı́o) de A. x4 + 1 x2 + 1
El conjunto imagen del dominio de f suele denominarse, simplemente, conjunto imagen de
f o rango de f , y se denota a veces im f o rang f ; por tanto, se tiene distintas. Hay que ser cuidadoso, por tanto, con el orden de escritura en la composición.
im f = f (A) = f (dom f ) = {f (x) : x ∈ dom f } . 1.3.6 Inversa de una aplicación biyectiva. Inyectividad e inversa parcial.
Definición 1.3.6 (aplicación inversa) Dada una aplicación biyectiva f : A → B, llamaremos
1.3.4 Aplicaciones inyectivas, suprayectivas, biyectivas. aplicación inversa de f a la aplicación f −1 : B → A tal que f −1 (b) = a si y sólo si f (a) = b.
Definición 1.3.4 Una aplicación f se dice inyectiva si elementos distintos de su dominio tienen
imágenes distintas: es decir, si dados x, y ∈ dom f , de x = y se sigue f (x) = f (y); o, equivalente- En términos más formales, f −1 serı́a la aplicación dada por la terna (B, A, Gf −1 ), donde
mente, si dados x, y ∈ dom f , de f (x) = f (y) se sigue x = y. Gf −1 = {(b, a) : (a, b) ∈ Gf }, y Gf es, por supuesto, la gráfica de f . El resultado es realmente una
aplicación: ello es consecuencia inmediata de la biyectividad de f , puesto que ası́, para cualquier
Una aplicación f : A → B se dice suprayectiva si f (A) = B, o sea, si el conjunto final y el
b ∈ B, existe al menos un elemento a ∈ A tal que b = f (a) por ser f suprayectiva, y ese a es único
conjunto imagen de f coinciden ; dicho de otra forma, si cada elemento de B es imagen de algún
por ser f inyectiva, con lo que cada elemento de B sin excepción se corresponde con un elemento
(o algunos) elemento(s) de A.
inequı́vocamente determinado de A.
Una aplicación se dice biyectiva si es simultáneamente inyectiva y suprayectiva.
Nótese la conexión de la inversa con la resolución de ecuaciones: la solución de una ecuación del
Ejemplos. Para cualquier conjunto A, la aplicación identidad idA : x ∈ A → idA (x) = x ∈ A es tipo b = f (x) es x = f −1 (b) cuando tiene sentido f −1 . Piénsese, por ejemplo, en la resolución de
trivialmente biyectiva. un sistema de ecuaciones lineales planteado como inversión de una aplicación lineal entre espacios
La aplicación f : N → N tal que f (x) = x2 para cada x ∈ N es inyectiva, pero no suprayectiva vectoriales adecuados.
(¿por qué?); sin embargo, la aplicación g : Z → Z dada por la misma fórmula no es inyectiva. Nota. En los textos de Análisis matemático suele hablarse de la aplicación inversa de cualquier
La aplicación E : R → R tal que F (x) = ex para cada x ∈ R es inyectiva pero no suprayectiva: aplicación inyectiva, definiéndola como la aplicación f −1 : f (A) → A tal que f −1 (y) = x si y
su conjunto imagen F (R) es el intervalo (0, +∞). Sı́ es suprayectiva (e inyectiva) la aplicación sólo si f (x) = y. Obsérvese que, en cualquier caso, esta serı́a la aplicación inversa de la biyección
G : R → (0, +∞) dada por G(x) = ex para x ∈ R. asociada a f , es decir, de la aplicación biyectiva f˜ : A → f (A) tal que f˜(x) = f (x).
Este último ejemplo ilustra la necesidad de prestar atención al codominio de la función: el Ejemplos.
cambio realizado lleva de una aplicación que no es suprayectiva a otra que sı́ lo es. Además,
nos da la pista para transformar cualquier aplicación no suprayectiva en otra ‘casi igual’ que sea (i) La función raı́z cuadrada no es la inversa de la aplicación f : x ∈ R → f (x) = x2 ∈ R,
suprayectiva: basta pasar de f : A → B a f˜ : A → f (A) dada por f˜(a) = f (a) para cada a ∈ A, sino de la aplicación g : x ∈ [0, +∞) → g(x) = x2 ∈ [0, +∞), que técnicamente es —ojo al
ajustando solamente el conjunto de llegada (f˜ es la suprayección asociada a f ; cuando f es trabalenguas— la biyección asociada a la restricción de f a [0, +∞). En la práctica no hay
inyectiva, f˜ es biyectiva, la biyección asociada a f ). necesidad de ser tan riguroso con el lenguaje, siempre y cuando no se genere confusión. De
manera similar, la función logaritmo no es la inversa de la aplicación f : x ∈ R → f (x) =
1.3.5 Composición de aplicaciones. ex ∈ R, sino de la aplicación g : x ∈ R → g(x) = ex ∈ (0, +∞).
Definición 1.3.5 Sean A, B, C conjuntos arbitrarios. Dadas dos aplicaciones f : A → B y (ii) Análogamente, la función arco seno no es la inversa de la aplicación f : x ∈ R → f (x) =
g : B → C, la composición de f y g, denotada g ◦ f , es la aplicación g ◦ f : A → C dada por sen x ∈ R, sino de la aplicación g : x ∈ [−π/2, π/2] → g(x) = sen x ∈ [−1, 1].
(g ◦ f )(x) = g (f (x)) Proposición 1.3.7 Dada una aplicación biyectiva f : A → B, una aplicación g es la inversa de f
si y sólo si g : B → A y
para cada x ∈ A.
(1) g(f (a)) = a para todo a ∈ A, es decir, g ◦ f = idA
En otros contextos, especialmente en Análisis matemático, se usa una definición más general de (2) f (g(b)) = b para todo b ∈ B, es decir, f ◦ g = idB .
la composición: dadas dos aplicaciones f : A → B y g : C → D, se define g ◦ f como la aplicación
con dominio Demostración. Ejercicio.
dom(g ◦ f ) = f −1 (C) = f −1 (dom g)
18 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.3. APLICACIONES Y FUNCIONES 19
Ejercicio. Estudiar para qué valores de x ∈ R es Demostración. Examinemos con detalle el caso más delicado, la imagen de la intersección (los
√ √ demás se dejan como ejercicios).
( x)2 = x; x2 = x; Según las definiciones,

sen(arc sen x) = x; arc sen(sen x) = x.  
f Ai = {f (x) : x ∈ Ai } = {f (x) : x ∈ Ai para todos ı́ndices i ∈ I},
¿Cómo encajan los resultados obtenidos con los de la proposición anterior? i∈I i∈I
Ejercicio. Probar que la aplicación f : R → R definida por f (x) = 2x + |x − 3| es biyectiva y mientras que
demostrar que su aplicación inversa puede escribirse en la forma f −1 (x) = ax + b − |cx + d| para 
ciertos valores a, b, c, d ∈ R que se determinarán. f (Ai ) = {y : y ∈ f (Ai ) para todos ı́ndices i ∈ I}
i∈I
= {y : hay un x ∈ Ai tal que y = f (x), para todos ı́ndices i ∈ I}.
1.3.7 Familias indexadas de conjuntos.
El siguiente “cambio de escritura” se utiliza con frecuencia.
A simple vista, los dos conjuntos parecen iguales, pero hay una diferencia fundamental: leı́do
Definición 1.3.8 Sean A, I conjuntos arbitrarios. Diremos que (ai )i∈I es una familia de ele- con todo cuidado, observamos que el primer conjunto consta de los elementos y de B que son de la
mentos de A con conjunto de ı́ndices I si hay una aplicación f : I → A con f (i) = ai para forma y = f (x) para un mismo x que está simultáneamente en todos los conjuntos Ai cualquiera
cada i ∈ I. que sea i ∈ I, mientras que el segundo consta de los elementos y de B tales que para cada i ∈ I
hay un x ∈ Ai , posiblemente distinto para cada i, con y = f (x); empleando cuantificadores en vez
Realmente, lo único que cambia es el punto de vista: se destacan los valores de la aplicación, y del lenguaje ordinario, expresemos de manera más clara la ‘pequeña’ diferencia: dado y ∈ B,
se dejan los elementos del dominio en segundo plano. 

Los elementos de A pueden ser a su vez conjuntos, y tenemos entonces una familia indexada y∈f Ai si y sólo si ∃x ∈ A tal que y = f (x) y ∀i ∈ I, x ∈ Ai ;
i∈I
de conjuntos . Por ejemplo, hemos usado (implı́citamente al menos) sucesiones de conjuntos 
(An )n∈N , con los números naturales como conjunto de ı́ndices. y∈ f (Ai ) si y sólo si ∀i ∈ I, ∃xi ∈ Ai tal que y = f (xi ).
i∈I
Definición 1.3.9 Sea (Ai )i∈I una familia indexada de conjuntos. Su unión es el conjunto
 La conclusión entonces es que se verifica siempre el contenido de (ii).
Ai = {x : x ∈ Ai para algún ı́ndice i ∈ I} ¿Qué añade la condición de que f sea inyectiva? Que, desde el momento en que se verifique
i∈I f (xi ) = f (xj ) con xi ∈ Ai , xj ∈ Aj , necesariamente xi = xj , y ahora sı́ podrı́amos asegurar que

si y ∈ i∈I f (Ai ), existe un solo x tal que x ∈ Ai e y = f (x), y los dos conjuntos son iguales.
formado por los elementos x que pertenecen a uno al menos de los conjuntos Ai .
Pero si suprimimos la inyectividad, es fácil dar un contraejemplo sencillo: tomemos I = {1, 2},
Su intersección es el conjunto
A1 ∩ A2 = ∅, A = A1 ∪ A2 , B = {b}, f : A → B tal que f (a) = b para todo a ∈ A. Entonces

Ai = {x : x ∈ Ai para todos ı́ndices i ∈ I}, f (A1 ∩ A2 ) = f (∅) = ∅, mientras que f (A1 ) ∩ f (A2 ) = {b} ∩ {b} = {b} = ∅.
i∈I
formado por los elementos x que pertenecen a todos los conjuntos Ai . Ejercicios
4.1. Dados dos conjuntos X e Y , expresar como subconjuntos de X × Y las aplicaciones definidas
Proposición 1.3.10 Dada f : A → B, sea (Ai )i∈I una familia de subconjuntos de A, (Bi )i∈I una
de la siguiente manera:
familia de subconjuntos de B. Entonces:
(1) la aplicación que hace corresponder a todos los x ∈ X un único punto b ∈ Y (la aplicación
  constante con valor fijo b).
(i) f ( Ai ) = f (Ai ).
i∈I i∈I
(2) supuesto X = Y , la aplicación que hace corresponder a cada x ∈ X el mismo x (la aplicación
 
(ii) f ( i∈I Ai ) ⊆ i∈I f (Ai ). identidad ).
(3) supuesto X ⊆ Y , la aplicación que hace corresponder a cada x ∈ X el mismo x (la aplicación
(iii) Si f es inyectiva,  inclusión de X en Y ). ¿Es igual a la anterior?
  (4) supuesto X = A × B, Y = A la aplicación que hace corresponder a cada (a, b) ∈ X su primera
f Ai = f (Ai ).
componente a (la proyección sobre la primera componente ).
i∈I i∈I
(5) supuesto X = A × B, Y = B la aplicación que hace corresponder a cada (a, b) ∈ X su segunda
En caso contrario, el contenido del apartado anterior puede ser estricto. componente b (la proyección sobre la segunda componente ).
 
(iv) f −1 ( i∈I Bi ) = i∈I f −1 (Bi ). 4.2. Sean A y B conjuntos no vacı́os y f : A → B. Para cada una de las condiciones:
  (T1) Para todo b ∈ B existe a ∈ A tal que f (a) = b;
(v) f −1 ( i∈I Bi ) = i∈I f −1 (Bi ). (T2) existe a ∈ A tal que f (a) = b para todo b ∈ B;
20 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.3. APLICACIONES Y FUNCIONES 21
(T3) para todo a ∈ A existe b ∈ B tal que f (a) = b; 1.3.8 Conjuntos finitos y numerables. Conjuntos equipotentes.
(T4) existe b ∈ B tal que f (a) = b para todo a ∈ A;
¿Cuántas letras minúsculas tiene el alfabeto griego? Veinticuatro. ¿Cómo lo sabemos? Las ponemos
(T5) para todo b ∈ B existe un único a ∈ A tal que f (a) = b; en una lista
(T6) para todo a ∈ A existe un único b ∈ B tal que f (a) = b; α, β, γ, δ, ε, ζ, η, θ, ι, κ, λ, µ, ν, ξ, o, π, , σ, τ , υ, ϕ, χ, ψ, ω,
(T7) para todos a1 , a2 ∈ A es f (a1 ) = f (a2 ); y, simplemente, contamos:
(T8) para todos a1 , a2 ∈ A, si f (a1 ) = f (a2 ) entonces a1 = a2 ; uno, dos, tres, cuatro, cinco, . . . , veinticuatro.
(T9) para todos a1 , a2 ∈ A, si f (a1 ) = f (a2 ) entonces a1 = a2 , ¿Qué estamos haciendo desde el punto de vista matemático? Emparejamos cada una de las
explicar cuáles de las hipótesis siguientes las implican: letras con los números naturales correlativos,
(H1) f es inyectiva;
(H2) f es suprayectiva; α β γ δ ε ζ η θ ι κ λ µ ν ξ o π  σ τ υ ϕ χ ψ ω
(H3) f es biyectiva; 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
(H4) f es constante;
(H5) f es arbitraria; “una letra ↔ un número”, consecutivamente, teniendo buen cuidado de no repetir letras ni saltar
números, hasta agotar todas las letras disponibles. En definitiva, estamos estableciendo una apli-
(H8) ninguna f lo cumple;
cación biyectiva entre el conjunto “alfabeto griego” y el conjunto de “los veinticuatro primeros
(H7) el conjunto B de llegada verifica . . . (completar).
números naturales”, o viceversa (si nos fijamos en la aplicación inversa). Generalizando esta idea,
(Por ejemplo: (H2) =⇒ (T1) porque, según la definición, etc.) definiremos los conjuntos finitos y el número de elementos de un conjunto finito.
Notación. Para n ∈ N, pongamos N(n) = {k ∈ N : k ≤ n}.
4.3. Sean f : A1 → B1 , g : A2 → B2 . Definamos h : A1 × A2 → B1 × B2 poniendo
h(x, y) = (f (x), g(y)) para cada (x, y) ∈ A1 ×A2 . Probar que h está bien definida. ¿Qué condiciones
Definición 1.3.11 Diremos que un conjunto A es finito si es vacı́o o existe un n ∈ N tal que hay
sobre f y g permiten asegurar que h es inyectiva? ¿y que es suprayectiva? ¿y que es biyectiva?
una biyección f : N(n) → A.
4.4. ¿Puede definirse una aplicación de N en ℘(N) que haga corresponder a cada número natural
el conjunto de sus divisores? En caso afirmativo, ¿serı́a inyectiva? Si lo fuese, ¿cuál serı́a la inversa Qué es el número de elementos de un conjunto ası́ es ‘casi’ obvio. Sólo casi, porque nuestra
de la biyección asociada? experiencia contando conjuntos muy grandes nos dice que no siempre se llega a la misma respuesta
(si vuestros amigos contaran los asistentes al último concierto de vuestro grupo favorito, ¿obtendrı́an
4.5. ¿Puede definirse una aplicación de N en ℘(N) que haga corresponder a cada número natural todos el mismo número?) El lema siguiente garantizará que si al contar el número de elementos de
el conjunto de sus factores primos? En caso afirmativo, ¿serı́a inyectiva? Si lo fuese, ¿cuál serı́a la un mismo conjunto se obtienen valores diferentes, es que hay un error.
inversa de la biyección asociada?
Lema 1.3.12 Sean m, n ∈ N. Si existe una biyección f : N(m) → N(n), entonces m = n.
4.6. Sean A ⊆ X y f : X → Y . Sea i : A → X la inclusión de A en X, definida por i(x) = x
para cada x ∈ A. Probar que Demostración. Procederemos por inducción sobre el enunciado
Pn : Para todo m ∈ N, si existe una biyección f : N(m) → N(n), entonces m = n.
(i) f |A = f ◦ i; P1 es cierto: si f : N(m) → N(1) = {1} es una biyección, será f (x) = 1 para un único
x ∈ N(m); y si m = 1, N(m) tiene al menos un elemento y = x, para el que forzosamente f (y) = 1,
(ii) si g = f |A , para cada B ⊆ Y es g −1 (B) = A ∩ f −1 (B). contradiciendo la inyectividad de f . Por tanto, m = 1.
Supuesto cierto Pn , también es cierto Pn+1 . Pues si para un m ∈ N existe una biyección
4.7. Dada f : A → B, probar: f : N(m) → N(n+1), entonces m = 1 (en caso contrario, f (N(m)) = f (N(1)) = {f (1)}, y en N(n+1)
(1) para cada S ⊆ A, S ⊆ f −1 [f (S)]. ¿Qué condición sobre f garantizarı́a que f −1 [f (S)] = S?. habrı́a elementos distintos de f (1) que no estarı́an en la imagen de f ), y además f (x) = n + 1 para
Dar un contraejemplo que pruebe que esta igualdad no es cierta en general. un único x ∈ N(m). La aplicación f  : N(m) \ {x} → N(n) dada por f  (k) = f (k), k ∈ N(m) \ {x},
está bien definida y es biyectiva (¿por qué?). Definiendo ahora h : N(m − 1) → N(m) \ {x} por
(2) para cada S ⊆ A y T ⊆ B, f [f −1 (T ) ∩ S] = T ∩ f (S); en particular, f [f −1 (T )] = T ∩ f (A).

x k si k < x,
4.8. Sea f : x ∈ R → f (x) = √ . Calcular f ◦ f . En general, si se define por recurrencia h(k) =
k + 1 si x < k ≤ m − 1,
1 + x2
f1 = f y fn+1 = f ◦ fn , n ∈ N, calcular fn .
también h está bien definida y es biyectiva (¿por qué?), de modo que
4.9. Sean f : A → B, g : B → C biyectivas. Probar que g ◦ f : A → C es biyectiva y que
(g ◦ f )−1 = f −1 ◦ g −1 . g = f  ◦ h : N(m − 1) → N(n),
4.10. Sean f : A → B y g : B → A tales que g ◦ f = idA . Probar que entonces f es inyectiva y g composición de dos aplicaciones biyectivas, es biyectiva (¿por qué?). Por la hipótesis de inducción,
es suprayectiva. esto obliga a que m − 1 = n, y ası́ m = n + 1.
22 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.3. APLICACIONES Y FUNCIONES 23
Definición 1.3.13 Dado un conjunto finito A, el número de elementos de A es 0, si A = ∅, o Lema 1.3.16 Sean A y B dos conjuntos finitos. Entonces
el único número natural n para el que existe una biyección f : N(n) → A. Suele indicarse por |A|
o por #A o por card A. |A ∪ B| = |A| + |B| − |A ∩ B|.
La unicidad de n es consecuencia del lema anterior: si A es finito y no vacı́o y existen biyecciones En particular, si A y B son disjuntos,
f : N(n) → A, g : N(m) → A, entonces f ◦ g : N(m) → N(n) es una biyección y por tanto m = n.
|A ∪ B| = |A| + |B|.
Ejercicio. Probar que si A ⊆ B y B es un conjunto finito, entonces A también es un conjunto
finito y |A| ≤ |B|, siendo |A| = |B| si y sólo si A = B. Proposición 1.3.17 (Principio de adición) Sean A1 , . . . , An conjuntos finitos disjuntos dos a
Pasemos a los conjuntos infinitos. dos, es decir,
Ai ∩ Aj = ∅ si i = j, 1 ≤ i, j ≤ n.
Definición 1.3.14 Diremos que un conjunto A es numerable o que tiene cardinal ℵ0 si existe
Entonces
una biyección f : N → A.
|A1 ∪ A2 ∪ · · · ∪ An | = |A1 | + |A2 | + · · · + |An |.
Diremos que A es contable si es finito o numerable.
Proposición 1.3.18 (Principio de inclusión y exclusión) Sean A1 , . . . , An conjuntos finitos.
Ejemplos.
Si
— El conjunto A = {2n : n ∈ N} de los números naturales pares es numerable.
— El conjunto A = {n2 : n ∈ N} de los cuadrados de los números naturales es numerable (paradoja α1 = |A1 | + |A2 | + · · · + |An |
de Galileo).
α2 = |A1 ∩ A2 | + |A1 ∩ A3 | + · · · + |An−1 ∩ An |,
— Los conjuntos finitos no son numerables.
— El conjunto Z de los números enteros es numerable. α3 = |A1 ∩ A2 ∩ A3 | + |A1 ∩ A2 ∩ A4 | + · · · + |An−2 ∩ An−1 ∩ An |,
— El conjunto Q de los números racionales ¡es numerable! (proceso diagonal de Cantor.) .
..
— El conjunto R de los números reales no es numerable. (Lo probaremos más adelante).
αn = |A1 ∩ A2 ∩ · · · ∩ An |
Definición 1.3.15 Dados dos conjuntos A y B, si existe una biyección f : A → B diremos que A
y B son equipotentes (escrito A ∼ B) o que tienen el mismo cardinal (escrito |A| = |B| o
#A = #B o card A = card B). entonces
|A1 ∪ A2 ∪ · · · ∪ An | = α1 − α2 + · · · + (−1)n+1 αn .
Como entonces f −1 : B → A es también una biyección, B ∼ A siempre que A ∼ B. Ası́ mismo,
hay reflexividad y transitividad (la identidad es una biyección, y la composición de dos biyecciones Los ejercicios siguientes ilustran cómo el manejo del lenguaje de la teorı́a de conjuntos es
es una biyección).3 utilı́simo en el análisis de situaciones que a primera vista no se relacionarı́an con dicha teorı́a.
Los conjuntos numerables (de cardinal ℵ0 ) son los equipotentes a N. Los conjuntos equipotentes Ejercicios
a R se dice que tienen el cardinal del continuo c.
Ejemplos. Los siguientes conjuntos tienen el cardinal del continuo: 5.1. ¿Puede creerse a un investigador que informa que, de cada 1000 habitantes, a 816 les gusta el
— cualquier subintervalo no vacı́o de R; azúcar; a 723, el helado; a 645, los pasteles; y asimismo que a 562 les gusta el azúcar y el helado; a
— el conjunto C de los números complejos; 463, el azúcar y los pasteles, y a 470, los pasteles y el helado, y sólo a 310 les gustan las tres cosas?
— cualquier espacio vectorial de dimensión finita sobre R. 5.2. Tres monedas, una de cobre, otra de nı́quel y otra de plata, son lanzadas simultáneamente
al aire, y esto 100 veces. La de cobre muestra cara en 70 ocasiones, la de nı́quel muestra cara en
1.3.9 APÉNDICE: Un mı́nimo de combinatoria. 50 pruebas y la de plata muestra cara en 56 pruebas. La de cobre y la de nı́quel han mostrado
simultáneamente cara 31 veces y la de nı́quel y de plata han presentado tal circunstancaia 28 veces.
En una descripción burda, la combinatoria se ocupa de contar de distintas maneras el número
Probar que las tres monedas han mostrado cara simultáneamente por lo menos 9 veces y que las
de elementos de los conjuntos finitos. Es una parte muy importante de las Matemáticas, y sus
tres han mostrado simultáneamente cruz a lo más 11 veces.
aplicaciones no cesan de aumentar. Aquı́ enunciaremos algunos de sus resultados más elementales, la
mayorı́a sin demostración. Para completar las demostraciones y ver más aplicaciones y comentarios, 5.3. En una encarnizada batalla, por lo menos el 70 por ciento de los combatientes pierde un ojo;
recomendamos [D’A-W], [Lieb], y el capı́tulo sobre combinatoria del texto de F. J. Cobos Curso al menos un 75 por ciento, una oreja; al menos un 80 por ciento, un brazo, y al menos un 85 por
de Introducción a la Matemática Discreta, (Universidad de Sevilla) que puede encontrarse en la ciento, una pierna. ¿Cuántos por lo menos han perdido las cuatro cosas? (Lewis Carroll.)
dirección 5.4. (Frases matemáticas célebres) Las matemáticas se componen de un 50% de fórmulas, de un
http://www.ma1.us.es/Docencia/apuntes/ap imd.PDF 50% de demostraciones y de un 50% de imaginación.
Para empezar, veamos como se cuenta el número de elementos ‘por trozos’.
3
Pero ∼ no es una relación de equivalencia en ‘el conjunto de todos los conjuntos’, que no existe. Si nos limitamos Proposición 1.3.19 (Principio de las cajas o principio del palomar) Si queremos repartir
a los subconjuntos de un conjunto universal U , ∼ es una relación de equivalencia en ℘(U ). n objetos en m cajas con rm < n, al menos una caja ha de recibir más de r objetos.
24 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS 1.3. APLICACIONES Y FUNCIONES 25
La demostración (muy fácil) junto con ejemplos y ejercicios de aplicación del mismo puede verse son sucesiones que se diferencian entre sı́ por la naturaleza de sus objetos, o por su colocación, aquı́
en [D’A-W], cap. 10, pp. 158–162 y 167–169. esta es indiferente, y sólo aquélla importa.
Si pensamos esta definición en términos de conjuntos, vemos que se está hablando simplemente
Proposición 1.3.20 Sean A y B dos conjuntos finitos disjuntos, y A × B su producto cartesiano. de los distintos subconjuntos de n elementos que tiene un conjunto con m elementos. El número
Entonces de ellos es lo que se llama un número combinatorio, que pasamos a definir.
|A × B| = |A| · |B|.
Definición 1.3.24 Dados dos enteros no negativos n y k, el número combinatorio nk , leı́do n
Contar en tablas. Para contar los elementos de un conjunto es a veces conveniente expresar sobre k, es el número de subconjuntos con k elementos de un conjunto con n elementos.
el conjunto como subconjunto de un producto cartesiano, representándolo en una tabla. Ası́, el
número de elementos del conjunto puede obtenerse sumando el número de elementos del conjunto Como A ⊆ B implica que |A| ≤ |B| (¿por qué?), esto supone que si k > n, n
k = 0. Si k = n,
que hay en cada una de las filas, o bien sumando el número de elementos del conjunto que hay en obviamente nk = 1, ası́ como n0 = 1. En general,
cada una de las columnas. Con una idea tan simple pueden contestarse preguntas como la siguiente:
Ejemplo. De los alumnos de una clase 32 son varones y cada uno de ellos conoce exactamente a Proposición 1.3.25 Dados dos enteros no negativos n y k con n ≥ k,
5 compañeras. Si cada alumna conoce exactamente a 8 compañeros, ¿cuántas alumnas hay en la 
clase? n n!
= .
Respuesta. 32 × 5 = n × 8 =⇒ n = 20. k k!(n − k)!
Permutaciones. Demostración. Consideremos un conjunto A que conste de n elementos. Contaremos todas las
¿De cuántas maneras diferentes se pueden poner cuatro neumáticos a un coche? Hay cuatro posi- permutaciones de A en las siguientes etapas.
ciones posibles: 1) delantera izquierda, 2) delantera derecha, 3) trasera izquierda, 4) trasera derecha. (1) Elegimos un subconjunto {a1 , a2 , . . . , ak } de A de k elementos: esto puede hacerse de nk
Inicialmente, en la posición 1) podemos colocar uno cualquiera de los neumáticos: hay cuatro posi- maneras distintas.
bilidades diferentes. Elegida una de las cuatro, en la posición 2) podemos colocar uno cualquiera (2) Permutamos los elementos de cada uno de los subconjuntos anteriores de todas las maneras
de los tres neumáticos restantes: eso da 4 · 3 = 12 posibilidades. A partir de cada una de ellas, la posibles: esto puede hacerse de k! formas distintas para cada uno de los subconjuntos seleccionados.
elección de uno de los dos neumáticos restantes para ocupar la posición 3) nos lleva a 12 · 2 = 24 (3) A cada uno de los resultados anteriores, añadimos los n − k elementos que quedan de A,
posibilidades, y para la posición 4) ya sólo disponemos de un neumático, ası́ que hay finalmente ak+1 , ak+2 , . . . , an , en cada una de las (n − k)! formas posibles.
4 · 3 · 2 · 1 = 24 maneras distintas de colocar los neumáticos. Cada una de ellas se obtiene de las Obtenemos ası́ todas y cada una de las n! permutaciones de los elementos de A, sin repetir
demás ‘intercambiando’ o ‘permutando’ los neumáticos de lugar. ninguna. Por tanto n! = nk k!(n − k)!, de donde
Productos de este tipo aparecen con frecuencia, por lo que conviene introducir la siguiente

notación. n n!
= .
k k!(n − k)!
Definición 1.3.21 Dado un n ∈ N, llamaremos factorial de n al número
n! = n(n − 1)(n − 2) · · · 2 · 1. Hay muchı́simas relaciones entre los números combinatorios, que expondremos según las vayamos
necesitando, y que generalmente obtendremos de la fórmula anterior. Por ejemplo, es obvio que
Podremos por definición 0! = 1.  
Resulta ası́ que (n + 1)! = (n + 1) · n! para cada entero no negativo n. n n! n! n
= = = ,
n−k (n − k)!(n − (n − k))! k!(n − k)! k
En los textos antiguos, las permutaciones de elementos de un conjunto se definı́an como ‘las
diversas ordenaciones que podemos formar con los elementos del conjunto, sin repetirlos ni olvidar que responde a la idea de que con cada subconjunto B de A de k elementos tenemos emparejado
ninguno, de manera que dos cualesquiera contienen los mismos objetos y difieren solamente en el el subconjunto A \ B de n − k elementos (y viceversa), con lo cual tantos hay de un tipo como del
orden de colocación de éstos’ (cf., por ejemplo, [Rey-P-T]). Por tanto, el paso de una permutación otro.
a otra puede identificarse con una biyección del conjunto en sı́ mismo, que es la definición actual. Otra expresión útil es la siguiente:

Definición 1.3.22 Una permutación de un conjunto A es una biyección de A en sı́ mismo. n n(n − 1) · · · (n − k + 1)
= ,
k k!
Generalizando el razonamiento del ejemplo inicial, se obtiene:
que se obtiene dividiendo por (n − k)! el numerador y el denominador en la fórmula inicial. Ası́ es
Proposición 1.3.23 El número de permutaciones de un conjunto A con n elementos es n!. obvio que    
n+1 n+1 n n+1 n+1 n
Combinaciones. = o que = .
k (n + 1) − k k k+1 k k
En el texto citado anteriormente, [Rey-P-T], p. 157, se lee:  combinaciones de orden n de m
objetos: a1 , a2 , . . . , am , (o combinaciones n-arias), son los grupos de n objetos que se pueden Los números combinatorios se llaman también coeficientes binómicos, debido al siguiente resul-
formar con ellos, de modo que dos cualesquiera difieran en algún objeto. Ası́ como las variaciones tado.
26 CAPÍTULO 1. CONJUNTOS
Proposición 1.3.26 (Fórmula del binomio de Newton) Dasos n ∈ N y x, y ∈ R,
n

n k n−k
(x + y)n = x y .
k=0
k
Demostración. Por definición, (x + y)n es el producto de n factores iguales a (x + y). Al desarro-
llar el producto, obtenemos solamente términos (repetidos) de la forma xk y n−k , provenientes de Bibliografı́a
multiplicar sumandos x tomados (¡una sola vez!) en k factores (0 ≤ k ≤ n) y sumandos y tomados
en los n − k restantes; por consiguiente, obtendremos nk sumandos iguales a xk y n−k , y quedará la
fórmula del enunciado.
[D’A-W] D’Angelo, J. P.; West, D. B.: Mathematical Thinking. Problem-Solving and Proofs.
Para obtener los coeficientes del binomio (los números combinatorios) se puede emplear el Prentice-Hall, Upper Saddle River, NJ, 1997.
llamado triángulo de Pascal o de Tartaglia:
[D-H] Dorronsoro, J.; Hernández, E.: Números, grupos y anillos. Addison-Wesley/UAM,
1 Madrid, 1996.
11
121 [Ham] Hamilton, A. G.: Numbers, sets and axioms: the apparatus of mathematics. Cam-
1331 bridge Univ. Press, 1982.
14641 [Lieb] Liebeck, M.: A Concise Introduction to Pure Mathematics. Chapman & Hall/CRC,
1 5 10 10 5 1 Boca Raton, 2000.
1 6 15 20 15 6 1
1 7 21 35 35 21 7 1 [Lip] Lipschutz, S.: Teorı́a de Conjuntos y temas afines. (Col. Schaum) McGraw-Hill,
1 8 28 56 70 56 28 8 1 México, 1969.
etc. Detrás de este procedimiento de construcción está la igualdad [O.U.] Open University: Introducción al cálculo y al álgebra (vol. 3: Álgebra). Reverté,
  
Barcelona, 1977.
n n n! n! n! 1 1
+ = + = + [Rey-P-T] Rey Pastor, J.; Pi Calleja, P.; Trejo. C. A.: Análisis matemático vol. I. Kapelusz,
k k+1 k!(n − k)! (k + 1)!(n − k − 1)! k!(n − k − 1)! n−k k+1
Buenos Aires, (7a. ed.), 1963.
n! k+1+n−k n!(n + 1)
= · =
k!(n − k − 1)! (n − k)(k + 1) k!(k + 1) · (n − k − 1)!(n − k) [S-T] Stewart, I.; Tall, D.: The Foundations of Mathematics. Oxford Univ. Press, 1977.

(n + 1)! n+1
= = ,
(k + 1)!(n − k)! k+1
que permite pasar de una fila a la siguiente obteniendo cada elemento como suma de los dos que
tiene encima.
Hay multitud de problemas curiosos que se resuelven usando los métodos expuestos en este
apartado. Como pasatiempo de vacaciones, recomendamos especialmente los de [D’A-W] (repartidos
por todo el libro) y [Lieb], cap. 15.
27
28 BIBLIOGRAFÍA
Capı́tulo 2
Números naturales y enteros.
En el desarrollo del tema de los números enteros seguiremos básicamente el texto [D-H]. Sobre
números naturales, si es necesario puede ser útil como libro de consulta [S-T]
Los restantes libros de la bibliografı́a sirven de complemento en algunos puntos concretos que
señalaremos en su momento.
2.1 Números naturales.
Ya tuvimos una primera toma de contacto con el conjunto de los números naturales y una de
sus propiedades esenciales, el principio de inducción. Ahora que nos hemos familiarizado con los
conceptos básicos de la teorı́a de conjuntos, serı́a el momento oportuno de entrar en una funda-
mentación axiomática rigurosa de los números naturales basada, como es habitual, en los axiomas
de Peano, que (creemos) todo aspirante a matemático debe conocer. Sin embargo, la extensión
del programa nos impide disponer del tiempo necesario para llevar a cabo este propósito; como
solución intermedia, recogeremos aquı́ como lectura complementaria de lo visto en clase dichos
axiomas, junto con algunas definiciones y propiedades de los números naturales (enunciadas sin
demostraciones), destacando algunas que nos serán necesarias posteriormente para el estudio de los
números enteros.
2.1.1 Los axiomas de Peano
Es un hecho notable, señalado por el matemático italiano G. Peano en su obra Arithmetices
principia nova methodo exposita (Bocca, Romæ-Florentiæ 1889) que todas las propiedades de los
números naturales pueden deducirse de las siguientes, llamadas en su honor axiomas de Peano para
los números naturales:
Existe un conjunto N, cuyos elementos se denominan números naturales, tal que
P1. Para todo número natural n existe otro número natural, n , que llamaremos siguiente o
sucesor de n.
P2. Existe un número natural, que denotamos por 1, tal que n  = 1 cualquiera que sea el número
natural n.
P3. Para números naturales cualesquiera m y n, es m  = n  si y sólo si m = n.
P4. (Principio de inducción matemática). Un conjunto de números naturales que contenga
a 1 y que con cada n contenga a n , debe incluir a todos los números naturales. Es decir,
dado S ⊆ N tal que 1 ∈ S y n  ∈ S siempre que n ∈ S, es S = N.
Hemos mantenido la formulación ‘clásica’, modificada mı́nimamente1 .
Nótese que los tres primeros axiomas especifican simplemente la existencia de una aplicación
de N en N (P1), inyectiva (P3), y de un elemento 1 ∈ N que no está en el conjunto imagen de
1
En alguna versión posterior, como la publicada en 1895 que reproducimos en el apéndice final, Peano parte de 0
como primer número natural. Ası́ se hace también en las referencias [S-T], [Ham].
29
30 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.1. NÚMEROS NATURALES. 31
dicha aplicación (P2). De hecho, puede demostrarse (por inducción) que 1 es la única excepción, Propiedades de la suma y el producto en N. Dados números naturales cualesquiera m, n,
es decir, que el conjunto imagen es exactamente N \ {1} (V. [S-T], p. 147). p, se cumplen
Como es presumible, el ‘siguiente’ de un n ∈ N será n + 1 . . . ¡pero sólo cuando sepamos lo que N1. Propiedad asociativa de la suma. (m + n) + p = m + (n + p).
significa ese signo  +, que habremos de definir a partir de los axiomas anteriores! N2. Propiedad conmutativa de la suma. m + n = n + m.
Pasemos a ver cómo se construyen por recurrencia las operaciones de suma y producto. N3. Propiedad cancelativa de la suma. m + n = m + p implica n = p.
Proposición 2.1.1 (Suma en N) Dado un número natural m, definimos: N4. Propiedad asociativa del producto. (m n) p = m (n p).
(i) m + 1 = m  N5. Propiedad conmutativa del producto. m n = n m.
N6. Existencia de elemento neutro (identidad) para el producto. Hay un número
(ii) para cada n ∈ N, m + n  = (m + n) . natural, que denotamos por 1, tal que 1 · n = n · 1 = n.
Entonces, dados dos números naturales cualesquiera m y n, m + n es un número natural per- N7. Propiedad cancelativa del producto. mn = mp implica n = p.
fectamente definido. N8. Propiedad distributiva del producto respecto de la suma. m (n + p) = m n + m p.
Demostración. Dado m, consideremos
2.1.2 El principio de buena ordenación.
S = {k ∈ N : ∃|x ∈ N tal que m + k = x}.
Para “comparar el tamaño” de dos números naturales cualesquiera se define en N una ordenación
Evidentemente, 1 ∈ S. Y si k ∈ S, también k  ∈ S. Por el principio de inducción, S = N. En partiendo de la suma.
particular, n ∈ S, como querı́amos demostrar.
Análogamente se prueba: Definición 2.1.3 Dados dos números naturales cualesquiera m, n, escribiremos m ≤ n y diremos
que m es menor o igual que n (o lo que es lo mismo, que n es mayor o igual que m, lo que se
Proposición 2.1.2 (Producto en N) Dado un número natural m, definimos: escribe n ≥ m), cuando m = n o n = m + p para algún número natural p.
Pondremos m < n (o n > m) para expresar que m es estrictamente menor que n (o sea,
(i) m · 1 = m
que m es menor y distinto que n).
(ii) para cada n ∈ N, m · n  = m · n + m.
Como propiedades fundamentales de esta relación tenemos:
Entonces, dados dos números naturales cualesquiera m y n, m · n es un número natural perfec-
tamente definido (que se denotará simplemente por mn en vez de m · n si no ha lugar a confusión). Propiedades del orden en N. Dados números naturales cualesquiera m, n, p, se cumplen
Ya vimos que, en la práctica, el principio de inducción suele aplicarse en términos de “propiedades” N9. Propiedad reflexiva. m ≤ m.
más que en términos de conjuntos. Justificada ya la notación n + 1 para n , recuperamos los enun- N10. Propiedad antisimétrica. si m ≤ n y n ≤ m, entonces m = n.
ciados tradicionales que utilizamos a principio de curso. N11. Propiedad transitiva. si m ≤ n y n ≤ p, entonces m ≤ p.
Principio de inducción. Si para cada número natural n se tiene una propiedad Pn que puede N12. Propiedad de orden total. siempre es m ≤ n o n ≤ m.
ser cierta o falsa, de tal manera que La propiedad 12 significa, según la definición, que dados dos números naturales cualesquiera m,
(i) P1 es cierta, y n, o bien es m = n, o n = m + p para algún número natural p, o m = n + p para algún número
natural p.
(ii) para cada n ∈ N, suponiendo que Pn es cierta se puede demostrar que Pn+1 es cierta, Nótese que no todas las relaciones de orden son totales, en el sentido que indica la citada
entonces Pn es cierta para todo n ∈ N. propiedad: por ejemplo, la relación de inclusión entre conjuntos no es total. Pero la propiedad más
caracterı́stica de la relación de orden en N, que la distingue de manera especial, es la de ser una
Principio de inducción completa. Si para cada número natural n se tiene una propiedad Pn buena ordenación, lo que significa exactamente lo siguiente:
que puede ser cierta o falsa, de tal manera que
(i) P1 es cierta, y Proposición 2.1.4 Principio de buena ordenación. Todo conjunto no vacı́o de números
naturales posee un elemento mı́nimo, es decir, dado S ⊆ N no vacı́o, existe un elemento m en S
(ii) para cada n ∈ N, suponiendo que P1 , P2 , . . . , Pn son ciertas se puede demostrar que Pn+1 tal que m ≤ n para todo n ∈ S.
es cierta,
entonces Pn es cierta para todo n ∈ N. También son interesantes las siguientes propiedades de la ordenación de números naturales.
Pueden probarse por inducción, y/o como consecuencia de las que le preceden.
Empleando adecuadamente el principio de inducción se comprueba que las operaciones de suma Otras propiedades.
y producto de números naturales, es decir, las aplicaciones del producto cartesiano N × N en N (1) Todos los números naturales son mayores o iguales que 1. Es decir, min N = 1.
dadas por (Aplı́quese el principio de inducción a la proposición Pn : n ≥ 1.)
+ : (m, n) ∈ N × N → m + n ∈ N, · : (m, n) ∈ N × N → m n ∈ N. (2) Dados m, n ∈ N, se tiene m > n si y sólo si existe p ∈ N tal que m = n + p (lo que abreviaremos
tienen las propiedades fundamentales que a continuación transcribimos. poniendo  m − n ∈ N .)
32 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 33
(En este caso, todo es evidente salvo que m = n + p para algún p ∈ N implica m = n; para Z5. Propiedad asociativa del producto. (m n) p = m (n p).
probarlo, véase primero por inducción sobre m que m = m + 1 cualquiera que sea m ∈ N, y después Z6. Propiedad conmutativa del producto. m n = n m.
que para todo m ∈ N, m = m + p por inducción sobre p.) Z7. Existencia de elemento neutro (identidad) para el producto. Hay un número entero,
(3) Dados m, n ∈ N, no puede verificarse n < m < n + 1. En palabras, entre dos números naturales que denotamos por 1, tal que 1 · n = n · 1 = n.
consecutivos no hay ningún número natural.
Z8. Propiedad distributiva del producto respecto de la suma. m (n + p) = m n + m p.
(Puesto que si m ∈ N serı́a m − n ∈ N por (2) y m − n < 1, contradiciendo (1).)
Las propiedades Z1 a Z8 pueden resumirse diciendo que Z es un anillo conmutativo con unidad
para la suma y el producto. Otros ejemplos: matrices n × n, funciones reales sobre un mismo
2.2 Números enteros. dominio, . . .
2.2.1 Necesidad de los enteros. Propiedades de Z. Idea de anillo. Z9. Propiedad cancelativa del producto. mn = mp implica n = p.
La “resta” m−n de números naturales no siempre es posible, según se desprende de las propiedades Los sistemas algebraicos que tienen las propiedades Z1 a Z9 se llaman dominios de integridad.
que hemos visto anteriormente. Dicho de otra forma, la ecuación NO son dominios de integridad los anillos de matrices n × n para n ≥ 2, de funciones reales sobre
un dominio con más de un punto (¿por qué?).
x + a = b, La relación de orden en N puede extenderse a Z.
a, b ∈ N, no siempre tiene solución x ∈ N. Lo que hacemos entonces es “inventarnos” las soluciones
Definición 2.2.2 Dados dos números enteros cualesquiera m, n, escribiremos m ≤ n y diremos
y añadirlas como números: ası́ definimos el  cero 0 como un nuevo número, solución de x + a = a,
que m es menor o igual que n (o lo que es lo mismo, que n es mayor o igual que m, lo que
y los  enteros negativos −n (números falsos, los llamaba Descartes) como solución de x + a = b
se escribe n ≥ m), cuando m = n o n = m + p para algún número natural p; equivalentemente,
cuando a = b + n. Nos encontramos ası́ con los conocidos
cuando exista p ∈ N0 tal que n = m + p.
. . . , −3, −2, −1, 0, 1, 2, 3, . . . , Pondremos m < n (o n > m) para expresar que m es estrictamente menor que n (o sea,
que m es menor y distinto que n).
cuya representación gráfica como puntos de una recta nos es también familiar.
Con esta notación,
Aunque puede darse una construcción ‘algebraico-conjuntista’ de los números enteros, nosotros
nos contentaremos de momento con esta idea ‘ingenua’ adoptando (al menos por ahora) la siguiente
N = {n ∈ Z : n > 0}, N0 = {n ∈ Z : n ≥ 0}, −N = {n ∈ Z : n < 0}.
descripción.
Como propiedades fundamentales de la relación de orden en Z tenemos:
Definición 2.2.1 Diremos que un x es un número entero si x ∈ N o si x = 0 o si x = −n con
n ∈ N. Propiedades del orden en Z. Dados números naturales cualesquiera m, n, p, se cumplen
El conjunto formado por todos los números enteros se denota por Z. Z10. Propiedad reflexiva. m ≤ m.
Z11. Propiedad antisimétrica. Si m ≤ n y n ≤ m, entonces m = n.
Si ponemos N0 = N ∪ {0}, −N = {x = −n : n ∈ N}, se tiene Z = N ∪ {0} ∪ (−N) = N0 ∪ (−N). Z12. Propiedad transitiva. Si m ≤ n y n ≤ p, entonces m ≤ p.
Nos referiremos a N0 como al conjunto de los enteros no negativos y a −N como al conjunto de los
enteros negativos, siendo el conjunto N de los números naturales el de los enteros positivos. Z13. Propiedad de orden total. Siempre es m ≤ n o n ≤ m.
El lector recordará que la suma y el producto de números naturales se amplı́a a una suma y Nótese que no va a ser válido un principio de buena ordenación igual que para los números
producto de números enteros, naturales: por ejemplo, el propio conjunto Z no tiene elemento mı́nimo, pues para cada n ∈ Z es
n − 1 < n. Sin embargo, vamos a tener una propiedad análoga para cierta clase de subconjuntos:
+ : (m, n) ∈ Z × Z → m + n ∈ Z, · : (m, n) ∈ Z × Z → m n ∈ Z,
Z14. Principio de buena ordenación de los conjuntos minorados (principio del mı́nimo).
con las propiedades fundamentales que a continuación enunciamos. Todo conjunto no vacı́o de números enteros acotado inferiormente posee un elemento mı́nimo,
es decir, dado S ⊆ Z no vacı́o tal que para algún k ∈ Z es k ≤ n para todo n ∈ S, existe un
Propiedades de la suma y el producto en Z. Dados números enteros cualesquiera m, n, p, elemento m en S tal que m ≤ n para todo n ∈ S.
se cumplen
Z1. Propiedad asociativa de la suma. (m + n) + p = m + (n + p). Simétricamente:
Z2. Propiedad conmutativa de la suma. m + n = n + m. Z15. Principio del máximo. Todo conjunto no vacı́o de números enteros acotado superiormente
Z3. Existencia de elemento neutro (cero) para la suma. Hay un número entero, que posee un elemento máximo, es decir, dado S ⊆ Z no vacı́o tal que para algún k ∈ Z es k ≥ n
denotamos por 0, tal que 0 + n = n + 0 = n. para todo n ∈ S, existe un elemento M en S tal que M ≥ n para todo n ∈ S.
Z4. Existencia de elemento opuesto para la suma. Hay un número entero (y uno sólo), Por ejemplo, max(−N) = −1.
que denotamos por −n, tal que (−n) + n = n + (−n) = 0.
En Z puede hablarse del “siguiente” a un número entero, en el sentido de que entre n y n + 1 no
Las propiedades Z1 a Z4 pueden resumirse diciendo que Z es un grupo conmutativo para la hay ningún otro número entero (¿por qué?). No se cumple, sin embargo, el principio de inducción,
suma. La propiedad cancelativa de la suma en Z va incluida en Z4 (¿por qué?) sino una propiedad similar aunque más débil:
34 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 35
Z16. Un conjunto de números enteros que contenga un número k y que con cada n contenga a Aplicando el principio del máximo, existe c = max F . Ası́ c ∈ F y c + 1 ∈
/ F 2 ; por tanto
n + 1, debe contener a todos los números enteros mayores o iguales que k. Es decir, dado
S ⊆ Z tal que k ∈ S y n + 1 ∈ S siempre que n ∈ S, se tiene S ⊇ {n ∈ Z : n ≥ k}. cb ≤ a, (c + 1)b > a, o sea cb + b > a.
(Puede precisarse un poco más: dados S ⊆ Z y k ∈ Z, se tiene S = {n ∈ Z : n ≥ k} si y sólo si
k−1∈/ S, k ∈ S y n + 1 ∈ S siempre que n ∈ S.) Tomando r = a − cb, se deduce de estas desigualdades que 0 ≤ r < b = |b| y a = cb + r.
Para demostrar la unicidad del cociente y del resto, supongamos que hemos encontrado enteros
Otras propiedades y conceptos en torno a la ordenación de Z son similares a las que el lector c1 , c2 , r1 , r2 tales que
estará manejando en R. Por ejemplo,
c1 b + r1 = a = c2 b + r2 , 0 ≤ r1 < |b| = b, 0 ≤ r1 < |b| = b.
Z17. Relación con la suma. a ≤ b =⇒ a + c ≤ b + c.
Z18. Relación con el producto. Si c ≥ 0, a ≤ b =⇒ a c ≤ b c. Si c < 0, a ≤ b =⇒ a c ≥ b c.
De las dos igualdades se sigue que
El valor absoluto de un número entero a es el número entero no negativo r2 − r1 = (c1 − c2 )b.

a, si a ≥ 0; Pero también resulta −b < −r1 ≤ r2 − r1 ≤ r2 < b, y ası́ −b < r2 − r1 = (c1 − c2 )b < b, lo cual
|a| =
−a, si a ≤ 0. sólo es posible si c1 − c2 = 0 (¿por qué?) En definitiva, c1 = c2 y en consecuencia r1 = r2 , como
Con esta definición, si a, b, denotan números enteros cualesquiera, se verifican, entre otras, las querı́amos probar.
siguientes relaciones: El caso b < 0 se reduce al anterior sin más que observar que a = cb+r si y sólo si a = (−c)(−b)+r.
• |1| = 1; | − 1| = 1.
• | − a| = |a|. Ejemplo. La división entera de 1 por 2 da cociente 0 y resto 1; la de −1 por 2 da cociente −1 y
resto 1; la de 1 por −2, cociente 0 y resto 1, y la de −1 por −2, cociente 1 y resto 1.
• −|a| ≤ a ≤ |a|.
Una aplicación reiterada de la división entera es el fundamento de los sistemas de numeración.
• |a b| = |a| |b|.
Representación decimal y binaria. Bases de numeración.
Ejercicios Cuando escribimos  el número 1984  , estamos usando una notación abreviada para el número
4 + 8 · 10 + 9 · 102 + 1 · 103 . Con el convenio subyacente, nos bastan las diez cifras o dı́gitos decimales
6.1. En las propiedades básicas de Z hemos señalado que todo n ∈ Z tiene un opuesto −n tal que  0, 1, 2, 3, 4, 5, 6,7, 8, 9  para representar cualquier número entero no negativo (para representar
n + (−n) = (−n) + n = 0. ¿Puede haber algún otro m ∈ Z tal que n + m = m + n = 0? ¿Por qué? un número entero negativo arbitrario, añadimos un signo  −  a la izquierda de la representación
Sugerencia: ¿quién serı́a m + n + (−n)? de su valor absoluto). Pero, ¿por qué utilizar esta representación precisamente? El propio nombre
6.2. Por definición, −1 es el opuesto de 1. Probar que la igualdad (−1)(−1) = 1 es una consecuencia dı́gito sugiere la respuesta clásica: porque contamos con los dedos, y eso hace aparecer el 10 como
de la propiedad distributiva. un número base razonable. Sin embargo, nada impide intentar una representación binaria en lugar
de la decimal, es decir, que usemos los dı́gitos binarios  0, 1  para reescibir
6.3. Dado un entero cualquiera n, probar que (−1) · n es el opuesto de n.
1984 = c0 + c1 · 2 + c2 · 22 + · · · + cn · 2n ,
2.2.2 División entera.
con ck = 0 ó 1. Observando que
Una herramienta importante en el estudio de Z es la ‘división con resto’.
N = c0 + c1 · 2 + c2 · 22 + · · · + cn · 2n = c0 + (c1 + c2 · 2 + · · · + cn · 2n−1 ) · 2
Proposición 2.2.3 (Existencia de la división entera) Dados a, b ∈ Z, con b = 0, existen dos
= c0 + (c1 + (c2 + · · · + cn · 2n−2 ) · 2) · 2 = . . . = c0 + (c1 + (c2 + (· · · + (cn · 2) · · · 2) · 2) · 2,
números enteros c y r tales que
a = cb + r, 0 ≤ r < |b|. se vislumbra un procedimiento para ir obteniendo los ck : c0 es el resto de la división de N por 2;
si N1 es el cociente, c1 es el resto de la división de N1 por 2; si N2 es el cociente resultante, c2 es el
Los enteros c y r, denominados cociente y resto , respectivamente, son únicos. Además, si a y b resto de la división de N2 por 2; si . . . etc., hasta cn−1 , mientras que cn es el último cociente. Por
son números naturales, c tiene que ser un número positivo o nulo. tanto, dividiendo por 2 sucesivamente,
Demostración. Veamos primero el caso b > 0. Entonces b ∈ N, y b ≥ 1. 1984 992 496 248 124 62 31 15 7 3 1
Sea restos 0 0 0 0 0 0 1 1 1 1
F = {z ∈ Z : zb ≤ a}.
2
Representando gráficamente la situación para a ≥ 0, se ve que, simplemente, ‘estamos midiendo a con b como
Este es un conjunto no vacı́o, pues si a ≥ 0 contiene a 0 y si a < 0 contiene a a, porque de b ≥ 1, unidad de medida’, trasladando un segmento de longitud b hacia la derecha el número máximo de veces que podamos,
multiplicando por a (que es negativo) se sigue ab ≤ a. Además, está acotado superiormente por sin llegar a sobrepasar a (por la derecha); para a < 0, trasladarı́amos la unidad de medida hacia la izquierda, justo
|a|, puesto que si z ∈ F y z ≥ 0, de 1 ≤ b se pasa a z ≤ zb = a, y si z < 0 trivialmente z < 0 ≤ |a|. hasta igualar o sobrepasar a (por la izquierda).
36 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 37
lo que deja 2.2.3 Máximo común divisor. Algoritmo de Euclides.
Definición 2.2.5 Sean a, b ∈ Z. Decimos que a divide a b, o que a es un divisor de b, o que b
1984 = 0 + 0 · 2 + 0 · 22 + 0 · 23 + 0 · 24 + 0 · 25 + 1 · 26 + 1 · 27 + 1 · 28 + 1 · 29 ,
es múltiplo de a, escrito a|b, si existe c ∈ Z tal que b = ac; expresado de otra forma, si el resto
de la división de b por a es 0. Diremos entonces que c es el cociente exacto b/a.
que por analogı́a escribirı́amos
1111000000(2 Observaciones. Como consecuencias inmediatas de la definición, se obtienen:
o con alguna notación similar que destaque que se trata de una representación binaria. • Para todo a ∈ Z, 0 siempre es múltiplo de a y 1 siempre es divisor de a. En cambio 0|b si y
¿Qué interés puede tener una representación ası́, disponiendo como disponemos de nuestra sólo si b = 0.
‘confortable’ notación decimal? El creador del sistema binario, Leibniz, lo veı́a, entre otras cosas,
• Dados a, b ∈ Z, a|b ⇐⇒ −a|b ⇐⇒ a| − b, y ası́ a|b ⇐⇒ |a| | |b|.
como una imagen del ‘misterio de la creación’: el 1 representaba a Dios y el 0 la Nada, de la que
todas las cosas fueron creadas. Trescientos años más tarde, resulta que la mayorı́a de los ordenadores • Si a, b, son números enteros no nulos, a|b =⇒ |a| ≤ |b| porque |b| = |a| · n y n ≥ 1. Por
actuales manejan los números a través de su representación binaria, que luego convierten en decimal. tanto, a|b y b|a si y sólo si |a| = |b|, es decir a = ±b.
La ventaja que esto ofrece es que cada número se registra en “bits” (binary digits) y cada bit se
corresponde con uno de dos estados posibles (pasa corriente o no pasa). Estas dos condiciones • Si a, b, son números enteros no nulos, existe m = max F , donde F = {k ∈ Z : k|a, k|b} (1 y
corresponden a los valores 1 y 0, respectivamente. Ası́, un número representado por una sucesión −1 ∈ F , y k ∈ F =⇒ k ≤ min{|a|, |b|}, y podemos aplicar el principio del máximo). Además,
de 1 y 0 puede almacenarse en un ordenador como una cadena de bits. m ≥ 1 (1 ∈ F ), luego m ∈ N; de hecho, m = max{k ∈ N : k|a, r|b}. Esto justifica la siguiente
Cualquier entero b mayor o igual que 2 puede emplearse como base de un sistema de numeración. definición.
Para b = 16 se tiene la representación hexadecimal, empleada (en menor medida) en el mundo de
Definición 2.2.6 Sean a, b, números enteros no nulos. Su máximo común divisor es el mayor
la informática y de la comunicación (las cifras hexadecimales son  0, 1, 2, 3, 4, 5, 6,7, 8, 9, A, B,
número, natural siempre, que divide a a y b simultáneamente. Lo denotaremos por mcd(a, b).
C, D, E, F ).
En general, A veces se amplı́a la definición poniendo mcd(a, 0) = |a|, mcd(0, 0) = 0.
Para calcular el máximo común divisor de dos números no hace falta más herramienta que la
Proposición 2.2.4 Dado b ≥ 2, todo entero positivo n se escribe de manera única en la forma división entera, como justifican los siguientes resultados.
n = ck bk + ck−1 bk−1 + · · · + c1 b + c0 , Lema 2.2.7 Si a, b, son números enteros no nulos tales que a = cb + r, se tiene que mcd(a, b) =
mcd(b, r).
con 0 ≤ cj < b (1 ≤ j ≤ k) y ck = 0. Para indicar esta igualdad escribiremos n = (ck ck−1 . . . c1 c0 )b
ó n = ck ck−1 . . . c1 c0(b . Demostración. Si k es un divisor común de a y b, será a = pk, b = qk para ciertos p, q ∈ Z.
Entonces r = a − cb = pk − cqk = (p − cq)k, luego k es un divisor de r y por tanto todo divisor
común de a y b es un divisor común de b y r.
Demostración. Ejercicio.
Recı́procamente, si k  es un divisor común de b y r, será b = p k  , r = q  k  para ciertos p , q  ∈ Z.
Entonces a = cb + r = cp k  + q  k  = (cp + q  )k  , luego k  es un divisor de a y por tanto todo divisor
Un estudio detallado de los sistemas de numeración puede verse, por ejemplo, en
común de b y r es un divisor común de a y b.
Peterson, J. A.; Hashisaki, J.: Teorı́a de la aritmética. Limusa-Wiley, México, 1969. Aplicando la definición, mcd(a, b) = mcd(b, r), como querı́amos probar.
Para debatir. Puesto que 2 + 2 = 11 en base 3 y 2 + 2 = 10 en base 4, ¿habrá que cambiar la
frase hecha  esto es tan cierto como que dos y dos son cuatro a  esto es tan cierto como que dos
Lema 2.2.8 Si a, b, son números enteros no nulos tales que b | a, entonces mcd(a, b) = |b|.
y dos son cuatro . . . en base diez? (Una buena discusión deberı́a empezar con la distinción entre
‘sı́mbolo’ o ‘representación’ y ‘cosa representada’.) Demostración. Ciertamente |b| es un divisor común de b y a en estas circunstancias; y si k es un
entero positivo que divide a b, k ≤ |b| según hemos señalado anteriormente, luego mcd(a, b) = |b|.
Ejercicios
Supongamos ahora que tratamos de calcular el máximo común divisor de dos números de buen
7.1. Demostrar, utilizando el algoritmo de la división, que si un número entero es a la vez un tamaño, 1769 y 551 por ejemplo. Haciendo la división entera, 1769 = 3×551+116, y según el primer
cuadrado y un cubo, entonces se puede escribir en la forma 7k o 7k + 1. lema, d = mcd(1769, 551) = mcd(551, 116). A su vez, 551 = 4 × 116 + 87, luego d = mcd(116, 87).
Pero 116 = 87 + 29 y 87 = 3 × 29, con lo que finalmente d = mcd(87, 29) = 29 (segundo lema).
7.2. Si a|b y c|d, ¿también (a + c)|(b + d)? ¿Por qué? ¿Hemos tenido suerte? Si reflexionamos un momento sobre el proceso seguido, vemos que puede
aplicarse a enteros positivos arbitrarios a y b: pues tomando como a el mayor y b el menor (si son
7.3. En el sistema hexadecimal, ¿es cierto que B0B0 + A0A = BABA?
iguales no necesitamos hacer cuentas), al efectuar la división entera de a por b obtenemos un resto
7.4. Convertir a sistema decimal y binario los números hexadecimales ACABA y FE0. no negativo r1 estrictamente menor que b; si r1 = 0, ya tenemos el máximo común divisor de a
y b (= b, segundo lema); si no, d = mcd(a, b) = mcd(b, r1 ), con la ventaja de que hemos pasado a
38 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 39
números más pequeños, y dividiendo b por r1 pasarı́amos a d = mcd(a, b) = mcd(r1 , r2 ), donde r2 Nota. Los coeficientes u y v no son únicos: obsérvese, por ejemplo, que
es el resto de la división de b por r1 , estrictamente menor que r1 . Reiterando, puesto que en el
peor de los casos irá disminuyendo al menos en 1 el valor de los restos, al cabo de un número finito d = ua + vb = (u + nb)a + (v − na)b
de pasos hemos de llegar a resto 0, y podemos aplicar el segundo lema para concluir que el divisor
actual (resto del paso anterior) es el máximo común divisor. cualquiera que sea n ∈ Z.
Formalizando este proceso, conocido ya por Euclides, tenemos (ver [C-C-S]): Una variante de la demostración anterior, más farragosa, permite fabricar un algoritmo para el
cálculo de unos valores de u, v. Manteniendo la notación
Definición 2.2.9 Algoritmo de Euclides.
• Input: dos enteros positivos a y b. a=1·a+0·b= x0 a + y0 b, b = 0 · a + 1 · b = x1 a + y1 b, r1 = 1 · a − c1 b = x2 a + y2 b,
r2 = −c2 a + (1 + c1 c2 )b = x3 a + y3 b,
• Output: el máximo común divisor de a y b.
Paso 1: Reemplazar (simultáneamente) y, en general, si rk = xk+1 a + yk+1 b, rk+1 = xk+2 a + yk+2 b, también
 a por b, y rk+2 = rk − ck+2 rk+1 = (xk+1 − ck+2 xk+2 )a + (yk+1 − ck+2 yk+2 )b = xk+3 a + yk+3 b
 b por el resto de la división de a por b.
Paso 2: Repetir el Paso 1 hasta que b sea 0. si ponemos xk+2 = xk+1 − ck+2 xk+2 , yk+2 = yk+1 − ck+2 yk+2 .
Paso 3: Devolver a. Para ajustar ı́ndices definimos uk = xk+1 , vk = yk+1 , con lo que queda
Podemos esquematizarlo de la siguiente manera: xk+2 = xk+1 − ck+2 uk+1 , yk+2 = yk+1 − ck+2 vk+1 ,
restos  r1 r2 r3 ······ rn−1 0 y finalmente
dividendos ← divisores a b r1 r2 ······ rn−2 rn−1 = d d = rn−1 = un−1 a + vn−1 b.
cocientes c1 c2 c3 ······ cn−1 cn
Ordenando lo anterior se obtiene el siguiente algoritmo:
y entonces d = mcd(a, b) como hemos probado anteriormente.
Definición 2.2.12 Algoritmo de Euclides extendido (Euclides-Bézout).
Proposición 2.2.10 Algoritmo de Euclides. Dados dos números enteros positivos a y b con
a > b, obtenemos su máximo común divisor d = mcd(a, b) procediendo por divisiones enteras
• Input: dos enteros positivos a y b.
sucesivas, como se ha indicado anteriormente, hasta obtener resto nulo. El máximo común divisor
de a y b es entonces el último resto no nulo. • Output: dos enteros x e y tales que mcd(a, b) = xa + yb.
La hipótesis de que a y b sean enteros positivos no supone ninguna restricción esencial, dado Paso 1: Hacer x = v = 1 e y = u = 0.
que mcd(a, b) = mcd(|a|, |b|). Por tanto, el algoritmo de Euclides basta para poder calcular el
Paso 2: Determinar c y r tales que a = cb + r y 0 ≤ r < b.
máximo común divisor de dos enteros no nulos arbitrarios. Hay además una información importante
contenida en él, que merece la pena destacar como se verá en aplicaciones posteriores: el máximo Reemplazar (simultáneamente)
común divisor de a y b es una “combinación lineal de a y b con coeficientes enteros”.  a por b, y b por r,
Proposición 2.2.11 Identidad de Bézout. Sean a y b enteros no nulos, y d = mcd(a, b).  x por u e y por v,
Entonces existen enteros u, v tales que  u por x − cu y v por y − cv.
Paso 3: Repetir el Paso 2 hasta que b sea 0.
d = ua + vb.
Paso 4: Devolver x e y.
Demostración. Supongamos primero que a y b son positivos, y apliquémosles el algoritmo de Eu-
clides, de modo que con la notación previa Visualizado en forma de tabla:
r1 = a − c1 b, r2 = b − c2 r1 , rk = rk−2 − ck rk−1 (3 ≤ k < n),
restos  r1 r2 r3 ······ rn−1 0
siendo precisamente d = rn−1 . Por tanto dividendos ← divisores a b r1 r2 ······ rn−2 rn−1 = d
cocientes c c1 c2 c3 ······ cn−1 cn
d = rn−1 = rn−3 − cn−1 rn−2 = un−1 rn−3 + vn−1 rn−2 = un−1 rn−3 + vn−1 (rn−4 − cn−1 rn−3 )
x ←u 1 0 1 ··· ······ xn−1 x
= un−2 rn−4 + vn−2 rn−3 = · · · = uk rk−2 + vk rk−1 = · · · = u1 a + v1 b, y ←v 0 1 −c1 ··· ······ yn−1 y
donde todos los uk , vk son enteros. u ←x−cu 0 1 −c2 ··· ······ un−1 = x
Si a o b son negativos, recordemos que también d = mcd(|a|, |b|), y si p. ej. a < 0, b > 0, v ←y−cv 1 −c1 1 + c1 c2 ··· ······ vn−1 = y
sabiendo que d = u|a| + v|b|, será igualmente d = (−u)(−a) + vb. De la misma forma pueden
resolverse los casos restantes. Ejemplo. Apliquemos este algoritmo a los números considerados anteriormente, a = 1769, b = 551,
para los que ya hemos visto que mcd(a, b) = 29 (volveremos a obtenerlo).
40 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 41
restos  116 87 29 0 Corolario 2.2.16 (Resolubilidad de ecuaciones diofánticas) Sean a = 0, b = 0, c, tres
dividendos ← divisores 1769 551 116 87 29 números enteros y d = mcd(a, b). La ecuación
cocientes c 3 4 1 3
x ←u 1 0 1 −4 5 ax + by = c
y ←v 0 1 −3 13 -16
tiene soluciones enteras si y sólo si d|c.
u ←x−cu 0 1 −4 5 —
v ←y−cv 1 −3 13 -16 —
Demostración. Sea ax + by = c para ciertos enteros x, y. Como existen p, q ∈ Z tales que a = pd,
Efectivamente, 29 = 5 · 1769 − 16 · 551. b = qd, sustituyendo c = pdx + qdy = (px + qy)d, y d|c.
Recı́procamente, supongamos que d|c, es decir, c = kd para algún k ∈ Z. Puesto que existen
El recı́proco de la proposición 3.2.15 no es cierto en general: por ejemplo, 441 − 18 · 24 = 9, enteros u, v, para los que d = ua + vb, multiplicando por k obtenemos c = kd = kua + kvb, es decir,
mientras que mcd(441, 24) = 3. Sin embargo, lo es en una situación especial. x = ku, y = kv nos da una solución de la ecuación propuesta.
Definición 2.2.13 Dos números enteros no nulos a y b se dicen relativamente primos o pri- Nótese que la segunda parte de la demostración nos proporciona una solución concreta mediante
mos entre sı́ si no tienen más divisores comunes que 1 y −1, es decir, si mcd(a, b) = 1. la identidad de Bézout. ¿Habrá otras? Vamos a comprobar que o bien no existe solución o bien
hay infinitas, que se pueden construir a partir de una cualquiera de ellas.
Corolario 2.2.14 Dos números enteros no nulos a y b son relativamente primos si y sólo si existen
dos números enteros u y v tales que ua + vb = 1. Proposición 2.2.17 Sean a = 0, b = 0, c, tres números enteros; si el par (x0 , y0 ) ∈ Z × Z
constituye una solución particular de la ecuación diofántica ax + by = c, todas las soluciones
Demostración. Si a y b son relativamente primos, la igualdad del enunciado es un caso particular enteras de esta ecuación son de la forma
de la identidad de Bézout.
Supongamos ahora que tenemos enteros u y v para los que se verifica ua + vb = 1. Si k es un x = x0 + (b/d)n, y = y0 − (a/d)n, n ∈ Z,
divisor común de a y b, será a = pk, b = qk para ciertos p, q ∈ Z. Entonces 1 = upk + vqk =
(up + vq)k, luego k es un divisor de 1 y por tanto |k| = 1 y mcd(a, b) = 1. donde d = mcd(a, b).
Ejemplo. Puesto que para todo entero positivo k es Demostración. Si ax0 + by0 = c, los x, y del enunciado son soluciones de la ecuación:
−3(5k + 3) + 5(3k + 2) = 1, ax + by = a(x0 + (b/d)n) + b(y0 − (a/d)n) = ax0 + by0 = c.
se sigue que 5k + 3 y 3k + 2 son relativamente primos. Recı́procamente, si x, y son soluciones enteras de la ecuación, son de la forma especificada en
el enunciado. En efecto: de
Una aplicación importante de la identidad de Bézout es el estudio de las soluciones de las
ecuaciones (lineales) diofánticas, es decir, ecuaciones en las que se buscan solamente soluciones ax0 + by0 = c, ax+ by= c, se sigue a(x − x0 ) + b(y − y0 ) = 0;
enteras, que aparecen en contextos más serios pero también en acertijos como el siguiente:
 ¿Puede llenarse exactamente un depósito de agua de 56 l. transportándola con un cubo de 6l.
por tanto, dividiendo por d = mcd(a, b), podemos reescribir la última igualdad como
y otro de 9 l.? ¿Y un depósito de 57 l.? En caso afirmativo, ¿cuál es el número mı́nimo de viajes
que hay que realizar con los cubos para llenar el depósito?  (a/d)(x − x0 ) = (b/d)(y0 − y). [∗]
Planteamiento: ¿6x + 9y = 56 tiene soluciones x, y ∈ N0 ? ¿6x + 9y = 57 tiene soluciones x,
y ∈ N0 ? ¿cuáles? Ası́, (a/d) divide a (b/d)(y0 − y). Pero, aplicando las dos partes del lema, mcd(a/d, b/d) = 1 y
Para responder en general, comenzamos por un lema. en consecuencia a/d divide a y0 − y. Existe, pues, un n ∈ Z ta que y0 − y = (a/d)n, es decir,
y = y0 − (a/d)n. Sustituyendo este valor de y en la ecuación [∗], resulta finalmente x = x0 + (b/d)n,
Lema 2.2.15 Sean a, b, d, m, p, q números enteros, ab = 0. como querı́amos probar.
(i) si d = mcd(a, b), a = pd, b = qd, entonces mcd(p, q) = 1 (es decir, p y q son relativamente Sistematizando el proceso, obtenemos (v. [C-C-S], pp. 5–6) el siguiente
primos).
Algoritmo —ecuaciones diofánticas lineales—
(ii) si mcd(p, q) = 1 y p | qm, entonces p | m.
• Input: enteros a, b, c, con a y b no ambos nulos.
Demostración. • Output: todas las soluciones enteras x, y de la ecuación xa + yb = c.
(i) Existen u, v ∈ Z tales que ua + vb = d, luego d(up + vq) = d; cancelando d se deduce que
up + vq = 1, y por tanto que mcd(p, q) = 1. Paso 1: Encontrar, usando el algoritmo de Euclides extendido, enteros x , y  tales que d :=
(ii) Existen u, v ∈ Z tales que up + vq = 1, con lo cual upm + vqm = m. A su vez, existe n ∈ Z mcd(a, b) = x a + y  b.
tal que pn = qm. Sustituyendo qm por pn y sacando factor común p resulta p(um + vn) = m, es Paso 2: Si d no divide a c, devolver ‘NO HAY SOLUCIONES DE LA ECUACIÓN’.
decir, p divide a m como querı́amos demostrar.
Paso 3: Si d divide a c, devolver entonces x = (x c − nb)/d y y = (y  c + na)/d, con n ∈ Z.
42 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 43
Finalizamos este apartado estudiando el mı́nimo común múltiplo de dos enteros no nulos. Dados
a, b ∈ Z \ {0}, siempre hay enteros positivos que son múltiplos simultáneamente de a y b: por 8.11. Consideremos la sucesión de Fibonnacci, definida por recurrencia mediante las fórmulas
ejemplo, |ab|. El conjunto F = {z ∈ N : a|z, b|z} es, pues, no vacı́o; por el principio de buena
ordenación, existe m = min F , por lo que podemos enunciar la definición siguiente. φ0 = 0, φ1 = 1, φn = φn−1 + φn−2 , n ≥ 2.
Definición 2.2.18 Sean a, b, números enteros no nulos. Su mı́nimo común múltiplo es el Probar que:
menor número entero positivo que es múltiplo de a y b simultáneamente. Se escribe mcm(a, b).
(i) mcd(φn , φn+1 ) = 1 para todo n ≥ 1;
(Si ab = 0, se pone a veces mcm(a, b) = 0.)
(ii) φn+m = φn−1 φm + φn φm+1 para todo n ≥ 1, m ≥ 0;
Si ab = 0 y a < 0 o b < 0, podemos reducir el cálculo de su mı́nimo común múltiplo al de los
números positivos |a|, |b|; y cuando a y b son positivos, podemos hallar su mı́nimo común múltiplo (iii) si r > 0, φn |φnr para todo n ≥ 1;
conociendo el máximo común divisor, gracias a:
(iv) si mcd(m, n) = d, entonces mcd(φm , φn ) = φd .
Proposición 2.2.19 Sean a, b, números enteros positivos. Entonces
8.12. Sea mcd(a, b) = 1. Probar que
mcm(a, b) · mcd(a, b) = ab.
(i) mcd(a + b, a − b) es 1 o 2.
Demostración. Sea d = mcd(a, b), a = pd, b = qd, con lo cual mcd(p, q) = 1.
(ii) mcd(a + b, a2 − ab + b2 ) es 1 o 3.
Si n = p a = q  b es cualquier múltiplo (positivo) común de a y b, será n = p pd = q  qd, de donde
p p = q  q, luego p|q  q siendo p y q relativamente primos, y en consecuencia p|q  . Entonces q  = cp
para algún c y sustituyendo, n = cpb = c(ab/d), con lo que (ab/d) ≤ n. 8.13. Sean a, b enteros positivos primos entre sı́. Pobar que cualquier entero c ≥ (a − 1)(b − 1)
Como (ab/d) = pb = qa es un múltiplo común de a y b, se sigue que mcm(a, b) = (ab/d). tiene la forma ax + by, donde x e y son enteros no negativos. Probar que el entero ab − a − b no
1769 × 551 tiene esta forma.
Ejemplo. mcm(1769, 551) = = 61 × 551 = 33611.
29 8.14. Si a, b son enteros relativamente primos, ¿quién es mcm(a, b)? ¿Por qué?
Ejercicios 8.15. Si a, b son enteros relativamente primos y c es un entero tal que a|c y b|c, probar que ab|c.
¿Qué sucede si a, b no son relativamente primos? ¿por qué?
8.1. Probar que c|a, c|b =⇒ c| mcd(a, b); a|c, b|c =⇒ mcm(a, b)|c.
8.16. Una persona desea comprar 430 dólares en cheques de viaje. Estos solamente existen en
(N.B. Estas propiedades no están incluidas en las definiciones: hablamos en ellas de máximo y
cheques de 20 y 50 dólares. ¿Cuántos cheques de cada cantidad deberá adquirir?
mı́nimo para la relación de orden, y lo que se pide aquı́ es probar que son igualmente máximo y
mı́nimo para la relación de divisibilidad) 8.17. ¿De cuántas formas posibles se pueden tener 325 pesetas repartidas en monedas de 10 y de
25 pesetas?
8.2. Calcular d = mcd(1320, 714) y escribir d = 1320x + 714y con x, y ∈ Z.
8.18. Un tren sale de Parı́s a Niza cada 7 horas, a una hora en punto. Probar que algunos dı́as es
8.3. Calcular mcd(a, b) y encontrar todas las soluciones de ax + by = mcd(a, b) en los siguientes
posible tomar este tren a las 9 de la mañana.
casos:
Siempre que hay un tren a las 9 de la mañana, Pierre lo coge para ir a visitar a su tı́a Marie.
(1) a = 63, b = 49; (2) a = 619, b = 93; (3) a = 521, b = 2187.
¿Cada cuánto tiempo ve Marie a su sobrino?
8.4. Hallar todas las soluciones enteras de las ecuaciones Discutir el mismo problema con el tren a Burdeos, que sale de Parı́s cada 14 horas.
(1) 2x + 3y = 7; (2) 21x − 35y = −14. 8.19. Considérese una diana para dardos con dos regiones, una que vale a puntos y la otra b
puntos, donde a y b son enteros positivos sin factores comunes. ¿Cuál es la mayor puntuación total
8.5. Definir el máximo común divisor y el mı́nimo común múltipo de tres números, mcd(a, b, c) y que no puede obtenerse lanzando dardos a la diana?
mcm(a, b, c). Hallar mcd(1485, 71148, 7882875), mcm(1485, 71148, 7882875).
8.6. Calcular d = mcd(60, 126, 44) y encontrar enteros x, y, z que verifiquen d = 60x + 126y + 44z. 2.2.4 Números primos y factorización. Teorema fundamental de la Aritmética.
8.7. Para cada entero positivo n, calcular mcd(n, n + 1) y mcd(n, n + 2). Definición 2.2.20 Un número entero positivo p distinto de 1 se dice primo si no tiene más
divisores positivos que él mismo y la unidad; en caso contrario diremos que es compuesto .
8.8. Demostrar que 3m + 11 y 2m + 7 son relativamente primos cualquiera que sea m ∈ N.
8.9. Sean a y b dos enteros positivos. Probar que si m = mcm(a, b), entonces mcd(m/a, m/b) = 1. Dicho de otra forma, p es primo si p ∈ N \ {1} y a ∈ N, a|p, implica a = 1 o a = p.
8.10. Dados a, b ∈ N, si d = mcd(a, b), probar que Que un número n sea compuesto significa, según la definición, que admite al menos un divisor
positivo a tal que 1 < a < n.
{ax + by : x, y ∈ Z} = {dz : z ∈ Z}.
Lema 2.2.21 Para todo entero n ≥ 2 existe un número primo p tal que p|n.
(Este último conjunto suele denotarse por dZ.) (Se dice entonces que p es un factor primo de n.)
44 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 45
Demostración. Si n es primo, basta tomar p = n. Si no lo es, admite un divisor positivo a1 tal Demostración. Comencemos probando la existencia de la factorización. (En clase vimos la de-
que 1 < a1 < n. Si a1 es primo, basta tomar p = a1 . Si no lo es, admite un divisor positivo a2 mostración de [D-H], p. 35; aquı́ presentamos otra distinta, como un ejercicio de inducción.)
tal que 1 < a2 < a1 , que a su vez será divisor de n. Si a2 es primo, basta tomar p = a2 . Si no Notemos que si p es primo, admite la factorización trivial p = p. Sea Pn el enunciado  n ≥ 2 y
lo es, podemos continuar el proceso: pero como cada vez vamos obteniendo divisores ak tales que los números enteros desde 2 hasta n admiten una descomposición en factores primos . Puesto que
1 < ak < ak−1 , es decir, cada uno estrictamente menor que el anterior, al cabo de un número finito 2 es primo, P2 es cierta. Supongamos ahora que es cierta para un n ≥ 2. Si n + 1 es primo, Pn+1 es
de pasos encontraremos un divisor primo (= 2, en el peor de los casos). cierta; si no lo es, podremos descomponerlo en n+1 = n1 n2 con 1 < n1 < n+1, 1 < n2 < n+1. Pero
entonces 2 ≤ n1 ≤ n, 2 ≤ n2 ≤ n, y por la hipótesis de inducción n1 = p1 · · · pj , n2 = pj+1 · · · pk ,
con p1 ,. . . , pj , pj+1 , . . . , pk primos. Por tanto
Teorema 2.2.22 (Euclides) El conjunto de los números primos es infinito. n + 1 = p1 · · · pj pj+1 · · · pk
es una factorización de n + 1 como producto de primos, es decir, Pn+1 es cierta.
Demostración. Supongamos, por el contrario, que fuese finito, y que p1 , p2 , . . . , pn fuesen todos
Pasemos a probar la unicidad. (También podrı́a hacerse por inducción). Supongamos que
los diferentes números primos (n ∈ N). El número
n = p1 p2 · · · p j = q 1 q 2 · · · q k
N = p1 p2 · · · p n + 1
son dos descomposiciones de n en factores primos. Entonces p1 |q1 (q2 · · · qk ) luego por el lema
previo, p1 |q1 o p1 |(q2 · · · qk ): en el primer caso, como p1 y q1 son primos, necesariamente p1 = q1 ;
no figura en esa lista, pues es estrictamente mayor que cada uno de sus elementos (¿por qué?), y ten-
en el segundo caso p1 |q2 o 1 |(q3 · · · qk ). Repitiendo el argumento anterior, en k pasos a lo sumo
drı́a que ser divisible por alguno de ellos según el lema anterior. Pero N = pk (p1 p2 · · · pk−1 pk+1 · · · pn )+
encontraremos un factor qk1 igual a p1 . Lo mismo podemos hacer con p2 , . . . , pk , que nos llevarán
1 da resto 1 al dividirlo por cada pk , y no resto 0, luego N no tendrı́a factores primos, contradicción.
a factores qk2 = p2 , . . . , qkj = pj . Si no hubiésemos obtenido ası́ todos los factores de la segunda
descomposición, podrı́amos cancelar los factores comunes y quedarı́a
Un procedimiento cásico para hallar los número primos menores o iguales que un entero positivo 1 = q1 · · · q ,
n es la criba de Eratóstenes. Lo presentamos aquı́ en forma de algoritmo. lo que es imposible. Por tanto, las dos factorizaciones coinciden, salvo quizá en el orden.
Definición 2.2.23 Algoritmo: La criba de Eratóstenes. El lector habrá obtenido ya anteriormente factorizaciones de numerosos ejemplos, por lo que
no insistimos en este punto. Además, nada nuevo podemos añadir a lo que ya conoce: no hay
• Input: un entero positivo n. un algoritmo general para factorizar números que sea realmente efectivo, por lo que seguiremos
recurriendo a la división por los primeros primos 2, 3, 5, etc., aliviada ligeramente si se aplican
• Output: la lista de primos menores o iguales que n. criterios de divisibilidad (hablaremos de ellos más adelante).
Dejamos como ejercicio la comprobación de que la descomposición en factores primos permite
Paso 1: Construir la lista L := [2, . . . , n] y la lista vacı́a M . obtener el máximo común divisor y el mı́nimo común múltiplo de la forma ya sabida.
Paso 2: Sea m el menor elemento de L. Ejercicio. Sean a = p1r1 · · · pkrk , b = p1s1 · · · pksk las descomposiciones en factores primos distintos de
a y b, “arregladas” para que aparezcan los mismos factores tomando, si es necesario, exponentes
 Añadir m a M .
nulos. Pongamos mj = min{rj , sj }, Mj = max{rj , sj }. Demostrar que
 Suprimir de L todos los múltiplos de m.
mcd(a, b) = p1m1 · · · pkmk , mcm(a, b) = p1M1 · · · pkMk ,
Paso 3: Repetir el Paso 2 hasta que L esté vacı́a.
es decir, el máximo común divisor de a y b se obtiene  multiplicando los factores primos comunes
Paso 4: Devolver M .
elevados al menor exponente, y el mı́nimo común múltiplo de a y b se obtiene  multiplicando los
factores primos comunes y no comunes elevados al mayor exponente.
La descripción tradicional puede verse en [D-H], p. 34.
Lectura: Conjetura de Goldbach.
Uno de los aspectos más fascinantes de la Teorı́a de Números —enteros— es que abunda en
Lema 2.2.24 Sean a y b números enteros no nulos y p un número primo tal que p|ab. Entonces problemas sencillos de enunciar que, sin embargo, son tremendamente difı́ciles de resolver, hasta
p|a o p|b. el punto de que algunos de ellos llevan planteados varios siglos y aún no han sido resueltos. Por
ejemplo, Christian Goldbach (1690–1764) envió en 1742 una carta a su amigo Euler, en la que, tras
Demostración. Puesto que p es primo, no tiene más divisores positivos que 1 y p. Por tanto, si comprobar unos pocos casos particulares, afirmaba:
p |a, mcd(p, a) = 1. Podemos entonces aplicar la parte (ii) del lema 2.2.15 para concluir que p|b. todo número natural par distinto de 2 es suma de dos números primos.
Todavı́a no se sabe si esta afirmación es cierta o falsa. Una excelente novela de Apostolos
Doxiadis, El tı́o Petros y la conjetura de Goldbach, refleja (entre otras cosas) los esfuerzos para
probarla. Y, para animar a quien tenga buenas ideas sobre esta cuestión, las editoriales de la
Teorema 2.2.25 (Teorema fundamental de la aritmética) Todo número entero positivo dis- novela, Bloomsbury Publishing Company (Estados Unidos) y Faber and Faber Limited (Gran
tinto de 1 puede descomponerse como producto de factores primos de manera única, salvo el orden Bretaña), ofrecen un premio de un millón de dólares a quien obtenga una solución antes de marzo
de dichos factores. de 2002.
46 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 47
Lectura: Conjetura de Fermat/Teorema de Wiles. 2.2.5 Congruencias.
Quizá el problema más famoso en este terreno es el llamado “último teorema de Fermat”. Pierre
Volvemos sobre una importante relación que habı́amos introducido anteriormente.
de Fermat, contemporáneo de Descartes y tan buen o mejor matemático que él, estudiaba hacia
1637 un ejemplar de la edición de G. C. Bachet de la Arithmetica de Diofanto, y tenı́a por costumbre
incluir comentarios propios en el margen del libro. En una página escribió: Definición 2.2.26 Fijado un entero m ≥ 2, dos números enteros a y b son congruentes módulo
Descomponer un cubo en suma de otros dos cubos, una cuarta potencia, o en general cualquier m, a ≡ b (mód m), si m|(b − a).
potencia en suma de dos potencias del mismo orden mientras sea mayor al segundo, es imposible,
y ciertamente he encontrado una demostración magnı́fica de esto, pero el margen es demasiado Equivalentemente, a ≡ b (mód m) si y sólo si a y b dan el mismo resto al dividirlos por m:
estrecho para contenerla. pues si a = pm + r, b = qm + r, 0 ≤ r < m, resulta b − a = (q − p)m; y recı́procamente, si
¿Era un farol? Algunas otras de sus afirmaciones contenı́an las ideas de las demostraciones, a ≡ b (mód m), para algún entero k es b − a = km, luego si a = pm + r, 0 ≤ r < m, entonces
todas ellas de gran originalidad. Lo cierto es que sólo pudieron darse respuestas parciales para b = a + km = (p + k)m + r, 0 ≤ r < m, y ası́ r es igualmente el resto de dividir b por m (estamos
valores particulares del exponente (hay abundantes referencias sobre ellas: una reciente, el capı́tulo usando la unicidad del resto en la división entera).
5 del libro de J. L. Casti: Mathematical Mountaintops: The Five Most Famous Problems of All
Time. Oxford U. P., 2001.). En junio de 1993, el matemático inglés Andrew Wiles presentó en una Proposición 2.2.27 Para cada entero m ≥ 2, la relación de congruencia es una relación de
conferencia en Cambridge la demostración de un resultado —la conjetura de Shimura-Taniyama- equivalencia en Z.
Weil— que implicarı́a que la afirmación de Fermat era cierta. La comunidad matemática vivió
una etapa de ‘suspense’ cuando se descubrió un fallo que Wiles no pudo solucionar hasta 1994, Demostración. Ejercicio.
publicando junto con Richard Taylor en 1995 un artı́culo de más de 130 páginas, que parece haber
resuelto finalmente todas las dificultades. Por consiguiente, fijado m, Z queda ‘partido’ en una colección
El teorema de Fermat también ha sido fuente de inspiración literaria: una novela de Denis disjunta de clases de equivalencia [a] = {b ∈ Z : a ≡ b (mód m)}, que
Guedj, El teorema del loro, da un repaso a la historia de las matemáticas mientras desarrolla una se denominan clases de restos módulo m.
intriga montada alrededor del loro de un hipotético ‘demostrador’ del teorema. Si representamos en un sistema cartesiano los puntos (a, b) ∈ Z×Z
tales que a ≡ b (mód m) para m = 3, por ejemplo, comprobamos que
Ejercicios aparecen puntos sobre rectas de pendiente 1 que cortan al eje OX
en los valores enteros múltiplos de 3. Fijado a = a0 , tenemos puntos
9.1. Demostrar que si n ≥ 2 y n no es primo, entonces debe existir un primo p tal que p|n y
(a0 , b) sobre una recta paralela al eje OY , distanciados consecutiva-
p2 ≤ n. ¿Qué interés tiene este resultado en relación con la criba de Eratóstenes?
mente en 3 unidades (ver figura adjunta); sus proyecciones sobre el
9.2. Demostrar que todo número primo mayor que 3 es de la forma 6n + 1 o 6n + 5. eje OY son los puntos b de la clase de equivalencia [a0 ]. Como se
9.3. Demostrar que un entero de la forma 4n + 3 admite un divisor primo de esa forma y deducir
que existen infinitos números primos de la forma 4n + 3. puede observar, hay tan sólo tres clases distintas: las proyecciones de los puntos marcados con
cuadrados (los múltiplos de 3), las de los puntos marcados con cı́rculos (los anteriores más 1
9.4. Probar que cualquier número primo p = 3 es de la forma 3q + 1 ó 3q + 2 para algún entero q. unidad) y las de los puntos marcados con triángulos (los primeros más 2 unidades).
Probar que existen infinitos primos de la forma 3q + 2.
La situación general es similar:
9.5. Si p es primo, probar que p divide al coeficiente binómico
 Proposición 2.2.28 Para cada entero m ≥ 2, dado a ∈ Z, la clase de restos de a módulo m es
p
, 1 ≤ k ≤ p − 1.
k [a] = {a + mz : z ∈ Z} = a + mZ.
Encontrar un contraejemplo para el caso de que p no sea primo.
Demostración. Evidentemente, si b = a + mz, z ∈ Z, es a ≡ b (mód m) por la definición de
9.6. Sean p, a, n ∈ Z. Demostrar que si p es primo y n es positivo y se verifica que p|an , entonces congruencia. Y si a ≡ b (mód m), por lo mismo debe existir un z ∈ Z tal que b − a = mz, es decir,
p|a y, por tanto, pn |an . ¿Vale también si p es compuesto? b = a + mz.
9.7. Si mcd(a, b) = 1 y a2 − b2 es un cuadrado perfecto, probar que a + b y a − b son ambos
cuadrados perfectos o bien dobles de cuadrados perfectos.
Definición 2.2.29 Fijado m ≥ 2, el conjunto de las clases de restos módulo m se denota por Zm
9.8. ¿Cuál es la relación entre el número de ceros en que termina la expresión decimal de un entero o Z/mZ.
n y su descomposición en factores primos? Se trata, pues, del conjunto cociente de Z respecto de la relación de congruencia módulo m.
9.9. Probar que si 2n − 1 es primo, entonces n es primo. (Los primos de la forma 2n − 1 se llaman
Proposición 2.2.30 Dado m ≥ 2,
primos de Mersenne ; se conocen 35 primos ası́.)
Sugerencia: ¿qué sucede si n no es primo?
Zm = {[0], [1], . . . , [m − 1]}.
48 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 49
Demostración. Para cada a ∈ Z, [a] = [r] para uno y un solo entero r tal que 0 ≤ r < m: el resto 5. Propiedad asociativa del producto. ([a] [b]) [c] = [a] ([b] [c]).
de la división entera de a por m, según hemos comentado previamente. (Ambas son la clase [abc].)
6. Propiedad conmutativa del producto. [a] [b] = [b] [a].
Además del interés de las clases de restos en muchos usos de la vida cotidiana (la esfera del (Inmediato.)
reloj, los meses, los dı́as de la semana, los cuentakilómetros de los coches) y de sus aplicaciones 7. Existencia de elemento neutro (identidad) para el producto. Hay una clase, concre-
en cuestiones relacionadas con la divisibilidad, los conjuntos Zm son importantes porque pueden tamente [1], tal que [1] · [a] = [a] · [1] = [a].
dotarse de una estructura algebraica (de una suma y un producto). Esta estructura es suficiente- (Inmediato.)
mente similar a la de Z como para que nos sintamos cómodos operando en ella, y suficientemente
distinta como para proporcionar ejemplos sencillos de situaciones insospechadas: fallos a veces en 8. Propiedad distributiva del producto respecto de la suma. [a] ([b] + [c]) = [a] [b] + [a] [c].
la propiedad cancelativa, con la existencia de ‘divisores de cero’, frente a la existencia, en otras (Ambas son la clase [a(b + c)] = [ab + ac].)
ocasiones, de inverso para el producto como en Q, R y C.
Ejemplos. Veamos las tablas completas de sumar y multiplicar para m = 6 y m = 7 (en el interior
La definición de suma y producto de clases de restos es completamente natural: [a] + [b], [a] · [b], de la tabla, por comodidad, hemos representado las clases sin los corchetes [ , ].)
‘deben ser’ [a + b], [a · b]. Pero un momento de reflexión basta para darse cuenta que necesitamos
un ajuste previo. Si a es otro representante de [a] y b es otro representante de [b], de modo que + [0] [1] [2] [3] [4] [5] × [0] [1] [2] [3] [4] [5]
[a] = [a ], [b] = [b ], ¿llegamos al mismo resultado si tomamos [a + b ], [a · b ]? El objetivo del [0] 0 1 2 3 4 5 [0] 0 0 0 0 0 0
siguiente lema es comprobar que la respuesta es afirmativa. [1] 1 2 3 4 5 0 Suma y [1] 0 1 2 3 4 5
[2] 2 3 4 5 0 1 producto [2] 0 2 4 0 2 4
Lema 2.2.31 Dado m ≥ 2, sean a ≡ a (mód m), b ≡ b (mód m). Entonces [3] 3 4 5 0 1 2 módulo 6 [3] 0 3 0 3 0 3
[4] 4 5 0 1 2 3 [4] 0 4 2 0 4 2
a + b ≡ a + b (mód m), ab ≡ a b (mód m). [5] 5 0 1 2 3 4 [5] 0 5 4 3 2 1
Demostración. Que a ≡ a (mód m), b ≡ b (mód m), significa que existen p, q ∈ Z tales que + [0] [1] [2] [3] [4] [5] [6] × [0] [1] [2] [3] [4] [5] [6]
a − a = pm, b − b = qm. En consecuencia
[0] 0 1 2 3 4 5 6 [0] 0 0 0 0 0 0 0
(a + b ) − (a + b) = a − a + b − b = (p − q)m, [1] 1 2 3 4 5 6 0
Suma y
[1] 0 1 2 3 4 5 6
[2] 2 3 4 5 6 0 1 [2] 0 2 4 6 1 3 5
producto
y ası́ a + b ≡ a + b (mód m). [3] 3 4 5 6 0 1 2 [3] 0 3 6 2 5 1 4
módulo 7
Análogamente, [4] 4 5 6 0 1 2 3 [4] 0 4 1 5 2 6 3
a b = (a + pm)(b + qm) = ab + (aq + pb + pqm)m, [5] 5 6 0 1 2 3 4 [5] 0 5 3 1 6 4 2
de donde ab ≡ a b (mód m). [6] 6 0 1 2 3 4 5 [6] 0 6 5 4 3 2 1
Se observará que entre las tablas de sumar hay bastantes analogı́as: son simétricas respecto a
Definición 2.2.32 Dado m ≥ 2, sean [a], [b] ∈ Zm . Definimos [a] + [b] = [a + b], [a] · [b] = [a · b] la diagonal principal, por ejemplo (¿debido a qué?), y en cada fila y cada columna aparece una
permutación de Zm (están todas las clases sin excepción, una sola vez, en ordenaciones diferentes:
Notemos que según el lema previo, la aplicación suma (respectivamente, producto) de Zm × Zm ¿hay alguna causa?). En las tablas de multiplicar hay mayores discrepancias, e incluso “fenómenos
en Zm que hace corresponder a ([a], [b]) ∈ Zm × Zm la clase [a + b] (respectivamente, [ab]) está bien extraños”. Descontando la anomalı́a que siempre introduce el [0] en la multiplicación, la tabla
definida. de multiplicación módulo 7 mantiene las caracterı́sticas anteriores; por el contrario, en Z6 hay
“aberraciones” tales como que el producto de dos clases no nulas, [2] por [3] y otras, ¡es la clase
Proposición 2.2.33 Con la suma y el producto que acabamos de definir, Zm es un anillo conmu- nula! Sin embargo, la multiplicación por [5] produce una permutación en Z6 como en la suma, e
tativo con unidad. incluso “tiene inversa”, la propia clase [5], de modo que [5]2 = [1] (lo cual es menos chocante si se
piensa que [5] = [−1]).
Demostración. Que Zm es un anillo conmutativo con unidad significa que se cumple, cualesquiera La explicación de estos hechos está en los resultados que vienen a continuación.
que sean las clases [a], [b], [c] ∈ Zm ,
1. Propiedad asociativa de la suma. ([a] + [b]) + [c] = [a] + ([b] + [c]). Lema 2.2.34 Sean a, b, m enteros y m ≥ 2. Si d = mcd(a, m), entonces la congruencia lineal
(Cierto: ambas son la clase [a + b + c].)
ax ≡ b (mód m) (Ξ)
2. Propiedad conmutativa de la suma. [a] + [b] = [b] + [a].
(Puesto que a + b = b + a.) tiene solución si, y sólo si, d|b.
3. Existencia de elemento neutro (cero) para la suma. Hay una clase, [0] concretamente, Cuando d divida a b, si x0 es una solución, la solución general viene dada por
tal que [0] + [a] = [a] + [0] = [a].
(Puesto que 0 + a = a + 0 = a.) x = x0 + (m/d)n, n∈Z
4. Existencia de elemento opuesto para la suma. para cada [a] ∈ Z hay una clase (y una En particular, las soluciones forman, exactamente, d clases de restos módulo m, con representantes
sóla), la clase [−a], tal que [−a] + [a] = [a] + [−a] = [0].
(Evidente.) x0 , x0 + (m/d), x0 + 2(m/d), . . . , x0 + (d − 1)(m/d).
50 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 51
Demostración. Un x ∈ Z es solución de la ecuación (Ξ) si y sólo si m divide a b − ax, lo cual a su se deduce
vez equivale a que exista un y ∈ Z tal que b − ax = my, o sea, ax + my = b : en otras palabras, x
es solución de (Ξ) si y sólo si es solución (junto con algún y) de la ecuación diofántica ax + my = b. N ≡ c0 (mód 2), N ≡ c0 (mód 5), N ≡ c0 +c1 +c2 +· · · (mód 3), N ≡ c0 +c1 +c2 +· · · (mód 9),
Como ya sabemos, existe tal solución si y sólo si d = mcd(a, m)|b, y si hay solución, las infinitas
soluciones se deducen de una de ellas x0 (con su pareja y0 ) a través de las fórmulas x = x0 +(m/d)n y de aquı́ los criterios de divisibilidad que hemos recordado.
(con y = y0 − (a/d)n), n ∈ Z. También se justifica ası́ la olvidada “prueba del nueve” para la división: al efectuar ‘a mano’
La única novedad en el enunciado es, por tanto, la afirmación final. Para probarla, observemos la división entera entre números grandes a y b, es fácil cometer errores tanto de cálculo como de
primero que cada número x0 + k(m/d), 0 ≤ k ≤ d − 1 está en una clase de restos distinta, pues escritura. Una prueba cómoda (¡aunque no infalible!) para detectarlos, si hemos obtenido un
x0 + j(m/d) ≡ (m/d)x0 + k(m/d) (mód m) con 0 ≤ j < k ≤ d − 1 implicarı́a que m|(k − j)(m/d), cociente c y un resto r, consiste en trazar un aspa como en la figura, y poner
a b en a el resultado de sumar las cifras de a. Si esta es mayor que 9, sustituimos
siendo 0 ≤ (k − j)(m/d) ≤ k(m/d) < m, lo cual es imposible.
Por último, dada una solución cualquiera x = x0 + (m/d)n, n ∈ Z, dividiendo n por d resulta r c a por la suma de sus cifras, y si es 9 ponemos un cero; repitiendo este proceso
n = qd + r, q ∈ Z, 0 ≤ r ≤ d − 1, y ası́ x0 + (m/d)n = x0 + qm + r(m/d) ≡ x0 + r(m/d) (mód m). si es necesario, llegaremos en unos cuantos pasos a un valor menor que 9 que
pondremos en la casilla de a (el valor final es, obviamente, el único número
a’ entre 0 y 8 congruente con a módulo 9; por ejemplo, para a = 87462371, irı́amos
Siguiendo con la misma notación, r’ c’ obteniendo 8 + 7 + 4 + 6 + 2 + 3 + 7 + 1 = 38, 3 + 8 = 11, 1 + 1 = 2 —o más fácil,
b’ 8 + 7 + 4 + 6 + 2 + 3 + 7 + 1 = (8 + 1) + (7 + 2) + 4 + (6 + 3) + 7 ≡ 4 + 7 = 11).
Corolario 2.2.35 Si mcd(a, m) = 1, hay una y una sola solución módulo m.
Con el mismo método de ‘reducción’ sumando cifras, ponemos en b el único número entre 0
Corolario 2.2.36 La congruencia y 8 congruente con a módulo 9, en c el ‘reducido’ de c, en r el ‘reducido’ de r. Multiplicamos
ax ≡ 1 (mód m) c por b , ‘reducimos’ el resultado, y lo sumamos con r ; el número obtenido debe ‘reducirse’ a a .
tiene solución si, y sólo si, mcd(a, m) = 1, en cuyo caso, hay una sóla solución módulo m. Si no es ası́, hay un error con toda seguridad; pero si coinciden, podrı́a haber todavı́a un error,
aunque sea ‘un poco menos probable’. La razón: lo que se comprueba es si de a ≡ a , b ≡ b , c ≡ c ,
Si en un anillo con unidad A todo elemento no nulo tiene inverso (o sea, hay un elemento que r ≡ r (mód 9), y a = cb + r, se sigue a ≡ c b + r (mód 9). Si no es ası́, por supuesto debe haber un
multiplicado por él da la unidad), se dice que A es un cuerpo. error en los números, porque de la igualdad se sigue la equivalencia; pero si se da la equivalencia,
Proposición 2.2.37 Sea m un entero mayor o igual que 2. Entonces Zm es un cuerpo si y sólo no esta garantizada la igualdad.
si m es primo. Ejercicio. Probar que un número es divisible por 11 si y sólo si la suma de las cifras de lugar par
menos la suma de las cifras de lugar impar es múltiplo de 11.
Demostración. Que una clase [a] = [0] tenga inverso quiere decir que existe [x] tal que [a][x] =
[ax] = [1]. Pero esto significa, en términos de congruencias, que dado un entero a tal que m | a, Sugerencia: 10 ≡ −1 (mód 11).
exista un entero x tal que ax ≡ 1 (mód m). Ejercicio. Probar que un número es divisible por 25 si y sólo si termina en 00, 25, 50 o 75.
Por tanto, si m es primo, puesto que mcd(a, m) = 1 ya que m | a, [a] tiene inverso como Ejercicio. ¿Por qué nunca se enuncia un criterio sencillo de divisibilidad por 7, similar a los que
garantiza el corolario precedente. Y si m es compuesto, m = ab con 1 < a < m, 1 < b < m, con hemos considerado?
lo cual, tiene que ser [a] = [0], y sin embargo [a] no tiene inverso, pues mcd(a, m) = a = 1 (más
Dı́gitos de control. Las congruencias inciden en nuestra vida diaria de forma invisible, pero
todavı́a: [a] y [b] son divisores de cero, [a][b] = [0], pese a que tanto [a] como [b] son ambos
constante, y en las situaciones más insospechadas. Ası́ lo explica el prof. M. Gasca ([G]):
distintos de [0]).
Algunas aplicaciones de las congruencias nos son familiares desde bastantes años atrás. Se dice que estamos en la Era de la Información. Veamos algunas de las cuestiones
Criterios de divisibilidad. surgidas en torno a ella y que en el fondo son problemas matemáticos más o menos
 Un número es divisible por 2 cuando termina en 0 o cifra par.  intrincados. Se usan mucho los códigos de barras para identificar un producto. Se trata
 Un número es divisible por 5 cuando termina en 0 o en 5.  de barras blancas y negras que al ser leı́das rápidamente por láser se traducen en ceros
¿Suena conocido? y unos, sistema binario, que a su vez se traducen a numeración decimal. En el caso del
 Un número es divisible por 3 cuando la suma de sus cifras es múltiplo de 3.  Código Universal de Productos, el más frecuente, son unos 12 dı́gitos decimales, de los
 Un número es divisible por 9 cuando la suma de sus cifras es múltiplo de 9.  que uno advierte del grupo de productos de que se trata, el grupo siguiente identifica
La razón de estas reglas es ahora muy evidente. Partimos de un número N escrito cn cn−1 . . . c1 c0 al fabricante, otro grupo da idea del producto concreto, a veces de su tamaño, etc., y
en base decimal, de manera que el último dı́gito es de control.
N = c0 + c1 · 10 + · · · + cn−1 · 10n−1 + cn · 10n , cn = 0. Si han observado los números de sus cuentas bancarias de 20 dı́gitos, los 4 primeros son la
entidad, 4 para la Agencia, 2 de control y luego 10 para su cuenta personal. Observarán
Que sea divisible por m equivale a que sea congruente con 0 (mód m). Observando que que en ambos casos hablamos de dı́gitos de control. Es muy fácil al transmitir tantos
10 ≡ 0, 102 ≡ 0, ..., 10n ≡ 0, ... (mód 2), números bailar su orden o confundir una cifra. Mediante un algoritmo matemático muy
simple el ordenador detecta el error. Se entenderá mejor con el NIF. Hacienda tenı́a
10 ≡ 0, 102 ≡ 0, ..., 10n ≡ 0, ... (mód 5),
graves problemas con la gente que daba, intencionadamente, un número erróneo de
10 ≡ 1, 102 ≡ 1, ..., 10n ≡ 1, ... (mód 3), DNI, sin poder demostrar la intencionalidad del error. Un algoritmo muy simple asigna
10 ≡ 1, 102 ≡ 1, ..., 10n ≡ 1, ... (mód 9), a cada número de DNI una letra, dando lugar al NIF. Para ello, Hacienda seleccionó 23
52 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 53
letras del alfabeto eliminando i, ñ, o y u por causar confusiones, y les asignó un número Proposición 2.2.39 (El pequeño teorema de Fermat) Dado un número primo p, sea a ∈ N
aleatorio entre 0 y 22: la A tiene el 3, la W el 2, etc. Dividiendo el número del DNI tal que p no divide a a. Entonces ap−1 ≡ 1 (mód p).
entre 23, prescindiendo de decimales en el cociente y volviendo a multiplicar por 23,
se obtiene un número igual o menor que el del DNI. La diferencia entre el DNI y ese Demostración. Zm = {[0], [1], . . . , [p − 1]} = {[0 · a], [1 · a], . . . , [(p − 1) · a]} Por tanto
nuevo número es el que decide la letra. Si ahora Vd. cambiara algo en su número de 0 ≡ 1 · 2 · · · (p − 1) ≡ a · 2a · · · (p − 1)a ≡ 1 · 2 · · · (p − 1)ap−1 (mód m)
DNI, como bailar dos dı́gitos, es sumamente probable que la letra final no saldrı́a la
misma y el ordenador avisará del error. Entendiendo el proceso serı́a facilı́simo cambiar y cancelando 1 ≡ ap−1 (mód m).
el número y a la vez cambiar la letra para que concuerden y el ordenador no detecte el
error, pero si posteriormente se descubre, ya hay manifiesta mala fe. Corolario 2.2.40 Dado un número primo p, para cualquier a ∈ N es ap ≡ a (mód p).
En el caso de la cuenta bancaria, los dı́gitos son 2 porque se usa uno para el grupo de
cifras Banco-Agencia y otro para el número de la cuenta. Demostración. Si p|a, ap ≡ a ≡ 0 (mód p). En caso contrario, basta multiplicar por a ambos
términos de la equivalencia ap−1 ≡ 1 (mód p).
Por supuesto, podemos añadir otros ejemplos (ver [C-C-S], pp. 46 y ss.):
Por tanto, si encontramos valores de a para los que no se cumplen las equivalencias anteriores,
• ISBN p NO podrá ser primo.
Ejemplos.
El ISBN es el International Standard Book Number, el NIF de los libros podrı́amos decir. Es un
código que se asigna a cada publicación que lo solicita, que permite identificarla rápidamente. (1) 63 no es primo: si lo fuera, 262 ≡ 1 (mód 3), y sin embargo
Consiste en 9 dı́gitos, seguidos de un décimo sı́mbolo que puede ser otro dı́gito (de 0 a 9) o
una X. Los nueve primeros dı́gitos dan la información del libro, como el año y el lugar de 262 = 260 · 22 = (26 )10 · 22 = (64)10 · 22 ≡ 4 (mód 63).
publicación, y el sı́mbolo final es de control. Si el ISBN de un libro es a1 a2 . . . a9 b, se elige b
de manera que a1 + 2a2 + · · · + 9a9 ≡ b (mód 11), correspondiendo X al resto 10. En este (2) 341 no es primo: si lo fuese, como 73 = 343 ≡ 2 (mód 341) y 210 = 1024 ≡ 1 (mód 341), se
caso hay posibilidad de corregir pequeños errores: si en el n-ésimo sı́mbolo hay un error de verificarı́a 7340 = 73·113+1 ≡ 2113 7 ≡ 2110+3 7 ≡ 8·7 ≡ 56 (mód 341). Como 56 ≡ 1 (mód 341),
+1 o −1, entonces a1 + 2a2 + · · · + 9a9 + 10b (mód 11) es igual a +n o −n, respectivamente. 341 no puede ser primo.
• Música digitalizada Ver comentarios en [D’A-W], p. 114.
En los CD’s, la música se almacena codificada en listas de ceros y unos. Usando un rayo La congruencia de Fermat también sirve, obviamente, para hallar restos.
laser, el lector de CD’s lee la información del disco y la convierte en la señal que termina Ejemplo. Como 31 es primo, 1130 ≡ 1 (mód 31), y ası́
transformada en sonido en los altavoces. Hay muchas causas que pueden originar errores de 11902 = 1130·30+2 = (1130 )30 · 112 ≡ 130 · 112 ≡ 121 ≡ 28 (mód 31).
lectura: rayas, suciedad o polvo en la superficie del disco, el rayo laser deja de apuntar al Criptografı́a.
lugar adecuado, etc. El almacenamiento de la información ha de hacerse de manera que el El pequeño teorema de Fermat o sus generalizaciones están en la base de algunos sistemas modernos
lector pueda detectar y corregir esos errores. de criptografı́a.
• Comunicaciones  ¿Cómo transmitir mensajes secretos asegurándose que no serán comprendidos por un
En todos los canales de comunicación hay que contar con el ‘ruido’, alteraciones de todo tipo eventual enemigo? Tal es el objetivo de la criptografı́a. En principio, el mensaje a
que hacen que la señal recibida no sea igual que la emitida: transmisiones de televisión o transmitir tiene que codificarse previamente por medio de una clave que el emisor y el
telefonı́a por satélite, lı́neas de teléfono, fax, e-mails, televisión, etc. mediante cable,. . . receptor mantienen en secreto. En general, esta clave puede ser fácilmente  invertida,
por lo que sirve tanto para cifrar el mensaje inicial como para descifrar el mensaje cifra-
Para crear códigos que permitan corregir errores, se han utilizado ¡espacios vectoriales sobre
do. En tal caso, que es el clásico, el emisor y el receptor comparten un mismo secreto,
cuerpos Zp !
la clave que sirve para cifrar y descifrar. El principio de la criptografı́a de clave pública,
En [COMAP], pp. 586 y ss., pueden verse también algunos detalles sobre corrección de errores inventado en 1976 por Whitfield Diffie y Martin Hellman, de la Universidad de Stan-
y compresión de datos. ford, es muy distinto. El método supone que la clave del cifrado no puede ser fácilmente
invertida para hallar la clave del desciframiento. La primera puede ser pública, mien-
Otra aplicación importante de las congruencias es que ciertos resultados permiten responder tras que sólo el receptor puede conocer la segunda. La seguridad es entonces mucho
afirmativamente a la pregunta: ¿es posible probar que un número no es primo sin conocer sus mayor. Supongamos que Alicia quiere enviar a Bernardo un mensaje secreto por medio
factores? Veamos cómo (criterios de primalidad). de una clave pública. En tal caso, Bernardo tiene que comunicar a Alicia una clave de
cifrado que puede ser conocida por todo el mundo (es la clave pública). Alicia la utiliza
Lema 2.2.38 Sean a y m enteros relativamente primos, y m ≥ 2. Entonces la aplicación de para cifrar su mensaje, que luego envı́a a Bernardo. Para descifrar el mensaje en clave,
M : Zm \ {0} → Zm \ {0} dada por M ([x]) = [a] · [x] = [ax] (la multiplicación por [a]) es una Bernardo utiliza su clave privada, que es el único en conocer.
biyección.
El sistema de cifrado de clave pública más conocido y utilizado es probablemente el
Demostración. Es otra forma de enunciar el corolario 2.2.35. sistema RSA, inventado en 1978 por Ronald Rivest, Adi Shamir y Leonard Adelman,
del MIT (Massachusetts Institute of Technology, Estados Unidos). 
54 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.2. NÚMEROS ENTEROS. 55
[· · ·] Ejercicios
 Desde aproximadamente 1980, es bastante fácil averiguar si un número, aunque sea
10.1. Demostrar, utilizando congruencias, que si un número entero es a la vez un cuadrado y un
muy grande, es o no primo. En cambio, es mucho más difı́cil descomponer un número cubo, entonces se puede escribir en la forma 7k o 7k + 1.
grande en factores primos. En esta diferencia de dificultad se basan precisamente los
modernos métodos de criptografı́a. Muy esquemáticamente, la idea consiste en construir 10.2. Probar que las seis primeras potencias de 10 pertenecen a distintas clases de congruencias
la clave del cifrado (no secreta) por medio de un número N producto p×q de dos números módulo 7. (Comentario: Gauss preguntó si las potencias de 10 dan n − 1 clases de congruencias
primos grandes. El desciframiento, en cambio, requiere el conocimiento de p y q por distintas módulo n para infinitos n; la pregunta sigue sin contestar. Los módulos 5 y 13 fallan, a
separado, unos valores que sólo se comunican a las personas autorizadas. Para descifrar pesar incluso de que son primos.)
un mensaje en clave, un espı́a tendrı́a que encontrar, conociendo N , sus dos factores 10.3. Sea k un número impar. Probar que k 2 ≡ 1 (mód 8).
primos p y q. Ahora bien, para N lo bastante grande (digamos que del orden de 150
cifras) y convenientemente elegido, es imposible realizar esta operación inversa en un 10.4. ¿Hay algún cuadrado perfecto (entero de la forma k 2 , k ∈ Z), que sea congruente con 2
tiempo aceptable.  módulo 3? ¿Por qué?
[· · ·] 10.5. Si x2 + y 2 = z 2 , demostrar:
 La importancia de la teorı́a de números en criptografı́a es tal que los matemáticos
(i) al menos uno de los valores x, y o z es divisible por 3;
se ven confrontados a problemas deontológicos. Por ejemplo, si uno de ellos descubre
un método de factorización numérica mucho más eficaz que los precedentes, ¿qué debe (ii) xyz es un múltiplo de 4;
hacer? ¿Comunicarlo al primer ministro, exponerlo públicamente en una conferencia
internacional para que nadie pueda aprovecharse de él a expensas de otros o venderlo al (iii) al menos uno de los valores x, y o z es divisible por 5;
mejor postor? Afortunadamente, hasta dónde se sabe, las mejoras encontradas por los
matemáticos no son lo bastante revolucionarias como para que el problema se plantee (iv) xyz es un múltiplo de 60.
en toda su acuidad. 
(Los enteros x, y, z que cumplen la ecuación dada se llaman, por razones obvias, ternas pitagóricas .)
(fragmentos del artı́culo ‘La intriga de los números primos’, de Henri Cohen, publicado en El 10.6. Dado un entero n ≥ 2, probar que en cada clase de restos módulo n hay exactamente un
universo de los números: Matemáticas para interpretar el mundo, Mundo Cientı́fico, Extra núm. 1.) entero r que cumple −n/2 < r ≤ n/2.
En [C-C-S], pp. 15–16, se da la siguiente descripción simplificada del sistema RSA, a modo (Estos números se llaman menores restos absolutos módulo n; cuando n es impar, son 0,
de receta culinaria: los ingredientes necesarios son dos números primos p y q, un número de ±1, ±2, . . . , ±(n − 1)/2; cuando n es par, 0, ±1, ±2, . . . , ±(n − 2)/2, n/2.)
codificación v y otro de descodificación w tales que
10.7. Usando el problema anterior, hallar el menor resto no negativo de 28 × 33 (mód 35).
vw ≡ 1 (mód (p − 1)(q − 1)). 10.8. Decimos que k es un cuadrado módulo n si k ≡ j 2 (mód n) para algún j. Supongamos
que n = m2 + 1 para algún m ∈ N. Probar que si k es un cuadrado módulo n, también −k es un
Los primos p y q y el número de descodificación w son secretos. El número de codificación v y el cuadrado módulo n.
módulo m = p · q no hace falta que sean secretos, pueden ser públicos.
Codificar un número x transformándolo en otro y mediante 10.9. Si p es un primo, probar por inducción en n que np ≡ n (mód p). Deducir el pequeño
teorema de Fermat.
y ≡ xv (mód m).
10.10. Calcular 132231 (mód 7), 246218 (mód 11), 145197 (mód 13).
Descodificar y recuperando x mediante 10.11. Hallar los inversos de 13 en Z21 y Z31 .
x ≡ y w (mód m). 10.12. Hallar los inversos de 4 y 12 en Z19 .
10.13. El problema de los cocos. Cinco marineros suspicaces emplean el dı́a en recoger un
¿Qué justifica la última afirmación? Se supone que p y q son muy grandes, y que x es menor que montón de cocos. Agotados, posponen el reparto del montón hasta la mañana siguiente. Descon-
ellos. Por eso (xq−1 )p−1 ≡ 1 (mód p), (xp−1 )q−1 ≡ 1 (mód q), de donde x(p−1)(q−1) ≡ 1 (mód pq) fiados, cada uno decide coger su parte durante la noche. El primer marinero divide el montón en
(¿por qué?), y ası́ cinco partes iguales más un coco extra, que da a un mono. Coge un montón y deja el resto en un
único montón. Más tarde, el segundo marinero hace lo mismo; y, de nuevo, el mono recibe un coco
y w ≡ xvw ≡ xa(p−1)(q−1)+1 ≡ (x(p−1)(q−1) )a · x ≡ x (mód m). sobrante. El tercero, cuarto y quinto marineros también lo hacen; todas las veces queda un coco,
que recibe el mono. Por la mañana, dividen los cocos restantes en cinco montones iguales, y cada
Ver otra descripción ‘aproximada’ en [COMAP], pp. 580–584. Para mayor precisión, consultar marinero recibe su “parte”. (Cada marinero sabe que faltan algunos, pero nadie protesta, porque
en la dirección ¡todos son culpables!) ¿Cuál es el menor número posible de cocos en el montón original?
http: //euler.fie.us.es/Docencia/Imd II/27.htm#2.7.1. Criptografı́a RSA (Este problema apareció en el Saturday Evening Post el 9 de octubre de 1926.)
los apuntes de Fco. Javier Cobos Gavala, Universidad de Sevilla.
56 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS 2.3. APÉNDICE: LOS AXIOMAS ORIGINALES DE PEANO. 57
2.3 APÉNDICE: Los axiomas originales de Peano. En el lenguaje conjuntista actual, se resumirı́an en:
Existe un conjunto N, una aplicación s : N → N, y un elemento 0 ∈ N tales que s es inyectiva,
Reproducimos la primera página de la versión publicada en “su” latı́n por G. Peano en 1895 en la
0∈/ s(N), y si S ⊆ N es tal que 0 ∈ S y, para todo n ∈ N, de n ∈ N se sigue que s(n) ∈ N, entonces
Rivista di matematica.
S = N.
N0 vale  numero , et es nomen commune de 0,1,2, etc. Peano elaboró sus axiomas en un momento (finales del siglo XIX) en el que la búsqueda de
0   zero . una fundamentación sólida para todas y cada una de las partes de las Matemáticas se sentı́a como
+   plus . Si a es numero, a+ indica  numero sequente a  . una necesidad inaplazable. Diversas crisis de la intuición (la demostración de Beltrami de que las
Quæstione, si nos pote defini N0 , significa si nos pote scribe æqualitate de forma geometrı́as no euclı́deas eran tan firmes como la euclı́dea, la creación de la teorı́a de conjuntos por
N0 = expressione composito per signos noto   − . . . ı, Cantor) hicieron a los matemáticos tremendamente desconfiados hacia lo que, hasta entonces, habı́a
quod non es facile. sido tenido por indudable. Esta desconfianza en la intuición llevó a un reforzamiento del rigor y
Ergo nos sume tres idea N0 , 0, + ut idea primitivo, per que nos defini omni symbolo de a una revisión de todo lo que se daba por evidente, intentando reducir ‘lo evidente’ a la mı́nima
Arithmetica. expresión.
Nos determina valore de symbolo non definito N0 , 0, + per systema de propositio primitivo Esta actitud hipercrı́tica se ha mantenido como base esencial de las Matemáticas, aunque los
sequente. propios matemáticos sepan tomársela a broma. Ası́ lo hace I. Stewart en Conceptos de matemática
moderna, (Alianza Editorial, Madrid, 1977), pp. 322 y ss.:
* 1. Pp
.0 N0 ε Cls  Se cuenta que un astrónomo, un fı́sico y un matemático estaban de vacaciones en
.1 0 ε N0 Escocia. Al echar una ojeada por la ventanilla del tren, vieron una oveja negra en medio
.2 a ε N0 .⊃. a+ ε N0 de un campo. “¡Qué interesante!”, observó el astrónomo, “todas las ovejas escocesas son
.3 s ε Cls .0εs : aεs .⊃a . a+ εs :⊃. N0 ⊃ s Induct negras!”. A lo que respondió el fı́sico, “¡No, no!¡Algunas ovejas escocesas son negras!”
.4 a.bε N0 . a+ = b+ .⊃. a = b El matemático alzó suplicante la mirada al cielo y entonó, “En Escocia existe al menos
.5 a ε N0 .⊃. a+ -= 0 un campo, que contiene al menos una oveja, uno de cuyos lados, al menos, es negro”.
Lege: Los matemáticos (cuando están en forma) tienden a la prudencia. Un teorema podrı́a
ser cierto. El matemático recuerda las muchas ocasiones en las que lo “obvio” resdultó
.0 N0 es classe, vel  numero  es nomen commune. ser erróneo, y se estremece. En una materia en donde se pueden construir 17-ágonos
. 1 Zero es numero. regulares, pero no 19-ágonos; donde a la esfera se la puede introducir en su propio
interior; donde hay el mismo número de racionales que de enteros, ¿cómo se le puede
.2 Si a es numero, tunc suo successivo es numero. reprochar esa actitud? Y ası́, el matemático decide suspender el juicio hasta que el
.3 N0 es classe minimo, que satisfac ad conditione . 0. 1. 2: teorema es demostrado. Añadamos que no todos los matemáticos despliegan tal pru-
dencia, y algunos de los más grandes del mundo (vivos o muertos), mucho menos. Pero
incluso aquellos que por lo general no son tan cautos se dan cuenta de cuándo pisan
(Fin de página) terreno peligroso. Y debe notarse que hay un abismo entre suspender el juicio sobre un
teorema e ignorarlo. Todo aquel que estudie matemáticas debe estar dispuesto a decir
En esencia, lo anterior puede parafrasearse ası́: hay tres ‘ideas primitivas’, cero (0), número “No me dejo engañar, aunque por el momento siga el engaño, y vea adónde conduce”.
(N0 ) y sucesor o siguiente (+), más la noción de clase (Cls), que en Peano es casi sinónimo de A menudo es retrospectivamente como las dificultades son más fáciles de comprender.
‘propiedad’, y cinco ‘proposiciones primitivas’ (Pp), más una previa, que especifica que ‘N0 es una Una persona que insista en comprender cada paso antes de pasar al siguienteestá ex-
clase, aunque  número  es un nombre común.’ Los postulados vienen a decir que: puesta a ensimismarse tanto en sus pies que no se dé cuenta de que está caminando en
la dirección equivocada. Durante el primer recorrido está permitido ignorar las dificul-
— el cero es un número, tades; de esta manera puede llegarse a un plan de ataque básico. Luego, si todo parece
marchar bien, puede procederse a pulir los detalles.
— el sucesor (el siguiente) de un número es un número,
Pues bien, ha llegado el momento de pulir algunos detalles de nuestra labor anterior.
— si el cero pertenece a una clase (= cumple una propiedad) tal que el sucesor de todo número Una oveja que por un lado es negra y por el otro blanca constituye una curiosidad
que pertenece a la misma (= que cumple la propiedad) también pertenece (= la cumple), notable; y la importancia de si una oveja dada es o no como parece al principio es poca.
entonces todos los números pertenecen a la clase (= cumplen la propiedad); o como él comenta, Pero los matemáticos tienen una inquietante tendencia a apilar deducciones unas sobre
N0 es la mı́nima clase que satisface . 0, . 1, . 2., otras, un poco como los desdichados castillos de naipes. Quitemos una de las cartas,
y toda la estructura se desploma. Al comienzo del programa espacial americano, un
— dos números sólo pueden tener el mismo sucesor si son iguales, y cohete que costó varios millones de dólares hizo explosión nada más separarse. Se habı́a
omitido un punto y coma en la cinta que controlaba su sistema de dirección. Cuanto
— el cero no es sucesor de ningún número. más compleja es una estructura, tanto más desastroso es el menor fallo.
58 CAPÍTULO 2. NÚMEROS NATURALES Y ENTEROS
A finales de siglo [XIX], los matemáticos comenzaron a tener dudas sobre los fun-
damentos de su ciencia. Está de moda hablar de organizaciones “piramidales”. Las
matemáticas se asemejan a una pirámide invertida. Casi todos sus resultados reposan,
en último término, sobre un pequeño número de hipótesis. Es una cuestión de prudencia
elemental el echar una ojeada de cerca a esos supuestos, y hacer de ellos una base lo
más sólida posible.
Bibliografı́a
[C-C-S] Cohen, A. M.; Cuypers, H.; Sterk, H.: Algebra Interactive! (Learning algebra in an
exciting way). Springer, Berlin, 1999.
[COMAP] COMAP: Principles and Practice of Mathematics. Springer, New York, 1997.
[D’A-W] D’Angelo, J. P.; West, D. B.: Mathematical Thinking. Problem-Solving and Proofs.
Prentice-Hall, Upper Saddle River, NJ, 1997.
[D-H] Dorronsoro, J.; Hernández, E.: Números, grupos y anillos. Addison-Wesley/UAM,
Madrid, 1996.
[G] Gasca, M.: Las Matemáticas en la vida del año 2000, Monografı́as de la Academia de
Ciencias de Zaragoza 19 (37–44) 1996.
[Ham] Hamilton, A. G.: Numbers, sets and axioms: the apparatus of mathematics. Cambridge
Univ. Press, 1982.
[Lieb] Liebeck, M.: A Concise Introduction to Pure Mathematics. Chapman & Hall/CRC, Boca
Raton, 2000.
[S-T] Stewart, I.; Tall, D.: The Foundations of Mathematics. Oxford Univ. Press, 1977.
Un libro de problemas resueltos muy interesante con muchos ejercicios accesibles, pero que
en buena parte requiere un mayor conocimiento en Teorı́a de Números, es
[Si] Sierpinski, W.: 250 Problems in Elementary Number Theory. Elsevier, New York; PWN,
Warszawa, 1970.
59
60 BIBLIOGRAFÍA
Capı́tulo 3
Números racionales. Polinomios.
Sobre los números racionales y su construcción seguimos fundamentalmente el texto [D’A-W]. Sobre
polinomios, ver [Pest]. Si bien [D-H] trata en detalle los polinomios, lo hace a un nivel más elevado
del que corresponde a este curso.
En cada momento daremos las referencias complementarias que sean pertinentes.
3.1 Números racionales.
La idea y el manejo de los números racionales, y más concretamente de las fracciones, nos es so-
bradamente familiar. Lo que pretendemos ahora es reflexionar sobre el significado de las fracciones
apoyados en la base conjuntista que poseemos actualmente, explicando el sentido de las manipu-
laciones que hemos aprendido ‘por decreto’ y sentando las bases para construcciones similares en
contextos más generales, que se utilizarán en otras asignaturas.
3.1.1 Insuficiencia de Z. Fracciones.
Consideremos los dos problemas siguientes:
(a) Hay que repartir veinte abrigos equitativamente, en igual número, entre seis familias.
¿Cuántos hay que dar a cada una?
(b) Se dividen veinte metros de tela a partes iguales entre seis sastres. ¿Cuánta tela tendrá
cada uno?
Ambos problemas se traducen matemáticamente en:
‘Hallar x tal que 6x = 20’.
¿Vale para ambos la misma respuesta? Evidentemente, no. En el primer caso, daremos tres
abrigos a cada familia (y sobrarán dos); en el segundo, no podemos dar una respuesta satisfactoria
con valores enteros, Z resulta insuficiente en esta y otras situaciones en las que hay que resolver
exactamente ecuaciones de la forma ax = b, a = 0. Lo que hacemos es ‘sacar de la nada’ una
solución, la ‘fracción’ que representamos por  b/a. Para otra ecuación a y = b tendrı́amos la
solución y = b /a . ¿Habrá, pues, tantas soluciones distintas como ecuaciones distintas? Volviendo
sobre el ejemplo de la tela, la experiencia nos dice que si se repartieran diez metros entre sólo
tres sastres, cada uno recibirı́a la misma cantidad que antes, y lo mismo sucederı́a repartiendo
treinta metros entre nueve, etc. Para reflejar fielmente esta situación, habrá que ‘igualar’ soluciones
idénticas aunque que provengan de ecuaciones distintas. ¿Bajo qué criterio? Si los nuevos entes
van a comportarse de manera coherente con los viejos números enteros, como x = b/a significa
que ax = b e y = b /a significa a y = b , también serı́a a ax = a b, aa y = ab , y ası́ x = y debe
corresponderse justamente con ba = b a. Llamamos fracciones equivalentes a las que verifican esta
relación, y decimos que definen el mismo número racional.
¿Qué estamos haciendo, desde nuestra perspectiva actual? Descorriendo todos los velos, en esto
queda el misterio de las fracciones: tomamos pares ordenados (m, n) ∈ Z × (Z \ {0}) y establecemos
61
62 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.1. NÚMEROS RACIONALES. 63
m p
una ‘equivalencia’: (m, n) ∼ (p, q) si mq = np; si es una verdadera relación de equivalencia, la Definición 3.1.4 Dadas dos fracciones , llamaremos suma de ambas a la fracción
identificación posterior no supone otra cosa que el paso a las clases de equivalencia (un número n q
racional = una clase de equivalencia de fracciones) y al conjunto cociente (este serı́a Q). m p mq + pn
La manera de operar con los nuevos objetos está completamente determinada si no queremos + =
n q nq
romper nuestras cómodas leyes. Para sumar fracciones, recurrimos al ‘arreglo’ anterior: x = b/a,
y = b /a lleva a a ax = a b, aa y = ab , y esto fuerza que aa (x + y) = a b + b a, es decir, y producto a la fracción
mp mp
x + y = (ba + b a)/(aa ). El producto es más directo: de ax = b y a y = b se pasa, multiplicando, n q
=
nq
a aa xy = bb , que deja xy = bb /aa .
¿“Pasan” estas operaciones a las clases de equivalencia, como sucedı́a en el caso de las congru- Para definir la suma y el producto en Q dependemos del siguiente lema.
encias? Habrá que comprobar, igual que entonces, que sumando fracciones equivalentes se obtienen
m m p p m m p p
sumas equivalentes, y que multiplicando fracciones equivalentes se obtienen productos equivalentes. Lema 3.1.5 Dadas fracciones , , , tales que ∼  , ∼  , se verifica
Enseguida nos ocuparemos de ello. n n q q  n n q q
Para complementar esta visión ‘algebraica’ de los números racionales, puede verse una inter- m p m p  mp m p 
+ ∼  + , ∼  .
pretación geométrica como pendientes de rectas, en [D’A-W] pp. 123–124, por ejemplo. n q n q n q n q
Demostración. Por hipótesis, mn = m n, pq  = p q. Por definición
3.1.2 Construcción de Q
m p mq + pn m p m q  + p  n 
Formalicemos las consideraciones anteriores. + = , +  = ,
n q nq n q n q 
Lema 3.1.1 Sea F = Z × (Z \ {0}), y ∼ la relación en F dada por luego
(m, n) ∼ (p, q) cuando y sólo cuando mq = pn.
Entonces ∼ es una relación de equivalencia en F . (mq + pn)(n q  ) = mqn q  + pnn q  = (mn )(qq  ) + (pq  )(nn ),
(m q  + p n )(nq) = m q  nq + p n nq = (m n)(qq  ) + (p q)(nn )
Demostración. La relación ∼ es:
son iguales, que es lo que necesitábamos probar.
• Reflexiva, pues (m, n) ∼ (m, n) cualquiera que sea (m, n) ∈ F , ya que trivialmente mn = mn
Para el producto la demostración se deja como ejercicio.
• Simétrica, siempre que (m, n) ∼ (p, q) resulta (p, q) ∼ (m, n) porque lo primero significa que
mq = pn y lo segundo que pn = mq. m p
Definición 3.1.6 Dados dos números racionales , ∈ Q, llamaremos suma de ambos al
n q
• Transitiva, de (m, n) ∼ (p, q) y (p, q) ∼ (r, s) se sigue (m, n) ∼ (r, s), porque si mq = pn y número racional
ps = rq, también mqps = pnrq. Si p = 0, como q = 0, cancelando pq ya queda ms = nr; m p mq + pn
+ =
mientras que si p = 0, forzosamente m = 0 y r = 0, y en este caso ms = 0 = nr. n q nq
y producto al número racional
mp mp
A los elementos de F los denominaremos fracciones . =
n q nq
Definición 3.1.2 El conjunto de los números racionales es el conjunto cociente Q = F/ ∼. Notemos que según el lema previo, la aplicación suma (respectivamente, producto) de Q × Q en
Sus elementos, los números racionales , son por tanto las clases de equivalencia [(m, n)]. m p mq + np mp
Q que hace corresponder a ( , ) ∈ Q × Q el número racional (respectivamente, )
n q nq nq
Nota. Evitando arrastrar las poco intuitivas notaciones (m, n) para lo que siempre hemos escrito está bien definida.
m m
ó m/n, y [(m, n)] para lo que estamos acostumbrados a representar igualmente por ó m/n, de
n n Proposición 3.1.7 Con la suma y el producto que hemos definido, Q es un cuerpo conmutativo.
aquı́ en adelante volvemos a la notación clásica. No obstante, no hay que perder de vista entonces
que tenemos una misma notación para dos objetos distintos: la fracción (m, n) y el número racional Demostración. Enunciamos las propiedades a comprobar, esbozando las demostraciones.
[(m, n)] del cual la fracción anterior es un representante. En cualquier caso, lo que no ha originado m p r m p r
1. Propiedad asociativa de la suma. ( + ) + = + ( + ).
confusión hasta ahora no deberı́a causarla tampoco de ahora en adelante. n q s n q s
Cuando sea necesario, indicaremos explı́citamente si nos estamos refiriendo a una fracción o a mqs + nps + nqr
(Cierto: ambas operaciones dan como resultado .)
un número racional. Por ejemplo: nqs
m p p m
2. Propiedad conmutativa de la suma. + = + .
n q q n
Definición 3.1.3 Una fracción m/n se dice irreducible si n > 0 y mcd(m, n) = 1.
(Inmediato.)
Ejercicio. Probar que toda fracción es equivalente a una y una sóla fracción irreducible; dicho 3. Existencia de elemento neutro (cero) para la suma. Hay un número racional, que
m m m
de otro modo, que todo número racional admite un único representante que sea una fracción denotamos provisionalmente por [0], tal que [0] + = + [0] = .
n n n
irreducible. (Vale tomar [0] = 0/1.)
64 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.1. NÚMEROS RACIONALES. 65
m
4. Existencia de elemento opuesto para la suma. Para cada ∈ Q hay un número racional La idea de isomorfismo, “sumergir un sistema en otro manteniendo las formas (de operar)”, es
n
−m −m m m −m muy importante y está por todas partes en Matemáticas. Uno y otro sistema puede verse como un
(y uno sólo), el número racional , tal que + = + = [0]. ‘modelo’ distinto de un mismo ‘sistema abstracto’, dos caras de una misma moneda.(∗)
n n n n n
(Evidente.) Nota. Si se revisan cuidadosamente las demostraciones anteriores, se observará que, de entre todas
5. Propiedad asociativa del producto. (
mp r
) =
m pr
( ). las propiedades de Z, sólo hemos necesitado las propiedades de la suma y el producto que hacen de
n q s n q s Z un dominio de integridad. Por tanto, la idea de sumergir un dominio de integridad en un ‘cuerpo
mpr
(Ambos son el número racional .) de fracciones’ es reutilizable en toda situación similar (por ejemplo, al tratar con polinomios).
nqs
6. Propiedad conmutativa del producto.
mp
=
pm
. La relación de orden en Z se puede extender a una relación de orden en Q.
n q q n
(Inmediato.) Lema 3.1.9 Sean m/n, m /n fraciones equivalentes. Entonces mn > 0 si y sólo si m n > 0.
7. Existencia de elemento neutro (identidad) para el producto. Hay un número racional,
m m m
denotado provisionalmente por [1], tal que [1] · = · [1] = . Demostración. Por hipótesis mn = m n, luego mnn = m n2 ; como n2 > 0, si mn > 0 se sigue que
n n n m y n son ambos positivos o ambos negativos (no pueden ser nulos —¿por qué?), y en cualquier
(Tomar [1] = 1/1.)
m caso m n > 0.
4. Existencia de elemento inverso para el producto. Para cada ∈ Q \ {0} hay un
n
n n m m n
elemento (y uno sólo) en Q, el número racional , tal que = = [1].
m m n n m Definición 3.1.10 Sea m/n ∈ Q. Diremos que m/n es positivo si mn > 0.
(Tiene sentido porque m = 0.) Dados m/n, p/q ∈ Q, diremos que m/n es menor o igual que p/q, escrito m/n ≤ p/q, si
m p r mp mr p/q − m/n es positivo o 0.
8. Propiedad distributiva del producto respecto de la suma. ( + )= + .
n q s n q n s
m(ps + qr) mpns + mrnq Obsérvese que el concepto de número racional positivo está bien definido, en virtud del lema
(Ambos son iguales a = .)
nqs nqns anterior. También, que un número racional m/n es positivo si y sólo si m/n > 0 (o sea, 0 ≤ m/n
y 0 = m/n).
Los enteros como racionales. Proposición 3.1.11 La relación ≤ es una relación de orden en Q, y es un orden total.
¿Es inevitable la distinción entre  el cero de Q, [0], y  el cero de Z, 0? ¿o entre  el uno de
Q y  el uno de Z? ¿No hemos creı́do siempre que los números enteros estaban incluı́dos en los Demostración. La manera más cómoda de comprobarlo pasa por examinar previamente algunas
racionales? ¿Quién no pondrı́a 6/3=2? Sin embargo, nos estamos refiriendo a objetos de naturaleza propiedades del conjunto de los números racionales positivos, que denotaremos aquı́ por P (la
distinta: un número racional es nada menos que un conjunto de pares de números enteros. Pero notación habitual es Q∗+ , demasiado complicada).
desde que aprendimos las fracciones hemos ‘identificado’ 0/1 con 0; 1/1 con 1 o, en general, m/1 Primero, veamos que para todo número racional m/n se verifica una y sólo una de estas tres
con m cualquiera que sea m ∈ Z. ¿Es incorrecto matemáticamente? No: hay una buena razón alternativas: m/n = 0, m/n ∈ P , −m/n ∈ P (ley de tricotomı́a). En efecto, si no es m/n = 0,
para hacerlo, que se basa en el siguiente resultado. tendremos que o bien mn > 0 (en cuyo caso m/n ∈ P ), o bien mn < 0, en cuyo caso (−m)n > 0 y
−m/n ∈ P ; y las alternativas son claramente excluyentes.
Proposición 3.1.8 La aplicación h : Z → Q dada por Después, P es estable o cerrado para la suma, es decir, si m/n, p/q ∈ P , también m/n+p/q ∈ P .
Supongamos m > 0, n > 0, p > 0, q > 0 (si no es ası́, basta sustituir la fracción m/n por la fracción
h(m) = m/1 ∈ Q, m ∈ Z, equivalene mn/n2 , o p/q por pq/q 2 ). Entonces m/n + p/q = (mq + pn)/pq ∈ P claramente, pues
(mq + pn)pq es un producto de enteros positivos.
tiene las siguiente propiedades: Con esto, la relación ≤ es:
(i) es inyectiva, h(m) = h(n) si m = n; • Reflexiva, pues m/n ≤ m/n cualquiera que sea m/n ∈ Q, ya que trivialmente m/n−m/n = 0.
(ii) transforma sumas en sumas, h(m + n) = h(m) + h(n); • Antisimétrica, siempre que m/n ≤ p/q y p/q ≤ m/n simultáneamente, ha de ser m/n = p/q,
porque en caso contrario, p/q − m/n y su opuesto m/n − p/q deberı́an ser simultáneamente
(iii) transforma productos en productos, h(m n) = h(m) h(n).
positivos, imposible.
Demostración. Ejercicio. (∗)
Generalmente se identifican ambos modelos, como hemos hecho aquı́. Pero en algunas ocasiones, disponer de
varios ‘modelos’ sirve para ‘transferir intuición’ de uno a otro. La ventaja es obvia: si dos juegos distintos obedecen
Es decir, h es un isomorfismo entre Z y h(Z), lo que significa que para todo lo referido a a las mismas reglas, ganaremos con mayor facilidad jugando el que tenga la estrategia más evidente. Hay un ejemplo
operaciones algebraicas (con sumas, restas, productos, potencias) Z y h(Z) son indistinguibles: precioso de ello en M. Gardner: Inspiración ¡ajá!. Labor, Barcelona, 1981 (reed. 1992)., pp. 116 y ss. Un feriante
tiene un mostrador con casillas numeradas del 1 al 9, y el juego consiste en ir poniendo monedas por turno (de 50
toda ‘operación’ en uno de estos sistemas puede ser reproducida fielmente en el otro, lo que hace
pesetas el feriante, de 5 pesetas el otro jugador); se lleva todo el dinero de la mesa el que primero ocupe tres casillas
innecesario a estos efectos diferenciar m de h(m). Por ello, desde este momento, consideramos distintas cuyos números sumen 15. El feriante gana siempre que quiere, porque sabe que, disponiendo los números en
un cuadrado mágico, el juego resulta isomorfo al ‘tres en raya’, sencillı́simo de jugar (merece la pena leer la exposición
Z⊆Q y m = m/1 para todo m ∈ Z. original y los comentarios del maestro Martin Gardner).
66 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.1. NÚMEROS RACIONALES. 67
• Transitiva, de m/n ≤ p/q y p/q ≤ r/s se sigue m/n ≤ r/s; esto es evidente si m/n = p/q o ya que b − a > 0 por hipótesis y 1/2 > 0 (¿por qué?). Análogamente
p/q = r/s. Si no es este el caso, tendremos r/s − m/n = (r/s − p/q) + (p/q − m/n), suma de
a+b 2b − (a + b) b−a
dos racionales positivos, luego positivo. b− = = > 0.
2 2 2
• Un orden total, pues dados m/n, p/q ∈ Q, o p/q − m/n es 0 (con lo cual m/n = p/q), o es
positivo (y ası́ m/n ≤ p/q) o −(p/q − m/n) = m/n − p/q es positivo (lo que da p/q ≤ m/n) Proposición 3.1.14 En Q no se cumplen los principios del máximo ni del mı́nimo.
Demostración. Por ejemplo, A = {x ∈ Q : 0 < x < 1} es un conjunto no vacı́o (¿por qué?) acotado
Nota. ¿Se respeta el orden antiguo en Z? Puesto que hemos identificado m ∈ Z con m/1 ∈ Q, superiormente por 1 e inferiormente por 0. Pero no tiene elemento máximo ni elemento mı́nimo: si
dados m y n ∈ Z disponemos de dos ‘criterios’ para escribir m ≤ n. Pero en la nueva definición, fuese M = max A, serı́a M ∈ A y por tanto 0 < M < 1; pero según acabamos de probar, existirı́a
m ≤ n significa literalmente m/1 ≤ n/1, o sea, que n/1 − m/1 = (n − m)/1 es 0 (en cuyo caso x ∈ Q entre M y 1, con lo cual 0 < M < x < 1, es decir, x ∈ M y x > M , por lo que M no puede
n − m = 0, i.e. n = m) o es un número racional positivo, es decir, que (n − m) · 1 > 0, i.e., n > m; ser el máximo de A. Análogamente se prueba con el mı́nimo.
en cualquier caso, m ≤ n en la relación de orden de Z.
En consecuencia, la aplicación h : Z → Q que permitı́a identificar Z con h(Z) conserva también
las desigualdades, por lo que Z y h(Z) son ası́ mismo ‘indistinguibles’ (isomorfos) por lo que respecta Ejercicios
a las propiedades de orden. 11.1. Hallar las fracciones irreducibles equivalentes a 36/50, 444/33, 231 107/999 999 989.
Es importante saber cómo “se suman y multiplican desigualdades”. Las reglas fundamentales 11.2. Sean a/m y b/m fracciones irreducibles. Probar que (an + bm)/(mn) es irreducible si y sólo
son las siguientes. si m y n son relativamente primos.
Proposición 3.1.12 Dados m/n, p/q, r/s ∈ Q, se tiene: 11.3. Probar que en todo cuerpo K totalmente ordenado (en particular, en Q) se verifica:
• (Compatibilidad del orden con la suma) si m/n ≤ p/q, entonces m/n + r/s ≤ p/q + r/s; (i) x2 ≥ 0 para cada x ∈ K, y x2 = 0 si y sólo si x = 0.
• (Compatibilidad del orden con el producto por elementos no negativos) si m/n ≤ p/q, y (ii) 1 > 0 (unidad y cero de K).
además r/s ≥ 0, entonces m/n · r/s ≤ p/q · r/s.
(iii) Para 2 = 1 + 1 (en K) y 1/2 = inverso de 2 en K, 0 < 1/2 < 1.
En particular, de m/n ≥ 0 y p/q ≥ 0 se sigue m/n p/q ≥ 0.
11.4. Sean m, n, p, q enteros positivos tales que m ≤ p ≤ q y p/q ≤ m/n. Probar que n−m ≤ q−p.
Demostración. Para la suma basta tener en cuenta que (p/q + r/s) − (m/n + r/s) = p/q − m/n y Comprobar que esta conclusión no siempre es cierta si m ≤ q < p y p/q ≤ m/n.
aplicar la definición.
11.5. Sean m, n, p, q enteros positivos tales que m/n < p/q. Probar que
Para el producto, notemos primero que si a/b y c/d son números racionales positivos, también
a/b · c/d = ac/bd es positivo, ya que (ac)(bd) = (ab)(cd) > 0. Por tanto, si m/n ≤ p/q, y r/s ≥ 0, m/n < (m + p)/(n + q) < p/q.
como
p/q · r/s − m/n · r/s = (p/q − m/n) · r/s, 11.6. Paradoja de Simpson. En un curso hay dos grupos, el grupo de la mañana y el grupo
el primer término es un producto de factores positivos o nulos, y por lo anterior es positivo o nulo. de la tarde. En el grupo de la mañana hay A chicas y B chicos, y en el de la tarde hay C chicas
y D chicos. En el primer examen aprueban a chicas y b chicos del grupo de la mañana, y en el
de la tarde aprueban c chicas y d chicos. Tanto en el grupo de la mañana como en el de la tarde
Un cuerpo en el que se ha definido un orden total que tenga las dos propiedades anteriores se el porcentaje de chicas aprobadas es menor que el de chicos aprobados. ¿Podemos afirmar que el
llama cuerpo conmutativo totalmente ordenado . Podemos resumir entonces las propiedades porcentaje global de aprobados será menor para las chicas que para los chicos?
vistas diciendo Examinar el caso A = 14, B = 6, C = 6, D = 19, a = 11, b = 5, c = 2, d = 7. ¿Cómo se explica
esto?
Q es un cuerpo conmutativo totalmente ordenado.
El proceso diagonal de Cantor hizo plausible la existencia de una aplicación biyectiva entre N
y Q (i. e., que Q es numerable). Sin embargo, aunque en este sentido N y Q tienen ‘la misma
cantidad de elementos’, los tienen ‘repartidos’ de manera totalmente distinta, como muestran los
siguientes resultados.
Proposición 3.1.13 Entre dos números racionales hay otro número racional.
a+b
Demostración. Dados a, b ∈ Q, si a < b es a < < b, porque
2
a+b a + b − 2a b−a 1
−a= = = (b − a) > 0,
2 2 2 2
68 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.2. POLINOMIOS 69
3.2 Polinomios El grado de un polinomio p suele denotarse por deg p.
Observemos que al polinomio nulo no le asignamos ningún grado. Los polinomios de grado cero
Ya es de sobras conocido que las expresiones tales como o constantes se corresponden con los elementos no nulos de K.
x2 + 1, −x3 − (5/2)x + 1, (47/8)x6 − 3x2 + (6/5)x + 2, . . . La suma de polinomios se define sumando ordenadamente los coeficientes correspondientes a la
misma potencia de X. Concretamente,
y, en general,
an xn + an−1 xn−1 + ··· + a1 x + a0 , Definición 3.2.3 Dados dos polinomios en K[X],
donde n ∈ N, a0 ,. . . , an ∈ Q, reciben el nombre de polinomios sobre Q o polinomios con coe- p = a0 + a1 X + a2 X 2 + · · · + an X n , q = b 0 + b 1 X + b 2 X 2 + · · · + bm X m ,
ficientes racionales. Pero el nombre ‘polinomio’ encubre, en realidad, dos conceptos diferentes:
su suma es el polinomio
el de polinomio formal o polinomio en sentido estricto y el de función polinómica. En el primer
sentido, manejamos los polinomios como ‘fórmulas’ o ‘expresiones simbólicas’, sin darle a x ningún p + q = (a0 + b0 ) + (a1 + b1 )X + (a2 + b2 )X 2 + · · ·
contenido determinado —dejando la x ‘indeterminada’— y operando con ella, por ası́ decir, como
un objeto ‘que no se mezcla’ con los coeficientes.(∗∗) En el segundo sentido, se piensa en la función (se entiende ak = 0 o bk = 0 donde sea necesario).
que a cada x de un cierto conjunto de números (u otros objetos: clases de restos, matrices, . . . ) Si p = 0 es un polinomio no nulo, al escribirlo en la forma an X n + an−1 X n−1 + · · · + a1 X + a0 ,
hace corresponder el número (o . . . ) que resulta al calcular an xn + an−1 xn−1 + · · · + a1 x + a0 . sobreentenderemos que an es su coeficiente director, es decir, que n es su grado y que an = 0. Ası́,
Distinguiremos, pues, entre estos conceptos, reservando el nombre de polinomio para el primero dos polinomios no nulos
y llamando función polinómica al segundo.
A lo largo del curso, en esta y otras asignaturas, se manejarán no solamente polinomios con p(X) = an X n + an−1 X n−1 + · · · + a1 X + a0 , q(x) = bm X m + bm−1 X m−1 + · · · + b1 X + b0 ,
coeficientes en Q, sino también polinomios con coeficientes reales y complejos. Muchas de las
son iguales si n = m (son del mismo grado) y ak = bk para 1 ≤ k ≤ n (son iguales los coeficientes
propiedades de los polinomios son comunes en todos estos casos, dependen únicamente de que
de los términos de igual grado).
los coeficientes pertenezcan a un cuerpo. Para dejarlo más claramente de manifiesto, trataremos
por ello inicialmente con polinomios sobre un cuerpo conmutativo arbitrario K, que podrá ser Ejercicio. Si p, q, p + q ∈ K[X] \ {0}, y
en su momento Q, R o C (sin olvidar los cuerpos Zp , tan importantes en aplicaciones). Cuando p(X) = an X n + an−1 X n−1 + · · · + a1 X + a0 , q(x) = bm X m + bm−1 X m−1 + · · · + b1 X + b0 ,
sea oportuno, iremos estudiando algunas propiedades especı́ficas de los polinomios con coeficientes
racionales. probar que el grado de p + q es menor o igual que max{n, m}, siendo el menor estricto solamente
cuando p y q tienen el mismo grado (n = m) y sus coeficientes directores son opuestos, i.e.,
Mientras no se indique lo contrario, de aquı́ en adelante K representa un cuerpo conmutativo
an + bn = 0.
cualquiera y X una indeterminada.
El producto de polinomios se define por la ley ai X i · bj X j = ai bj X i+j , y buscando que sea
distributivo. Concretamente,
3.2.1 Definiciones. Suma y producto de polinomios.
Definición 3.2.4 Dados dos polinomios en K[X],
Definición 3.2.1 Un polinomio sobre K en la indeterminada X es una expresión de la
forma p = a0 + a1 X + a2 X 2 + · · · + an X n , q = b 0 + b 1 X + b 2 X 2 + · · · + bm X m ,
p(X) = a0 + a1 X + · · · + an−1 X n−1 + an X n ,
su producto es el polinomio
donde n ∈ N, a0 ,. . . , an ∈ K.
El elemento ak se llama coeficiente de X k en p = p(X); a0 es el término independiente p + q = c0 + c1 X + c2 X 2 + · · · + cn+m X n+m ,
o constante de p (puede verse como el coeficiente de X 0 ). 
donde ck = i+j=k ai bj , es decir, que si 0 ≤ k ≤ n + m, ck = a0 bk + a1 bk−1 + · · · + ak−1 b1 + ak b0 ,
Cuando ak = 1 sólo se pone X k , y −X k si ak = −1; cuando ak = 0 el término +0 · X k conviniendo como antes que si alguno de los coeficientes ai , bj no aparecen en p o en q, los tomamos
suele omitirse (ası́, para cada a ∈ K, a puede entenderse también como el polinomio ‘constante’ iguales a cero.
a + 0 · X + 0 · X 2 + 0 · X 3 + · · ·).
El polinomio nulo o cero es aquél cuyos coeficientes son todos cero; se denotará por 0. Obsérvese que p · 0 = 0 = 0 · p y que si p y q no son nulos, el coeficiente director de pq es el
producto del coeficiente director de p por el coeficiente director de q (ası́ que también pq = 0) y el
Al conjunto de los polinomios sobre K en la indeterminada X (también llamados polinomios grado de pq es la suma del grado de p más el grado de q, deg(pq) = deg p + deg q.
con coeficientes en K) lo denotaremos por K[X].
Proposición 3.2.5 Con las operaciones suma y producto anteriores, K[X] es un dominio de in-
Definición 3.2.2 Si un polinomio p(X) no tiene todos los coeficientes nulos, su grado es el tegridad.
máximo n tal que an = 0, y este coeficiente an recibe entonces el nombre de coeficiente director .
Demostración. Se deja como ejercicio el comprobar las diferentes propiedades. Por ejemplo, el
Si el coeficiente director es igual a 1, se dice que p(X) es un polinomio mónico .
polinomio nulo es el elemento neutro para la suma; el polinomio constante 1 es la identidad para
(∗∗)
Es posible dar un sentido preciso a estas nociones un tanto vagas de expresiones simbólicas o formales y de el producto. La propiedad cancelativa se sigue de que pr = qr es lo mismo que (p − q)r = 0, y este
indeterminada; nosotros nos conformaremos con la idea intuitiva, remitiendo para una definición más rigurosa p. ej. producto sólo puede ser 0 si r = 0 o p − q = 0.
al libro de Godement, R.: Cours d’algébre. Hermann, Paris, 1963., p. 353.
70 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.2. POLINOMIOS 71
3.2.2 División de polinomios. (i) p|p (propiedad reflexiva)
(ii) p|q y q|r implica p|r (propiedad transitiva)
Proposición 3.2.6 (División euclı́dea) Dados p, q ∈ K[X] con q no nulo, existen dos poli- (iii) p|q y p|r implica p|(sq + tr) (propiedad de linealidad)
nomios c y r tales que (iv) p|q implica pr|qr (propiedad de multiplicación)
(v) pr|qr y r = 0 implica p|q (ley de cancelación)
p = cq + r, con r nulo ó de grado estrictamente menor que q.
(vi) p|0 (todo polinomio divide a 0)
Con esta condición, los polinomios c y r, denominados respectivamente cociente y resto de la (vii) 0|p implica p = 0 (0 sólo divide a 0)
división de p por q, son únicos. (viii) p|q y q = 0 implica deg p ≤ deg q (propiedad de comparación)
(ix) a|p siempre que deg a = 0 (los polinomios de grado 0 dividen a
Demostración. cualquier polinomio)
Existencia. Si p = 0 o el grado de p es estrictamente menor que el de q, claramente p = 0 · q + p, (x) p|q y q|p si y sólo si p = aq para algún a de grado 0.
y se sigue lo pedido.
La situación reflejada en (x) se corresponde, en Z, con el hecho de que p|q y q|p simultáneamente
Suponiendo, pues, deg p ≥ deg q, procedemos por inducción sobre el grado de p. Si deg p = 0
si y sólo si p = aq para a = 1 o a = −1. Con polinomios encontramos un mayor número de
(y en consecuencia deg q = 0), tendrı́amos p = a0 , q = b0 = 0, p = a0 b0−1 q + 0.
posibilidades, lo que provoca una cierta ambigüedad en la definición de conceptos tales como el de
Si el enunciado es cierto cuando el grado del dividendo es menor o igual que n − 1, n ∈ N,
máximo común divisor o mı́nimo común múltiplo.
veamos que también lo es cuando deg p = n. Sean an y bm los coeficientes directores de p y q
respectivamente. El polinomio p1 = p − an bm −1 n−m
X q tiene obviamente grado estrictamente menor
−1 X n−m , r = p resuelve la cuestión; y Definición 3.2.8 Dados p, q ∈ K[X], diremos que d ∈ K[X] es un máximo común divisor de
al de p. Si p1 = 0 o deg p1 < deg q, tomar c = an bm 1
p y q si d|p, d|q, y si d ∈ K[X] también cumple d |p, d |q, entonces d |d (en palabras, si d es un
si deg p1 ≥ deg q, por la hipótesis de inducción el resultado es cierto para p1 , luego existen c1 ,
divisor común de p y q que a su vez es múltiplo de todos los divisores comunes de p y q).
r ∈ K[X] tales que p1 = c1 q + r con r = 0 ó con r de grado estrictamente menor que el de q.
Denotemos por c = an bm−1 X n−m +c . Entonces p = cq +r, siendo r = 0 ó de grado estrictamente
1 Obsérvese que hemos definido un máximo común divisor, y no el máximo comun divisor, porque
menor que el de q, como querı́amos. si d cumple la condición del enunciado, también la cumple ad para cualquier a de grado 0, dado
Unicidad. Sean c, c, r, r ∈ K[X] tales que cq + r = p = cq + r con r = 0 ó deg r < deg q, y r = 0 que d|ad y ad|d. Para seleccionar entre todos ellos un único polinomio, basta exigir ‘en condiciones
ó deg r < deg q. Entonces normales’ que sea mónico (con coficiente director 1).
r − r = (c − c)q,
y si r − r = 0, por las propiedades de los grados anteriormente señaladas deberı́a ser Lema 3.2.9 Dados p, q ∈ K[X] tales que p = 0 o q = 0, si d, d ∈ K[X] son máximos comunes
divisores de p y q, existe a ∈ K[X] de grado 0 (i.e., un polinomio constante no nulo) tal que d = ad.
deg q ≤ deg(c − c) + deg q = deg((c − c)q) = deg(r − r) ≤ max{deg r, deg r} < deg q, Por tanto, si d y d son mónicos, entonces d = d.
imposible. Demostración. Aplicando la definición, necesariamente d = 0, d = 0, d|d y d|d. Por tanto, d = ad
Por lo tanto r = r, y ası́ (c − c)q = 0; pero q = 0, luego c = c. para algún a de grado 0, y deg d = deg d; si estos polinomios son de grado n, y ambos fuesen mónicos,
tendrı́amos d = X n + bn−1 X n−1 + · · · = ad = a(X n + cn−1 X n−1 + · · ·) = aX n + acn−1 X n−1 + · · ·,
Nótese que el grado proporciona, para la división de polinomios, el control del tamaño del resto
y forzosamente a = 1, d = d.
que para los enteros nos daba la condición 0 ≤ r < |q|.
La propia demostración sugiere el método habitual para efectuar la división, obteniendo suce- Examinando el caso excluido, p = q = 0, vemos que la definición dejarı́a como máximo común
sivamente los términos del cociente de mayor a menor grado. divisor de p y q tan sólo al 0.
Ejemplos. Dividir p(X) por q(X) en los siguientes casos: Definición 3.2.10 Dados p, q ∈ K[X] tales que p = 0 o q = 0, pondremos mcd(p, q) = d si d es
un (el) máximo común divisor mónico de p y q. Para p = q = 0, pondremos mcd(p, q) = 0.
• p(X) = −6X 4 + 4X 2 + X − 5, q(X) = 2X 2 − 1;
• p(X) = X 6 + 2X 5 + 5X 4 + 7X 3 + X 2 + 3X + 5, q(X) = X 3 + 5X + 3; Atención: la existencia de algún máximo común divisor no está garantizada todavı́a; la de-
mostración que hicimos en Z no es traspasable sin más a los polinomios. Afortunadamente, el
• p(X) = X 7 + 1, q(X) = X + 1. algoritmo de Euclides sigue siendo aplicable con el mismo esquema.
3.2.3 Máximo común divisor. Algoritmo de Euclides. Lema 3.2.11 Si p, q, r, c ∈ K[X] son tales que p = cq + r, se tiene que mcd(p, q) = mcd(q, r).
Definición 3.2.7 Sean p, q ∈ K[X]. Decimos que p divide a q, o que p es un divisor de q, o Demostración. El caso q = 0 es trivial. Si q = 0, bastará ver que p y q tienen los mismos divisores
que q es múltiplo de p, escrito p|q, si existe c ∈ K[X] tal que q = pc; expresado de otra forma, si comunes que q y r, lo cual es cierto por la propiedad de linealidad.
el resto de la división de q por p es 0. Diremos entonces que c es el cociente exacto q/p.
Observaciones. Como consecuencias inmediatas de la definición, se obtienen: dados polinomios Lema 3.2.12 Dados p, q ∈ K[X] tales que q|p, q es un máximo común divisor de p y q. En
arbitrarios p, q, r, s, t ∈ K[X], y a ∈ K[X] de grado 0 (i.e., constante y no nulo) particular, q es un máximo común divisor de q y 0.
72 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.2. POLINOMIOS 73
Demostración. Consecuencia trivial de la definición. restos  r1 r2 r3 ······ rn−1 0
dividendos ← divisores a b r1 r2 ······ rn−2 rn−1 = d
cocientes c c1 c2 c3 ······ cn−1 cn
Definición 3.2.13 Algoritmo de Euclides para polinomios. xk+1 =uk 1 0 1 ··· ······ xn−1 x
yk+1 =vk 0 1 −c1 ··· ······ yn−1 y
• Input: dos polinomios a y b. uk+1 =xk −ck+1 uk 0 1 −c2 ··· ······ un−1 = x
vk+1 =yk −ck+1 vk 1 −c1 1 + c1 c2 ··· ······ vn−1 =y
• Output: un máximo común divisor de a y b.
Ejercicios. Aplicar el algoritmo de Euclides-Bézout a los polinomios
Paso 1: Reemplazar (simultáneamente)
 a por b, y • p(X) = X 6 − 2X 5 + 3X 4 − 4X 3 + 3X 2 − 2X + 1, q(X) = 3X 5 − 5X 4 + 6X 3 − 6X 2 + 3X − 1;
 b por el resto de la división de a por b. • p(X) = X 5 + X 4 + 2X 3 − 2X + 3, q(X) = X 4 + 3X 3 + 7X 2 + 8X + 6.
Paso 2: Repetir el Paso 1 hasta que b sea 0.
Midiendo el tamaño de los polinomios por el grado, también los máximos comunes divisores son
Paso 3: Devolver a. ‘máximos’ en este sentido.
Proposición 3.2.14 Algoritmo de Euclides. Dados dos polinomios no nulos a y b con deg a ≥ Proposición 3.2.17 Sean p, q, r ∈ K[X]. Si pq = 0 y r es un divisor común de p y q de grado
deg b, obtenemos un máximo común divisor procediendo por divisiones enteras sucesivas, como se máximo, entonces r es un máximo común divisor de p y q.
ha indicado anteriormente, hasta obtener resto nulo. El último resto no nulo es un máximo común
divisor de a y b. Demostración. Sea d = mcd(p, q). Según la definición, r|d, y en consecuencia deg r ≤ deg d. Pero
por hipótesis deg d ≤ deg r, luego r = ad para algún a de grado 0 y r es un máximo común divisor
Demostración. Aplicar los lemas. de p y q.
El caso de polinomios nulos ya lo hemos comentado. Los resultados sobre enteros que obtuvimos como consecuencia de la identidad de Bézout pueden
probarse para polinomios adaptando las demostraciones (comprobarlo).
Por las mismas razones que en Z se tiene una ‘identidad de Bézout’ (repasar las demostraciones).
Definición 3.2.18 Dos polinomios no nulos p y q se dicen relativamente primos o primos
Proposición 3.2.15 Identidad de Bézout. Sean p y q ∈ K[X] no nulos, y d = mcd(p, q). entre sı́ si no tienen más divisores comunes que los polinomios de grado 0, es decir, si mcd(p, q) =
Entonces existen polinomios u, v tales que 1.
d = up + vq.
Corolario 3.2.19 Dos polinomios no nulos p y q son relativamente primos si y sólo si existen dos
polinomios u y v tales que up + vq = 1.
Tenemos igualmente:
También:
Definición 3.2.16 Algoritmo de Euclides extendido (Euclides-Bézout) para polinomios.
Proposición 3.2.20 Sean p, q, d, r, s, t ∈ K[X], pq = 0.
• Input: dos polinomios a y b.
(i) si d = mcd(p, q), p = dr, q = ds, entonces mcd(r, s) = 1 (es decir, r y s son relativamente
• Output: dos polinomios x e y tales que, salvo constantes, mcd(a, b) = xa + yb. primos).
Paso 1: Hacer x = v = 1 e y = u = 0. (ii) si mcd(r, s) = 1 y r | st, entonces r | t.
Paso 2: Determinar c y r tales que a = cb + r y 0 ≤ r < b.
El concepto de máximo común divisor es aplicable a un número finito arbitrario de polinomios.
Reemplazar (simultáneamente)
 a por b, y b por r, Definición 3.2.21 Sea {p1 , p2 , . . . , pm } una familia finita de polinomios de K[X] no nulos. Dire-
 x por u e y por v, mos que un polinomio p ∈ K[X] es un máximo común divisor de la familia {p1 , p2 , . . . , pm }
 u por x − cu y v por y − cv. si verifica:
Paso 3: Repetir el Paso 2 hasta que b sea 0. (i) p divide a pi para i = 1, 2, . . . , m, y
Paso 4: Devolver x e y. (ii) si q ∈ K[X] divide a pi , para todo i = 1, 2, . . . , m, entonces q divide p.
Visualizado en forma de tabla: Ası́ p es el “mayor” de los divisores comunes de todos los pi .
74 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.2. POLINOMIOS 75
Igual que en Z, para hallar un máximo común divisor de una familia {p1 , p2 , . . . , pm } basta ir • En general, la función polinómica no determina el polinomio que la define: dos polinomios
obteniendo un máximo común divisor q1 de p1 y p2 , un máximo común divisor q2 de q1 y p3 , un distintos pueden dar lugar a la misma función (y esta es una razón más para distinguir ambos
máximo común divisor q3 de q2 y p4 , . . . conceptos). Por ejemplo, para K = Zp , p entero primo, el pequeño teorema de Fermat nos
Se puede probar: dice que las funciones polinómicas corespondientes a los polinomios X p y X son iguales, o
que la asociada al polinomio no nulo X p − X es la función nula.
Proposición 3.2.22 En K[X] existe un máximo común divisor de cualquier familia finita de poli-
• El valor de un polinomio en un a ∈ K se halla mediante el conocido algoritmo de Horner/Ruffini,
nomios no nulos {p1 , p2 , . . . , pm }. Además podemos elegir un tal máximo común divisor que sea
habida cuenta que
mónico, y entonces es único.
p(a) = a0 + a1 a + a2 a2 + · · · + an an = a0 + a(a1 + a(a2 + a(· · · + a(an−1 + aan ) · · ·))).
Proposición 3.2.23 (Identidad de Bézout general) . Si p es un máximo común divisor de la
familia {p1 , p2 , . . . , pm }, entonces existen g1 , . . . , gm ∈ K[X] tales que p = g1 p1 + · · · + gm pm . Los cálculos se disponen según el esquema
Como en Z, en K[X] puede definirse también el mı́nimo común múltiplo de dos polinomios (o an an−1 ... ak ... a1 a0
de una familia finita). a) a an ... a bk+1 ... a b2 a b1
an bn−1 ... bk ... b1 ( b0
Definición 3.2.24 Un polinomio m se dice que es un mı́nimo común múltiplo de la familia
donde bk = a bk+1 + ak y b0 = p(a).
finita de polinomios no nulos {p1 , p2 , . . . , pr } si verifica:
(Ası́ se efectúan solamente n multiplicaciones y n sumas, mientras que el cálculo directo supone
(1) pi divide a m para i = 1, 2, . . . , r, y n(n + 1)/2 multiplicaciones y n sumas; este algoritmo es fácil de programar y es muy estable
numéricamente.)
(2) si q ∈ K[X] verifica que pi divide a q, (i = 1, 2, . . . , r), entonces m divide q.
Teorema 3.2.27 (Teorema del resto) Sea p(X) ∈ K[X], a ∈ K. El resto de dividir p por X −a
Ası́, m es el “menor” de los múltiplos comunes de todos los pi . es p(a). Consecuentemente, a es raı́z de p si y sólo si X − a divide a p.
Proposición 3.2.25 En K[X] existe un mı́nimo común múltiplo de cualquier familia finita de Demostración. Por el algoritmo de la división, existen c, r ∈ K[X] tales que
polinomios no nulos {p1 , p2 , . . . , pr }. Además entre todos ellos existe uno y sólo uno que es mónico. p(X) = c(X)(X − a) + r(X), con r = 0 ó deg r < deg(X − a) = 1,
y ası́ r tiene que ser constante . Por tanto p(a) = c(a)(a − a) + r = r, de donde se sigue lo pedido.
Ejercicio. Dados p, q ∈ K[X] tales que pq = 0, ¿es cierto que
mcm(p, q) · mcd(p, q) = pq? Nota. El cociente es an X n−1 + bn−1 X n−2 + · · · + bk X k−1 + · · · + b1 con los bk del algoritmo de
Horner/Ruffini (comprobarlo multiplicando este polinomio por X − a).
En caso negativo, ¿qué relación es cierta? Ejemplo. Sean p(X) = 7 − 9X + 4X 3 − 8X 4 , q(X) = 2X − 3. Para hallar el cociente y el resto
de la división de p por q, tendremos en cuenta que q(X) = 2(X − 3/2) y p = cq + r si y sólo si
1
3.2.4 Funciones polinómicas. Raı́ces de polinomios. p = 2c · q + r, luego usando el algoritmo de Horner/Ruffini
2
Definición 3.2.26 Sea p(X) = a0 + a1 X + a2 X 2 + · · · + an X n ∈ K[X] un polinomio y a un
−8 4 0 −9 7
elemento de K. La evaluación o el valor de p(X) en a es el elemento de K, denotado por p(a),
3/2) −12 −12 −18 −81/2
dado por
−8 −8 −12 −27 (−67/2
p(a) = a0 + a1 a + a2 a2 + · · · + an an
con lo cual r = −67/2, 2c = −8X 3 − 8X 2 − 12X − 27, c = −4X 3 − 4X 2 − 6X − 27/2.
(obtenido ‘sustituyendo la indeterminada X por el elemento a en la expresión del polinomio’).
La aplicación de K en K que a cada x ∈ K hace corresponder el valor de p(X) en x es la Ejercicios.
función polinómica correspondiente al polinomio p, y suele denotarse igualmente con p si no es (1) Sean p, q ∈ Q[X] dados por p(X) = X 4 − 6X 3 + 2X 2 + 3X − 4, q(X) = X 2 − X − 2 =
motivo de confusión. (X + 1)(X − 2). Probar que q no divide a p sin efectuar la división.
Un elemento c ∈ K se dice que es un cero o una raı́z del polinomio p si p(c) = 0. (2) Si se divide un cierto polinomio p por X − 1 el resto es −2; si lo dividimos por X + 2 el resto
es 79. ¿Cuál es el resto que se obtiene al dividirlo por (X + 1)(X + 2)?
Notas.
Corolario 3.2.28 Un polinomio de grado n puede tener a lo más n raı́ces distintas.
• La suma y el producto de polinomios están definidos justamente para que, cualesquiera que
sean p, q ∈ K[X], a ∈ K, se obtenga Demostración. Puesto que si c1 , . . . , ck son raı́ces distintas de un polinomio p, éste es divisible por
(X − c1 ) · · · (X − ck ), y por tanto debe tener grado mayor o igual que k.
(p + q)(a) = p(a) + q(a), (pq)(a) = p(a) q(a).
76 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.2. POLINOMIOS 77
Corolario 3.2.29 Sean p, q ∈ K[X] de la forma Se sigue inmediatamente que para un polinomio p cuyas raı́ces sean c1 , . . . , ck , con multiplici-
dades respectivas m1 . . . , mk , hay una factorización
p(X) = a0 + a1 X + · · · + an X n , q(X) = b0 + b1 X + · · · + bn X n ,
p = (X − c1 )m1 · · · (X − ck )mk q, donde q es un polinomio que no tiene raı́ces en K.
y supongamos que K tiene por lo menos n + 1 elementos distintos. Entonces:
(cuando K = C, esto obliga a que q sea constante, como comentaremos posteriormente.)
(i) p es el polinomio nulo si y sólo si la función polinómica p se anula en n + 1 puntos distintos.
Una herramienta importante en el estudio de las raı́ces múltiples es la derivación de polinomios,
(ii) los polinomios p y q son iguales si y sólo si las funciones polinómicas p y q toman el mismo que puede definirse ‘formalmente’ para cualquier polinomio sin necesidad del concepto de lı́mite, y
valor en n + 1 puntos distintos. que obedece a las reglas concocidas para la derivación de los polinomios reales.
Demostración. Definición 3.2.32 Dado un polinomio
(i) Si no fuese p = 0 tendrı́amos un polinomio de grado menor o igual que n con n + 1 raı́ces
distintas. p(X) = a0 + a1 X + a2 X 2 + · · · + an X n ∈ K[X],
(ii) La función polinómica p − q se anula en n + 1 puntos distintos.
su polinomio derivado es
Las funciones polinómicas (especialmente sobre R y C) son muy útiles en las aplicaciones,
debido sobre todo a que es fácil calcular con ellas, y además sirven para aproximar funciones más p (X) = a1 + 2a2 X + 3a3 X 2 + · · · + nan X n−1 ∈ K[X].
complicadas. Por ejemplo, siempre es posible encontrar un polinomio no muy complicado que tome
El polinomio derivado de p es el segundo derivado p de p, y reiterando se obtienen los sucesivos
valores arbitrarios en puntos prescritos de antemano, como muestra el siguiente resultado.
derivados p , . . . , p(k) , . . .
Proposición 3.2.30 (Teorema de interpolación de Lagrange) Dados n elementos distintos Las funciones polinómicas asociadas a estos polinomios son la derivada primera de la función
x1 , . . . , xn ∈ K y n valores arbitrarios y1 , . . . , yn ∈ K (n ∈ N), existe un polinomio p ∈ K[X] polinómica p, la derivada segunda, . . . , la derivada k-ésima, . . .
nulo o de grado n − 1 a lo más, y uno sólo, tal que p(x1 ) = y1 , . . . , p(xn ) = yn . Dicho polinomio
viene dado por la fórmula de interpolación de Lagrange Lema 3.2.33 Dados p, q, a ∈ K[X], se tiene
(X − x2 ) · · · (X − xn ) (X − x1 ) · · · (X − xk−1 )(X − xk+1 ) · · · (X − xn ) (i) (p + q) = p + q  ;
p(X) = y1 + · · · + yk
(x1 − x2 ) · · · (x1 − xn ) (xk − x1 ) · · · (xk − xk−1 )(xk − xk+1 ) · · · (xk − xn )
(X − x1 ) · · · (X − xn−1 ) (ii) (pq) = p q + q  p;
+ · · · + yn .
(xn − x1 ) · · · (xn − xn−1 ) (iii) si a constante, a = 0 y (ap) = ap .
Demostración. El polinomio del enunciado es de grado n − 1 a lo más (o nulo si los yk son todos
Demostración. Basta aplicar (con paciencia) la definición.
nulos), y para cada k, 1 ≤ k ≤ n, cumple que f (xk ) = yk (todos los sumandos son nulos salvo el
k-ésimo, que es yk · 1).
La unicidad es consecuencia del corolario anterior. Proposición 3.2.34 Dado p ∈ K[X],
Ejercicio. ¿Qué valores han de tener a, b, c ∈ Q para que p(X) = aX 2 +bX +c cumpla p(−1) = 1, (i) las raı́ces múltiples de p, con multiplicidad m, son raı́ces de p con multiplicidad m − 1;
p(−2) = 2, p(−3) = 7? (ii) las raı́ces múltiples de p son exactamente las raı́ces del máximo común divisor de p y p ;
Raı́ces múltiples. (iii) c ∈ K es una raı́z de p de orden m ≥ 1 si y sólo si
Sea c una raı́z de un polinomio p ∈ K[X]. Según hemos probado, tendremos p = (X − c)p1 para p(c) = 0, p (c) = 0, . . . , p(m−1) (c) = 0, p(m) (c) = 0.
algún p1 ∈ K[X]. Si c fuese también raı́z de p1 , análogamente p1 = (X − c)p2 y p = (X − c)2 p2 .
Reiterando, llegaremos a encontrar un m ∈ N tal que p = (X − c)m pm y c ya NO es raı́z de pm (va Demostración.
incluida la posibilidad de que pm sea constante).
(i) c ∈ K es una raı́z de p de orden m ≥ 1 si y sólo si p = (X − c)m q con q(c) = 0; pero entonces,
Definición 3.2.31 Sea c una raı́z de un polinomio p ∈ K[X]. Diremos que c es una raı́z de cuando m ≥ 2, p = m(X −c)m−1 q +(X −c)m q  = (X −c)m−1 [mq +(X −c)q  ] = (X −c)m−1 q1
multiplicidad m si p = (X − c)m q para algún q ∈ K[X] tal que q(c) = 0; dicho de otro modo, si y q1 (c) = mq(c) + 0 · q  (c) = mq(c) = 0, por lo que c es una raı́z de p de multiplicidad m − 1.
m es el mayor número natural tal que (X − c)m |p.
Cuando m = 1, suele decirse que a es una raı́z simple ; cuando m = 2, que es una raı́z doble ; (ii) Si c ∈ K es una raı́z múltiple de p, es raı́z de p según acabamos de probar, y X − c divide por
cuando m = 3, que es una raı́z triple , etc. tanto a p y a p , luego X − c también divide a mcd(p, p ), es decir, c es una raı́z de mcd(p, p ).
Diremos que a es una raı́z múltiple para indicar que su multiplicidad es mayor o igual que 2 Recı́procamente, si c es una raı́z de d = mcd(p, p ), X − c divide a d y por tanto divide a p y
(o sea, que no es simple). a p , o sea, c es raı́z de p y p . Por el apartado anterior, c es una raı́z de multiplicidad m ≥ 2.
78 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.2. POLINOMIOS 79
(iii) Si c ∈ K es una raı́z de p de orden m, aplicando reiteradamente (i), es una raı́z de orden Proposición 3.2.36 Sea q(X) = bn X n + bn−1 X n−1 + · · · + b1 X + b0 un polinomio con coeficientes
m − 1 de p , de orden m − 2 de p , . . . , de orden 1 de p(m−1) . En consecuencia, p(m−1) (c) = 0, b0 , . . . , bn ∈ Z, de grado n. Si c ∈ Z es un cero de q, necesariamente (c − 1)|q(1) y (c + 1)|q(−1).
p(m) (c) = 0.
Supongamos ahora que Demostración. Aplicando el teorema del resto, q(X) = (X − c)q1 (X), lo que implica
q(1) = (1 − c)q1 (1) = (c − 1)(−q1 (1)) y (c − 1)|q(1).
p(c) = 0, p (c) = 0, . . . , p(m−1) (c) = 0, p(m) (c) = 0. Análogamente q(−1) = (−1 − c)q1 (−1) = (c + 1)(−q1 (−1)) y (c + 1)|q(−1).
Recorriendo a la inversa el camino anterior, c es una raı́z de p(m−1) necesariamente simple,
una raı́z de p(m−2) forzosamente doble, . . . , una raı́z de p obligatoriamente de multiplicidad Corolario 3.2.37 En Q hay polinomios sin raı́ces de grado arbitrario (≥ 2).
m.
Demostración. Aplicar lo anterior a los polinomios X n − 2, por ejemplo.
Ejercicio. Hallar todas las raı́ces múltiples de X 5 + 3X 4 + 4X 3 + 4X 2 + 3X + 1.
Ejercicio. Hallar las raı́ces de
Raı́ces en Q. 18X 3 + 3X 2 − 4X − 1.
El estudio y localización (exacta o aproximada) de los ceros de los polinomios es de gran importancia
en numerosos ámbitos de las Matemáticas, como irá comprobando el lector a lo largo de sus estudios. 3.2.5 Factorización de polinomios.
La determinación de los valores que alcanzan las funciones polinómicas es también, esencialmente, El papel jugado en Z por los números primos lo desempeñan en K[X] los polinomios irreducibles.
un problema de ceros, puesto que p(x) = y ∈ K para algún x ∈ K si y sólo si p(x) − y = 0, i.e., si x
es un cero del polinomio p(X) − y. En estos tipos de cuestiones intervienen de manera decisiva las Definición 3.2.38 Diremos que un polinomio p no constante es irreducible si cuando p = rs
propiedades especı́ficas del cuerpo que se considera. Por ejemplo, en cualquier cuerpo totalmente para polinomios r, s, necesariamente deg r = 0 o deg s = 0.
ordenado (Q, R, . . . ) se tiene para todo x ∈ K que x2 ≥ 0, x2 + 1 ≥ 1 > 0, luego X 2 + 1 no tiene Dicho de otra forma, p es irreducible si es no constante y para cada polinomio no constante q,
ningún cero en estos cuerpos. Tampoco X 2 − 2 tiene ceros en Q (¿por qué?), aunque los tiene en R q|p implica que p/q es constante.
como sabemos (en cierto modo, parece lógico que cuanto menos elementos tiene un cuerpo, ‘menos
probable’ es que p alcance el valor 0). Obviamente, los polinomios de grado 1 son irreducibles. Los polinomios que no son irreducibles
No hay, en general, fórmulas ‘razonables’ que permitan expresar las raı́ces de un polinomio en deben admitir una factorización como producto de polinomios de grado mayor o igual que 1.
función de sus coeficientes (la búsqueda de tales fórmulas ha desempeñado un papel importantı́simo La naturaleza de los polinomios irreducibles es muy variable, dependiendo del cuerpo particular
en la historia de las Matemáticas). En este apartado expondremos algunos criterios muy sencillos que se considere. No es éste el lugar para un estudio amplio del tema: por lo que a nosotros
que permiten limitar la búsqueda de las raı́ces de los polinomios en Q. La herramienta básica es respecta, la información fundamental es que en C[X] los polinomios irreducibles son los lineales (de
la divisibilidad de números enteros, dado que podemos conocer las raı́ces de un polinomio en Q grado 1), debido al llamado Teorema fundamental del álgebra (D’Alembert-Gauss):
hallando las de un polinomio con coeficientes en Z. En efecto, si tenemos un polinomio
p(X) = a0 + a1 X + a2 X 2 + · · · + an X n ∈ Q[X], • Todo polinomio no constante con coeficientes complejos posee una raı́z en C.
y los coeficientes a0 , . . . , an se expresan como fracciones bk /m con un denominador común m, lo Como consecuencia, se comprueba que en R[X] los polinomios irreducibles tienen grado 1 o 2;
cual siempre es posible, será p(c) = 0 si y sólo si q(c) = 0, donde la situación en Q es bastante más complicada, y no necesitamos estudiarla.
q(X) = b0 + b1 X + · · · + bn X n , Sobre el esquema empleado en Z, puede probarse la existencia (con los ajustes pertinentes) de
con coeficientes b0 , . . . , bn ∈ Z. descomposición de un polinomio en producto de factores irreducibles.
Proposición 3.2.35 Sea q(X) = bn X n + bn−1 X n−1 + · · · + b1 X + b0 un polinomio con coeficientes Lema 3.2.39 Un polinomio p no constante es irreducible si y sólo si cuando p|rs, necesariamente
b0 , . . . , bn ∈ Z, de grado n. Los ceros enteros de q son divisores del término independiente b0 . Si p|r o p|s (en palabras, cuando divide a un producto de polinomios tiene que dividir al menos a uno
c = a/b ∈ Q es un cero de q escrito en forma irreducible [es decir, a, b ∈ Z y mcd(a, b) = 1], el de los factores)
numerador a divide al término independiente b0 , y el denominador b divide al coeficiente director
bn . Demostración. Si p es irreducible y divide a rs, o bien mcd(p, r) = 1 (y entonces p|s según la
1
Demostración. Si c ∈ Z es tal que q(c) = 0, se deduce que b0 = c(−bn cn−1 − · · · − b1 ) y por tanto Proposición 3.2.20), o bien mcd(p, r) = d = 1, con lo cual p = ad, a constante no nula, y d = p;
 a
c divide a b0 . 1 1
entonces, para algún q, r = qd = q p = q p, es decir, p|r.
Si q(c) = 0 para c = a/b, a, b ∈ Z y mcd(a, b) = 1, sustituyendo y multiplicando por bn resulta a a
Recı́procamente, si p cumple la condición del enunciado tiene que ser irreducible, pues de p = rs
bn an + bn−1 an−1 b + · · · + b1 abn−1 + b0 bn = 0, se sigue que p|rs, luego o bien p|r (y como r|p es deg r = 0) o bien p|s (y análogamente deg s = 0).
luego an (y por tanto a) divide a b0 bn , lo que sólo es posible si a divide a b0 ; y análogamente b
divide a bn an , luego a bn .
Las raı́ces enteras deben cumplir otras condiciones fáciles de comprobar. Corolario 3.2.40 Sean p, q ∈ K[X] mónicos e irreducibles tales que p divide a q. Entonces p = q.
80 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS. 3.2. POLINOMIOS 81
Demostración. Puesto que p es irreducible, no es una constante, luego q = ap donde forzosamente Corolario 3.2.42 Sean p1 , . . . , pm ∈ K[X] no nulos, factorizados como potencias de polinomios
m m
deg a = 0, puesto que q es irreducible. Como p y q son mónicos, necesariamente a = 1 y p = q. mónicos irreducibles (distintos): pj = tj q1j1j · · · qrj rj y tj ∈ K. Entonces:
Correspondiendo al teorema fundamental de la Aritmética tenemos el siguiente, que podrı́a (i) El mcm(p1 , . . . pm ) es el producto de los factores comunes y no comunes con mayor exponente.
llamarse ‘teorema fundamental de la aritmética de polinomios’.
(ii) El mcd(p1 , . . . pm ) es el producto de los factores comunes con menor exponente.
Teorema 3.2.41 (de factorización única) Para todo polinomio p ∈ K[X] no constante existen
a constante y q1 , . . . , qm ∈ K[X] mónicos e irreducibles tales que Demostración. Es una comprobación directa utilizando las definiciones y la unicidad de la factori-
zación.
p = aq1 · · · qm .
Además, a y los qj son únicos para cada p. Ejemplo. Sean p, q ∈ Q[X] los polinomios:
En palabras, p puede descomponerse como producto de una constante por factores mónicos
irreducibles de manera única, salvo el orden de dichos factores. p(X) = X 5 + 3X 4 + 4X 3 + 4X 2 + 3X + 1, q(X) = X 6 + X 4 − X 2 − 1.
(Esto se expresa diciendo que el dominio de integridad K[X] es de factorización única .)
Determinemos mcd(p, q), mcm(p, q) a partir de su factorización. Procediendo como antes es fácil
Demostración. Sea a el coeficiente director de p, entonces p = a−1 p es mónico y p = ap. Veamos ver que
que todo polinomio mónico no constante p se puede expresar como producto de polinomios mónicos p(X) = (X + 1)3 (X 2 + 1), q(X) = (X + 1)(X − 1)(X 2 + 1)2 ,
irreducibles. Para ello procedamos por inducción sobre el grado deg p ≥ 1,
y ası́
Si deg p = 1, es claro que p es irreducible. mcd(p, q) = (X + 1)(X 2 + 1), mcm(p, q) = (X + 1)3 (X − 1)(X 2 + 1)2 .
Supongamos que deg p > 1, y que el resultado es cierto para todo polinomio mónico de grado
inferior al de p.
–—o0o—–
Si p es irreducible, se sigue lo pedido.
En caso contrario, se puede expresar p = g1 g2 con g1 , g2 ∈ K[X] no constantes, esto es, de grado
Como cierre, terminemos este apartado con una exposición de cómo son los polinomios irre-
no inferior a 1. Además podemos elegirlos mónicos pues el producto de los coeficientes directores
ducibles en los cuerpos más conocidos: Q, R, C. Para efectos de divisibilidad, solamente considera-
de ambos polinomios vale 1. Puesto que deg g1 , deg g2 < deg p, por hipótesis de inducción g1 y g2
remos polinomios mónicos puesto que todo polinomio es producto de una constante por un poli-
se pueden expresar como producto de polinomios mónicos irreducibles, luego lo mismo sucede con
nomio mónico, y los de grado uno se escriben en la forma X − t con t ∈ K[X]. En general no
p = g1 g2 .
se conocen cómo son los polinomios irreducibles (mónicos) sobre un cuerpo cualquiera, aunque se
Veamos la unicidad: sean aq1 q2 · · · qm = p = bp1 p2 · · · pr dos descomposiciones como las del tiene:
enunciado, donde qi , pj ∈ K[X] mónicos e irreducibles, a, b ∈ K. Puesto que el producto
de polinomios mónicos es mónico se sigue que a = b es el coeficiente director de p. Por tan- [1] Todo polinomio de grado uno (X − t con t ∈ K, si es mónico) es irreducible sobre cualquier
to q1 q2 · · · qm = p1 p2 · · · pr . Ahora q1 divide p1 p2 · · · pr , y como q1 es irreducible, divide a algún cuerpo K.
pj . Cambiando la numeración, si es preciso, podemos suponer que q1 divide p1 , y como p1 y
q1 son mónicos, por la consecuencia anterior se sigue que p1 = q1 . Simplificando nos queda [2] Un polinomio p ∈ K[X] de grado dos o tres es irreducible en K[X] si y sólo si no posee
q2 · · · qm = p2 · · · pr . Procediendo análogamente con q2 y reiterando el proceso se sigue que m = r ninguna raı́z en K.
y salvo el orden es p2 = q2 , p3 = q3 , . . . , pm = qm .
[3] Todos los polinomios irreducibles de C[X] son de grado uno, luego los mónicos son de la forma
Ejemplo. Factoricemos p(X) = 14X 5 − 25X 4 − 85X 3 + 285X 2 − 179X + 30 en Q[X]. Buscamos X − t con t ∈ C. Este hecho se indica diciendo que C es algebráicamente cerrado.
primero sus raı́ces enteras, que pueden ser ±1, ±2, ±3, ±5, ±6, ±10, ±15, ±30; pero p(1) = 40, [4] Los polinomios mónicos irreducibles de R[X] son de dos formas:
p(−1) = 550 (utilizar el algoritmo de Ruffini), luego sólo −3 es una posible raı́z; de nuevo mediante
el algoritmo de Ruffini comprobamos que p(−3) = 0 y que • de grado uno, de la forma X − t con t ∈ R.
q(X) = p(X)/(X + 3) = 14X 4 − 67X 3 + 116X 2 − 63X + 10, • de grado dos, de la forma (X − t)2 + r2 con t, r ∈ R, r = 0.
polinomio que ya no puede tener raı́ces enteras y cuyas posibles raı́ces fraccionarias son ±1/2, ±5/2, [5] En Q[X] hay polinomios irreducibles del grado que se desee.
±1/7, ±2/7, etc. Afortunadamente, probando primero 1/2 resulta q(1/2) = 0,
Ejercicios
r(X) = q(X)/(X − 1/2) = 14X 3 − 60X 2 + 86X − 20 = 2(7X 3 − 30X 2 + 43X − 10),
En los ejercicios siguientes, si no se especifica nada sobre K se supone K = Q.
que sólo puede tener raı́ces fraccionarias entre ±1/7, ±2/7, etc. Probando nuevamente se obtiene
r(2/7) = 0, (1/2)r(X)/(X − 2/7) = 7X 2 − 28X + 35 = 7(X 2 − 4X + 5) = 7[(X − 2)2 + 1], que ya 12.1. Sea p ∈ Q[X] tal que p(1) = 1, p(2) = 4. Sea q(X) = X 2 − 3X + 2. Determinar el resto de
no puede tener raı́ces en Q (¿por qué?) y por tanto es irreducible (¿por qué?). Finalmente, pues, la división de p por q.
1 2 12.2. Hallar el cociente y el resto de la división de X 2 , X 3 , X 4 y X 5 por el polinomio q(X) =
p(X) = 14X 5 − 25X 4 − 85X 3 + 285X 2 − 179X + 30 = 14(X + 3)(X − )(X − )(X 2 − 4X + 5). X 3 − 2X 2 + 3X − 1.
2 7
82 CAPÍTULO 3. NÚMEROS RACIONALES. POLINOMIOS.
12.3. Determinar polinomios u y v tales que
X 3 u(X) + (1 − X)2 v(X) = 1
(i) utilizando el algoritmo de Euclides-Bézout;
(ii) desarrollando (X + (1 − X))4 por la fórmula del binomio de Newton.
12.4. ¿Cuáles son las raı́ces del polinomio
Bibliografı́a
1 1 1
p(X) = 1 − X + X(X − 1) + · · · + (−1)n X(X − 1) · · · (X − n + 1)
1! 2! n!
para cada n ∈ N? [C-C-S] Cohen, A. M.; Cuypers, H.; Sterk, H.: Algebra Interactive! (Learning algebra in an
Indicación : ¿Quién es (1 − t)m ? exciting way). Springer, Berlin, 1999.
12.5. Demostrar que si c/d es una fracción irreducible que representa uno de los ceros del polinomio [D’A-W] D’Angelo, J. P.; West, D. B.: Mathematical Thinking. Problem-Solving and Proofs.
de coeficientes enteros Prentice-Hall, Upper Saddle River, NJ, 1997.
p(X) = an X n + · · · + a1 X + a0 ,
[D-H] Dorronsoro, J.; Hernández, E.: Números, grupos y anillos. Addison-Wesley/UAM,
entonces c − md es un divisor de p(m) para todo entero m.
Madrid, 1996.
Determinar los ceros racionales del polinomio
[Pest] Pestana, D. & al.: Curso práctico de Cálculo y Precálculo. Ariel, Barcelona, 2000.
p(X) = X 4 − 2X 3 − 8X 2 + 13X − 24.
El apartado sobre factorización de polinomios está tomado de
12.6. Hallar un polinomio de grado 3 que al dividirlo por X −1, X −2 y X +5 da, respectivamente,
restos 2, 1, 8. ¿Hay más de una solución? [Bern] Bernal, E.: Algebra Lineal. Apuntes de la asignatura, Zaragoza, 1998–99.
12.7. ¿Puede ser un polinomio divisible por su derivada? Justificar la respuesta.
12.8. Sean p(X) = X 5 + 2X 3 − 5X − 3, q(X) = X 2 − 2X − 12. Hallar el cociente y el resto de la
división de p por q, y deducir que p y q son relativamente primos.
12.9. Hallar el máximo común divisor y el mı́nimo común múltiplo de los polinomios
p(X) = 2X 4 + X 3 − 8X 2 − X + 6, q(X) = 2X 3 − 7X 2 + 8X − 3.
¿Cuáles son las raı́ces de p y q?
12.10. (1) Expresar el polinomio p(X) = 3X 4 − 5X 3 + 6X 2 + 7X − 5 como combinación lineal de
potencias de X − 2.
(Indicación : Dividir sucesivamente por X − 2.)
(2) ¿Cuánto valen p(2), p (2), p (2), p (2), p(iv) (2)?
12.11. Fórmula de Taylor. Sea p ∈ Q(X) un polinomio de grado n y a ∈ Q. Probar que
n
p(k) (a)
p(X) = (X − a)k .
k=0
k!
12.12. Derivada n-ésima de un producto (Leibniz). Sea K un cuerpo cualquiera y p,
q ∈ K[X]. Probar por inducción que
n

n (k) (n−k)
(pq)(n) = p q .
k=0
k
12.13. Sea K un cuerpo cualquiera. Demostrar que si an X n + an−1 X n−1 + · · · + a1 X + a0 ∈ K[X]
es irreducible, también lo es an + an−1 X + · · · + a1 X n−1 + a0 X n .
12.14. Descomponer el polinomio X 4 − 5X 2 + 6 en factores irreducibles en Q[X].
12.15. Probar que p(X) = X 4 + 4 no tiene raı́ces en Q y que puede factorizarse (en Q[X]) como
producto de dos polinomios de grado 2.
83
84 BIBLIOGRAFÍA
Capı́tulo 4
Números reales y complejos.
Sobre los números reales nos limitaremos a hacer una serie de comentarios que complementan
algunos aspectos que no han sido tratados en la asignatura de Análisis matemático I. En un capı́tulo
posterior estudiaremos la representación decimal de los números reales y la ‘aritmética de los
ordenadores’. La bibliografı́a oportuna se irá citando a lo largo de la exposición.
Nuestra presentación de los números complejos es básicamente la del texto [Ap], completado
con [ApC]. Véase también [Her], cap. 4. Para ejercicios (resueltos y propuestos) son útiles [Spg],
[Wil].
Las referencias adicionales que sean necesarias se citarán en su contexto.
4.1 Números reales.
Ya hemos visto que desde el punto de vista algebraico, el sistema de los números racionales es
bastante incompleto: si bien en Q es posible resolver siempre ecuaciones del tipo ax + b = 0, con
a = 0, hay ecuaciones tan simples como x2 = 2 que no tienen solución. Esto fue descubierto ya
por los pitagóricos en el siglo V antes de nuestra era, en su formulación geométrica, en términos
de conmensurabilidad e inconmensurabilidad de longitudes (ver notas históricas en [Ebb], cap. 2).
Dos segmentos AB y CD son conmensurables si pueden ser medidos exactamente con una unidad
de longitud común u, es decir, si hay un número “exacto” m ∈ N de segmentos de longitud u que
colocados uno tras otro sin solaparse cubren AB, y lo mismo un número n de sementos para CD;
la razón entre las longitudes de los segmentos AB y CD es la misma que la razón (el cociente)
entre los números m y n. En caso contrario, son inconmensurables.
Q
A
C
?
P
u
0 1/5 2/5 3/5 4/5 1 BD ?
Fijado un segmento cualquiera, es fácil construir por semejanza de triángulos un nuevo segmento
cuya razón con el primero sea igual a un valor m/n arbitrariamente dado (en la figura se muestra
la construcción de un segmento de longitud 1/5: la recta OP Q y el segmento OP son arbitrarios; el
85
86 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.2. EL CUERPO COMPLEJO. 87
punto Q se obtiene trasladando OP cinco veces a lo largo de dicha recta). No es descabellado pensar un número real es un conjunto A de números racionales con las propiedades siguientes:
que siempre hay conmensurabilidad: el algoritmo de Euclides, con la división interpretada como
“sustracción repetida de segmentos iguales”, lleva gráficamente a una unidad de medida común – si x ∈ A e y ∈ Q es tal que y < x, entonces también y ∈ A;
—hasta donde el ojo puede apreciar. Sin embargo, la razón desmiente a la intuición, y como es – ∅ = A = Q;
bien sabido, el teorema de Pitágoras obliga a descartar esta hipótesis: la diagonal del cuadrado, – no hay un elemento máximo en A, de manera que si x ∈ A, existe algún y ∈ A tal que
de la que no dudamos que tenga una longitud, resulta inconmensurable con el lado, pues si éste y > x.
tiene una longitud m respecto de cualquier unidad, la diagonal ha de tener una longitud n tal que
n2 = m2 + m2 = 2m2 , lo cual lleva a un absurdo tras eliminar sucesivamente factores 2 en m y n. De qué modo se definen la suma, el producto y la ordenación en el conjunto R de los números
(Ver la discusión sobre Aritmética y Geometrı́a en [A-K], pp. 43). reales puede verse en [Spv], pp. 811 y ss.; ver también [Ebb], pp. 36 y ss.
Hizo falta mucho talento para solucionar este inconveniente (lo logró Eudoxo, contemporáneo
• otros métodos. ¿Por qué no usar “los decimales” para construir R? Es posible, pero tiene
de Platón, con su teorı́a de las proporciones). Mucho más tarde, cuando la fiabilidad de la intuición
más inconvenientes ‘técnicos’ que los métodos anteriores. La manera de hacerlo está indicada
geométrica fue puesta en cuestión tras el asentamiento de las geometrı́as no euclı́deas y la crisis
en [Spv], pp. 826–827, ejercicio 2.
subsiguiente, se hizo necesaria una fundamentación del continuo (el conjunto de los números reales).
No es este el lugar para seguir la larguı́sima evolución histórica del concepto de número hasta También se han empleado intervalos encajados o, equivalentemente, pares de sucesiones
las ideas actuales, por lo que nos limitaremos en lo que sigue a señalar los principales puntos que monótonas —los extremos de los intervalos (v. [Ebb], especialmente el comentario final, p.
subyacen en una presentación rigurosa de los números reales, que quedan abiertos para tratar en 46).
una asignatura posterior sobre Fundamentos de Análisis matemático.
4.1.2 Axiomática de R.
4.1.1 Construcciones de R a partir de Q. No se planteó explı́citamente un ‘sistema axiomático para los números reales’ hasta que fue formu-
En la ampliación de un sistema numérico para llegar a otro mayor que subsane alguna deficiencia, lado esencialmente por Hilbert hacia 1900, en su obra Grundlagen der Geometrie (Fundamentos
la idea directriz es ‘añadir lo mı́nimo que le falta’. Ası́, para construir Z a partir de N ‘se añaden’ de Geometrı́a). Actualmente, la descripción axiomática de R se resume en:
los opuestos de los números naturales (y el 0 en su caso); para construir Q a partir de Z, ‘se
• R es un cuerpo conmutativo totalmente ordenado completo, es decir, tal que todo conjunto
añaden’ los cocientes de enteros (con denominador no nulo). Para construir R a partir de Q, hay
no vacı́o acotado superiormente tiene supremo.
dos procedimientos destacados:
Ası́ se introduce R en la mayorı́a de los textos de Análisis matemático, para comenzar a estudiar
• método de Cantor-Meray de las sucesiones fundamentales. Trata de ‘evitar’ que sus propiedades de manera inmediata. Una buena muestra es [Ap].
aparezcan sucesiones de Cauchy no convergentes, como sucede en Q. Se define entonces una
relación de equivalencia en el conjunto de las sucesiones de Cauchy de números racionales
4.1.3 Unicidad y minimalidad de R.
(cada clase va a jugar el papel de ‘lı́mite’ de todas ellas), de manera que R es el conjunto
cociente y un número real es una clase de equivalencia. Las operaciones de suma y producto En las sucesivas ampliaciones de los números se busca siempre, como hemos señalado anteriormente,
en R se definen a partir de las operaciones de suma y producto de sucesiones, y se demuestra solucionar algún defecto, pero con una propiedad de minimalidad. Ası́, en los contenidos
que con ellas R es un cuerpo. Hay que definir ası́ mismo una relación de orden entre las
sucesiones de Cauchy de Q, que permite luego definir una ordenación en R con la cual resulta N ⊂ Z ⊂ Q,
ser un cuerpo totalmente ordenado completo (en el sentido de que todo conjunto no vacı́o
Z es el menor grupo que contiene a N y Q es el menor cuerpo que contiene a Z; ahora, R no
acotado superiormente posee supremo). El desarrollo en detalle de este proceso se entiende
sólo es el menor cuerpo completo que contiene a Q, sino que es el único salvo isomorfismos.
mejor cuando se ha estudiado teorı́a de anillos e ideales. Puede verse, por ejemplo, en [Ebb],
Una explicación detallada de este hecho puede verse en [Spv], cap. 29, y en [Ebb], p. 50; también,
[Ham], [S-T] (aquı́ hay además un interesante apartado sobre la ‘conexión con la intuición’, p.
en [S-T], cap. 10. unicidad.
204).
Este es el método más empleado generalmente, sobre todo porque permite usar construcciones
parecidas en otras situaciones (compleción de espacios métricos en Topologı́a, por ejemplo.) 4.2 El cuerpo complejo.
• método de Dedekind de las cortaduras. Se dirige a conseguir que se cumpla ‘el axioma Como señala [Her], p. 195,  las sucesivas ampliaciones de los sistemas de números se han realizado
del supremo’, no válido en Q. Se parte de las cortaduras en Q, que son pares (A, B) de para acomodar resultados sorprendentes en los sistemas de números conocidos. Estos resultados
subconjuntos de Q tales que: sorprendentes provienen, en la mayor parte de los casos, de la resolución de ecuaciones algebraicas.
Por ejemplo, la ecuación x + 7 = 5, en la que solamente aparecen números naturales, no
– A y B son complementarios, A ∪ B = Q y A ∩ B = ∅; posee ningún número natural como solución; su solución es el número negativo −2. Los números
– A = ∅ = B; naturales, junto con los números negativos, forman el sistema de los números enteros. Este sistema
– cada elemento de A es menor que cada elemento de B. de números es insuficiente para resolver todas las ecuaciones algebraicas; la ecuación 3x = 5 no
posee como solución ningún número entero; su solución es el número fraccionario 5/3. Los números
Cada cortadura está determinada por A o por B (v. comentarios en [Ebb]), de modo que enteros, junto con los números fraccionarios, forman el conjunto de los números racionales. Estos
podemos quedarnos, por ejemplo, con el conjunto A, y decir como en [Spv], que números resultan insuficientes para resolver ecuaciones cuadráticas; por ejemplo, la ecuación x2 = 2
88 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.2. EL CUERPO COMPLEJO. 89
√ √
no tiene un número racional como solución; sus soluciones son los números irracionales 2 y − 2. (Tiene sentido porque a = 0 o b = 0.)
Los números racionales, junto con los irracionales, forman el sistema de los números reales. 9. Propiedad distributiva del producto respecto de la suma. (a1 , b1 ) ((a2 , b2 ) + (a3 , b3 )) =
Entre los números irracionales hay, incluso, muchos que no son raı́ces de polinomios con coefi- (a1 , b1 ) (a2 , b2 ) + (a1 , b1 ) (a3 , b3 ).
cientes racionales. Pese a ello, R no es ‘suficientemente completo’ desde el punto de vista algebraico:
un polinomio tan sencillo como X 2 + 1 sigue sin tener raı́ces en R. En pleno Renacimiento, los El cuerpo C contiene un subconjunto que es ‘una copia isomorfa’ al cuerpo R, que identificaremos
algebristas italianos del siglo XVI (Tartaglia, Cardano, Bombelli: v. [Ebb], cap. 3), en su búsqueda con R. Precisemos esta afirmación:
de raı́ces reales de ecuaciones cúbicas (de polinomios de grado 3), comenzaron un cálculo formal con Proposición 4.2.3 La aplicación h : R → C dada por
expresiones ‘imaginarias’, ‘ficticias’, en las que aparecı́an raı́ces cuadradas de números negativos,
comprobando que, aunque ignoraban qué significado atribuir a dichas expresiones, los resultados h(a) = (a, 0), a ∈ R,
que obtenı́an a partir de ellas eran consistentes y satisfactorios, resolviendo ası́ problemas de raı́ces es inyectiva y para cualesquiera a, b ∈ R cumple
de ecuaciones de segundo y tercer grado en R. La ‘inevitabilidad’ de estas expresiones llevarı́a, tras
periodos de discusión y desconfianza sobre su naturaleza, a la introducción y aceptación final de • h(a + b) = h(a) + h(b);
los números complejos. • h(a b) = h(a) h(b)
Definición 4.2.1 El cuerpo de los números complejos es el conjunto Demostración. Ejercicio.
C = {(a, b) : a, b ∈ R} Procedemos, pues, a la identificación de a ∈ R con h(a) ∈ C, lo que nos permite usar la notación
simplificada a = (a, 0). Observando que todo elemento (a, b) ∈ C se puede escribir en la forma
dotado de las operaciones (a, b) = (a, 0) + (b, 0)(0, 1),
• suma: (a, b) + (c, d) = (a + c, b + d) si definimos la unidad imaginaria i como
• producto: (a, b) (c, d) = (ac − bd, bc + ad). i = (0, 1),
Los elementos de C reciben el nombre de números complejos . con esta nueva notación tenemos
(a, b) = a + ib.
Como conjunto, pues, C es simplemente R2 = R × R, que conocemos como espacio vectorial Esta manera de escribir un número complejo (forma binómica ) se corresponde con la repre-
sobre R, con la misma suma que acabamos de definir. La novedad (absolutamente trascendente sentación del vector (a, b) de R2 en la base canónica {(1, 0), (0, 1)}. Por tanto, si a + ib = a + ib
como veremos) está en la introducción de un producto ‘interno’, que aplica C × C en C (en R2 con ay b reales, necesariamente a = a y b = b . Como es sabido, la primera componente a del
tenemos el producto por escalares ‘externos’, que aplica R × R2 en R2 ). número complejo z = (a, b) = a + ib se denomina la parte real de z, en sı́mbolos a = e z, y la
Veamos que está justificado llamar a C el cuerpo de los números complejos. segunda componente b se denomina la parte imaginaria de z, en sı́mbolos b = m z. Ası́, tanto
la parte real como la parte imaginaria son números reales.
Proposición 4.2.2 Con la suma y el producto que hemos definido, C es un cuerpo conmutativo. Los números reales están, pues, caracterizados como los z ∈ C tales que m z = 0. La condición
e z = 0 caracteriza a los llamados números imaginarios (imaginarios puros, en algunos textos).
Demostración. Una vez más, enunciamos las propiedades a comprobar, si bien dejamos las de-
Una ventaja de expresar los números complejos en forma binómica es que se hace más facil la
mostraciones como ejercicio. (Ver [ApC], pp. 438 y ss.)
multiplicación. En efecto, teniendo en cuenta que
1. Propiedad asociativa de la suma. ((a1 , b1 ) + (a2 , b2 )) + (a3 , b3 ) = (a1 , b1 ) + ((a2 , b2 ) +
(a3 , b3 )). i2 = (0, 1)(0, 1) = (−1, 0) = −1
2. Propiedad conmutativa de la suma. (a1 , b1 ) + (a2 , b2 ) = (a2 , b2 ) + (a1 , b1 ).
comprobamos que la ‘extraña fórmula’
3. Existencia de elemento neutro (cero) para la suma. Hay un número complejo, el (0, 0),
tal que para todo (a, b) ∈ C, (0, 0) + (a, b) = (a, b) + (0, 0) = (a, b). (a, b) (c, d) = (ac − bd, bc + ad)
4. Existencia de elemento opuesto para la suma. Para cada (a, b) ∈ C hay un número
se traduce en la más ‘natural’
complejo (y uno sólo), el número complejo (−a, −b), tal que
(−a, −b) + (a, b) = (a, b) + (−a, −b) = (0, 0). (a + ib)(c + id) = ac − bd + i(bc + ad),
5. Propiedad asociativa del producto. ((a1 , b1 ) (a2 , b2 )) (a3 , b3 ) = (a1 , b1 ) ((a2 , b2 ) (a3 , b3 )). donde para hacer esta operación sólo hace falta usar las reglas habituales de la multiplicación y las
6. Propiedad conmutativa del producto. (a1 , b1 ) (a2 , b2 ) = (a2 , b2 ) (a1 , b1 ). identificaciones anteriormente expuestas. De pasada, hemos comprobado que el número complejo
7. Existencia de elemento neutro (identidad) para el producto. Hay un número complejo, i es una raı́z de X 2 + 1 en C (‘la otra’ es −i).
el (1, 0), tal que para todo (a, b) ∈ C es (1, 0) (a, b) = (a, b) (1, 0) = (a, b). Ninguna de las relaciones de orden que pueden definirse en C hacen de él un cuerpo totalmente
8. Existencia de elemento inverso para el producto. Para cada (a, b) ∈ C \ {0} hay un
 ordenado: no hay posibilidad niguna de que se mantengan las mismas propiedades que en Q y en
a −b
elemento (y uno sólo) en C, el número complejo , , tal que R ligan la ordenación con la suma y el producto.
a2 + b2 a2 + b2
a −b a −b (En efecto: en todo cuerpo totalmente ordenado es x2 + 1 > 0 para cualquier elemento x, mientras
( ,
a2 + b2 a2 + b2
) (a, b) = (a, b) ( 2 ,
a + b2 a2 + b2
) = (1, 0). que en C tenemos i2 + 1 = 0.)
90 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.2. EL CUERPO COMPLEJO. 91
Conjugación. Módulo de un complejo. (ii) |zw|2 = (zw)(zw) = (zw)(z w) = z z w w = |z|2 |w|2 = (|z||w|)2 , y como |zw| y |z||w| son
números reales no negativos, forzosamente |zw| = |z||w|.
Un instrumento muy importante en el manejo de los números complejos es la conjugación.
(iii) |z + w|2 = (z + w)(z + w) = (z + w)(z + w) = z z + z w + w z + w w = |z|2 + z w + z w + |w|2 =
Definición 4.2.4 Dado un número complejo z, su complejo conjugado , denotado por z, está |z|2 + 2 e (z w) + |w|2 ,
dado por
mientras que
z = e z − i m z.
(|z| + |w|)2 = |z|2 + 2|z||w| + |w|2 = |z|2 + 2|z w| + |w|2 ,
Proposición 4.2.5 La aplicación de C en C que asocia a cada número complejo su conjugado, y como (ver lema siguiente) e (z w) ≤ | e (z w)| ≤ |z w|,
llamada conjugación , tiene las siguientes propiedades.
se obtiene la desigualdad buscada.
(i) Es un isomorfismo de cuerpo, es decir, es inyectiva y para cualesquiera z, w ∈ C se verifica
En la demostración de la desigualdad triangular hemos necesitado:
• z+w =z+w
• zw = z w Lema 4.2.8 Para cada z ∈ C,
(ii) Es una involución, o sea, aplicada dos veces vuelve al elemento de partida: e z ≤ | e z| ≤ |z|, m z ≤ |m z| ≤ |z|.
z = z para todo z ∈ C.
Demostración. Pongamos a = e z, b = m z. De
(iii) Deja fijos exactamente los números reales:
a2 ≤ a2 + b2 = |z|2 , b2 ≤ a2 + b2 = |z|2 ,
z = z si y solo si z ∈ R.
se sigue |a| ≤ |z|, |b| ≤ |z|, y finalmente
Demostración. Son consecuencias directas de la definición (comprobarlo).
a ≤ |a| ≤ |z|, b ≤ |b| ≤ |z|.
Mediante el conjugado se puede expresar algebraicamente la parte real y la parte imaginaria de
cada z ∈ C, Como en R, se prueba:
z+z z−z
ez = , m z = .
2 2i Corolario 4.2.9 (desigualdad triangular inversa) Dados z, w ∈ C,
También permite expresar algebraicamente su módulo, que pasamos a definir, lo que facilita muchas
de las operaciones que deberemos efectuar con los números complejos. |z − w| ≥ ||z| − |w||.
Definición 4.2.6 El módulo de un número complejo z es el número real no negativo Demostración. Ejercicio.
√ 
|z| = zz = ( e z)2 + (m z)2 .
Ejercicios
Por tanto, |z|2 = z z. Nótese ası́ mismo que |z| = |z|. 13.1. Expresar los siguientes números complejos en la forma a + ib, con a, b ∈ R:
5
z ez m z 2 + 3i i4 + i9 + i16 1+i
Ejercicio. Para z = 0, probar que su inverso es = −i . a) (1 + i)3 ; b) ; c) ; d) √ .
|z|2 |z|2 |z|2 3 − 4i 2 − i5 + i10 − i15 2
Las propiedades más importantes del módulo, que comparte con el valor absoluto en R, son las
13.2. Calcular
siguientes: 4n m
1−i
.
Proposición 4.2.7 Dados z, w ∈ C, m=1
1+i
(i) |z| ≥ 0 siempre, y |z| = 0 si y sólo si z = 0. Indicación. Calcular primero (1−i)/(1+i) y recordar que (1−w)(1+w+w2 +· · ·+wN ) = 1−wN +1 .
3 − 2ai
(ii) |zw| = |z||w|. 13.3. Dado z = , con a ∈ R, determinar el valor de a para que z ∈ R y calcular entonces
4 − 3i
el valor de z.
(iii) |z + w| ≤ |z| + |w| (desigualdad triangular).
13.4. Calcular dos complejos cuya suma sea 1 + 4i, cuyo cociente sea imaginario y de manera que
Demostración. la parte real de uno de ellos sea −1.
(i) Por la propia definición, |z| ≥ 0 para todo z ∈ C y |0| = 0. Si ahora z = a + ib (a, b ∈ R) 13.5. Hallar x, y ∈ R tales que z = x+iy sea una raı́z cuadrada de 2−5i, es decir, (x+iy)2 = 2−5i.
es tal que |z| = 0, es a2 + b2 = |z|2 = 0, y puesto que 0 ≤ a2 ≤ a2 + b2 = 0, a2 = 0 y a = 0 En general, dados a, b ∈ R, si z = x + iy es una raı́z cuadrada de a + bi, es decir, (x + iy)2 = a + bi,
(simétricamente, b = 0). expresar x e y en función de a, b.
92 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.3. EL PLANO COMPLEJO 93
1+z
13.6. Sea z ∈ C con z = 1. Probar que es imaginario si y sólo si |z| = 1. Análogamente, puesto que todo punto del plano z = 0 queda unı́vocamente determinado por
1−z sus coordenadas polares, es decir, su distancia al origen (i.e., su módulo) y por el ángulo polar (el
z−a que forma el segmento de extremos 0 y z con el eje real), podremos utilizar para tales z la llamada
13.7. Sean w, z ∈ C tales que w = con 0 < a < 1. Probar que |w| < 1 si y sólo si |z| < 1.
az − 1 representación polar o módulo-argumental. La medida del ángulo polar (en radianes) es lo
 
 a−b  que llamaremos argumento de z.
13.8. Probar que si |a| = 1 o |b| = 1, entonces   = 1. ¿Qué excepción debe hacerse si
1 − ab  Pongamos en orden estos conceptos.
|a| = |b| = 1?
Observando la figura, tenemos las igualdades
13.9. Sea w =
1+z
con w = u + iv y z = x + iy (x, y, u, v ∈ R). Probar que e z = |z| cos φ, m z = |z| sen φ,
1−z de donde
z=(a,b )
z = |z|(cos φ + i sen φ).
u2 + v 2 − 1 2v |z |
x= ; y= . Como siempre sucede con la medida de ángulos, hay aquı́ una
(u + 1)2 + v 2 (u + 1)2 + v 2 b= Im z
φ ambigüedad, puesto que φ y φ + 2kπ con k ∈ Z hacen el mismo
papel de cara a las igualdades anteriores. Esto nos hace abordar
13.10. Sea z = a + ib (a, b ∈ R). Demostrar que existen p, m y n independientes de z (z = 0, −1) O a = Re z
las siguientes precisiones sobre la definición de argumento.
tales que
(a2 + b2 )(a2 + b2 + 2a + 1)
= p + mz + nz 2 . Definición 4.3.1 (Argumentos) Dado z ∈ C \ {0}, un argumento de z es cualquier φ tal que
a2 − b2 + a − (1 + 2a)bi
Hallar p, m y n. z = |z| cos φ, z = |z| sen φ.
El conjunto de los argumentos de z lo denotaremos por arg z, es decir,
4.3 El plano complejo
arg z = {φ ∈ R : cos φ = e z/|z|, sen φ = m z/|z|}.
Para abordar este apartado utilizaremos frecuentemente un lenguaje geométrico meramente intui-
tivo, sin atenernos estrictamente al estilo más deductivo del planteamiento del resto del curso. Ası́, Entonces, arg z es un conjunto! Pero ‘es obvio’ que si para dos valores φ0 , φ ∈ R, se cumple
por ejemplo, hablaremos de ángulos, o daremos por bueno que las funciones seno y coseno del
Análisis matemático se corresponden con las funciones definidas gráficamente en Trigonometrı́a, cosφ = cos φ0 , sen φ = sen φ0 ,
aunque para ello no tengamos ninguna justificación rigurosa. Si hemos de ser totalmente honestos,
ni siquiera tenemos hasta ahora una definición rigurosa de las funciones seno y coseno: nos hemos debe existir un k ∈ Z de manera que
conformado con admitir su existencia y propiedades. Es tarea de cursos superiores la construcción φ = φ0 + 2kπ;
y el estudio de estas y otras funciones elementales básicas, por lo que seguiremos usándolas como
hasta ahora. en otras palabras, el conjunto arg z puede describirse, conocido uno cualquiera de sus elementos,
de la siguiente manera:
La idea de partida en esta sección es que todo número complejo z = a+ib (a, b ∈ R) lo podemos
representar en el plano como el punto de coordenadas (a, b), su afijo .(∗) {φ0 + 2kπ : φ0 ∈ arg z, k ∈ Z} = φ0 + 2π Z.
Esto supone que tenemos fijado en el plano un sistema cartesiano de ejes coordenados. Los
De esta forma, en cualquier intervalo semiabierto de longitud 2π, por ejemplo (−π, π], existe un
puntos del eje de abscisas serán los complejos (x, 0), o sea, los números reales, por lo que llamaremos
único elemento perteneciente al conjunto arg z. A este elemento se le denota por
a este eje el eje real . Análogamente, el eje de ordenadas estará formado por los puntos (0, y), los
números imaginarios puros iy, y denominaremos a este eje el eje imaginario . Nos referiremos a
Arg z,
este sistema con el nombre de diagrama de Argand.
y se le llama argumento principal (precaución: en algunos textos se llama argumento principal
En este contexto, la distancia euclı́dea en el plano, por ejemplo, permitirá definir la distancia
al que está en el intervalo [0, 2π)). Por tanto, para nosotros:
entre dos complejos z y w, que vendrá dada por
d(z, w) = |z − w|, Definición 4.3.2 (Argumento principal) Dado z ∈ C \ {0},

ya que si z = x+iy, w = u+iv, (x, y, u, v ∈ R), ambas cantidades son iguales a (x − u)2 + (y − v)2 . Arg z = φ si y sólo si φ ∈ (−π, π] y cos φ = e z/|z|, sen φ = m z/|z|.
En particular, para cada z ∈ C, su módulo mide la distancia de z a 0.
(∗)
Definición 4.3.3 La representación polar o módulo-argumental de un número complejo no
Esta observación fue hecha repetidamente por matemáticos que no lograron eco suficiente en la comunidad
nulo viene dada por su módulo y uno cualquiera de sus argumentos.
matemática (entre ellos Argand, a cuyo nombre ha quedado asociada), hasta que fue adoptada por Gauss en 1831 y
más tarde por Cauchy, zanjando ası́ la polémica sobre la legitimidad de los números complejos (ver [DD-P], pp. 254
y ss.) Para presentarla de una manera más compacta, introducimos la siguiente notación.
94 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.3. EL PLANO COMPLEJO 95
Definición 4.3.4 Dado φ ∈ R, pondremos Corolario 4.3.6 (Representación exponencial del cociente de dos números complejos.)
Dados z1 , z2 ∈ C, si z1 = |z1 | eiφ1 , z2 = |z2 | eiφ2 = 0, se tiene
eiφ = cos φ + i sen φ.
Por tanto, dado z ∈ C \ {0}, si φ ∈ arg z será z1 |z1 | i(φ1 −φ2 )
= e .
z2 |z2 |
z = |z| eiφ
Demostración. Basta tener en cuenta que, según lo que acabamos de probar,
(representación exponencial de un número complejo).
|z1 | i(φ1 −φ2 ) |z1 |
Nótese que para z = 0 se tiene z = |z| eiφ cualquiera que sea φ ∈ R. e z2 = |z2 | ei(φ1 −φ2 +φ2 ) = |z1 | eiφ1 = z1 .
|z2 | |z2 |
Ejercicio. Para cada φ ∈ R, |eiφ | = 1. Recı́procamente, para todo z ∈ C con |z| = 1 existe φ ∈ R
tal que z = eiφ .
Nota. La expresión eiφ , φ ∈ R, comparte propiedades algebraicas de la exponencial real:
Ejercicio. Si φ ∈ R, entonces eiφ = 1 si y sólo si existe k ∈ Z tal que φ = 2kπ.
Ejercicio. Comprobar la fórmula de Euler eiφ eiψ = ei(φ+ψ) , φ, ψ ∈ R,
eiπ + 1 = 0. (eiφ )−1 = ei(−φ) , φ ∈ R.
(Se ha dicho que esta es una de las más bellas fórmulas de las Matemáticas, porque liga los números
fundamentales del Álgebra, la Geometrı́a y el Análisis). Ejercicios
Proposición 4.3.5 (Representación exponencial del producto de dos números complejos.) 14.1. Hallar los módulos y los argumentos √ √ de los números complejos: −2x (x ∈ R \ {0}), iy
Dados z1 , z2 ∈ C, si z1 = |z1 | eiφ1 , z2 = |z2 | eiφ2 , con φ1 , φ2 ∈ R, se tiene (y ∈ R \ {0}), 1 + i, −1 − i, (1 + i)(1 + i 3)( 3 − i), 2 + 5i, 2 − 5i, −2 + 5i, −2 − 5i (estos últimos,
en función del arc tg(5/2)). ¿Cuál es el argumento principal?
z1 z2 = |z1 z2 | ei(φ1 +φ2 ) = |z1 | |z2 | ei(φ1 +φ2 ) .
14.2. Si φ, ψ ∈ R, entonces eiφ = eiψ si y sólo si existe k ∈ Z tal que φ − ψ = 2kπ.
Demostración. Ya probamos que |z1 z2 | = |z1 | |z2 |.
Operando 14.3. Hallar el módulo y el argumento principal de 1 + cos φ + i sen φ, donde −π ≤ φ ≤ π.
1 + cos x + i sen x
eiφ1 eiφ2 = (cos φ1 + i sen φ1 ) (cos φ2 + i sen φ2 ) 14.4. Hallar la parte real y la imaginaria, el módulo y un argumento de
1 + cos y + i sen y
.
= cos φ1 cos φ2 − sen φ1 sen φ2 + i(cos φ1 sen φ2 + sen φ1 cos φ2 ) 1
= cos(φ1 + φ2 ) + i sen(φ1 + φ2 ) = ei(φ1 +φ2 ) , 14.5. Sean α ∈ R y a ∈ C tales que 2 cos α = a + . Obtener 2 cos nα en función de a.
 a
1
y queda finalmente Indicación. ¿Qué vale eiα − a eiα −?
a
z1 z2 = |z1 | |z2 | ei(φ1 +φ2 ) = |z1 z2 | ei(φ1 +φ2 ) .
14.6. Si x + iy = (2 + cos α + i sen α)−1 con α, x, y ∈ R, hallar x e y en función de α y probar que
Por tanto, mientras que la suma y la resta el punto (x, y) está siempre en la circunferencia de diámetro el segmento que une los puntos ( 31 , 0)
z +w de números complejos no son otra cosa que la y (1, 0).
w suma y la resta de vectores en el plano, que no
14.7. Sean z1 , z2 , z3 ∈ C distintos dos a dos. Explicar el significado geométrico de las relaciones:
w-z necesita gráficamente más que la traslación
de segmentos, la construcción gráfica del pro- z3 − z1 z3 − z1
z (i) m =0; (ii) e =0.
ducto de dos vectores es un poco más com- z2 − z1 z 2 − z1
0 plicada:
z2
z-w 14.8. Sean z1 , z2 ∈ C con z1 = 0. Probar que es imaginario si y sólo si |z1 + z2 | = |z1 − z2 |.
z1
Deducir que un paralelogramo tiene sus diagonales iguales si y sólo si es un rectángulo.
Dados z, w = |w| eiφ ∈ C, para construir z · w hemos de
z .w girar z un ángulo φ (con centro de giro en el origen) y 14.9. Demostrar que |z1 − z2 |2 + |z1 + z2 |2 = 2|z1 |2 + 2|z2 |2 . Deducir que “un cuadrilátero es un
efectuar una homotecia que multiplique el módulo de z paralelogramo si y sólo si la suma de los cuadrados de las longitudes de sus diagonales es igual a la
uz por el de w. Como se muestra en la figura, para llevar esto suma de los cuadrados de las longitudes de todos sus lados” (ley del paralelogramo).
a cabo basta girar el triángulo de vértices 0, 1, z hasta 14.10. Demostrar que el triángulo cuyos vértices son los puntos z1 , z2 , z3 sobre el diagrama de
w que el segmento de extremos 0 y 1 tenga la dirección del Argand es equilátero si y sólo si
u1 z segmento de extremos 0 y w, obteniéndose ası́ el triángulo
de vértices 0, u1 , uz ; z · w es el punto de corte de la recta z12 + z22 + z32 = z1 z2 + z2 z3 + z3 z1 .
0 1 que pasa por 0 y uz con la paralela por w a la recta que
pasa por u1 y uz (¿por qué?). 14.11. ¿Cuál es el lugar geométrico de los puntos del plano complejo tales que |z + 16| = 4|z + 1|?
96 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.4. POLINOMIOS EN C Y EN R. 97
4.4 Polinomios en C y en R. Teorema 4.4.4 Si z = 0 y n ∈ N, existen exactamente n números complejos distintos z0 , z1 , . . . ,
zn−1 (llamados raı́ces n-ésimas de z), tales que
Reflexionando sobre lo que hemos hecho hasta ahora, parece que nuestros logros son más bien
modestos. Hemos añadido a R básicamente un número, i, que nos genera ‘linealmente’ C, y que es zkn = z
una raı́z del polinomio concreto X 2 + 1. ¿Qué sucederá con los demás polinomios? Esto lo expone
para cada k = 0, 1, . . . , n − 1.
estupendamente el premio Nobel de Fı́sica, Richard Feynman, en un capı́tulo llamado Algebra
Además, si α es un argumento de z, estas raı́ces están dadas por las fórmulas
(de lectura absolutamente recomendada en su totalidad) de su libro [Fey], p. 22-10:
zk = r eiϕk , k = 0, 1, . . . , n − 1,
 Ahora ustedes dirán: “¡Esto puede seguir indefinidamente! Hemos definido las potencias de
los imaginarios y todo lo demás y cuando estamos listos, viene alguien con otra ecuación donde
que no puede ser resuelta como x6 + 3x2 = −2. ¡Entonces tenemos que generalizar todo de r = |z|1/n , ϕk =
α 2kπ
+ (k = 0, 1, . . . , n − 1).
nuevo!” Pero resulta que con esta invención adicional que es simplemente la raı́z cuadrada n n
de −1, ¡toda ecuación algebraica puede ser resuelta! Este es un hecho fantástico que debemos Demostración. (Cf. [Ap], págs 27–28)
dejar que lo demuestre el Departamento de Matemáticas. Las demostraciones son hermosas Los n números complejos r eiϕk , k = 0, 1, . . . , n − 1, son distintos entre sı́: pues si tomamos
y muy interesantes, pero ciertamente no son evidentes por sı́ mismas. De hecho, la suposición enteros k, j, con 0 ≤ k ≤ n − 1, 0 ≤ j ≤ n − 1, de r eiϕk = r eiϕj se sigue ei(ϕk −ϕj ) = 1 [porque r = 0
más evidente es que vamos a tener que inventar de nuevo, de nuevo y de nuevo. Pero el y basta multiplicar por (1/r) e−iϕj ] y de aquı́ ϕk − ϕj = 2mπ para algún m ∈ Z; pero entonces
milagro más grande es que no tenemos que hacerlo. Esta es la última invención. Después α 2kπ α 2jπ k−j
de esta invención de los números complejos, encontramos que las reglas siguen funcionando + − − = 2mπ, es decir, = m es un entero, y dado que
n n n n n
con los números complejos y hemos terminado de inventar cosas nuevas. Podemos encontrar
−(n − 1) 0 − (n − 1) k−j (n − 1) − 0 n−1
la potencia compleja de cualquier número complejo, podemos resolver cualquier ecuación −1 < = ≤ ≤ = < 1,
escrita algebraicamente en términos de un número finito de esos sı́mbolos. No encontramos n n n n n
más números nuevos.  k−j
eso sólo puede cumplirse si = 0, es decir, si k = j.
n
4.4.1 Potencias y raı́ces de un número complejo Además, cada uno de tales números es una raı́z n-ésima de z:
Comenzaremos construyendo las raı́ces de unos polinomios muy particulares, los de la forma X n −z (r eiϕk )n = rn einϕk = |z| ei(α+2kπ) = |z| eiα = z.
para un z cualquiera de C. Nuestro desarrollo de esta parte es, esencialmente, el de [Ap], pp. 26–28.
Por último, no hay otras raı́ces n-ésimas de z distintas de las anteriores, pues un polinomio de
Definición 4.4.1 Dados z ∈ C y n ∈ Z, se define grado n puede tener a lo más n raı́ces distintas, y las raı́ces n-ésimas de z son justamente las raı́ces
 del polinomio P (X) = X n − z.
z 0 = 1, z n+1 = z n z si n ≥ 0,
z n = z −1 −n si n < 0 y z = 0. Obsérvese que todas las raı́ces n-ésimas de un complejo z tienen el mismo módulo, |z|1/n , y que
sus argumentos difieren en múltiplos de 2π/n radianes, de modo
Corolario 4.4.2 (Fórmula de De Moivre.) Dado φ ∈ R, para todo n ∈ N es que sus afijos están sobre una circunferencia de centro el origen
e πi/5 y radio |z|1/n , ocupando los vértices de un polı́gono regular de
(cos φ + i sen φ)n = cos(nφ) + i sen(nφ). e 2πi/5 n lados.
Demostración. Escrita en forma exponencial, Ejemplo. Para cada n ∈ N existen n raı́ces n-ésimas de la
π/5
unidad , los números 1, e2πi/n , . . . , e2(n−1)πi/n , situados sobre
(eiφ )n = einφ , 0 1 los vértices de un polı́gono regular de n lados inscrito en la
circunferencia unidad, de centro el origen y radio 1. Además,
se obtiene cómodamente por inducción. Para n = 1 es trivialmente cierta, y si es cierta para un n, el polı́gono es simétrico respecto del eje real. Estas raı́ces son
entonces e -2πi/5
e -πi/5 las potencias sucesivas de e2πi/n , y pueden obtenerse numerosas
(eiφ )n+1 = (eiφ )n eiφ = einφ eiφ = einφ+iφ = ei(n+1)φ . relaciones algebraicas entre ellas.

Problemas de notación para las raı́ces. Si queremos mantener las notaciones z 1/n ó n z que
Ejercicio. ¿Qué ocurre con la fórmula de De Moivre para n ∈ Z? empleábamos para las raı́ces n-ésimas no negativas de los números reales no negativos, ¿cómo pro-
ceder ahora, que para cada z ∈ C \ {0} tenemos n raı́ces diferentes sin ningún criterio incontestable

Proposición 4.4.3 Dados dos enteros m y n, tenemos, siempre que estén definidas las potencias, para distinguir entre ellas? En particular: ¿qué significa z 1/2 ? ¿qué significa z?

Podrı́amos reservar el sı́mbolo z 1/n ó n z para la raı́z n-ésima principal de z, definida como
z m z n = z m+n , (z1 z2 )n = z1n z2n .
|z|1/n ei(Arg z)/n ,
Demostración. Para n ≥ 0, es un ejercicio de inducción (hacerlo). Para n < 0, recuérdese la
definición (v. [Ap], Teorema 1.50). donde Arg z indica el argumento principal de z (el que queda entre −π y π), o utilizar uno de ellos
(o los dos) para el conjunto de todas las raı́ces n-ésimas de z.
98 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.4. POLINOMIOS EN C Y EN R. 99

Los convenios utilizados varı́an de unos textos a otros, por lo cual, para no caer en ambigüedades, 13 − 1
15.11. Sea ω = e2πi/13 . Probar que ω + ω 3 + ω 4 + ω 9 + ω 10 + ω 12 = .
merece la pena explicitar siempre el significado exacto atribuido a los sı́mbolos que se estén 2
manejando, sin necesidad de decantarse por ninguno. Por ejemplo, pondrı́amos: Indicación: Si S es la suma, ¿quién es (2S + 1)2 ?
6
• para a, b, c ∈ R, a = 0,
2
15.12. Sea z = e2πi/7 . Calcular zn .
az 2 + bz + c = 0 n=1
si y sólo si √
−b ± b2 − 4ac 4.4.2 Teorema fundamental del Álgebra y sus consecuencias
z= ,
2a
es decir, Desde el punto de vista algebraico, la principal ventaja del cuerpo complejo es que, al contrario que
√ √ R, C es algebraicamente cerrado, i.e., todo polinomio no constante con coeficientes complejos
−b + b2 − 4ac −b − b2 − 4ac
z= o z= , tiene una raı́z en C.(†) Este hecho fue ‘presentido’ antes de que se llegara a formular adecuadamente
2a 2a
√ y mucho antes de que se lograra una demostración incuestionable (ver [DD-P], pp. 248–253). No es
donde b2 − 4ac indica una cualquiera de las raı́ces cuadradas del complejo b2 − 4ac. un resultado fácil de demostrar con argumentos elementales pero, en cursos posteriores, será una
consecuencia sencilla del análisis de las funciones complejas de variable compleja. No obstante,
Ejemplo. Cuando z sea un número real no negativo, z ∈ [0, +∞), como z = 0 o Arg z = 0, se puede verse una demostración relativamente asequible (bastante larga) en [A-K], pp. 344–352.
obtiene como raı́z cuadrada principal de z justamente su raı́z cuadrada real no negativa Aquı́ nos limitaremos a dar su enunciado y a deducir las consecuencias que de él se derivan en
relación con el estudio de las raı́ces y de la factorización de los polinomios en C[X] y en R[X].
Ejercicios
15.1. Dado x ∈ R, hallar la parte real y la imaginaria de:
Teorema 4.4.5 (D’Alembert-Gauss) Todo polinomio no constante con coeficientes complejos
a) (1 + cos x + i sen x)n ;

1 + cos x + i sen x n admite al menos una raı́z en C.
b) .
1 + cos y + i sen y
n
1 + sen a + i cos a Corolario 4.4.6 Los polinomios irreducibles en C[X] son los de grado 1 (lineales), de manera que
15.2. Calcular , n ∈ N y a ∈ R.
1 + sen a − i cos a todo polinomio en C[X] de grado n, n ∈ N, admite una factorización como producto de n factores
√ √ lineales.
15.3. Calcular todos los valores de 4
−1, 6
1 + i.
15.4. Hallar los números complejos que son iguales a la potencia n-ésima de sus conjugados. Demostración. Ya comentamos que los polinomios de grado 1 son siempre irreducibles. Cualquier
15.5. Probar que la suma de las potencias n-ésimas de las raı́ces k-ésimas de la unidad es k o 0, otro polinomio p en C[X] de mayor grado ya no es irreducible, pues tendrı́a una raı́z z ∈ C y serı́a
según n sea o no múltiplo de k. por tanto de la forma p(X) = (X − z) q(X), con deg q = deg p − 1 = 0.
La segunda conclusión se sigue del teorema de factorización única: necesariamente,
2π 4π 6π 8π
15.6. Probar que 1 + cos + cos + cos + cos = 0 y dar una interpretación geométrica.
5 5 5 5 p(X) = a(X − z1 ) · · · (X − zn )
Probar que √ √
π 5+1 2π 5−1
cos = , cos = . a = 0, z1 , . . . , zn ∈ C si deg p = n.
5 4 5 4
15.7. Probar que
Corolario 4.4.7 Sea n ∈ N. Todo polinomio en C[X] de grado n posee exactamente n raı́ces, si
π 2π 3π 4π
1 − cos + cos − cos + cos = 0 se cuenta cada una de ellas tantas veces como indique su multiplicidad.
5 5 5 5
π 2π 3π 4π
− sen + sen − sen + sen = 0 Demostración. Dado p ∈ C[X] de grado n, agrupando los factores X − z repetidos en la descom-
5 5 5 5 posición anterior, si z1 , . . . , zk , son las distintas raı́ces de p, con multiplicidades m1 , . . . , mk ,
15.8. Probar que si n ∈ N se tiene resulta
n n p(X) = a(X − z1 )m1 · · · (X − zk )mk
π π √ √ n nπ
1 + i tan + 1 − i tan =2 6− 2 cos y por tanto m1 + · · · + mk = n.
12 12 12
15.9. Hallar la suma 1 + 2 cos θ + 2 cos 2θ + . . . + 2 cos nθ. Pasemos ahora a caracterizar los polinomios irreducibles en R[X].
sen 6θ sen 5θ
15.10. Expresar en potencias de cos θ (θ ∈ R): cos 6θ, cos 3θ, , . (†)
Sigue dándose una condición de minimalidad: C es el menor cuerpo algebraicamente cerrado que contiene a R.
sen θ sen θ Con mayor precisión, si un cuerpo algebraicamente cerrado contiene un subcuerpo isomorfo a R, debe contener un
Expresar en en potencias de sen θ(θ ∈ R): sen 3θ, sen 7θ.
subcuerpo isomorfo a C.
100 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.5. FRACCIONES RACIONALES. 101
Lema 4.4.8 Dado p ∈ R[X], si z ∈ C es tal que p(z) = 0, entonces p(z) = 0. En palabras, si 16.8. Resolver la ecuación z 4 + (−3 + 5i)z 3 − (15 + 15i)z 2 + (125 − 75i)z + 625i = 0, sabiendo que
un polinomio con coeficientes reales tiene una raı́z compleja z, también su conjugado z es raı́z del tiene dos raı́ces conjugadas cuyo producto es 25.
polinomio.
16.9. Considérese la ecuación z 3 − 2z + c = 0, donde c ∈ R. Hallar sus soluciones sabiendo que
una de ellas está en la bisectriz del primer cuadrante del plano complejo.
Demostración. Por las propiedades de la conjugación, si p(X) = a0 + a1 X + · · · + an X n , y a0 , a1 ,
. . . , an ∈ R, para todo z ∈ C es 16.10. Resolver la ecuación (iz + 1)5 = (1 − z)5 .
p(z) = a0 + a1 z + · · · + an z n = a0 + a1 z + · · · + an z n = a0 + a1 z + · · · + an z n = p(z). 16.11. Demostrar que el polinomio (X +i)n −(X −i)n tiene todas sus raı́ces reales y determinarlas.
16.12.
En particular, p(z) = 0 implica p(z) = p(z) = 0.
(i) Demostrar que si a ∈ R,
Corolario 4.4.9 Los polinomios irreducibles en R[X] son los polinomios lineales y los polinomios 
m−1 

cuadráticos de la forma (z + a)2m − (z − a)2m = 4amz z 2 + a2 cotg2 .
2m
a[(X − b)2 + c2 ], k=1
con a, b, c ∈ R, a = 0 y c = 0. (ii) Usando el apartado anterior, probar que
Demostración. Los polinomios lineales son siempre irreducibles, y los polinomios cuadráticos del 
m−1

enunciado son irreducibles en R[X] por ser de segundo grado y no tener raı́ces en R (nótese que las cotg = 1.
2m
raı́ces en C de a[(X − b)2 + c2 ] son b + ic y b − ic). k=1
Cualquier polinomio irreducible q en R[X] es de esta forma. Pues si tiene alguna raı́z en R,
es lineal. Y si no, mirado en C[X], admitirá al menos una raı́z compleja b + ic con c = 0; pero 
N
( zk significa z1 · · · zN .)
también tendrá por raı́z b − ic según el lema. Por tanto, es divisible (en principio en C[X]) por
k=1
(X − (b + ic))(X − (b − ic)) = (X − b)2 + c2 , que tiene coeficientes reales; el cociente de q por
(X − b)2 + c2 es el mismo en C[X] que en R[X] (¿por qué?), luego debe ser un a ∈ R[X] con
deg a = 0, o sea, una constante real no nula. 4.5 Fracciones racionales. Fracciones simples.
Nota. Los polinomios de segundo grado irreducibles en R[X] son, equivalentemente, los de la forma Como señalábamos al construir los números racionales a partir de los enteros, la misma construc-
AX 2 + BX + C con B 2 − 4AC < 0 (¿por qué?). ción puede llevarse a cabo partiendo de cualquier dominio de integridad, para sumergirlo en un
‘cuerpo de fracciones’. En particular, el método puede aplicarse al dominio K[X] de los polinomios
Ejercicios en la indeterminada X con coeficientes en un cuerpo conmutativo K, obteniéndose ası́ el cuerpo
de las fracciones racionales (también llamado ‘de las fracciones algebraicas’). No daremos ninguna
16.1. Descomponer en factores irreducibles el polinomio X n + X n−1 + · · · + X + 1 demostración, puesto que basta repetir las empleadas en la construcción de Q, cambiando simple-
mente ‘número entero’ por ‘polinomio’ (el lector puede comprobarlo en algún caso para una mejor
(i) en C[X];
comprensión del proceso).
(ii) en R(X).
Lema 4.5.1 Sea Φ = K[X] × (K[X] \ {0}), y ∼ la relación en Φ dada por
16.2. Mediante factorización, probar que todo polinomio real de grado impar admite al menos una (p1 , q1 ) ∼ (p2 , q2 ) cuando y sólo cuando p1 q2 = p2 q1 .
raı́z real. Entonces ∼ es una relación de equivalencia en Φ.
16.3. Hallar dos números complejos cuya suma sea 4 y cuyo producto sea 8.
A los elementos de Φ los denominaremos fracciones algebraicas en la indeterminada X, con
Indicación. ¿Quién es (X − a)(X − b)? coeficientes en K.
16.4. Si z1 , z2 son las dos soluciones de la ecuación az 2 + bz + c = 0, donde a, b, c ∈ R, demostrar
que z1n + z2n ∈ R para todo n ∈ N. Si la ecuación es en particular z 2 − 2z + 2 = 0, calcular z1n + z2n . Definición 4.5.2 El cuerpo de las fracciones racionales es el conjunto cociente K(X) =
√ √ Φ/ ∼. Sus elementos, que denominaremos fracciones racionales , son las clases de equivalencia
16.5. Sabiendo que la ecuación z 2 − ( 3 + i 3)z + p = 0 tiene por solución z = −1 + i, hallar p y
[(p, q)].
la otra raı́z.
16.6. ¿Qué condición han de cumplir los números reales a, b, c, d para que la ecuación Nota sobre nomenclatura y notación. No hay una denominación estándar universalmente
z 3 + az 2 + (b + ic)z + b + id = 0 admita una raı́z real? utilizada para los elementos de Φ y de K(X): es habitual llamar indistintamente a unos y otros
‘fracciones algebraicas’ o ‘fracciones racionales’. Para mayor complicación, el sı́mbolo empleado
16.7. Comprobar que z = 3 + 4i es una solución de la ecuación z 4 − 10z 3 + 62z 2 − 178z + 325 = 0 normalmente para la relación de equivalencia ∼ en Φ es =. Igualmente, se emplea la notación
y hallar las otras tres raı́ces. clásica p/q para los dos objetos distintos (p, q) ∈ Φ o [(p, q)] ∈ K(X). A veces, se dice que una
102 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.5. FRACCIONES RACIONALES. 103
fracción racional admite una representación p/q para indicar que (p, q) es un representante de la (i) es inyectiva, h(p1 ) = h(p2 ) si p1 = p2 ;
clase de equivalencia que constituye dicha fracción.
Es realmente notable que a pesar de todos estos ‘abusos’, no haya dificultades serias de en- (ii) transforma sumas en sumas, h(p1 + p2 ) = h(p1 ) + h(p2 );
tendimiento si se considera en cada situación cuál es el sentido adecuado al contexto.
(iii) transforma productos en productos, h(p1 p2 ) = h(p1 ) h(p2 ).
El lector queda advertido, pues, de que poco a poco iremos relajando la precisión adhiriéndonos
a la práctica habitual, aunque en este primer apartado intentaremos ser fieles a la notación y
Es decir, h es un isomorfismo entre K[X] y h(K[X]) por lo que, desde este momento, conside-
nomenclatura introducidas. Como muestra, por ejemplo:
ramos
Definición 4.5.3 Una fracción algebraica p/q se dice irreducible si p y q son relativamente K[X] ⊆ K(X) y p = p/1 para todo p ∈ K[X].
primos, es decir, si mcd(p, q) = 1.
4.5.1 Nota sobre funciones racionales.
(Evidentemente, aquı́ p/q ∈ Φ, aunque no se indique explı́citamente.)
Igual que hemos hablado de funciones polinómicas, obtenidas mediante evaluación de polinomios,
Ejercicio. Probar que toda fracción algebraica es equivalente a una fracción irreducible; dicho de
¿podemos definir funciones racionales mediante evaluación de fracciones racionales? Ahora las
otro modo, que toda fracción racional admite un representante que es una fracción irreducible.
cosas se complican: mientras que no hay ningún problema en evaluar p(x) para cada p ∈ K[X] y
Concretamente, dados polinomios p, q ∈ K[X] con q = 0 y mcd(p, q) = d, si p = p1 d, q = q1 d,
x ∈ K, no podemos decir lo mismo sobre la evaluación de p/q ∈ K(X) en cualquier x ∈ K. Si
p/q ∼ p1 /q1 y p1 /q1 es irreducible.
bien hemos exigido que q = 0, eso no impide que puedan existir x ∈ K para los que q(x) = 0 (las
p1 p2 posibles raı́ces de q), lo que hace que p(x)/q(x) no tenga sentido en K. Es, pues, necesario ajustar
Definición 4.5.4 Dadas , ∈ Φ, su suma es
q1 q2 nuestro planteamiento.
p1 p 2 p1 q 2 + p2 q 1 Definición 4.5.9 Una función racional es un cociente de funciones polinómicas.
+ = (∈ Φ),
q1 q2 q1 q2 Por tanto, su dominio será todo K salvo un número finito de elementos, a lo más (los que anulen
y su producto al denominador).
p1 p 2 p1 p2
= (∈ Φ).
q1 q 2 q1 q2 En consecuencia, dos representantes distintos de una misma fracción racional originan dos
X +1
p1 r 1 p 2 r 2 p1 r 1 p2 r2 funciones racionales diferentes: por ejemplo, mientras que las fracciones racionales 2 y
Lema 4.5.5 Dados , , , en Φ tales que ∼ , ∼ , se verifica X −1
q1 s1 q2 s2 q1 s1 q2 s2 X −2
son iguales, las funciones racionales f y g, cocientes respectivamente de las funciones
p1 p2 r1 r2 p 1 p2 r1 r 2 X 2 − 3X + 2
+ ∼ + , ∼ . polinómicas x + 1 y x2 − 1, x − 2 y x2 − 3x + 2, son distintas puesto que dom f = K \ {1, −1},
q1 q2 s1 s2 q1 q2 s1 s2
dom g = K \ {1, 2}. Evidentemente, en los x pertenecientes a la intersección de sus dominios
p 1 p2 1
Definición 4.5.6 Dadas dos fracciones racionales , ∈ K(X), llamaremos suma de ambas ambas toman el mismo valor, igual a su vez a .
q1 q2 x−1
a la fracción racional Esto es lo que sucede en general:
p1 p2
+ =
p 1 q 2 + p2 q 1
[∈ K(X)], Sea p/q ∈ Φ y r/s una fracción irreducible equivalente a p/q; el conjunto S de ceros de s está
q1 q2 q1 q2 contenido en el conjunto de ceros de q, y la función racional asociada a p/q es la restricción a K \ S
y producto a la fracción racional de la función racional asociada a r/s.
p1 p 2 p1 p 2
= [∈ K(X)]. 4.5.2 Fracciones simples
q1 q 2 q1 q2
Las fracciones racionales admiten una representación ‘estándar’ que es muy útil en ciertas apli-
Según el lema previo, la aplicación suma (respectivamente, producto) de K(X) × K(X) en

p p p q + p2 q 1 caciones. En lo que sigue, para simplificar los enunciados, suponemos que deg p ≤ deg q significa
1 2 1 2
K(X) que hace corresponder a , ∈ K(X) × K(X) la fracción racional (respec-  p = 0 o deg p ≤ deg q .
q1 q2 q1 q2
p 1 p2 
tivamente, está bien definida.
q1 q2 Lema 4.5.10 Dada una fracción p(X)/q(X), existen polinomios p0 (X), p1 (X) unı́vocamente de-
terminados tales que deg p1 < deg q y
Proposición 4.5.7 Con la suma y el producto que hemos definido, K(X) es un cuerpo conmuta-
tivo. p(X) p1 (X)
= p0 (X) + .
q(X) q(X)
Proposición 4.5.8 La aplicación h : K[X] → K(X) dada por
Demostración. La igualdad del enunciado puede reescribirse
h(p) = p/1 ∈ K(X), p ∈ K[X],
p(X) p0 (X)q(X) + p1 (X)
tiene las siguientes propiedades: = ,
q(X) q(X)
104 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS. 4.5. FRACCIONES RACIONALES. 105
lo que significa, por definición, que (‡) Lema 4.5.12 Si q(X) ∈ K[X] es de la forma q(X) = q1 (X)q2 (X) con mcd(q1 , q2 ) = 1, toda
fracción algebraica p(X)/q(X) con deg p < deg q puede descomponerse, de manera única, en
p(X)q(X) = [p0 (X)q(X) + p1 (X)]q(X), suma de fracciones con denominadores q1 y q2 y numeradores p1 y p2 tales que deg p1 < deg q1 ,
que equivale, cancelando q (o, para la implicación inversa, multiplicando por q), a deg p2 < deg q2 , es decir, existen polinomios unı́vocamente determinados p1 y p2 tales que
deg p1 < deg q1 , deg p2 < deg q2 y
p(X) = p0 (X)q(X) + p1 (X).
p(X) p1 (X) p2 (X)
= + .
Por tanto, el lema es sólo otra manera de enunciar la existencia y unicidad de la división de q(X) q1 (X) q2 (X)
polinomios.
Demostración. Sean p1 y p2 como en el lema anterior. Si deg p1 ≥ deg q o deg p2 ≥ deg q, dividiendo
serı́a p1 = c1 q1 + r1 , p2 = c2 q2 + r2 , deg r1 < deg q1 , deg r2 < deg q2 o nulos. Haciendo operaciones
Lema 4.5.11 Si q(X) ∈ K[X] es de la forma q(X) = q1 (X)q2 (X) con mcd(q1 , q2 ) = 1, toda
fracción racional p(X)/q(X) puede descomponerse en suma de fracciones con denominadores q1 y p = (c1 +c2 )q +r1 q2 +r2 q1 ; deg(r1 q2 ) < deg q1 +deg q2 = deg q, deg(r2 q1 ) < deg q2 +deg q1 = deg q,
q2 , es decir, existen polinomios p1 y p2 tales que
lo que significa que c1 + c2 es el cociente de la división de p por q, necesariamente nulo porque
p(X) p1 (X) p2 (X) deg p < deg q (el resto serı́a r1 q2 + r2 q1 ). Por tanto
= + .
q(X) q1 (X) q2 (X)
p(X) r1 (X) r2 (X)
Demostración. Puesto que existen dos polinomios u y v tales que uq1 + vq2 = 1, = + , deg r1 < deg q1 , deg r2 < deg q2 .
q(X) q1 (X) q2 (X)
p p(uq1 + vq2 ) pv pu
= = + . La unicidad se sigue de que si también
q q1 q2 q1 q2
p(X) s1 (X) s2 (X)
= + , deg p1 < deg q1 , deg s2 < deg q2 ,
Ejemplo. En R(X), q(X) q1 (X) q2 (X)
1 1
= √ √ .
X4 + 1 (X 2 + 2X + 1)(X 2 − 2X + 1) se deduce que r1 q2 + r2 q1 = s1 q2 + s2 q1 , es decir, (r2 − s2 )q1 = (s1 − r1 )q2 , y como q1 y q2 son
√ √ relativamente primos, q1 |(s1 − r1 ); pero entonces s1 − r1 = 0, pues en caso contrario,
Llamemos A = X 2 + 2X + 1, B = X 2 − 2X + 1. Puesto que deg q1 ≤ deg(s1 − r1 ) ≤ max{deg s1 , deg r1 } < deg q1 , imposible. Por lo mismo, r2 − s2 = 0.
√ √
A = B + 2 2X, B = (X − 2)X + 1,
(algoritmo de Euclides ‘salvo constantes’) se sigue que
Lema 4.5.13 Toda fracción racional de la forma p(X)/[q(X)]m puede expresarse como
√ √
√ √ 1 X− 2 X− 2
1 = B − (X − 2)X = B − (X − 2) √ (A − B) = B(1 + √ )−A √ p(X) p1 (X) pk (X) pm (x)
2 2 2 2 2 2 = p0 (X) + + ··· + + ··· +
√ √ [q(X)]m q(X) [q(X)]k [q(X)]m
X+ 2 X− 2
= √ B− √ A, con deg pk < deg q, 1 ≤ k ≤ m.
2 2 2 2
y de aquı́ Demostración. Dividiendo repetidamente por q se obtiene
√ √ √ √
1 (X + 2)B (X − 2)A 1 X+ 2 1 X− 2 p = c1 q + pm = (c2 q + pm−1 )q + pm = · · · = (· · · (p0 q + p1 )q + · · · + pm−1 )q + pm ,
= √ − √ = √ √ − √ √ .
X4 + 1 2 2AB 2 2AB 2 2 X 2 + 2X + 1 2 2 X 2 − 2X + 1
con deg pk < deg q, 1 ≤ k ≤ m, lo que equivale a la igualdad del enunciado.
—Análogamente, para
X +1 X +1
= , Nota. Los polinomios p0 , p1 , . . . , pm están unı́vocamente determinados (probarlo como ejercicio).
X3 − 1 (X − 1)(X 2 + X + 1)
de X 2 + X + 1 = (X − 1)(X + 2) + 3 se sigue que Definición 4.5.14 Un elemento de K(X) es una fracción simple si puede escribirse en la forma
p(X)/[q(X)]k , donde q(X) es irreducible en K[X] y el grado de p(X) ∈ K[X] es estrictamente
X +1 1 X + 1 1 (X + 1)(X + 2) 1 (X − 1) + 2 1 (X 2 + X + 1) + (2X + 1) menor que el de q(X).
= − = −
X3 − 1 3 X − 1 3 X2 + X + 1 3 X −1 3 X2 + X + 1
a
1 2

1 2X + 1 Ejemplo. En C(X) las fracciones simples son sólo de la forma , con a, b ∈ C. En R(X)
=
3 X − 1 3 X2 + X + 1
. (X − b)k
a1 + a2 X
aparecen además fracciones del tipo , a1 , a2 , b, c ∈ R.
Este segundo ejemplo sugiere que el lema anterior puede refinarse cuando el numerador es un [(X − b)2 + c2 ]k
polinomio de menor grado que el denominador .
Proposición 4.5.15 (Descomposición en fracciones simples) Todo elemento p/q de K(X)
(‡)
Aquı́ estamos mirando p/q como elemento de K(X). admite una expresión única como suma de un polinomio en X más una suma de fracciones simples.
106 CAPÍTULO 4. NÚMEROS REALES Y COMPLEJOS.
Demostración. Es consecuencia de los lemas anteriores.
Ejercicio. Simplificar y descomponer en fracciones simples en C(X) y en R(X) las siguientes
fracciones:
(X + 1)3 X 3 − 27 X 2 + 5X + 6
(a) ; (b) ; (c) ;
X2 − 1 X2 − 9 X2 − 4
(d)
2X − 3
; (e)
1
; (f)
X 5 + 5X 3 − X + 6
.
Bibliografı́a
(X − 1)(X − 2)(X − 3) (X 2 − 9)2 X3 − 1
Nota. Los programas de cálculo simbólico (Maple, Mathematica) permiten generalmente efectuar
estas operaciones. Por ello, recomendamos calcular ‘a mano’ los coeficientes numéricos pedidos [A-K] Aleksandrov. A. D.; Kolmogorov, A. N.; Laurentiev, M. A. & al.: La matemática:
en alguno de los ejercicios anteriores, y plantear la forma del resultado en todos los demás. Solo su contenido, métodos y significado (vol. I). Alianza Editorial, Madrid, 1973.
después es aconsejable pasar al ordenador.
(Para Maple, la sintaxis es  convert((a0 + a1 x + · · ·)/(b0 + b1 x + · · ·),parfrac,x); y para [ApC] Apostol, T.M.: Calculus, vol. I (segunda edición). Reverté, Barcelona, 1989.
Mathematica,  Apart[(a0 + a1 x + · · ·)/(b0 + b1 x + · · ·)]) [Ap] Apostol, T.M.: Análisis Matemático (segunda edición). Reverté, Barcelona, 1991.
[DD-P] Dahan-Dalmedico, A.; Peiffer, J.: Une histoire des mathématiques. Éditions du Seuil,
4.6 Números complejos y geometrı́a plana. Paris, 1986.
En los ejercicios de un apartado anterior hemos apuntado tı́midamente la interrelación entre la [Ebb] Ebbinghaus, H.-D. & al.: Numbers. Springer, New York, 1991.
geometrı́a del plano y el cálculo con números complejos. Lamentablemente, no podemos extender-
nos en esta dirección, pero como un auténtico regalo para cualquier aficionado a las Matemáticas [Fey] Feynman, R. & al.: Fı́sica. Volumen I: Mecánica, radiación y calor. Addison-Wesley
proponemos la lectura de un libro muy especial, Liang-shin Hahn:: Complex Numbers and Ge- Iberoamericana, Wilmington, Delaware, 1987.
ometry.. Mathematical Association of America, 1994., (que contiene resultados geométricos más
profundos que los que aparecen aquı́), y ofrecemos una lista de ejercicios suplementarios ‘fuera de [Ham] Hamilton, A. G.: Numbers, sets and axioms: the apparatus of mathematics. Cambridge
con-curso’ para esos ratos en los que apetece salirse de la rutina (algunos de ellos pertenecen a otro Univ. Press, 1982.
libro interesante en este aspecto, [Wil]). [Her] Hernández, E.: Álgebra y geometrı́a. Addison-Wesley/UAM, Madrid, 1994.
Ejercicios [Pest] Pestana, D. & al.: Curso práctico de Cálculo y Precálculo. Ariel, Barcelona, 2000.
17.1. Desigualdades triangulares. Probar que la longitud del lado de un triángulo es menor [Spg] Spiegel, M.R.: Variable compleja. McGraw Hill (colección Schaum), 1971..
que la suma de las longitudes de los otros dos y mayor que su diferencia.
[Spv] Spivak, M.: Calculus. Cálculo Infinitesimal. (segunda edición) Reverté, Barcelona, 1990.
17.2. Mediatriz de un segmento. Probar que “el lugar geométrico de los puntos que equidistan
de dos puntos fijos A y B es la recta perpendicular al segmento AB por su punto medio.” [S-T] Stewart, I.; Tall, D.: The Foundations of Mathematics. Oxford Univ. Press, 1977.
17.3. Demostrar que: [Wil] Williams, J.: Álgebra de números complejos. Limusa-Wiley, México, 1974.
(i) Si z1 + z2 + z3 = 0 y |z1 | = |z2 | = |z3 | = 1, los puntos z1 , z2 y z3 son vértices de un triángulo
equilátero inscrito en la circunferencia unidad.
(ii) Si z1 + z2 + z3 + z4 = 0 y |z1 | = |z2 | = |z3 | = |z4 |, los puntos z1 , z2 , z3 y z4 o bien son vértices
de un rectángulo o bien coinciden de dos en dos.
17.4. ¿Bajo qué condición tres puntos z1 , z2 y z3 , distintos dos a dos, estarán sobre una misma
recta?
17.5. ¿Bajo qué condición cuatro puntos z1 , z2 , z3 y z4 , distintos dos a dos, estarán sobre una
misma circunferencia o sobre una misma recta?
17.6. Demostrar que las alturas de un triángulo son concurrentes (es decir, que las tres se cortan
en un mismo punto, el ortocentro del triángulo).
17.7. ¿Puede probarse algebraicamente que un paralelogramo tiene las diagonales perpendiculares
si y sólo si es un rombo? ¿Y que tiene las diagonales iguales si y sólo si es un rectángulo?
107

También podría gustarte