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Practical Problembs

Capítulo 1: The good - Un Encuentro Casual

En las vastas llanuras de Texas, las historias de Dientes de Oro Jackson, el infame bandido coleccionista de
dientes de oro, y el Engineer del Team Fortress 2, conocido por su habilidad en la construcción de
maquinaria, se cruzaron de manera inesperada. El Engineer, cuyo nombre real era un misterio para todos,
se encontraba en uno de sus viajes a través del árido paisaje en busca de materiales y piezas para sus
construcciones.
Un día soleado, mientras exploraba un cañón rocoso en busca de suministros, el Engineer notó algo
inusual: un rastro de dientes de oro brillantes que conducían a una pequeña cabaña en medio de la nada.
Sin dudarlo, se adentró en la cabaña para investigar, ignorando las advertencias de los lugareños sobre el
peligroso bandido que la habitaba.
Al entrar en la cabaña, el Engineer se encontró con Dientes de Oro Jackson, quien estaba ocupado
seleccionando dientes de oro recién adquiridos de una bolsa de lona. Dientes de Oro, sorprendido por la
intrusión, miró al Engineer con una sonrisa astuta.
El Engineer, sin embargo, no estaba impresionado por el aspecto siniestro del bandido. Señaló a los dientes
de oro en la bolsa y continuó, "Pero este aquí es un problema que necesitas resolver, amigo."
Dientes de Oro, acostumbrado a ser el depredador en lugar de la presa, se sintió desafiado. Un breve
enfrentamiento verbal se desató entre los dos, y el Engineer se dio cuenta de que estaba tratando con un
individuo peligroso. La reunión no terminó de la mejor manera, con el Engineer alejándose de la cabaña y
Dientes de Oro guardando sus dientes de oro con una risa maquiavélica.
Este primer encuentro marcaría el comienzo de una rivalidad que llevaría a ambos a una confrontación
decisiva en el futuro. Dientes de Oro Jackson no iba a permitir que un forastero arruinara sus planes, y el
Engineer, el hombre de las soluciones, se había topado con un problema inusual en su camino: un bandido
que se resistía a ser resuelto.
Capítulo 2: The bad - La Rivalidad Crece

La rivalidad entre Dientes de Oro Jackson y el Engineer continuó creciendo con cada encuentro. Dientes de
Oro, desafiado por el ingenio y la obstinación del Engineer, continuó con sus robos audaces en la región,
incluyendo asaltos a caravanas y la extracción de dientes de oro de sus víctimas. El Engineer, por su parte,
estaba decidido a detenerlo y poner fin a su reinado de terror.
En cada enfrentamiento, el Engineer intentaba usar su habilidad técnica para atrapar a Dientes de Oro,
pero el bandido siempre lograba escapar con su astucia y conocimiento del terreno. Las confrontaciones se
volvieron más intensas con el tiempo, y la rivalidad comenzó a cobrar un alto precio en ambos lados.
Dientes de Oro Jackson, sin embargo, no podía evitar sentir cierta admiración por la tenacidad del
Engineer. El ingeniero era el único que había desafiado verdaderamente su reinado como bandido y,
aunque lo consideraba un adversario, también lo veía como un igual en términos de astucia y
determinación.
A medida que las confrontaciones se volvían más feroces, la línea entre el bien y el mal comenzó a
difuminarse. El Engineer, conocido por su ética y sentido de la justicia, se encontró luchando contra la línea
divisoria de su propia moralidad en su búsqueda por detener a Dientes de Oro. Por otro lado, Dientes de
Oro Jackson, una vez un buscador de oro codicioso, había sucumbido completamente a su sed de riqueza y
poder.
La rivalidad entre Dientes de Oro Jackson y el Engineer alcanzó su punto máximo cuando Dientes de Oro
planeó un gran atraco, apuntando a la bóveda de un rico propietario de minas. El Engineer, armado con su
destreza técnica, preparó una serie de trampas y defensas para frustrar las ambiciones del bandido. El
escenario estaba preparado para un enfrentamiento climático, y el resultado determinaría quién
emergería como vencedor en esta intensa disputa.
Capítulo 3: Lo Feo - El Enfrentamiento Decisivo

La confrontación final entre Dientes de Oro Jackson y el Engineer estaba próxima. La rivalidad entre los dos
se había convertido en una obsesión mutua, y ambos estaban decididos a salir victoriosos.
El escenario se estableció en el corazón del desierto de Texas, en medio de un cañón rocoso donde las
apuestas eran altas. Dientes de Oro había planeado un elaborado atraco, y el Engineer, armado con sus
construcciones y su inteligencia, estaba listo para detenerlo.
La batalla que siguió fue épica. El Engineer se aseguró de tener a sus sentries mejoradas estratégicamente
ubicadas en puntos clave del cañón. Cada sentry estaba reforzada y lista para disparar a cualquier objetivo
que se acercara.
Dientes de Oro, conocido por su sigilo y habilidades como bandido, lanzó una serie de ataques sorpresa,
tratando de burlar al Engineer y su ingenio técnico. Sin embargo, el Engineer estaba preparado y activó sus
sentries, que comenzaron a disparar con precisión letal, impidiendo que el bandido avanzara. La batalla se
desató en un frenesí de balas y explosiones.
Con cada paso que daba Dientes de Oro, una sentry lo rastreaba y disparaba sin piedad. El Engineer,
manteniendo la calma en medio del caos, dirigió sus construcciones con habilidad, asegurando que cada
movimiento del bandido fuera respondido con una ráfaga de disparos de sus sentries.
A pesar de los valientes intentos de Dientes de Oro por eludir las sentries, el Engineer lo tenía acorralado.
Finalmente, el bandido, exhausto y herido, cayó al suelo derrotado.
El Engineer se acercó a Dientes de Oro, quien yacía en el suelo, desarmado y vulnerable. Se inclinó sobre él
y, con una mirada de determinación, pronunció su famosa cita: "Hey look, buddy. I'm an engineer, that
means I solve problems. Not problems like 'What is beauty?', 'cause that would fall within the purview of
your conundrums of philosophy. I solve practical problems!"
Después de pronunciar estas palabras, el Engineer apuntó su arma y, con un último disparo, puso fin a la
batalla. Dientes de Oro Jackson fue vencido, y su reinado como bandido llegó a su fin en ese cañón rocoso
del desierto de Texas.
La rivalidad que una vez consumió sus vidas llegó a su fin, pero dejó cicatrices profundas en ambos
hombres. El Engineer había resuelto el problema de Dientes de Oro, pero el precio de la victoria fue alto, y
la línea entre el bien y el mal seguía siendo borrosa en el salvaje oeste de Texas.

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