El Caso de Camila

Camila es una niña indígena que vive en un pueblo rural de la sierra peruana. Fue
víctima de agresión sexual por parte de su padre desde los nueve años y durante unos
cuatro años. En el caso particular de Camila, su salud física y mental se vio
comprometida. Según reportes psicológicos, Camila sufre una depresión moderada con
síntomas como estado de ánimo deprimido, carácter claramente anormal para la niña;
falta de vitalidad o aumento de la fatiga; Pérdida de confianza en uno mismo y de
autoestima y sentimientos de inferioridad; culpa desproporcionada y culpa excesiva e
inapropiada; Cambios en la actividad psicomotora, con inquietud o inhibición; y
trastornos del sueño. La madre de Camila, una mujer indígena de habla quechua con una
grave discapacidad física que le impide moverse, sólo se enteró de la violencia contra su
hija cuando los maestros de Camila denunciaron sus repetidas ausencias a clases y sus
problemas de salud. Luego de algunos exámenes médicos, la familia de Camila
descubrió que los cambios abruptos en su cuerpo y estado de ánimo se debían a un
embarazo producto de una violación sexual. Con la ayuda de terceros, la madre de
Camila presentó una denuncia por violación ante la policía de su ciudad. Debido al alto
riesgo que representaba el embarazo para la salud de Camila, su madre solicitó
realizarse un aborto terapéutico. En la semana 13 de embarazo, Camila sufrió una
pérdida espontánea luego de fuertes dolores. En ese contexto, hubo una serie de
deficiencias en la atención de Camila. Asimismo, pocos días después de la pérdida del
embarazo, el obstetra del centro médico de su comunidad donde fue atendida
inicialmente llegó a su casa acompañado de un policía y le pidió que retomara sus
exámenes prenatales. Esta conducta irregular del obstetra, que viola el derecho de
Camila a la intimidad, la dignidad, la integridad y la libertad de desarrollo, no fue
sancionada por el organismo que supervisa la prestación de los servicios de salud
porque no se considera irregular. Por otro lado, el fiscal que investigó las violaciones
sexuales decidió abrir una investigación contra Camila por el presunto delito de “auto
aborto”.
En el Perú prevé la pena más alta para los casos de aborto. La única prueba que utilizó
fue una declaración de Camila en el juicio por violación contra su padre, en la que
expresó su rechazo a la maternidad forzada. Ordenó diligencias para reconstruir los
hechos y la exhumación de los restos producto de su embarazo, lo que generó
situaciones de revictimización que contradicen los estándares de protección a las
víctimas de violencia sexual, especialmente a niñas y niños.

Proceso penal contra el padre de Camila por violación sexual de una menor de 14 años.
En este juicio, el fiscal intentó llevar a Camila a la corte para que testifique nuevamente
y cuente lo sucedido, a pesar de que las reglas establecen que las víctimas de violencia
sexual solo deben declarar una vez y Camila ya había dado su testimonio con toda la
información necesaria. Medidas de enfermería. El padre de Camila fue condenado a
cadena perpetua y al pago de restitución civil, sin que el condenado pagara el monto de
la reparación. El caso se encuentra en fase de ejecución ante el Juzgado de Investigación
Preparatoria de Abancay. Juicio a una niña/adolescente en conflicto con la ley penal por
auto aborto, en el que Camila fue criminalizada y perseguida y culpabilizada sin pruebas
por la pérdida del embarazo. El caso fue archivado por la Cámara de Apelaciones de
Abancay y Camila fue absuelta ante la acusación del fiscal. Procedimiento de amparo
constitucional con el objetivo de poner fin al procesamiento fiscal y judicial de Camila
por el presunto delito de auto aborto o aborto “sentimental” (por violación).
Procedimiento administrativo ante Su Salud contra la institución de salud que, en el
caso de Camila, no respondió a la solicitud de aborto terapéutico de acuerdo con la Guía
Técnica correspondiente, ni conformó el colegio médico correspondiente para evaluar el
caso. Hasta el momento, Su Salud no ha concluido el trámite ni ha impuesto las
sanciones correspondientes a los trabajadores de la salud, aunque ya se ha establecido
que se han vulnerado los derechos de Camila. Procedimiento administrativo de denuncia
contra el fiscal que inició el proceso contra Camila, así como por revictimización y
discriminación en el desarrollo del proceso.
A pesar de la dura lucha y el largo viaje de Camila, todavía quedan cuestiones sin
resolver en la búsqueda de justicia como:

-Monitorear e influir en el cumplimiento de las recomendaciones de las Naciones

Unidas.

-Liderar y coordinar el proceso de implementación de recomendaciones.

-Abogar por estándares para garantizar que los centros de salud puedan cumplir con el
protocolo establecido en la Guía Técnica.

-Garantizar que se emitan normas que verdaderamente protejan la salud de las niñas y
adolescentes en lo que respecta a su salud física y mental en situaciones de embarazo
forzado que pongan en riesgo su salud y vida, tal como lo ordenó el Comité.

Por todo lo que ha vivido Camila, el principal objetivo del litigio es reconocer el
derecho de las niñas y adolescentes a un aborto legal seguro, ante la grave amenaza a su
salud física y mental. En Perú muchas niñas viven a diario situaciones como la de
Camila. De hecho, el Estado peruano ya ha sido sancionado por organismos
internacionales por dejar a niñas y adolescentes indefensas y negarle el acceso al aborto
legal después de una violación sexual. Del análisis de toda la obra podemos concluir
que el sufrimiento de Camila fue resultado de una cadena de negligencias que
empeoraron la salud física y mental de Camila. Por ello se ha presentado una denuncia
pública ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas para lograr la justicia
que Camila y todas las personas merecen. "Informamos al comité que el Estado peruano
ha violado los derechos de Camila y, ante esto, no sólo se le debe indemnizar
íntegramente, sino que también se deben tomar medidas para que la tragedia ocurrida no
se repita". Camila quiere algo como esto que nunca más le vuelva a pasar a ningún niño
o niña en el mundo.