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La omc

La Organización Mundial del Comercio nació en 1995, lo que la convierte en una de las
organizaciones internacionales más jóvenes. La OMC es la sucesora del Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), establecido tras la segunda guerra mundial.

El GATT y la OMC han contribuido a crear un sistema comercial fuerte y próspero que ha permitido
lograr un crecimiento sin precedentes. El sistema se creó mediante una serie de negociaciones
comerciales, o rondas, celebradas en el marco del GATT. Las primeras rondas se centraron
principalmente en las reducciones arancelarias, posteriormente a las negociaciones pasaron a
incluir otras cuestiones como las medidas antidumping y no arancelarias.

La última ronda la Ronda Uruguay, que se desarrolló entre 1986 y 1994 dio lugar a la creación de la
OMC. Pero eso no supuso el final de las negociaciones: algunas continuaron después de concluida
la Ronda Uruguay.

En febrero de 1997 se alcanzó un acuerdo sobre los servicios de telecomunicaciones, en el que 69


gobiernos aceptaron una serie de medidas de liberalización de gran alcance que iban más allá de
las acordadas durante la Ronda Uruguay

Finalmente , los acuerdos de la omc abarcan los bienes, servicios y la propiedad intelectual.
Establecen los principios de liberación así como las excepciones permitidas.

LA OMC Y LOS DERECHOS HUMANOS

El accionar de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha sido objeto de un amplio


seguimiento político y análisis académico acerca de su impacto en la realización de algunos
derechos humanos.

Autores como Pipan Cottier defienden que, en sentido general, los fundamentos del libre comercio
y de los derechos humanos son producto de una matriz común, representada, entre otros, por su
origen moderno; su interés por promover el bienestar de las personas; y en su común idea de
limitar el poder del Estado respecto de ámbitos de acción de los individuos, ya sean sus libertades
ciudadanas o económicas, y finalmente, en el componente liberal que une a una parte de los
derechos humanos con el libre comercio.

En tal sentido, la garantía de los derechos humanos hace posible la realización de sustentos
básicos para el libre comercio, tales como la propiedad privada, la libre contratación, el libre
desplazamiento, etc.

Por su parte, el libre comercio impacta positivamente en los derechos humanos, en la medida en
que, se dice, aquél promueve el crecimiento económico y, por esta vía, el bienestar de la
población y la realización de sus derechos.

La relación positiva antes enunciada es sin embargo cuestionada por aquellos que niegan su
existencia planteando que hay una tensión fuerte entre libre comercio y derechos humanos. el
régimen de los derechos humanos protege, como su nombre lo indica, derechos en cabeza de
personas, mientras que el régimen de comercio internacional protege ante todo intereses que se
presentan como derechos de los Estados y, finalmente, de las empresas. Por su parte, mientras
que los derechos humanos se conciben como un límite al poder político estatal, el derecho de la
OMC lo que pretende es extender a todos los ámbitos sociales la comercialización de bienes y
servicios.

No es un límite, sino la vía para la comercialización de la vida en distintos ámbitos. En un tercer


plano, los derechos humanos se han concebido ante todo para proteger a los más débiles,
mientras que el libre comercio se ha previsto para potenciar los intereses de los más poderosos en
el nivel transnacional privado. Por otra parte, se sostiene que el libre comercio no favorece los
derechos humanos de los países en desarrollo, dados los precios de intercambio de los bienes
exportados por éstos, los cuales no permiten condiciones laborales dignas y coherentes con los
referentes sobre derechos humanos.

En concreto, para Pipan, por ejemplo, el principal conflicto entre el derecho internacional de los
derechos humanos y el libre comercio remite a las dificultades que este último plantea para
permitir a los países llevar a cabo políticas intervencionistas favorables para la garantía de los
derechos humanos.

EL SISTEMA DE EXCEPCIONES GENERALES

Mediante el sistema de waivers se permite que, mediante una decisión del Consejo General de la
OMC, en el cual están presentes todos los Estados miembros de la organización, se tome, para un
plazo determinado, la decisión de “excepcionar” el cumplimiento de las normas del comercio
internacional administradas por este organismo en relación con determinados asuntos.

En las excepciones al ADPIC en materia de algunos medicamentos. En concreto, se permitió que


aquellos países que se encuentren ante una situación de emergencia nacional relacionada con
determinada enfermedad puedan establecer licencias obligatorias para la producción y/o permitir
la importación paralela de medicinas que permitan salvar la vida de sus nacionales, siempre y
cuando se indemnice a la empresa dueña de la patente. Por esta vía se dejó claro que las
flexibilidades, ya de por sí reconocidas por el ADPIC, podrían ser utilizadas sin temor a diferencias
internacionales asumibles por el SSD de la OMC.

La importancia de esta excepción radica en que reconoce explícitamente que los Estados tienen el
derecho a proteger la salud pública. Con todo, presenta limitaciones en razón de que la misma no
es viable para cualquier medicamento, sino aquellos para salvar vidas, y ello sólo es posible en
condiciones de emergencia o urgencia nacional.

DERECHOS HUMANOS Y MULTICULTURALISMO

No podemos ignorar que al estar todos los Estados vinculados a la OMC también se genera que
todos los pueblos y sus culturas queden inmersos en el marco de la OMC, existiendo el
compromiso y la obligación de todas las naciones de difundir, respetar y defender los derechos
humanos, incluido en el marco de la OMC.

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