Tinkiwinki Queen of Quarantine by Caroline PeckhamSusanneValenti

Machine Translated by Google
REINA DE CUARENTENA
Chicos brutales de la preparación de Everlake
Libro 4
Caroline Peckham y Susanne Valenti
Tabla de contenido
Mapa del campus
Dedicación
Capítulo 1
Capitulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Nota del autor
Vistazo
Bienvenidos a la Escuela Preparatoria Everlake.

Esta serie está ambientada en el ficticio estado estadounidense de Sequoia y se centra
en una pandemia similar, pero más extrema, que la del coronavirus.
Si necesita un lugar para charlar sobre libros y escapar del mundo, nos encantaría que
viniera y se uniera a nuestro grupo de lectores. ¡Es una gran comunidad con la que
puedes compartir tu pasión por los libros además de reírte un poco!
Esperamos verte ahí :)
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Este libro está dedicado a Lord Squidington, que ha estado en cuarentena

debido a Cosquid 19.
Sabemos que ha sido una lucha, amigo, especialmente cuando
secuestraron a tu hija durante la clamdemia. Pasaste por tantos océanos
electrónicos y realmente tuviste que pensar en cómo salvarla. Fue muy estresante.
Especialmente cuando nadaste hasta el fondo del mar en una misión de
rescate, pero cuando viste el fondo del océano, te sonrojaste. La vida es una playa así.
¡Pero lo lograste de todos modos! Nadaste hasta el escondite marino de ese
tiburón y rescataste tu bahía. Era increíble.
¡Ojalá el año que viene no sea tan loco!
De todos los momentos tortuosos que había soportado en este laboratorio, nada comparado
con cuando el auricular murió. Perder contacto con los Guardianes de la Noche había
infundido miedo en mi corazón y me hizo preguntarme durante unos desesperados
segundos si algún día me encontrarían.
Pero luego repasé todas sus promesas en mi mente. Pasaban todos los días
buscándome y no pararían hasta que fuera libre.
El problema era que me había ocultado un monstruo tan calculador como su hijo.
Y supe en mi corazón que si Saint hubiera querido mantenerme encerrada para siempre,
podría haberlo logrado. Entonces, ¿por qué debería esperar menos de su padre?
Pero Santo seguía siendo Santo. Si alguien pudiera encontrar un camino al centro de su
En el laberinto de mi padre, era él. Le había dado toda la información que pude. Todo,
desde el color de las paredes, hasta los detalles de cada rostro que vi, aunque siempre
estuvieron escondidos detrás de máscaras y viseras. Solo llevaban insignias con sus
nombres y los Guardianes Nocturnos no podían rastrear a nadie solo por eso. Así
que no tenía pistas sustanciales sobre

mi paradero. Nada para seguir en absoluto. Sólo fe en que mis hijos de alguna
manera saldrían adelante por mí.
Una tos seca me desgarró la garganta y me agarré el cuello, haciendo una
mueca de dolor. Apoyé las rodillas en el pecho y la espalda contra la pared en la
caja de cristal de una sala de aislamiento en la que pasaba todo el tiempo. Hacía frío.
y desnudo y olía a productos químicos.
Puede que haya sido inmune al virus Hades, pero la cantidad a la que estaba
expuesto regularmente significaba que estaba enfermo de todos modos, y mi cuerpo
se veía obligado a crear anticuerpos lo más rápido y en la mayor cantidad posible
solo para que pudieran cosecharlos de mi sangre y crear su propia versión del
vacuna.
Arrugué los ojos y pensé en mis hijos, extrañándolos con todo

mi corazón. Me iban a encontrar. Tenía plena fe en ellos. Si alguien podía
localizar este lugar, era San Memphis. Y si había un ejército capaz de derribar las
puertas del infierno y enfrentarse a lo que había en la parte más caliente del fuego,
eran los Guardianes de la Noche. Pero dependía de mí sobrevivir hasta entonces.
Lo cual haría muy bien. Me enfrenté a demonios más grandes que el virus Hades.
Me había enfrentado a las bestias más despiadadas y al final las tenía ronroneando
en mis brazos. Este monstruo no me destruiría, ni siquiera cuando se abrió paso en
lo más profundo de mí y construyó un hogar en mi cuerpo. Lo expulsaría y
sería fuerte para cuando llegara el momento de correr.
Un escalofrío me recorrió y apreté la mandíbula para protegerme del frío
cortante. Las pastillas me esperaban al lado de mi cama. Pero los analgésicos me
hacían dormir, las horas pasaban hasta quedar desorientado y confundido. Fue
entonces cuando me sacaron sangre, cosechando lo que querían de mí. Si lo
intentaron cuando no estaba sedado, más de una de las enfermeras terminó herida
por lo mucho que luché contra ellos. Todavía había rasguños en los brazos de una
perra que aún no habían sanado, y disfruté verlos. Fue un pequeño golpe para
He golpeado contra ellos, pero tomaría todas y cada una de las victorias que pudiera lograr.
ahora.
Al final tendría que rendirme y tomar mis medicamentos. Necesitaba mantener baja la
temperatura y asegurarme de tener todas las posibilidades de sobrevivir a esto. Pero sólo tomé
la mitad de lo que me dejaron. Si no tomaba nada, me lo inyectaban de todos modos. No
iban a dejarme morir a menos que no pudieran hacer nada para detenerlo. Después de todo,
yo era su pequeña granja de vacunas.
Presioné mi cara contra mis rodillas, imaginando a cada uno de mis Guardianes Nocturnos
mientras me buscaban. Saint y su alma oscura, tramando el destino más cruel para mis
enemigos; Kyan sediento de sangre con venganza escrita en su carne como si estuviera
tatuada junto con sus tatuajes; Blake preparándose para luchar por mí con toda la fuerza que
había desarrollado a partir de su dolor y sufrimiento; Monroe esperando para atacar y salvarme
como un caballero oscuro con furia y justicia en

su corazón.
Así que ayuden a todos en este edificio cuando vinieron a buscarme. Los cuatro
jinetes iban a recoger a su reina. Y cuando llegaran, habría que pagar sangre.
Aguanté un poco más antes de tomar la mitad de mis analgésicos y rellenar el
descansar debajo del colchón. Me acurruqué debajo de la manta de la cama y me quedé
dormido temblando mientras el sedante me arrastraba. No todo fue malo. En la oscuridad,
siempre parecía regresar a un lugar. Una época en la que la vida era sencilla y buena y nunca
pasaba nada malo. Así al menos allí podría escapar de esta agonía, por un tiempo.
"¿Cuál es el punto de esto?" Resoplé mientras intentaba trepar a la rama más baja de un
árbol grande. Jess ya estaba en lo alto del dosel y sus gritos de emoción ocasionalmente me
llegaban a mí.
“Es para hacerte fuerte”, gritó papá desde el suelo mientras yo lograba subir a la siguiente
rama. Jess tenía trece años y brazos más fuertes que yo. Todavía tenía tallos de habichuelas
que apenas podían sostener mi peso, y mucho menos arrastrarme hasta un estúpido árbol.
"¿Por qué tengo que ser fuerte?" Gemí cuando mi palma se frotó contra un
nudo puntiagudo y me di por vencido, dejándome caer para sentarme de espaldas al baúl y
haciéndole pucheros a mi papá.
Se subió las gafas a la nariz antes de cruzar sus musculosos brazos.
“Porque nunca sabes lo que te deparará la vida, Tatertot. Debes prepararte para cada resultado
para poder capear cualquier cosa. Tienes que estar preparado para luchar, en caso de que
alguna vez lo necesites”.
“Bueno, si no trepara a los árboles entonces no habría nada que resistir.
¿Qué pasa si me caigo? Le lancé. Estaba de mal humor hoy. Estábamos alojados en una granja
y había un gallo que siempre hacía un ruido horrible a las horas punta. Le daría un garabato
para recordar si consiguiera mi

manos sobre él.
“¿Cuál es la alternativa, chico? ¿Te quedarás en casa escondiéndote de la vida para siempre?
"Eso es lo más seguro que se puede hacer, ¿no?" Insistí. A veces me cansaba tanto de
moverme por el país, de no quedarme nunca en ningún lugar por mucho tiempo, de no divertirme
nunca que no implicara estar atrapado en medio de la nada. Me gustaban las fogatas y las
búsquedas del tesoro, pero también me gustaba dormir hasta el mediodía y salir con Elle
Tompkins.
Bien, tal vez no estaba enojado sólo por el gallo. Papá nos había hecho mudarnos de
nuevo. Sabía que vendría. Pero realmente me gustó mucho el último lugar en Virginia. Y Elle
había sido genial. Le gustaba bailar y cantar y había prometido enseñarme una rutina que
podríamos hacer juntos. Había sido lo suficientemente tonto como para pensar que podía
convencer a papá de que finalmente se quedara en un lugar. Pero

había dicho que no una y otra vez. Simplemente no quería oírlo. Ahora estaba subido
a un árbol en un día lluvioso en Nowheresville y nunca volvería a ver a Elle.
Apestaba.
"La vida no se puede vivir en un solo lugar, niño", dijo papá con el ceño fruncido.
su frente.
"¿Por qué no? Me gustó el último pueblo, ¿por qué no podemos vivir allí
como gente normal? Saqué mi labio inferior.
“No me refiero físicamente, quiero decir que todo siempre está cambiando,
siempre estarás avanzando, el tiempo seguirá pasando, siempre te sucederán cosas.
Así que tienes que salir y experimentar el mundo y aprovecharlo al máximo, porque
si no lo haces, algún día la vida llamará a tu puerta y no te gustará lo que tiene
para decir”.
Lo miré con recelo. “¿Pero qué pasa si hago eso y la vida es mala? Es
como caerse de un árbol”.
"Entonces tienes que luchar, chico", dijo con fiereza. “Porque la vida a veces
será mala. Te pondrá a prueba y te empujará y querrás rendirte, pero si lo haces, te
absorberá hasta la última gota de felicidad hasta que no quede nada”.
"No quiero eso", murmuré.

"Así que lucha", gruñó, con los ojos llameantes. “Lucha con el espíritu del
guerrero que sé que vive en ti. Lucha por los buenos días. Lucha para ser más
fuerte que cualquier cosa que el mundo te depare, lucha por lo que quieres.
Siempre, Tatum, siempre. Porque nadie más que tú puede hacer de tu vida lo que quieres.
ser."
“¿Pero cómo sé lo que quiero?” Pregunté en voz baja. El mundo
A veces me parecía demasiado grande, como si hubiera demasiadas puertas y

ventanas y no supiera por cuáles pasar.
Me gustaba el sol y el mar y jugar con mi hermana. Me gustaban las hamburguesas sin
pepinillos y emojis tontos como calamares y patatas. Pero no sabía lo que quería de la vida. La
pregunta era demasiado grande. Hubo demasiadas respuestas. Y yo no tenía ninguno.
Papá me dio una sonrisa de complicidad. "Lo sabrás cuando lo encuentres".
“¿Pero qué pasa si no lo sé?” Pregunté tímidamente.
Su sonrisa desapareció. "Entonces lo sabrás cuando lo pierdas".
"Oh", respiré.
"Pero el mundo está lleno de segundas oportunidades, muchacho", prometió. “Puedes hacer
las cosas bien. Cualquier situación. No importa lo malo que sea. Puede volver a ser bueno.
Lo juro. Sólo hay que ser lo suficientemente valiente para convertir la vida en un infierno. No te
conformes con menos. No estás aquí para inclinarte ante el mundo, hermosa niña, estás aquí
para hacer que el mundo se incline ante ti”.
Me desperté como si estuviera surgiendo de las aguas más profundas y oscuras. mis párpados
Eran demasiado pesados para levantarlos y el familiar traqueteo de la unidad de aire
acondicionado sonó cuando una ola de aire frío golpeó mi mejilla. Mis labios estaban completamente
secos y traté de mover mi lengua para mojarlos, pero los sedantes aún me retenían.
Se escuchó un zumbido, luego la puerta se abrió y unas voces entraron en la habitación.
“Lo siento por ella”, murmuró un hombre.
“No lo hago”, respondió otro. "El mundo se ha ido a la mierda, Alan, y quiero
de vuelta. Quiero recuperar mi maldita vida”.
“Lo sé, yo también, Jonas. Yo sólo…” Alan suspiró.
“No seas idiota, ella es solo una niña. Miles de personas mueren cada día a causa del virus
Hades. ¿Qué es uno más para salvar al mundo entero?

"Supongo", Alan se rindió y mi pulso latió una melodía sombría. "Cuánto
¿Crees que durará más?
"Mientras podamos hacerla vivir". Me metieron un termómetro en
boca y el frío metal me mordió la lengua. Un minuto después sonó un pitido.
"Jesús. Enciende la calefacción aquí. ¿Quién diablos estaba en el último turno?

Jonás gruñó.
El aire acondicionado pronto cambió a una ráfaga de aire cálido y me di cuenta
Qué entumecido estaba cuando mis dedos comenzaron a sentir un hormigueo nuevamente.
"Apuesto a que fue el jodido Gary, no pudo mantener vivo un pez dorado durante una hora.
y mucho menos una niña”, murmuró Alan.
"Lo despedirán antes del mediodía", dijo Jonas en voz baja, agarrando
Mi brazo y luego una aguja se deslizó firmemente en mi piel.
Más fuerza comenzó a recorrer mi cuerpo, y logré abrir los ojos y ver al tipo cuyo rostro
estaba escondido detrás de una visera y una máscara debajo. Su atención estaba en la aguja en
mi brazo mientras sacaba un frasco de sangre. Alan estaba al otro lado de la habitación
recogiendo más viales y apreté la mandíbula con determinación cuando vi una pequeña
ventana de oportunidad.
Flexioné los dedos de los pies, evaluando la fuerza de mi pierna derecha mientras miraba a
este idiota de un ser humano a mi lado. Papá me había enseñado a luchar sin importar nada.
Lucha por el bien. Hazlo bien, Tatum.
Levanté la pierna rápidamente y golpeé con el talón de mi pie descalzo la ingle de Jonas,
alejando su brazo de la jeringa en el mismo movimiento. Rugió de dolor, tropezando hacia atrás
y agarrando su basura.
Me levanté, mi cabeza daba vueltas mientras sacaba la aguja de mi
Entonces me lancé hacia él con lo último de mis fuerzas, agarrando su bata blanca con mi
puño y apartando su visera mientras luchaba por ver el rostro de uno de mis captores. Tosí
fuertemente y él me empujó al suelo con

Un grito de pánico y mi cabeza impactó contra el suelo, haciendo que mi cráneo sonara como un
gong.
"Perra estúpida", escupió Jonas, cerrando de golpe su visor en su lugar mientras Alan nos
miraba alarmado, con dos frascos de vidrio vacíos todavía agarrados en su mano.
"Llamaré al médico". Alan corrió hacia la puerta, pero Jonas lo agarró del brazo para
Detenlo, sus ojos oscuros girando.
"No. Tenemos un trabajo que hacer." Tomó una jeringa de una bandeja a su lado y avanzó con
el asesinato en sus ojos.
Tosí de nuevo y retrocedí mientras me fallaban las fuerzas. Mi tos se hizo más intensa y
sentí el sabor de la sangre en la boca, que se deslizaba por mi lengua como si fuera veneno. El
miedo jaló mi corazón y susurró promesas mortales en mi oído. Me sequé los labios con dedos
temblorosos, mi muerte me miró con más intensidad que nunca mientras salían húmedos y rojos.
"Ella está en las etapas finales", jadeó Alan.
"Entonces será mejor que tomemos lo que podamos conseguir". Jonas se burló, dejándose caer.
y clavando la aguja en mi muslo. El sedante corrió por mis venas rápidamente y mis ojos se
encontraron con los de Jonas mientras la oscuridad me agarraba y trataba de llevarme al olvido.
Manchas de sangre salpicaban la máscara que llevaba debajo de la visera y logré
pintar una sonrisa burlona, consciente de que podría ser la última. Si iba a morir pronto, no dejaría
que estos hijos de puta vieran mi espíritu quebrarse.
"Parece que vienes conmigo al infierno, Jonas", dije con voz áspera y el terror
Se arremolinaba en sus ojos antes de que cayera en un abismo sin fin.

Cuatro semanas. Cuatro semanas jodidamente infernales e insoportables sin mi bebé en

mis brazos y su alma a mi cargo.
Me agaché detrás de un auto estacionado a una cuadra del laboratorio de
investigación privado en el que todos estábamos concentrados, flexionando mis
nudillos rotos y saboreando la punzada de dolor cuando las costras se abrieron a
través de ellos. Probablemente me habría roto la mano al golpear esa maldita pared si
Saint no me hubiera detenido, aunque lucía la madre de todos los moretones en las
costillas en agradecimiento por su ayuda. Yo era tan imbécil que ni siquiera me había
disculpado por ese movimiento y él era lo suficientemente hombre como para entender que lo sentía de tod
No lo merecía. No merecía ninguno de ellos. Pero estaban atrapados conmigo y
yo haría todo lo posible para que mi lugar entre ellos cuente.
Le debía una disculpa a Saint por golpearlo, simplemente no tenía lo suficiente
en mí ahora mismo para darle una. Estaba cegado por la pérdida de nuestra hija, al igual
que todos nosotros. Hasta que ella estuvo nuevamente en nuestros brazos, supe que
esta violencia, esta tensión, esta ira implacable no haría otra cosa que pudrirse y
extenderse como podredumbre.
Era difícil sentir algo más que furia y miedo en este momento. Y no había sentido
miedo en mucho tiempo. Incluso había empezado a creer que no lo era.
capaz de sentirlo más. Pero claro, Tatum Rivers me había hecho sentir muchas cosas
que nunca pensé que podía sentir.
Ella era la luz de mi oscuridad, la esperanza en un mundo sin ninguna, la razón por la
que mi alma encadenada anhelaba la libertad. Ella me había dado sueños de una vida con
algo más. Mucho más. Estaba más allá de cualquier cosa que pudiera haber pretendido
merecer, pero ella me lo había dado de todos modos. Incluso después de todas las cosas
por las que le habíamos hecho pasar cuando entró por primera vez en nuestras vidas.
Pero debería haber sabido entonces lo que hice ahora. Ella nunca fue solo una
niña, nunca una víctima o un medio para un fin. Ella era el centro de nosotros. El
corazón que nunca creímos tener. Había atraído a cuatro almas perdidas y desesperadas
a su órbita y nos había reclamado a todos y cada uno de nosotros como suyos, a pesar
de las bestias oscuras y depravadas que sabía que éramos. Sin ella no éramos nada.
Yo no era nada. A la deriva sin propósito ni significado. Pero ese no iba a ser mi
destino, porque me negué a considerar siquiera la idea de que fuera el suyo.
Me aterrorizaba la idea de que la sacaran de este mundo y, si bien eso podría
haber sido paralizante, en realidad fue liberador. Ya no me quedaban límites. No había
profundidades a las que no me rebajaría. Nada que no haría y nada que no sacrificaría
por ella. Así que ahora que el miedo era mi combustible, iba a utilizar hasta la última gota
en la búsqueda de su seguridad.
regresa a nosotros.
"¿Están todos en posición?" La voz tranquila y tranquila de Saint llegó a través del
auricular mientras miraba hacia el inofensivo edificio que habíamos rodeado.
A diferencia de mí, con mis emociones desatadas y el borde constante en el
que me equilibraba, Saint había perdido cada fragmento de emoción desde que sucedió.
Era un hombre frío y duro con un solo objetivo y no tenía ninguna duda de que lo lograría.
"Estoy en la entrada trasera", confirmó Monroe, con voz áspera y baja.
"Por lo que parece, está bien cerrado".
"La escalera de incendios tiene el mismo aspecto", confirmó Blake.
"En eso", gruñí, bajando el pasamontañas que había colocado sobre mi cabeza para
ocultar mis rasgos.
Realmente no me importaba una mierda que me vieran y se lo había dicho a Saint, pero
Había insistido en que mantuviéramos nuestras identidades ocultas, no queriendo que el
idiota de su padre se diera cuenta de que éramos nosotros los que estábamos cazando.
Habíamos encubierto nuestros allanamientos en los otros cuatro laboratorios y
hospitales propiedad de Serenity Pharmaceuticals con el pretexto de robar medicamentos.
También habíamos pagado contactos a través de mi familia para irrumpir en otros lugares
similares alrededor de la ciudad para que pareciera una serie de ataques generalizados
basados en la necesidad de antibióticos y cosas similares frente al Virus Hades. santo no lo queria
sabiendo que éramos nosotros quienes lo orquestamos hasta que fue demasiado tarde y
rescatamos a nuestra niña.
Al principio había discutido, sin tener ninguna reserva sobre la idea de hacerle saber a
Troy Memphis que un miembro de la familia criminal más grande y despiadada del estado lo
estaba persiguiendo como al perro que era, pero Saint no estuvo de acuerdo. Quería
que usáramos el elemento sorpresa y mantuviéramos nuestro plan inteligente. Si no hubiera
señalado el hecho de que su padre fácilmente podría sacar a Tatum del estado o incluso
del país ante el más mínimo indicio de un intento de rescate, entonces me habría sentido
más inclinado a argumentar mi punto. Tal como estaban las cosas, confiaba en que Saint
supiera la mejor manera de enfrentarse a su jodido loco de padre, y si él estaba seguro de que
así era, entonces no iba a discutir.
Pero mi carácter estaba decayendo mucho. No lo estaba haciendo bien. Sabía a ciencia
cierta que me estaba desmoronando rápidamente. En los días que me vi obligado a pasar
esperando a que Saint encontrara nuestro próximo objetivo, bebía mucho y fumaba sin parar
y básicamente caía en un patrón de autodestrucción que

No tenía ninguna razón contra la cual luchar. Pero esta noche no fue como las otras donde
rugí mi agonía y la pérdida de mi niña al cielo y ahogué mis penas en una botella de Jack hasta
que me desmayé, murmurando disculpas a la chica a la que le estaba fallando. No, esta noche
fue una de las pocas noches en las que realmente pude hacer algo para ayudarla.
De hecho, estaba seguro de que estaba a punto de encontrarla por fin y acercarla a la
seguridad de mis brazos, para no soltarla nunca más.
No había ni una gota de licor en mi sistema. No había ni un solo errante
pensamiento que me distrae. Estaba encarnando el monstruo para el que me habían
criado. Cada jodido y horrible momento de mi infancia había sido diseñado específicamente
para convertirme en el tipo de bestia perfecto para hacer este trabajo. Era letal, sanguinario y
completamente concentrado en un objetivo.
Estaba recuperando a mi chica. Contra viento y marea, ella volvería a mis brazos
cuando saliera el sol, y la adoraría por el resto de mis días como sólo un demonio sabía
hacerlo.
Me puse el par de guantes negros, ocultando lo último de mi carne dentro de la tela
oscura y flexioné mis dedos para asegurarme de que todavía podía usar mis manos
correctamente dentro de ellos.
Me deslicé por un callejón lateral a la derecha del edificio, usando la luz oscura.
lugares entre las farolas para acercarse al centro de investigación en las sombras.
El lugar estaba bien vigilado pero sólo contra personas que no sabían lo que estaban
haciendo. No tenía intención de entrar por la puerta principal donde estaban esperando los
guardias. No era un jodido aficionado. Me habían entrenado en el arte de la conducta delictiva
desde que era un niño y era un excelente estudiante.
Me deslicé rápidamente por el estrecho callejón, inhalando el olor a humo en el aire y
mirando hacia un respiradero que lo expulsaba desde el tercer piso.

El olor era ligeramente clínico y fruncí el ceño hacia el humo que se elevaba por un
momento antes de continuar con el plan.
No tuve tiempo para dudar, ni momentos que perder. Mi niña estaba dentro de este
edificio. Podía sentirlo en lo más profundo de mi alma oscurecida. Mi corazón latía a
un ritmo profundo y sensual que sólo podía ser una respuesta a
suyo. Ella estaba cerca. Tenía que serlo.
Me detuve en las sombras mientras miraba la pared lisa a mi lado, viendo el
ventilador del aire acondicionado justo donde Saint había dicho que estaría después de
haber conseguido los planos de este lugar. Dos pisos arriba y atornillado como una mierda.
No es que eso me detuviera.
Cuando tenía catorce años, mi tío Niall había empezado a llevarme con él cuando
hacía trabajos que requerían un poco de sigilo. Ese cabrón era el gran maestro del
allanamiento de morada. Incluso tenía reputación en algunos círculos que afirmaban

que podía atravesar paredes. Todo el mundo sabía que si Niall O'Brien te quería muerto,
no había escapatoria. Te despertarías en la noche con él asomando sobre tu cama, con
un garrote, un hacha o un mazo en la mano, según su estado de ánimo, y dejarías
esta vida ensangrentado y gritando pidiendo una misericordia que nunca llegaría.
Basta decir que después de tener un maestro como él, podría entrar a este lugar
sin molestias.
"Los guardias deberían terminar su patrulla en diecisiete segundos".

La voz de Saint me informó a través del altavoz en mi oído.
"La mayoría de la gente en realidad no se apega a tus rutinas de sexo anal,
¿sabes?", murmuró Blake también por el comunicador y casi sonreí cuando Saint le
devolvió el mordisco. Casi. Pero no había suficiente bien en mí para sonreír mientras
mi chica no estaba.
Me tomó un poco de esfuerzo trepar hasta el respiradero, pero hice un trabajo rápido.
de irrumpir una vez que estuve allí.
Gruñí mientras me arrastraba hacia el pozo, mis hombros rozaban
contra el frío metal mientras forzaba mi amplio cuerpo a entrar en el reducido espacio.
"Estoy dentro", murmuré, guardando mis herramientas en mi bolsillo y comenzando
para moverme hacia adelante sobre mi estómago.
"Sin teatro", gruñó Saint, una orden más que una advertencia y yo
Le gruñí como el animal que era.
"Cíñete a la parte de investigación de este plan", murmuré. "Y dejar el trabajo pesado al
criminal de carrera".
"Hay un camión de reparto acercándose a la entrada trasera", nos interrumpió
Monroe y prácticamente pude ver su rostro severo de maestro mientras su mandíbula se
movía sobre nuestras discusiones.
Los desconecté mientras los demás vigilaban el edificio, todos ellos
avanzando hacia la salida de emergencia mientras me esperaban.
No tuve que llevar las rejillas de ventilación muy lejos, deteniéndome en la primera
reja que daba a uno de los pasillos blancos dentro del edificio. Las luces estaban bajas
debido a lo tarde que era, pero el lugar no estaría completamente desierto ni siquiera en
plena noche. Tenían trabajadores aquí las veinticuatro horas del día, intentando
desesperadamente crear la vacuna que el mundo estaba esperando. Y teníamos una muy
buena idea de qué (o más bien quién ) estaban usando para crearlo.
Pero a la mierda eso. Que se joda el mundo si el precio por salvarlo fuera ella. Ella
valía más que cualquier otro cabrón en este miserable planeta y nunca iba a disculparme
por creer eso. Ella era todo para mí. Podría haber sido egoísta y codicioso, pero no me
importaba porque mi amor por ella era esas cosas y más. Si la creación de esta vacuna
requirió un sacrificio, que sea alguien además de ella. Que sean todos menos ella. Porque
sin ella, en lo que a mí concernía, no había mundo. Al menos ninguno en el que tuviera
ningún deseo de existir.
Tiré de la rejilla que cubría el respiradero y me dejé caer en el

corredor oscuro, tan silencioso como un espectro.
Se escuchó un pitido distante que continuó en un tono repetitivo desde algún lugar más
adelante en el pasillo, pero aparte de eso, este piso parecía

silencioso.
Una cámara de circuito cerrado de televisión me miró desde el otro extremo del pasillo, pero
la ignoré: Saint ya se había encargado de los sistemas de vigilancia para nosotros y de todos
modos yo estaba oculto completamente en negro.
Mis dedos se movieron con el deseo de comenzar a buscar en las habitaciones de este
nivel del edificio cualquier señal de mi chica y apreté la mandíbula contra la necesidad de hacerlo.
Tuve que ceñirme al plan. Dejé escapar un suspiro de frustración mientras me obligaba a darme
la vuelta y dirigirme hacia la puerta que conducía a las escaleras de emergencia en
la parte trasera del edificio.
Me deslicé dentro de la escalera a oscuras, la tenue iluminación roja apenas dejaba
Veo los escalones de piedra mientras los bajo a un ritmo rápido.
Mis pasos fueron silenciosos mientras descendía, mi respiración controlada, tal como Niall
me había enseñado. Incluso con la vida de mi hija en juego, no iba a ser descuidado.
Especialmente con su vida en juego. Las habilidades que había ganado con sangre y huesos
valían cada momento de sufrimiento de mi parte si igualaban su vida ahora y no la decepcionaría.
El olor acre del humo del cigarrillo se retorció en mis fosas nasales cuando llegué a
Subí a lo alto del último tramo de escaleras y me quedé quieto cuando noté una tenue luz
azul mezclándose con la roja que venía de algún lugar debajo de mí.
A continuación se escuchó una risa a medias y mi pulso se aceleró cuando me di
cuenta de que había alguien allí abajo, tomando un descanso para fumar y revisando su feed de
TikTok si tenía que adivinar.
La elección inteligente habría sido mantenerme firme, esperar a que
que terminara y se fuera a la mierda.

Pero nunca me habían elogiado por tomar decisiones inteligentes.
Mi sangre bombeaba con calor y el deseo de violencia y estaba
incapaz de resistir su llamada.
Con un escalofrío de anticipación, continué escaleras abajo.
Me moví en silencio, de espaldas a la pared y mi bulto escondido en las sombras.
mientras me acercaba a mi presa.
Cuando finalmente los vi parados al pie de las escaleras justo al lado del
salida de emergencia, mi corazón dio un vuelco. Ni un imbécil. Dos.
Tanto mejor para alimentar al demonio que hay en mí.
Una sonrisa sombría capturó mis labios cuando pensé en mi chica retenida aquí por estos
matones y antes de que pudiera siquiera considerar dudar de mi elección, me abalancé.
Mi puño chocó con la cara del tipo más cercano lo suficientemente fuerte como para enviar su
cráneo contra la pared a su lado y se desplomó en el suelo con un grito de dolor, el cigarrillo y el
teléfono celular cayeron al suelo.
El segundo guardia tuvo tiempo de sacar su pistola de su cintura, pero mi mano se cerró
alrededor de la suya en la culata del arma antes de que pudiera apuntar en mi dirección.
Utilicé mi impulso para golpearle la cara con el arma y bloquearle los dedos.
lugar para que no pudiera alcanzar el gatillo y derramando sangre lo que lo hizo gritar como si
algo definitivamente se hubiera roto. Pero antes de que pudiera emitir otro sonido, lo hice girar, le
arrebaté el arma de la empuñadura y lo arrojé de cara contra la pared.
Se alejó tambaleándose, dándome la espalda por un breve momento, dándome la
oportunidad que necesitaba para pasar un brazo alrededor de su cuello y fijarlo en su lugar
agarrando mi muñeca con la otra mano y ejerciendo suficiente presión para cortarle las vías
respiratorias. .
El chico pateó y se agitó, arañando mi brazo mientras luchaba por respirar que no le
permitía tomar y yo solo sonreí al pensar en mi chica, en poner su cuerpo a sus pies y mostrarle
hasta dónde había llegado. caer a solo a

asegurarse de que estaba a salvo.
El movimiento en las sombras a mi izquierda llamó mi atención sobre el imbécil que había
primer golpe mientras él buscaba la radio en su cinturón y gruñí una maldición mientras
arrastraba al tipo que estaba estrangulando hacia él y le lanzaba una bota al costado.
de su cabeza.
Se quedó quieto justo cuando el hijo de puta que sostenía también cedió al olvido y yo
Dejó caer su cuerpo inconsciente encima de su amigo, jadeando por el esfuerzo y sonriendo
como un demonio.
Quería más. Quería derramar su sangre por el suelo y pintar
yo mismo en ello. Pero en lugar de eso, obligué a centrar mi atención en la puerta, ignorando
las demandas de Saint de saber qué estaba pasando mientras las siseaba a través de mi auricular
y la abría.
Blake entró primero, sus rasgos completamente ocultos por un pasamontañas también, y
también tenía una máscara de gas de grado militar, pero conocía a mis hermanos solo por el aura.
Había algo tangible en esta conexión entre nosotros cuatro y no necesitaba preguntar para saber
cuál de ellos era
cerca de mí en un momento dado.
"Mierda", murmuró, mirando a los dos tipos que había eliminado mientras Monroe y
finalmente Saint entraban también, cerrando la puerta detrás de ellos.
"¿Están muertos?" Preguntó Monroe, la falta de emoción en su voz decía
No le importaba mucho de ninguna manera.
"Todavía no", respondí justo cuando Saint me lanzó un fuerte puñetazo al estómago y se
levantó frente a mi cara.
Realmente parecía un demonio sin nada más que sus ojos debajo.
esa máscara, la iluminación roja de emergencia brillando en sus pupilas mientras miraba
a mí.
"¿Qué te dije acerca de mantener un perfil bajo?" gruñó.

"No les corté el cuello", señalé. "No los llené de agujeros como deseaba. Así que tal
vez deberías dejar de enloquecer por que les entreguen el culo a algunos idiotas y
concentrarte en lo que es importante".
Saint se burló enojado y luego se dejó caer sin decir una palabra más, sacando un
un rollo de fina cuerda negra de su bolsillo y rápidamente los ató a los dos antes de
colocarles un trozo de cinta negra en la boca en caso de que
llegó a.
"¿Dónde carajo está tu máscara de gas?" me gruñó.

"Debe haberlo olvidado en el camión". Me encogí de hombros, observando la forma
en que sus ojos brillaban con rabia y esperando que me golpeara de nuevo. La bestia
en mí estaba desesperada por sangre y dolor esta noche y esa pequeña pelea con los
hombres inconscientes a nuestros pies ni siquiera había abierto mi apetito.
Saint se tomó un momento para decidir si quería o no tener esto.
argumento. Lo habíamos tenido cada vez que salíamos a cazar a nuestra chica y él aún
no había ganado, así que tenía que saber que era una pérdida de tiempo. Ya había
contraído el virus Hades y sobreviví; Podría haber sido una puta mierda y haberme
puesto tan enfermo como un perro, pero tenía la ventaja de ser inmune ahora. Aunque
a Saint le gustaba molestarse por la posibilidad de que mi inmunidad no fuera tan buena.
Pero como le había dicho, me importaba una mierda y no llevaba esa maldita máscara.
Me recordaba demasiado a la máscara de calavera que tuve que usar en Royaume
D'élite y las cosas que había hecho allí. Ahora que habíamos tenido que dejar de lado
nuestra vendetta contra ellos, no tenía ningún deseo de vivir en esos recuerdos.
Saint pareció darse cuenta de que no tenía sentido discutir esto conmigo,
especialmente porque de todos modos no podía ir a buscar la cosa ahora, así que
la dejó caer con un fuerte suspiro de irritación.
"Si arruinas nuestras posibilidades de rescatarla, yo personalmente te meteré una bala

en el cráneo, neandertal", siseó mientras se enderezaba.
"No te preocupes por eso, cariño", le dije, dando un paso adelante y apagando
con el talón el cigarrillo que aún ardía en el suelo. "Si no logramos rescatarla, lo haré yo
mismo".
Saint me miró profundamente a los ojos, leyendo la verdad de esa declaración por
él mismo y gruñendo su aprobación. Ya no existía yo sin Tatum. Mierda, no
pensé que ninguno de nosotros quisiera considerar una existencia sin ella. Así que
no fue difícil darme cuenta de que preferiría comerme una bala.
que permanecer en esta vida sin ella.

No fue un suicidio. Simplemente práctico.
Además, no tenía intención de cumplir esa promesa porque

íbamos a recuperarla. Esta noche.
"Tu comportamiento impulsivo podría arruinar todo esto", dijo Saint.
prevenido. "Debes recordar que el mundo entero no gira
alrededor de ti y tus emociones." Dijo esa última palabra como si fuera sucia y le gruñí
mientras me acercaba, dejándole ver cada rincón oscuro de mi alma acechando dentro
de mis ojos.
"Que se joda el mundo. No me importa. Sin ella en él, no hay nada más que valga la
pena salvar de todos modos. Me importa una mierda si es correcto, noble o ético. Mi
amor por ella no es nada de eso. esas cosas. Es oscuro, retorcido, peligroso e
imparable. Así que si salvarla significa dejar que el resto del mundo arda, entonces
pásame las malditas cerillas y conseguiré la gasolina. Porque no hay nada en este
universo que pueda No estoy dispuesto a sacrificarme para recuperar a mi chica".
"Mal", gruñó Saint, sus ojos oscuros me clavaron en su mirada como si
Pensé seriamente que tenía alguna posibilidad de detenerme ahora.
"No me importa lo que tengas que decir al respecto. Voy a"
"La llamaste tu chica otra vez", gruñó, interrumpiéndome con una mirada.
tan tóxico que prácticamente me quemaba donde estaba. "Ella no es tuya.

Ella es nuestra."
"Tiene toda la jodida razón", estuvo de acuerdo Blake, cada pieza de luz que normalmente
brillaba en él fue reemplazada por oscuridad a medida que los monstruos en nosotros se elevaban a
la superficie de nuestra piel y la sangre perfumada en el aire.
Habría la muerte como pago por que nos la quitaran.
"Entonces, ¿por qué carajo seguimos aquí?" Exigió Monroe, su furia escrita en cada
centímetro de su postura mientras sus músculos se flexionaban con tensión.
"Entonces vamos a quemar el mundo por ella".
El resto de nosotros estuvimos de acuerdo sin palabras mientras lo seguíamos escaleras
arriba a oscuras con la intención de hacer precisamente eso. Destrozaría este lugar ladrillo a
ladrillo si fuera necesario, pero una cosa era segura: no me iría de aquí sin Tatum Rivers a mi
lado.
Sólo un poquito más, cariño. Tus monstruos vienen por ti. Y no pararemos hasta que
estés a salvo en nuestros brazos una vez más.

Monroe subió las escaleras con toda la gracia de un búfalo con tacones de aguja y yo
gruñí con irritación cuando lo empujé y tomé la delantera. Honestamente, era como
si estuviera tratando de hacer ruido con esos pasos suyos.
"Maldito megalómano", murmuró Monroe en voz baja, pero yo
No lo criticó por eso.
A mi modo de ver, tenía razón y eso no fue un insulto. El poder era lo único que
importaba en esta vida y si aún no lo había descubierto entonces necesitaba prestar
más atención. Bueno, poder y mi sirena. Pero mis sentimientos por ella desafiaban
toda lógica y había renunciado a intentar analizarlos. Sólo tenía que aceptar que
estaba irremediablemente cautivado por ella y aceptarlo porque ciertamente no
iba a intentar renunciar a ella. Mi adicción a ella podría ser mi perdición, pero si fuera a
arder por cualquier motivo, felizmente lo haría por ella.
"Intenta mantener tus pasos en silencio", le siseé a Monroe. "Si Kyan puede
administrarlo, entonces no hay razón para que no puedas".
Kyan se rió entre dientes, lo que realmente parecía más una respuesta
automática a mis palabras que una risa real, pero sabía por qué no sentía ninguna
alegría real y no iba a señalarlo.
"¿Quinto piso?" Blake confirmó mientras nos apresurábamos a subir las oscuras escaleras y él
Me moví para caminar a mi izquierda. La máscara de gas que llevaba deformó un poco el tono de su voz,
pero estas cosas eran las mejores que el dinero podía comprar y dudaba que alguno de los demás notara la
diferencia. Pero yo tenía oído de músico (para disgusto de mi padre) y la alteración del tono era bastante
desconcertante.
"Ahí es donde mantienen a los sujetos de pruebas médicas, así que a menos que hayan reconfigurado
completamente el diseño del edificio en el tiempo que nos llevó conducir hasta aquí, entonces sí", dije sin
emoción.
"Vaya, ¿qué se te subió al culo y murió?" Murmuró y apreté mi mandíbula contra el deseo de atacarlo.
Todos estábamos nerviosos, cada uno de nosotros simplemente tratando de encontrar una
manera de superar este momento incierto y hacer todo lo posible para traer a nuestra chica de regreso a nosotros.
Sus comentarios infantiles eran una forma de sobrellevar la situación y, por muy irritantes que me
parecieran, me alegré de que no hubiera recurrido al hábito de emborracharse y perseguir descargas de
adrenalina. De hecho, Blake había sido absolutamente decidido en su determinación de traer a
Tatum de regreso a nuestros brazos. Él había estado a mi lado día y noche mientras yo usaba todas mis
conexiones y tácticas para investigar los negocios de mi padre y Serenity Pharmaceuticals en su
búsqueda, llevando a cabo sin decir palabra todas y cada una de las tareas que le había pedido para
ayudar a acelerar el proceso. proceso. Así podría permitirle alguna que otra broma inoportuna y poco
divertida.
Subimos las escaleras a toda velocidad y nos detuvimos en el último piso mientras yo presionaba
una oreja contra la puerta, escuchando cualquier señal de movimiento más allá.
Kyan sacó una pistola de su cinturón y Monroe también sacó la suya. Hasta ahora habíamos logrado
llevar a cabo estas redadas sin matar a nadie, simplemente para mantener las investigaciones sobre los
"robos" en baja prioridad y mantener a la policía alejada de nosotros. Pero cuantos más lugares atacábamos,
mayor era la seguridad en el lugar.

nuevos objetivos. Por supuesto, no sabían que estábamos buscando a nuestra niña, pero las
historias de pandillas que irrumpieron en instalaciones de investigación médica y hospitales
privados de toda la ciudad para robar medicinas estaban aumentando su seguridad.
Lo ideal sería que saliéramos de este lugar sin mancharnos las manos de sangre, pero si
eso era lo que hacía falta entonces no estaba en contra. Además, si nuestra chica realmente
estaba aquí entonces tenía motivación más que suficiente para matar a cada uno de ellos si
tuviéramos tiempo. Pero hasta que estuviéramos seguros, no buscaba derramar demasiada
sangre.
Nada más que los suaves sonidos de la respiración de mis hermanos llegaron a mis oídos
mientras escuchaba atentamente durante un minuto completo, ignorando el gruñido impaciente
de Kyan, antes de abrir la puerta.
El pasillo estaba suavemente iluminado con luces nocturnas y vi a una mujer en un

uniforme de enfermera en un escritorio al final del pasillo. Estaba de espaldas a nosotros y
ella estaba leyendo un libro, aparentemente perdida en su propio mundo. Me tomé otro
momento para escuchar otros sonidos, pero parecía que ella era el único miembro del personal
cerca, y por lo que había aprendido en mi investigación en este lugar, eso era de esperar.
Mantuvieron a una enfermera de turno durante la noche y eso fue todo.
Kyan pasó a mi lado mientras abría la puerta y el resto de nosotros esperábamos.
Mientras caminaba por el pasillo, sus ojos se fijaban en la mujer que permanecía perdida en
su libro, completamente inconsciente de que estaba siendo acechada por un depredador.
Cuando Kyan se abalanzó, fue tan rápido que casi pierdo el movimiento. Una de sus manos
golpeó la boca de la mujer, sofocando su grito y su

otro se cerró alrededor de su cuello mientras él la estrangulaba.
No le tomó mucho tiempo dejarla inconsciente y avancé hacia ella.
atarla, escondida debajo de su escritorio donde no sería descubierta hasta

ya nos habíamos ido hace mucho. Mi mirada se posó en su cordón por un momento
mientras memorizaba su nombre en caso de que fuera de alguna utilidad para mí en el
futuro. Érica Mortensen. Te tengo marcado.
Blake tomó el libro de bolsillo de su escritorio titulado Warrior Fae, lo abrió hasta la
última página y lo arrancó antes de arrugarlo y tirarlo a la basura. Jodidamente salvaje. No
es que me estuviera quejando. Ella merecía no saber nunca el final de su libro. Si tuviera
tiempo, encontraría una manera de rastrear cada copia del mundo para que ella pudiera sufrir
para siempre sin saber cómo terminó. No estaba seguro si había alguno
peor destino que ese para otorgarle a alguien.
Monroe, como de costumbre, no nos estaba esperando y avanzaba por el pasillo,
abriendo puertas y controlando a los pacientes que estaban dentro mientras buscaba a
nuestra chica. Supuse que estaban durmiendo o no estaban en condiciones de gritar de
alarma al ver a un hombre enmascarado mirándolos, lo cual era lo mejor. Rápidamente
desconecté la alarma que estaba sobre el escritorio en caso de que alguno de ellos extendiera
la mano y presionara el botón rojo de llamada junto a sus camas. No necesitábamos que
ninguno de los guardias apostados abajo se encargara de hacer otro barrido del edificio antes
de sus rondas programadas en una hora.
Ignoré a los demás y sus métodos desordenados para revisar el lugar mientras
rápidamente comencé a buscar en la computadora en el escritorio, buscando una lista de
registros de pacientes y frunciendo el ceño cuando noté el título de los ensayos clínicos
que se llevaban a cabo aquí. Parecía que estaban trabajando en una nueva forma de
tratamiento contra el cáncer, no en una vacuna en absoluto. Pero eso no puede ser correcto.
Tenían que estar trabajando en el virus Hades. La opresión llenó mi pecho y mis nudillos
palidecieron mientras me agarraba al escritorio. Todas las señales me habían señalado
aquí cuando hackeé los servidores de mi padre. No tenía sentido para eso
información haya sido errónea. A menos que hubiera sospechado que alguien estaba en
a él…
Desterré la aterradora idea de lo que mi padre podría hacer si realmente se hubiera dado cuenta
de que alguien estaba buscando a Tatum y, en cambio, me concentré en la tarea que tenía entre
manos. Esa fue una preocupación para otro momento. Y como el hijo de puta en cuestión había logrado
retirarse convenientemente a un lugar desconocido que ni siquiera quería compartir conmigo, ni
siquiera pudimos ponerle las manos encima como último recurso. Lo que simplemente significaba
que esto tenía que funcionar. Tenía que ser así. Me negué a considerar cualquier alternativa.
Revisé la lista de nombres de pacientes en la lista y mi labio superior se levantó mientras los
leía, obviamente no encontré el nombre de Tatum en ninguna parte, pero tomé nota de un paciente al
que solo se le remitió con un número. Si eso no era jodidamente sospechoso entonces no sabía qué
lo era. Y era exactamente el tipo de tonterías deshumanizantes que mi padre elegiría entretener.
Si ella ni siquiera tenía un nombre, entonces él no tenía que admitir que ella era una persona
real a la que estaba lastimando y posiblemente matando en pos de su propia agenda. No es que me
engañara lo suficiente como para creer que le importaba un carajo asesinar a alguien para promover
sus propios intereses, pero ese era precisamente su estilo. Meticuloso pedazo de mierda que era.
"Habitación treinta y nueve", gruñí, cerrando la computadora para que nadie
se dio cuenta de que había sido utilizado para encontrar esta información y se volvió hacia la cabeza que
forma.
Kyan se había unido a Monroe en la búsqueda de las otras habitaciones y yo me alejé de ellos dos
mientras seguían abriendo y cerrando puertas, acechando en dirección a la habitación treinta y nueve.
Blake se mantuvo pegado a mis talones, sabiendo muy bien que era más probable que la hubiera
localizado primero y queriendo estar allí cuando la encontrara. No podría culparlo por eso. estábamos
todos dentro
Necesitamos desesperadamente un reencuentro con nuestra chica.

Mi corazón se aceleró cuando me cerré a la puerta en el extremo más alejado
del pasillo y no pude evitar correr ante la idea de encontrarla allí, de abrazarla y mirar esos
brillantes ojos azules que me consumió. Ella era mi droga preferida y era
irremediablemente adicto. Necesitaba saciarme de ella o sabía que me iba a volver
loco.
Tatum Rivers fue la única persona que había mirado a este monstruo desalmado
de hombre y de alguna manera encontró un pulso latiendo bajo el vitriolo y el veneno
que llevaba como escudo. Ella había visto la corrupción y la toxicidad de mi alma y
también había encontrado algo más allí. Algo que nunca había creído que tenía y, sin
embargo, ella lo había descubierto de todos modos. Ahora yo era su criatura, me quisiera
o no, y ella también era mía. Mi noche atada. Y nunca dejaría que se me escapara.
Llegué a la puerta y tuve que luchar con cada centímetro de autocontrol que
tenía para no abrirla mientras mis dedos se curvaban alrededor de la manija y soltaba
un suspiro tembloroso. Blake puso una mano sobre mi hombro en solidaridad y asentí una
vez antes de abrirlo.
Dentro de la habitación, todo estaba oscuro. La cama no era más que una enorme
sombra en el centro de la misma. Las máquinas que deberían haber sido
Monitorización de signos vitales en un silencio sepulcral.
"No", respiré cuando una roca se hundió en mi estómago, volviéndose más y más
pesada, el peso amenazaba con arrastrarme a las profundidades más profundas del
océano más vasto imaginable. Me estaba ahogando. Ahogándome en mi dolor y en el
conocimiento de mi fracaso una vez más.
Blake no era tan pesimista como yo y encontró el interruptor de la luz, encendiéndolo.
Se lo puso mientras levantaba su arma y apuntaba a la cama vacía.
Mi corazón latía y latía con fuerza dentro de mi pecho como un animal salvaje,
enjaulado y desesperado, condenado y moribundo.

Encima de la cama había una pizarra con varias observaciones anotadas.
desde estadísticas vitales hasta notas sobre extracciones de sangre y el estado del paciente que
había sido retenido aquí.
En la parte inferior del tablero había palabras que configuraban todo mi mundo.
Me encendí con una especie de agonía desesperada mientras los miraba.
Paciente fallecido: 10:07 am.
La reanimación no tuvo éxito.
Me quedé mirando la clara declaración ante mí con el pulso acelerado y la
El miedo más debilitante me mantiene inmovilizado durante demasiado tiempo. Pero mi
corazón se negó a aceptar las palabras que habían sido garabateadas en esa pizarra.
Simplemente no pude.
"No", gruñó Blake en señal de negativa, haciéndose eco de mis propios pensamientos y
saliendo de la habitación. Estaba teniendo mucho menos cuidado del que debería haber tenido
mientras corría por el pasillo y comenzaba a abrir otras puertas, revisando las habitaciones
donde dormían otros pacientes mientras continuaba su búsqueda, claramente sin aceptar
los hechos tal como nos los habían presentado.
Salí de la habitación vacía y me quedé esperando en el pasillo a que los otros tres Guardianes
de la Noche terminaran su búsqueda, pero ya sabía lo que encontrarían.
"Ella no está aquí y tampoco creo ni por un maldito segundo que esté muerta", gruñí,
negándome a permitirles siquiera considerar entrar en pánico o ceder a alguna forma inútil de dolor.
“¿Cómo puedes estar seguro?” —preguntó Blake, con los ojos llenos de preocupación.
una desesperación en ellos que me suplicaba que le diera una confirmación definitiva que no
pude darle.
“Porque mi padre sabe que ella es demasiado valiosa para permitirle morir tan rápido.
Además, no soy tan tonto como para creer algo que no he visto con mis propios ojos. Ella no
está muerta a menos que vea un cuerpo y si alguno de ustedes considera darse por vencido con
ella, entonces me responderá ante mí.
Ninguno de ellos expresó ninguna queja al respecto. Todos estábamos igualmente
decididos a no creer en su muerte, así que me olvidé de las palabras garabateadas en esa
pizarra y me propuse continuar nuestra búsqueda.
Nuestra chica no estaba aquí. Pero estaba seguro de que así era. Ella había estado aquí y
había estado en esa habitación. Podríamos cazar el resto de este lugar para estar seguros, pero
sabía que no la íbamos a encontrar aquí ahora. Por supuesto, ahora tendríamos que robar el
lugar para tapar esta ruptura como las demás.
Ella no estaba muerta. Ella no podría serlo. Si lo fuera, estaba seguro de que lo sabría. Lo
habría sentido cuando mi corazón se hizo trizas y mi mundo implosionó ante la imposibilidad de
continuar sin ella en él.

Ella no estaba muerta.
Pero ella ya no estaba .
Y la íbamos a recuperar.
Mi cuerpo se estaba rompiendo. Todo dolía. Sentía como si se abriera una fisura en mi
pecho cada vez que respiraba. Y cuando lo hice, fue con un estertor sibilante que hizo que
el miedo me atravesara. Pero por todos los motivos mi cuerpo se sentía débil, mi alma
estaba galvanizada, negándose a quebrarse.
No voy a renunciar.
Aunque se me estaba acabando el tiempo. Y tenía que hacer algo ahora si
alguna vez iba a sobrevivir a esto. Por mucho que sabía que mis muchachos me estarían
cazando con la sangrienta ferocidad de los perros del infierno, también estaba empezando a
aceptar que Troy Memphis tal vez me había escondido demasiado bien como para que
incluso su propio hijo pudiera encontrarlo. Y cuando vi a una enfermera acercándose a la
puerta de vidrio y tecleando un código para abrirla, supe que ahora era mi oportunidad.
Posiblemente el último también. Porque no sabía cuánto tiempo más podría luchar contra este
virus. Sus raíces estaban demasiado profundas en mi carne, su hambre por mi muerte
demasiado aguda.
Fingí dormir cuando la enfermera se acercó, mis medicamentos escondidos debajo de mi
colchón. No había tomado ninguno hoy. Cada vez que los tomaba ahora, parecía
Duerma más tiempo y más profundamente. Y eso me asustó de una manera que no quería
admitir. Mis sueños eran muy vívidos y cuanto más tiempo pasaba con papá y Jess en mi
estado inconsciente, más cerca me sentía de unirme a ellos. Y por muy tentador que hubiera
sido escabullirme en sus brazos una vez más, aún no era el momento para mí. Tenía una
vida que estaba desesperada por vivir. Tenía cuatro hombres esperándome a quienes nunca
había podido mostrarles la profundidad de mis sentimientos.
Mis monstruos, mis salvadores.
Una vez me paré en una playa bajo la lluvia torrencial y puse mi mano contra la
Piedra Sagrada antes de hacer un juramento de pertenecer a los Guardianes de la Noche.
No lo había creído y ciertamente no lo había deseado. Pero el destino nos había atado y
ahora sabía por qué. Porque a través de todo el dolor, el sufrimiento, la forma en que nos
habíamos torturado unos a otros, de alguna manera todos también nos habíamos sanado
unos a otros. Eran cuatro reyes de la oscuridad y yo me había convertido en su reina. La
niña que mi padre siempre había querido que fuera, la niña que siempre había aspirado a ser.
Entonces necesitaba regresar con ellos y reclamar mi posición en nuestra tribu.
“Pensé que tal vez no pasarías otra noche”, me murmuró la enfermera, aunque
debía haber creído que estaba inconsciente, y reconocí a Jonas. El hijo de puta no se había
enfermado después de que tosiera sobre él y estaba muy enojado por eso. "Es un jodido milagro".
¿Sabes qué es un milagro, imbécil? Sigues estando sano y bien.
Me agarró el brazo y lo extendió para acceder a la piel magullada.
alrededor de la curva de mi codo que había sido perforado por innumerables agujas.
"Estaría más agradecido si no me hubieras dado una patada en las pelotas, pero supongo
que aún así recibí una de las primeras vacunas la semana pasada gracias a ti, así que no
puedo estar totalmente amargado", dijo con frialdad. De todas las personas que mi sangre
podría salvar, ¿por qué este tipo?
Sentí sus dedos en mi cara mientras apartaba mi cabello de mi frente y solté un
pequeño murmullo como si estuviera volviendo en sí, moviéndome hacia adelante.

la cama.
"Mierda", murmuró, luego se alejó y abrí los ojos.
Observé mientras extraía un poco de sedante en una jeringa tal como esperaba.
Cuando se volvió hacia mí, cerré los ojos de nuevo y los dedos me picaron.
mientras reunía mis fuerzas. No era mucho, pero todo lo que tenía iba a ser
Dirigido a esta mancha de mierda.
Agarró mi brazo de nuevo y justo cuando la aguja rozó mi piel, giré mi otro brazo,
agarré su muñeca y la torcí bruscamente, quitándole la jeringa de la mano mientras su
agarre se aflojaba. Jadeó, pero no fue lo suficientemente rápido como para correr cuando le
clavé la aguja en el cuello y golpeé el émbolo con el pulgar con un apretón de satisfacción en
el estómago.
Sus ojos se abrieron detrás de su visor y sonreí demoníacamente.
"Pequeña perra". Su mano se estrelló contra mi cara y mi cabeza giró hacia un lado por
el impacto. "¡Ayuda!" dijo ahogándose, tambaleándose hacia el botón de emergencia al
lado de la puerta.
Pero estaba tambaleándose y el sedante ya hacía efecto. salí de
cama cuando sus rodillas tocaron el suelo, tambaleándome hacia él mientras mi visión
pasaba de la oscuridad a la luz. Se arrastró hacia la puerta, todavía buscando el botón, luego
se rindió y sacó su teléfono del bolsillo de su bata de laboratorio. Salté sobre su espalda con
un gruñido de esfuerzo, haciéndolo caer al suelo mientras le quitaba el teléfono de las
manos.
"Nadie vendrá por ti, así que reza a cualquier dios que sirva a ese pequeño pene".
duchas,” dije con voz áspera.
Gruñó enojado, tratando de luchar, pero no sirvió de nada. Se estaba alejando segundo
a segundo y empujé su cara contra el suelo, escuchando su visor crujir mientras esperaba
que se desmayara. "Buenas noches, imbécil".
Finalmente se quedó quieto y respiré con dificultad mientras me desplomaba a su lado
y miraba su teléfono, descubriendo que necesitaba una identificación facial o un código para
Desbloquealo.
Empujé a Jonas para que le diera la vuelta, y el esfuerzo que me costó hizo que mi visión volviera a
ennegrecerse por un momento. Mis músculos temblaron por el esfuerzo, pero no disminuí la velocidad
mientras le arrancaba la visera y la máscara, encontrando una cara peluda debajo.
No era una barba real, sino más bien esa pelusa que a los adolescentes les gustaba dejarse crecer cuando en
realidad no podían lograr el vello facial adecuado. Bruto.
Incliné el teléfono hacia él y la pantalla se desbloqueó justo cuando tosía.
se estrelló contra mi cuerpo. El médico me había dado una inyección de esteroides que había ralentizado
el sangrado en mis pulmones, así que esta vez no sentí el sabor de la sangre. Iba a tomar eso como un
buen augurio.
La adrenalina me dio una explosión de energía mientras marcaba el número de Saint, mi corazón
golpeaba locamente contra mis costillas como un tigre tratando de escapar de una jaula. Nunca pensé que
pensaría esto, pero gracias a Cristo por Saint y sus castigos porque una vez me hizo escribir su número de
teléfono mil veces después de que le dije que Kyan me había jodido con el pepino que Saint se había
comido en su ensalada para la cena. No es cierto, pero sí totalmente hilarante.
La esperanza revoloteó a través de mí mientras un timbre llenaba el silencio, pero un pitido en mi oído indicó
que la batería estaba baja. Miré el teléfono de Jonas y vi que estaba al dos por ciento. ¿Qué clase de psicópata
juega así con el destino y deja que la duración de su batería esté al borde de la perdición? Confía en mi puta
suerte para elegir al único imbécil de este lugar que no mantuvo su maldito teléfono cargado.
"Recoge", siseé con desesperación. Pero mi esperanza se desvaneció cuando sonó la llamada.
incesantemente.
Era un número desconocido. ¿Qué pasaría si Saint no contagiara a nadie que no estuviera en sus contactos?
Debía odiar con venganza a las personas que llamaban en frío.
Y supe que no tenía correo de voz porque una vez me había dicho mensajes de voz
fueron abandonados por campesinos que no valoraban su tiempo en la Tierra.

"Vamos, chico diablo", le rogué y milagrosamente, la llamada se conectó.
"¿Hola?" Preguntó Saint, la sospecha coloreando su voz.
“Santo, soy yo. Es Tatum”. Pero no hubo respuesta y cuando saqué el teléfono para mirar
la pantalla, descubrí que estaba en blanco. "No", jadeé, el pánico cortando el centro de mi ser.
Mi mano tembló y mojé mis labios desesperadamente secos mientras consideraba qué hacer.
hacer. Y sólo había una cosa para ello. Tuve que correr. Dejé el teléfono junto a Jonas y le
arranqué el cordón que llevaba alrededor del cuello y que contenía una tarjeta de acceso.
Luego le quité la bata de laboratorio y me la puse antes de cubrirme la cara con su máscara y
visor. Sus pies eran demasiado grandes para que yo pudiera tomar prestados sus zapatos, así
que solo tenía que esperar que nadie me mirara demasiado de cerca.
pies descalzos.
Tropecé hacia la puerta, corriendo solo con adrenalina mientras todo mi cuerpo
tembló de debilidad. Salí y me dirigí por el pasillo vacío en dirección a un ascensor, con
el pulso retumbando en mis oídos.
Las baldosas estaban heladas contra mis pies descalzos mientras me movía lo más
rápido que podía hacia las puertas de metal que tenía delante. Antes de llegar a ellos,
comenzaron a abrirse y se escuchó una charla desde el interior. Con una sacudida de
ansiedad, me lancé hacia un conjunto de puertas dobles al lado del ascensor y tropecé hasta
una escalera brillantemente iluminada. Reprimí la tos, sentí que mis pulmones estaban a
punto de estallar en mi pecho mientras lo contenía con todas mis fuerzas.
Quédate en mi maldito pecho, tos explosiva de la fatalidad.
Mi lengua era espesa y pesada en mi boca mientras me agarraba a la barandilla y comenzaba
a bajar nivel tras nivel, mi respiración era irregular. Si pudiera salir, llegar a una carretera,
encontrar ayuda...
Una alarma sonó como una sirena en mi cabeza y maldije, acelerando el paso, casi cayendo
varias veces pero de alguna manera manteniéndome erguido mientras me esforzaba más y
más. Me sentí como Bambi en el hielo, con las piernas tan frágiles como
leña menuda. Pero el único Thumper que tenía animándome era el corazón que me
palpitaba en el pecho.
Llegué a la planta baja y empujé mi peso contra una puerta de salida de incendios,
presionando la barra que la aseguraba. Pero no se movió. ¿Quién carajo mantuvo
cerradas las salidas de incendios?
"Mierda", gruñí, empujándolo con más fuerza, pero la cosa no se abría.
El sonido de pasos corriendo me llegó a algún lugar más arriba en el
escaleras y el pánico me invadió.
Tengo que salir. No puedo rendirme.
Corrí hacia la puerta al lado de las escaleras, la empujé y me encontré
en un gran vestíbulo con dos miembros del personal de seguridad con putas pistolas en las
caderas mirando por una gran puerta giratoria. Mi corazón dio un vuelco mientras miraba
la calle delante de ellos. La lluvia comenzó a tintinear contra las ventanas que llegaban
hasta el piso mientras buscaba otra salida. Pero eso fue todo. Mi única esperanza.
Frente a las puertas había un mostrador de recepción vacío y corrí audazmente hacia él,
dejándome caer detrás de él antes de que me vieran. Me moví con toda la gracia de un
zombi borracho, pero de alguna manera llegué aquí en silencio.
Abrí el cajón inferior y busqué en su interior algo que pudiera
usar como arma, pero no había nada aparte de una grapadora y algo de papelería
igualmente inútil. Vamos, dame un respiro.
La estática crujió en las radios de los guardias y una voz femenina sonó a través
de ellas. “Las imágenes de seguridad la muestran bajando por la escalera principal.
Ella es... ¡ah! Está detrás del mostrador de recepción.
Que se joda un maldito pato en un camión.
Se oyeron unas pisadas pesadas que venían hacia mí y me levanté, pensando que
no tenía otra alternativa y lancé la grapadora lo más fuerte que pude. Rebotó en la cabeza
de uno de los guardias y este gruñó enojado.
“Quédense atrás, soy contagioso”, espeté y ellos desaceleraron su avance.

El que no había golpeado me miró fijamente mientras se ponía una máscara negra.
desde la barbilla para cubrir la boca y la nariz. "De rodillas."
"Soy la persona más valiosa del mundo", espeté, empujando mis hombros
hacia atrás a pesar de que todo lo que tenía ganas de hacer era acurrucarme en el
suelo y tratar de ahogar el dolor en mi cuerpo. "No puedes dispararme".
Los guardias compartieron una mirada que lo confirmó y corrí hacia la puerta con el
corazón en la garganta. Efectivamente, no se hicieron disparos y claramente tampoco
querían acercarse demasiado a mí y al virus Hades. Ese sucio cúmulo de muerte en mi
cuerpo de repente se convirtió en mi único amigo y me aferré a su mano mientras me
ofrecía mi única oportunidad de libertad.
No era rápido ni elegante, pero estaba jodidamente desesperado y la luz del día
que entraba a raudales desde afuera me llamaba como una canción. Lo más probable
es que me atraparan, pero tal vez alguien fuera escucharía mis gritos primero.
Llegué a la puerta giratoria, empujándola, casi saboreando el aire fresco. Luego
se detuvo de golpe y me giré con un gruñido en los labios, encontrando que los
guardias le impedían seguir avanzando. Comenzaron a girarlo hacia el otro lado y uno
de ellos caminó con él para devolverme a ellos. Intenté obligarlo a retroceder con todo lo
que tenía, pero mi cuerpo debilitado simplemente no podía hacer lo que necesitaba y
casi escuché al Virus Hades reírse maniáticamente en el fondo de mi cabeza.
Grité tanto como mis pulmones me lo permitieron, haciendo tanto ruido como pude.
Posiblemente podría, golpeando mis manos en la ventana y esperando que alguien
fuera viera u oyera, llamaría a la policía. En realidad no había ninguna esperanza, pero
no hacer nada no estaba en mi naturaleza. No podía acostarme y aceptar esto.
Y puede que no hubiera podido luchar en este momento, pero todavía tenía un arma a
mi disposición.
Me arranqué la visera y la máscara de mi cara mientras la puerta giraba hacia atrás.
El vestíbulo y el guardia me agarraron del brazo. Tosí mientras le arrancaba la cara.
máscara y maldijo, tapándome la boca y la nariz con una mano mientras me
inmovilizaba contra su pecho.
Mi corazón se catapultó a mi garganta cuando de repente no pude respirar, su
palma carnosa se apretó con demasiada fuerza mientras mis pulmones luchaban por
respirar. Me tiré de su agarre, pisoteando su pie y usando mis codos para intentar escapar, pero no
estaba demasiado débil.
La oscuridad cubrió mis ojos mientras un grupo de enfermeras con trajes de riesgo
biológico corrían hacia nosotros a través del vestíbulo y solo pasaron unos segundos más
antes de que me clavaran una aguja en el muslo. Todo se volvió negro cuando la fuerza
de la droga me abrumaba y pensé en mis Guardianes Nocturnos mientras la última
esperanza se desvanecía con mi fuerza.
No me iban a encontrar.
No pude liberarme.
Me quedaban días como máximo. Mi destino estaba pavimentado, amurallado
por todos lados mientras me conducía a mi destino final. Y sólo me esperaba una tumba en
el fin.
"¿Cuánto tiempo va a tomar esto, hombre?" Pregunté, la impaciencia en mi voz era clara mientras
caminaba de un lado a otro frente a la mesa del comedor en The Temple.
Saint estaba sentado frente a su computadora portátil, totalmente quieto, mirando la pantalla con
sus dedos se entrelazaron mientras esperaba como una maldita estatua y el resto de nosotros
Intenté no perder la cabeza.
Bueno, Monroe y yo estábamos tratando de no perder la cabeza: Kyan estaba hablando
por teléfono con su tío Niall mientras apretaba la mandíbula con tanta fuerza que estaba bastante
seguro de que estaba a punto de volverse loco. Pero últimamente se volvía loco
constantemente, así que no le presté mucha atención.
Había estado mirando directamente a Saint cuando respondió esa llamada, el color
desapareciendo de su rostro cuando el sonido más débil de su voz me llegó desde el altavoz durante
unos breves segundos antes de que fuera cortado. Una palabra fue todo lo que logró decir. Nombre
del santo. Una petición de ayuda, una única oportunidad de

línea de vida y menos de un segundo de conexión entre ellos. Pero fue todo lo que él
necesario. Porque estábamos hablando del maldito Santo Memphis. Una palabra y una llamada de
un número desconocido: bien podría haberle dado una dirección completa y una hora para que
pasáramos a recogerla.
Gracias joder. Aunque la hora que había pasado desde aquella, momentánea,
La fugaz llamada telefónica pareció prolongarse hasta la eternidad mientras Saint hacía
su magia, movía los hilos correctos, engrasaba las palmas correctas y ahora solo
teníamos que esperar hasta que valiera la pena.
"Bien", dijo Kyan, llamando mi atención hacia él y su conversación telefónica.
"Te llamaré para saber dónde encontrarnos cuando sepa los detalles". Kyan colgó y me
pregunté si realmente esa era la mejor manera de tratar a un hombre al que había
declarado psicópata criminalmente loco en más de una ocasión. Pero aparentemente
eso le importaba una mierda y solo tenía que esperar que Niall O'Brien todavía estuviera
de nuestro lado a pesar de la opinión de su sobrino.
grosería.
"Está dentro", dijo Kyan, arrojando su celular sobre la mesa para que se deslizara
sobre la madera pulida y golpeara el costado de la computadora portátil de Saint. "Dime
cuando estemos listos para partir".
Se alejó sin decir una palabra más y se dirigió hacia la cripta donde se le escapó
un rugido de rabia, que resonó en las frías paredes de piedra antes de que el predecible
sonido de él golpeando el saco de boxeo llegara un momento después. Se las
había arreglado para dividir a dos de ellos en las semanas que Tatum había estado
desaparecido, derramando arena por todo el suelo mientras él permanecía allí
sudando y jadeando por la carnicería, apenas pareciendo humano mientras la rabia
en él ardía libremente.
"Será mejor que me asegure de que se ponga guantes", gruñó Monroe después
de unos momentos de escuchar el dolor de Kyan en forma física. "Si se jode las
manos antes de salir, no le será bueno".
Su.
No es necesario que ninguno de nosotros mencione su nombre. Sólo había una

mujer en nuestras vidas. Sólo uno. Ella era la araña que nos había atraído a todos y nos
había unido unos a otros dentro de su red. Puede que hubiéramos sido cercanos sin
ella, pero con Tatum en nuestro corazón, éramos una fuerza imparable. Nosotros sólo
Necesitamos una dirección para apuntar nuestra furia y estaríamos listos para destrozar el
mundo para devolverla al lugar que le corresponde en el corazón de nosotros.
Monroe se alejó para unirse a Kyan y exhalé un suspiro mientras lo intentaba.
para contener mis propias frustraciones.
"¿Cualquier cosa?" Pregunté mientras Saint seguía mirando la nada en la maldita pantalla
del portátil.
"Sí", respondió mordazmente, su voz destilando desdén. "Mi contacto dentro del FBI ya
rastreó el número de ese hijo de puta y me envió todos los detalles. Elegí seguir sentado aquí y
no reaccionar de ninguna manera porque claramente, me importa un carajo el bienestar de
nuestra reina. Quizás Iré a tomar una siesta antes de abrir el correo electrónico".
Su mirada fría se deslizó hacia mí por un solo segundo antes de volver a mirar su
maldita pantalla, esperando que ese correo electrónico llegara de verdad y sentí el peso de esa
mirada como un maldito puñetazo.
"Está bien, está bien", respondí, levantando las manos en señal de rendición y disculpa.
"Estoy desesperado por salir y encontrarla".
Saint exhaló lentamente y asintió una vez. "Todos estamos igualmente destrozados por
nuestra separación de ella. Nuestro embeleso con la chica que hicimos nuestra es algo bastante
sorprendente, ¿no te parece?"
"En realidad no", respondí. "Sólo tienes que echarle un vistazo a la chica: una verdadera
mira, más allá del jodidamente deslumbrante exterior, a la riqueza de su alma debajo y el
poder que ejerce sin siquiera intentarlo. Una vez que veas eso, no creo que a nadie le sorprenda
que ella nos haya atrapado a los cuatro bajo su hechizo. Quiero decir, mierda, esa chica merece
muchísimo de esta vida y si podemos siquiera comenzar a dárselo, entonces estaré de
acuerdo".
El sonido de Kyan y Monroe discutiendo sobre su falta de guantes llamó
hacia nosotros, seguido rápidamente por el sonido de los dos peleando entre sí. No me
preocupaba que se lastimaran de manera duradera.

aunque. Ninguno de los dos querría inutilizar al otro una vez que supiéramos a dónde
teníamos que ir. Los cuatro tendríamos que estar en plena forma para rescatarla.
"Ella es la luz de nuestra oscuridad", dijo Saint cuando casi había renunciado a recibir una
respuesta de él. "Sólo espero que nuestra corrupción no manche su alma.

demasiado."
Me burlé con desdén y él levantó una ceja, dignándose a mirarme.

una vez más.
"Así no es como funciona esto, amigo, ¿aún no te has dado cuenta?" I

le pregunté.
"¿Qué?"
"La corrupción. No somos nosotros los que oscurecemos su alma, es ella la que ilumina la nuestra.
Ella es más poderosa que cualquiera de nosotros y cuanto más la dejamos entrar en
nuestros corazones, creo que más nos acercamos a la salvación".
"¿Salvación?" Preguntó Saint antes de negar con la cabeza. "No, no creo que
Están a punto de convertirse en ciudadanos reformados, Blake. Creo que nos hemos convertido
en sus criaturas. Seguimos siendo los perros de la guerra, oscuros, desesperados y arruinados
como estamos, pero ella es nuestra amo. Ella no eliminará esa mancha de nuestra naturaleza,
pero nos mostrará hacia dónde apuntarla mejor. Y yo, por mi parte, estoy dispuesto a dejarla."
Tragué saliva mientras consideraba sus palabras. ¿Había esperado que estar con ella
podría reformarme? ¿Convertirme en un hombre mejor que el que era?
Tal vez. Pero tal vez tuviera razón. Tal vez no debería haber intentado usarla para salir de la
oscuridad. Tal vez debería simplemente abrazar mis sombras y usarla como luz guía hacia
dónde debo apuntarlas.
Saint de alguna manera logró enderezarse aún más a pesar de que su columna estaba
Para empezar, se inclinó como una baqueta y rápidamente se inclinó hacia la computadora
portátil, tocando algunas teclas antes de que sus ojos escanearan la pantalla de un lado
a otro. Observé con el corazón acelerado, esperando contra toda esperanza que Saint's
el contacto había llegado para nosotros. Que ese número nos había llamado Tatum
Fue la migaja que necesitábamos y no otro cabo suelto.
"Lo tengo", ronroneó Saint, poniéndose de pie y alejándose de la computadora portátil.
Me incliné instantáneamente, necesitaba verlo por mí mismo y sonreí cuando encontré
el propietario registrado del teléfono celular desde el que recibimos esa llamada. Jonas
Barrow, treinta y nueve años, soltero, asistente clínico en Serenity Pharmaceuticals.
Su dirección también figuraba junto a una fotografía reciente que supuse era de su
licencia de conducir. Tatum nos había dado el nombre de Jonas antes de que su auricular
muriera, pero no habíamos tenido otras pistas hasta ahora. Lo odié nada más verlo,
desde su ralo cabello castaño hasta su irregular intento de lucir una barba que parecía
más bien como si alguien le hubiera pegado mechones de vello púbico en la cara en
lugares aleatorios.
"Espera", llamé, justo cuando Saint llegaba al pie de las escaleras que conducían
hasta su dormitorio. "Aquí no hay una dirección para su lugar de trabajo. Ya
sabíamos que Serenity Pharmaceuticals eran quienes la retenían, pero tienen innumerables
edificios y oficinas en toda la ciudad, entonces, ¿cómo"
"Vamos a empacar nuestras cosas y dirigirnos a la casa del señor Barrow", dijo Saint,
con un brillo maligno en sus ojos. "Y luego vamos a esperar a que él se dirija
al trabajo y síguelo."
"¿Así?" Pregunté, preguntándome si no habría más capas en su
plan no tan diabólico.
"Nunca lo olvides, Blake, si tienes un problema de alimañas no tiene sentido
eliminar una sola rata. Tienes que quedarte esperando, verla regresar a su nido y
luego podrás atacarlas a todas. Aniquilación completa. Cierto victoria."
Se giró y continuó subiendo las escaleras y una lenta sonrisa se extendió por mi
rostro. Esto fue. Finalmente. Realmente íbamos a recuperarla.

***
La casa de Jonas Barrow resultó ser una bonita casa nueva en el
suburbios con rosas rosadas creciendo en el jardín y niños jugando ruidosamente dentro de
las casas vecinas, sin duda haciendo que sus padres se vuelvan locos después de meses de
encierro sin un final a la vista. Aún así, supuse que más vale prevenir que lamentar.
Ciertamente hubiera preferido estar encerrado en una casa con mi mamá durante meses que
perderla como lo hice.
Era un día brillante e inusualmente cálido y parecía casi
todos en esta pequeña y acogedora calle de ninguna parte habían decidido abrir de par
en par las cortinas y sentarse junto a las ventanas para disfrutarlo.
Nos sentamos en el móvil de la mamá de Saint, con sus ventanas oscurecidas, sus cómodos asientos
y portavasos y observamos la casa de Jonas con los ojos de un grupo de hombres sedientos
de sangre.
"Aún digo que podría sacarle la información a golpes", refunfuñó Kyan, no por primera vez.
Habíamos estado acampados aquí durante horas, aunque, por supuesto, Saint lo
había planeado y teníamos mucha comida, bebidas, mantas (porque no quería que el motor
estuviera en marcha y llamara la atención) e incluso nuestras propias botellas personales para
orinar. Por supuesto, había hecho un comentario inteligente sobre lo que se suponía que
debíamos hacer si uno de nosotros necesitaba cagar y él simplemente había levantado
casualmente una caja Tupperware del espacio debajo de su asiento en respuesta.
Afortunadamente ninguno de nosotros había sentido la necesidad de usarlo, pero estaba
bastante seguro de que realmente esperaba que lo hiciéramos en lugar de arriesgarnos a salir del
auto y alertar a nuestro objetivo de nuestra presencia.
La única vez que alguno de nosotros había salido fue cuando aparecimos aquí por primera
vez. Saint había dejado a Kyan en una calle lateral donde nadie lo vería y luego se había
escabullido por los patios traseros hasta llegar a la casa de Jonas. Se las arregló para confirmar
que el bastardo en cuestión estaba actualmente dormido en su

cama y había visto un horario de trabajo pegado en el refrigerador que confirmaba que estaba de
nuevo en su turno esta noche.
Niall había ayudado a nosotros, reuniéndose con Kyan para darnos las armas que
Necesitaba, y mi estómago se retorció incómodo mientras me preguntaba qué iba a tener que
hacer para devolverle a su familia toda la ayuda que nos habían estado brindando recientemente.
Sabía que él estaba más que dispuesto a pagar el precio, pero también deseaba una vida mejor para
mi hermano. Uno que pudiera elegir por sí mismo. Pero ahora no era el momento de preocuparse por
el futuro. Necesitábamos recuperar a Tatum si queríamos tener alguna posibilidad de hacerlo de todos
modos.
Desde que Kyan había regresado con nosotros había estado ansioso, queriendo superar
las respuestas de ese cabrón. Pero Saint lo había anulado, no queriendo hacer nada que pudiera alertar
a las personas que retenían a Tatum sobre nuestro acercamiento. Con su padre moviendo los hilos aquí,
él insistió en que debíamos tener cuidado y yo tenía que estar de acuerdo. Por mucho que ansiara
moverme ahora, el objetivo principal tenía que ser recuperar a nuestra chica.
Así que nos quedamos ahí sentados todo el puto día esperando que se fuera.
***
Horas más tarde, me moví en mi asiento, tratando de aliviar algo del entumecimiento.
en mi trasero mientras el arma en mi cadera se clavaba en mi costado.
Había caído la noche y la tensión en el coche era palpable mientras esperábamos a que apareciera
Jonas.
Cuando finalmente lo hizo, me enderecé en mi asiento junto a Saint, quien apenas reaccionó
cuando nuestra presa emergió por fin.
Vimos cómo Jonas salía de su casa con una máscara médica.
cubriéndose la parte inferior de la cara como un buen ciudadano, antes de meterse en el sedán azul
estacionado en su camino.
Puso en marcha el motor y salió marcha atrás a la calle antes de dirigirse
lejos de nosotros a una velocidad constante.
"Vamos", le insté cuando Saint simplemente permaneció sentado detrás del volante, el motor en
silencio y la desesperación llenando el auto. "Necesitamos seguirlo".
"Soy perfectamente capaz de seguir a ese imbécil", dijo Saint, sin apartar la vista de las ahora
distantes luces traseras. "Pero también soy capaz de ser sutil. Algo que a ti te falta considerablemente".
"Empieza a conducir o te arrancaré de ese asiento y tomaré el control", gruñó Kyan mientras Monroe
murmuraba insultos a nuestro autoproclamado líder.
Saint lentamente se puso el cinturón de seguridad y suspiró como si estuviéramos poniendo
a prueba su paciencia antes de arrancar el motor y alejarnos de la acera.
Se mantuvo en el maldito límite de velocidad mientras seguía a Jonas a una distancia demasiado
grande para mi gusto y me tragué mis propias quejas mientras mantenía mi mirada fija en el auto que
ahora estaba a varias cuadras de nosotros.
Con el bloqueo todavía en plena vigencia, no había muchos autos en la calle ya que no había
muchos trabajadores esenciales a los que todavía se les permitiera salir de sus hogares para ir a
trabajar. Y por mucho que me frustrara, supuse que Saint tenía razón al decir que no montamos el
trasero del sedán durante todo el camino hasta allí, pero aún así me ponía muy nerviosa en caso de
que lo perdiéramos.
Como era de esperar, nos dirigimos a las profundidades de Hemlock City y Saint, a
regañadientes, se acercó al sedán mientras Jonas tomaba varias vueltas, aumentando la
posibilidad de que lo perdiéramos de vista.
Finalmente, Jonas salió de una calle oscura hacia un estacionamiento subterráneo debajo de un
edificio de oficinas de aspecto inofensivo que se elevaba por encima y ni siquiera tenía ningún letrero
en el frente. Solo había un frente de vidrio en un área de recepción de apariencia desolada donde cuatro
guardias armados permanecían lo suficientemente lejos de las puertas como para no llamar la
atención, pero eran bastante fáciles de ver si sabías lo que estabas buscando.
"¿Qué es este lugar?" Preguntó Monroe, inclinándose hacia adelante entre las sillas.
para poder mirar por el parabrisas cuando Saint dio la vuelta a la manzana y aparcó en una calle
lateral en sombras.
Definitivamente no se suponía que estacionáramos aquí, pero Saint había puesto
placas en el auto y le importaba un carajo recibir una multa.
"Investigué todos y cada uno de los edificios que figuraban en el repertorio de Serenity
Pharmaceuticals", respondió Saint con el ceño ligeramente fruncido.
"Este no estaba en esa lista. Así que yo diría que es el lugar que no quieren que nadie sepa. El lugar
donde su punto de vista ético pasa a un segundo plano y llevan a cabo el tipo de investigación
que no quieren que medios para informarse."
"Genial. ¿Entonces es un laboratorio malvado?" Kyan preguntó casualmente, como si se encontrara con
laboratorios malvados cada dos días.
"¿Por qué siempre hay que reducir todo a una descripción burda y sencilla?" Saint
se arrojó hacia él, pero Kyan no se molestó en responder.
Lo miré y lo encontré agarrando con fuerza su bate de béisbol mientras
Miró hacia el edificio en cuestión. Mi mirada se detuvo en el tatuaje que envolvía el dedo anular
de su mano izquierda, el anillo de bodas que nunca podría quitarse, y mi pecho se apretó mientras lo
consideraba. Había hecho las paces con la idea de que los dos estuvieran casados en su mayor parte,
pero no podía negar que despertaba un nivel de celos en mí que a veces luchaba por desterrar por
completo.
"¿Ahora que?" Pregunté, feliz de seguir el ejemplo de Saint en esto. Después de todo, él era
el hombre con el plan y sabía que si alguien podía descubrir cómo hacer que Tatum volviera a nuestros
brazos contra viento y marea, entonces era él.
"Ahora nos enmascaramos, cortamos la electricidad de ese edificio y vamos a buscar a nuestra
chica", respondió simplemente. Todos sabíamos que esto iba a ser cualquier cosa menos simple,
pero tampoco regresaríamos ahora por todo el tesoro del mundo.
"Tendrán un generador de respaldo en un lugar tan importante para ellos".
Señaló Monroe, tamborileando sus dedos contra su rodilla mientras evaluaba las diferentes
maneras en que esto podría suceder.
"Así que también cortaremos la energía", dijo Saint simplemente. "Y una vez que
estén escondidos en la oscuridad, atacaremos. Ni siquiera sabrán qué los golpeó".

a ellos."
Sonreí mientras aceptaba las máscaras de esquí y antigás y se las ponía con
destreza. Parecíamos monstruos vistiendo esta mierda, pero a mí me parecía bien.
Porque tuve la sensación de que los monstruos eran exactamente lo que necesitábamos
ser si queríamos recuperar a nuestra chica.

Me senté en la cama, bebiendo una taza de té caliente mientras evitaba mirar mis
analgésicos a los ojos. Me habían dado una especie de cóctel de drogas que me había
animado durante la noche y tenía la firme resolución de no tomar nada más hasta que
fuera absolutamente necesario. Las drogas eran de última generación y sin duda me las
habían administrado justo a tiempo para salvar mi maldita vida porque anoche estuve a
punto de vomitar un pulmón. Ahora simplemente me sentía débil, mareada. Pero el
dolor había disminuido y hoy no sentía que la muerte estuviera respirando en mi nuca.
"una semana, luego podremos exponerla nuevamente", una voz femenina ansiosa.
Sonó en el pasillo y agucé el oído para escuchar.
“Cada día de recuperación que tiene, más vidas estadounidenses se pierden.
El médico me ha dado el visto bueno, así que debes dejar de luchar”, respondió mi viejo
amigo Jonas y estiré la cabeza para intentar verlos en el pasillo, pero debían estar
parados justo detrás de la puerta. .
Hasta donde yo sabía, nadie sabía que había hecho esa llamada desde el teléfono de
Jonas. Todavía me enfurecía haber logrado quitarle un teléfono al único imbécil en este
lugar que aparentemente no mantenía el suyo cargado. ¿Me había oído Saint?
¿Sabía que había sido yo? Me torturé pensando en ello, esperando que él lo supiera,
esperando que al menos pensara en investigar la misteriosa llamada. Era algo que
podría haber hecho, así que tal vez todavía había una posibilidad de que hubiera
obtenido algo útil de ello.
"Ella necesita tiempo para recuperarse, ¿por qué estás tan decidido a impulsar esto?" el
—siseó la mujer. “¿Se trata de venganza porque ella te dio ese sedante?”
Jonás hizo una mueca. "No", cortó. "Deja de interrogarme, Darla".
Caminaron hacia la puerta y la abrieron, entrando mientras Jonas me miraba a través
de su visor. Dejé mi taza vacía a mi lado y le devolví una mirada fría.
"Nos volvemos a encontrar, Jonass", dije alegremente, como si me importara una mierda lo
que me hicieran, a pesar de que el miedo estaba goteando en mi pecho nuevamente por la forma
en que me miraba.
“Vamos al laboratorio”, anunció y se me heló la sangre.
Realmente estaban planeando exponerme nuevamente al virus Hades tan pronto.

“Necesitamos producir más vacunas para reponer nuestros suministros”, continuó
mientras Darla le fruncía el ceño.
"Bueno, tal vez no tendríamos que hacerlo si el lote que ya tenemos no fuera
"Se entregará a los fundadores y el resto se subastará hoy al mejor postor", murmuró
Darla y mi pulso se aceleró.
"Deja de cuestionarme", le espetó Jonas y luego se acercó a mí con crueldad en sus
ojos. Quería hacerme pagar por humillarlo. Y tuvo la oportunidad de hacerlo gracias a esta
empresa enferma y a que Troy Memphis les dio luz verde para hacer todo lo necesario
para crear la mayor cantidad posible de vacuna antes de que yo sucumbiera al virus.
"Levantarse."
"Hazme", gruñí.
No estaba en condiciones de pelear ni de hacer mucho con lo tembloroso que

sentía mi cuerpo. Tampoco fue sólo por el virus, se había extraído mucha sangre.
Por mi parte ayer, estaba agotado.
Jonas me agarró el brazo como si fuera un vicio, sus ojos ardían de rabia y
Intenté liberarme.
De repente nos sumergimos en la oscuridad cuando todas las luces se apagaron y mi
corazón dio un vuelco. Se hizo un silencio inquietante mientras los sonidos de todas las
máquinas en el edificio se desvanecían con la pérdida de energía y mi piel se erizaba
mientras forzaba mis ojos para ver en la oscuridad. Había algo en un corte de energía que te
hacía sentir vulnerable de alguna manera, como si todas las muletas electrónicas en las
que te apoyabas todos los días te fueran arrancadas sin previo aviso y te quedaras
preguntándote: ¿podré sobrevivir sin ellas? Si nunca volvieran, ¿qué haría?
Por supuesto, estaría bien si eso sucediera. Papá se había asegurado de eso.
Podría vivir en la naturaleza como una bestia si alguna vez surgiera la necesidad, pero para la mayoría
de las personas, la pérdida de electricidad sería como la pérdida de una extremidad.
Jonas me soltó sorprendido, pero todas las luces volvieron al ritmo.

más tarde.
“Juro que el mundo entero se va a la mierda”, murmuró mientras compartía una mirada
confusa con Darla. "Gracias a la mierda por los generadores de respaldo, ¿verdad?"
Ella ofreció una risa ligeramente nerviosa, separando los labios para hablar, pero igual de
De repente, todos se marcharon de nuevo y el silencio en el edificio se volvió denso.
Santa mierda.
Entonces me di cuenta como un huracán. porque esto no era normal
Corte de energía. Una risa burbujeó en mi pecho cuando me di cuenta de lo que estaba pasando.
El alivio, la esperanza y la emoción se entrelazaron dentro de mí hasta que me reí como
un loco y Jonas exigió saber qué me pasaba.

Me agarró, solo una sombra en la oscuridad mientras mi risa se salía de control.

"Basta, perra loca", ordenó, pero me importaba un bledo escucharlo. Me importaba un
carajo nada en este maldito lugar. Por lo que a mí me importaba, podía arder y estaba
empezando a pensar que tal vez podría ser así.
“¿Qué le pasa?” Darla preguntó alarmada y me alegré de haberlo hecho.

asustándolos. Esperaba que estuvieran asustados. Esperaba que estuvieran
aterrorizados y temblando en sus malditas botas. Porque deberían serlo. De hecho, si
fueran inteligentes, darían media vuelta y huirían hacia las malditas colinas antes de que fuera posible.
Demasiado tarde.
“Simplemente baja y descubre qué está pasando. Yo la cuidaré”, gruñó Jonas,

y una linterna de su teléfono se iluminó mientras ella salía apresuradamente del
habitación.
Lo bajó para que brillara ante mis ojos y los apreté contra
la luz castigadora. "¿Por qué te ríes?" —preguntó de nuevo, sus rasgos
ensombrecidos más allá de la luz y haciéndolo parecer un monstruo en la
oscuridad. Pero él no era ningún monstruo, no en comparación con lo que se avecinaba.
Dejé que una amplia sonrisa apareciera en mis labios mientras el triunfo bombeaba a través de mi pecho.
"Porque los segadores del infierno están aquí, Jonas", le dije en un susurro
mortal. "Y han venido a recoger tu alma".
Lo curioso de los edificios que están cerrados tan herméticamente como el culo de un pato contra los intrusos
es que todo lo que tienes que hacer para violar la seguridad es activar la alarma contra incendios. Siempre
pensé que eso era una jodida tontería. Quiero decir, sí, alguien podría quedar atrapado adentro y necesitar
salir o los bomberos podrían necesitar entrar y toda esa mierda. Nadie quiere morir quemado, bla, bla,
bla. Pero me pareció que necesitaban más contramedidas ante la perspectiva de que algún psicópata se
acercara a su lugar de trabajo y entrara a través del sistema de desbloqueo automático. Quiero decir,
honestamente, bien podrían haberme enviado una invitación y simplemente abrir el frente.
puertas.
Claro, no era una garantía total de que las cerraduras de las puertas estuvieran conectadas.
a la alarma. Pero en todas las veces que Niall me había llevado a entrar a una oficina
edificio o incluso un bloque de apartamentos en la ciudad, había funcionado. Tenía que ser un incendio real,
no sólo un intento mediocre de activar la alarma del taladro. Llamas reales y humo real y una reacción real
del sistema de seguridad ante la amenaza. Entonces Bob es tu tío, Fanny es tu tía y yo entraría
directamente a su laboratorio malvado súper secreto. Porque sí, lo llamaba laboratorio malvado y si Saint
tuviera algún problema con él, podría chuparme la polla.
pelotas.
Así que necesitábamos un fuego honesto. Y eso estuvo bien para mí.
"¿Qué está tomando tanto tiempo?" Monroe refunfuñó en mi oído y casi estuve a punto de
sacar el auricular y tirarlo a un lado.
Honestamente, estos imbéciles actuaron como si Saint fuera la única razón por la que estábamos
Vamos a recuperar a nuestra chica hoy, pero ¿quién era el hijo de puta que estaba
manipulando un auto para que explotara? Me gustaría ver al chico Sainty tirado de espaldas en
un estacionamiento, medio atrapado debajo de un auto mientras cortaba las líneas de combustible.
Él decía : "Por el amor de todo lo sagrado, acabo de tener polvo en el trasero". Sí, eso no iba a
funcionar para este trabajo. A veces, ensuciarse las manos significaba literalmente arrastrarse
por el barro, la sangre y la orina antes de alzarse victorioso, y eso me disgustaba. Saint
podía dominarnos desde lejos con sus planes y órdenes, pero cuando llegaba el momento,
nuestro equipo de hooligans necesitaba todo tipo de jodidos y si mi papel era ser el tipo que
hacía el trabajo, entonces genial.
"Si crees que estás mejor equipado para manejar esta parte del plan, ¿por qué no vienes
aquí y lo haces?" Murmuré en respuesta, abriéndome paso más debajo del auto antes de sacar mi
cuchillo de caza de mi cinturón y estirar la mano para cortar la línea de combustible.
La hoja afilada cortó el plástico con una sacudida de mis músculos y la
El embriagador olor a gasolina me asaltó cuando el combustible empezó a gotear sobre el suelo.
concreto.
"En camino", la voz de Blake me llegó mientras salía de debajo del BMW y rodaba
sobre mi frente mientras permanecía escondido en las sombras detrás de los autos estacionados.
Los faros iluminaron el espacio y permanecí inmóvil mientras el recién llegado estacionaba
al otro lado del estacionamiento subterráneo.
Me quedé en silencio, como un lobo en las sombras, listo para atacar si fuera necesario y
esperando que la mujer no oliera la gasolina en el aire al salir.

de su coche. Hizo una pausa, mirando el lote poco iluminado y frunciendo el ceño ante el
brillo rojo de las luces de emergencia antes de continuar hacia las escaleras que conducían
al edificio mientras decidía descartar sus preocupaciones. Mala decisión, Verónica. No sabía
si en realidad se llamaba Verónica, pero parecía una perra total con un palo en el trasero, así
que parecía encajar. Tenía una tía llamada Verónica y era una imbécil de proporciones
masivas.
No pasaría mucho tiempo antes de que se diera cuenta de que entrar en ese edificio
Era una puta mala idea, pero no estaba dispuesto a advertirle. Sólo necesitaba terminar mi
parte en esto y luego regresar con los demás a tiempo para entrar por la escalera de
incendios y joder este lugar.

Esperé en la oscuridad hasta que se cerró la puerta de las escaleras y la mujer
se dirigió al edificio. Sólo había logrado cortar las líneas en cuatro de los autos, pero eso tendría
que ser suficiente. No podíamos esperar más.
"¿Estás listo para ir?" Lo comprobé mientras sacaba un paquete de cigarrillos de mi
bolsillo trasero y me metía dos en la boca.
"Espera, quiero codificar la señal de emergencia conectada a la alarma de incendio para
retrasar el tiempo de respuesta del servicio de bomberos", murmuró Saint, con su atención
claramente puesta en lo que estaba haciendo con su computadora portátil para que eso sucediera.
Tippy, toca, toca, toca. Lo escuché presionar las teclas mientras trabajaba
furiosamente para lograrlo, luchando contra el impulso de burlarse de él por hacerme esperar.
Era realmente tentador, pero pensándolo bien, tenía más sentido dejarlo concentrarse que
provocarlo en ese momento. Mírame, siendo todo un adulto y racional. Aunque tomaría
nota mental de burlarme incansablemente de él más tarde. Un santo cebo tan bueno no podía
ser ignorado.
Retrocedí unos pasos, metiendo la caja de cigarrillos en mi bolsillo antes de llevarme el
encendedor a los labios y mover mi pulgar hacia abajo para encenderlo.
arriba.
Había estado fumando casi constantemente desde que Tatum se había ido, usando ese olor
y sabor familiares para torturarme con todos los recuerdos que despertaba en mí de mi jodida
infancia. Necesitaba sufrir así, necesitaba castigarme por fallarle. Odiarme a mí mismo por
ser tan jodido. Pero iba a hacerlo bien. Le había hecho un voto a mi hija: tenerla, sostenerla, honrarla
y protegerla. Estaba fallando en todo eso ahora mismo pero lo iba a arreglar, sin importar las
consecuencias.
Miré el anillo de bodas que me había tatuado alrededor de mi dedo anular izquierdo y
Casi sonrió. Ya voy bebé.
Inspiré profundamente mientras los dos cigarrillos se encendían, recibiendo una
embriagadora calada de nicotina en mis pulmones. Era un maldito hábito horrible, pero me
preocuparía dejarlo nuevamente una vez que tuviera a mi bebé nuevamente en mis brazos. Ella era
el único vicio que necesitaba de todos modos.
La máscara de gas que Saint había insistido en que usara estaba actualmente colgada de mi
cinturón y sin duda se volvería loco cuando se diera cuenta de que no lo llevaba puesto. Pero
a diferencia de los demás, yo ya había contraído el virus Hades y sobreviví. Kyan Roscoe era
demasiado difícil de matar. Y así fue como me gustó. No me importaba si Saint parecía pensar
que tal vez no tendría inmunidad total o cualquier tontería sobre la que seguía insistiendo.
Yo era tan fuerte como un toro y no me gustaba usar esa maldita cosa en la cara.
El pasamontañas con el que podría vivir por el bien del anonimato, pero a la mierda eso
Mierda del ventilador. De todos modos, nunca me habían gustado las películas de ciencia ficción.
"Entendido", dijo Saint por el auricular, esa corriente subyacente de presunción
su tono que amaba y odiaba por igual. "Estoy en camino a encontrarme contigo en la escalera de
incendios ahora".
“La costa está despejada”, confirmó Monroe.
"¿Alguien quiere darme una cuenta regresiva?" Pregunté, una sonrisa levantando la
comisura de mis labios mientras retrocedía más, tomando uno de los cigarrillos de
Mi boca y preparándome para lanzarla hacia los charcos de combustible debajo de los autos que
había saboteado.
Era como un dominó de coches. Los alineé a todos, los preparé para explotar y
Ahora iban a explotar uno tras otro. Las alarmas de incendio se activarían automáticamente,
las puertas se abrirían y listo: a cuatro demonios se les permitiría entrar a la torre que
albergaba a nuestra reina. Entonces ayuda a cualquiera que haya intentado interponerse entre
ella y nosotros.
"Tres", respondió Blake, sonando emocionado. "Dos uno"
Lancé el cigarrillo hacia el charco de gasolina y me giré para correr, manteniendo la cabeza
gacha porque esperaba que la explosión atravesara los autos en cuestión de momentos.
Corrí hasta el final de la rampa de salida y me detuve cuando el mortal anillo de
El silencio me dijo que había logrado arruinarlo. Buen trabajo, idiota.
"¿Qué está sucediendo?" Monroe preguntó por el comunicador.
"¿Lo arruinaste?" Santo gruñó.
"Que te jodan", le dije hacia atrás, inclinando la cabeza hacia un lado y viendo el cigarrillo
encendido en el suelo a unos centímetros del charco de combustible. "Dame un segundo, mi
objetivo estaba equivocado".
Regresé hacia la fila de autos, con mis botas pesadas sobre el concreto mientras me
llevaba una mano a los labios para fumar el segundo cigarrillo. Pero antes de que pudiera
agarrarlo, el que estaba en el suelo comenzó a rodar y mis ojos se abrieron alarmados un
segundo antes de que lograra encontrar el charco de combustible.
Una ráfaga de calor me invadió antes de que siquiera escuchara el todopoderoso estruendo
del auto explotando y salí despedido y arrojado hacia la rampa de salida.
Mi espalda chocó contra el cemento y por algún milagro logré no
golpearme la cabeza mientras mantenía mis manos cerradas sobre ella. Tres explosiones más
sacudieron el edificio mientras los otros autos que había saboteado siguieron al primero hacia un
muerte ardiente y me di la vuelta, protegiendo mi cabeza lo mejor que pude mientras trozos de
metal destrozado caían a mi alrededor y la agonía se derramaba por mi cuerpo.
"Joder", gemí, el cigarrillo cayendo de mis labios mientras me ponía sobre manos y rodillas.
Eso me había dolido muchísimo, pero estaba vivo, lo que significaba que tenía cosas más
importantes que hacer que quedarme aquí llorando por unos cuantos cortes y moretones.
La alarma de incendio cobró vida y sonó con fuerza mientras los rociadores se suspendían.
Por encima de los autos también entraron en acción y me obligué a ponerme de pie.
Mi cabeza daba vueltas y mi espalda ardía de agonía, pero estaba levantado, lo que significaba
que iba a seguir moviéndome.
Todos los demás hablaban por el comunicador, pero mis oídos zumbaban tanto por la
explosión que para mí no eran más que un revoltijo de ruidos. Probablemente estaban
enloquecidos por mí, pero no era yo en quien debían concentrarse.
Gruñí algo que ni siquiera estaba seguro de que formara palabras mientras comencé
a moverme tan rápido como mi maltratado cuerpo me permitía. Necesitaba encontrarme con ellos
en la escalera de incendios y entrar a ese edificio. Nada más importaba.
Nada.
Solo mi chica que estaba esperando allí arriba para que le demostrara mi valía.
Y lo haría. Incluso si me matara.
La alarma de incendio sonó en mis oídos después de que una explosión sacudiera todos los
cimientos del edificio. La emoción me invadió y me hizo tan feliz como un maldito arcoíris. Sólo
había una explicación para ello. Bueno, cuatro en realidad. Cuatro demonios cuyas almas estaban
ligadas a la mía tan profundamente que desafiaban toda lógica. Apreté el anillo de bodas
en mi dedo, sintiendo mi conexión con Kyan en las profundidades de los brillantes ojos de la
calavera. Era el anillo de la esposa de un pagano y los bastardos de este laboratorio deberían
haber pensado en correr para salvar sus vidas en el momento en que lo vieron. Había sido su
única advertencia. Y ahora el tiempo se había acabado y todos estaban marcados por las
criaturas de la noche arrastrándose por la puerta trasera.
Jonas me protegía como a un perro, paseándose de un lado a otro mientras enviaba
mensajes de texto a sus colegas y no obtenía respuestas. La luz de su teléfono oscilaba por
el suelo mientras caminaba, sin prestarme atención mientras yo miraba su espeluznante vello
facial con el labio superior despegando hacia atrás.
“Si no puedes dejarte crecer la barba, no deberías intentarlo”, le dije a la ligera y él me lanzó
una mueca de desprecio mientras continuaba paseando.

"Mantén la boca de puta cerrada", ladró.
"Mantén tu cara púbica afeitada", le respondí y él me ignoró, temblando.

su cabeza con irritación.
Me deslicé de la cama al aire fresco, los suaves pantalones blancos que me dieron para
usar no eran lo suficientemente gruesos para este lugar.
"Vuelve a la cama", gruñó Jonas, señalándome con el dedo a modo de advertencia.
"No", dije tranquilamente. "¿Sabías que tengo cuatro novios?" Pregunté a la
ligera.
Él se rió. “No me sorprende. Me di cuenta de que eras una puta
momento en que te trajeron aquí”.
"Oh, Jonas, pobre y triste hombrecito muerto", ronroneé y sus ojos parpadearon.
con incertidumbre por un momento mientras lentamente me acercaba a él. "En un día más
saludable, podría destriparte yo mismo, pero tengo muchas ganas de ver

ellos lo hacen por mí”.
"Vuelve a la cama o te haré", advirtió y lo ignoré, continuando.
“Saint es el cerebro, él es quien te habrá encontrado. el era quien yo
Por cierto, llamé desde tu teléfono”. Sonreí mientras sus cejas se juntaban.
"Estás jodido"
"Él también tiene una verdadera vena psicópata", hablé por encima de él. “Luego
está Nash, mi hermoso caballero parece un ángel pero habrá dejado su corazón en casa para
este trabajo. ¿Y Blake? No querrás verlo despreciado, Jonas.
Lo he visto matar y va a un lugar muy, muy oscuro que todavía me sorprende cada vez. Y
Kyan, oh Señor, no quieres conocer a Kyan”.
"¿Quién es ese?" murmuró, como si no pudiera evitar preguntar.
"La venganza de Kyan encarnada", suspiré. "Él hace sangrar a los hombres mucho más
grandes que tú sólo por diversión".

Jonas tragó saliva, luego enderezó la columna y se puso una máscara para
ocultar su miedo. "Entonces, ¿cuál te proxenetea con los demás?"
Me reí fríamente incluso cuando mi cabeza comenzó a dar vueltas por el mareo. “Si soy un
puta, soy la puta de cuatro demonios. Y realmente no les gusta cuando la gente intenta
alejarme de ellos. Me pregunto qué harán cuando les diga lo bien que me has tratado”.
Sonó un zumbido y la puerta se abrió detrás de él, lo que casi lo hizo saltar de su piel, pero
nadie entró. Giró la linterna hacia allí y miré hacia el pasillo donde las luces se estaban volviendo
verdes en todos los teclados al lado de la puerta. otras habitaciones.
Mis Guardianes Nocturnos estaban cerca, lo sabía. Podía sentir mi conexión con ellos
repiqueteando en mi pecho como las alas de un dragón. Venían por mí. Habían encontrado el nido
de víboras y sin duda estaban cortando las cabezas de todas las serpientes que encontraban
para llegar hasta mí.
Mis extremidades hormiguearon con anticipación y mi respiración se hizo difícil mientras

Se dirigió hacia la puerta abierta.
Jonas se puso delante de él, bloqueándome el paso e inclinando el
linterna de su teléfono hacia mí.
"Lo mejor que puedes hacer es dejarme ir", razoné. “Si quieres vivir déjame
sal por esa puerta”.
"Ja", escupió. “Vuelve a tu cama, perra. Y mantén tu boca

cerrar."
Me acerqué a él, ignorando sus palabras. “Te van a destripar”, dije.
prevenido. "Voy a ver el blanco de tus ojos a medida que se suben a tu cabeza".
"Conseguir. Atrás”, gruñó.
"Te estoy dando una salida", dije, levantando la barbilla mientras mis piernas temblaban debajo
de mí. Tenía la boca seca y mis pulmones magullados por tantos días de
tosiendo. Pero hoy encontraría la fuerza para correr. me iría con mi

hombres.
"Cállate", espetó, lanzándose hacia adelante y empujándome hacia atrás.
Mis piernas cedieron y golpeé el suelo con fuerza, maldiciendo mientras luchaba
levantarse. Joder, odiaba sentirme así. Esta debilidad que se apoderaba de mis músculos
era insoportable. Pero me levantaría. Tuve que levantarme.
Luché para volver a ponerme de pie y Jonas me empujó de nuevo, un estruendo de

diversión en su pecho.
"Estás muerto", me reí. Que se joda este imbécil. Le había dado una oportunidad.
Lo cual era más de lo que merecía. "Van a hacerte gritar y sangrar y"
"¡Callarse la boca!" Me lanzó una patada en el costado y me doblé con un gemido de dolor.
Pasos pesados resonaron en la habitación y miré hacia arriba con el corazón saltando
esperanzado. Jonas se giró asustado, pero no eran mis muchachos. Eran cuatro guardias
armados y el médico principal con su larga bata blanca.
"Tenemos que evacuar el activo", habló el médico, su mirada deslizándose hacia mí en
el suelo antes de que claramente decidiera no comentar al respecto.

"Ahora."
Dos de los guardias dieron un paso adelante, me levantaron del suelo y me empujaron
hacia la cama del hospital. Me golpeé con todas las fuerzas que tenía mientras el miedo se
apoderaba de mí. Mordí y pateé, pero en mi estado debilitado, mis golpes se sentían tan duros
como plumas y el cansancio se apoderó de mí como una bestia en la noche. Me obligaron a
acostarme debajo de ellos, inmovilizándome en su lugar antes de que uno de ellos pasara
fuertes correas sobre mi cuerpo, asegurándome a la cama.
Mi corazón se hundió en lo más profundo de mi estómago cuando el pánico me invadió.
No podían separarme de mis muchachos. No otra vez.

Jonas empezó a sacarme de la habitación y los guardias se agruparon a mi

alrededor con máscaras en su lugar y armas en mano.
Hice lo único que podía hacer y comencé a gritar, a gritar los nombres.
de mis muchachos con la esperanza de que pudieran escucharme y encontrar el camino hasta
aquí. No podía dejar que estos imbéciles me llevaran. No pude acercarme demasiado a la salvación.
sólo para ser robado en la noche una vez más. Mis hombres estaban tan cerca
que podía saborearlos en el aire. Me negué a que volvieran a separarme de
ellos sin siquiera ver sus hermosos rostros.
“Llévenla al techo”, ladró el médico, guiándonos por el pasillo.
“El generador de emergencia de este nivel habrá mantenido operativo este
ascensor. Un helicóptero está en camino”.
El miedo se filtró en cada centímetro de mi carne y me resistí a mis ataduras,
gritando más fuerte a pesar de que me dolía el interior al hacerlo, quemando mis
pulmones como fuego.
"¡Nash!" I grité. "¡Blake, Kyan, Santo!"
Me llevaron al ascensor y me colocaron en la parte trasera mientras los guardias
Todos tomaron posición frente a mí.
Jonas se bajó la mascarilla debajo de la visera para sonreírme. “¿Qué fue eso de
que sangraba?” Se burló en voz baja.
Este maldito tipo. Saqué una mano de mis ataduras, extendí la mano y
Arrebatando un cuchillo táctico de uno de los cinturones del guardia con una
descarga de adrenalina. Lo giré y apuñalé a Jonas, fallando en su estómago
mientras él se alejaba, pero en cambio se hundió profundamente en su antebrazo,
derramando sangre por todas partes. Chilló como un bebé recién nacido, agarrando
la herida mientras uno de los guardias me quitaba la espada de la mano y me
ataba con más fuerza a la cama para que apenas pudiera mover los brazos.
“Cálmate, presiona”, le gritó un guardia a Jonás mientras se inclinaba.
contra la pared gimiendo y el ascensor se elevó.
“Si no te matan, lo haré yo”, le prometí a Jonás y él tuvo la buena
Tiene sentido finalmente parecer temeroso de mí.
Porque me negaba a creer que no llegarían a tiempo. tuve fe
en ellos. Tenían mi olor y no dejarían de rastrearme hasta que nos reuniéramos.
Yo era el gobernante de las bestias más despiadadas que caminaban sobre la tierra. Y ellos eran
persiguiéndome con venganza en sus corazones y sed de sangre en sus almas. Así que
ayuda a cualquiera que haya intentado alejarme de ellos.

Me había tomado un poco más de tiempo del debido salir del estacionamiento y
dirigirme hacia la salida de emergencia donde los demás estaban esperando junto a
la puerta. Saint me había criticado en el momento en que llegué sobre mi máscara
de gas sin usar que colgaba de mi cinturón, su rostro se arrugó con furia ante la
idea de que alguien lo desafiara. Por suerte para mí, en ese momento todavía estaba
casi sordo por la explosión, así que no capté gran parte de su diatriba aparte de la mirada
de enojo en sus ojos.
Sin embargo, no había perdido mucho tiempo parado allí para que él se disparara y
todos estábamos de acuerdo en que no había tiempo para esa mierda, así que entramos al
edificio a través de la salida de emergencia fácilmente desbloqueada.
La puerta se abrió a un pasillo oscuro y los sonidos de la gente corriendo hacia nosotros
en un intento por escapar llegaron a nuestros oídos. Monroe cruzó corriendo el espacio
hacia otra puerta y la abrió mientras nos apresurábamos a seguirla, mi corazón latía con
fuerza mientras la adrenalina subía por mis venas.
En el momento en que salimos a la recepción, se hicieron disparos en nuestra
dirección y fue sólo por suerte o por casualidad que todos logramos sumergirnos en la
relativa seguridad detrás del mostrador de recepción antes de que alguno de nosotros fuera
asesinado a tiros.
Blake soltó una risa temblorosa cuando nuestras miradas se encontraron, pero
yo ya estaba en modo de ataque, necesitando eliminar a estos imbéciles que bloqueaban
mi camino hacia mi chica. Eso era todo lo que eran, un obstáculo en mi camino que
con mucho gusto cortaría.
Saqué una pistola de la funda que llevaba en la cadera y comencé a disparar sin
pestañear. Aquí fue donde la bestia en mí prosperó, en lo profundo del corazón de la pelea.
Donde la vida y la muerte estaban en juego y el único pago claro por salir era la sangre.
Saint me ignoró por completo, levantó la mano y arrancó el monitor del escritorio
mientras encendía la computadora y comenzaba a escribir. Nunca había prestado mucha
atención a sus hábitos de nerd cuando se ponía a trabajar preparándose para dominar el
mundo en su computadora portátil todas las noches, pero cada vez estaba más que claro
que podía abrirse camino a través de hackers. cualquier cosa cuando se puso
su mente a ello.
"Mantenlos ocupados mientras averiguo dónde la tienen retenida", dijo.

Ordenó mientras Monroe se inclinaba hacia el costado del escritorio para disparar y
Casi le vuelan la cabeza, un trozo de escritorio se hizo añicos a su lado.

en cambio.
"Santo cielo", respiró, medio riendo mientras una mirada salvaje llenaba sus ojos
por la emoción de estar tan cerca de la muerte. Esta sensación aquí era condenadamente
adictiva, pero le di una palmada en el hombro por un momento para hacerle saber que
me alegraba que no hubiera muerto.
Respiré hondo y salté, tomando cuatro tiros seguidos, golpeando a dos imbéciles
justo entre los ojos, uno en el pecho y fallando el cuarto. Perdí un segundo adicional
contando a nuestros oponentes y fui recompensado con un destello de dolor
ardiente que atravesó mi bíceps medio segundo antes de caer fuera de la vista nuevamente.
Pero al menos ahora sabía que sólo quedaban tres. Al menos hasta que llegaron sus
refuerzos, de ninguna manera

Creía que sólo había un puñado de guardias trabajando en un lugar como este.
No mientras nuestra chica estuviera aquí. Puede que lo odie, pero Tatum Rivers era
actualmente el bien más valioso del mundo. La gente vendería sus almas para conseguir una
vacuna contra el virus Hades y ella era la única clave para ello. La estarían protegiendo
fuertemente y harían todo lo necesario para asegurarse de mantenerla sujeta.
Pero eso estuvo bien. Sólo significaba que tenía que estar dispuesto a sacrificar aún más.
que ellos para recuperarla, lo cual hice de todo corazón.
Maldije y Blake se volvió para mirarme, sus ojos verdes se abrieron como platos mientras
Observé la sangre en mi brazo, pero simplemente sacudí la cabeza, descartándolo.
"No es nada", gruñí. "Sólo me pasó por alto." Pero estaba dispuesto a apostar
eso acababa de arruinar parte de mi tinta. Pendejos.
Blake sacudió la cabeza, aceptando mis palabras mientras sacaba una granada de humo.
Sacó el alfiler de su bolsillo y lo arrojó sobre el escritorio. Niall realmente nos había ayudado
con toda esta mierda y tomé nota mental de enviarle una canasta de regalo cuando todos
saliéramos de aquí con vida.
Gritos de alarma se encontraron con el sonido de su golpe al suelo y lo escuché
tintinear a través de las baldosas y silbar mientras se alejaba, una enorme nube de humo
rosado que se arremolinaba para envolver el otro lado de la habitación.
"¿Rosa?" Saint gruñó, sonando como si acabara de ver a alguien abofetear a su abuela
o algo así.
"Qué puedo decir, mi tío es un imbécil llamativo". Me encogí de hombros, sin importarme
si Niall me había dado humo rosa, humo con purpurina o incluso humo que apestaba a
mierda, siempre y cuando funcionara.
Sin duda se estaba riendo a carcajadas en algún lugar de esto mientras hablábamos.
Aunque y sólo esperaba vivir lo suficiente para contarle la historia.
Se había ofrecido a ayudarnos con esta misión de rescate, pero al final, acordamos
que lo mejor era mantener a mi abuelo al margen.

hasta que estuvo hecho. Lo último que necesitaba era que Liam O'Brien interviniera y arruinara
todo por nosotros. Habría aceptado ayudar a recuperar a Tatum, estaba bastante seguro de eso.
Su apego a la idea de que la familia era lo más importante del mundo lo habría impulsado a
hacer eso.
Pero los O'Brien fueron tan sutiles como una filmación porno en una fiesta infantil. Y eso
simplemente no habría funcionado contra Troy Memphis. Era un bastardo astuto y necesitábamos
jugar con él en su propio juego si queríamos adelantarnos a él y rescatar a nuestra chica.
Además, era justo que esta lucha siguiera siendo nuestra. Los Night Keepers no
necesitaban la ayuda de nadie más. Habíamos hecho un juramento para proteger a Tatum y
cumpliríamos nuestra maldita palabra al respecto.
Le di al humo un par de segundos para que se espesara, tirando de la máscara de
gas de donde colgaba de mi cinturón y poniéndola por primera vez cuando admití que, en
este caso, realmente necesitaba esa maldita cosa.
En el momento en que estuvo seguro, salté sobre el mostrador de recepción y tomé una
Disparó directamente a una figura que apenas podía distinguir moviéndose entre el humo
rosa. Siguió el sonido satisfactorio de un cuerpo golpeando el suelo, haciéndome saber que
ahora nos quedaban dos guardias.
La única luz aquí era la de la farola más allá del frente de vidrio de
el edificio, pero eso fue suficiente para mí. Sabía cómo moverme en la oscuridad.
Me deslicé hacia la pared, aguzando mis oídos para escuchar por encima del persistente
El sonido de la explosión y el sonido de una pelea me hicieron girarme y dispararle a
otro guardia directamente en la cara.
El humo rosado se arremolinaba a mi alrededor mientras me sumergía en él, sujetando
con fuerza mi arma mientras buscaba a mi presa. Solo me quedaban dos balas antes de tener
que recargar, pero eso iba a ser suficiente.
Mi corazón latía a un ritmo sólido, mis respiraciones se hacían lentas y profundas mientras
Cayó en esa pieza primaria y básica de mi ser. Yo no era más que un

Bestia cazando enemigos en la oscuridad. Sólo una criatura destinada a proteger a su pareja más
allá de todos los demás deseos.
Rodeé el grupo de ascensores, sus puertas firmemente cerradas mientras sonaba la alarma de incendio.
Continuó a todo volumen.
"Necesito refuerzos en la planta baja", vino una voz desde algún lugar.
más profundamente en el humo. "Atacantes armados. Aseguren el activo".
Un gruñido se derramó de mis labios y corrí hacia adelante, sin importarme si me estaba
delatando cuando la respuesta crepitante de otra voz llegó por la radio, confirmando que había más
guardias dirigiéndose hacia nosotros.
Disparé un tiro basado en el sonido de donde había escuchado esa voz, pero mi
La audiencia todavía estaba apagada por la explosión y un momento después el guardia

devolvió el fuego.
Una bala me dio justo en el pecho y el dolor rebotó por todo mi cuerpo mientras
Me tambaleé pero logré mantenerme de pie. Mi segunda bala dio en el blanco, pero mantuve la
puntería baja y el guardia gritó de dolor cuando lo alcanzaron.
Me obligué a respirar hasta mis pulmones a través de la ardiente agonía del lugar donde
impactó la bala y avancé unos pasos mientras mi cuerpo gritaba.

que no me mueva. Pero a la mierda eso. Tatum me necesitaba.
Encontré al guardia entre el humo, pateando su arma caída lejos de
él mientras intentaba agarrarlo con una mano mientras presionaba una herida muy sangrienta
en su estómago con la otra.
Mi segunda patada lo alcanzó en la mandíbula y yo estaba encima de él
momento en que su espalda tocó el suelo.
"Claro", les grité a los demás, ignorando el dolor en mi propio cuerpo a favor de infligir algo en
el pedazo de mierda debajo de mí.
Enfundé mi arma y en su lugar agarré el cuchillo de caza.
"¿La has encontrado?" Pregunté, mirando hacia Saint en busca de mi

respuesta.
Envolví una mano alrededor de la garganta del guardia mientras mi peso presionaba
Se dejó caer sobre la herida sangrante de su estómago y trató de gritar.
"Todo está codificado", gruñó Saint, el sonido de una escritura furiosa
Todavía viene de más allá del escritorio.
Mi mirada se fijó en el hombre que pronto moriría debajo de mí mientras apretaba lo
suficientemente fuerte como para cortarle el suministro de aire. "Estamos aquí por la
chica", dije con un gruñido áspero que dejó claro que no estaba jodiendo. "Dime dónde
la tienen."
Miré bien el miedo en sus ojos antes de soltarme lo suficiente para que pudiera
hablar.
"No sé lo que m"
Golpeé mi cuchillo de caza contra su bíceps y le enseñé los dientes.

él mientras le cortaba el aire una vez más.
"¿Donde está la chica?" No necesitaba dar más detalles. El sabia cual
maldita chica.
Esta vez, cuando lo dejé hablar, parecía a punto de orinarse.
"Túltimo piso", jadeó. "Unidad de aislamiento. Pero nunca"
Golpeé mi espada contra su pecho justo cuando Blake y Monroe hacían
apuñalándolo una y otra vez, evitando a propósito cualquier cosa demasiado fatal en los
primeros golpes mientras dejaba que mi bestia se alimentara de su dolor antes de finalmente
clavarlo en su cobarde corazón para terminar con él.
Estaba cubierto de sangre cuando me levanté y la mano de Blake aterrizó en mi
hombro mientras me apartaba.
"¿Te golpearon?" —exigió, con los ojos muy abiertos detrás de la máscara mientras
Miré el agujero redondo en mi camisa justo en el centro de mi pecho.
"Sí", gruñí. "También duele muchísimo."
Me agaché para abrir la parte delantera de mi camisa, usando la punta de mi cuchillo
ensangrentado para sacar la bala del Kevlar que llevaba y asimilarla.

una respiración profunda. Si viviera para ver el mañana, eso dejaría un infierno de
moretón.
"¿Cómo llamaste ese chaleco cuando Saint insistió en que lo usaras?"
Preguntó Monroe, dándome una mirada que decía 'habrías estado muerta, idiota' mientras nos dirigíamos
hacia las escaleras.
"La hoja de trucos de un cobarde para salir de la muerte", respondí, encogiéndome de hombros
mientras me negaba a dar marcha atrás en esa opinión. "Pero si tengo que engañar a la muerte para llegar a
mi chica, entonces está bien".
"Estás loco", murmuró Blake.
"Discutiremos tu falta de cuidado por tu propia mortalidad con más detalle una vez que
recuperemos a nuestra chica", espetó Saint mientras abandonaba la mierda de piratería informática para
unirse a nosotros, sacando su propia arma. "Pero a partir de ahora, debemos concentrarnos en llegar
al último piso".
Abrí la puerta de las escaleras, pero retrocedí cuando las balas llovieron desde arriba, maldiciendo
cuando los cuatro nos vimos obligados a retroceder hacia la recepción nuevamente. ¿Quién sabía cuántos
imbéciles se dirigían hacia nosotros? Maldije ante la idea de un tiroteo. No es que no disfrutara volarle
los sesos a la gente, pero no teníamos por qué perder el tiempo con estos hijos de puta.
La radio del guardia muerto de repente cobró vida y miré hacia
Él cuando las palabras surgieron de él y provocaron que el miedo se acumulara en mis entrañas.
"Chopper en camino, prepárense para la evacuación".
"¡Mierda!" Rugí, empujando el enorme escritorio a través de la habitación para bloquear el
escaleras y mirando a su alrededor.
"Tenemos que llegar allí antes de que la suban a ese helicóptero", dijo Saint.
gruñó. "Mi padre no volverá a ser tan descuidado. No tendremos otro
oportunidad."
Todos miramos hacia la escalera donde se escuchó el sonido de los guardias acercándose.
Se estaba haciendo lo suficientemente fuerte como para hacernos saber que casi se nos había acabado el tiempo. Nosotros
Podríamos abrirnos paso a través de ellos, pero ¿podríamos hacerlo antes de que el helicóptero llegara?
¿aquí?
"Tiene que haber una escalera de mantenimiento en el hueco del ascensor", Monroe
dijo, girándose y corriendo a través de la habitación para forzar la apertura de las puertas.
"Los detendré", dije con firmeza mientras él y Blake lograban tirar del
puertas de ancho. "No podemos permitir que nos disparen en esa escalera".
Todos mis hermanos me miraron con preocupación en sus ojos y una comunicación silenciosa se
derramó entre nosotros. Todos estábamos igualmente desesperados por llegar a nuestra chica, pero este
plan sólo podría funcionar si éramos inteligentes y jugábamos el mejor juego posible. Mientras uno de nosotros
llegara hasta ella, eso era todo lo que contaba.
"Yo también me quedaré", estuvo de acuerdo Blake.
"Ten cuidado." Monroe nos dio una palmada en los hombros a ambos antes de dirigirnos.
Entra al ascensor y sube para forzar la apertura de la escotilla de mantenimiento.
"No os dejéis matar", gruñó Saint en una orden que no negoció ninguna negociación.
"Sí, sí, nosotros también te amamos, maldito psicópata", bromeé.
Agarré un rifle de asalto del cuerpo de uno de los guardias que ya había
Terminó y la puerta de la escalera comenzó a traquetear cuando los guardias más allá comenzaron
a intentar derribarla.
En el siguiente suspiro, Saint se había ido, subiendo al oscuro hueco del ascensor detrás de Monroe,
y Blake y yo levantamos nuestras armas. Arrojó un par de granadas de humo rosa más para llenar el resto
de la habitación mientras nos preparábamos para luchar.
por nuestras malditas vidas.
"Para ella", dijo con voz feroz y sonreí con la única sonrisa verdadera que había cruzado mis labios
desde que se la llevaron. Porque esto podría ser una forma de locura y podría estar mirando mi muerte a los
ojos ahora mismo, pero mientras fuera en ayuda de esa chica, sabía que moriría con esta sonrisa en mi rostro.
Aunque realmente esperaba que no llegara a eso y la tendría en mis brazos antes de que
terminara la noche. De cualquier manera, yo estaba totalmente de acuerdo y sabía que los
demás también lo estaban.
"Para ella."
Me llevaron afuera al techo y el aire frío de la noche se arremolinaba a nuestro alrededor mientras la
luna creciente me sonreía torcidamente.
Estaba trabajando en mi pierna derecha, que sentía la más floja de todas mis extremidades,
tratando de liberarla de las ataduras aunque no me serviría de mucho.
Pero no iba a rendirme y aceptar este destino. Los Guardianes de la Noche estaban muy cerca. Tenían
que hacérmelo llegar. Tal vez podría ganarles un poco más de tiempo al menos.
"¿Dónde carajo está?" Jonas ladró y estiré el cuello para ver que el
el helipuerto estaba vacío.
La esperanza se encendió en mí como fuegos artificiales y grité una vez más, el sonido
resonando por todas partes. Tenían que escucharme. No podrían estar muy lejos ahora. Mi piel
se erizó como si realmente pudiera sentirlos acercándose y estaba seguro de que si podía darnos
incluso unos segundos más, eso sería todo lo que les tomaría alcanzarme.
“¿Alguien podría hacerla callar?” espetó el médico, pero los guardias parecían reacios a
tocarme a pesar de las máscaras que cubrían sus rostros.

Uno de ellos levantó su pistola y apuntó a mi frente.
"Silencio", gruñó, pero por más aterrador que fuera ese barril oscuro, sabía que mi
la muerte no me esperaba en él.
No me iban a matar cuando estaban tomando tantas medidas
para sacarme de aquí. Así que grité más fuerte y grité los nombres de mis Guardianes
Nocturnos al viento, rezando para que mi voz llegara a sus oídos.
"Por el amor de Dios". Un puño golpeó mi cara y mi labio se rompió mientras
Jonas estaba de pie junto a mí, bloqueando la luz de la luna, sus hombros subían y
bajaban mientras me fulminaba con la mirada. Mi cabeza sonó y la sangre mojó mi boca
mientras miraba a este imbécil, prometiéndole en silencio una muerte agonizante. "Tranquilo."
El ruido sordo de un helicóptero acercándose a algún lugar lejano en el
El cielo nos alcanzó y Jonas me agarró la garganta para evitar que gritara de nuevo,
apretándola lo suficiente como para hacer que mis oídos explotaran.
El mundo se hizo más ruidoso cuando el helicóptero sobrevoló la zona y descendió para
aterrizar en el helipuerto, el viento azotaba violentamente a nuestro alrededor y me arrastraba el
pelo por la cara, de modo que me resultaba difícil ver lo que hacía la gente que me
rodeaba.
Continué moviendo mi pierna hacia adelante y hacia atrás para intentar liberarla, mi corazón
alborotándose en mi pecho mientras el tiempo parecía pasar demasiado rápido. Ellos no estaban aquí.
¿Por qué no estaban aquí? ¿Les había pasado algo? ¿Estaban en problemas en este
momento, necesitándome tanto como yo los necesitaba a ellos? Nunca me había sentido tan
jodidamente impotente como me sentía ahora, atada a esta maldita cama e inmovilizada por
la debilidad de mi cuerpo tanto como los hombres que me rodeaban. Yo era un
maldito luchador y necesitaba pelear. Me negué a rendirme, por muy desesperado que pareciera.
Jonas me soltó la garganta mientras me llevaba hacia el helicóptero, uno de los
los guardias abrieron la puerta mientras yo era rodado debajo de las hélices.
Grité una vez más, pero el sonido del helicóptero me robó la voz.
lejos y el pánico desgarró mi núcleo. Se me acaba el tiempo.
Los guardias colapsaron las patas de la camilla del hospital hasta que quedó plana.
debajo de mí me subieron a la parte trasera del helicóptero mientras mi corazón se aceleraba
de pánico y luchaba inútilmente contra mis ataduras. Todos vinieron detrás de mí y el miedo se
derramó a través de mi pecho como una tina de veneno que se vuelca.
"¡Smo!" Grité. “¡Nash! ¡KyanBlake!” La desesperación construida en mi
alma, en cada fibra de mi carne.
"¡Qué estamos esperando, vete!" espetó Jonas, girándose para mirar al piloto.
“Viene un equipo con las vacunas”, explicó bruscamente el médico.

"No podemos irnos sin ellos".
Giré la cabeza para intentar ver a través del techo y la puerta voló.
Abre un latido más tarde, haciendo que mi corazón tartamudee con mi última esperanza.
Pero no fueron mis hombres. Tres enfermeras corrieron hacia nosotros con trajes
protectores y llevaban una gran caja de metal entre ellas.
Empezaron a subir al helicóptero, aseguraron la caja de vacunas a mi lado y el pánico me
invadió. Los Guardianes de la Noche no habían llegado a tiempo. Fue muy tarde. Mis enemigos
me estaban llevando. Y supe que en el momento en que el helicóptero despegara de este edificio,
nunca volvería a ver a mis hijos. Troy Memphis me colocaría en un lugar donde nunca me
encontrarían ni en un millón de años. Incluso después de terminar su trabajo, sabía que
nunca me dejaría ir. Si el virus Hades no me mataba, mi utilidad eventualmente expiraría y él
tendría que atar todos los cabos sueltos. Mi verdad nunca podría salir a la luz, así que él
Asegúrate de que muriera conmigo.

Subí corriendo las últimas escaleras con Saint pisándome los talones mientras nos dirigíamos
hacia la salida del techo, el sonido del helicóptero hizo que mi corazón se paralizara en mi pecho
cuando abrí la puerta con un fuerte golpe.
El viento soplaba a nuestro alrededor cuando el helicóptero empezó a despegar y vi
Tatum a bordo, atada a una camilla de hospital, sus labios se movían como si estuviera gritando
algo, aunque el rugido del motor le robó las palabras.

de mi parte.
“¡Tatum!” Grité en respuesta, respondiendo a su llamada y prometiéndole que

No dejaría que se la llevaran con esa sola palabra.
Corrí hacia adelante, corriendo tan rápido como me lo permitían mis años de entrenamiento,
mis músculos ardían y bombeaban mientras gritaba su nombre.
Los guardias a bordo del helicóptero comenzaron a dispararnos y no estaba seguro si
Fue a través de algún milagro o intervención divina que no sentí el desgarro del metal desgarrando
mi carne.
Un destello de movimiento pasó por el rabillo del ojo y una columna de color rosa
El humo se elevó en espiral en el aire desde la granada de humo que Saint acababa de
arrojado contra ellos.
Su puntería era certera y la granada aterrizó en medio de los guardias en
el avión, rodando debajo de sus asientos mientras todos gritaban alarmados.
Dejaron de dispararnos mientras luchaban por poner sus manos en la granada que rápidamente
había llenado todo el helicóptero con humo rosa, y dejó de elevarse cuando el piloto quedó
momentáneamente cegado.
Intercambié una mirada con Saint y por una vez no hubo ni una pizca de animosidad entre
nosotros. Solo pude ver el deseo ardiente y desesperado en él de devolver a nuestra niña a un lugar
seguro y estuvimos de acuerdo en ese sentimiento tan incondicionalmente que
estábamos unidos como uno en ese momento. No es necesario que pasemos palabras entre
nosotros, ni tonterías, ni comunicación de ningún tipo.
Porque ambos sabíamos que si ese helicóptero salía de aquí con nuestra chica a bordo,
por ello estaríamos condenados para siempre.
Esta era nuestra única oportunidad y no la arruinaríamos.
No redujimos el ritmo mientras corríamos hacia el helicóptero que ahora estaba
flotando a unos dos metros y medio por encima del tejado y comenzando a elevarse de nuevo.
La granada de humo fue lanzada sobre mi cabeza y pude ver nuestra oportunidad
deslizándose entre nuestros dedos mientras ambos saltábamos debajo del vientre de la bestia
mecánica al mismo tiempo.
Mis manos agarraron el patín de aterrizaje y gruñí por el esfuerzo de elevarme más
mientras el helicóptero se tambaleaba hacia un lado gracias a nuestro peso que colgaba de él.
Maldije mientras la cosa se disparaba hacia el cielo, el techo desaparecía debajo de nosotros.
a medida que aceleramos más. Saint y yo colgamos del patín con nada más que la fuerza de
nuestros brazos y el poder de nuestro vínculo con la chica que mantuvieron cautiva para
mantenernos allí.
Me las arreglé para mover mi pierna hacia arriba y sobre el patín de aterrizaje, colgando como un
perezoso de un árbol mientras intentaba descubrir cómo diablos iba a subir al avión sin que me
volaran los sesos.

Saint se colocó en una posición similar a la mía y me llamó la atención mientras sacaba
otra granada de humo del clip de su cinturón y asentí una vez, viendo su plan tan claro como
el día.
Sacó el alfiler y alzó la mano, arrojando el bote humeante al interior.
El helicóptero atravesó la puerta abierta antes de que tuvieran la oportunidad de cerrarla, lo
que provocó que los guardias gritaran asustados.
No les di tiempo para recuperarse de su shock, agarrando el borde de
la puerta abierta sobre mí y me levanté y metí en el helicóptero, asegurándome de no
mirar la caída debajo de nosotros ni por un solo segundo.
Un arma fue apuntada a mi cabeza en el momento en que me levanté y el grito alarmado
de Tatum sonó a través de la neblina de humo rosa justo cuando logré apartar la pistola antes
de que el guardia pudiera disparar. El fuerte golpe hizo que mis oídos zumbaran cuando su
bala salió volando a través de la puerta abierta hacia la nada más allá y mi corazón saltó
mientras luchaba con él antes de que pudiera disparar de nuevo.
Lo rodeé con mis brazos y lo hice girar usando fuerza bruta, lanzándolo fuera de la
puerta abierta detrás de mí antes de que tuviera la oportunidad de intentar luchar contra mí.
Cayó con un grito que fue ahogado por el rugido de las hélices en lo alto y me olvidé de él
incluso antes de que cayera al suelo.
Me lancé hacia los otros tres guardias que eran poco más que sombras en el
humo rosado mientras el helicóptero se inclinaba hacia un lado y Tatum gritaba mi nombre,
como si incluso en las turbias profundidades del humo pudiera reconocerme.
"Te tenemos, princesa", le prometí justo cuando un fuerte puño encontró mi mandíbula y
fui golpeado hacia un lado por la fuerza del mismo.
Había demasiado humo para estar seguro de quién era quién dentro de los confines
del vientre del helicóptero, pero como estaba feliz de matar a todos y cada uno de ellos, eso no
fue un gran problema para mí.

Saqué un cuchillo de mi cinturón y lo clavé en el pecho de uno de los guardias mientras él
se lanzaba hacia mí y luego se abalanzó sobre otro antes de que cayera de nuevo en su silla.
Pero justo cuando giraba hacia él, el helicóptero descendió dramáticamente y perdí el equilibrio,
cayendo hacia atrás hacia la puerta abierta con el corazón dando un vuelco cuando dejé caer mi
cuchillo y traté de agarrar cualquier cosa para detener mi caída.
Mi estómago se desplomó cuando caí por la puerta, pero antes de que pudiera caer sobre mi
Después de morir, una mano agarró la mía con firmeza y mi mirada se elevó de las
agitadas hélices para encontrarse con los fríos y oscuros ojos de Saint Memphis.
La granada de humo cayó sobre mis pies y se alejó girando hacia la oscuridad de la
ciudad mientras el helicóptero volvía a dar bandazos en dirección contraria.
"Cuídate, hermano", gruñó Saint como si casi me hubiera muerto.
un gran inconveniente para él cuando me arrastró de regreso al vientre del

aeronave.
Lo empujé a un lado cuando uno de los guardias se abalanzó sobre él, recibiendo un
puñetazo en la mandíbula por mis problemas antes de que me derribaran y cayera con fuerza
sobre mi espalda con el imbécil encima de mí.
Luché como un demonio, usando hasta la última gota de poder en mis extremidades
mientras golpeaba y golpeaba tan fuerte como podía, sintiendo que el hueso se rompía cuando
mi oponente intentaba inmovilizarme debajo de él.
Se escucharon tres disparos en rápida sucesión y el grito de Tatum hizo que se me helara
la sangre porque no pude ver nada más allá de la bestia de un hombre encima de mí.
Con un gruñido de determinación, logré poner mis rodillas entre nosotros y pateé tan fuerte
como pude. El guardia gritó cuando lo lanzaron por la puerta abierta y me limpié la sangre de la
cara con el dorso de la mano mientras me arrodillaba.

"Tranquilo ahora", advirtió el imbécil que habíamos estado siguiendo antes para encontrar el
laboratorio, mirándonos desde su posición al lado de Tatum, donde tenía un cuchillo presionado en
su garganta.
Los grandes ojos azules de Tatum estaban salvajes y furiosos, ni una gota de miedo en ellos.
solo esa ardiente determinación de vivir que tanto amaba.
"Puedo ponerte una bala entre los ojos antes de que derrames ni una gota
de su sangre", amenazó Saint, con su pistola apuntando directamente a Jonas mientras
estaba frente a él.

Pero el hecho de que no hubiera disparado me dijo que no estaba seguro de
eso en absoluto.
Me puse de pie lentamente y la lengua de Jonas salió disparada para humedecer la
comisura de sus labios mientras nos miraba a los dos.
"¿Qué está pasando ahí atrás?" El piloto llamó con miedo y Jonas casi
Miró en su dirección antes de darse cuenta de que era una jodida mala idea.
El último guardia y el médico yacían muertos en el suelo, en una creciente
charcos de sangre de las inyecciones de Saint y las dos enfermeras lloraban y se encogían
de miedo en el rincón más alejado, claramente esperando evitar nuestra atención.
"Está bajo control", le gritó Jonas al piloto mientras el helicóptero continuaba.

su ruta a la mierda sabía dónde.
"¿Lo es?" Pregunté, inclinando mi cabeza hacia un lado y él apretó con más fuerza el cabello
de Tatum, haciéndola maldecir mientras luchaba contra su agarre, una gota de sangre derramándose
a lo largo de la espada que sostenía. Moriría por eso. Y me aseguraría de que realmente doliera.
"Tiren sus armas", espetó Jonas, levantando la barbilla como si pensara que él era el hombre.
Mi labio se despegó mientras hacía precisamente eso, las dos pistolas en mi cinturón volando
lejos hacia la ciudad de abajo. Saint arrojó su arma un momento después y Jonas asintió con
entusiasmo.
"Cuchillos también", añadió Jonas y nuestras espadas también fueron arrojadas rápidamente
fuera del helicóptero, ninguno de los dos estaba dispuesto a arriesgar a Tatum por una maldita arma.
"Ahora, extiende las muñecas".
Me enfurecí cuando hice lo que dijo y él con cautela se acercó al guardia muerto más
cercano a él que estaba desplomado en su silla, sacó un par de bridas gruesas del bolsillo del
cadáver y las arrojó hacia nosotros. Ni una sola vez sacó el cuchillo de la garganta de Tatum,
manteniéndolo en su lugar con el otro.

mano.
"Asegura tus muñecas", espetó Jonas, volviéndose arrogante ahora y yo estaba realmente
Estoy deseando borrar esa mirada engreída de su cara aduladora.
Ambos hicimos lo que nos ordenaron y usé mis dientes para apretar la brida alrededor de mis
muñecas, aunque no tan fuerte como para no poder escapar del agarre que tenían sobre mí.
Jonas pareció darse cuenta de eso y vacilante se movió alrededor de la cama, tomando el
cuchillo de la garganta de Tatum y apuntándome mientras extendía la mano para apretar más la
brida.
Dio un paso adelante para hacerle lo mismo a Saint, pero justo cuando lo hizo, Tatum logró
liberar su pierna de las ataduras y le lanzó una fuerte patada.

atrás.
Jonas maldijo, tropezó hacia adelante y Saint golpeó su frente contra el puente de su nariz,
haciéndolo gritar de agonía cuando se rompió y la sangre se derramó.
Cargué contra él como un toro furioso, con la cabeza gacha y el hombro atrapándolo.
Directo en el estómago, derribándolo debajo de mí donde caí sobre él, golpeando mis manos
atadas en su cara tan fuerte como pude.
El agudo aguijón de su espada al pasar por mi costado me cortó, pero solo grité mi rabia
mientras lo golpeaba una y otra vez.
La pesada bota de Saint golpeó la mano de Jonas, inmovilizándolo.
hoja y rechinando los dedos bajo el talón mientras la sangre brotaba de

La cara de Jonas debajo de mí mientras gritaba.
No dejé de golpearlo, golpeándolo una y otra vez mientras Tatum gritaba

animándome, dándome toda la motivación que necesitaba para entender que este
hijo de puta le había hecho algo terrible.
Jonas se quedó quieto debajo de mí y Saint me arrastró hacia atrás, con el cuchillo ahora en la mano.
su mano mientras cortaba rápidamente la brida que ataba mis muñecas y liberaba
a mí.
Jonas gimió de agonía cuando volvió en sí y lo levanté antes de

empujándolo hacia la puerta abierta y la aterradora caída de abajo.
"Nash", jadeó Tatum y la miré donde permanecía atada a la camilla del hospital.
Por un momento pensé que ella podría haber estado a punto de decirme que lo
perdonara, pero por supuesto que no lo hizo. Ella no era una chica asustada, asustada
de matar a quienes la lastimaban. Ella era una reina y quería ordenar a su caballero
que entrara en acción. "Haz que duela", gruñó.
Le sonreí oscuramente, aceptando el cuchillo que Saint me pasó como Jonas.
Traté de luchar contra mi agarre sobre él, pateándome los pies y lanzándome
codazos. Pero ignoré cada intento que hizo y cada daño que me causó, centrándome
en la idea de que nuestra chica sufría y en el conocimiento de que estaba a punto de
devolverle el dinero.
Pasé la hoja por su garganta, rociando un arco de sangre sobre la
calles de abajo y escucharlo ahogarse durante varios largos segundos antes de
empujarlo hacia afuera para morir.
No perdí el tiempo viéndolo caer, volviéndome hacia Tatum y tirando de él.
Le quité las ataduras mientras Saint me quitaba el cuchillo y hacía el
Las enfermeras se ponen de pie.
Estaban llorando y suplicando, pero la frialdad en la mirada de Saint no tuvo piedad

de ellos. Habían sido parte voluntaria de esto. Habían estado a bordo secuestrando a
Tatum, haciéndola sufrir, viendo cómo la enfermedad se consumía.
a su fuerza poco a poco mientras robaba su sangre hasta que finalmente

la han matado. Así que que se jodan.
"¡Todavía me necesitas para volar esta cosa!" gritó el piloto, claramente habiendo visto
la forma en que esto había sucedido.
"Cállate, carajo", espetó Saint, sus palabras para todos ellos. "O yo
tirarte por la puerta también."
Milagrosamente dejaron de suplicar petrificadas justo cuando logré tomar a Tatum en mis
brazos, mi garganta se apretó con el deseo de arrancarme esta maldita máscara de gas y perderme
en el sabor de sus labios.
"Nash", murmuró, su piel tan pálida que hizo que mi corazón se acelerara y ella
Se hundió contra mí mientras la levantaba en mis brazos. "¿Dónde están Blake y Kyan?"
"Están bien", le prometí, esperando no estar mintiendo porque no tenía idea real de cómo había
ido esa pelea en el laboratorio y las comunicaciones habían estado en silencio desde que nos
separamos.
Tatum suspiró aliviada antes de que sus ojos se cerraran y mi corazón dio un vuelco mientras
temía lo peor, antes de que ella los abriera de nuevo. Parecía muy débil, su piel pálida y
demacrada y comenzó a toser mientras la sostenía, girando su rostro como si quisiera
protegerme más allá de lo que hacía la máscara. Pero esto era lo mejor que el dinero podía
comprar y eso no me preocupaba.
"¿Qué le pasa?" Grité, mirando a las enfermeras a mi alrededor mientras Tatum parecía
luchar incluso por mantenerse consciente.
"Júranos que no nos apuñalarás y te lo contaremos todo", uno de ellos
suplicó, con los ojos fijos en el cuchillo en la mano de Saint.
"Hecho", estuvo de acuerdo sin siquiera mirarnos a mí y a Tatum, su
centrarse en las últimas amenazas restantes.

"Su cuerpo está luchando porque le extrajimos mucha sangre. Ella está
estado expuesta a un alto nivel del virus Hades para obligarla a producir muchos
anticuerpos para que pudiéramos recolectarlos. Por eso tiene síntomas, de repente
ha sido empujada más allá de lo que su inmunidad puede soportar", dijo entrecortadamente
la enfermera. La otra parecía estar demasiado aterrorizada para siquiera hablar.
"¿Cosecha?" Gruñí con disgusto, acercando a Tatum a mi pecho.

"¿Qué tratamiento necesita?" demandó Saint, ignorándome como si ya supiera
exactamente lo que la enfermera quería decir con eso y apuesto a que sí. El cabrón
probablemente se había convertido en un virólogo autodidacta en el tiempo que pasamos
buscándola con todos sus cursos en línea y mierda. No es que lo estuviera culpando
por eso.
"Mprincipalmente solo descanso, tiempo para recuperarse. Necesita reponer sus
niveles sanguíneos y combatir el virus. Sin embargo, debería recuperarse por completo",
dijo la enfermera, casi sonriendo como si pensara que se estaba salvando el trasero al
permitirnos Sabemos que Tatum tenía muchas posibilidades de mejorar.
"¿Entonces ella no necesita desesperadamente una enfermera con formación médica?" Smo.
confirmó y la perra tonta realmente negó con la cabeza.

"No. Solo descansa y mucha comida nutritiva y"
Saint los empujó con tanta fuerza que cayeron de espaldas por la puerta abierta sin
siquiera darse cuenta de lo que había sucedido hasta que fue demasiado tarde. Sus
gritos llegaron hasta nosotros mientras caían hacia la muerte y no pude encontrar la
fuerza para sentir una sola molécula de culpa por ellos. Habían elegido participar en
esto. Habían elegido lastimar a nuestra chica. Su moral estaba claramente más allá de
toda duda y ni siquiera me importaba si se habían estado diciendo a sí mismos que
estaban tratando de salvar el mundo para justificar su sacrificio.
Porque, en mi opinión, Tatum Rivers valía más que el resto del mundo. La retribución
fue una mierda.
Saint lanzó una larga mirada a Tatum mientras yo la apretaba con más fuerza, alcanzando
Extendió los dedos sobre su cabello anudado mientras la miraba a través de la visera de su
máscara de gas.
"No dejes de pelear ahora, sirena", le ordenó y ella sacudió la cabeza minuciosamente mientras
sostenía su mirada.
"Nunca", juró.
Saint asintió una vez, dándome una mirada que decía que me estaba confiando ella y luego
entró a la cabina, tomando una pistola de uno de los guardias muertos mientras caminaba y
apuntándola a la cabeza del tipo.
"No puedes matarme", jadeó el piloto, pareciendo darse cuenta de que él era el único que
quedaba, aunque mientras estábamos jodidamente a qué altura sobre la ciudad, no podía
exactamente levantarse de su asiento para tratar de matar. luchar contra nosotros. "¡Me necesitas!"
Saint suspiró como si su paciencia estuviera siendo puesta a prueba sin medida y me puse
la aterradora impresión de que estaba a punto de hacer algo loco mientras miraba
pensativamente el panel de control.
Me senté rápidamente, atando a Tatum en el asiento junto al mío antes de abrocharme
yo también y rodearla con un brazo protector mientras ella apoyaba su cabeza contra mi
pecho.
"Sabía que vendrías por mí", murmuró, pareciendo luchar por cada palabra que decía.
"Siempre", estuve de acuerdo, abrazándola tan fuerte como me atreví mientras estaba tan frágil.
Me sentí tan jodidamente aliviado de tenerla de vuelta, tan feliz de tocarla, abrazarla, que
hizo que todo lo demás palideciera hasta volverse insignificante.
“Durante mucho tiempo pensé que el único significado real que tenía mi vida era buscar
Venganza por lo que Troy Memphis le hizo a mi familia”, le dije en voz baja, sin estar siquiera
segura de poder oírme por encima del rugido del helicóptero.
“Pero estaba jodidamente equivocado. Muy, muy mal, Tatum. Porque temer por tu vida casi
me destruye. Me hizo darme cuenta de que tengo mucho más.

vivir que una venganza. Te amo. Te amo con todo lo que soy y con todo lo que seré y
lo siento si no te dejé claro cuán fuerte lo sentía antes, o si alguna vez sentiste
que estabas por debajo de mi nivel.
deseo de"
"Yo también te amo, Nash", respondió ella, su voz más fuerte de lo que había sido
hasta ese momento y la miré a los ojos azules, deseando poder arrancarme esta
máscara y simplemente besarla. “Y no te preocupes. Porque definitivamente
vamos a conseguir esa venganza”.
Saint disparó su pistola antes de que pudiera responder y todo el helicóptero
se sacudió violentamente, cayendo en picada hacia el suelo y haciéndome gritar de
miedo. ¡Mató al maldito piloto! ¡Santa madre de mierda!
No tenía mucho miedo en esta vida ni en la siguiente, pero caer del cielo y ser
incinerado en un accidente de helicóptero fue algo jodidamente aterrador.
concepto.
"¡Smo!" Grité mientras mi estómago se desplomaba y giraba la cabeza para ver
él arrancando el cadáver del piloto de su asiento detrás de los controles.
"Cálmate", respondió bruscamente, como si no estuviéramos a punto de chocar
con uno de los muchos edificios imponentes debajo de nosotros. "Soy más que capaz
de volar un modelo básico como este."
Me quedé boquiabierto mientras él tomaba el asiento del piloto, agarraba el joystick
frente a él y comenzaba a luchar contra la caída en picada en la que habíamos comenzado
a caer.
Mi corazón se aceleró y palpitó en mi pecho cuando vi mi muerte pasar ante mis
ojos y la mano de Tatum encontró la mía, apretándola con fuerza por un breve momento
antes de aflojarse nuevamente.
Nos tambaleamos hacia la izquierda y de alguna manera el helicóptero se enderezó y
volaban por toda la ciudad.
Mientras intentaba recuperar el aliento, le quité el pelo de los ojos a Tatum y
La encontré luchando por mirarme mientras parecía estar a punto de pasar.

afuera.
"La vacuna", respiró con voz tan débil que apenas pude entenderla.
las palabras. "En la caja plateada. Funciona".
Su mirada se desvió hacia el otro lado del helicóptero y seguí su línea.
de la vista a una caja plateada que estaba atada a la pared allí.
"Bueno, joder", respiré mientras miraba el bien más valioso en
el planeta en este momento, acercando a mi chica mientras me bañaba en la sensación de su
cuerpo contra el mío y Saint nos llevó hacia la luna creciente en el

distancia.
¿Qué diablos íbamos a hacer ahora?

"La tenemos", la voz de Saint finalmente llegó a través del comunicador y mi corazón se disparó mientras
me cubría detrás del ascensor, el humo rosado se arremolinaba a nuestro alrededor mientras mi
hombro rozaba el de Kyan.
Mi pecho estaba agitado y una capa de sudor hacía que mi chaleco Kevlar
Me sentía como una camisa de fuerza, pero no había manera de que me la quitara.
Especialmente después de verlo salvar la vida de Kyan.
"Ya era hora", gruñó Kyan, su visor salpicado de salpicaduras de sangre y una sonrisa salvaje y
triunfante que hacía que sus ojos ardieran mientras miraba.
a mí.
Una risa de alivio se derramó de mis labios y si no tuviéramos hombres armados
persiguiéndonos y tratando de matarnos, habría gritado de triunfo
también.
El sonido de los camiones de bomberos y las sirenas de policía que se acercaban eran cada vez mayores.
más fuerte por segundos y me asomé de mi escondite para echar un vistazo hacia las escaleras,
preguntándome si deberíamos salir corriendo.
Me escondí nuevamente justo cuando una bala voló hacia mi cabeza y mi
Mi corazón dio un vuelco cuando pedazos de la pared me rociaron al golpearme.
"Tomé el control del heli" La voz de Saint se perdió ante el rugido de un motor e intercambié una mirada
con Kyan, preguntándome si me lo había imaginado.

lo que pensé que había dicho. "Plan X", añadió Saint con voz firme.
"¿Plan X?" Cuestioné, activando mi comunicador y preguntándome si lo había

escuchado mal.
"Supongo que eres capaz de llevar a cabo ese simple" sus palabras fueron
ahogadas por más rugidos y cuando el destello de luces rojas y azules atravesó el
frente de vidrio de la recepción, no nos quedó más tiempo para confirmar lo que había
dicho. Pero había sido bastante claro. El Plan X era entonces.
Saint tenía contingencias para sus contingencias, y habíamos pasado el día en
El auto que vigilaba la casa de Jonas memorizaba a cada uno de ellos y sus nombres
en clave para saber exactamente lo que quería. Pero mierda, ni en mis sueños más locos
había esperado implementar el Plan X.
"Vámonos de aquí", gruñó Kyan, revisando el rifle de asalto.
lo había robado y lo había tirado a un lado cuando descubrió que se había quedado sin munición.
"Tranquilo", estuve de acuerdo con el ceño fruncido, preguntándome cómo carajo se
suponía que íbamos a hacer eso.
La salida de emergencia estaba al otro lado de la habitación y sin duda estaba
rodeada de policías, incluso si pudiéramos llegar allí con los guardias todavía
disparándonos. También pude ver los coches patrulla alineados más allá de la fachada
de cristal del edificio a través de la neblina de humo rosa, y a la policía saltando y apuntando
con sus armas en nuestra dirección.
Estábamos rodeados. Y estaba jodidamente seguro que no quería que nos atraparan.
Sobre todo porque entonces Troy definitivamente descubriría quién había rescatado a
Tatum y no podíamos dejar que la encontrara de nuevo.
Kyan señaló un letrero de los baños en la esquina trasera del área de
recepción y salió corriendo sin más explicación que esa, disparando salvajemente hacia
cualquier guardia que pudiera verlo.
Corrí tras él, manteniendo la cabeza gacha y conservando los dos últimos
balas en mi pistola por si acaso.

Kyan empujó la puerta, pero justo cuando yo entraba detrás de él, un disparo
Se estrelló contra mi columna y caí de mis pies al piso de baldosas del baño.
Gemí cuando Kyan cerró de golpe y cerró la puerta detrás de nosotros, quitando mi
mejilla de los azulejos y esperando joder que simplemente estuvieran húmedos porque los
habían trapeado recientemente. ¿Por qué diablos los baños de hombres siempre tenían
pisos tan asquerosos? Ciertamente no apunté tan mal.
"Levántate, ranúnculo", gruñó Kyan, levantándome a pesar de mis maldiciones mientras
el dolor del impacto de la bala a través del Kevlar me hacía estremecer.
Que se joda que le disparen. Que se joda por el culo.
Kyan sacó la bala del chaleco antibalas y la metió en
Mi mano, dejándome mirar a mi posible asesino por un momento antes de que nos
moviéramos nuevamente.
"No hay ventanas aquí", dije, tratando de no entrar en pánico, pero
En serio, estábamos jodidos si no podíamos salir de este edificio.
"Sí, entonces nadie esperará que escapemos de esta manera", estuvo de acuerdo Kyan
antes de moverse al cubículo en el otro extremo de la habitación y abrir la puerta de una patada.
Corrí tras él y lo encontré parado sobre la tapa del inodoro mientras
Metió su cuchillo de caza en el borde del respiradero. Arrancó la rejilla de la pared y la
arrojó a un lado, seguido rápidamente por el ventilador antes de mirarme.
"Va a estar apretado", advirtió Kyan y miré el agujero en la pared con el ceño fruncido.
Antes de que pudiera expresar mi preocupación por quedar atrapado allí, Kyan ya se
había subido hasta la mitad. Un fuerte golpe se escuchó un momento después y me moví para
sujetarle las piernas mientras él trabajaba para romper la rejilla exterior también.
El sonido de su rotura llegó hasta mí y Kyan comenzó a impulsarse hacia adelante,
maldiciendo mientras avanzaba. Lo empujé con fuerza cuando pareció quedarse atascado, mi
mano golpeó su trasero mientras forzaba su gran cuerpo hacia adelante y de repente cayó hacia
el otro lado.
El sonido de alguien tratando de derribar la puerta del baño hizo que la adrenalina subiera
por mis extremidades y cerré la puerta del cubículo antes de cerrarla también. Dudaba que
sirviera de mucho para salvarme el trasero, pero tal vez me daría unos segundos más.
Subí hasta el agujero dejado por el respiradero roto y me abrí paso por la fuerza.
él, preguntándose cómo diablos Kyan había logrado salir cuando quedé atrapado dentro casi
al instante.
Maldije y las manos de Kyan encontraron las mías desde afuera, tirando de mí con brusquedad.
y casi me arranca los brazos de las órbitas, pero funcionó.
Me caí del agujero en la pared y me puse de pie detrás de unos
arbustos. Kyan presionó un dedo contra el ventilador de su máscara mientras me advertía
que me callara.
Asentí con la cabeza y él señaló hacia el edificio en el otro extremo.
lado de esta pequeña zona verde, avisándome con medio segundo de antelación antes de
despegar hacia ella.
Me quedé agachado como Kyan, ignorando el destello rojo y azul que se veía alrededor del
costado del edificio y agradeciendo nuestra suerte de que la policía no parecía tener el lugar
completamente rodeado todavía.
Mi corazón latía aceleradamente mientras corría detrás de Kyan, hacia el siguiente edificio y
luego por un callejón que corría por la parte trasera del mismo. Saltamos una pared, luego nos
agachamos por otro callejón y de alguna manera llegamos al móvil de la mamá de Saint,
donde lo había estacionado en las sombras.
El Plan X era una de las contingencias de Saint para que todo esto se fuera a la mierda, y
se había asegurado de que cada uno de nosotros tuviera una llave del móvil de mamá por si acaso.
nos separamos. Saqué el mío de mi bolsillo trasero y abrí el auto mientras

nos acercamos a ello.
Kyan fue hacia el asiento del conductor, pero yo fui más rápido, riéndome mientras
lo derribaba y saltaba dentro. Kyan refunfuñó mientras se deslizaba sobre el capó y
entraba por el lado del pasajero. Cerré las puertas con llave porque en realidad no podía
permitirme creer que ya habíamos escapado y entonces encendí el motor.
Mi corazón todavía estaba acelerado, pero cuando me di la vuelta para salir a la calle
más lejos de los policías, no pude evitar soltar una carcajada y Kyan comenzó a reírse
también. Contra todo pronóstico, de alguna manera lo logramos

y no podía creer nuestra maldita suerte.
Tuve que esforzarme para no conducir demasiado rápido mientras nos alejábamos del laboratorio.
y dejamos nuestros problemas en el polvo. Pero cuando llegamos a la autopista, pisé
el acelerador y realmente hice que el móvil de mamá funcionara.
Para ser justo con Saint, claramente había comprado la mejor camioneta de fútbol
que el dinero podía comprar y la cosa era una bestia, pero nunca le admitiría que en
realidad se conducía bastante bien.
"¿Ya llegaste?" La voz de Saint llegó por el comunicador justo cuando salíamos de
la carretera hacia las tierras de cultivo vacías que habíamos elegido al azar como nuestro
punto de encuentro en caso de que las cosas se fueran a la mierda. Sólo recordaba
dónde estaba porque Saint había metido las jodidas coordenadas en mi mente un
millón de veces y había usado el navegador por satélite para llegar hasta aquí. Meticuloso
Estúpido.
"Próximamente", confirmé.
"Bien. No tendremos tiempo que perder una vez que aterricemos". cortó el
La comunicación se cortó y miré a Kyan.
"En serio les robó el helicóptero, ¿no?" Dije, arqueando las cejas.
"Sólo San Memphis", respondió Kyan, sacudiendo la cabeza cuando llegamos a un

detener.
Tan pronto como salimos del auto hacia el aire fresco, escuchamos el
Se escuchó el sonido inconfundible de un helicóptero acercándose y observé cómo
el helicóptero descendía al campo al lado de la carretera.
"Haz volar esta cosa, Kyan", ladró Saint mientras saltaba, llevando una
caja plateada en sus brazos y caminando hacia nosotros. "Con un poco de suerte
pensarán que se estrelló y que todos los cadáveres que esparcimos por la ciudad
eran personas que saltaron o cayeron del avión antes de que cayera al suelo".
Kyan le dio un saludo sarcástico mientras avanzaba para cumplir la orden de
Saint, pero mis ojos estaban fijos en Monroe mientras saltaba, acunando a una niña
inconsciente en sus brazos.
Corrí para abrirle la puerta trasera del auto antes de recuperar el
mantas que Saint había escondido en el baúl. En el momento en que subió con
Tatum, la envolví con ellos y me subí detrás de él.

"¿Está ella bien?" Pregunté, tratando de no asustarme al verla ahí tirada luciendo
tan malditamente frágil.
"No te preocupes por mí, chico de oro", murmuró Tatum sin abrir.
sus ojos, su mano extendiéndose en mi dirección.
Me quité los guantes sucios y ensangrentados y tomé sus dedos entre los
míos, envolviéndolos con fuerza y prestándole mi calidez mientras una sonrisa tocaba
las comisuras de sus labios.
Saint se subió al asiento del conductor y nos miró, asintiendo una vez cuando
determinó que todos estábamos respirando. Empujó la caja plateada en el espacio entre
las sillas y la miré con curiosidad por un momento antes de volver a centrar mi atención
en Tatum.
Kyan corrió para saltar al asiento del pasajero y Saint se alejó de él.
el helicóptero un momento antes de que se incendiara con una enorme
boom que hizo vibrar todo el auto.
"¿Estás bien, Cinders?" Respiré, mis ojos todavía en mi chica.
"Ahora lo soy", respondió ella suavemente. "Estoy de vuelta donde pertenezco. Con mi Noche
Guardianes."
Kyan se giró en su asiento, mirando a Tatum por un largo rato mientras ella
Se desmayó y los kilómetros se desvanecieron antes de que algo de la tensión
finalmente pareciera aliviarse de su postura.
"¿Qué hay entonces en la caja?" Kyan gruñó mientras el silencio se hacía más espeso.
entre nosotros y Tatum siguió durmiendo.
"Esa sería la vacuna que el mundo anhela", gruñó Saint. "Y tan pronto como lleguemos
a casa, los cuatro recibiremos una

dosis."
Mis cejas se alzaron con esperanza ante la idea de eso y respiré profundamente. "¿Qué
pasa con mi papá?" Pregunté, incapaz de evitarlo. Pero no me importaba lo que él tuviera que
decir al respecto a menos que fuera un acuerdo. No podía perder al único padre que me
quedaba.
Saint guardó silencio durante un largo rato y apreté los dientes, preguntándome si iba a tener
que darle una paliza para asegurarme de que mi padre recibiera una de esas vacunas.
"Sí", dijo finalmente. "Encontraremos una manera de conseguirle una también. Supongo que
tendremos que decidir quién recibirá el resto de las dosis, pero por ahora debemos centrarnos en
las tareas más importantes que tenemos entre manos".

"¿Cuáles son?" —Preguntó Monroe.
"La muerte de mi padre. Royaume D'élite. La familia de Kyan. El Ninja de la Justicia.

Nuestro futuro."
"Oh, sólo eso", murmuré, sacudiendo la cabeza ante su tono suave.
"Sólo eso", estuvo de acuerdo y aunque no podía verlo con el pasamontañas y el ventilador
todavía colocados sobre sus rasgos, podría haber jurado que el bastardo estaba
sonriendo ante el desafío que presentaban esos problemas.

Me desperté en una cama cálida apoyada contra un pecho musculoso y desnudo y estaba seguro de
que estaba soñando.
Pasé mis dedos por su cuerpo, conociéndolo solo por el tacto y el olfato.
Cuero, humo y peligro. Mi esposo.
"¿Estás despierta, bebé?" su voz era profunda pero suave como el terciopelo,
su aliento agitaba el cabello contra mi frente. ¿Cuántas veces me había imaginado
despertar en cada uno de sus brazos? ¿Y cuántas veces mi corazón se había
hundido cuando me di cuenta de que realmente no estaban aquí? Me dio miedo abrir
los ojos, miedo de que la hermosa y tatuada bestia de mi marido desapareciera y
me quedara sola una vez más, suspirando por él y por cada uno de ellos.
"Mmm", tarareé.
"¿Es un sí?" preguntó, más gruñón esta vez y la forma en que su voz vibró
A través de mí y sus brazos apretados alrededor de mi cuerpo me dijeron que
realmente estaba aquí. Y poco a poco la realidad volvió a mí.
Me desmayé en algún momento en el helicóptero. Debí haberme esforzado
demasiado y ahora estaba confundido, aturdido.
"Creo que sí", gruñí. "¿Dónde estoy?"
"Hogar. A salvo”, juró, abrazándome con más fuerza y nunca me había sentido tan
seguro de esas dos cosas en toda mi vida.
Pero todavía no estaba contento. Necesitaba a los demás cerca. mi mente estaba nublada
y las cosas iban encajando demasiado lentamente. Me aparté bruscamente al recordar
el virus que plagaba mi cuerpo y el pánico me atravesó. Casi había perdido a Kyan a manos de
este monstruo una vez antes, no podía ver que eso volviera a suceder.
"Está bien", gruñó, tomando mi mano y sin dejarme poner una.
más centímetros entre nosotros. “Lo tuve antes. Tengo protección. Y no me iré de tu lado,
Tatum. No dejaste el mío cuando estaba de rodillas. Le devolveré el favor a mi esposa, esté
de acuerdo o no”.
Observé el vendaje de su brazo y los cortes y hematomas que recubrían su carne, incluida
una enorme y floreciente marca roja y azul en el centro de su pecho. "Kyan", jadeé y él me arrastró
más cerca de nuevo mientras ponía mi boca sobre la carne ardiente. “¿Qué diablos te pasó?”
"Recibí una bala o dos por ti", dijo como si eso no fuera nada. "Pequeño
Precio a pagar, hermosa.”
El miedo de saber que esas balas podrían haberlo matado me hizo sentir
Se levantó y soltó un gruñido en su garganta al notar mi preocupación. Capturó mi barbilla,
inclinándola hacia arriba hasta que mis labios encontraron los suyos, calmando mis preocupaciones.
Sabía que era peligroso, pero ya estábamos compartiendo aire y tenía razón, debería estar
protegido del virus al menos durante unos meses. Eso era lo que habían informado en las
noticias. Aunque nada era seguro.
Su lengua encontró la mía con una especie de hambre ferviente y desesperada que hizo
temblar mi cuerpo y un gemido de necesidad me irritó el dolor de garganta. Intenté acercarlo aún
más, pero encontré que mis músculos aún estaban débiles y cuanto más lo besaba sin salir a
tomar aire, más trabajaban y ardían mis pulmones. A

Un murmullo de dolor se me escapó y él rompió el beso, sus ojos oscuros tormentosos y
furiosos mientras yo me hundía contra él.
"Toma estos. Saint tiene todas las vitaminas y analgésicos que necesitas
a través de esto." Tomó un vaso de jugo de naranja y un montón de tabletas al lado en
la mesa de noche.
“¿Me harán dormir?” Le pregunté con miedo y él negó con la cabeza.
"¿Promesa?" Respiré. “No quiero dormir. Quiero estar bien despierto aquí contigo”.
Tomó mi mejilla y el dolor brilló en sus ojos al sentir mi angustia.
“No te harán dormir. No irás a ningún lugar al que no quieras ir, cariño.
Tomé el vaso y tomé las pastillas, mi garganta quedó en carne viva.
por los gritos y la tos.
Cuando hube drenado hasta la última gota, lo volvió a colocar y me atrajo hacia él,
sus brazos rodeando mi cintura con fuerza. Explicó cómo nos habían conducido hasta
aquí en el auto de Saint, me habían metido a escondidas en The Temple y luego se habían
puesto todas las vacunas, un hecho que me hizo muy feliz. Puede que haya pasado por
un infierno a manos de Troy Memphis, pero si eso significaba que mis hijos estarían a salvo
del virus Hades, entonces pasar por ese dolor había valido la pena de alguna manera.
Tendría que permanecer escondido aquí ahora. Nadie podría saber que estaba en
Everlake. Si el padre de Saint se enteró, estaba jodido. Todos ellos también lo eran. No
estaba seguro de lo que me deparaba el futuro o cómo íbamos a salirnos con la nuestra
con lo que habíamos hecho, pero por ahora, estaba demasiado exhausto para sentir algo
más que alivio por estar aquí.
"Gracias por venir a buscarme", dije, con lágrimas de gratitud pinchando mis
ojos.
"Siempre", juró, sus labios rozando mi sien. "Dime que necesitas. Te daré lo que
quieras”.
"Quiero ver a los demás".
Él asintió y mi corazón latió con más fuerza al pensar que todos estaban cerca
otra vez. Sabía que no podían entrar a esta habitación, que tendría que aislarme
hasta que estuviera mejor. Pero mejoraría . Ninguna fuerza en la tierra podría volver
a separarme de mis hombres ahora que había regresado a ellos.
Kyan tomó su teléfono de la mesa de noche, envió un mensaje al chat grupal y
luego enredó sus dedos alrededor de los míos. Sentí sus ojos sobre mí y levanté la
barbilla para encontrar su mirada, empapándome de su presencia mientras la paz me
invadía.
"Tatum", suspiró. "Lo siento mucho".
"¿Para qué?" Jadeé, un escalofrío me recorrió mientras me acurrucaba contra él.
Nos cubrió con las mantas y la calidez de su cuerpo
me rodeó.
“Para que te lleven. Por no encontrarte antes. Por... joder, cariño, todo lo que
hicieron fue porque no pude llegar a ti a tiempo para detenerlos. Su frente se arrugó y la
culpa estropeó su hermoso rostro, haciendo que mi pecho
apretar.
"Esto no es tu culpa, Kyan Roscoe", dije seriamente, hablando directamente

a su alma oscura.
Él gruñó como una bestia, sus manos agarrando mi cintura, anudando la tela de
la camiseta que llevaba y haciéndome darme cuenta de que me habían quitado la horrible
ropa del hospital. Estaba cubierta por el aroma de Kyan y sumergida en un material
demasiado grande para mi cuerpo y nunca me había gustado tanto esa sensación
en toda mi vida.
"Ustedes me encontraron, todos ustedes lo hicieron", dije con firmeza. “Un ejército no podría haber
hecho lo que tú hiciste por mí. Ustedes son mis salvadores”.

La arruga de su frente se alivió y se acarició los dedos callosos.
a lo largo de la línea de mi mandíbula. "No te hagas ninguna idea de que soy un héroe,
cariño".
Sonreí, su toque envió temblores profundamente al centro de mi ser. "Sé exactamente lo
que eres, esposo".
“¿Y qué es eso, esposa?” Sus ojos brillaron y tomó mi mano.
pasando su pulgar por la calavera del anillo que me marcaba como suyo. Ni siquiera
podía contar la cantidad de veces que había hecho eso mismo mientras estaba atrapada
en ese laboratorio, tomando fuerza del conocimiento de cuánto me amaban él y los demás,
cómo seguramente estaban luchando por mí. Nunca lo había dudado ni por un solo segundo.
Busqué el anillo tatuado en su propia mano y lo llevé a mis labios.

para besarlo. "Eres mío."
Un ruido hambriento retumbó a través de su pecho mientras me acercaba y, a
pesar de lo exhausto que me sentía, el deseo todavía me recorría como un reguero de pólvora.
Hizo una pausa antes de reclamar un beso de mi parte, la punta de su nariz rozando la mía.
“No te tocaré mientras estemos encerrados aquí, cariño. Necesitas descansar. Pero cuando
ponga mis manos sobre ti, drenaré hasta la última gota de tu fuerza nuevamente. Por
lo tanto, debes concentrarte en reconstruirlo”.

"Gracias por el incentivo", bromeé y luego sonó un fuerte golpe en la puerta.
ventana.
Intenté saltar, la emoción recorrió mi cuerpo, pero mis piernas cedieron y mis rodillas
golpearon el suelo, la oscuridad invadió mi visión.
Kyan maldijo, sus brazos rodearon mi cintura mientras me levantaba y me apoyaba contra él
para apoyarme.
"Estoy bien", jadeé mientras él apartaba mi cabello de mi cara.
“Sé que no soy la mejor para cuidar de ti, cariño, pero Saint sabe qué hacer. Ha
estado pidiendo todo tipo de alimentos saludables y batidos y

mierda. Te curaré aunque eso me mate, lo juro.
Agarré su bíceps mientras mi visión se aclaraba y contuve el aliento, mirando a este
oscuro pecador que juró salvarme. "Sé que lo harás", dije. "Confío en ti. Todos ustedes."
"Te apetece, ¿eh?" Él sonrió y los golpes se hicieron más fuertes, más
impacientes.
Tenía razón, por supuesto, ¿cómo podría haber predicho un futuro como este?
¿Con todos ellos donde los amaba y confiaba tan implícitamente después de cómo
habían comenzado las cosas entre nosotros? Pero no cambiaría ni un segundo ahora.
Ni uno solo, sangriento y brutal. Porque si esto fue lo que me trajo, entonces valió la
pena todo el dolor y cada lágrima.
Dejé que Kyan me guiara hasta la ventana y él corrió la cortina, haciendo que mi
corazón se hinchara mientras mi mirada se posaba en las últimas piezas de mi
rompecabezas. Apoyé mi mano contra el panel y Blake, Monroe y Saint me miraron con
un profundo anhelo en sus expresiones que se reflejaba en mi propio corazón. El amanecer
coloreó el cielo dorado detrás de ellos, haciendo que su piel pareciera sumergida en
metal fundido.
"No puedo agradecerles lo suficiente por lo que hicieron", me atraganté, la
emoción me inundó mientras miraba a mis hermosos guerreros, deseando poder acercarlos
a todos. Los necesitaba juntos, rodeándome, carne contra carne. Por mucho que
adorara que Kyan estuviera tan cerca, necesitaba los toques posesivos de Saint, las firmes
caricias de Blake y los fuertes brazos de Monroe para abrazarme también. Para cualquiera
fuera de nosotros, estaba seguro de que habría parecido extraño. Pero deseaba a todos
estos hombres por igual. Los anhelaba como si fueran cuatro ingredientes de mi propia
marca de heroína, que satisfacían perfectamente mis necesidades.
"No hay necesidad de agradecernos", dijo Saint, con la mandíbula apretada mientras
me miraba. Había una sombra en sus ojos que hablaba de lo poco que había dormido y
mi corazón se apretó por él.

Blake colocó su mano en el cristal donde estaba la mía, avanzando mientras sus
cejas bajaban y una necesidad urgente llenaba sus profundos ojos verdes. "Necesitas
mejorar", gruñó, el miedo cruzó por su rostro ante la idea de perderme. Mi pobre chico
dorado había perdido demasiado en este mundo y yo no iba a ser otra cicatriz en su
corazón.
"Estaré bien", prometí. “Uno de los médicos me dio ayer algunos medicamentos
de última generación y desde entonces me siento mucho mejor. Sólo estoy…” Me mordí el
labio.
“¿Qué, princesa?” Monroe gruñó, su hombro presionando el de Blake pero no de una
manera diseñada para apartarlo a un lado. Pude ver que el vínculo entre ellos había
crecido desde que yo me había ido. Encajaba entre ellos mejor que nunca, se había
deslizado tan perfectamente en sus filas que era como si nunca hubiera faltado en su
tribu.
"Simplemente estoy débil", admití. “No tengo energía. Se siente como la vida
Me lo han succionado.
"Entonces lo devolveremos", dijo Saint, de hecho. Sus rasgos eran

neutral, pero la intensidad en sus ojos insinuaba la criatura desesperada que vivía
bajo su duro exterior. Le dolía la necesidad de controlar esta situación, de hacerse
cargo y ocupar el lugar de Kyan a mi lado. Pero la confianza que tenía en su hermano
era férrea. Y supe que podría lograr contenerse. Era lo que mejor hacía. Sólo esperaba
que no tomara demasiado
peaje sobre él.
"Descansa", exigió Monroe y Saint asintió en señal de acuerdo, dirigiendo al

otros se alejaron de la ventana, sus ojos se detuvieron en mí por más tiempo antes de
alejarse.
Blake puso su mano en el hombro de Monroe e incluso Saint estaba más cerca.
hacia ellos de lo que lo haría normalmente, su brazo rozando el de ellos como lobos que se
consuelan con sus compañeros de manada.

Kyan me alejó de la ventana y me di la vuelta en su agarre.
Mis dedos se movían íntimamente a lo largo de sus brazos y pecho, todavía tratando
de convencerme de que realmente estaba fuera de ese infierno y de regreso a
donde pertenecía.
"¿Qué necesitas?" —preguntó, su voz profunda de barítono hizo que mi pulso se
acelerara. Si había una forma de inyectarme vida, era estar tan cerca de cualquiera de mis
Guardianes Nocturnos. Encendieron mi alma y la hicieron arder más brillante y más caliente
que cualquier estrella del universo.
"Necesito..." Pensé en ello, luego noté la forma en que mi cabello colgaba lacio sobre
mis hombros y una sonrisa esperanzada apareció en mis labios. "Un baño."
Kyan no hizo ningún comentario sugestivo mientras me levantaba, me llevaba
directamente al baño y comenzaba a llenar la enorme bañera con patas. Miré la ropa blanca
que me habían dado las enfermeras y que yacían tiradas en un rincón, sin querer volver a
verlas nunca más.
La mirada de Kyan se levantó mientras se arrodillaba junto a la bañera, su mano cortaba
el agua mientras revolvía un poco de gel de baño de flor de miel. Su garganta se movió
cuando vio mi piel desnuda, pero no había deseo en sus ojos.
Sentí una furia ártica, de asesino en serie, que me heló los huesos. Su mirada recorrió los
moretones donde las agujas me habían perforado los brazos innumerables veces, las marcas
sin duda dejadas en mi cuello por Jonas y finalmente en mi cintura, que era más delgada que
nunca, mostrando demasiado los huesos de mi cadera.

mucho. El virus me había mordido y estaba claro.
"Soy un sobreviviente", le dije a Kyan, necesitaba decirlo en voz alta porque no quería ni
una pizca de su lástima. “Puede que tenga cicatrices, pero no me definen. No me mires como
si fuera un animal herido al que quieres vengar, Kyan.
Se puso de pie, su sombra cayendo sobre mí mientras avanzaba y se inclinaba
para apoyar su frente en la mía. Su pulgar recorrió la longitud de mi columna, haciendo que
un profundo temblor resonara en mis huesos. “No me da lástima

Tú, Tatum, te adoro. Tu dolor me hace querer pecar, pero tu fuerza me hace querer
arrepentirme. Soy un demonio que intenta que le crezcan alas parándome en tu luz
cegadora”.
"No quiero alas tuyas". Lo rodeé con mis manos, anotando
Mis pulgares sobre sus omóplatos. “Te amo tal como eres. Cada garra afilada, cada
sombra oscura en tu corazón y toda la dulzura intermedia que ni siquiera puedes
ver”.
"¿Por qué me amas?" preguntó con una voz infantil que hizo que mi corazón se
hiciera añicos. Lo miré fijamente a los ojos, necesitando que lo supiera. ¿Cómo podría
no saberlo ya?
“Porque tu alma está hecha a la medida de la mía. Te amo con todo lo que soy y todo lo que soy
alguna vez lo será, Kyan. Y pasaré todos los días a tu lado haciéndote ver por qué
eres digno de todo lo que el mundo tiene para dar”.
"¿Incluso tú?" preguntó, acercándome por la cintura. "¿Soy digno de ti, bebé?" Había
una súplica desesperada en su voz, como si necesitara saber esto por encima de
cualquier otra cosa y me dolía que pudiera dudarlo. Pero lo entendí. La vida
que había llevado lo había moldeado de esta manera. Así que mi misión sería
asegurarme de que se sintiera digno de todo el universo y de cada átomo que
contiene.
"Especialmente yo", gruñí y él cerró los ojos mientras se empapaba de esos
palabras, sus manos apretándome hasta el punto de sentir dolor.
Me levantó, me llevó al baño y me acostó en el agua.
Las burbujas formaron espuma a mi alrededor e incliné la cabeza bajo la superficie para
eliminar la sensación de ese horrible lugar en mi carne. Y cuando salí del agua, me
sentí como un fénix resurgiendo de las cenizas. Recuperé dos partes de mí. Y en un par
de semanas, me reuniría con los últimos tres pedazos de mi alma y estaría completo
una vez más.
A pesar de mis mejores intenciones, no podía dormir. La medianoche había llegado y se
había ido y ese maldito reloj seguía haciendo tictac, tictac, tictac hasta que amenazó con
quemar la cordura de mi mente y dejarme como nada más que un monstruoso desastre de
un hombre.
Me levanté, odiando la interrupción de mi rutina y aun así sabiendo que no podría
reclamar dormir ahora. Para mí era difícil enfrentarme a una bestia en el mejor de los
casos y esta noche no había ninguna posibilidad.
Habían pasado dos semanas. Dos semanas precisamente desde que entramos en
el laboratorio secreto de mi padre y robamos su bien más preciado y el nuestro de una sola
vez. La vacuna que había recibido estaría en pleno efecto ahora y el período de aislamiento
de Tatum terminaría a la una y cuatro minutos. La hora exacta resultó ser ahora cuando
me levanté de mi cama y caminé hacia el borde del balcón para contemplar el Templo
dormido debajo.
Sentí un dolor en mi pecho. Una necesidad desesperada y egoísta de acudir a ella, de
despertarla de su sueño, estrecharla entre mis brazos y asegurarme de que ella estaba
aquí, total y plenamente ella misma una vez más. Recuperada después de su tiempo de
descanso y del riguroso cronograma de recuperación que le había marcado.
Reabastecida y vibrante y una vez más lista para ocupar su lugar como dueña de mi alma.
Mi obsesión con ella era peligrosa. Mi necesidad por ella es insondable.
Y en todo el tiempo que pasamos separados, lo único en lo que había podido pensar era en la
dulzura de sus besos y en el hecho inevitable de que yo no era digno de

a ellos. Pero ahora yo era su criatura. Y no estaba seguro de poder continuar
evitar la llamada de ella.
El distante clic de una puerta abriéndose me llegó en el silencio y mi aliento se quedó atrapado
en mi pecho cuando ella salió. Tatum salió al espacio abierto de abajo con una camiseta blanca que
debió ser de Kyan con sus pies descalzos sobre las losas.
Miré a Monroe, que yacía durmiendo en el sofá, como se había convertido
su rutina, pero él no se movió y le devolví mi atención a ella.
Mi corazón dejó de latir mientras la miraba, esperando permiso para continuar.
mientras miraba fijamente a esta sirena que me había cautivado por completo.
Su mirada se levantó repentinamente para encontrarse con la mía y mi corazón se catapultó
a moverse una vez más, la sangre latía por mis venas a un ritmo furioso mientras la necesidad de ir
hacia ella me abrumaba hasta el punto de inmovilizarme.
Mi agarre en la barandilla delante de mí se hizo más fuerte hasta que estuve seguro de
que mis uñas estaban formando medias lunas en la madera. Ninguno de nosotros se movió. Nos
quedamos mirándonos el uno al otro mientras se formaba una tormenta entre nosotros y mi piel
hormigueaba con la energía que era enteramente ella.
Si me movía aunque fuera un centímetro, me iba a romper. mi control seria
quebrar. La tomaría, la poseería, la consumiría y la devoraría de todas las formas posibles hasta
que no quedara nada de ninguno de los dos.
Ella rompió la quietud entre nosotros primero, sosteniendo mi mirada mientras comenzaba a hablar.
caminar. Mi mandíbula se apretó con tensión mientras me mantenía inmóvil, observando, esperando,
tratando de resolver este enigma a pesar de que sabía que nunca obtendría una respuesta.
Ella era una imposibilidad. Una respuesta a todas las cosas que me había estado perdiendo.
Una picazón que necesitaba rascarme desde hacía más tiempo del que podía recordar. Una pieza
de un rompecabezas que supuse que siempre quedaría incompleta.
Subió las escaleras lentamente, subiéndolas una a la vez, mi corazón latía con fuerza
con cada paso que daba, mis extremidades temblaban por lo fuerte que las sostenía. Si me
rompiera ahora no habría vuelta atrás.
Mi cabeza giró lentamente mientras ella subía las escaleras, manteniéndola fija en mi mirada
hasta que llegó a la cima y avanzó hacia mí al mismo ritmo mesurado.
Había una orquesta empezando a sonar en mi cabeza, tocando una pieza que nunca había escuchado.
escuchado antes pero estaba desesperado por componer. Porque era la música de ella. Era
cada nota hermosa, intrincada y complicada de su perfección, era una sinfonía en ciernes, una
historia con un potencial ilimitado. Era oscuro, brutal, luminoso y poderoso, puro y corrupto. Su. La
chica que domesticaba monstruos. El que me poseía.
Mi polla se hinchó con un dolor que sentí en cada hueso de mi cuerpo y por cada paso
que ella daba hacia mí, la necesidad palpitante en todo mi ser solo crecía.
Tatum se quedó quieta a mi lado, sus ojos azules brillaban con tanto calor que me quemó
cuando encontró mi mirada. Su piel había recuperado su brillo saludable, sus labios como dos
pétalos de rosa roja y sus ojos del tono de zafiro más deslumbrante que jamás había
conocido. Sus pezones estaban duros y presionaban contra la tela de la camisa blanca que
llevaba, visibles a través de ella incluso a la luz de la luna que se derramaba a través del vitral.
La doraba en un color plateado rosado que sólo la hacía parecer más etérea que nunca.
Ni siquiera estaba seguro de cuánto tiempo estuvimos mirándonos el uno al otro, mi
comprensión normal de cada minuto preciso se desvanecía como si no importara en absoluto
mientras miraba el rostro de mi deidad.

Su lengua recorrió su labio inferior, haciendo retumbar un gruñido de deseo.
en mi pecho mientras sus ojos recorrían mi torso desnudo hasta el contorno menos que sutil de mi polla
que sobresalía a través de mis boxers para ella.
Tatum se movió, sus rodillas se doblaron mientras comenzaba a hundirse hacia el suelo.
pero mi mano se soltó y agarré su muñeca antes de que pudiera arrodillarse, sacudiendo la cabeza
mientras la confusión crecía en sus ojos.
"Esta noche no te arrodillas ante nadie", dije con la voz áspera mientras luchaba por
contener lo peor de mí, aferrándome desesperadamente a las cadenas que ataban al demonio en mí
mientras comenzaban a escaparse de mis manos.
Sus labios se abrieron en lo que estaba seguro era una queja, pero antes de que pudiera emitir
siquiera un sonido, me giré completamente para mirarla y me dejé caer sobre mi
rodillas en su lugar.
Tatum contuvo un grito ahogado y mi resolución comenzó a hacerse añicos, mis dedos
rozaron las puntas de los dedos de sus pies mientras le daba un último poco de energía para tratar de
resistirme antes de darme cuenta de que estaba librando una batalla que ya había
perdido.
Deslicé mis manos hacia adelante, mis dedos lentamente tallaron líneas en la parte superior.
de sus pies descalzos antes de rodear sus tobillos. Arrastré mis manos por sus pantorrillas mientras
su respiración se hacía más profunda, mi barbilla se inclinaba hacia atrás mientras la miraba a los ojos.
Continué el camino de mis dedos por sus piernas, acariciando la suave piel en la parte posterior de
sus rodillas antes de aventurarme más arriba por sus muslos, deteniéndome solo cuando la plenitud
de su redondo trasero fue apretada con fuerza en mi agarre.
Gemí cuando me di cuenta de que no tenía bragas y mis dedos cavaron.
en su cálida carne mientras intentaba encontrar la fuerza para contenerme.
"Si no me quieres así, dímelo ahora", le ordené, abrazándola.
mirada mientras sus pupilas se dilataban. “Porque estoy al borde de la punta de un cuchillo
y necesito que me lo dejes claro. Qué deseas,
¿sirena?"
Un latido de silencio se cernió entre nosotros sin palabras que lo perforaran, luego Tatum
agarró el dobladillo de la camiseta que llevaba antes de quitársela del cuerpo para revelar su
desnudez debajo.
Su pecho subía y bajaba pesadamente mientras tiraba la camisa a un lado y ni siquiera me
importó que debiera haber aterrizado en algún montón imprudente en el suelo mientras yo solo la
miraba fijamente, el cabello dorado cayendo en cascada alrededor de su rostro mientras miraba.
directamente hacia mí.
"Todos saluden a la reina", susurré, lo suficientemente alto para que ella pudiera escuchar y su
La respiración se entrecortó mientras la empujaba hacia adelante un paso y mi boca aterrizó en
el calor de su coño desnudo.
Las manos de Tatum se movieron hacia abajo para agarrar mi cabello fuertemente rizado
y ella me acercó, tomando todo lo que pudo de mí mientras un gemido entrecortado escapó de
sus labios.
La sinfonía en mi cabeza estaba ganando ritmo ahora mientras la acariciaba.
con mi lengua, disfrutando de los escalofríos de placer que sentí en ella mientras rodeaba su
clítoris, mi mano se movía entre sus piernas hasta que introduje dos dedos en su coño empapado.
Ella gritó mientras los metía y sacaba en perfecta sincronía con el movimiento de mi lengua
en su clítoris, reproduciendo la música que escuchaba en su cuerpo mientras mi pulgar jugueteaba
con su trasero. Ella jadeó cuando ejercí un poco de presión, su agarre en mi cabello se apretó
mientras mi nombre se deslizaba de sus labios y mi polla palpitaba con un dolor que estaba
desesperado por satisfacer, el líquido preseminal lo hacía deslizarse contra la tela de mis
boxers. Fue una mínima fricción, pero combinada con el sabor de ella en mi boca y la
sensación de su coño apretado alrededor de mis dedos, fue suficiente para hacerme gemir.
Bombeé mi mano más rápido, mi pulgar presionó su trasero un poco más fuerte con cada
embestida hasta que finalmente lo introduje en ella también y ella se corrió.

con un grito lo suficientemente fuerte como para hacer que Monroe dijera algo mientras dormía.
en el sofá.
El sonido de ella viniendo hacia mí fue suficiente para romper los últimos
fragmentos de control a los que me aferraba y me puse de pie, levantándola en mis
brazos y enrollando sus piernas temblorosas alrededor de mí mientras la besaba fuerte y
hambrientamente.
La golpeé contra la puerta del baño, aplastando mi polla entre sus muslos y
haciéndola gemir mientras metía mi lengua en su boca y probaba la mezcla perfecta de
su deseo bailando entre nosotros.
Las manos de Tatum todavía estaban en mi cabello, agarrando casi lo suficiente como para tirar
desde las raíces y gruñí mientras empujaba contra ella más fuerte, la barrera de mis
boxers era lo único que nos dividía mientras su humedad los empapaba.
Monroe murmuró algo otra vez y yo gruñí mientras tomaba una mano de
su trasero, alcanzando la manija de la puerta y arrojándonos al baño. No la estaba
compartiendo. Ahora no. No esta primera vez. Esto íbamos a ser ella y yo y no iba a
parar hasta que los dos ni siquiera pudiéramos recordar nuestros nombres, y
mucho menos nuestros problemas. Habían tenido sus oportunidades de
Reclamarla así y ahora era mía.
Cerré la puerta de una patada y la cerré con llave por si acaso mientras Tatum tomaba
sus piernas de mi cintura, aterrizaba sobre sus pies y raspaba con sus uñas mi pecho
mientras iba hacia mi cintura.
Enredé mis dedos en su cabello, besándola con moretones mientras ella empujaba mi
Boxers bajados y mi polla saltó libre, dura, dolorida y desesperada.
Estaba completamente oscuro aquí con la puerta cerrada, pero nuestros cuerpos
estaban tan sincronizados entre sí que no hizo la menor diferencia.
Agarré sus caderas y la giré, inclinándola sobre el fregadero y hundiendo mi polla
en ella con un empujón salvaje que la hizo gritar cuando mis bolas golpearon su clítoris.
Estaba tan jodidamente apretada, su coño me agarraba y hacía que mi polla palpitara
con más necesidad de la que jamás había sentido en mi vida.
Mis dedos se curvaron alrededor de sus caderas y comencé a follarla tan fuerte como
pude, una bestia salvaje sin restricciones e incapaz de detenerse mientras ella gritaba, jadeaba
y maldecía mi nombre al menos tan a menudo como lo elogiaba.
Los productos en el estante sobre el fregadero comenzaron a traquetear con la fuerza de
mis embestidas y ni siquiera me importó una mierda cuando todos comenzaron a caer
en el suelo.
Que reine el puto caos para mi diosa.
La oscuridad hizo que la música en mi cabeza pareciera más fuerte, su voz aguda
en el placer la melodía perfecta para el crescendo que podía sentir venir. Pero quería verla.
Necesitaba verla desmoronarse por mí, romperse y caer en mis manos, para no dejarla ir
nunca más.
Solté una de sus caderas mientras alcanzaba la luz sobre el
espejo, mis dedos se deslizaron sobre el vidrio frío mientras maldecía y jadeaba y ella
gimió para mí aún más fuerte.
Finalmente logré encontrarlo, tirando de la cuerda y luego golpeando con fuerza mi
mano contra su trasero justo cuando perdí el control de mi cuerpo y Tatum gritó mi nombre
mientras la luz se encendía. Sus ojos azules se encontraron con los míos en el espejo
cuando ambos nos corrimos con fuerza, gritando de placer, su coño ordeñando mi polla por
todo lo que tenía. No pensé que alguna vez me hubiera corrido tan poderosamente en toda
mi vida y mientras retrocedía, jadeando y doliendo de la mejor manera, la giré para besarla
suavemente.
"Santo", murmuró, sus brazos se enroscaron alrededor de mi cuello y descubrí que
realmente me gustaba que me tocara así. Incluso si fue inesperado o estuvo fuera de
control, quería más. Hasta la última gota.
"Te amo, Tatum Rivers", gruñí, pasando mis dedos por su
pecho, acariciando todo el ascenso de su pecho y provocando su duro pezón. "I

No pensé que pudiera sentir algo como lo que siento por ti. No pensé que hubiera suficiente
bien en mí para eso. Y mi amor no es algo ligero y liberador, es obsesivo y tóxico,
controlador e insaciable. Pero lo siento todo por ti”.
"Yo también te amo, Saint", respiró ella. "Puedes ser la peor persona que he
Nunca te has enfrentado, pero también eres uno de los mejores. Me siento vivo cuando estoy
contigo de la manera más increíble y solo quiero que siga y siga.

y nunca terminar.”
"Nunca termina, ¿eh?" Mis labios se curvaron en las comisuras mientras mi mano se movía
entre sus muslos, recorriendo el desorden de mi semen que la marcó, la manchó, demostró que
realmente la había reclamado.
Sus manos acariciaron mi pecho, recorriendo de un lado a otro las palabras de
mi tatuaje y eso me gustó muchísimo. Me gustaba que ella tuviera el control casi tanto como
me gustaba tomar el control de ella.
"Dime lo que quieres", gruñí, acompañándola hasta que estuvimos

Dentro de la ducha y abrí el agua.
"Ser dueño de ti", respiró ella, con los ojos llenos de honestidad. "Como si fuera tuyo
a mí."
"¿Sólo yo?" Pregunté mientras levantaba la mano para quitar el cabezal de la ducha del
soporte para rociarlo entre sus muslos y lavar el desastre que habíamos hecho allí.
"No", jadeó mientras yo usaba mis dedos para ayudarla a lavarla y luego me moví.
el cabezal de la ducha más cerca de su clítoris. "Quiero ser dueño de ustedes cuatro".
Eso debería haberme cabreado. Esa habría sido la reacción normal, ¿no? Pero en
lugar de eso, mi polla se estaba endureciendo de nuevo y estaba pensando en todas las formas
en que podríamos hacer realidad ese sueño.
"Bien", respiré, besándola mientras deslizaba el cabezal de la ducha sobre su clítoris y
devorando el gemido que caía de sus labios.

La presión del agua era jodidamente celestial aquí. Me aseguré de que fuera
cuando el Templo se había convertido para nosotros y seguí besándola mientras
movía el spray de un lado a otro entre sus muslos.
Tatum gimió mientras yo jugaba con su pezón y cada toque inesperado de sus manos
en mi carne hacía que mi pulso se acelerara mientras seguía jugando.

con ella.
Mi polla ya me dolía por ella otra vez y sabía que nunca iría.
para saciar completamente esta necesidad en mi cuerpo por ella. Mi adicción
solo estaba creciendo, mi dependencia se hacía más profunda y tenía la intención de
drogarme tanto como pudiera antes de que el agotamiento nos obligara a detenernos.
Porque no veía ningún final aparte de eso.
Tatum jadeó cuando se acercó a su orgasmo, su mano agarró mi bíceps para
dirigir el cabezal de la ducha al lugar exacto donde quería sentir la presión de esa agua.
Solté su pecho y moví el dial de la ducha, cambiando la temperatura a fría justo
cuando ella se corrió, la combinación de placer y shock llevó su cuerpo a nuevas alturas.
Su grito estaba más allá de los límites de este baño y estaba seguro de que ya debía
haber despertado a los demás, pero no me importaba. Esta noche ella era mía. Mañana
resolveríamos el resto.
Volví a poner la ducha caliente y la coloqué encima de nosotros nuevamente mientras
La levantó y la inmovilizó contra la pared. Mi sólida polla presionó contra su calor y la
miré a los ojos mientras vacilaba allí con el agua chocando.

abajo sobre nosotros.
"Toda mi vida he luchado con todo lo que tengo para mantener el control en
todo", le dije mientras ella me miraba, con las manos apoyadas en mis hombros y el
cabello mojado pegado a su piel. "Y luego llegaste tú y trajiste más caos a mi vida del que
jamás hubiera creído que podría

manejar. Intenté romperte. Pero fuiste tú quien me rompió. Me obligaste a salir de mi zona de
confort una y otra vez hasta que ya no supe lo que se sentía cómodo. Haces que me pique la piel
con la necesidad de más.
Y tú eres eso más. Espero que te des cuenta de que nunca te dejaré ir
ahora."
"¿Prometes?" Ella respiró, haciendo que mi alma ardiese por ella mientras empujaba
hacia adelante, mi polla se hundía en ella como si estuviera hecha solo para ese propósito y gemí
ante la perfección de ese sentimiento, de que su cuerpo fuera dueño.

mío.
"Lo prometo, sirena."
Una sonrisa iluminó sus labios que era tan pura y brillante que hizo que mi corazón se acelerara
y cuando nuestros cuerpos comenzaron a moverse juntos una vez más, me encontré sintiéndome más
liviano de lo que me había sentido desde que tenía uso de razón.
Tatum Rivers podría haber sido el cebo perfecto para el monstruo que hay en mí, pero
ella también fue el bálsamo para ello. Había domesticado a cuatro hombres salvajes y destrozados
y todo lo que podíamos hacer ahora era adorarla y esperar que nunca quisiera escapar de nosotros.
Pero de cualquier manera, no la dejaría ir.

Me desperté en los brazos de un monstruo diferente por primera vez en dos semanas.
Saint yacía detrás de mí, mi cuerpo curvado contra el suyo mientras él me sostenía, ni
una sola capa de ropa separaba nuestra carne caliente. Sus músculos estaban
bloqueados a mi alrededor, manteniéndome cautiva incluso mientras dormía. Pero
resultó que él también era mi cautivo y nunca lo liberaría.
Mi piel zumbaba y zumbaba por lo que habíamos hecho anoche. santo tenia
Me reclamó con la ferocidad castigadora del Diablo. Y no lo habría hecho de otra
manera.
Mis ojos se abrieron y tomé el tiempo mirándome desde el
reloj en su mesita de noche, mi confusión dio paso a un pequeño nudo de pánico.
Oh, mierda.
Eran las diez y tres minutos y Saint iba a perder la cabeza. Qué
¿Qué diablos pasó con la alarma?
Se agitó, su boca rozó mi cuello y me arqueé hacia él automáticamente,
saboreando la forma en que su toque enviaba una ráfaga de electricidad a través de mi
carne. Su polla estaba dura y presionaba fuertemente mi trasero mientras lo aplastaba.
Mis caderas se apoyaron contra las de él, un suspiro que era tan poco santo que me hizo
sonreír. Parecía contento. ¿Y cuándo fue la última vez que la bestia de corazón negro que
residía en esta iglesia estuvo contenta?
Extendí la mano rápidamente, golpeando el despertador para que no estuviera frente a
nosotros antes de girarme para mirarlo. Él me arqueó una ceja. “Soy bastante consciente de la
hora, Tatum. ¿Quién crees que apagó la alarma? ¿Un maldito duendecillo?
Mis labios se abrieron en shock. Como un shock legítimo. "¿Por qué?" Me resistí. “¿Y por
qué no estás escalando las paredes ahora mismo?”
Me agarró la cintura, tirando de mí hacia su cuerpo y besándome, su lengua entrando en
mi boca en movimientos controlados que parecían presionar cada botón de mi deseo. Rompió
el beso antes de que yo estuviera siquiera a punto de terminar, dejando mis labios
hormigueando y hambrientos de más.
“Sólo hay un momento que importa ahora. Y ese es el tiempo que paso contigo”, dijo,
devorándome con los ojos mientras recorrían mi boca, mi garganta, mis pechos. “Además,
todavía necesitas descansar. No estoy por encima de romper mi rutina, sólo por ese propósito”.
“Estoy completamente bien ahora y lo sabes. Nunca rompes tu rutina”, dije. "Te vuelve
loco".
"Bueno, supongo que entonces estoy irremediablemente loco", dijo, sonando completamente
cuerdo y sexy como el infierno. Me empujó sobre mi espalda, moviéndose encima de mí con
un movimiento fluido, presionando su peso hacia abajo mientras la punta de su dura polla se
deslizaba contra mi entrada resbaladiza.
Un aliento se atascó en mi garganta mientras agarraba sus poderosos hombros,
levantando mis caderas mientras lo instaba a tomarme. Pero no lo hizo, sonrió sombríamente,
observando mi expresión mientras me mantenía en suspenso, disfrutando de tenerme en esta
posición. Todavía no podía creer que no estuviera descendiendo hacia

Tercera Guerra Mundial ahora mismo en este maldito tiempo. Pero ciertamente no me
estaba quejando.
"¿No anhelas tener control sobre tu día?" Pregunté con voz ronca mientras él seguía
una línea de besos a lo largo de mi mandíbula, cada uno considerado y deliberado.
“ Te tengo a mi merced, ¿cuánto más control podría desear cualquier hombre?

¿En este mundo o en el próximo?
Mi estómago dio un vuelco y giré la cabeza para buscar su boca, pero él
Me lo negó, forzando mi cabeza hacia el otro lado con sus dedos para poder seguir
besándome como y donde quisiera.
"En realidad eres un romántico total, ¿te das cuenta?" Bromeé sin aliento, con
mi núcleo tan empapado que estaba tocando sus caderas en un esfuerzo por atraerlo
hacia mí. Pero probablemente me haría caer como el Muro de Berlín antes de darme lo
que quería.
“El romance es un concepto. Simplemente digo la verdad tal como la percibo”, afirmó.
razonado.
"Eso es lo que lo hace romántico", continué burlándome de él, corriendo mi
Sin duda, los duros planos de su musculosa espalda. Se inclinó sobre mí, un gruñido
retumbó a través de él que me recordó al animal en él que me había reclamado anoche.
Finalmente había renunciado al control. Control total y absoluto. Y lo había sido para mí. Tal
vez realmente no necesitaba su rutina hoy.
“Entonces, ¿vas a vivir salvajemente ahora? ¿Levantarte a las siete minutos de la hora
que quieras, saltarte el gimnasio y desayunar un plato de Cap'n Crunch?
Bromeé, pero él hizo una mueca y su expresión se volvió tensa.
Intentó alejarse, pero lo agarré de los brazos y me negué a dejarlo ir.
La culpa me invadió.
Sus ojos se movieron a algún lugar más allá de mi cabeza mientras suspiraba. "Yo sé eso
Soy difícil, sé que no soy como los demás…”

“No quise molestarte. De hecho, quiero entender. Explícalo a
yo”, pregunté seriamente. "Dime cómo es".
Saint respiró hondo y me miró mientras acariciaba un mechón de pelo dorado.
pelo detrás de mi oreja. “Hay en mí una necesidad profunda y ardiente de que todo sea
totalmente inmutable. A veces, puedo encontrar un solo momento que dura unos segundos en
el que contengo la respiración y toda mi existencia parece que vale la pena. Todo
está quieto, limpio, perfecto. Cada error de mi pasado se borra, cada punto, deslustre y
mancha se desvanece hasta que todo lo que puedo ver es un mar blanco y puro de calma.
Pero no puedo retenerlo. Se desliza entre mis dedos como granos de arena, pieza por pieza
gloriosa hasta que me quedo tratando de levantar cada una de ellas del suelo. Es… caos”.
"Eso suena como una pesadilla", respiré con tristeza y él asintió, su
pulgar deslizándose suavemente por la curvatura de mi garganta.
“Con cada grano de arena que cae, me enfrento una vez más a cada fracaso en mí
mismo, hasta que recuerdo lo asquerosamente promedio que soy en realidad. Sin
embargo, cada vez me engaño pensando que puedo encontrar ese lugar de perfección nuevamente.
Que la próxima vez que lo alcance me lo quedaré. La próxima vez llegará para quedarse. Me
someto a estándares brutales y salvajes que atraviesan carne y hueso y me exigen estar en
la cima de una montaña como un dios. Cada decisión que tomo es analizada, criticada,
deconstruida y luego reconstruida de nuevo. Y para empeorar las cosas, también te he
obligado a cumplir esos estándares, Tatum. Te he exigido que seas perfecto, pero fue
necesario perderte para darte cuenta de lo vil que es en realidad la perfección demoníaca.
Y siempre fue mi demonio el que debía soportar, nunca el tuyo. Eres hermosa y
sorprendentemente humana. Y ya no tengo miedo de ser humano también. Porque si tengo
que atenerme a cualquier estándar, mi sirena, mi corazón, mi puto todo, entonces no hay
mayor estándar en la tierra que tú”.
"Santo", jadeé, inclinándome hacia arriba, sintiendo su aliento contra mis labios.
“Durante muchos años pensé que la felicidad era una palabra que pertenecía
a tontos y tontos, a aquellos que no tenían ambiciones de grandeza, que no lograrían
nada más que sueños inútiles mientras vivían vidas pequeñas e irrelevantes. Pero ahora
veo que mi vida era pequeña. Y ese amor no es un sueño infantil, sino el único sueño
que he tenido que sirve a un propósito mayor que yo mismo. Me he enamorado de ti
como esos granos de arena que alguna vez me ataron tan completamente, deslizándose
uno a uno, lentamente en el tiempo, sin que yo me diera cuenta. Y de alguna
manera, ahora que el último ha caído ya no hay caos, sólo paz, completa, jodida, paz.
Así que los dejaré mentir, Tatum Rivers. Dejaré que mientan por ti”.
Capturé sus labios, mi corazón se expandió, llenándose con la belleza de sus palabras
y el sacrificio que sabía que había requerido que él las dijera. Sostuvo mis caderas,
inclinando mi cuerpo para que él lo reclamara y mis dedos se apretaron contra sus hombros
mientras anticipaba la plenitud de él dentro de mí. Se agachó para enganchar mi rodilla
debajo de su brazo, levantándola en un movimiento lento y deliberado que hizo que mi
corazón latiera de manera desigual.
"Si van a follarse de nuevo, ¿pueden avisarme?
porque encontraré otro sofá para dormir”, llamó Monroe desde abajo, con una nota
de irritación en su tono.
Saint estaba claramente a punto de follarme de todos modos, así que le di una palmada en el
hombro y le di una mirada firme.
"No seas idiota", siseé y él sonrió. Lo empujé hacia atrás, mi corazón
También ansiaba estar cerca de mis otros Guardianes de la Noche y la expresión de
Saint se suavizó como si entendiera exactamente lo que quería.
Se alejó de mí, de repente se puso de pie y se puso los bóxers mientras
Caminó hasta el borde del balcón. Salté tras él, agarré una bata de seda, me la puse
y la até en su lugar mientras corría hacia el lado de Saint. I

Miré a Monroe en el sofá, el oscuro tatuaje de la tigresa en su amplio pecho parecía de
alguna manera más monstruoso de lo habitual mientras me miraba.
"Buenos días", llamé y Monroe me sonrió antes de lanzar una mirada de celos.
mira santo.
"Buenos días, princesa", dijo, pasando una mano por su desordenado
cabello rubio y mis dedos se movieron con la necesidad de hacer lo mismo. Parecía
increíblemente comestible por las mañanas, todo con ojos somnolientos y bestial.
Blake estaba en la cocina preparando café y me miró con una mirada
anhelo en sus ojos que punzó mi corazón. Tenía muchas ganas de ir con él, con
Monroe, con Kyan. Demonios, necesitaba que todos ellos me rodearan. No sabía cómo
explicarlo ni qué pensaban de ello. La idea de que pudiera estar enamorada de cuatro
hombres era una locura y, sin embargo, era cierta. Pero no sabía cómo dividirme entre
todos ellos. Tampoco sabía si siempre sería suficiente para ellos de esta manera. Y quería
que todos eligieran esto tal como yo quería elegirlo. Porque si pensaran que puedo
ser suficiente, entonces mi misión en la vida sería serlo. Los amaría a todos tan
profundamente y tan ferozmente como a cada uno de ellos. Y necesitaba que lo supieran.
"No sé qué están mirando ambos", dijo Saint secamente. "Reclamé a nuestra chica al
igual que el resto de ustedes".
"Lo que más me molesta es que nos hayas regalado el regalo de escucharlo".
Monroe gruñó y sus ojos se oscurecieron.
"Bueno, no voy a disculparme por tu falta de ingenio, Nash".
Dijo Saint con frialdad. “Podrías haberte comprado unos tapones para los oídos de
cualquiera de mis cajones, o podrías haberte mudado a dormir con Blake o Kyan. O
incluso haber regresado a las habitaciones del director. No soy responsable de
dónde decidas estar mientras yo estoy jodiendo...
"Para." Clavé mi codo en el costado de Saint y él me dio una sonrisa de
psicópata.
"Solo para que conste, yo también te escuché", añadió Blake y el calor subió por mis
mejillas. Mierda, ¿fui tan ruidoso?
Saint se encogió de hombros, su expresión ligeramente engreída. "Nuevamente, no es mi problema".
Kyan entró en la habitación, con una mano metiendo sus boxers mientras reorganizaba
abiertamente su basura y sus ojos solo se entreabrieron mientras se aferraba a dormir. Sin
embargo, sus ojos se abrieron completamente mientras me buscaba en el balcón y una
sonrisa de reojo apareció en sus labios. "¿Así que ustedes dos finalmente jodieron?"
"Jesús, Kyan", gruñí. “¿Ni siquiera me digas que lo escuchaste ?”
"Sí", dijo, su sonrisa cada vez más voraz. "Oh, por cierto, apuñalé una almohada
catorce veces cuando me despertaron, así que si pudieras pedir una nueva de esas,
hermano, sería genial". Le guiñó un ojo a Saint que

erizado.
"Tatum nunca volverá a dormir en tu cama si esas palabras son ciertas", advirtió Saint y
Monroe y Blake parecieron estar de acuerdo. Quiero decir, tenían razón.
No quería despertar accidentalmente a Kyan una vez y terminar destripado por su cuchillo de
caza.
Kyan bostezó ampliamente, moviéndose hacia el refrigerador para sacar la leche y comenzar
a beber del biberón. "No te preocupes, lo único que corre el riesgo de que Tatum sea ensartado
es mi polla".
"Divertido", dije inexpresivamente. "Oficialmente no está permitido tener cuchillos en la cama".
"Yo no te apuñalaría, cariño", dijo seriamente. "Puedo sentir cuando estás
tan cerca como ese niño de esa película espeluznante que puede sentir a los muertos”.
"Eso no es reconfortante", dije, arrugando la nariz.
Blake cerró de golpe la cafetera, llamando la atención de todos y mis ojos recorrieron su
cuerpo dorado y musculoso mientras me miraba directamente.
“No más discusiones. Baja aquí, Cinders, necesito tocarte.
He estado hambriento de ti durante demasiado tiempo”.

“La quiero a ella primero”. Monroe se levantó del sofá y le hundí los dientes.
mi labio inferior mientras Kyan parecía listo para ir a la batalla por mí también, a pesar de que me
había tenido durante dos semanas enteras. Pero él no me había tenido así . él
De hecho cumplió su palabra al respecto, insistiendo en que necesitaba recuperarme y ni siquiera
usar sus manos sobre mí durante todo este maldito tiempo. Honestamente, había sido casi tan
tortuoso como estar encerrado en ese maldito laboratorio. Tenerlo tan cerca y aun así negarme a
tocarme de la manera que anhelaba que lo hiciera había sido un infierno especial.
Los dedos de Saint rozaron mi brazo posesivamente como si estuviera considerando si me iba
a permitir salir de su lado o no. Pero definitivamente no dependía de él.
"Voy a darme una ducha", anuncié. "Entonces quiero hablar con ustedes todos juntos".
Las cejas de Blake se bajaron, como si estuviera tentado de subir aquí y
Agarrame. Una parte de mí quería que lo hiciera. Pero tenía cosas que debía aclarar antes de
volver a caer en mis deseos. A pesar de que mi cuerpo ya estaba zumbando con la idea de
poner las manos de Blake sobre mí. todas sus manos

sobre mí…
Dios mío, ¿cómo sería tenerlos todos a la vez? Casi gemí solo de pensarlo, luego me
alejé de Saint y caminé deliberadamente hacia su baño, cerrando la puerta detrás de mí y
soltando un suspiro tranquilizador.
Anoche habíamos hecho un puto desastre en esta habitación y mis cejas se alzaron.
cuando encontré todas las botellas que habían estado en el estante encima del fregadero todavía
esparcidos por el suelo. Las toallas usadas también estaban esparcidas al azar por el espacio y
me mordí el labio al recordar la forma en que Saint me había arrastrado fuera del agua después
de terminar de arruinarme contra la pared de la ducha, solo para inmovilizarme contra su cama y
comenzar a devorar. yo de nuevo. en realidad yo

Perdí la cuenta de la cantidad de veces que me había destruido anoche, pero cuando vi mi
trasero en el espejo, sonreí ante el color rosado de mi nalga y el débil contorno de la huella
de su mano en mi piel.
Me duché rápidamente, mis dedos se deslizaron sobre mis pezones endurecidos mientras
No podía desviar mi atención del pensamiento de mis Guardianes Nocturnos todos
presionados contra mí a la vez, su piel contra la mía, sus bocas vagando por mi cuerpo.
Me sequé rápidamente, mi cabello húmedo sobre mis hombros cuando salí, encontré la
habitación vacía y los chicos hablando abajo. Me dirigí al armario, dejé caer mi toalla y abrí uno
de los cajones, mirando toda la hermosa ropa interior que Saint me había comprado.
Una idea entró en mi mente cuando mi dedo se enganchó en un corsé blanco sedoso. I
Lo sacó del cajón, se lo puso y lo combinó con unas bragas a juego antes de ponerse unas
medias color canela transparentes y usar los tirantes del corsé para engancharlas en su lugar.
Me sequé el cabello y me maquillé, tomándome mi tiempo mientras me acicalaba a
la perfección, queriendo sentirme como la realeza después de sentirme como el infierno durante
tantas semanas. Pinté un lápiz labial de color rosa oscuro y puse mis pies en tacones altos
del mismo tono rosa con suelas negras, sonriéndome en el espejo mientras me peinaba. Mi
mirada se centró en la corona que había usado cuando Monroe fue nombrada Guardián Nocturno
y me detuve, un suspiro de diversión se me escapó. ¿Sería totalmente ridículo si lo pusiera
en..?
Lo enganché en mi dedo, colocándolo en mi cabeza solo para mí y observando el efecto
en el espejo. Pues mierda, ¿por qué no puedo usar una corona todos los días de la semana?
Las normas sociales son muy aburridas.
Miré por encima del hombro hacia la puerta y pensé: al diablo, salí y caminé hasta el borde
del balcón. Miré por encima del borde y encontré todo

ellos todavía en sus boxers, luciendo completamente deliciosos.
Blake y Kyan estaban luchando por el control remoto del televisor mientras Saint y Monroe
los incitaban, toda esa carne musculosa hacía que mis muslos se apretaran de necesidad. Los
observé un rato más antes de bajar las escaleras, pensando que sería divertido
sorprenderlos. Me senté en la mesa del comedor, crucé las piernas y sonreí mientras Blake
agarraba el control remoto y saltaba, aullando su victoria. Pero su aullido murió en su
garganta cuando su mirada se posó en mí y el control remoto se le cayó de la mano, golpeando
la mesa de café con estrépito, las baterías explotaron.
"Mío", gruñó como una bestia y luego empujó a Saint y Monroe en el sofá, saltó sobre él y
corrió hacia mí. Los demás se dieron la vuelta cuando Kyan saltó y juro que se quedaron
boquiabiertos.
Blake llegó hasta mí, reduciendo el paso mientras bajaba la cabeza y los ojos.
se arremolinaba con ideas pecaminosas mientras bebía de mi ropa. Extendió la mano, pero
hablé antes de que pudiera poner su mano sobre mí.
"No tocar. Aún no."
Tragó fuerte y dejó caer la mano decepcionado mientras los demás se movían para pararse
a ambos lados de él, los cuatro mirándome como perros callejeros hambrientos de sobras.
"Te ves increíble", dijo Nash con voz áspera.
"Hermoso", añadió Blake.
“Sensacional”, recortó Saint.
"Jodidamente comestible". Kyan sonrió y los dedos de mis pies se curvaron en mis zapatos
mientras todos me miraban y sentía como si estuvieran mirando directamente debajo de mi carne.
Les devolví una sonrisa seductora, aunque mi corazón latía con fuerza mientras
consideraba lo que quería de ellos. Me tragué la bola que se elevaba en mi garganta y respiré
con mesura, un destello de ansiedad recorrió mi cuerpo ante la verdad que estaba a punto de
extraer de todos ellos.

“Necesito preguntarles algo a todos y necesito una respuesta honesta”, dije y ellos
asintieron, esperando expectantes. “Sé que esta situación no es exactamente… normal. Tú y yo
cuatro, es bastante loco. Pero la cuestión es que, de algún modo, ya no parece una locura. Estar
sola en ese laboratorio hizo que los extrañara a todos más de lo que jamás hubiera imaginado que
extrañaría a alguien ni a nada. Ninguno de ustedes significa menos para mí que el otro. Los
necesito a todos. Estar sin ninguno de ustedes me rompería. Pero también entiendo que,
bueno, sé que es mucho pedirles que me compartan. Solo yo. Cuando pido tenerlos a todos a
cambio”. Mis palabras flotaron en el aire por lo que pareció una eternidad y los cuatro
intercambiaron miradas intensas que hicieron que mi corazón se acelerara. Pero cuando se
volvieron hacia mí, había certeza en sus ojos, ni una sola sombra de duda.
"Te uniste a todos nosotros, cariño", dijo Kyan sombríamente. "Entendí
eso desde el primer día. Te compartiré con mis hermanos, pero ningún otro hombre o criatura
en esta tierra te tocará aparte de ellos y de mí. Y nunca querré a otra mujer excepto a ti”.
Mi corazón latía de manera desigual, pero no tuve tiempo de responder cuando Blake habló
a continuación.
"Soy tuyo. Eres mío. Y el de ellos. Somos una unidad. Atados por la sangre, el dolor y el
amor. No hay otra forma que tenga sentido para mí, Cinders.
“Sí”, asintió Saint, asintiendo con firmeza. “Nuestros reclamos siempre serán iguales.
Nuestras almas están irrevocablemente unidas. Este es el único camino para nosotros. Y el único
uno que quiero”.
Miré a Monroe, la duda hizo que mi corazón se aplastara mientras esperaba su
respuesta, necesitando saber que él también podría comprometerse con esto. No había
estado unido a los demás por tanto tiempo, antes me quería para él solo. Pero si él decía que no
podía hacer esto, no sabía qué haría. Me rompería.
Sin uno de ellos, no podría funcionar. De alguna manera, este increíblemente poderoso
El vínculo que nos mantenía unidos sólo podía funcionar si los cinco lo manteníamos.
Si se rompiera un eslabón, nos quebraría a todos.
“¿Nash?” Respiré, esperanza y miedo envueltos en mi voz.
Dio un paso adelante, sus nudillos rozaron mi muslo, subieron hasta mi cadera y dejaron
un hormigueo a su paso. Continuó arrastrándolos por mi cuerpo, sobre mi estómago, siguiendo
la curva de mis senos, a lo largo de mi garganta hasta que apoyó mi barbilla sobre su pulgar e
inclinó mi cabeza para que lo mirara directamente a los ojos. Su mirada era un pozo de
deseo, anhelo y adoración sin fin, la vista hizo que mi corazón latiera y pateara contra mi
costillas.
“He encontrado un hogar aquí con estos hombres y con usted. nunca me he sentido
tan visto como estoy aquí. Puedo ser la bestia indómita sin la que nací
miedo al juicio. Me haces sentir que tengo un lugar en este mundo. Por eso quiero estar ahí y
hacer que cada día que tengas en esta Tierra sea el más feliz posible. Y si se necesitan
estos tres hombres para garantizar eso también, entonces no tengo ninguna duda de que
aquí es donde ellos también deberían estar. No te volveré a perder, princesa. Somos
tuyos. Así que haz lo que quieras con nosotros”.
Un suspiro tembloroso salió de mis labios mientras saboreaba el peso de todo
sus promesas hacia mí. No había manera de solidificar este vínculo con palabras. Tenía que
hacerse con carne. Y ya no tenía miedo de que todos me poseyeran a la vez, sino que
lo anticipaba con la sed de un desierto de

lluvia.
Tomé la mano de Monroe debajo de mi barbilla y la bajé hasta mis pechos,
extendiendo la otra mano alrededor de su nuca. Soltó un sonido profundo y carnal, su mano
se deslizó debajo de mi corsé y pasó su pulgar por mi pezón mientras su boca chocaba
con la mía en un beso hambriento y ferviente que hizo que mi cabeza girara.
Se colocó entre mis muslos y me arqueé hacia él, pasando mis manos sobre sus hombros
firmes mientras mi núcleo se apretaba con fuerza esperando lo que quería.
Él rompió nuestro beso, su boca cayó a mi garganta y yo incliné la cabeza hacia
Le di más acceso, mirando por encima del hombro a mis otros chicos que parecían
desesperados por acercarse.
Los alcancé, una demanda en mis labios que fue ahogada por un gemido cuando la boca
de Monroe se deslizó hacia abajo para chupar mi pezón en lugar de usar su pulgar. Blake y Kyan
avanzaron mientras Saint observaba, apretando el enorme bulto de sus bóxers. Siempre
aferrándome al control hasta el último maldito segundo.
Kyan me agarró las caderas, tirando de mí para ponerme de pie y musculándome por detrás.
mientras Blake reclamaba un beso feroz de mi boca. Tarareé de placer ante el calor
ardiente de sus labios y la forma en que su lengua se movía en un patrón furioso contra la mía,
haciendo que mi cuerpo temblara por ese toque singular, y mucho menos por la forma en que
la boca de Nash se movía sobre mi carne también.
Detrás de mí, Kyan agarró la cinta de seda que ataba mi corsé y la liberó con fuertes tirones que
casi me alejaron de los otros dos. Pero Monroe me sujetó las caderas y Blake me puso una mano
en el pelo, ninguno de los dos me soltó mientras trabajaban juntos para destruirme.
Cuando el corsé estuvo suelto, los tres me lo quitaron y salí de él cuando mi mirada encapuchada
se encontró con la de Saint. Dejó caer sus boxers y apretó su gruesa polla en su mano, pasando
lentamente su mano hacia arriba y hacia abajo en movimientos burlones.
"Santo", le hice señas con una orden firme, pero él no se movió, sus ojos
oscuro mientras miraba.
"Quiero verte venir al menos una vez antes de que seas mía otra vez", dijo, sus palabras
enviaron un escalofrío eléctrico por mi espalda.

La palma de Kyan recorrió mi espalda mientras Monroe caía de rodillas y Kyan

también se arrodillaba, su aliento se abanicaba contra la parte posterior de mis muslos.
Kyan me arrancó las bragas con un tirón brusco mientras Blake mantenía mi cabeza
inclinada hacia él mientras me besaba, bajando una mano hasta mis pechos,
masajeándolos con apretones firmes y posesivos.
La lengua de Monroe recorrió mi centro en una larga lamida que me hizo gemir en
la boca de Blake. Su lengua se posó contra mi clítoris y comenzó a dar vueltas en
movimientos suaves y sucios que hicieron que todo mi cuerpo temblara violentamente.
Kyan apretó mi trasero con ambas manos, luego separó mis mejillas y corrió.
Su lengua sobre la parte más íntima de mí y tiré hacia las manos de Blake con un
grito de sorpresa. Kyan se rió entre dientes como un demonio, lamiéndome salvajemente
mientras la lengua de Monroe parecía encontrar exactamente el mismo ritmo perverso
contra mi clítoris.
"Oh, Dios mío", gemí contra los labios de Blake.
"¿Eso es bueno, Cinders?" Blake ronroneó y yo asentí, mis caderas se sacudieron y
Sacudiéndome mientras Monroe y Kyan parecían luchar por quién podía hacerme
temblar más. "Puede ser incluso jodidamente mejor".
La mano de Blake se deslizó de mi pecho y dejó caer su hombro, alcanzando bajo la
barbilla de Monroe y deslizando su mano dentro de la fiesta. Dos dedos gruesos se
empujaron profundamente dentro de mí y Blake maldijo por lo mojada que me encontró,
bombeando su mano y haciéndome llorar ante las increíbles sensaciones que los tres
me estaban dando. Fue demasiado. Estaba cayendo o volando o ardiendo. Jadeé y
gemí, sin estar segura de quién me estaba sosteniendo porque seguro que no era
yo. El éxtasis recorrió mi cuerpo como un terremoto y grité, mi cabeza cayó hacia atrás
cuando la boca de Blake cayó hasta mi garganta y la lamió a lo largo.
Todavía estaba gimiendo cuando él retiró su mano y las bocas de Kyan y Monroe
se retiraron de mi cuerpo, dándome alivio para mis sensibles y temblorosas manos.
carne. Pero solo necesité un segundo porque ni siquiera había terminado con ninguno de ellos.
"Nash, tú tienes a ella primero", ordenó Saint de repente. “Acuéstala en el

mesa."
"Joder, no". Blake tiró de mí hacia él y se me escapó una risa entrecortada.

a mí.
Kyan me agarró de las caderas, sacándome de sus brazos y sus dientes se hundieron en el
caparazón de mi oreja. “Lucharé para entrar dentro de ti primero, bebé. Te los expondré todos”. Su
polla dura y palpitante presionó contra mi trasero y Monroe gruñó, empujando su frente para tirarlo
hacia atrás y acercándome a su pecho con una mirada demoníaca que decía que estaba a punto de
hacer cualquier cosa para ganar esta pelea.
"Los quiero a todos", insistí mientras las palmas de Blake y Kyan caían sobre mí
nuevamente. Me acaricié con ellos mientras los tres me rodeaban, mi mano se curvó alrededor
del cuello de Kyan detrás de mí y mi otra mano se movió desde el pecho de Monroe para
anudarse en el cabello de Blake mientras me acariciaban y tocaban.
Mi mirada se posó en Saint nuevamente cuando la última pieza de mi rompecabezas me aludió.
"Únete a nosotros", le exigí, pero él solo se lamió los labios y se recostó contra el suelo.
sofá y bombeando lentamente su hermosa polla.
"Lo haré cuando termine de disfrutar la vista", dijo, con los ojos como dos pozos de
hambre y supuse que no me importaría montar un espectáculo si eso era lo que él

apreciado.
"Vamos, princesa, toma una decisión", gruñó Monroe con urgencia, mordisqueándome la
mandíbula y mi respiración se volvió demasiado agitada.
“El santo puede elegir”, decidí, sabiendo que él se deleitaba con ello. Y lo hice
también. Si no iba a venir aquí y ponerme las manos encima, entonces al menos podría tener esta
conexión con nosotros.
Kyan gruñó con desaprobación, mirando a Saint con frustración.

"Nash, lo es", reiteró Saint con aire de suficiencia y a Monroe claramente no le importaba
discutir con Saint cuando lo elegían, así que me agarró de la cintura, levantándome y llevándome
a la mesa.
Me acostó, extendiéndome sobre ella como si fuera su comida favorita y
Le sonreí mientras envolvía mis piernas alrededor de su cintura, mi alma se encendía por la
forma en que me miraba. Mi corona cayó sobre la mesa y no me molesté en recuperarla porque
fui capturado por la vista frente a mí, mi ángel oscuro elevándose sobre mí, listo para
mostrarme las profundidades de sus pecados.
"Ojos aquí", ordenó Monroe, señalando su propia mirada azul y yo asentí, mordiéndome el
labio mientras él bajaba sus boxers, liberando su impresionante y palpitante longitud.
Sus ojos se detuvieron en mis labios mientras se guiaba hacia mi entrada, sintiendo
lo empapado que estaba y suspiró mientras rodeaba la cabeza de su pene.
mi humedad.
Sujetó mi mandíbula para que no pudiera apartar la mirada, no es que quisiera mirar a
nada más que a él en ese momento de todos modos, luego empujó sus caderas hacia adelante,
golpeándose dentro de mí por completo y haciéndome gritar. Su mirada se cruzó con la mía
mientras golpeaba dentro y fuera de mí, sus dientes al descubierto mientras sus dedos se clavaban
en mi barbilla y todo su cuerpo se tensaba, sus abdominales tensos, sus músculos
brillando, haciéndome aún más resbaladiza para él.
"Joder, te sientes tan bien", gimió, moviendo la otra mano para acariciar.
mi clítoris hinchado mientras mi espalda se arqueaba contra la mesa de madera dura. "Sí."
“Más despacio, Nash. Dije que podías ir primero, no que pudieras terminar primero”, dijo
Saint tajantemente, pero Monroe lo ignoró, penetrando con más fuerza en mi cuerpo mientras
otro orgasmo se iba acumulando en mí gracias a su hábil toque.
"Nash", espetó Saint.
"Cállate", escupió Monroe, todavía sin dejarme mirar a ningún otro lado que no fuera
a él.
Gemí mientras me entregaba a su poder, mis ojos se pusieron en blanco.
mi cabeza mientras mis muslos se apretaban alrededor de él. El éxtasis estaba a
punto de atravesarme como una ola, pero antes de que pudiera sumergirme en ese mar
de placer, Monroe fue apartado de mí y grité, medio sentándome cuando encontré a Saint
tirando de él a un lado.
"¡Ey!" Gruñí.
"Kyan, ponte debajo de ella", le lanzó Saint y Kyan no dudó.
agarrándome de la mesa y tirando de mí hacia abajo para sentarme a horcajadas sobre él en la
alfombra.
Giré la cabeza para intentar ver a Monroe, pero Kyan levantó las caderas y se deslizó
Se introdujo dentro de mí con un poderoso empujón que me hizo caer sobre él. Mi boca
se encontró con la suya y él mordió con fuerza mi labio inferior, agarrando mis manos y
sosteniéndolas en la base de mi columna mientras me controlaba montándolo.
"Hijo de puta", jadeé y él se rió.
"Blake toma sus manos por él", ordenó Saint y Kyan gruñó mientras
entró y salió de mí.
Clavé mis rodillas en la alfombra para tratar de ganar algo de control, pero cuando Blake
tomó mis manos para él, Kyan fue libre de agarrar mis caderas, sus pulgares se deslizaron
debajo de las correas de mis tirantes y perdí todo el poder que había tenido mientras él se
bombeaba dentro y fuera de mí, su polla golpeando eso. punto dulce dentro de mí y
haciéndome soltar ruidos que sonaban puramente jodidos

animal.
"Jesús, joder, Kyan", jadeé por aire mientras él no disminuía ni un poco la velocidad.
sus embestidas despiadadas eran casi dolorosas, pero también eran jodidamente buenas.
Apretó mi trasero, abofeteándolo lo suficientemente fuerte como para dejar una marca antes de hacerlo.
una y otra vez.
"Eres un salvaje", gruñí enojado, amándolo casi tanto como quería golpearlo por
ello.
"Pensé que ya estarías acostumbrada a eso, bebé", dijo, sonriendo mientras veía
mis pechos rebotar, luciendo como si estuviera en el cielo.

"Fóllala por detrás, Blake", instruyó Saint y las manos de Blake
Se movió sobre mis muñecas para que las sostuviera en una mientras movía la otra para
deslizarse hacia la excitación entre mis muslos.
"Ah, esas son mis pelotas, imbécil", gruñó Kyan y Blake gruñó su molestia mientras
se me escapaba una risa sin aliento.
"Realmente te gusta, cariño", me burlé y Kyan me dio una sonrisa sádica que significaba
problemas.
Él salió de mí, levantándome por las caderas y obligándome a darme la vuelta.
entonces me enfrenté a Blake. Me apoyé en los hombros de Blake, sin tener tiempo para
prepararme cuando Kyan se metió en mi trasero, usando la resbaladiza de mi cuerpo para
abrirme a él.
"Por el amor de Dios, Kyan", resopló Saint. "Haz lo que digo."
"Pendejo", le gruñí mientras él ignoraba a Saint, pero el placer entrecortado que llenó mi
voz disminuyó un poco el dolor de mi insulto.
“¿Estamos nombrando lugares donde planeo follarte hoy? Coño, boca, tetas”.
Kyan dijo casualmente en mi oído, moviendo sus caderas en un movimiento lento y provocativo
que me dijo que no iba a ser una completa bestia al follarme de esta manera al menos.
"Un día me compraré una correa y veré si te gusta", jadeé y él se rió entre dientes,
mordiéndome el cuello.
"Buena suerte con eso, cariño", ronroneó.
Me jaló hacia atrás para acostarme sobre él, su mano se movió hacia mi clítoris
mientras Blake se arrodillaba entre nuestras piernas y atraía toda mi atención. Mi chico
dorado tenía una sonrisa juguetona en su rostro mientras miraba mi cuerpo, claramente no
demasiado preocupado por el cambio de planes cuando pudo mirarme
completamente. Apartó la mano de Kyan de mi clítoris, inclinándose para chuparlo y hacer

Yo gemí, mis ojos se posaron en Saint y Monroe, que estaban justo detrás de él, observando
cómo se acariciaban, pareciendo hipnotizados por la vista.
Sus ojos puestos en mí fueron suficientes para empujarme por encima de la cornisa en la
que ya estaba tambaleándome gracias a Kyan y Blake, y gemí cuando el placer me invadió
una vez más.
Blake recorrió mi cuerpo con su boca mientras Kyan movía lentamente sus caderas,
controlando nuestros movimientos mientras yo agarraba los hombros de Blake con más fuerza.
Deslicé una mano hacia abajo para alinear la polla temblorosa de Blake con mi núcleo,
pasando mi pulgar sobre la gota de líquido preseminal que me esperaba antes de girar mi
mano por su eje y apretarla en la base.

Soltó un ruido bajo de deseo total mientras empujaba su polla hacia adelante y yo
lo atrajo dentro de mí. Su cuerpo pesaba sobre el mío y Kyan gruñó cuando él también fue
presionado y, mierda, no había muchos lugares mejores en el mundo que ser aplastado entre
estos dos Adonis mientras traían.

yo a la ruina.
Kyan envolvió mi cabello alrededor de su puño para mantenerlo fuera de su cara. Que podría
Ha sido incómodo, pero hacía muchísimo calor. Blake empujó profundamente hasta que
estuve tan lleno de ambos que mis gemidos se convirtieron en ruidos confusos que estaban en
algún lugar entre gemidos y demandas de más. Comenzaron a moverse dentro y fuera de mí en
diferentes momentos, uno de ellos empujando mientras el otro retrocedía, su ritmo coincidía
con el del otro mientras me construían hacia alturas imposibles.
Envolví mis piernas alrededor de la cintura de Blake y Kyan agarró la parte posterior de
mis muslos, moviéndome a sus demandas hasta que ambos me perdieron cuando tomaron
el control total de mi cuerpo.
Kyan gruñó en mi oído, maldiciendo y mordiendo y de repente se quedó quieto e hinchado
dentro de mí, su aliento caliente en mi cuello.

"Dios, eres jodidamente perfecto", gimió, golpeándome el trasero con fuerza de nuevo.
antes de salir de mí.
Blake se rió victoriosamente, levantándome de él y plantando mi trasero en
en el respaldo del sofá, su boca se encontró con la mía mientras rodeaba sus caderas y frotaba
mis entrañas de una manera diseñada para el más puro placer. Gemí y jadeé, mis uñas se
clavaron en su espalda mientras su frente presionaba la mía.
El sudor goteaba sobre su cuerpo cincelado cuando terminó con un último y devastador
empujón que me hizo desmoronar otra vez también.
Él salió de mí, besándome dulcemente y empujé su pecho hacia atrás, dejándome caer sobre
los cojines del sofá para recuperar el aliento, una risa embriagadora se me escapó cuando sentí la
evidencia del deseo de dos de mis hombres por mí. filtrándose entre mis muslos.
Moví mis piernas para que colgaran del costado del sofá y dos
Demonios oscuros aparecieron a su alrededor, haciendo que mi ritmo cardíaco aumentara.
Monroe sostuvo un vaso de agua en su mano, lo acercó a mis labios y lo bebí con avidez mientras
mis ojos se encontraban con los suyos. Saint me miró atentamente y cuando Monroe colocó el
vaso sobre la mesa, me mordí el labio con emoción, lista para

más.
"¿Estás seguro de que no has tenido suficiente?" Monroe preguntó con una sonrisa y yo
negué con la cabeza.
“Los necesito a ambos. Puedo manejarlo muy bien”, dije, agachándome para agarrar su dura
polla y provocarlo mientras la bombeaba lentamente.
"Ya es suficiente, sirena", ronroneó Saint. "Ponte de rodillas ante nosotros".
Me mojé los labios, asentí con entusiasmo y me moví para obedecer, una emoción
recorrió mi cuerpo por su tono mandón. Saint se movió frente a mí más allá del brazo del sofá,
asintiendo con la cabeza hacia Monroe, quien echó mis caderas hacia atrás para alinearlas con su
polla, inclinando su punta contra mi coño. Saint esperó mientras Monroe empujaba
Yo y yo gemimos cuando Monroe no me mostró piedad, sus dedos mordieron mis

caderas mientras entraba y salía de mi cuerpo.
Me apreté a su alrededor, gimiendo su nombre y Saint me agarró del pelo.
tirando bruscamente para hacerme mirarlo.
"Di mi nombre así", ordenó con avidez.
"Santo", gemí cuando Nash deslizó sus dedos sobre mi clítoris hinchado y
exigió aún más placer de mi cuerpo, pero no estaba seguro de si realmente podría
volver a correrme. Tenía que haber un límite, ¿no?
"Buena chica", suspiró Saint, acercándose y llevando su polla a mis labios.
Lo tomé en mi boca sin necesitar una sola orden, aflojando mi garganta y

llevándolo lo más que pude antes de volver a sacarlo en un movimiento deliberadamente
lento. Maldijo mientras movía mi lengua alrededor de su eje y chupaba la punta de
una manera que hizo que toda su polla se sacudiera en mi boca.
Los dedos de Monroe se clavaron con más fuerza en mis caderas y sentí su polla hincharse a medida que avanzaba.
estuvo cerca de terminar. Chupé el eje de Saint, empujando mi trasero contra

Monroe mientras nadaba en el éxtasis de reclamar a estos dos hombres que alguna
vez habían sido enemigos acérrimos. Los dedos de Nash hicieron milagros entre mis
muslos y casi muerdo la polla de Saint cuando encontré otra liberación ardiente,
apartando mi boca de él en el último segundo mientras me estremecía por el placer.
Nash me siguió hasta el olvido, sus manos se deslizaron por mi espalda mientras
terminaba profundamente dentro de mí con un empujón feroz que sacudió los cimientos
de mi cuerpo.
Saint se rió oscuramente mientras Nash se liberaba de mí y volvía a caer en el
sillón más cercano con un suspiro de satisfacción.
Saint se inclinó para hablarme al oído. "Ahora eres toda mía". Él tomó mi
mano, guiándome hasta su sillón orejero y dejándome caer en él, tirando de mí para
sentarme a horcajadas en su regazo. Inclinó su polla contra mi abertura y
Me atrajo hacia él con un gemido, sus ojos penetrantes mirando directamente a mi alma.
Puse mis manos sobre sus hombros mientras él sostenía mis caderas y
comenzamos a movernos, mirándonos en trance mientras nos mecíamos en un ritmo
perfecto el uno con el otro. Puse una mano en su pecho, inmovilizando a este monstruo
en su lugar mientras cabalgaba en su sólida longitud, mis labios se separaron en una O
mientras sentía cada centímetro de su espesor reclamándome. Sus manos agarraron mis
nalgas y maldije mientras deslizaba dos dedos en mi trasero, haciéndome montarlos junto
con su polla mientras me sonreía cruelmente.
"Siempre el diablo", jadeé.
"Siempre", prometió, su expresión se tensó mientras mis caderas se movían más rápido.
y todo lo que pudimos hacer fue jadear y gemir mientras extraíamos el placer de los
cuerpos del otro cada vez más fuerte, trabajando a un ritmo sudoroso y salvaje que me
tenía luchando por respirar.
Saint vino con una serie de palabras sucias y lo seguí, cayendo hacia adelante
para que mi rostro descansara contra la fuerte columna de su cuello mientras toda la
fuerza salía de mi cuerpo.
"¡Ducha!" Gritó Blake, sacándome del regazo de Saint antes de que tuviera un
momento para recuperarme y arrojándome sobre su hombro mientras corría hacia su baño
y el de Kyan. Un estruendo de pasos vino detrás de nosotros y levanté la cabeza aturdido,
viendo a Nash y Kyan corriendo detrás de nosotros. Blake llegó al baño, cerró la puerta en
sus narices y la cerró con llave antes de correr hacia el otro lado de la habitación y cerrar esa
puerta también.
"¡Blake!" Kyan espetó, el sonido de un cuerpo pesado golpeando la madera.
"No estoy más allá de derribar esta puerta".
"No puedo oírte", cantó Blake, abriendo la ducha mientras entraba.
y me plantó frente a él.

Me besó y yo me reí, rodeándolo con mis brazos mientras me lavaba, calmando los
dolores que me quedaron después de reclamar a mis cuatro Guardianes Nocturnos juntos. "Te
amo, Cinders". Acarició mi cuello y gemí ligeramente , empujando mis dedos en su cabello
mojado.
"Yo también te amo, chico dorado", respiré y él suspiró, cerrando los ojos mientras
disfrutó esas palabras. Tallaré mis dedos sobre su rostro y su cabello, mi alma elevándose a la
superficie de mi carne por este chico. “Amo cada rayo de sol que se aloja en tu piel, amo que
cada uno de ellos me quema y me hace sentir más liviano que el aire. Pero también amo tu
oscuridad, tu lado oscuro que se esconde debajo de ese exterior dulce y cruel. Quiero ambas
mitades tuyas, Blake Bowman, porque te hacen real. Te convierten en un villano y un héroe. Un
dios y un demonio. La criatura en medio de todo esto es el hombre más hermoso y
tentador. Y él es mío”.
“Joder, cariño, ¿cómo voy a estar a la altura de tu amor? Es muy
jodidamente puro”, gruñó, acercándome más.
"Ya lo has hecho", dije con firmeza, atrayéndolo a un beso apasionado.
No salimos del baño durante casi media hora porque Blake decidió
Hazme correrme una vez más con su boca y sus manos antes de que me deje ir.
Y cuando regresamos a la sala de estar en sudaderas, me sentía completamente
satisfecho y con todo el dolor de la mejor manera. Los demás también estaban vestidos,
claramente todos habían usado el baño de Saint.
Mi mirada se desvió hacia la puerta cuando sentí la necesidad de ir a buscar a Mila, abrazarla
y decirle que estaba bien. Pero si hacía eso, sabía que la estaría poniendo en riesgo.
Troy Memphis era un hombre demasiado peligroso para ponerla en su línea de fuego.
El conocimiento de mi paradero era mejor permanecer dentro de estos muros hasta que
pudiéramos descubrir cómo sacárnoslo de encima. Simplemente no sabía qué íbamos a
hacer a largo plazo. No podía quedarme encerrada aquí para siempre.

“Vamos a necesitar elaborar algunas reglas básicas nuevas. No estoy viviendo esta
manera cavernícola en la que nuestra niña es agarrada por el neandertal que llega
primero a ella”, ordenó Saint, con el tobillo en equilibrio sobre la rodilla mientras se pasaba
la mano por el cabello fuertemente rizado.

"De acuerdo", dijo Monroe e intercambiaron una mirada mientras Blake y Kyan
compartió uno propio que decía que prefería el estilo de vida de los cavernícolas.
"Eso parece un problema de ustedes, así que voy a conseguir algo de comida", dije.
dijo, sonriendo mientras me dirigía a la cocina y sacaba un poco de pan para hacer
un sándwich, mi estómago gruñía fuertemente. “¿Alguien quiere uno?”
"A mí."
"A mí."
"A mí."
"Tendré aguacate aplastado untado sobre centeno tostado", dijo Saint y

Los miré a todos por encima del hombro con una ceja arqueada.
“Bueno, voy a necesitar una mano para todo eso, ¿vale? Ya no soy tu sirviente”,
dije a la ligera y Monroe se levantó de un salto, pareciendo más que feliz de ayudar
mientras se unía a mí y tomaba la mayonesa del refrigerador, depositando un beso
detrás de mi oreja que hizo que mi corazón se acelerara.
"¿Alguien quiere salir a correr pronto?" Preguntó Blake, estirando los brazos.
encima de su cabeza.
“¿Alguna vez te has quedado sin energía?” Saint preguntó y Blake se rió.
"No", dijo, levantándose de su asiento y dirigiéndose a la ventana más cercana
que estaba cubierta por una persiana. “Espero que no llueva más…”
Lo escuché abrirla mientras untaba un poco de pan con mantequilla y maldijo en voz
alta, haciéndome girar sorprendida.
Mi corazón se detuvo cuando vi lo que parecía pintura roja en la ventana, la palabra

mía escrita en letras gruesas sobre el cristal. Mientras salía el sol
Desde detrás de una nube oscura, arrojó al Templo un brillo rojo intenso. Se me hizo un
nudo en el estómago y mi respiración se hizo irregular. ¿Qué carajo?
Los nudillos de Saint se estaban poniendo blancos donde estaban apretados en los brazos.
de su silla, con el rostro fijo en una máscara de acero. Se puso de pie abruptamente,
subiendo las escaleras sin decir una palabra y Kyan se levantó de su asiento, pareciendo listo
para asesinar a la siguiente persona que se acercara a él.
"¿Es el Ninja de la Justicia?" Pregunté qué seguramente todos estaban pensando, mi
corazón latiendo con fuerza en mi pecho. ¿Cómo podían saber que estaba aquí? Habíamos
mantenido todas las persianas cerradas. No había estado afuera. No fue posible. Y todavía…
Monroe tomó mi mano y su mandíbula se movió furiosamente cuando llamó mi
atención. "Estás a salvo aquí, princesa".
"Lo sé", dije con seriedad, una energía oscura y asesina llenándome. "Sólo quiero
encontrarlos y hacerles pagar".
"Lo haremos. Y los arrojaremos con Bait”, gruñó Kyan y lo miré.
“¿Qué hiciste con él?” Pregunté con curiosidad y una mirada psicótica entró en los ojos
de Kyan.
“Está encerrado en un salón de clases sin uso en el Auditorio Pine. De vez en cuando
echamos alguna manzana o bolsa de arroz cocido. Aunque el hedor es bastante fétido”. Él sonrió
como si eso le agradara y a mí también.
Me alegré de que estuviera sufriendo después de todo lo que había hecho. Podría
haberme matado con ese arco y flechas, o peor aún, podría haber matado a uno de ellos.
mi hombre.
Saint bajó las escaleras mirando su teléfono. “El circuito cerrado de televisión
Muestra al Ninja con su máscara afuera del Templo hace menos de diez minutos.
Se dirigieron hacia el pabellón de deportes”.
"Bueno, ¿qué estamos esperando?" Blake gruñó, rompiendo su
nudillos mientras seguía a Kyan hacia la puerta.

Saint se acercó a mí y me entregó su teléfono antes de caminar hacia el

compartimiento secreto en el piso donde estaba escondida su caja fuerte. Ingresó
un código, sacó un arma y me la dio a mí también.
"¿Para qué son estos?" Fruncí el ceño.
“Te quedarás aquí. Puedes seguir los rastreadores de otros en esta aplicación. Si
Mi teléfono se bloquea, la contraseña es unosietecincodosnuevesiete”.
Tocó la pantalla para abrir una aplicación y aparecieron tres puntos para los
teléfonos de Kyan, Blake y Nash. "El arma es para cualquier hijo de puta que entre
por esa puerta y que no sea uno de tus Guardianes Nocturnos". Besó mi
mejilla, dejando una marca de ardor en ella y Nash apretó mis dedos antes de seguir
a los demás.
Sabía que no podía arriesgarme a que me vieran por el campus, pero aun así
odiaba no poder ir con ellos.
"Destrúyelos", ordené, mi columna se enderezó mientras todos mis muchachos
Asintieron hacia mí, sus ojos brillaban mientras ansiaban obedecer esa orden.
"Hazlos sufrir".
Algo en el tiempo que los otros Night Keepers y yo pasamos trabajando juntos
para devolvernos a Tatum había cambiado mi perspectiva sobre este grupo de
chicos de corazón negro. Ya no vi a tres demonios sin alma nacidos de
derechos y privilegios en un mundo tan generoso que habían llegado a sentir
nada más que desdén por él. Ahora vi a tres hombres formados por diferentes
heridas y dolores con diferentes daños y diferentes fantasmas atormentándolos,
pero todos nos habíamos unido para un solo sueño. Y ese sueño era más que
solo la chica que todos claramente amábamos, era la familia que habíamos
logrado construir entre nosotros, era la determinación de combinar nuestras
fortalezas y usarlas para destruir a nuestros enemigos.
Entonces, mientras corría por el campus, mis hombros rozando los de Saint
y Kyan, en lugar de sentirme como un hombre con una máscara y jugando a fingir,
me sentí libre por primera vez desde que tengo uso de razón.
Ya no le estaba mintiendo a nadie. Conocían mi historia, cada una de sus
facetas oscuras y podridas. Sabían mi nombre de nacimiento. Conocían mi
dolor. Y en lugar de castigarme por ello como alguna vez creí que sucedería si
alguna vez descubrían mi verdad, me subieron a su pedestal y me coronaron
junto a ellos. No estaba perdido en los recuerdos de un pasado que
No pude reclamar más. E incluso con la perspectiva de hacer sufrir a Troy Memphis y pagar
por lo que le había hecho a mi familia en el horizonte, descubrí que ahora también estaba
viviendo para mucho más que eso.
Tatum había unido nuestras almas errantes y, aunque una vez deseé reclamarla para
mí, había llegado a ver que mis relaciones con cada uno de los hombres que ella había elegido
eran preciosas para mí también. Incluso el maldito Santo Memphis.
No éramos cuatro hombres cazando a este imbécil Ninja de la Justicia entre los árboles.
Éramos una sola entidad. Una bandada de cuervos, una estampida de bisontes, una manada
de lobos, una familia. Cinco almas, una unidad. Y destruiríamos cualquier amenaza a la
santidad de esa unión, especialmente si fueran lo suficientemente tontos como para atacar a
nuestra chica.
Blake cargó delante de nosotros mientras Kyan gritaba emocionado, balanceando su bate de
béisbol a su costado y prometiendo un castigo rápido a nuestra presa una vez que la atrapáramos.
El Acacia Sports Hall se alzaba delante de nosotros y Blake redujo la velocidad lo
suficiente para que los cuatro pudiéramos entrar al edificio como uno solo.
Nos obligamos a caminar mientras avanzábamos por el largo pasillo que
Condujo hacia los vestuarios y Kyan me dio un codazo, señalando la puerta parcialmente
abierta del pabellón de deportes.
Saint frunció el ceño mientras miraba en esa dirección también, aparentemente inseguro ante
encogiéndose de hombros e indicándonos que lo revisemos.
"¡Sal, sal, donde quiera que estés!" Blake gritó mientras abría la puerta y salíamos al pasillo.
Con las luces apagadas, el enorme espacio estaba oscuro y las sombras colgaban detrás.
las gradas pero no había señales de que hubiera nadie aquí.
Nos adentramos más en el espacio, mirándonos entre nosotros y cuando llegamos al centro
del pabellón de deportes, un cosquilleo subió por mi columna, haciéndome

Me di vuelta cuando sentí la presencia de ojos en mi piel.
Mi mirada se posó en una figura encapuchada con una máscara blanca como el hueso justo cuando lanzaban
un bote en la habitación con nosotros, el tubo plateado brillante emite un gas de olor fuerte a un
ritmo alarmante.
Grité una serie de maldiciones mientras corría hacia las puertas dobles y una
El segundo bote fue arrojado un momento antes de que los cerraran de golpe.
Saint maldijo, subiéndose la camisa para cubrirse la boca y la nariz mientras nos gritaba
órdenes de hacer lo mismo y yo di un paso tambaleante cuando el gas hizo que mi cabeza girara.
Kyan rugió desafiante mientras corría hacia las puertas como un toro, con el hombro
golpeándolos y haciéndolos vibrar, pero no cedieron porque algo claramente los mantenía
cerrados desde afuera.
Llegué a su lado y comencé a lanzar mi hombro contra la madera al mismo tiempo que él,
decidida a escapar de aquí antes de que el gas tuviera pleno efecto.
Saint y Blake arrojaron los botes, pero incluso en la enorme habitación, el gas era espeso y
parecía permanecer cerca del suelo, los efectos del mismo me hicieron tropezar mientras el mareo
invadía mi mente.
"¿Qué carajo es esto?" Pregunté, pero mis palabras eran tan confusas que
No estaba seguro de que alguno de ellos pudiera entenderme.
Golpeé la puerta de nuevo, pero mis músculos estaban perdiendo fuerza y
cuando intenté retroceder para hacerlo otra vez, mis rodillas se doblaron y caí al suelo.
Giré la cabeza y la habitación giró tan violentamente que me llevó varios segundos darme cuenta
de que lo que estaba mirando era el cuerpo inconsciente de Blake.
Luché por mantenerme erguido sobre mis rodillas, pero estaba perdiendo la batalla con mis propias
extremidades cuando se salieron de control y caí al suelo de madera.

con un gemido.
Kyan intentó derribar la puerta por última vez antes de dejar caer su bate.
El sonido del alejamiento resonó en mis oídos. Cayó contra las puertas antes de
deslizarse por ellas y caer de espaldas a mi lado. La lata de gas le lanzó la sustancia
drogada directamente a la cara y tosió al sentirse abrumado por ella.
Captó mi mirada, el mismo miedo reflejado en sus pupilas que estaba seguro podía
ver en las mías. Con nosotros cuatro incapacitados, Tatum era vulnerable en The
Temple. Algo que todos habíamos jurado que nunca volvería a suceder.
El Justice Ninja había tendido esta trampa sabiendo muy bien que Saint los
vería en las cámaras. Debieron haberse dado cuenta de que él estaba mirando.
Sabiendo que tendríamos que dejarla atrás cuando los cazáramos aquí.
Y como un grupo de imbéciles que creían que éramos invencibles, nos metimos
en eso.
No pude luchar más contra los efectos del gas y mis ojos se cerraron mientras
Un gemido escapó de mis labios que pretendía ser un nombre. Pero mi chica era más
dura que cualquiera que yo conociera. Y el último sentimiento que me invadió cuando la
inconsciencia me arrancó fue la esperanza. Porque tenía la esperanza de que ella
pudiera manejar a este imbécil por sí sola, de lo contrario no tenía idea de lo que sucedería.
llegar a ser de nosotros.
Mi pulso se volvió loco mientras observaba la ubicación de los Guardianes Nocturnos en la
aplicación del teléfono de Saint, todos ellos en el Acacia Sports Hall. Habían estado adentro
durante casi diez minutos y la esperanza me llenó ante la posibilidad de que finalmente
hubieran atrapado al otro Justice Ninja y actualmente les estaban dando un infierno. Sólo
deseaba poder estar allí con ellos para repartir un poco de justicia por mi cuenta.
Pero no valía la pena correr el riesgo de mostrar mi cara en el campus, así que solo tenía que
esperar que uno de ellos estuviera grabando para mí.
El pequeño punto que marcaba a Kyan comenzó a moverse más allá del pasillo y luego
comenzó a deslizarse por uno de los senderos más rápido de lo que alguien podría correr fácilmente.
Fruncí el ceño, salí de la aplicación y encontré mi camino hacia las cámaras de seguridad de
Saint, escuchando las transmisiones de las que había instalado en todo el campus. Me detuve
en una que mostraba un carrito de golf acelerando por el camino y se me atascó el aliento en la
garganta.
Dos personas enmascaradas estaban en el carro con Kyan sentado en el asiento trasero.
con la cabeza colgando, los ojos cerrados y las manos atadas. ¿Qué diablos estaban
haciendo con él?
"No", jadeé, el pánico encendiéndose en mi pecho cuando el carro se acercó a la carretera.
puerta exterior.
Más allá de allí sólo había un lugar. El estacionamiento. ¿Qué pasa si ellos
¿Lo metió en un vehículo? ¿Qué pasaría si lo llevaran a algún lugar y lo lastimaran?
Corrí hacia la puerta mientras me metía el arma en la cintura, agarraba las llaves de Blake
y me ponía las zapatillas de deporte. Agarré mi abrigo mientras caminaba, tirando de él mientras
salía corriendo, subiendo la capucha alrededor de mi cara para tratar de mantener mi identidad
oculta mientras me metía la llave en el bolsillo y sentía mi cuchillo táctico besando mi palma.
De eso saqué fuerzas. Mi papá me había enseñado todo lo que necesitaba saber para
sobrevivir a cualquier situación hasta el punto en que casi estaba cazando sombras de alguna
amenaza desconocida. Había visto al guerrero interior en mí y lo había alentado a prosperar.
Podría hacer cualquier cosa si me lo propongo. Y llegaría a Kyan antes de que los Justice Ninjas le
hicieran algo.
Corrí por el camino, el teléfono de Saint todavía en mi mano mientras abría el número de
Monroe y presionaba marcar. La llamada sonó y sonó y maldije porque nadie respondió, y en su
lugar llamé a Blake. Tuve que evitar que el pánico nublara mi visión y reuní la fuerza que mi
entrenamiento me había inculcado mientras la llamada seguía sonando.
Y luego se quedó muerto.
¿Qué diablos les ha pasado? ¿Por qué no contestan?
Algo realmente jodido estaba pasando aquí, pero no tuve tiempo de
Intente resolverlo mientras me concentraba en la tarea en cuestión. Mi esposo

Me necesitaba y no lo decepcionaría.
Mi pulso se aceleró violentamente cuando acepté que iba a hacer esto solo. no pude
detener. Tenía que llegar a Kyan.
La señal de CCTV estaba vacía, pero cuando pasé de Aspen Halls, vi
El carrito de golf desapareció más allá de la puerta. Me esforcé hasta mis límites,
Corriendo hacia la enorme puerta de hierro y sin encontrar guardias atendiéndola. No tuve
tiempo de preguntarme por qué cuando la abrí y giré a la derecha justo cuando el carrito
entraba al estacionamiento más adelante. Corrí a toda velocidad hacia el desvío que
conducía más allá de los altos arbustos a mi izquierda, respirando con dificultad mientras
sacaba el arma de mi cintura y me preparaba para destruir a cualquiera que se interpusiera
entre mi Guardián Nocturno y yo. Fueron unos tontos al creer que podían enfrentarse a
mis reyes y salirse con la suya, pero parecía que no sabían que su reina estaba en casa.
El motor de un coche aceleró cuando llegué a la curva y tropecé hacia atrás justo
Justo cuando un enorme Land Rover aceleró. El conductor enmascarado no pareció
verme cuando caí al suelo de culo. El vehículo se ladeó bruscamente y se alejó a toda
velocidad de mí, acelerando el paso a lo largo de la carretera.
No pude dudar, me puse de pie con una explosión de adrenalina y corrí hacia el
estacionamiento, dándome cuenta de que ni siquiera sabía qué auto tenía Blake. Presioné
el botón del llavero y las llamativas luces de un auto deportivo gris oscuro parpadearon. La
cosa estaba a una pulgada del suelo y mejorada al máximo. Por supuesto, tenía que tener el
coche más impráctico y ostentoso del mundo. La puerta se abrió como algo sacado
de Regreso al futuro y me dejé caer en el asiento, ajustándolo para que mis pies pudieran
alcanzar los pedales mientras luchaba por cerrar la puerta detrás de mí.
Cuando finalmente lo logré, presioné el botón de encendido y todo el tablero se iluminó
con una serie de luces de colores y dispositivos que hicieron que el interior pareciera una
maldita nave espacial.

"Por el amor de Dios, Blake", gruñí mientras quitaba el freno de mano y
Golpeé mi pie contra el acelerador.
Todo dio un salto hacia adelante y despegó a un ritmo alarmante.
levantando grava para que rebotara en la pintura. Jadeé, luchando por colocarme
el cinturón de seguridad mientras tomaba el control del auto deportivo.

y salí del estacionamiento, colocando mi teléfono en el portavasos mientras seguía el rastreador
en el teléfono de Kyan.
Mi corazón latía frenéticamente mientras los perseguía furiosamente, mis dedos
Envuelto firmemente alrededor del volante mientras el motor rugía.
Los caminos eran sinuosos mientras atravesaban el espeso bosque y maldije
de lo lejos que estaban ya. Pero no iba a parar hasta tener a mi monstruo nuevamente en mis
brazos.
Más les valía a los dos imbéciles que se lo habían llevado estar preparados para una pelea.
Porque había un lobo cazándolos en la noche. y ella estaba viniendo

para su pareja.
Lo primero que volvió a mí fue una ligera sensación en los dedos de los pies que lentamente
se extendió al resto de mi cuerpo mientras la tentadora necesidad de vomitar me
consumía, pero me encontré incapaz de vomitar.
Si hubiera sido del tipo que entra en pánico, entonces el hecho de que no podía moverme podría haberlo hecho.
Ha sido suficiente para hacerme enloquecer. Pero como me inclinaba más hacia la
violencia ciega, mi pensamiento más urgente era cómo iba a hacer sangrar al
responsable de esta mierda.
Mientras intentaba descubrir cómo hacer que un solo dedo se moviera,
El eco de una voz me llegó y aunque mis ojos aún estaban cerrados, concentré toda
mi atención en escucharla.
"¿Estás segura de esto, Ashlynn?" dijo un chico desde algún lugar frente a mí y me tomó
un momento darme cuenta de que esa era la voz de Bait. "Se va a despertar. Mierda, se va
a despertar y luego se enfadará y se liberará y luego nos matará".
"Él no me hará daño", espetó una chica en respuesta, su voz más cerca de mí que
el suyo, en algún lugar a mi izquierda. "Kyan me ama."
Ahora tenía algunas jodidas preguntas serias porque solo había una chica a la que
amaba y ella no tenía esa voz quejosa y nasal. De hecho, yo estaba

Casi con seguridad reconocí a la persona que hablaba, pero mi cerebro estaba tan
confuso que era difícil concentrarme en algo más que escuchar sus palabras.
"No lo sé, hombre, no lo sé", dijo Bait con nerviosismo. "Eres una chica.
Probablemente no te dará una paliza, pero he estado en el lado receptor de sus puños
con demasiada frecuencia. Creo que deberíamos reducir nuestras pérdidas mientras él
todavía está fuera de esto. No sé por qué te dejé convencerme de esta locura en primer lugar".
"¡No es locura!" la chica chilló. "Y será mejor que no olvides que podría haberte
dejado pudrirte en esa escuela. Deberías agradecerme por haberte sacado"
"Deberías agradecerme por nunca revelar tu nombre", le espetó.
"Ni siquiera tienes auto, Jeremiah", gruñó la niña y sus palabras

Me hizo darme cuenta de que en realidad nos estábamos moviendo, el zumbido
de un motor subyacente a su conversación. "Y estabas más que dispuesto a vengarte de
ellos bajo mis términos cuando los expuse. Siempre supiste que este era el plan, así
que no trates de engañarme ahora o serás tú el que quede en el camino". Lado de la
carretera."
"Dios mío, vamos a morir", murmuró Bait, casi hasta el borde.

él mismo.
"Te ataré con las pantimedias de tu abuela y te estrangularé en el

entrepierna de ellos", murmuré, sin siquiera querer hablar pero perdiendo el control
de mi lengua a medida que la conciencia se acercaba.
Bait chilló alarmado y el coche viró violentamente, haciendo que la chica lo
maldijera. Mi cabeza se estrelló contra la ventana a mi lado cuando el movimiento me
arrojó, incapaz de evitar seguirlo y un momento después, un peso se posó en mi regazo
cuando alguien se sentó a horcajadas sobre mí.
"Shh, shh, cariño, estoy aquí", arrulló la niña, sus dedos recorriendo el
lado de mi mejilla mientras su aliento bañaba mi boca. "Estamos juntos
ahora. Finalmente. Justo como siempre debimos ser".

"¿Está despierto?" Exigió cebo.
Mis ojos todavía estaban cerrados y aunque más sensaciones se arrastraban
en mis extremidades, no podía moverme. Me di cuenta de que mis muñecas estaban
aseguradas en la base de mi columna, mis brazos aplastados detrás de mí donde me
habían colocado en el auto y los maldije internamente.
La chica en mi regazo me puso el cinturón de seguridad y lo abrochó para asegurarse
No volvería a tirarme antes de acariciarme la cara una vez más.
"Todavía está durmiendo", dijo después de unos momentos. "Sólo concéntrate en
El camino. Una vez que lleguemos a la finca de verano de mi familia podrás coger el coche
e irte de todos modos. Kyan y yo necesitamos pasar un tiempo a solas".
"No te preocupes, no planeaba quedarme una vez que ese psicópata despierte",
respondió Bait y tendría mucha suerte si realmente lograra escapar antes de que pudiera
pagarle por esto. Pero incluso si lo hiciera, eventualmente lo cazaríamos.
Sin embargo, a la chica no parecía importarle, sus manos tocaron mi rostro nuevamente
antes de que su cabello cayera sobre mi hombro y sus labios rozaran mi oreja.
"¿Me has estado esperando, niño grande?" —Preguntó y, por primera vez, mi corazón
dio un vuelco cuando el sonido de esas palabras en sus labios me devolvió al recuerdo de
ella diciéndolas así antes. En una noche en la que puso algo en mi bebida y me llevó de
regreso con ella.

habitación.
Era como estar allí otra vez, indefenso, atrapado en los confines de mi propio cuerpo e
incapaz de moverme. Pero esa vez logré defenderme. Esta vez no pude mover nada más que
el dedo gordo del pie.
El beso de metal frío y afilado se deslizó por mi clavícula un momento antes.
ella usó el cuchillo para cortar mi camisa por la mitad hacia el centro y una
Un gruñido se me escapó mientras intentaba con todas mis fuerzas luchar para salir de la oscuridad.
"¿Te gusta eso, niño grande?" Garganta profunda ronroneó mientras pasaba sus manos
por mi pecho, acariciando mis músculos con sus dedos húmedos antes de recorrerlos por el
valle entre mis abdominales.
"Te meteré un huevo de cocodrilo en el culo y dejaré que eclosione", murmuré, mi
Medio dormido divaga sobre lo mejor que pude obligar a pasar por mis labios.
Garganta Profunda se congeló por un momento antes de reírse, presionando su
entrepierna contra mi polla más que fláccida mientras tocaba mi cintura. Sólo la idea de que ella
tocara mi polla fue más que suficiente para hacer que mi

el estómago se retuerce.
"No puedo creer que estemos libres de ese maldito lugar", dijo Bait de repente,
desviando su atención de mí mientras seguía su propio hilo de pensamiento. "Eres increíble,
Ashlynn. Quiero decir, ¡creo que había perdido la esperanza de salir de allí y luego te las arreglas
para lograrlo! ¿Cómo te deshiciste de los guardias en la puerta?"
"Los soborné", murmuró irritada, como si deseara que él se hubiera cerrado la boca.
Mientras yo esperaba en secreto que él siguiera hablando por siempre jamás y evitara que sus
manos se aventuraran más al sur de mi cuerpo.
"Mierda", protestó Bait. "Traté de pagarles y no quisieron
Joder, tenlo. Están todos en los bolsillos de los Guardianes de la Noche".
"Sí, bueno", Garganta Profunda vaciló antes de suspirar. "No querían pagos en dólares".
"¿Los jodiste?" Bait preguntó sorprendido, pero nada me sorprendería de esta perra zorra.
"Ew, no. No seas asqueroso, Jeremiah. Sólo les chupé la polla". ella se inclinó
Se acerca más a mí, sus labios rancios y contaminados de polla rozan mi oreja de nuevo.
"Simplemente cerré los ojos y fingí que eras tú, grandullón".

Gruñí algo de nuevo, flexionando mis dedos mientras intentaba luchar con todo lo que tenía por el
control de mi cuerpo. No podía dejar que me tocara más de lo que ya lo hacía e incluso lo que había
hecho hasta ahora fue suficiente para hacerme querer vomitar más que los efectos secundarios de la
droga.
Con un gruñido de esfuerzo, logré abrir mis párpados y Garganta Profunda contuvo el
aliento mientras me miraba desde dentro de una cortina de lo que debía ser cabello rubio platino
recién teñido. Sus labios estaban pintados en un familiar tono rojo que sólo reconocí porque mi chica lo
usaba a menudo.
"Estás despierto", jadeó emocionada, inclinándose para presionar sus labios contra los míos y yo
solo pude cerrar la mandíbula contra la invasión mientras ella intentaba meter su lengua en mi boca.
"Oh, joder, estamos muertos", se quejó Bait y me alegré de que al menos uno
de ellos lo estaba entendiendo.
Garganta profunda se echó hacia atrás con un suspiro de satisfacción como ese beso unilateral.
Mientras la muerte la miraba había sido la respuesta a todos sus sueños.
"Perdón por el gas noqueador, muchachote", murmuró, sus manos recorriendo mi pecho
nuevamente y haciéndome querer golpear su cara de plástico. "Era la única manera de rescatarte de esos
imbéciles que nos mantenían separados. "
"¿Qué… carajo?" Me atraganté, mi lengua perezosa y mis palabras
grueso.
"Debes haber estado muy sola, esperándome durante tanto tiempo", respiró ella.
"¿Recibiste mis cartas? ¿Te ayudaron a mantenerte caliente por la noche?"
Simplemente le fruncí el ceño, sin saber de qué carajo estaba hablando y ella comenzó a tirar del
cordón anudado en la cintura de mi sudadera mientras continuaba. Esperaba follar. Lo había atado
demasiado fuerte para que ella pudiera deshacerlo, pero

Luego pensé en el cuchillo que había usado para cortarme la camisa y me estremecí de
nuevo.
"¿Qué?" siseé.
"Te dije en el último que vendría por ti. Que había terminado de esperar".
para que esa puta te saque las garras. Y ahora que ella se ha ido, yo
Sabía que era el momento".
Mi cerebro todavía estaba lento y me tomó un momento entender sus divagaciones.
"¿Tú eres el acosador?" Pregunté, dándome cuenta de la verdad. "¿Qué quieres con
Tatum? ¿Por qué le estabas dando esas cartas?"
Las uñas de Garganta Profunda se clavaron en mi carne, cortando medias lunas en
mi piel mientras me gruñía. "No eran para ella. Eran para ti. La estaba advirtiendo, dándole
una oportunidad".
"¿Una oportunidad?" Pregunté, frunciendo el ceño ante su cabello recién rubio y
preguntándome por qué carajo lo había teñido de ese color. ¿Tenía algo que ver con mi chica?
Mi mirada se fijó en un trozo de sujetador rojo que sobresalía de debajo de su camisa y
estaba casi seguro de haberlo reconocido. ¿Había estado robando la ropa interior de Tatum
y... usándola?
Garganta Profunda me miró durante un largo momento y luego se rió de repente,
golpeándome el pecho y manchando mi propia sangre contra mi piel con sus uñas.
"No pensaste seriamente que alguien le estaba enviando todas esas notas de amor, ¿verdad?
¡Con razón nunca viniste a verme!"
Miré sus ojos psicópatas y luego deslicé mi mirada más allá de ella hacia donde
Bait conducía el coche y su mirada nerviosa se dirigía hacia nosotros repetidamente en el

espejo retrovisor mientras conducía.
"Las rosas son rojas y las violetas son azules", respiró Garganta Profunda, recitando
la última carta que el acosador le había dado a Tatum. "Tienes que darte cuenta de quién es
realmente tu dueño. Te vestí de llamas y te di un beso de buenas noches. ¿Cuándo verás?"

¿Qué hay aquí en la luz? Te di una oportunidad y te tomaste demasiado tiempo.
Ahora tendré que demostrarte que realmente eres mía".
Se lamió los labios y me miró a los ojos y todo encajó. El acosador nunca había sido Toby o
Bait, o algún tipo obsesionado con mi chica. Había sido Garganta Profunda todo el tiempo. Los
ataques a Tatum habían sido diseñados para asustarla y alejarla de mí. Las fotografías que se
habían tomado eran casi en su totalidad de Tatum, pero el único chico que había estado en ellas con
ella repetidamente era yo. Blake había aparecido en aquellas en las que ambos estábamos
trabajando juntos para excitarla, pero aparte de eso no había ninguna foto individual de ella con
ninguno de los otros chicos. Incluso nos habíamos preguntado por qué el acosador nunca había
tomado una foto de ella entrando a la casa de Monroe o incluso había logrado atraparlos
juntos, y ahora la respuesta era tan jodidamente obvia.
Porque esta perra me había estado acosando . Y ella solo fue tras Tatum.
para alejarla de mí. Cuando Tatum no estaba conmigo, Garganta Profunda no había estado tan
interesado en ella. Joder, ¿por qué no nos habíamos dado cuenta de esto antes?
Blake incluso me había advertido que pensaba que esta puta violadora todavía estaba
Estaba obsesionada conmigo y Saint me había instado a que le permitiera despedirla para
siempre. Pero quería verla sufrir y, sin darme cuenta, había puesto a mi familia en peligro por eso.
"Voy a destruirte, joder", gruñí, mis dedos se flexionaron más mientras
Podía sentir una pequeña cantidad de fuerza regresando a mis músculos.
Garganta Profunda me abofeteó lo suficientemente fuerte como para girar mi cabeza
hacia un lado, antes de agarrar mi garganta y empujarme contra el reposacabezas con un
gruñido de furia.
Bait estaba murmurando oraciones desde el asiento delantero mientras aceleraba, pero yo estaba
Obligado a prestar atención al coño en mi regazo mientras ella me hacía mirar

su.
"Si aún no te has dado cuenta de lo mucho que me amas, entonces está bien", dijo.
respirado. "Porque solo seremos tú y yo cuando lleguemos a la casa de verano
de mi familia. Y luego tendremos todo el tiempo del mundo para que te des
cuenta de que perteneces a mí".
Gruñí mientras ella me forzaba a dar otro beso y trataba de sacar mis manos.
de lo que sea que los estaba atando detrás de mí. Pero todavía no tenía
suficiente fuerza en ellos. Aunque no importó. Porque estaba volviendo a mí poco a
poco y en el momento en que pudiera, iba a romperle el cuello flaco.
Pero cuando sus manos viajaron hacia mi cintura nuevamente, tuve la horrible
sensación de que necesitaba apresurarme con eso. Porque tenía que manejarlo antes
de que ella hiciera algo peor de lo que ya había hecho o sabía que nunca lo
superaría.
Seguí al Land Rover, usando el teléfono de Saint para guiarme mientras mantenía el
pie en el acelerador y trataba de no asustarme. ¿Adónde lo llevaban? ¿Qué querían
con él? ¿Estaba esto relacionado de alguna manera con su familia? ¿O Troya?
Estas aterradoras preguntas seguían dando vueltas en mi cerebro y no había nada
que pudiera hacer más que luchar contra el impulso de entrar en pánico, empujando el
auto con más fuerza.
Ya voy, Kyan.
Busqué el camino delante de mí, pero tenían una ventaja demasiado grande.
y no había señales de ellos.
Justo cuando llegué a una intersección, el punto que marcaba la ubicación del
Land Rover giró de nuevo hacia una carretera entre los árboles delante de mí. Mierda,
podría cortarles el paso si pudiera atravesar el bosque primero. Reduje la velocidad
cuando vi un camino de tierra al otro lado de la carretera y sopesé mis opciones.
No había señales de ello en el mapa, pero podría pasar directamente al otro lado. Y si
así fuera, lo haría delante de su vehículo. lo sabía
Era mi mejor oportunidad para alcanzarlos. Pero si mis instintos estuvieran fuera de lugar,
Podría costarme tanto tiempo.
Las palabras de mi padre resonaron en mi cabeza, sonando tan cercanas por un momento que
mi corazón dio un vuelco. "Confía siempre en tu instinto, niño".
Él siempre había tenido completa fe en mí. Y siempre que había dejado que mis instintos
me guiaran en el pasado, no me habían descarriado. Papá lo sabía. Él había confiado en mí,
así que tuve que confiar en mí mismo.

Joder.
Pisé el pedal con fuerza y crucé la carretera a toda velocidad, pero con las prisas no miré
a mi alrededor y un camión se abalanzó hacia mí tocando la bocina. Grité de miedo, le di más
gasolina al auto y despegó con un rugido, la potencia del motor me sacó de peligro y me arrojó
sobre la pista embarrada. Joder, eso estuvo cerca.
El coche avanzaba dando tumbos y un crujido metálico indicaba que no estaba contento
con esta elección. Aparentemente, los autos deportivos elegantes que se encontraban a unos
pocos centímetros del suelo no disfrutaban de las pistas de tierra. Lo siento, Blake.
Mi cabeza todavía estaba zumbando por la casi colisión, pero no lo dejé mientras
Obligó al vehículo a seguir adelante y respiró entrecortadamente. Acababa de sobrevivir
a una muerte casi segura por los pelos. Los chicos no estarían contentos conmigo en este
momento, pero pensé en el hematoma que había estropeado el pecho de Kyan. Esa bala podría
haberlo acabado cuando vino a rescatarme y el hecho es que el riesgo venía con nuestro territorio.
Luchamos por estar juntos incluso cuando la muerte estaba cerca. Por alguna razón, el mundo
nos estaba haciendo muy difícil permanecer como una unidad, pero habíamos pasado por
demasiado y estábamos demasiado profundamente atados como para soltarnos el uno al otro.
Nuestros enemigos necesitaban darse cuenta de que destrozarnos era similar a una
sentencia de muerte. Y si querían enfrentarnos, sería mejor que estuvieran preparados para
enfrentar la situación.
consecuencias.
La luz del sol quedó bloqueada cuando los árboles oscuros se agruparon cerca, sus
ramas arqueándose sobre su cabeza. La parte inferior del auto estaba tan baja que
seguía golpeando el suelo mientras conducía por zanjas sin reducir la velocidad. Puede
que el coche no estuviera contento con la elección, pero era una maldita bestia y la potencia
del motor significaba que se comía la pista a pesar de que no era apto para baches. Me
quedé tirado en mi asiento, casi mordiéndome la lengua, pero no solté el acelerador,
observando el pequeño punto que marcaba mi Night Keeper en el GPS, navegando por
la carretera en mi dirección.
Podría llegar a tiempo. Todavía estaban muy lejos.
El teléfono empezó a sonar y mi corazón se alegró de alivio cuando encontré a
Blake llamando. Pulsé el altavoz y perdí de vista el mapa, pero ya no importaba. Sólo había
un camino que podía tomar y era directamente a través del bosque.
“¿Tatum?” Blake ladró ansiosamente. "¿Dónde estás?"
"Estoy siguiendo a los malditos imbéciles que se llevaron a Kyan", gruñí. "¿Estás bien?"
“Joder, ¿dónde? ¿Qué pasó? ¿Qué quieres decir con que alguien se lo llevó?
demandó, sin responder a mi pregunta ya que sonaba como si estuviera corriendo.
“Los vi en las cámaras de seguridad. Lo subieron a un auto y se fueron del
puertas principales, así que salí a perseguirlo”, dije, preguntándome por qué diablos
siempre parecían pasarnos estas cosas. ¿No nos tocaba un descanso?
"¿Lo que está sucediendo?" Saint demandó en el fondo. "Dame el telefono."
"¿Dónde estás, cariño?" presionó Blake.
"Estoy cerca de la autopista, tomé tu auto", dije justo cuando sonó un fuerte golpe y
un chirrido cuando la parte inferior del auto de Blake se arrastró sobre una roca.
“¿Lo estás pasando por una picadora de carne?” él se resistió.

“Algo así”, respiré mientras vislumbraba una vista del camino al otro lado de los árboles
y mi corazón se elevaba. "Tengo que ir."
"Estábamos viniendo. No hagas nada estúpido”, exigió Blake.
"Ella puede arreglárselas sola", gruñó Monroe.

“Espéranos, sirena”, ordenó Saint.
"Kyan está en problemas", gruñí. "No estaré esperando por nada". Yo maté
la llamada, arrojando el teléfono nuevamente en el portavasos mientras verificaba la
ubicación de Kyan. Iban por la carretera a gran velocidad, pero yo todavía tenía la
ventaja. iba a salir adelante.
"Sí", siseé, obligando al auto de Blake a ir aún más rápido mientras el barro salpicaba a
mi alrededor.
Apreté el volante con fuerza, mi corazón latía con fuerza como si fuera a estallar fuera
de mi pecho.
Ya voy, marido.
Iba a interponerme en su camino y reclamarlo de vuelta.
incluso si tuviera que destrozar el mundo para hacerlo. No sabía por qué carajo se lo
habían llevado, pero eso no importaba en ese momento. Lo único que importaba era
devolverlo a mis brazos, donde pertenecía. Descubriríamos qué diablos estaba pasando
después de eso.
La adrenalina quemó mis venas cuando los árboles se abrieron y el auto de Blake
Gemí en protesta mientras lo hacía subir una colina corta y empinada de regreso a la carretera.
Salté en mi asiento cuando la parte inferior de su auto rozó el asfalto y pisé el freno
de golpe, deteniéndome en el centro del camino.

camino.
Agarré el arma de mi asiento, empujé la estúpida puerta en el aire,
Me desabroché el cinturón y me zambullí.
El Land Rover estaba a sólo seis metros de distancia, avanzando hacia mí, sin
disminuir la velocidad y mi corazón se detuvo por completo cuando levanté el arma y me encaré.
enemigos.
"¡Detener!" Lloré, pero no lo hicieron.
Me quedé mirando al conductor y mi labio superior se levantó cuando reconocí a Bait.
ese maldito imbécil que me había acosado, que me había aterrorizado. Mi dedo se movió
contra el gatillo del arma, mis ojos bien abiertos, mi puntería certera. Disparé, pero el auto
viró a la derecha al mismo tiempo, tomando otra pista opuesta a la que había salido,
subiendo una colina entre los árboles.
Gruñí con frustración, corrí de regreso al auto de Blake y salté al

asiento.
Bajé la puerta y encendí el motor que había decidido girar.
Se apagó porque aparentemente el auto estaba en modo ecológico.
"Por el maldito amor de Dios". Lo puse en marcha de nuevo, el motor rugió
mientras bombeaba el acelerador y salía detrás del Land Rover, mi estómago daba un vuelco
mientras patinaba por un banco fangoso hacia el bosque y salía despedido hacia adelante
en mi asiento.
¿Qué diablos estaba pensando Bait? ¿Por qué se llevaría a Kyan? ¿Qué quería con él?
¿Esto tenía que ver conmigo o con algo más?
Las preguntas seguían dando vueltas en mi cerebro, pero era imposible encontrar las
respuestas y solo necesitaba concentrarme en recuperar a Kyan.
Me puse el cinturón en su lugar cuando el terreno se niveló y no reduje la velocidad
mientras corría detrás del Land Rover que se adelantaba rápidamente a mí, subiendo una
colina empinada que iba a causar serios problemas al auto de Blake. Pero incluso si
tuviera que conducir a través del río Styx y llegar a las profundidades del Hades, encontraría
una manera de hacerlo. Porque nadie me iba a quitar uno de mis Guardianes Nocturnos.
"¡Mierda, ella nos disparó!" Bait gritó mientras pisaba el acelerador con fuerza y yo me
giraba en el asiento, mirando a mi chica mientras tomaba el camino.

perseguir.
Teníamos una ventaja sobre ella, pero en el breve momento en que puse mi mirada en
ella, había visto ese fuego en sus ojos que tanto amaba. No iban a dejarla atrás. Ella
era un depredador que cazaba a su presa y tenía los colmillos al descubierto. Y yo estaba
más que feliz de ser su damisela en apuros.
Incluso me desmayaría por ella cuando me salvó el trasero y felizmente pasaría las
siguientes horas agradeciéndole en todo lo que quisiera.
Una sonrisa de santo imbécil iluminó mi rostro cuando me volví para mirar a
Garganta Profunda y sus ojos se abrieron cuando finalmente pareció ver el peligro en mí
que debería haber estado temiendo todo el tiempo. No era el tipo de bestia que
enjaulabas. Yo era del tipo que acechaba los pueblos en plena noche y dejaba víctimas a
mi paso. No sabía qué fantasía había imaginado sobre mí, pero podía garantizar que no
tenía un concepto verdadero de la realidad o habría abandonado esta búsqueda de
mí hace mucho tiempo.
Con cada momento que pasaba, podía sentir que mi fuerza regresaba a mí y con un
gruñido de esfuerzo, moví mis caderas y logré quitarme de encima a la perra, enviándola
medio desplomada hacia el espacio para los pies con un grito.

Sólo me di cuenta de que mis tobillos estaban atados cuando intenté darle una patada
y maldije mientras ella trepaba a la silla a mi lado, inclinando su cuchillo hacia mí.
"Si realmente creyeras que te amo, no necesitarías eso", me burlé mientras Garganta
Profunda intentaba apartar el desorden de cabello rubio de su cara. Supuse que estaba
intentando parecerse a Tatum con ese tinte barato, pero parecía más una perra básica que
buscaba ser follada por un extraño en una noche de fiesta que mi chica. Lo que mi chica tenía
no era algo que se pudiera comprar en una botella y esta animadora rechazada nunca tendría
ni podría tener una pelea con ella.
"Lo sé," gruñó ella. "Pero también sé que esa perra te tiene bajo su hechizo. Así que hasta
que la haya purgado completamente de tu mente, tendré que protegernos a ambos de su
influencia".
El auto patinó cuando el camino de tierra tomó un giro repentino y el rugido de un
El motor acercándose a nosotros por detrás me hizo girar en mi asiento una vez más, una risa
saliendo de mi garganta cuando vi a mi chica acercándose detrás de nosotros.
Tatum sonreía como un salvaje mientras nos perseguía y deseé tener mi teléfono para
poder tomarle una foto en modo completamente psicópata al volante del destartalado auto de
Blake, luciendo como una diosa vengadora que había hecho un trato con salvar al diablo.
Joder, amaba a esa chica.
"¿Quizás deberíamos dejarlo salir?" Bait gritó cuando me arrojaron a mi
cinturón de seguridad y aceleró por la pista aún más rápido.
"¡Mantén el pie en el acelerador o serás tú quien sea expulsado!"
Garganta Profunda le gritó y Bait maldijo mientras hacía lo que ella decía. Se estaba
volviendo cada vez más claro que ella había sido la mente maestra detrás de su mierda de
Justice Ninja, y estaba enojado conmigo mismo por no haber sospechado de ella antes.
Pero como siempre hice todo lo posible por no prestarle atención a menos que la estuviera
torturando, claramente no había captado las señales.

Fui lanzado de izquierda a derecha mientras Bait conducía cada vez más rápido, usando las
capacidades todoterreno del Land Rover para poner distancia entre nosotros y mi niña, pero sabía
que eso no sería suficiente para detenerla. Ella era un perro del infierno como yo y tenía olor a
sangre en el aire.
Aceleramos por una pendiente pronunciada y la grava crujió bajo los neumáticos mientras Bait
Grité algo ininteligible y de repente mis entrañas dieron un vuelco y estábamos volando por el
aire.
"¡Mierda!" Rugí cuando los árboles se rompieron ante nosotros y tuve una vista del cielo
nublado durante varios segundos dolorosamente largos antes de que el morro del auto se inclinara
hacia abajo y estuviera mirando directamente hacia un barranco debajo.
Mis órganos dieron un vuelco dentro de mi estómago cuando el auto cayó en picado por el
borde del acantilado, las ruedas apenas tocaron la pronunciada pendiente mientras Bait gritaba
y Deepthroat gritaba mientras las rocas muy abajo nos invitaban a su sólido abrazo con una
promesa de muerte.
Rebotamos y nos sacudimos y de repente nos detuvimos cuando el auto se estrelló
contra un árbol que sobresalía de la orilla.
Me abroché de golpe el cinturón de seguridad, el dolor me atravesó donde me mantuvo en el
lugar mientras el sonido del metal chirriando y el vidrio rompiéndose me rodeaba.
Por un momento pareció como si estuviera atrapado en el centro de una explosión cuando los
gritos de Bait desaparecieron y un momento de silencio cayó tras el
carnicería.
Respiré dolorosamente mientras levantaba la cabeza, mis ojos se abrieron ante el enorme
agujero en el parabrisas justo delante del asiento del conductor y mi mirada se posó en el cuerpo
de Bait aplastado y roto al pie del barranco, muy abajo.
"Mierda", gemí, forzando mis brazos contra las ataduras que los sujetaban detrás de mi
espalda y sin llegar a ninguna parte nuevamente.
Un grito de dolor llamó mi atención hacia Garganta Profunda en el espacio para los pies
mientras se movía, pareciendo estar atrapada en algún lugar entre la conciencia y fuera de sí.
él. Se movió un poco cuando parecía cerca de despertarse y el auto gimió fuertemente,
moviéndose contra la precaria posición en la que estaba sostenido por el árbol. Mi corazón dio un
vuelco cuando todo se deslizó unos centímetros hacia la derecha.
"¡No te muevas!" Ladré, mi pulso se aceleró mientras mi mirada se movía de la
posición caída de Garganta Profunda a la caída fatal que nos esperaba si esta cosa se
desequilibraba. Y parecía que estábamos muy cerca de lograrlo si no teníamos cuidado.
Ella no respondió y parecía como si se hubiera desmayado. Gracias joder por eso.
No es que me haya ayudado. Todavía estaba atrapado aquí, atado e incapaz de escapar de
esta trampa mortal.
Miré a mi alrededor con cautela, tratando de descubrir si tenía la más mínima
posibilidad de salir vivo de esto, pero incluso ese pequeño movimiento hizo que el metal chirriara
contra las rocas mientras el auto se movía nuevamente.
Mi estómago dio un vuelco y tragué saliva, adrenalina inútil corriendo por mis
venas. Estaba atrapada, atada y realmente jodida. Y por primera vez en mis dieciocho
años en este planeta, tenía todos los motivos para no querer que mi vida terminara.
"Joder", suspiré porque podía ver mi muerte mirándome a la cara y esta vez, no parecía
que Grim Reaper estuviera dispuesto a perdonarme.

“¡Kyan!” Grité, abriendo la puerta del auto y corriendo hacia el borde del acantilado con el
pánico atravesando mi piel como un rayo. Las lágrimas me quemaron los ojos mientras el
terror se apoderaba del interior de mi pecho. No puedo perderlo. No puede estar muerto.
"¡No te rindas todavía, esposa!" Su voz llegó navegando desde más allá
la cornisa mientras me detenía patinando antes de que la pronunciada caída y las
rocas cayeran sobre ella.
Oh, gracias joder.
Apoyé las manos en las rodillas y respiré entrecortadamente y desesperadamente mientras
Vi el Land Rover con el morro hacia abajo, el capó aplastado contra el tronco de un árbol
que crecía en la ladera del acantilado. Pero mientras miraba, todo se deslizó unos centímetros
hacia la derecha y el pánico hizo que mis pensamientos se dispersaran.
"¡Ya voy! ¡Solo espera!" Prometí, dándome la vuelta y corriendo hacia
El auto de Blake, obligando a mi mente a ir a ese lugar tranquilo dentro de mí donde
podía pensar con claridad. Donde podría manejar cualquier situación. mi padre tenia
Me entrenó para manejar el estrés en momentos como este. Podría mantener la cabeza
despejada. Tuve que hacerlo. Porque yo era el único que podía ponerlo a salvo.
Saqué el cuchillo táctico de mi bolsillo, me metí en el auto y acerqué el cinturón de
seguridad hacia mí, recogiéndolo en mis manos mientras lo tiraba con cuidado para
sacarlo en toda su longitud. No podía moverme demasiado rápido o se bloquearía, pero
estaba tan ansioso por llegar a Kyan que necesité todo lo que tenía para moverme más
lento de lo que quería. Cuando saqué lo último, usé la cuchilla para cortarlo.
en ambos extremos y lo arrojé fuera del auto detrás de mí.
Me sumergí en el asiento del pasajero, trabajando para liberar el otro cinturón antes de
cortarlo también y luego pasar al asiento del conductor y arrancar el motor.
Conduje el coche hasta el borde del acantilado, puse el freno de mano y salí corriendo.
Un gemido metálico hizo que se me hiciera un nudo en el estómago y lancé una mirada por encima del
Presa del pánico, el Land Rover giró más hacia la derecha, inclinándose precariamente.
“¡Tatum!” Gritó Kyan. "¿Alguna vez te dije que te amo?"
Mi corazón se agitó ante sus palabras, odiando por qué las decía. "¡Me lo vas a decir
otra vez cuando te saque de allí!" Llamé mientras ataba los dos cinturones con un nudo de
pescador y ataba un extremo alrededor de mi cintura antes de atar el otro al enganche de
remolque debajo del auto de Blake.
Luego miré hacia el acantilado mientras me movía hacia el borde mismo, el Land Rover
resbaló una vez más cuando el tronco del árbol comenzó a agrietarse y romperse.
Había un miedo muy real y muy desesperado que intentaba tomar control de mí, pero no
permití que eso destrozara mi concentración. Porque en el momento en que entré en
pánico, esto se acabó. Y si no podía sacar a Kyan, entonces iba a morir.
No había dos maneras de hacerlo. Así que o mantuve la cabeza o perdí a una de las
personas más importantes del mundo para mí.
Respira, sigue moviéndote y recuerda todo lo que te enseñó papá.

Kyan me miró a través de la ventana trasera y su mandíbula se movió ansiosamente, como
si estuviera luchando contra algo que lo mantenía en su lugar.
"Ya voy", prometí, cayendo por el borde y dejando que el cinturón
se deslizó entre mis manos mientras descendía en rápel hasta el costado del auto.
Los malditos cinturones de seguridad sólo eran lo suficientemente largos para llegar al vehículo y
Agradecí a todos y cada uno de los dioses en el cielo y al diablo en el inframundo mientras me
quedaba quieto, colgando a su lado.
Kyan me miró por la ventana y sacudió la cabeza. “Si abres
la puerta, el auto se volcará”.
"Entonces el auto se volcará", gruñí. "Pero no te dejaré ir con eso".
Él asintió, sus ojos se llenaron de confianza cuando abrí la puerta, bajándola suavemente para
que no sacudiera todo el vehículo. Se me encogió el estómago cuando sonó un gemido y un gemido,
pero por algún milagro, el auto no volvió a resbalar.
Solté un suspiro lento mientras hundía mis pies en la empinada colina para agarrarme y vi a una
chica tirada en el espacio para los pies inconsciente. Me tomó un momento reconocer a Garganta
Profunda, su cabello ahora era rubio botella barato y mi corazón tartamudeaba. ¿Ella era la otra
Justice Ninja? Supongo que ella encajaba a la perfección en algunos aspectos.
Ella siempre estaba rondando a Kyan y tenía una venganza contra los Guardianes de la Noche, pero
nunca imaginé que sería capaz de hacer esto.
“Nunca pensé que tendrían que ser rescatadas como a una princesa en una torre. ¿Vamos a
cabalgar hacia el atardecer en tu caballo mientras me tocas debajo del vestido, cariño? Kyan bromeó
a pesar de que sus ojos delataban su desesperación por no morir y agarré su camisa con mi puño
mientras me inclinaba con cuidado hacia adentro para liberarlo del auto.
"Ese es el plan, princesa, quédate quieta". Corté el cuchillo a través del cinturón de seguridad
para mantenerlo en su lugar y luego corté la brida alrededor de sus tobillos. "Apóyate en el asiento
con los pies", le indiqué, necesitando que sus manos

gratis. No era lo suficientemente fuerte para sacarlo de aquí si el auto se caía así que iba a necesitar
usar sus brazos. Pero realmente necesitábamos darnos prisa.
“Si me muevo, el auto resbalará”, dijo con voz ronca y el ceño fruncido.
Miré hacia la parte delantera del auto y la aterradora caída más allá del
Luego sacudí la cabeza y me di la vuelta, negándome a ser presa del miedo.
"Simplemente ve despacio", dije con determinación.
Él asintió, avanzando poco a poco y presionando sus pies contra el asiento debajo de él mientras
yo agarraba su camisa con tanta fuerza que mis nudillos se pusieron blancos, rezando a cualquier
deidad que estuviera escuchando para que me diera la fuerza para levantarlo si el auto se caía.
Se escuchó un fuerte chasquido cuando el maletero comenzó a ceder y grité cuando todo el auto
se alejó de nosotros hacia la derecha y Kyan fue arrojado en esa dirección también. Me aferré a él,
cayendo también en el asiento trasero, que ahora estaba casi vertical, mi mano fue a la brida en
sus muñecas y la cortó. Sigue moviéndote, no te detengas. Si te congelas, se acabó.
El auto continuó deslizándose y sacudiéndose y el fuerte chasquido en mis oídos me hizo
estar seguro de que solo teníamos unos segundos para salir.
"Sujétame", le ordené y Kyan se giró, envolviéndome con un brazo mientras usaba el otro para
empujarnos de regreso hacia la puerta abierta de arriba.
Todo el vehículo se estremeció y renunciamos a intentar movernos despacio, luchando más
rápido para salir. Tuvimos segundos para lograrlo, estaba seguro de ello.
Y todo lo que desperdiciamos podría equivaler a nuestras muertes.
De repente, unas uñas afiladas se agarraron a mi pierna y miré hacia abajo con un grito ahogado.
de furia, encontrando a Garganta Profunda abrazándonos a los dos, con sus ojos salvajes.
"¡No puedes dejarme!" ella gritó. “Si yo caigo, él cae conmigo”. Ella
Se lanzó hacia arriba, enganchándose a la cintura de Kyan con ambos brazos y él gruñó.
incapaz de golpearla sin soltarme del borde de la puerta o de mí.
El vehículo comenzó a caer y Kyan perdió el control de la puerta mientras trepaba por
su cuerpo, hundiendo sus dientes en mi brazo para intentar que me soltara. Grité, el cinturón
alrededor de mi cintura se tensó mientras caíamos, la perra intentaba llevarnos a la tumba. La
mirada de Garganta Profunda se cruzó con la mía mientras intentaba aferrarse a mi hombre
y vi rojo, la ira regañando mis venas.
Lancé mi puño con un grito de rabia por todo lo que ella le había hecho.
por lo que había intentado arrebatarle, por las cicatrices que le había dejado. Mi puño conectó
con su nariz, que se hizo añicos bajo el impacto y ella chilló de horror cuando la mano de
Kyan cayó sobre su hombro, los dos la tiramos dentro del auto justo cuando caía en picado.
El armazón del auto cayó a nuestro alrededor, el mundo entero pareció derrumbarse cuando
nos vimos obligados a depositar nuestra fe en la cuerda que había hecho.
Kyan me abrazó fuerte y nos abrazamos con todas nuestras fuerzas mientras el Land
Rover caía hacia el cañón. Nos quedamos colgados en la ladera del acantilado, girando sobre
los cinturones, milagrosamente ilesos.
Mi espalda golpeó el suelo y el peso de Kyan me aplastó, quitándome el aliento de los
pulmones, pero no me importó. Estaba medio riendo, medio llorando de alivio mientras él me
abrazaba, moviendo una mano para agarrar el cinturón sobre mi cabeza para soportar su peso.
Los gritos de Garganta Profunda fueron cortados cuando el auto golpeó el fondo del barranco
con un estruendo ensordecedor que resonó por millas en el bosque. Los pájaros alzaron el
vuelo desde los árboles, formando arcos en el cielo, luego se hizo el silencio y sólo se
podían escuchar nuestras respiraciones y el viento tras la matanza.
"Buen viaje", murmuró Kyan y tuve que estar de acuerdo.
"Simplemente no lo sueltes", le advertí, dolorosamente consciente de que si su agarre fallaba,
no había nada que le impidiera caer detrás de ella.

Mi corazón latía violentamente con más adrenalina de la que sabía qué hacer y mis
músculos temblaron cuando comencé a subir la empinada pendiente.
Kyan se quedó conmigo, su agarre fuerte y su mandíbula apretada con
determinación que prometía que no iba a morir hoy y traté de tomarlo.

consuelo en eso mientras subíamos.
Mi pie resbaló una vez y casi perdí el control del cinturón, pero cuando Kyan se estiró
hacia atrás para agarrar mi muñeca, rápidamente recuperé el equilibrio y los dos nos abrimos
paso juntos hasta la cima.
Pronto estábamos rodando por la cornisa en la cima del acantilado y caí encima de
Kyan, besándolo mientras él agarraba mi cara entre sus manos y gruñía su gratitud en mi
boca. Respiré su aroma a cuero y pecado, bañándome en todo lo que él era.
"Eres mi héroe, esposa". Me apretó el culo para abrazarme y yo
Se rió sin aliento mientras apartaba mi cabello de mi cara, el deseo corriendo para
tomar el lugar del miedo en mi cuerpo. El peligro era el tipo de afrodisíaco más picante y
este chico me drogaba con demasiada frecuencia. Pero maldita sea, me encantaba.
Mis mejillas se mancharon con lágrimas de alivio y su rostro se puso serio mientras
Se inclinó para alejarlos con un beso antes de que su boca se encontrara con la mía
una vez más, su mano se cerró alrededor de mi nuca. Cuando mi cabeza daba vueltas
por la mezcla de su toque y la adrenalina inundando mi cuerpo, él se alejó, sus celestiales
ojos oscuros me mantuvieron prisionera. "Nunca voy a desperdiciar ni un solo día en esta
tierra que tengo contigo, bebé", juró, el juramento brillando en el fondo de sus ojos.
“Si la muerte vuelve a tocar a alguna de nuestras puertas, lucharemos con todas nuestras fuerzas.
Seguiremos juntos”, prometí a cambio.

Él sonrió, acercándome aún más, así que sentí su corazón golpear

poderosamente contra el mío. "Contigo a mi lado, tengo la sensación de que los
cinco podríamos vivir para siempre".
Mi cabeza latía con fuerza mientras regresábamos al Templo y me tambaleé hacia

adelante, apoyándome contra la pared mientras comenzaba a tener arcadas
incontrolables por los efectos del gas que se había utilizado para noquearnos. Si el
destino hubiera sido un poco más amable, me habría tomado media hora para
dejar que mi cabeza dejara de dar vueltas y esperar hasta poder sentir todas
mis extremidades correctamente antes de intentar hacer algo, y mucho menos
correr por el campus, pero, por supuesto, estábamos Una vez más me dirigí a un
arroyo de mierda sin remo e iba a tener que atravesarlo.
"Si vas a vomitar, hazlo rápido", gruñó Saint mientras buscaba a tientas el
Metió la llave en la cerradura por tercera vez y sus habilidades motoras claramente tampoco
volvieron a funcionar correctamente todavía.
Monroe se impacientó y probó la manija, encontrándola abierta de todos modos

después de que Tatum claramente se había ido a toda prisa. Abrió la puerta y los dos
desaparecieron dentro mientras yo me obligaba a tomarme un momento más para tratar
de evitar vomitar. Mis dedos se cerraron con fuerza alrededor del bate de béisbol
de Kyan que había traído del gimnasio y maldije a las personas responsables de
esto en voz baja.
Iba a acabar con quienquiera que hubiera hecho esto. Sus vidas
Ya no valdría la pena vivir. Lamentarían el maldito día.
Justo cuando logré ponerme de pie nuevamente, un movimiento en la parte superior
del camino que conducía de regreso al campus llamó mi atención y me quedé quieto cuando
una sensación de peligro hormigueó por mi columna. Los árboles bloqueaban mi vista, pero
me recliné hasta que logré ver sombras moviéndose a través de un hueco en el follaje.
Había cuatro hombres avanzando por el sendero, vestidos de negro y muy
juntos. Sólo podía verlos a través de los árboles, mi propia posición aquí aún estaba
oculta, pero la extrañeza de la forma en que se movían había atraído mi atención hacia
ellos. Era casi como... estaban entrando.

formación.
Un suspiro se atascó en mis pulmones y entré rápidamente, cerrando la puerta,
echando el cerrojo y luego asegurando los dos cerrojos adicionales que Saint había
agregado cuando el Ninja de la Justicia dejó en claro que necesitábamos seguridad
adicional en este lugar.
"Hay hombres que vienen hacia aquí", siseé en respuesta a las miradas inquisitivas
que tanto Monroe como Saint me lanzaban cuando los vi claramente en su camino de
regreso hacia la puerta.
"¿Que hombres?" Monroe preguntó mientras la mirada de Saint se agudizaba y le daba un codazo.
Pasa a mi lado para levantar la persiana y mirar por la ventana al lado de la puerta.
"¿Cuántos viste?" Saint preguntó en un gruñido silencioso.
"Cuatro", le dije. Y si la forma en que se movían no hubiera sido suficiente
Sin una pista de que no pertenecían aquí, el hecho de que estuvieran dentro del
perímetro cerrado de la escuela me dio una pista bastante simple.
"Dudo que ese sea siquiera el comienzo". Saint bajó la esquina de la persiana y se
apresuró a cruzar la habitación para cerrar la abierta donde antes habíamos visto la palabra
mía garabateada en el cristal.
"¿Qué está sucediendo?" —exigió Monroe.

"Mi padre ha descubierto quién rescató su ticket de comida. Tenemos que irnos.
Ahora”, respondió Saint sucintamente.
No me molesté en perder el tiempo preguntándole cómo podía estar seguro de eso. El
padre de Saint era un mega imbécil de proporciones masivas y sólo su hijo conocía el
alcance total de su alcance psicótico. Si Saint dijo que era él entonces le creí, no hay duda.
Saint ya estaba en la caja fuerte escondida debajo de la losa, abriéndola.
y sacando una bolsa negra que sabía que estaba llena de dinero en efectivo, dos pistolas
y las últimas granadas de humo que Niall nos había dado.
Levantó la vista y nos encontró a Monroe y a mí parados allí, sin saber qué hacer.
con nosotros mismos y gruñíamos como una maldita bestia.
"Blake, toma la caja de vacunas del refrigerador. Nash, pon un maldito
abrigo puesto. Nos iremos por la cripta y no volveremos, así que si necesitas algo más...
"¿Qué pasa con la ropa y esa mierda?" Monroe preguntó mientras tomaba un abrigo de
El gancho junto a la puerta y rápidamente se lo puso.
Ya tenía la caja plateada que guardaba las vacunas robadas fuera del refrigerador y
agarré también una botella de agua, deteniéndome por medio segundo para beber casi todo
con la esperanza de desterrar los últimos efectos de ese gas de mi cuerpo.
"Mi auto ya está lleno de ropa y suministros para todos nosotros", espetó Saint como si
fuera obvio justo cuando regresaba hacia él. "También me tomé la libertad de guardar las
cenizas del padre de Tatum y las cartas de su hermana en la cripta".
"¿Qué pasa con el collar que me pidió que cuidara?" Preguntó Monroe, dando un paso
atrás, como si estuviera dispuesto a ir a buscarlo incluso cuando escuchamos un golpe en la

puerta principal.
Saint se llevó un dedo a los labios antes de abrir un bolsillo en el costado de
la bolsa de dinero en efectivo que sostenía, revelando el collar junto a la placa que mi mamá me había
dado, la pequeña colección de recuerdos de Nash de su vida anterior y el cuaderno de bocetos de Kyan.
Monroe lo miró boquiabierto, claramente confundido sobre cómo Saint había logrado robar sus posesiones
más preciadas, pero considerando nuestra situación, realmente no podía criticar sus métodos.
Vislumbré el bolígrafo y el encendedor que Saint nos había robado a Kyan y a mí hace tanto tiempo
antes de cerrar el bolsillo nuevamente y arrojar la bolsa sobre su hombro.
Mi corazón se aceleró de amor por mi hermano mientras lo perseguíamos hacia la cripta en silencio.
Para alguien que decía no entender el amor ni los sentimientos, instantáneamente descubrió las pocas cosas
que significaban más para las personas que le importaban y las había asegurado en preparación para que
esto sucediera. En el fondo, Saint Memphis era tan suave como la mantequilla y estaba empezando
a dejarlo notar.
Saint rápidamente tomó su computadora portátil y su cargador del escritorio y los empujó.
en la bolsa antes de hacernos señas para que lo siguiéramos mientras cruzaba apresuradamente la
habitación y otro golpe más fuerte sonó en la puerta. Claramente esos imbéciles esperaban tendernos
una emboscada engañándonos para que abriéramos la puerta, pero si realmente pensaban que éramos un
grupo normal de chicos de secundaria, estaban a punto de tener un duro despertar.
Llegamos a la cripta, cerramos la puerta detrás de nosotros y bajamos corriendo las escaleras antes de
cruzar el gimnasio hacia la puerta que conducía al
catacumbas.
"Vamos a tener que correr como si los demonios del infierno estuvieran metidos en nuestro trasero".
Saint gruñó y la nota de preocupación en su voz fue más que suficiente para hacerme saber que los hombres
que su padre había enviado tras nuestra chica hablaban en serio.
No podíamos arriesgarnos a que nos atraparan a ninguno de nosotros.

"Mierda, nunca volveremos aquí, ¿verdad?" Respiré, mirando por encima del hombro hacia El
Templo, donde cinco almas rotas habían construido un hogar juntas, con una punzada de tristeza en mi
pecho.
"Nunca", estuvo de acuerdo Saint y el tono crudo de su tono hizo que me doliera el corazón por el
niño que siempre había soñado con tener un lugar como este. Un hogar al que pudiera llamar suyo, algo
en lo que pudiera confiar y en lo que pudiera confiar.
"El hogar es donde está tu familia", dijo Monroe con voz áspera, extendiendo la mano
para poner una mano en el hombro de Saint y sorprendiéndome cuando comprendió claramente lo
difícil que debió haber sido esto para nuestro hermano también. "Y tan pronto como alcancemos a Tatum
y Kyan, nuestra familia estará junta nuevamente. Todo lo que dejaremos atrás son ladrillos y
cemento. Los recuerdos vienen
con nosotros. El amor también."
Saint en realidad dudó en sus movimientos cuando abrió la puerta.
y los tres compartimos una mirada que hablaba de nuestro vínculo.
"Vamos, hermanos", gruñó. "Vamos a cazar al resto de
nuestra tribu antes de que lo hagan estos imbéciles".
Asentí con firmeza y lancé una última mirada melancólica a la montaña de artículos de tocador.
Papel que habíamos acumulado cuando atravesamos la puerta y Saint volvió a cerrarla. En los años
venideros, la gente recordaría este virus como una época en la que el papel higiénico se convirtió
en el tesoro de la nación. Fue buscado como la más rara de las gemas, atesorado con más avidez que
el oro y, al final, cuando la humanidad volviera a la normalidad, ¿alguien olvidaría realmente la
emoción de limpiarte el trasero cuando sabías que había otros que no podían? Ese era el legado que
realmente dejaría este virus.
La puerta se cerró con un clic sólido justo cuando el sonido de los hombres rompiendo
Por la puerta principal nos alcanzó. Sin decir una palabra más, nos sumergimos en la oscuridad de
los túneles, el frío nos envolvía fuertemente y me alegraba de tener mi abrigo. Corrimos a ciegas hasta
que doblamos las primeras curvas y

mantuvo agarrado el brazo de Monroe para ayudarlo a mantenerse en el camino correcto mientras este lugar
le resultaba menos familiar.
Una vez que pudimos estar seguros de que no nos verían desde la entrada del
túneles, Saint permitió que Monroe iluminara la linterna de su teléfono y realmente aceleramos
el ritmo.
Aproximadamente a mitad de camino hacia los túneles, Saint se detuvo junto a un enorme sarcófago.
y empujó la tapa a un lado, sacando otra bolsa que supuse que contenía las cartas de
Tatum, las cenizas de su padre y sin duda un montón de cosas más.

No podríamos habernos ido de aquí sin.
No pude evitar recordar la noche en que los cinco estábamos unidos por la sangre
aquí abajo. Todos nosotros uniéndonos para matar a un hombre. Podría haber sido una
forma jodida de demostrar nuestra devoción por nuestra chica, pero si yo fuera del tipo
espiritual entonces tendría que decir que hacerle un sacrificio en este lugar de muerte me
pareció bastante apropiado.
Finalmente llegamos a la segunda puerta y mi mente era un torbellino de miedo por
Tatum y Kyan mientras me preguntaba si ella había logrado alcanzarlo ya, odiando el
hecho de que nos viésemos obligados a correr en la dirección opuesta a ellos ahora mientras
nos necesitaban. Pero yo tenía fe en ella. Ella era fuerte y capaz y sin duda estaba en medio
de salvar a nuestro hermano en este momento.
Tenía que creer eso o me volvería loco.
Saint abrió la segunda puerta e intercambié una mirada con Monroe mientras
claramente también tenía en mente el asesinato que todos habíamos cometido aquí. Parecía
como si hubiera pasado toda una vida desde que nos habíamos unido por la eliminación de
un cadáver y, sin embargo, en realidad fueron solo meses. Es curioso cómo a veces todo el
mundo puede dar la vuelta al lanzar una moneda al aire. Y me alegré mucho de que así fuera.
Mientras atravesábamos la puerta, el sonido de los hombres gritando en los túneles
resonó hasta nosotros y mis entrañas se desplomaron cuando me di cuenta de que habían
encontrado la cripta y estaban persiguiéndola. No sabía cómo carajo se suponía que éramos
cruzar el campus a pie sin ser visto por estos mercenarios, pero estaba realmente agradecido
con Justice Ninja por sacar a mi chica a salvo del campus exactamente cuando necesitaba
estarlo.
Seguimos corriendo y me alegré de descubrir que la mayor parte del mareo que se
había apoderado de mí ahora estaba pasando, dejando mi mente despejada para concentrarme
en la tarea de sacarnos de aquí. La caja de vacunas era incómoda y pesada de transportar
y tenía que cambiar de agarre mientras corría.
El viento soplaba sobre nosotros debido a una tormenta que se acercaba cuando la
luz natural finalmente llegó al túnel que tenía delante y entrecerré los ojos ante el brillo
mientras Monroe apagaba su linterna y nos deteníamos en la salida de las cuevas en
Sycamore Beach.
Tuve que luchar contra el impulso de contener la respiración mientras mirábamos la arena.
hacia los árboles, buscando cualquier señal de que los mercenarios hubieran llegado hasta
aquí. Pero las catacumbas y las cuevas conectadas no eran de conocimiento público, por lo
que parecía que la suerte estaba de nuestro lado y aún no habían descubierto por dónde
saldríamos.
Las únicas personas a la vista eran Danny y Mila, que estaban acurrucados sobre una
manta con un picnic preparado a su alrededor, los dos besándose tan intensamente que estaba
bastante seguro de que íbamos a verlos follando si nos quedábamos de pie. aquí mucho más
tiempo.
"Tienen un carrito de golf", señaló Monroe y miré más allá del
dos de ellos hacia el camino donde estaba estacionado.
"Perfecto." Saint salió de la cueva, trotó por la arena y atrajo la atención de Danny y
Mila hacia él mientras se subía a la manta de picnic y se aclaraba la garganta con fuerza.
"Dame las llaves de ese carro", ordenó y Danny frunció el ceño.
"¿Qué?"
"Es una emergencia, amigo", le expliqué, empujando a Saint para que le dijera que dejara de
ser un idiota, pero eso no estaba realmente en su naturaleza. "Realmente no podemos entrar en
eso, pero estamos siendo perseguidos y necesitamos un medio de transporte. Como beneficio
adicional, podrás llevarte mi corona como rey de la escuela una vez que me haya ido".
"¿Te estas yendo?" Danny preguntó con el ceño fruncido, poniéndose de pie y levantando
a Mila con él.
"No tenemos tiempo para esto", gruñó Saint, dando un paso adelante
agresivamente. "Estamos siendo perseguidos por hombres que no dudarán en hacer lo que
sea necesario para localizarnos, y nuestra chica confía en nuestra ayuda. Danos las llaves".
"¿Tatum?" Mila jadeó y me sentí un poco culpable por no hacerle saber que su mejor amiga
estaba a salvo una vez que la rescatamos, pero era un secreto bastante grande y no podíamos
confiar ciegamente en la gente.
"Sí", admití. "Ella nos necesita."
Danny sacó la llave del bolsillo y fue a ofrecérnosla, pero Mila
Colocó una mano sobre él para evitar que Saint lo tomara.
"Si están siendo perseguidos entonces no podrán ser vistos. Ustedes tres pueden esconderse en el
Volveremos y conduciremos", insistió.
"No creo que eso sea" comencé, pero Saint me interrumpió.
"Ella tiene razón. Entonces llévanos tú. Necesitamos llegar a las puertas principales y
Asegúrate de evitar el maldito Templo. No te detengas por nada ni por nadie", ordenó
antes de agacharse para agarrar la esquina de su manta de picnic y tirar toda la comida y la
mierda al suelo.
playa. "Usaremos esto para ocultarnos".
Todos comenzamos a correr detrás de Saint hacia el carro y yo lo vigilé de cerca.
en los árboles por si aparecía alguno de esos hombres. Danny y Mila saltaron a los asientos
delanteros mientras Monroe, Saint y yo nos acostamos rápidamente en la parte trasera, donde
normalmente se cargaba el equipaje antes de tirar la manta.

sobre nosotros. No fue perfecto, pero de un vistazo nadie notaría que nos escondiéramos.
aquí.
Mis hombros chocaron contra los de Saint y Monroe cuando el carrito arrancó y Danny
condujo la cosa tan rápido como pudo mientras comenzaba a viajar por el campus.
Mientras me escondía debajo de esa manta, mi corazón se aceleró incluso más rápido de lo que había sido.
mientras corríamos. La luz era tenue y mi aliento calentaba el espacio alrededor de mi cara
mientras esperábamos. Cada pequeño ruido me ponía nervioso y cada vez que el carro daba
un golpe en el camino, me imaginaba a algunos de aquellos hombres conduciendo

sacarnos de la carretera.
Pero el momento nunca llegó y aunque mi adrenalina subió como loca,

Nunca necesité usarlo.
Nos detuvimos y Nash nos quitó la manta cuando nos encontramos en el estacionamiento
más allá de las puertas.
Saint sacó la llave de su auto del bolsillo y abrió el móvil de mamá mientras saltaba del
carrito de golf, se alejaba para cargar su bolso en él y se subía al asiento del conductor.
"Gracias, hombre", dije, volteándome hacia Danny y abrazándolo.
Monroe agarró la otra bolsa y la caja de vacunas y les agradeció.
Se alejó corriendo para entrar al auto también.
"¿Dónde está Tatum?" Mila demandó mientras soltaba a mi amigo y miraba hacia
ella, su cabello oscuro ondeando a su alrededor con la brisa.
"Ella expulsó a ese imbécil ninja de aquí después de que secuestraron a Kyan.
"Vamos a perseguirlos ahora", le dije. "Le enviaré tu amor, pero no volveremos".
"¡Quiero verla!" Ella me llamó, pero yo ya estaba saltando.
la parte trasera del auto cuando Saint comenzó a alejarse.

Saint presionó el botón para bajar la ventana cuando pasó junto a ellos dos.
y gritó: "Les debo a cada uno de ustedes un favor en el futuro, espero que vivamos para
ver."
No tuvieron oportunidad de responder a eso cuando él pisó el acelerador y nos alejamos,
dejándolos atrás con la boca abierta en señal de protesta y el polvo de las ruedas traseras
levantandose sobre ellos.
"Gire a la derecha. No reconozco su ubicación, pero ya no se mueven", instruyó Monroe
al final del largo camino y miré entre los asientos para ver que tenía la aplicación de seguimiento
abierta en su teléfono.
Después de que perdimos a Tatum, Saint había insistido en que todos lo instaláramos y yo estaba muy
feliz de que lo hubiera hecho ahora.
Saqué mi propio teléfono de mi bolsillo e intenté llamar tanto a Kyan como a
Tatum, pero ninguno de los dos respondió y mis niveles de ansiedad aumentaron aún
más. ¿Y si nos necesitaran? ¿Qué pasaría si hubiéramos perdido demasiado tiempo
mientras nos poníamos al día con nuestra fuga?
Mi cuerpo estaba tenso por la tensión mientras corríamos camino tras camino, dirigiéndonos
mucho más lejos de la escuela de lo que esperaba antes de tomar un camino de tierra. El
móvil de mamá lo manejó como un profesional, rebotando mientras los ojos de Saint brillaban
con un tono de suficiencia que me hizo pensar en los sonidos que mi auto había estado haciendo
mientras Tatum también había tomado esta ruta. Sí, sí, la camioneta de su mamá futbolista
podría obtener el punto por ser mejor fuera de la carretera, pero aún así parecía una mujer de
mediana edad conduciéndola.
Salimos a otra calle y luego cruzamos por una pista de tierra.
nuevamente antes de comenzar a subir una colina empinada.
"Están más adelante", dijo Monroe con ansiedad y apreté los puños mientras me preparaba
para una pelea por si acaso.
Saint detuvo el auto abruptamente en la cima de la colina y me lancé por la puerta cuando
vi mi auto deportivo destartalado estacionado justo en

frente a nosotros.
Di varios pasos corriendo hacia allí antes de quedarme quieto junto a Saint y Nash, cruzándome
de brazos ante la vista que tenía ante mí.
Tatum y Kyan parecían estar absolutamente bien. La tenía sujeta al capó de mi auto, los
dos besándose con una especie de desesperación.

de fervor mientras sus manos se apretaban en su cabello y él le clavaba la polla con
una brutalidad animal. Sus pantalones estaban alrededor de sus tobillos y los de ella estaban tirados
a un lado mientras que sus bragas ni siquiera se habían quitado, la tela claramente apartada
para permitir este reclamo desesperado.
Quería enojarme con ellos por hacernos preocuparnos de esa manera cuando claramente
estaban bien, pero cuando miré más allá de ellos hacia el suelo perturbado y la cuerda hecha con
cinturones de seguridad que caía por el borde del barranco, mi irritación se derritió.
Di un paso más hacia el borde, mirando hacia los restos del naufragio debajo, mi
Arqueé las cejas cuando vi un cuerpo roto allí abajo también.
Tatum gimió ruidosamente cuando se corrió y Kyan maldijo, empujándola cada vez más fuerte
hasta que él también se corrió, su mano anudándose en su cabello mientras la besaba, introduciendo
su lengua en su boca. En realidad hacía bastante calor. Y no pude evitar sentir mi propia polla
agitándose mientras
los observó.
Finalmente rompieron el beso, los dos sudando y jadeando mientras
Tatum nos dirigió esa gran tristeza tímidamente, luciendo la imagen de la inocencia incluso
cuando claramente todavía tenía la polla de Kyan enterrada dentro de ella.
"Te ves bien, princesa, supongo que no necesitas ayuda de la caballería.
después de todo", comentó Nash mientras se mordía el labio.
"¿Hay algún momento del día en el que ustedes dos sientan que es adecuado abstenerse de
follar?" preguntó Saint, pareciendo más enojado por el hecho de que

No se habían molestado en hacernos saber que estaban bien antes de ceder.

su necesidad de joder unos a otros.
"No", respondió Kyan con una sonrisa mientras se alejaba lentamente de ella y se
subía los pantalones nuevamente. Noté que su camisa estaba dividida por la mitad y fruncí el
ceño mientras se quitaba los restos. "Especialmente no cuando mi acosador me secuestró y abusó
sexualmente de nuevo".
"¿Tu acosador?" Pregunté confundido.
"Garganta profunda", respondió Tatum con una mueca de desprecio y me acerqué a ella,
queriendo comprobar por mí mismo que realmente estaba bien. "Siempre fue ella.
Ella estaba detrás de Kyan. La única razón por la que estuve involucrado fue porque ella
quería quitarme del camino".
Los ojos de Saint brillaron con comprensión cuando comprendió esa idea y se dio la
vuelta de repente, lanzando su puño a un árbol mientras comenzaba a maldecirse a sí
mismo por no haber visto eso antes, la oscuridad en él saliendo a la superficie ante su percibido
fracaso.
Kyan y Monroe lo siguieron, razonando con él mientras me acercaba a nuestra chica,
acariciando con mis dedos su cabello dorado y masajeando su cuero cabelludo suavemente para
compensar la aspereza de Kyan con ella.
Ella suspiró mientras extendía la mano para pasar sus dedos por mi mandíbula y mi mirada
se posó en sus muslos abiertos, pegajosos con el semen de Kyan, verlo extrañamente excitante.
"Entonces, pequeña, ¿salvaste al nieto del mafioso malo?" Bromeé y ella sonrió.
"Claro que sí. No soy el único que es rescatado en esta historia".
La besé dulcemente, deseando profundamente profundizarlo, pero sabía que había
No había tiempo para eso, así que simplemente puse mi mano contra su corazón acelerado,
feliz de tenerla cerca.
"Tenemos que salir de aquí", espetó Saint de repente, claramente decidiendo

que ahora no era el momento para perder la cabeza cuando había hombres armados
Todavía nos busca cerca. "Tengo una casa segura que podemos usar. Nash, cambia las
placas".
Miré a mi alrededor y lo encontré arrojándole un juego de placas falsas y un destornillador
a Monroe antes de acercarse a nosotros con una pequeña toalla de mano que había conseguido
de joder sabía dónde.
Saint me empujó a un lado y de mala gana lo dejé para que pudiera limpiar.
Tatum se levanta, la forma gentil y adorable de sus movimientos me hace sonreír.
Maldito blandengue. Tendría que comprarle un osito de peluche para que lo abrazara por la
noche si seguía así.
Monroe les explicó la situación a Kyan y Tatum mientras yo me acercaba para ver el
daño que Tatum le había hecho a mi bebé. Mi auto único en su clase, de edición limitada,
estaba realmente jodido. No había dos maneras de hacerlo. Estaba rayada, abollada y
faltaba un espejo retrovisor. Los cinturones de seguridad estaban actualmente en uso como
una cuerda que colgaba sobre el acantilado y Kyan había follado a Tatum tan fuerte en el
capó que logró abollarlo también.
"Me debes un auto nuevo, imbécil", le dije a Kyan, dirigiéndome al móvil de mamá
mientras los demás entraban y subían a la parte trasera con él y nuestra chica.
Se sentó entre nosotros, tomando cada una de nuestras manos entre las suyas mientras Saint comenzaba a hablar.
retrocede y gira el auto.
"Bueno, acabo de llamar a un limpiador para que se deshaga de él. No quiero que nadie me
Pensando que tuviste algo que ver con el accidente que mató a Bait y Deepthroat,
así que vamos a estar en paz", sugirió con una sonrisa, aunque había algo en sus ojos que
decía que acababa de pasar por algo bastante jodido.

"¿Quieres contarnos sobre eso?" Le pregunté a él y a todos los demás en el auto.
Se quedó en silencio mientras esperábamos su respuesta. Los ojos de Tatum se detuvieron en
él, su necesidad de consolarlo era clara, pero esa no era la manera de Kyan.
Al final, Kyan se limitó a negar con la cabeza. "No. La perra ahora está muerta. Pero digamos que
tengo un nivel completamente nuevo de respeto por mi tío Niall y su preferencia por matar violadores".
"¿Ella" comenzó Tatum con horror, pero Kyan la interrumpió con un gesto de
su cabeza.
"Me rescataste antes de que ella pudiera hacer algo más que tocarme, bebé.
Pero necesitaba meterle la polla a mi chica en el segundo que pudiera para limpiar la
sensación de sus manos de mi piel". Él se rió mientras se inclinaba para presionar un beso en su
cuello y aunque estaba seguro de que todos podíamos notar el Su actitud alegre fue forzada,
no lo presionamos.
Lo principal era que Tatum había llegado a tiempo para rescatarlo, habíamos escapado de los
hombres que el padre de Saint había enviado tras nosotros y actualmente nos dirigíamos a un lugar
seguro. Más allá de eso, no tenía ni puta idea de lo que haríamos.
Pero la cuestión era que estábamos todos juntos. Eso era lo que realmente contaba.
Me quité el abrigo mientras regresábamos a la carretera principal, así que solo estaba
con mis pantalones deportivos azul pálido y mi camiseta a juego, el calor de los cuerpos de
Kyan y Blake a ambos lados de mí me hacía sentir más tostada. Entrelacé mis dedos
entre los de Kyan mientras pensaba en Garganta Profunda y todo lo que ella le había hecho.
Había muerto de miedo y eso ya era algo. Pero hubiera sido bueno tenerla sola en algún
lugar por un tiempo antes de entregarla a la muerte.
Nunca perdonaría la cicatriz que ella le había dejado y esperaba que su fin terminara.
lo ayudaría a superar el trauma de su intento de violación. Él nunca habló de eso, pero
a veces deseaba que lo hiciera. A veces pensé que debería esforzarme más para sacarle
también la profundidad de su dolor. Porque muchas veces sangrar era la única manera
de sanar el pasado. Así que decidí que una vez que el polvo se hubiera calmado en este día,
lo intentaría de nuevo.
"Entonces, ¿dónde está la casa segura?" Le pregunté a San.
"Es... joder, ¿y ahora qué?" Saint gruñó, sus ojos mirando algo en
el espejo retrovisor.
Me giré en mi asiento para mirar por la ventanilla trasera y vi un Mercedes rojo acercándose
detrás de nosotros, encendiendo sus luces.
"Ese es el auto de Danny", dijo Blake sorprendido mientras tocaba la bocina y

Saint aceleró más fuerte.
"Saint, detente", le ordené cuando vi a Mila en el asiento al lado de Danny, pero Saint siguió
conduciendo.
"Amigo", gruñó Blake. "Podría ser importante".
“Las únicas cosas importantes en el mundo están en este auto”, dijo Saint con total naturalidad,
pero por más dulce que fuera, aún necesitaba detenerse.
"Santo", exigí.
"Estoy con el jefe, no nos arriesguemos", dijo Kyan, bostezando y
reclinándose contra su asiento como si estuviera planeando una siesta.
"No hay ningún riesgo, son nuestros amigos", gruñí mientras Danny encendía sus luces.
de nuevo y Mila nos saludó ansiosamente. "Para el coche."
"Solo detente, hombre", insistió Nash y Saint gruñó con irritación.
Me incliné hacia adelante entre los asientos, agarrando el bíceps de Saint y hablando
en su oído. "Por favor."
Su mandíbula latió, luego indicó fuera de la carretera y aparcó, poniendo el
las luces de emergencia estaban encendidas a pesar de que no había nadie alrededor excepto nosotros y nuestros amigos.
Blake abrió la puerta y yo salí corriendo detrás de él mientras Danny detenía su auto detrás
de nosotros, la emoción me invadía. Mila salió del vehículo, corrió hacia nosotros y mi corazón dio
un vuelco cuando me rodeó con sus brazos.
"Estaba muy preocupada, niña", dijo, abrazándome fuerte. "¿Dónde carajo has estado?"
"Es una larga historia", dije mientras la abrazaba firmemente, dando un paso atrás
mientras ella continuaba agarrando mis manos. Demonios, la había extrañado. Y odié que tuviéramos
ir. Que nuestro mundo estaba tan desordenado que ya no había lugar para la normalidad.
“Sí, y no podemos decirlo. No nos queda mucho tiempo, tenemos que irnos”, dijo Blake
seriamente mientras Danny salía del auto y caminaba hacia nosotros con el ceño fruncido por
la preocupación.
"¿Estas en problemas?" Mila preguntó en un susurro, apretando mis manos y yo asentí, sin
querer mentirle. Pero había tantas cosas que no podía decir por su propia seguridad.
"Estamos en una mierda profunda", admití. “Pero estaremos bien. Saint tiene un plan”.
"¿Vas a regresar?" preguntó ansiosamente.
Compartí una mirada triste con Blake y luego negué con la cabeza. "No lo creo", suspiré.
Los ojos de Mila se llenaron de lágrimas mientras me miraba y sentí que mis propios ojos
también se nublaban. Ella había sido una buena amiga para mí. La única amiga verdadera
que realmente había tenido. Y había al menos una cosa que podía hacer por ella.
"Espera aquí", dije, dándome la vuelta y corriendo de regreso al auto. Abrí el baúl y
Saint maldijo coloridamente mientras abría la caja plateada que contenía las vacunas,
sacaba una botella del precioso líquido y un par de jeringas, extrayendo las dosis que
necesitarían. Cerré la caja con llave otra vez, cerré el baúl y corrí de regreso con Mila.
"Aquí." Los presioné en su palma y ella miró hacia el
Jeringas en confusión.
"¿Qué es esto?" —preguntó mientras Blake se pasaba una mano por el pelo y se la echaba.
Una mirada ansiosa al auto de Saint.
“Es una vacuna. Una vacuna que funciona para el virus Hades —susurré, aunque no
había nadie en kilómetros a la redonda que pudiera escucharnos. Simplemente sabía lo
valioso que era este conocimiento.

Los grandes ojos de Mila se agrandaron mientras miraba a Danny con emoción y luego a
mí. "¿Hablas en serio? ¿De dónde diablos sacaste esto, niña?
"Como ella dijo, es una larga historia", intervino Blake.
"Puedo dárselo a ustedes, arremangarse", dije. papá había entrenado
Me propuse hacerlo hace años y fue bastante sencillo.
Mila fue primero, permitiéndome que le inyectara la vacuna y se calentó.
mi corazón para saber cuánto confiaba en mí. Cuando también se lo di a Danny, Blake deslizó
un brazo alrededor de mi cintura y me hizo retroceder un paso. “Esto apesta, pero realmente
tenemos que irnos. Hay algunos imbéciles mirando

para nosotros."
"No jodas", respiró Danny, mirando nerviosamente por encima del hombro.
Una decisión brilló en los ojos de Mila y agarró mi mano mientras Blake intentaba
alejarme. "¿Qué podemos hacer para ayudarle?"
"Tengo una idea", la voz cortante de Saint llenó el aire y casi salté.
salió de mi piel cuando apareció a mi lado como un maldito fantasma.
Le tendió un montón de teléfonos a Mila. "Toma estos. Enciéndelos y haz una llamada a al
menos uno de ellos. Luego conduzca hacia el sur durante cien millas
antes de tirarlos”.
Mila se quedó boquiabierta. “¿Alguien te está siguiendo?” preguntó en estado de shock.
"Obviamente", dijo Saint con frialdad y le di un codazo en las costillas.
"Esto es una mierda de película de acción, lo juro", dijo Danny, luciendo un poco emocionado
por eso.
“Lo haremos”, anunció Mila.
"¿Estás seguro de que no te importa?" Pregunté, con la garganta apretada por la emoción al
dejándola, sin saber cuándo volvería a verla. Pero espero que haya un momento más allá de
esto en el que pueda hacerlo. Simplemente no sabía cómo llegaríamos allí todavía.
"Por supuesto que no", dijo Mila con firmeza y la abracé de nuevo mientras mi
El corazón latía dolorosamente contra mis costillas.

"Gracias", suspiré.
"Te quiero niña. Llámame tan pronto como puedas, ¿de acuerdo? suplicó y yo asentí
mientras la soltaba, tragándome el fuerte nudo en mi garganta.
También abracé a Danny y luego Blake los abrazó antes de que volvieran a entrar.
su auto, saludándonos mientras daban la vuelta y se dirigían en la dirección opuesta. Un
suspiro pesado me dejó cuando desaparecieron y realmente esperaba haberlos vuelto a ver
pronto.
“Bueno, supongo que la parada valió la pena después de todo, pero deberíamos haberlo hecho.
"Hablamos de administrar esa vacuna, Tatum", dijo Saint bruscamente, tomando mi mano y
guiándome de regreso al auto a un ritmo feroz.
"Merecen tener uno", dije con fiereza. “Y no tengo que pedirte permiso. Ellos son mis
amigos. Y la única razón por la que se creó la vacuna fue por lo que pasé en ese laboratorio. Al
menos quiero que surjan algunas cosas buenas al sufrir todo eso”.
“No permitiré que decisiones precipitadas nos pongan en riesgo a ninguno de nosotros”,
dijo Saint, sin retroceder ni un poco a pesar de mis puntos más que válidos.
“Bueno, desafortunadamente para ti, no eres un dictador, así que no depende de ti.
todo el tiempo —dije secamente y él me hizo girar, empujándome contra el costado de su
auto y mirándome furiosamente, haciendo que mi corazón latiera violentamente.
“Te protegeré a toda costa, sirena. Nos protegeré a todos , y si siendo
un dictador es lo que se necesita para hacer eso, soy más que adecuado para el papel”.
“Vamos, hermano, relájate. Tenemos que ponernos en camino”, llamó Blake desde el
otro lado del auto.
Nash salió, caminó hacia nosotros y hizo una postura ante Saint. "Mirar
cómo pones tus manos sobre ella, Memphis”.
"No te pedí tu opinión, Nash". Saint no apartó sus ojos de
el mío, sus músculos abultados contra su camiseta mientras me mantenía en su agarre.

Por mucho que apreciara que Monroe cuidara de mí, no necesitaba estar
salvado de Santo. Teníamos nuestro propio idioma y esto era parte de él.
Deslicé mi mano por su pecho, apoyándola contra su corazón que latía furiosamente y su
garganta se balanceó. “Yo tomo mis propias decisiones, Santo. Y mis decisiones siempre serán
por el bien de las personas que amo. Eso incluye a mis amigos. Así que puedes enojarte conmigo
todo lo que quieras, pero no lo siento.
"No tenemos tiempo para esto", gruñó Monroe, extendiendo la mano para agarrar
brazo de Saint, pero él sacudió su hombro para quitárselo de encima.
"La tontería genera situaciones peligrosas", respiró Saint. "Te castigaré la próxima vez que no
me consultes sobre una decisión como esa". Se apartó y puse los ojos en blanco, agarrando la
puerta trasera y subiendo por encima de Kyan, que estaba profundamente dormido.
Todos los demás volvieron al auto y Saint se fue por la carretera, el silencio entre nosotros
resonando en mi cabeza.
"Voy a untarte el culo con mantequilla por dentro y dejaré que una tuza se vaya a la ciudad",
murmuró Kyan en sueños y solté una carcajada cuando Blake y Nash también se rieron a carcajadas.
Saint miró a Kyan por el espejo retrovisor, sus ojos brillaban con
La alegría y la tensión se disolvieron instantáneamente entre todos nosotros.
Blake entrelazó sus dedos con los míos y me incliné contra él, respirando su aroma
masculino mientras los kilómetros se alejaban bajo los neumáticos.
Con Mila y Danny tendiendo un rastro falso, esperaba que eso significara que ahora estábamos
perdidos en el viento y nadie sería capaz de localizarnos. no lo sabia
hacia dónde íbamos, pero era parte de un plan diseñado por Saint Memphis.
Entonces no estaba preocupado. Porque si alguien podía burlar al hombre que nos perseguía, era el
que había sido hecho a su imagen.

***
Blake respiró suavemente mientras dormía a mi lado y Kyan murmuró tonterías.
En mi oreja. Me encantaba su cercanía, pero también anhelaba el contacto de mis otros
Guardianes Nocturnos. Desde que salí de ese laboratorio, juro que había formado una
racha seriamente posesiva con todos ellos. Sólo quería tocarlos en todo momento
para asegurarme de que no iban a ninguna parte.
Y después de estar tan cerca de perder a Kyan, supuse que el sentimiento se había
intensificado.
Me desabroché el cinturón y subí a los asientos delanteros, dejándome caer
suavemente sobre el regazo de Nash.
“No”, objetó Saint. "De vuelta en tu asiento, no es seguro aquí arriba si chocamos".
Rodeé el cuello de Monroe con mis brazos y él me abrazó contra él.
"Literalmente no hay nadie más en las carreteras debido al bloqueo, no vamos a chocar",
argumenté.
"Un ciervo podría salir corriendo del bosque", gruñó Saint.
“Tiene razón, princesa. No es seguro”, murmuró Monroe, pareciendo entristecido
al decirlo mientras me abrazaba. Pensé en lo que le había sucedido a su familia con una
punzada de culpa en el pecho. Mierda.

"Oh Nash, yo" comencé.
"¡Necesito orinar!" Blake anunció de repente.
"Aquí." Saint abrió la guantera, sacó una botella vacía y se la arrojó.
“No, quiero orinar salvajemente. No voy a meterme en una botella”, insistió Blake.
"Es la botella o nada", dijo Saint con calma.
"Solo detente por dos minutos", dijo Monroe, sus dedos recorrieron mi columna y me
estremecí.
"En realidad yo también necesito orinar y definitivamente no voy a intentar hacerlo en un
botella”, dije con una ligera risa.
Saint sacó un Shewee de la guantera en respuesta a eso y
Me quedé boquiabierto cuando arrojó la cosa de plástico rosa brillante sobre mi regazo.
"¡No!" Me reí y lo arrojé por encima del hombro hacia atrás. "Volcar."
La mandíbula de Saint hizo un tic, pero indicó fuera de la carretera, deteniéndose al lado del
bosque y salté del auto. Nash lo siguió y Blake se fue hacia

los árboles delante de nosotros.
"Mírala", le ordenó Saint a Monroe y puse los ojos en blanco mientras Nash tomaba
mi mano, pero no la liberé.
"Puedes verme orinar si quieres, pero puede ser una experiencia un tanto extraña".
Entrelacé mis dedos con los de Monroe y él se rió entre dientes mientras lo conducía al bosque.
"Tomaré cualquier experiencia de vinculación contigo después de estar sin ti por tanto tiempo".
"Maldita sea", murmuró en mi oído y me mordí el labio mientras recogíamos el
paso.
Cuando nos alejamos lo suficiente de la carretera, me deslicé detrás de él.
un gran pino y se agachó para orinar. El bosque estaba inquietantemente silencioso, pero el
silencio pronto fue roto por el sonido de Blake cantando Genie in a Bottle de Christina Aguilera en
algún lugar cercano entre los árboles, dibujando una sonrisa en mi rostro. Maldita sea, eso era la
vieja escuela.
Cuando terminé, rodeé el árbol para encontrar a Monroe y él me agarró,
inmovilizándome contra el enorme tronco. Presionó su dedo contra sus labios y sonreí mientras
inclinaba su cabeza hacia abajo para besarme. Su lengua se movió con fiereza, reclamando
golpes contra la mía mientras sus manos presionaban ambos lados de mí contra el árbol. Olía a
bosque, a un hombre salvaje que vivía de la tierra, cortaba leña desnudo y encendía fogatas.
"Joder, te he extrañado", dijo pesadamente, cortando mi fantasía mientras yo
Apreté mi mano en su camisa para mantenerlo cerca. "Yo también me he perdido
toda nuestra conspiración". Él sonrió mientras pasaba mis dedos por su cabello rubio
oscuro. Estaba totalmente enamorado de él. No sabía si era la intensidad en sus ojos
o esa boca divina lo que me estaba calentando tanto en este momento, pero sabía que
no podía permitirme la tentación cuando deberíamos estar corriendo hacia las colinas. Así
que retrocedí y puse un poco de espacio entre nosotros para evitar que mi libido se
hundiera en el asiento del conductor. Esa perra había estado trabajando horas extras
desde que regresé a mi tribu.
“Bueno, ¿qué tal si empezamos a conspirar juntos de nuevo? Vamos a acercarnos sigilosamente
Blake y darle un susto de muerte —dije en tono conspirativo.
Bajó la cabeza y mordisqueó mi cuello con una risa profunda que hizo que mi
pulso acelerado. "Estoy dispuesto a hacerlo si tú lo eres".
Los ojos de Monroe brillaron cuando dio un paso atrás y nos escabullimos en la
dirección de donde venía la voz de Blake. Estaba balanceando sus caderas mientras
orinaba, su canto se hizo más fuerte cuando nos acercamos detrás de él, acercándonos silenciosamente.
Nash pisó una rama y un fuerte crujido hizo que Blake se diera vuelta y me quedé
boquiabierto al ver su polla metida en el Shewee de plástico rosa.
"Amigo, ¿qué carajo?" Monroe se echó a reír y Blake soltó una risita.
“Pensé en intentarlo. ¿Sólo vives una vez, no?" él se agachó
y tiró de él para sacárselo, pero no se movió. Su mirada se posó en él mientras tiraba
de nuevo y un grito de dolor lo abandonó. "Oh, joder".
"Hilarante", dijo Nash con expresión inexpresiva mientras yo me desmoronaba de la risa. "Vamos,
tenemos que irnos".
"No es una broma, está jodidamente atascado". Blake tiró de él otra vez y
Tragó otro ruido de dolor cuando no se movió.

"Dámelo aquí". Monroe avanzó a grandes zancadas, apartó su mano y la agarró,
tirando con fuerza. Blake se adelantó con un grito de pánico y empujó a Monroe en el pecho.
"¡Ay, hijo de puta!" ladró.
Me agarré el costado mientras más risas me atravesaban, incapaz de detenerme.
"Tate", gruñó Blake. "Dejar de reír. ¡Tu risa es sexy y eso me pondrá duro, lo que sólo
empeorará las cosas!
Literalmente no pude, especialmente cuando Nash volvió a agarrar el Shewee y tiró con
fuerza. Blake maldijo y luego intentó darle un puñetazo en la polla en represalia, pero Monroe
fue demasiado rápido mientras se apartaba del camino.
"Quédate quieto, una vez saqué la polla de un niño de su cremallera, puedo totalmente
haz esto”, insistió Monroe, inclinándose hacia adelante para verlo más de cerca y Blake se
quedó quieto mientras yo trabajaba para sofocar mi risa. Monroe estaba cara a cara con el
orificio para orinar mientras lo examinaba y deslizó su mano a lo largo de la base mientras
intentaba aflojar el agarre sobre la polla de Blake.
“¡Ah! Esas son mis pelotas”, gruñó Blake, golpeando a Monroe alrededor de la oreja,
haciendo que su cabeza se inclinara y el Shewee le dio un golpe en el ojo.
“¡Argh!” Monroe se alejó horrorizada de él. "Esa maldita orina
¡Se me metió un agujero en el ojo!
"¿Cómo es eso mi culpa?" —rugió Blake.
"¡Porque te metiste un Shewee en tu puta polla!" Monroe gritó en respuesta y otra risa
salió de mi pecho, pero me apresuré a ayudar a Blake, agarrando suavemente el Shewee y
girándolo.
"No lo retuerzas", jadeó Blake horrorizado, apartando mis manos de un golpe y
agarrando el plástico mientras intentaba liberarlo.
“Por el amor de todo lo sagrado”, la voz de Saint hizo que mi corazón diera un vuelco y me
di la vuelta, encontrándolo parado detrás de mí, sacudiendo la cabeza hacia Blake.

Metió la mano en su bolsillo, sacó un tubo de lubricante y avanzó para echarlo en el Shewee.
“¿Por qué andas con eso en el bolsillo?” Nash preguntó en
confusión y yo también tenía mucha curiosidad.
"No necesito darte explicaciones", dijo Saint simplemente mientras deslizaba el

Shewee quitó la polla de Blake y luego se la entregó. “Limpiarás esto y
Devuélveselo a Tatum”.
"Estoy totalmente bien viviendo mi vida sin eso en realidad", dije,
pero Saint simplemente fulminó a Blake con la mirada durante un largo momento y luego se
giró y me arrojó una botella de desinfectante para manos antes de caminar de regreso hacia el auto.
"Date prisa, no más juegos".
Blake guardó su polla mientras yo me desinfectaba las manos y luego le pasé la
botella a Monroe, quien la frotó por todas partes. Incluso alrededor de su ojo,
haciéndome reprimir un bufido por el que me lanzó una mirada asesina.
"Bueno, podría haber sido peor de todos modos", comentó Blake.
“¿Cómo pudo haber sido peor? Tu polla me metió en el ojo”.
Monroe gruñó.
“No fue mi polla, fue el Shewee. Dios, ¿muy dramático?
Monroe se lanzó hacia adelante y le dio un puñetazo en las costillas, luego los dos
Empecé a luchar, con suerte no en el charco de orina.
Blake me agarró la mano mientras intentaba correr hacia el auto para contarle a
Kyan lo que había sucedido y terminé en medio de ellos, recibiendo cosquillas y empujones
hasta que todos nos reímos, el sonido se escuchó entre los árboles.
Los dos se volvieron hacia mí bastante rápido, aplastándome entre ellos para que mi
espalda quedara contra el pecho de Blake y mi frente contra el de Monroe.
"Hmm, ¿qué vamos a hacer con este pajarito que tenemos atrapado en nuestra
jaula?" Blake se burló, su boca rozó mi oreja y me hizo querer inclinarme hacia su toque.
Pero no iba a ser una presa fácil.

"Tal vez ambos deberían cerrar los ojos y les daré un pago para salir de su trampa", sugerí
con voz ronca y Nash sonrió mientras cerraba su boca.
ojos.
Miré por encima del hombro y descubrí que Blake había hecho lo mismo y luego acerqué a
Monroe hacia mí por la nuca, apretando mi trasero contra la entrepierna de Blake, su polla se volvió
sólida contra mí, así que supuse que Shewee no había hecho nada permanente. daño. Si así fuera,
habría pisoteado a la perra.
"Estoy esperando tu boca sobre la mía", ronroneé y Monroe se inclinó hacia mí.
adelante mientras lo arrastraba, luego me agaché a un lado en el último momento y
Levantó la vista y encontró su boca chocando con la de Blake.
"Maldita sea, Cinders", gruñó Blake, los dos alejándose tambaleándose de
El uno al otro y me reí de mi victoria, corriendo hacia el auto mientras escapaba.
"¡Oh, no, no lo haces!" Nash lloró, corriendo detrás de mí justo cuando Saint comenzaba a
tocando la bocina con impaciencia.
Me reí mientras atravesaba los árboles, sus pisadas resonaban detrás de mí mientras intentaban
alcanzarme. El auto apareció a la vista y Saint me miró fijamente desde el asiento del conductor con
el ceño fruncido. Parecía un padre cuya paciencia se estaba agotando y definitivamente éramos
los niños apretando sus engranajes. Tal vez le gustaría que lo llamara papá la próxima vez que
me azote.
"¡Abre la puerta!" Lo llamé mientras sus ojos se movían hacia Nash y Blake.
persiguiéndome detrás de mí.
Saint la abrió inmediatamente y me lancé en su regazo mientras él la cerraba de golpe.
Se cerró y dos cuerpos pesados chocaron contra el coche, sacudiéndolo todo.
"Voy a remojar estos panecillos en gasolina, los deslizaré sobre tu pene y los encenderé como
una hoguera", balbuceó Kyan mientras yo me giraba en el regazo de Saint, la adrenalina rebotaba
en mis extremidades.
"Gracias." Le sonreí a Saint y luego fui a subir al asiento trasero, pero él me abrazó con
más fuerza y se negó a dejarme ir.
"Creo que me deben un agradecimiento mejor que ese". Sonrió como el dios oscuro que
era mientras Monroe y Blake luchaban por subir al asiento trasero del auto.
“Bueno, ¿qué te gustaría? ¿Una cesta de regalo llena de dispositivos de tortura? o sexo
¿Juguetes? Le pregunté dulcemente y él atrapó mi boca en un beso feroz, su lengua
caliente y exigente contra la mía.
Cuando me soltó, estaba sonrojada y sonriendo.
“También puedes enviar la canasta de regalo”, se burló.
Blake trepó al asiento trasero con la desesperación de un perro hambriento
mientras pateaba a Monroe, su necesidad de ganar chispeaba en sus ojos verdes.
Monroe lo agarró por la parte posterior de su cintura, tratando de sacarlo, pero Blake
agarró el brazo de Kyan y sus pantalones deportivos volaron por sus piernas hasta los
tobillos, dejando al descubierto su trasero mientras Monroe caía en el barro.
Me desmoroné de risa cuando me senté en el asiento del pasajero y corté mi
cinturón en su lugar. “Shotgun”, canté y Saint me sonrió satisfactoriamente.
"Maldita sea, Blake", gruñó Monroe cuando Blake se vio obligado a moverse en el
asiento del medio mientras se subía los pantalones y Monroe se subía a su lado,
cerrando la puerta con fuerza. Saint puso en marcha el motor y se alejó por la carretera,
ganando velocidad a cada segundo.
Fruncí el ceño ante el teléfono que estaba en un soporte en el tablero, confundido.
"Pensé que le habías dado todos los teléfonos a Mila y Danny".
"Tengo repuestos para todos nosotros", dijo Saint simplemente.
"¿Tiene la misma contraseña?" Lo deslicé hacia arriba y lo desbloqueé con el
código que me había dado antes y sus labios se torcieron como si quisiera
reprenderme por eso, pero no podía pensar en una razón adecuada para hacerlo.
Y seguro que ya no tenía miedo de sus castigos. Me dirigí a su aplicación de música
y la encontré repleta de todo tipo de canciones clásicas y un montón de listas de reproducción
solo con ruido blanco. No es exactamente un barril de diversión. Comencé a crear una
lista de reproducción más amigable para Tatum mientras la conectaba al Bluetooth del auto.
"No juegues nada con ese chico Bieber", advirtió Saint. "No tendré
mis oídos asaltados”.
"Oh, vamos, Saint, te vendría bien la lección de cultura", bromeé.
"Les aseguro que no necesito tal cosa", dijo a la ligera.
No había planeado interpretar a Bieber, pero ahora la tentación era demasiado grande
como para ignorarla. Elegí a Cualquiera y agarré la mano de Saint mientras la empujaba
hacia el botón de apagado en el tablero. Pasé mi pulgar por el centro de su palma y la
tensión en sus hombros se alivió cuando encontró mi mirada por un momento.

momento.
"Te amo", articulé, desde lo más profundo de mi corazón, incluso si lo dije en un cinco
por ciento para distraerlo.
Sus rasgos se suavizaron y llevó mi mano a su boca, estampando su
labios en la parte posterior antes de descansar ambas manos en su muslo.
De hecho, me gustó mucho esta canción y cuando Blake comenzó a cantarla, me uní,
sumergiéndome en la dulce sensación de libertad que sentía al estar en este camino sin
fin que se extendía en la distancia con los cuatro amores de mi

vida.
No pasó mucho tiempo antes de que Hemlock City apareciera en el horizonte y
condujimos a través de los suburbios que estaban mortalmente tranquilos. Había oído
que el confinamiento era especialmente estricto en las zonas más pobladas y me
entristecía pensar en toda esa gente atrapada en sus casas, temiendo lo que iba a pasar.
Era incómodo saber que llevábamos una caja de vacunas que podía proteger a algunos
de ellos. Pero teníamos que ser sensatos

lo que hicimos con ellos. No podíamos simplemente repartirlos todos, necesitábamos

Encuentre a alguien que sepa cómo sacar más provecho de este lote.
Humanamente. Sin utilizarme como una maldita granja de sangre.
Condujimos a través de la ciudad, los altos rascacielos proyectaban largas sombras sobre el
suelo cuando el sol comenzó a ponerse, el lugar inquietante por lo silencioso que estaba. Las
pocas personas que vimos llevaban máscaras y corrían como si estuvieran desesperadas por llegar
a su ubicación. Me hizo extrañar la normalidad más que nunca.
Y esperaba que encontráramos una manera de recuperarlo. Porque ver el efecto del virus Hades de
primera mano me hizo preocuparme de que no habría una normalidad a la que volver.
Finalmente, Saint condujo por la parte trasera de un viejo edificio tapiado y
Se detuvo frente a unas contraventanas metálicas. Vibraron cuando se abrieron y fruncí el
ceño sorprendido mientras Saint conducía hacia un estacionamiento subterráneo vacío, la
cámara apuntaba hacia nosotros aparentemente reconociendo las placas del auto.
"¿Qué es este lugar?" Pregunté emocionado.
“Una casa segura”, respondió Saint simplemente.
"Lo sé", dije exasperado. A veces era como sacar sangre de una piedra y juro que eso le
producía un placer enfermizo. "Pero esperaba una elegante casa señorial o algo así".
"Eso sería demasiado obvio", respondió Saint, ofreciéndome una sonrisa oscura antes de
estacionar y salir del auto. Bastardo astuto. ¿Por qué eso me puso tan caliente?
Yo también salí y Monroe y Blake me siguieron, agrupándose cerca de mí de manera protectora
y me pregunté si siquiera se dieron cuenta de que lo estaban haciendo. Era muy lindo y ciertamente
no me quejaba.
"Entonces, ¿quién despertará a la bestia?" Cuestionó Blake, lanzando una sonrisa a Kyan, quien
todavía estaba profundamente dormido en el auto.

Mi corazón se apretó ante lo tranquilo que parecía y me pregunté si la muerte de
Garganta Profunda le había ayudado a dormir mejor. Ya ni siquiera estaba protegiendo su
entrepierna como siempre lo hacía. Aunque no podía imaginar que despertaría como la Bella
Durmiente incluso si le diera un beso de amor verdadero.
Saint golpeó con el puño la ventana en la que Kyan apoyaba su cabeza y se despertó
de golpe, alcanzando un cuchillo que no estaba allí antes de abalanzarse salvajemente contra el
cristal.
"Estamos aquí", anunció Saint con calma. "Limpia la baba de la tapicería y toma una
bolsa". Abrió el baúl y todos avanzamos para agarrar el arsenal de mierda que había escondido allí.
“Jesús, Santo”, suspiré. "¿Cuánto tiempo llevas planeando esto?"
"Seis a ocho semanas", dijo simplemente. “Pero siempre he tenido una bolsa hecha en
este auto para cualquier eventualidad desde mucho antes de que llegaras a nuestras vidas, sirena”.
Tuve que admirar su previsión mientras me cargaba una mochila al hombro, pero Kyan sacó
Me lo quité de la espalda y se lo cargó él mismo.
“Um, no soy un ratón. Puedo cargar algo de mierda”, dije, tratando de deslizar un
bolso de Nash pero él lo levantó por encima de mi cabeza para que no pudiera.
“No, eres una reina. Vivimos para servir”, respondió Saint, alejándose y
Los demás me sonrieron como si sus palabras lo dijeran todo.
Era totalmente del siglo XVIII, pero también muy dulce, así que simplemente conté mis estrellas
de la suerte para estos tipos y me dirigí tras ellos con un sonrojo en mis mejillas. Aparentemente
la caballerosidad no estaba muerta, incluso si los cuatro estaban más que felices de violarme y
corromperme. Supongo que obtuve lo mejor de ambos mundos.
Todos seguimos a Saint hasta unas escaleras que conducían al edificio.
Cuando cruzamos una puerta en el primer nivel, el leve olor a palomitas de maíz llegó a mi
nariz y mis cejas se arquearon cuando Saint encendió una luz.

iluminando el vestíbulo abandonado de una sala de cine con una desgastada alfombra
roja en el suelo. Todavía había carteles de películas de cinco años atrás en las paredes y
entradas de cine antiguas esparcidas por el lugar. Saint siguió caminando, atravesando una
puerta marcada solo para el personal y le lancé una sonrisa a Kyan a mi lado mientras
parpadeaba atontado ante nuestro entorno.
Arriba había una habitación grande con una ventana que daba a una de las salas
de cine, la enorme pantalla cubierta de polvo. La habitación parecía recién

reformado con dos camas dobles y un conjunto de muebles de cuero. Hubo un
Una pequeña cocina con un refrigerador que zumbaba suavemente, diciéndome que estaba
encendido y cuando Saint lo abrió, vi grandes botellas de agua almacenadas, así como
una fila de botellas de vodka y cervezas. Colocó las vacunas dentro, acomodándolas en
la parte trasera.
“¿Cuánto tiempo hace que tienes este lugar?” Preguntó Nash, con los ojos muy
abiertos por la sorpresa mientras miraba a su alrededor, observando el enorme televisor
en la pared y la nueva Xbox instalada debajo.
“Ya es suficiente”, dijo Saint mientras sacaba comida de una de las bolsas y
la colocaba con cuidado en el refrigerador.
Mientras guardaba algunas cosas en los armarios, noté que ya estaban llenos de
comida enlatada. Era un maldito caché.
"Es mejor asumir que Saint puede sacar billetes de millones de dólares de su culo
cuando quiera", dijo Kyan. "Evitará que te quedes boquiabierto cada vez que haga algo
ridículo".
“Estar preparado no es ridículo”, recortó Saint.
"Estar demasiado preparado lo es", respondió Kyan. "No es que me esté quejando,
hermano. Nos has salvado el culo aquí. Y no por primera vez."
Una sonrisa bailó alrededor de los labios de Saint y sentí una tirando de los míos. Él
realmente fue asombroso.

Kyan abrió el refrigerador, tomó una cerveza y quitó la tapa.

con sus dientes.
"Tomaré uno de esos", llamó Blake y Monroe se acercó para agarrarlo.
uno también, pasándome una botella antes de reclamar la suya.

Todos nos sentamos en el sofá con una cerveza en la mano mientras Saint terminaba.
guardando todo. Ninguno de nosotros se molestó en ofrecerle ayuda porque él la rechazaría
rotundamente. Saint estaba en su zona de TOC y necesitaba poner las cosas en el orden que
tuviera sentido para él. Lo había aprendido hace mucho tiempo
atrás.
"A estar huyendo". Blake levantó su cerveza y todos chocamos.
botellas a la suya antes de tomar un sorbo.
Me acurruqué en mi asiento entre Kyan y Monroe y Kyan quedó colgado.
un brazo alrededor de mí. "¿Y ahora qué?" Preguntó Kyan. “¿Tendremos que aguantar el
apocalipsis aquí?” Sonaba un poco esperanzado mientras miraba su bate de béisbol que estaba
entre el equipaje que Saint estaba desempacando.
“Obviamente no”, dijo Saint, pero no dio más detalles.
"Entonces, ¿cuál es el plan?" Yo presioné.
Saint hizo una pausa en su trabajo, mirándonos, luego suspiró y se puso de pie.
y dirigiéndome a la nevera. Se sirvió una medida de vodka en un maldito vaso de cristal y luego
se sentó en el brazo del sillón frente a nosotros. “Tenemos tres tareas urgentes que debemos
cumplir. La primera es garantizar que mi padre nunca encuentre a Tatum y que permanezca
a salvo bajo nuestro cuidado en todo momento”. Todos los chicos asintieron y mi corazón se llenó
de luz del sol.
“La segunda tarea es encontrar un virólogo de buen carácter al que administrarle esas
vacunas. Alguien que tenga la habilidad de producir más vacuna de manera oportuna manteniendo
el secreto de su fuente. Y finalmente, la tercera tarea es erradicar a mi padre y todo lo que él
representa, incluido el club sádico al que está conectado y probablemente involucrado en la
carrera.
de. Lo expondremos a él y a sus amigos tal como son y nos aseguraremos de que queden tan
completamente aplastados bajo nuestros talones que nunca más podrán levantarse del polvo”.
"Espera, ¿tu papá es miembro de Royaume D'élite?" Jadeé, mirando hacia
los demás. “¿Hace cuánto que lo sabes?”
"No pensé que lo hiciéramos", se resistió Blake.
"No lo hiciste, pero he pasado bastante tiempo trabajando en los hechos disponibles
para nosotros y parece una suposición fuerte", dijo Saint, sacudiéndose una mota de pelusa
de su rodilla. “Por supuesto, hay margen de error en esa estimación y créanme cuando digo que
no me gusta arriesgarme con evaluaciones vagas sin pruebas concluyentes. Pero en estas
circunstancias, he considerado necesario hacer un…” Se detuvo, sus rasgos se contrajeron.
"¿Adivinar?" Nash terminó por él con una sonrisa y Saint hizo una mueca como el
La palabra le repudió.
"Sí, si hay que llamarlo así", murmuró Saint con disgusto. “Entiendo si
A ustedes cuatro les gustaría debatir la validez de tal decisión y tal vez votar sobre si a
esta suposición se le puede dar suficiente crédito para asumir que es cierta para los propósitos
de nuestras acciones de ahora en adelante”.
Compartí miradas con los demás, las caras de todos decían exactamente lo mismo, así
que lo expresé para todos nosotros. "Confiamos en usted." Los chicos asintieron y Saint nos
miró, con satisfacción llenando su mirada.
"Bien." Se puso de pie y caminó hacia la pila de bolsas. Él tomó
Sacó una colección de teléfonos nuevos y nos arrojó uno cada uno y luego sacó el suyo de
su bolsillo. "No se comunicarán entre sí a través de nada más que esta aplicación". Nos
mostró su pantalla, señalando el ícono rojo y blanco y tomé mi teléfono y encontré el mismo.
“Lo llevará a un servidor seguro donde podremos hablar a través de una conexión en línea.
sala de chat. También puede realizar llamadas a través de él, cada información de
contacto se almacena aquí con nombres en clave de animales. Kyan eres Koala, Tatum eres
Tigresa, Nash es Nighthawk y Blake eres Babuino”.
"¿Babuino?" —espetó Blake. “¿Por qué tengo Babuino? ¿Por qué no oso o boa?
¿Constrictor o algo genial?
"Porque eres un babuino", dijo Saint suavemente y yo solté una carcajada.
"Kyan no es un koala", se quejó Blake.
"Por el contrario, los koalas son bastante crueles", razonó Saint.
"Y tierno", agregué, pellizcando la mejilla de Kyan y él sonrió con malicia.
"¿Entonces que eres?" Monroe le preguntó a Saint con curiosidad.
"¡Es Calamar!" Kyan anunció y me reí salvajemente, asintiendo con la cabeza.
acuerdo.
Los ojos de Saint se volvieron hacia la mortífera hierba mora. “No soy Calamar. Soy
Escorpión”.
"Eres totalmente Calamar", dijo Blake, saltando en su asiento. "Especialmente si soy

Babuino."
"No soy Calamar", siseó Saint venenosamente. "Fin de la discusión." Se giró bruscamente
y regresó a las bolsas para terminar de desempacar la comida y capté la mirada de Kyan mientras
los dos nos reíamos a carcajadas.
"Squid está de humor", murmuró Nash y yo solté una carcajada, haciendo que Saint maldijera
furiosamente.
Me recosté en mi asiento y todos miramos televisión basura por un rato. Empecé a tener
un poco de sueño mientras estaba sentado allí, con un bostezo tirando de mi boca. Había
sido un día realmente largo, pero a pesar de todos los cambios y el peligro en el que todavía
estábamos, me sentí un poco feliz. Estar así con mis Guardianes Nocturnos fue una
bendición después de tanto tiempo en ese horrible laboratorio. Ahora era libre, había vuelto a
donde había anhelado estar durante semanas, imaginando lo bueno que sería
Sentir estar con ellos otra vez. Y era mejor de lo que mi imaginación había estado cerca de
conjurar.
Me levanté de mi asiento mientras apuraba lo último de mi cerveza y me dirigía a tirar la botella
a la basura. Luego me dejé caer en la cama más cercana y fingí hacer un ángel de nieve con mis
brazos y piernas. “¿De quién es la cama de quién?”
Saint se puso de pie, mirándome con avidez y mi pulso se volvió loco.
“Este lugar se creó inicialmente solo para mí, Blake y Kyan. Claramente, yo habría tenido
esta cama y ellos la habrían compartido”.
"Claramente", se burló Kyan desde el otro lado de la habitación. "Pero ahora la mierda ha
cambiado, así que tendré una cama matrimonial con mi esposa y todos ustedes tendrán que
compartir la otra cama o pelearse por el sofá".
"Si vuelves a empezar con esa mierda de esposa, Kyan Roscoe, te haré dormir".
—Abajo en el coche —advirtió Saint.
"Pero ella es mi esposa", dijo Kyan con arrogancia. "No hay dos maneras de hacerlo".
"Eso no te otorga privilegios adicionales", siseó Saint y Nash y
Blake parecía dispuesto a ir a la guerra para asegurarse de que eso fuera cierto.
Me levanté para sentarme y miré a Kyan. “Pertenezco a todos los hombres en
esta habitación por igual. No seas idiota”.
Kyan asintió. "Lo sé. Lo entiendo. Y lo estoy permitiendo ”. Él sonrió burlonamente,
lanzándome un guiño y supe que solo los estaba molestando, pero a ellos realmente no les gustó
así que no lo animé.
"No estás permitiendo nada", gruñó Monroe.
"¿No es así?" Bromeó Kyan, golpeándose un codo en las costillas.
"No, no lo eres", gruñó Saint. "Fin de la discusión. voy a tomar un
ducha." Terminó de guardar la comida y se dirigió a través de una puerta hacia lo que supuse
era un baño, llevándose una de las bolsas con él.
Kyan agarró uno de los controles de Xbox, levantó los pies sobre la mesa de café y comenzó
un juego. Monroe también tomó un control, pero me sorprendió.

cuando Blake no se unió, sino que se levantó y se dirigió al refrigerador. Pasó un minuto
rebuscando antes de sacar una botella de agua y caminar hacia mí, inclinándose para
darme un beso en la frente. “Voy a ir a explorar. Te veré en un momento”.
"¿Quieres un compañero de aventuras?" Pregunté, saltando y él dudó por un momento.
momento, mirando a Monroe y Kyan con el ceño ligeramente fruncido.
“¿Blake?” Respiré, agarrando su brazo. "¿Qué pasa?"
Él puso una brillante sonrisa y sacudió la cabeza. "Nada, vamos
entonces." Tomó mi mano y me llevó a la salida.
"Cuídala tú", advirtió Monroe y Blake asintió seriamente.
"Con mi vida, Nash".
Un escalofrío me recorrió ante sus formas protectoras. Seguro que podía cuidar de
mí mismo, pero a veces el hecho de que me atacaran como una manada de lobos alfa era
realmente excitante. Sólo necesitaba recordarles que yo también era un alfa de mi propia
variedad, con dientes y garras tan afilados como los de ellos.
Bajamos al vestíbulo y Blake me hizo girar hacia él.
sosteniendo mi cintura con una mano. “Escucha, Cinders. Tengo que hacer algo.
¿Me cubrirás?
"¿Qué?" Fruncí el ceño. "¿Qué quieres decir?"
Me soltó, metió una mano en su bolsillo y sacó una jeringa y un frasquito de vacuna.
“Mi papá vive a veinte minutos de aquí. Volveré antes de que alguien se dé cuenta. Tengo
que hacer esto, Tate. Perdí a mi mamá por el puto virus Hades, no perderé”
"Lo sé", respiré, apretando su brazo. "Entiendo. Yo habría hecho lo mismo por mi familia”.
Extendió la mano para colocar un mechón de cabello detrás de mi oreja y soltó un suspiro pesado.
dejándolo. “Sé que los demás también lo entenderían, pero Santo…”

"Estoy seguro de que lo entendería", lo insté, pero él frunció el ceño como si no estuviera seguro de
eso.
“Él nos ama a los cinco, pero eso significa que hará cualquier cosa para mantenernos a salvo.
aquí también. Para encajar en su pequeño plan”. Metió la mano en el bolsillo de su abrigo y sacó la
llave del coche.
“¿Le quitaste eso?” Pregunté sorprendido, un poco impresionado.
“No, lo agarré cuando salíamos de Everlake. Él nos hizo a todos
repuestos.” Él sonrió. "Entonces... ¿me cubrirás, cariño?"
"No", dije simplemente y su rostro decayó cuando di un paso hacia él. “Porque voy a ir contigo.
Nos enfrentaremos juntos a la ira de Saint cuando regresemos.
Pero ninguno de nosotros debería estar solo en este momento y podemos mirarnos unos a otros.
culos por ahí”.
Blake vaciló, pero una chispa salvaje de excitación apareció en sus ojos. Él
Le encantaba romper las reglas, especialmente cuando implicaban un poco de emoción.
"Quiero decir, me encantaría que conocieras a papá", dijo, agarrando mi mano.
"¿Si quieres?"
"Por supuesto que sí", dije con una sonrisa. "Vamos."
Comenzamos a correr, sofocando nuestra risa como niños mientras bajábamos las
escaleras hacia el estacionamiento y saltábamos al auto de Saint. Blake empezó a conducir y las
contraventanas se abrieron cuando la cámara leyó nuestra matrícula y nos dejó salir. Salimos del
callejón y navegamos por las calles, serpenteando hacia el corazón de la ciudad extrañamente
tranquila y deslumbrante.
La luz de la luna brillaba y brillaba sobre los edificios de cristal que se alzaban
a ambos lados, haciendo que pareciera que estábamos en un mundo de cuento de hadas que
nos pertenecía por completo. Cualquiera que tuviera otro lugar adonde ir había huido de las
ciudades hace meses, y todos los demás estaban claramente encerrados dentro de sus
apartamentos, con la esperanza de sobrevivir a esta pandemia.

No pasó mucho tiempo antes de que nos detuviéramos frente a un edificio enorme y brillante que
Era el más alto de esta calle. Blake abrió la guantera, sacó una pistola y se la metió en la
cintura antes de dejar caer el abrigo para cubrirla. Después de todo lo que habíamos
enfrentado, no iba a cuestionar esa decisión ni un poco.
Lo seguí fuera del auto y él tomó mi mano mientras me conducía hacia las impresionantes
puertas de vidrio en lo alto de una serie de escalones de piedra gris. Blake escribió un código
en un panel al lado de las puertas y estas se abrieron silenciosamente, permitiéndonos entrar
a un enorme atrio con azulejos plateados y blancos en el piso. El mostrador de recepción
estaba vacío y se me erizó la piel ante el silencio abrumador mientras nos dirigíamos al
ascensor. En el interior, Blake tuvo que escribir otro código en el panel del ascensor y salimos
disparados hacia arriba, subiendo por el edificio a gran velocidad.
“¿Va a perder la cabeza cuando te vea?” Pregunté y Blake sacudió.

su cabeza.
“No, él es genial. Probablemente se enoje porque me pierdo el fútbol.
Practico incluso cuando le entrego el polvo de oro en mi bolsillo”.
Me reí entre dientes y él me sonrió, pareciendo un poco ansioso mientras el ascensor
subía más. "Nunca antes había traído a una chica a casa", murmuró, sus ojos recorriendo mi
rostro mientras su expresión se llenaba de orgullo.
Mi corazón comenzó a acelerarse. "Bueno, espero que le guste".
"Oh", respiró mientras me miraba y yo fruncí el ceño.
"¿Qué?" Le pregunté y él pasó de un pie al otro.
"Nada", murmuró. “Él te amará. Me aseguraré de ello”. Su completa dedicación
hacia mí hizo que mi pecho se expandiera y esperaba no arruinar esto. Nunca me habían
llevado a casa para conocer a los padres de nadie y realmente quería causar una buena
impresión. Después de toda la locura en nuestras vidas, era extraño hacer algo tan
normal. tenia mi estomago

revoloteando como si estuviéramos a punto de lanzarnos a la batalla. ¿Por qué esto
era tan aterrador?
No pude evitar pensar en mi propio padre y en cómo nunca había conocido a Blake ni a
ninguno de mis otros hijos aparte de Monroe. Pero él quería esto para mí, incluso si no se veía
como probablemente lo había imaginado.
Esperaba que encontrara un hombre que se sumergiera en un mar de fuego infernal para
protegerme. Resultó que había encontrado cuatro de ellos. Mierda, tuve suerte. Si papá estaba
en alguna parte, esperaba que lo supiera.
Blake sacó su teléfono del bolsillo y escribió un mensaje en la aplicación que Saint había
instalado. "Supongo que será mejor que le hagamos saber a Calamar que estamos bien".
"Sí, supongo que no hay mucho que pueda hacer ahora hasta que regresemos", estuve
de acuerdo y le envió el mensaje directamente a Saint antes de guardar su teléfono.
"Entonces, ¿es este el edificio donde creciste?"
“No, es el departamento de mi papá. Solía usarlo sólo para fiestas o el
Una noche extraña en la que tuvo que quedarse en la ciudad porque una reunión con
algunos patrocinadores se retrasó o algo así, pero la mayor parte del tiempo estuvo vacía.
Se mudó aquí permanentemente después de que perdimos a mamá. Mi casa es un lugar en el
campo. Es muy bonito, pero supongo que le recuerda demasiado a ella”. Él frunció el ceño
con tristeza y yo le devolví el ceño, sintiendo su dolor.
Las puertas del ascensor se abrieron y entramos en un increíble ático que se
extendía en todas direcciones hacia ventanas que llegaban hasta el suelo. El lugar gritaba
como un hombre de las cavernas con muebles sencillos que estaban en una gama de tonos
neutros, rotos por los colores granates de los recuerdos de Redwood Rattlesnakes que
estaban en todas partes.
Había una pared que dividía el salón de la cocina y estaba cubierta de fotografías de Blake con
su mamá y su papá, además de él con el equipo de Rattlesnakes. Alrededor de todas las
fotografías había pequeños estantes llenos de brillantes

trofeos. Era como un santuario para Blake y todos sus logros y me encantó.
"¡Hola papá!" Blake llamó y un hombre saltó de la cocina, con los ojos muy abiertos por
la sorpresa.
“¿Blake?” jadeó. Era tan alto y ancho como su hijo, su cabello tenía un
Una pizca de sal y pimienta y sus ojos eran cálidos y atractivos. Eran azules en lugar de
verdes como los de Blake, pero aparte de eso, él era la imagen de su hijo. Llevaba una
camiseta de Rattlesnakes y unos pantalones deportivos de aspecto caro, y el olor a
lasaña lo perseguía desde el

cocina.
"Mi muchacho", respiró en estado de shock, avanzando y envolviendo a Blake en un abrazo
feroz, dándole una palmada en la espalda. "¿Que demonios estas haciendo aquí?
¿Y quién es éste?" Dio un paso atrás, tomándome y sonreí, ofreciéndole mi

mano.
"Soy Tatum", dije.
"Tatum... ¿por qué eso te suena familiar?" Se rió entre dientes, mirando a Blake.
"Ella es mi chica", dijo Blake, levantando la barbilla y su padre agarró mi
mano, acercándome a su pecho y abrazándome fuerte.
Me quedé quieto en su agarre por un momento, abrumado por ser abrazado por un
hombre que aún no era mi padre y que al instante se sintió tan paternal conmigo que se me
llenaron los ojos de lágrimas. Los hice retroceder cuando él me soltó, su boca se abrió en
una amplia sonrisa.
“Soy Cooper, encantado de conocerte Tatum. Mierda, yo tampoco he recibido un abrazo
malditamente largo. Creo que rompí muchas malditas reglas, pero has estado aislado
en Everlake, así que todo está bien, ¿verdad? Marcó su mano en la

detrás de su cuello.
"Sí, todo está bien, papá", prometió Blake. “Pero um, ¿puedo hablar contigo?
¿Rápido en privado? Me lanzó una mirada furtiva y yo fruncí el ceño.

Las cejas de Cooper se alzaron con sorpresa y luego asintió, dejando que Blake lo guiara
fuera de la cocina y yo me quedé allí como un pato incómodo en una fiesta de pollo, sin saber
qué hacer conmigo mismo.

El bajo estrépito de la voz de Blake me llegó, pero no pude captar lo que decía.
estaba diciendo. Sin embargo, tenía la inquietante sensación de que era yo de quien
estaban hablando. ¿Por qué si no dejar la maldita cocina?
“¿¡Ríos!?” Cooper de repente rugió y lo juro por todo el apartamento.

tembló.
Oh joder.
Pasos pesados resonaron en esta dirección y Cooper reapareció sin parecerse en nada al
papá de cara amigable que acababa de ser mientras sus rasgos se contraían con furia.
"¡Papá!" Blake ladró mientras corría detrás de él. "Escúchame,

ella no es"
"Te diré quién es ella", gruñó Cooper, señalándome con un dedo y di un paso atrás, mi
corazón se aceleró mientras la tensión en la habitación hacía que mi cuerpo entrara en alerta
máxima. "Ella es la hija del hombre que mató a tu madre".
"Señor Bowman", jadeé horrorizado. "Por favor, si pudiera explicar"
"¿Explicar?" escupió, dando un paso agresivo hacia mí mientras Blake me atrapaba.
su brazo, jalándolo hacia atrás. "¿Explica que? ¿Que mi hijo acaba de traer una rata a mi casa?
Blake se arrojó frente a su padre, empujándolo hacia atrás y cuadrándose los hombros
hacia él. "¡No hables así de ella!"
"¡Ella es la hija del terrorista!" Espetó Cooper, con los ojos llenos de pena y dolor
cuando aterrizaron en mí. Para él, yo era su enemigo. Representé el dolor de perder a su
esposa. Pero él no sabía la verdad y tuvimos que explicársela.
"Él no era un terrorista", gruñí, mi sangre calentándose ante esa palabra. "Él
fue creado. Y luego lo asesinaron para ocultar la verdad”.

Cooper me miró boquiabierto con incredulidad y luego agarró el brazo de Blake, tratando
de alejarlo de mí como si estuviera enfermo.
Blake se sacudió de encima y dio un paso atrás para unirse a mi lado. “Ella está
diciendo la verdad. Yo estuve allí cuando murió, papá.
"¿Qué?" Soltó Cooper, su rostro torcido mientras intentaba lidiar con eso.
información.
“Todo lo que la gente en las noticias dice sobre su papá es mentira”.
Blake dijo apasionadamente y mi corazón se hinchó al escucharlo defender a mi padre de

esa manera.
"Mierda", gruñó Cooper. "¿Qué demonios estás haciendo? Te dije que arruinaras su vida,
que no la convirtieras en una puta novia, Blake. ¿Cómo pudiste hacerle esto a tu propia madre?
"¡Escúchame!" Blake rugió mientras mi mente daba vueltas con esa información.
¿El padre de Blake le había pedido que arruinara mi vida? Debería haberlo odiado por eso.
Pero cuando miré su rostro, todo lo que vi fue a un hombre destrozado que necesitaba
venganza por la muerte de su esposa. Necesitaba a alguien a quien culpar, al igual que
Blake necesitaba a alguien a quien culpar. Estaban hechos del mismo patrón, ¿y cómo
podía odiarlo por eso cuando había perdonado a su hijo por cosas mucho peores?
"Donovan Rivers era inocente", dijo Blake con fiereza. "Estoy diciendo la verdad.
¿Crees que te diría eso si tuviera la más mínima duda en mi mente? Lo vi morir. Vi a los
hombres que le tendieron una trampa. Sé la verdad y esto es todo. El padre de Tatum no
es responsable de lo que le pasó a mamá”. Agarró a Cooper por los hombros, sacudiéndolo
y su padre frunció el ceño cuando finalmente escuchó lo que decía su hijo.
"¿Estas seguro?" —dijo con voz áspera, sus ojos brillando con lágrimas no derramadas.
"Sí, papá", prometió Blake. “Por favor, no culpes a Tatum. Ella lo es todo para
mí. La amo con todo mi maldito corazón y no puedo soportar que la mires como si nos
hubiera hecho daño. Aprendí la lección de la manera más difícil. I

La lastimé y nunca me lo perdonaré. Por favor, no la odies sólo porque necesitas a
alguien a quien odiar”.
Mi pecho se llenó de calidez ante sus palabras y mantuve la boca cerrada mientras
esperaba que su padre respondiera, pensando que hablar ahora no ayudaría.
No era yo en quien iba a confiar en esto.
"Hijo, esto es..." Cooper sacudió la cabeza, luciendo abrumado. "Esto es mucho que
procesar".
"Pero nos crees, ¿verdad?" —exigió Blake. “Porque es real. I
No te mentiría. Créame, estar aquí es un riesgo, pero...
“¿En qué te has metido?” Cooper preguntó preocupado y me quedé sin aliento por el
hecho de que realmente parecía estar aceptando esto.
"Nada que no pueda manejar", juró Blake. "Solo confía en mi."
Cooper me miró, con las mejillas sonrojadas un poco culpablemente. "Lo siento…"
"Está bien", dije rápidamente. “Blake me habló de su mamá y lamento mucho lo
que ustedes dos tuvieron que pasar. Conozco ese dolor”.
La pena parpadeó dentro de mí por un momento y me tragué la bola que subía a mi
garganta.
Sus cejas se juntaron mientras asentía, sus ojos llenos de tristeza. "Entonces, ¿por
qué están los dos aquí?" preguntó, pareciendo sentir que algo más estaba sucediendo.
Blake deslizó una mano en su bolsillo y sacó el vial y la jeringa en un pequeño paquete
de refrigerador en el que los había guardado. "Somos inmunes".
Cooper miró la jeringa, luego a su hijo y soltó un gesto nervioso.
reír. “Sí, y soy la Reina de Inglaterra. Mira, me siento mal por gritarle a tu chica,
¿quieres cenar? Acabo de calentar la lasaña de Christina. Ella es la mejor ama de
llaves que he tenido, todavía me trae comida a domicilio todas las semanas a pesar de que
le dije que no tiene que correr el riesgo de salir durante esta pandemia de mierda. Estaría
muerto sin ella, hijo.

Lo juro." Me miró disculpándose y yo le devolví la sonrisa, sintiendo que la tensión desaparecía
entre nosotros.
"Papá, no estás escuchando", dijo Blake, corriendo tras él hacia el interior.

cocina y yo también lo seguí. "Esta es una vacuna contra el virus Hades".
"Vamos, Blake, no es gracioso", dijo Cooper seriamente y me lancé hacia adelante,
agarrando su brazo.
Se volvió hacia mí con el ceño fruncido y le di una mirada intensa, arremangándome y
señalando la marca en forma de rosa en mi brazo.
"Señor Bowman", le rogué.
"Cooper", corrigió. “Me siento viejo cuando los niños me llaman señor Bowman. Hacer
esta amabilidad.”
"Cooper entonces", dije con una sonrisa y él me devolvió la sonrisa. “Esta cicatriz es de la
vacuna que recibí cuando era adolescente. Mi papá fue parte del equipo que lo logró. Y para
resumir, funcionó y ahora tenemos este y es para usted. Te protegerá”.
Cooper se detuvo, mirando mi expresión mientras buscaba el chiste antes de
volviéndose hacia su hijo confundido. “¿Blake? ¿Qué está sucediendo?"
"Es como ella dijo, y lo siento, pero no podemos decir más que eso", murmuró Blake con el
ceño fruncido que decía que le dolía ocultarle esto a su padre. Pero era la única manera. No
podíamos arriesgarnos a decirle nada sobre Troy Memphis. Probablemente ya sabía
demasiado.
"¿Estas en problemas?" Cooper miró a Blake con seriedad. “Porque si tu
son, puedo ayudarte. Tengo dinero, recursos. Lo que sea que necesites"
“Sólo necesito que tomes esto”, dijo Blake, tendiéndole la vacuna.

"Eso es todo."
Cooper parecía ansioso, mirándonos y luego sus ojos se posaron en mí.
“¿Puedo dártelo si quieres?” Yo ofrecí. “Mi papá me enseñó a hacerlo”.

La garganta de Cooper se sacudió cuando Blake le dio una mirada intensa que lo instó
a confiar en mí. Y realmente quería que lo hiciera. Era el padre de un hombre al que amaba.
Quería que supiera que su hijo estaba con una buena persona, que haría cualquier
cosa para protegerlo a él y a su familia.
"Yo... ¿tal vez cenarás conmigo primero?" Preguntó Cooper, mirando por encima del
hombro hacia el horno. “Ha pasado muchísimo tiempo desde que tuve compañía para
comer y podemos discutir todo esto en detalle. Descubra sus opciones”.
"Papá, esto no es algo en lo que puedas ayudar", dijo Blake con firmeza. “Lo siento,
sé que esto debe parecer una locura, pero realmente necesito que confíes en mí. Nosotros
dos."
Cooper se pasó una mano por la barba, contemplando las palabras de su hijo mientras
examinaba el frasco que tenía en la mano. “Apareces aquí sin previo aviso con la hija del
hombre al que se culpa de toda esta pandemia. Te amo, pero como tu padre no está en
mi naturaleza dejarte irte de aquí sin que yo te ayude”.
"Estamos bien", dijo Blake. "Lo juro. Sabemos lo que estamos haciendo”.
"Pero no lo hago", dijo Cooper con exasperación. "Se supone que debes estar
encerrado en Everlake Prep, donde estás a salvo".
"Estoy a salvo", dijo Blake, su tono se elevó mientras perdía la paciencia. "Soy
vacunado. El virus Hades no puede tocarme”.
“¿Entonces quieres que tome esto y te deje salir de aquí?” cobre
Pregunté con desesperación y pude verlo ceder a la idea incluso mientras luchaba por
aceptarla.
"Cooper", dije suavemente. “Su hijo es uno de los hombres más valientes, inteligentes
y capaces que conozco. Y lo que tenemos que hacer depende de que él se vaya de aquí y
tú olvides que nos viste. Nadie puede saber sobre eso.

vacuna. Aún no. Pero Blake se arriesgó a venir aquí para protegerte. Así que por favor…"
Di un paso adelante, con el corazón en la garganta. "Por favor, déjelo hacer eso".
Cooper tragó fuerte, respiró hondo y luego de un momento que pareció durar una eternidad,
asintió. "Está bien", dijo con voz áspera. “Lo haré, lo haré… lo haré por ti, Blake. Voy a confiar en
ti."
"Gracias", suspiró Blake, presionando su mano en el hombro de su padre.
Cooper me entregó la vacuna y su boca se torció en la comisura.
“No me golpees demasiado fuerte, ¿de acuerdo? Nunca me gustaron las agujas. Se rió
nerviosamente, todavía parecía inseguro de esta situación y pude ver la fuerza que le estaba
tomando para depositar su fe en nosotros. En mi. Supuse que el mundo entero había estado
destruyendo el nombre de Rivers durante meses, por lo que no podía sorprenderme que sospechara
de mí incluso después de que Blake había jurado que mi padre

era inocente.
Saqué la vacuna mientras él se arremangaba la manga izquierda y se sentaba.
en un taburete frente a una amplia isla de mármol gris. Empujé con cuidado la aguja en la
parte superior de su brazo y lentamente presioné el émbolo hasta que todo el líquido
desapareció.
"Eso es todo", anuncié, quitando la jeringa y tirándola a la basura mientras Blake volvía a
colocar el vial en el paquete del refrigerador.
"¿Eso es todo?" repitió, frotándose el brazo. “¿Soy inmune?”
"Se necesitan un par de semanas para hacer efecto por completo", dije. Al menos eso fue
Lo que Saint había dicho y viendo que había pasado las últimas semanas estudiando
virología día y noche, tuve que asumir que tenía razón. "Y no sabemos qué tan efectivo es, pero...
toda la evidencia dice que es bastante bueno". Pensé en cómo había tosido en la cara de Jonas y
él no se había enfermado. Si eso no era una prueba de su eficacia, no sabía qué lo era.
Cooper se bajó la manga y Blake lo abrazó, dejando un suspiro de alivio. "Quédate a cenar",
insistió y Blake me miró, pareciendo

inseguro.
"Por supuesto que lo haremos", dije asintiendo firmemente. Probablemente Saint se cagaría
en un ladrillo, pero ¿qué diablos? Cooper parecía hambriento de compañía y yo quería

para saber más sobre el hombre que había criado a Blake.
Nos sentamos a cenar en una mesa con vista a la increíble vista de la ciudad y comimos lo que
definitivamente fue la mejor lasaña de verduras que había probado en mi vida. El tiempo pasó y me
enteré de cómo Blake había crecido en una enorme mansión en las afueras de la ciudad que Cooper
y su esposa habían comprado cuando solo tenían veintitantos años.
Se había convertido en un empresario de gran éxito recién salido de la universidad, y parecía que el
dinero había ido aumentando hasta llegar a él desde entonces. Pero cuando habló de la madre de
Blake, todo lo que vi fue dolor en sus ojos y supe que cambiaría cada centavo que tuviera para
recuperarla. Tanto él como Blake lo habrían hecho. Y después de que me sinceré un poco sobre
la pérdida de mi padre y de Jess, Cooper anunció que yo era oficialmente parte de su familia.
Es cierto que eso fue después de varias copas de vino, pero aún así. Parecía que finalmente le
agradaba.
Y a mí también me gustaba muchísimo.
Nos dirigimos al ascensor ya que se hacía tarde y no podíamos quedarnos más.
“Realmente tenemos que irnos papá. Lo siento”, suspiró Blake. "Pero es de esperar que cuando
hagamos lo que tenemos que hacer, no pasará mucho tiempo antes de que esta vacuna llegue a todo
el mundo".
Una profunda arruga se formó en la frente de Cooper cuando Blake se alejó y mi
El corazón se le dio un vuelco al tener que dejarlo aquí solo.
"Tu mamá estaría muy orgullosa de ti", dijo Cooper, agarrando el brazo de Blake.
mano en la suya mientras su garganta se agitaba con emoción.
"Su hijo va a ayudar a salvar el mundo", agregué con una sonrisa y Blake se pasó los dedos por el
cabello con una risa baja, pero no perdí el camino.

sus ojos se dirigieron a su papá con la esperanza de aprobación.
La mirada de Cooper se arremolinaba con algún pensamiento que no podía leer. "Esperen aquí
un segundo, tengo algo para ustedes dos". Se alejó por una puerta y Blake me dio una sonrisa forzada.
"Odio dejarlo aquí", murmuró. "Está solo".
“Cuanto antes le entreguemos las vacunas a alguien que pueda ayudar a crear más, antes podrá
volver a su vida”, dije con tristeza.

mirar.
"Sí", dijo Blake. “Sólo desearía que tuviera mamá”.
Lo rodeé con mis brazos y él apoyó la barbilla en mi cabeza mientras el
El peso de nuestro dolor se extendió entre nosotros por un momento. Ambos habíamos
perdido a nuestros padres y ambos conocíamos muy bien el sabor de ese dolor. Y también sabía
que no había nada que pudiera decir que pudiera aliviarlo. Era lo que era. y en
Al menos teníamos el uno al otro para apoyarnos en momentos como este.
Cooper regresó con una pequeña caja de madera en la mano, con las mejillas un poco rojas.
“Cuando conocí a la madre de Blake, éramos estudiantes de tercer año de secundaria”, me habló.
"Yo era el capitán del equipo de fútbol y, debo añadir, un completo imbécil". Se rió de sí mismo y una
sonrisa apareció en mis labios. “De todos modos, la mamá de Blake era del tipo tranquilo,
dedicado a sus estudios. Quería ser abogada y no había nada en el mundo que la detuviera. Pasé
tanto tiempo jugando al fútbol que básicamente comencé a suspender muchos de mis estudios básicos.
Entonces el director insistió en que consiguiera un tutor. Mi padre iba a contratar a un chico de Harvard
de primer nivel y yo me negué porque, bueno, yo era un
imbécil, ¿recuerdas?
"Papá", gimió Blake como si hubiera escuchado esta historia miles de veces y
Ya estaba avergonzado por eso.
“Le dije al director que quería que la mamá de Blake me enseñara”, dijo. "Identificación
He estado enamorado de ella durante semanas después de haber pronunciado este discurso sobre borrachos.
conducir en una asamblea. Ella era tan… apasionada”. Sus ojos brillaron por un momento,
pero luego su dolor quedó enmascarado y continuó. “Había estado buscando una manera
de acercarme a ella durante años y finalmente tuve la oportunidad de hacerlo. Y el director
convenció a mi papá de que era una buena idea después de mostrarle lo correcto que era
en todo. De todos modos, la cortejé con todo mi corazón y el resto es historia. Pero cuando
empezamos a ser novios, los compré como un gesto de mi devoción”. Abrió la caja y
mi mirada se posó en dos pulseras. Uno era una delicada banda plateada con una
brillante hilera de zafiros rosas dispuestos en forma de medio corazón. La otra era una
banda de cuero negro con un escudo plateado que tenía grabada la otra mitad del corazón.
“No estábamos completos el uno sin el otro. Así es como me sentí”, dijo Cooper con
voz áspera y la emoción brotó de mi pecho. “Puedo ver que ustedes dos sienten lo mismo
el uno por el otro. Reconocería esa mirada en cualquier lugar. Y me haría muy feliz si aceptaras
esto. Miró a Blake. "Mamá me pidió que te los diera cuando te enamoraste".
"Papá, no puedo", gruñó Blake. "Son tuyos."
"No", dijo Cooper seriamente, avanzando para presionar la caja en la mano de su hijo.
"Son tuyos. Es lo que ella quería. Y tu madre siempre se salía con la suya. Él sonrió con
tristeza y una lágrima cayó por su mejilla. Aplastó a Blake en otro abrazo feroz y de
repente agarró mi mano, atrayéndome a mí también.
"Se cuidan el uno al otro", gruñó Cooper. “No hagas que me arrepienta
dejar que ustedes, niños, salgan de aquí”.
"No lo haremos", prometí. "Gracias."
Nos dejó ir y me sorprendió lo mucho que dolía decir adiós. Nosotros
Regresó al ascensor y Cooper saludó con la mano mientras las puertas se cerraban.
"Es genial", le dije a Blake, sonriéndole y encontrándolo mirando hacia abajo.

en las pulseras de la caja.
"Sí", murmuró. "Él es." Sacó el plateado y se lo ofreció.
hacia mí, haciéndome un nudo en la garganta por el peso de la ofrenda.
"¿Está seguro?" Respiré. Era de su madre, y se sentía como aceptar una

pedazo de su alma usándolo.
"Nunca he estado más seguro de nada ni de nadie", me dijo en un tono profundo.
tono que trajo calor a mis mejillas.
Extendí mi muñeca y él la sujetó en su lugar y luego hice lo mismo por él.
con el otro mientras metía la caja en su bolsillo.
"Es hermoso." Admiré las joyas en mi muñeca, los zafiros reflejando la luz.
Agarré su camisa con mi mano y lo acerqué. “Te amo, Blake. Eres mi soldado oscuro y
veo las profundidades de tus cicatrices. Pasaré una eternidad intentando curar las
marcas dejadas en tu corazón”.
Me levantó, aplastándome contra la pared trasera del ascensor mientras su
boca bajaba sobre la mía. Probé el peso de su amor, su dolor, su deseo. Él era mi
hermoso, roto y dorado chico y necesitaba sacar la luz del sol de la oscuridad en él y
verla brillar en sus ojos una vez.
más.
Agarré sus hombros y pasé mis dedos por su cabello, sus manos
deslizándose debajo de mi camisa en la parte de atrás, así que sentí el calor
ardiente de su carne contra la mía. Su boca se separó de mis labios y sus dientes
rozaron mi mejilla hasta mi oreja, dejando un fuego hambriento a su paso. Su
polla se afirmó entre mis piernas y se hundió en mí, creando fricción contra mi clítoris y
jadeé de placer.
"Necesito estar dentro de ti", gruñó y un escalofrío recorrió suavemente mi espalda.
"Entonces métete dentro de mí", exigí medio, medio reí cuando las puertas
del ascensor se abrieron en el piso inferior. Me llevó a través del atrio y hasta el auto,
abrió la puerta y me recostó en el asiento trasero. Él
Se subió encima de mí, cerró la puerta y me besó con fuerza. Me quité los zapatos y
levanté las caderas para que él pudiera quitarme los pantalones deportivos con las bragas y
luego se bajó los pantalones para liberar su dura longitud.
"¿Estás lo suficientemente mojada para mí, cariño?" preguntó, bajando la mano
entre mis muslos y jadeé y moví mis caderas mientras él rodeaba sus nudillos en mi
calor empapado. "Joder, sí".
Agarró mis caderas, alineándose conmigo y empujando dentro de mí sin piedad, haciendo
que todo mi cuerpo se arqueara debajo de él.
Me untó la boca con los nudillos y sus ojos se iluminaron ante la
vista. "Prueba cuánto me quieres, Cinders". Chupé sus dedos con avidez, mis
caderas se balancearon para encontrar sus fervientes embestidas mientras él me
reclamaba. Estaba embelesada por él, excitándome con lo sucio y bien que se sentía
cuando me rasgó la camisa por encima de la cabeza y me sonrió con maldad mientras
tiraba de mi sostén para tener acceso a mis senos también.
"Dios, eres jodidamente perfecto", gruñó, mi cuerpo se tensó.
la suya mientras bajaba la boca y chupaba mi pezón, arrastrando sus dientes a través
de él de la manera más asombrosa.
Sujeté mis muslos alrededor de su cintura mientras él giraba sus caderas, frotando un poco
delicioso lugar dentro de mí y sacando un gemido salvaje de mis labios. Estaba tan caliente
por él que ya me estaba desmoronando, especialmente cuando movió su cuerpo sobre
el mío justo para generar fricción contra mi clítoris. Redujo un poco su ritmo hasta que cada
embestida se llenó de intención de brindarme placer y sus manos me sujetaron
mientras hacía su magia entre mis muslos.
"Joder, Blake", gemí, inclinando la cabeza hacia atrás mientras él trabajaba mi cuerpo
tan bien como si fuera el suyo. Sabía exactamente cómo tocarme para hacerme estremecer
y convulsionar, y mientras rodeaba sus caderas una vez más, me corrí duro, el placer me
atravesó y hizo que mis músculos se tensaran y flexionaran.

Blake maldijo. "Estás tan jodidamente apretado". Gimió como una fiera, enterrando
Su cara en mi cuello cuando encontró su clímax y sentí que me llenaba.
Estábamos acalorados y sudorosos y no podíamos recuperar el aliento mientras yacíamos allí
enredados, lo que me hizo increíblemente feliz. Su luz había regresado y la mía también. Y no parecía
que nada en el mundo pudiera hacernos bajar desde tan alto.
Blake comenzó a reír mientras levantaba la cabeza para mirarme y yo también me reí. "Saint va
a enloquecer cuando regresemos", dijo y agarré su mandíbula, inclinando mi cabeza hacia arriba para
robar otro beso que era todo mordisco y pasión.
"Yo me encargaré de Saint", ronroneé.
Él sonrió y sentí que ya se endurecía dentro de mí otra vez. "Bueno, en ese caso, Cinders, ¿qué
tal la segunda ronda?"

Estaba mirando por la ventana del bar del cine cuando los faros de mi auto
aparecieron a la vista al final de la calle y mi corazón acelerado finalmente
se desaceleró. No había sentido esa preocupación desde que rescatamos
a Tatum del control de mi padre y pasar la noche experimentándolo una vez
más era un tipo de tortura perfectamente exquisita.
Mis auriculares vertieron O Fortuna de Carl Orff en mis oídos y dejé que la
intensidad de la música impregnara mi alma, conectándome a tierra, recordándome
que era de carne y hueso, brutal y quebradizo y, oh, tan insignificante a fin de
cuentas. E insignificante era precisamente cómo me sentía ahora, así que me
sentaba bien.
La falta de sueño me hacía sentir un poco nervioso, pero si era totalmente

honesto conmigo mismo, sabía que este entorno extraño también tenía mucho
que ver con mi malestar. Había pasado mucho tiempo desde que me vi
envuelto en la confusión y la agitación de una reubicación repentina como ésta
y si fuera totalmente honesto conmigo mismo, podría admitir que estaba
provocando que mis demonios salieran a jugar.
Entre preocuparme por Tatum y Blake, pasé gran parte de la noche
enredada en una red de recuerdos que desearía no tener que enfrentar. Pero yo
Sabía por experiencia que la única manera de desterrarlas nuevamente a los

rincones de mi mente era enfrentarlas, mirarlas, experimentarlas y revivirlas. No fue
agradable. Pero no tenía otra opción.
Entonces, en lugar de pasar la noche rodeada de la familia que yo mismo
había construido, la pasé reviviendo mis pesadillas y enfrentándome a lo peor de mi padre.
A veces, cuando me atrapaban los recuerdos de él castigándome cuando era niña,
me costaba respirar. Le resultaba difícil incluso pensar con claridad. Y terminé
preguntándome si me estaba engañando acerca de poder enfrentarlo y ganar. Sí, me
había creado a su imagen, pero también me había debilitado. Y una parte de mí no
pudo evitar temer que una vez que todo estuviera dicho y hecho, me encontraría solo
y a su merced, encerrado en la sala de calderas sin agua otra vez, con el sudor rodando
por mi espalda y alucinaciones haciéndome creer. Me estaban cocinando vivo en un
horno listo para que él me devorara.
Mis manos temblaron levemente mientras me arrastraba fuera de esa mierda.
muestra de un recuerdo y apreté mis dedos para detenerlos. Me negué a dejarme
dominar por los recuerdos de un matón que ejerció su poder sobre mí para intimidarme.
Ya no era un niño. Y no permitiría que volviera a ponerme en ese tipo de situación.
Observé los faros moverse a lo largo de la calle en silencio, mi música me

centró mientras esperaba que entraran al estacionamiento subterráneo y me permití
un momento para sentir alivio por su regreso antes de que la ira en mi alma me
consumiera una vez más.
Me saqué los auriculares de las orejas y me puse de pie lentamente, sin haber
dormido mientras me preocupaba por Tatum y Blake y salí del bar, mirando los
breves mensajes que me habían enviado para asegurarme su ubicación.
Pero no importó. Si hubieran querido visitar al padre de Blake, deberíamos haberlo
discutido como grupo. El hecho de que hubieran elegido escabullirse en su lugar.
decía mucho sobre su confianza en mí, y la falta de ella no me sentaba cómoda
en absoluto.
Abrí y cerré la puerta del bar, asegurándome de que mi nuevo teléfono estuviera en
volumen alto en caso de que la cámara en el estacionamiento detectara que alguien se

acercaba demasiado a nuestro escondite y los sensores de movimiento me enviaran una alerta. yo no estaría
atrapado mientras los castigaba. Nadie nos dejaría caer mientras yo tuviera algo que ver con
eso.
Las escaleras que conducían al antiguo cine estaban cubiertas
En la oscuridad y con mi sudadera y sudadera con capucha negras, no había posibilidad
de que alguien me viera en las sombras mientras descendía en silencio. Crucé el vestíbulo
como un espectro y me dirigí al apartamento para esperar.

para ellos allí.
Justo cuando me deslicé dentro del espacio oscuro, la risa de Tatum envió una mezcla de
La rabia y el alivio atravesaron mi pecho mientras ella y Blake subían las escaleras un
segundo detrás de mí. Llegaron a la puerta y observé desde mi posición escondida en la
oscuridad cómo despertaban a Monroe de su sueño en el sofá.
Había elegido no informar a Nash y Kyan de la ausencia de Blake y Tatum después de
considerarlo un poco. No teníamos otro auto aquí y me dijeron claramente dónde estaban
cuando me enviaron un mensaje. No me gustó.
Pero los demás ya se habían quedado dormidos, exhaustos después de un día tan difícil y
como no teníamos forma de poder perseguirlos, parecía inútil despertarlos y
preocuparlos.
Nash se pasó una mano por la cara mientras se ponía de pie y se dirigía hacia la
puerta, la tenue luz verde del letrero de salida de emergencia sobre él iluminaba la amplia
pendiente de su espalda desnuda mientras caminaba.
La puerta se abrió de golpe y Blake echó sus brazos alrededor del cuello de Monroe,
saltando para rodearlo también con sus piernas mientras gritaba: "Cariño, estoy aquí".
¡a casa!" a todo pulmón.
Tatum se rió cuando Monroe retrocedió un paso bajo su peso y Blake le dio un dramático beso
en la frente antes de saltar de nuevo y alejarse hacia donde Kyan estaba durmiendo en una de las
camas dobles.
"¿Dónde carajo habéis estado vosotros dos?" Nash preguntó con voz ronca.
de su sueño cuando Tatum se acercó y le dio un beso en los labios.
"Fuimos y le dimos una vacuna a mi papá", anunció Blake emocionado, con una amplia
sonrisa en su rostro mientras saltaba como un cachorro en el borde de la cama de Kyan.
"Será mejor que te pongas lubricante si quieres sacar esa berenjena de aquí de contrabando".
sin que nadie lo vea", murmuró Kyan sin sentido, aún sin despertar a pesar del alboroto.
"¿Te escapaste?" Monroe preguntó con el ceño fruncido, mirando por encima del hombro a Blake.
"Eso podría haber sido peligroso. ¿Por qué no nos dijiste al resto de nosotros que querías ir?"
"Santo", respondió Blake encogiéndose de hombros, como si no confiara en mí para
entender lo importante que sería para él vacunar a su padre, no era gran cosa. Y tuve que admitir
que eso me dolió.
Sin embargo, no me moví, todavía escondido en las sombras mientras Tatum suspiraba y
Extendió la mano para deslizar una mano dentro de los boxers de Monroe. "No parecía que valiera la pena
"El drama de una discusión con él", respondió ella. "Ya sabes cómo se pone".
Si Monroe tuvo más protestas por eso, no las expresó, su polla claramente tomó el control de la
toma de decisiones por él mientras se inclinaba para besarla nuevamente, su mano se deslizaba
dentro de su camisa para acariciar su pecho mientras ella gemía suavemente. .
Me quedé donde estaba, esas palabras suyas resonaban alrededor de mi cráneo como si mi
cabeza fuera una máquina de pinball sin ningún agujero por donde salir.
Blake estaba jugando a un juego en el que empujaba a Kyan y luego se hacía a un lado mientras
el gran bastardo le daba un golpe mientras dormía. Probablemente terminaría con la nariz de Blake
rota, pero era su cara para correr riesgos. Además, no estaba dispuesta a salvarlo de una dosis de
dolor después de la preocupación que me había causado esta noche.
Nash había empujado a Tatum contra la pared mientras ella bombeaba su polla en su puño y
vi cómo él le bajaba los pantalones deportivos hasta las caderas y deslizaba los dedos por debajo de
la cintura.
En otro momento, la vista podría haberme excitado, pero estaba tan profundamente absorto
Mi enojo porque sabía que no me distraería el sexo. Necesitaba que la castigaran. Lo necesitaba
más de lo que necesitaba respirar y en el momento en que perdiera esta batalla conmigo mismo y
saliera de las sombras, ella sentiría mi ira.
Tatum echó la cabeza hacia atrás, gimiendo de placer mientras Nash la follaba con la mano y
yo observaba embelesada, esperando mientras él la construía más y más. Cuando sus gemidos se
convirtieron en súplicas y supe que estaba a punto de venir por él, salí de las sombras y me aclaré la
garganta.
"Santo cielo", maldijo Nash, estremeciéndose y deteniéndose en sus movimientos por un momento.
momento en el que Tatum apretó los dientes ante la negación de su liberación.
"Necesitamos hablar", dije con una voz mortalmente tranquila mientras Tatum jadeaba.
respiraciones llenaron la habitación.
"Estamos un poco ocupados", gruñó Monroe y casi me sentí mal por negarlo.
Él también. Después de todo, no fue él quien la había cagado.
"Sí. Soy muy consciente de que nuestra querida señorita Rivers está tratando de excavar
No se meterá en problemas contigo usando su sexualidad como arma, pero ¿realmente crees
que merece venir después del truco que acaba de hacer? No puedo ser el único de nosotros que
recuerda la forma en que la persiguen. ¿Quién recuerda cómo se sintió cuando ella ya no estaba?
El ceño de Nash se hizo más profundo cuando Kyan murmuró: "Es la señora Roscoe",
desde su cama, claramente despierto por fin. Una mirada en su dirección me mostró el labio
partido de Blake y el ceño enojado de Kyan. Bien. Un cómplice.
"Tal vez necesitemos discutir los límites de esta relación. Y la
¿Qué castigos podemos imponer cuando uno de nosotros se excede?", sugerí.
"Estoy dispuesto a eso", gruñó Kyan y Blake resopló con irritación.
"Era mi papá, hombre. Ya perdí a mi mamá por esta mierda e incluso esperar
tanto tiempo para conseguirle una vacuna después de que se las robamos me había estado
matando. Tienes que saber"
"Entiendo perfectamente. Y ya estaba ideando un plan para que
entregarle una vacuna de manera segura." Dirigí mi mirada oscura hacia él y él tragó
saliva antes de asentir.
"Tienes razón. La cagué. Lo siento, amigo, debería haber confiado en ti".
y acudir a usted al respecto. Pero sabes lo loco que puedo llegar a ser por la familia y
supongo que me convencí de que podrías decir que no o algo así y realmente necesitaba que
se hiciera. No podía soportar otra noche sin dormir preocupándome de que se
contagiara".
Consideré sus palabras por un momento y luego asentí. Su comportamiento
impulsivo era comprensible incluso si resultaba exasperante. Pero lo guió la emoción y el amor
por su padre. Tatum, sin embargo, nunca había conocido al padre de Blake. Ella no tenía
ningún vínculo emocional con él más allá de simplemente desearlo.

estar a salvo por el bien de Blake. Ella debería haberlo sabido mejor.
Mi mirada viajó a Monroe y Tatum mientras todavía estaban allí, con las manos
dentro de la ropa interior del otro, con los ojos ardientes de pasión y necesidad.
"¿Crees que Tatum merece venir después de hacer ese truco, Nash?" Le pregunté, mi
mirada fija en la suya mientras los labios de Tatum se abrían en una pequeña O de sorpresa y
frustración.
"Supongo que no", estuvo de acuerdo Monroe, dándole a nuestra chica una mirada de disculpa mientras
Sacó su mano de sus pantalones deportivos y ella gimió decepcionada, soltando
también su polla de mala gana.
"Santo", suplicó. "Sé que estás molesto, pero sólo queríamos conseguirlo.
terminado y listo. No buscábamos hacerte sentir como"
"¿Como si no confiaras en mí?" Terminé por ella y Kyan gruñó algo enojado
mientras se levantaba de su cama y se acercaba a mi lado en solidaridad. Me encantaba
cuando se ponía así, esa ira y rabia dentro de él presionando contra los confines de su piel mientras
la oscuridad en él ansiaba sangre.
"No es eso", jadeó Tatum, pareciendo darse cuenta de lo profundamente que me había cortado.
con este comportamiento mientras daba un paso más cerca. "Es sólo"
"¿Sabes cómo me pongo?" Supliqué con frialdad, tratando de no sentir esa punzada de
dolor en mi pecho mientras le devolvía sus palabras.
Los ojos de Tatum se abrieron y por un momento estuve seguro de que ella se había
dado cuenta del costo de sus acciones para mí y pude ver cómo ella realmente no había querido
lastimarme así. Pero ya era demasiado tarde para eso y ambos
lo sabía. Sólo había una manera de domar a la bestia que había en mí.
Miró a los demás por un momento y luego se arrodilló.
frente a mí, haciendo que mi corazón diera un vuelco mientras ella me daba lo que necesitaba
tan fácilmente. Sometiéndose a mi control, ofreciéndose como sacrificio a la oscuridad de
mi alma y dándome esta salida, esta liberación que ambos sabíamos que ahora necesitaba sin
medida.
"Mira, sé que ella la cagó en la mente de Saint Memphis", dijo Blake.
acaloradamente mientras se ponía de pie y se movía para interponerse entre nosotros. "Pero
en realidad todo fue culpa mía. Así que castígame si tienes que castigar a alguien. No voy a dejar
que ella cargue con la culpa de mi error".

"Creo que todos sabemos que Tatum es una mujer fuerte, decidida y poderosa", dije.
siseó. "Ella era más que capaz de tomar su propia decisión de ir contigo, así como es más
que capaz de pagar por sus errores. Pero tienes un punto válido. Tú también debes ser
castigado".
Le lancé una mirada a Kyan a mi lado y él soltó una carcajada mientras se abalanzaba sobre mí.
para Blake, quien sorprendentemente hizo muy pocos intentos de escapar de él.
"En la cama", dije casualmente y Kyan lo arrastró hacia ella. "Rostro
abajo. Culo arriba", agregué.
"En serio no vas a azotarme, ¿verdad?" Blake se rió mientras
Kyan lo empujó sobre la cama y le quitó el chándal.
Tatum levantó la cabeza, sus ojos brillaban mientras miraba, y saqué un rollo de cuerda de
mi bolso.
"De rodillas", dije casualmente mientras me acercaba a él y a Blake.
Resopló antes de obedecer. "Inclínate hacia adelante y agarra tus tobillos". En el
momento en que lo hizo, le até las muñecas con fuerza y luego lo empujé hacia adelante para
que su cara golpeara las almohadas y su trasero quedara en el aire.
"Que te jodan", dijo Blake, medio riéndose cuando lo convertí en mi perra y el
Otros también se rieron.
"¿Te gusta esto, sirena?" Pregunté, mirándola donde estaba.

Permaneció de rodillas en medio de la habitación.
"Tiene cierto atractivo", admitió, y un atisbo de sonrisa tocó la comisura de mis labios.
"¿Por qué no cuentas entonces?" Se lo ofrecí y ella asintió con entusiasmo.
"¿Diez strikes te parecen justos?" Se lo pregunté a mis hermanos, porque este castigo también
era para ellos. No era el único a quien Blake y Tatum habían traicionado esta noche.
"Eso debería bastar", estuvo de acuerdo Nash con una risita, enrollando una revista y
entregándomela.
"Espera un segundo", protestó Blake. "Pensé que ibas a usar tu

¿mano?"
Trató de luchar mientras yo me movía para pararme detrás de la cama, dándole a Tatum una
vista perfecta y Kyan colocó sus manos sobre los hombros de Blake para evitar que se moviera.
"Tómalo como un hombre, niño travieso", bromeó y no pude evitar sonreír.
de nuevo mientras levantaba el cargador para el primer golpe.
"Creo que es justo con el culo desnudo", dijo Nash rápidamente, tirando de los boxers de Blake.
Bajó también y empezó a maldecir.
"¿Quieres una palabra de seguridad?" Le ofrecí a Blake.
"Solo sigue adelante", gruñó, abandonando su lucha y yo
Se encogió de hombros antes de golpear su trasero con la revista enrollada.
Blake maldijo mientras lo golpeaba y Tatum obedientemente comenzó a contar, sus ojos
azules brillaban de emoción mientras miraba.
La revista golpeó su trasero repetidamente y su piel se puso rosada por el golpe contra su
carne mientras Blake me llamaba todos los nombres bajo el sol. Para el golpe final, tiré la revista
a un lado y golpeé mi trasero con mi palma desnuda tan fuerte como pude.
"¡Eres un sádico hijo de puta!" Me gritó, pero había una pizca de diversión en su tono que
me dijo bastante bien que había estado feliz de aceptar este castigo. Sin duda sabía que se lo
merecía.
Me alejé de él con la bestia en mí acomodándose un poco. Pero castigar a Blake no
estuvo ni cerca de satisfacer mis antojos y cuando mi mirada se encontró con el azul zafiro de
Tatum, pude ver que ella también lo sabía.
Me moví para tomar una silla de madera del costado de la habitación y la coloqué
Me agaché ante ella y luego me bajé lentamente. Todos los demás nos observaban con gran
interés y sabía que tenían curiosidad por este lado.

de mí, preguntándome si querían compartirlo o no y agradecí sus ojos hambrientos sobre
nuestros movimientos.
No necesitaba decir nada. Tatum sabía lo que necesitaba y se puso de pie lentamente,
quitándose los pantalones deportivos y quitándoselos antes de quitarse la camisa por la
cabeza y tirarla a un lado también. Llevaba un sujetador azul marino transparente que
mostraba sus pezones duros a través del material, pero lo había combinado con una tanga
roja y cuando sus ojos se encontraron con los míos, supe que la falta de combinación tenía
la intención de irritarme. ¿Con qué frecuencia había estado usando conjuntos sin par,
esperando que yo le quitara la ropa y la encontrara, castigándola por ello?
Apreté la mandíbula para no mencionarlo y ella obedientemente se acercó a
Me recosté sobre mi regazo mientras abría las piernas para sostenerla mejor.
Se agarró de las patas de la silla debajo de mí para sostenerse mientras su cabello
dorado caía hacia el suelo y yo pasé las yemas de los dedos por su columna suavemente,
amando la sensación de ella temblando ante mi toque.
Cuando mi mano llegó a su trasero, no pude resistir la tentación de deslizar mis
dedos sobre su tanga, siguiendo el material por el valle entre sus nalgas hasta que
encontré un material húmedo y resbaladizo y su coño hinchado. Aparté la tela y empujé
dos dedos dentro de ella, preguntándome cuánto de esto era para Nash y cuánto en
anticipación de este castigo porque sabía que ella necesitaba esta liberación tanto como yo.
Tatum gimió sin aliento, murmurando mi nombre y haciendo algo.
En mi pecho se asentaron mientras ella obedecía mis órdenes con tanta sencillez.
"Tú eres nuestra reina. Te adoraremos, te codiciaremos y te amaremos con el poder
de los monstruos que somos. Pero somos monstruos . Y somos una familia. Lo que
significa que debe haber consecuencias por fallarnos. ¿Estás de acuerdo? ¿Que
mereces este castigo?" Le pregunté con rudeza.
"Sí", respiró, y no se me escapó que había un gemido.

ahí también.
Pero ni siquiera me importaba si ella disfrutaba esto. Si ella obtenía placer de sus
castigos, entonces mucho mejor. Simplemente haría que el mensaje que le estaba
entregando fuera más memorable.
Mojé mis dedos dentro y fuera unas cuantas veces más, escuchando sus gemidos.
antes de que los sacara de repente y la azotara con fuerza. El grito que escapó de
sus labios fue todo placer y un gemido de anhelo atrajo mi atención hacia mis hermanos
que nos observaban mientras ella jadeaba: "Uno" y comenzaba a gritar.

contar.
Kyan estaba bombeando descaradamente su polla mientras miraba el programa.
poniéndose y Nash parecía que estaba a solo un momento de hacer lo mismo
mientras Blake observaba con ojos salvajes desde su posición todavía atado en la cama
con el trasero en el aire. Él no sería capaz de hacer nada al respecto si quisiera acariciar
su propia polla y le sonreí mientras volvía a
acariciando a nuestra chica.
"No es realmente justo que a Monroe se le niegue la liberación cuando eres tú quien
"Es mi culpa", reflexioné, sumergiendo mis dedos nuevamente en su calor.
"No lo es", estuvo de acuerdo Tatum sin aliento y sacudí mi barbilla para indicarle que
cerca.
Sólo dudó por un segundo cuando tomé un puñado del cabello de Tatum y le levanté
la cabeza. Ella abrió la boca servicialmente y observé con avidez cómo Monroe se
bajaba los pantalones para que su sólida polla pudiera liberarse.
Tatum se inclinó hacia él, lamiendo la punta antes de deslizar sus labios alrededor
y yo la azoté de nuevo, lo suficientemente fuerte como para empujarla hacia adelante y
hacer que se metiera su polla profundamente en la boca con el mismo movimiento.
Ella gritó alrededor de su eje y me detuve un momento mientras él gemía, pero cuando
ella comenzó a mover la cabeza hacia adelante y hacia atrás, supe que no iba a preguntar.
que me detuviera.
Mi polla se metía en sus caderas donde ella yacía sobre mí y como Monroe
Comencé a meterme en su boca, la fricción de sus movimientos me hizo gruñir de
deseo.
Le di una palmada de nuevo y Kyan se hizo cargo de contar por ella ahora que
tenía la boca llena, su mano entintada subiendo y bajando por su eje mientras
disfrutaba de la actuación que estábamos haciendo.
A la cuenta de ocho, el trasero de Tatum estaba rosado y perfecto y mientras
ella gritaba de placer alrededor de su eje, Monroe empujó con fuerza y se corrió con
un gruñido de satisfacción.
Deslicé mis dedos dentro de su coño hinchado nuevamente, bombeándolos más
fuerte, acariciando su punto G y llevándola al borde una vez más sin dejarla.
su caída sobre él.
Monroe deslizó su polla de su boca y ella jadeó mi nombre, rogándome que no me

detuviera esta vez, pero estaba demasiado enojado para permitirle venir, necesitaba
terminar este ritual antes de poder dejarlo ir.
Saqué mis dedos y la azoté de nuevo, amando los sonidos que hacía mientras
pasaba mis dedos sobre la tierna piel, acariciándola a través del persistente ardor de mi
golpe mientras mi polla palpitaba casi dolorosamente.
Como era de esperar, Kyan no esperó a que le ofrecieran un lugar en nuestro grupo
y entró en el lugar de Monroe, apretando su cabello y metiendo su polla entre sus labios
para terminar lo que había estado haciendo con su mano. Empujó dentro y fuera con
fuerza, follando su boca con un gemido de placer que le indicó que se corría en unos
momentos y demostraba cuánto había estado disfrutando lo que estaba viendo.
Le di una palmada por última vez mientras él retrocedía, un suspiro escapó de mis
labios cuando finalmente permití que la agitación dentro de mí se calmara y mi ira se
fuera. Ella estaba aquí después de todo. Seguro. Cerca. Hermosa como siempre. Tenía
funcionó bien incluso si deseaba que lo hubieran hecho de otra manera.

Pasé las yemas de mis dedos por todo su cuerpo, desabrochando el sujetador
descoordinado y deslizándolo de sus brazos mientras la levantaba para sentarla en mi
regazo, donde podía meter su pezón en mi boca.
Estaba jadeando y gimiendo, su cuerpo estaba tan tenso que supe que
Estaba desesperada por la liberación que le había estado negando, y decidí dejar de
ser un imbécil y dejarla tenerla.
"Tócate", gruñí, mis dedos se deslizaron sobre su trasero y subieron por su columna.
La mano de Tatum se movió dentro de sus bragas sin decir una palabra y observé la
La forma en que jugó con su cuerpo, tomando nota de cómo le gustaba mientras mi polla
presionaba su muslo con una dolorosa necesidad.
No protesté mientras ella me bajaba el chándal, liberándome de sus confines y
apartando sus bragas. Su dulce coño se hundió sobre mí y gemí fuertemente mientras ella
me montaba, todavía frotando su clítoris como le había ordenado.
Miré fijamente sus ojos desafiantes mientras la empujaba, absorbiendo los sonidos
que hacía mientras sus pupilas se dilataban y jadeaba, su liberación se acercaba.

y más cerca.
Apenas le tomó tiempo correrse y mientras ella se apretaba a mi alrededor, tomé el
control, mis dedos se clavaron en sus caderas mientras golpeaba mi polla contra ella tan
fuerte como podía, haciéndola gritar por mí hasta que yo también me corrí y mi La ira
finalmente desapareció. Ella se hundió hacia adelante y nos fusionamos en un montón de
extremidades cuando encontré sus labios y la besé suavemente, los dos agotados y
exprimidos y aliviados de habernos encontrado el uno al otro en la oscuridad nuevamente.

***
Pasamos varios días escondidos en nuestra nueva ubicación. Aunque no lo llamaría
hogar y no podía negar lo mucho que extrañaba The Temple, pero también entendía lo que
Nash había dicho acerca de que la familia era tu verdadero hogar. Yo tenía
las únicas cosas que realmente me importaban aquí y eso era lo que me estaba
ayudando a superar la agitación. Aún así, estaba en el proceso de diseñarnos una casa
adecuada para después de que esto terminara, una que habría construido desde cero y
construido según nuestras especificaciones perfectas una vez que hubiera decidido la
ubicación ideal para ella.
Pero por ahora, mi atención se centraba exclusivamente en resolver algunos de nuestros problemas.
El más urgente era la caja de vacunas robadas a la que ahora necesitábamos encontrar
un nuevo hogar. Kyan tenía planes de darle uno a Niall y pasarle otro a su antigua
ama de llaves, pero aparte de eso, ninguno de nosotros se preocupaba por nadie lo
suficiente como para querer que tuvieran uno. Y el uso más urgente de las vacunas era
dárselas a un virólogo que fuera capaz de usarlas.

ellos para crear las vacunas que el mundo necesitaba.
El único problema con eso fue que fue muy difícil encontrar un candidato.
a quienes consideramos dignos de la tarea. Necesitaban ser líderes en su campo.
También necesitaban tener una fuerte orientación moral y no tener vínculos con
nadie relacionado con mi padre. El problema era que la mayoría de las empresas
farmacéuticas estaban dirigidas en gran medida con fines de lucro, y sus propietarios
sacaban provecho de los medicamentos que necesitaban personas desesperadas y
cobraban precios exorbitantes por ellos. Y aunque yo estaba totalmente a favor de
obtener ganancias, estábamos de acuerdo en que queríamos a alguien que no pudiera
comprarse y que fuera justo en la distribución de este medicamento que salva vidas.
Después de todo, si los megaricos fueran los primeros en reclamarlo y beneficiarse de
él, entonces sólo estaríamos haciendo que los planes de mi padre se hicieran realidad. Y
me negué a cubrir las palmas de más empresarios grasientos con las ganancias de esta
atrocidad. Sin mencionar el hecho de que Tatum habría tenido mis pelotas si lo hubiera intentado.
"Dra. Valerie De La Cost", anuncié mientras me unía a los demás para desayunar.
Abrí mi computadora portátil y les mostré el perfil en línea de la mujer en cuestión.

Era una mujer bonita de unos cincuenta años, de piel oscura y un brillo inteligente en
los ojos, que posaba con la cliché bata de laboratorio blanca para la foto de perfil y, sin
embargo, todavía no parecía un cartón recortado de cada

otro médico en su campo.
"¿Ella es la indicada?" Tatum preguntó con interés.
"Sí. Es una líder en su profesión y ha pasado su carrera dedicando su tiempo a los
tipos de medicamentos que marcan una verdadera diferencia para la mayor cantidad de
personas, no sólo aquellos que garantizan ganancias. Vive modestamente, donando más de la mitad
de sus ingresos a fundaciones y proyectos en todo el mundo y ha trabajado para conseguir
acuerdos con muchas grandes empresas, logrando que patrocinen la producción de sus
medicamentos para su distribución en países empobrecidos donde la población más los
necesita. como un indicio de soborno, mala conducta o incluso un socio comercial sospechoso.
Parece absolutamente limpia y no importa lo profundo que investigue, no puedo encontrar
nada sucio. Incluso rechazó un gran aumento de sueldo cuando una empresa competidora
intentó para cazarla furtivamente, alegando que no se adhirieron a su código moral y creo que
esa era la verdad".
"Está bien, entonces", dijo Blake con la boca llena de tostadas. "Entonces, ¿adónde vamos?
¿Encuéntrala?"
"Traga antes de hablar, pagano", murmuré, tomándome un momento para lamentar mis huevos
y aguacate mientras Tatum también me pasaba unas tostadas. "Y ella tiene una oficina en Cypress
City a unas cuatro horas al norte de aquí y su casa está cerca".
"Está bien entonces. Vámonos", sugirió Tatum alegremente y le di una suave palmada.
Sonrió, disfrutando la forma en que siempre lograba mantenerse tan positiva, como si no pudiera
imaginar ninguna forma en que esto pudiera salir mal. Deseé tener su fe, pero no pude evitar creer
que vivíamos en un tiempo prestado. Eso

mi padre estaba sólo un paso detrás de nosotros y nuestra paz temporal estaba esperando
ser destruida.
"Podemos comer primero", le aseguré, obligándome a llevarme la tostada a la boca con
la mano como un cretino sin clase y comiéndola lo más rápido que pude para terminar de una
vez.
Kyan no hizo ningún intento de ocultar su risa a mi costa, pasándome un café expreso con
su muñeca posicionada para mostrar también ese feo tatuaje de calamar. Estaba bastante
seguro de que había estado tratando de incitarme a perder la cabeza desde la fiesta de
azotes convertida en sexo que tuvo lugar el otro día, pero me negué a complacer sus fantasías
mordiendo el anzuelo. Si deseaba que yo participara en algún tipo de fantasía dominante con
él y nuestra chica, tendría que pedírmelo amablemente.
Terminamos nuestro desayuno juntos sin hablar más de los problemas que
enfrentábamos, cada uno de nosotros con la esperanza de que hoy podría ser el día en que
resolviéramos al menos uno de ellos deshaciéndonos de la caja de vacunas que todavía
llevábamos. acerca de. Tuve que admitir que sería un alivio lavarnos las manos ante ellos.
Nos subimos a mi auto, llenando el baúl con nuestras cosas y guardando la bolsa negra con
nuestras posesiones más importantes en el frente por si acaso. Compré este edificio en efectivo
y financié cada parte de la compra con nombres falsos y cuentas imposibles de rastrear, pero
no iba a subestimar a mi padre ahora que sabía que nos estaba siguiendo. Sólo tenía que
haber dejado una migaja y estaba seguro de que sería
derribarlo sobre nuestras cabezas en un abrir y cerrar de ojos. Así que no iba a relajarme
pronto.
Salimos de nuestro lugar escondido y comenzamos a caminar por calles tranquilas, el auto
lleno de tensión mientras Tatum se sentaba en la parte trasera con la caja de vacunas a sus
pies. Una vez que llegáramos al lugar de trabajo del Dr. De La Cost, tenía la intención de
administrar las vacunas solo. No había manera de que dejara que ninguna de esas personas
volviera a ver a Tatum. Ella era un fantasma ahora y así sería como iba a quedarse.
Me llamó la atención el fuerte estruendo de un helicóptero que sobrevolaba la zona.
y estiré la cabeza para observar no uno, sino dos Black Hawks corriendo por encima,
completamente cargados con hombres y mujeres con sus uniformes militares.
"¿De qué trata eso?" Kyan murmuró desde el asiento a mi lado, sintiendo
peligro tan fácilmente como lo hice yo.
"Nada bueno", respondí.
Seguimos conduciendo, más que un poco de tensión llenaba el auto ahora mientras más
helicópteros sobrevolaban y vi un enorme camión militar arriba.

adelante también.
Mi nuevo teléfono sonó en la guantera y me acerqué a
Sáquelo, frunciendo el ceño ante la pantalla mientras aparecía un boletín de noticias.
Nuevas medidas de prueba y división entran en vigor en el estado de Sequoia.
Antes de que pudiera pensar mucho, apareció otro boletín.
Tatum Roscoe buscado para ser interrogado en relación con la liberación de Hades
Virus.
"¡Cuidado!" Gritó Kyan, empujando el volante mientras yo casi nos hacía correr hacia la acera,
donde una viejecita gritaba horrorizada.
Nos aparté de ella y pisé el freno mientras nos detenía justo en el
en medio del camino, dándole la vuelta a la anciana para asegurarse de que siguiera
caminando.
"Mi padre ha mejorado sus tácticas", gruñí, mostrando la notificación.

hacia los demás antes de abrir la historia sobre Tatum.
En la parte superior de la página había una fotografía que le habían tomado con su
uniforme verde bosque de Everlake Prep, posando y sonriendo para la cámara y
luciendo como la típica reina del baile de graduación. La imagen era plana,
sin emociones y, aunque por supuesto la dejó sin aliento, no capturó su alma
como debería haberlo hecho. Miré debajo y leí el artículo en voz alta para que todos
lo escucharan.
"Tatum Roscoe, hija de Donovan Rivers (el hombre responsable de liberar el virus
Hades en el mundo) ahora es buscada para ser interrogada en relación con los eventos
que condujeron a la liberación del virus. Ha llegado a la atención de la investigación.
Oficiales que a la joven Sra. Roscoe (anteriormente Rivers) probablemente su padre le
lavó el cerebro y lo ayudó a llevar a cabo las atrocidades que han llevado a la muerte
de millones de personas en todo el mundo. La joven en cuestión también se
casó con un miembro de una conocida familia criminal. apenas unos días después
de su decimoctavo cumpleaños y creemos que los O'Brien pueden estar ayudando a
ocultar su ubicación a las autoridades...
"Al abuelo le encantará", murmuró Kyan, pero seguí leyendo.
"Pedimos al público que se mantenga alerta y llame al número que aparece
a continuación si la descubren. Sin embargo, la señora Roscoe fue bien entrenada en
defensa táctica por su (posiblemente desquiciado) padre preparador y no queremos
que nadie intente acercarse a ella. si la ven. Las autoridades locales y nacionales
están en alerta máxima y la están buscando mientras hablamos.
Creemos firmemente que será detenida a su debido tiempo".
Dejé de leer y miré a Tatum con frustración ardiendo a través de mí, pero no era
nada comparado con el veneno que ardía en sus ojos.
"Quiero que todos los que incriminaron a mi padre para que carguen con la culpa de esto mueran".
ella gruñó furiosamente. "Hasta el último. Mentiroso. Conspirador. Uno de ellos".

"Tu deseo es nuestra orden, princesa", asintió Nash y el resto de nosotros

asintió con la cabeza.
Otro helicóptero Black Hawk rugió sobre mí y me incliné hacia él.

Mi ventana, observando su avance a través del cielo antes de perderlo de vista más
allá del paso elevado. Un escalofrío recorrió mi espalda y bajé la mirada a mi teléfono
nuevamente, abriendo la otra noticia con una sensación de pavor llenándome
mientras la leía en voz alta.
"Sequoia va a ser el primer estado del país en implementar la
muy debatido sistema de 'probar y dividir' con la esperanza de que pueda ser la
respuesta para detener el virus Hades en seco. Se han vaciado y seccionado áreas
del estado para dar paso a los campamentos de división donde se enviará al público
(particularmente aquellos que viven en áreas altamente pobladas como ciudades)
después de haber sido sometidos a pruebas para detectar el virus Hades.
Habrá tres campos. Uno: los infectados. Los miembros del público que estén
infectados con el virus Hades serán reubicados en este lugar.
donde se ofrecerá la mejor atención médica y podremos aislar a los
personas infecciosas para proteger a los demás. Dos: los no infectados. Los miembros
del público que den negativo serán enviados a campamentos donde habrá estrictas
medidas de seguridad para garantizar absolutamente que el virus Hades se mantenga
alejado de usted. Estará a salvo aquí mientras erigimos un límite infranqueable para
protegerlo de la contaminación. Tres: Los supervivientes. En este campamento,
le pediremos a cualquier miembro del público que haya tenido el virus Hades y se
haya recuperado (por lo que actualmente tiene anticuerpos en la sangre) que nos
ayude en la creación de una vacuna. Se les mantendrá seguros y aislados al
igual que la población no infectada, pero se darán incentivos a cualquiera que decida
ayudar a nuestro trabajo donando sangre".
"A la mierda", gruñó Kyan y tuve que estar de acuerdo.
"Tomemos un desvío", sugerí, sin gustarme la presencia del ejército.

aquí en absoluto.
El artículo continuó asegurando que esos campamentos sonaran increíbles,
pero no había ninguna puta manera de que fuera a permitir que un imbécil en uniforme me
trasladara a cualquier lugar si yo tuviera voz y voto.
Di media vuelta y comencé a conducir de regreso por las afueras de la ciudad, tomando un
camino que conducía cuesta arriba hacia los suburbios donde comenzaba el borde de la cordillera.
No pasó mucho tiempo antes de que me detuviera en una calle con un mirador que recordaba
haber conducido por aquí una vez antes y mientras conducía entre los árboles hacia allí, mis sospechas
se confirmaron.
Tatum contuvo el aliento mientras medio trepaba entre mis asientos y los de Kyan para ver
mejor la vista y yo fruncí el ceño mientras observaba al ejército levantando barricadas en un círculo
alrededor de esta parte de la ciudad. También pude distinguir a lo lejos más vehículos militares y
helicópteros, sin duda acordonando otra sección. Esta mierda de probar y dividir claramente
no iba a implementarse de forma voluntaria.
"Mierda. ¿Cómo carajo se supone que vamos a salir de aquí ahora?" Blake siseó mientras
asomaba la cabeza por el costado de mi silla al lado de la ventana.
"No lo somos", respondí sombríamente, mi mirada explorando de un lado a otro mientras tomaba
en tanta información como pude. Las barricadas nos rodearon en todas direcciones y estaba claro
que a nadie se le permitía salir. Al traernos aquí para escondernos, sin darme cuenta, nos había llevado
directamente a una trampa que estaba lista para saltar. "No es así de todos modos."
"Entonces, ¿qué estamos?" comenzó Monroe, pero lo interrumpí cuando comencé a subir la escalera.
Apagó el motor de nuevo y se alejó de la vista.
"Regresaremos a la casa segura", le informé, controlando la inclinación a entrar en pánico por
esto y tratando de pensarlo lógicamente. Allá

Había una salida aquí. Simplemente no lo estaba viendo todavía. Pero me

llegaría. Tenía que ser así. "Y luego tendremos que intentar idear otro plan".
Tatum se adelantó y tomó mi mano, apretando mis dedos con fuerza mientras
conducía y la abrazaba, necesitándola cerca ahora mismo. Porque por primera
vez en mucho tiempo, estaba luchando por ver una salida a este lío. Y si este era
un problema que no podía solucionar, entonces no tenía idea de qué carajo
íbamos a hacer.
"Mierda. Esto es malo." Caminé de un lado a otro por el pequeño apartamento del cine,
decidida a resolver esto pero sin saber cómo.
Saint estaba sentado al final de una de las camas, con los dedos entrelazados
mientras trabajaba en un plan. Estaba tan quieto como una estatua, completamente rígido,
una única arruga se formó en su frente apretada mientras prácticamente podía ver los
engranajes girando dentro de su cerebro. Si alguien pudiera idear algún tipo de plan de
escape milagroso para sacarnos de aquí antes de que el ejército apareciera y me arrestara,
me arrastrara de regreso a un maldito laboratorio y me hiciera pruebas como a una rata de
laboratorio hasta que me mataran, entonces fue él. Pero todavía no había ofrecido ni una sola
idea, y si estaba perplejo, definitivamente estábamos jodidos. Muy, muy jodido. Estaba tratando
de tener fe en él, pero joder, estas podrían haber sido las peores probabilidades que
habíamos enfrentado hasta ahora y por mucho que a todos nos gustara creer que Saint
tenía superpoderes, en realidad era solo un humano y no podía sacarnos volando. de

aquí como superman aunque quisiera poder hacerlo.
"Es realmente malo, ¿no?" Empujé cuando ninguno de mis hombres respondió a mi
estallido inicial. "No hay manera de salir de esto malo"

"Lo resolveremos, princesa", gruñó Nash como si se lo exigiera al

El universo sería suficiente, pero todos sabíamos que no lo era.
Saint todavía no dijo nada. Hice nada. Me quedé allí sentado pensando mientras la
tensión brotaba de él de manera tan tangible que podía saborearla en el aire. Blake
parecía tan preocupado como yo y me mordí el labio para evitar decir algo más
que no nos ayudara, pero mierda, esto era realmente preocupante.
"Sólo hay una opción", dijo Kyan por fin, con expresión oscura y yo
Dejó de caminar, mirándolo donde estaba apoyado contra la pared, dándose
cuenta de lo que iba a decir.
“Kyan, ya le debes demasiado a tu familia. No puedo soportar pensar en lo que
te obligarán a hacer si les pides más ayuda”, dije, sacudiendo la cabeza en señal de
negativa. Había estado tratando de evitar a esas personas desde que lo conocía y, sin
embargo, de una forma u otra, seguía enredándose con ellas nuevamente. Y muchas
veces fue mi culpa. Me encantó que estuviera dispuesto a hacer cualquier cosa para
ayudarme, pero odiaba que tuviera que pagar un precio por mí.
“Son la única opción que podemos tomar. Podrán sacarnos de
aquí”, gruñó Kyan. "Y puedo afrontar cualquier pago".
"No", insistí. "Tiene que haber otra manera."
Blake y Monroe compartieron una mirada, sus expresiones indicaban que ellos
también estaban inseguros. Pero eso no fue suficiente. Necesitaba que se pusieran de pie y
lo dijeran abiertamente. No podíamos dejar que Kyan pagara el precio por esto. Fue nuestro desastre.
Y necesitábamos resolverlo juntos.

"No lo hay", anunció Saint, levantándose de la cama y cruzándose de brazos, luciendo
como si odiara decir esas palabras mientras las pronunciaba de todos modos.
“Kyan, llama a tu familia. He sopesado las opciones, no hay nada más que podamos
hacer”.
"Santo", gruñí. "No dejaré que Kyan pague por esto".

"No depende de ti, bebé", dijo Kyan con una voz dura que provocó un temblor de
ira a través de mí.
“No puedes tomar decisiones así para todo el grupo. Nash y
Blake no estará de acuerdo”. Los miré, pero parecían aún más dudosos.
ahora.
"¿Estás seguro de que es la única manera?" Monroe preguntó gravemente y ambos Saint
y Kyan asintió.
"Entonces tenemos que hacerlo", dijo Blake en voz baja, con los ojos puestos en mí. "Cualquier cosa
sacar a Tatum de la ciudad y que la vacuna llegue a las manos adecuadas”.
"No hagas esto por mí", gruñí, con la furia palpitando a través de mí.
"Se trata de ti", dijo Saint bruscamente. “Y todos hemos prometido proteger
tú. Ninguno de nosotros se lo toma a la ligera. Sangraría en lugar de Kyan para asegurarme
de que mi padre no te atrape, pero no puedo. Así que así debe ser”.
Sacudí la cabeza, rechazando este destino, pero pude ver la decisión en todos los
sus ojos. Esto no les gustó más que a mí, pero aun así iban a hacerlo. Kyan una vez
más tendría que darle una parte de sí mismo a las personas de las que había estado
desesperado por escapar durante tanto tiempo y me cortó como una espada con veneno
en la punta, el corte inicial dando paso a más y más agonía. No quería eso para él. No quería
que lo obligaran a adoptar una vida o una posición que él había sido tan inflexible que no
quería. No podía soportar la idea de que él sacrificara sus sueños y esperanzas por mí. El
precio era demasiado alto. Me alejé de ellos, incapaz de quedarme allí y simplemente
aceptarlo, ya que me ganaron en votos y me dejaron sin voz en el asunto, marchando hacia la
puerta y saliendo. Bajé corriendo las escaleras, lleno de una energía furiosa que no se disipaba.
Necesitaba algo de espacio. Estaba tan jodidamente enojado. No podían
simplemente descartar mi opinión como si no significara nada. ¿Cómo pudieron simplemente
superarme en votos de esa manera? Me llamaron su reina, pero cuando llegó el momento, mi
Las demandas significaban una mierda. Me pusieron por encima de todo y descartaron mis
sentimientos al respecto porque decidieron que sus vidas tenían menos valor que la mía.
Pero a la mierda eso. Esta relación no era igualitaria y no iba a tolerarlo. Sabía que querían
protegerme, pero ¿qué pasa si yo los protejo? No podía permitir que Kyan le diera a su familia
más de lo que ya tenía. Cuanto más les debía, más profundamente se clavaban sus garras en
su piel. Y eventualmente podrían llegar tan lejos bajo su carne que nunca podría liberarse
de ellos. Los O'Brien eran como una astilla, hundiéndose cada vez más profundamente en él y
temí el hombre en el que se vería obligado a convertirse si esa astilla de podredumbre
llegó a su corazón.
Caminé a través del vestíbulo y a través de un conjunto de puertas dobles, encontrando
Me subo a una amplia escalera alfombrada y subo, con la necesidad de golpear algo
que me atraviesa. En lo alto de las escaleras, encontré un pequeño bar con sofás y una
ventana larga en el otro extremo que daba a la calle. Me moví para sentarme junto al panel en
un sillón grande, mirando hacia el camino mientras mi pulso latía ferozmente en mis oídos.
Mi respiración se hizo pesada mientras intentaba controlar mi ira, pero no podía aliviarse.
¿Era así como iba a ser mi vida con ellos? ¿Los cuatro se unieron a mí cada vez que tomaron
una decisión que era "lo mejor para mí"? Fue jodidamente exasperante. No iba a ser la prioridad
en nuestra tribu. ¿No entendieron que yo quería cuidar de ellos tanto como ellos querían cuidar
de mí? Y al quitarme esa decisión, esencialmente me estaban atrapando de nuevo.
La puerta se abrió pero no miré a mi alrededor para ver quién me había seguido.
Quienquiera que fuera había tomado una mala elección de vida porque estaba a punto de recibir
la peor parte de mi ira si esperaba que aceptara esto.
"Vete", dije con frialdad.

"No", habló Monroe y se me puso la piel de gallina en los brazos y el cuello.

pero no me volví para mirarlo.
"Sí", exigí.
"No quiero discutir", dijo apaciguadoramente.
“Bueno, eso apesta para ti, porque yo sí. Así que si vas a quedarte entonces
será mejor que te pongas los guantes”.
"Es gracioso que digas eso. Es chistoso que digas eso." Los guantes de boxeo
rosas y negros que me había regalado cayeron en mi regazo y finalmente me giré para
mirarlo y lo encontré luchando solo.
"Vine a pelear, princesa, pero no del tipo que estás buscando". Él sonrió y la vista
me enojó aún más.
"No estoy jugando, Nash", gruñí.
"Ven y muéstrame cuánto no estás jugando", se burló,
sus palabras estaban diseñadas para pincharme. Y maldita sea, estaba funcionando.
"Vete a la mierda", espeté.
Se movió frente a mí, golpeándome la mejilla con su guante de boxeo y le enseñé los
dientes.
"Mierda. Fuera”, gruñí y lo hizo de nuevo. “¡Nash! No estoy de humor." I
Apunté mi bota a su polla y saltó hacia atrás con una risa. Una maldita risa.
Le lancé mis guantes y él simplemente sonrió, pateándomelos de vuelta.
“Pelea conmigo”.
Me levanté y me moví para pasar junto a él, pero él me agarró por la cintura.
y me arrojó de nuevo sobre mi asiento, sacando un gruñido honesto de mi garganta.
"¿Por qué estás siendo tan idiota?"
Me levanté de nuevo dándole un empujón en el pecho para pasar pero él me tiró hacia atrás.
Me dejé caer en mi asiento con más fuerza y mi corazón tronó en mi

garganta. Eso es todo.
Me levanté, ignorando los guantes y lanzando un furioso puño en su estómago.
Él absorbió el golpe con una maldición y luego lanzó uno hacia mi riñón y otro hacia mi pecho,
obligándome a defenderme ya que no se contuvo. Me acerqué a él como un salvaje, lanzándole
golpes fuertes, pero mi rabia estaba nublando mi habilidad y él logró arrancarme las
piernas con un movimiento propio, por lo que caí al suelo de espaldas.
"Otra vez", exigió, y me lancé hacia él con rabia.
"Deja de actuar como si fueras mi maldito maestro", espeté, lanzando puños a sus costados,
sus brazos, su cabeza. Bloqueó el ochenta por ciento de ellos y luego me empujó con fuerza,
haciéndome caer de nuevo en el sofá.
Él soltó una carcajada y me puse completamente salvaje, lanzándome hacia él y sin molestarme.
con costumbres de kickboxing, usando dientes y garras en un esfuerzo por expresar mi punto.
Mordí su bíceps derecho y él gruñó, asfixiándome y manteniendo mi cabeza bajo su brazo.
Pateé, golpeé y luché, pero él empezó a aplicar presión en mi cuello hasta que luché por respirar.
"Ano de culo", me obligué a decir.
"Eres mejor que esto, Tatum", se burló. “Lucha contra mí. Tu ira te está volviendo descuidado”.
Golpeé el pie con mi bota encima del suyo y él hizo una mueca, su agarre
aflojándome lo suficiente como para liberarme y lanzar dos golpes sólidos contra su espalda.
Se dio la vuelta y le di una patada circular en el pecho, haciéndolo tambalear de nuevo. Luego me
lancé hacia él, envolviendo mis piernas alrededor de su cintura mientras usaba todo mi peso
corporal para intentar derribarlo al suelo. No funcionó. Me arrojó de nuevo sobre el sofá y yo
reboté en los cojines, mirándolo a través de una maraña de cabello dorado.
Nash se quitó los guantes y los arrojó a un lado. "Bueno, si vas a pelear sucio, yo también".
Él todavía estaba sonriendo como un imbécil y yo

Realmente quería hacer que se detuviera.
"Nash, no estoy de mal humor", gruñí, poniéndome de pie de nuevo.
"¿Usted no es? Pero pareces tan accesible en este momento”. Él sonrió burlonamente y
yo chillé, lanzándome hacia él, apuntando una patada salvaje a sus piernas.
Se tambaleó hacia atrás antes de atacarme con un puñetazo que me dejó sin aliento,
seguido de otro empujón que hizo que mi trasero cayera al suelo. Renuncié a cualquier
pretensión de ser civilizado y fui hacia sus piernas, hundiendo mis dientes en su pantorrilla.
"Pequeña bestia", medio se rió, medio se ahogó con un gemido de dolor mientras se inclinaba
para sacarme de él. Pero cuando no lo solté, envolvió su mano en mi cabello y tiró con fuerza,
tirando de mi cabeza hacia atrás para mirarlo.
"Niña mala", gruñó, esas palabras tuvieron un efecto pecaminoso en mí y mientras me lamía
los labios, estaba segura de que él lo sabía. Aunque no estaba cediendo a ese impulso.
Que se joda mi libido. Ella era una puta cada vez que las cosas se ponían tensas entre mis
hijos. Pero la forma de resolver este problema no era bajarme las bragas y divertirme. Aunque
estaba haciendo un esfuerzo decente por convencerme, podría ayudarme a aliviar algo de este
estrés. Si fuera por ella, estaría a horcajadas sobre la cara de Nash ahora mismo y
haciendo un mejor uso de su lengua que burlándose de mí. Por eso exactamente no estaba en
el asiento del conductor en ese momento. La perra no tenía vergüenza.
Su agarre en mi cabello se apretó hasta el punto de sentir dolor y eso me gustó aún más.
Pero no iba a dejar que me distrajera. Sin embargo, iba a usarlo para que lo soltara.
Pasé mi mano por su pierna, sobre el duro músculo de su muslo y sobre su polla que se
hinchó bajo mi palma, poniéndose rígida dentro de sus pantalones deportivos mientras lo frotaba.
Su garganta se balanceó y sus dedos se aflojaron en mi cabello, lo cual fue un efecto fatal.
maldito movimiento. Levanté la mano y agarré su mano, retorciendo sus dedos bruscamente
y él maldijo cuando salí de debajo de él y le di un rodillazo en las pelotas. Enganchó su brazo
debajo de mi rodilla para detenerme, su otra mano aterrizó en mi espalda mientras se inclinaba
hacia mi cara, inclinándome hacia atrás. "No estás peleando limpiamente, chica salvaje".
"¿Sabes lo que no es justo, Nash?" siseé. “Ustedes cuatro se unen a mí cada vez que creen
que están tomando una decisión para mi beneficio. No soy una mascota”.
"¿No? Entonces, ¿por qué actúas como un animal? preguntó, soltándose
Yo y yo chillamos mientras caía y golpeaba la alfombra en mi espalda.
La puerta se abrió y giré la cabeza cuando Saint entró. “Necesitamos ojos en la calle.
Recibí una actualización en mi teléfono que dice que el ejército está tocando puertas. Necesitamos
estar preparados si aparecen en este vecindario”.
"Observaremos desde aquí", dijo Monroe, señalando con la barbilla hacia la ventana.
"Bien." Los ojos de Saint se posaron en mí en el suelo. “¿Ya te has calmado?”
"No", escupí.
Él asintió y salió de la habitación, como si sólo necesitara mi respuesta y no estuviera
interesado en los sentimientos detrás de ella en absoluto. Maldita baguette de culo.
Monroe me ofreció su mano para levantarme y yo la aparté de un manotazo, empujándola.
Me puse de pie.
"¿Tregua?" preguntó y puse los ojos en blanco, cayendo hacia atrás en mi asiento para mirar
por la ventana. Se cruzó de brazos, se paró frente a mí y me fulminó con la mirada, pero
simplemente lo ignoré deliberadamente. "Estás buscando problemas".
Mi pulso se aceleró ante sus palabras, pero mantuve mi expresión neutral,
fingiendo que él no estaba allí. Él era sólo un fantasma tratando de perseguirme y yo

Iba a exorcizar mentalmente su trasero para que desapareciera.

"Una oportunidad más para hablarlo o te desarmaré como quiera".
—Lo creas conveniente —advirtió y le ofrecí mi dedo medio sin mirar
a él.
Agarró mi mano y la presionó contra su dura polla, frotándola de arriba a abajo

mientras me mordía la lengua y mantenía la mirada fija en la ventana como si no me
afectara ni remotamente. Así que deslizó mi mano dentro de sus pantalones y envolvió
mi puño alrededor de ella, manteniendo mi mano en la suya mientras movía mi palma
hacia arriba y hacia abajo por su eje caliente y sedoso. La saliva se acumuló en mi
boca y mi núcleo se apretó por lo bien que se sentía, pero mi cara no lo delató en absoluto.
Me agarró la barbilla y giró mi cabeza mientras movía su
Se bajó los pantalones y me hizo mirar mientras me obligaba a masturbarlo. Hacía
muchísimo calor, pero no iba a perder este juego. Mi cara de póquer era
suprema. Así que adelante.
"Ojos aquí arriba", ordenó, pero lo ignoré y me volví para mirar hacia otro lado.
de nuevo, pero levantó mi barbilla, obligándome a mirarlo a los ojos. Y mierda, eso
hizo que una tina de lava se derramara en mi sangre.
Tragué y él sonrió, viendo ese pequeño signo de debilidad mientras golpeaba mi
puño con más fuerza sobre su polla. Podría haberme alejado, pero estábamos en un
juego de voluntades y nunca retrocedí ante un desafío. Además, tal vez me
gustaba el uno por ciento.
"No voy a hablar contigo", dije fríamente.
"¿No?" cuestionó en un tono profundo que envió un temblor a través de mis huesos.
"Entonces tal vez deberías darle un buen uso a tu boca de otra manera". Llevó la
cabeza de su pene a mis labios y agarró la parte posterior de mi cabeza en un
demanda clara.
"No vas a" comencé, pero él empujó la punta entre mis labios y
Bombeé la base de su polla con mi mano. Probé su precum en mi
lengua y apreté mis muslos por lo jodidamente bueno que era. ¿Por qué diablos me estaba
excitando con esto?
"Eso está mejor", se burló mientras sacaba la punta de mis labios. "No es tal
Ahora eres una chica mala, ¿verdad?
Lo miré y puse los ojos en blanco, mostrándole todo el descaro que pude mientras
casualmente le daba la espalda de nuevo con la otra mano. Maldijo en voz baja, su
polla se contrajo contra mi lengua mientras la giraba alrededor de su cabeza y le quitaba el
poder.
"Tatum", gimió y sonreí alrededor de su polla, envolviendo mis dedos.
más apretado a su alrededor. Como si fuera a hacer que se corriera.
Deslizó su mano hacia abajo para agarrar mi garganta mientras un ruido de
deseo carnal retumbaba a través de su pecho. Lo provoqué con movimientos lentos
y perezosos de mi lengua que lo acercaron a la liberación solo para dejar que mi boca se
aflojara antes de que alcanzara el clímax y lo hiciera maldecir coloridamente. Su
mano apretó mi cuello y me empujó, subiéndose sus pantalones deportivos mientras
alejaba mi mano de su polla también.
"¿Ahora que estas haciendo?" Arqueé una ceja burlonamente y él frunció los
labios ante mi actitud. Pero me había vuelto completamente una perra y no volvería por
un tiempo. Así que necesitaba lidiar con eso o dejarme en paz.
Yo había preguntado.
"Hoy tienes mucha boca, ¿no?" Se inclinó, agarró mis caderas y me dio la vuelta,
metió su mano en el pelo y empujó mi cara hacia los cojines del sofá.
"¡Nash!" —espeté, mi voz amortiguada por la tapicería mientras luchaba por conseguirlo.
libre, pero no me dejaba ir, su otra mano bajaba mis pantalones de yoga y los dejaba
envueltos alrededor de mis rodillas para que no pudiera moverme. Deslizó su rígida polla
entre mis piernas, inclinándola para presionar la suave longitud.

contra mi coño y luego comenzó a masturbarse, frotándose hacia adelante y hacia atrás en
mi humedad mientras la usaba para lubricar su mano.
"Hijo de puta", gruñí, presionando mi trasero hacia atrás para intentar detenerlo, pero
simplemente lo abofeteó y continuó complaciéndose con mi cuerpo sin darme nada.
Clavé mis manos contra los cojines, luchando por levantarme, pero la presión de su palma
en mi espalda aumentó a medida que continuaba, gimiendo y gruñendo mientras me
usaba, me castigaba. Mi actitud claramente había sacado a relucir al profesor imbécil que
había en él nuevamente y, a pesar de mis mejores intenciones, estaba tan enloquecido por
eso.
Se inclinó sobre mí de modo que su respiración entrecortada me hizo cosquillas en la
oreja y envió escalofríos a lo largo de mi piel. "¿Vas a dejar de ser un mocoso y follarme
como te apetece?" preguntó.
Mi cuerpo tembló y mi coño se apretó con la necesidad de sentirlo dentro de mí,
pero no dije una palabra, mordiéndome el labio con fuerza para evitar que saliera algún
sonido. Soy una mujer fuerte, independiente y totalmente en control.
"Ah", gemí mientras su polla frotaba mi clítoris por un breve momento.

Maldita sea.
"Puedo sentirte temblar, princesa", se rió. "¿Realmente vas a

¿Serás tan terco?
Deslizó su grueso eje a lo largo del centro de mí nuevamente y mi espalda se arqueó
involuntariamente para darle más acceso. Lo sentí estremecerse de necesidad y la
sensación de cuánto me deseaba hizo que mi cabeza diera vueltas. Pero no podía
ceder. Tenía un maldito punto que dejar claro. Ya no estaba exactamente seguro de qué
era, pero estaba decidido a hacerlo de todos modos.
"¿Bien? ¿Eres?" —exigió, mi pulso se aceleró mientras tiraba de mi cabello,
levantando mi cabeza para poder oírme hablar.
"Sí, lo soy", dije y, para mi crédito, las palabras sonaron bastante frías. Movió sus
caderas y su polla se frotó contra mi clítoris otra vez.

haciendo que otro gemido embriagador caiga de mis labios y delate el juego por completo.
"¿Está seguro?" preguntó burlonamente.
Podía escuchar la maldita sonrisa en su voz y me hizo más resistente que nunca, pero
cuando presionó la cabeza de su pene contra mi abertura, todo mi cuerpo convulsionó. Me
acerqué a él, desesperada por más, pero claramente no me lo iba a dar a menos que dijera las
palabras.
Metió la mano debajo de mis caderas, sus dedos se deslizaron a través de mi humedad
mientras los cubría con mi excitación antes de jugar con mi clítoris.
"No juegas jodidamente limpio", gruñí, pero salió más entrecortado que
Lo había planeado, el placer retorciendo mi carne por su toque.
"Noticias de última hora, preciosa, no soy un buen hombre", gruñó. “Y me estoy cansando
de tus juegos. Así que te follaré para mi propio disfrute.
Sin embargo, siéntete libre de cambiar de opinión antes de que termine”. Se empujó dentro de
mí y grité, apoyándome en los cojines mientras él comenzaba a dominar mi cuerpo,
moviéndose furiosamente para trepar hacia su propia liberación sin preocuparse por la mía.
Pero al diablo con eso.
Deslicé mi mano debajo de mí, alcanzando mi clítoris, pero él tiró de mi brazo antes de que
me acercara y lo sujetó a mi espalda. Bolsa de culo.
"Pregunta amablemente", exigió y mordí el cojín para detenerme. Se empujó con más fuerza,
su espesor llenó cada espacio dentro de mí, su polla se sacudió cuando estuvo a punto de terminar.
Gruñí como un pagano y sus manos se movieron para agarrar mis caderas mientras me sostenía
en el ángulo que le gustaba. Le di un codazo hacia atrás, pero ya era demasiado tarde cuando él
gimió, alzándose sobre mí mientras se empujaba hasta la empuñadura dentro de mí y encontraba
su liberación.
"Oh, joder", gimió, el sonido era tan caliente que hizo que un temblor recorriera todo su cuerpo.
a mí.
La ira cargó mis venas con electricidad cuando él salió de mí y su agarre aflojó mis
manos. Me di la vuelta y me quité los pantalones de yoga, luego me quité la camiseta y me
arrojé para acostarme en el sofá. ¿Quiere jugar sucio? Entonces está bien, jugaré más sucio.
"Puedes irte ahora", dije alegremente, tomando mi teléfono de donde lo tenía.
Caí al suelo y encontré mi camino hacia un sitio web porno.
Lo puse en voz alta, sin mirar a Nash mientras se subía el chándal y yo dejaba caer una
mano entre mis muslos, sosteniendo la pantalla frente a mí y toqueteándome como me
gustaba. Apoyé el teléfono contra mi muslo y metí una mano en mi sostén, gimiendo
mientras veía a los dos tipos en la pantalla hacer DP con una chica, aunque mi mente
estaba completamente en lo que Monroe acababa de hacerme. Especialmente porque
podía sentir la evidencia entre mis piernas.
"Tatum", espetó Nash y lo ignoré, gimiendo más fuerte mientras mantenía mi mirada en la
pantalla, fingiendo que me estaba poniendo más caliente que él. Pero ningún sitio porno
podría acercarse. Me había reclamado para su propio placer, jodidamente me había profanado.
¿Por qué era eso tan jodidamente sexy?
"Este juego ya no es divertido", gruñó.
Era extraño que ya no fuera gracioso ahora que las tornas habían cambiado. Me
mordí el labio, haciendo mi mejor espectáculo porno mientras me bajaba el sostén debajo de
los senos y los apretaba para mi placer, pero sobre todo para burlarme de mi pequeño voyeur.
"¿Qué pasa Nash? ¿No puedes solucionarlo cuando eres tú el que queda fuera?"
Pregunté sin mirarlo.
Se inclinó, agarró mi teléfono y lo arrojó al otro lado de la maldita habitación.
Rebotó sobre la alfombra hasta perderse de vista y lo miré boquiabierto, sorprendido. Antes
de que pudiera sacar una palabra de ira de mis labios, se dejó caer en el sofá entre mis
muslos, tirando de mí hacia él por las caderas y metiendo su lengua dentro de mí. Grité
mientras él lamía la humedad.

entre mis piernas, adorándome con caricias furiosas y hambrientas de su lengua que
me volvían loca. Pasó su lengua en forma de ocho por mi clítoris, mirándome
directamente mientras hacía que los músculos de mis muslos se tensaran y temblaran.
"No te excitas con nadie que no sea un Guardián Nocturno", ordenó y luego pasó
su lengua por mi clítoris posesivamente otra vez. Mi cabeza cayó hacia atrás contra
el final del sofá mientras él chupaba y lamía y me perdí en un mar de placer cegador.
Esta vez no me atormentó, llevándome rápidamente hacia mi orgasmo, que ya estaba

tan cerca que no tomó mucho tiempo. Temblé y arañé su cabello mientras su lengua se
deslizaba sobre mí y de repente estaba destrozándome, gritando, alabando
su maldito nombre y salí jadeando tras su
fuerza.
"¿Perdóname?" Él sonrió, trepando por mi cuerpo y apoyando su peso.
sobre mí.
No pude evitar sonreír, empujando mis dedos a través de su desordenada

pelo rubio. "Con una condición."
"Oh, sí, ¿qué es eso?" Su sonrisa creció.

"Admite que gané", dije y su sonrisa murió repentinamente.
"Maldita sea", murmuró, aguantando un poco más, pero pude ver

la derrota en sus ojos. “Bien, ganaste, princesa. ¿Feliz ahora?"
"Muy." Envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo besé de nuevo, su corazón
latía contra el mío mientras me bañaba en el peso de él sosteniéndome.
“Así que vine aquí para devolverte esto. Pensé que podría animar
Levántate”. Metió la mano en su bolsillo y sacó el collar que había estado guardando
para mí. "Ya no hay necesidad de ocultárselo al diablo". Lo deslizó alrededor de mi
garganta, apartando mi cabello mientras me lo ponía y una sonrisa iluminó mi rostro
al recuperarlo. Mi pequeño recuerdo de Jess estaba en su debido lugar.
casa una vez más.
"Gracias por mantenerlo seguro para mí", le dije y él sonrió, besándome dulcemente de
nuevo.
"Mi placer." Se puso de pie y me puse la ropa mientras él se alisaba el cabello y se
lo metía detrás de las orejas. Cuando me levanté, se dirigió a la ventana, miró hacia afuera
y todo su cuerpo se puso rígido.
"Oh, joder", siseó, volviéndose hacia mí con los ojos muy abiertos. “El ejército está aquí.
Están dos puertas más abajo.
"Mierda", jadeé. ¿Qué carajo habíamos hecho? Se suponía que debíamos estar
vigilando. Saint iba a cagar un ladrillo, azotarnos a ambos hasta que nuestros traseros
estuvieran rojos y luego cagar otro ladrillo más grande.
Salimos corriendo de la habitación, atravesando la sala de cine y corriendo
hasta el apartamento. Entramos y mis otros tres hijos saltaron de sus asientos en el sofá,
viendo instantáneamente que algo andaba mal, la tensión recorrió sus músculos como si
estuvieran preparados para una pelea a muerte.
"Ya casi están aquí", espetó Monroe.
"Jesús, joder, ¿por qué nos enteramos de esto ahora?" Santo exigió,
Luego sus ojos nos recorrieron y maldijo. "Tenías un trabajo, Nash".
"También fue mi culpa", dije.
"Oh, soy muy consciente de eso", dijo Saint con frialdad, sus dedos temblando como
Tenía hambre de una paliza. Pero definitivamente no había tiempo para eso ahora.
"Bueno, ¿qué vamos a hacer?" Nash presionó.
“Llamé a Niall. Mi familia está de camino hacia aquí”, dijo Kyan. “Van a romper las
barricadas en alguna parte. Si podemos aguantar una hora o

dos"
"No tenemos una puta hora o dos", gruñó Saint.

"Tal vez no entren aquí", ofreció Blake encogiéndose de hombros. “Están

revisando casas, ¿verdad? ¿Por qué molestarse en buscar en una vieja sala de cine
tapiada?
"Están limpiando todos los edificios de la ciudad", siseó Saint. “Por supuesto
que van a comprobarlo aquí, ese es su maldito trabajo. Estamos hablando del
ejército, no de un grupo de campesinos apartados que salen a cazar un caimán
desaparecido. Están buscando personas que podrían estar escondidas. A la gente le gustamos ”.
Se escuchó un fuerte golpe desde afuera y nos miramos entre nosotros.

inquietud.
"Tatum", siseó Saint, haciéndose eco de todos nuestros pensamientos. Era una cosa para
Nos encontrarían aquí, pero después de que se publicara ese artículo que implicaba a
Tatum en el escándalo del virus Hades, no había forma de que pudiéramos arriesgarnos
a que la descubrieran.
"Por aquí", gruñó Kyan, moviéndose hacia la cama más cercana, sacándola y
abriendo un armario detrás de él. Todos lo seguimos como un rebaño de ovejas siendo
pastoreado, esperando que tuviera alguna solución para nosotros. “Hay suficiente espacio
aquí. Puedes caber, cariño.
"No me esconderé allí mientras el resto de ustedes tienen que lidiar con el ejército", siseó,
mirándonos a los cuatro mientras todos la empujamos hacia el pequeño espacio. Ni siquiera
estaba totalmente convencido de que ella encajaría allí y ninguno de nosotros tenía ninguna
posibilidad de unirnos a ella.
"Te están buscando, sirena", respondió Saint con urgencia, dejando caer la bolsa.
lleno de nuestras posesiones más importantes sobre la encimera y abriéndolo. Cogió
un sobre lleno de pasaportes falsos y los entregó. "No sabrán quiénes somos. Incluso si
nos hacen irnos con

Por esta división de mierda que están implementando, no importará. Todo lo que tienes que hacer
es esperar aquí para conocer a la familia de Kyan e ir con ellos. Nos vemos en casa de O'Brien. Estarás
a salvo con ellos, ¿no?" preguntó, volviendo sus ojos oscuros hacia Kyan.
"Le enviaré un mensaje a Niall y le diré que te cuide personalmente", respondió.
con un movimiento de cabeza. "Quédate a su lado hasta que nos comuniquemos contigo y te juro
que estarás a salvo".
"¿Con un hombre que me has dicho que está jodidamente loco y mata gente para ganarse la
vida?" Pregunté con incredulidad. "¿Cómo diablos es posible mantenerla a salvo?"
"El tío Niall puede ser un pistolero a sueldo, pero también tiene un código moral escondido
debajo de la locura. No tenemos exactamente tiempo para entrar en eso ahora, pero para resumir, hace
unos diez años su esposa fue secuestrada y violada. "Y asesinado. Odia a los hombres que lastiman
a las mujeres y es leal a mí. Puedes confiar en que moriría para proteger a Tatum y no es que
tengamos a nadie más a quien preguntar". Kyan rápidamente terminó de escribir el mensaje para su
tío y luego metió su teléfono en el maletero para ocultarlo.
"Sin mencionar el hecho de que puedo protegerme", añadió Tatum.
Se oyó un fuerte golpe en la puerta cerrada y todos nos quedamos helados. "Este es el sargento
Jeffers del Escuadrón de Defensa Hades del Estado de Sequoia", gritó un hombre en voz alta.
"Necesitamos que se abra y se someta a una prueba de virus".
Tatum dudó, pero le di un pequeño empujón hacia el espacio de acceso que Kyan había
encontrado. "Ve, princesa. Podemos escapar de algún campamento con bastante facilidad, pero
recuperarte de Troy Memphis por segunda vez podría ser imposible", le susurré, rogándole con
los ojos que aceptara que así tenía que ser. Sabía que odiaba que hiciéramos sacrificios para protegerla,
pero tenía que ver que en este caso era la única manera. Y, francamente, iba a terminar amordazándola
y empujándola allí yo mismo en un segundo.

No iba a perder a mi chica otra vez. No importa lo enojada que pueda estar conmigo por tomar
esa decisión por ella.
"¡Sólo un segundo!" Blake llamó al oficial y lanzó una mirada preocupada hacia Tatum
antes de que ella finalmente asintiera y se dejara caer para meterse en el hueco detrás de
la cama. Estaba claro que no le gustaba, pero obviamente se dio cuenta de que esto
tenía que suceder.
Volvió a las sombras arrastrando los pies y Saint le pasó la bolsa de
armas, dinero en efectivo y nuestras posesiones más valiosas antes de que sacara la caja
de vacunas del refrigerador y casi lograra forzarla frente a ella. Lo último que vi fue el miedo
por nosotros reflejado en sus ojos azules antes de que Kyan le diera su cuchillo de caza y su
bate de béisbol y luego colocara el estante de madera frente a ella, ocultándola de la vista.
Cerró la puerta del armario y empujó la cama a su lugar antes de ponerse de pie nuevamente.
Intercambié una mirada preocupada con Saint antes de correr para tomar asiento.
en mi cama y Blake comprobó que estábamos todos esparcidos por la habitación
luciendo inocentes antes de quitar el cerrojo de la puerta y abrirla de par en par. Debieron
haber entrado por la fuerza en el piso de abajo de alguna manera y supuse que eso
significaba que realmente no estaban jugando.
Dos tipos grandes con uniformes militares y máscaras de ventilación estaban
parados en la puerta y, cuando Blake retrocedió para dejarlos entrar, otros cuatro soldados
los siguieron al interior de la habitación.
"¿De qué se trata esto?" Saint preguntó casualmente mientras avanzaba hacia ellos.
"Es posible que hayas visto en las noticias que ahora hemos tomado la decisión de dividir
la población de nuestro estado en diferentes grupos en un esfuerzo por contener la
propagación del virus Hades y evitar que más personas lo contraigan.
Como tal, actualmente hemos bloqueado Hemlock City y la hemos dividido en cuadrantes
mientras vamos de puerta en puerta probando a todos y asignándoles un grupo. Esto no es
voluntario. Todos deben someterse a una prueba de punción en el dedo.

y muestra de garganta. De lo contrario, se le agrupará con los miembros infectados de la
población. ¿Lo entiendes?"
"Sí señor", respondió Kyan desde su posición acostado en la cama, sonando
cualquier cosa que no sea respetuosa.
"Necesitamos ver alguna identificación si la lleva consigo", dijo una mujer soldado.
dando un paso adelante y mirando alrededor del apartamento en una vieja sala de cine
como si se preguntara qué diablos estábamos haciendo aquí.
Saqué mi nuevo pasaporte del bolsillo trasero y me puse de pie, mi
El pulso se aceleró al pensar en mi chica todavía escondida en ese armario. ¿Qué
pasaría si la encontraran? No podíamos enfrentarnos al maldito ejército, pero sabía que
lucharíamos por ella de todos modos. Miré los rifles de asalto que llevaban los cuatro
soldados y tragué saliva. Mierda, realmente esperaba que no la encontraran.
La oficial tomó mi pasaporte cuando se lo ofrecí y me di cuenta de que debería haber

verificado dos veces la maldita información en caso de que ella me lo pidiera.
Yo para confirmarlo.
Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba que ella pasara las páginas y
encontrar cualquier fotografía que Saint hubiera usado para hacer esta falsificación. Lo
miró durante un largo momento antes de soltar una carcajada que intentó disimular con una
tos.
"¿Está todo bien?" Le pregunté, frunciendo el ceño mientras me preguntaba si
podía decir que era falso. Había confiado ciegamente en que Saint nos habría conseguido
buenas falsificaciones, pero ¿cómo carajo se suponía que iba a saber si sería lo suficientemente
bueno?
"¿Tu nombre es Simone Dipsickle?" preguntó, claramente mordiéndose la lengua ante
otra risa mientras uno de los otros oficiales se la arrebataba para ver, este riendo descaradamente
mientras miraba del documento hacia mí. "¿No es

¿Simone es un nombre de mujer?
Mis labios se separaron cuando una mezcla de confusión y molestia me llenó.
¿Simone jodidamente Dipsickle?
"Él insiste en que es un nombre masculino en Italia", dijo Saint inexpresivamente, pero cuando
lo miré, capté el borde de una sonrisa malvada en las comisuras de sus labios.
"No pareces italiano", señaló el oficial. "Y Dipsickle seguro que no es italiano. ¿Tu mamá te
odiaba o algo así? ¿Por qué si no te puso un nombre así?"
"Es un apellido", grité, sin necesidad de ocultar mi irritación porque si mi nombre realmente
hubiera sido Simone Dipsickle, sin duda habría estado enfrentando esta mierda toda mi vida.
"Está bien, entonces, señor Dipsickle, ¿se someterá a una prueba de punción en el dedo?" el
Preguntó la oficial, devolviéndome el pasaporte.
"No parecía que tuviéramos otra opción", respondí, tendiéndole la mano mientras ella sacaba el kit
de prueba.
Saint le entregó su pasaporte a otro hombre y Kyan salió de su cama, haciendo como si estuviera
buscando el suyo en el montón de basura al lado de su cama. La mayoría de nuestras cosas todavía
estaban cargadas en el auto, así que al menos no teníamos que preocuparnos de que encontraran
algo de ropa de Tatum ni nada porque Saint podría haberles dicho que mi nombre era Simone,
pero no iba a fingir. También me gustaba usar tangas de encaje.
El agudo pinchazo en la yema de mi dedo devolvió mi atención al
soldado parado frente a mí y observé mientras ella realizaba la prueba, usando un bolígrafo para
agregarle mi nombre falso mientras lo dejaba esperando a que
resultados.
La obligué mientras ella también tomaba una muestra de garganta y me indicó que me sentara.
Se agachó y esperó mientras empezaba a trabajar con Blake.
Saint se sentó a mi lado cuando terminó, su muslo presionó contra el mío mientras mantenía
sus ojos fijos al frente. Ninguno de nosotros tenía tanto como

Miré hacia el armario donde Tatum todavía estaba escondido detrás de la cama y la adrenalina
corriendo por mis venas hacía que mis dedos temblaran un poco.
Parecía que deberíamos estar corriendo. O pelear. Cualquier cosa menos simplemente
estar sentado aquí mientras estas personas armadas husmeaban y se acercaban para descubrir a
nuestra chica.
Un par de soldados se dirigieron al resto del edificio, buscando a otras personas a
pesar de que les habíamos dicho que estábamos solos cuando nos preguntaron.
Noté el pasaporte de Saint asomando de su bolsillo y me acerqué a
Pellizcarlo, necesitaba algo que me distraiga de enloquecer por el descubrimiento de Tatum.
"¿Poder Rex?" Murmuré, asegurándome de que mi voz fuera demasiado baja para llevarla a
nadie más.
Saint no respondió, pero ese atisbo de sonrisa regresó cuando me quitó el pasaporte
y lo devolvió a su bolsillo.
Estúpido.
Resoplé una carcajada y le di un codazo, lo suficientemente fuerte como para golpearlo.
Avanzó unos centímetros y juro que él también se rió.
Blake y Kyan vinieron a sentarse con nosotros una vez realizadas las pruebas.
y vimos cómo los soldados se movían por el espacio, abriendo puertas, mirando detrás de los
sofás alineados contra la pared trasera. Uno de ellos incluso tiró de la cama hacia atrás para abrir
la puerta del armario donde se escondía Tatum, y mi pulso se aceleró mientras intentaba no
mirar en esa dirección.
Me moví en mi asiento y la mano de Saint aterrizó en mi muslo, apretando una vez
con fuerza antes de que me soltara, una clara advertencia para mí de no hacer nada estúpido,
pero mi corazón latía con fuerza y mi necesidad de proteger a Tatum me abrumaba,
impulsándome a actuar.
Kyan hizo crujir sus nudillos en un movimiento que casi parecía casual, pero me hizo
saber que él también se estaba preparando para una pelea. Por si acaso. Porque si la
encontraban, haríamos todo lo posible para evitar que se la llevaran. No iba a terminar de
nuevo en algún laboratorio. No importa lo que cueste mantenerla al margen.
Pero afortunadamente, volvió a cerrar la puerta con menos de una mirada, el estante
que Kyan había reemplazado para ocultarla claramente funcionaba.
La mujer soldado miró su reloj antes de acercarse para ver los resultados de nuestras
pruebas, fotografiándolos cuidadosamente como si tuviera nuestros pasaportes antes de
escribirlos en el iPad que tenía en la mano.

"Entonces, ¿cuál es el resultado?" Le pregunté cuándo no nos lo dijo y ella me
miró a través de su visor.
"¿Supuse que ya lo sabías?" Preguntó, confundiéndome, pero claro.
Saint no perdió el ritmo.
"Sería bastante difícil olvidar las semanas que pasamos los cuatro luchando contra el
infierno del virus Hades", dijo en tono seco. "Así que supongo que tenemos anticuerpos
ahora que hemos sobrevivido, pero una confirmación nos tranquilizaría ante la idea de que
volvamos a contraerlos".
"¿Ustedes cuatro sobrevivieron?" Preguntó sorprendido el sargento Jeffers. "¿Ninguno
de tu grupo murió?"
"Afortunadamente no", cortó Saint. "Pero fue una batalla reñida".
"No es el tipo de cosas que se olvidan fácilmente", añadió Kyan. "Dudo que alguna
vez pueda volver a toser sin recordar la sensación de mis pulmones destrozándose
dentro de mi propio cuerpo. Pero aparentemente, somos un grupo de bastardos duros, así
que lo logramos".
El sargento Jeffers asintió como si hubiera visto suficientes historias como la nuestra
para creerlo, aunque me di cuenta de que la mujer soldado se sorprendió al descubrir
que todos habíamos sobrevivido sin perder a nadie en nuestro grupo. Parecía más sencillo
Me apego a esa historia de lo que hubiera sido inventar a alguien para que estemos de duelo,
así que no agregué nada.
"¿Entonces tenemos que mudarnos a algún lugar donde alberguen a otros
sobrevivientes?" Preguntó Santo. "¿Cuánto tiempo tenemos para llegar allí?"
"No hay necesidad de preocuparse por eso, muchacho", dijo el sargento Jeffers con
condescendencia y si las miradas mataran, Saint probablemente habría hecho que su cabeza
explotara en el acto por ese pequeño cariño. "Puedes conseguir algunos suministros básicos
ahora y nos pondremos en camino. Hay vehículos listos para transportarte a tu nueva ubicación".
"Podemos llegar allí nosotros mismos", dijo Kyan, cruzándose de brazos. "Solo danos
una dirección y"
"La negativa a cooperar puede resultar y resultará en un arresto bajo la ley marcial en
defensa de nuestro país y nuestros ciudadanos", respondió el sargento Jeffers, llevando la mano
al arma que llevaba en la cadera en un gesto nada sutil. "¿Vas a hacer esto más difícil de lo
necesario?"
Los cuatro intercambiamos miradas intensas, pero ya nos habíamos dado cuenta de que
esto iba a suceder, así que teníamos que aceptarlo y confiar en que nuestra chica saldría de
aquí. Ella esperaría al tío de Kyan y nos alejaríamos de su campamento antes de que terminara
el día y luego nos reuniríamos con ella. Era la mejor esperanza que teníamos de que todos
saldríamos de aquí sanos y salvos y por mucho que detestara la idea de separarme de ella,
no iba a arriesgar su vida sólo para mantenerla dentro de mi línea de vida. vista.
"Está bien", dije, levantando las manos en un gesto apaciguador mientras llegaba a mi
pies. "Cogeremos algo de nuestra mierda y vendremos en silencio".
"Una bolsa", respondió el sargento Jeffers. "No tenemos espacio para cargar demasiada
basura".
"No tenemos mucho aquí de todos modos", respondió Blake en el tono inteligente que
siempre le gustaba usar conmigo cuando le estaba enseñando y me di cuenta de que

cabreó un poco a nuestro nuevo amigo soldado. Debería intentar enseñar a un grupo de pijos y
pequeños idiotas titulados día tras día. Podría haber estado acostumbrado a mandar a los
soldados, pero los pequeños imbéciles elitistas eran un tipo completamente diferente de
bestia.
Tiré algo de ropa de repuesto y mi cepillo de dientes en una bolsa, concentrándome en mantener
mi rostro en blanco de emociones mientras seguíamos a los soldados fuera del cine abandonado y
dejábamos atrás a nuestra chica.
Juro que fue en contra de cada fibra de mi ser hacerlo y ni siquiera estaba segura de poder
hacerlo. Pero cuando Saint me puso una mano en el hombro, animándome a seguir a los
soldados, hice que mis pies siguieran moviéndose.
Uno delante del otro. Paso tras paso llevándome cada vez más lejos de Tatum. Pero solo tenía que
concentrarme en el hecho de que también estábamos alejando a los soldados de ella. Esto fue lo que
hizo falta para mantenerla a salvo y eso fue todo lo que
preocuparse por.
Caminamos por la calle con nuestro pequeño grupo de soldados y
Se les ordenó subir a la parte trasera de un enorme camión militar cubierto donde ya había un
grupo de personas esperando a que se fuera.
Dudé un momento antes de subir las escaleras, preguntándome si alguna vez volvería a sentirme
totalmente cómoda en compañía de extraños o si siempre me quedaría con esta molesta sensación de
nerviosismo cuando se trataba de interactuar con personas que no conocía. . Meses de encierro y
temor al virus Hades definitivamente habían cambiado mi visión del mundo. Me había hecho más
agradecido por las cosas que tenía, más agradecido por las cosas que antes daba por sentado y me
había mostrado con qué facilidad el mundo entero podía verse sumido en el caos. Sí, el virus
había cambiado muchísimo, pero habíamos sobrevivido, así que supuse que lo estábamos haciendo
mejor que algunos y estaba decidido a salir del otro lado de esta crisis más fuerte.
Me dejé caer en uno de los bancos y Saint tomó asiento a mi lado mientras Kyan
y Blake se sentaban frente a nosotros, todos luciendo la misma mirada sombría
cuando nos vimos obligados a dejar atrás a nuestra chica.
"Antes de realizar el envío, necesitamos que todos lean este folleto y
Cuéntanos si has visto a esta chica en algún lugar durante las últimas semanas".
Gritó el sargento Jeffers, entregándole el volante a Saint y haciendo que mi maldito corazón
diera un vuelco cuando vi la fotografía de Tatum en su escuela.

uniforme.
Saint ni siquiera parpadeó por supuesto, estudiando la imagen durante unos segundos.
antes de sacudir la cabeza y pasármelo. Lo miré detenidamente y luego murmuré un
no antes de pasárselo al chico más cercano a mí.
Blake bostezó ampliamente mientras la cosa rodeaba el camión y yo
No pude evitar mirar de reojo a todos los que lo miraban. Habíamos tenido mucho
cuidado de permanecer fuera de la vista desde que llegamos aquí, pero nunca se
podía estar totalmente seguro de que no hubiéramos sido detectados. ¿Y si alguien la
hubiera visto cuando ella y Blake huyeron para visitar a su padre? ¿O cuando entramos y
salimos del edificio? ¿Qué íbamos a hacer si esos pendejos del ejército
¿Regresó al cine y la trajo aquí? ¿Estaba a punto de
¿Que me disparen tratando de arrebatarla de sus brazos?
Intenté no pensar en cómo podría resultar eso, pero era imposible.
Valía la pena ofrecer mi vida en sacrificio por Tatum Rivers. Después de ver lo débil y
herida que estaba por la gente de Troy Memphis, no había manera de que dejara que él se
acercara a ella nuevamente. Pero recé para que la muerte no fuera lo que me costó
salvarla, porque todavía planeaba estar allí cuando Troy cayera en desgracia, mojando
mis manos en su sangre y marcando su muerte en mi cuerpo para mamá y Michael.
El volante regresó a Blake y este se lo dio a Kyan por último, quien

Soltó un silbido bajo.
"Santo cielo, si la encuentras, ¿puedes darle mi número?" preguntó con
una sonrisa. "Parece el tipo de chica con la que podría divertirme mucho desnudándome".
"Está muy buena", estuvo de acuerdo Blake y el sargento Jeffers le arrebató el volante.
atrás de ellos.
"Ella también es una mujer buscada que pudo haber contribuido a liberar el virus Hades
en el mundo, así que tal vez deberías ser más selectivo sobre a quién quieres meterle la
polla", espetó.
"Bueno, todavía podría odiar follarla bastante", razonó Kyan. "Pero no puedo
Garantizaría que vendría silenciosamente, ¿entiendes?
El sargento Jeffers soltó un suspiro de frustración que momentáneamente empañó
su visera antes de saltar del camión y golpear el costado un par de veces para que el
conductor se pusiera en marcha y saliéramos calle abajo. Fue un alivio saber que se
habían tragado nuestras tonterías, pero el nudo de tensión en mi pecho todavía no se
alivió.
"No me gusta esto", murmuré, mi voz tan baja que sólo la otra noche
Los guardianes podrían oírme.
"Es una mujer fuerte y capaz", respondió Saint como si necesitara que me lo
recordaran. "Además, Simone, debemos concentrarnos en cómo vamos a salir
exactamente de esto, porque tal como están las cosas, creo que somos nosotros los que
estamos en la peor situación".
"¿Simón?" Preguntó Blake, riéndose de mi nombre falso.
"Simone Dipsickle", confirmó Saint, con esa sonrisa engreída casi en sus labios.
de nuevo mientras le gruñía irritadamente.
"Eres un idiota", murmuré, permitiéndome un momento de

diversión también.
"No tuve voz en los nombres", respondió Saint, pero estaba tan lleno de mierda
que prácticamente podía olerla.

"Sí, claro. Supongo que el hecho de que Rex signifique rey no tiene nada que ver con
su nombre, señor Power."
Kyan se rió a carcajadas y miré a las otras personas en la camioneta, pero parecían haber
notado la vibra peligrosa que emitía nuestro grupo y se habían alejado de nosotros. Lo bueno
también es que no quería que ningún respirador bucal se metiera en mi negocio, incluso si
estuviéramos vacunados.
ahora.
"¿Cuál es el tuyo entonces?" Pregunté a los demás.
"Rodger Cumming", resopló Blake.
"Levi Grinder", añadió Kyan con una jodida sonrisa sucia.
"¿Qué carajo?" Me quejé. "¿Cómo es que llegan a ser estrellas porno?
mientras yo soy un maldito Dipsickle?"
"Quizás no deberías haberme mentido sobre tu identidad pasada", dijo Saint.
Dijo en voz baja, encogiéndose de hombros. "Te das cuenta de que tengo el poder de
erradicar tu personalidad mal fabricada de 'Nash Monroe' y convertirte para siempre en
Simone Dipsickle, ¿no? Quizás deberías recordar eso en el futuro si consideras mentirme
otra vez".
Mis labios se abrieron, pero sabía que no tenía sentido discutir con el Diablo, especialmente
después de terminar, así que solté una carcajada y encarné a mi Simone interior. Sólo esperaba
que fuera una perra ruda porque mientras miraba las filas de vehículos militares que bordeaban
las calles, tuve la sensación de que tendría que serlo si realmente esperábamos salir de esto.
Me obligué a esperar hasta que los sonidos del ejército en las calles desaparecieran antes de
moverme. Cada músculo de mi cuerpo estaba acalambrado cuando abrí la puerta del armario,
empujando la cama fuera del camino mientras regresaba a la habitación. Me tomé un momento
para agarrar todo lo que había estado escondido allí conmigo, arrojando el paquete completo
sobre la cama con el bate de Kyan antes de volver a colocar la caja de vacunas en el
refrigerador. Saqué mi teléfono y lo volví a encender mientras mi corazón latía ferozmente en mi
pecho.
Mis Guardianes Nocturnos se habían ido. Tomado. Y por más capaces que sabía que
eran, eso no me hizo sentir mejor al respecto. Así que iba a hacer todo lo que estuviera a mi
alcance para llegar hasta ellos.
Toqué la aplicación que podía usar para contactarlos y les envié un mensaje mientras mi
respiración se hacía un poco más pesada.
Tigresa:
¿¿Estás bien??
Coala:
Muy bien, cariño. Nos han llevado más allá de la barricada fuera de la ciudad.
Nos escaparemos tan pronto como lleguemos al campamento. Calamar tiene un plan.
He hablado con mi tío Narwhal, pronto estará contigo.
Escorpión:
No responderé a 'Calamar'.
Babuino:
¡Solo lo hiciste!
Nighthawk:
*emoji de calamar*
Te extraño Tigresa, planeo robarte de estos pendejos cuando te vea
eres el siguiente y consigue *emoji de pretzel* real contigo.
Babuino:
Joder, ¿puedo participar en esa acción de *emoji de pretzel*?
Coala:
Estaré demasiado ocupado *emoji de pulpo* jodiéndola para que ustedes intenten eso.
Tigresa:
Me alegro de que todos estén tomando en serio esta situación... al menos podrían ser un
pequeño *emoji de cebolla* al respecto.
Babuino:
Nada puede alejarnos de ti, cariño, estaremos de vuelta dentro de ti en poco tiempo.
tiempo *guiño emoji*
Escorpión:
Ya terminé con esta conversación. Hasta pronto, Tigresa.
Nighthawk:
byyyye Calamar *emoji saludando*
Scorpion: Al
menos usa la puntuación y la gramática adecuadas, imbécil.
Babuino:
CREO que nos jodimos los calamares, ¿qué os parece?
Escorpión:
Los dejaré a todos atrás cuando escape.
Tigresa:
¡No puedes hacer eso! Necesito que todos ustedes *emoji de transportador* en mi
*emoji de papelera* cuando te vea la próxima vez.
Coala:
MIERDA. SÍ. Yo primero. *emoji de calamar*
Escorpión:
¡Ja! Entregaste el juego. El calamar se utiliza claramente como símbolo de

excitación.
Coala:
Bueno, ahora me tienes sintiendo *emoji de calamar* al respecto *emoji llorando*
Escorpión:
Joder, me rindo. Cese y desista.
*Scorpion ha abandonado la sala de chat*
Tigresa:
Los amo chicos. Mantente a salvo xxxx
Guardé mi teléfono justo cuando un fuerte golpe vino desde abajo y
Levanté el bate de Kyan y lo levanté a la defensiva. Se oyeron pasos pesados hacia la
puerta y sopesé mis opciones frente a quien estuviera al otro lado. Parecían un gran
bastardo.
Tornillo que.
Saqué el arma de la bolsa que estaba sobre la cama y la cambié por el bate. Estaba
optando por las balas en lugar de la fuerza física. Definitivamente era la mejor opción en este
momento. Lo preparé, apunté, mi respiración era irregular. Mantén la cabeza, Tatum. Si tienen
un arma, dispara primero.
La puerta se abrió de golpe y el corazón se me subió a la garganta cuando encontré a
un hombre enorme apuntándome con un mazo. Era al menos tan alto como mis Guardianes
Nocturnos, aunque puede que tuviera unos cuantos centímetros incluso más que Kyan y su
cabello rubio sucio estaba apartado de su cara de una manera casual de "me importa un
carajo" en la que muchos hombres pasaban horas. tratando de perfeccionar. Supuse que
era algo natural para él porque en serio no podía imaginarlo de pie.

ante un espejo y acicalándose. Tatuajes coloridos trepaban por sus manos y subían por su cuello y
la sonrisa en su rostro era psicópata del siguiente nivel.
Niall se echó a reír, colocándose el mazo sobre su hombro para descansar allí y la tensión
desapareció de mi cuerpo cuando lo reconocí. Aunque podría apostar a que casi cualquier otra
persona que encontró a este monstruo de hombre oscureciendo su puerta tuvo una reacción
muy diferente al verlo.
"¡La caballería está aquí!" anunció con su acento irlandés, su voz tan profunda y rica como la de
su sobrino. Entró en la habitación como si fuera suya, tallando sus dedos tatuados sobre su barbilla
sin afeitar y contemplando el apartamento.
"Gracias por venir", dije con seriedad.
"Es algo extraño por lo que agradecerme, pero le daré tus saludos al
calcetín que fue un amante de primer nivel esta mañana”. Él avanzó mientras yo soltaba una
risa sorprendida. "Es bueno verte, muchacha".
Miré por encima de su hombro, esperando que aparecieran más miembros de la familia de
Kyan, pero nadie lo hizo.
"¿Están todos los demás abajo?" Yo pregunté.
“No, soy sólo yo. A menos que te refieras a los fantasmas de mi pasado, entonces ellos también
están aquí, pero no sirven de mucho en una pelea. O es muy divertido pasar el rato todo el maldito
tiempo si soy totalmente franco. Y hablando de peleas…”
“¿Viniste solo?” Le pregunté con preocupación mientras miraba alrededor del
lugar, observando las posibles salidas y luciendo como si solo me estuviera escuchando
a medias.
"Sí. Pensé en traer al resto de la familia, pero hoy me siento un poco apuñalado y todos
me molestan muchísimo, así que decidí volverme pícaro y hacerlo solo. Pero no te preocupes,
tengo un plan”.
"¿Qué es eso?" Pregunté nerviosamente, esperando que fuera muy buena.

porque si Saint y los demás hubieran estado seguros de que necesitaríamos un O'Brien
ejército para sacarme de aquí, entonces me incliné a confiar en su juicio al respecto.

sobre el de Niall.
"No estoy seguro todavía. Pero ya me llegará. Siempre lo hace”. Me mostró una sonrisa
y me resistí, preguntándome si Kyan había juzgado mal seriamente lo buena que era la
palabra de su tío porque eso sonaba muchísimo a él.
voy a improvisar.
Sin duda, Saint estaba sufriendo un aneurisma por la mera idea de eso en algún
lugar mientras hablábamos, sintiendo en el viento que alguien acababa de pronunciar las
palabras que aún no estaban seguros sobre un plan en el que ya estábamos en medio.
Los gritos sonaron abajo, haciendo que mi pulso se acelerara y mi agarre
apretar el arma.
"Tenemos que irnos." Niall recogió la bolsa de la cama, se la echó al hombro y
sostuvo el mazo listo para golpear.
Corrí al refrigerador, saqué la caja de vacunas y la metí en una mochila antes de
ponérmela. Deslicé el bate de Kyan debajo de las correas sobre mis hombros para
mantenerlo allí y luego asentí hacia Niall. Al tipo le faltaban algunos tornillos, pero ahora no
tenía muchas opciones para confiar en él. Había entrado en la ciudad, así que sólo esperaba
que tuviera una manera de sacarnos a nosotros también.
“Muy bien, muchacha, quédate cerca de mi lado. Nos vamos de aquí”. Corrió
hacia la puerta, sacó una granada de su bolsillo y sacó el seguro con los dientes.
"¡Niall!" Jadeé de miedo.
"No explotará hasta que esté listo para hacerlo", dijo con calma y mi garganta se
hizo espesa cuando comenzó a correr escaleras abajo, manteniendo el pulgar en el gatillo.
Pero un movimiento en falso y nos enviaría a los dos al infierno, así que sus palabras no me
tranquilizaron precisamente.
Corrí tras él mientras llegábamos al vestíbulo y Niall arrojó la granada.

incluso antes de que supiera lo que estaba pasando. Los soldados comenzaron a
gritar y huir mientras la granada rebotaba sobre la alfombra y el cronómetro dentro de ella
avanzaba. Niall me arrastró hacia una salida de emergencia justo cuando un golpe
llenó mi cabeza y una nube de humo rosa y brillo estalló sobre nosotros. Miré
hacia atrás con sorpresa, la granada claramente era solo un señuelo mientras
llenaba el vestíbulo con una niebla brillante mientras Niall me arrastraba hacia un callejón.
"¿Ahora que?" Pregunté, pero Niall no respondió, cerró la puerta de salida
de emergencia y casualmente colgó un adorno navideño en el suelo.
manija de la puerta.
"Ahora vas a querer correr para salvar tu puta vida, muchacha". él corrió
Salí del callejón y no necesité que el Sr. Psicópata me lo dijera dos veces, corriendo
tras él y doblando la esquina justo cuando un estallido ensordecedor vino detrás de
nosotros, haciendo que mi corazón latiera como loco.
Niall siguió corriendo, comprobando continuamente que yo estuviera detrás de él
mientras avanzaba por la calle. Y estoy seguro que lo era. No iba a desviarme ni un pie
de su lado porque el tipo andaba como loco por la ciudad y tal vez era eso lo que
necesitábamos para salir.
"¡Hey! Detente!" Gritó una mujer y luego un ruido de disparos sonó en mis oídos.
Y agaché la cabeza con un grito ahogado, impulsándome aún más rápido.
Niall se detuvo en seco en la calle, tomó una pistola de su cadera y regresó.
fuego. "¡Sigue adelante!" me ladró. “Por ese callejón”. Señaló hacia la derecha y huí
hacia allí, presionando mi espalda contra la pared en el borde mismo y mirando hacia
atrás por donde había venido con mi arma levantada. Había un enorme vehículo
blindado al final de la calle del que salían soldados mientras dos de ellos disparaban
a Niall. El imbécil loco les disparó al aire libre, agachándose y zigzagueando de izquierda
a derecha como si eso le diera algo de protección.
"¡Niall!" Grité ansiosamente mientras las balas pasaban silbando a su lado. el lanzo
Otra granada calle abajo y los soldados gritaron pidiendo protección mientras resonaba
en el suelo.
Niall corrió detrás de mí cuando un estallido ensordecedor partió el aire y me quedé boquiabierto.
él mientras ponía sus manos sobre mis oídos para protegerme del ruido.
"¿Sabes siquiera qué es una bomba y qué no lo es?" Pregunté mientras dejaba caer
las manos.
Él se encogió de hombros. "A veces. Sobre todo es un golpe de suerte lo que arranco de mi
cinturón. Se dio unas palmaditas en el cinturón táctico alrededor de su cintura y luego cargó
delante de mí por el callejón, levantando el mazo por encima de su cabeza y golpeándolo contra
una puerta de madera en la pared del fondo. Metió la mano por el agujero, lo abrió y lo abrió,
inclinándose ante mí mientras me hacía un gesto para que siguiera adelante. "Mi señora."
Sus métodos eran una locura del siguiente nivel, pero solo tenía que respaldarlos y esperar
que valieran la pena. Entré corriendo y él corrió detrás de mí, cerró la puerta y subimos corriendo
una escalera oscura mientras más gritos sonaban en algún lugar de la calle. Corrí a toda velocidad,
los dos movíamos cada vez más rápido mientras el sudor corría por mi nuca. Mi desesperación
por salir de la ciudad y reunirme con mis Guardianes Nocturnos impulsó cada uno de mis
movimientos. No iba a decepcionarlos. Volvería con ellos pase lo que pase.
"Ve al techo", insistió Niall justo antes de que el rugido de un helicóptero sonara sobre sus
cabezas. "Muy bien, no subas al techo". Me sacó bruscamente de las escaleras y lanzó un grito
de batalla mientras cargaba contra una puerta delante de nosotros, enviándola a volar fuera
de sus bisagras mientras caía de bruces dentro del apartamento de alguien.
Una mujer gritó mientras lo seguía al lugar y ella se lanzó
su sofá, escondiéndose detrás de él mientras Niall rodaba y se ponía de pie de nuevo.

"No hay necesidad de ser dramático, amor", dijo Niall, corriendo hacia la puerta corrediza.
que daba a un balcón. La abrió, sacudiendo la cabeza para hacerme señas para que lo
siguiera y le lancé una mirada de disculpa a la mujer encogida antes de seguirlo.
Estábamos en tres pisos con vistas a un gran parque que se extendía

hacia un lago en la distancia. Había un cobertizo para botes de piedra al lado y
Apreté la camisa de Niall en mi mano mientras lo giraba para señalarlo.
"Podríamos dirigirnos allí", dije. "No saldremos de la ciudad ahora hasta que pierdan
nuestro rastro". Señalé los árboles que corrían casi hasta allí a través del parque. "Podemos
permanecer a cubierto".
El helicóptero dio vueltas detrás de nosotros y rápidamente nos pegamos a la pared.
El balcón estaba cubierto por un techo de plástico, pero no valía la pena correr el riesgo
de ser visto.
"Está bien", admitió Niall. "Haremos tu plan con una pizca de mi idea".
“¿Y cuál es tu idea?” Pregunté nerviosamente mientras cambiaba su agarre del mazo.
"Voy a causar una distracción y vas a correr hacia ese cobertizo para botes.
como el cerdito que se fue a casa”, dijo con brusquedad.
"Esa es una mala idea", gruñí.
"¿Por qué? Sólo tienes que ir weeee weeeee weeeee hasta el final”
Golpeé su brazo y sus ojos se abrieron con sorpresa. "No, no lo estamos
división. Si te ven, estás jodido”.
"El ejército estará arrastrándose por todo este lugar en minutos, muchacha".
Niall razonó. "No hay tiempo para grandes planes".
Observé a las pocas personas que caminaban por el parque con el rostro cubierto por
máscaras y sabíamos lo que teníamos que hacer.
"Está bien, ¿puedes atar a esa mujer y amordazarla para evitar que nos dé
¿lejos?" Pregunté y Niall sonrió.
"Solo llámame Christian Grey en velocidad". Sacó una brida de su cinturón
y regresó al interior.
Lo seguí, concentrándome en lo que tenía que hacer mientras corría hacia el

dormitorio de la mujer y trataba de no sentirme demasiado culpable cuando ella comenzó
a gritar de nuevo. Rebusqué en su armario y agarré un par de abrigos grandes de
hombre, un sombrero y algunas mascarillas. Corrí de regreso con Niall y encontré a
la mujer atada en el sofá con una papa metida en la boca.
"Esa es una maldita obra de arte", anunció, sacando su teléfono para tomar una
foto. Metió la mano en su bolso que estaba en el suelo, sacó su bolso y leyó el nombre
en su identificación: “Telisha Collins, hmm, no te muevas ahora, muchacha. Veamos
por cuánto tiempo puedes mantener esto en equilibrio en tu cabeza”. Le colocó su
identificación en la cabeza y luego arrojó el bolso dentro de su bolso.
"Vamos", siseé con impaciencia, agarrando su brazo.
“Este es el Escuadrón de Defensa Hades del Estado Sequoia, por favor evacúen este
inmediatamente”, sonó una voz a través de un megáfono en algún lugar del bloque de
apartamentos y mi respiración se aceleró. Se nos estaba acabando el tiempo. Y no me
iban a atrapar.
Corrimos hacia el balcón y le lancé a Niall un abrigo negro y una máscara mientras
me ponía la mía. Me recogí el pelo dentro del gorro negro y señalé el mazo de Niall.
"Tienes que dejarlo".
“Pero María”. Lo abrazó contra su pecho justo cuando alguien gritaba una orden en
el edificio.
"Niall", siseé. ¿En serio llamó a esa cosa Mary? "Arrojarlo."
Besó el maldito martillo, luciendo como si estuviera dejando atrás a un niño amado
mientras lo colocaba en el suelo y le saludaba a modo de despedida. Luego se balanceó
por el costado del balcón, alcanzando una tubería de desagüe. "¿Quieres subirte a mi
espalda, muchacha?"
"Puedo arreglármelas", dije con firmeza y él sonrió como si estuviera impresionado.
comenzó a bajar por él. Me dirigí hacia la tubería y lo seguí, los dos llegamos al suelo y
cruzamos la carretera hacia el parque sin que el helicóptero volviera a aparecer.
Tiré de la manga de Niall para frenarlo mientras caminábamos por la puerta.
uno al lado del otro, su mano de repente agarró la mía como si fuera un caballero
escoltando a una dama. Lo cual era tan convincente como un caballo escoltando a una
paloma, pero da igual.
El sonido de un camión pesado rodando por la carretera detrás de mí me hizo girar y
mi lengua se sintió pesada mientras más soldados salían de él, cazando el área. Nos
deslizamos entre los árboles y caminamos por un sendero de astillas de madera hacia el
cobertizo para botes mientras mi cuerpo vibraba de adrenalina. Esto podría haber sido
una locura, pero no podía negar que estaba prosperando con lo salvaje que era.
“Ella era una buena chica. Diez muertes en su nombre”, dijo Niall, su voz melancólica y me
di cuenta de que estaba hablando del mazo.
"Puedes conseguir otro", suspiré, luchando contra el impulso de mirar hacia atrás.
de nuevo cuando uno de los sargentos ladró más órdenes.
“No habrá otra como Mary”, suspiró.
"Mary hubiera querido que siguieras adelante", susurré, sin querer
que lo pierda por completo.
Niall O'Brien era muy volátil y quién sabía qué podría hacer si
tuvo un colapso emocional por Mary. Necesitaba llevarlo a ese cobertizo para botes
porque era mi boleto para salir de esta ciudad y regresar con mis hombres.
Y más que eso, era importante para Kyan. El único miembro de su familia al que
realmente amaba. Así que no iba a arriesgarme a que le pasara nada.

sólo por esa razón.
“Ella hizo un sonido tan hermoso cuando golpeó una calavera, era música,
Muchacha, música”, se lamentó.
"Ella debe haber tenido algunos puntos malos", intenté, arrugando la nariz ante el
Imagen mental no deseada.
"Bueno..." comenzó pensativamente. "Ahora que lo pienso, su cabeza se puso

suelto de vez en cuando. Perra me decepcionó en el momento crucial de la muerte.
una vez. Ese día hizo un trabajo realmente sucio”.
Intenté no imaginármelo destrozando cráneos, pero era bastante difícil. Niall realmente era un
maldito psicópata, pero no iba a quejarme de eso cuando

Había arriesgado su cuello para salvarme. "¿Ver? Puedes hacerlo mejor."
"Tienes razón", gruñó. "Merezco un arma en la que pueda confiar".
Vi el cobertizo para botes a través de los árboles y aceleramos un poco el paso, mi corazón
latía fuera de ritmo cuando el helicóptero sonó en la distancia. Pero por suerte no estaba ni cerca
de aquí.
Nos apresuramos hacia el edificio de piedra y encontramos una fina cadena y un candado que
mantenía la puerta cerrada. Niall tomó un destornillador de su cinturón, lo metió en uno de los
eslabones de la cadena y lo giró con fuerza, usando fuerza bruta para romperlo. Empujó la puerta
para abrirla, empujándome adentro y siguiéndome, trayendo la cadena rota con él y cerrando la
puerta. Agarró un remo de canoa y lo usó para atrancar la puerta mientras yo contemplaba el
interior. El lugar estaba frío y lleno de pequeños hidropedales y canoas. Se bajó una contraventana
que impedía que cualquiera pudiera acceder a los botes desde el embarcadero que conducía al
interior, por lo que estábamos completamente aislados aquí. Y eso fue perfecto.
"Será mejor que esperemos aquí hasta que oscurezca", dijo Niall mientras se movía
para sentarse en un bote de remos en el concreto junto al agua y sacudía la cabeza para indicarme que
seguir.
Entré detrás de él, sentándome a su lado y él me pasó un brazo por los hombros y me dio
unas palmaditas torpes. Fue extrañamente dulce, especialmente porque

Tenía la sensación de que el chico no hacía cariño a menudo. No pude evitar pensar en su
esposa, la mujer que había perdido y vengado hace tantos años. ¿Se había roto
algo en él después de perderla? ¿O siempre había sido así?
De alguna manera, sentí que era una mezcla de ambos, pero no fui tan tonto como para
preguntarle nada sobre la mujer que había perdido. Supuse que él encontraría ese tipo
de desencadenante y él no era el tipo de persona que quería provocar. Demonios, hizo que
mis Guardianes Nocturnos parecieran pilares íntegros de la comunidad. Y si había estado
molesto por lo de Mary, mencionar a su esposa muerta le parecía una idea muy peligrosa.
Sin embargo, me entristeció saber que había experimentado tanto dolor y me pregunté si
alguna vez se había sincerado con Kyan al respecto. Esperaba que estuvieran lo
suficientemente cerca como para hablar con ellos sobre las cosas difíciles, porque si
Niall no lo tuviera, tenía la sensación de que estaría solo en el mundo. Y nadie se merecía
eso.
“¿Te conté alguna vez sobre la vez que ensarté a un barbero con una horca?”
preguntó en tono conversacional.
"No", dije con una pequeña risa. “Hemos hablado como dos veces en la vida,
entonces…"
“Bueno muchacha, es toda una historia. Todo empezó un día que me desperté atado.
al radiador vestido como un Moomin…”
Condujimos hacia el este durante varias horas, chocando en la parte trasera del camión del ejército
con muchos otros vehículos como el nuestro, todos en la misma dirección y otros tantos vacíos
que también regresaban a la ciudad.
Hacía frío en la parte trasera del camión con los laterales abiertos y la endeble lona del
techo ofrecía sólo una mínima protección contra la lluvia que había estado lloviznando sobre
nosotros durante la última hora. Supuse que el clima simplemente reflejaba cómo me sentía
ante la distancia que crecía entre nosotros y nuestra chica.
Niall me había enviado un mensaje para hacerme saber que estaba con ella y que iba a conseguirlo.
La saqué de la ciudad, pero no había vuelto a saber nada desde entonces y el no saberlo me estaba
volviendo loca.
Los cuatro habíamos hecho mover el culo a los demás integrantes de nuestra camioneta.
del banco en la parte trasera de la cama dentro de la primera hora de llegar aquí para poder sentarnos
de espaldas a la cabina en la mejor posición disponible, pero aún así fue bastante jodidamente abismal.
Y con 'nosotros cuatro' realmente me refiero a mí. Nash parecía un poco menos que impresionado
cuando levanté mi trasero y les dije a los cabrones que habían estado sentados aquí que se fueran
mientras Saint tenía una

expresión en su rostro que decía que ya era hora. No me importaba si estaba
Simplemente demostrando lo imbécil que era al hacerlo. Este fue un

mundo donde los perros se comen a los perros, y yo era un lobo que había venido a devorarlos
a todos. Cuanto antes lo aprendieran, más rápido se darían cuenta de que era mejor mantenerse
fuera de mi camino.
La camioneta finalmente se detuvo y solté un suspiro de frustración mientras me levantaba,
odiando lo lejos que acabábamos de llegar de nuestra chica mientras repasaba las mejores
maneras de salir de aquí y regresar con ella. tan pronto como pudimos. Pero como Saint había
señalado en muchas ocasiones, yo no era realmente el cerebro de este grupo, por lo que la
mayoría de mis planes dependían de golpear a algunos soldados, robarles sus armas y salir de
aquí a tiros. Sin duda a Saint se le ocurriría algo un poco menos suicida.
"¡Cola F!" Gritó un soldado, como si eso significara algo para nosotros mientras
desatornillaba la parte trasera del camión para dejarnos bajar a todos.
Me abrí camino entre la multitud de personas que nos rodeaban mientras se levantaban
para bajarse y rápidamente se apartaron del camino para dejarnos pasar a los cuatro.
Mi altura me facilitaba ver por encima de la enorme aglomeración de gente las diferentes
colas que se habían formado con letras colgando.

encima de las entradas de las tiendas de campaña blancas que tenemos delante.
Salté y señalé el camino hacia la cola de la Tienda F, saliendo entre la multitud y empujando
a cualquiera que no me viera llegar lo suficientemente rápido como para moverme.
"No estoy parado en una puta cola", gruñó Saint detrás de mí y solté una carcajada mientras
miraba a mi alrededor.
"Por supuesto que no, alteza", me burlé. el pensamiento de santo
Memphis hacer cola con las normas era muy ridículo incluso si lo hubiera hecho.
Me ha gustado verlo.
Los soldados rodeaban a la multitud en un perímetro flexible, cada uno de ellos armado con
rifles de asalto y parecían más que listos para detener a cualquiera que los atacara.
intentó irse.
"Supongo que nuestra mejor opción es entrar antes de intentar escapar".
Murmuró Monroe, haciéndose eco de mis pensamientos y yo asentí.
"Démonos prisa y entremos entonces", estuvo de acuerdo Saint. "No estoy desperdiciando nada
Más tiempo lejos de nuestra chica del necesario".
Asentí y tomé la iniciativa nuevamente, abriéndome camino entre la multitud hacia el frente
de la cola, ignorando las protestas de las personas que habían estado esperando aquí durante
horas mientras puse mi mirada en el frente. Saint no era el único de nosotros que no iba a verse
obligado a quedarse ahí afuera. Puede que haya sido menos exigente que mi amigo elitista, pero
en el fondo todavía era un imbécil con derechos, y en casos como este eso me importaba una
mierda en absoluto.
Llegamos al principio de la cola y me paré frente al tipo que estaba allí, dándole una mirada
dura que prometía que le arrancaría los dientes si intentaba pelear conmigo. Bajó la mirada al
suelo mientras sus mejillas enrojecían con furia silenciosa y una sensación de injusticia que sin duda
lo mantendría despierto por la noche. Pero yo no: estaría durmiendo como un bebé perfectamente
cómodo con mis costumbres idiotas y sin pensar en el hecho de que había arruinado su ya
de por sí día de mierda nunca más.
Un soldado salió de la tienda para llamarnos hacia adelante, deteniéndose cuando
pareció darse cuenta de que no éramos las personas que habían estado aquí hace treinta segundos
antes de decidir claramente que le importaba una mierda y hacerme señas para que avanzara.
"Permanecemos juntos", dije con firmeza mientras los otros Guardianes de la Noche se acercaban
detrás de mí.
"Puedes esperarlos en el otro lado", protestó y yo sacudí la cabeza.

"No. Somos hermanos. Permanecemos juntos", interrumpió Saint. No hay lugar para
la negociación.
El soldado frunció el ceño, parecía como si ya hubiera recibido demasiada mierda de la
gente hoy. Y aunque no podía ver gran parte de su rostro detrás de la máscara de ventilación
que llevaba, me di cuenta de que era bastante joven y me preguntaba si un enfoque
diferente podría funcionar mejor en ella.
"Mira", dije, suavizando mi tono y acercándome un poco más a ella como si fuera razonable
y toda esa mierda. "Hemos pasado por muchas cosas: gente perdida, estoy seguro de que lo
entiendes. Es difícil ahí fuera e hicimos un pacto de no separarnos hasta que todo esto termine.
¿Sería realmente lo peor para nosotros simplemente? ¿Pasamos juntos por esto... lo que sea
que haya ahí dentro?
Su mirada recorrió mi rostro y la mirada tan sincera que le estaba dando.
luego suspiró mientras miraba a los tres hombres a mi espalda. Blake se acercó y le
dedicó su sonrisa coqueta de niño bonito y pude verla ceder mientras él juntaba las manos
en un gesto de oración.
"Vamos, entonces. Permitimos que los grupos familiares sean procesados juntos
de todos modos, así que ya que son hermanos..." Ella lanzó una mirada dudosa sobre nuestras
características y tonos de piel muy diferentes antes de poner los ojos en blanco como si
no lo tuviera. en ella para denunciarnos esto. "Simplemente no causen ninguna mierda. Si es
necesario, yo mismo arrastraré sus traseros al bloque de detención".
Le di mi mejor sonrisa mientras Blake le guiñaba un ojo y yo era bonita.
Seguro que se desmayó un poquito. Ella abrió el camino hacia la tienda y le di un
puñetazo en el hombro a Blake por coquetear con ella mientras él me daba una mirada fija que
dejaba muy claro que no tenía ningún interés en nadie más que en Tatum.
Lo cual lo sabía, pero como su marido sentía que era mi deber mantener a sus
novios a raya.
Entramos en la tienda blanca y encontramos a otro soldado esperando allí para

buscarnos.
"Necesitamos asegurarnos de que ninguno de ustedes porte armas", dijo, haciéndonos señas a uno
de nosotros para que diera un paso adelante. Hice los honores, extendiendo los brazos y todo mientras él
comenzaba a pasar sus manos sobre mí. "Y también tenemos que confiscar los teléfonos móviles
durante un breve periodo de tiempo".
Mis oídos se aguzaron ante ese anuncio casual, como si tomara la palabra de la gente.
Los teléfonos no estaban jodidos en absoluto.
"¿Por qué quieres los teléfonos de la gente?" Yo pregunté.
"Viene de arriba. Tendrías que preguntarle a alguien más importante que yo si quieres saber eso.
Pero no te preocupes, lo empaquetaremos para ti y lo recuperarás pronto".
"No tengo teléfono", respondí casualmente, esperando que no quisiera comprobarlo.
dentro de mis botas. "Se rompió hace unas semanas y no ha sido exactamente posible reemplazarlo".
"Entonces tendré que revisar si tienes armas", respondió, sonando cansado.
Los demás claramente iban a perder sus teléfonos, pero solo necesitábamos el mío para
asegurarnos de poder contactar a Niall y verificar cómo estaba Tatum.
"¿Qué pasa si yo mismo soy un arma?" Pregunté, decidiendo dejarlo así. "¿Me vas a confiscar?"
La mujer soldado se rió mientras el tipo que me buscaba solo murmuraba
algo molesto antes de pasar sus manos por el interior de mis piernas. Su mano se elevó lo suficiente
como para decir que era una búsqueda de cavidades y estaba a un segundo de sacármelo de encima de
una bofetada antes de que retrocediera y me dirigiera al otro lado de la tienda donde una enfermera
estaba esperando.
"Necesitamos extraer algo de sangre para confirmar que definitivamente tienes algo de sangre activa".
anticuerpos, entonces probaremos qué tan efectivos son esos anticuerpos. Puedo
¿Tienes tu identificación?", preguntó mientras me sentaba en el pequeño taburete a su lado.
"Seguro."
Le lancé mi pasaporte falso y rápidamente tomó una fotografía con el
iPad a su lado y me pidió que firmara al final de la página, lo cual hice con un garabato
vago que podría haber sido mi nombre falso o cualquier cosa en realidad. Luego me puso
de pie sobre una báscula, midió mi altura y me controló la presión arterial. Cuando terminó
con todo eso, escuchó mi corazón y mis pulmones con un estetoscopio, tomó más notas
en el iPad y finalmente preparó una jeringa para sacarme sangre.
Miré a Saint mientras me subía la manga, preguntándome si debería estar
Dejé que este tipo me tomara una muestra ahora que había recibido la vacuna, pero
Saint solo asintió levemente, haciéndome saber que teníamos que seguir el juego.
Supuse que lo principal era que no atraíamos la atención por ahora y hacíamos que
fuera más difícil de lo necesario escapar de este lugar.
"¿Estaría usted dispuesto a donar más sangre en busca de una vacuna si resulta que su
muestra indica su idoneidad?" me preguntó la enfermera y me encogí de hombros.
"¿Qué hay para mi ahí dentro?" Yo pregunté.
"Nos ayudaría a poner fin a esta pandemia", respondió.
Claramente no le gusta mi actitud.
"Correcto. Pero estoy hablando personalmente. Quiero decir, ya sobreviví al virus
Hades, así que no necesito una vacuna. Supongo que estás ofreciendo algún tipo de
compensación financiera o algo así si esperas que me ¿Donar mi sangre?"
"Bueno... no", dijo la enfermera, frunciendo el ceño como si pensara que yo era un completo idiota.
y le sonreí ampliamente antes de levantarme. "Se habla de una posible futura exención
fiscal como incentivo, pero hasta el momento eso no ha sido oficial"
"Entonces eso será un no de mi parte", dije. "No tengo ningún interés en convertirme
en un alfiletero sin ningún motivo".

No esperé a que discutiera conmigo sobre eso antes de hacerme a un lado para que
Saint podría ocupar mi lugar. Me puse de pie y esperé pacientemente hasta que todos los demás hubieron
pasado por la misma rutina que yo, entonces el primer soldado vino para guiarnos por la parte trasera de la
tienda y salir nuevamente.
"Se les asignará un área para dormir; por ahora, todo es bastante básico y nos disculpamos por ello,
pero es seguro, cálido, seco y habrá comidas calientes en las tiendas comedor tres veces al día. En los próximos
días nos reuniremos y asignaremos asignaciones de trabajo a todos, lo que incluirá la construcción de mejores
alojamientos y anticipamos poder sacar a la gente de las tiendas de campaña en un mes como máximo". Se
acercó a una impresora y sacó dos hojas de papel antes de entregárnoslas. "Este es un mapa del campamento.
Las tiendas de campaña, las duchas, los baños, los retretes y el espacio para hacer ejercicio están claramente
etiquetados y a ustedes cuatro se les han asignado literas en una tienda de campaña dieciséis ochenta en el
lado norte del campamento, que está marcado con la X. Allí tienes petates y material básico para que
puedas ir a instalarte. Si necesitas algo más, puedes acercarte a uno de los puntos de información donde los
agentes te podrán atender cualquier pregunta que tengas." Ella también los señaló en el mapa y lo tomé
asintiendo.
"Gracias", respondí, tratando de no mirar el horror en el rostro de Saint mientras contemplaba el laberinto
de tiendas de campaña de color verde oscuro que llenaban el valle delante de nosotros en todas direcciones a lo
largo de kilómetros y kilómetros.
Otro soldado apareció con nuestras maletas, claramente después de haberlas registrado minuciosamente
y yo me colgué la mía al hombro mientras los demás tomaban las suyas también.
El soldado nos dejó para ir a llamar a las siguientes personas que estaban adentro y yo aplaudí.
en el brazo de Saint mientras empezábamos a caminar.

"Si no salimos de este pozo negro en la próxima hora, terminaré
muerto por exposición", murmuró Saint, sin siquiera tratar de ocultar la mueca de desprecio en su
rostro.
"No hace tanto frío", respondió Monroe, sacudiendo la cabeza.
"No se refiere a la exposición al frío", dijo Blake riendo. "Se refiere a exposición a las masas.
El snob de Saint se nota".
"Gracias por esa evaluación precisa, Bowman", murmuró Saint.
"Pero no tengo ninguna objeción a que me llamen snob si eso significa que no tengo que mezclarme
con gente como estos... campesinos". Señaló a un tipo que tenía un dedo metido en la nariz mientras
buscaba algo allí arriba y me reí.
"Ese tipo es un ejemplo particularmente malo", resopló Monroe.
"De todos modos. Necesitamos escapar de este corral antes de que contraigamos algo peor
que el virus Hades", siseó Saint.
"¿Te gusta la pobreza?" Bromeé.
"Dios no lo quiera", estuvo de acuerdo.
Nash puso los ojos en blanco y me reí mientras intentaba encontrar la mejor manera de escapar
de este lugar, caminando por senderos embarrados y mirando a mi alrededor antes de sacar mi
teléfono celular de mi maletero.
Todos los demás se agruparon a mi alrededor mientras le enviaba un mensaje a Niall, pero el
La señal era jodidamente inexistente y la maldita cosa ni siquiera enviaba.
"Mierda", maldije, preguntándome si había mensajes que no había podido enviar.
recibir también. Pero tenía fe en Niall y tenía que aferrarme a eso. Si pudiera confiar en él para
mantener a Tatum a salvo, entonces todo lo que tendría que hacer sería concentrarme en sacarnos
de aquí para encontrarnos con ella.
"Toma algunas imágenes de este lugar", dijo Saint, con el labio todavía curvado con
disgusto. "No es posible que lo hayan abierto hoy. Y las condiciones son apenas humanas.
Deberíamos filtrar las imágenes a la prensa, joder.

con los planes de mi padre mostrándoles a todos el espectáculo de mierda que pueden
esperar si aceptan esta mierda de división".
"Sí señor", estuve de acuerdo, escondiendo mi teléfono en mi mano y filmando
casualmente tomas del lugar, asegurándome de mostrar el barro y la cola demencial para ir al
baño. Si viera un vídeo como este, seguro que no querría dejar mi acogedora casa para quedarme
aquí.
Caminamos hasta el borde del campamento donde encontramos un recién
Erigió una valla metálica que lo rodea, vigilada por agentes armados e iluminada con enormes
reflectores.
"¿Cómo carajo se supone que vamos a salir de aquí?" Monroe preguntó y yo
Mordí mi lengua contra las maldiciones que rogaban salir de mis labios.
"Vamos a necesitar una distracción", dije, mirando mi teléfono y
Sonriendo cuando encontré una barra de señal en él. "Cúbreme mientras hago una llamada".
Me alejé de la valla que rodeaba el campamento y me agaché como si fuera a volver a
atarme el zapato mientras llamaba a mi tío. Afortunadamente, volví a tener una barra de señal, así
que sonó cuando lo acerqué a mi oreja.
"¿Hola?" respondió, con el sonido de una gran explosión de fondo.
haciendo que mi corazón dé un vuelco.
"¿Qué carajo está pasando?" Grité cuando mi corazón dio un vuelco de miedo por mi chica.
"Nada, nada. Acabo de tirar algo. Nos esconderemos hasta que
Cuando caiga la noche, sacaré a tu bella esposa de la ciudad. Además, sabes que no hay
nada que no pueda manejar", respondió Niall emocionado, su acento irlandés junto con la
idea de violencia hizo surgir recuerdos de mi infancia a la superficie de mi mente. "¿Qué pasa?"
"Estamos atrapados en este campamento. Necesitaremos una distracción para mantener los
ojos de los guardias lejos de nosotros mientras escapamos. ¿Crees que puedes ayudarnos?"
Pregunté justo cuando Tatum se reía sin aliento en el fondo y el vicio alrededor
mi corazón se aflojó un poco. Ella estaba bien. Divertirme también por lo que parece y tenía
que admitir que Niall podía ser muy divertido – suponiendo que no se volviera loco. Pero
confiaba en que él no le haría daño de todos modos, así que lo peor que podría pasar en ese
caso era que ella podría terminar presenciando uno o dos asesinatos, lo cual no era nada
nuevo para ella en estos días.
"Estoy en ello. Ya tengo tu ubicación y estamos prácticamente en ruta.
Sólo un pequeño problema para terminar primero. Entonces te avisaré cuando esté listo
con esa distracción”, confirmó Niall.
"¿Qué está pasando?" Comencé, pero la línea se cortó y cuando intenté volver a llamar,
solo recibí su puto mensaje de voz.
Maldije mientras me levantaba, dejando el teléfono en mi maletero una vez más y el

Todos los demás me miraron preocupados.
"¿Que dijo el?" demandó Blake y yo sacudí la cabeza, mirando hacia el grupo de
soldados más cercano y guiándolos de regreso al laberinto de tiendas verdes.
"Ya viene. Y Tatum está bien", respondí, decidiendo no preocuparlos con más detalles
sobre mi tío loco. "Tal vez deberíamos simplemente conseguir

Descansa un poco hasta entonces."
"No creo que vaya a dormir sobre un montón de lona", murmuró Saint, pero no
se quejó cuando saqué el mapa de mi bolsillo y nos dirigimos de regreso al campamento en
busca de nuestra tienda.
Eché una mirada por encima del hombro al perímetro que el ejército había erigido a
nuestro alrededor y solo tenía que esperar que lo que fuera que se le ocurriera a Niall como
distracción fuera suficiente para sacarnos de aquí. Porque si no era así, entonces estaba
empezando a pensar que podríamos tener más problemas aquí de los que
esperábamos. Y parecía que deberíamos haber corrido antes de entrar a este lugar. Pero
ahora que estábamos dentro, íbamos a tener que escapar. Porque no había una fuerza en la
tierra que pudiera mantener a los Guardianes de la Noche

lejos de Tatum Roscoe. Entonces, incluso si se tratara de una pelea con todo un
ejército, haríamos lo que fuera necesario.
Había caído la noche y ya no se oían gritos de los soldados en la calle ni siquiera

el sonido del helicóptero dando vueltas. Niall me había contado muchas más historias de
asesinatos de las que jamás había planeado escuchar, pero de alguna manera logró
contarlas de una manera que las hacía un poco divertidas. No sabía si eso me convertía
en una persona enferma de risa, pero tal vez era sólo que sus historias ni siquiera
sonaban ciertas con lo ridículas que eran.
Sin embargo, sabiendo lo que sabía sobre Niall, probablemente lo eran.
Estaba examinando un mapa en su teléfono mientras trazaba una ruta hacia el
barricadas que rodean la ciudad. Aparentemente había puntos débiles que no
estaban demasiado tripulados y había superado uno de ellos antes. Sólo esperaba que
ese siguiera siendo el caso cuando llegáramos allí porque ciertamente habíamos
causado un gran revuelo antes. Y esos soldados no iban a dejar de buscar a un tipo que
les había abierto fuego. La única posibilidad que teníamos era salir ahora, y yo, por mi
parte, iba a asegurarme de que saliéramos.
apagado.
"Está bien, muchacha, es hora de irse", dijo Niall, poniéndose de pie. los abrigos gruesos
que habíamos tomado del apartamento de la mujer resultó ser una bendición contra el frío, pero
todavía estaba un poco entumecido cuando me levanté.
Flexioné mis dedos congelados, revisando mi teléfono en busca de mensajes de los chicos
por millonésima vez.
Nos dirigimos a la puerta mientras yo ponía mi bolso en mi espalda con el bate de Kyan.
Niall arrojó el remo que había estado manteniendo la puerta cerrada antes de salir. Lo seguí,
el aire de la noche extrañamente quieto mientras nos deslizábamos rápidamente entre los árboles
y seguíamos el camino hacia el lado opuesto del parque por donde habíamos entrado. La ciudad
estaba extrañamente silenciosa y se me puso la piel de gallina en la nuca cuando llegamos
a la salida y Niall abrió la puerta con un chirrido de bisagras.
Me dirigí tras él por la calle oscura que había al otro lado, presionando una botella de
desinfectante de manos en su mano. Le puse la vacuna mientras esperábamos en el cobertizo
para botes y él mencionó que quería otras dos dosis para sus amigos cuando volviera a casa. No me
importó. Todavía quedaba mucho por darle al Dr. De La Cost, pero tenía un poco de curiosidad
sobre a quién le importaba suficiente a Niall darle una vacuna. Me pareció más bien un tipo solitario.
Pero era bueno saber que no estaba totalmente aislado en el mundo.
Nos arrastramos por las calles silenciosas, evitando cualquier patrulla que viéramos o pudiéramos
escuchar de cerca mientras continuábamos hacia las afueras de la ciudad.
Me concentré en regresar con mis Guardianes Nocturnos, tratando de no preocuparme por el
campamento en el que se encontraban o cómo iban a salir de él. Si alguien podía hacerlo, eran
ellos. Y no era como si estuvieran prisioneros allí.
Podrían escapar de alguna manera. Sólo esperaba que Niall y yo pudiéramos hacer lo mismo.
mismo.
Llegamos al final de un largo camino y retrocedimos hacia las sombras mientras
Miramos hacia la calle contigua, donde se había levantado una barricada de metal.
erigido. Había un camión frente a él y un soldado estaba apoyado contra él, hablando con
otro tipo a unos metros de distancia.
"El tercero es nuestro problema", dijo Niall en voz baja.
"Sólo puedo ver dos", respiré.
Me agarró la barbilla, inclinó mi cabeza hacia arriba y señaló el techo de
el edificio frente a nosotros. "Hay un pajarito allá arriba en su nido".
"Mierda", maldije. "¿Cómo lograste superarlos la primera vez?"
"Yo no vine de esta manera", dijo. “Habrán puesto un carajo de
soldados de guardia donde entré porque causé un puto revuelo”. Él se rió entre
dientes, pero por muy curioso que yo estuviera por escuchar más, no había tiempo
para esa historia. Necesitábamos movernos.
"Bueno, ¿cómo sabes que hay alguien ahí arriba?" Pregunté mientras alejaba su mano de
mi barbilla.
"Siempre hay un imbécil en el tejado". Él se encogió de hombros.
"¿Pero como puedes estar seguro?" siseé.
"Estaré seguro cuando lo estrangule y él esté rogando por su mamá", dijo con
una sonrisa. “Voy a dirigirme allí. Cuando te dé la señal, corre hacia la barricada. Hay un
hueco en él donde está aparcado el camión. Ah, y tira esto si las cosas se ponen
feas”. Puso una granada en mi mano y se me cerró la garganta.
“¿Es humo o una bomba?” Yo pregunté.
"Supongo que lo descubrirás si tienes que usarlo". También dejó caer la llave de un
auto en mi mano. “Mi camioneta está estacionada en Opal Street. Por si acaso no lo
consigo”. Me guiñó un ojo y cruzó la calle corriendo, dejándome atrás antes de que pudiera
elegir.
"Espera, ¿cuál es la señal?" Le susurré y le grité, pero él me ignoró y usó su
destornillador para abrir la puerta y deslizarse hacia adentro. Loco

bastardo.
Respiré para calmarme mientras esperaba, manteniendo mis ojos en los soldados
que estaban más adelante mientras permanecía en las sombras de una puerta. Guardé
la llave y la granada en el bolsillo, inquieta por la idea de que Niall no saldría de esto.
Los segundos transcurrían tan lentamente que casi podía oírlos en mi cabeza.
Vamos Niall. Apresúrate.

De repente empezó a cantar yodel desde lo alto del tejado y mis labios se
abrieron de golpe ante el sonido. Los dos soldados en el suelo miraron alarmados hacia
el techo y corrieron hacia la entrada principal del edificio. Supuse que esa era la
maldita señal, así que salí corriendo de mi escondite y corrí calle arriba hacia el camión.
Me deslicé detrás de él, encontré el hueco en la barricada y miré detrás de mí hacia
el techo. Niall estaba allí parado cantando a todo pulmón y de repente se arrojó al
abismo.
Un grito ahogado me dejó justo antes de que una cuerda que no había notado se
rompiera y comenzara a descender en rápel por el costado del edificio. Jesús, maldito
Cristo. Casi me da un infarto.
"¡Ey!" Un soldado apareció en el techo, moviéndose para inclinarse sobre el borde y
apuntar con un arma a Niall. "¡Detente o abriré fuego!"
Niall soltó la cuerda a dos metros de la calle, agarrando su pistola mientras
Cayó y disparó como un loco mientras golpeaba el suelo de espaldas. El soldado
se vio obligado a retirarse, pero Niall solo tenía un número limitado de balas y no había
manera de que llegara a donde yo estaba después de que sonó el arma.
vacío.
Maldije, tomando una decisión mientras quitaba el seguro de la granada y apuntaba.
para el costado del edificio. O le haría un agujero o le ofrecería a Niall algo de
cobertura. De cualquier manera, podría darle suficiente tiempo para correr. I
lo lanzó con un gruñido de esfuerzo y golpeó la pared antes de explotar en una

creciente nube de gas rosa y brillo que llenó el aire rápidamente.
Niall se puso de pie de un salto justo cuando su pistola se quedó sin balas y los disparos desgarraron
por el aire un segundo después. Pero él ya estaba en la creciente nube de humo,

corriendo hacia mí, solo una sombra en la niebla. Salió de allí y medio me derribó
mientras me empujaba a través del hueco, su mano agarró mi cintura para que no
cayera.
Me di vuelta y corrí con él calle abajo más allá de la barricada y él me soltó para que
pudiéramos correr, girando a la derecha por otra calle entre una hilera de casas. No
paramos de correr hasta que nuestros pulmones ardieron y literalmente no pudimos
dar un paso más, mi corazón latía contra mis costillas.
Me doblé mientras nos escondíamos detrás de una camioneta grande, arrastrando pesadas
respiraciones. "Mierda", jadeé, riendo salvajemente.

“Eso fue jodidamente hermoso, Tatum. Realmente eres la chica de Kyan”, Niall
Se rió entre dientes, dándome una palmada en el hombro antes de sacar su
teléfono y abrir el mapa.
"Y seguro que eres su tío". Sonreí y su boca se curvó con orgullo.
"Estamos a sólo dos cuadras de mi auto, vamos". él se alejó corriendo

Y me dirigí tras él, ignorando la punzada ardiente en mi costado mientras la
desesperación por poner la mayor distancia posible entre nosotros y esos
soldados se apoderaba de todos los demás instintos de mi cuerpo.
Finalmente llegamos al auto de Niall que estaba estacionado en una
tranquila calle suburbana y mis cejas se arquearon ante el enorme Jeep Wrangler negro.
Me subí al asiento del pasajero mientras Niall lo ponía en marcha y lanzaba su
teléfono en el portavasos con direcciones cargadas en el mapa.
"Kyan compartió su ubicación conmigo". Él sonrió, pasando su mano tatuada por
su cabello rubio para quitárselo de la cara.
Sonreí de alegría, mi corazón latía con entusiasmo. “Vamos a lanzarnos y

salvarles el culo”.
Él sonrió como un demonio. "Ese es el maldito espíritu".

Nuestra tienda estaba distribuida con literas básicas, cada una con una manta, una almohada y
poco más. Era lo suficientemente grande como para albergar a diez, pero Kyan había hecho
un trabajo rápido para asustar a las otras personas que habían estado aquí, brindándonos cierto
nivel de privacidad mientras esperábamos a que Niall llegara y causara una distracción
suficiente para que pudiéramos escapar. .
Estaba sentado en mi litera con Nash a mi lado y Kyan sentado en su
Frente a nosotros, sus rodillas rozaban las mías por lo apretadas que estaban las camas.
Saint estaba erguido como un palo entre las literas, con los brazos cruzados, el desprecio ardiendo
en sus ojos oscuros y un aura de "Moriré antes de tocar siquiera una de esas supuestas camas"
colgando a su alrededor.
Quiero decir, tenía razón. Estas cosas eran incómodas y más que básicas, pero no estaba
realmente interesado en permanecer de pie durante horas y horas en lugar de simplemente
sentarme. Debe haber sido un trabajo muy duro estar dentro.

la cabeza de ese tipo todo el tiempo.
"¿Has oído algo desde que compartiste tu ubicación?" Preguntó Monroe y Kyan sacó su
teléfono del maletero, lo revisó y se encogió de hombros.
"No. Pero el servicio aquí es casi nada, así que por lo que sé, no pueden enviarme un
mensaje o no puedo hacer que entre uno. De cualquier manera

Esta cosa está empezando a quedarse sin energía y a este ritmo la batería se agotará sin que
siquiera sepamos lo que está sucediendo ahí fuera".
"Reducirás sustancialmente la duración de la batería si
"Sigues iluminando la pantalla", gruñó Saint, extendiendo la mano para tomar el teléfono de
Kyan, quien lo abandonó fácilmente. "Cerraré cualquier aplicación que no necesite estar
ejecutándose y la pondré en modo de bajo consumo, luego Por el amor de todo lo que es
sagrado para ti, deja de mirar esa maldita cosa hasta que explote".
"Claro", estuvo de acuerdo Kyan, sin siquiera molestarse en discutir mientras lo retiraba.
y lo deslizó en su bota una vez más.
Saint no era el único de nosotros que estaba nervioso, pero no estábamos dispuestos a
enfrentarnos el uno al otro. Podríamos haber discutido y peleado cuando estábamos en nuestro
propio tiempo, pero cuando las cosas importaban, éramos una unidad. Los Guardianes de la Noche.
Todo adentro y sin vuelta atrás.
Ya habíamos discutido tantos planes como fuera posible sobre cómo íbamos a ir.
salir de aquí, pero cuando llegó el momento, fue simple.
Había una valla rodeando este lugar y teníamos que pasarla por encima. O debajo de él.
A traves de. De cualquier manera, más allá de la valla estaba donde

necesitábamos estar en.
Nuestra breve planificación con Niall nos había llevado a todos a tomar la decisión.
que necesitaba estar en posición al norte del campamento para tener la mejor oportunidad
de evitar la atención de las fuerzas armadas que iban y venían desde el sur. Pero incluso eso
fue un tiro al blanco, los militares no eran idiotas. Tendrían ojos observando en todas las
direcciones que rodean este lugar. Sólo contábamos con poder perderlos en el bosque
y luego descubrir el resto desde allí.
"¿Cuál es?" Una voz femenina vino desde algún lugar más allá del
carpa.
"Mil seiscientos ochenta", respondió un hombre. "Los cuatro entraron juntos dijo
Eran hermanos, pero eso no es cierto por la expresión de sus caras y los nombres en sus
documentos".
"¿Quizás pasaron juntos por el sistema de crianza?" respondió la mujer.
"¿Quién sabe? Lo único que sabemos con certeza es que sus muestras de sangre han
despertado el interés de las personas en la cima. Algo acerca de que sus niveles de inmunidad
están fuera de serie en comparación con todos los demás. Así que concentrémonos en
protegerlos y esperar". que esto podría ser algo bueno para

todos nosotros."
"Joder", suspiré, mirando a mi alrededor mientras las voces se acercaban a la entrada
de la tienda verde oscura, pero cuando mis ojos se posaron en el espacio donde
Saint acababa de estar, lo encontré ya a mitad de camino afuera, debajo del

parte inferior del lienzo.
Kyan me agarró del brazo y me dio un empujón para que lo siguiera y lo hice.
tan instantáneamente, cayendo sobre mi vientre y el ejército arrastrándose debajo de la lona
fuertemente sujeta.
Saint tomó mi mano y me levantó, presionando un dedo contra sus labios.
mientras nos agachábamos en el estrecho espacio entre nuestra tienda y la que estaba al lado.
La parte delantera de su ropa estaba cubierta de barro y miré hacia abajo para encontrarme en la
misma condición.
La luna colgaba baja bajo una fina neblina de nubes sobre nosotros y mi aliento se nubló
en el aire frío mientras miraba hacia el cielo oscuro, agradecida por la cobertura que ofrecía
mientras mi pulso se aceleraba con la idea de quedar atrapado.
Monroe estaba pisándome los talones y lo levanté a mi lado antes de que Kyan saliera.
Tuvimos que abandonar nuestras maletas, pero no había nada en ellas aparte
De todos modos, con algo de ropa y artículos de tocador, entonces, ¿a quién le importaba?
No nos atrevíamos a movernos, nada pasaba entre nosotros excepto respiraciones entrecortadas y
Silencio mientras nos escondíamos en las sombras y esperábamos a que los soldados se acercaran.
"Maldita sea, no están aquí", resopló el hombre desde el interior de la lona.
"Por supuesto que no. Nada es tan simple, ¿verdad?" la mujer suspiró. "Enviaré una alerta,
enviaré sus fotos al resto de la unidad y me aseguraré de que alguien los reúna".
"Vayan a preguntar por las tiendas vecinas a ver si alguien sabe adónde fueron", espetó el hombre
y hubo un coro de 'sí señores' que dejaron claro que todo un pelotón acababa de venir a buscarnos.
Mierda, esto fue malo.
"No voy a terminar como un conejillo de indias en algún laboratorio", gruñó Kyan en un tono
en voz baja mientras sus manos se apretaban en puños y estuve totalmente de
acuerdo con él en eso.
"Niall o no, tenemos que salir de aquí", siseé y los demás
Todos asintieron mientras un grupo de soldados pasaba apresuradamente por el hueco en el que nos
escondíamos, separándose para preguntar a la gente de las tiendas circundantes sobre nosotros.
Nos miramos entre nosotros mientras tratábamos de decidir si permanecer escondidos aquí
hasta que se fueran o aprovechar esta oportunidad para correr y Saint sacudió su mano.
dirígete hacia la parte trasera de la tienda.
Asentí con la cabeza, queriendo correr en lugar de esperar aquí como sentado
patos y todos empezamos a arrastrarnos tras él.
Saint dudó cuando llegó al final de la fila de tiendas y luego saltó
del hueco y corrió a través de un camino embarrado antes de deslizarse en un hueco entre la
siguiente fila de tiendas.
Corrí tras él con Kyan y Nash justo detrás de mí y nos apresuramos.
Bajé por otro espacio estrecho, mi espalda rozó una de las tiendas mientras me obligaba a
moverme de lado para pasar.
Los sonidos de más soldados llamándose unos a otros y corriendo en formación seguían
llegando hasta nosotros. No podía decidir si había más de ellos.

que antes o si simplemente me parecía así porque sabía que nos estaban cazando.
Mientras llegábamos a otro camino, de repente se encendió un enorme reflector desde
una torre de vigilancia a nuestra derecha y mi pulso se aceleró mientras me agachaba
rápidamente, cubriéndome de su mirada penetrante detrás de una de las tiendas mientras
miraba entre mis hermanos con miedo.
"¿Cómo carajo se supone que vamos a salir de aquí?" Nash siseó, su
ojos azules muy abiertos con preocupación.
"Nos centramos en lo que nos importa", gruñó Saint. "Lo que importa más que
cualquier otra cosa. Lo único a lo que tenemos que volver. La pones al frente de tu mente y
no te detienes hasta que esté en tus brazos otra vez. ¿Entendido?"
"Diablos, sí", estuvo de acuerdo Kyan, el loco hijo de puta realmente sonrió como si
este fuera un gran juego al que estábamos jugando.
"Muy bien, entonces. Creo que tenemos que correr como el infierno", dijo Saint. "La
próxima vez que el reflector se aleje de nosotros, avanzaremos y no nos detendremos

hasta llegar a la valla norte".
"No nos detenemos", estuve de acuerdo.
"Si tenemos que pasar por esos soldados para salir de aquí, que así sea".
Añadió Kyan, con un brillo hambriento en sus ojos que decía que casi esperaba eso.
"Entonces vámonos de aquí", estuvo de acuerdo Nash.
Mi sangre bombeaba como lo hacía antes de una competencia y dejé que una sonrisa
se apoderara de mis mejillas mientras me concentraba en ese sentimiento. Siempre me
desempeñé mejor bajo presión. Fue donde brillé.
"El primero en llegar a la valla tendrá una noche a solas con Tatum", lo desafié.
"Prepárate para perder en ese caso, Bowman", bromeó Nash.
"No seas tonto. Y no te detengas", gruñó Saint.

La luz pasó rápidamente y nos lanzamos al camino. En lugar de dirigirse a
En otro estrecho espacio, Saint giró a la izquierda y empezó a correr. Honestamente, no tenía ni puta
idea de qué dirección era el norte, pero Saint probablemente había incorporado un GPS en su maldita
cabeza, así que si había elegido esa dirección entonces estaba totalmente de acuerdo.
Corrimos por el camino fangoso lo más rápido que pudimos, dejando el
atalaya y el foco detrás de nosotros, encendiéndose con la esperanza de dejar atrás antes
de que volviera a girar en esta dirección.
Mis pulmones se expandieron y contrajeron mientras mis músculos trabajaban para impulsarme.
Caminé tan rápido como pude y cuando el camino llegó a una bifurcación, fui el primero en llegar.
"Bien", ladró Saint justo detrás de mí y me giré en esa dirección, con mi
El corazón me dio un vuelco cuando vi un grupo de soldados al final del camino.
Por suerte para mí, pasaban por allí sin mirarnos y logré saltar nuevamente a un espacio
entre dos tiendas para evitarlos.
Los demás me siguieron mientras me movía lo más rápido que podía, con la adrenalina cantando en
mis venas mientras me movía a lo largo del estrecho espacio.
Se oyeron gritos desde el interior de una de las tiendas cuando alguien allí
Nos notó abriéndonos paso a la fuerza. Entonces, de repente, los soldados estaban gritando órdenes y,
mientras me extendía por otro camino, vi un escuadrón de ellos que se dirigía hacia nosotros.
"Oh, joder", jadeé mientras nos gritaban instrucciones para que nos detuviéramos donde
Estaban y los demás salieron de la brecha para unirse a mí también.
"¡Correr!" Monroe ladró y no necesité decírmelo dos veces.
Me alejé de los soldados, incapaz de concentrarme en dónde estaba el norte y simplemente
mantuve la mirada fija en el camino que tenía delante mientras alejaba a mis hermanos del peligro detrás
de nosotros.
Corrimos como si nuestras vidas dependieran de ello y estaba bastante seguro de que así era.
El padre de Saint se enteraría de estos niños con súper inmunidad, vería las fotos y los pasaportes
falsos. Él sabría exactamente quiénes éramos y precisamente por qué teníamos anticuerpos tan
sorprendentes. No nos podían atrapar. De ninguna manera.
Los gritos de los soldados detrás de nosotros fueron fuertes y exigentes, pero ninguno
Todos redujimos la velocidad durante un latido.
Nos agachamos y nos sumergimos entre el laberinto de tiendas y luego nos encontramos
afuera de la tienda comedor donde habían estado ofreciendo la cena hacía horas. Ahora estaba
tranquilo y el espacio abierto que lo rodeaba nos dio la oportunidad de correr realmente, poniendo
cierta distancia entre nosotros y los soldados que nos seguían.
Rodeamos el costado de la enorme tienda y luego nos escondimos detrás de un bloque de baños.
y logramos meternos en un espacio detrás donde no quedaba nada más que sombras.
Contuve la respiración cuando los sonidos de los soldados que nos perseguían nos alcanzaron
y comenzaron a gritar órdenes de dividirnos y registrar el lugar por todas partes.

"¿A qué distancia de la valla?" Monroe respiró cuando estábamos seguros de que ninguno de
estaban lo suficientemente cerca como para oírnos.

El ceño de Saint se frunció y supe que no le gustaba la respuesta que estaba dando.
dar. "Nos hemos ido al oeste", respiró. "Así que está lo suficientemente lejos".
"Mierda", murmuró Kyan, y pensé que era en respuesta a nuestra situación, pero se agachó y sacó
el teléfono de su maletero, mostrándonos el mensaje de Tatum en la pantalla.
Tigresa:
Veinte minutos y contando *emoji de calamar*
Mis ojos se abrieron ante eso, especialmente cuando Kyan señaló que la cosa había sido enviada
hace diez minutos a pesar de que acababa de ser entregada.

"Tatum está con Niall", suspiré, preocupada por ella ahora que sabía que él
No la había llevado de regreso a la casa del abuelo de Kyan. Pero no estaba seguro
de qué más esperaba; Esa chica no era del tipo que esperaba en algún lugar sólo
para que nos sintiéramos mejor al saber que ella estaba a salvo lejos de aquí.
Aunque en serio habría sido más feliz si lo hubiera hecho.
"Nos llevará más de diez minutos llegar a la valla norte", dijo Saint en voz
baja. "Y eso suponiendo que seamos capaces de dejar de escondernos así en el
corto plazo".
"¿No crees que podremos lograrlo?" Yo pregunté.
"No puedo recibir un mensaje para enviarles", gruñó Kyan. "Entonces es

o ahora o nunca. Niall no detendrá el plan a menos que lo cancelen
específicamente".
"Y cuando lo haga, todas las miradas se dirigirán en esa dirección: hacia
nuestra chica", señaló Nash, con los ojos brillando con determinación de llegar
allí antes de que eso sucediera.
"Entonces asegurémonos de llegar a tiempo", ordenó Saint, como si pudiera
lograrlo solo con su voluntad. Y este era San Menfis, así que probablemente podría
hacerlo. "Y una vez que estemos a salvo de aquí, uno de ustedes me explicará el maldito
emoji de calamar".
Niall conducía como un maldito maníaco y tuve que presionar una mano contra la puerta
para sostenerme mientras él tomaba las curvas a gran velocidad. Me sentí un poco aliviado
cuando él se detuvo en la carretera para que ya no me sacudieran en mi asiento. Pero luego
empezó a conducir a casi cien millas por hora y no estaba seguro de que fuera una mejora
en absoluto.
"Um, Niall, sé que tenemos prisa, pero ¿hay alguna posibilidad de que puedas
conducir a una velocidad a la que no moriremos?" exigí.
"No moriremos, muchacha", se rió. "La Parca no me persigue hoy".
"Esa no es una respuesta reconfortante".
“Ha tenido oportunidades más que suficientes para derrotarme”, me aseguró. “Pero
prefiere que yo haga su trabajo por él. Todavía no he decidido si es porque le gusto o si
simplemente disfruta haciendo que mi sufrimiento continúe en pago por mis fracasos”.
Mis labios se separaron ante sus palabras, pero su sonrisa no decayó y se rió más
fuerte mientras avanzábamos, devorando el camino a medida que nos acercábamos al lugar.
del campamento. Mi corazón latió salvajemente cuando Niall finalmente salió de la
autopista y avanzó por un camino sinuoso rodeado de bosques, sin apenas frenar en las
curvas mientras corría, cantando Godzilla de Eminem feat. Juice WRLD y sabiendo
cada maldita palabra. También era un rapero increíblemente bueno.
"Ah, aquí vamos." Se salió de la carretera y grité alarmado mientras prácticamente
nos hundíamos entre los árboles y las ruedas chocaban contra el barro. Pisó el acelerador
y abrió un camino a través del bosque mientras yo hacía una mueca cada vez que
pasaba por alto el tronco de un árbol.
"No voy a estrellarme", insistió al ver mi expresión.
"¿Crees que dejaría que la chica de Kyan quedara aplastada en este vehículo como una hojalata?"
¿poder?"
"¡Mira hacia donde vas!" Grité mientras el auto volaba hacia un enorme roble y él
maldijo, girando el volante con fuerza para que lo pasáramos a toda velocidad y mi ritmo
cardíaco se disparó.
"¿Ver?" Él rió. "Podría hacer esto con las manos atadas a la espalda y los ojos
cerrados". Cerró los ojos para dejar claro ese punto y me lancé hacia él, forzándolos a
abrirlos con un gruñido.
"O conduces correctamente o yo me hago cargo", gruñí.
"Sé mi invitado." Soltó el volante y yo jadeé, desabrochándome el cinturón de
seguridad y sumergiéndome en su regazo mientras recuperaba el control del vehículo.

Deslizó sus pies fuera de los pedales y yo puse los míos en su lugar mientras desaceleraba
el auto a una velocidad razonable y miraba el mapa en el teléfono de Niall.
Cuando habíamos conducido casi una milla a través del bosque, apagué las
luces y nos acerqué lo más que pude al campamento. Mis hijos estaban cerca,
prácticamente podía sentirlos aquí y no me iría.

sin ellas.
Vislumbré focos más allá de los árboles, iluminando una valla que rodeaba el
campamento y las tiendas que llenaban todo el lugar. Parecía algo sacado de un
Película de apocalipsis y no me gustó ni un poco.
Detuve el auto y Niall se rió, golpeándome el brazo. "Eso fue divertido. Para
Un segundo pensé que no ibas a tomar el volante y que ambos

morir."
"Eso no habría sido mi culpa", dije con incredulidad, abriendo la puerta y
deslizándome hacia el suelo, mis piernas todavía temblaban por la adrenalina.
Que se joda por conducir como si tuviera deseos de morir, pero no podía negar que me sentía
tan drogado como una cometa en este momento.
"Mentiroso", se burló. “No dejaría morir a la hija de mi sobrino. ¿Qué tipo de persona
crees que soy? Abrió la guantera y sacó un machete, un encendedor Zippo con las palabras
Si no puedes arreglarlo, quémalo grabado en el costado y un par de gafas de visión nocturna.
"No voy a dignificar esa pregunta con una respuesta", dije mientras le daba
esos artículos una mirada mordaz y él sonrió, caminando hacia la parte trasera del auto y
abriendo la escotilla del maletero. Casualmente sacó una caja de fuegos artificiales y un
galón de gasolina y luego me arrojó las gafas.
"Aquí, puedes cuidarnos las espaldas mientras preparo un señuelo", dijo mientras
Sacó una máscara verde de TRex y se la puso sobre la cabeza.
Saqué el arma de donde estaba encajada en mi cintura y lo dejé hacer.
su locura mientras lo seguía entre los árboles, poniéndome las gafas de visión nocturna
para poder ver el camino a seguir.
Nos acercamos al borde del bosque y Niall se dispuso a colocar
fuegos artificiales en una larga fila entre los árboles. Roció todo con gasolina mientras
yo mantenía mi mirada en el perímetro del campamento y la única torre de vigilancia

en la distancia. Los soldados no podrían vernos a menos que
Se las arreglaron para arrojar algo de luz de esta manera o estaban mirando con sus propias
gafas, pero necesitábamos estar en silencio de todos modos y continuamente le decía
a Niall que callara mientras empezaba a cantar, comenzaba a silbar o hacer bromas.
Afortunadamente, escuchó y pronto tuvo su señuelo instalado y listo para explotar.
Se subió la máscara y encendió un cigarrillo mientras sonreía ante su trabajo.
Saqué mi teléfono, encontré una respuesta de Kyan y mi corazón se hinchó.
Coala:
En camino, cariño. Nos vemos pronto para una reunión de *emoji de calamar*.
PD: puede que lleguemos tarde
Tigresa:
Lo espero con ansias.
Estamos en el lado norte del campamento listos y esperando *emoji de pulpo*
Me reí y miré a Niall mientras daba una calada a su cigarrillo, parecía perdido en algún
sueño mientras la tristeza cruzaba sus ojos. Por un momento me encontré capturada por esa
expresión en su rostro, como si estuviera vislumbrando

debajo de la máscara que llevaba ante el hombre que había perdido a su esposa en tal
manera horrible hace tantos años. Un escalofrío recorrió mi espalda al imaginarme
viviendo con un dolor como ese y sentí la necesidad de abrazarlo, pero me contuve porque
era una bestia de hombre y un psicópata.
“Ya vienen”, dije y él asintió, su rostro inmediatamente se iluminó de nuevo.
"Muy bien, tengo que pedirte un favor rápido", dijo, extendiendo la mano. “Esta es la
dirección de mi casa. Si muero, ¿puedes asegurarte de que dejen salir a la chica de mi sótano?
Puedes dejar que el chico se pudra allí si quieres, pero la chica... Presionó el trozo de papel
doblado en mi palma. "No dejes que ese muera".

Mis labios se abrieron y cerraron ante sus palabras, el shock me recorrió. "Lo es
¿Esa chica de Royaume D'élite? Solté. Había pensado en ella un montón de veces desde
que Niall la había comprado y muchas veces me había preguntado qué había sido de ella.
Terminar como prisionero de otra persona no parecía un destino mucho mejor, pero
seguramente Niall no la estaba haciendo daño, ¿verdad?
"Tal vez." Él se encogió de hombros. "¿Qué es para ti?"
"La gente no merece estar enjaulada, Niall", gruñí, preguntándome si había entendido mal
al tipo. Claro, estaba tan chiflado como un pistacho y claramente estaba acostumbrado a matar
gente, pero...
Realmente no sabía adónde iba con ese argumento. no lo hizo
Parecía que iba a redimir a Niall O'Brien.
"Es una jaula más bonita", dijo encogiéndose de hombros como si estuviera bien. “Además,
ella me debe una. No puedo dejarla ir sin que esa deuda esté saldada ahora, ¿verdad?
Sonaba tan razonable que era difícil recordar que
Estaban discutiendo el hecho de que mantenía prisioneros en su maldita

sótano.
"Una jaula es una jaula", respondí con firmeza y él frunció los labios mientras lo
consideraba y luego se encogió de hombros ligeramente.
“Bueno, entonces será mejor que reces para que muera para que puedas ir a liberarla.
Ah, y si sobrevivo, no mires esa dirección y asegúrate de destruirla. Nadie llega a saber dónde
está mi casa y vivir para contar historias sobre ella”. Me guiñó un ojo y se bajó la máscara
de TRex, dejándome preguntándome si eso último era una broma o no mientras se giraba
y lanzaba su cigarrillo hacia los fuegos artificiales.
Subieron con un silbido cuando la gasolina se encendió y mi corazón latió con fuerza
cuando los fuegos artificiales comenzaron a estallar con fuertes explosiones y coloridas
columnas de luz.
Me quité las gafas de visión nocturna mientras el mundo entero se encendía en una
hoguera gigante ante mí y los fuegos artificiales comenzaron a volar en todas direcciones, me volví.
y se escapó corriendo. No voy a morir de un Big Banger en la cara.
Regresé al Jeep, me subí y encendí el motor, dándome cuenta

Niall no lo había seguido.
Todavía estaba frente al fuego, disparando balas al cielo desde su
pistola recién recargada para causar el mayor ruido humanamente posible.
"Maldito idiota", siseé cuando las balas fueron disparadas desde la torre de
vigilancia.
Presioné el acelerador con el pie, acercándome a él mientras se lanzaba detrás del
fuego como si fuera un escudo que lo protegería de una bala, pero seguro que no lo era.
El barro explotó a sus pies donde las balas impactaron el suelo y agaché la cabeza mientras
más balas salpicaban la parte delantera del auto, mi pulso latía con fuerza en mi cráneo.
Giré el volante con fuerza, estacionándome al lado de Niall y abriendo la puerta,
tratando de llamarlo adentro. Dejó escapar una maldición cuando una bala lo alcanzó y
cayó al barro mientras yo jadeaba de horror.
Me lancé para ayudarlo a levantarse, frenética mientras mi mano se deslizaba a través de la sangre caliente sobre
la parte superior de su brazo y más maldiciones surgieron desde dentro de su máscara de TRex.
"Es sólo un rasguño, muchacha", se rió entre dientes, dejándome ayudarlo a ponerse de
pie y me levantó con su brazo bueno, arrojándome al asiento del conductor antes de subirse
a mí hacia el lado del pasajero, casi pateándome en la cara. con su bota sucia y
aplastándome bajo su enorme cuerpo.
Presioné el acelerador antes de cerrar la puerta, necesitando
salir de la luz del fuego mientras me alejaba, manteniéndome paralelo al campamento
mientras buscaba a mis muchachos en la oscuridad.
"Presiona", le ordené a Niall mientras arrancaba su maldito dinosaurio.
Se quitó la máscara y abrió la guantera.
“Sí, sí, sé lo que estoy haciendo. Sé cómo cortar cada miembro
y mantener vivo a un tipo durante los días posteriores, para poder superar esto”. Él
Se quitó la camisa, dejando al descubierto un cuerpo ferozmente musculoso

pintado con innumerables tatuajes antes de sacar una botella de ron
blanco y verterla sobre la herida. Siguió bebiendo un trago saludable,
luego envolvió la herida con su camisa, la ató y cerró la guantera de una
patada.
"¿Dónde están?" Dije entre dientes, buscando señales de mis
Guardianes Nocturnos en dirección al campamento. Los soldados iban
a invadir el bosque en cualquier momento y no teníamos tiempo que perder.
Vamos vamos.
Agarré el volante con ansiedad, la determinación cubriendo mi corazón
acero. Iba a salir de aquí con mis Guardianes Nocturnos. No había
alternativa. Ninguno al que jamás me sometería. Yo era su viaje o moría, así
que necesitaban llegar aquí y viajar.
Mi pecho estaba agitado por el esfuerzo de correr, esconderme y ser perseguido por
todo este maldito campamento de conejos y con cada paso que daba, estaba aterrorizado de
que estuviéramos a punto de ser atrapados, arrastrados, llevados a algún laboratorio y
utilizados. como había sido Tatum. Sabía que si eso sucedía sería el final. No habría nadie
que viniera a rescatarnos. Estaríamos enterrados. Encerrada en alguna instalación secreta
que nadie encontraría jamás aunque lo intentara y si Tatum intentara venir por nosotros, ella
también terminaría atrapada.
Troy Memphis se saldría con la suya. Matar a mi familia.
Liberando este virus. Dirigiendo ese club enfermo. Abusando de su hijo. Todo ello y sin duda
también innumerables atrocidades más. Ese hombre era una puta plaga para nuestro
estado, nuestro país..., diablos, el mundo entero. Teníamos que agradecerle por el lío en el
que estábamos todos con el virus Hades e iba a acabar con él aunque fuera lo último que
hiciera.
Miré entre los demás mientras presionaba mi espalda contra un enorme almacén de metal.
unidad y esperamos mientras los reflectores pasaban. Todo el campamento estaba
alborotado ahora, los soldados corrían de izquierda a derecha, mostrando nuestras
fotografías a la gente y buscándonos. Sabían que estábamos huyendo de ellos y no

Dudo que la seguridad alrededor de las vallas fuera una locura, pero no teníamos otra opción.
Tuvimos que aprovechar nuestra oportunidad y esperar lo mejor.
El olor a humo soplaba sobre nosotros con el viento y agucé el oído para
Escuche cómo los gritos de los soldados se volvieron más ásperos, la cadena de mando se
estableció de golpe mientras se ladraban órdenes y hombres y mujeres uniformados pasaban
corriendo a nuestro lado, todos dirigiéndose en la misma dirección.
Algo nuevo estaba sucediendo.
Me arriesgué a mirar desde nuestro escondite cuando una unidad pasó corriendo, mis cejas
Levantándome cuando vi un resplandor naranja iluminando el cielo en la distancia.
"¿Crees que tu tío podría tener algo que ver con eso?" I
Murmuró, ocultándose y mirando a Kyan.
"Le gusta una fogata", estuvo de acuerdo justo cuando un silbido agudo cortó el aire y yo
incliné la cabeza hacia atrás a tiempo para ver un enorme fuego artificial rojo explotar en el cielo.
"¿Qué demonios?" Blake murmuró pero Kyan solo se rió.
"Sí, ese es Niall, está bien. Es hora de que salgamos de aquí".
"Vamos, entonces", ladró Saint, empujándose a mi lado mientras se asomaba por nuestra
escondite y luego salió por el camino exterior.
Me puse en movimiento, persiguiéndolo con los demás justo a mi lado mientras
Cada vez más fuegos artificiales iluminaban el cielo.
Hubo tanto ruido proveniente de los soldados mientras intentaban controlar la situación que
ni siquiera noté el sonido de pasos delante de nosotros hasta que doblamos la esquina justo
antes de la valla.
Nos detuvimos en el barro cuando nos encontramos cara a cara con los tres.
soldados que nos miraron sorprendidos por un momento antes de parecer reconocernos como
los tipos que habían estado buscando.
El que estaba en el centro del grupo abrió la boca para decir algo, pero Kyan rugió mientras
cargaba hacia adelante, tirándolo al barro sin

tanto como perder el ritmo.
El más breve pensamiento de lo jodidamente loco que era esto se estrelló contra mi
mente, pero cuando el soldado más cercano a mí fue a por su arma, golpeé mi puño en
su codo para detenerlo, mi hombro conectó con su abdomen un momento después cuando
lo derribé al suelo también.
Saint y Blake se lanzaron sobre el tercer soldado y yo me perdí en una maraña de
puños voladores, barro helado y desesperación mientras luchábamos con todo lo que
teníamos para dominarlos.
Esto no era como luchar contra un tipo al azar en una pelea callejera, estos hombres
Tenían entrenamiento y sabían pelear. Pero ellos también habían sido tomados por
sorpresa y estaban sobrecargados con sus voluminosos uniformes mientras nosotros
teníamos la ventaja de luchar por nuestras malditas vidas. La desesperación era una
herramienta poderosa cuando se le daba buen uso y no había mayor motivación que la
necesidad en nosotros de escapar de este lugar y volver con nuestra chica.
Mis costillas ardieron de dolor cuando el tipo debajo de mí me golpeó y pateó, su
Golpes fuertes y destinados a herir, pero yo era un gran hijo de puta que había pasado
años entrenando para pelear. Tenía ventaja sobre él y ambos nos dimos cuenta en
el mismo momento.
Le di un puñetazo fuerte y luego logré pasar un brazo alrededor de su cuello,
volteándolo de frente y ejerciendo presión mientras le clavaba la rodilla en la columna.
Una mirada a mi derecha reveló que uno de los otros soldados yacía inconsciente.
En el barro y un momento después, Saint tenía un arma apuntada a la cabeza del tipo.
debajo de mi.
Dejó de luchar instantáneamente y yo retrocedí, liberándolo de su arma mientras me
ponía de pie, encontrando a Kyan sosteniendo al otro soldado con una pistola apuntando a
su cabeza también.
"Te asegurarás de que salgamos de aquí", gruñó Saint, indicándome que
agarrara al soldado inmovilizado debajo de mí y tiré sus brazos detrás de él, sujetándolos con
fuerza mientras el sabor de la sangre cubría mi lengua. mi labio roto.
"¿No puedes creer seriamente que escaparás de este lugar?" el soldado tosió.
"Puedo y lo haremos", le aseguró Saint. "Ustedes son los que están
"Es una ilusión si crees honestamente que te permitiríamos encerrarnos en algún laboratorio
para experimentar".
"Estoy seguro de que no es así", dijo el soldado que Kyan estaba conteniendo. "Ellos
Sólo quiero preguntarte sobre tus anticuerpos".
"Gracias, pero no gracias", dijo Blake, inclinándose para tomar el
armas de soldado inconsciente.
"Vamos", añadió Saint, poniendo fin a esta discusión inútil.
No pude evitar mirar hacia la torre de vigilancia más cercana mientras caminábamos.
Salimos al espacio abierto delante de la valla y todos nos agrupamos, obligando a los
soldados a caminar entre nosotros y la valla. Si alguien allí arriba nos viera, tendría que
disparar a sus propios hombres para detenernos y sabía que no había ninguna
posibilidad de que hicieran eso.
Corrimos por el suelo fangoso hasta la cerca, los soldados cedieron ante lo inevitable
cuando los hicimos correr con nosotros y mi corazón latía con fuerza cuando llegamos a los
paneles de alambre metálico que nos encerraban.
Los fuegos artificiales continuaron explotando sobre nuestras cabezas y cuando me
volví para mirar a nuestra izquierda, los vi disparando desde un enorme fuego que ardía en
los árboles justo afuera de la cerca en el borde de los árboles.
El sonido de la bocina de un auto que sonó dos veces me devolvió la atención al espeso
árboles delante de nosotros y mi corazón se disparó cuando vi a dos personas sentadas
en un enorme Jeep Wrangler negro, esperándonos. El largo y dorado cabello de Tatum era
inconfundible incluso desde esta distancia y una mezcla de emoción y miedo
Me llenó al verla aquí. Sólo quería abrigarla y alejarla de este lugar, lo que significaba que teníamos
que darnos prisa.
Blake logró empujar la valla de metal con suficiente fuerza para crear un espacio en ella.
entre dos de los paneles de metal justo cuando el foco a todo volumen de la torre de
vigilancia giraba hacia nosotros. Me agaché detrás del soldado que todavía sostenía,
asegurándome de que no hubiera posibilidad de que me dispararan claramente.
"¡Detener!" rugió una voz desde la torre, pero no había ninguna maldita posibilidad de que eso
ocurriera.
"¡Joder, lo haremos!" Kyan gritó en respuesta mientras se agachaba por el hueco en
la cerca, arrastrando su escudo humano con él para protegerlo a él y a Blake.
El soldado que estaba sosteniendo trató de liberarse de mi agarre, pero Saint también lo
agarró, obligándolo a seguirnos mientras nos movíamos torpemente a través del espacio en la cerca.
Uno de los guardias en la torre disparó un tiro al suelo a unos metros de nosotros en señal de
advertencia mientras seguía gritándonos que nos detuviéramos y mi corazón dio un vuelco por un
momento antes de que empezáramos a correr.
Se hicieron más disparos y trozos de hierba esparcidos por el aire, pero los ignoré,
manteniendo al soldado entre nosotros y sus amigos mientras corríamos hacia la seguridad de
los árboles y ninguno de ellos estuvo cerca de golpearme.

a nosotros.
Tatum trepó a su asiento y abrió la puerta trasera del auto mientras
Corrimos hacia allí, la risa salvaje de un hombre nos llegó por encima de los sonidos de
disparos y fuegos artificiales y Blake se lanzó al auto mientras Kyan mantenía a su soldado.
Niall se subió al asiento del conductor y Tatum se subió al frente.
asiento del pasajero para hacernos espacio mientras Blake se deslizaba hacia atrás.
Me detuve junto a Kyan, dejando que Saint saltara antes de que empujáramos el
Los soldados se alejaron y saltaron también.
Las ruedas giraron en el suelo cuando Niall pisó el acelerador y casi caí al suelo.
espacio para los pies mientras Kyan yacía encima de Blake y Saint.
Saltamos sobre el terreno accidentado y me golpeé la cabeza contra el costado de la puerta antes
de lograr levantarme y mirar el bosque oscuro que pasaba a toda velocidad afuera.
"¡Agárrense del culo, muchachos!" Gritó Niall. "Nos vamos fuera de la carretera".
Me las arreglé para abrirme paso hasta un asiento, medio sentado en el regazo de Blake mientras
Estiró la mano alrededor de la silla frente a mí para tomar la mano de Tatum.
Ella me miró con una amplia sonrisa, sus ojos recorriendo todo
Nos hizo sentir como si estuviera absolutamente segura de que todos estábamos bien y me
encontré riendo cuando me di cuenta de que lo estábamos.
“Casi me das un maldito infarto haciéndome esperar así”, dijo.
dijo, tratando de hacer un puchero pero incapaz de mantener la sonrisa alejada por mucho tiempo.
"Lo siento", respondí.
"Nos estarán persiguiendo", dijo Saint, con voz severa como si estuviera advirtiendo.
todos nosotros no nos entusiasmemos demasiado con nuestra fuga.
"Buen punto, muchacho," dijo Niall, apagando los faros y sumergiéndonos
en la oscuridad.
Mi estómago se desplomó mientras él continuaba acelerando, adentrándose más en el bosque sin
apenas luz que le mostrara si había un árbol delante de nosotros.
"¿Estas loco?" Le pregunté, agarrando el reposacabezas frente a él.
mientras observaba al tío de Kyan. Niall sonreía mientras conducía, su cabello rubio sucio
apartado de sus ojos y una colección de tatuajes arrastrándose sobre su pecho desnudo y subiendo por
el costado de su cuello. Tenía tatuajes cubriendo su

manos donde agarraron el volante también y flexionó los dedos como si estuviera rebosante de
energía que estuviera desesperada por una salida.
"Algunas personas dicen que sí", respondió encogiéndose de hombros con indiferencia que decía
a él no le importaba. O tal vez no estaba seguro.
Me di vuelta para mirar por la parte trasera del auto y no encontré nada más que
oscuridad y árboles a nuestro alrededor mientras conducíamos más y más hacia el
bosque.
"¿A donde nos dirigimos?" Exigió Santo.
"No lo sé", anunció Niall con una sonrisa. "Nadie puede predecirte
movimientos si no tienes un plan a seguir."
"¿No tienes ningún plan?" Saint palideció, parecía como si alguien acabara de cagar en su gato y
le hubiera moldeado el pelaje en un poohawk.
"Es la mejor manera de ser", dijo Niall y Tatum soltó una carcajada cuando Saint parecía estar
a punto de comenzar una diatriba.
Kyan le dio un puñetazo en el brazo antes de que pudiera empezar y
Nos dio una mirada penetrante mientras Saint le lanzaba una mirada fulminante.
"Les dije, imbéciles, que Tate está a salvo con Niall. ¿Pero el resto de ustedes?
"No me gustan tus posibilidades si lo enojas", explicó Kyan.
Niall se rió a carcajadas cuando el auto chocó contra un banco y mi estómago se hundió cuando
Sentí como si solo estuviéramos conduciendo sobre dos ruedas durante un par de
interminables segundos antes de que volviera a golpear el suelo sólido.
"¿Alguien quiere tomar el volante?" Niall llamó. "Me duele el brazo
"Como un culo al que acaban de follar sin lubricante".
En realidad, no esperó a que nadie respondiera antes de frenar bruscamente y saltar fuera
del auto y cuando abrió la puerta, noté el

Manchas de sangre en su asiento.
"¿Qué carajo te pasó, viejo?" Kyan preguntó mientras abría su
puerta también y salí. Lo seguí justo detrás de él, mirando la sangre.

que goteaba desde el brazo izquierdo de Niall hasta el suelo.
"Me dispararon un poco". Niall se arrancó una venda improvisada de su brazo que
parecía haber sido su camisa. Su fuertemente entintado y lleno de cicatrices.

El torso musculoso estaba salpicado de rojo y contuve el aliento mientras la sangre
orinando por su brazo comenzó a gotear de sus dedos.
"Le dije que hiciera algo al respecto", insistió Tatum mientras salía de
El auto también y Saint tomó su teléfono del portavasos, claramente decidiendo que él
sería el mejor para hacer el plan si Niall no lo hacía.
"No es nada, muchacha", dijo Niall, despidiéndola mientras ella intentaba conseguir una mejor situación.
Mire y se desabrochó el cinturón antes de deslizarlo alrededor de su brazo y
apretarlo sobre la herida de bala.
Caminó hasta la parte trasera del Jeep y lo abrió antes de agarrarlo.
Un rollo de cinta adhesiva y tomé la mano de Tatum mientras lo seguíamos, mis ojos se
posaron en la extraña variedad de artículos que guardaba en su auto.

"¿Qué diablos es toda esta mierda?" Pregunté mientras miraba el surtido.
de herramientas, desde hachas hasta martillos y una pistola de clavos, los cuatro rollos de cinta
adhesiva, un grueso rollo de cuerda, una caja de fuegos artificiales, cortapernos y lo que parecía una
venda para los ojos arrojada encima.
"Hitman", dijo Niall, señalándose a sí mismo antes de enrollar la cinta adhesiva
alrededor de la herida sangrante en su bíceps unas cuantas veces y arrancarla con los
dientes. "Pero si la policía me detiene, simplemente digo que soy un manitas".
“¿Cómo se explica la venda en los ojos?” Preguntó Tatum con curiosidad.
“Les digo que soy sumisa y que si mi ama me llama tengo que estar lista para que venga
a estrangularme sin importar la hora del día o de la noche. La gente no tiende a cuestionar
esa mierda”.
Tatum soltó una carcajada mientras yo me contenía en decir la mitad de las cosas que
corrían por mi cabeza. Ya sabía que era un pistolero a sueldo.

Por lo que Kyan nos había dicho, pero parado aquí mirando su equipo de matar
un poco lo hizo más real.
"Parece que tienes una buena configuración aquí", dije, preguntándome si felicitar
sus armas homicidas era lo que se debía hacer en esta situación. Lo único que sabía con
certeza era que esto era jodidamente extraño.
"¿Por qué? ¿Necesitas a alguien muerto?" Niall preguntó casualmente como si me
estuviera ofreciendo un refresco. "No tengo ninguna vacante esta semana porque realmente
necesito volver a casa y alimentar a mis mascotas. A la luchadora no le gusta si la dejo
esperando demasiado entre medias". comidas. Ella se pone muy bocazas. El otro también
se enoja, pero él me importa un carajo, así que no me molesta tanto ese tema. Aún así, no
quisiera que se muriera antes de que yo bien y listo."
Kyan me dio una mirada que decía no preguntes, pero tenía mucha curiosidad.
ahora.
"¿Eso es sanitario?" Preguntó Tatum, señalando su vendaje de cinta adhesiva y Niall
soltó una carcajada antes de cerrar el baúl y rodear el auto para sentarse en el asiento del
pasajero delantero.
"A Niall no le importa mucho su propia mortalidad", dijo Kyan encogiéndose de hombros
mientras nos guiaba alrededor del auto para regresar.
Blake había tomado el asiento del conductor y Saint estaba mirando un mapa en el
teléfono de Tatum mientras murmuraba sobre la mejor ruta a tomar para evitar el campamento
mientras nos dirigíamos de regreso al sur hacia la casa de la familia de Kyan.
Me senté en el asiento del medio y Kyan se subió a mi lado, colocando a Tatum en
su regazo antes de cerrar la puerta.
"Sigue esta ruta lo mejor que puedas", dijo Saint, entregándole el teléfono de
Tatum a Blake, quien lo colocó en un soporte en el tablero con el navegador por satélite
resaltando una ruta que Saint claramente había trazado él mismo.

"Adelante", estuvo de acuerdo Blake, acercándose a los árboles una vez más y nos
alejamos del campamento lo más rápido que pudimos.
"Necesitamos enviar esas imágenes del campamento a la prensa", dijo Saint,
extendiendo su mano hacia el teléfono de Kyan y le fruncí el ceño cuando me di cuenta de que
ni siquiera había saludado a Tatum todavía.
"Necesitas relajarte, hermano", bromeó Kyan, arrojándole el teléfono todo el tiempo.

mismo.
"Lo haré tan pronto como estemos lejos de aquí y la amenaza haya pasado".
replicó antes de concentrarse en el teléfono e ignorarnos al resto de nosotros.
Niall pateó sus botas sobre el tablero y encontró una gorra de béisbol en la guantera, se
la puso y se la puso sobre los ojos mientras parecía irse a dormir.
"¿Estás bien?" Le murmuré a Tatum mientras tomaba su mano entre las mías y la
giraba para inspeccionarla en busca de signos de lesiones.
"Estoy bien. Niall era un protector feroz, no te preocupes."
"Creo que necesitas un chequeo físico completo para estar seguro, cariño", Kyan.
Murmuró contra su cuello mientras pasaba su mano por su muslo.
Tatum suspiró satisfecha y giró la cabeza para darle un beso en los labios antes de
inclinarse hacia mí. Había algo en eso que parecía tan simple, tan fácil, que ella simplemente
pasara de uno de nosotros a otro. Ni siquiera sabía cuándo había caído en ese ritmo,
pero al menos en este tipo de situaciones, parecía tener mucho sentido.
Saint estaba escribiendo furiosamente, enviando correo electrónico tras correo
electrónico a tantos medios de noticias diferentes como podía y cuando salimos del bosque
y volvimos a la carretera, ya había terminado. Sin decir palabra, tomó la tarjeta SIM del
teléfono, la rompió en pedazos y luego bajó la ventanilla para tirarla.

afuera.
Tan pronto como la ventana se cerró de nuevo, alcanzó a Tatum y sacó
Ella se acercó para besarlo profundamente. Cuando se separaron, ella se movió para
recostarse sobre nosotros tres, colocando su cabeza en el regazo de Saint mientras
entrelazaba sus dedos con los míos y dejaba sus piernas sobre Kyan.
Me hizo sentir incómodo saber que ella no estaba atada sino al auto de Niall.
Aquí atrás no parecía haber ningún cinturón de seguridad, así que no tuvimos muchas opciones
al respecto y traté de no pensar demasiado en ello.
Me relajé en mi asiento mientras pasaban los kilómetros y Blake nos llevó en coche.
un círculo alrededor del campamento y de regreso a la casa de la familia de Kyan. Todavía era
bastante difícil imaginar el final de todo esto, pero al menos en ese momento estábamos
juntos y a salvo y podía concentrarme en eso.
***
Debí haberme quedado dormido en algún lugar antes de llegar a la casa del abuelo
de Kyan porque me desperté bruscamente cuando nos detuvimos afuera.
El lugar era increíblemente grande, parecía más una especie de resort que un
casa para un hombre soltero, pero Kyan no dijo nada para explicarlo mientras salía del auto y se
hacía a un lado para hablar con Niall.
"¿Es realmente una buena idea que nos quedemos aquí?" Pregunté dubitativamente, mirando
Me acerqué al imponente edificio mientras seguía a los demás fuera del auto.
"Liam ha estado intentando traer a Kyan de regreso aquí desde hace un tiempo", explicó
Saint. "Nos ha ayudado demasiadas veces recientemente y no seguirá aceptando un pagaré de
Kyan como pago".
"¿Qué le va a obligar a hacer?" Tatum preguntó en voz baja justo cuando
La enorme puerta de entrada en lo alto de las escaleras se abrió.
Todavía estaba oscuro porque solo eran las tres de la mañana, pero aparentemente
nada tomó por sorpresa al personal, ya que una mujer vestida con un traje de sirviente
El uniformado nos esperó para saludarla.
"No te preocupes por eso", dijo Saint suavemente, acercándose a Tatum y dándole un beso en
la frente. "Necesitamos un lugar donde quedarnos y la casa de Liam O'Brien está más cerrada que el
culo de un mosquito. Por ahora, le permitiremos creer que Kyan está alineándose. Me dará algo de
tiempo para llevarle las vacunas al Dr. De La Cost y para que yo persiga a mi padre y descubra
exactamente cómo queremos terminar esto. Una vez que ya no necesitemos la casa y la
protección de Liam O'Brien, encontraré una manera de liberar a Kyan de sus obligaciones para con él. ".
"Si el tipo es tan malo como Kyan dice que es entonces no lo veo simplemente siendo
razonable sobre cualquier cosa que se te ocurra", señalé.
"Si la única salida es el derramamiento de sangre, entonces estaré feliz de mojarme las manos",
dijo Saint encogiéndose de hombros. "Te lo haré saber una vez que haya decidido si es necesario o
no".
Se alejó de nosotros y suspiré mientras caminaba detrás de él con Tatum entre Blake y yo. Todavía
odiaba cuando Saint intentaba obtener rangos de esa manera, pero podía admitir que cuando se
trataba de todas estas conspiraciones e intrigas, estaba fuera de mi alcance. Así que le dejaría pensar
que él estaba a cargo por ahora si eso fuera lo que fuera necesario para mantener la paz.
Kyan se movió para interponerse entre nosotros y la casa antes de que pudiéramos ir más lejos
mientras Niall se quedaba atrás y encendía un cigarrillo mientras se apoyaba en el suelo.

capó de su coche.
"Niall ha pedido un favor", dijo Kyan, frotándose la mandíbula con una mano.
"Dijo que Tatum ya le había dado una vacuna cuando apareció por primera vez para ayudarla a sacarla
de la ciudad"
"Lo hice", estuvo de acuerdo. "Tenía sentido. Además, parecía que era lo menos que podía hacer".
"Deberías haber pasado eso por delante del grupo", dijo Saint.
"Habría sido bastante difícil explicar mi apego a esa hielera si no le hubiera dicho lo que
había dentro", respondió ella, inclinando la barbilla de esa manera que nos dijo que estaba lista para
pelear si él Seguí preguntándola sobre eso. “Y una vez que lo supo, habría sido un poco grosero
de mi parte no ofrecerle uno, ¿no crees? Teniendo en cuenta que me salvó el culo. Seguido por
todos vuestros traseros, debo añadir.
"Bien", suspiró Saint. "Entonces, ¿qué más quiere?"
"Dos dosis más", dijo Kyan, mirando a su tío, quien le sonrió.
nosotros mientras daba una calada a su cigarrillo.

"¿Para quien?" Preguntó Blake.
"Para... la gente que ha encerrado en su sótano." Kyan se encogió de hombros como si eso no
fuera jodidamente raro. "Quiero decir, dice que principalmente quiere uno para la niña, ese que le
compró a Royaume D'élite, pero dice que el otro 'sería útil'".
Saint se pellizcó el puente de la nariz y suspiró profundamente. "Bien. Es un pequeño
precio a pagar por mantener a Tatum a salvo", dijo, aunque todavía sonaba como si
estuviera un poco enojado.
"Mantengamos contento al asesino en serie", estuve de acuerdo. "Hay suficientes
"Hay gente que intenta matarnos sin que agreguemos otro a la lista".
Kyan se rió como si hubiera estado bromeando y tomó la caja de manos de Tatum.
sacándole un par de dosis y dándoselas a su tío.
“¿Quieres que te explique cómo se los das?” Tatum comenzó pero él
simplemente la despidió.
“Los apuñalaré en el trasero con ellos y esperaré lo mejor, gracias de todos modos. Te veré
entonces", llamó Niall alegremente, la sangre manaba de debajo del vendaje de cinta adhesiva
en su brazo.
"¿Quizás deberías hacerte revisar eso?" Sugerí mientras comenzaba a darse la vuelta y
miró la sangre como si no la hubiera notado antes.

"Mierda", jadeó Niall y levanté las cejas mientras me señalaba. "Me acabo de dar
cuenta de a quién me recuerdas. Me ha estado molestando toda la maldita noche".
"¿Qué tiene eso que ver con el"
"Él es el tipo de ese programa con las bicicletas, las armas y esa mierda".
—prosiguió, haciendo una pistola con los dedos y apuntándome con ellos.
"Ese podría ser literalmente cualquiera de tantos programas", señalé.
"Sí, pero ya sabes a quién me refiero. El que tiene al tipo que parece
Como tú." Me disparó su pistola, luego se giró y agarró a Tatum en un gran abrazo
de oso, apretándola con fuerza y haciéndola girar mientras ella se reía sorprendida.
La dejó, revolviéndole el cabello como si fuera una niña pequeña antes de

abrazar a Kyan también y salir en su auto nuevamente sin decir una palabra más.
"Cuídate", gritó Kyan y la risa de Niall llegó hasta nosotros en el viento mientras
arrojaba su cigarrillo por la ventana del auto.
“Soy como una cucaracha, muchacho. Puedes intentar matarme todo lo que quieras pero yo solo
Sigue pateando.
"Tu tío está jodidamente loco", murmuró Blake mientras lo despedía y
Kyan se rió entre dientes mientras subía las escaleras.
"Sí, bueno, cuando vienes de una familia como esta, creo que podría ser la mejor
manera de sobrevivir. Además, ha vivido cosas que ni siquiera quieres imaginar. Dudo
que a alguno de nosotros le estuviera yendo mejor". en su
circunstancias."
"Dudo que alguna vez me convierta en un payaso delirante", chasqueó Saint.
"Él no es un payaso", murmuró Tatum, mirando hacia atrás por encima del hombro y
Frunciendo el ceño tras el auto de Niall. “Creo que se siente solo. Y desesperadamente triste”.
Kyan suspiró profundamente, asintió y tomó su mano antes de llevársela a la suya.

labios y presionando un beso contra sus nudillos. “Siempre ves la verdad de
gente, ¿no es así, cariño?
"Es bueno que lo haga", respondió ella, mirándonos a los cuatro. "O
Nunca les habría dado una oportunidad a ninguno de ustedes. Todos ustedes eran unos idiotas
cuando nos conocimos."
"Uf, ¿por qué siento que vas a usar eso contra nosotros por el resto del tiempo?"
¿nuestras vidas?" Blake bromeó y Tatum puso los ojos en blanco mientras comenzamos a caminar
de nuevo.
"Quizás lo haga. Lo usaré para que ustedes hagan lo que quiera cuando quieran.
Quiero”, dijo.
"Ya hacemos eso", bromeé y ella sonrió.
"Buenas noches, Coco", susurró el ama de llaves mientras avanzábamos por la
pasos. "Tu abuelo ya se fue a dormir a dormir, pero pidió que todos ustedes se hicieran
una prueba del virus Hades antes de entrar a la casa". Señaló una bandeja que había colocado
en el escalón superior y Kyan conversó un poco con ella mientras todos las sacábamos rápidamente.
Tuvimos que esperar tres minutos para que aparecieran los resultados, pero una vez que
demostraron que éramos negativos, nos dejó entrar y le dijo a Kyan que recorreríamos el ala oeste
durante nuestra estadía. Así es, toda una puta ala.
¿Quiénes tenían casas con alas?
Realmente no tenía nada que decir ante esa maldita locura, así que seguí
Cerré la boca y traté de no quedar boquiabierto como el único pobre en la habitación mientras
seguía a Kyan y los demás a esta elegante ala que nos estaban regalando.
Kyan envió al ama de llaves a la cama, asegurándole que éramos capaces de arreglarnos
solos, pero cuando nos condujo a una suite enorme, encontramos una mesa preparada con
sándwiches y bebidas como si de alguna manera ella hubiera sabido mágicamente que estaríamos
deseando algo. a ellos.

"Martha vale su peso en oro", gimió Kyan mientras agarraba un
sándwich y empezó a masticar antes de terminar la frase.
"Necesitaremos un lugar para refrigerar las vacunas", dijo Saint, sin apenas mirar el lujoso
dormitorio con una cama extragrande con dosel y techos abovedados.
De hecho, Blake tampoco lo hizo. Como si este tipo de opulencia lujosa fuera tan común
para ellos que ni siquiera lo notaran. Juro que nunca me había sentido más fuera de lugar en su
grupo que en ese momento.
"El mini refrigerador está allí", dijo Kyan con desdén, señalando un panel en
la pared que de hecho se abrió a una mini nevera con botellas de agua fría apiladas en su interior
cuando Saint la abrió para colocar la caja plateada dentro. Porque aparentemente eso era
totalmente normal.
Una mano cálida se deslizó en la mía mientras yo me paraba en medio de la habitación y Tatum
me dio una sonrisa de complicidad mientras se acercaba de puntillas para hablar en mi

oreja.
"Dame un pequeño y acogedor B&B y una pizza para llevar cualquier día", bromeó.
"Este lugar es jodidamente ridículo."
Le esbocé una sonrisa, aliviado al descubrir que no era el único que pensaba
Eso cuando ella comenzó a tirar de mí a través de la habitación.
"¿A dónde me llevas, princesa?" Le pregunté mientras dejaba que ella me guiara.
"En este momento, todo lo que quiero es quitarme este día de encima, meterme en esa cama
grande con ustedes cuatro y dormir hasta el final", explicó mientras entrábamos en un baño enorme que
me negaba a creer que fuera solo el baño privado. Nadie tenía grifos de oro ni una bañera independiente
en el baño.
"Entonces deseo concedido", le prometí, siguiendo su ejemplo mientras arrastraba mi ropa rota y
llena de barro y la acosaba hacia la ducha gigante que estaba contra la pared del fondo. Ni siquiera
había una pantalla que lo separara del resto.

de la habitación, solo una enorme ducha en forma de cascada sobre un desagüe empotrado en los
azulejos azul marino.
Tatum puso la ducha abierta y me metí debajo con ella, mis ojos bebiendo la vista del
agua fluyendo por su carne desnuda durante tanto tiempo que ni siquiera noté que los
demás nos seguían hasta que estuvimos todos mojados y rozándonos. unos a otros mientras
nos lavábamos.
Estábamos demasiado cansados para convertirlo en algo más de lo que era.
aunque de alguna manera los cuatro terminamos lavando a Tatum, nuestras manos
tocándola y acariciándola mientras las burbujas se deslizaban sobre su piel sedosa. Es
posible que mi mano se haya sumergido brevemente entre sus muslos, provocando su
clítoris con una suave caricia mientras los demás jugaban con sus pezones endurecidos y
su culo apretado hasta que ella jadeó y se aferró a mi brazo, sus uñas cortándome mientras
la atraía hacia la felicidad.
Nos secamos rápidamente y después de eso nos amontonamos juntos en el súper rey.
Descubrí que ni siquiera me importaba una mierda que hubiera otros tres chicos desnudos
en mi cama mientras todos nos quedábamos dormidos. Porque estábamos juntos y
estábamos a salvo y eso era más de lo que se podría haber dicho hace apenas unas
pocas horas. Así que iba a contar mis bendiciones, abrazar fuerte a nuestra niña y rezar
para no tener que soltarla nunca más.
***
Me desperté con la sensación de las suaves yemas de los dedos recorriendo mi brazo
y mi polla se endureció cuando alcancé a la chica con la que me había quedado dormido. Su
aroma se adhirió a las almohadas mientras la buscaba entre las sábanas y sentí el
calor de su cuerpo fuera de mi alcance.
La idea de su piel desnuda tan cerca me hizo desear reclamarla y aunque sabía que
probablemente necesitaba dormir más, no pude resistir la idea de

despertarla y ver si podría querer aceptar esa idea. Sin embargo, lo haría muy bien, con mi cabeza
entre sus muslos, despertándola mientras la comía como si fuera mi desayuno favorito y la hacía
suplicar por el resto de mí.
Me acerqué a ella y mi mano alcanzó su muslo, pero en lugar de
Al encontrarlo, mis dedos aterrizaron en una polla sólida.
“¡Ah!” Retiré mi mano y abrí los ojos, encontrándome en la cama solo con un Blake Bowman
desnudo y nadie más. No exactamente como esperaba comenzar mi día.
"Buenos días, hermosa", murmuró Blake adormilado cuando encontré que mi dificultad se hundía
rápidamente.
"Maldita sea. ¿Dónde está Tatum? Gruñí, pasando una mano por mi cara mientras Blake se
encogía de hombros y cerraba los ojos de nuevo, claramente decidiendo dormir más.
Me levanté con el ceño fruncido y encontré a Saint sentado en una mesa pequeña, tomando
café mientras escribía en su computadora portátil. Sin embargo, la sonrisa divertida en sus labios
decía que había disfrutado ese pequeño espectáculo. Estúpido.
"Buenos días", murmuré, buscando a Kyan y Tatum a mi alrededor y me quedé en blanco.
"Son las nueve y veintitrés", dijo Saint sin levantar la vista de su trabajo.
"Difícilmente es lo que yo llamaría mañana".
"¿Qué quieres que diga entonces?" Pregunté, levantándome de la cama y estirándome
mientras intentaba aliviar un nudo en mi cuello.
"Kyan nos trajo algo de ropa", dijo Saint, mirándome con la mirada.
Un atisbo de mueca de desprecio y puse los ojos en blanco mientras me dirigía hacia la ropa
cuidadosamente doblada en la silla que él estaba señalando.
"¿Qué pasa? ¿La vista de mi polla te ofende a menos que estés viendo cómo se la meto
a tu novia?" Bromeé y Saint se encogió de hombros.

"Un pene flácido colgando sin motivo es sólo una distracción para la vista", dijo
casualmente, volviendo a su trabajo. "Uno sólido que haga que Tatum Rivers se corra con
tanta fuerza que no pueda evitar gritar tiene mucho más atractivo".
Solté una carcajada sorprendida mientras cogía un par de sudaderas grises y Saint
En realidad sonrió, haciéndome dar cuenta de que me había estado jodiendo. ¿Quién
hubiera pensado que el diablo tendría sentido del humor?
Yo también me puse una camiseta y luego me acerqué a la mesa para tomar unas
tostadas y una taza de café de la mesa que nos habían preparado recientemente. Debí
haber estado realmente fuera de lugar por haber extrañado a Martha o a quienquiera
que haya entregado esto, pero sabía que Kyan había dicho que dejaría un carrito de
desayuno afuera durante la noche, así que supuse que Saint lo había llevado. No me
estaba quejando, pero Era jodidamente extraño tener ese tipo de servicio en tu maldita casa.
La comida que mágicamente aparecía cuando yo quería era un beneficio de persona rica al
que podía acostumbrarme.
"¿Dónde están Kyan y Tatum?" Pregunté y Saint se encogió de hombros.
"Se fueron a buscar la comida, pero la comida llegó y no regresaron con ella. Supongo
que fueron asaltados por el abuelo de Kyan o se la está follando en algún lugar mientras
hablamos".
Chasqueé la lengua y miré hacia la puerta mientras hacía un rápido trabajo con mi tostada
y Saint continuaba escribiendo. No parecía importarle que hablara con él, pero claramente
estaba en medio de algo y yo tenía hambre de echar un vistazo más a esta loca mansión de
todos modos.
"Quizás vaya a buscarlos", anuncié mientras me levantaba, vaciando lo último de mi

café.
"Asegúrate de tener cuidado con tu lengua si te topas con un O'Brien", dijo Saint
dicho. "Realmente son un grupo brutal de matones y tú, mi querido Nash, es fácil
deshacerse de ti. No les des una razón para convertirte en un cadáver".

"Aww, no sabía que te importaba tanto, cariño", bromeé mientras tiraba
Abrí la puerta de par en par y justo antes de que pudiera volver a cerrarla, me llegó su respuesta.
"Si lo hiciste."
Sonreí antes de que pudiera detenerme y luego me dirigí por el pasillo.
tratando de recordar por dónde llegamos aquí anoche.
Caminé por pasillos largos y cortos, subí y bajé escaleras y abrí algunas puertas, encontrando
desde una sala de juegos hasta una biblioteca, pero no me encontré con ningún alma viviente.
Esta casa era tan jodidamente grande que juro que me había perdido más veces que
nunca mientras descubría mi camino por Everlake Prep, y después de un tiempo la emoción de
explorarla se desvaneció, lo que me hizo querer regresar a

nuestra habitación.
Me di la vuelta, con la intención de hacer precisamente eso, suponiendo que realmente pudiera
encontrar el camino de regreso cuando un ruido ahogado llamó mi atención hacia una habitación al
final del pasillo. Caminé hacia allí, creyendo escuchar el bajo estruendo de la voz de Kyan.
Estaba tan volteado en estos pasillos magníficamente decorados que cuando abrí la puerta y me
encontré en otra habitación, realmente me sorprendí. Pensé que esta parte de la casa eran todas
habitaciones de entretenimiento, pero claramente estaba equivocado en eso.
Tatum jadeó cuando abrí la puerta y por un momento la ira y los celos palpitaron a través
de mí mientras la veía inmovilizada debajo de su marido tatuado en la cama, con las manos atadas
en la base de la columna y el culo en el aire. . Kyan estaba parado directamente detrás de ella,
con los dedos clavándose en sus caderas mientras la follaba fuerte y rápido. Ni siquiera pareció
notarme cuando extendió la mano y agarró a Tatum por el cuello, levantándola para que su
espalda quedara presionada contra su pecho. Pero cuando levantó la mirada de morderle el
lóbulo de la oreja para mirarme directamente a los ojos y sonreír, supe que había estado muy
consciente de mi llegada.
"¿Quieres unirte a nosotros, hermano?" preguntó, moviendo sus caderas lentamente mientras se
inclinaba para acariciar el clítoris de Tatum, haciéndola gemir mientras su mirada encapuchada se
posaba en mí.
Fruncí el ceño mientras él apretaba su mano alrededor de su garganta, la necesidad de arrastrarla
él fuera de ella consumiéndome por un momento antes de que entrara y

Golpeé la puerta y la cerré detrás de mí. Ella había dejado más que claro que ella
Disfruté lo duro que Kyan era con ella, pero no podía negar que todavía estaba luchando por
entender completamente por qué ella le había permitido medio estrangularla de esa manera.
"¿Te está lastimando princesa?" Pregunté, incapaz de evitarlo.
Kyan se rió entre dientes mientras relajaba su garganta y ella se lamía los labios hinchados.
"Sólo de la manera que a mí me gusta", jadeó.
"¿Por qué no vienes y lo intentas?" Ofreció Kyan, sacudiendo sus caderas.
hacia atrás para que él le sacara la polla y Tatum jadeó con un sonido de frustración cuando
ella se quedó con ganas.
"La idea de hacerle eso realmente no me atrae", dije encogiéndome de hombros, aunque sus
manos atadas en la base de su columna así hicieron que sus tetas salieran de la manera más
deliciosa. Entonces tal vez no estaba totalmente en contra de todo eso.
"Eres tan vainilla", bromeó Kyan y Tatum intentó morderlo en medio.
intento sincero de regañarlo.
"No lo soy", no estuve de acuerdo. "Simplemente me cuesta entender lo que obtiene Tatum.
de ser atado de esa manera y usado para tu placer."
"No la uso sólo para mi placer", se burló Kyan. "Cuando me la follo, ella se corre muchas más
veces que yo".
Tatum se mordió el labio y sus ojos ardieron con una idea mientras me miraba.
"¿Por qué no lo intentas, Nash?" ella preguntó.

"¿Quieres que intente follarte mientras estás atado?" pregunté y en todos
Para ser justos, mi polla estaba dura como una roca y estaba más que dispuesto a ocupar el
lugar de Kyan. Simplemente dudaba que empezaría a asfixiarla.
"¿O podrías descubrir cómo es estar atado?" ella sugirió que
Una mirada hambrienta en sus ojos brillaba de emoción ante esa idea.
"Joder, sí", asintió Kyan con entusiasmo. "Entonces los superaré a ambos."
"El día que te deje superarme sería un día frío en el infierno", señalé.
con una burla.
"Bien", admitió. "Desnúdate y déjame atarte entonces. Tatum puede ser quien te supere y yo
disfrutaré el espectáculo".
Quería protestar que no tenía ningún deseo de estar atado, pero ese comentario vainilla
me estaba cabreando y tuve que admitir que prefería la idea de eso a la idea de estrangular a mi
chica mientras la follaba. No importaba cuánto pareciera disfrutar que Kyan lo hiciera.
"¿A menos que seas una mierda de gallina?" se burló.
Tatum se mordió el labio, pero pude ver que quería que yo aceptara, así que me quité la camisa
por la cabeza y la tiré a un lado antes de arrastrarme hasta la cama frente a ella y robarle un beso.
Ella gimió en mi boca mientras yo acariciaba sus senos, tirando de ellos y
acariciándolos para que jadeara, luego moví mi boca hacia abajo para tomar su pezón y succionó
con fuerza hasta que respiró hondo.
Agarré su trasero y la levanté sobre mi regazo mientras me recostaba en la cama, gimiendo
mientras ella aplastaba su humedad contra mi polla, donde se filtraba a través de mi sudor gris.
Kyan agarró mi muñeca y se la sacó del trasero, atándola con una cuerda negra y asegurándola
al marco de la cama. Mi ritmo cardíaco se aceleró cuando agarró mi otra mano y no me perdí su
sonrisa divertida mientras extendía ese brazo y lo ataba en su lugar también.

Tatum me miró con avidez mientras continuaba apretándose contra mí.
y tiré de mis muñecas cuando me di cuenta de que no podía hacer nada para deshacerme de
mis pantalones. Y con las manos de Tatum todavía atadas a la espalda, no podía
cualquiera.
"Desátala", dije, me dolía la polla mientras ella mantenía ese tortuoso movimiento.
"No", respondió Kyan con una sonrisa. "Creo que tendrás que invitarme a
Después de todo, juega si quieres ayuda para sacar a esos chicos malos.
Le maldije, tirando de las cuerdas tan fuerte como pude y haciendo que el
El marco de la cama de metal sonaba, pero no se rompían. El bastardo me había atado
demasiado bien. Y yo había caído directamente en su maldita trampa.
Tatum soltó una risa entrecortada ante mi frustración, jadeando mientras golpeaba
Su clítoris cayó sobre mí, excitándose y haciendo que mi polla palpitara. Iba a correrme en
mis pantalones si esto duraba mucho más, pero eso no era lo que quería. Quería estar muy
dentro de mi chica, haciéndola gritar mientras la golpeaba, sin entrar dentro de mis
malditos boxers.
"Sólo tienes que decir la palabra", ronroneó Kyan, inclinándose y soplando suavemente
sobre el duro pezón de Tatum, haciéndola gemir con el deseo de que él acortara esa distancia.
Pero sabía que no lo haría. No a menos que lo haya invitado. y eso
Estaba claro cuánto lo deseaba ella también.
Mis ojos se posaron en la forma en que sus tetas rebotaban y gemí mientras
asentía con la cabeza, necesitando más de lo que estaba obteniendo en este momento y
cediendo al maldito Kyan y su estúpido juego. Lo recuperaría por esto en algún momento,
pero ahora mismo estaba dispuesto a admitir la derrota en nombre de meter mi polla dentro
de mi chica.
Con una risa sucia, Kyan se movió detrás de Tatum y la animó a levantarse para
arrodillarse sobre mí, pero sin tocarme más. Metió la mano entre sus muslos y enganchó sus
dedos alrededor de mi
cintura, sonriendo como un imbécil antes de bajarme los pantalones y quitarme

de mí.
Los arrojó a un lado, dejándome desnuda, pero agarró el cabello de Tatum.
evitando que volviera a bajar sobre mí mientras él se arrodillaba sobre mis piernas detrás de
ella y dejaba caer su mano libre entre sus muslos.
Dejé escapar un gemido de frustración cuando me vi obligado a verlo jugar con ella, sus dedos
hundiéndose dentro de ella mientras presionaba su clítoris con su pulgar y tiraba de su cabello
hacia atrás para que ella expusiera su garganta para que él la chupara y marcara.
Precum goteaba la punta de mi polla mientras me dejaban ver el programa y Tatum era rehén
delante de mí, follándose la mano y gimiendo tan fuerte que no poder participar era como una
puta tortura.
Cuando ella vino hacia él, estaba gritando y mi polla estaba tan dura que estaba casi seguro
de que iba a correrme solo con ver la actuación perfecta que estaba haciendo para mí.
Kyan ni siquiera le dio tiempo para recuperarse cuando la empujó hacia mí, agarrando la
base de mi polla con su mano tatuada y guiándola dentro de ella con un fuerte empujón.
"Jesús", maldije, pero no podía seguir enojado con él por sobrepasarse, porque había movido
sus manos a su trasero y la estaba meciendo en mi polla de una manera que hacía que me dolieran
las pelotas mientras controlaba sus movimientos. .
Gruñí su nombre mientras subía mis caderas y la empujaba, haciéndola
Gime con cada empujón fuerte mientras Kyan levanta una mano para jugar con su pezón.
Los ojos azules de Tatum se encontraron con los míos mientras me montaba, sus manos
todavía atadas detrás de ella mientras las mías permanecían pegadas a la cama, dejando nada
más que ese punto vital de contacto entre nosotros mientras ella me montaba más fuerte y más
rápido, persiguiendo otro orgasmo como ella. desesperado por ello.

Kyan dejó de mover sus caderas, dio un paso atrás y nos miró mientras sacaba una botella de
lubricante del bolsillo de sus pantalones deportivos que estaban en el suelo cerca del mío.
"¿Guardas lubricante en la casa de tu abuelo?" Gruñí mientras él deslizaba un poco a lo
largo de su sólida polla y él me sonrió mientras
sacudió su cabeza.
"¿No echaste un vistazo a esa bolsa negra a la que Saint se ha aferrado desde
¿Salimos del Templo? El cabrón sucio trajo casi tantos juguetes sexuales como fajos de billetes".
Me olvidé de hacerle preguntas mientras Tatum se inclinaba hacia atrás y comenzaba a gemir
más fuerte, mi polla claramente encontró ese lugar perfecto en lo profundo de ella y me concentré en
empujarla hacia arriba y hacia adentro tan fuerte y tan rápido como pude.
"Joder, Nash, no pares", me ordenó sin aliento y yo hice lo que me pedía.
Le dije, follándola fuerte y profundamente hasta que su coño se apretó alrededor de mí y ella estaba
gritando mi nombre, haciendo que mis pelotas se apretaran con la necesidad de
liberar.
"No te atrevas a venir, Nash", me advirtió Kyan mientras regresaba a la cama y por algún
maldito milagro logré no hacerlo, apretando los dientes y disminuyendo el ritmo mientras Tatum se
desplomaba sobre mi pecho.
Su coño seguía palpitando a mi alrededor mientras dejaba que su peso cayera sobre mí y yo
presionaba besos a un lado de su cabeza hasta que levantó la boca.
para conocer el mío.
La cama se movió debajo de nosotros cuando Kyan se acercó detrás de ella, y supe lo que
estaba planeando incluso antes de sentir el frío goteo del lubricante contra la parte interna de mis muslos
mientras él extendía un poco sobre su trasero.
Los dientes de Tatum se hundieron en mi labio inferior mientras se empujaba dentro de ella y gemí
cuando sentí que él también se deslizaba hacia adentro, la delgada pared de carne que dividía nuestras
pollas se sentía como casi nada mientras ella se hacía increíblemente más apretada a mi alrededor.
Kyan se deslizó dentro y fuera de ella unas cuantas veces lentamente, haciéndola jadear y
gemir hasta que yo también comencé a moverme nuevamente, encontrando mi ritmo con él y
gimiendo ante la fricción adicional de su polla dentro de su cuerpo al mismo tiempo.
como la mía.
Cuando empezamos a movernos más rápido, Kyan puso una mano alrededor de la garganta de Tatum.
y la levantó, apretando un poco mientras ella gemía aún más fuerte.
No quería que me gustara, pero mientras observaba el placer bailando en sus ojos
Mientras la mantenía completamente a su merced, no pude evitar estar de acuerdo en que ella
claramente se estaba divirtiendo. Podía sentirlo en los escalofríos de su carne y en la forma en que su
cuerpo convulsionaba alrededor del mío.
"Está bien", murmuré. "Ahora lo entiendo."
"¿Crees que sí, cariño?" Kyan respiró en el oído de Tatum, usando su agarre en su garganta para
inclinar su cabeza hacia mí mientras continuaba follándole el culo al mismo tiempo que yo conducía hacia
su apretado coño.
Tatum solo gimió en respuesta, demasiado perdido en la sensación de que los dos la
poseíamos como para dar una respuesta coherente, pero cuando Kyan me miró por encima del hombro,
me di cuenta de que no había terminado de empujarme.
Se inclinó sobre Tatum, haciéndola inclinarse más sobre mí mientras extendía su mano libre y la
colocaba ligeramente alrededor de mi garganta. Me quedé quieto por un momento, frunciendo el ceño
cuando me di cuenta de lo que quería hacer, y estuve a punto de negarme hasta que mi mirada volvió a
encontrarse con la de Tatum.
Podía ver la emoción allí, incluso si sabía que ella no lo diría. Este
Fue mi elección, pero ella quería que yo también sintiera la emoción que ella sentía por esto.
"Bien", gruñí, mi polla gruesa y desesperada por liberarse dentro de ella y
Mi mente se nubló por mi hambre por ella. "Hazlo."
Kyan sonrió ampliamente cuando obedeció instantáneamente, sus dedos se flexionaron
alrededor de mi garganta mientras apretaba lo suficiente como para restringir mi respiración, aunque
no lo suficiente como para cortarla por completo. Mi instinto fue luchar contra él, pero
Mientras intentaba tirar de mis brazos, las cuerdas simplemente se tensaron y gemí de
frustración, cediendo y acelerando el ritmo una vez más.
Tatum gritó cuando la empujé con más fuerza y Kyan siguió mi ritmo, su
Su agarre se flexionó en nuestras gargantas mientras él la penetraba con un gruñido
de deseo y la restricción de mi oxígeno comenzó a hacerme sentir mareado.
Una parte de mí ansiaba luchar contra él mientras una pequeña parte de mí
disfrutaba la oportunidad de cederle este control. No sabía por qué, pero me sentí liberador,
como si me hubieran quitado los grilletes de todas las cosas malas que normalmente
me agobiaban y pude soltar algo más que el control de mi cuerpo, sino que estaba liberando
mi emociones también. Y cuando miré los ojos azules de Tatum mientras ella cedía a esa
misma libertad, sentí como si estuviéramos juntos en caída libre por un acantilado, todos
sumergiéndonos en profundidades desconocidas de nuestros vínculos y uniéndonos
de la manera más pura que jamás había conocido. experimentado.
Los sentimientos en mi carne se concentraron en esos pocos puntos más importantes de
contacto y empujé más fuerte, más profundo, la polla de Kyan se encontró con la mía en
ritmo y profundidad hasta que Tatum gritó. Su coño se apretó y agarró mi polla con tanta
firmeza que, antes de darme cuenta, me corrí con tanta fuerza que casi me desmayo.
Maldije y jadeé cuando Kyan me soltó, golpeando su polla contra ella unas cuantas veces
más antes de que él también se corriera con un profundo gemido de liberación.
Ambos cayeron encima de mí, su peso combinado me aplastó.
Me acostó en la cama de la manera más deliciosamente satisfactoria.
Nos quedamos así durante varios minutos dolorosamente largos antes de que Kyan saliera corriendo.
apagado, desatando las manos de Tatum para que pudiera caer en el espacio
entre nosotros en la cama.
"Te amo", dijo sin aliento, sus palabras tan claras para los dos.
que no pude evitar sonreír.

"Yo también te amo", le respondí y lo curioso fue que incluí

Kyan en esa declaración. No exactamente de la misma manera, pero lo amaba. Él
era mi familia ahora. Como los otros dos. Y hubo un momento en el que nunca
pensé que volvería a tener una familia, así que eso significó muchísimo.
a mi.
Él se rió entre dientes mientras me desataba y los tres nos quedamos allí en la
cama, nuestras manos acariciando a nuestra chica y él regodeándose sobre mí
mientras a mí no me importaba una mierda. Porque cualquier cosa que hiciera que mi
chica se corriera así valía la pena para mí y no trataría de negar que yo también lo
había disfrutado más.
No podría decir que fuera a convertirse en algo normal, pero con
En esta relación inusual que teníamos los cinco, estaba bastante seguro de que
tener la mente abierta sobre todo en el dormitorio era el camino a seguir.
Y yo estuve aquí para eso. Para esto. Para ella. Demonios, yo estaba aquí para
nosotros. Y no iba a disculparme ni a poner excusas por ello, porque por primera
vez en mucho tiempo, estaba feliz. Así que no tenía ninguna intención de sabotear
eso.
Recibimos una invitación que nos deslizaron debajo de la puerta de nuestra

habitación en un pequeño sobre elegante, diciéndonos que nos uniéramos a Liam
para cenar. Era algo totalmente extraño para un abuelo, pero Liam no era
exactamente del tipo tierno. Era de los que provocaban noches de insomnio en la
gente y les hacía saltar ante su propia sombra. Kyan dijo que la cena no era
negociable y que Liam esperaría que nos vestiéramos elegantemente, así que
pronto bajamos las escaleras con ropa fina. Los trajes eran de Kyan, pero una criada
me había traído un vestido a la habitación.
El vestido era de un rojo sangre intenso y abrazaba mi figura con un escote
pronunciado que casi llegaba a mi ombligo. Era realmente excesivo para una cena
familiar, pero ya había cenado con esta familia antes y sabía que no era un asunto
normal. No podía imaginar cómo debió haber sido para Kyan crecer rodeado
de estos psicópatas. Y era extraño pensar que el que más se preocupaba por él era
posiblemente el más sanguinario de todos. Para mí estaba claro que Niall iría al fin
del mundo por su sobrino, así que supongo que eso lo convertía en un
psicópata amigable.
Kyan caminaba a mi izquierda con Blake detrás de él y Saint y Monroe flanqueaban mi
derecha. Estaban vestidos con costosos trajes negros que hacían juego y todos lucían lo
suficientemente bien como para comer. Y tuve la sensación de que ellos sentían lo mismo por
mí mientras sus ojos seguían recorriendo mi cuerpo.
Aproveché el poder de su compañía y me sentí como una emperatriz entre emperadores.
Los cinco podríamos afrontar juntos cualquier destino. Habíamos desafiado a la muerte misma,
la miramos a los ojos y la hicimos inclinarse ante nosotros. Y éramos plenamente capaces de hacer
que la vida siguiera su ejemplo.
Saint deslizó su teléfono de su bolsillo a mi lado, una notificación se encendió.
en la pantalla para ver un informe de noticias.
Sonrió con aire de suficiencia mientras hacía clic en él y fue llevado a un sitio web que
mostraba el video que Kyan había hecho del interior del campamento al que los habían llevado.
“Troy Memphis se niega a comentar sobre las imágenes filtradas desde el interior de lo que
se denominan Campamentos Hades”, leyó Saint el artículo en voz alta, con la voz llena de victoria.
“Se le pide al Gobernador del Estado que responda por las terribles condiciones que se ven en las
imágenes recibidas por una fuente anónima y que ofrezca una explicación sobre la necesidad
de tales campamentos cuando el público podría simplemente continuar aislándose en casa.
El video ha provocado más miedo entre una nación que ya estaba temerosa y los manifestantes
han invadido las calles de Hemlock City para luchar contra las reglas de cuarentena a las que
se les ha impuesto. La esposa de Troy Memphis ha anunciado públicamente su separación
esta mañana en respuesta a la noticia. Ella fue citada diciendo que él había "perdido el rumbo"
y le pidió que "diera a la gente una respuesta a las preguntas que le hacían". Afirma que no
tenía conocimiento de tales campamentos y que ella y el señor Memphis han estado separados
discretamente durante el último año”.
"¿Es eso cierto?" Pregunté sorprendido y Saint asintió.

“Hace mucho tiempo que no se aman entre ellos. Su utilidad
para ella ha seguido su curso. Se está separando de un hombre que apenas conoce,
y mucho menos desea. De vez en cuando me pedía que me reuniera con ella en el
pasado, pero me he ahorrado esa tarea desde el encierro. Honestamente, la mujer es
mayoritariamente inofensiva, pero también se mantuvo al margen y permitió que ese
hombre me criara con cualquier método que considerara adecuado. Así que no siento
ningún gran afecto por ella”, dijo Saint, sin emoción en su voz y pude ver en sus ojos que
realmente no le importaba. Él sonrió maliciosamente y guardó su teléfono.
“El zorro está huyendo”, dijo con una sonrisa. "Y los perros del diablo vienen por él".
"Lo atraparemos", gruñó Kyan y el resto de nosotros asentimos. "Y bueno

terminar esto."
Llegamos al enorme comedor donde la mesa estaba puesta para seis personas a la vez.
extremo lejano. Kyan tomó asiento a la derecha de la cabecera de la mesa y me acercó

a él.
"Será mejor que el resto de ustedes se sienten al otro lado", instruyó Kyan, tomando mi
mano y apretándola con fuerza.
Todos compartieron miradas molestas mientras Kyan se reclinaba en su asiento y
apoyaba mi mano en su rodilla.
“Ella es mi esposa y, hasta donde mi abuelo sabe, no pertenece a nadie más”.
Kyan dijo seriamente y Saint empujó a Blake y Monroe hacia los asientos a su lado
mientras se dejaba caer en el que estaba al lado de la cabecera de la mesa.
"Seguiremos el juego por ahora", dijo Saint, alisándose la camisa mientras

Se desabrochó el botón de la chaqueta en la cintura.
"Por ahora", gruñó Monroe, y Blake asintió rígidamente.
"Sólo para Liam", dije.
“Vamos, no es solo para mi abuelo. Todos sabemos que soy tu favorito, cariño”,
ronroneó Kyan y abrí la boca para reprenderlo como lo hicieron los demás.
Lo mismo, pero entonces las puertas se abrieron y Liam entró seguido por un mayordomo con
una bandeja de bebidas.
El aura imponente de Liam llenó la habitación mientras se movía hacia el final de la
mesa, ignorándonos mientras se dejaba caer en su asiento y el mayordomo colocó un vaso de
cristal de whisky frente a él antes de colocar uno frente a cada uno de nosotros.
Llevaba un elegante traje gris que hacía juego con su cabello, perfectamente arreglado tal
como lo había estado cada vez que lo había visto. Levantó su vaso, aspirando el aroma del
alcohol mientras lo hacía girar debajo de su nariz, todavía ajeno a nuestra presencia.
Y tuve la sensación de que no le gustaría que alguno de

Nosotros rompimos el silencio antes que él.
“Este es el whisky perfecto para brindar”, reflexionó Liam con su melodioso acento
irlandés, levantando su vaso y todos levantamos el nuestro en respuesta. “A mi sobrino, su
bella esposa y sus fieles amigos. Que la lealtad corra por tus venas, no sea que tu sangre
se derrame como un río a través de esta misma casa”. Tomó un sorbo de whisky y se me erizó
la piel mientras lo imitaba, su advertencia clara y resonando en el aire.
“Hm…notas de mango, albaricoques, un toque de miel y…un final de
especias amaderadas”, dijo Saint, con los ojos cerrados como un imbécil pretencioso
y casi resoplé por lo intrigado que parecía Liam por el comentario. "¿Es Bushmills
single malt de veintiún años?"
"Lo es", dijo Liam sorprendido, mirando a Kyan. "No me di cuenta de que tu amigo
tenía tan buen gusto".
"Tiene el mejor gusto", dije un poco en broma y los ojos de Liam se dirigieron a
a mí.
“¿Eso es así?” preguntó mientras Saint sonreía con aire de suficiencia.
"Sí, bueno, él cree que sí de todos modos", respondí.
"Los reyes del mundo saben que son reales antes de ser coronados".
Dijo Santo. “Si asumes la vida que deseas llevar antes de tenerla, la
el mundo algún día deberá ofrecerlo. Es inevitable."
Pasó un momento de tenso silencio y luego Liam se rió, puso una mano en el hombro de
Saint y lo sacudió. "Me gustas, muchacho".
Los sirvientes llegaron con nuestro primer plato y nos dispusieron pequeños platos de
bruschetta para todos y todos comimos nuestra comida en silencio.
Cuando llegó nuestro plato principal, el silencio hacía que me dolieran los oídos y miré por
encima de la mesa, encontrando la mirada de Blake mientras me guiñaba un ojo cuando nadie
estaba mirando. Fue muy arriesgado e hizo que mi corazón se acelerara, pero no pude evitar
deslizar mi pie más debajo de la mesa para rozar mi pierna contra la suya.
"Entonces." Liam se secó la boca con la servilleta mientras terminaba su comida, la tiró y tomó un
sorbo de agua mientras sus ojos se posaban en Kyan. “Hemos recibido una invitación al Banquete
anual de Moguls en Royaume D'élite”, anunció, dejando caer el hacha y mi estómago se hizo un nudo
mientras miraba nerviosamente a los demás. "Iremos allí juntos la próxima semana".
"No", la voz dura de Kyan resonó por la habitación.
“¿Disculpe, muchacho?” Liam preguntó peligrosamente, sus dedos rozando el
cuchillo al lado de su plato.
Tomé la mano de Kyan y me senté erguido en mi silla mientras me preparaba para batear.
para mi marido si me necesitaba. Porque no había manera de que pudiera volver allí. No cuando
Troy habría visto las fotografías de pasaporte del campamento al que los habían enviado. Habría
armado el rompecabezas y se habría dado cuenta de que sus niveles de anticuerpos eran tan altos
porque habían recibido una vacuna, habría descubierto que mis hijos fueron los que me salvaron de
su maldito laboratorio. Y no podríamos acercarnos a ese hombre a menos que estuviéramos en
condiciones de destruirlo.
"No puedo ir", dijo Kyan, mirando a su abuelo mientras Saint
observó la situación con ojo crítico.

"¿Y por qué no?" Liam gruñó, sus ojos brillaban con oscuridad.
Kyan me miró a mí y luego a los demás, con los labios apretados. "Yo solo
no poder."
Liam abrió la boca, pero Saint llegó primero, hablando con calma todavía.
captando toda nuestra atención con el poder detrás de sus palabras.
“Desafortunadamente, señor O'Brien, su nieto, junto con el resto de nosotros, se ha
ganado recientemente algunos enemigos poderosos. Enemigos que incluyen a mi
padre”. Mi corazón latía con más fuerza, sin saber si esta información debería ser
entregada a Liam tan fácilmente, pero confiaba en el juicio de Saint. Y si él pensaba que
esto era lo que había que hacer, entonces tenía que dejarle hacerlo.
Los ojos de Liam se entrecerraron mientras miraba a Saint. "¿Oh?" Se volvió hacia Kyan.
"¿En qué te has metido, muchacho?" Su voz era cortante y pude ver al hombre asesino que
era en plena exhibición, con su brillante exterior agrietándose.

muestra el monstruo interior.
Saint continuó como si Liam se hubiera dirigido a él. “Robamos vacunas
laboratorio de mi padre y los tomó. Toda nuestra sangre ahora contiene anticuerpos
valiosos y él está en camino de guerra para destruirnos por el desastre que dejamos en sus
instalaciones. Hace tiempo que tengo sospechas de que es un miembro importante
de Royaume D'élite, por lo que Kyan no puede arriesgarse a ir allí o será capturado en el
momento en que llegue.
Liam tamborileó con los dedos sobre la mesa y noté un gran sello de oro.
anillo con un trébol grabado en su dedo medio. “¿Vacunas, dices?”
"Sí, estaban en las etapas de prueba, pero según todas las cuentas están completamente
efectivo”, dijo Saint.
"Mmm." Liam se pasó la mano por la suave mandíbula mientras miraba de Saint a su
nieto, su expresión no revelaba nada sobre sus sentimientos ante la mención de una vacuna.
"Bueno, parece que te has metido en bastantes problemas".

Qué desastre, Kyan”, dijo con frialdad. “Te doy hasta fin de mes para arreglarlo. Troy
Memphis es un hombre poderoso. Si puedes manejarlo, diría que tal vez puedas manejar
el negocio familiar. Pero lo harás por tu propia mano, no llames a tu tío Niall o intervendré y
me ocuparé de esta situación yo mismo”. Sonrió con complicidad mientras empujaba su
asiento. "Considérelo una prueba de sus capacidades". Pasó junto a Kyan y luego puso una
mano en mi hombro, su piel caliente contra la mía mientras hundía sus dedos en la clavícula.
“Y si fallas, me veré obligado a ofrecerle venganza al señor Memphis de alguna manera.
Hay tres personas sentadas en esta mesa que contribuirían en gran medida a
apaciguarlo. Recuerda eso, muchacho”. Salió de la habitación y un escalofrío recorrió mi
espalda por su amenaza.
"Pasemos a nuestra habitación", dijo Saint, levantándose de su asiento, no
Pareciendo en absoluto desconcertado por la amenaza, pero estoy seguro de que lo estaba. "Es
mejor tener nuestra próxima conversación en privado".
"Cierre la sesión", se rió Blake y Saint le dio una palmada en la cabeza mientras
él abrió la salida.
Monroe los siguió, pero cuando me levanté, Kyan tiró de mis dedos para mantenerme
allí, mirándome atentamente. "Yo arreglaré esto", dijo en un susurro, sus palabras mezcladas
con una promesa.
Levanté la mano para tomar su mandíbula y las yemas de mis dedos rozaron su
barba incipiente. "No, Kyan, arreglaremos esto".
Me volví y él me persiguió, con la mano en mi cintura mientras salíamos del
comedor. Algunos miembros del personal de Liam caminaban hacia nosotros con
pequeños vasos de chocolate y helado de vainilla, pareciendo sorprendidos de que ya
nos fuéramos. Blake agarró uno, sumergió los dedos en un vaso y chupó la masa
azucarada con una sonrisa. "Me los llevaré todos". Los recogió en sus brazos mientras
Saint le chasqueaba la lengua y seguía caminando mientras una sonrisa dibujaba en mis
labios. Corrí hacia adelante, arrebatándole uno a Blake y

sacando una cuchara de una bandeja antes de sumergirla en el helado. Sabía como un sueño
y gemí mientras tragaba, ganándome miradas hambrientas de todos mis chicos.
Saint me arqueó una ceja por encima del hombro y sonreí.
"¿Qué? ¿Vas a intentar obligarme a volver a comer lechuga y zanahoria?
¿Dieta que me hiciste antes? Pregunté, mi voz lo suficientemente aguda como para decirle
que no me gustaba ese recuerdo. “Porque pelearé contigo”.
"No", dijo simplemente y yo fruncí el ceño, corriendo hacia su lado y tragando

Otro bocado de helado.
"Porque sabes que no te escucharé o..." Me detuve, dejándolo abierto para que él
respondiera.
“Porque he sido testigo de tu cintura demasiado delgada y tus costillas
demasiado prominentes a manos de mi padre. Nunca volveré a controlar nada que entre a tu
cuerpo, sirena. No seré como el hombre que intentó poseer tu cuerpo y usarlo como mejor
le pareciera”.
Mi corazón tartamudeó y recosté mi cabeza contra su hombro, agradecida por
sus palabras mientras pasaba un brazo alrededor de mi cintura.
"No eres como él", susurré.
"Soy. Pero también me gustaría ser mejor que él”, afirmó.
"Lo eres", juré y sus dedos recorrieron suaves círculos contra mi costado, la tensión en su
frente se alivió.
Regresamos a nuestra habitación y entramos, el sonido de la puerta cerrándose hizo
que la tensión desapareciera de mis hombros. Dejé mi vaso de helado vacío al lado de la
cuchara, todavía con un poco de hambre por más.
“¿Quieres desabrocharme la cremallera? Este vestido se está clavando en todas
partes”, le pregunté a Saint y él se movió detrás de mí, sus dedos deslizándose por mi
columna mientras me liberaba.
Lo dejé caer hasta mis tobillos, saliendo de él con un suspiro de alivio y tirándome
sobre la cama con nada más que mis sedosas bragas verdes y mis tacones negros
todavía puestos. El vestido no permitía llevar sujetador.
"Vístete", cortó Saint. "Necesitamos tener una conversación importante y
no puedo expresar mis pensamientos claramente contigo luciendo así y mientras los demás
te miran como perros hambrientos".
Levanté la cabeza y encontré a Blake, Kyan y Nash, todos hombro con hombro
al final de la cama, con los ojos oscurecidos por pensamientos pecaminosos. Oh.
Blake todavía estaba comiendo una taza de helado y parecía que tenía ideas sobre dónde
quería ponerlo a continuación. Yo mismo tenía algunas ideas...
Me mordí el labio y aleteé las pestañas mientras me empapaba de su atención durante un rato.
momento, pero sabía que Saint no nos iba a dejar divertirnos.
"Vamos, te ayudaré a encontrar algo cómodo". monroe recogió
Me levantó, arrojándome sobre su hombro y me reí mientras él entraba al vestidor y

cerraba la puerta de una patada. Me bajó y me besó.
Aproximadamente, su deseo por mí me hace sentir dolor. Pero Saint tenía razón.
Necesitábamos discutir esto. Así que con mucho esfuerzo me aparté de Nash, agarré una
camiseta blanca y me la puse.
Monroe apoyó su hombro en la pared a mi lado, mirándome con una mirada
intensidad que podría haber reducido el mundo a cenizas.
"Haces que ser una buena chica sea muy difícil, Nash Monroe", bromeé mientras él
deslizó su pulgar por su labio inferior.
"Haces que ser un mal hombre sea jodidamente fácil, Tatum Rivers", ronroneó.
"Roscoe", corrigió Kyan mientras empujaba la puerta, doblando su
brazos gruesos con una sonrisa arrogante.
Nash hizo una mueca. "Creo que tenemos que cambiar eso".
“Seconded”, canté, poniéndome un par de pantalones deportivos de color rosa claro
antes de tomar unos calcetines cómodos y correr entre ellos para salir del armario.
Kyan me dio una palmada en el trasero mientras iba y le lancé el dedo en respuesta, con
una sonrisa tirando de mi boca.
Blake estaba en la cama, terminando el último helado y salté sobre el colchón para
acostarme a su lado, quitándole uno de las manos y moviendo mi dedo dentro del vaso.
Me sonrió mientras tragaba un bocado, su cabello oscuro cayendo hacia sus ojos. Se quitó
la chaqueta y se arremangó la camisa para revelar sus musculosos antebrazos y lo follé con
los ojos descaradamente mientras descansaba contra las almohadas.
"Te ves bien, chico dorado", ronroneé.
“Yo también sé bien. Ven aquí y dale una lamida. Movió las cejas,
inclinándose hacia mí y Saint aplaudió.
"Suficiente", dijo bruscamente desde el otro lado de la habitación, mirándonos a nosotros
en la cama y luego a Kyan y Nash mientras se desplomaban en sillas junto a un fuego crepitante.
“Debemos hablar antes de que esto se convierta en otra orgía. Dios, no puedo decir una
palabra sin que alguien me saque la polla estos días.
Solté una carcajada mientras Kyan se quitaba la corbata del cuello y la tiraba al suelo
antes de tirar también su chaqueta y empezar a desabotonarse la camisa. Lo dejó abierto
cuando terminó y observé los tatuajes que asomaban debajo del material blanco con los
dedos picando, la necesidad de explorarlos crecía en mí.
"¿Debemos actuar todos como demonios?" Saint recortó, juntando sus manos detrás.
su espalda. “Estaba disfrutando bastante el atuendo. Nash es el único de ustedes que tiene
algo de decoro.
"Lo siento hermano. Vestirme elegante no es lo mío”. Blake se encogió de hombros.
"Y difícilmente diría que tengo decoro", resopló Nash.

Kyan se rió a su lado. “Definitivamente no lo haces, hermano. No después de ti

Inclinó a Tatum el otro día y...
"Dije suficiente", siseó Saint y todos se quedaron en silencio mientras sus ojos
oscilaban entre nosotros. “Ahora tenemos que discutir el asunto de Royaume D'élite.
Todavía no tenemos suficiente información para conectar a mi padre con eso”.
"Pero hiciste una suposición para que podamos estar bastante seguros, ¿verdad?" Blake preguntó y
Saint se estremeció ante la palabra

"adivina". "No, no podemos estar seguros", gruñó Saint. “E incluso si lo
tuviéramos, mi padre ya está escondido. Podría desaparecer por completo si no
tenemos cuidado. Lo que necesito son pruebas frías y contundentes para poder arrastrar
el nombre de mi padre a todos los medios de comunicación del país cuando lo
exponga, lo persiga y me asegure de que pague por cada crimen que ha cometido.
Cuando termine, no quedará vivo un solo ciudadano americano que no conozca su
nombre y qué cucaracha repugnante es”.
"Entonces, ¿cómo vamos a obtener esa evidencia?" Pregunté, sentándome y

cruzando las piernas, dispuesta a hacer lo que fuera necesario. “¿Y cómo vamos a
destruir ese asqueroso club mientras estamos en eso?” Mi labio superior se despegó
hacia atrás y Kyan me sonrió al otro lado de la habitación, sus ojos brillaban oscuramente.
Saint se arregló la corbata. “Vamos a ir a Royaume D'élite y encontrarlo, sirena. He
sopesado las opciones, los riesgos y he deducido que el club es el único lugar que
conservará tales pruebas. Debe haber un archivo en una computadora o en forma
impresa dentro del propio edificio en el que figuren los fundadores y los miembros
del club. Es la única manera de poder hacer negocios entre ellos, la única manera de
asignar un número a los nuevos miembros. Por lo tanto"
"¿Nos vamos a una aventura?" Blake terminó, rebotando en la cama.

a mi lado y me reí.
“No son mis palabras, pero sí”, dijo Saint, con una sonrisa viciosa en sus labios.
"Por supuesto, me gustaría proponer que los cuatro vayamos y Tatum se quede
atrás, pero"
"No", gruñí al instante, y él asintió con firmeza.

No iba a dejar que mis Guardianes Nocturnos arriesgaran sus cuellos mientras yo me sentaba a la mesa.
en casa esperando a que volvieran como una ama de casa de los años cincuenta.
Estaría allí a su lado, asegurándome de que salieran de allí y de que ese lugar vil
estuviera de rodillas.
"Pero soy muy consciente de que se negará de todos modos y creo que sus
capacidades en una operación de este tipo superan los riesgos de llevarlo allí de
todos modos", continuó Saint.
"Quiero quemarlo", anuncié, apretando la mandíbula. “Quiero que se convierta
a cenizas para que nadie más pueda resultar herido allí”.
"Joder, sí", dijo Kyan emocionado y Nash hizo crujir sus nudillos, asintiendo con la
cabeza.
"Estoy caído", gruñó Blake, chupando lo último del helado de su pulgar.
Saint consideró eso durante un largo momento y casi pude ver los gráficos
circulares y de barras trazados en su mente antes de que asintiera. "Sí, eso debería ser
posible".
“Pero tendremos que sacar de allí a las prostitutas y a todos los demás cautivos.
Primero”, dije con decisión. No iba a lastimar a personas inocentes, pero si los
imbéciles que dirigían ese lugar estaban atrapados dentro cuando las llamas
comenzaron a devorarlo, entonces mucho mejor. Era lo mínimo que merecían.
"Podemos hacer eso", anunció Kyan mientras Saint volvía a caer en un silencio
pensativo. “El banquete anual de los Moguls es algo aburrido y exclusivo para los miembros.
No habrá putas hasta la fiesta posterior que normalmente comienza.
aproximadamente diez."
“¿Y dónde los guardarán antes de esa fecha?” Saint preguntó con curiosidad.
"Encerrado", dijo Kyan con una mueca de desprecio. “Hay celdas de detención en
el sótano. Cuando estaba en su... juego, me pusieron allí con los otros concursantes por
un tiempo”. Sus ojos se oscurecieron con algún recuerdo horrible y mi corazón se apretó. Eso
lo decidió. Me iba a asegurar de que los cabrones

quemado. Todos ellos.
Monroe golpeó su brazo contra el de Kyan en un gesto de consuelo y yo
Sintió que su vínculo zumbaba entre ellos como si estuviera hecho de hierro.
"Bueno, creo que tenemos un plan", gruñó Nash y Saint

asintió con la cabeza.
"Resolveré los detalles", dijo Saint y luego alguien llamó a la puerta.
y todos lo miramos sorprendidos. Se acercó, lo abrió y lo abrió. "¿Qué carajo?" respiró, sus
hombros se tensaron y el shock goteó a través de su postura. Ni siquiera tuve que ver su
rostro para leer esa emoción en él; No creía haber visto nunca a San Menfis tomado por
sorpresa por nada.
"¿Quién es?" Kyan saltó de su asiento y yo también salté.
Saint se hizo a un lado y dejó entrar a una mujer de piel oscura, labios carnosos y un
corto afro. Parecía tener unos treinta años y su mirada estaba fija en Saint mientras sonreía
con aire de suficiencia.
“¿Tía Jada?” Kyan cuestionó confundido. "¿Qué estás haciendo aquí?"
“Espera…” Blake se resistió cuando el reconocimiento llenó sus ojos.
"Oh", respiró Saint, comenzando a reír y yo fruncí el ceño, confundido por lo que
Qué diablos estaba pasando cuando echó la cabeza hacia atrás y comenzó a aplaudir.
"Hola, Kyan", dijo Jada con una sonrisa. “Sólo vine aquí para saludar a
Smo. Y frota un poco de sal en la herida que le acabo de hacer”.
"Por supuesto", se rió Saint y luego se compuso, extendiendo su mano.
a Jada. "Bravo. En verdad, no tenía ni idea”. Jada tomó la mano de Saint y la estrechó.
firmemente mientras ella le sonreía victoriosa.
"¿No tienes idea de qué?" Empujé, compartiendo una mirada con Nash, que parecía
igualmente perplejo.
"Estoy tan jodidamente confundido, hombre", murmuró Kyan, pasando una mano por su
cabeza. “¿Conoces a Santo?”
"Por supuesto que sí", dijo Saint, con los ojos llenos de luz. "Esta es mi doncella, Rebecca".
Mis labios se abrieron de golpe y miré a la mujer sorprendida.
"¿Qué?" Kyan frunció el ceño, perdido. "Pero"
"Claramente ella era la espía de tu padre", anunció Saint. “Ella fue plantada
en Everlake Preparatory para vigilarte”.
"Sí", dijo Jada encogiéndose de hombros como si no fuera nada, pero claramente no lo era.
“Y requirió mucha planificación, déjame decirte”.
"Hice verificaciones de antecedentes en tus malditas verificaciones de antecedentes".
Dijo Saint, sacudiendo la cabeza con incredulidad. "¿Cómo lo has conseguido?"
“Tengo un ejército de gánsteres O'Brien a mis espaldas, Saint. incluyendo mi
marido, Finn, que hace los documentos falsos para toda nuestra familia. La personalidad de
Rebecca se ha configurado durante años. Ella encajaba perfectamente cuando Kyan llegó a casa
de la escuela una vez quejándose de que despediste a otra sirvienta y la humillaste frente a la
mitad de la escuela”.
“Eso fue a sangre fría”, dijo Blake al recordarlo.
"Dejó mis mocasines cosidos a mano afuera en una tormenta de nieve, Bowman".
Dijo Saint con frialdad. "Eran únicos".
"Jesús", respiré, mi cabeza todavía daba vueltas. “¿Entonces has estado espiando a Kyan?”
Di un paso hacia la mujer, no me gustaba la idea de que hubiera alguien mirándolo y ni siquiera
Saint se hubiera dado cuenta de que era ella. ¿Qué sabía ella? Ella nunca había estado en The
Temple a menos que nosotros no estuviéramos allí, pero ¿y si hubiera instalado cámaras o... no...
no podría haberlo hecho? santo habría

conocido. Y si lo hubiera hecho, Liam lo sabría todo. Que no estaba sólo con Kyan sino con todos
mis chicos. Y Liam no habría dejado que eso mintiera.
"Solo cuidándolo", dijo Jada encogiéndose de hombros mientras Kyan doblaba su

brazos.
"¿Quieres dar más detalles, Jada?" Kyan empujó y ella la hizo rodar.
ojos.
"Estaba engañando al Señor del TOC", dijo. “¿Qué tan cerca crees que podría llegar a ti?
Me acaban de poner en el campus como un par de ojos para el chico favorito de Liam”.
"Sí", dijo Saint pensativamente. "Debiste haber tenido mucho cuidado de no dar un paso
demasiado en dirección a Kyan o te habría atrapado".
"Sí, y no lo hiciste", dijo con aire de suficiencia. "De todos modos, dado que todos ustedes
estarán escondidos aquí por el momento, pensé que el juego había terminado y solo necesitaba
un momento para regodearse".
"Bien merecido", comentó Saint y me sorprendió un poco lo mucho que
Bueno, él estaba tomando esto. Pero supuse que tenía sentido que apreciara a
cualquiera que pudiera burlarlo. Supuse que era algo bastante raro. “Y si quieres un puesto
como empleada doméstica en el futuro, házmelo saber. Estuviste impecable”.
“Con mi ayuda”, tosió Blake y Jada soltó una carcajada.
“No, estoy bien, gracias. Aunque los beneficios eran jodidamente excelentes, no me
importaría que volvieras a ser mi jefe, pero no para limpiar los baños. Ella le guiñó un ojo, saludó
con la mano y salió por la puerta así como así.

Saint cerró la puerta y luego le frunció el ceño a Blake. "Qué fue eso
¿Sobre tu ayuda?
“Los humanos cometemos errores”, dijo Blake poniendo los ojos en blanco. “Después del último
criada que despediste, decidí echarle una mano a ésta”.

"Nadie es perfecto", dije, recordando lo que Blake me había dicho sobre
Rebecca accidentalmente manchó la ropa blanca de Saint de rosa en el lavado una vez.
Saint suspiró y dejó caer los hombros. "Que decepcionante." Caminó hacia mí, agarrándome
la nuca y atrayéndome para darme un delicioso beso.
"¿Para que era eso?" Pregunté mientras me soltaba, el calor subía a mis mejillas.
de su toque.
“Es un adiós. Tendrás que quedarte aquí sola con Kyan esta noche.
Mientras RebecJada esté aquí, claramente no es seguro correr el riesgo de que permanezcamos
juntos en caso de que ella venga a espiarnos”.
"Oh hombre", se quejó Blake.
"Estoy cansado de que obtengas privilegios debido a tu boda falsa".
Monroe gruñó, poniéndose de pie.
“No fue falso”, razoné. “Pero eso no significa que lo quiera más.
que cualquiera de ustedes”.
Kyan bostezó ampliamente, se acercó y pasó un brazo alrededor de mis hombros. "Eso
es todo, esposa, dales la mierda para que puedas pasar un rato con tu favorito".
Dejé caer mi mano y agarré sus pelotas, apretándolas lo suficientemente fuerte como
para hacerle soltar un sonido muy poco propio de Kyan.
"No tengo un favorito", gruñí y él agarró mi muñeca, presionando
Baja los puntos de presión para tratar de hacerme soltar su basura. Pero mis dedos estaban
apretados.
"Está bien", dijo con voz áspera y lo solté mientras los demás se reían entre dientes.
Nash y Blake vinieron a darme un beso de buenas noches y tomaron algunas de sus cosas.
antes de que se fueran con Saint y me dolía el corazón por separarme de ellos.
Kyan me agarró por la cintura y me tiró sobre la cama encima de él con una sonrisa.
Luego hice una pequeña mueca cuando presioné mi peso sobre su muslo.
"¿Estás herido?" Pregunté alarmado, arrodillándome entre sus piernas.
"No. Bueno, no es nada que una buena mamada no pueda curar, cariño", dijo.
colocando sus manos detrás de su cabeza.
Le di un puñetazo en el estómago y soltó un suspiro mientras yo le sonreía.
Luego comenzó a desabrocharse los pantalones. Él se rió entre dientes mientras levantaba
sus caderas, quitándose los zapatos mientras yo los bajaba y encontraba un vendaje en su
muslo.
Mis labios se separaron. “¿Te hiciste un nuevo tatuaje?”
Se sentó y se quitó la cinta adhesiva de la piel. “No pude dormir anoche así que
Empecé uno”.
“Déjame ver”, le pedí emocionado y él se lo quitó, mostrándome el hermoso contorno
de una brújula. Era grande, cubría la mayor parte de la parte superior del muslo y estaba hecho
en negro y gris. El centro estaba lleno de un retrato de una mujer con flores en el cabello y
maquillaje en la cara que hacía que pareciera como si le hubieran dado puntadas desde
ambos lados de los labios hasta las mejillas. También tenía pintura facial alrededor de los ojos
y la nariz. Me recordó a uno de esos hermosos disfraces de Día de Muertos. La brújula que la
rodeaba tenía letras en sus puntas, pero en lugar de NES y W, eran SKN y B. "Es hermoso".
"Iba a ser rudo, pero lo aceptaré".
"Espera un segundo", dije mientras seguía mirándolo. Me mordí el labio mientras bebía
en los detalles y de repente me reconocí en el rostro de la chica. "¿Ese soy yo?" Mis
mejillas se sonrojaron ante la idea de que él marcara su piel de esa manera y mi corazón
comenzó a latir con fuerza.
"Por supuesto que es." Él sonrió, capturando mis muñecas y acercándome
su pecho, sus pantalones todavía hasta la mitad de sus piernas. “¿Y ahora qué tal esa
mamada, esposa? Te comeré fuera durante una hora después”.
Me reí, besando la comisura de su boca, una idea dando vueltas en mi cabeza.
"Hay algo que quiero primero".

Sus cejas se arquearon. "¿Oh sí?"
"Sí..." Pasé mis dedos por su pecho, empujando la camisa abierta a un lado.
para acariciar la tinta sobre sus pectorales. "Quiero un tatuaje."
Sus ojos se iluminaron como los de un niño pequeño. "¿Quieres escribir 'propiedad de
Kyan Roscoe' encima de tu coño?"
Le golpeé el hombro con una risa. "No."
"¿Entonces que?" preguntó en broma.
“Quiero… algo que los represente a todos ustedes”. Me mordí el labio y pasé la mano por su
hombro para rozarle la nuca. “Quiero una flecha. No, quiero cinco flechas. Uno para cada uno de
nosotros."
Su expresión se volvió pensativa y de repente me sacó de su
regazo, dejándome en la cama y subiéndose los pantalones mientras corría hacia el armario.
Reapareció con su cuaderno de bocetos y lo colocó sobre el escritorio, se sentó en la cómoda
silla y lo abrió. Comenzó a dibujar, sus ojos intensos mientras se concentraba, una pequeña
arruga se formó entre sus ojos. Se veía jodidamente hermoso, como una estatua romana lista
para que alguien la esculpiera.
Me levanté y me acerqué a él, con curiosidad mientras miraba la página por encima de su
hombro mientras su lápiz se movía de un lado a otro. Ladeé la cabeza para verlo mejor, pero él
arrancó el papel, lo arruinó y lo tiró.

través de la habitación.
"No es lo suficientemente bueno", murmuró, comenzando de nuevo.
“¿Puedo hacer algo para ayudar?” Le pregunté y él me miró por encima del hombro,
humedeciéndose los labios.
"Sí. Trae una botella de Jack Daniels de mi bolso”, me pidió y asentí, dirigiéndome al
armario donde sabía que había escondido un poco la noche anterior.
Tomé el whisky, luego me miré en el espejo y sonreí mientras tomaba una decisión. Me quité la
ropa y regresé a la habitación.

culo desnudo. No podía verme desde donde estaba encorvado sobre el escritorio,
dibujando líneas furiosas, luego arrancando la página y arruinándola de nuevo.

Tomé un vaso al lado de una botella de agua en la mesa de noche y serví una
medida antes de llenarme otra. Tomé un sorbo y luego caminé detrás de Kyan y dejé su
whisky sobre el escritorio.
Agarró mi mano antes de que pudiera alejarme, besando el interior de mi muñeca
y dejando huellas de carbón en mi piel y luego comenzó a dibujar una vez más,
haciendo que mi corazón latiera más fuerte.
Me acerqué a la cama, me recosté boca arriba y tragué la medida.
de whisky en mi vaso, el ardor recorrió todo el camino hasta mis entrañas.
"Joder", siseó antes de vaciar su propio vaso. "Solo dame la botella".
Lo quité de la mesa de noche, me lo llevé a los labios y tomé un trago.
"Tendrás que venir a buscarlo".
Kyan miró y abrió mucho los ojos cuando me encontró tirado desnudo con su
bebida favorita en la mano. Sonreí seductoramente mientras mi corazón tartamudeaba
por su mirada penetrante y él se levantaba de su asiento, caminando hacia mí a
paso lento. Me bebió como si fuera el whisky que quería y se me puso la piel
de gallina.
Se inclinó al llegar a la cama, tomando la botella de mi mano.
y bebiendo mucho. Su pecho subía y bajaba mientras sus ojos me recorrían y
extendía la mano para tocarme.
Le aparté la mano y le arrebaté el Jack Daniels. “Eh, eh.

No puedes tocarme hasta que estés listo para marcarme ese tatuaje”.
Sus ojos brillaron y se humedeció los labios. "Bueno, habla de maldita motivación,
cariño". Se metió una mano en los pantalones, reorganizando su dura polla antes de
apartar sus ojos de mí y moverse para sentarse en su escritorio.
Empezó a trabajar en la imagen de nuevo, con el ceño fruncido por
la concentración y la tensión desapareció por completo de su cuerpo mientras caía en el
arte. Me puse de lado para mirarlo, apoyando mi cabeza en mi mano mientras estudiaba su
hermoso rostro y cada línea dura de sus rasgos. Sus ojos contenían un mar de
oscuridad y luz, retorciéndose en un túnel sin fin mientras vertía toda su alma en el
trabajo.
Me había olvidado por completo del trato que había hecho con él cuando miró
hacia arriba, inclinando la cabeza hacia un lado mientras contemplaba su trabajo.
"Este es el indicado", dijo con brusquedad, girándose para mirarme. “Debería continuar
la nuca, como la nuestra.
Asentí, mi garganta se apretó mientras él se levantaba, caminaba hacia la cama
y colocaba el boceto a mi lado. Sus ojos se alimentaron de mí mientras se dirigía al
armario y yo recogí el papel, mi respiración se detuvo ante la increíble e intrincada imagen
que había en él. Las cuatro flechas de los Guardianes de la Noche se cruzaron y la
quinta estaba en el corazón de ellas, apuntando hacia arriba, las plumas en el extremo más
suaves que las de los niños y decoradas con pequeñas flores.
Kyan se arrodilló en la cama cuando regresó y lo miré con el corazón en la
garganta. "Me encanta", dije seriamente y su rostro se suavizó con orgullo.
“He querido marcarte con tinta desde el momento en que vi tu cuerpo por primera
vez, cariño. Toda esa carne pura y dorada ha estado rogando por mi pistola de tatuar
durante mucho tiempo. Me dolía marcarte como mía. Y aparte de las bromas, estoy
feliz de poder marcarte también para los otros Guardianes de la Noche. Simplemente se
siente... bien”.
Tomé su mano y lo atraje hacia mí. “Me parece bien

también."
Me agarró por la cintura y me dio la vuelta, su mano golpeando con fuerza la parte
posterior de mi muslo. "Ahora quédate abajo o terminaré follándote incluso antes de
empezar", gruñó y yo me reí en la almohada.

Preparó la pistola de tatuar, luego se sentó a horcajadas sobre mi espalda y apartó
mi cabello del cuello, sus dedos callosos arrastraron mi piel de la manera más tentadora.
Pasó un hisopo con alcohol frío sobre la carne que estaba a punto de marcar y un escalofrío
me recorrió, haciéndolo maldecir mientras su dura polla presionaba firmemente mi columna.
"Deja de ser tan jodidamente tentador, ¿quieres?" Sacó la almohada de debajo de mi
cabeza y apoyé mi mejilla en el colchón mientras encendía la pistola de tatuar y un zumbido
llenaba el aire. "Va a doler un poco".
"Quiero que así sea", respiré y él soltó un sonido profundo en su garganta que decía
que le gustaba esa respuesta.
Cuando la aguja presionó mi piel, el dolor me hizo morder
en mi labio, pero también había algo adictivo en ello.
Estaba en silencio mientras trabajaba, las burlas y bromas desaparecían mientras
concentrado y no pude evitar amar ser el único foco de su atención de esa manera.
Le tomó casi dos horas terminarlo y limpió suavemente la sangre, su aliento cálido
mientras revoloteaba sobre la marca.
"Nuestra", gruñó, colocando un beso en la piel dolorida y haciendo que un gemido
pasara por mis labios.
"En todos los sentidos", estuve de acuerdo.
Comenzó a dejar besos y mordiscos por mi columna y mi respiración se convirtió en jadeos
cuando dejó en claro que también me iba a marcar como suya con un acto carnal y estaba más
que feliz de aceptar eso. Pero cuando puso mis manos detrás de mi espalda y las bloqueó
en la base de mi columna, fruncí el ceño.
“¿Kyan?” Tiré de mis manos y él las sostuvo por un momento.
antes de que su agarre se aflojara.
"¿Estás bien, bebé?" preguntó y aparté mis muñecas de él, rodando sobre mi
costado. Se dejó caer a mi lado, empujando mi cabello hacia atrás.

mi oreja con un suave golpe que me hizo sentir amada tan plenamente, que mi
corazón se hinchó. Me acurruqué más cerca de él, le di un suave beso en los labios y él
me miró, pareciendo un poco fuera de su alcance. Las cosas con Kyan siempre
fueron apasionadas, ásperas y crudas. Y eso me encantó de él. Pero quería que supiera que
no tenía por qué ser así todo el tiempo. Quería que se sintiera lo suficientemente cómodo
como para ser vulnerable conmigo. Que no siempre tuvo que ser el lobo feroz.
"¿Qué pasa si digo que no quiero que me sujeten esta noche?" Pregunté, mordiéndome
labio mientras evaluaba su reacción. Una sombra se deslizó sobre sus ojos y su nuez
subía y bajaba.
"¿No te gusta?" preguntó con brusquedad, frunciendo el ceño.
"Por supuesto que sí", dije, poniendo mi mano en la curva entre su cuello.
y hombro. “Pero no siempre tenemos que hacerlo de esa manera. A veces, realmente
quiero tocarte…” Pasé mis dedos por su pecho y pude verlo luchando contra un ferviente
impulso en él. Me dolió el corazón saber que esto le estaba causando malestar. Pero
quería romper esta barrera entre nosotros. Sabía que podríamos lograrlo si
trabajábamos juntos.
"¿Es por Garganta Profunda?" Susurré y él se encogió ante ese nombre, sus ojos se
movieron hacia algún lugar por encima de mi cabeza para no tener que mirarme.
cuando respondió.
"Nada de lo que pasó con ella es relevante para ti", espetó, pero yo no lo creí.
"Está bien", dije, deslizando mi mano hacia arriba para tomar su mandíbula mientras
intentaba que me mirara. Y lo hizo, pero sus ojos estaban llenos de dolor y arrepentimiento
sin fin. Me dolió ver ese abismo de sufrimiento en él y deseé

Podría meterse en él y curarlo.
"No quiero que sientas que sólo te quiero de una manera", dijo con un gruñido. “O
que restringirte significa que te amo menos. Es sólo…” Él

Se inclinó hacia mí, besando mi cuello mientras apartaba mi cabello.
"Algo que necesito hacer".
"Kyan", suspiré en protesta mientras él me empujaba sobre mi espalda y se arrodillaba
sobre mis caderas, besando mi garganta hasta mi oreja y provocándola de la jodida manera
perfecta con suaves mordiscos de sus dientes. “Kyan.”
“No tengo que ser rudo todo el tiempo”, dijo, y su voz profunda provocó un temblor en
todo mi cuerpo. Maldito sea.
Comenzó a besar mi cuerpo, adorando cada pedazo de mi carne que encontró mientras
sus manos recorrían mis costados. Comencé a jadear, incapaz de pensar con claridad
mientras él se movía entre mis muslos y me mostraba cuán lenta, suave y catastróficamente
podía tocarme con nada más que

su boca.
Separé mis labios en protestas que no saldrían cuando él me trajo a
Un crescendo estremecedor que hizo temblar todo mi cuerpo. Luego puso su peso sobre
mí y levantó mis brazos por encima de mi cabeza, sosteniendo mis muñecas con una
mano en un agarre firme pero no apretado.
"Kyan, realmente deberíamos ta" comencé, pero él empujó dentro de mi cuerpo con
un movimiento lento y fluido y mi espalda se arqueó mientras jadeaba. Comenzó a
reclamarme con movimientos controlados de sus caderas, besándome como si hubiera nacido
para amarme, para morir por mí. Era demasiado perfecto para detenerme y caí en el mar
oscuro de sus ojos mientras le devolvía el beso, haciéndole saber que lo amaba con
todo lo que era, y cuando él estuviera listo para lidiar con esto, yo estaría aquí. Esperaba
que pudiéramos encontrar una manera de superarlo juntos, porque la idea de que mi dios
entintado fuera perseguido para siempre por sus demonios me rompió el corazón. Sólo
deseaba poder luchar contra ellos por él.

Esperar una semana para ir a Royaume D'élite fue una tortura especial, ya
que estábamos atrapados en el purgatorio de saber que estábamos tan cerca de
terminar con esto y al mismo tiempo sentirnos tan distantes de ello. Era como
esa sensación que tienes al leer un libro, mirar las páginas que faltan o el
porcentaje restante y ver que te acercas al final. En cierto modo, fue emocionante
porque estabas a punto de obtener todas las respuestas que habías estado
esperando, a punto de descubrir quién sobrevivió y quién tuvo que pagar el
precio máximo. Pero también fue aterrador, porque sabías que justo aquí era
cuando el ritmo estaba a punto de acelerarse, toda la mierda iba a estallar en el
ventilador y todo estaba a punto de chocar en una explosión de palabras, dolor
y adrenalina que simplemente podría dejarte un desastre trastornado en el suelo
una vez que hayas terminado con él. E incluso entonces, existía la posibilidad
muy real de que te persiguiera después, los personajes permanecieran en tu
mente como viejos amigos en lugar de construcciones de tu imaginación. Sólo
esperaba haber llegado al epílogo de nuestra pequeña y jodida historia: aquella
en la que Ricitos de Oro se encontró con los tres osos y, en lugar de correr
hacia las colinas, llamó al leñador para que se uniera a ellos y se coronó como su
reina. Ese era el tipo de cuento de hadas en el que quería vivir para siempre.
El imbécil del abuelo de Kyan le había prohibido a Niall unirse a nosotros.
Pero aparentemente el loco bastardo le había tomado cariño suficiente como para ayudarnos
armándonos y prestándonos su auto, así que actualmente estábamos en camino al club de los
horrores en el Jeep Wrangler de Niall con Saint detrás del volante.
Me senté en el asiento del pasajero delantero, escuchando la exquisita combinación de música
clásica de Saint mientras 21 Danzas Húngaras No. 5 de Brahms sonaba por los parlantes y Tatum
gemía ruidosamente en el asiento trasero. Bajé la visera frente a mí y abrí el espejo para ver cómo
Kyan la besaba apasionadamente mientras su mano se movía debajo de la cintura de sus
pantalones de yoga negros. Su mano estaba en el muslo de Monroe mientras se apoyaba contra
él para darle espacio a Kyan, sus uñas mordían su carne, pero él claramente no tenía
objeciones a eso mientras los observaba y besaba su cuello.
Me lamí los labios cuando sus gemidos se convirtieron en el sonido de su corrida y Kyan
se rió entre dientes como un imbécil satisfecho mientras retrocedía para dejarla recuperar el
aliento. Estaba bastante seguro de que todos estábamos duros como una piedra después de
esa pequeña actuación, pero por mucho que lo habíamos disfrutado y sin duda lo
disfrutaríamos aún más si nos deteníamos durante aproximadamente una hora, necesitábamos concentrarnos.
sobre lo que teníamos que hacer ahora.
Miré a Saint, preguntándome si iba a tener algo que decir al respecto, pero él simplemente
puso los ojos en blanco, una sonrisa bailando en la comisura de sus labios mientras la canción
cambiaba a 3 Gymnopédies de Frank Glazer, una pieza más tranquila que Parecía
traernos una sensación de calma.
"¿Todos sabéis lo que tenéis que hacer?" Saint confirmó mientras tirábamos.
por un pequeño camino de tierra en medio de la puta nada.
Gracias a Dios, Saint había logrado bloquear esta ubicación cuando Kyan
y Tatum había venido aquí por última vez, o tenía la sensación de que nunca hubiéramos
podido encontrar el lugar.

"Hemos repasado el plan unas cien veces", le recordé y

el asintió.
"Bien." Sacó las gafas de visión nocturna que Niall nos había dejado inclinados.
Luego su rostro apagó los faros, sumergiéndonos en la oscuridad.
La tensión aumentó en el auto cuando Saint sacó el Jeep de la carretera y yo me aferré al
puerta mientras saltábamos a través de zanjas y terrenos llenos de baches a través del
bosque de pinos que rodeaba Royaume D'élite.
Esto iba a ser un gran logro si realmente lográbamos lograrlo, pero tenía muchas
ganas de ensuciarme las manos. Durante demasiado tiempo había tenido que ver la
mirada en los ojos de Kyan que había estado presente desde que lo obligaron a inscribirse
en este club para imbéciles ricos. Odiaba que lo hubieran obligado a hacer las cosas que
había hecho, y odiaba que él hubiera sentido que tenía que mentirnos sobre eso después.
Pero ahora que tenía un monstruo al que culpar
Por la oscuridad que lo había estado persiguiendo, estaba listo para clavarle una daga en
el corazón y ver hasta el último miembro de esta sociedad de hijos de puta.

arder por sus crímenes.
Saint detuvo el coche y se hizo un profundo silencio mientras apagaba el motor. Todos
Salimos sin decir una palabra, nuestros trajes negros nos cubrieron y nos cubrieron de
sombras.
Cogí la mano de Tatum, acercándola y besándola profundamente mientras mis dedos
recorrían la parte posterior de su cuello, acariciando el tatuaje de Night Bound que Kyan le
había hecho y sonriendo para mis adentros. No podía superar lo mucho que lo
amaba. Le había pedido que se recogiera el pelo y me dejara follarla por detrás al menos
cuatro veces desde que lo consiguió, sólo para poder sentir la perfección de su cuerpo
envuelto alrededor de mí mientras miraba esa marca permanente en ella. carne que
decía que ella también nos había reclamado. Nuestro.

Para siempre.
Saint había estado atrapado entre estar emocionado y enojado por eso, por
supuesto. La había castigado por marcar su cuerpo sin consultarnos a todos, azotándola
con una loca paleta de cuero que había comprado y luego haciendo que nos la chupara
a todos sin dejarla correrse. Todos nosotros, excepto Kyan, a quien le había prohibido
el sexo durante una semana como castigo. Pero sabía con certeza que se había estado
acostando con nuestra chica en el armario de la lavandería la noche anterior y
estaba bastante seguro de que también la había llevado al auto de Liam hace unos días.
Pero no lo había denunciado porque personalmente no creía que hubiera hecho nada
malo al marcarla para nosotros.
De mala gana rompí nuestro beso mientras todos nos cubríamos la cara con
los pasamontañas y nos asegurábamos de tener cuchillos y pistolas en nuestros
cinturones. Niall realmente había cumplido con las armas que nos había proporcionado
y cada uno de nosotros tenía una nueva y brillante nueve milímetros completamente
equipada con silenciadores, cuchillos y mucha munición. Aunque esperábamos no tener
que usarlos. Kyan y yo también llevábamos un par de galones de gasolina para el final
de nuestro plan.
Una vez que estuvimos listos para partir, Saint cerró el Jeep y se giró para mirar
El resto de nosotros con un ceño profundo que apenas podía ver en la oscuridad
debajo de los árboles. Era una noche nublada, la amenaza de lluvia flotaba en el aire y
casi no había luz de luna. Pero eso fue algo bueno porque significaba que nadie podría
vernos llegar tampoco.
"Las cinco personas que están aquí son las personas más importantes del
mundo", dijo Saint pesadamente, mirándonos a todos para asegurarse de que
estábamos escuchando. "Todo lo que estamos haciendo aquí esta noche
palidece en comparación con mantenernos con vida. Nada es más importante que eso. Lo juro
él."
"No correremos riesgos innecesarios", prometí, sabiendo que él no lo haría.

Así íbamos a tener que separarnos una vez que estuviéramos allí.
"Entra y sale", estuvo de acuerdo Kyan. "Justo como a Tatum le gusta".
Ella le dio una palmada en el pecho para regañarlo mientras yo me reía.
"Simplemente entremos y hagamos lo que tenemos que hacer", dijo Nash. "Cuanto antes esté hecho y
nuestra niña esté a salvo lejos de aquí, mejor".
"Oh , por favor", dijo Tatum. "Apuesto a que seré yo quien los mantenga a salvo, imbéciles.
No soy yo quien tiene problemas con el control de sus impulsos".
Saint dio un paso adelante y colocó un brazo alrededor de mis hombros y otro alrededor de los de
Monroe. Kyan completó el círculo con Tatum parado en el centro de nosotros mientras todos nos inclinábamos
hacia adelante y juntamos nuestras cabezas.
"Soy la oscuridad en la oscuridad de la noche", dijo Saint en voz baja y todos gruñimos en respuesta en
lugar de gritarlo por una vez.
"Aquí estoy rugiendo".
Nos separamos y comenzamos a movernos entre los árboles a un ritmo rápido, las luces de la enorme
casa solariega que había delante perforaron la oscuridad en poco tiempo.
Cuando llegamos al borde de los árboles, nos cubrimos y contemplamos el cuidado césped en la parte
trasera del imponente edificio gótico. No había nadie a la vista en este lado de la propiedad, pero un automóvil
subió por el camino de grava a nuestra izquierda mientras permanecíamos fuera de la vista y
esperamos mientras se detenía frente al edificio para dejar salir al miembro que acababa de llegar.
"¿Listo?" Saint respiró y asentí junto con los demás mientras salíamos de los árboles y comenzamos a
correr por el césped.
Estaba tan oscuro que éramos poco más que sombras en la noche y, afortunadamente, todas las
ventanas de Royaume D'élite estaban cuidadosamente cerradas, sin duda para asegurarse de que no se
pudieran tomar fotografías desde el exterior para documentar las cosas jodidas que sucedían
dentro. ese lugar. Pero a nosotros también nos sirvió, porque significó que nadie estaba mirando tampoco.
Kyan tomó la delantera mientras llegábamos a la pared del imponente edificio, arrastrándose por el
costado hasta llegar a una estrecha ventana de guillotina donde

Rápidamente sacó un alambre delgado de su bolsillo y lo deslizó debajo del hueco en la parte inferior
del panel.
Mi corazón latía con fuerza mientras él maldecía en voz baja un par de veces antes de
que lograra enganchar el pestillo y forzarlo a abrirse. Deslizó la ventana hacia arriba lo más
silenciosamente posible, pero todavía me dolían los dientes por el sonido que hacía y todos
contuvimos la respiración mientras se inclinaba hacia delante para mirar a través de un hueco
en las contraventanas de madera que bloqueaban el paso.
"El Banquete de los Moguls está a la derecha y arriba de las escaleras", murmuró.
"Las putas y los luchadores se mantienen a la izquierda del edificio de abajo. Sólo asegúrate de
mantenerte alejado de esa reunión. Si atrapan a alguno de nosotros aquí, nos atarán a una mesa
y nos cortarán en pedazos mientras el Todo el club mira y se ríe. Así que no hay cagadas".
"Tomado nota", respondí, acercándome a él y sacando mi arma mientras él
preparado para abrir la persiana a continuación. "Soy demasiado bonita para que me descuarticen".
"Solo recuerda, cualquiera que use una máscara es un enemigo", siseó Saint. "Si
Se interponen en tu camino, matan primero y hacen preguntas después".
"Simple", respondió Nash secamente mientras Kyan sacaba su cuchillo de caza de su
cinturón y deslizó la hoja entre el fino espacio en las contraventanas.
Lo usó para mover el pestillo que los aseguraba y en el siguiente suspiro, saltó dentro. Lo
miré, asegurándome de que no hubiera nadie acechando en las sombras antes de enfundar mi arma
nuevamente.
Hice una pausa para darle un empujón a Tatum y ella sonrió mientras me dejaba. "Gracias,
Príncipe Azul", bromeó y la seguí adentro con la gasolina en el momento en que atravesó la
ventana.
No estaba segura de que el Príncipe Azul fuera tan depravado como yo.
pero yo interpretaría el papel si ella lo disfrutara en sus fantasías.
Saint y Monroe estaban justo detrás de nosotros cuando nos encontramos en un pasillo
estrecho. Una punzada de adrenalina me recorrió mientras Saint rápidamente

Cerré la ventana y las contraventanas detrás de nosotros para cubrir nuestra entrada.
Tomé la iniciativa con Kyan mientras atravesábamos el enorme edificio donde sonaba música
lejana, nada más que un ritmo sordo nos llegaba y parecía hacer que las paredes vibraran con
su poder. Había un leve olor a cigarros y sexo flotando en el lugar y arrugué la nariz, pensando
en todos esos viejos comprando chicas para usarlas y desecharlas solo porque podían.
A veces odiaba a la gente. Eran los peores.
Las tablas del piso crujieron en una esquina delante de nosotros y todos nos quedamos
congelados, mi corazón se aceleró cuando el sonido de pasos afortunadamente se alejó de nosotros.
Kyan nos guió por un tramo de escaleras a continuación, antes de señalar la puerta a
la sala donde guardaban las capas y máscaras de los integrantes que no pudieron asistir a
la fiesta. El alivio me invadió al verlo y tomé la iniciativa mientras cruzábamos un amplio pasillo
con una alfombra de color rojo intenso. Una vez que lleváramos sus insignias de mierda,
podríamos movernos más libremente, escondernos a plena vista y las posibilidades de ser
atrapados disminuirían sustancialmente.
Abrí la puerta, pero justo cuando lo hice, prácticamente fue arrancada de un tirón.
mi agarre cuando alguien dentro tiró de la manija también.
Mi corazón dio un vuelco cuando me encontré cara a cara con un hombre vestido con una capa y
máscara negra y cuando me vio, gritó.
Me lancé sobre él, mis manos se aferraron a su garganta mientras apretaba con fuerza.
cortando ese sonido y tropezando de regreso a la habitación con él. Nos estrellamos contra
una pared y él pateó y se agitó mientras mis manos permanecían apretadas alrededor de su
garganta y luchaba desesperadamente por mantenerlo en silencio.

La puerta se cerró detrás de mí mientras los demás nos perseguían hacia adentro y estábamos
Me sumergí en la oscuridad total mientras el hombre al que estaba asfixiando me golpeaba las
costillas con golpes salvajes. Pero simplemente tomé el puto dolor de ellos porque sabía que
En el momento en que mi agarre fallaba, él gritaba y derribaba todo este lugar sobre nuestras
cabezas.
Gruñí cuando me golpeó de nuevo y luego comenzó a arañar mis manos enguantadas, tratando
de soltar mi agarre de su garganta. Pero no podía dejarlo ir. Yo no lo haría. Y cuando las luces se
encendieron repentinamente y me encontré con sus ojos grises a través de los agujeros de su
máscara inexpresiva, vi verdadero pánico y desesperación allí.
Apreté los dientes y me agarré fuerte mientras apretaba y apretaba y cuando finalmente dejó de
luchar y se quedó quieto, lo dejé caer con un

maldición.
"¿Crees que alguien escuchó eso?" Siseé, volteándome para encontrar a los demás
mirándome.
"Creo que ya estarían aquí si lo hubieran hecho", respondió Saint después de un momento y
todos estuvimos de acuerdo con eso.
Nash comenzó a agarrar capas y a lanzarlas para que nos las pusiéramos encima de nuestros
trajes negros y mis manos temblaron un poco por la adrenalina de la pelea mientras me abrochaba las
mías alrededor del cuello.
Una máscara de calavera dorada y negra fue presionada en mis manos y miré hacia arriba.
para encontrar a Tatum parada frente a mí, con los ojos muy abiertos y llenos de fuego.
"Salvaste nuestros traseros allí, chico de oro", bromeó, poniéndose de puntillas para presionar un
breve beso en mis labios antes de dar un paso atrás y ponerse su propia máscara sobre su cara.
"Todo en un día de trabajo, cariño", respondí, mirando el cuerpo que había dejado.
Me desplomé en el suelo antes de arreglar mi propia máscara sobre mis rasgos y levantarme la
capucha. Hubo un tiempo en el que me habría asustado muchísimo por lo que acababa de hacer,
pero ya no. Había aprendido de la manera más difícil lo que se necesitaba para sobrevivir en este
mundo y estaba listo para hacer lo que fuera necesario para asegurarme de que así fuera.
"Tomen nota de los números de cada uno", ordenó Saint y miré el número dorado 327 cosido en
el pecho de su capa. "No queremos dispararnos accidentalmente".
Monroe se rió como si fuera una broma, pero mientras miraba entre los demás
Guardianes de la Noche y nuestra reina, tuve que admitir que era bastante difícil reconocer
quién era quién debajo de las máscaras y capas. Pero estaba tan en sintonía con todos ellos que
dudaba mucho que los confundiera con alguien más aun así.
Kyan agarró al hombre muerto y lo empujó debajo del estante de capas, pateando sus pies fuera
de la vista para que fuera imposible verlo debajo del material negro que colgaba y rápidamente
apagamos las luces y nos dirigimos hacia el edificio nuevamente.
"Por aquí", dijo Kyan, caminando por el pasillo oscuro como si fuera el dueño del lugar y lo seguimos
pasando por pinturas al óleo y puertas cerradas, a través de varias vueltas y vueltas y subiendo un
tramo de escaleras.
"¡Caballeros!" Una voz gritó detrás de nosotros y nos quedamos quietos mientras
Se volvió para mirar al hombre con una máscara negra que se había detenido al pie de las escaleras
para llamarnos. "Ah, y señora también", añadió, notando a Tatum entre nosotros. "La reunión ya está
en marcha y el Gran Maestro"
"Lo sabemos muy bien", ladró Saint con su voz de idiota más autorizada.
"¿Es tu trabajo interrogarnos o estás aquí para servir?"
"No, Maestro", respondió apresuradamente el hombre, haciéndonos una reverencia como si estuviéramos
Lords o alguna mierda de Bridgerton. "Sólo quería estar seguro de que lo sabías."
"Bueno, ahora estás seguro, puedes irte a la mierda", gruñó Kyan y el chico
Rápidamente hizo precisamente eso, escabulléndose como una rata por un agujero.
"Jesús", murmuró Monroe y tuve la sensación de que estaba aliviado de haber funcionado y un
poco disgustado por este mundo privilegiado en el que habíamos crecido.
Pero al menos no estábamos aquí para unirnos. Podríamos haber sido un grupo de
titulados chicos ricos, pero estábamos aquí para joder el sistema como
a él.
"Esa es la oficina que encontramos antes", dijo Tatum mientras nos acercábamos a una de las
puertas de madera anodinas y esperamos mientras ella se bajaba para abrir la cerradura.
Mi corazón latía a un ritmo embriagador mientras esperábamos que ella lo hiciera y
El sonido de la risa nos llegó desde algún lugar a la vuelta de la esquina en el

final del corredor.
Antes de que pudiera siquiera pensar en sacar mi arma, la puerta se abrió y Tatum se apresuró a
entrar con nosotros detrás de ella.
Cerré la puerta y ella cruzó el espacio, abriendo la puerta secreta que habían encontrado
detrás de la estantería y dejando que Saint y Monroe entraran a la oficina que estaba escondida allí.
Los ojos de Saint se iluminaron detrás de su máscara mientras miraba el opulento espacio. No era
enorme, pero todo lo que había allí era caro y claramente pertenecía a un imbécil rico.
"¿Sabes lo que tienes que hacer?" Preguntó Saint, mirándonos a mí, a Kyan y a Tatum.
"¿Evitar a los imbéciles de la sociedad secreta, liberar a los esclavos sexuales y luego prepararse
para correr como el infierno?" Pregunté con una sonrisa que nadie podía ver detrás de mi máscara.
"Ten cuidado", gruñó Nash, con los ojos puestos en Tatum y supe que nos odiaba.
separarnos así, pero todos estábamos de acuerdo en que era la única manera.
Saint necesitaba tiempo para encontrar todo lo que pudiera en esta oficina pero también
No podíamos quedarnos, así que teníamos que ponernos a trabajar en nuestra parte del plan.
mientras él hacía lo suyo.
"Siempre lo estoy", respondió Kyan con una risa que decía que estaba emocionado.
sobre joder las cosas.
"Entonces ayúdame, neandertal" comenzó Saint, pero lo interrumpí.

"Tate y yo nos aseguraremos de que no se pase de la raya, ¿no?" I

preguntó y ella asintió.
"Tenemos un trabajo que hacer", estuvo de acuerdo. "Así que apurémonos y hagámoslo".
Ella abrió el camino de regreso fuera de la oficina y Kyan y yo la seguimos como un
par de perros de ataque, nuestros brazos se rozaban.
"A la guerra vamos", murmuré y Kyan se rió entre dientes.

"Hasta la muerte, hermano".
"Hasta la muerte", estuve de acuerdo. Sólo esperaba que no llegara a eso.

Kyan abrió el camino a través del club, los pasillos eran tan silenciosos que hacía que
mi adrenalina aumentara cada vez que escuchaba un ruido lejano. No parecía haber nadie
en esta parte del enorme edificio, pero teníamos que tener cuidado. Estábamos en un pozo
de serpientes y no podíamos molestar a las serpientes hasta que hubiéramos colocado nuestra
trampa y estuviéramos listos para cortarles la cabeza.
Guardamos la gasolina en un armario y luego tuvimos que desviarnos de dos puertas
enormes que conducían al ala de la casa por la que queríamos entrar.
Había estado vigilado y había demasiado personal alrededor para hacer algo al respecto.
Pero Kyan había dicho que conocía otra manera, así que subimos las escaleras y merodeamos
por los pasillos como depredadores en una cacería.
Avanzamos por un rellano con alfombra verde oscuro y miramos por encima de la
barandilla del balcón hacia el piso de abajo. Vacío.
Blake caminó detrás de mí cuando llegamos a lo alto de las escaleras y Kyan nos miró
a través de su máscara.
“Esta es la única manera de avanzar, pero puede que haya guardias ahí abajo y no
serán educados incluso si parecemos miembros. Esta área es

restringido incluso durante las fiestas”, susurró, tomando el cuchillo de su cadera.
Saqué el mío, agarré con fuerza la empuñadura y respiré para tranquilizarme.
Teníamos que estar en secreto. Nada de armas a menos que fuera absolutamente necesario.
Ni siquiera un silenciador cancelaría por completo el ruido de un disparo. Pero conocía el
combate cuerpo a cuerpo. Y Nash había mejorado la base que mi padre me había establecido,
reforzando mi confianza y preparándome para cualquier cosa. No iba a dudar, perder la
cabeza ni fracasar. Si se tratara de una pelea, yo ganaría.
Para mí y mis hijos.
Kyan bajó las escaleras, colocando sus pies con cuidado, probando cada paso.
para asegurarse de que no crujieran. Lo seguí firmemente y Blake colocó sus botas
donde yo puse las mías.

Estábamos casi abajo cuando unas voces sonaron desde algún lugar.
cercano.
"Oye, están todos en el pasillo, así que voy a ir a divertirme un poco", dijo un hombre.
"Cúbreme, ¿quieres?"
“Está bien, pero quince minutos como máximo. Y cuando regreses, podrás cubrirme”,
respondió otro hombre.
"Trato hecho", se rió el primer hombre, luego sonó un pitido y se abrió una puerta.
y cerrar.
Kyan logró salir del último escalón y un fuerte crujido vino del piso debajo de él.
Todos nos quedamos helados y mi pulso tronó en el interior de mi cráneo mientras contenía
la respiración.
Mierda, mierda, mierda.
Los pasos comenzaron a pisar fuerte en esta dirección, el crujido de una radio llegó a mi
orejas.
Kyan se movió contra la pared y Blake y yo nos presionamos contra ella.

también.
El guardia se acercó más y más y mis músculos se tensaron como un resorte.
Una energía feroz dentro de mí esperando ser liberada.
El guardia pasó junto a nosotros y Kyan se abalanzó, tapándose la boca con una mano,
pero cuando levantó su cuchillo, el guardia le devolvió la mano y Kyan salió disparado
mientras una pistola Taser lo derribaba al suelo. Me lancé hacia el guardia sin pensarlo, mi
cuchillo se hundió en la carne de su garganta mientras él se lanzaba, su puño se estrelló
contra mi estómago y me hizo tropezar de nuevo contra Blake. Pero mi chico dorado
no se detuvo cuando el guardia le arrebató su radio, agarrándose la herida sangrienta
en su garganta y abriendo los labios para pedir ayuda. El puño de Blake se estrelló contra la
radio, enviándola al suelo en pedazos y el cuchillo de Blake se hundió profundamente entre
sus costillas antes de que pudiera salir.

un grito.
Blake sujetó al guardia mientras moría, sin dejar que cayera al suelo mientras yo me
dejaba caer junto a Kyan, arrancándole el Taser y quitándole la máscara para ver que
estaba bien.
"¿Estás preocupada por mí, bebé?" resopló, su expresión engreída pero
La tensión de su voz me dijo que le había dolido muchísimo.
"Ésa no es la primera vez que te disparan con una pistola Taser, ¿verdad?" Bromeé en un
susurró y sacudió la cabeza mientras lo ayudaba a levantarse.
“Saint me disparó una vez por ser 'un desagradable hombre de las cavernas'”.
"Parece que te lo merecías". Sonreí.
"Vamos, tenemos que movernos", siseó Blake mientras metía al guardia en un
pequeño armario lleno de artículos de limpieza, escondiéndolo entre ellos antes de
cerrar la puerta.
Un golpe dijo que el tipo simplemente se había deslizado hacia adelante y golpeó la puerta y salió volando.
Se abrió de nuevo mientras el imbécil rodaba por el suelo.
"Maldita sea", gruñó Blake, levantándolo por los hombros. La sangre goteaba sobre el
suelo de madera y definitivamente no estaba jodidamente encubierta.

"Blake", siseé mientras corríamos para ayudarlo y él y Kyan apretaron al tipo en el
espacio reducido. Agarré un trapeador y limpié la sangre antes de tirarlo detrás de él.
Kyan cerró la puerta pero golpeó algo y miré, encontrando la punta del pie.
La bota del hombre asomaba.
"Por el amor de Dios". Avancé, empujando el pie más hacia adentro y
cerrando la puerta con un clic.
Compartimos una mirada incómoda y luego Kyan volvió a colocarse la máscara en su lugar.
y miró hacia la puerta debajo de las escaleras al otro lado del pasillo. "Oh."
"¿Oh qué?" Blake respiró.
"Necesitamos un pase de seguridad", dijo, volviéndose hacia el armario nuevamente.
Gemí, mirando a nuestro alrededor y escuchando para asegurarme de que no hubiera nadie.
dirigiéndose hacia aquí. "Vamos, entonces tenemos que darnos prisa".
Kyan abrió la puerta una vez más y el tipo se derramó sobre una marea de artículos de limpieza.
"Oh, por el amor de" comenzó Blake y luego una voz fuerte sonó más lejos.
en el edificio, dirigiéndose hacia aquí.
"Oye, doscerodos, puedes tomarte un descanso ahora". Él entró en el
pasillo, sus ojos se posaron en nosotros y en el tipo muerto a nuestros pies.
Mi corazón dio un vuelco cuando Kyan cargó contra él, derribándolo en una entrada de fútbol que
hizo que el suelo se estremeciera cuando tocaron el suelo. Clavó un cuchillo en el pecho del tipo
antes de que tuviera la oportunidad de hacer algo más que morir y más sangre se charcó por el suelo.
"Joder", gruñó Blake cuando más pasos sonaron en esta dirección.

"¿Que fue ese ruido?" Una mujer llamó y todos nos movimos más rápido que
iluminación. Kyan llevó al tipo que acababa de matar al armario y metimos furiosamente a
ambos imbéciles dentro en una maraña de extremidades. Kyan le arrebató una tarjeta de
seguridad a uno de ellos antes de cerrar la puerta.

Agarré una alfombra que estaba más abajo en el pasillo y la coloqué sobre el pequeño
charco de sangre que la muerte del último guardia había causado y Kyan agarró mi mano
mientras me arrastraba hacia la puerta al otro lado del pasillo.
Golpeó una tarjeta de seguridad contra un teclado y sonó un pitido cuando se abrió, el sonido
hizo que mi adrenalina aumentara. Entramos corriendo cuando los pasos de la mujer sonaron
muy cerca y cerramos la puerta detrás de nosotros, apoyándonos en ella. Yo estaba aplastado
entre mis dos hombres en la oscuridad mientras escuchábamos y el guardia caminaba por el
pasillo sin detenerse.
Solté un suspiro lento y me alejé de Blake y Kyan, moviéndome

bajando otro tramo de escaleras.
"Deja la luz apagada", suspiré. No podíamos arriesgarnos a alertar a nadie sobre nuestra
presencia antes de que bajáramos al sótano.
Un grito surgió desde las profundidades de la oscuridad y comenzamos.
Moviéndome más rápido en la oscuridad, mi estómago se apretaba ante el ruido.
Avanzamos de puntillas hasta llegar al fondo, donde una rendija de luz se derramaba por
debajo de una puerta. Agarré la manija, la abrí en silencio y miré hacia la habitación que nos esperaba
más allá, conteniendo la respiración.
Filas y filas de grandes jaulas estaban apiladas en dos alturas, llenas de gente.
que vestían cantidades variables de ropa. La sensación de malestar hizo que se me cayera el
labio superior ante la vista, especialmente cuando mi mirada se posó en el guardia que
estaba luchando por inmovilizar a un hombre semidesnudo sobre un banco en el centro de la sala.
habitación.
"Dibs", les susurré a los demás, el odio lamiendo el interior de mi carne.
"Haz que duela, cariño", ronroneó Kyan y abrí la puerta, acechando
mi presa como un tigre en la hierba alta.
Sentí los ojos de los cautivos sobre mí, pero parecieron sentir para qué estaba yo aquí mientras
sostenía mi espada lista y me acercaba sigilosamente hacia el hombre que intentaba violar al tipo en
el banco.
Cuando me acerqué detrás de él, el olor del olor corporal me alcanzó, haciéndome
hacer una mueca. Apunté mi espada justo y luego lo clavé en el hígado con una puñalada
aguda. No había manera de que lo escucharan aquí abajo, así que no iba a ser gentil.
Gritó de sorpresa y agonía, girándose mientras yo sacaba la espada y me agachaba para
cortarle las piernas. Gritó más fuerte, golpeando el piso de concreto y los cautivos en
sus jaulas gritaron emocionados, golpeando los puños contra los barrotes.
El hombre al que había estado acosando se mantuvo erguido, subiéndose los
calzoncillos y con las manos temblorosas. Su mirada se encontró con la mía y vi su
hermoso rostro, sus ojos duros y llenos de torturas indescriptibles. Me quité la
máscara de la cara, queriendo que viera que estaba de su lado. Que estaba aquí para
ayudar. Luego le tendí el cuchillo y él lo tomó con un gesto decidido, inclinándose para
acabar con su enemigo. Los gritos ahogados del bastardo me siguieron mientras me
giraba, corriendo para ayudar a Kyan y Blake mientras usaban la tarjeta de acceso para desbloquear la pue
jaulas.
Los hombres y mujeres liberados pronto se reunieron a nuestro alrededor, parecían
inseguros de qué hacer mientras abrazaban sus cuerpos y compartían miradas asustadas entre sí.
otro.
"¿Lo que está sucediendo?"
"¿A donde vamos?"

“¿Cómo saldremos?”
"Hay una salida arriba", anunció Kyan.
"Vamos a sacarte de la mansión y luego vendrá la policía y
recogerte”, prometí. "Vamos a quemar este lugar hasta los cimientos y destruiremos
a las personas que te lastimaron".
Sollozos de alivio surgieron de la multitud mezclados con vítores y murmullos de
duda.
"¡Sigue a nuestra reina!" Blake lloró dramáticamente y solté un suspiro de diversión,

solo para encontrar que todos los pares de ojos en la habitación estaban fijos en mí. Así
que estaba seguro que no los iba a decepcionar.
Kyan se acercó a mí y volvimos a las escaleras mientras me murmuraba
al oído. “Hay una salida que cruza directamente el pasillo de arriba. Pero es posible que
tengamos que forzar su apertura”.
“Está bien, saquémoslos de aquí. Entonces podremos terminar esto”, dije.
"Me encanta quemar el mundo contigo a mi lado", dijo Kyan en voz baja.
voz.
"Aún no arde", le respondí con una sonrisa antes de colocarme la máscara.

Volvimos a subir cuando llegamos a lo alto de las escaleras.
Miré hacia atrás y encontré a Blake ayudando a caminar a una mujer que
parecía desgarradoramente débil. Fruncí el ceño ante mi chico dorado, con los ojos llenos
de odio e injusticia por lo que les había sucedido a estas personas. Pero no lo dejamos
mentir. Íbamos a hacer pagar a los monstruos de este lugar.
"Abriré la puerta", dijo Kyan, deslizándose hacia el pasillo y dirigiéndose
Lo cruzamos mientras esperábamos en la oscuridad. Después de un minuto, asomé la cabeza y lo
encontré empujándola y guardando un pico en el bolsillo, mientras el aire de la noche primaveral
soplaba en su interior.
Mi adrenalina se disparó mientras atravesaba el pasillo y los cautivos corrían hacia

la libertad, adentrándose en la oscuridad. El alivio me invadió al verlo y supe que el riesgo
de venir aquí había valido la pena sólo por esto. Me había perseguido saber lo que le
estaba pasando a la gente en este club y nada podía rivalizar con la sensación de
poder hacer algo al respecto por fin.
Saqué la larga capa de los hombros de Blake, envolviendo con ella a la mujer a la
que estaba ayudando y un hombre alto se acercó a ella para tomarla.
a él. Ella tomó la mano de Blake antes de que se separaran, sus ojos entrecerrados encontraron
su. “Hazlos gritar”.
"Lo haremos", juró Blake, la oscuridad en él nadando en su mirada, llena de la

retribución que iba a otorgar a cada retorcido hijo de puta en este lugar.
Kyan le ofreció su capa a otra mujer mientras la última de ellas salía corriendo.
Luego cerró la puerta y nos miró con hambre en los ojos.
"Vamos a matar algunas ratas".
Rebusqué en los cajones con Nash a mi lado, buscando cualquier cosa que pudiera
darnos algunas de las respuestas que necesitábamos. Había expedientes sobre
innumerables empresas, pruebas de tráfico de información privilegiada y acuerdos
ilícitos que serían más que suficientes para enviar a prisión a todos los cómplices. O
al menos lo sería si sus nombres estuvieran en los documentos. Que por supuesto no
lo eran.
Cada acuerdo solo se refería a las personas que habían participado en ellos según
el número que se les había dado en relación con su membresía aquí.
Entonces, mientras tomé innumerables fotografías de cada pieza de evidencia que
pude conseguir, sabía que sería muy difícil emitir una condena a menos que
encontrara la clave de esos números y vinculara los nombres correctos con ellos.
Tenía que estar aquí en alguna parte. Tenía que haber un registro de quién
eran los miembros y qué números les habían asignado o no había manera de que
este lugar pudiera funcionar. Cuando Kyan había venido aquí antes, el auto que lo
había recogido había aparecido con su túnica esperando dentro y el número
claramente marcado en ella.
Eso significaba que quienquiera que hubiera contactado para venir al club había
podido vincularlo con el número correcto. Tenía que haber un sistema para eso. Puede que
solo las personas encargadas de administrar este lugar tuvieran acceso a él, pero tenía que
ser aquí.
"Por el amor de todo lo sagrado", gruñí con frustración, cerrando de golpe el cajón que
había terminado de revisar y moviéndome hacia el escritorio donde estaba la computadora.
No estaba conectado a Internet por lo que sería imposible hackearlo.
desde afuera, pero era posible que pudiera hacerlo en persona ahora. Sabía que era donde
era más probable que encontrara la evidencia que realmente necesitaba para derribar
este lugar, pero también sabía que con la escala de tiempo tan limitada en la que estábamos
trabajando aquí era poco probable.
"Tal vez deberíamos llevarnos toda la computadora e irnos", dije.
sugirió. "O mejor aún, lo romperé y sacaré el disco duro".
"Supongo que eso tiene más sentido", coincidió Nash. "Entrégaselo al

autoridades y dejar que ellas se encarguen del asunto".
Apreté la mandíbula mientras me sentaba en la silla de cuero detrás del escritorio, la idea de
eso me irritaba. Sí, tendría sentido. Pero también me perseguiría por el resto del tiempo. Esta
fue mi pelea. Nuestra lucha. Quería ver las pruebas aquí por mí mismo y utilizarlas como
mejor me pareciera, no entregarle la pelea a algún burócrata federal trajeado.
"Ah, mierda", dijo Monroe, volviéndose para mirarme con una carpeta en la mano. "Este es
el momento, ¿no?"
"¿Qué momento?" Pregunté secamente.
"El momento en el que el gran San Memphis se da cuenta de que en realidad no es
un superhéroe. Cuando tienes que admitir que no puedes hacer esto solo. Que necesitas ayuda".
Parecía demasiado complacido con esa suposición y resoplé mientras juntaba mis manos
enguantadas sobre el escritorio. Casarse

Nos quitamos las máscaras cuando comenzamos nuestra búsqueda para poder ver su expresión
con bastante claridad y, francamente, estuve tentado de quitarle la expresión de la cara.
"Nunca he afirmado poder hacerlo todo solo", dije en voz baja. "Ustedes cuatro han demostrado
ser más que valiosos para mí de innumerables maneras. Comprendo que no soy apto para todas las
tareas ni soy capaz de hacerlo todo por mí mismo. Pero hay ciertas cosas que
Excel en"
"Nombra una cosa en la que no sobresalgas", desafió, su tono burlón como
él creía que no había nada, pero si realmente pensaba que yo estaba tan engañado entonces
estaba muy equivocado.
"No soy una persona a la que le gusten fácilmente, y mucho menos amen", le contesté.
de hecho. "No me desempeño bien en la mayoría de las situaciones sociales y no hago amigos
fácilmente. De todos modos, ni siquiera me gusta que mucha gente desee que sean mis amigos,
pero eso en sí mismo probablemente sea un defecto".
"No me di cuenta de que admitirías que eso era un defecto. Simplemente asumí que disfrutabas
ser un imbécil autoritario que aterroriza a casi todos los que conoces", dijo, pareciendo intrigado
por mi sincera respuesta.
"No lo odio", admití. "Pero a veces..." Suspiré, sabiendo esto.
No era el momento para esta conversación y aún necesitaba un respiro momentáneo de
mi tarea para darle a mi cerebro algo de espacio para pensar. "A veces, observo la forma en que
son ustedes cuatro y puedo ver que yo... no encajo. No de la misma manera".
Nash dejó escapar un suspiro y se encogió de hombros. "¿Te sientes como un extraño?
Intenta ser el último tipo que se unió. Que solía ser tu maestro. Que viene de una familia pobre y del
sistema de crianza mientras todos ustedes simplemente cagan billetes de un dólar y los tiran a
la basura como si no tuvieran sentido". .Si alguno de nosotros no encaja,

soy yo."
Una sonrisa apareció en la comisura de mis labios. "Y aún así lo haces", señalé.
"Además, tuviste algo mientras crecías que yo nunca podré reclamar".
"Ahora tienes amor", objetó, sabiendo exactamente a qué me refería. "Todos tenemos amor
ahora. Tatum nos lo dio".
"Sí. Nuestra familia es la única luz verdadera en un mundo que de otro modo sería muy oscuro.
Estoy orgulloso de llamarte mi hermano, Nash”, dije honestamente.
"Bueno, supongo que los hermanos están destinados a volverte loco la mitad del tiempo, así
que esa etiqueta encaja bastante bien con mis sentimientos por ti", admitió, luciendo un poco
sorprendido por el hecho. "Aunque me alegro de que no haya sangre que nos una porque
he sido testigo de demasiadas veces de ti teniendo sexo para eso".
"Vamos", dije con una sonrisa de complicidad. "No sólo eres testigo de estos
cosas. Creo que ambos sabemos que tú y Kyan pasaron el punto de simplemente compartir
a Tatum la semana pasada. Vi las marcas en tu cuello. Claramente habéis entrado en el
territorio de tocaros unos a otros durante el proceso en lugar de simplemente mirar".
Nash soltó una carcajada y arrojó el expediente que había estado sosteniendo sobre la mesa.
escritorio mientras se giraba para continuar mirando a través de los gabinetes. "Podría haber
dejado que me estrangulara un poco, pero no te dejes atrapar por ninguna fantasía de que realmente
me lo folle".
"No, eres demasiado lineal para eso", estuve de acuerdo, mi mirada recorrió la computadora
mientras la encendía y esperaba a que se cargara. "Aunque tengo que admitir que si algunos de
nosotros experimentáramos con un poco de interacción entre nosotros, le daríamos al pobre Tatum
un respiro de tener a tantos de nosotros compitiendo".

por su atención de una vez."
"Creo que a Tatum le gusta que nosotros cuatro compitamos por su atención", respondió
Nash. "Esa chica fue prácticamente hecha para nosotros. Para todos nosotros. Pero si crees que a
Blake y Kyan les gustaría empezar a salir, entonces siéntete libre de animarlos todo lo que
quieras".
Me reí, sabiendo tan bien como él que no había ninguna posibilidad de
de nosotros desviamos nuestra atención de nuestra chica por eso.
"No me sorprende que hayas disfrutado de que te estrangulara", dije casualmente mientras el
monitor se iluminaba, pidiéndome una contraseña que no podía adivinar.
"¿Y por qué es eso?" Preguntó Monroe, sin negarlo.

"Los hombres como nosotros estamos obsesionados con el control o la falta de él que tenemos en
nuestras vidas. Has pasado la mayor parte de tu vida ansiando recuperar el control que perdiste la
noche en que mi padre mató a tu familia. Te esfuerzas por dominar en un mundo que te ha
pateado tantas veces que has perdido la cuenta. Pero esa lucha es agotadora y nunca termina. Nunca
podrás recuperar lo que perdiste. Y eso significa que nunca estarás completamente satisfecho sin
importar la venganza que impongamos al hombre responsable de tus pérdidas.
Por lo tanto, es probable que continúes esforzándote por lograr el control, disfrutarás reclamándolo,
dominando, poseyendo y demostrando tu valía. Pero en ocasiones, cuando el peso de luchar tanto y
con tanta frecuencia para poseer todas las cosas que deseas sea demasiado, te sentirás ansioso por
romper ese ciclo. Hay un verdadero alivio al ceder el control de uno mismo a otra persona. Y usarlo
para gratificación sexual me parece perfectamente aceptable.
A veces mi necesidad de control me consume y Tatum cede, me ofrece su cuerpo y me permite
poseerlo, aunque sea por un breve tiempo. Pero ella también es la criatura con más probabilidades y
capacidad de hacerme perder el control. Y cuando ella me destruye así no hay nada que se compare.
Puede que sea un poco aterrador, pero ¿no es por eso que es tan emocionante?".
Nash se volvió para mirarme sorprendido y luego sonrió. "Quizás deberías
¿Dejar que Kyan te estrangule entonces?" sugirió. "O mejor aún, déjame hacerlo a mí".
"Improbable", respondí, poniendo los ojos en blanco y mi mirada se posó en una pequeña nota.
pegado al archivo que había dejado sobre mi escritorio.

En realidad no fue nada. Sólo cuatro palabras. Presentar con Farringbridge Group. Él
Ni siquiera tenía ninguna relevancia, excepto que reconocí esa letra.
Quizás había sido un tonto al subestimar a mi padre. ¿ Qué pasaría si él no estuviera
involucrado en la gestión de este lugar? ¿Y si él fuera este lugar?
Volví a la computadora y mis dedos volaron sobre el teclado mientras
Probé una de sus contraseñas favoritas y más complicadas. Eran surtidos aleatorios
de letras y números, pero hacía mucho que había descubierto todos

de los que usó.
El primer intento falló así que probé con otra combinación. Eso también falló y respiré
profundamente mientras escribía el tercero.
El monitor parpadeó cuando fue aceptado y en un momento estaba mirando la
pantalla de inicio.
"Estoy dentro", respiré.
Nash dejó caer el archivo que había estado fotografiando y se apresuró a levantarse.
a mi lado mientras lo miraba con una sonrisa oscura.
"¿Cómo?" exigió y yo solo dudé un momento antes de darle
la respuesta que anhelaba. Confié en que él supiera que ya no era el hijo de mi padre.
Sabía que yo ansiaba la muerte de ese hombre tanto o más que él. Esto no afectaría su
opinión sobre mí.
"Acabo de confirmar nuestras sospechas sobre el hombre que me dio la vida", dije.
Volviendo a la pantalla cuando comencé a escribir. "Troy Memphis es el Gran Maestro de
este lugar. Es el hombre que hemos estado cazando. Y ahora que tenemos su olor, estoy
seguro de que lo encontraremos".
"Entonces tiene que estar aquí", gruñó Monroe emocionado. "Los miembros de
Este club no sólo lo está ayudando a esconderse. Él lo está presidiendo y ellos están
allí ahora mismo teniendo esa reunión".
Seguí su línea de pensamiento con bastante facilidad pero luego suspiré
mientras lo descartaba. "No podemos asesinarlo aquí. No hay manera de que podamos asesinarlo".
Estaremos seguros de nuestro escape si nos dirigimos a ese pozo de serpientes tan
superados en número. No arriesgaré a Tatum de esa manera. No arriesgaré a ninguno de
ustedes de esa manera. El fuego podría matarlo, por supuesto, pero dudo seriamente que
sea tan fácil de matar. Sería un final bastante anticlimático y simple, ¿no crees?"
“No hay nada de malo en lo simple. Parece que eso podría ser muy satisfactorio
para mí. Entramos allí y lo matamos. Entonces vive feliz para siempre”.
"No preveo que esto termine tan fácilmente", respondí con firmeza. “Se necesitará
sangre, agallas y lágrimas e incluso entonces, ¿quién sabe si todos saldremos adelante de
una sola pieza? Pero si queremos hacer eso, debemos ser inteligentes. Sesos
sobre fuerza muscular”.
Nash parecía listo para salir de la habitación y cazar a mi padre.
se bajó, pero lo agarré de la muñeca y le hice mirarme.
"Hoy no es el día", insistí. "Pero se acerca."
Él asintió con un gruñido de frustración y luego se quedó a mi lado cuando comencé.
mi trabajo diseccionando los archivos en la computadora.
En cuestión de minutos, la lista de miembros apareció en la pantalla y contuve el
aliento cuando los nombres de más personas ricas de las que podía contar fácilmente
aparecieron ante mis ojos. Reconocí muchos nombres, desde miembros del gobierno
hasta jueces, policías, abogados y todo tipo de hombres y mujeres de negocios. Esta era una
potencia de valor inconmensurable.
Y lo tenía aquí en mis manos.
Escaneé la lista de nombres y rápidamente encontré el de Kyan y lo eliminé,
trabajando para eliminarlo por completo de la lista para que, sin importar lo mucho que alguien
buscara, nunca encontraran ninguna evidencia que respaldara que había sido miembro
aquí. Mi mirada se posó en el nombre de su tío y decidí ofrecerle el mismo regalo también,
sacando a Niall de todo lo más permanentemente que pudiera. Por lo que a mí
me importaba, el resto de los O'Brien podrían pudrirse, pero después de unos momentos de
consideración, decidí que era mejor eliminarlos.

ellos tambien. Los necesitaba completamente bajo mi control si deseaba cortar

todos los lazos de Kyan con ellos y era mejor que no se dejaran arrastrar por este
lugar.
Saqué un disco duro externo de mi bolsillo y rápidamente comencé a
descargar todo lo que pude desde la computadora mientras buscaba información
sobre Serenity Pharmaceuticals. Había detalles sobre todos los accionistas dudosos, así
como información sobre el virus Hades, con suerte con evidencia de cómo lo
habían liberado en el mundo con la esperanza de obtener ganancias con su vacunación.
Pero necesitaría mucho más tiempo para revisarlo si quisiera estar seguro de eso.
Tiempo que no tuve.
Había muchos archivos que estaban encriptados, escondidos, joder, sabía qué y
era imposible para mí acceder en este momento, pero los descargué todos para poder
hacerlo más tarde. Sólo necesitaba sacar todo de aquí y tomarme mi tiempo para
diseccionarlo. No tenía ninguna duda de que podría descubrir exactamente dónde se
escondía mi padre y descubrir más secretos que podría haberme estado ocultando si
tuviera más tiempo.
Mi corazón se aceleró mientras descargaba todo lo que pude conseguir. Archivo
tras archivo, detalles de tantos crímenes y tanta corrupción que ni siquiera podía
asimilarlo todo de una vez. Pero aquí había suficiente para destruir a todos y cada
uno de los miembros de este maldito lugar y verlos pudrirse en la cárcel también por el
resto de sus miserables vidas. Iba a abrir la computadora y llevarme el disco duro cuando
nos fuéramos también. No quería que esta información cayera en las manos
equivocadas. Lo tomaría, lo analizaría, lo usaría y luego me aseguraría de que
terminara en manos de las autoridades adecuadas: agentes que seleccionaría
personalmente para manejar el caso una vez que estuviera seguro de que había hecho todo lo que podí
"Lo hemos logrado", respiré mientras mis dedos volaban sobre el teclado y Nash
me agarraba del hombro mientras me miraba trabajar con una sonrisa salvaje en su
rostro. "Ya hemos destruido este lugar y no tienen idea".
Corrimos por los pasillos, vertiendo gasolina por todos lados, salpicando cortinas, alfombras
caras y papel tapiz. Mi corazón latía con entusiasmo mientras movíamos de una habitación a
otra, preparando todo este lugar para arder en llamas.
Teníamos que tener cuidado con los guardias mientras trabajábamos, moviéndonos
metódicamente a través de las alas más tranquilas primero en dirección al lugar donde se celebraba
el banquete anual. Cuanto más nos acercábamos, más guardias encontramos. Y cuantos más
guardias cayeron en nuestras manos.
Saint había enviado un mensaje para decir que tenían lo que necesitaban, así que todo lo que
teníamos que hacer ahora era esperar a que llegaran, luego encender algunas cerillas y conseguir el
¡Fuera de aquí!
Cuando llegamos al vestíbulo de entrada, nos deslizamos por una escalera de servicio.
y esperó, ocultando las latas de gasolina fuera de la vista, en las sombras. Kyan le había dado a
Saint instrucciones sobre dónde esperar y yo tenía plena fe en que él y Nash lo lograrían.
Simplemente no sabía cuánto tiempo más nos quedaba antes de que nos descubrieran. Era casi
inevitable que alguien se diera cuenta de que faltaban guardias, que se descubriera un cuerpo o que
se descubriera la gasolina. Estábamos en nuestros últimos minutos y cada segundo que pasaba
parecía una hora.
"¿Dónde están?" Blake gruñó con impaciencia.
"Estarán aquí", insistí, aunque la ansiedad comenzaba a apoderarse de mí mientras
Temía que algo hubiera sucedido que los retuviera.
Envié otro mensaje al chat grupal, pero no llegó respuesta.
Algo andaba mal. De repente lo supe en mis entrañas. santo no sería

tarde. Ni siquiera en estas circunstancias.
“Tenemos que buscarlos”, dije con decisión.
“Si nos movemos y ellos aparecen entonces solo terminaremos corriendo por ahí.
"Esta casa da vueltas", dijo Kyan con un gruñido.
“Entonces alguien tiene que quedarse aquí”, dije. "Puedo ir solo".
"Por supuesto que lo harás", siseó Blake, su mano se cerró alrededor de mi brazo.
"¡Soy la oscuridad en la oscuridad de la noche!" La voz de Saint de repente retumbó.
desde el siguiente nivel hacia arriba y mi corazón dio un vuelco en mi garganta.
"Escúchame jodidamente rugir", gruñó Kyan, tambaleándose hacia las escaleras y nosotros
Corrí tras él, arrastrándome mientras el miedo atravesaba mis extremidades.
Santo estaba en problemas. No se habría arriesgado a gritar a menos que estuviera
desesperado. Él nos necesitaba. Y no lo defraudaríamos.
Kyan irrumpió por la puerta en lo alto de las escaleras y vi el arma girando hacia él un
segundo antes de actuar. Lo empujé a un lado y se abrió un agujero en el marco de la puerta a
una pulgada a mi izquierda cuando Blake devolvió el fuego, haciendo que mi cabeza hiciera eco
con el ruido.
Saint y Monroe tenían cuatro guardias sujetándolos, con los brazos asegurados a la
espalda y expresiones feroces. Me negué a dejar que el pánico me dominara.
Tuve que concentrarme para sacarlos vivos de esto.

Saqué mi propia arma de mi cadera mientras las balas silbaban a mi lado, demasiado
cerca para sentirme cómodo. Blake cargó hacia nosotros y su peso me aplastó mientras nos
arrojaba detrás de la cubierta de una pared hacia un pasillo adyacente. Las balas
arrancaron pedazos de la esquina de la pared y mi corazón se aplastó en mi pecho. Saint,
Nash, tengo que salvarlos.
Blake se apartó de mí y Kyan se puso de pie, recargando su arma mientras presionaba su
espalda contra la pared y se acercaba a la esquina. Echó un vistazo a su alrededor y retrocedió
cuando una ráfaga de disparos lo alcanzó. Santo carajo.
Se hizo un silencio sepulcral una vez más y me moví para agacharme junto a las piernas de Kyan mientras
Agarré mi arma. No podíamos dejar que esto continuara por mucho más tiempo. Los hombres
en esa reunión podrían haber escuchado esto y si no nos íbamos de aquí antes de que vinieran
a buscarnos entonces estábamos jodidos.
“No disparen”, dijo una voz retumbante. "O tus amigos están muertos".
"Jódete", escupió Monroe y luego soltó una maldición cuando recibió un golpe, lo que
me hizo apretar los dientes con furia.
“Déjenlos ir y pensaremos en perdonarles la vida”, llamé, y el
Cuatro pedazos de mierda se rieron sombríamente.
"Lanzad vuestras armas o este cabrón se las llevará", dijo la voz profunda y se congeló.
Congeló mis venas. Muerto, estaba muerto. Estaban todos jodidamente muertos.
"Cuida tu boca, maldito paleto grosero", gruñó Saint entonces.

Maldijo porque alguien lo golpeó también.
Mi corazón dio un vuelco y miré a Kyan, con la mandíbula apretada. Sacó otra pistola de
su cadera y la arrojó al pasillo, haciéndome un gesto con la cabeza. Tiré mi cuchillo y mi pistola
mientras buscaba a Blake. Pero él no estaba allí. ¿Qué carajo?
"Bien, ahora voy a contar hasta tres y tú saldrás aquí o
todos vamos a descubrir cómo es el interior de la cabeza de éste”, gruñó el hombre.

El ácido quemó el interior de mis venas mientras marcaba esta escoria, marcaba
su muerte en mi alma y juraba cumplirla.
"Uno", dijo con calma.
"No vengas aquí", exigió Saint.
"Quédate donde estás, princesa", suplicó Nash.

"Dos."
"Kyan, cuidarás de ella por encima de todo, lo juraste".

Santo gruñó.
Kyan me miró y yo lo fulminé con la mirada, desafiándolo a intentar una sola cosa. Le
dije con los ojos que iba a salir y que nunca le perdonaría si me detenía. E inclinó la
cabeza en señal de acuerdo mientras se metía el arma en la parte trasera de los
pantalones.
"Tres."
Salimos como uno solo y no tuve tiempo de pensar qué pasaría sin que Blake
apareciera también.
“¿Dónde está el otro…” comenzó el líder y luego una bala atravesó el centro de
sus ojos. Cayó hecho un montón, derribando a Saint que estaba de rodillas. Blake se
paró en el lugar del imbécil, girándose rápidamente y disparando tres tiros. El ruido fue
amortiguado por el silenciador, pero los disparos aun así hicieron ruido. Me quedé
mirando a mi chico dorado rodeado por los cuerpos de cuatro guardias, con el pecho
agitado y los dientes al descubierto. Parecía una bestia enviada desde las
profundidades del infierno para cosechar almas, nuestro oscuro salvador.
Cogí mi cuchillo del suelo y corrí hacia adelante para cortar el lazo en las
manos de Saint mientras Kyan liberaba a Monroe. Me volví hacia el pedazo de mierda
que había amenazado con matar a Saint y escupí en su cadáver. Saint agarró mi
mejilla, empujándome hacia él mientras mi corazón latía como loco.
"Escupir es muy animal de tu parte", comentó, sus ojos bebiendo de mí.
como si eso le gustara.
Me puso de pie y me volví para abrazar a Nash, acercándolos a todos por un momento
mientras saboreaba el conocimiento de que todavía estábamos bien.
Todavía caminando, todavía respirando, todavía preparado para arruinar todo este imperio.
"Eso fue genial, hermano", le dijo Kyan a Blake mientras se movía para recoger sus armas. Me
arrojó el mío y avanzamos rápidamente hacia la escalera.
"Sabía que podía hacerlo, no puedo ser vencido", dijo Blake con una sonrisa y yo me eché
hacia atrás para apretar sus dedos en señal de gratitud.
Él nunca nos iba a dejar olvidar esta victoria y a mí me importaba una mierda.
sobre eso. Acababa de salvarnos el culo a todos. Y le pagaría por ello de cualquier manera que
pudiera en el momento en que saliéramos de aquí.
Corrimos escaleras abajo y regresamos sigilosamente al salón principal, pasando la gasolinera.
latas que habíamos escondido en el hueco de la escalera. De algún lugar cercano llegó la risa
de una multitud y nos quedamos quietos. No podía creer que no hubieran escuchado nuestra pelea
arriba, pero supuse que estaban haciendo más que suficiente ruido para cubrir los sonidos.
"Yo digo que lo comprobemos", gruñó Kyan. "A ver si podemos asegurarnos de que las puertas del
pasillo estén cerradas cuando iniciemos el incendio".
"De acuerdo", dijo Saint con frialdad, sorprendiéndome. “Realmente no creo que mi padre sea
derrotado tan fácilmente, pero estoy feliz de arriesgarme. Nosotros

evaluará la situación”.
Nos agrupamos muy juntos mientras nos acercábamos al salón donde se llevaba a cabo
el banquete y cuando llegamos a una esquina, miré y vi a dos guardias atendiendo las puertas.
"Podemos manejar esto", susurró Saint.
"Necesitamos una distracción para acercarnos", respiró Kyan y caímos en
silencio pensativo por un momento.
No podíamos avisar a estos guardias o todos los imbéciles en ese pasillo lo sabrían.
Estábamos aqui. No, necesitábamos atrincherarlos allí y asegurarnos de que

Muchos de ellos murieron lo más jodidamente posible cuando prendimos fuego al lugar.
Saint se acercó a mi oído y susurró suavemente. "No me gusta y a los demás tampoco,
pero tal vez puedas fingir que eres una chica enviada a buscar".
entretenimiento."
Asentí rápidamente hacia él, saltando sobre el plan. “Escoltame”, insistí,
Quitándome la máscara y quitándome la ropa.
"¿Qué carajo?" Nash articuló mientras Kyan me impedía avanzar.
Saint les lanzó a todos una mirada que les indicó que retrocedieran y luego enderezó su columna,
cambiando su máscara por una negra. Supuse que se lo había robado a uno de los tipos que Blake
acababa de matar. Realmente planeó para cada ocasión. Di un paso adelante sin nada más
que mi ropa interior y él me arrastró firmemente por el pasillo. Me abrazó, ligeramente delante de él
con un cuchillo rozándome la espalda mientras se preparaba para matar a estos hijos de puta.
Luché contra su agarre, soltando un gemido de miedo y los guardias
Miró a su alrededor con sorpresa.
"¿Qué estas haciendo aquí?" preguntó uno de ellos.
“Recibí un mensaje para mencionar una bonita. Supongo que las celebraciones están
comenzando temprano”, dijo Saint suavemente, sus habilidades de actuación son jodidamente de
primera. Pero por supuesto que lo eran.
Las miradas de los guardias recorrieron mi cuerpo y se rieron, volviéndose hacia la puerta para
abrirla. Saint presionó la empuñadura de un cuchillo en mi mano y me soltó cuando nos acercamos
detrás de ellos.
Apuñalé fuerte y verdadero antes de que pudieran abrir la puerta mientras golpeaba mi
mano sobre su máscara para sofocar su grito.
Saint atacó al mismo tiempo, cortando la garganta del otro hombre con un feroz golpe de su
espada. Los dos cayeron a nuestros pies y mi respiración se volvió irregular mientras miraba a Saint
sin arrepentimiento en mi corazón. Kyan, Blake y Nash corrieron hacia nosotros, recogiendo una
cómoda enorme entre ellos mientras

Saint y yo arrastramos los cuerpos. Lo colocaron frente a las puertas para bloquear la
salida y mi corazón latía con entusiasmo.
Compartimos una mirada de satisfacción, luego nos dimos vuelta y comenzamos a
correr. Blake sostuvo mi ropa y me la arrojó mientras avanzábamos. Cuando llegamos al
salón principal, me los puse y Saint sacó cinco encendedores zippo de su bolsillo y nos
los entregó.
“Juntos”, anunció como si no hubiera otra forma de hacerlo. Y el
era correcto. Éramos un equipo, una fuerza imparable.

La escoria del estanque en este lugar estaba a punto de descubrir qué pasó cuando
se toparon con nosotros. Nos movimos hasta el final del pasillo y luego bajamos,
cada uno de nosotros encendiendo nuestros encendedores y sosteniéndolos contra la
enorme alfombra. Se encendió con un silbido y dimos media vuelta y corrimos,
acercando nuestras llamas a cortinas y cortinas y papel tapiz empapado de gasolina
mientras huíamos del fuego que ardía detrás de nosotros, el calor ardiendo ferozmente contra mi espalda ya
Mis hijos corrieron a ambos lados de mí y todos sonreían mientras corríamos hacia
el final del pasillo donde una ventana nos dejaría salir. Una sonrisa salvaje apareció en mis
labios cuando sentí como si estuviera corriendo con una manada de lobos, los cinco
unidos por el espíritu, las promesas y el amor.

Llegamos a la ventana y Monroe abrió las contraventanas de par en par.
antes de deslizarlo hacia arriba. Me agarró por la cintura y me ayudó a subir al alféizar.
Me dejé caer sobre el césped y me di la vuelta mientras todos se lanzaban detrás de
mí, amándolos tan ferozmente en ese segundo que me quemó una marca en el corazón.
Kyan cerró la ventana de golpe y corrimos hacia nuestro auto en la noche.
Llamaríamos a la policía, ellos vendrían por las personas que habíamos liberado, y
con el tiempo descubrirían la verdad que yacía en las ruinas de este lugar, especialmente
cuando publicamos cada fragmento de información que teníamos sobre Royaume D'
élite y toda su organización. Entonces el mundo sabría que una guarida de monstruos
había sido destruida.

Me recliné en mi silla y puse mis pies sobre la mesa mientras nos sentábamos alrededor
de la mesa del comedor en la casa de mi abuelo, el fuego crepitante calentaba mi piel
mientras entrelazaba mis dedos y los colocaba detrás de mi cabeza.
Saint se sentó frente a mí, escribiendo furiosamente, frunciendo el ceño a su
computadora portátil y murmurando alguna que otra maldición mientras trabajaba para
descifrar los archivos cifrados que había descargado de la computadora en Royaume D'élite.
Prácticamente había estado haciendo eso desde que regresamos aquí esa noche y
aunque había logrado entrar en algunos de ellos, no había encontrado lo que estaba
buscando. Todavía no sabíamos dónde se escondía su padre, lo que significaba que aún
no habíamos podido usar ninguna de estas pruebas ni pasarlas al FBI. Personalmente tenía
la esperanza de que Troy hubiera sido quemado vivo en ese espectáculo de terror de un
club, pero Saint se negó a creer eso y finalmente tuve que aceptar. Habría sido bastante
poético, pero ese bastardo no moriría tan fácilmente. Claramente, Saint estaba disfrutando
el desafío que se le presentaba y al mismo tiempo frustrado por la idea de no poder burlar
a su padre más fácilmente.
Teníamos la habitación para nosotros solos, Liam prefería desayunar solo mientras
fumaba y leía un maldito periódico en su salón que de alguna manera todavía le entregaban
diariamente a pesar del encierro. Él no era nada si no

de la vieja escuela, el jefe de la mafia más sofisticado, destinado a mantener sus

rituales hasta el día de su muerte.
Por suerte para mí, él tenía algunos asuntos que atender esta mañana con los rusos
y no quería que yo estuviera presente, así que me estaba escapando al menos unas
horas de sus sermones y los llamados "preparativos para mi futuro papel". La cuestión
era que él definitivamente me estaba capacitando para reemplazar a mi padre después
de graduarme, queriendo que pasara tiempo aprendiendo los entresijos de su trabajo
para estar listo para enfrentar el lado legal del negocio familiar, pero él estaba
enseñando. Yo también un montón de mierda que no tenía nada que ver con eso.
Como anoche, cuando me sentó con un maldito árbol genealógico y me habló de
cómo todos y cada uno de sus hermanos, hijos, primos y el resto de la familia eran fuertes
y también débiles. Ahora sabía que mi tío Dougal era a la vez letal, duro y un perfecto
ejecutor, pero que también le gustaba la coca y las prostitutas después de celebrar un
trabajo, lo que le hacía perder la boca de vez en cuando. Nunca había revelado nada
lo suficientemente incriminatorio como para justificar su muerte, pero me di cuenta
de que estaba pisando una línea muy fina. Traiciona a la familia y ya no eres familia.
Todos los O'Brien lo sabían. Y si no eras familia, entonces estabas muerto. No hay dos
maneras de hacerlo. Una vez que entrabas por sangre o matrimonio, entrabas.
Me hizo sentir más que un poco incómodo saber que Tatum estaba
envuelto bajo ese mantra ahora también. Pero también sabía que ella nunca traicionaría
a los O'Brien porque nunca quedaría atrapada con ellos más allá de su vínculo conmigo.
Yo no lo permitiría. No importa el costo para mí.
La mayoría de los secretos que había aprendido sobre mi familia no fueron tan difíciles de entender.
Lo he descubierto yo mismo, aunque el claro desdén de mi abuelo por la mayoría de

ellos fue un poco sorprendente. Para alguien que estaba tan atrapado en los ideales
de esta mierda familiar que decía todo el maldito tiempo, ciertamente no lo hizo.
piensa mucho en sus familiares. Hasta donde yo sé, el único del que había hablado con
orgullo era Niall. Aunque no dejó de enumerar también todas sus debilidades.
Él había dicho: “Niall es un buen soldado. Despiadado, despiadado y minucioso. Si le doy
un trabajo, lo hace pase lo que pase. Pero perder a su esposa rompió algo dentro de su
cráneo que ya estaba un poco fracturado para empezar. Es insensible, imprudente
y valiente, todas habilidades dignas de admirar. Pero no planea nada y corre riesgos
inaceptables. No es una amenaza para la familia porque vive y respira esta
vida. Pero es una amenaza para sí mismo todos los malditos días. Tiene fama
de ser el O'Brien más aterrador y yo diría que se lo merece bien. Pero también es
bien sabido que está trastornado. Algo se rompió en él el día que esos bastardos
mataron a Ava y sin eso nunca será un buen candidato al liderazgo. Simplemente no es
capaz de asumir tanta responsabilidad. No le importa lo suficiente su vida ni la de los
demás como para poseerla”.
Liam había suspirado así, lo decepcionó pero sobre todo me hizo sentir triste por
mi tío. Se merecía más que eso de la vida. Se merecía algo mejor que vivir cada día
esperando morir. Pero no fui capaz de cambiar su destino. Sólo esperaba que
algún día conociera a alguien que lo fuera.
Así que, sobre todo, pasé los días "preparándome para mi papel" mientras conseguía
Tenía la impresión de que ese rol podría ser un poco diferente a la descripción
del trabajo y cuanto más me molestaba la idea, más comencé a creer
era la verdad. Pero eso me dejó con una idea bastante incómoda.
que necesitaba discutir con los demás tarde o temprano. Porque yo era
Tenía la impresión de que Liam me estaba considerando para el liderazgo. Por su papel
después de su muerte. Y si ese fuera el caso, en los años transcurridos desde ahora
hasta su muerte, estaba seguro de que estaría tan enredado en la red de esta familia
que ni siquiera habría una salida para mí cuando el —gruñó el viejo bastardo. Y no tenía
ningún deseo de encabezar una familia de gánsteres irlandeses.
Nash y Blake estaban discutiendo sobre las ventajas de entrenar para carreras de
larga distancia, debatiendo el uso de pesas y sprints y haciendo que todas las tonterías machistas
fueran competitivas al respecto. Quiero decir, claro, estaba a favor de algunas tonterías
machistas, pero dame una pelea para ganar y un trasero que patear si quieres irritarme por
algo. ¿Pero corriendo? No, no iba a conseguir mis bragas.

en un giro sobre eso.
Tatum estaba sentada frente a mí, terminando su comida mientras yo miraba
ella, preguntándome si alguna vez me aburriría de simplemente mirarla así. Ella me atrapó,
por supuesto, arqueando una ceja, lo cual era un desafío en sí mismo y le señalé con la
barbilla, diciéndole que trajera su trasero hacia aquí.
Ella sonrió seductoramente, llevándose una cucharada de yogur a los labios y
lamiéndolo lentamente antes de tragárselo. Ella sostuvo mis ojos mientras lo hacía, sabiendo
exactamente lo que me estaba haciendo y mi polla se puso dura.

ella sin ningún problema.
Me mantuve firme, mirando el programa y esperándola mientras ella hacía un
comida de ese maldito yogur, haciéndome desear serlo.
"Entonces te lo demostraré", desafió Blake, levantándose de un salto con una sonrisa
emocionada.
"Estás listo. Pero no empieces a llorar cuando te golpee el trasero y te des cuenta de que
tus técnicas son inferiores", respondió Monroe con arrogancia mientras se levantaba también.
"¿Alguien más quiere unirse a nosotros para una carrera?" añadió, mirando a su alrededor
mientras Blake prácticamente saltaba arriba y abajo sobre las puntas de sus pies.
"¿Qué distancia estás corriendo?" Saint preguntó casualmente sin
Apartando la mirada de su computadora portátil.
"Diez K", respondió Monroe.
"Quince", respondió Blake. "¿A menos que no puedas hackearlo?"
"Entonces haz que sean veinte", dijo Nash y me reí de sus tonterías.
"Quizás será mejor que te vayas entonces", sugirió Saint antes de que Blake pudiera
volver a subir las apuestas. "El ganador se lleva esto". Señaló una servilleta doblada que
tenía delante mientras terminaba de escribir el número 1 y Blake sonrió.
"La servilleta de ese ganador es mía, viejo."
"Cuando gane, lo usaré para limpiarme el trasero y luego tirarlo", respondió Nash mientras los
dos le ofrecían breves besos a Tatum y luego salían apresuradamente de la habitación, empujándose
y discutiendo.
Los sonidos de sus voces se alejaron de nosotros y Tatum finalmente dejó su cuchara.
Saqué mis manos de detrás de mi cabeza y me di unas palmaditas en la rodilla cuando
encontré su mirada, llamándola hacia mí nuevamente y ella sonrió mientras lentamente se acercaba a su
pies.
"Tengo mucho calor", ronroneó con una voz que llamó la atención de Saint desde su
computadora portátil mientras se quitaba la chaqueta de los hombros.
"Puedo ayudarte con eso, cariño", le prometí, y ella me dio un
mirada persistente antes de encogerse de hombros.
"Gracias por la oferta, cariño, pero creo que mejor iré a nadar. Te veré más tarde". Ella
me guiñó un ojo, luego se giró y salió de la habitación mientras yo luchaba contra el deseo de
perseguirla como una perra azotada o mantener la compostura y sufrir las bolas azules.
"Maldita sea", murmuré, tomando mis botas de la mesa y dejando que el
Las patas de mi silla se estrellan contra el suelo de madera.
"Si crees que estás frustrado, deberías intentar analizar todo esto".
Dijo Saint, señalando su computadora portátil y luciendo como si estuviera tentado a romper la
maldita cosa.
"¿Por qué no haces público lo que tienes?" Sugerí. "Que el mundo sepa exactamente qué
clase de cabrón es realmente el gobernador Memphis.

es."
"Porque", siseó Saint con los dientes apretados. "Entonces él realmente correrá.
Puede que tenga problemas para determinar su ubicación exacta en este momento,
pero sé que no estará muy lejos. No abandonará su precioso estado y el poder que
ha acumulado aquí tan fácilmente. Si le damos al FBI o a la prensa la información
que tenemos sobre su participación en Royaume D'élite y los negocios que estaban
haciendo en ese lugar, entonces estará en un jet privado y fuera del país incluso
antes de que se publique la primera noticia. encima. Y entonces nunca más lo
encontraremos. Ni siquiera la ruina financiera que le he preparado será
suficiente para detenerlo. Hay cuentas que no podré cerrar lo suficientemente
rápido, amigos de los que no tengo suficiente información sucia o incluso
simplemente vidas bajas dispuestas a aceptar un soborno para ayudarlo".
"¿Puedo hacer algo para ayudar?" Pregunté, porque parecía que mis planes
ideales para la mañana eran nadar en la piscina cubierta. Aunque no estaba
totalmente segura de que me importara lo suficiente mi ego como para dejar
de seguirla. Sin embargo, le daría una oportunidad; no es necesario que ella sepa
que estoy completamente azotado. Probablemente ya lo hizo, así que ¿tenía siquiera
algo que demostrar aquí?
"No", suspiró. “Es algo que tengo que resolver yo mismo. ¿Por qué no me
cuentas qué te dice Liam en esas pequeñas reuniones tuyas que te tienen tan de
mal humor? el sugirió.
Me pasé la palma por la mandíbula y por la barba incipiente que la recubría mientras suspiré.
“No estoy del todo seguro. Pero tengo la sensación de que está intentando prepararme
para que le sustituya cuando muera.
"Oh, ¿eso es todo?" Saint preguntó con desdén y yo le fruncí el ceño.

"¿No crees que eso es gran cosa?" Yo pregunté. “Porque me parece
Si él tiene eso en mente para mí, nunca me permitirán salir de esta maldita casa.
Me obligarán a asumir el papel de segundo y me darán cada vez más trabajo
para la familia y no tendré otra opción.
llevándolo a cabo. Seré un O'Brien de pies a cabeza, exactamente como siempre planearon
que fuera y exactamente como nunca quise ser".
"¿Confías en mí?" Saint preguntó con franqueza y supe que no era una pregunta de tontería.
"Con mi vida", estuve de acuerdo con fiereza.
“Entonces créeme cuando te digo que tu tiempo como O'Brien se está acabando.
corto. Te sacaré de esta organización en poco tiempo y la única familia de la que tendrás que
preocuparte nuevamente será la nuestra. Por supuesto, no puedo prometerles que seremos
ciudadanos respetuosos de la ley, pero tengo la sensación de que podríamos ser felices. Así que
apuntemos a eso”.
Mil protestas bailaron en mi lengua, pero me las tragué y asentí. Si había un hombre en este
planeta que podía librarme de las garras de Liam O'Brien, entonces era Saint Memphis.
"Está bien", estuve de acuerdo y él sonrió.
Saint miró entre la computadora portátil y yo por un largo momento y luego
La cerró de golpe con un gruñido de frustración.
"Puedo sentir la respuesta a este cifrado en la punta de mi cerebro, pero no puedo sacarla del todo.
Sólo necesito tomarme un momento para pensar en otra cosa, en un problema diferente que necesita
solución". Su mirada helada cayó sobre mí como si yo fuera ese problema y fruncí el ceño mientras
tomaba un cigarrillo de un paquete que había quedado en la mesa como parte del desayuno.
"¿Cómo qué?" Pregunté, colocando el humo entre mis labios por un momento antes de sacarlo y
mirarlo como si ni siquiera estuviera seguro de cómo había llegado allí. Esta maldita casa y esta
maldita familia se me estaban metiendo en la piel. Cuanto más tiempo estuviera aquí, peor se pondría la
situación.
Lancé el cigarrillo apagado al fuego con un suspiro y me pasé una mano por la cara.
"No has hablado de Garganta Profunda desde el día en que murió", dijo Saint.
con calma mientras deslizaba su computadora portátil a un lado.
"¿Qué carajo te hace pensar que querría hablar sobre ese acoso?
¿puta?" espeté, deseando no haber tirado el maldito humo.
Saint me dio una mirada evaluadora antes de servirnos a los dos bebidas frescas.
cafés y pasándome el mío.
"La noche en que Ashlynn te dio una pastilla y te acompañó de regreso a su

residencia universitaria"
"Entonces vamos a tener esta conversación, ¿verdad?" Pregunté, tensándome
mientras me preparaba para ponerme de pie, mi piel se puso caliente y punzante. Había
estado bloqueando pensamientos sobre esta mierda por una buena maldita razón.
"¿Independientemente de mi opinión al respecto?"
"Creo que no has solucionado lo que ella te hizo", dijo Saint.
No reaccioné en absoluto a pesar de que debía haber quedado claro que estaba muy
tentado a arrancarle la cabeza si no se callaba. Tatum había intentado tener esta
conversación conmigo también y yo había tratado de mostrarle lo jodidamente poco que
significaba esa puta para mí en lugar de discutirlo. Pero en el fondo, sabía que no era todo lo
que mi esposa merecía al respecto. Y eso me mató. Fue jodidamente difícil enfrentar los
problemas que tenía en torno a Deepthroat. Pero había encontrado formas de solucionarlos.
"Lo intenté ", gruñí. "La perra no pudo... hacer lo que sea que fuese.
que ella estaba tratando de hacer y"
"Violación", dijo Saint, la palabra cortó el aire. "No le demos vueltas, Kyan. La chica
estaba intentando violarte".
"Ella era la mitad de mi puto tamaño", espeté. "Y no hubo ninguna puta
manera en que me habría puesto duro para ella, así que creo que te estás confundiendo.
Además, soy un"

"¿Hombre? ¿Qué tiene eso que ver con eso? Crees que porque tienes una
pene, ¿es imposible que alguien te fuerce una interacción sexual en contra de tus deseos?
Su tono tranquilo estaba calentando mi sangre y mi mano se cerró en un puño mientras miraba
hacia la puerta que Tatum había cerrado detrás de ella. "Quería que alguien de mi familia se
enterara de esta mierda. No necesitaba el dolor de cabeza de ese tipo de rumores que
circulaban sobre mí.
"Por supuesto que no creo eso", espeté. "Fui yo quien hizo que me manoseara. Quien
se despertó con los pantalones medio quitados y su puta mano en mi polla mientras intentaba
meter su boca en ella también. ¿Tienes alguna puta idea de cómo se siente eso?"
"No", respondió Saint con calma. "No puedo empezar a imaginar cómo debes haberte
sentido al despertar así, con tu mente nublada por la droga que te había dado y tu poder robado.
Pero me han quitado el control en muchas ocasiones y Me he visto obligado a muchas
situaciones de las que desearía poder escapar. No entiendo cómo se sentiría ser tocado así en
contra de mi voluntad, pero sí sé que el efecto que esa noche tuvo en ti perduró después. Y sé
que desde que ella te secuestró por segunda vez y descubriste que en realidad había sido ella
quien te acosaba en lugar de un pervertido persiguiendo a nuestra chica, no has lidiado
con ese conocimiento en absoluto".
Me levanté de repente, tirando mi silla detrás de mí en mi prisa mientras
Mi corazón tronó en mi pecho y la necesidad de destruir algo me consumió.
Saint se me acercó mientras intentaba rodear la mesa y lo empujé con fuerza.
suficiente para hacerle retroceder un paso.
"Apártate de mi maldito camino con respecto a esto, Saint", le advertí.
"No", espetó. "Has tenido tiempo para procesarlo. He esperado a que encuentres tu propia
manera de afrontarlo o que acudas a uno de nosotros en busca de ayuda.

pero ahora veo que no harás eso. Quieres enterrarlo. Quieres fingir que nunca sucedió
y olvidar que ella alguna vez existió. Pero por mucho que estés tratando de convencerte de
que su muerte fue el final, te aseguro que no lo fue".
Le di un puñetazo tan fuerte que su cabeza se echó hacia atrás y la furia en mí casi
Estalló mientras esperaba que él me golpeara en represalia. Pero no lo hizo. Él
Simplemente empujó su lengua en su mejilla y se movió para pararse justo frente a mí
nuevamente.
"Dime, ¿cuándo empezaste a atar a las chicas para follarlas?" preguntó en voz baja
voz y me burlé de él.
"¿A quién le importa?"
"Sí", respondió con firmeza. "No cuando se lo hacías a las chicas con las que te follabas
casualmente, sino ahora que también se lo estás haciendo a nuestra chica. Me importa".
Me estremecí ante esa acusación, sacudiendo la cabeza en una negación que no saldría
de mis labios. "Eso no es lo mismo", dije finalmente. "A Tatum le gusta. No voy a hacer nada
con ella que ella no quiera"
"Por supuesto que no. ¿Crees que todavía estarías respirando si lo pensara?"
¿La lastimarías así?"
Entonces se hizo el silencio entre nosotros porque sabía que no lo estaría y sabía que
Tampoco querría serlo. Teníamos un vínculo tan inquebrantable que bien podría haber sido
forjado con hierro. Pero había una cosa en este mundo que nos haría volvernos el uno contra
el otro tan rápido como parpadear y lastimar a esa chica.
Joder sabía cómo habíamos llegado a este lugar después de cómo habían empezado las
cosas entre ella y nosotros, pero ya no había vuelta atrás para ninguno de nosotros.
"¿Qué quieres de mí?" Le pregunté cuando no parecía que él
Iba a deletrearlo sin que se lo pidieran.
"Quiero que te ocupes de ello y sigas adelante. Quiero que esa perra violadora y acosadora
ser enterrado de una vez por todas. No me gusta verla atormentándote, hermano.
y creo que necesitas un empujón para superar esto".
"No es como si pudiera borrar lo que ella hizo de mi mente", señalé enojado.
"No, no puedes. No estoy hablando de algún borrador mágico para hacerte
todo mejor otra vez. Esto te dejará una cicatriz que no desaparecerá simplemente, sino
que se desvanecerá. Créanme, he pasado toda mi vida intentando afrontar suficientes traumas
propios como para haber convertido en un pasatiempo intentar afrontarlos.

con ellos."
"Entonces, ¿qué? ¿Quieres que empiece a obsesionarme con el tiempo y a enloquecer
con los horarios?" Le pregunté y él se burló ligeramente.
"No. Esas pueden ser manifestaciones de mi daño, pero de ninguna manera son una
solución para ellos. Sólo he encontrado una solución que funciona para mí de manera duradera.
Y no solo deshace lo que he estado haciendo. no borrará lo que Ashlynn te hizo. Pero necesitas
trabajar en la forma en que estás permitiendo que tu experiencia con esa chica afecte tu relación
con Tatum", dijo Saint simplemente, como si hubiera algo simple en eso.
"Me gusta atarlo", protesté, sin estar seguro de si realmente estaba dispuesto a aceptar
lo que él estaba sugiriendo o no. "No sólo porque le impide tocarme. Simplemente me gusta".
"Sé que lo haces. Y no estoy avergonzándote ni esperando que nunca la vuelvas a atar.
Sólo creo que estás tan atrapado en lo que Deepthroat te hizo que ni siquiera puedes soportar
dejar que el "La mujer que amas tiene control durante las relaciones sexuales. No dejas
que te toque ni tome decisiones sobre lo que sucede con tu cuerpo. Y creo que deberías
trabajar en eso".
"¿Cómo exactamente?" Pregunté, cruzándome de brazos mientras lo miraba a él y a su

boca se alzó en una sonrisa.
"Estoy dispuesto a ayudarte en eso".

"Pfft, ¿qué vas a hacer, atarme y darme órdenes?" me burlé
y su sonrisa sólo creció.
"Sí, eso me suena bien", estuvo de acuerdo y me reí.
"Apuesto a que sí."
"Entonces, ¿qué dices? ¿Rastreamos a Tatum? Entonces puedo tomar el control
por ti y mostrarte lo bien que se siente enfrentarte a tus demonios".
"Mientras que los tuyos disfrutan del poder que obtendrás al hacer
Entonces", señalé y él se encogió de hombros.
"Dije que estaba dispuesto a ayudarte, nunca prometí que no obtendría nada de esto.
Entonces, ¿qué será?" Preguntó Santo.
Lamí mis labios, mi mente en Tatum y me di cuenta de que si no hacía esto
entonces no sólo me estaba conteniendo, sino que también la estaba castigando. No
le permitía opinar sobre la forma en que nos unimos, y ni siquiera le había preguntado si a
veces le gustaría tener más control. Definitivamente no podría decir que me había vuelto
sumiso ni nada por el estilo, pero podría intentarlo y ver si me ayudaba a superar parte
de mi equipaje.
"Vamos, entonces", dije, poniendo los ojos en blanco como si esto fuera una tarea
ardua y, en parte, sabía que sería con Saint a cargo, pero estaba dispuesto a hacerlo.
él era.
Había prometido amar a Tatum con todo lo que era y darle todo lo que tenía para dar.
así que iba a cumplir esos votos.
"Entonces vamos a cambiarnos para nadar", sugirió Saint y lo seguí mientras tomaba
su computadora portátil y salía de la habitación, de regreso a través de la casa hasta el
dormitorio en el que nos habíamos alojado.
Había muchas habitaciones aquí para que todos tuviéramos una cada uno, pero desde
esa primera noche, habíamos seguido durmiendo en una sola cama. Me había quedado
con Tatum por una noche cuando tía Jada estaba aquí, por quien todavía estaba jodido.
siendo Rebecca, pero todos regresaron inmediatamente cuando escuchamos que ella
se había ido a casa. La cama era casi lo suficientemente grande y supuse que mientras
pasaban tantas cosas, preferíamos permanecer juntos así. Pero tenía que preguntarme
si volveríamos a dormir en nuestras propias camas con Tatum rotando entre ellas o
no a largo plazo. Supuse que por ahora sólo necesitábamos superar esta mierda, así que
no valía la pena cuestionarlo.
Cogimos unos bañadores de la ropa de mi habitación y Saint ni siquiera se quejó
de haberme prestado mi mierda. Oficialmente, aquí era donde vivía así que tenía
mucha ropa aquí. Liam había insistido en que me mudara.
con él después de que me matriculé en Everlake Prep, pero entre el internado en la
escuela y pasar los veranos con mis amigos, había logrado evitar pasar más de una
semana aquí desde entonces.
Nos cambiamos y Saint metió su computadora portátil en la bolsa negra que le gustaba
llevar antes de cruzar la casa. Tuvimos que caminar por un pequeño pasillo de cristal para
llegar a la casa de la piscina. Cuando entramos en el edificio de madera con puertas de
cristal plegables que recorrían el lado derecho de la habitación, el vapor del agua caliente
nos envolvió.
Miré hacia la piscina de azulejos azules y fruncí el ceño porque no pude ver a
Tatum, pero Saint simplemente comenzó a caminar directamente hacia la sauna a la
izquierda del espacio.
Entramos y encontramos a Tatum allí, recostada en uno de los altos bancos de
madera con los ojos cerrados, pero una sonrisa apareció en sus labios ante el sonido
de la puerta, y los abrió de nuevo parpadeando mientras nos miraba. El calor seco de la
sauna me envolvió y suspiré mientras respiraba el aroma a madera de la habitación,
sintiendo algo de tensión salir de mi cuerpo justo en el momento.

porque estuve aquí con ella.
"¿A qué debo esta sorpresa?" preguntó, mordiéndose el labio mientras su mirada
Corrió sobre nuestros cuerpos a medio vestir.
Tatum llevaba una figura abrazando una pieza de color azul zafiro y el
El color hizo que sus ojos brillaran aún más de lo habitual.
"Te traje un regalo, sirena", dijo Saint antes de que pudiera intentar explicarle nuestro
plan. "Pero no le puse un lazo porque no pensé que pudiera lograrlo".
Tatum se sentó y se giró para que sus pies estuvieran en el banco debajo del
en el que se sentó y me alegró ver que parecía más que interesada en jugar con nosotros.
"Saint cree que necesito resolver un poco mis problemas de dominio. Dice que
necesito lidiar más con todo el asunto de la Garganta Profunda", le dije, mi garganta se
engrosó un poco mientras intentaba sonar casual al respecto. "Él piensa que debería intentar
dejarte estar a cargo."
"Estoy bastante seguro de que seré el que esté a cargo", proporcionó Saint, colocando
la bolsa negra y abriéndola antes de sacar un rollo de cuerda suave.
Mi mente se llenó instantáneamente de imágenes de todas las formas en que me gustaría atar a Tatum.
Me levanté y resoplé mientras él me miraba, dándome cuenta de que no era para ella en
absoluto.
Tatum se mordió el labio y frunció el ceño mientras me miraba. "¿Estás seguro que estás
listo?" preguntó, como si hubiera sabido desde el principio que necesitaba esto. Joder,
¿realmente había estado tan ciego ante mis propios problemas?
"Sí, estoy lista, cariño", gruñí, deseando hacer esto tanto por ella como por mí.
"Pensándolo bien", dijo Saint, dejando caer la cuerda nuevamente en la bolsa. "Sería una
prueba mejor si te obligaran a controlarte en lugar de usar la cuerda como muleta".
Tatum se rió, levantándose y saltando de los bancos mientras
se acercó a nosotros. "¿Kyan controlándose a sí mismo? Me gustaría ver eso."

"¿No crees que puedo hacerlo?" Pregunté, el desafío en sus ojos hizo que
Yo estaba aún más decidido a demostrarle que estaba equivocada.
"Me gustaría verte intentarlo", respondió ella, con la diversión aún clara en su
expresión mientras se giraba y miraba a Saint.
Él tomó su barbilla con fuerza antes de mirarme a los ojos. "Mirar.
No toques", ordenó, haciéndome instantáneamente querer hacer todo lo contrario de
lo que acababa de decir mientras se inclinaba hacia delante y acortaba la distancia.

entre su boca y la de Tatum.
Ella gimió en su beso mientras él lo profundizaba, su mano manteniendo su rostro
quieto mientras la otra se deslizaba por su cuerpo, acariciando su pecho a través del
traje de baño, donde sus duros pezones presionaban a través de él.
Las manos de Tatum se deslizaron por su pecho a cambio y mi boca se secó
mientras observaba la forma en que ella lo tocaba, sabiendo que cada vez que ella me
hacía eso, generalmente le ponía fin bastante rápido. ¿Pero por qué hice eso? ¿Sólo
porque alguna perra había intentado tomar mi cuerpo sin mi consentimiento? Tatum no
era ella. Ella no buscaba nada de mí más que lo que yo estaba más que dispuesto a dar.
Saint sacó algo del bolsillo de su baúl y un leve zumbido llenó el aire mientras movía
su mano entre los muslos de Tatum, haciéndola respirar profundamente.
Mi polla estaba dura en mis calzoncillos, palpitaba con la necesidad de tocarla también
y me lamí los labios mientras observaba a Saint deslizar la correa de su traje de baño fuera
de su hombro, bajando para tomar su pezón duro en su boca mientras continuaba Mueva
el pequeño juguete vibratorio entre sus muslos.
Los ojos de Tatum se abrieron y me miró mientras jadeaba por él, entrecortada.
Los gemidos se le escapan mientras él la empuja hacia el borde.
Pero siendo Saint, no la dejó correrse tan fácilmente y se puso de pie suavemente,
tomando el juguete y apagándolo antes de colocarlo.

en su mano y cerrando su puño alrededor de él. Todavía no había visto bien la cosa y sabía
que no fue un accidente.
Saint deslizó la correa de Tatum sobre su hombro y se inclinó para hablar.
en su oído, aunque no se molestó en bajar la voz mientras hablaba.
"Muéstrale que eres su dueño, sirena", le ordenó. "Recuérdale que sirve para tu
placer".
Los labios de Tatum se curvaron en una sonrisa cuando Saint se hizo a un lado para dejarla
Acércate a mí y ladeé la cabeza hacia ella con una mirada burlona.
"¿Crees que puedes ponerme de rodillas por ti, bebé?" Bromeé.
"Cierra los ojos", murmuró. "Y mantén tus manos quietas".
Mi corazón dio un vuelco al pensar en eso y un rechazo floreció en mi lengua. Quería
ver qué estaba pasando. Quería saber qué estaba pasando. Pero cuando encontré su
ardiente mirada azul, supe que lo que realmente estaba pidiendo era que le demostrara
que confiaba en ella.
El sonido de una cerradura al girar atrajo mi mirada por encima de su cabeza hacia Saint mientras él
Nos encerró en la habitación antes de verter un cucharón de agua sobre las piedras al
lado de la puerta para que saliera vapor de ellas.
"Aquí estamos sólo nosotros tres", dijo a la ligera. "Y no tengo ningún deseo de empezar
a tocarte, así que puedes estar seguro de que todo lo que sientes es de la chica que amas".
"Puedes confiar en mí", añadió en un susurro, poniéndose de puntillas para besarme y
dejé que mis ojos se cerraran mientras saboreaba sus labios, manteniéndolos cerrados incluso
cuando movió su boca a lo largo de mi mandíbula y por mi cuello.
Mis dedos se flexionaron con el deseo de agarrarla y gruñí de frustración.
mientras los apretaba en puños a mis costados y me mantenía allí, con los músculos
rígidos por la tensión.
Tatum se tomó su tiempo en mi pecho, besándome y acariciándome, trazando mis
tatuajes con las yemas de sus dedos y haciendo que mi piel vibrara. quería agarrarme
de ella, dirigir sus movimientos o incluso detenerlos todos juntos, pero me obligué
a no hacerlo, concentrándome en cómo se sentía ser tocado por ella de esa manera.
Y no lo odié. Cuando me concentré en su toque, sólo el placer provenía de los puntos
de contacto entre su carne y la mía. Todos los problemas estaban en mi cabeza. Se
trataba de confianza, como ella había dicho, y yo confiaba en ella. Así que dejé
escapar un suspiro y traté de concentrarme en nada más que disfrutar la atención
que ella me estaba brindando.
Pero cuando la sentí caer de rodillas frente a mí, manteniendo los ojos cerrados
Se convirtió en una pura batalla de voluntad y mi mano se adelantó una pulgada
mientras el deseo de agarrarla me llenaba. No quería que se detuviera, pero la
sensación de sus dedos deslizándose en mi cintura hizo que mi corazón se
acelerara. Por un momento pensé en ese maldito imbécil tratando de ponerme duro
para poder poner su boca en mi cuerpo.
Mis dedos rozaron el cabello de Tatum y la voz de Saint llenó la habitación
caldeada.
"No tocar."
"Te tengo, bebé", prometió Tatum mientras tomaba mi mano y la giraba, colocando
un beso en el centro de mi palma mientras mis dedos recorrían su mandíbula.
"Lo sé", respondí, soltando un profundo suspiro y empujando a esos tontos.

pensamientos de mi mente.
Tatum no tuvo nada que ver con lo que Deepthroat había intentado hacerme y
mi polla estaba dura y dolía por mi chica. No iba a dejar que los recuerdos de algo
que una chica muerta había hecho arruinaran eso.
Retiré mi mano y Tatum deslizó mi bañador por mis piernas, haciendo
Mi dura polla se liberó antes de que saliera de ellos para ella.
"Jesús, eres tan grande", murmuró y yo solté una carcajada, sintiendo que la
tensión se aliviaba de mi cuerpo.
"Has demostrado con creces que puedes manejarlo, cariño", le recordé.
"Has demostrado con creces que puedes manejar mucho más que eso", añadió Saint
desde algún lugar detrás de ella y Tatum soltó una carcajada mientras pasaba su mano por
mi muslo.
Su pulgar se detuvo contra el tatuaje de la brújula que había tatuado allí y lo presionó
firmemente, recordándome lo que significaba y lo que tenía, antes de que sus labios carnosos
se deslizaran alrededor de mi polla y yo gemiera de pura felicidad.
Ella me tomó profundamente, gimiendo como si estuviera disfrutando esto tanto como
Lo estaba, y logré mantener mis manos fuera de su cabello durante algunos

milagro del autocontrol.
Tatum me atrajo hacia adentro y hacia afuera, su lengua girando, sus labios apretándose y
suaves zumbidos escapando de ella que enviaron temblores hasta la base de mi eje.
Cuando me tenía jadeando por ella, a punto de correrme, Saint dijo un
Una sola palabra me hizo querer estrangularlo.
"Detener."
Tatum se echó hacia atrás y no pude evitar abrir los ojos para mirar hacia abajo.
ella de rodillas ante mí, lamiéndose los labios hinchados mientras me miraba con promesas
en sus ojos.
"Dale su regalo, sirena", me instó Saint y lo miré mientras él
se acercó a nosotros y le entregó una botella de lubricante.
Tatum me sonrió mientras arrojaba el líquido frío sobre mi polla y yo siseé entre dientes
antes de que ella deslizara su mano alrededor de mi eje, cubriendo cada centímetro de mí,
incluidas mis malditas pelotas.
Quería preguntar a qué diablos estaban jugando los dos, pero me respondieron.
Mi respuesta antes de hacerlo cuando Tatum abrió su puño para revelar un anillo doble para
el pene con una pequeña bala vibratoria en la parte superior.
Los juguetes eran realmente más cosa de Saint que mía a menos que incluyeras
restricciones, pero no me quejé cuando Tatum deslizó el anillo interior por mi eje.
antes de enganchar el exterior sobre mis bolas.
Estaba apretado y gruñí un poco de incomodidad, pero la mirada de
La emoción en sus ojos detuvo cualquier queja que pudiera haber tenido.
"Siéntate", ordenó Saint y lo hice, moviéndome hacia el más alto de los dos bancos de
madera calientes y curvando mis manos alrededor de los bordes a cada lado de mí para tener
algo a qué agarrarme.
Tatum dio un paso para seguirme, pero Saint se acercó detrás de ella y la besó.
su cuello y enroscó sus dedos alrededor de los tirantes de su traje de baño antes de
quitárselo de los hombros y rodarlo por su cuerpo.
Gemí cuando sus pechos fueron liberados, sus pezones estaban duros y
prácticamente rogando por mi boca sobre ellos. Saint siguió haciendo rodar la tela hasta que
se le cayó, dejándola desnuda y jadeando, luciendo más que comestible y como la cosa más
tentadora que jamás había visto.
La mano de Saint se movió entre sus muslos mientras continuaba besando su cuello y
observé con avidez cómo sus dedos se deslizaban dentro de ella y ella jadeaba su nombre.
El calor en la habitación la hacía sudar y una gota de humedad talló una línea entre el valle
de sus senos mientras Saint la hacía frenética, rodando hasta encontrar su mano.
La mirada de Tatum se encontró con la mía mientras la follaba con sus dedos y ella gemía.
ánimo hasta que la vi venir hacia él, con la espalda arqueada y las caderas moviéndose
contra su mano mientras él seguía apretando la palma de su mano contra su clítoris
para prolongar el placer.
"Buena chica", gruñó Saint, mordiéndose el lóbulo de la oreja antes de quitarla.
Sacó la mano de su coño y la empujó hacia mí. "Apóyate sobre sus rodillas, no lo toques
más que eso".
Tatum hizo lo que quería, agarrando mis rodillas y mirándome a través de una
cascada de cabello rubio mientras mi polla dolía por la necesidad y la tortura de tener
que esperarla.
Saint tomó el lubricante de donde Tatum lo había dejado en el banco a su lado.
antes de sacar un plug anal de su bolsillo y cubrirlo.

Él se acercó detrás de ella, masajeando su nalga mientras movía el enchufe a su
posición y Tatum jadeó cuando lo introdujo, sus uñas mordieron mis muslos donde se
sostuvo sobre mí.
"¿Estás bien, sirena?" preguntó y Tatum asintió, mordiéndose el labio.
"Te quiero", suplicó y Saint sonrió mientras se bajaba los pantalones y
alineó su polla para reclamarla.
"No le hagas nada a Kyan hasta que vuelvas", ordenó y antes de que cualquiera de
nosotros tuviera la oportunidad de protestar, la empujó y la hizo llorar por él.
Precum goteaba en la punta de mi polla mientras ella me abrazaba, su boca

moviéndose tan cerca de ella que me costaba todo lo que tenía para no agarrar su
cabello en mi mano y empujar su boca hacia mí.
Saint no fue gentil cuando se la folló y el calor de la sauna nos atrapó a todos.
Jadeando y sudando mientras ella se aferraba a mí y yo simplemente miraba el
programa, desesperada por tomar mi turno para reclamarla mientras me obligaba a contenerme.
Cuando Tatum finalmente volvió, la mano de Saint golpeó su trasero y tomó mi polla de
nuevo en su boca tan repentinamente que moví mis caderas con sorpresa, obligándola a
tomarme profundamente mientras Saint desaceleraba un poco su ritmo, dejándola
adaptarse.
El anillo para el pene estaba lo suficientemente apretado como para contener mi liberación, de lo contrario estaría
Seguro que ya me habría corrido en su boca. Pero cuando Saint comenzó a

moverse más rápido nuevamente, incliné mi cabeza hacia atrás, disfrutando el viaje
mientras ella me chupaba y lamía, controlando los movimientos y haciéndome murmurar
su nombre en voz baja.
Saint parecía haber perdido el control del diablo dentro de él mientras se movía.
Cada vez más rápido, follándola tan fuerte que sabía que ella todavía lo sentiría.
mañana cuando sus dedos se clavaron en sus caderas y ella gimió alrededor de mi polla.
Finalmente se corrió con un gruñido salvaje, azotándola de nuevo y obligándola a
Seguí mientras él le tomaba el pelo con una mano y la arrancaba de mí.
Extendí la mano para atraparla antes de que pudiera detenerme y él me golpeó
aparté la mano antes de que pudiera tocarla, sosteniéndola mientras ella temblaba en su
brazos.
"¿Quieres más, sirena?" Saint preguntó sin aliento y ella asintió, mirándome con avidez
y mostrándonos el monstruo que había en ella también. "Entonces muéstrale quién es el dueño".
Tatum se subió al banco debajo del mío y esta vez, cuando la alcancé, Saint no me
detuvo cuando tomé sus manos y la ayudé a subir para montarse a horcajadas sobre mí.
"Puedes sujetar mis manos detrás de mi espalda si es necesario", respiró contra mis
labios antes de besarme y mis dedos se cerraron alrededor de sus muñecas cuando nuestras
lenguas se encontraron y probé el mundo entero en ese beso.
Mi agarre se hizo más fuerte, pero no moví sus manos detrás de su espalda, sino que
las puse sobre mi pecho, presionando el dorso de sus manos para poder sentir la firme presión
de su piel sobre la mía.
"Soy toda tuya, cariño", le juré. "Y no quiero enjaularte."
"Quizás me guste estar en tu jaula", bromeó, pasando una mano por mi
pecho hasta que encontró la pequeña bala en la parte superior del anillo del pene y
lo encendió.
La besé más fuerte mientras las vibraciones temblaban a través de mi polla y ella se
agachó sobre mí lentamente, gimiendo como si esa fuera la mejor maldita sensación del mundo
y tuviera que estar de acuerdo con ella.
Su coño se sentía aún más apretado de lo habitual con el tapón en su culo y el anillo del
pene haciendo que mi pene estuviera tan duro que me dolía. Giré mis caderas mientras daba
darle un momento para adaptarse a tantas sensaciones a la vez. El conejo vibrante rozó su
clítoris y ella jadeó antes de que comenzáramos a movernos juntos.
Pasé mis manos por su columna hasta que agarré su trasero y nuestros movimientos
se hicieron más rápidos, más frenéticos mientras ella me montaba con fuerza, sus
manos moviéndose por todo mi cuerpo y yo empujaba hacia ella, haciéndola gritar.
entre nuestros besos.
Me dolía la polla cuando el anillo del pene impidió mi liberación y bombeé mis caderas
con más fuerza hasta que ella vino hacia mí, su coño se apretó increíblemente más y yo
estaba explotando dentro de ella, viniendo tan fuerte que maldije y ella me mordió el labio lo
suficiente como para extraer sangre.
"Perfección", murmuró Saint mientras me agachaba para detener el anillo del pene.
de vibrar y Tatum cayó flojo en mis brazos.
Levanté la mirada para mirar por encima de su hombro hacia él, donde él estaba sonriendo.
Nos miró desde el banco que había elegido como punto de vista y supe que tenía razón.
Esto de aquí, nosotros y los demás también era todo lo que necesitaba. Y me negué a
permitir que nada me lo quitara.

"Es hora de irse, sirena". Los dedos de Saint apartaron un poco de pelo de mi frente y mis ojos
se abrieron, encontrándolo parado frente a mí en una
elegante abrigo negro.
"¿Qué quieres decir?" Pregunté, cerrando los ojos nuevamente mientras me aferraba al
sueño. La cama estaba fría detrás de mí, no se podía encontrar ningún cuerpo caliente.
"¿Donde está todo el mundo?"
"Saint ha estado planeando una misión secreta", dijo Blake desde algún lugar al otro lado de la
habitación mientras Saint me quitaba suavemente las mantas y abría los ojos de nuevo.
"Santo", me quejé, la oscuridad más allá de la ventana me decía que era
casi a mitad de la noche. Tal vez solo estaba teniendo un sueño extraño. Pero ni siquiera yo pude
convencerme de eso mientras cerraba los ojos con fuerza.
una vez más.
"Nash, ayúdame", ordenó Saint y luego dos pares de manos cálidas comenzaron a
quitándome el camisón.
Sonreí vertiginosamente, acariciando sus brazos mientras intentaba atraerlos a la cama.
conmigo, pero entonces alguien me puso un sostén deportivo en la cabeza. "¿Qué demonios?"
Me desperté completamente, sintiéndome de mal humor y con sueño y estaba bastante seguro
de que uno de los primos de los Siete Enanos también llegaría pronto. Con garra.
Saint me puso un suave suéter gris por la cabeza mientras Nash levantaba mis caderas.
y arrastré un par de jeans por mis piernas y por mi trasero. Sin embargo, me había
dejado sin bragas y esa sucia sonrisa sucia decía que fue intencional.
“Muy bien, suficiente. Puedo hacerlo." Traté de quitárselos de encima, pero era bonita.
Estoy seguro de que lo estaban disfrutando cuando Saint metió los brazos en un abrigo y
Nash me puso unos calcetines cómodos en los pies antes de arrodillarse para atarme las botas.
"Chicos", medio gruñí, medio reí. "Esto es ridículo."
Saint comenzó a cepillarme el cabello y le quité el cepillo de la mano con un puchero. "Muy
lejos."
Saint sonrió, pasando su pulgar por mi mejilla e inclinándose para besarme los labios.
"Ve a cepillarte los dientes, sirena, o te acostaré sobre mis rodillas y lo haré por ti".
"Un día te ataré mientras duermes y te azotaré el trasero, Memphis", le advertí. Me puse
de pie y encontré a Blake y Kyan sonriéndome junto a la puerta y les lancé el dedo mientras me
metía al baño. Me lavé la cara, me cepillé los dientes y el cabello, aparentemente tomándome
demasiado tiempo porque Saint empezó a llamar a la puerta.
"Mi paciencia se está agotando, Tatum", dijo sombríamente. "Vas a
¿Empezar este día con un castigo?
Sonreí mientras abría la puerta, arqueando una ceja hacia él. "Tú no eres el
Ya no eres mi jefe, chico diablo.
Sus ojos brillaron como si no estuviera del todo de acuerdo. "Puedo adorar en tu altar
todos los días, pero te aseguro que soy más que capaz de poner a una diosa en su lugar
cuando la ocasión lo requiera".

"Deja de coquetear", llamó Kyan. "Vamos."
“¿Está previsto el desayuno en este misterioso viaje? Estoy hambriento”, dijo Blake y me di
cuenta de que ninguno de ellos tenía ni idea de adónde íbamos. Supuse que estaban acostumbrados
a que Saint hiciera cosas al azar como esta, pero incluso Monroe parecía estar de acuerdo sin
quejarse.
“Quiero un croissant”, estuve de acuerdo, pensando en los recién horneados que Martha
nos traía todas las mañanas. Maldita sea, eran hermosos. Escamosa, dulce, mantecosa… mmm.
Saint abrió una bolsa de viaje a los pies de la cama, sacó una bolsa de papel y rápidamente
colocó un croissant en mi mano antes de guardarla y cerrar la bolsa.
"¡Ey! ¿Dónde está el mío?" —se quejó Blake.
"Puedes tener uno en el viaje", dijo Saint simplemente, señalando a Kyan.
para llevar la bolsa y él se movió para obedecer sin una palabra de negativa.
Saint abrió el camino hacia la puerta y corrí para caminar junto a Blake, ofreciéndole un
trozo de mi croissant cuando nuestro dictador tan sexy no estaba mirando. Arrancó un bocado
con los dientes y luego me sonrió con la boca llena de masa. "Eres un salvavidas,
Cinders".
Seguimos a Saint a través de la enorme casa, el lugar estaba mortalmente silencioso mientras
Caminó por los pasillos oscuros.
"¿A dónde vamos?" Siseé cuando terminé mi comida y me desperté oficialmente.
Saint no respondió mientras nos conducía por un pasillo con pinturas de paisajes
irlandeses en las paredes, aparentemente conociendo esta casa tan bien como Kyan. Quizás
mejor.
"Tenemos una apuesta", murmuró Blake en mi oído mientras pasaba un brazo alrededor
de mis hombros. "Supuse que nos llevaría a sacrificar una cabra a Satanás y abrir una puerta al
infierno".
Kyan dio un paso a mi lado. “No, apuesto a que iremos a alguna ceremonia
africana clandestina donde Saint podrá asegurarse de que estés casado con todos
nosotros. Por cierto, lucharé por completo, cariño”.
"Es obvio hacia dónde vamos", dijo Nash detrás de mí y yo
Miré a mi alrededor con una pregunta en mis ojos. “Para ver al Doctor”
"Di ese nombre dentro de estos pasillos y te castraré y alimentaré
"Tus pelotas con los perros guardianes de O'Brien", dijo Saint tajantemente, pero obtuve la respuesta.
mensaje.
Estábamos llevando las vacunas al Dr. De La Cost. Finalmente íbamos a
hacer una diferencia en esta maldita plaga que se extiende por la Tierra. Mi corazón
se llenó de calidez al saber eso. Odiaba saber que teníamos acceso a esas vacunas
pero que no podíamos hacer nada para salvar a las miles de personas que morían
cada día. Pero lo haríamos ahora.
Llegamos a un gran invernadero que se extendía desde la parte trasera de la casa
y Kyan avanzó para abrir las puertas dobles que conducían al exterior.
El aire de la noche me hizo temblar cuando salimos al inmaculado césped y Blake me
abrazó con más fuerza, actuando como una barrera contra el frío.
Saint caminó resueltamente sobre la hierba hacia la oscuridad cada vez más espesa.
y fruncí el ceño mientras lo seguíamos. “¿Hay alguna salida a la carretera desde
aquí?” Yo pregunté. “¿O un garaje?”
Saint no dijo nada, pero finalmente se detuvo a unos cien metros de distancia.
de la casa y sacó su teléfono del bolsillo. “Dos minutos”, anunció.
"¿Antes que? ¿Una nave extraterrestre nos transporta al cielo? monroe

preguntó con un resoplido.
"Para ser justos, creo que Saint podría organizar eso", dije, alejándome de Blake para
abrazar a Nash. Me abrazó contra su pecho y respiré su aroma a pino con una sonrisa.
Juro que mis muchachos estaban empezando a oler más.
aunque similar. También había una corriente subterránea de manzana sobre él y supuse que
era obra de Saint mientras empacaba el gel de ducha.
El sonido de las hélices vino de algún lugar lejano en el cielo y
Levantó la vista sorprendido cuando se acercaron las luces de un helicóptero.
"¿Qué carajo?" Monroe respiró, el aire azotaba violentamente a nuestro alrededor mientras
El helicóptero descendió para aterrizar.
"Tendremos que abordar rápidamente", nos llamó Saint. “El ruido despertará
el dueño de casa."
Los patines golpearon el césped y Saint nos hizo una seña para que siguiéramos, tirando de la puerta.
Abre y sube al interior con Kyan. Monroe me ayudó a levantarme y Kyan me arrebató,
tirando de mí hacia un asiento a su lado.
Blake cerró la puerta cuando las luces se encendieron en la casa y mi ritmo cardíaco se
aceleró. Saint asomó la cabeza por la cabina y se puso unos auriculares para poder hablar con el
piloto.
Kyan puso unos auriculares en mi mano y me los puse mientras Blake y Monroe
Se movió para sentarse en los asientos detrás de nosotros.
Saint se giró y agarró la correa de mi cintura mientras terminaba de asegurar el cinturón,
tirando de él con fuerza para apretarlo más antes de dejarme caer en el asiento junto al mío. El
helicóptero despegó mientras se ataba el cinturón y Kyan hablaba por los auriculares.
“Al abuelo se le va a cagar un pulmón”, dijo con una carcajada.
"No te preocupes por él", dijo Saint. “Te explicaré esto cuando
devolver."
"Buena suerte con eso, hermano", dijo Kyan, colocando una mano en mi rodilla y
apretándola.
Volamos y nos alejamos de la propiedad y las pocas luces encendidas en el pueblo
más cercano brillaron mientras navegábamos hacia él. La luna no salió esta noche,
y tuve la sensación de que no era casualidad. Saint había planeado esto hasta el último
detalle y el manto de la oscuridad era parte de ello.
No pasó mucho tiempo antes de que el piloto nos llevara hasta aterrizar en una amplia zona de agricultores.
campo y Saint se desabrochó el cinturón. “Quédense en sus asientos”, nos gruñó

antes de abrir la puerta y saltar afuera.
El piloto también salió y compartieron algunas palabras, luego Saint asintió con la
cabeza antes de volver a entrar, cerrar la puerta y moverse para tomar el asiento del
piloto.
Tocó algunos botones en el panel de control y luego presionó algunos interruptores.
en el techo encima de él y de repente estábamos despegando de nuevo con mi
bella pecadora en el asiento del piloto.
"Maldita sea, Saint, esto es como una mierda de Misión Imposible", cantó Blake con
entusiasmo, y compartí una sonrisa con Kyan mientras su mano se deslizaba más arriba
de mi pierna, enviando un zumbido de adrenalina a mis venas.
"Cálmate, Double0 Bowman", dijo Saint, y había una sonrisa en su
voz. “No podemos arriesgarnos a traer a nadie a la casa del Dr. De La Cost. No confío
en nadie más que en nosotros cinco. No habrá tiroteos ni maldad.
autores intelectuales”.
"¿Eso es porque ya eres el cerebro malvado?" Preguntó Blake y yo solté una carcajada.
“Obviamente”, estuvo de acuerdo Saint.
"Bueno, vamos a tener que confiar en ese médico también", señalé.

"Difícilmente", se burló Saint. "La chantajearé, por supuesto".
"Pero dijiste que estaba absolutamente limpia", dije confundido.
"Sí, lo es", dijo Saint con una risa oscura, pero no dio más detalles.
que eso. “También acabo de admitir que soy el cerebro malvado. Sigue así, sirena”.
Volamos durante más de una hora hacia el norte y apoyé mi cabeza en el hombro
de Kyan mientras miraba por la ventana junto a él. Cuanto más al norte estamos
Cuanto más avanzaba, más oscuro se volvía el mundo a medida que dejábamos atrás
las ciudades. En un momento me pareció ver camiones del ejército moviéndose por las
carreteras de abajo y supuse que esa había sido la motivación de Saint para volar.
Estaban apareciendo puestos de control del ejército por todo el país y, aunque habíamos
expuesto el interior de uno de sus pequeños Campamentos Hades, tuve la sensación
de que eso no iba a impedir que se erigieran más. La situación en el mundo se estaba
volviendo demasiado grave. Y ahora las cosas se habían puesto mal, el
gobierno estaba tomando medidas extremas en todos los malditos estados. Por el
maldito Troy. Pero separar a la gente de sus seres queridos y sacarlos a rastras
de sus hogares me parecía una barbaridad. Nuestro país ya había perdido suficiente.
Y me asustó lo rápido que las autoridades podían tomar el control. A veces parecía
imposible contraatacar, pero lo estábamos haciendo. No íbamos a quedarnos
quietos y dejar que personas como Troy Memphis y sus turbios amigos de Royaume
D'élite se salieran con la suya. Había que detenerlos. Y más aún: había que castigarlos.
"Al llegar a tierra", dijo Saint, y comenzamos a descender hacia el

Césped de una casa solitaria debajo, rodeado de árboles a ambos lados, las luces
debajo del helicóptero iluminaban la propiedad.
Aterrizamos y Saint apagó el motor, las hélices comenzaron a disminuir cuando él
también apagó las luces y salió. Nos desabrochamos los cinturones y salimos del avión
mientras Kyan me apuntaba con una pistola a la palma de la mano. Lo deslicé en la parte
trasera de mis jeans, pensando que un médico en medio de la nada no sería una gran
amenaza contra cinco personas armadas que acababan de aterrizar un helicóptero en
su patio trasero. Las luces estaban encendidas en la casa y una ventana se abrió de
golpe en el piso superior, y de ella salió una escopeta. Al parecer me equivoqué.
"¡¿Quién eres?!" —gritó una mujer con la voz llena de miedo.
Saint levantó las palmas de las manos en señal de inocencia. "Tenemos una propuesta para usted", dijo.
—gritó de nuevo, totalmente jodidamente tranquilo. Si hubiera sabido que este era su plan, lo habría hecho.
He sugerido que aterricemos el maldito helicóptero a una milla de distancia y caminemos
hasta aquí en lugar de asustar a la mujer.
“¡Salgan de mi propiedad!” ella gritó. "¡Llamaré a la policía!"
"Sabes tan bien como yo que la policía está demasiado ocupada acorralando
a la población en los Campamentos Hades junto con el ejército", dijo Saint mientras
Kyan se acercaba detrás de él, usando el cuerpo de Saint para ocultar el arma en su mano.
"Y si vinieran, tal vez tendrías que explicarles el hecho de que no tienes licencia para
portar esa arma". Su mandíbula se apretó, diciéndome que había verificado esa información
a fondo y que no esperaba esto.
En serio, esta no era la manera de calmar a alguien que sostenía una maldita escopeta.
Me paré frente a mis hijos, tomé la bolsa de viaje de Kyan y la levanté.
“Dr. De La Cost”, la llamé. "Necesitamos tu ayuda. Mi padre me dio una vacuna contra
el virus Hades mucho antes de que fuera lanzado al mundo. Tenemos viales de esa vacuna
aquí mismo”.
"¿De qué estás hablando?" exigió.
“Me llevaron funcionarios del gobierno y se produjo una nueva vacuna a partir de mi
sangre”, le expliqué, sabiendo que sonaba una locura, pero no teníamos muchas opciones.
“Cuando estos hombres me ayudaron a escapar de las instalaciones, lo tomamos

con nosotros. Y necesitamos a alguien que pueda producir más vacunas para
ayuda… bueno, el mundo entero en realidad. Alguien como tu."
Se quedó en silencio y me imaginé que estaba tratando de averiguar si habíamos perdido nuestro
mentes o si había una pizca de verdad en mis palabras.
Dejé la bolsa de viaje a mis pies. “Puedo mostrártelo… ¿si quieres? El

La vacuna está aquí”.
Ella dudó y finalmente dio una respuesta. "Abrelo. Despacio."
Me agaché, abrí la bolsa y saqué la caja refrigerada. Lo abrí y le di la vuelta para mostrarle
el contenido.
El silencio se prolongó y finalmente volvió a meter su escopeta en el interior.
“Tráelo al porche. Sólo la chica”.
Cerró la ventana y volvió a las sombras de su habitación.
Saqué mi arma de mi cintura y se la pasé a Kyan.
"Tómalo", insistió, empujándolo hacia mí.
"Ella es doctora. Y ella no confiará en nosotros si no le mostramos el
"La misma cortesía", dije con firmeza y los chicos compartieron miradas ansiosas.
Me alejé de ellos, recogí la caja de vacunas y subí los escalones de madera del porche,
llamé suavemente a la puerta y luego retrocedí para poner dos metros entre nosotros. Se abrió y
el cañón de la escopeta volvió a mirarme, haciendo que mi corazón se apretara. Pero yo también
tendría miedo si las mesas

regresamos. Así que tuve que demostrarle que no tenía motivos para estarlo.
"Tatum", llamó Blake, con preocupación en su tono.
"Está bien. Quédate ahí atrás”, insistí mientras dos grandes ojos marrones me miraban desde
el otro extremo del arma. "Sé que esto es un shock", dije suavemente.
“Pero teníamos que venir de noche, teníamos que evitar al ejército y los controles de carreteras.
Hemos estado cuidando estas vacunas y mi novio pasó mucho tiempo investigando médicos
en los que pudiéramos confiar. Es un hombre muy meticuloso y lo redujo a una sola persona en
todo el estado. Tú."
Sus ojos iban y venían entre los míos y finalmente bajó su arma, revelando sus suaves
rasgos y sus mejillas como de querubín. Tenía unos cuarenta años, piel oscura y cabello liso
hasta los hombros.
"Entra. Sólo tú", dijo bruscamente, abriendo más la puerta.
“¿No tienes miedo de contraer el virus?” Le pregunté y ella negó con la cabeza.
“Lo tuve hace tres semanas. Sobrevivió afortunadamente”, dijo con gravedad. “Todavía
tengo anticuerpos. Así que, a menos que estés preocupado entonces...

“Como dije, me vacunaron”, respondí y luego entré a la casa.

mientras ella asentía, frunciendo el ceño con sospecha.
“¡Tatum!” Nash ladró, pero lo ignoré y cerré la puerta detrás de mí.

a mí.
El Dr. De La Cost encendió una luz, iluminando un pequeño pasillo con una
Algunas plantas en macetas alrededor del lugar. Había una fotografía en la pared de
lo que parecían ser sus padres y algunas fotografías de un gato blanco a su alrededor.
Le ofrecí la caja de vacunas y ella contempló su siguiente paso.
antes de colocar el arma sobre una mesa detrás de ella. Tomó la caja y examinó
el contenido con el ceño fruncido.
"Serenity Pharmaceuticals", murmuró mientras leía el nombre en un
etiqueta en uno de los viales. "No he oído hablar de ellos".
"Están financiados por Troy Memphis", le dije, y sus ojos se abrieron de golpe.
para mirarme.
"¿El gobernador?" preguntó sorprendida y yo asentí.

"Él fue quien me secuestró en sus instalaciones", dije, pensando
La honestidad era el mejor plan aquí.
“¿Secuestrado?” —repitió, con un destello de incredulidad en sus ojos.
“Sé que esto suena loco. Y no necesitas creer una palabra que sale de mi boca
excepto estas siguientes. Esa caja contiene las únicas vacunas que funcionan en el país.
Probablemente en todo el mundo. Entonces necesitamos a alguien que pueda ganar
más. ¿Y quién lo hará sutilmente, quién se asegurará de que se distribuyan de manera
justa y eficiente a cada hombre, mujer y
niño en la Tierra”.
Su boca se abrió y cerró mientras la sorpresa recorría sus rasgos.

"¿Por qué yo?" ella finalmente dijo con voz áspera.
“Como dije, mi novio te eligió. Y solo habría elegido a alguien en quien pudiéramos
confiar para hacer esto, que no aceptaría la vacuna ni la vendería.
dárselo al mejor postor en lugar de ofrecerlo a las personas que lo necesitan

mayoría."
Su garganta se sacudió mientras cerraba la tapa de la caja. "Como puedo estar seguro
¿Esto no es algún truco?
Suspiré. “No puedes. Pero si me dejas llevar a San Memphis adentro, él
Te lo explico”.
“¿Memphis?” ella jadeó.
“Él es el hijo de Troy. Y está trabajando para ayudar a exponer a su padre por
todo lo que ha hecho. Él quiere ayudar. Pero te necesitamos de nuestro lado para hacerlo”,
dije con seriedad.
Se humedeció los labios y miró de la caja a mí mientras la consideraba.
“Tráelo adentro. Solo él. Necesito refrigerarlos”.
Ella se movió para alejarse y la agarré del brazo mientras mi pulso se aceleraba.
mis oidos. “Son lo más valioso del mundo en este momento. No te los doy a la ligera,
¿entiendes? Los protegerás ”.
Sus ojos se abrieron y asintió, pareciendo comprender por fin la gravedad de esta
situación. "Lo haré. Prometo." Ella fue a alejarse nuevamente pero no la dejé ir.
"Voy a necesitar que me des tu teléfono", dije en voz baja, pero no había
Había un trasfondo de amenaza en mi voz. "Necesitamos confiar en ti también".
Ella dudó, mirando mi mano en su brazo antes de asentir y tomarla.
del bolsillo de su bata. Tomé el teléfono y la solté, volviéndome hacia la puerta y
abriéndola.
“Saint, ven aquí”, lo llamé, y él se alejó del grupo que se puso rígido.
"¿Qué está sucediendo?" Kyan gruñó.
“Ella quiere escuchar la verdad”, dije. "Y todos ustedes son jodidamente aterradores
así que no pueden entrar todos”.

Kyan cambió su peso de un pie al otro, luciendo incómodo mientras

Miró a Blake y Monroe. Saint les murmuró algo, luego tomó la bolsa de viaje y
cruzó el césped, dirigiéndose hacia la puerta.
donde lo dejé entrar.
Miró alrededor del pequeño pasillo con una arruga de disgusto en la nariz.
A veces era un maldito snob. Desecha eso, siempre . Le di un codazo en el estómago
justo cuando la doctora regresaba y ella se acercó a la escopeta sobre la mesa,
pero afortunadamente no volvió a levantarla. Estaba casi seguro de que Saint tenía
un arma escondida debajo de su abrigo, pero esperaba que ella no fuera a
para que lo use.
“¿Es usted el hijo del gobernador?” preguntó, sus ojos recorriendo su

características.
“Lo soy”, respondió, luego abrió la bolsa de viaje y sacó una carpeta de
documentos. “Y voy a necesitar que firmes un acuerdo de confidencialidad antes de
que tengamos nuestra próxima conversación, Martina. ¿Hay algún lugar más formal
donde podamos hablar? Miró con desdén su pequeña casa y yo fruncí los labios ante su
expresión.
"Sí, ven al salón". Ella nos dio la espalda con cautela.
y nos llevó a un acogedor salón con mantas peludas en el sofá y alfombras
y cortinas que no combinaban. Nos ofreció un asiento en la pequeña mesa del
comedor junto a la ventana y se aclaró la garganta. “¿Quieres tomar una copa, tal
vez un café?” ella preguntó.
"No, gracias", dijo Saint secamente.
“Estoy bien, gracias”, dije, y Martina se sentó frente a nosotros.
Saint abrió su carpeta y colocó varios documentos cuidadosamente al lado
antes de empujar un NDA por la superficie hacia ella con un bolígrafo. Lo leyó antes de
firmar con su nombre en la parte inferior y mirar inquisitivamente a Saint mientras
esperaba que continuara. Explicó cómo su padre había
me mantuvo cautivo y cómo la vacuna recién adquirida había terminado en nuestras
manos, dejando fuera el rastro de sangre que mis hijos habían dejado a su paso. Luego
entró en detalles sobre la vacuna en sí y yo me perdí en un mar de charlas científicas que
sólo pude seguir gracias al trabajo de mi papá.
Cuando terminó, puso otro contrato delante de las narices de Martina.
“Se convertirá en mi empleado a partir del momento en que firme este contrato. Recibirá
una buena compensación por su papel en la creación de la vacuna y su laboratorio tendrá
todos y cada uno de los equipos que necesite, incluida la ampliación de sus instalaciones
cuando sea necesario. Rivers Laboratories será la compañía farmacéutica más
famosa del mundo una vez que el trabajo esté hecho...
“¿Ríos?” Solté.
“¿Como el terrorista que empezó todo esto?” Martina jadeó y yo me enojé.
Habíamos omitido esa información en lo que le habíamos contado porque era bastante difícil
convencer a la gente de su inocencia cuando aún no habíamos expuesto la verdad
al mundo.
"Fue incriminado", dijo Saint simplemente. “Y eso quedará claro en
tiempo. Pero por ahora, debes cumplir nuestra palabra”.
Martina asintió lentamente, pareciendo sorprendida por toda esta información y yo
Supuse que era un serio problema a las cuatro de la mañana. "Está bien", respiró
ella. "¿Hay algo más que necesito saber?"
"Sí." Saint se enderezó en su asiento. “Ayer mismo seleccioné quiénes de su personal
seguirán trabajando para usted y quiénes no después de completar las verificaciones de
antecedentes de cada uno de ellos. A partir de esta mañana, quienes tuvieron alguna
discrepancia serán notificados de su cese laboral. También he contratado a personal
competente y de confianza para su laboratorio, incluido un equipo de seguridad que
estará estacionado allí las veinticuatro horas del día. Una vez que haya replicado la
vacuna y tenga suficiente lista para

distribución, se implementarán a un costo limitado y bajo para el personal del hospital y
comenzaremos a vacunar a los niños y al personal de atención médica primero. Yo me haré
cargo de los detalles, simplemente contáctame cuando estés listo con el primero.
lote."
Ella asintió, su rostro un poco pálido mientras el peso de esta tarea recaía sobre ella.
hombros, pero definitivamente parecía estar a la altura. "Está bien, puedo hacer eso".
"Puedes contactarme a través del número que figura en la parte superior del contrato". Él
lo señaló. "Y usted se referirá a mí como Sr. Sequoia cada vez que hablemos".
"Está bien", estuvo de acuerdo.
"Y finalmente", la voz de Saint bajó una octava, erizando los pelos de
la nuca. “Si incumple los términos establecidos en este contrato, incluida la revelación
de cualquier conocimiento sobre la vacuna sin mi autorización, o intenta vender la
información o la vacuna en sí, lo arruinaré”. Sacó algo de su teléfono y se lo pasó con una foto
que no tuve oportunidad de ver correctamente.
"¡Este no soy yo!" Ella jadeó, con los ojos muy abiertos por el horror. “Nunca tocaría
¡un niño!"
Santa mierda.
"Soy muy consciente de que nunca harías esto", dijo Saint con calma, guardando
casualmente su teléfono nuevamente. “Pero estas imágenes han sido recopiladas por uno de
los mejores manipuladores de fotografías del estado. Y tengo mucha más evidencia que esta.
Tengo madres dispuestas a presentarse y testificar si es necesario”.
“No puedes, yo no lo haría. ¡Nadie lo creería! Martina dijo horrorizada, claramente al
borde de las lágrimas por lo mucho que la horrorizaba la mera idea de hacer tal cosa. Una
punzada de culpa me invadió, pero sabía que esta era la manera que tenía Saint de garantizar
que esta información nunca saliera a la luz.

“Oh, te aseguro que lo harían. Pagaré a los mejores abogados del país.
"Para asegurarlo", dijo simplemente, y Martina se quedó boquiabierta.
"No es necesario que me amenaces", dijo, con el labio inferior temblando. "Ya estuve
de acuerdo".
"Sí, pero la amenaza está ahí en caso de que alguna vez decidas bailar con el
Demonio." Saint sonrió y ella asintió, pareciendo aceptar eso, aunque obviamente estaba
conmocionada.
“Señor Memphis, no me gusta que haya entrado en mi casa y me haya obligado
de esta manera. Sin embargo, entiendo la magnitud de lo que estás poniendo a mi puerta.
Si cree que vendería la vacuna para obtener ganancias, entonces ha juzgado muy mal mi
carácter”.
"No creo que lo harías", dijo Saint encogiéndose de hombros. “Pero si mi padre me
enseñó algo de valor fue a cubrirme la espalda incluso cuando parece estar protegida por
veinticinco centímetros de hierro. Entonces…” Tocó el contrato frente a Martina mientras yo
lo miraba, empapándome de su poder con un pequeño revoloteo en mi estómago. Mierda,
estaba tan bueno ahora mismo.
"¿Tenemos un trato?" Preguntó y Martina miró el contrato y sus ojos se abrieron de
nuevo. Me sorprendió que no se le hubieran salido ya de la cabeza con la cantidad de bombas
que le habíamos lanzado a la cara esta noche.
“¿Me vas a pagar cinco millones al año?” ella jadeó. "Esto es demasiado."
“Eres oficialmente la científica más importante del país, Martina”.
Dijo Saint con calma, juntando sus dedos sobre la mesa mientras yo me sonrojaba por mi loco
tiránico. “Vales cada centavo y más. También habrá ventajas y su personal estará bien
compensado. Elija cualquier casa dentro de un radio de cinco millas de su laboratorio y será
suya”.
"Pero me gusta mi casa", dijo Martina, mirando alrededor del lugar y Saint
Frunció el ceño ante el revoltijo de adornos de gatos blancos en la repisa de la chimenea.

"¿Por qué?" murmuró, y le golpeé las costillas con el dedo.
"A mí también me gusta este lugar", dije con una sonrisa.
Saint parecía confundido mientras Martina me sonreía.
De repente, un gato blanco saltó al regazo de Saint y esperaba que se volteara.
Vete a la mierda, pero en lugar de eso sus rasgos se suavizaron y le acarició la cabeza,
haciéndolo ronronear ruidosamente.
"Por supuesto que eres un amante de los gatos", dije al darme cuenta.
“Los gatos conocen sus propias mentes y no toleran al noventa y nueve por ciento
de la población humana. Por supuesto que siento afinidad por ellos”, dijo y luego miró a
Martina, que estaba leyendo el contrato. "¿Cómo se llama?"
"Artemisa", respondió ella. "Artístico para abreviar".
"Hola Arty." Le hice cosquillas en la barbilla y él acarició mi mano.
"Desprecio un apodo", murmuró Saint y luego acarició su mano por el
longitud de la espalda del gato. "No quieres que te apoden, ¿verdad Artemisa?" Su
voz se suavizó un poco y mi sonrisa creció.
"Oh, Dios mío, ¿fue esa la charla infantil de San Memphis?"
"No hablo de bebés", dijo con rigidez mientras el gato saltaba.
"Acabas de hacerlo", susurré con entusiasmo, y él casualmente tomó un bolsillo.

rodillo de pelusa de su abrigo y lo pasó por los pelos blancos que quedaban en su
ropa.
"No acabas de hacer eso", me reí mientras él guardaba el rodillo encogiéndose de hombros.
"Está bien, todo esto parece muy generoso", dijo Martina, luego firmó su nombre en el
contrato y se lo devolvió a Saint con esperanza y miedo bailando en ella.
ojos.
"Gracias por esto", le dije, extendiendo la mano para apretarle la mano. “Significa todo”.
Ella sonrió, todavía parecía un poco cautelosa, pero sus ojos decían que
realmente creía todo lo que le habíamos dicho. Y sentí en mi corazón que ella iba a
ser quien salvaría el mundo.
***
Me quedé con Blake y Nash en la casa mientras Saint y
Kyan se fue a explicarle a Liam dónde habíamos estado. No tenía idea de lo que
iban a decir, pero estaba seguro de que Saint había planeado toda una historia de
mierda que era infalible. Sin embargo, la curiosidad se apoderó de mí, así que les
envié un mensaje a través de la sala de chat privada.
Tigresa:
Buenos días *beso emoji*. ¿Cómo te explicaste anoche, Calamar?
Escorpión:
Buenos días, Tigresa. Veo que hoy ya anhelas un castigo.
Tigresa:
No sé a qué te refieres *emoji de ángel*
Coala:
Prefiere que usemos su título completo, cariño. Señor Squidington.

Solté una carcajada, escribiendo mi respuesta, capaz de imaginar perfectamente la
expresión furiosa de Saint.
Tigresa:
Ah, sí, Lord Tentaculus Squidington. Perdóname, mi Señor.
Escorpión:
Estamos muy divertidos esta mañana, ¿no?
Coala:
Joder, ¿acabas de usar el 'nosotros' real? Eso me hace sentir todo tipo
de *emoji de pulpo*
Tigresa:
No nos divertiremos mucho cuando nuestro excelente Lord Squidington tome
pago de nuestras raciones.
Calamar:
Oh, no saldrá de vuestras raciones, saldrá de vuestra carne.
Coala:
Comprueba tu nombre de usuario hermano *emoji de calamar*
*Squid ha abandonado la sala de chat*
Tigresa:
Jajajaja como hiciste eso??

Coala:
En la configuración de la cuenta. JAJAJA. Nunca volverá a ser Escorpión.
Tigresa:
Le jugaste sucio.
Coala:
Esa es la única forma en que juego y lo sabes *guiño emoji*
Tigresa:
Hm, no creo que lo sepa lo suficientemente bien. Ven y pruébalo una vez que estés
Terminaste de hablar con tu abuelo.
Coala:
No puedo *emoji de cara enojada*. Quiere llevarme a Pride Rock y mostrarme el terreno
como Mufasa le hizo a Simba. Si no me vuelo los sesos de aburrimiento, vendré a comerte
más tarde.
Tigresa:
Este mensaje es para confirmar sus reservaciones para cenar en Pussy de la Wife.
Por favor, no llegues tarde o tu mesa puede ser cedida a uno de los tres chicos atractivos
de la lista de espera.
Coala:
Dios, te amo. Y no llegaré tarde, estaré allí para comerte
casa y Hogar. Pero ten en cuenta que no le daré propina a la camarera Baboon porque
la última vez metió un dedo en mi pastel de cerezas sin preguntarme. Asqueroso

perra.
Tigresa:
Jajaja. Quizás me guste ver cuando ella engaña tu pastel. Los amo también,
centros. ¿Qué dijo Calamar para explicar anoche?
Coala:
Dijo algo sobre un pariente enfermo, yo me desconecté un poco mientras él se

excedía en la actuación. Squid regresará con ustedes en un segundo, así que
tengan cuidado si no quieren que les den una palmada en el trasero. Estoy
esperando a Gpa mientras se lava las bolas con diamantes licuados o lo que sea que
haga para prepararse para ser mi mentor.
Nota al margen: el único al que quiero que juegue con mi *emoji de pastel* eres tú.
Tigresa:
Está bien, te engañaré más tarde. Te extraño. Xxxx (dale dos de estos besos a
Calamar)
Coala:
Hice. Me dio un puñetazo en las pelotas. Xxxxxxxxxxxxxxxxxxx (no des nada de

estos lejos, son todos para ti) *emoji de calamar*
Sonreí estúpidamente mientras dejaba mi teléfono en la mesa de noche y salía de

cama, metí mis pies en unas pantuflas y molesté a Blake. Se arrastró detrás de mí
como un animal hambriento, mordisqueando la carne de mi cuello mientras me
seguía hasta la puerta. Siempre estaba besando mi tatuaje y lamiéndolo, pasando
sus manos sobre él mientras me inmovilizaba y se salía con la suya conmigo. Juro
que le encantó incluso más que a mí. Su piel estaba caliente contra mi
A través de su camisa que me había dado para dormir y el bulto de sus boxers presionado
contra mi trasero mientras su boca subía a mi oreja.
"Ya nunca más te tendré para mí", gruñó.
"Shh", me reí suavemente mientras Monroe se daba vuelta en la cama.
Capturé la mano de Blake y lo arrastré hacia la puerta hacia el pasillo brillantemente
iluminado.
"Vayamos a algún lugar donde nadie nos encuentre, Cinders", ronroneó, empujándome
contra la pared y sujetando mis manos a los costados. Se me escapó un grito ahogado
mientras rastrillaba sus dientes hasta mi clavícula y aplastaba su enorme cuerpo.

al mío.
"¿Por qué me mantienes aquí si quieres ir a otro lugar?" Bromeé sin aliento.
“Porque no podía vivir un segundo más sin que mi boca se pusiera
"Tú otra vez", dijo, su tono hizo que mi corazón latiera con fuerza.
"Tengo un juego para ti, chico de oro", ronroneé, enroscando mis dedos en su cabello
color ébano y tirando de su cabeza hacia atrás para que me mirara. "Sé cuánto te gusta
ganar".
"¿Cuál es el juego?" gruñó, sus ojos brillaban de emoción mientras se endurecía contra
mi muslo.
“Tienes que contar hasta cien y me voy a esconder en algún lugar de esta casa grande.
Si me encuentras, te dejaré hacer lo que quieras conmigo”.
"¿Cuánto tiempo tengo para encontrarte?" preguntó, con voz tensa y llena de deseo.
"Hmm, ¿veinte minutos te parecen justos?" Le pregunté y él asintió, dejando
Me fui con un poco de mala gana, pero su hambre de victoria era clara. "Ah, ¿y
Bowman?" Dije a la ligera mientras retrocedía por el pasillo.

"¿Sí, cariño?"
"Si no me encuentras a tiempo, tendrás que verme salir sin ti". Me di vuelta y salí
corriendo por el pasillo riendo mientras él empezaba a contar en voz alta.
Bajé una escalera hasta la planta baja y corrí por los pasillos vacíos. Probablemente
debería haberme puesto unos pantalones, pero ya era demasiado tarde y la camiseta de Blake
me quedaba como un vestido de todos modos.
Doblé en una esquina y choqué contra alguien, tropezando hacia atrás cuando golpeé su
cuerpo duro. La mano de Saint se estiró para capturar mi muñeca y arqueó las cejas.
"¿Hay algo mal?" exigió y me mordí el labio.
“No…” Miré por encima del hombro. "Tengo que ir. estoy jugando un juego
con Blake”.
"¿Que tipo de juego?" preguntó con curiosidad, acercándome más.
"Un juego sexy", dije riendo. “Si me encuentra, me gana”, susurré por si había alguien
cerca.
Saint se humedeció los labios, deliberando sobre algo. "Has sido una chica mala esta
mañana".
"¿Y?" Sonreí.
"Y..." gruñó en voz baja, su agarre apretando mi brazo mientras me acercaba aún más.
“Eso merece un castigo. Pero tal vez te deje en paz si me dices qué significa el emoji de
calamar”.
“No puedo hacer eso, Lord Squidington. Moriré primero”, dije con una sonrisa y
sus ojos brillaron siniestramente.
"Entonces pagarás el precio".
Mi respiración se atascó en mi garganta y miré hacia atrás por encima del hombro.
de nuevo mientras la adrenalina recorría mis extremidades. "Pero necesito esconderme".
Él asintió con rigidez. "¿Cuánto tiempo tienes?"
"Tiene que encontrarme en veinte minutos o perderá", dije.

"Bueno, entonces hagamos que el Rey de la Competencia trabaje duro para su
victoria". Me arrastró y regresó por donde había venido a paso rápido.
paso.
"Estaba pensando en ir a ese gran salón que encontramos el otro día", dije.
"No", dijo Santo. "Iremos a algún lugar impredecible".
"Quiero decir, no estoy totalmente en contra de que me encuentre", dije con una risa baja.
y Saint me lanzó una sonrisa oscura.
“Desafortunadamente para Blake, acabo de entrar al juego. Y yo seré el indicado
esconderte, retenerte y castigarte hasta que él llegue”. Me arrastró y mi corazón latía
salvajemente, pero no iba a permitir que me secuestraran el juego.
Liberé mi brazo y salté lejos de Saint. "Si me quieres, lo harás
Tienes que atraparme a mí también”. Me alejé corriendo, escuchando sus fuertes
pasos mientras corría por otro corredor, girando a izquierda y derecha lo más rápido
que podía.
"¡El diablo viene por ti, Tatum!" llamó en algún lugar detrás de mí.
“Cuidado con su ira cuando te atrape”.
Una sonrisa apareció en mis labios cuando llegué a una puerta exterior, la abrí y me
deslicé afuera, cerrándola suavemente detrás de mí. El aire era más cálido que en los
últimos días y el sol me bañaba mientras corría hacia un grupo de árboles y corría por un
camino de piedra.
Al final había un gran cobertizo para herramientas y abrí la puerta para mirar
dentro. Había un largo banco de trabajo a un lado del espacio y herramientas colgadas
cuidadosamente en la pared del fondo. Más allá había una pequeña cueva con un sofá,
un televisor de pantalla plana y una mininevera debajo. Supuse que podría ser para el personal
de la casa, ya que no parecía el tipo de lugar donde Liam O'Brien pasaría el rato.
"Diablos, sí", siseé, deslizándome y cerrando la puerta detrás de mí antes de

acercándose para sentarse en el sofá. Esto fue una maldita genialidad. Quiero decir,
está bien, tal vez quería que me encontraran, me azotaran y me violaran. Pero
también me encantaba ganar. Y si conseguía una ventaja sobre el actual campeón
Blake Bowman y Lord OCD, no iba a dejarlo pasar.
Saqué un refresco del mini refrigerador, me instalé en el sofá y puse You en
Netflix. Nada como un acosador atractivo que haría cualquier cosa para hacerte
suya. Por supuesto, probablemente no se suponía que Joe Goldberg fuera atractivo,
no se suponía que me sonrojara porque era un psicópata. ¿El resto de la población
femenina que veía este programa estaba pensando lo mismo que yo? Bueno, los
desquiciados lo estaban. Y ellas eran mis chicas.
Suspiré, inclinando mi cabeza hacia atrás, extrañando a Mila. Le hubiera

encantado Joe. Habría dicho que deseaba que Danny asesinara a algunos de sus ex
para mantener las cosas interesantes. Adoraba estar con mis Guardianes Nocturnos,
pero también necesitaba lo mío. Y extrañaba tenerla cerca. Realmente esperaba
poder encontrarme con ella nuevamente pronto. Sólo necesitábamos salir de este pozo
en el que estábamos y encontrar primero una manera de volver a la normalidad.
Un episodio completo de You después y me sentí muy engreído. Me levanté, a punto
de regresar a la casa para regodearme cuando la puerta se abrió y dos sombras oscuras
aparecieron allí, enmarcadas por la luz del día. Mi ritmo cardíaco pasó de cero a diez
mil y me quedé helado como un conejo ante los faros.
Oh, mierda. Tengo un par de acosadores propios. Y también son del tipo
psicópata atractivo.
Blake entró primero, seguido de cerca por la silueta demoníaca de
Santo a su paso.
“Yo gano”, canté.

"El juego estaba destinado a jugarse en casa", dijo Blake con un gruñido.
"Er, creo que descubrirás que nunca dije eso", respondí, excepto que definitivamente
tenía.
"Una vez que Blake me alcanzó, me aseguró que estarías en la casa", dijo Saint,
arremangándose casualmente como si estuviera a punto de hacer un trabajo sucio. Y tuve la
sensación de que el trabajo era yo.
"El juego ha estado así durante mucho tiempo", dijo Blake. "Deberías haber salido de tu
escondite para que no nos preocupáramos".
Me reí. No lo hicieron, todavía acercándose a mí como espectros en la noche.
"Entonces, ¿qué le vamos a hacer, Blake?" Saint le preguntó a Blake como si no estuviera
allí y de repente recordé lo que era estar a su absoluta merced, los recuerdos me enviaron un
temblor que no odié del todo. No porque recordara esos tiempos con algún tipo de cariño, sino
porque el peligro que estos hombres podían provocar en mí hoy en día era algo estimulante. Y no
era el tipo de peligro que no pudiera manejar.
"Enséñale una lección", dijo Blake, su voz hueca e inquietante. Mierda,
Me gustó. Me gustó cómo su poder llenaba el aire y zumbaba a través de mi cuerpo. Pero
necesitaba recuperar la ventaja rápidamente.
"¿Qué tal una revancha?" Ofrecí con indiferencia mientras seguían acercándose.
"Es demasiado tarde para eso", dijo Blake.
"Sujétala", murmuró Saint y Blake corrió hacia mí.
Salté al sofá para escapar de él, tratando de trepar por el respaldo.
pero me agarró por la cintura. Se dejó caer para sentarse en el sofá conmigo en su regazo,
abrazándome fuerte contra él. Y está bien, no luché tanto. Cuando Saint me castigaba, normalmente
terminaba gimiendo y jadeando de placer. Y con Blake aquí también, probablemente me
encontré con el mejor momento de mi vida.

Saint me miró y se acarició la barbilla antes de alejarse hacia las herramientas.

recubriendo las paredes. Se perdió de vista detrás de nosotros y apreté mi trasero
contra la entrepierna de Blake, haciéndolo maldecir en mi oído.
Me mordió el lóbulo de la oreja a modo de advertencia, sosteniendo mis manos entre las suyas
mientras su brazo rodeaba mi cintura.
"Huye conmigo Blake", suspiré tentadoramente. “Rescátame y te haré la mejor

mamada de tu vida”.
"Escuché eso", gritó Saint, y Blake se rió malvadamente.
“Lo siento, Cinders. No voy a ninguna parte. No hasta que hayas compensado
ser una chica mala”. Su aliento contra mi cuello fue suficiente para hacerme dar
vueltas y dejé caer la cabeza hacia atrás, ofreciendo mi boca para un beso. Se inclinó
hacia él y en el momento en que estuvo cerca, hundí mis dientes en su labio inferior.
Él gruñó pero mi pequeño ataque no hizo más que estimularlo. Sacó su labio de
mi mordisco antes de hundir su lengua en mi boca con movimientos posesivos,
tomando lo que quería y luego alejándose de nuevo.
"Pendejo", jadeé y él sonrió ante el entrecortado de mi voz.
De repente, Saint agarró mis muñecas por detrás y las levantó.
encima de mi cabeza y uniéndolos alrededor de la nuca de Blake, atándolos con un
trozo de cuerda para inmovilizarme. Las manos de Blake recorrieron mi cuerpo,
deslizándose debajo de mi camisa y arrastrándola hacia arriba para exponer mis
pechos desnudos. Me retorcí en su regazo cuando comenzó a apretarlos con fuerza,
claramente haciéndolo para que él disfrutara del mío.
"Santo", gruñí. “Gané ese juego de manera justa. Eres todo acerca de
reglas y yo soy quien las hizo”.
"Eres un pequeño mentiroso sucio", gruñó Blake en mi oído y me estremecí.

Saint se paró frente a mí, girando un gran destornillador entre sus dedos, su
expresión sin alma lo hacía parecer una especie de desalmado.
torturador. “Sé cuándo miente Blake, sirena. Entonces, o él cree en su propia verdad o estás
mintiendo. Y creo que sabes lo que creo”.
Me mordí el labio, sintiéndome muy culpable. Pero no iba a admitir nada. Esto
fue demasiado divertido.
"Soy inocente", insistí, batiendo mis pestañas y la mano de Blake se deslizó hacia abajo.
El centro de mi cuerpo hasta mis bragas de algodón blanco, empujando hacia adentro
y sintiendo mi humedad.
"No eres eso", se rió entre dientes y Saint sonrió, acercándose mientras
Blake volvió a subir su mano a mi pecho y mojó mi pezón con mi

propia excitación.
Un gemido me dejó y tiré de mis ataduras mientras él colocaba su otra mano sobre mi
estómago para mantenerme quieta.
Saint colocó el destornillador entre sus dientes y se inclinó hacia adelante,
agarrando los costados de mis bragas y arrastrándolas por mis piernas. Se arrodilló en el
suelo, se los quitó y los arrojó a un lado antes de quitarse el destornillador de la boca. No
estaba segura si solo estaba tratando de asustarme con eso o si tenía planes más grandes
que ese. Ambas ideas me pusieron caliente.
"Mantén sus piernas abiertas", instruyó Saint y Blake levantó las rodillas.
entre los míos, obligándolos a abrirse y exponiéndome a su amigo.
Mi respiración se aceleró y disfruté la forma en que la boca de Blake se sentía
contra mi cuello y Saint me miró como si yo tuviera el verdadero poder en la habitación.
Y supe que lo hice. Podría decirles que pararan y lo harían al instante.
Pero me encantó cuando superaron mis límites. Estaba dispuesto a llegar tan lejos como
pudieran llevarme y más allá.
“Cada vez que mientas, serás castigado”, advirtió Saint. “Blake lo hará
Azota tu muslo”.
"Él no daría" comencé, pero la mano de Blake golpeó la parte interna de mi muslo y
mi espalda se arqueó, el dolor y el placer me atravesaron desde el principio.

su toque firme.
"Sí, lo hará", dijo Saint, compartiendo una mirada oscura con Blake por encima de mi
hombro y me di cuenta de que sus monstruos realmente habían salido a jugar.
Saint dejó caer su cabeza entre mis muslos sin previo aviso, corriendo su
lengua en medio de mí y haciéndome jadear. Tomó un camino deliberadamente lento hacia mi
clítoris, luego chupó y mordió sin piedad. Moví mis caderas, pero Blake me aplastó hacia él para
mantenerme quieta mientras Saint arrastraba sus dientes sobre mí de una manera que me
dolía y me provocaba un escalofrío de placer.

centro.
"Oh Dios", jadeé mientras él me devoraba, mordiéndome y provocando, chupando con fuerza.
lo suficiente como para hacerme chillar y luego lamer suave y deliciosamente para aliviar el
dolor. "Smo."
Subí hacia mi cima, el placer aumentaba y aumentaba contra una presa.
en mi cuerpo que estaba seguro estaba a punto de romperse. Mis músculos se tensaron y casi
caí al borde de la felicidad cuando Saint se alejó de mí y se limpió la boca con el dorso de la mano,
dándome una mirada gélida.
“Entonces… ¿mentiste sobre las reglas del juego?” preguntó mientras yo me retorcía
con necesidad, la frustración me hace gruñir. Pero no iba a dejar que me derrotaran tan
fácilmente.
"No", espeté. "Blake se equivocó".
La mano de Blake golpeó el interior de mi muslo con tanta fuerza que dejó una huella roja allí y
siseé entre mis dientes, pero el sonido fue seguido por un gemido lascivo.
"Mentiroso", acusó Saint, dejando caer su cabeza entre mis muslos y
continuando con su tortura. Esta vez fue más duro, mordiendo y chupando mi carne, evitando
mi clítoris mientras hacía que mi cuerpo se volviera frenético.
"¡Smo!" Maldije mientras mordía el interior de mi muslo y luego pasaba la yema de su lengua
por la piel. Continuó haciendo eso a lo largo del interior de mis piernas.
haciendo que todo mi cuerpo tiemble y mi piel hormiguee y arda.
Finalmente volvió su atención a mi clítoris, lamiendo con suaves movimientos que
me hicieron suspirar y Blake comenzó a jugar con mis pezones exactamente al mismo
ritmo. Gemí los nombres de ambos, deleitándome con su toque combinado mientras me
acercaba más y más a la ola de placer que estaban construyendo en

a mí.
“No pares”, les rogué y como si hubiera dicho lo contrario, ambos se detuvieron.
"Mierda."
Saint se chupó los labios y sus ojos no tenían más que sombras. "¿Mentiste sobre las
reglas del juego?"
Me resistí a responder por un momento, tratando de liberarme de la cuerda que
ataba mis muñecas detrás del cuello de Blake, pero fue inútil. Gruñí con ira, luchando por
soltar una pierna del agarre de Blake y pateando el pecho de Saint.
Atrapó mi pie, colocándolo rápidamente detrás de la pierna de Blake y

Blake abrió las rodillas para mantenerme allí.
"Voy a necesitar una respuesta, sirena", empujó Saint. "Puedes tener todo lo
que quieras siempre que digas la verdad".
Lo consideré, seriamente tentado a simplemente rendirme. Pero estaba demasiado jodidamente
testarudo por eso. "No mentí".
Blake volvió a darme una palmada en el muslo y Saint ladeó la cabeza, con
diversión reflejada en sus hermosos rasgos.
Saint metió la mano entre mis piernas y metió dos dedos en mi calor empapado
con un gruñido de satisfacción. Metió la mano en su bolsillo, sacó una toallita desinfectante
de un pequeño paquete y yo fruncí el ceño confundida antes de que limpiara el

destornillador con ella.
"¿Qué estás?" comencé, pero él acercó el mango al final del
Destornillador a mi entrada y me quedé en silencio. Santo carajo.

Mis ojos se abrieron cuando lo miré, una pregunta en sus ojos. Y le devolví la mirada,
desafiándolo a hacerlo. Lo introdujo dentro de mí y un gemido lujurioso salió de mis labios
mientras me llenaba con él.
Luego su boca cayó a mi clítoris y se burló de mí una vez más, bombeando el
destornillador dentro y fuera al mismo tiempo que los movimientos de su
lengua.
Los dedos de Blake tiraron de mis pezones y mordisqueó mi oreja con la mayor fuerza.
De manera perfecta, la sensación de tantas sensaciones a la vez me llevó al clímax
más rápido de lo que podía soportar. Era un dolor dulce y los sonidos que salían de mi
boca eran puramente animales.
"Smo. Blake”, elogié sus nombres mientras estaba seguro de que debería haber sido
maldiciéndolos. Porque iban a parar. Estaba seguro de que iban a parar. Y esta vez no
pude soportarlo. No podía soportarlo. "¡Mentí!" Prácticamente grité y Blake se rió en mi oído,
el sonido vibró por todo mi cuerpo.
"Buena niña." Saint comenzó a bombear el destornillador más rápido, su lengua
rodó sobre mi clítoris en ondas interminables y Blake giró mi cabeza para reclamar un
beso hambriento en mi boca. Me corrí con todo mi cuerpo, tensándome y grité, un
escalofrío recorrió toda mi columna. El placer hormigueó a través de mi carne en todos
los lugares donde me tocaron y me hicieron ver follar.

estrellas.
Saint me sacó el destornillador y lo arrojó al suelo mientras llegaba a
sus pies y se desabrochó la bragueta. Se adelantó, desató mis muñecas detrás del
cuello de Blake y mis brazos cayeron a mis costados, mis fuerzas fallaron.
a mí.
Saint se inclinó para besarme firmemente y apreté mi mano en su camisa para
Acércalo más mientras me saboreo en sus labios.

Pero justo cuando comencé a imaginar de qué manera los dos iban a destruirme, Saint fue
repentinamente arrancado de mí y arrojado al suelo con un enorme estrépito. La enorme sombra de Niall
O'Brien tomó su lugar, con una palanca empuñada sobre su cabeza mientras la giraba para hundir el
cráneo de Saint.
"¡Detener!" Grité de miedo, saltando pero Niall me hizo a un lado.
fácilmente, atacando a Saint con un golpe furioso y un grito de furia.
Saint se hizo a un lado, pateando la espinilla de Niall lo suficientemente fuerte como para hacerlo
retroceder.
Blake me agarró y me empujó detrás de él mientras la camiseta que llevaba se caía.
abajo para cubrir mi cuerpo una vez más.
"Crees que puedes entrar a la casa de mi familia y follarte a la novia de mi sobrino y luego vivir
para contarlo, ¿verdad?" Niall rugió mientras lanzaba la barra hacia Saint nuevamente y Blake saltó
sobre su espalda, bloqueándole el cuello con una llave estranguladora mientras lo alejaba.
“¡Llama a Kyan!” Saint ladró, arrojándome su teléfono mientras se ponía de pie de un salto.
Lo atrapé con manos temblorosas mientras Saint agarraba una tabla de madera de un
apilar junto al banco de trabajo.
Niall se arrojó hacia atrás en el suelo, aplastando a Blake debajo de él y obligándolo a soltar su
cuello antes de darse la vuelta, arrojar la palanca a un lado y agarrar la garganta de Blake, apretando
con fuerza.
"Cuando termine de retorcer tu escuálido cuello, te cortaré las pelotas y haré un collar con ellas
para que Kyan lo use", gruñó, sus ojos brillando con furia cuando finalmente vi exactamente lo que
Kyan me había advertido en su tío. Era un loco, desquiciado, psicótico, imparable y jodidamente
aterrador y no tenía ninguna duda de que tenía toda la intención de matar tanto a Blake como a
Saint y tal vez incluso a mí también.

"¡Detener!" Grité, marcando el número de Kyan antes de patear a Niall en el

lado para tratar de sacárselo de encima a Blake.
Gritó Saint, rompiendo la tabla de madera en la cabeza de Niall y se partió en dos,

haciendo que Niall rugiera de ira, pero no lo soltó. Blake golpeó sus costados con furia y
yo arañé la espalda de Niall mientras Saint agarraba la palanca que Niall había dejado
caer.
Saint lo levantó, preparándose para golpearlo en la parte posterior del cráneo y el miedo se apoderó de él.
a través de mí. Antes de balancearlo, apareció Kyan, el balón derribó a Saint al suelo y
la barra de hierro resonó por el suelo.
“¡Kyan!” Grité cuando Blake comenzó a ponerse azul y sus golpes aumentaron.
más débil cuando los músculos de Niall se trabaron y un asesino frío y muerto miró desde su
ojos.
Kyan me empujó lejos de Niall mientras yo lo arañaba y golpeaba a su tío en el

costado de la cabeza, haciéndolo salir de la ira psicótica en la que había caído.
"¡Lo dejó ir!" Kyan ladró, golpeándolo de nuevo y Niall lo soltó.

La garganta de Blake, dejando marcas de dedos de color rojo brillante en su carne.
"¡Alejate de el!" Grité, empujando y empujando a Niall mientras Kyan

lo alejó.
Me dejé caer sobre Blake, temblando de miedo mientras lo revisaba y él parpadeó
tosiendo mientras aspiraba aire.
"Se están cogiendo a tu esposa, muchacho", le siseó Niall a Kyan. "Podemos matarlos
juntos si lo prefieres? Los ataré y podremos turnarnos para cortar
extremidades. Incluso podemos empezar con su coc”
"Díselo", le exigí a Kyan y Niall miró a su sobrino con expresión

confusión.
La mandíbula de Kyan tembló furiosamente cuando Saint se movió para arrodillarse al otro
lado de Blake, revisando los moretones en su cuello.

"Ella también está con ellos", espetó Kyan, mirando a Niall con dureza.
mirar fijamente. “Y Nash. Nosotros cuatro. Somos de ella y ella es nuestra”.
Niall frunció el ceño, parecía como si estuviera tratando de reconstruir esas palabras.
y darles sentido. "Pero ella es tu esposa".
“Lo sé, pero ella también es de ellos. No por ley. Pero por… acuerdo. No sé cómo llamarlo
de otra manera. Ellos la aman y ella los ama. Somos todos nosotros, así son las cosas”, gruñó
Kyan, con los hombros tensos como si estuviera luchando por controlar su ira por lo
que había sucedido.
Niall nos miró a todos mientras esas palabras asimilaban, y lo juro.
Algo en sus ojos realmente cambió. Casi como si el verde en ellos cambiara de un color de
bosque profundo a un tono más brillante y dulce y mi pulso acelerado se detuvo un poco
mientras parte del peligro se desvanecía de la habitación. No es que fuera a bajar la guardia con
el impulsivo tío de Kyan en el corto plazo.
“Y estás de acuerdo con ese acuerdo. ¿Múltiples pollas y todo, muchacho? niall
preguntó, pareciendo genuinamente curioso y para nada consciente de la tensión en el

habitación.
"Sí", dijo Kyan con firmeza.
"¿Y a ti también te parece bien, muchacha?" Niall me miró, pareciendo ajeno a la ira que
todos mostraban en su dirección. Fue como si un cambio hubiera cambiado dentro de él y
simplemente volviera a su estado habitual y casual, sin mencionar el hecho de que acababa de
intentar matar a mis hijos. Realmente estaba loco.
Blake se levantó para sentarse, frotándose el cuello mientras miraba a Niall como si
Estaba considerando otra pelea. Saint puso una mano en su hombro a modo de advertencia
y no volvió a moverse.
"Sí", dije con firmeza. “Los amo por igual. Y sé que estabas tratando de
Protege a Kyan, pero vete a la mierda, Niall.
“¿Entonces es como una elección y mezcla para ti? Si uno de tus chicos te está molestando
¿Puedes ir a buscar otro? él me preguntó.

“No es así, me encanta”
"De hecho, eso tiene mucho sentido. Siempre sentí pena por que mi esposa tuviera que
soportar sola mi tipo de locura. Si ella también hubiera tenido novio, tal vez él podría haberle
dado un respiro de mi compañía. Por supuesto, no estoy seguro de poder soportar
que otro hombre le meta la polla a mi mujer... Se frotó la barbilla en contemplación,
actuando como si no hubiera estado a punto de matar a Blake o de que Saint le hundiera la
cabeza. . ¿En serio no era este un día inusual para él? “Sin embargo, mi Ava probablemente
no hubiera querido eso. Y mi cama ha estado más vacía que la vagina de una monja desde
que me la quitaron, así que es probable que nunca descubra si podría permitirlo sin castrar al
otro tipo...
"Es una familia", espetó Kyan. “No dejaría que ningún hombre se follara a mi mujer.
Pero también los amo a los tres. Es la única manera en que alguna vez podría
han funcionado para nosotros”.
"¿Entonces te los follas también?" Le preguntó Niall, señalando entre Saint y Blake e
inclinando la cabeza como si se lo estuviera imaginando. Quiero decir, no era una imagen
terrible, así que me esforcé un poco en imaginarme a mí mismo por el gusto de hacerlo.
"No", gruñó Kyan, levantando los labios con un toque de diversión. "Ellos
No podía soportarme”.
"Bueno, no puedo decir que mis horizontes se amplíen cada día, pero definitivamente
me has dado en qué pensar", dijo Niall, sonando como si esto realmente le estuviera dando
mucho en qué pensar mientras nos sonreía ampliamente.
Él se rió entre dientes, mirando a Blake. “Entonces lo siento, muchacho. Míralo de
esta manera: ahora puedes decir que sobreviviste a la ira del mejor asesino a sueldo del
estado, algo que no creo que nadie más haya hecho. Alguna vez. Ni una sola vez.
No dejo cuerpos pateando. O temblando. Entonces todos ganan”. Se acercó a Kyan y bajó la
voz. “Entonces, ¿cuéntame más sobre este acuerdo? ¿Tienes un horario? ¿O
simplemente se azotan las pollas?

Fuera y... —Agitó la mano entre todos nosotros. “Actúan como animales siempre que
¿El sentimiento te lleva?

"Te lo contaré en otro momento", murmuró Kyan, ayudándome a levantarme.
Me revisó de cerca y luego besó la comisura de mi boca cuando estuvo satisfecho de
que estaba bien.
Niall nos miró a todos con un pensamiento naciente brillando en sus ojos.
"Bueno", dijo, moviéndose para recoger la palanca y luego dirigiéndose hacia las
herramientas en la pared. "Sólo vine aquí para hacer algunos nuevos amigos". Apiló
un par de sierras en sus brazos junto con un martillo y un par de alicates. “Tengo
lugares donde estar, cráneos que golpear, globos oculares que arrancar. Aunque
querré esa charla, Kyan. Y yo también mantendré la boca cerrada. A papá no le
gustará que dejes que tus amigos toquen a tu chica, sin importar cómo quieras presentárselo.
Nos vemos." Salió por la puerta silbando casualmente y mis hombros cayeron.
Blake y Saint se acercaron detrás de mí y todos nos abrazamos, aunque no fue

suficiente. Extrañaba la presencia de Nash como si fuera un miembro perdido.
"Tu tío es un lunático", murmuró Blake.
"Sin embargo, él estaba cuidando de la familia", razonó Saint y supe que tenía
razón, pero todavía estaba enojada con él.
"La violencia es la respuesta de Niall a todo", dijo Kyan.
Suspiré. "Nunca más enojemos a Grim Reaper".
Afinar un piano no era algo a lo que realmente hubiera deseado dedicar mi tiempo, pero en los años
que pasé tocando el piano de cola en Everlake, descubrí que era mucho mejor hacerlo yo mismo.
Una vez, la escuela había contratado a un hombre para que viniera a afinarlo y solo podía suponer
que había tenido algún tipo de hemorragia cerebral mientras trabajaba en mi instrumento porque
después de terminar, el pobre sonaba como un gato siendo arrastrado hacia atrás por un callejón.
por un pitbull con las mierdas.
Basta decir que hice despedir al hombre, destruir su negocio, destrozar su reputación y estaba
casi seguro de que a él también lo habían desalojado de su casa. Probablemente no fue un castigo
suficiente por la tortura que había infligido a mi piano, pero en ese momento tenía exámenes en los que
concentrarme, así que no había podido vengarme lo suficiente. La idea de que se había librado tan
fácilmente todavía me perseguía cada vez que escuchaba el dulce sonido de un instrumento mal
afinado, por lo que estaba en mi mente mientras trabajaba en el piano en el salón de Liam O'Brien.
¿Valdría la pena que vigilara a ese bufón? ¿Ver si tenía algo más que pudiera quitarle como pago por
su fracaso?
Suspiré mientras decidí tener piedad de él. No fue que sintiera que había sido
suficientemente castigado, pero podría admitir que tenía cosas más importantes que hacer en el
momento actual y el desvío de mi atención era innecesario.
El piano de cola de Liam estaba muy descuidado, escondido aquí en la parte trasera.
rincón de la habitación. Pero me encontré necesitando el instrumento para aliviar algo
de mi tensión así que decidí asumir la tarea de darle vida nuevamente.
Cuando finalmente terminé, guardé las herramientas de afinación que uno de los miembros
del personal de la casa me había adquirido y cerré la tapa con una suave exhalación.
Mi sangre hormigueaba esta noche, mis dedos picaban por las llaves y mientras
Miré por la ventana hacia los terrenos oscuros más allá, me senté frente al instrumento y
puse mis dedos ligeramente.
La canción con la que comencé era lenta, embriagadora, llena de promesas oscuras y dulces.
verdades. Mientras mis dedos bailaban sobre las teclas, podía sentir la tensión
deslizándose de mi cuerpo mientras mi ritmo cardíaco disminuía y cerré los ojos mientras me
hundía en la simplicidad de la pieza, dejando que me envolviera y me llevara a un lugar mejor.
La música brotaba del pobre y abandonado piano y sonreí un poco al sentir
Volviendo a la vida después de joder, sabía cuántos años de estar sentado aquí olvidado.
Los instrumentos necesitaban que los maestros de su creación les diera vida. Tenían un
alma que ansiaba crear belleza y maravilla, y era casi un crimen dejar que un piano tan hermoso
permaneciera inactivo e ignorado.
La puerta se abrió detrás de mí cuando hice la transición a mi cuarta pieza, la música se
volvió más complicada a medida que avanzaba, mis dedos se movían más rápido y el sonido
se hundía más profundamente en mi núcleo.
Tatum se dejó caer en el taburete a mi lado, su dulce aroma a flor de miel y vainilla se
elevó hacia mí y me hizo suspirar mientras seguía tocando, la canción aceleraba su ritmo,
crecía y crecía hasta que se derrumbó.

Me volví para mirarla mientras la última nota flotaba en el aire, reduciendo mi ritmo a medida que avanzaba.
Dividí mi atención para darle un poco, jugando Killing Me Softly de los Fugees. Una sonrisa
levantó los labios de Tatum y extendió la mano para poner su mano derecha sobre la mía,
alineando nuestros dedos para que pudiera sentir los movimientos de la música mientras la
creaba.
"¿Mi dolor te llama? ¿O simplemente tengo suerte de que siempre aparezcas cuando
más necesito tu compañía?" Le pregunté y ella se inclinó un poco más cerca, colocando un
beso en el costado de mi cuello, lo que hizo que se me erizaran los pelos de la columna.
"Tú me llamas, Saint", respondió ella, pasando su mano de mis dedos, subiendo por mi
brazo y sobre la manga de la chaqueta del traje negro que llevaba. Ella todavía estaba
vestida para la cena también, el sedoso vestido de noche negro caía hasta revelar las
curvas completas de sus pechos mientras su muslo enfundado en medias presionaba
contra mis pantalones.
"Mmm", volví mi mirada hacia las teclas mientras continuaba tocando, pasando la
canción a Halo de Beyoncé.
"Creo que puedes comunicarte mejor con la música que con las palabras", bromeó
Tatum y yo me encogí de hombros.
"Es más elocuente", le dije. "Creo que el mundo sería un mejor
lugar si todos nos comunicáramos a través de la música”.
Tatum soltó una carcajada. "¿Cómo es posible que te sepas todas estas canciones de
memoria? Te juro que ni siquiera escuchas música pop y, sin embargo, siento que podría
nombrar prácticamente cualquier canción y comenzarías a tocarla sin problema".
"¿Cuántas canciones conoces la letra?" Yo le pregunte a ella.
"No lo sé. Cientos... miles tal vez. Una vez que empiecen a jugar
Las palabras simplemente aparecen en mi cabeza."
"Es lo mismo para mí, pero también memorizo la música", dije.
“Y no tengo nada en contra de la música pop ni de ningún tipo de música. yo solo

Pregunte que lo que escucho emocione y capture la verdadera emoción. La música

debe doler, traer alegría, resonar con recuerdos o simplemente hacerte sentir. Si lo hace,
en lo que a mí respecta, tiene un valor superior a todo el dinero del mundo".
"En el fondo no eres más que un gran romántico, ¿no?" Tatum preguntó y yo
se burló.
"Si tú lo dices, sirena."

"¿Puedo ponerte a prueba entonces?" preguntó mientras la canción llegaba hacia el
fin.
"¿Esperas hacerme tropezar?" Le pregunté, jugando a Wrecking Ball por

Miley Cyrus es la siguiente y le sonríe. No estaba seguro de si ella fue la que se
había estrellado contra mi vida o si fue al revés, pero parecía apropiado para nosotros.
"Tal vez."
"Sólo si te entregas a una fantasía para mí", dije, moviendo la barbilla.
hacia la parte superior del piano. "Acuéstate ahí mientras juego".
"¿Va a violarme encima de un piano, señor Memphis?" Tatum
jadeó burlonamente.
"En una habitación donde el abuelo psicótico de su marido puede entrar
¿cualquier momento? Parece una sugerencia bastante tonta. Aprendí la lección la
última vez con Niall. Me gusta bastante que mi cabeza esté unida a mi cuerpo".
"Es una cabeza muy inteligente", estuvo de acuerdo mientras se levantaba y subía.
arriba del piano para mí.
Le sonreí mientras ella se cubría con él, su sonrisa decía que pensaba
Esto era ridículo incluso cuando ella encarnaba la perfección de la fantasía que
deseaba. Sus largas piernas yacían sobre el piano y su vestido se subió para
exponer la parte superior de encaje de sus medias, haciéndome gemir de anhelo.
Bebí de verla mientras seguía jugando y ella comenzó a lanzar
Me lanzan títulos de canciones aleatorios, tratando de sorprenderme con diferentes géneros
y épocas musicales. Pero logré capturar cada opción que ella seleccionó, replicando
la música en el piano para ella hasta que ella se rió y extendió la mano para trazar un
camino ardiente a lo largo de mi mandíbula con las yemas de los dedos.
"¿Qué te hace sentir tan deprimido?" preguntó en voz baja, esos ojos azules suyos
mirando directamente a mi alma.
"¿Abajo?" Pregunté mientras seguía dejando que mis dedos se deslizaran sobre las
teclas, fluyendo hacia los patrones familiares de Mozart mientras la música se abría paso
alrededor de mi alma.
"La música que estabas tocando antes de que yo entrara aquí era tan... triste", dijo.
Dijo, mirándome los dedos cuando me di cuenta de que ahora también había caído en
una elección bastante melancólica.
"Mmm." Seguí jugando y Tatum no me presionó mientras consideraba si su
observación tenía mucho mérito. No había estado sentada aquí sintiendo lástima de mí misma
per se, pero supuse que me había perdido en mis pensamientos y recuerdos,
anhelando esta salida.
"Cuando era niño", dije finalmente, manteniendo mis ojos en las teclas.
"Diez años, para ser precisos. Mi padre se fue de viaje de negocios. Así que decidí encargarme
de descubrir uno de sus secretos".
"¿Qué secretos?" Tatum respiró y yo me encogí de hombros.
"Nunca me han permitido saber mucho de lo que este hombre está haciendo. Es una
especie de enigma, o al menos eso es lo que intenta ser.
Pero lo había estado observando de cerca, estudiando a mi enemigo por así decirlo, y creí
haber descubierto la combinación de la cerradura de su archivo.

gabinete. Me habían convocado a su oficina a principios de esa semana para una conferencia sobre
la importancia de la jerarquía dentro de un imperio y supongo que fui un tonto por no darme
cuenta de que había sido una advertencia, pero"

"Pero eras sólo un niño", añadió, y asentí una vez más.
reconocimiento de eso incluso si todavía me irritaba.
"De todos modos, esperé hasta bien entrada la noche, cuando todo el personal de la casa
estaría dormido y mi madre estaría medio comatosa después de tomar sus pastillas para
dormir todas las noches, y me levanté sigilosamente de mi cama. Me deslicé por los pasillos
oscuros y me abrí paso. "A su oficina. La puerta estaba abierta, lo que nuevamente debería
haberme dado una pista, pero tontamente creí que simplemente tuve suerte". Me burlé ligeramente
de lo ingenuo que había sido. "Me dirigí a su oficina con una pequeña linterna que había cogido
del cajón de la cocina esa mañana y la encendí.
Me arrastré por la alfombra en pijama de franela y descalzo y luego llegué al archivador".
Exhalé lentamente y seguí jugando, perdida en la forma en que un escalofrío había
acariciado mi piel mientras estaba allí mirando ese cajón, en lo frío que había sentido el mango de
metal contra mis dedos y en la forma en que mi corazón se había acelerado con la idea de
finalmente poniéndose uno encima de él.

"¿Qué había en el cajón?" Tatum preguntó cuando no pudo soportarlo.
más y le ofrecí una sonrisa que sabía que no llegó a mis ojos mientras me encogía de hombros.
"Una carta. Todavía puedo ver las palabras como si hubiera tomado una maldita fotografía.
y lo pegué en la parte posterior de mis párpados. '¿Qué te dije sobre respetar mi privacidad,
muchacho?'"
"¿Él puso una trampa?" Ella jadeó y yo asentí de nuevo.
"Había una cámara grabando la oficina. Supongo que tenía un sensor de movimiento y
un temporizador retardado porque cuando cerré el cajón alarmado, el monitor de su
computadora cobró vida y me mostró la señal.
Podía verme parado en el centro de su oficina, con la cámara inclinada hacia abajo para grabar
toda la habitación. Me di vuelta y huí, el miedo me consumía mientras

Corrí todo el camino de regreso a mi habitación, cerré la puerta detrás de mí y

Se zambulló debajo de las sábanas."
"¿Qué hizo para castigarte?"
"No regresó de su viaje hasta dentro de tres días y todavía no estoy seguro
si esas setenta y dos horas de tortura fueron peores que su regreso real. Tenía más que
miedo de la retribución que me exigiría y el miedo me hacía vomitar cada vez que intentaba
comer". Me estremecí ante el recuerdo de la bilis que cubría mi lengua y mi estómago retumbaba
lastimosamente al no poder guardar nada. "Cuando finalmente regresó, no me dijo una palabra.
Se quitó los guantes y el abrigo y luego caminó hacia el comedor en silencio, sin siquiera
mirarme mientras me veía obligado a perseguirlo. Se sentó con mi madre a su lado y
comió su cena, ignorándome mientras que una vez más no pude comer la mía. Yo sólo...
esperé."
"Santo", murmuró Tatum, extendiendo la mano para acariciar mi rostro otra vez y yo
Me incliné hacia su toque mientras continuaba jugando.
"Dejó el cuchillo y el tenedor con cuidado, se llevó la servilleta a los labios y miró por encima
de mi cabeza mientras decía con voz firme: 'No deseo tener un hijo que no me respete ni a mí
ni a mi privacidad. Por lo tanto, Hasta nuevo aviso, quiero que se sepa que no tengo ningún hijo.
Nadie en esta casa puede verlo ni oírlo, y mucho menos hablar con él o alimentarlo. Quizás, con
el tiempo, aprenderá a mostrar suficiente respeto para poder ganarse la vida. volver a esta
familia. Pero hasta entonces, San Menfis no existe.'"
"Él... no entiendo", respiró Tatum pero había lágrimas en su vestido azul.
ojos que decían que sí.
Dejé de jugar para limpiar uno que cayó y ella me agarró la mano.
sosteniéndolo contra su mejilla mientras fui capturado en su mirada.
"Durante dos meses y trece días, ninguna persona que vi reconoció
yo de ninguna manera. No me permitieron salir. No tenía acceso a Internet ni a

teléfono y nadie habló en mi presencia. Existía como un fantasma en la casa de mi padre,
hurgando comida en la cocina por las noches una vez que lograba digerirla. Fue... quizás el peor
castigo que jamás haya sufrido en sus manos. No puedes comprender completamente la soledad
de un niño atrapado y"
Tatum se inclinó hacia delante y presionó sus labios contra los míos, mientras las lágrimas corrían por
su rostro para que el sabor salado de ellos sangrara entre nuestros labios mientras mi
corazón latía con más fuerza por los recuerdos y mi respiración se cortaba en mi pecho.
Sus dedos se deslizaron en mi cabello mientras la besaba lentamente, devorando el sabor
de su dolor y el mío, queriendo retroceder y decirle que estaba bien aunque todavía no
encontraba la fuerza en mí para hacerlo.
Sus lágrimas cayeron sobre mis mejillas y estaba tan cerca de sentir algo real que mi corazón
comenzó a acelerarse y la tensión en mis músculos pareció crecer y luego relajarse como el tira
y afloja de la marea.
Retrocedí y besé sus mejillas, una tras otra, saboreando sus lágrimas.
y deseando que se vayan.
"No me hagas daño, sirena", suspiré. "Ya no soy ese niño pequeño.
Soy"
"Nunca dejaré que vuelvas a sentirte así", prometió. "Ni una sola vez. Ni nunca. Nunca
volverás a estar sola y nunca te sentirás no deseada. Ese hombre no fue un padre para ti. No es
tu familia. Pero ahora estamos aquí y nunca estarás en el camino". fuera de cualquier cosa
nunca más."
Inspiré esas palabras, absorbiéndolas y dejándolas recorrer mi corazón hasta que latieron
por mis venas e impregnaron cada parte de mí.
Se me hizo un nudo en la garganta por el peso de lo que sentía por esta chica. Este
criatura nacida para arruinarme y remodelarme de nuevo.
"Lamento el dolor que te he causado", murmuré, deslizando mis dedos por su

largo cabello y girándolo alrededor de ellos suavemente. "Lamento no haber aceptado lo
que eres antes".
"¿Y qué es eso?" susurró, sus labios rozaron mi mejilla como las alas de una
mariposa.
"Todo", respondí simplemente, incapaz de expresarlo con palabras más
elocuentes porque no había ningún lenguaje en la tierra que pudiera abarcar las
profundidades de lo que sentía por ella. Mi obsesión por ella había ido demasiado lejos, mi
enamoramiento era imparable ahora y nunca terminaría. Ella nunca se libraría de mí. No
había lugar en este mundo ni en el otro donde no la encontraría, la seguiría y la adoraría.
Ella era mi luz cuando todo lo que había conocido era oscuridad y ahora que podía ver,
me negaba a quedar ciego nunca más.
Porque me destruiría si lo fuera.
No había palabras que pudieran transmitir todo eso, pero tal vez sí
música. Esta melodía había estado retorciéndose en mi cuerpo y alma durante tanto
tiempo que sabía que estaba desesperada por escapar. Y me encontré con la necesidad
de compartirlo con ella para que ella tuviera la oportunidad de entender lo que quería.
fue para mí.
Saqué mi mano de su cabello y me recliné, mirando sus ojos azules.

que todavía brillaba con lágrimas mientras me lamía los labios y saboreaba su dolor en
ellos.
¿Quién era esta criatura que vio tanto y me ofreció más de lo que yo?
¿Alguna vez podría haberse atrevido a tomar? ¿Cómo era posible que ella pareciera ver
tanto en mí cuando ni siquiera estaba seguro de que hubiera algo que encontrar aquí?
Ella sacó a relucir un lado de mí que no sabía que existía pero que claramente
había estado hambriento esperándola. Y ahora iba a atiborrarse de todo lo que ella tenía
para ofrecer, y yo no tenía ningún deseo de siquiera intentar detenerlo.
"Escribí esto para ti", dije, poniendo mis manos nuevamente sobre el piano.
"¿Me escribiste una canción?" preguntó, mordiéndose el labio para tratar de ocultar una
sonrisa tímida y la idea de que esto le agradara tanto aflojó un nudo en mi pecho.
"Yo no canto, sirena", respondí con un leve resoplido de diversión. "Pero toco. Así que te
escribí una sinfonía, aunque sólo tengo un piano a mano y me falta la orquesta necesaria para
darle vida, así que es sólo esta pieza simple".
"¿Simple?" Ella bromeó como si supiera que sería cualquier cosa menos eso y yo
Me permití una sonrisa.
"Tan simple como puedo", admití.
Ella se giró hacia atrás para mirarme desde lo alto del piano y bebí el
La vi mientras mis dedos se movían sobre las teclas. Exhalé lentamente, encontrando paz
en la música incluso antes de que comenzara a brotar de mi alma y luego comencé.
La canción comenzó lentamente, las primeras notas perforaron el silencio de la habitación.
como gotas de lluvia que caen en la noche, golpean sin previo aviso y caen sin ser
vistos, pero de todos modos dejan una marca. A medida que las notas más bajas comenzaron
a sonar, la música se volvió más oscura como un trueno rodando sobre un océano profundo
mientras la lluvia seguía cayendo, tan pequeña frente a toda esa agua y, sin embargo,
cambiándola irrevocablemente con cada gota que caía.
Me perdí en la música mientras la lluvia se convertía en una tormenta en mi mente, una
tempestad imparable que se estrellaba y golpeaba contra el océano y la tierra, dándose a
conocer, trayendo vida y pasión a una extensión árida de la nada y despertando a los monstruos
de sus hogares. sueño.
Mis manos se movían cada vez más rápido, sin perder nunca una sola tecla porque todas
y cada una de ellas eran importantes, necesarias, las notas más oscuras y profundas tan
cruciales como las más claras y agudas. Y de alguna manera todo se unió, la música
luchando por ser una como la lluvia empapada en el

tierra y llenó el océano con historias de lugares que nunca podría ver por sí mismo,
pero cambió su perspectiva sobre todo.
La música se volvió más compleja, haciendo que mi corazón se acelerara y luché para
Mantenga el ritmo justo hasta que llegó al crescendo, una explosión de todo
uniéndose, la batalla por el poder olvidada y la paz establecida.

reclamar al mundo cuando la tormenta se apagó.
Mientras caía en las notas finales, me dolía el corazón por la dulzura de ellas, por lo
similares y, al mismo tiempo, diferentes que eran de las notas con las que había comenzado
la pieza. Así me sentía por ella, como un hombre renacido, igual y al mismo tiempo
completamente diferente. Ya no había luchas por el control, sino una paz construida a
partir de calor y llamas que quemaban todo y lo incendiaban todo.
Mientras tocaba la nota final, me senté con una exhalación y lentamente levanté mi
mirada para encontrarse con la de ella.
Los labios rosados de Tatum se separaron mientras me miraba fijamente, su pecho
subía y bajaba pesadamente mientras sus pupilas se dilataban y tragué saliva mientras
me sentía más que un poco vulnerable ante ella. Simplemente me corté el corazón del
pecho y lo puse ensangrentado y latiendo en su altar. Era todo lo que tenía para ofrecer.
Sólo un niño destrozado en el cuerpo de un hombre. Tenía tanto equipaje que a veces su
peso me paralizaba y nunca iba a ser fácil de amar. Y, sin embargo, esa mirada en sus ojos
me hizo pensar que ella realmente me amaba de todos modos. A pesar de todo.
Sin importarme el hecho de que no merecía tal cosa de ella.

Ella era mía tanto como yo era suya.
El calor entre nosotros crepitó y mis extremidades se pusieron rígidas mientras la miraba.
Allí arriba del piano, sus largas piernas me rogaban que les arrancara esas medias
y me enterrara entre ellas. Me mantuve quieto por pura fuerza de voluntad mientras la
idea de reclamarla ahora me abrumaba. La quería del mismo modo que una bestia
necesita a su pareja. Quería que ella arañara

mi ropa, sus uñas mordiendo mi carne y su trasero chocando contra las teclas de ese piano mientras
introducía mi polla dentro de ella y la hacía gritar.
mi nombre.
Y la mirada en sus ojos decía que quería lo mismo.
El timbre distante del teléfono de una casa fue el único sonido que rompió el silencio y supe que
se estaba convirtiendo en una batalla de voluntades entre nosotros mientras esperábamos para
descubrir quién rompería primero. Pero mi control colgaba en la punta de

un cuchillo y supe que estaba a punto de romperme por ella. Me rompería y ella caería.
mí hasta que de alguna manera encontramos una manera de reconstruirnos el uno en el otro.
Me puse de pie de repente justo cuando ella extendió la mano y agarró mi corbata, tirando de mí.
hacia ella mientras decía mi nombre y me ordenaba que fuera por ella.
Me levanté sobre ella, mi polla estaba dura y dolorida mientras me inclinaba hacia adelante, saboreando
ella en el aire mientras agarraba la parte superior del piano a ambos lados de sus caderas y me
preparaba para reclamar lo que era mío.
El sonido de pasos apenas impregnaba el aire, pero logré liberarme de este hechizo que Tatum
me había lanzado y me aparté de repente, girando hacia la puerta mientras ella jadeaba alarmada.
Mi corazón tronó cuando me di cuenta de lo que casi acababa de hacer. Si alguien en
Si esta familia nos hubiera visto juntos, no habrían esperado para hacer preguntas. Tatum era la
esposa de Kyan y la muerte sería un precio fácil de pagar para nosotros si alguno de ellos pensara
que yo le había robado lo que era suyo. Que Niall lo supiera era una cosa, pero Kyan me había
asegurado que se llevaría ese secreto a la tumba. No había nadie más digno de confianza en
esta familia y no podía arriesgarme a que nos descubrieran juntos una segunda vez.
La puerta se abrió y transformé mis rasgos en una máscara sin emociones cuando el ama de
llaves, Martha, entró en la habitación.
"Buenas noches, señor Memphis", dijo alegremente mientras sostenía un
llama por teléfono para mí. "Alguien te llama para hablar contigo".
Ni siquiera pude obligar a mi lengua a doblar el agradecimiento que debería haberle dado cuando
sin decir palabra le quité el teléfono de las manos, asintiendo rígidamente mientras la sensación me
abrumaba como si estuviera ardiendo.
Martha asintió con la cabeza y le dio a Tatum una cálida sonrisa por encima de mi hombro, luego
se giró y salió de la habitación, la puerta se cerró lentamente detrás de ella.
Se me hizo un nudo en la garganta cuando me volví para mirar a Tatum, con los ojos muy
abiertos donde ahora estaba sentada en el borde del piano, con las piernas cruzadas, el vestido
alisado y el cabello colgando perfectamente. Dudaba que el ama de llaves hubiera sospechado algo.
Pero esa era la menor de mis preocupaciones.

ahora.
Giré el teléfono en mi mano mientras daba un paso atrás hacia la chica que había cambiado todo
y encontré el teléfono en espera.
Exhalé un suspiro y puse un dedo en mis labios, advirtiéndole a Tatum que permaneciera
en silencio mientras mi corazón se aceleraba en mi pecho. No es que estuviera dejando que se notara.
Mis rasgos eran una máscara una vez más, nada se escapaba entre las grietas de mis defensas, y
mucho menos el miedo.
"Padre", dije secamente mientras conectaba la llamada y la colocaba en el altavoz
para que Tatum pudiera escuchar también. Sabía que sería él. Nadie sabía que estaba aquí y nadie
más querría llamar incluso si supieran

fuera.
"Hijo", respondió en ese tono cortante suyo que me dijo de inmediato que
deberíamos esperar lo peor. "Parece que has estado bastante ocupado."
"Podría decir lo mismo de ti", respondí de manera uniforme.
"Tengo un problema y estoy seguro de que usted me puede ayudar", dijo, sin
Reconociendo mis palabras y luché contra el destello de inquietud que me atravesó. Nunca
superé el hecho de que me ignoraran después de esos meses de desprecio.

"¿Oh?" Pregunté inocentemente, sin una pizca de culpa coloreando mis palabras, pero él
No me llamaría a menos que estuviera seguro de que yo sabía lo que quería.
"Recientemente, unos asaltantes enmascarados irrumpieron en un club exclusivo que
administro y me robaron. Se llevaron innumerables bienes, saquearon mi oficina y luego
prendieron fuego al lugar", dijo y mi corazón saltó ante el más mínimo indicio de rabia
en su tono. . Estaba tan cerca de perder la cabeza como creo que alguna vez lo había
escuchado y saber que mi familia y yo éramos responsables de sacudir los cimientos de
su comportamiento de imbécil programado de esa manera me hizo querer sonreír
triunfalmente. Pero sabía que no me llamaría para informarme que había ganado algo,
así que dejé de celebrar cualquier celebración prematura.
"No sabía que dirigías un club exclusivo", comenté a la ligera, como si el resto de sus
palabras no significaran nada para mí.
"Puedes quitarte la máscara ahora, hijo. ¿O debería decir Rex? Porque acabo de ver
una fotocopia bastante confusa de un pasaporte que parece implicar que tú y tus amigos
habéis asumido nuevas identidades. A menos que quieras intentar reclamar ¿Hay cuatro
doppelgängers deambulando por Sequoia con la vacuna contra el virus Hades corriendo
por sus venas?
Tatum contuvo un grito ahogado, presionó una mano contra su boca y levanté mi
mirada hacia la de ella, tratando de transmitirle una disculpa sin palabras. Porque debería
haber sabido que esto sucedería. Puede que la manzana no hubiera caído muy lejos del
árbol entre mi padre y yo, pero él había tenido muchos años más para echar raíces. Y
estaba bastante seguro de que estaba a punto de demostrarme que sus cimientos eran
sólidos a pesar de todos mis planes.
"¿Está ella allí ahora?" preguntó en tono conversacional. "Sus labios se apretaron
alrededor de tu polla en agradecimiento por salvarla de mi laboratorio?"
Vacilé ante sus groseras palabras, mi mirada fija en Tatum mientras la necesidad de
agarrarla y correr lo más lejos y rápido posible desde aquí casi me abrumaba. Él sabía. No
sólo sobre nosotros rescatándola, sino que él sabía por qué. Él siempre había sido
capaz de ver el corazón de las cosas y a pesar de la frecuencia con la que me había inculcado
el hecho de que nunca debería necesitar ni querer a nadie en mi vida más allá de mí mismo,
se había dado cuenta de lo que ella era para mí. Y eso lo hacía más peligroso que nunca.
"En este momento no", respondí con calma, aunque por dentro sentía todo lo contrario. "Ella es
Estoy bastante exhausto en este momento porque me la follo en mi piano".
Mi padre hizo una mueca ante la mención del instrumento y supe que si pudiera, destruiría
todos los pianos existentes sólo para evitar que perdiera el tiempo en algo que él consideraba
tan inútil.
"Aquí es donde estamos, hijo", dijo con firmeza. "Devolverás todo el
las acciones que usted ha comprado en mis empresas a mí. Renunciarás al control de todos
los activos que has robado y me los cederás todos."
El más leve toque de inflexión en su voz me hizo saber lo jodidamente enojado que estaba.
Debía haberse dado cuenta de que yo había hecho todo eso. A mí. Su paliza poco
El heredero que se suponía debía seguir la línea y esperar mi momento para alzarse a su
sombra lo había preparado para caer en desgracia y ni siquiera lo había visto venir hasta que fue
demasiado tarde.
"Desafortunadamente, no creo que pueda hacer eso", respondí lentamente,
empapándome del sentimiento de mi victoria sobre él. "Verás, hice lo que me enseñaste.
Puse a mi enemigo en la mira y puse todos mis patos en fila. Investigué, lo jugué en su propio
juego y lo acompañé directamente a mi trampa. Ahora todo lo que tengo que hacer es apretar el
gatillo. Entonces, ¿por qué iba a deponer mi arma en el momento final?
"Admito que quedé bastante impresionado", respondió lentamente y el tono arrogante de
su voz hizo que se me erizaran los pelos de punta. Dudaba que alguien más en el mundo lo
notara, pero lo hice. Y eso significaba que se avecinaba un peligro. Él tenía algún plan más allá
de sus palabras, y yo fui quien entró en él. "Tienes

Superarte con esto. Fuiste minucioso, sutil, metódico y realmente brillante".
"¿Pero?" —insistí, ignorando el pinchazo de orgullo que intentaba hacer mella.
camino por mi columna vertebral. ¿Por qué a pesar de mi odio por este hombre, a
pesar de mi deseo de verlo destruido, destrozado y muerto a mis pies, una pequeña parte
de mí todavía ansiaba su aprobación? Lo único que él me había brindado era miedo,
sufrimiento y desprecio. Pero ahí estaba, muy dentro de mí, un niño olvidado que
simplemente anhelaba el amor y el afecto de su padre. Sin embargo, reprimí esos
sentimientos con fuerza, negándome a ceder ante ellos. Este hombre no tenía amor en su
corazón por mí ni nada aparte del dinero y el poder. Así era él y nada bueno saldría de mí
lamentándome.
la pérdida de un hombre que nunca había sido.
"Pero", estuvo de acuerdo con frialdad. "Tenías que ir y caer en la trampa del amor,
¿No es así?", dijo, con la voz llena de decepción.
Miré a Tatum y ella extendió la mano para tomar mi mano libre, la misma
sensación real de sus dedos en los míos confirmándome que él no la tenía y haciendo que
mis cejas se fruncieran, porque si no se refería a ella, entonces

OMS
"Puedo entender al heredero O'Brien", dijo mi padre pensativamente. "Al menos hasta
cierto punto. Tiene poder, conexiones, y son un tipo de brutalidad que tendría cierto atractivo
para tu naturaleza más básica. Un hombre de sangre roja como tú necesita un poco de
violencia en su vida. Y la chica "...bueno, nunca permití que un coño estrecho corrompiera mi
mente y me cegara de mis intereses, pero es bien sabido que muchos hombres se dejan
engañar fácilmente por esas cosas. Esperaba algo mejor de ti, pero tú". "Eres joven, sin
duda está ansiosa y folla lo suficientemente bien como para distraerte de"
"No hablarás así de ella", gruñí, con una advertencia muy real en mi voz. "No te lo
advertiré otra vez, viejo. Pero si hablas de ella como

ella es una puta desechable una vez más, iré por ti con toda la fuerza de todo lo que soy y
no pararé hasta que no seas más que un cadáver aplastado bajo mi talón".
El silencio siguió a mi arrebato y supe que debería haberme callado.
pero no le vi el sentido a eso. Él sabía. Lo sabía todo demasiado bien.
Ella tenía mi corazón y mi vida estaba en sus manos. Él ya se había dado cuenta de que
ella era mi debilidad, así que también podría darse cuenta de que ella era mi fuerza.
también.
"El futbolista es de mal gusto", dijo tras un segundo. "Dinero nuevo. No hay
conexiones más allá del mundo llamativo de los deportes y los medios de comunicación.
Admito que te animé a convertirlo en un aliado por esas mismas razones, pero esas
personas son desechables, intercambiables y no tienen uso a largo plazo. Además, "Ni
siquiera parece que el chico vaya a convertirse en profesional, así que no veo el atractivo.
Aun así, supongo que ha estado en tu vida durante mucho tiempo y siempre mostraste
debilidad por el sentimiento. Pero luego está el maestro". dijo lentamente, como si estuviera
esperando a ver si podía darle más detalles sobre eso, pero permanecí en silencio, así que
continuó. "Nash Monroe... ¿o es Jase Harrington?"
El agarre de Tatum sobre mis dedos se apretó dolorosamente cuando mi padre reveló su
conocimiento de mi hermano, pero ni siquiera me sorprendió. Una vez que hubiera visto
esos pasaportes que habíamos usado en el campamento, habría visto que Nash todavía
me hacía compañía. Por supuesto, miró más de cerca al trabajador que de alguna manera
se había colado en nuestras filas, y una vez que comenzó a cavar no le habría
resultado nada difícil descubrir la verdad de su identidad. No era como si Nash hubiera
podido pagar el tipo de falsificaciones que yo podía, y un cambio de nombre era un bloqueo
bastante sencillo de sortear.
"Por supuesto, ya lo sabías", continuó mi padre, apenas deteniéndose el tiempo suficiente
para que yo lo confirmara o lo negara y tomando mi silencio como respuesta. "Lo admito,
incluso cuando me presentaron su verdadero nombre, no lo recordaba.

a él. Pero mi gente obtuvo toda la información que necesitaba para

refrescar mi memoria de su madre idiota sacando su auto frente a mí hace
tantos años y sellando el destino de su familia. Honestamente, hijo,
hubiera esperado que tuvieras una clase más alta de"
"Ella no se retiró simplemente frente a ti, maldito loco", gruñó Tatum,
perdiendo la calma ante su desprecio casual del mundo entero de Nash.
"¡Estabas borracho y los mataste! Encubriste tu maldito fracaso con dinero y
mentiras y un día pronto, te cazaremos y te pondremos un puto cuchillo en la
garganta por eso".
"De verdad, Santo", respondió el padre, con una mueca de desprecio en su tono. "Deberías poner tu
mujer en su lugar antes de que siga avergonzándose a sí misma y a ti"

"Tatum está en su lugar", gruñí. "Y eso está firmemente a mi lado. Ella tiene
una opinión propia y la expresará si así lo desea. Ve al grano de tu diatriba
antes de que me canse y finalice esta llamada".
"Bien. Aunque has jugado una muy buena mano, y admito que me hubiera
sido difícil resolver los problemas que me has causado con mis finanzas y
empresas en cualquier otra situación, me encuentro con la carta de triunfo
arriba. "Mi manga. A pesar de mis mejores esfuerzos, has elegido mostrar
debilidad al alinearte con estas personas y ceder a la ilusión del amor. Entonces,
descubramos con qué firmeza te aferras a la noción. Tengo en mi poder
al padre de Su querido Sr. Bowman. Me hubiera gustado reclamar más
premios que ese, pero desafortunadamente, parece que la maestra y la niña
están solas en el mundo y los O'Brien son un nido de serpientes con las que he
decidido no enredarme. en este momento. Pero aunque creo que esta
amenaza no debería significar nada para ti, quiero ver cuán profundamente
has caído en la trampa del amor. Si deseas volver a ver al padre de tu amigo,
me devolverás todos mis bienes dentro de poco. la próxima semana."
Se hizo el silencio mientras él dejaba que eso asimilara y mi corazón se aceleró mientras pensaba en
qué diría Blake cuando se enterara. No dudaba de la verdad de esta amenaza. Mi padre no
hacía las cosas a medias. Si dijera que tenía al padre de Blake

entonces estuve seguro de que así era.
Un reloj sonó ruidosamente de fondo en su extremo de la línea y

Contuve el aliento mientras escuchaba el sonido familiar.
"¿Y entonces que?" Pregunté, porque claramente devolverle sus bienes no sería suficiente.
"Y luego hablaremos de nuevo. Averigüemos quién es el mejor Memphis.
Empieza el juego, hijo." Cortó la llamada y por un momento me quedé mirando el teléfono mientras
el peso de sus palabras lo asimilaba.
Los brazos de Tatum se cerraron alrededor de mi cuello mientras se lanzaba contra mí y la abracé
mientras la acercaba. Mi corazón latía con fuerza, mi mente se aceleraba y esa sensación fría y
clínica se deslizaba por mis venas mientras me separaba del mundo que me rodeaba para
concentrarme en lidiar con esto.
Pero el calor de su cuerpo contra el mío todavía era bienvenido. Y me consolé mientras la
abrazaba con fuerza.
"Tenemos que decírselo a los demás", dijo, desenredándose de mí y agarrando mi mano
mientras me sacaba de la habitación.
Seguí mecánicamente, permitiéndole que me guiara y marcara el ritmo mientras una idea tras
otra pasaba por mi cráneo.
Regresamos a la enorme habitación que Kyan poseía aquí y encontramos el
tres de ellos adentro, con la Xbox encendida mientras jugaban sus estúpidos juegos, riendo
y bromeando mientras bebían botellas de cerveza.
Pero cuando se volvieron para mirarnos, sus caras cambiaron y Tatum estalló en
Lágrimas cuando me soltó y se arrojó a los brazos de Blake.
Cerré la puerta detrás de mí y luego me alejé de ellos, dejándola sola.
Expliqué mientras mi mente repasaba todas y cada una de las palabras que me había dicho.
Me solté la corbata y la colgué del respaldo de una silla antes de dejar

caer mi chaqueta encima y dirigirme al baño. Rápidamente me despojé del resto de
mi ropa, mi pecho se oprimió con un pánico apenas reprimido mientras mi mente
daba vueltas y vueltas en círculos y trataba de encontrar alguna escapatoria aquí.
Abrí la ducha, sólo para darme una excusa para evitar a los demás y estar a solas
con mis pensamientos por un rato. Porque esto fue culpa mía. Mi amor por ellos les
había hecho caer esto encima. Mi padre fue quien estaba causando todo esto.
Cualquier cosa que les haya pasado a ellos o a las personas que les importan.
alrededor de sus manos volvió a caer sobre mí. Porque fui yo quien
debería haberlo detenido. Yo era quien debería haberlos protegido de él. Y ahora
estaba fracasando si no podía ver una salida. Me ahogaría en este sentimiento de
incompetencia si no descubriera cómo solucionarlo.
Me metí bajo el agua, apenas notando que hacía frío y no
cuidando lo suficiente como para cambiar la temperatura. Puse mis palmas
contra las baldosas y dejé que el agua cayera sobre mi nuca para que se
derramara a través de mis rizos oscuros y bañara mis pies, esperando que pudiera
darme algo de claridad.
Perdí toda noción de los minutos que pasaban mientras me quedaba allí, pero
el agua de repente se volvió cálida y encontré una figura corpulenta a mi lado, sin
camisa pero con pantalones puestos mientras entraba a la ducha y se apoyaba
contra la pared a mi lado. Kyan se cruzó de brazos y esperó a que lo mirara y giré la
cabeza en su dirección, sabiendo que no retrocedería hasta que yo lo hiciera.
No dije nada y él me arqueó una ceja diciendo que estaba siendo un idiota.
"¿Quién carajo eres?" el demando.

Apreté mi mandíbula, pero le di su respuesta porque había jugado este juego
con él suficientes veces para saber que no se iría hasta que me lo diera.
"San Menfis".
"¿Y SaintputamadreMemphis se desmorona cuando la mierda no
¿Ir al plan?", preguntó.
Me mordí la lengua ante la respuesta que quería dar y me enderecé mientras
Se giró para mirarlo a los ojos. "No."
"Entonces dinos cómo vas a solucionar esto", exigió Kyan.
Mi mirada se posó en ese horrible tatuaje de calamar en su antebrazo y mi labio se
abrió antes de levantar la barbilla para sostener su mirada. La irritación que me causaron
los calamares me recordó algo importante y me animé un poco. Me había estado
concentrando en cada palabra que había escuchado durante esa llamada, pero había
pasado por alto un detalle muy importante. Ese reloj de pie tan molesto como una
mierda. Odiaba esa maldita cosa, sobre todo porque no podía mantener el tiempo
correctamente y siempre se retrasaba minutos con respecto a la hora adecuada.
"Sé dónde está", dije, mientras ya se estaba formando un nuevo plan en mi mente.
El rostro de Kyan se dividió en una sonrisa mortal cuando el asesinato brilló en sus ojos.
"Bien. Ponte tu maldita ropa y vámonos entonces". Kyan cerró el agua y salió de la
ducha, sus botas dejaron huellas húmedas en las baldosas mientras caminaba, y yo
agarré una toalla para secarme.
Me apresuré a regresar a la habitación con la toalla alrededor de mi cintura y encontré
a los demás mirándome expectantes. Tatum estaba bajo el brazo de Blake y sus ojos
brillaban con ansiedad y rabia, pero lo había controlado para poder
podría escucharme.
"Claramente, no podemos dejar que esto siga así", dije, más ideas se derramaron en
mi mente y miré entre mi familia, asegurándome de que cada uno de ellos realmente
estuviera listo para lo que se necesitaría para liberarnos del monstruo que me había hecho.
"Haré que mi gente trabaje en las acciones y participaciones, podrán vender y transferir
tanto como sea posible a su nombre para que pueda ver que se está avanzando en ese
frente".
"¿Vas a dejar que se lo devuelva?" Nash preguntó, con el rostro demacrado.
con furia. "¿Qué hay de hacerlo sufrir?"
"Lo he pensado un poco y me parece bastante simple. El dinero, las acciones, las
acciones, todo eso es irrelevante. He visto su testamento. Cuando muera, todo será mío de
todos modos. Así que déjelo tenerlo. Volver. Él puede disfrutarlo hasta que lleguemos.
y reclamárselo con sangre."
"Yo mismo le cortaré el maldito cuello si le pone una maldita mano encima a mi padre".
Blake gruñó.
"De eso estoy hablando", dijo Kyan con una risa oscura. "Voy a orinar
en su tumba mientras nosotros también lo reclamamos”.
"Mientras tanto, no podemos quedarnos aquí", dije. "No permitiré que lo sepa".
nuestra ubicación, pero lo bueno es que conozco la suya. Por eso digo que le llevemos esta pelea.
Ya terminé de esperar para terminar con esto".
"Estoy listo, sólo dame un arma, cualquier maldita arma y lo haré", gruñó Blake, sus
ojos no eran más que los de un monstruo. Pero esa ira en él tendría que ser afinada y
controlada. No podríamos asaltar el castillo de mi padre sin un plan apropiado. Pero ya
estaba resolviendo el
detalles.
"Mi abuelo simplemente no me deja irme", dijo Kyan, no como si tuviera intención de
quedarse atrás, más bien como si nos estuviera recordando que yo no era el único que tenía
un psicópata en mi familia que pensaba que podía gobernar. mi

vida.
"Entonces tratemos con él también. Es hora de que Liam descubra que él no es el dueño".
tú."
Tatum sonrió ante esa perspectiva, extendiendo la mano para tomar la mano de Kyan y él
Se inclinó para besarla, empujándola contra Blake mientras lo hacía. Blake la abrazó y las
manos de Kyan lo rodearon también mientras lo consolaban.

a él.
"Cámbiate", le ordené. "Ropa práctica. Luego, prepara una bolsa, cosas para
lavar. Cosas para dormir y suficiente comida para esta noche. Después de eso, haré
que te entreguen el resto".
Nadie me cuestionó y todos comenzaron a quitarse la ropa formal que habían

usado para cenar horas atrás.
Me puse un par de pantalones deportivos grises y descarté mi toalla en el cesto
antes de adentrarme más en el armario para coger más ropa para llevar. Tatum me
siguió adentro y me giré para encontrarla vestida con sudaderas y una sudadera con
capucha también, aunque las suyas eran rosas y la hacían lucir mucho más dulce.
que ella.
"Jesús, Santo", murmuró, mirándome.

"¿Qué?" Pregunté mientras me movía para agarrar ropa para ella también.
"Solo... escogiste sudaderas grises. Sabes lo que eso le hace a una chica,
¿verdad?"
"¿No que?"
"Bueno... básicamente puedo ver tu pene delineado a través de ellos y

considerando lo grande que es el tuyo, hay mucho que ver. Y eso me da ideas que no
debería tener cuando tenemos que seguir adelante con tu plan maestro".
Miré mis pantalones con el ceño fruncido y ella continuó.

"Y estás haciendo todo eso de 'Yo gobierno el mundo' con la mirada deslumbrante
y ojos de asesino en serie. Si no tienes cuidado, te saltaré antes de que podamos
salir de aquí”, añadió en un ronroneo que decía que no había olvidado por
completo hacia dónde nos llevaban nuestros cuerpos antes de recibir esa llamada.
Ladeé la cabeza ante su tono burlón mientras me acercaba, haciéndola retroceder.
contra la pared hasta que nuestros pechos se tocaron y compartimos el mismo aliento.
"No quieres que me rompa ahora", le aseguré, y ella se lamió los labios.
"Estoy bastante segura de que estaría bien con eso", respondió ella.
La tentación luchaba bajo mi piel y el deseo de hacer precisamente eso me atravesó, pero
sabía que ella no lo decía en serio y yo tampoco podía. Teníamos un trabajo que hacer y no podía
esperar. Pero aprecié que intentara darme algo en qué pensar además de este abismo interminable
de caos que se estaba abriendo a nuestro alrededor.
"Prometo darte lo peor tan pronto como nuestras vidas ya no estén en orden.
riesgo", gruñí, inclinándome y besándola fuerte, pero demasiado brevemente mientras me
alejaba de nuevo y salía del armario. Otro momento en su compañía y mi autocontrol se
romperían.
Me puse una camiseta y una sudadera con capucha gris a juego con mi sudadera antes de tirarme
la bolsa que había puesto sobre mi hombro y guiándome fuera de la habitación.
Kyan se puso a mi lado y los demás flanquearon a Tatum detrás de nosotros.
"¿Estás seguro de esto?" Kyan preguntó y yo asentí una vez.
Liam O'Brien era un monstruo mucho más simple que mi padre. Podría acabar con él con bastante
facilidad. Al menos eso esperaba.
No paramos hasta que llegamos abajo y al salón de fumadores.

donde a Liam le gustaba retirarse después de cenar.
"Esperaremos aquí", dijo Nash, conteniéndose con Blake y Tatum mientras

Nos dirigimos hacia la puerta.
"No tomará mucho tiempo", respondí mientras Kyan se adelantaba a mí.
El olor a cigarrillos flotó desde debajo de la puerta incluso antes de que la abriera y el
sonido de voces masculinas nos llegó cuando entramos.

adentro.
"Estaba a punto de ir a buscarlos, grupo de bastardos", dijo Niall felizmente mientras
levantó su copa hacia nosotros antes de vaciarlo todo.

Liam parecía intrigado por nuestra interrupción, su mirada se deslizó de Kyan
hacia mí mientras se recostaba en su silla de cuero y apagaba su cigarrillo.
"¿Qué puedo hacer por ti, muchacho?" preguntó, su pregunta para Kyan mientras llegábamos.
sentarse a la mesa con ellos.
"Nos vamos", dijo Kyan, sin andarse con rodeos y tuve que decir que eso me gustaba mucho
de él. "Esta noche. Ha surgido algo y el padre de Blake está en problemas".
"No parece que ese sea tu problema", dijo Liam, arqueando una ceja.
"Lo es", no estuvo de acuerdo Kyan. "Porque Blake es mi hermano, su familia es mi familia".
"Ahora puedes elegir a tu familia, ¿verdad?" Niall preguntó,
frotándose la barbilla con una mano como si esa idea lo intrigara. "Eso parece muy
conveniente."
"Es lo que es", dijo Kyan simplemente.
"No", respondió Liam, sin sorprendernos a ninguno de los dos. "Para mí está claro que
mientras este virus siga suelto no volverás a ese elegante internado tuyo, lo que significa que
es hora de que regreses a casa con nosotros de forma permanente. Si tus amigos necesitan
irse, que así sea". Pero tú y yo tenemos un imperio que dirigir, Kyan.
"No estoy de acuerdo", dije suavemente, agachándome para abrir la bolsa que se me había caído.
A mis pies y ante una mirada de Liam, Niall sacó un revólver y apuntó a mi cabeza.
Me sonrió y giró el cañón mientras yo desaceleraba mis movimientos. "No voy a sacar un
arma". Saqué mi computadora portátil para demostrar mi punto, pero Niall apretó el gatillo de
todos modos. Se escuchó un clic sordo y parpadeé, dándome cuenta de que habría estado
muerto aquí y ahora si esa cosa hubiera estado cargada. Esta familia realmente era un
montón de imbéciles locos.

"Cristo, eres un hijo de puta de corazón frío, ¿no?" Niall se rió mientras
No logré obtener más que ese ligero destello de reacción de mi parte. "Apuesto a que
tendría que pasar meses desvelándote si quisiera alguno de tus secretos".
"Los llevaría a la tumba", respondí con seriedad, y sus ojos brillaron como
se preguntaba si eso era cierto.
"¿Qué tendría que hacer para derrotar a un cabrón testarudo como tú?" él dijo
conversacionalmente. "¿Existe algún tipo de tortura que funcione, o simplemente morirías
sin decir una palabra?"
"Estamos en medio de una conversación", dijo Liam, acallándolo y Niall puso los ojos
en blanco antes de recostarse en su silla y abrir el cañón de su arma, dejando que una
sola bala cayera en su mano.
"Espera", gruñó Kyan cuando sus ojos se posaron en la bala y se puso de pie. "¿Acabas
de dispararle a mi hermano con un arma cargada?"
Se abalanzó hacia Niall, quien se rió cuando Kyan le dio un golpe y

fue derribado de su silla.
"¡Suficiente!" Liam ladró, deteniendo la pelea antes de que realmente pudiera comenzar.
Niall ya estaba de pie, con los ojos iluminados por la emoción, una expresión salvaje.
brillo en ellos que hablaba de horrores indecibles.
"Relájate, sobrino, sabía que la bala no estaba en la recámara. Sólo quería
ver si podía hacer que se cague encima", dijo Niall, sacando un cuchillo de su cinturón
antes de recostarse contra la pared y usarlo para picarse las uñas.
Kyan murmuró algo acerca de que era un bastardo loco antes de volver a
sentarse en su silla a mi lado. Niall me guiñó un ojo, lo cual estaba bastante seguro de que
significaba que no estaba seguro de tal cosa. Chasqueé mi lengua, sin querer causar
más escena por una bala que ni siquiera había terminado en mi cráneo mientras volvía mi
atención a Liam.
"Me estabas diciendo que pareces pensar que estás dejando a tu familia para huir y ayudar al
padre de tu amigo", dijo Liam en voz alta, mirando fríamente a Kyan mientras me inclinaba hacia
adelante para abrir mi computadora portátil.
"Lo soy", estuvo de acuerdo Kyan. "Creo que es hora de dejarte claro que quiero elegir mi propia
vida, abuelo. No le daré la espalda a la familia, pero no quiero ayudar a dirigir tu imperio. Quiero
gobernar mi propio reino. Y es hora de que empiece a trazar ese rumbo".
"¿Y qué te hace pensar que aceptaría semejante tontería?" Liam preguntó:
Saca un cigarrillo nuevo del paquete que está sobre la mesa y lo enciende.
"Ese sería yo", dije, llamando su atención de nuevo hacia mí mientras abría el primer archivo en la
computadora portátil y lo acercaba a él. "Antes de continuar, me gustaría que supiera que esta
información se entregará al FBI si algo nos sucediera a mí o a mis amigos y no volviéramos a
comunicarnos con mi socio en la próxima hora, solo en caso de que se te ocurra alguna idea loca
sobre hacer que nos maten aquí y ahora".
"¿Qué estoy mirando?" Preguntó Liam, pero la forma en que su rostro había palidecido decía que
lo sabía bastante bien.
"Así es, hay un expediente sobre usted personalmente. Documenta la forma en que funciona
su organización, cómo lava su dinero, de dónde viene y cómo termina en su bolsillo. Hay evidencia
más que suficiente allí para enviarlo a prisión". vida lo cual en su caso no sería tan difícil considerando
su edad y para hacerlo aún más limpio, tengo un video de usted matando personalmente
a un hombre llamado John Cormack que data de hace tres años. También hice que reubicaran
su cuerpo desde la tumba poco profunda que le diste para que pueda ser exhumada si es necesario".
Las cejas de Kyan se arquearon mientras miraba la información que le estaba presentando.
y la comisura de mis labios se torció mientras me tomaba un momento para estar orgulloso del
lazo que acababa de colocar alrededor del cuello de Liam.

"Si está interesado en abrir cualquiera de las otras pestañas, encontrará información
similar sobre todos y cada uno de los miembros relevantes de su familia.
Aparte de Kyan, por supuesto."
"¿Qué tienes contra mí?" Niall preguntó con curiosidad y levanté los ojos.
para encontrarse con el suyo mientras avanzaba con entusiasmo, no como si estuviera preocupado
por lo que yo tenía, más bien como si tuviera curiosidad.
"En realidad, Kyan me pidió que enterrara la evidencia en su contra a la luz de la
ayuda que nos has ofrecido", admití.
"Entonces, ¿no tienes nada?" preguntó, pareciendo decepcionado.
"Encontré muchísimas cosas que podrían estar relacionadas contigo, pero diré que eres mejor
para cubrir tus huellas que el resto de tu familia. Así que es posible que hayas podido evitar el
encarcelamiento o al menos declararte loco.
Tiendo a pensar que es porque eres un loco trastornado y tus impulsos son tan aleatorios que eres
demasiado impredecible para rastrearlos. Pero tal vez sea sólo suerte".
Me encogí de hombros y Niall sonrió como si ese fuera el mayor cumplido que me hubiera hecho.
recibido alguna vez.
"Haré que Saint te envíe un álbum de recortes lleno de todas las cosas que encontró",
sugirió Kyan con una sonrisa, pareciendo haber superado todo el asunto de que casi me volaran los
sesos. Y sentí que era beneficioso para él tener una buena relación con al menos un miembro de la
familia, así que decidí dejar eso pasar también.
“Además, como sabes, cuando derribamos Royaume D'élite lo quemamos hasta los cimientos,
pero no he sido del todo sincero sobre qué más hice allí. Logré localizar un disco duro que contenía
información sobre innumerables acuerdos altamente ilegales en los que habían participado los
miembros de ese club, así como la clave de los números que se les dio a los miembros para ocultar
sus identidades. Además de la otra información que ya había reunido sobre su organización, ahora
tengo registros de todos los tratos que hizo con los demás.
miembros de ese club. Sé que usted llevó a cabo varios asesinatos de alto perfil y que ha
participado en operaciones de información privilegiada junto con un amplio lavado de dinero y otras
actividades más que cuestionables. Toda la información que obtuve sobre ese lugar y sus miembros será
entregada al FBI a su debido tiempo, pero como muestra de amistad he tenido mucho cuidado en eliminar
cada fragmento de evidencia que vincule cualquier cosa allí con usted y su familia. Suponiendo que acepte
nuestro trato, seguirá siendo así”.
"¿Qué trato estás proponiendo?" Preguntó Liam, su mirada volando sobre el
información en el expediente ya que encontró que mis afirmaciones eran completamente ciertas.
"Ahora, nada", respondí simplemente. "Kyan se irá de aquí con nosotros y contigo.
lo liberará de todas y cada una de las responsabilidades que haya pensado asignarle dentro de su
organización. Podemos separarnos como amigos, si quieres. Entiendo que tu única razón para unirte a
Royaume D'élite fue para poder ganar amigos poderosos y te garantizo que nunca harás un amigo más poderoso
que yo. Entonces le permites a Kyan ser su propio hombre y construir su propio reino como él lo expresó. Si me
necesita a mí o a Kyan en el futuro, estoy seguro de que podremos llegar a un acuerdo. Del mismo modo, si
necesitamos su imperio, sabremos a quién llamar. Podemos seguir siendo amigos, pero él ya no servirá
debajo de ti”.
"¿Y quieres esto?" Preguntó Liam, con su atención fija en Kyan. "Tuve
te consideraban el mejor perro, ¿lo sabías, muchacho?
"Sí," estuvo de acuerdo Kyan, recostándose en su silla. "Pero no lo quiero. Quiero decir, me siento
halagado y todo lo que piensas que sería la persona adecuada, pero simplemente no soy yo. Quiero salir.
Quiero hacer mi propia vida, abuelo. Eso es todo."
Liam dio una calada a su cigarrillo y entrecerró los ojos como si estuviera buscando una
manera de salir de esto entonces exhaló lentamente, soplando una nube de humo hacia nosotros.
"Está bien", estuvo de acuerdo finalmente, y mi pecho se desinfló mientras cerraba la computadora portátil.
y lo deslicé nuevamente en mi bolso. "Amigos. Pero no vayan a pensar que no lo haré".

bien en esa oferta. Uno o dos expedientes como este sobre algunos de mis enemigos
podrían ser justo lo que recetó el médico".
"Considérelo hecho", estuve de acuerdo. "Tan pronto como mate a mi padre".
Niall soltó una carcajada y Liam puso su mano en la de Kyan a modo de despedida.
"Hubieras sido todo lo que esta familia necesita", dijo Liam seriamente, con
arrepentimiento brillando en sus ojos cuando se vio obligado a dejarlo ir. Pero no había
desarrollado un imperio tan poderoso sin entender cómo elegir tus batallas y había visto
claramente que ésta era una que no podía ganar. Hombre inteligente. Me hubiera gustado si
no fuera un idiota tan insoportable.
"Pero eso no es lo que necesito ", dijo Kyan con la misma seriedad.
Liam asintió y nos despedimos, la risa estridente de Niall siguió.
nosotros mientras gritaba aliento a nuestras espaldas. Loco hijo de puta.
"¿Está hecho?" Preguntó Tatum mientras salíamos al pasillo y
El rostro de Kyan se iluminó con una enorme sonrisa.
"Claro y libre, bebé", anunció, tomándola en sus brazos y
haciéndola reír mientras le robaba un beso de los labios.
"Vamos a recuperar a mi papá", gruñó Blake, la furia en sus ojos ardía.
brutalmente y supe que el demonio en él anhelaba ser liberado.
Nos dimos vuelta y nos dirigimos hacia la puerta en un grupo muy unido y Nash
se tapó la boca con las manos y llamó antes de salir al aire frío de la noche. "¡Adiós Felicia!"
Solté una carcajada cuando la puerta se cerró sobre uno de nuestros problemas y
Levanté la barbilla mientras miraba la luna que colgaba baja en el cielo. Sólo deseaba
que mi padre fuera tan fácil de vencer. Pero dudaba que hubiera muchas posibilidades de
que eso ocurriera.
Condujimos hacia el norte durante varias horas y esperaba intensamente llegar a

nuestro próximo destino. Porque tan pronto como llegamos a donde diablos estuviera Saint
llevándonos (había sido bastante cauteloso hasta ahora con los detalles), supe que no
pasaría mucho tiempo antes de que buscáramos justicia por todo lo que Troy había
hecho y hacer que sus gritos resonaran en la noche. Tuvimos que tomar caminos
secundarios para evitar los bloqueos del ejército y tuve la sensación de que eso había
hecho que este viaje fuera mucho más largo de lo que hubiera sido si hubiéramos podido tomar las carretera
Pero estábamos tan cerca de derrotar a Troy y no podíamos arriesgarnos a que nos
atraparan ahora. Sabía que Saint habría sido incluso más minucioso de lo
necesario en esa tarea.

Blake había descendido a un oscuro silencio a mi lado en la parte trasera del auto, su
mano alrededor de la mía mientras le ofrecía todo el consuelo que podía. Mi corazón estaba
dorado de dolor por el miedo que debía haberlo atormentado. No descansaría hasta que su
padre estuviera a salvo y regresara al lado de su hijo. Pero hasta entonces, sabía que
mi chico de oro seguiría sufriendo, temiendo lo peor y viviendo en el dolor que ya sentía
por perder a su madre.

Nos dirigimos a un valle debajo de las montañas y un espeso bosque arrasó
a nuestro alrededor como pinceladas de artista a través del turbulento paisaje, iluminado por la
helada luz de la luna.
Saint salió de la carretera y tomó un camino sinuoso a través de extensas tierras de cultivo y
finalmente nos detuvimos frente a una hermosa y antigua granja con un largo porche de madera,
las luces en las ventanas le daban un aura acogedora.
"Quédate aquí." Saint salió, se dirigió a la casa y llamó a la puerta.
puerta.
Una mujer salió con una bolsa de alfombra bajo el brazo y le hizo un gesto con la cabeza a Saint
mientras compartían algunas palabras antes de colocar una llave en su mano. Se acercó a una
camioneta azul, se subió y se alejó por el camino por el que acabábamos de llegar.
Saint nos hizo una seña para que bajáramos del coche y yo salí detrás de Blake con un suspiro de
alivio, desesperada por estirar las piernas. Miré al cielo mientras las primeras estrellas salían a
guiñarme y mi aliento se empañaba en una columna sobre mí. El aire era mucho más frío allí y supuse
que esta noche habría helada a juzgar por las brillantes gotas heladas que ya se estaban
formando sobre la hierba.
"¿Qué es este lugar?" Blake gruñó.
"Una escala", anunció Saint.
Blake se giró para mirarlo con los dientes al descubierto. "No voy a esperar otra noche para ir tras
mi papá". Se enfrentó a Saint, quien no parecía afectado por su muestra de agresión y mi corazón dio
un tirón en busca de mi chico dorado.
“No depende de ti. No podemos llegar a donde está hoy”, dijo Saint.
avanzando para presionar su frente contra la de Blake. "Confías en mí,
¿hermano?"
Blake guardó silencio, sus labios se torcieron con ira y luego asintió rígidamente.
“Entonces contiene tu ira, mantén ese fuego para cuando sea el momento de apuntar a mi
padre”, dijo Saint. "Pero no será esta noche".
"¿Cuando entonces?" —siseó Blake.

"Te lo explicaré en el interior", respondió Saint, alejándose de él. "Lo haré

"No tendré esta conversación mientras Tatum esté aquí afuera en el frío".
"Puedo soportar un poco de escarcha, chico diablo", dije, cruzándome de brazos y él
Pasó directamente a mi lado hacia el auto.
“Soy muy consciente de eso, sirena. Pero para mi propia tranquilidad, todavía
Insistir en que entremos”.
Saint realmente tenía un mini Voldemort viviendo en su corazón, pero definitivamente
había un pequeño y lindo Weasley acurrucado allí también.
Los chicos agarraron todo del auto y no me dejaron tomar nada mientras nos dirigíamos
a la granja y el calor del fuego nos invadió.

a mí.
Entramos en un gran salón y yo, Blake, Kyan y Nash nos amontonamos en
juntos en el sofá mientras nos calentábamos frente al fuego.
Saint se movió para pararse frente a él, juntando sus manos detrás de su espalda.
como si fuera un príncipe real a punto de dar un discurso. "Esta casa está a tres días de
camino desde donde se esconde mi padre". Todos nos quedamos quietos mientras el
peso de la tarea que teníamos por delante flotaba en el aire. “Entonces Tatum, necesitamos
tu experiencia en montañismo. Haga una lista de todo el equipo que necesitaremos para cruzar
un puerto de montaña con temperaturas bajo cero. Tengo un hombre que podrá hacernos
llegar los suministros por la mañana.
"¿Ese es tu plan?" Pregunté sorprendido mientras los chicos compartían miradas.
"Sí. He estudiado imágenes de satélite y la única entrada a la propiedad.
Lo que probablemente quedará sin vigilancia es el área que da a la montaña.
Mi padre nunca esperaría un ataque desde esa dirección, especialmente de alguien como yo”.
“¿Me estás diciendo que no eres un montañés al que le gusta revolcarse en el barro y
usar camisas de franela?” Nash se burló y todos nos reímos mientras Saint ponía los ojos
en blanco.
"El día que use franela será un día frío en el infierno", dijo Saint y yo
Juro que en realidad se estremeció.
Aunque una vez leí un libro sobre un montañés. Era un príncipe de la mafia que se
había escondido debido a las cosas que había descubierto sobre sí mismo y seguro que
había hecho que ser un montañés pareciera atractivo. Había encontrado a una chica allá
arriba en esa montaña y había derribado cielo y tierra para vengarse de las personas que
la habían lastimado. El sexo también había sido muy caliente. Entonces, tal vez Saint podría
lograr lo del montañés con el estímulo adecuado. Si Nicoli pudo hacerlo en Beautiful
Savage, ¿por qué no también mi cerebro criminal del TOC?
Saint sacó una libreta y un bolígrafo del bolsillo de su chaqueta y se los entregó a
a mí. Comencé a escribir lo que necesitábamos, mi corazón latía con fuerza ante la
perspectiva de hacer montañismo. No lo había estado desde que mi papá me llevó una
semana antes de que me inscribieran en Everlake y lo extrañaba muchísimo. Sólo pensar en
ello me hizo sentir más cerca de él por un momento y mi corazón se apretó con un
fuerte dolor por lo mucho que lo extrañaba. No había manera de que dejara que le pasara
algo al padre de Blake como le pasó al mío.
"Entonces, ¿qué pasará cuando crucemos las montañas y nos colemos por la puerta
trasera de tu padre?" Preguntó Kyan. “¿Vamos a disparar o qué?”

"No", chasqueó Saint. “Será encubierto. Localizaremos al señor Bowman y lo
sacaremos sano y salvo antes de ir tras mi padre. Asegurarnos de que esté vivo y bien
es nuestra prioridad”.
Blake se movió en su asiento. “Si le ha puesto la mano encima a mi padre, lo haré
sufrir. Lo despedazaré pieza por pieza”, gruñó y apoyé mi mano en su muslo, apretándolo
tranquilizadoramente.
"Sí, bueno, incluso si está vivo y bien, nos aseguraremos de que mi padre sufra de todos
modos", dijo Saint sin emoción.

Blake se levantó repentinamente de su asiento y salió de la habitación, el
puerta cerrándose de golpe detrás de él.
"Santo", siseó Nash. "¿No tienes ningún maldito tacto?"
"¿Qué dije?" Saint preguntó con el ceño fruncido y me levanté, haciéndole un puchero
antes de seguir a Blake fuera de la habitación, dejando que los demás se lo explicaran. A
veces realmente no tenía ni idea.
“¿Blake?” Llamé mientras atravesaba el vestíbulo de entrada, pero no hubo respuesta.
vino de cualquier lugar de la casa.
Un repetitivo golpe, golpe, golpe llegó desde afuera y empujé el
Se abrió la puerta principal y salí al porche. Los golpes continuaron junto con gruñidos
enojados y lo vi golpeando el costado del granero. Mi corazón dio un vuelco y bajé corriendo
las escaleras, corriendo a través del patio hacia mi chico dorado. Me acerqué detrás de
él, envolviendo mis brazos alrededor de su cintura, tratando de tirar de él hacia atrás para
que se detuviera.
"Tatum", gruñó. "No necesito un maldito abrazo".
"Sí, lo haces", susurré, aferrándome a él mientras intentaba empujar mi

manos fuera de su cintura.
"Sólo necesito una salida", espetó. “Que se joda Troy Memphis. Que se jodan él y su
maldito imperio. Lo tendré a mis pies en un charco de sangre. Lo mataré por esto”, juró, con
la voz llena de venganza y odio.
"Lo haremos juntos", prometí y sus hombros se hundieron, su cabeza colgando hacia
adelante. “Simplemente no te lastimes por su culpa. Por favor." Sabía que tenía una vena
destructiva. Así afrontaba el dolor, causándoselo a sí mismo y a los demás. Pero no pude
mirar mientras se castigaba a sí mismo.
ya no.
"No puedo perder, papá", dijo con voz áspera. “No después de mamá. No puedo, Tatum, sólo…
“No lo harás”, juré, desde lo más profundo de mi alma. me gustaría

Doblar el universo entero para garantizar que el padre de Blake volviera a su lado. I
No dejaría que lo perdiera como yo había perdido al mío. no veria venir ese destino
a la realidad.
El aire frío me hizo temblar mientras sostenía a Blake, el calor de su cuerpo llamándome como
un horno.
"Ven aquí", murmuró, tomando mi mano y empujando la puerta.

al granero.
Entramos y encontramos el lugar lleno de sacos de alguna cosecha, apilados
alto alrededor de las paredes de madera. Estaba oscuro, pero había una claraboya en el techo que
permitía que la luz de la luna entrara. Sin el viento que me azotaba, no hacía demasiado frío y no
iba a ir a ninguna parte hasta que Blake se sintiera listo para volver a entrar de todos modos.
Comenzó a trepar por los sacos hacia el techo y yo lo seguí, trepando hasta donde se acostó
debajo del tragaluz. Me acercó a su lado y me metió bajo su brazo, sus músculos se doblaron a mi
alrededor. Me acurruqué contra él, mirando el mar de estrellas arriba y la media luna que brillaba
tanto que formaba un halo a su alrededor en el cielo.
"Nunca había estado tan lejos en las montañas", murmuró Blake. “Mamá y papá me llevaron a
acampar al lago Kahuto en el verano cuando era niño, pero eso es lo más cerca que estuve de pasarlo
mal. Y teníamos camas plegables, un televisor y una barbacoa, por lo que no era exactamente
lo esencial”.
Resoplé. "Intenta acampar salvajemente en invierno durante la temporada de osos".
"Eres un jodidamente rudo". Él se rió entre dientes, besando mi cabello mientras me acercaba.
"Sí", canté en broma. "Tengo que agradecerle a mi papá por eso".
"Ojalá lo hubiera conocido correctamente", dijo Blake con brusquedad y los latidos de mi corazón
vaciló durante toda una eternidad.
"Yo también", respiré mientras las lágrimas picaban en mis ojos. Había llorado mucho por él,
y había prometido que no lo volvería a hacer, sabiendo que no hacía más que causar
mi dolor. Pero con Blake, a veces sentía que podía ver ese dolor en mí con tanta claridad
que no quería ocultarlo. Reconocimos esa parte el uno del otro tal como la
reconocimos en Nash. La pérdida fue como la lluvia.
A veces llovió a cántaros durante días, otras veces hubo una sequía llena de
nada más que luz solar. Pero siempre volvía. Era inevitable.
“Sabes que puedes hablar conmigo sobre cualquier cosa, Blake. Si estás enojado o
herido o quieres desahogarte, siempre estaré aquí”, dije con seriedad.
"Lo sé", suspiró. “A veces no pienso... mi cabeza se nubla tanto
Estoy lleno de rabia, es todo lo que puedo sentir”.
"A veces me siento así", admití. “Cuando pienso en mi papá y cómo murió a manos
de Mortez. Lo repito en mi cabeza una y otra vez hasta que
quemaduras”.
Me abrazó con más fuerza y supe que él sabía cómo se sentía sin que él siquiera
tuviera que decirlo.
"Es como si lo reprodujeras lo suficiente, pudieras cambiarlo", dijo, su voz
lleno de pena. "Cada momento que condujo a esto y todas las decisiones que se
podrían haber tomado habrían cambiado todo".
"Sí", estuve de acuerdo con voz ahogada.
“A veces es como si eso fuera todo lo que queda de ella”, dijo en voz baja.
“Como si esos últimos días hubieran borrado todo lo bueno que tenían antes. Pero
me siento muy culpable al pensar eso porque hubo muchas cosas buenas”.
“Dime algo bueno”, lo insté y él se quedó en silencio por un momento, el
el viento aullaba en algún lugar lejano de las montañas.
Pasó su pulgar por el brazalete en mi muñeca que había pertenecido a su
Mamá y yo casi pudimos sentir una conexión con ella por un segundo.
Como si la conociera. Solo un poco.
"Solíamos hacer panqueques juntos todos los domingos", dijo finalmente.

“Papá se levantaba tarde y los dos hacíamos una completa
desorden de la cocina antes de bajar las escaleras. Haríamos los panqueques favoritos de
todos, siempre los mismos. Los míos eran chocolate y plátano y los de ella eran… cerezas y jarabe
de arce”.
Giré la cabeza para mirarlo mientras decía eso, pero él mantuvo sus ojos en el cielo, su
mirada verde oscuro reflejaba las estrellas brillantes. "Pero siempre tienes cerezas y almíbar".
Su garganta se movió. “Después de su muerte, comencé a comerlo todos los días para recordar
yo de ella. Tener algo físico frente a mí a primera hora de la mañana que me asegurara que nunca
la olvidaría. La gente siempre dice que no olvidarán a los muertos, pero lo hacen. Siguen
adelante. Lo superan. No quieren afrontar el dolor porque, de lo contrario, nunca se irá. Pero si
el dolor desaparece, ¿no significa eso que ellos también se van?
Parpadeé para contener las lágrimas y miré al cielo. "No lo sé", susurré porque yo también
luchaba con eso. No quería dejarlo ir porque ¿y si yo fuera lo único que los mantuviera vivos?
Papá, Jess. Si yo los olvidé, ¿quién más los recordaría? Pero aferrarse al dolor no los hizo regresar.
Sólo me hizo sufrir.
Levanté la mano para pasar mis dedos por el collar alrededor de mi garganta, tratando de
sentir alguna sensación de Jess permaneciendo en él.
"¿Crees que están en algún lugar por ahí?" preguntó. "Tu crees
¿Ellos también nos extrañan?
Una lágrima se deslizó por mi mejilla mientras asentía. “Creo que tenemos que creer eso,
tenemos que esperar que lo hagan. Porque la alternativa es demasiado terrible. Pero de
cualquier manera... querrían que dejáramos de sufrir por ellos. Sé que querría eso si las cosas
fueran al revés. Pero eso no significa que tengamos que olvidarlos”.
"Tienes razón", dijo Blake pesadamente.
“A tu mamá le dolería verte sufrir. Al igual que me duele cuando veo que te lastimas”. Me llevé
sus nudillos magullados a la boca y lo besé.

suavemente, pasando mis labios por cada uno de ellos.

Rodó hacia mí, empujando un mechón de pelo detrás de mi oreja mientras miraba
hacia mí. "No quiero volver a hacerte daño nunca más, Cinders".
"Así que no lo hagas", respiré y él se inclinó para besarme, moviendo la boca.
firmemente contra el mío y sentí la profundidad de sus palabras dentro de él.
Blake Bowman había sido una vez mi monstruo vengativo y destrozado. Me persiguió,
me enjauló, me hirió. Pero cada golpe que había asestado en realidad había sido contra él
mismo. Ahora, atesoraba las cicatrices que me había dejado, porque al hacernos sangrar
mutuamente, habíamos encontrado una manera de sanar, de afrontar la situación. Ya no
era mi monstruo. Él era mi chico dorado, mi rayo de sol en la oscuridad. Brillaba tan
intensamente que a veces era difícil creer que tuviera algo más que luz en su corazón.
Pero yo lo sabía mejor. Sabía que incluso el sol tenía cicatrices bajo su exterior
cegador. Y eso no lo debilitó, de hecho, ardió aún más para ellos.
***
El hombre de Saint apareció antes del amanecer con casi todo lo que necesitábamos.
Se las arregló para conseguir el equipo de campamento y de trekking, así como la ropa
y las botas que necesitábamos, y también trajo las pistolas y las armas que Saint había
solicitado. Desafortunadamente, no había podido conseguir los chalecos de Kevlar y,
por supuesto, Saint se había vuelto loco por eso. Me tomó veinte minutos convencerlo
de que no destruyera toda la vida del tipo por fallarle y al final finalmente se rindió para
que pudiéramos partir. Aunque no tenía grandes esperanzas en el futuro del chico.
Ninguno de nosotros estaba contento de tener que dirigirnos a la casa de Troy sin
los chalecos antibalas, pero no podíamos perder más tiempo mientras el padre de Blake
estaba en problemas, así que solo teníamos que esperar que no los necesitáramos.
Entonces, cuando partimos con nuestro equipo de caminata cuando el cielo comenzó a palidecer,
nuestras mochilas estaban llenas de todo lo que necesitábamos para la caminata, incluso si llevaban un poco
de armadura corporal.
Había un viejo camino que nos llevaba a la montaña que teníamos que cruzar.
pero pronto estábamos subiendo por un terreno rocoso, con la respiración entrecortada mientras
avanzábamos resueltamente, queriendo ganar tanto terreno como fuera posible. Sólo hicimos una breve
pausa para almorzar y tomar el café caliente que Nash había puesto en una petaca, todos alineados sobre
un tronco caído mientras el aire frío silbaba entre los árboles que nos rodeaban.
El bosque se hizo más denso a medida que avanzábamos y de vez en cuando revisaba el GPS con
Saint para asegurarme de que todavía estábamos en el camino correcto. Mis muchachos me siguieron,
confiando en mí para guiarlos y cuando caía la noche, nos llevé a una zanja protegida entre dos enormes
formaciones rocosas y comencé a enseñarles cómo montar una tienda de campaña. Monroe era el único de
ellos que tenía experiencia real en acampar, así que me ayudó a enseñar a los demás.
Kyan se agachó a mi lado con el martillo, emocionado de clavar las estacas de la tienda en el suelo
mientras yo trabajaba para colocarlo en su lugar.
"Tienes que hacerlo en ángulo", le dije antes de que se volviera Rambo en la estaca que estaba
colocando al costado de la tienda, con el elástico enrollado alrededor de la estaca.
final de esto.
"¿Porque eso?" preguntó.
“Porque si está recto, la tensión del elástico podría sacarlo del suelo. Esto lo hace más estable”.
Extendí mi mano para quitarle el martillo, pero él lo apretó contra su pecho como si fuera su nuevo
juguete favorito. Resoplé, rodándole los ojos. "Bien, simplemente golpéalo de esta manera". Le
mostré cómo sostener la clavija y él asintió, quitándomela y golpeándola contra el suelo antes de mirarme en
busca de aprobación como un perrito asesino.

"Perfecto. Ahora haz el resto”. Besé su mejilla y me levanté, dirigiéndome para
ayudar a Saint que estaba colocando las estacas en el suelo, ajustándolas para que
quedaran en línea recta. Realmente útil.
Le di un golpe en la espalda. “¿Quieres ayudarme a recoger leña?”
Se volvió hacia mí, luciendo tan fuera de lugar aquí en la naturaleza que tuve que
tragarme una risa.
"Está bien", dijo con rigidez, y sentí que algo andaba mal cuando tomé su mano y lo
conduje hacia los árboles más allá del campamento.
"¡Ah! ¡Simplemente salió una clavija y me golpeó en el ojo, Kyan! Blake gritó
detrás de nosotros. "Ponlo de lado como te mostró Tatum".
"Eso es lo que ella dijo", bromeó Nash y Kyan soltó una carcajada mientras yo miraba
a Saint con una sonrisa, pero la tensión alineaba su frente.
"¿Estás bien?" Pregunté cuando nos alejamos del alcance del campamento.
“Sí”, gruñó, mirando al suelo. "¿Qué es adecuado para quemar?"
“La cosa seca. Suele haber alguno debajo de los pinos o cualquier tipo de árbol.
que no deja caer sus hojas”. Lo llevé hasta uno y comencé a amontonar ramas en
mis brazos debajo de una vieja conífera.
Saint se agachó para ayudar, examinando cada rama críticamente antes de formar
una pila de las que pasaron su evaluación. Empezamos a hacer un buen tesoro, la luz de la
luna era lo suficientemente brillante como para que ni siquiera necesitáramos usar nuestras
linternas.
"Estos no están lo suficientemente secos", gruñó Saint de repente, levantándose y
pateando su montón para que se dispersaran por todas partes. “Comenzaré de nuevo”.
"Están bien", insistí, pero él se movió para examinar otra pequeña rama.
con los ojos entrecerrados y suspiré, tirando un puñado de palos al suelo.

"Santo, ¿qué está pasando?" Caminé hacia él y él se puso de pie, frotándose las
rodillas antes de mirarme con el Diablo en los ojos.
Su mandíbula se movió y pude sentir que estaba a punto de perder.
control. Me acerqué más rápido y tomé su rostro entre mis manos para que se concentrara.
sobre mí.
"No estoy acostumbrado a esto", dijo con voz áspera. “Una cosa es estar rodeado de mi
propias cosas mientras nos trasladamos de un lugar a otro. Puedo crear una apariencia
de rutina. Pero esta noche dormiré sobre una estera enrollable en una tienda de campaña
que apenas es más grande que el armario de un conserje y yo... yo...
Me arrodillé debajo de él, inclinando la cabeza y respirando entrecortadamente,
esperando que esto fuera suficiente para ayudarlo a recuperar su sensación de control.
Necesitábamos a Saint más que nunca en este momento y no iba a dejar que se sumiera en
el caos dentro de él. Iba a mantenerlo aquí, mantenerlo

él cuerdo.
"Puedes hacer esto", le dije apasionadamente. "Tu puedes hacer cualquier cosa. Estás
San Menfis”.
Metió una mano en el pelo con un ruido bajo en la garganta.
Risas y gritos llegaron desde el campamento y supe que los muchachos estaban
jugando, lo que me dio una idea.
"Necesitas poner nuestro campamento en orden, Saint", insistí. "Necesitamos un fuego
y comida y esa tienda de campaña lista para dormir antes de que comiencen las heladas".
“Sí…” dijo pensativamente. "Orden. Eso es lo que necesitamos. Será mejor que
Entonces recoge la leña, sirena. Levántate y termina la pila”.
Me puse de pie y me moví para hacer lo que él decía, recogiendo ramas y
Empezó a señalarme más para que yo los coleccionara. Cuando la pila fue lo
suficientemente grande, Saint la recogió y sacudió la cabeza para indicarme que lo siguiera.
Regresamos al campamento y encontramos a los otros muchachos en guerra con tres grandes
palos que blandían como espadas.
“Me ha deshonrado, señor”, dijo Blake con voz elegante, agitando su espada hacia Kyan,
quien golpeó la suya con toda la fuerza de su fuerza, haciendo que ambos palos se partieran
por la mitad.
"¡Ja!" Nash golpeó a Kyan en la espalda con su bastón antes de golpear a Blake.
a lo largo del brazo. "¡La victoria es mía!"
Blake y Kyan se volvieron hacia Nash, compartieron una mirada antes de lanzarse hacia
él y tirarlo al suelo, tratando de quitarle el palo de la mano.
Fue tan bueno ver una sonrisa en el rostro de Blake otra vez que una inmediatamente se
dividió en la mía. Sabía que esto era lo que hacía; enterró profundamente sus emociones
cuando eran demasiado y pintó una cara feliz. Y si eso le ayudó entonces estaba totalmente
de acuerdo. Al menos ya no golpeaba cosas. Sólo esperaba que no volviera a hacer eso
después de nuestra charla de anoche.
"¿Qué, en nombre de todo lo que es jodidamente sagrado, está pasando?" Smo.
espetó, señalando la tienda que estaba medio caída.
Los chicos se separaron, mirándonos como niños culpables atrapados por sus
padres.
"Bueno... nos pusimos a trabajar construyendo el baño", dijo Blake inocentemente,
señalando un árbol donde se había cavado un agujero en el suelo y una rama sobresalía al
lado con un rollo de papel higiénico encima.
Empecé a reír y Saint me lanzó una mirada de amonestación.
"Limpia este lugar", siseó Saint, golpeándome el trasero con fuerza mientras
me animó hacia los demás. Maldita sea, eso duele tan bien.
Corrí hacia ellos con una sonrisa traviesa mientras Blake y Kyan llegaban
sus pies. Monroe me tendió la mano para ayudarlo a levantarse y yo la agarré. Él sonrió,
tirando con fuerza y caí encima de él con un

chilla en su lugar. Me besó descaradamente, apretando mi trasero donde Saint acababa de
azotarme.
"Te ves tan jodidamente sexy con todo este equipo de senderismo", gruñó contra mis
labios. “Como una especie de guardabosques sexy. ¿Has venido a castigarme por prender
fuego a tus bragas?
"Nash y Tatum, desistan", espetó Saint, pero Nash metió su lengua en mi boca desafiante
y yo sonreí mientras le devolvía el beso con la misma fiereza. Saint necesitaba tener el control,
así que estaba más que feliz de darle una razón para castigarme.
"Arriba." Saint tomó mi mano, sacándome de Monroe y mirando mi
boca con un toque de lujuria en sus ojos. "Ustedes dos." Pateó a Nash sin apartar los
ojos de mí. "Ambos serán castigados por desobedecerme".
"A mí no me están azotando como a Blake, hombre", dijo Nash, y yo
Lo miré, mordiéndome el labio con una sonrisa.
"¿Está seguro? Realmente me gustaría ver eso”, dije seductoramente.
"No", cortó Saint. "Ambos ayudaréis a montar este campamento y luego me informaréis
para recibir vuestro castigo". Nos señaló a Kyan y Blake mientras luchaban por volver a
levantar la tienda sin dirección.
“¿Puedes ayudarlos con eso mientras enciendo el fuego?” Le pregunté a Nash mientras
Se alejó corriendo de Saint.
"Claro, princesa". Golpeó su brazo contra el mío y compartimos un
sonrisa traviesa antes de dirigirse hacia los chicos para ayudar.
Encendí un fuego en un tiempo récord, cayendo en el ritmo familiar mientras pensaba
en mi papá y trataba de no dejar que los recuerdos se vieran coloreados por el dolor. Quería
sonreír cuando lo recordaba, no llorar. Necesitaba que lo bueno ardiese más que lo malo,
porque la última noche de su vida no iba a arruinar cada cosa feliz que tenía de él. Con un poco
de esfuerzo,
Logré mantener a raya los pensamientos oscuros y cuando se encendió el fuego y las
llamas descongelaron mis manos frías, sentí que había dado otro pequeño paso hacia el
procesamiento de su muerte.
Este era el tipo de cosas que siempre había disfrutado hacer con él y quería poder
seguir haciéndolo en el futuro, haciendo viajes a la naturaleza y dejando que mis
recuerdos de él y Jess calentaran mi corazón en lugar de permitirles hacerlo. desteñir.
Luego encendí la cocina de gas, calenté el chile de cinco frijoles que había preparado la
noche anterior antes de enhebrar algunas rebanadas de pan en un palito y sostenerlo sobre
el fuego para tostarlos.
Serví la comida justo cuando Kyan, Blake y Nash aparecieron cargando un enorme
tronco del bosque para colocarlo frente al fuego. Saint tomó mi mano, alejándome de la
comida y sentándome en el corazón del tronco antes de envolver mis hombros con una
manta. El resto de los chicos recogieron los platos de comida y los repartieron,
sentándose a cada lado de mí para que estuviéramos acurrucados juntos mientras comíamos.
Bueno, yo, Blake, Kyan y Nash comimos de todos modos. Cuando miré por encima del
regazo de Kyan, vi a Saint sentado con su plato de plástico con chile y tostadas intacto
sobre sus rodillas, con las manos a los costados. Le pasé mi manta a Blake y arrojé mi plato
vacío al suelo, levantándome y moviéndome para sentarme junto a Saint al final del tronco,
decidida a ayudarlo a superar esto.
"Está bien", dijo, pero claramente no era así, así que tomé un bocado de chile y
se lo llevé a la boca.
Su garganta se movió, luego abrió la boca y la puse entre sus labios. Lo masticó
lentamente y luego lo tragó.
"¿Como es que?" Pregunté, una sonrisa bailando alrededor de mi boca.
"Sorprendentemente bueno", dijo.

"El fuego hace que el pan humee, ¿verdad?" Dije y él asintió, abriendo
su boca pidiendo más y resoplé mientras continuaba alimentándolo.
"Nash y Tatum, pueden presentarse para recibir su castigo ahora", dijo Saint.
Decidió cuando terminó el último bocado de comida.
"No vas a conseguir que haga una mierda, Memphis", dijo Nash mientras se levantaba.
y estiró los brazos por encima de la cabeza.
"Si te niegas, haré que Kyan y Blake te mantengan fuera de la tienda esta noche
mientras nos escuchas follar a Tatum sin ti", dijo Saint simplemente y mis labios se
abrieron de golpe.
Blake y Kyan se rieron como si no fueran a pelear con Saint por eso y yo
Le dio un puñetazo a Saint en el brazo.
“¿Qué pasa si no doy mi consentimiento?” Dije y Saint me sonrió.
“¿De verdad vas a decir que no, sirena? Me aseguraré de que toda la atención esté en
ti. Ningún trabajo. Nada. Te haremos venir tantas veces que después quedarás cegado
durante un día completo”.
Me eché a reír, pero el calor subió a mis mejillas también porque sabía que él
Muy bien lo decía en serio. “Bueno, está bien, seguiré el juego. Pero quiero el
mismo castigo que Nash”. Me puse de pie, pensando que Monroe podría salir airoso si sólo
tuviera que hacer lo que Saint quería que hiciera. A menos que Saint quisiera que le
chupara la polla, en cuyo caso, Nash estaba jodido.
“¿Estás seguro, Tatum?” Saint ronroneó oscuramente, sus ojos brillando con
diversión.
"Sí", dije, moviéndome para pararme al lado de Monroe en unidad.
"Esto va a ser bueno", dijo Kyan con una sonrisa salvaje.
"Creo que entonces tendremos un poco de competencia", reflexionó Saint, llegando a su

pies. "Muévete al otro lado del fuego y date la vuelta".
Miré a Nash e hicimos lo que dijo, de pie, de espaldas a las llamas, frente a los demás.
Hubo algunos susurros y luego el crujido de pasos mientras se movían por el
campamento y sentí que los tres venían detrás de nosotros un minuto después. Ser
acosado por los Guardianes de la Noche me hizo acelerar el pulso y recordé vívidamente la
forma en que habían sido cortejados como reyes de Everlake Prep, castigando a aquellos
que merecían su ira. Monstruos nacidos para devorar

monstruos.
La mano de Saint recorrió mi columna con un movimiento fluido, aplicando presión
para hacerme inclinarme hasta la mitad. Kyan empujó a Monroe de manera menos
seductora y golpeó su entrepierna contra su trasero, follándolo en seco y haciendo que Nash
maldición.
"Tómalo como una buena putita", bromeó Kyan y Monroe se puso de pie.
pero Blake lo empujó hacia abajo por los hombros.
Kyan se alejó, riéndose desagradablemente y la adrenalina se inyectó en mi sangre
por ese sonido tan familiar. Siempre le precedió ser un bastardo malvado.
La mano de Saint se deslizó alrededor de mi cintura, desabotonándome los pantalones y
Los bajé con mis bragas para exponer mi trasero. Me mordí el labio para soltar un grito
ahogado, sin querer que él supiera que estaba desconcertada. Miré mientras Nash
maldecía y encontré a Kyan haciéndole lo mismo y preguntándome qué diablos habían planeado.
"Ustedes están jodidos, ¿lo saben, verdad?" Monroe gruñó.
"Estás igual de jodido de la cabeza, Nash", dijo Blake, con una sonrisa en su voz.
"Simplemente prefieres estar del lado donde está el poder".
"El juego es este", anunció Saint bruscamente para llamar la atención de todos.
"Colocaremos piñas entre sus nalgas y el primero de ustedes que deje caer una pierde".
"Espera, ella tiene mucho más descaro con el que aguantar", se quejó Nash.
y me eché a reír.
"Tienes dos trozos de músculo para las nalgas, así que no sé de qué te quejas,
Nash", le respondí y él se rió entre dientes. “¿Cuál es el premio por ganar?”
"El perdedor cae sobre el ganador", dijo Saint sin dudarlo. "Y como
un edulcorante para ti, sirena, si ganas el resto de nosotros nos turnaremos para
atacarte también”.
"Err, joder, sí", estuve de acuerdo al instante. “Estás cayendo, Nash. Literalmente."
Monroe soltó una carcajada, viéndose muy entusiasmada ante la perspectiva de
ganando ahora también. "Muy bien, comienza el juego", dijo.
Saint colocó su mano en mi espalda baja, separando mis mejillas con sus dedos
y colocando una piña en la parte superior. "Tienes esto, Tatum", dijo seriamente, lo que
lo hizo aún más divertido.
"Oye, eso es favoritismo", gruñó Nash competitivamente y yo resoplé.
"Si tienes al rey del TOC poniendo tus conos, tendrás una ventaja".
"No te preocupes, hermano, te meteré bien y profundamente", prometió Kyan.

y Nash maldijo en voz alta mientras se metía uno entre las mejillas.
Comencé a reír, perdiéndome cuando Saint colocó otro entre mis nalgas. La cosita
espinosa era muy incómoda, pero aún así planeaba ganar este juego.
"Deja de reírte, los dejarás caer", siseó Saint, azotando el costado de mi

muslo y tragué un gemido cuando el dolor atravesó mi carne y se convirtió en placer.
¿Era una torcedura poner piñas entre tus nalgas y que el diablo te azotara? Porque
si lo era, definitivamente era uno mío. Realmente estaba tan arruinado como estas
bestias.
"¿Cuántos ha metido ahora?" Preguntó Nash.
"Cinco", anunció Saint mientras colocaba otro en su lugar y el pellizco
El dolor me hizo cambiar de un pie al otro.
"Ja, Nash tiene seis", anunció Blake.
"Date prisa, Saint", lo animé y él se rió entre dientes.
"Estás disfrutando esto, ¿no?" Se burló y luego añadió otro. "Está bien, ya es suficiente,
déjalos pararse con el trasero al calor del fuego y ver cuánto tiempo pueden aguantar sin que
se les caiga uno".
Saint se alejó y el fuego instantáneamente bañó mi trasero expuesto.
haciendo que mi piel comience a hormiguear.
"¿Por qué esto me excita?" Blake murmuró para sí mismo.
“Porque todo te excita cuando se trata de Tatum”, dijo simplemente Saint.
"Oh, sí", dijo Blake con un resoplido.
"Jesús, ese fuego es jodidamente caliente", siseó Monroe.
“Así son los incendios”, se burló Kyan. "Oh, por cierto Santo, tú
¿Ves esa bonita y jugosa nalga izquierda de Tatum?
"¿Mmm?" Saint cuestionó con sospecha.
"Hemos decidido que ahí es donde se tatuará el calamar", Kyan
dije y contuve una risita.
"Será mejor que sea una broma", dijo Saint con frialdad.
"No lo es", le seguí el juego. "Siento que es algo muy personal para mí y quiero que su
significado quede grabado en mí para siempre".

"¿Cual es?" Santo siseó.
"Sabes lo que es", Kyan se rió ligeramente. "Deja de jugar ese juego,
hombre."
"No tengo idea de lo que significa", espetó Saint. “Y realmente creo que es
vez que me lo dijiste”.
"Es lo que crees que es cuando no lo piensas demasiado", dijo Blake. "Me tomó un tiempo,
pero ahora lo tengo".

“Será mejor que estés bromeando, Bowman. Me niego a ser el único que
¡No lo entiende! Saint se resistió.
"Saint es incapaz de pensar demasiado en ello", añadió Nash.
Mi trasero se estaba calentando mucho y las piñas me dolían muchísimo, pero enojarme
con Saint era una buena distracción. "Creo que una vez que tenga el tatuaje tendrá más
sentido para ti".
"Si Kyan marca tu cuerpo con un calamar, te acompañaré personalmente hasta
que lo quiten”, dijo Saint bruscamente.
"Creo que necesitas aceptar el calamar, hermano", dijo Blake. "Es mucho más fácil de esa
manera".
Sonó un papi cuando una piña cayó al suelo y Nash gimió. "Mierda."
"¡Tatum gana!" Kyan alardeó cuando Monroe sacudió su trasero sin gracia y yo
me estiré, tratando de deshacerme de los conos con un uno por ciento más de dignidad.
"Te tengo, bebé". Las ásperas manos de Kyan se deslizaron sobre mi trasero y sacó todos
los conos con cuidado. Fue extrañamente dulce antes de que se inclinara para morder mi
nalga izquierda con fuerza.
"¡Hijo de puta!" Jadeé, me puse de pie y él tiró de mis bragas.
y los jeans subidos al mismo tiempo, sonriéndome.
"Para que recordemos dónde poner los calamares", me ronroneó al oído.
Lo agarré del brazo, le subí la manga y hundí mis dientes en el calamar entintado en su
carne hasta que gimió. "Solo para que recordemos dónde está el tuyo, bebé", me burlé, luego
me alejé de él y me quité los zapatos antes de arrastrarme hacia la tienda. Después de todo,
tenía un premio que reclamar.
"No te emociones demasiado, sirena", me llamó Saint antes de que pudiera desnudarme.
Me fui y me recosté esperando mi primer premio. “Aún estás sufriendo tu castigo. Para
que puedas pasar la noche soñando con cuál de las dos te hará correrte con más fuerza
por la mañana. Hasta entonces, tus bragas se quedarán exactamente donde están”.
Mis labios se abrieron con indignación y estaba a punto de discutir cuando Blake se inclinó para
hablarme al oído. "Piensa en lo entusiasmado que estarás después de toda esa anticipación", ronroneó.
"Y qué bien dormirás esta noche sabiendo que te despertarás y uno de nosotros te comerá el desayuno".
Me mordí el labio y me encogí de hombros. Eso sonó como una forma bastante celestial de
despierta después de todo.
Mis muchachos se amontonaron detrás de mí y, aunque estaba hecho para seis personas, todavía
era un poco apretado considerando que cuatro de esas personas estaban construidas como casas de
ladrillos de mierda.
Habían abierto todos los sacos de dormir y los habían colocado sobre las colchonetas como una
cama grande y me quité la ropa hasta quedar en ropa interior antes de deslizarme bajo las sábanas.
Con algunos gruñidos, patadas accidentales y gruñidos de frustración, los chicos lograron desnudarse
también y unirse a mí bajo las sábanas. Blake llegó primero a mi derecha y Kyan llegó a mi izquierda,
presionándose tan cerca de mí que quedé atrapado entre dos paredes de cálida luz.
músculo.
Era el jodido paraíso.
Saint se aseguró de que la tienda estuviera cerrada antes de acostarse junto a Kyan.
y adoptando su postura de Drácula boca arriba, cerrando los ojos, un pliegue
entre sus cejas.
“Cuéntanos uno de los poemas de Poe, Saint”, le insté, seguro de que todavía estaba luchando con
esta situación. "Es casi medianoche." No tenía idea de qué hora era en realidad, pero era importante
que él lo creyera ahora mismo.
Respiró lentamente y recitó un fragmento de un poema que le había oído leer.
ante lo cual hizo que mi corazón se llenara de toda la belleza y maravilla del mundo. “Tú eras
para mí todo eso, amor, por lo que mi alma suspiraba. Una isla verde en el mar, amor, una fuente y un
santuario. Todo adornado con frutas y flores de hadas, y todas las flores eran mías”.
Caminar por el bosque helado entre picos nevados y pinos imponentes fue de alguna
manera liberador después de pasar tantos meses atrapado en aislamiento de una forma u
otra. Habíamos tenido mucha más libertad para movernos en Everlake Prep de la que
disfrutaba la mayoría de la gente en el mundo, pero solo saber que había estado confinado
dentro de las paredes de la escuela allí me había sentido como si estuviera encarcelado.
Esto aquí era pura libertad, nada más que nosotros y el desierto para
kilómetros seguidos, cielos abiertos sobre nosotros y paisajes pintorescos a nuestro alrededor.
Y lo mejor de todo es que aquí los chicos ricos no tenían ventaja. Tatum era quien sabía cuál
era la mejor manera de atravesar este paisaje y yo al menos había estado acampando varias
veces en mi vida anterior, así que sabía el

lo esencial.
Los demás, no tanto. Anoche dejé que Saint luchara con las estacas de la tienda durante
quince minutos completos antes de sentir lástima por él. Sin embargo, era demasiado divertido
para resistir la tentación de grabarlo en video y actualmente tenía un nuevo protector de
pantalla brillante de su cara furiosa cuando me sorprendió grabándolo.
No fue fácil de ninguna manera, pero habíamos hecho un buen progreso, cerrando
en la lujosa cabaña de invierno que Troy mantenía escondida aquí arriba.

Sin embargo, esta noche era la última que íbamos a tener que pasar aquí y cuando
despertáramos mañana estaríamos acercándonos a nuestro destino, listos para terminar con esto.
Había estado cargando esta vendetta sobre mis hombros durante demasiado tiempo y ya era hora
de que viera al hombre que había matado a mi familia pagar el precio de sus crímenes.
"Creo que podremos verlo una vez que lleguemos a la cima de esta cresta", dijo Saint mientras
caminaba por el sendero detrás de mí. Aunque el rastro no era del todo exacto ya que ciertamente
no había ningún camino real aquí, solo algún rastro dejado por los animales.
"Dijiste eso en la última cresta", señalé y él hizo una mueca ante eso.
error.
"Sí. Bueno, no debería sorprender que no sea apto para
montañismo. Pero reconozco esta opinión. Es muy parecido al que podéis ver desde la cabina y
he comprobado el GPS así que esta vez ya casi
"Estoy seguro." Saint frunció el ceño a los árboles como si los desafiara a no estar de acuerdo.
"¿Casi?" Bromeé y él rechinó los dientes mientras avanzaba, claramente
necesitando descubrir si tenía razón o no por sí mismo.
"Bromear", se burló Tatum cuando apareció a mi lado, deslizándose entre los árboles en
silencio, como si hubiera nacido para hacerlo. Ella era como una pequeña ninfa del bosque en
armonía con la naturaleza y me encantaba tener la oportunidad de ver este lado.

de ella.
"Él lo hace muy fácil", respondí encogiéndome de hombros.
El sol estaba bajo en el cielo y necesitábamos acampar pronto o nos quedaríamos atrapados
aquí en la oscuridad, luchando por armar todo. Sólo esperaba que Saint tuviera razón acerca de
que viéramos la maldita cabaña pronto porque, conociéndolo, insistiría en que siguiéramos
caminando hasta que lo viéramos.
"¡Cacaca!" La voz de Blake vino desde arriba de nosotros y miré hacia arriba para encontrarlo.
sonriendo desde la rama de un árbol. En el momento en que mi mirada se encontró con la suya, él
Me arrojó una piña directamente a la cara y lo maldije mientras la recogía del suelo para
devolver el fuego.
Tatum chilló mientras corría para cubrirse detrás de Kyan, quien la levantó y la arrojó
sobre su hombro y luego siguió corriendo colina arriba. "¡Te salvaré, bebé!"
Blake salió del árbol mientras yo le lanzaba más piñas al trasero y él me maldijo mientras
yo salía detrás de los demás antes de que pudiera hacer algo.
al suelo.
Corrimos entre los árboles, lanzándonos más misiles unos a otros y riendo hasta
que llegamos a un claro en la cima de la cresta donde Saint estaba sonriendo triunfalmente.
"Ya lo veo", anunció, ignorando nuestro juego mientras Kyan dejaba a Tatum en el suelo.
sus pies y la besó como si fuera el final de alguna película de los años cincuenta,
hundiéndola y enganchando su pierna en su agarre.
Era difícil distinguirlo en la penumbra, pero a lo lejos, podía ver una inmensa piedra... un
castillo. Tenía al menos tres pisos de altura y el humo salía de varias chimeneas. Había
una capa de nieve en el techo y... ¿ son esas malditas torretas? La cosa parecía haber sido
construida para parecerse al retiro de invierno de Enrique VIII y de ninguna manera se
parecía a un
Maldita cabaña.
"Me estaba imaginando una pequeña y acogedora cabaña", murmuré, preguntándome por qué
Tierra, no me había dado cuenta de que Troy Memphis se habría construido un maldito
escape de lujo aquí.
"Esa era una idea absurda", se burló Saint. "Aunque parece que le agregaron una
extensión desde la última vez que estuve aquí hace unos años, también es un poco más
grande de lo que esperaba".

"¡Lo llamaste cabaña!" Lo acusé.
“Claramente, ese es solo un nombre burlón que mi familia usa. En serio, no

esperabas encontrar a Troy Memphis de vacaciones aquí, en alguna choza sucia,
¿verdad? Saint me miró como si fuera yo quien necesitaba que le revisaran la cabeza
y yo simplemente le devolví la mirada.
"Por favor, dime que no soy el único que piensa que esto es jodidamente
¿ridículo?" Imploré y Blake se rió.
“No, hombre, no es una locura. Es Troy Memphis. Es como Saint con
esteroides y complejo de dios. Nada de lo que haga debería sorprenderte”, dijo.
"Espera un minuto, ¿estás tratando de decir que Saint no tiene complejo
de dios?" Tatum se burló con incredulidad y Kyan soltó una carcajada.
"Literalmente se preparó para vivir en una iglesia".
"Sin mencionar el hecho de que disfrutas adorarme de rodillas, sirena", bromeó
Saint, sin parecer ni cerca de avergonzarse por la acusación.
Negué con la cabeza y me concentré en la 'cabaña' una vez más. Todavía
estaba a una buena distancia, pero al menos ahora sabíamos que no la habíamos
jodido y no nos habíamos perdido aquí.
Todos los demás dejaron caer sus mochilas y comenzaron a montar la tienda de
campaña entre los árboles, pero yo me encontré allí parado, mirando el bosque que
llenaba el valle y preguntándome si mi destino me esperaba más allá.
Había renunciado a todo lo que había sido para llegar aquí. Había sacrificado todo lo que tenía
Quedé de mí después de que mi familia me fuera separada esa noche. A veces ni

siquiera podía recordar al niño que había sido antes de que me robaran a mi hermano
y a mi madre, y el conocimiento de eso me dolía profundamente, porque si él se había
ido, entonces esa también sería la última parte de ellos destruida.
¿Matar a Troy Memphis me ofrecería por fin un alivio de todo este dolor? ¿Estaría
libre de ello? ¿O siempre me iba a doler así? ¿Estaría siempre ahí el aguijón de la
injusticia que había cometido contra mi familia? ¿Había alguna esperanza real de que
yo hiciera las paces con esto?
Una mano se deslizó en la mía y miré a Tatum mientras ella estaba allí de pie con la luz
mortecina reflejándose en su cabello dorado.
"Mañana dejaremos descansar a nuestros fantasmas", dijo, sabiendo lo que estaba
pensando sin siquiera tener que preguntar. "Nos enfrentamos al Diablo y lo enviamos de regreso
al infierno con nuestros demonios a cuestas. Entonces tenemos que dejarlo pasar, Nash. Todos
él."
"¿Y si no es suficiente?" Murmuré, con el ceño fruncido.
"No lo será", respondió ella, sorprendiéndome. "¿Cómo podría ser? Matar a Mortez
puede haber ayudado a pagar la muerte de mi padre, pero no curó mis heridas. La
venganza no nos devolverá a las personas que amamos. Nuestras familias son una parte de
nuestras almas que siempre faltan, pero no están perdidos.
Están aquí con nosotros". Puso su mano sobre mi corazón. "Querrían que encontráramos la
felicidad. Vivirlos y recordarlos, pero no usarlos como excusa para seguir castigándonos.
Dejamos morir nuestra ira con las personas responsables del dolor de sus muertes. Luego
nos centramos en el amor que les teníamos y que ellos nos tenían a nosotros. Así es como
seguimos adelante. Al hacer las paces con la forma en que fueron tomados y aferrarse a lo
mejor
recuerdos que tenemos de ellos."
"Dime una", le indiqué, y ella dudó un momento mientras pensaba en

eso.
"Cuando éramos niños, esta vez, Jess y yo estábamos acampando con nuestro padre
y jugábamos al escondite con él. Pero no pudo encontrarnos. Logramos meternos en el
hueco de un árbol y Debió quedarse allí, riéndose en silencio durante media hora o más.
Finalmente, comenzó a gritarnos con miedo en su voz, diciéndonos que el juego había terminado
y que realmente necesitaba que le hiciéramos saber que estábamos bien. Así que salimos
corriendo y corrimos hacia él, encontrándolo con los ojos desorbitados y preocupado, pero en
el momento en que nos vio, su rostro se iluminó con la sonrisa más grande que jamás
hayas visto.
Nos abrazó y nos apretó con tanta fuerza que no podíamos respirar. Le pregunté qué
hubiera pasado si no hubiéramos salido. ¿Se habría rendido con nosotros y se habría
ido solo a casa? Y nos dijo que éramos las únicas cosas en su vida que realmente
importaban. Que habría buscado día y noche por nosotros durante el resto de su vida
y nunca se habría rendido. Me sentí tan amada cuando nos dijo eso. Las lágrimas
brotaron de sus ojos, pero parpadeó para contenerlas y yo apreté su mano con
más fuerza. "Ahora cuéntame una".
Dudé más que ella y, con un sobresalto, me di cuenta de que eso se debía a
que nunca me permití detenerme en los recuerdos de mi familia. Pero eso los estaba
haciendo desvanecerse y no podía soportar la idea de eso. Me negué a permitir que
sucediera. Así que cerré los ojos y me sumergí en el recuerdo del día de Navidad,
el aroma de mamá preparando la cena en el aire mientras Michael y yo abríamos los
regalos.
"Cada Navidad, mi mamá hacía todo lo posible con la cena", dije con una
sonrisa. "Ella compraba todo, incluso las cosas que a ninguno de nosotros nos
gustaba y se pasaba horas trabajando como esclava en la cocina, pero no podía cocinar
ni una mierda". Me reí y Tatum sonrió también. "Michael y yo comíamos todo de todos
modos, raspábamos nuestros platos y escondíamos nuestras muecas mientras
machacábamos vegetales quemados y devorábamos salsa salada. Me encanta el sabor
de la comida mal cocinada debido a esos días. Ella nos preguntaba si estábamos Lo
disfrutábamos y le decíamos que era increíble, y ella sonreía porque sabía muy
bien que era horrible, pero ninguno de nosotros se quebraba, manteniendo la
pretensión de una Navidad perfecta porque era nuestra versión de perfecta y eso. era todo lo que quería
Luego nos quedábamos juntos frente al televisor y comíamos chocolate hasta que nos
daban ganas de vomitar. Nos quedamos dormidos así todos los años, todos juntos
mientras se repiten las películas navideñas".
"¿Puedo quemarte una cena de Navidad este año si quieres mantener la tradición?"
Tatum ofreció mientras extendía la mano para acariciar mi mejilla.
mano y sonreí.
"Sí. Creo que me gustaría. Aunque a Saint probablemente no le guste".
"Puedo manejarlo", dijo, sonriéndome y resoplé porque sabía muy bien que ella podía,
aunque todavía no había descubierto completamente cómo.
Tatum tiró de mi mano y dejé que me llevara hacia los demás que casi habían terminado
de montar la tienda.
"¡Buenos niños!" dijo Tatum, elogiándolos como si fueran perros y
aplaudiendo de manera exagerada.
"Esta mierda es más difícil de lo que parece", murmuró Blake mientras Kyan comenzaba a
enrollar sacos de dormir dentro del espacio de la lona.
"Claro que sí", bromeó y Blake se abalanzó sobre ella con un gruñido juguetón.
Tatum corrió hacia él, usándome como escudo humano mientras Saint ponía los ojos en blanco.
hacia nosotros y empezó a sacar comida.
"Ayúdame a atraparla, Nash", instó Blake mientras Tatum se aferraba a mí, haciendo
Me muevo con ella y me mantiene entre ellos. "Entonces podremos inmovilizarla y hacer
nuestra maldad con ella".
"Oh, ¿ese es el trato?" Pregunté, dando vueltas y atrapando a Tatum por

la cintura.
"¡No!" ella rió. "¡Nunca estuve de acuerdo con eso!"
"Vamos, sirena, todos sabemos que no podrás resistirnos por mucho tiempo", dijo Saint.
de hecho, como si él conociera la libido de Tatum mejor que ella.
Tatum pasó corriendo junto a él, agarrando uno de los paquetes de comida deshidratada y
un cuenco de sus manos antes de enganchar una botella de agua de la mochila abierta de
Kyan que estaba al pie de un árbol. Luego saltó y logró trepar a las ramas sobre nuestras
cabezas antes de ponerse cómoda, sentarse contra el tronco y sonreírnos.
"¿Vas a esconderte ahí arriba, princesa?" Llamé mientras la miraba.

"Creo que tengo que hacerlo si quiero proteger mi virtud el tiempo suficiente para poder
comer", respondió riéndose mientras comenzaba a preparar la comida en el tazón.
Me reí entre dientes y me di la vuelta para buscarle una cuchara antes de arrojársela en su percha.
"Creo que deberíamos renunciar al fuego esta noche", dijo Saint mientras me sentaba en el
suelo junto a él, donde él había sentado su trasero sobre el tronco de un árbol caído. Por supuesto,
está muy lejos de Saint Memphis sentarse alguna vez en el suelo. "No queremos correr el riesgo de
que se vea el humo".
Miré por encima del hombro en dirección a la monstruosidad que Troy Memphis llamaba
hogar de escapada de invierno, aunque no podía verla desde esta posición.
"Supongo que sí. Pero hará frío", señalé innecesariamente.
"Podríamos recoger la madera en caso de que nos desesperemos lo suficiente como para arriesgarnos".
dijo lentamente. "Pero creo que esta noche podemos conformarnos con el calor corporal".
Un movimiento de sus labios fue la única indicación que obtuve de sus pensamientos sobre cómo
Podíamos aprovechar mejor dicho calor corporal y me reí entre dientes mientras comía, teniendo
muchas ideas propias.
"Es difícil decir exactamente cómo irán las cosas mañana", dijo Saint a la ligera.
"Y bien puede ser que no tengamos muchas opciones sobre cómo se desarrollarán los
acontecimientos. Pero si hay que tomar una decisión, ¿te gustaría ser tú quien acabe con mi padre?"
Levanté las cejas al ver que hablaba de esto tan casualmente y tiré mi mano.
Ahora cuenco vacío ante nosotros.
"¿Estás seguro de que no necesitas hacerlo?" Le pregunté. "Regresar

control y todo eso?"
Saint sacudió la cabeza con esa pequeña sonrisa astuta en su rostro. "Seré feliz sabiendo
que se ha ido. Además, habría un sentido de justicia poética en el hecho de que seas tú, Nash.
Encarnas todo lo que él cree que es".

superior a. Tu falta de buena educación, de dinero, el hecho mismo de que alguien como tú
pudiera ser su fin nunca se le pasaría por la cabeza.
Y creo que disfrutaría bastante la expresión de su rostro cuando llegara a buen término”.
"Ah, ¿quieres que el pobre niño simbólico lo haga y le ponga sal en la herida?" Bromeé.
"No te ofendas", respondió, captando mi mirada y sosteniéndola. "Veo
Su valor es bastante claro y puedo asegurarle que soy muy consciente de que el dinero y la posición
no tienen absolutamente nada que ver con la calidad del carácter de un hombre. Eres mi hermano.
Y sí, si lo haces, le asestarás un golpe extra ya que destrozaremos su orgullo y acabaremos con su
vida, pero también creo que necesitas esto más que yo. Puede que nunca me haya ofrecido amor,
pero te lo robó de la manera más brutal. Entonces, si deseas ser tú quien vea cómo termina"
"Sí", estuve de acuerdo. "Creo que me gustaría eso. Pero cuando todo está dicho y hecho, todo lo que
Lo que realmente quiero es verlo muerto ante mí. Si las fichas no caen a mi favor para la tarea,
entonces no voy a pedirle a nadie que reprima mi

cuenta."
"De cualquier manera", dijo Saint. "Esperemos que mañana sea el último amanecer que
bastardo jamás vivirá para verlo."
"De acuerdo", dijo Kyan en voz alta mientras terminaba de tender la cama dentro de la habitación.
tienda y vino a tomar su propia comida.
Comencé a limpiar todo mientras la luz se filtraba del cielo, no quería tener que luchar por ella
en la oscuridad.
El distante aullido de un lobo llamó mi oído y miré a mi alrededor con una mirada
un escalofrío recorriendo mi espalda.
Blake me ayudó a limpiar todo como Tatum nos había enseñado y

Salimos a los árboles para enjuagar los tazones de comida para que no hubiera
¿No había ningún olor persistente que atrajera a una bestia hambrienta en la noche?
Para cuando regresamos con todos los demás, Saint ya estaba dentro del
tienda y Tatum y Kyan estaban empacando las últimas cosas.
La temperatura estaba bajando con el sol poniente y noté a Tatum
temblando mientras me acercaba a ella.
"Vamos, princesa", dije, pasando un brazo alrededor de su cintura y
arrastrándola hacia la tienda. "Vamos a llevarte al calor".
Blake y Kyan nos siguieron hasta la elegante tienda de campaña que Saint había comprado y
en el momento en que Kyan cerró la cremallera, el viento se cortó, lo que nos hizo sentir a todos
mucho más cálidos.
Saint estaba sentado sobre la ropa de cama amontonada, el brillo de su teléfono celular
iluminaba su rostro y su pecho desnudo mientras revisaba el GPS por enésima vez. Era muy
bueno ocultándolo, pero ahora podía reconocer las señales que delataban su estrés, así que
podía verlo en la tensión de su postura.
Todos nos quitamos las botas antes de acercarnos a la ropa de cama y Blake encendió la
pequeña luz del campamento que colgaba sobre nuestras cabezas, arrojándonos a todos un brillo
ligeramente rojo mientras la luz se reflejaba en la lona.
Tatum se desabrochó el abrigo y lo arrojó a un lado antes de quitarse también el suéter. Luego
se bajó los pantalones y los apartó junto con los calcetines antes de quitarse la camisa y avanzar
hacia Saint con un conjunto de pantalones a juego.

Ropa interior roja.
Ella se arrodilló ante él y él lentamente apartó su teléfono, apagándolo mientras la miraba.
Intercambié una mirada con los demás y Kyan se rió entre dientes mientras se desabrochaba
los jeans y los dejaba caer antes de arrancarse la camisa para quedarse en calzoncillos. Se movió
para arrodillarse junto a Tatum, luciendo mucho menos sumiso incluso mientras desempeñaba el
papel y le sonrió a Saint mientras lo miraba.
"Vamos, maestro", se burló Kyan. "Toma el control de nosotros. Sabes que te ayudará con
esos problemas de papá que te acosan".

"¿Estamos haciendo esto en serio?" Pregunté, mirando a Blake con una ceja.
arqueado. "¿Simplemente cediendo a la voluntad del Diablo?"
"No sé tú, amigo. Pero si el Diablo va a ordenar que haga venir a Tatum, entonces creo
que tendré que unirme al lado oscuro". Blake me sonrió mientras él también se desnudaba
rápidamente y yo puse los ojos en blanco.

Tatum se volvió para mirarme por encima del hombro mientras Blake se arrodillaba sobre su
Al otro lado y mi mirada se deslizó sobre su cuerpo casi desnudo en la luz roja mientras se mordía
el labio seductoramente.
"No estás jugando limpio", gemí, mi autocontrol perdió una batalla contra mi orgullo.
Todos sabíamos que no me quedaría aquí y me dejarían afuera, pero joder si fuera a arrodillarme
frente a ese imbécil.
Saint me sonrió por encima de la cabeza de Tatum cuando pareció darse cuenta de cuáles
eran mis objeciones a esto y señaló con la barbilla hacia mí, ordenándole que
mover.
"Entonces veamos si puedes ponerlo de rodillas, sirena", sugirió y mi pulso se aceleró cuando
sus ojos se iluminaron con ese desafío.
Me quedé donde estaba, de pie junto a la gran pila de sacos de dormir mientras
Se arrastró hacia mí y los demás la miraron con ojos hambrientos.
Sus manos aterrizaron en mis rodillas y la miré mientras las pasaba por mis muslos hasta que
encontró la sólida cresta de mi polla a través de mis jeans. Gemí mientras ella me desabrochaba la
bragueta y extendía la mano para pasar mis dedos por su

cabello.
"Las manos detrás de tu cabeza, Nash. Pero quítate la camisa primero", ordenó Saint y
Tatum realmente dejó de hacer lo que estaba haciendo mientras esperaba que yo obedeciera.
Gruñí algo que pudo haber incluido un insulto para nuestro malvado señor supremo y
luego me alineé como un buen chico, me quité la camisa y el suéter y entrelacé las manos detrás
de la cabeza.
En el momento en que lo hice, Tatum bajó mi bragueta, tirando de mis boxers
Me agaché también y liberé mi polla con un jadeo sensual que me hizo doler.
"Lentamente", dijo Saint, y casi gemí de nuevo mientras ella seguía su orden al pie de
la letra, tomándose su dulce tiempo envolviendo la base de mi eje en su mano antes de pasar
su lengua por la parte inferior.
Ella continuó lamiendo y provocándome, saboreando la gota de humedad que se formó
en la cabeza de mi pene, pero sin cerrar sus labios alrededor de mí.

hasta que Saint lo ordenó.
"Ahora", gruñó y su boca se cerró sobre la cabeza de mi polla antes de deslizarme
hasta el fondo de su garganta, haciéndome gruñir con el deseo de agarrar su cabeza entre mis
manos. Pero no lo hice, seguí con el juego y mis manos permanecieron entrelazadas detrás
de mi cabeza como me habían indicado.
Fue igualmente exasperante y estimulante, no saber nunca en qué momento
él elegiría interrumpirnos o cambiar lo que ella estaba haciendo, y mis músculos se tensaron
mientras luchaba por mantener mis manos entrelazadas detrás de mi cabeza.
Cuando estuve seguro de que estaba a punto de correrme entre esos perfectos labios de
de ella, de repente él le ordenó que se detuviera y no pude evitar dar un paso adelante,
extendiendo la mano y tratando de evitar que retrocediera mientras se sentaba sobre sus pies.
"Si no te arrodillas ante mí, Nash, ¿quizás lo harás por tu reina?"
Saint sugirió y dejé de pretender luchar contra esto mientras me quitaba los jeans por completo
y la acechaba de regreso a la cama.
"Sí", estuve de acuerdo. "Para ella."
Tatum tomó mi mano y dejé que me arrastrara hacia abajo mientras me sonreía,
atrayéndome hacia el medio de este pequeño harén que ella había reclamado para ella
mientras los demás se acercaban instintivamente.
La agarré y la arrastré hacia mi regazo mientras besaba esos labios pecaminosos y sus
manos recorrían mi pecho con la más deliciosa lentitud.

Tomé su trasero, sin escuchar realmente cuando Saint comenzó a decirles a

los demás qué hacer, pero las manos de Blake rozaron las mías mientras tomaba
la tarea de quitarle las bragas a Tatum y ponerla de rodillas para hacerlo.
"Dije, sobre tu espalda, Nash", gruñó Saint.
No me moví, pero Kyan de repente me agarró por los hombros y me obligó a
acostarme debajo de Tatum y lo habría maldecido por ello si no hubiera quedado
atrapado en el sabor de sus labios contra los míos.
"Si no escuchas, tendrás que ser castigado", advirtió Saint, sonando
Me alegro de tener una excusa para eso, pero si en serio pensaba que le dejaría
azotarme, se esperaba otra cosa. "Siéntate en su cara, sirena, quítale, no le des".
Kyan parecía pensar que era el presagio de las órdenes de Saint porque
Instantáneamente agarró a Tatum y la levantó de mi regazo, moviéndola para que se
arrodillara sobre mi cara. Pero si Saint realmente pensó que era un castigo
para mí poder devorar su dulce coño, entonces me tenía a todos.
equivocado.
Tatum jadeó cuando agarré su trasero y la bajé sobre mi boca.

pasando mi lengua por su centro y encontrando su clítoris con facilidad. Mantuve los
ojos abiertos, mirándola mientras ella se tocaba los pechos y gemía por mí, mi
lengua se movía hacia adelante y hacia atrás mientras saboreaba su deseo y buscaba
su placer.
Kyan se movió frente a ella, liberando sus senos del sostén mientras se lo
dejaba para que las copas dobladas los empujaran hacia la posición privilegiada
para su boca y ella gimió aún más fuerte mientras trabajábamos en ella juntos.
Mantuve mi agarre en su trasero mientras la mecía contra mí aún más

firmemente, animándola a montar mi cara mientras la follaba con mi lengua, lamiendo y
devorando como si estuviera hambrienta de todos los gustos.
Blake se arrodilló detrás de ella, besó su cuello y se acercó para jugar con el pezón que no
estaba en la boca de Kyan mientras ella gemía y se desmoronaba entre nosotros.
Mi polla se tensaba con una necesidad desesperada y cuanto más fuerte gemía,
cuanto más perseguía su liberación.
"Abre de par en par, sirena", ordenó Saint y sus gemidos fueron amortiguados cuando Kyan se
paró frente a ella, soltando su dura polla y metiéndola entre sus labios.
Él la agarró del pelo y le jodió la boca mientras ella le clavaba las uñas.
su trasero y lo desafió a hacer lo peor, llevando su polla al fondo de su garganta y gimiendo por
más. Y si nuestra niña necesitara más, felizmente se lo daría.
La acuné contra mi cara nuevamente y empujé mi lengua dentro de su dulce coño,
lamiéndola y probándola antes de regresar a su clítoris y chuparla con fuerza.
La sentí correrse mientras gritaba alrededor de la polla de Kyan y se presionó contra mi
boca mientras la cabalgaba.
"Tómala primero, Blake", gruñó Saint y de repente la levantaron de mi cara, dándome una vista
de él mientras nos observaba, su polla tan dura en sus pantalones que podía ver su contorno
completo luchando por liberarse. Pero el bastardo se estaba negando a sí mismo, viendo el
programa y sin duda planeando intervenir en el último minuto como el crescendo de esta canción que
estábamos escribiendo. "Sobre manos y rodillas. Justo donde estás".
Mis ojos se abrieron cuando Blake se rió, colocando a Tatum en el suelo para que su
Las rodillas estaban a cada lado de mis caderas y sus manos aterrizaron junto a mis orejas.
Ella me dio una mirada embriagadora cuando la reposicionaron sobre mí y yo me incliné
Me levanté para besarla mientras Kyan se arrodillaba detrás de mi cabeza.

Mientras Blake le clavaba la polla, ella gritó, mordiéndome el labio y haciendo
Gemí antes de que Kyan la agarrara del cabello y tirara de su cabeza hacia atrás,
rompiendo nuestro beso y dándole su polla nuevamente.
Me dejé caer de nuevo, mirando el espectáculo mientras sus tetas rebotaban
sobre mí mientras Blake y Kyan la asaban justo encima de mí. Tal vez debería haberme
enojado, pero los sonidos que se le escapaban lo hicieron imposible mientras
sus gemidos llenos de éxtasis llenaban el aire.
Me arqueé para chupar su pezón, mi mano se agachó y encontró su clítoris también,
dándole la atención que tanto necesitaba mientras Blake la follaba.

duro y rápido.
Saint se puso de pie, se paró a nuestro lado y extendió la mano para acariciarla
antes de golpear su trasero con la mano. Ella se corrió más fuerte esa vez, todo su cuerpo
se tensó cuando Blake la golpeó cada vez más fuerte antes de finalmente correrse
también con un gemido bajo.
Kyan siendo el idiota que era no le dio un minuto para recuperar el aliento,
todavía metiendo su polla entre sus labios incluso cuando Blake se retiraba. Deslicé
mis dedos alrededor de su coño resbaladizo, acariciando suavemente y masajeando su
clítoris nuevamente.
"Suficiente, Kyan", ladró Saint y Kyan lo maldijo mientras retiraba su polla de los
labios hinchados de Tatum, inclinándose para besarla bruscamente, su mano cerrándose
alrededor de su garganta y haciéndola gemir de nuevo.
Saint se movió detrás de Tatum, animándola a reposicionarse para que ella estuviera a
horcajadas sobre mí mientras él le colocaba el cabello detrás de la oreja y subía la boca.

su cuello.
"¿Quieres mas?" ronroneó, sujetándola por las caderas para que ella
no podía hundirse sobre mí.
"Sí", jadeó, con sus ojos en los míos y llenos de necesidad.
"Dilo claramente", le ordenó, y ella se mordió el labio.

"Quiero que Nash me folle hasta que no pueda respirar", dijo con voz ronca mientras Saint
Se desabrochó el sujetador y lo arrojó a un lado.
"¿Y?" —insistió.
"Y te quiero en mi trasero", agregó, sus ojos moviéndose de izquierda a derecha para
los otros dos mientras Saint intentaba contener su sonrisa. "Y también quiero satisfacer a Kyan
y Blake otra vez. Todos ustedes. Juntos".
"Buena chica", gruñó Saint, presionándola hacia abajo para tomar mi polla y apreté la base
de mi eje para posicionarlo para ella mientras él se alejaba para buscar un poco de lubricante.
Blake y Kyan se acercaron a ambos lados de nosotros, alcanzando sus pechos y
besando su cuello mientras la provocaba con mi polla, frotando la cabeza hacia adelante y
hacia atrás a lo largo de su entrada, girándola contra su clítoris y haciéndola jadear.
Cuando finalmente no pudo más, me agarró la muñeca para detenerme.
y se hundió sobre mi polla con un gemido de placer.
Sus uñas se clavaron en mi pecho cuando comenzó a montarme y levanté mis caderas para
encontrarme con ella, hundiendo mi polla profundamente y amando la forma en que la hacía jadear
cada vez que llegaba al lugar correcto dentro de ella.
Kyan y Blake continuaron besándola y tocándola, adorándola como si
se lo merecía, y me encantaba verla así, rodeada de nosotros y abrumada de placer.
Saint regresó, finalmente se le quitaron los pantalones mientras deslizaba su dura polla con
lubricante antes de moverse detrás de ella para darle lo que había pedido.
Tatum se inclinó, besándome posesivamente mientras movía su polla entre sus mejillas,
empujándola con dolorosa lentitud y haciéndola gritar mientras se adaptaba a la plenitud de nosotros
dos dentro de ella a la vez.
Yo también podía sentirlo, la fina carne que dividía nuestros cuerpos no ocultaba nada, pero
de alguna manera me gustaba eso, saber que le estábamos dando tanto a la vez, trabajando
juntos solo para ella.

"Mírate, bebé", gruñó Kyan mientras nos miraba. "Estás
tan jodidamente perfecto."
"Esto es perfecto", jadeó. "Todos nosotros."
Antes de que cualquiera de nosotros pudiera responder a eso, se levantó y Saint se inclinó
hacia atrás para dejarla. Blake y Kyan se movieron a ambos lados de ella una vez más y ella gimió
mientras tomaba cada una de sus pollas en sus manos y comenzaron a besarla de nuevo, provocando
sus pezones y haciéndola echar la cabeza hacia atrás de placer.
Comencé a moverme más rápido, encontrando el ritmo perfecto con Saint para hacerla gritar
por nosotros mientras Blake frotaba su clítoris y Kyan le rodeaba la garganta con una mano,
apretando lo suficiente para hacerla jadear.
Nos convertimos en esta encarnación viva y respirable del placer cuando encontramos un
ritmo natural para los movimientos de cada uno, cada uno de nosotros trabajando para destruir a
nuestra chica mientras ella nos arruina a nosotros a cambio.
No importa cuánto dimos, ella seguía exigiendo más y pronto me la estaba follando profunda y
fuerte mientras ella gritaba de orgasmo y su coño se apretaba tan fuerte que no tuve más remedio
que seguirla.
Saint la golpeó unas cuantas veces más antes de gruñir como una bestia y
Empujando profundamente cuando terminó y Blake gimió cuando él también se corrió,
capturando sus labios en un beso prolongado mientras ella aguantaba su orgasmo.
Kyan se rió como un imbécil triunfante mientras la sacaba de entre nosotros y la colocaba en la
cama a nuestra derecha. Le pasó la pierna por encima del hombro y le clavó la polla con un fuerte
empujón que la hizo gritar de nuevo.
Él era un animal como siempre cuando la reclamó bruscamente, chocando contra
ella cada vez más rápido hasta que él le estaba azotando el trasero lo suficientemente fuerte como para
dejar una huella en la mano y los dos se corrían ruidosamente mientras el resto de nosotros simplemente
observó.
Kyan la besó casi dulcemente mientras tomaba su pierna de su hombro y
Ella sonrió de esa manera sexy y saciada que me encantaba mientras nos miraba al resto
de nosotros también.
Él se apartó de ella y todos nos movimos juntos, acurrucándonos con la ropa de
cama mientras cada uno de nosotros encontraba una manera de tocarla en nuestra maraña
de extremidades. Nos quedamos dormidos bajo las estrellas, seguros en la compañía del
otro por última vez, porque tuve la sensación de que mañana iba a ser el final en muchos
sentidos. Me negué a creer que no sobreviviríamos, pero sabía que todo cambiaría
gracias a ello. Y aunque estaba más decidido que nunca a asegurarme de que esos
cambios fueran para mejor, era difícil creer que no habría al menos un poco de mal.
Gemí cuando me desperté, los desagradables sonidos del canto de los pájaros resonaban
a nuestro alrededor y algo duro se clavaba en mis costillas.
"Lo juro, si esa es tu polla, Kyan, le daré un puñetazo", murmuré mientras me levantaba
y descubrí que en realidad había sido el codo de Nash. Polla

crisis evitada.
Resoplé ante mi propia broma interna y me pasé una mano por la cara mientras
Miró a su alrededor, a los Guardianes de la Noche dormidos y a nuestra chica. Mis
cejas se alzaron cuando encontré a Saint todavía dormido en el centro del grupo. Tatum tenía
Su cabeza descansaba sobre su pecho y su brazo estaba enrollado alrededor de ella mientras la sostenía.
cerca. No estaba segura de haberme despertado antes que él hasta este momento y se
veía extrañamente tranquilo mientras dormía, a pesar de que me había dicho más de
una vez que sus demonios lo perseguían más durante la noche. Estaba seguro de que no
había estado mintiendo sobre eso. Lo que dejaba sólo una posibilidad para su
satisfacción actual y esa era la chica envuelta fuertemente en sus brazos.
Me pregunté si ella siquiera sabía cuánto la necesitábamos todos. Probablemente

no, porque tampoco nos habíamos dado cuenta, pero ahora que ella estaba aquí, tan
profundamente arraigada en nuestras vidas que sabía que nunca más podríamos
desenredarla, no podía evitar verlo todo el tiempo. . Nuestro daño había sido algo potente
y violento y aunque ella claramente no podía simplemente venir y agitar un

varita mágica para curarnos, ella nos había dado algo mucho mejor que eso. Un futuro con luz en
él. Algo por lo que luchar. Un amor que nunca podríamos haber imaginado y un vínculo sin el que
no podríamos vivir.
Hice un movimiento para levantarme, mi rodilla golpeó la pierna de Kyan y él gruñó mientras
se daba vuelta. "No, Davie. Si no acaricias sus tentáculos correctamente, ese calamar se deslizará
por tu trasero y te dará un enema para que puedas presumir ante tu abuela".
Iba a dejar que Saint durmiera más mientras empezaba a hacer las maletas.
nuestra mierda, pero, por supuesto, el meticuloso bastardo había puesto una alarma y, justo a
tiempo, Claire De Lune de Debussy llenó la tienda, saliendo de su teléfono celular. Había
traído suficientes cargadores para asegurarse de que la cosa no se le muriera durante nuestra
caminata por el desierto, así que no debería haberme sorprendido, pero probablemente debería
haber encontrado su teléfono y apagar la maldita cosa en el momento en que lo encontré.
desperté. Sin embargo, eso podría haberlo irritado, así que a pesar de que iba a arruinar su lindo
abrazo con Tatum, no hice ningún intento de agarrarlo ahora.
Los ojos de Saint se abrieron y Tatum gimió mientras enterraba su rostro contra el suyo.
pecho, tratando de esconderse del día.
"Esto es todo entonces", murmuró Nash mientras se esforzaba para sentarse también.
"Al anochecer, mi padre estará muerto y el tuyo estará a salvo", dijo Saint, mirándome
directamente a los ojos para demostrar que realmente creía eso y asentí.
"Eso espero", dije, pellizcando el puente de mi nariz mientras forzaba mi cabeza a entrar en
modo juego.
Había estado dando vueltas toda la noche preocupándome por lo que le estaba
pasando a mi papá, pero ahora solo necesitaba concentrarme. Enloquecer por la situación no lo
ayudaría y podría arruinarlo todo.
Manos cálidas se deslizaron alrededor de mi cuello mientras Tatum se arrastraba hacia mi
regazo y abrí los ojos para encontrarla allí, con el cabello todo revuelto por el sueño y un cabello gris.
camiseta que cubría su delgado cuerpo y estaba bastante seguro que pertenecía a Kyan.
"Esto va a funcionar", juró con tanta seguridad en su voz que no pude evitar creerle.
"Va a funcionar", estuve de acuerdo con firmeza, inclinándome para besarla y sellar esa
promesa porque ella tenía razón. Funcionaría. Me negué a considerar cualquier otro resultado.
Nací ganador y no iba a empezar a perder hoy.
***
A pesar de que vimos la casa de invierno de Troya antes de acampar anoche, todavía nos
tomó todo el día caminar hacia el valle y atravesar el bosque.

para alcanzarlo.
Había empezado a nevar alrededor del mediodía y poco a poco había empezado a asentarse por todas partes.
a nuestro alrededor de modo que ya tenía varios centímetros de profundidad. Habíamos
escondido nuestro equipo de campamento en los árboles antes de acercarnos a la casa y
mientras estábamos mirándola desde el borde del bosque, no teníamos nada encima más que
nuestros teléfonos y armas mientras acechábamos en la oscuridad.
"Sigo creyendo que la bodega es el lugar más obvio para que mi padre
"Estarás sosteniendo a tu papá", dijo Saint en voz baja mientras mirábamos el edificio oscuro.
La luz se derramaba desde los bordes de algunas ventanas donde las cortinas estaban corridas,
pero esas fueron las únicas señales que habíamos visto que decían que alguien estaba en
allá.
"Primero lo llevamos a un lugar seguro y luego terminamos esto", murmuré, diciendo el plan
en voz alta para mi propio beneficio. Lo habíamos repasado muchas veces y sabía que íbamos
a priorizar la seguridad de mi padre sobre todo lo demás. Pero no podría calmar este frenético
golpe en mi pecho hasta que estuviera seguro de que estaba bien.

"Hagamos esto entonces", gruñó Kyan, sus dedos se cerraron en puños mientras el
La sed de sangre en él se mostró.
"Sígueme", ordenó Saint y se fue sin decir una palabra más, deslizándose entre los
árboles para evitar dejar huellas en la nieve recién caída mientras dábamos vueltas hacia la
izquierda de la casa.
Tatum estaba justo detrás de él y yo me moví hacia su izquierda mientras Nash estaba en
a su derecha y Kyan detrás de ella. No necesitábamos comunicar así nuestro posicionamiento.
Cada uno de nosotros sabía que ella era la pieza más importante de nuestro rompecabezas
y, le gustara o no, siempre íbamos a protegerla en todo lo que pudiéramos.
Finalmente se hizo imposible mantenerse alejado del terreno abierto que se extendía hasta
la parte trasera de la propiedad y Saint abrió el camino desde debajo de los árboles y
atravesando el césped. Sólo esperaba que nadie notara nuestras huellas en la nieve antes de
que hiciéramos lo que habíamos venido a hacer o estuvieran cubiertas una vez más por los
copos que caían para ocultar nuestro paso.
Llegamos a una puerta parcialmente escondida debajo de un arco de piedra en la esquina.
de la propiedad. La puerta de madera estaba cerrada con cerrojo y asegurada con un
candado de aspecto pesado como Saint había predicho y Kyan sacó el soplete de mano
de su bolsillo antes de encenderlo y apuntar a la cerradura.
Miré a mi alrededor con cautela mientras los sonidos del bosque oscuro detrás de
nosotros llenaban la noche, escuchando cualquier cosa antinatural entre el llamado de los
búhos y las ramas susurrando con el viento.
"¿Estás seguro de que esto funcionará?" Nash siseó mientras pasaban los segundos y
nada más que el sonido grave del soplete llenaba el aire.
"Ya lo tengo", gruñó Kyan.
"Funcionará", añadió Saint, sin que su tono admitiera argumentos.
"Mierda, me encanta cuando ustedes se vuelven criminales conmigo", ronroneó Tatum y
Mis labios se torcieron de diversión.

Se escuchó un clic en la cerradura y Kyan maldijo mientras usaba su cuchillo de caza para
quitar el metal ardiendo del pestillo. Cuando el candado golpeó la nieve, silbó, el vapor se elevó
a su alrededor y lo pasé mientras me apresuraba a

Sigue a los demás al interior.
"Por aquí", murmuró Saint, conduciéndonos por un largo y oscuro pasillo.
que, según nos había dicho, estaba destinado al uso del personal doméstico.
Nash cerró la puerta silenciosamente detrás de nosotros y nos sumergimos en la
oscuridad, así que tuve que entrecerrar los ojos para distinguir las formas de mi familia a mi alrededor.
Después de un par de vueltas y vueltas, Saint abrió otra puerta y nos dirigimos tras él por una
serie de escalones de ladrillo. El olor a piedra y madera seca llenó mis fosas nasales a medida que
bajábamos más y más y cuando finalmente salimos a una enorme bodega, Saint encendió
las luces.
Miré a mi alrededor, las barricas de roble y los estantes de vino de valor incalculable,
y fruncí el ceño. "¿Pensé que habías dicho que mantendría a mi papá aquí?" Exigí
mientras mi corazón comenzaba a acelerarse. Porque si él no estaba aquí entonces podría
estar en cualquier lugar de este jodidamente enorme lugar y no me gustaba la idea de que nos
diéramos a conocer antes de que pudiéramos estar seguros de que estaba a salvo.
"Hay una habitación en el otro extremo del sótano", dijo Saint en voz baja.
abriendo el camino mientras señalaba la puerta de madera en cuestión. "Es donde le gusta
sentarse y probar el vino cuando selecciona una botella".
"Jódeme, esa podría ser la cosa más pretenciosa que he escuchado en mi vida".
Nash murmuró y Tatum se rió.
"El punto es que esa habitación tiene una puerta pesada con cerradura y se puede calentar,
así que me atrevería a suponer que es el lugar más seguro para albergar a un prisionero en el
edificio. Sin tomar en cuenta la extensión que mi padre había construido, porque no conozco
los detalles de eso." Estaba claro que ese hecho lo cabreaba, pero no iba a volver a discutir
con él por eso.

Traté de no dejar que sus palabras me preocuparan, enfocándome en el hecho de que mi
papá probablemente estaba detrás de esa puerta justo en este momento.
Eché a correr, incapaz de contenerme ni un segundo más porque la necesidad de ver
él me consumió. Ya había perdido a uno de mis padres, no había manera de que
estuviera perdiendo a otro. De ninguna manera.
Tragué saliva mientras ignoraba el gruñido de advertencia de Saint, obligando al resto a
de ellos para seguir mi ritmo o quedarse atrás.
Llegué a la puerta, rápidamente abrí el cerrojo en el exterior, agarré la manija y la abrí,
demasiado emocionado de encontrarla abierta como para siquiera cuestionar que fuera tan
fácil.
Los demás estaban pisándome los talones cuando irrumpí en la pequeña habitación y un
Una risa de alivio brotó de mis labios cuando encontré a mi padre sentado allí en una
cama plegable.
Pero en lugar de saltar y envolverme en sus brazos, sus ojos
Su expresión se amplió alarmada al verme y sacudió la cabeza.
"¡No deberías haber venido!" Papá jadeó, con los ojos llenos de arrepentimiento y miedo.
"Está bien", le prometí mientras corría alrededor de la mesa de madera en el centro.
de la habitación y lo rodeé con mis brazos. "Estamos aquí para sacarte.
No dejaremos que ese loco hijo de puta haga nada que te lastime"
"No, Blake, no lo entiendes. Él sabía que vendrías. Te tendió una trampa.

Es un"
El sonido de una escopeta al ser amartillada hizo que se me helara la sangre en las
venas y me giré para mirar hacia la puerta donde estaban los demás.
todavía agrupados.
"El maldito reloj", siseó Saint al darse cuenta. "Debería haberlo sabido
No sería tan fácil."
"No hagas nada estúpido", llegó una voz masculina desde algún lugar afuera.
La habitación y mi mano voló hacia la pistola en mi cinturón. "Vamos, hazlo.

en silencio para no tener que abrir fuego. El Gran Maestro quiere verte."
Hice un movimiento para sacar mi arma de todos modos y la mano de mi padre apretó
Me apoyé en el codo para detenerme.
"No lo hagas", gruñó como advertencia. "No puedes vencerlo, hijo. Ese hombre es la
encarnación del Diablo. No podemos luchar contra él y su gente".
Totalmente no estaba de acuerdo con eso, pero cuando miré hacia la puerta por donde
habíamos entrado, vi el cañón de una pistola presionado en la parte posterior de la cabeza
de Tatum mientras la obligaban a levantar las manos en señal de rendición. La rabia palpitó
a través de mi pecho y la necesidad de declarar la guerra llenó cada parte de mi ser.
Saint me miró a los ojos y sacudió la cabeza un poco. No pudimos salir de esto
luchando. Pero juré por todo lo que era que el hijo de puta que se había atrevido a amenazar a
nuestra chica moriría en mis manos hoy.

El grupo de guardias nos arrastró escaleras arriba después de encerrar nuevamente al padre
de Blake y el pánico se apoderó de mí. Nos llevaron a un largo salón de piedra con losas y una
enorme ventana en forma de arco en el otro extremo contra la cual caía la nieve.
Mi corazón latía de manera desigual mientras intentaba pensar en una salida a esto, pero
los imbéciles nos habían desarmado, nos habían robado cualquier posibilidad de contraatacar.
Ahora nos arrojaban a Troy Memphis como si fuera comida para un perro rabioso. Y no sabía
qué hacer.
Había una gran mesa circular colocada en el centro del salón, entre
dos enormes fuegos a cada lado. Era como algo sacado de Juego de Tronos, pero en lugar
de los Lannister sentados allí, había diez idiotas con túnicas, en el corazón de los cuales estaba
Troya. Se levantó de su asiento junto a una mujer con un mechón de cabello rubio y ojos azules
brillantes que estaban muy abiertos y clavados en mí. El resto eran hombres mayores con caras
burlonas y cabello gris o canoso.

Los guardias nos soltaron, formando una línea detrás de nosotros mientras tenían sus
armas listas para disparar si intentábamos correr y mi corazón latía con una melodía frenética.
No había salida. Estábamos jodidos.
"Te tomaste tu tiempo", reflexionó Troy, con una mirada engreída como una mierda en su rostro mientras
juntó las manos detrás de la espalda y rodeó la mesa para pararse frente a nosotros. Sus
ojos se movieron sobre nuestra ropa y arqueó la ceja mientras miraba a Saint. “¿Viniste
por la montaña? Qué incivilizado de tu parte.
"Lo sabías", dijo Saint en un tono vacío mientras se mantenía completamente
Serena ante el peligro.
“Por supuesto que sabía que vendrías. ¿De verdad crees que no me paré cerca del
viejo reloj de pie a propósito cuando te llamé? Troy preguntó fríamente mientras avanzaba,
su imponente altura parecía amplificar el poder que irradiaba de él.
Saint apretó la mandíbula y pude ver cuánto se estaba castigando porque su padre lo
había engañado, incluso si sus ojos no lo mostraban. Pero se enfrentaba a un hombre tan
inteligente como él. Él no tuvo la culpa de esto. Era este malvado idiota el que estaba frente
a nosotros.
"Bueno, finalmente estás aquí de todos modos", continuó Troy cuando Saint no
dijo nada en respuesta. "Deben estar cansados después de un viaje tan arduo e inútil,
realmente hubiera sido más fácil cruzar la puerta principal y entregarse".
Sus amigos en túnica se rieron y mi labio superior se levantó. "¿Qué deseas?" Gruñí,
aunque temía saberlo ya. Troy había tomado mi sangre una vez antes y después de la
forma en que nos había cazado, estaba claro lo que estaba buscando.
"Sabes lo que quiero", dijo Troy simplemente, y mis muchachos se movieron
protectoramente a mi alrededor.
“Vaya, ¿no te pusiste una de esas vacunas que le robamos a tu empresa?” Me

burlé, queriendo pinchar a este imbécil que se atrevió a intentarlo.
enjaularnos.
"Desafortunadamente para ti, no, no lo hice", dijo Troy y se quedó sin aire.
mientras me evaluaba como a un animal para el matadero.
"Si crees que vamos a dejar que la lleves a cualquier parte..." comenzó Nash,
pero Troya lo atravesó.
"Karen, ven aquí", llamó Troy, ignorando a Nash por completo, haciendo que mi
sangre ardiese.
La mujer rubia flotó detrás de Troy y mis ojos se posaron en ella mientras
Se movió para pararse frente a mí, con la cabeza inclinada hacia un lado mientras me
examinaba. Mi garganta se hizo espesa mientras una sensación de reconocimiento muy real e
inquietante me invadió. Pero yo no la conocía. Estaba seguro de no haberla conocido antes.
"Tatum Rivers", respiró, sacudiendo la cabeza. "Qué nombre tan vil".

“¿Disculpe?” Siseé y Troy me miró divertido en su
mirada, cruzándose de brazos mientras miraba de mí al extraño rubio,
aparentemente disfrutando de algo.
"No tiene nada que ver con tu nombre real", dijo Karen, dando un paso más cerca
de mí y se me erizó la piel por todas partes. De repente sentí la necesidad de retroceder,
de alejarme lo más posible de esta mujer, pero no iba a darle la satisfacción de ver ese
impulso en mí.
"¿Que se supone que significa eso?" Kyan gruñó a mi lado, pero el
La mujer lo ignoró, con los ojos pegados a mí.
“Eres Adriana Munt”, dijo.
"Um, no, no lo soy". Miré a Troy que me miraba con interés.

"¿Quién es?" Le exigí.
“Esta es Karen Munt”, dijo.

"Tu madre", añadió, sonriéndome y mi corazón se cerró mientras rechazaba esas palabras
con cada parte de mi ser. ¿Qué clase de broma de mal gusto era ésta?
"No", dije con calma, manteniendo mi expresión neutral mientras mis Guardianes Nocturnos
Me miró desde ambos lados. “Mi madre se fue cuando yo era un niño pequeño, ella
nos abandonó…”
"Tu padre me robó a ti y a tu hermana", gruñó Karen, sus ojos brillaban con ira y mi pulso latía
fuertemente en mis oídos mientras sacudía la cabeza.
"Mierda", espeté.
“En realidad no eres alguien para el drama, padre”, interrumpió Saint. “¿Qué es esto?
¿acerca de?"
"Es como ella dice", respondió Troy encogiéndose de hombros. "Ella es la madre de la niña".
"Bueno, ¿sabes qué?" Le siseé a esta perra Karen. “Me importa un carajo quién seas.
Si estás parado junto a ese monstruo con esa maldita túnica, eres mi enemigo y nada más. Mi
corazón latía furiosamente contra mis costillas mientras la miraba, rechazándola con todo lo
que era. Incluso si lo que ella dijo fuera verdad, nunca me había preocupado en mi corazón una
madre que me había abandonado, así que no estaba dispuesto a empezar a preocuparme
por alguien que era parte de Royaume D'elite.
La nariz de Karen se arrugó un poco mientras me miraba. "No estas escuchando,

Adriana"
"Llámame así otra vez y te cortaré la lengua", escupí mientras Blake se movía a mi lado, la
violencia brotaba solo de su postura.
"Bien", suspiró Karen. “Tatum, entonces. Mira, vamos a hablar en privado.
Te lo explicaré todo”.
"No voy a ir a ninguna parte contigo", me burlé.

"Y si intentas quitárnosla, los mataré a todos", gruñó Kyan peligrosamente.
“¿Y cómo lo lograrás desarmado?” Troy preguntó mientras su espeluznante
Los pequeños amigos soltaron risas bajas detrás de él.
"Te sorprendería lo que soy capaz de hacer". Kyan dio un paso adelante y
Presioné una mano contra su pecho, dándole una mirada firme para detenerlo.
Estábamos desarmados y no había manera de que dejara que ninguno de mis
Guardianes de la Noche muriera por mí. Los demás también se estaban tensando y
agrupando más cerca de mí y sabía que estaban igualmente desesperados por
protegerme. Pero no los vería desperdiciar sus vidas. No podíamos luchar, teníamos que
esperar una oportunidad para correr y la única forma de darnos alguna posibilidad era
detenerlos. Troy asintió bruscamente a los hombres detrás de nosotros y ellos avanzaron
para sujetar a mis muchachos.
“Dímelo aquí mismo”, le exigí a la mujer que decía ser mi madre. "Dime la verdad."
Ella suspiró y Troy miró su reloj con impaciencia. "Cinco minutos, luego debemos seguir
adelante", murmuró.
Karen asintió y se acercó un paso más a mí mientras consideraba su
palabras. “Llevo años trabajando en proyectos financiados por Troy y Royaume D'elite.
Mucho antes de que tú o tu hermana estuvieran en mi vida. Me enamoré de tu padre
después de que trabajamos juntos brevemente en un laboratorio en Chicago. Por supuesto,
durante los primeros años de nuestro matrimonio, él no tenía idea de lo que realmente
implicaba mi trabajo y yo no tenía intención de decírselo. Siempre se consideró muy moral.
No habría entendido la necesidad de las cosas en las que estaba trabajando”.
"¿Cómo qué?" Gruñí, obligándome a tolerar esta conversación mientras miraba a mi
alrededor, buscando una salida, un arma, un plan.

"Armas biológicas principalmente", dijo a la ligera, como si no fuera nada y mi

Mi atención quedó atrapada y una violenta sacudida recorrió mi pecho.
“¿Como el virus Hades?” Nash soltó un grito y ella le lanzó una fugaz
mirada antes de volverse hacia mí.
“Sí, finalmente lo creé. Aunque no antes de tener a mis hijas. Nunca estuvo
destinado a ser utilizado en este país, al menos no inicialmente. Pero entonces tu
padre descubrió lo que estaba haciendo. Entró en mi laboratorio, sólo Dios sabe
cuánto tiempo había sospechado lo que yo estaba haciendo. Y cuando descubrió la
verdad, no pudo soportarlo. No entendía la necesidad de las armas biológicas
que mi gente y yo fabricábamos y vendíamos en el mercado negro. Al parecer, era
demasiado para él. Su nariz se arrugó con disgusto y la mía también, pero por
razones completamente opuestas. “Para un hombre que parecía fuerte en
muchos sentidos, resultó que era débil”.
"No era débil", espeté, mientras el ácido sangraba por mis venas. "La moral no es
débil".
Levantó un dedo, apuntándome mientras la rabia pellizcaba sus rasgos y yo

Odiaba cómo de repente vi algo de mí en su cara. “La moral es un concepto
creado por el gobierno, la religión y la gente que quiere controlarte. Las únicas cosas
que realmente cuentan en este mundo son el dinero y el poder, y no se puede tener
uno sin el otro”.
"Viniendo de una perra que es miembro de un club asqueroso como
Royaume D'élite", gruñí. “Donde las personas son controladas, encadenadas y
tratadas como menos que animales. Como si no significaran nada. Como si no
fueran nada”.
Karen se echó a reír. "¿Un miembro?" ella se burló. “No soy un simple
miembro, Tatum. Soy uno de los Grandes Maestros. Como lo somos los diez. Hizo
un gesto hacia Troy y los pelos de punta detrás de ella y mi mandíbula se apretó ante eso.
revelación. Ahora todos estaban marcados para morir, porque el club podía renacer a
través de cualquiera de ellos. Y no podíamos permitir que eso sucediera.
“Si estás tan en contra de que te controlen, ¿por qué se lo haces a los demás?”
Blake preguntó con voz llena de disgusto.
"Porque hay diferentes clases de personas", respondió Troy fríamente, y Karen asintió.
“Los poderosos y los débiles. Damos de comer a los débiles a los poderosos. Mantenemos el
orden. Nosotros definimos el orden”.
Miré a Troy con el ceño fruncido antes de fijar mi mirada en mi supuesta madre. "Entonces
¿Mi padre descubrió con qué monstruo se había casado, tomó a sus hijos y huyó? Lo
supuse y ella se enfureció.
“Él los robó a ambos porque no pudo piratear la verdad real de este mundo.
Que no hay bien ni mal. Que sólo existe el poder o la falta del mismo.
¡Y si no lo reclamas, entonces serás esclavo de la sociedad y de las reglas que te fueron
impuestas sin tu consentimiento! En este país, tu vida se decide por ti incluso antes de nacer. No
quería eso para mis hijas. Estaba construyendo un mundo nuevo para nosotros. Y tu
padre lo arruinó todo”. Su labio inferior tembló de furia y pude ver que ella realmente
creía las tonterías que salían de su boca.
"Bien", gruñí, con el odio ardiendo en mi corazón. “Me alegro de que nos haya aceptado. Soy
Me alegro de que nos haya alejado de ti.
Ella tuvo la audacia de parecer herida por mis palabras antes de enderezar la espalda.
"Se te acabaron los cinco minutos", anunció Troy mientras miraba su reloj.
una vez más.
Karen se volvió hacia él y levantó la barbilla. “Deseo tener una conversación
con mi hija en privado antes de llevarla al laboratorio”.
Mi corazón se partió de miedo ante la palabra "laboratorio" y miré a mi Noche.
Guardianes alarmados, sin saber qué hacer. Se nos acabó el tiempo y nuestro
el destino se acercaba por todos lados.
Troy asintió con la cabeza a uno de los guardias detrás de mí, sus ojos carentes de toda emoción.
mientras ejercía todo el poder de la sala contra nosotros. Y supe que íbamos a ser destrozados
incluso antes de que abriera la boca. “Llévala lejos”.

Karen agarró el brazo de Tatum, sus uñas puntiagudas se clavaron en la carne con tanta fuerza como
para provocar un silbido de dolor de los labios de nuestra chica. La arrastró hacia una puerta en el rincón
más alejado de la habitación, un guardia la empujó desde atrás también y sosteniendo su arma lista
para disparar.
"¿A dónde la llevas?" Exigió Blake, dando un paso adelante y provocando que los matones de mi
padre levantaran sus armas en nuestra dirección nuevamente.
"Me preocuparía más tu propio destino si fuera tú", gruñó padre, con el labio curvado hacia
atrás con disgusto cuando Tatum maldijo, tratando de arrancarle el brazo.
volver a liberarse del control de su madre.
"¡Déjala ir!" Ordené, mi voz cortante y lo suficientemente firme como para hacer
La perra hizo una pausa mientras miraba en mi dirección, pero sólo durante medio latido.
Mientras Tatum intentaba zafarse de su agarre, el hombre armado detrás de ella
le dio un revés lo suficientemente fuerte como para derribarla.
Un rugido de rabia escapó de mis labios cuando di un paso adelante, pero fue
nada comparado con el bramido animal que se le escapó a Kyan.
Se abalanzó hacia adelante, arrancando sus brazos del agarre del hombre que lo había estado
sujetando y golpeando su puño en la cara del imbécil que estaba apuntándole con un arma.
"¡No!" Grité mientras intentaba agarrar su brazo, mis dedos apenas rozaban
contra su manga mientras saltaba hacia adelante, con los ojos fijos en Tatum mientras
ella gritaba una advertencia que llegó demasiado tarde.
El eco del disparo recorrió la habitación y juro que ese ruido rebotó en mi alma cuando Kyan
cayó de sus pies, la sangre brotó de la herida en su costado, la bala encontró un hogar en su
cuerpo y mi mundo se derrumbó. a mi alrededor mientras caía.
Nash rugió algo incomprensible mientras se lanzaba hacia adelante, alcanzando
por la mano de nuestro hermano mientras Kyan caía al suelo, su cabeza golpeando las losas
con un crujido repugnante.
Blake gritaba blasfemias mientras un movimiento apartaba mi mirada de Kyan.

a Tatum y el imbécil que la había golpeado la agarró entre sus brazos y
La arrastró fuera de la vista mientras gritaba el nombre de Kyan.
Por un momento me quedé congelado, atrapado entre la necesidad de perseguirla y
y la necesidad de ayudar a mi hermano.
La sangre de Kyan se esparció por el suelo mientras yacía inmóvil y mientras yo me tambaleaba
hacia él, unas manos agarraron la parte de atrás de mi camisa, sujetaron mis brazos y me empujaron
lejos de nuevo.
Él no se movía. Ni un destello de nada en su expresión o cuerpo poderoso que dijera
que todavía estaba con nosotros, pero mi corazón latía de pánico ante la idea de algo tan
impensable.
No estaba muerto. Lo rechacé. No permitiría que el mundo siguiera girando sin Kyan Roscoe.
El mundo era un borrón de movimiento mientras los Guardianes de la Noche restantes luchaban
llegar hasta él y los guardias lucharon por contenernos. Mi pie resbaló en sangre cuando logré
lanzarme entre ellos por un momento.
Lo alcancé, mis dedos agarraron los suyos y los cerraron con fuerza.
mientras un brazo se cruzaba sobre mi pecho y trataba de arrastrarme hacia atrás.

"¡Levantarse!" Grité, mi agarre se apretó mientras tiraba de su mano. "Su
¡La esposa te necesita! ¡Kyan!”
Él no respondió de ninguna manera, ni siquiera un destello de nada más que su
Los dedos permanecieron flojos en mi agarre.
Me empujaron hacia atrás con tanta fuerza que lo perdí, un puño golpeó mi costado y me obligó a girar
hacia los hombres que intentaban contenerme.
a mí.
Los demás también estaban peleando, Nash descendió hasta convertirse en poco más que una
bestia mientras Blake gritaba el nombre de Kyan tan fuerte que resonó en todo el lugar.
habitación. Pero todavía no se movió ni un centímetro.
"¡Déjame ir!" Rugí cuando el resto de los guardias convergieron hacia Blake y Nash y perdí de vista a
Kyan entre la multitud de cuerpos luchando, cada vez más manos me agarraban y me obligaban a alejarme
de los demás.
"Saca el cuerpo de aquí", espetó padre, como si Kyan no fuera nada más.
que un inconveniente para él. Alguna basura que necesitaba ser desechada como
tan pronto como sea posible.
Los golpes en mi cabeza fueron lo suficientemente fuertes como para destrozarme al pensar en eso. De
la desaparición de mi hermano y del agujero que dejaría en este mundo.
No era verdad. Yo no lo aceptaría. Lo perseguiría hasta el infierno y arrastraría su trasero.
Volver aquí si fuera necesario.
Aparté mis brazos de los hombres que intentaban abrazarme, perdiendo todo sentido de mí mismo
mientras luchaba con toda la brutalidad del hombre que amaba que yacía en ese suelo, necesitándome más
que nunca. Los huesos crujieron bajo mis nudillos y la sangre voló, pero cuando me estrellaron contra la
pared, me sentí abrumado por los números.
Los hombres que me sostenían eran fuertes e incluso mientras luchaba contra su agarre
sobre mí con todas mis fuerzas, no quisieron soltarme.

Me arrastraron fuera de la habitación, me arrastraron a través de una puerta diferente a la
uno donde se habían llevado a Tatum y mientras me llevaban, encontré el rostro burlón de mi padre
mirándome con desprecio.
"Hice lo mejor que pude para convertirte en el hombre que necesitas ser de una manera
civilizada cuando eras un niño", gruñó mientras los hombres me arrastraban tras él por el frío pasillo y yo
continuaba pateándolos y luchando contra ellos.
"Déjame ir", le advertí en mi tono más ártico mientras mi corazón se aceleraba.
En un pánico más potente que el que jamás había experimentado en toda mi vida. "Ésta es su única
advertencia".
"Dice el hombre que ha sido burlado y restringido con poco o ningún esfuerzo", se burló mi padre
mientras abría una puerta y me obligaban a pasar. "Creo que me arriesgaré".
Mis ojos se abrieron cuando me empujaron a una habitación que estaba decorada como
una jodida mazmorra sexual, aunque dudaba seriamente que estuviera aquí porque alguien quisiera
follarme.
En el centro había una cama negra con dosel, colgada de cadenas y esposas.
del espacio y luché más fuerte mientras los hombres me arrastraban hacia él.
Pateé y golpeé, golpeando a un gilipollas lo suficientemente fuerte como para arrancarle un diente
antes de que una de mis manos quedara atrapada en una esposa de cuero al pie del
cama.
"¿Qué carajo es esto?" Rugí, luchando salvajemente mientras dos de ellos lanzaban
su peso encima de mí y lograron inmovilizarme sobre mi espalda.
Me resistí y pateé, mis dientes se hundieron en el cuello y arrancaron un trozo de carne, pero no fue
suficiente. Otra esposa se cerró firmemente alrededor de mi otra muñeca y mis tobillos quedaron sujetos a
las ataduras de una barra separadora.
momento después.
Los guardias se alejaron de mí mientras yo maldecía y luchaba contra las esposas, inclinando mi
cabeza hacia atrás para mirar a mi padre mientras él entrecerraba los ojos.
mí, evaluándome como si fuera un problema que necesitaba resolver.
"Quizás debería haber sido más firme contigo antes", dijo mi padre, acercándose a mí mientras
los otros hombres salían de la habitación.
Ladré una risa sin humor porque si en serio pensaba que se había ido
fácil para mí entonces él realmente era un maldito psicópata.
"Dime qué hiciste con las vacunas que me robaste", dijo, con un tono plano y glacialmente
frío. "Aparte de los que desperdiciaste con esos hombres

allá."
Le di mi mirada más dura y muerta, sin siquiera molestarme en responder. Si él
En serio pensé en decirle eso, entonces estaba loco. Me llevaría la respuesta a esa
pregunta a la tumba. Pero, por supuesto, iba a intentar forzarlo a salir de mis labios de todos
modos.
Mi padre suspiró mientras se alejaba de mí y, durante unos momentos
interminables, me quedé solo en el silencio, aguzando mis oídos en busca de alguna pista sobre
lo que estaba pasando con Tatum y mis hermanos en ese momento. No es que oí nada, por
mucho que ansiara saber que estaban cerca. Los muros de piedra no dejaron que ningún sonido
me llegara antes de que mi

El padre regresó con un trapo de cocina blanco en la mano.
Cinco hombres se apresuraron detrás de él, cuatro de ellos colocaron cubos de metal
llenos de agua fría en el suelo a mi derecha. El último hombre colocó un gran abrevadero de
cobre a los pies de la cama, detrás de mi cabeza.
Padre caminó tranquilamente alrededor de la cama y tiró de algo para que mis piernas
quedaran elevadas, poniéndome en pendiente y me deslicé hacia abajo hasta quedar
colgando de las ataduras por mis tobillos. Mi cabeza colgaba sobre el extremo del colchón de
PVC y miré hacia el comedero de cobre mientras los guardias salían de la habitación nuevamente.
"Última oportunidad para hacer esto fácil", ofreció el padre como si no tuviera a su único
hijo atado a una puta cama BDSM preparándolo para el submarino.

a él.
No había manera de que le diera esa respuesta, no.

No importa lo que me hizo, así que le ofrecí algo más en su lugar.
Algo que sabía que destruiría todas las ilusiones que alguna vez había tenido sobre
mí y el hombre en el que había tratado de tallarme con cada acto despiadado de
paternidad que me había otorgado.
Le escupí, la saliva cayó sobre su mocasín perfectamente pulido y en realidad
haciéndolo estremecerse. Por primera vez, vi su compostura perderse cuando su
rostro se arrugó con rabia y disgusto, pero la visión me fue robada cuando dejó
caer la toallita sobre mi cara.
Apenas tuve un momento para respirar antes de que el agua helada cayera
sobre él y luché contra el impulso de sacudirme y agitarme mientras contenía la
respiración y trataba de esperar.
Mis pulmones ardían, mis ojos se cerraron con fuerza y las esposas en mis
muñecas y tobillos mordieron mi piel sin piedad. La sensación de ahogarme era
casi abrumadora y cuando no tuve más remedio que intentar respirar, la
sensación hizo que el pánico me atravesara el pecho.
Pero no me inmuté. No me golpeé ni grité ni supliqué. yo no lo hice
romper. Y yo no lo haría. No importa lo que hizo para intentar obligarme.
Yo era el maldito Santo Memphis. Nací del diablo y fui arrojado
la forma del infierno. Nunca había aprendido a inclinarme y me negaba a inclinarme.
Lo único que atravesaría mi voluntad era la muerte misma. Y si eso viniera para
mí, lo agradecería. Porque mis labios nunca se separarían de este secreto y
Nunca cedería ante esta bestia que me retenía.
Hubo un tiempo en que Troy Memphis me dominaba con miedo y la patética

necesidad de complacerlo. Pero ahora la única que tenía dominio sobre mí era una
chica con un corazón demasiado puro y un alma demasiado buena para mí. Nada más
en este mundo podría tocarme ahora que era su criatura. Y soportaría cada uno
y cada anillo del infierno si eso fuera lo que fuera necesario para devolverme a su lado.
El gilipollas del guardia que me había golpeado me arrastró detrás de Karen y me
empujó a una habitación con un símbolo en la puerta que parecía una especie de rueda. La
pena atravesó mi pecho sobre Kyan y comencé a girar en espiral mientras intentaba no
desmoronarme por completo. Había visto esa bala atravesarlo, lo había visto caer y había
escuchado el crujido cuando su cabeza chocó contra el suelo, había visto la forma en que
se había quedado tan quieto. Demasiado quieto. Era exactamente el aspecto que
tenía mi padre cuando murió. Estaba en shock, incapaz de procesar completamente lo
que había sucedido mientras luchaba por no perder el control. Porque si lo hiciera, nunca
volvería con mis hijos.
Lágrimas silenciosas corrieron por mis mejillas mientras mi corazón era partido
sobre Kyan, dejándolo ensangrentado y en carne viva, el dolor era demasiado cegador para
soportarlo. Tuve que luchar por él. Porque él habría arruinado el cielo y el infierno si
hubiera sido yo quien estuviera en su lugar. Entonces haría eso por él. Encontraría
un fragmento duradero de fuerza en mi alma al que aferrarme y terminaría esta guerra por
mi dios entintado. Y cuando todo terminó, me dejé romper y sufrir a raíz de su ausencia
hasta que no quedó nada de mí.

Había asientos elevados frente a una cortina roja dentro de la habitación y estaba
Empujado hacia uno mientras Karen permanecía de pie.
"Gracias, Raúl, ya puedes ir a deshacerte del cadáver", dijo secamente y un sonido de dolor
absoluto me abandonó antes de perder el control, arremetiéndome hacia ella, queriendo
destrozarla con mis propias manos en el nombre. de Kyan.
Agarró una pistola del interior de su túnica y movió su dedo hacia el
gatillo mientras me apuntaba, haciéndome detenerme. “Puedes ser importante, niña, pero si
peleas conmigo te aseguro que dispararé. Así que siéntate”.
El guardia se fue y yo apreté los dientes, mirando el arma y calculando el riesgo de atacarla,
tratando de quitársela de la mano y apuntándola contra ella.
Si se acercaba lo suficiente y era lo suficientemente descuidada, tal vez tendría una oportunidad.
Pero no podía revelar que esa era mi intención, así que la miré a los ojos y me dejé caer en mi
silla como si estuviera admitiendo la derrota. Pero diablos si lo fuera. Luché por calmar el
temblor de mis manos mientras pensaba en Kyan y me dolía su pérdida. Quemaré el mundo por
ti, mi oscuro pecador, el fuego arderá tan brillante que lo verás dondequiera que estés.
"Sé que esto es mucho para asimilar", comenzó.
"Puedo manejarlo", dije con amargura. “¿Eres mi madre? Claro, tal vez lo seas. ¿Crees que
eso te hace ganar algo conmigo? Porque no es así. En lo que a mí respecta, no tengo madre”.
"No te abandoné, Adriana", me cortó, y yo hice una mueca ante eso.
nombre. “Pero si crees que me importa lo que pienses de mí, estás equivocado. Os di una
oportunidad hace mucho tiempo, tanto a ti como a tu hermana. Pero vi en lo que te habías convertido.
"¿Una oportunidad?" Me burlé. "¿Cuándo fue eso entonces?"
“Finalmente te encontré. Me llevó años de búsqueda, pero localicé a su padre y los seguí a
todos hasta un centro comercial en Atlanta. Cuando os dejó en una tienda de ropa, vine a hablar con
vosotros dos. Para ver si te acordaste de mí,

para ver para qué tipo de personas te había criado. Tenías diez años y Josie
Tenía trece años”.
"Ese no es su nombre", gruñí, odiando que su historia sonara vagamente familiar.

Recordé que mi papá nos hizo salir de ese pueblo cuando yo realmente quería
quedarme. Tener que dejar atrás a mi amiga Elle sin previo aviso.
¿Sabía que Karen nos había localizado? “Su nombre era Jessica”.
Ella agitó una mano con desdén, la irritación brilló en sus ojos. “Ustedes dos estaban
plagados de la influencia de su padre. No te había criado como esperaba. Eran sólo
peones de la sociedad, como cualquier otro niño en los Estados Unidos”. Ella se burló con
disgusto, levantando un poco el arma y haciéndome moverme en mi asiento.
“Entonces supe que era demasiado tarde para salvarte de él, que siempre me verías
como el lobo feroz. Tu padre os arruinó a ambos y luego fue y mató a uno de vosotros.
Ella sacudió la cabeza
irritación.
"No hables así de él", espeté, con la sangre calentándose. "Él

estaba tratando de protegernos. Eso fue todo lo que hizo”.
"Oh, sí", dijo burlonamente. “Vi lo asustado que estaba. tuve mi
La gente lo mira por un rato, enseñándote todas esas tonterías de los preparativos.
¿Y sabes por qué hizo eso? Ella se acercó y me miró por encima del hombro. “Porque
me tenía miedo. De lo que era capaz de hacer. De mi poder”. Dijo la última palabra con
reverencia en su tono y eso me hizo odiarla con una pasión feroz. “Él había visto detrás
de la cortina. Sabía que el mundo podía caer en cualquier momento por culpa de mis
inventos y los de mis amigos. Así que trató de prepararos a ti y a tu hermana para el fin
de los días.
Él te hizo sentir miedo. Él te hizo débil. Te vacunó contra cualquier virus que pudo en
caso de que ese fuera el que terminara en el mundo. Si hubieras estado a mi lado, del lado
del verdadero poder, nunca habrías tenido miedo ni un día de tu vida”.
"Mi papá no me debilitó", siseé. “Él me hizo fuerte. Mucho más fuerte que tú”.
Ella chasqueó. “No sabes nada de la fuerza real. tengo todo el pais
sobre hilos de marionetas. Puedo hacer la gran caída y el pequeño ascenso.
Soy una diosa, Adriana. Y tú también podrías haberlo sido”.
Me levanté de mi asiento con los dientes al descubierto y Karen levantó el
arma para apuntarla entre mis ojos. “Te dije que no usaras ese nombre”, le advertí.
“Soy Tatum Ríos. La hija de Donovan Rivers. No soy tuyo, soy suyo”.
"Siéntate y escúchame", ladró. Dudé antes de obedecer, la oscuridad en sus
ojos me decía que realmente apretaría el gatillo si fuera necesario. Y yo no era
bueno para mis hijos muertos. “Ese ni siquiera era su verdadero nombre, triste
tonto. Entonces, si eres suyo, entonces perteneces a un hombre muerto con una
identidad falsa”, se rió fríamente y mi respiración se volvió frenética, aunque era
demasiado orgullosa para exigir saber su verdadero nombre. Porque no importaba.
Él era mi papá. Él era Donovan al igual que yo era Tatum y Jess era Jess.
Éramos la familia Rivers y esta perra no formaba parte de ella.
"Está muerto por mi culpa, ¿sabes?" ella continuó con un triunfante
Sonrió en su rostro y el dolor y la rabia se derramaron por mi pecho. No
dije nada, conteniendo mis emociones como papá me habría ordenado, esperando
el momento oportuno para atacar. La dejaría hablar hasta que tuve esa arma y le
planté seis balas en el cráneo. “Le preparé, hice que la Compañía Apollo le
enviara una carta para ofrecerle un trabajo allí, una empresa de mi propiedad.
Había estado trabajando en un virus que sería un arma biológica excepcional. Uno
que acabaría con los débiles y permitiría que los fuertes se levantaran. Pero cuando
tu padre se mudó cerca del laboratorio de California, vi una oportunidad de
vengarme de él. Aceptó, por supuesto, considerando el alto salario incluido en
el paquete, pero luego, años después, ese imbécil fue y te dio una vacuna a
medias contra el maldito virus Hades.
Toda su cara se arrugó como si Jess le importara un carajo y la bilis subió a mi

garganta.
"No te quedes ahí y pretendas que ella significa algo para ti", gruñí.
El dolor brotó en mí porque esta perra era responsable del mismo virus que había
matado a mi hermana. “He visto lo que hace gente como usted en Royaume D'élite.
Conozco el dolor que causas, la sangre que derramas. No eres capaz de amar a
nadie más que a ti mismo”.
“Estás equivocado”, dijo con emoción en sus ojos. “Te amaba y
Josie más que nada en el mundo. Pero has sido envenenado por la sociedad.
Ya es demasiado tarde para que seas como yo”.
"Preferiría morir antes que ser como tú", escupí, disgustado por la mera
prospecto.
Sus ojos se oscurecieron y movió el arma que tenía en la mano como si quisiera
dispararla. Pero ella no lo hizo. “Supongo que al final los castigué a todos. Quizás te
merezcas el destino que te espera, Tatum. Quizás te enseñe el valor del poder.
Porque ahora lo tienes todo en tus venas”.
“¿Te refieres a la vacuna?” Gruñí.
"Sí", suspiró. “Después de que engañé a tu padre para que robara el virus
y la nueva vacuna de su propio laboratorio y al entregárselas a uno de los
contactos de Troy, Mortez, pronto quedó claro que la vacuna no era del todo
efectiva. Pero no fue un fracaso total. Las cámaras de seguridad lo captaron y listo, el
mundo entero tenía un nuevo enemigo. Un enemigo que hice de él”, ronroneó. "En
sus últimos días, fue odiado por todos, se demostró que era el débil que era"
"¡Mi padre no era débil!" Rugí y ella dio un paso adelante, presionando el arma
contra mi muslo.
“Puede que te necesitemos, niña, pero no te necesitamos a todos. Cuida tu tono
o comenzaré tu castigo ahora”.
“¿Qué castigo?” siseé.

Ella comenzó a sonreír y respiré profundamente para evitar abalanzarme sobre ella.
para ella, manteniendo mi cabeza nivelada, preparándome para mi próximo
movimiento. Pero era casi imposible permanecer en ese lugar tranquilo dentro de mí.
Porque esta perra había sido la causa de todo esto. Ella fue responsable de la muerte
de mi padre, la razón por la que yacía en cenizas en una caja, la razón por la que nunca
volvería a abrazarme, la razón por la que nunca escucharía su voz ni sentiría su tacto. Se
fue por culpa de esta mujer atroz. Y me aseguraría de que se desangre a mis pies al final
de esta noche.
"Tenemos hasta la mañana antes de que lleguen mis hombres para llevarte a nuestro nuevo laboratorio.
en las montañas para que podamos reiniciar nuestro trabajo en la creación de

una vacuna. No podía creerlo cuando Troy te descubrió y el secreto que guardas. El
destino le llevó a toparse con su propio hijo y regalarle el juego. Me parece bastante
divertido que el mismo lugar donde tu padre intentó esconderte me llevó a encontrarte
de nuevo. Y qué agradable sorpresa fue tu sangre milagrosa. Supongo que, después de
todo, tu padre hizo algo que valió la pena”.
Mi respiración se hizo pesada cuando mis dedos mordieron mis palmas. "No soy
"Ir a algún maldito laboratorio otra vez".
"Vas a. Y sangrarás por nosotros en pago por la arrogancia de tu padre”,
dijo, sonando decepcionada. "Troy estaba bastante furioso cuando te rescataron de
su laboratorio la primera vez, así que tomaremos medidas para asegurarnos de
que eso no vuelva a ser posible".
“¿Qué medidas?” Escupí.
Tiró de una cuerda al lado de las cortinas y estas se retiraron, revelando un balcón que
daba a una gran habitación con dos enormes cruces de madera colocadas una al lado de
la otra. Nash y Blake estaban atados a ellos, desnudos hasta quedar en bóxers, con
los brazos y las piernas asegurados contra el suelo.
X de madera. Nash tenía una cruz roja brillante pintada en el pecho y Blake tenía una azul,
señalándolos como maldito ganado.
"¡No!" Jadeé horrorizado y salté de mi asiento mientras la música sonaba a todo volumen.
desde algún lugar debajo.
La ira y el miedo se arremolinaban en sus ojos mientras luchaban contra sus
ataduras, pero no pensé que pudieran verme con los focos brillando en sus ojos, haciendo
que mi corazón se retorciera en un nudo de terror. "BlakeNash!" Grité y sus ojos se abrieron
mientras luchaban con más fuerza para liberarse, gritando mi nombre en respuesta.
"¡Déjalos ir!" Grité, girándome hacia Karen, a punto de abalanzarme sobre eso.
arma cuando se abrió la puerta y los otros Grandes Maestros entraron en la sala,
tomando asiento para ver el espectáculo, aunque Troy no estaba entre ellos. Un guardia
se acercó detrás de mí con la mano apoyada en una ametralladora en su cadera y me
hizo un gesto con la cabeza para ordenarme que me sentara.
"Es un mundo donde se comen perros, Tatum", dijo Karen con frialdad, tomando
asiento justo cuando el guardia me empujaba a su lado. "Y prefiero ser un pitbull que un
chihuahua".
“Si les haces daño, te haré tanto daño que me suplicarás la muerte”, le dije.
Maldije, el miedo me atravesó en una ola abrumadora.
Karen me sonrió cruelmente. "O tal vez cuando estén muertos y aceptes que nadie
volverá a venir a salvarte, te darás cuenta de que nunca tuviste la oportunidad de
apoderarte de un palacio de dioses".

El sabor a sangre inundó mi boca desde mi labio roto, y escupí un fajo al suelo mientras entrecerraba
los ojos ante las luces brillantes que apuntaban directamente a mi maldita cara.
Mis músculos se tensaron cuando intenté levantar una mano para protegerme los ojos, pero el
La sujeción en mi muñeca me detuvo.
La cruz gigante a la que me habían atado era áspera y dura contra mi columna.
y las esposas de metal que sujetaban mis muñecas cortaron mi piel dolorosamente. Mis pies apenas
tocaron el suelo y murmuré maldiciones mientras me resbalaba un centímetro, haciendo que las
esposas me mordieran las muñecas con una porción de agonía.
"¿Nash?" Blake llamó desde mi derecha y yo gruñí, todavía entrecerrando los ojos hacia el
luz mientras intentaba distinguir las figuras en la habitación más allá. Tatum estaba allí en alguna
parte, la había oído, estaba segura de ello.
Pero las figuras eran poco más que siluetas confusas a la luz de la luz.
Brillaba tan intensamente que era imposible poner rostros a los hombres que estaba jurando
matar.
"¿Dónde está Tatum?" Grité, con la garganta áspera por la cantidad de veces que había gritado
esas palabras en el cuarto oscuro durante la última media hora mientras estábamos
Me han dejado aquí atado así. “¿Está ella ahí arriba?” Entrecerré los ojos hacia el
balcón, pero no sirvió de nada, las luces eran demasiado brillantes.
Todavía no obtuve ninguna respuesta. No nos habían dicho ni una sola palabra.
desde que nos arrastraron lejos del cuerpo de Kyan y nos arrastraron aquí, atados
como un par de sacrificios paganos y dejados esperando hasta ahora.
El dolor de su pérdida fue como un fragmento de hielo clavado en mi corazón y no sabía
cómo manejarlo. Era mi hermano, mi amigo más querido, mi familia.
"Hagan sus apuestas", gritó un hombre cuando una puerta se abrió en algún lugar detrás.
Yo y yo maldijimos porque mi posición me hacía imposible girarme y verlo.
Lo máximo que pude hacer fue encontrar la mirada de Blake mientras luchaba contra
las ataduras que lo sujetaban a su propia cruz, su cabello oscuro derramándose sobre sus
ojos y pegándose a su sien, donde la sangre goteaba por su rostro desde una herida en la
línea del cabello.
Había una gran cruz azul pintada sobre su pecho desnudo y miré la cruz roja que
habían pintado en la mía, preguntándome qué jodidos juegos habían planeado para
nosotros.
Kyan nos había contado las historias sobre las cosas que hicieron en Royaume
D'élite y no tenía ninguna duda de que esto probablemente terminaría muy mal para
nosotros si no lográbamos escapar.

"¿Rojo o Azul? Últimas apuestas ahora", gritó el hombre y el sonido de algo
que se movía por el piso de madera me llegó justo cuando apareció a la vista, empujando
lo que parecía una ruleta en su lugar entre Blake y yo en un carro grande.
La parte inferior del carrito tenía un estante lleno de varias cosas y conté un
cuchillo, un martillo, una sierra para metales y un atizador entre ellos antes de que él
entrara en mi línea de visión y bloqueara mi vista.

"Vámonos", exigió Blake furiosamente, haciendo sonar las esposas de metal que sujetaban
sus manos en su lugar como si estuviera deseando liberarse de ellas y matar a este hijo
de puta aquí y ahora. Entonces seremos dos.
"Vas a desear la muerte antes de que te la dé", gruñí.
El hombre nos ignoró, sacó una bola plateada de su bolsillo y la sostuvo.
antes de hacer girar la rueda y lanzar la pelota hacia adentro.
El sonido de voces aclamando sonó más allá de las luces y entre todos ellos, me pareció
escuchar la voz de Tatum alzada de miedo, gritando mi nombre.
Pero saber que estaba cerca no me consoló en nada, porque si ella estaba aquí entonces
estaba en peligro. Y no pude ayudarla.
La pelota repiqueteó en la rueda y me encontré conteniendo la respiración junto con
la multitud mientras esperaba que se detuviera.
"El ganador es... ¡Azul!" anunció el hombre. "¡Pago de bonificación a cualquiera que tenga
picana para ganado!"
¿Qué carajo acaba de decir?
La multitud aplaudía de nuevo, algunos abucheaban porque habían perdido, pero en
general había mucho ruido. Vi como el imbécil se inclinaba y hurgaba en el fondo del carro
antes de levantarse de nuevo con una floritura, sosteniendo una larga picana metálica para
ganado y accionándola.
arriba.
Caminó hacia Blake mientras yo gritaba maldiciones a su espalda y las esposas de
metal cortaban mis muñecas con tanta fuerza que derramaban sangre mientras yo luchaba por
escapar con aún más determinación.
"Jódete, cerdo feo, hijo de puta", escupió Blake medio segundo antes de que el imbécil le
golpeara el estómago con la picana.
Le rugí mi furia mientras la columna de Blake se arqueaba, sus músculos se tensaban con
el dolor mientras mordía cualquier ruido que escapaba de sus labios en respuesta al shock
y la multitud aplaudía el juego.

Mi rabia me cegó mientras luchaba y luchaba, mis músculos se flexionaban y mi
La sangre le palpitaba con el deseo desesperado de liberarse y destruir cada monstruo
en esta habitación.
Cuando me calmé lo suficiente como para prestar atención, la pelota ya estaba volando.
Alrededor del volante otra vez y Blake estaba jadeando en sus ataduras, sus ojos ardían
de dolor y furia.
"¡Rojo!" El hombre lloró de emoción y lo primero que sentí fue alivio de que al menos
esta vez era yo y no mi hermano. Tomaría cada una de estas pérdidas antes que ver sufrir a
alguien que amo. "¡La marca!"
Mis ojos se abrieron cuando él sacó una marca de metal del carro y el
La multitud cantó anímicamente mientras él se acercaba para calentarlo en el fuego.
La furia me atravesó junto con la más paralizante sensación de inutilidad. No
pude liberarme de esto. No pude escapar. Y supe que este juego no terminaría simplemente.
Seguían jugando, haciendo girar la rueda y eligiendo entre Blake y yo mientras la tortura
empeoraba hasta que uno de nosotros moría. Ahí era donde se ganaba el verdadero dinero.
Estaban apostando sobre quién sobreviviría más tiempo. Y de cualquier manera yo iba a ser
el perdedor. No sólo porque este sería mi fin y el de Blake también. Pero como sabía que en
algún lugar cercano, Tatum me necesitaba. Ella me necesitaba y yo no podía ir por ella.
Estaba sola después de que todos habíamos prometido que eso nunca sucedería. Y si los
Guardianes de la Noche encontraron su fin aquí, entonces cada juramento que hicimos
habría sido en vano. Y la idea de ese fracaso me dolió mucho más que cualquier tortura.
El hombre se acercó de nuevo, con la marca brillante y caliente con el símbolo
Royaume D'élite de una letra R dentro de un anillo de fuego extendida ante él.
Apreté los dientes antes de que él lo presionara contra mi muslo, mordiéndome
lengua mientras un rugido de dolor se acumulaba en mi garganta y el olor a piel quemada
navegaba debajo de mi nariz.

Era una agonía como nunca antes había conocido, cegadora e

interminable, y mucho peor por el hedor a fracaso que la acompañaba. Porque
me lo merecía. Me lo merecía todo si no podía llegar a ella. Si ella sufrió
por mi fracaso entonces me debían esto y más. Y como el dolor casi me
robó el sentido de mí mismo, eso fue todo a lo que pude aferrarme.
Nuestra chica nos necesitaba. Y no íbamos a venir.
Nunca terminaba. Este torrente constante de frío helado que hacía que mis pulmones
ardieran con los fuegos del infierno.
Mis músculos se tensaron y tensaron contra las esposas que me mantenían allí, en
una puta cama sexual que realmente esperaba que hubiera sido limpiada a fondo, mis
bíceps se hinchaban hasta el punto de sentir dolor mientras intentaba liberarme de esto.
tormento.
Dentro de mi cabeza no había nada más que ruido blanco y las imágenes que había
sellado de ella. Labios calientes en mi carne y los ojos más azules que jamás haya visto
mirando directamente a mi alma ennegrecida, viéndome por completo y
encontrándolo suficiente. Encontrarlo digno. Imposible y sin embargo cierto.
Eso fue todo. Todo lo que me quedaba en la oscuridad. Dolor y pánico, miedo y miseria.
y ella. El resto palideció hasta convertirse en insignificante. Porque cada vez que
comenzaba a formarse una grieta en mi carne, ella estaba ahí para calmarla. Ella estaba allí
para susurrarme aliento al oído. Ella estaba allí para sacarme de la oscuridad. Yo era su
demonio y sólo me rompería por ella.
No este monstruo. Nunca más.
El agua helada me hizo temblar violentamente mientras me sacudía y luchaba.

pero nunca hice ningún sonido. Ni uno.
El chorro de agua se detuvo, la toallita que había sido enyesada
A través de mi cara fue liberado y miré la cara de mi propio infierno personal mientras él me
miraba por encima de la nariz. Sin duda pensó que esta posición era apropiada. Aquí estaba yo
debajo de su talón. Debajo de el. A su merced.

Bajo su control.
Pero ya llevaba mucho tiempo luchando por recuperar el control de él.
Más de lo que jamás podría comprender por completo. Lo había estado robando el día que llevé
ese coche de juguete a España cuando era sólo un niño pequeño. Lo reclamaba cada vez que
seguía mi rutina o tocaba el piano. Había música en mi alma que él nunca podría destruir, corriendo
más espesa que la sangre en mi

venas.
Jadeé, incapaz de evitarlo mientras me ahogaba el aire y mis pulmones sufrían espasmos.
Con dolor, puntos negros bailando ante mis ojos mientras luchaba por quedarme.
consciente.
"¿Dónde están las vacunas?" preguntó mi padre simplemente, alisando su
La manga de la camisa, como si las gotas de agua cayeran sobre su ropa, eran el mayor
problema en la habitación en este momento.
Estaba jadeando dentro y fuera, mi respiración se volvía agitada. No había forma de ocultarlo
mientras mi garganta en carne viva y mis pulmones enojados luchaban por respirar y lo rechazaban
con la misma fuerza. Todo dolía. Dentro de mi cuerpo, dentro de mi cabeza. Estaba delirando,
mi cerebro estaba invadido por demasiado y muy poco y aun así esa maldita pregunta fue todo lo
que me hizo.
Lo miré a los ojos, le dejé ver lo jodidamente poco que pensaba en él, lo poco que me
importaba que él hiciera esto. Le dejé ver que no me rompería y supe que lo entendía.
Sus labios se torcieron con lo que estaba seguro era orgullo y me alegró decir que no lo quería.
No quería su orgullo ni su desprecio, su amor

o su odio. No quería nada de él aparte de su muerte. Y si sobrevivía a este intercambio,

se lo entregaría en bandeja de plata.
La toallita cayó sobre mi cara nuevamente y mi pecho se apretó con pánico
anticipando lo que sabía que iba a suceder cuando gotas de agua helada cayeron de
mi cabello al abrevadero debajo de mí mientras lo escuchaba recoger el agua
de nuevo en los cubos.
Aunque soportaría esto. Lo soportaría por mis hermanos y por la mayoría.
Sobre todo lo soportaría por ella.
El agua cayó sobre mí y dentro de mi cabeza estaba gritándole.

La parte superior de mis pulmones incluso mientras ardían, tosí y jadeé
incontrolablemente. Pero ningún sonido salió de mis labios en protesta por el tratamiento.
Ninguno lo haría. Yo moriría primero.
En la oscuridad la busqué de nuevo y casi podía saborearla en mis labios, sentir el

roce de su suave piel contra las yemas de mis dedos. Eso era todo lo que necesitaba
para encontrar fuerzas mientras continuaba la tortura. Era todo lo que necesitaba
para superar cualquier cosa.
I.
Haría.
No.
Romper.
Esto no era oscuridad eterna. No había una luz al final del túnel ni un cielo lleno de Tatums desnudos
rogando por mi polla. No había nubes blancas y esponjosas ni siquiera las puertas ardientes del infierno.
No. La muerte para Kyan Roscoe se sintió muchísimo como estar atrapada en una tina de
agonía abrasadora mientras un dolor inimaginable se disparaba a través de mi costado izquierdo y el
sonido de All The Small Things de Blink182 asaltaba mi

orejas.
Aunque dudaba seriamente que esa fuera la banda sonora del infierno y obtuve la
Sintiendo que podría ser algo un poco más visceral cuando escuché la letra y me devolvieron a la
realidad.
La parte posterior de mi cráneo golpeaba como un maldito tambor y tenía que asumir que lo
había golpeado muy fuerte, pero no podía permitirme el lujo de prestar atención a mis heridas en
este momento. Necesitaba apartarlos y descubrir qué carajos estaba pasando.
Mis ojos se abrieron de golpe y respiré entrecortadamente mientras entrecerraba los ojos hacia mi
alrededores, observando las láminas de plástico transparente sobre las que estaba acostado
sobre el frío suelo de piedra. La luz del techo era brillante y retumbaba en las paredes de azulejos
blancos y vi una pequeña calcomanía de un caballito de mar grabada en ellas. No había caballitos de
mar en el infierno. Hecho. Los calamares claramente residían con el diablo, pero había
No había ninguno de ellos a la vista. Entonces definitivamente no estaba muerto. De hecho, parecía
como si estuviera en un baño decorado de forma insípida.
Un hombre tarareaba la música que salía de un altavoz portátil en equilibrio sobre el inodoro
y giré la cabeza lentamente justo cuando él vertió un gran barril azul de líquido en la bañera, dándome
la espalda mientras trabajaba. Entrecerré los ojos ante otro barril que yacía de lado a sus pies, leí la
etiqueta y apreté los dientes al darme cuenta de que este hijo de puta estaba sirviendo
darme un baño ácido.
Pues que se joda. No trabajé tan duro para pintar mi carne con tinta sólo para disolverlo todo en
una puta tina de ácido sulfúrico como un gángster fracasado a medias.
Me puse de costado y respiré profundamente mientras el dolor de la bala
La herida me clavó como un puro disparo de fuego del infierno. Afortunadamente, Blink182 eran
lo suficientemente fuertes como para ahogar el sonido que hacía yo empujándome sobre mis manos
y rodillas mientras gruñía contra el dolor en mi carne.
El imbécil se giró ligeramente y me quedé quieto, esperando que él me viera, viniera hacia mí,
intentara acabar conmigo, pero no lo hizo. Simplemente se inclinó para verter las últimas gotas de
su barril de ácido y me ofreció una vista de su perfil. Eso era todo lo que necesitaba para reconocer
al hijo de puta que había puesto sus manos sobre mi chica y llenarme de una cegadora necesidad de
venganza.
Me puse de pie y un gruñido furioso se me escapó cuando casi me desmayé.
del dolor en mi cuerpo, pero me negué a dejar que eso me detuviera.
El pendejo se giró con un grito de alarma, sacando un arma de su cinturón.

Medio segundo antes de que chocara con él.
Mi peso lo envió contra la pared al lado de la bañera y agarré la muñeca de la mano que sostenía
su arma, estrellándola contra las baldosas con un rugido furioso.

Lanzó un puñetazo directo a mi costado, la agonía me desgarró mientras golpeaba.
mi herida de bala y las estrellas cobraron vida ante mis ojos mientras la oscuridad
cubría mi visión. Oblivion me llamó y le dije que se fuera a la mierda, lanzando mi frente
hacia adelante y rompiéndole la nariz, causando que la sangre salpicara mi cara.
Le di un puñetazo en el estómago y le golpeé la muñeca contra las baldosas de
nuevo, lo que le obligó a soltar el arma, que se deslizó por el plástico.

hoja.
Envolví mi otra mano alrededor de su garganta, pero su puño se estrelló contra mi
lado una y otra vez y el dolor era tan cegador que de alguna manera me encontré cayendo,
mi trasero golpeó el borde de la bañera y casi caí hacia atrás.

en ello.
Por algún acto de Dios, o del diablo, o simplemente por pura suerte, logré agarrarme del
borde de la bañera, mi bota golpeó su pecho mientras él se abalanzaba hacia mí y lo alejaba de
mí nuevamente.
Me tambaleé tras él, la sangre salpicó la lámina de plástico mientras filtraba cosas peores.
que un grifo defectuoso, pero eso no importaba ahora. Lo que importaba era terminar
esto antes de que mi cuerpo se rindiera y terminara tomando un baño del que nunca saldría.
Me alejé de la bañera, tosiendo cuando el olor ácido se atascó en mi garganta y agarré
algo de la parte superior del inodoro para aplastarle la cabeza. Desafortunadamente, fue un
jodido rollo de papel higiénico el que rebotó en su cara cuando se abalanzó sobre mí con un
maldito cuchillo de caza.
Tampoco cualquier cuchillo: ese era mi bebé, y me estaba atacando como una puta de dos
tiempos.
Me agaché a un lado mientras él blandía la cuchilla hacia mi garganta, la parte
posterior de mis rodillas golpeó el inodoro y me hizo caer hacia atrás para sentarme sobre la
tapa cerrada y hacer volar el altavoz.

Agarré el portaescobillas que estaba a mi lado y logré aplastarlo contra un lado de su cabeza
mientras se abalanzaba hacia mí de nuevo, el lado del cepillo de mierda le golpeó la cara y lo hizo
maldecir mientras tropezaba hacia un lado.
Mi cuerpo me gritaba que parara, pero lo ignoré. Ningún cabrón le dijo
Me preguntó qué hacer cuando tenía la mente puesta en algo, ni siquiera en mi propio maldito
cuerpo, y le golpeé el estómago con el hombro, tirándolo al suelo. El cuchillo se deslizó por la lámina
de plástico y el tonto hijo de puta se abalanzó sobre él, alejándose rodando de mí y exponiéndome
la espalda.
Me lancé tras él, la sangre manchó el polietileno de
mi herida y empapando mis jeans mientras pintaba todo de rojo.
Caí sobre él. Literalmente me caí porque estaba bastante seguro de que me había desmayado otra vez.
por un momento mientras un rayo de agonía me atravesaba tan fuertemente que me dejó sin
aliento. Pero en el momento en que parpadeé para apartar la oscuridad, mi mano estaba apretando
su cabello y golpeé su rostro contra las baldosas.

debajo de nosotros.
Alcanzó el cuchillo mientras su sangre volaba, sus dedos rozando contra
la empuñadura mientras yo golpeaba su cabeza hacia abajo una y otra vez.
En el cuarto golpe, la tensión desapareció de sus extremidades y contuve el aliento a través
del dolor que me consumía, luchando por ponerme de pie mientras él se retorcía en el suelo.
Sus dedos todavía estaban tocando el cuchillo y lo aparté de una patada, maldiciendo.
el movimiento antes de apretar los dientes y levantarlo frente a mí.

a mí.
Lo empujé hacia la bañera y él volvió en sí mientras le hacía tomar un
pasa por encima del plástico resbaladizo. Me lanzó un codazo, pero en ese momento yo estaba
listo para él, bloqueando el golpe con mi antebrazo y pateando el

detrás de sus rodillas.
Gritó mientras se estrellaba contra el costado de la bañera, sus manos agarraban
el borde mientras yo intentaba obligarlo a acercarse.
Por un momento, pareció que mis fuerzas se acabarían y volvería a caer bajo sus
desesperados intentos de escapar de mí. Pero luego cerré los ojos, la visión de él
dándole un revés a mi chica pasó por mi memoria y una bestia furiosa y vengativa
despertó en mi alma.
Con un rugido de esfuerzo, agarré la parte de atrás de su camisa y lo arrastré hacia
arriba y por encima del borde de la bañera, sus gritos parecían la canción más dulce del
mundo cuando vio la inevitabilidad de su destino viniendo hacia él y cayó de bruces.

el baño de ácido.
Salté hacia atrás cuando el líquido salpicó a su alrededor, evitando de alguna manera
cada gota y comenzó a patear y agitarse, desesperado por volver a salir antes de que
fuera demasiado tarde. Pero ya era demasiado tarde.
Me resbalé en la sangre que cubría la lámina de polietileno, pero logré mantenerme
erguido antes de arrancarla del suelo y sostenerla entre mí.

y el baño.
Mientras el imbécil se ponía de pie, me estrellé contra él, tirándolo de nuevo al ácido
y logrando colocar una mano en la parte posterior de su cabeza mientras lo obligaba a

sumergirse bajo la superficie.
Él pateó y se resistió, pero yo mantuve mi peso sobre él, la lámina de plástico
protegiéndome del ácido mientras silenciosamente agradecía a Niall por enseñarme
sobre mierdas como esta. El polietileno era inmune al ácido sulfúrico, al menos a corto plazo.
¿Pero el cuerpo de este tipo? No tanto.
Finalmente dejó de patear y tropecé hacia atrás, cayendo sobre mi trasero mientras el
La energía fue absorbida de mis extremidades, mi corazón acelerado y la oleada de adrenalina
que me había mantenido adelante durante tanto tiempo se desvaneció ahora que había ganado.
Pero no podía permitirme desmayarme otra vez. Por un lado, mi niña y mis hermanos
me necesitaban. Y por dos, estaba bastante seguro de que me desangraría pronto.

si no hiciera algo para detener la fuga de este maldito agujero en mi costado.
Con un gemido de dolor, me arrastré hacia el fregadero y logré usarlo para
levantarme. Había un espejo colgado encima y me miré, tomando nota de lo jodidamente pálida
que me veía debajo de la sangre que cubría mi piel antes de arrancarme la camisa arruinada.
Miré el pequeño y redondo agujero en mi costado mientras la sangre corría libremente y
apreté mi camisa para presionarla. Me volví, buscando una herida de salida en el espejo, pero no
encontré ninguna. Entonces el pequeño cabrón de metal todavía estaba allí. Bien. Yo
tampoco iba a sacarlo yo mismo. Sólo necesitaba detener la hemorragia el tiempo suficiente para
ayudar a las personas que amaba.
Me di vuelta y miré alrededor del baño manchado de sangre, viendo una bolsa al lado.
la puerta y cojeando hacia ella. En el interior, encontré las armas que nos habían quitado cuando
fuimos capturados, y la comisura de mi boca se elevó en una sonrisa mientras tomaba el
soplete del medio de las armas antes de girarme para buscar mi cuchillo.
Había terminado en una esquina y tropecé hacia él con más gruñidos de
dolor. Juro que el agujero de bala del bastardo dolió más ahora que mientras luchaba por mi
maldita vida.
Logré agarrar el cuchillo y besarlo por permanecer fiel a mí antes.
Regresando a mi lugar junto al fregadero.
Esto iba a doler muchísimo.
Encendí el soplete y levanté la hoja de mi cuchillo hacia la llama, calentándolo y desinfectándolo
al mismo tiempo. Yo era prácticamente un cirujano en toda regla. ¿Quién necesitaba un título
sofisticado y años de formación?
Cuando la hoja estuvo lo suficientemente caliente, respiré profundamente, saqué la
Aparté mi camisa manchada de sangre del agujero de bala y apreté los dientes.
Ésta fue una de las peores o una de las mejores ideas que jamás había tenido.
Sin embargo, sólo hay una forma de saberlo con seguridad.
Estuve a punto de gritar cuando presioné la hoja ardiente contra mi carne, cauterizando
la herida y apretando mi mandíbula con tanta fuerza que me sorprendió no romperme un

diente.
Duele. No, al diablo con eso, el dolor no se acercaba a lo que se sentía. Era un
tipo exquisito de agonía reservada sólo para los demonios más repugnantes que residían en
las profundidades más profundas del infierno. Y debí haber sido uno de ellos porque
de alguna manera también me había ganado su dolor.
Aguanté todo lo que pude antes de que mis dedos pareciera que tenían espasmos
por su propia voluntad, el cuchillo se cayó de mi alcance y resonó ruidosamente en el
fregadero. Agarré el borde del lavabo de porcelana mientras jadeaba, mis ojos se
cerraron mientras esperaba que la agonía se desvaneciera y luchaba contra el impulso de
desmayarme nuevamente. El altavoz estaba reproduciendo Numb de Linkin Park ahora y no
pude evitar desear que un poco de entumecimiento me ayudara a superarlo.

este.
Pero no necesitaba eso. Tenía la mejor motivación del mundo para seguir
moviéndome, seguir adelante, seguir viviendo. Tenía el cabello que brillaba como la luz
del sol y no toleraría ni por un segundo que yo me quejara y cediera ahora.
Y no iba a decepcionarla.
Abrí los ojos, miré fijamente al espejo y miré la oscuridad en
ellos, viendo al monstruo en mí más claramente que nunca mientras me entregaba a
esa parte de mi alma y dejaba que se hiciera cargo. Mi mirada se posó en el agujero de la
bala y me complació descubrir que había detenido a ese cabrón en seco. No más sangre.
Lo que significaba que era hora de irse.
Respiré hondo, agarré mi cuchillo y me dirigí hacia la salida. La bolsa de armas era
demasiado para mi cuerpo debilitado y maldije mientras

Agarré un par de pistolas y las metí en la parte de atrás de mis pantalones antes de abrir la
puerta.
La habitación exterior estaba iluminada, aunque afortunadamente estaba vacía y pude verla.
Había una especie de sala de juegos con mesas de póquer dispuestas y sin usar.
Caminé a través del amplio espacio, tratando de escuchar más allá de los golpes.
de mi propio pulso a cualquier cosa que pudiera ayudarme a encontrar a los demás.
Me quedé sin aliento cuando crucé la habitación y tropecé.
antes de llegar a la puerta, chocando contra un panel en la pared que se abrió cuando me
levanté de nuevo.
Miré hacia el disyuntor y alcé las cejas mientras buscaba el interruptor principal.
Puede que estuviera muy jodido, pero seguía siendo un depredador. Y tuve que pensar que
cazaría mejor en la oscuridad.
Mis labios se torcieron cuando extendí la mano y accioné el interruptor, apagando las luces
y todos los demás elementos eléctricos del edificio de un solo golpe.
Me sumergí en la oscuridad y me reí para mis adentros, un sonido amargo y entrecortado
que era todo amenaza y nada de alegría.
Iba a por ellos ahora. Y Señor ayúdalos cuando llegué.
Suponiendo que hubiera llegado hasta ellos antes de que mi cuerpo se rindiera para siempre.
Me sumergí en la oscuridad y no perdí ni un segundo para actuar mientras me aferraba a
este momento de salvación potencial.
Me levanté de mi asiento, saltando en dirección al guardia, mis manos se cerraron
alrededor de su ametralladora mientras la furia trazaba una línea a través de mi pecho.
Puse mi dedo en el gatillo antes de que pudiera siquiera intentar detenerme, girando el
cañón hacia él a ciegas y apretando mi dedo.
Una explosión de disparos atravesó mis oídos y el hombre cayó con un grito agonizante
mientras la sangre caliente me salpicaba y fui arrastrado al suelo con él por la correa del
arma que estaba sujeta alrededor de su cuerpo. El sonido de gritos de pánico y gente
corriendo hacia la puerta me dijo que acababa de

segundos para actuar. Segundos para matar. Y no había ninguna posibilidad en todo
universo que estaba dejando escapar a cualquiera de estos cabrones asesinos.
Giré el arma en posición vertical lo mejor que pude y comencé a disparar en la
dirección por la que había venido, el rattattat de las balas taladrándome la cabeza
mientras el sonido llenaba el pequeño espacio e formaba una canción con los gritos gárgaras
de mis víctimas. La llamarada de fuego del cañón del arma los iluminó con una luz estroboscópica.
efecto cuando murieron, y sonreí mientras disfrutaba de esta maldita discoteca propia
creación.
Logré encontrar el clip de la correa y solté el arma del cuerpo del guardia mientras se
disparaban en mi dirección. Pero mantuve el dedo en el gatillo mientras rociaba a mis
enemigos con tanta muerte como esta arma podía.

entregue hasta que cese todo movimiento en la habitación.
Una sensación de ardor a lo largo de mi sien dijo que estaba más cerca de la muerte que
Me gustó y mientras la sangre se deslizaba por mi cara por el roce de la bala, la limpié.
lejos.
Me puse de pie, temblando en la oscuridad mientras buscaba algo que pudiera usar como
luz. Necesitaba estar seguro de que no había nadie más vivo en esta habitación. Que cada uno
de ellos ya no existía en este mundo.
Mi pie chocó contra un cuerpo blando y me agaché, buscando entre
sus túnicas y sacando un teléfono, mis oídos zumbaban fuertemente por los disparos.
Encendí la linterna y la alumbré sobre la masacre mientras mi corazón latía de manera
desigual. Nunca había matado a un nivel como este. Y por muy agitada que fuera mi respiración
y por muy sorprendida que estuviera por la sangre que pintaba las paredes, también me
deleitaba con ello. Porque cada bastardo en esta sala tenía crímenes atroces de
los que responder. Y ahora esperaba que estuvieran ante el Diablo en el infierno,
despojados de todo poder de sus manos mientras comenzaba una eternidad de sufrimiento.
El cabello rubio de Karen estaba esparcido por el suelo donde yacía debajo de uno
de los otros Grandes Maestros, la sangre los mojó a ambos y no pude sentir ni el más
mínimo indicio de arrepentimiento por su fallecimiento.
Me volví para mirar por el balcón, buscando a Blake y Nash más allá mientras el
pánico me carcomía el pecho. Podría distinguirlos a través

La oscuridad y la voz de Nash de repente me llamaron con desesperación. “¡Tatum!
¡Dime que estás bien!
El tipo que había estado haciendo girar la ruleta se había ido y supuse que había visto el
destino que les había sucedido a sus amigos. Seguramente me gustaría encontrarlo y hacerlo
sufrir por lo que les había hecho a mis hijos.
"¡Estoy bien! Los maté a todos”, respondí gritando. "Ya voy. Colgar
en."
"Maldito ángel", dijo Blake con una risa maníaca. "Date prisa con tu dulce trasero".
Me volví hacia la puerta y mi corazón dio un vuelco cuando se abrió y una mujer salió
volando, un látigo de cabello rubio que me hizo gruñir furiosamente. Maldita Karen.
La perseguí, la perseguí hasta el pasillo y abrí fuego, pero el maldito cinturón de
municiones estaba fuera. Disparé todas las balas y ni una sola.

había asegurado su muerte.
Ella agachó la cabeza y disparó a ciegas detrás de ella con su pistola, así que
Se vio obligado a refugiarse en la sala de observación. Ella se zambulló alrededor de un
esquina y fuera de la vista, pero mi mirada se posó en un rastro sangriento que ella estaba
dejando atrás y una decisión fría y tranquila cayó sobre mí. Ya voy, perra. Pero no
todavía.
Corrí por el pasillo y bajé algunos escalones, encontré la puerta que debía haber conducido
a la habitación donde estaban encerrados Blake y Nash y probé la manija. Bloqueado.
Retrocedí, apunté la culata del arma hacia la cerradura y la golpeé tan fuerte como pude. Se
rompió y abrí la puerta, corrí hacia adentro y usé la linterna del teléfono para encontrar a mis
hijos mientras arrojaba la ametralladora vacía.
Me temblaron las manos cuando primero giré los cierres de las esposas de Blake, ayudándolo
abajo. Hizo una mueca y alcancé mis dedos hacia la quemadura en su costado por la picana
y las sangrientas marcas del látigo sobre su pecho.

"Esta bien. Estoy bien”, gruñó, pero esto nunca estaría bien. La visión de su sangre fue para
mí como un trapo rojo delante de un toro. Y mis cuernos estaban afilados, dispuestos a matar en
penitencia por esto.
Corrí hacia Nash y lo dejé caer a continuación, mi corazón se apretó en un puño mientras él
gimió de alivio. La marca en su muslo era bastante mala, pero tuve que ver cómo el tipo lo
golpeaba con nudillos hasta que su cuerpo quedó golpeado y magullado también. Fue casi
demasiado ver su hermoso cuerpo marcado y marcado de dolor y un ruido de angustia me
abandonó.
Se movió frente a mí mientras revisaba sus heridas, mis dedos
rozando sus costillas e hizo una mueca.
"Estoy bien, princesa", dijo entre dientes.
"Nada de esto está bien", dije entrecortadamente.
Blake se movió detrás de mí y los acerqué, permitiéndome un momento en sus brazos
mientras me consolaba sabiendo que estaban aquí. Todavía estaban vivos.
Por un momento mi mente se centró en Kyan, pero el abismo de dolor que había en esos
pensamientos era demasiado profundo para perderme en él ahora. Tuve que concentrarme. tuve que
termina esto.
"Tenemos que matar a esa maldita perra que me dio a luz", gruñí.
"Necesitamos ropa y armas", gruñó Blake.
"Nos hicieron desnudarnos allí", dijo Nash sombríamente y lo seguí.
Pasamos a una habitación contigua que parecía una celda de metal y todos nos quedamos
helados cuando vimos la ruleta escondida en la parte trasera de la habitación.

habitación.
"Oh, no", chilló, apuntándonos con un cuchillo que debió haber agarrado.
de su enfermo carro de dispositivos de tortura.
Avanzamos hacia él como los jinetes del apocalipsis y mientras él
Me golpeó con la espada, agarré su muñeca, torciendo bruscamente y

haciéndolo soltarlo. Nash lo sujetó contra la pared por el cuello y Blake agarró la espada,
clavándola en sus entrañas una y otra vez hasta que sus gritos cesaron y la vida desapareció
de sus ojos. Nash lo dejó caer, burlándose de su cadáver y yo le di la espalda con un escalofrío
de satisfacción.
Este lugar estaba preparado para convertirse en un nuevo reino de muerte. Pero no
habría ningún imbécil real para llenarlo cuando hubiéramos terminado.
Iban a pagar por matar a Kyan. No descansaría hasta terminarlo.
Era lo único que me mantenía unido, y sabía que en el momento en que terminara, me
derrumbaría por su pérdida y lucharía por seguir adelante.
Los chicos se vistieron rápidamente y luego los llevé al pasillo, mirando el
La sangre que Karen había goteado a lo largo de la lujosa alfombra color crema en la penumbra.
"Los otros Grandes Maestros tenían armas", dije antes de llevarlos al
sala de observación donde había tenido que ver cómo herían a mis hijos.
Monroe abrió el camino hacia el interior y dejó escapar un silbido bajo. “Mierda,
princesa. Esto es matar en su máxima expresión”.
Blake tiró de mí hacia cerca cuando entramos, besándome bruscamente en la parte superior
de mi cabeza antes de pasar su pulgar debajo del corte en mi sien para limpiar la sangre. “Si no
estuvieran ya muertos, los asesinaría de nuevo. Lentamente, así se orinaron mientras rogaban
clemencia. Pero no ofrecería eso a ninguno de ellos solo por esta marca en ti, cariño.
"Tuvieron una muerte demasiado rápida", estuve de acuerdo. “Por todo lo que le hicieron a tantos
"La gente, para Kyan, para ustedes dos, no merecían una bala, merecían espadas y fuego".
“Al menos tenían miedo, sabían lo que estaba pasando”, dijo Nash mientras
Agarró cuatro pistolas y le entregó dos a Blake antes de pasarme otra que me metí en la cintura.
Señaló la multitud de cuerpos que claramente habían estado corriendo hacia la puerta antes de
morir. Tenía razón, pero todavía no parecía suficiente.

"Será mejor que nos aseguremos de que estén todos muertos", dijo Blake con gravedad. “No podemos
Que cualquiera de estos cabrones regrese para reconstruir Royaume D'élite”.
"Lo hacemos por Kyan", dije, con la voz quebrada. "Entonces necesito atrapar a esa perra
de Karen y hacerla gritar". Podría haber resultado herida, pero no sabía qué tan grave o hasta
dónde podría haber llegado.
"Ustedes dos sigan adelante, yo los alcanzaré", instó Nash antes de pasar a presionar.
su pistola recién adquirida en la nuca de uno de sus cabezas.
"No, no podemos separarnos", gruñí y Blake asintió con firmeza.
"Entonces hagámoslo rápido", dijo Nash con una mueca y disparó el tiro al cráneo del
hombre, el sonido pareció rebotar por todo mi cuerpo.
El trabajo estaba sucio, pero lo logramos en menos de un minuto y pronto estábamos corriendo
por los pasillos detrás de la puta de mi madre.
Las luces de repente volvieron a la vida y miré a los demás mientras
Se quedó paralizado en el largo pasillo.
"¡Ey!" nos gritó un guardia desde el final del pasillo.
Un fuerte golpe sonó en mi cabeza y mi respiración se detuvo cuando el guardia voló.
hacia atrás, cayendo como una piedra muerta al suelo con un fuerte golpe.
El arma de Blake estaba levantada y su mandíbula temblaba, sus ojos ardían con fuego infernal.
Él brillaba como una puta estrella en ese momento y apenas podía apartar los ojos de él. Parpadeé
y volvimos a correr, siguiendo el rastro de sangre sobre las relucientes tablas del suelo.
Apagué la linterna y guardé el teléfono en mi bolsillo mientras bajábamos por una opulenta
escalera a nuestra derecha, siguiendo la sangre hasta el nivel del suelo.
Una brisa fría sopló contra mi mejilla y me giré hacia ella, encontrando una puerta entreabierta
con una manija ensangrentada, la nieve más allá salpicada de rojo bajo la luz de la luna.
Un hambre oscura tiraba de mis entrañas mientras caminaba hacia allí, cazando
a mi presa con dos de mis lobos a mis costados. Podía oler su muerte en el aire. y eso
era mio.
El agua dejó de correr por mi cara, pero la toallita permaneció mientras yo jadeaba y jadeaba.
Mis pulmones estaban tan desesperados por aire puro que no me di cuenta de que me
estaban desatando las manos antes de que me empujaran hacia arriba y las unieran detrás
de mi espalda.
Sacudí la cabeza para quitar la tela, temblando incontrolablemente por el agua helada que
corría desde mi cabeza hasta mi espalda y mis hombros, empapando mi camisa. Contuve el
aliento mientras mi corazón acelerado latía como un animal atrapado en una jaula.
"Arriba", espetó mi padre. "Levántate, Santo".
Parpadeé hacia él a través de la niebla de mis pensamientos mientras intentaba alinearlos
y comprender completamente lo que estaba sucediendo. La tortura me había dejado sin oxígeno
y desorientado y necesitaba orientarme rápidamente.
Se escucharon fuertes explosiones que parecieron hacer eco en el interior de mi cráneo.
antes de que finalmente me diera cuenta de que lo que estaba escuchando eran disparos.
Una risa salió de mis labios cuando mis tobillos fueron liberados de las esposas.
la barra espaciadora y mi padre me arrastró fuera de la cama BDSM y me puso de pie.

"¿Que es tan gracioso?" exigió y mi sonrisa se amplió porque a pesar de
A pesar de todos sus esfuerzos por ocultarlo, pude ver que estaba nervioso y el sabor de eso
era tan dulce en mi lengua que no pude evitar regodearme.
"Creo que estás a punto de darte cuenta exactamente de qué está hecha mi familia", dije en
voz baja. "Dijiste que no podías entender lo que vi en esas personas cuando elegí alinearme con
ellos. Bueno, ahora estás a punto de descubrirlo. Soltaste a los perros del infierno y ellos obtuvieron
el olor de tu
sangre."
Padre se burló, agarrando mi brazo y arrastrándome hacia la puerta. Yo dejo
Él me arrastra, ya que de todos modos no quiere quedarse en esta maldita habitación.
"No romantices las cosas, muchacho", dijo con desdén. "Incluso si tus amigos han logrado
causar algún tipo de caos, no durará mucho. No es posible que puedan enfrentarse al poder de
Royaume D'élite y sobrevivir. Pregúntale al chico muerto O'Brien".
Esas palabras dolieron como un golpe en el corazón y respiré profundamente.
ante la idea de Kyan tirado ensangrentado y quieto en el suelo. Pero no podía permitirme
concentrarme en eso. Necesitaba estar atento a las personas a las que aún podía ayudar.
"¿A dónde me llevas?" Le pregunté mientras me arrastraba por un

pasillo hacia las escaleras.
Tres guardias armados se apresuraron a rodearnos y yo me burlé de ellos abiertamente, sin
importarles ocultarles mi desprecio mientras me apuntaban con un arma a la cabeza y me hacían
caminar con ellos.
Nos movimos rápidamente, el ritmo brusco de mi padre fue suficiente para hacerme saber que él
No estaba tan tranquilo como intentaba fingir, e incliné la cabeza hacia atrás mientras gritaba a
todo pulmón. "¡Soy la oscuridad en la oscuridad de la noche!"
El imbécil de la pistola me golpeó en la sien y le siseé una maldición, pero estaba casi
seguro de haber escuchado la respuesta a esas palabras gritadas.

de vuelta a mí de parte de uno de mis hermanos en alguna parte. Era imposible estar
seguro de quién había sido, pero solo la sugerencia de que estaban cerca, peleando,
luchando, hizo que mis fuerzas regresaran a mí y la esperanza se hinchara en mis venas.
Me empujaron escaleras abajo y los dedos de mi padre me mordieron el brazo mientras
Me obligó a moverme cada vez más rápido. El eco de los disparos nos ahuyentó del
edificio y me alegró mucho verlo escabullirse como una rata de un desagüe inundado.
Cuando llegamos al pie de las escaleras junto a la puerta principal, sonaron más
disparos desde aún más cerca, haciendo que mis oídos zumbaran cuando el sonido resonó
en las paredes de ladrillo.
Mi padre se giró para mirar entre los guardias, un momentáneo desliz en su
compostura mostró verdadero pánico en sus ojos y yo le sonreí como un
salvaje.
"Ustedes tres quédense aquí y detengan a cualquiera que intente seguirme".
ladró, y ellos aceptaron instantáneamente como los matones sin sentido que eran,
girándose para mantenerse firmes ante la puerta.
Mi padre me arrastró afuera, quitándole el arma al imbécil que la había estado
apuntando a mi cabeza y apuntándola contra mi cráneo en su lugar.
"Quiero un heredero, Saint", gruñó mientras yo clavaba mis talones. "Pero no creas
Eso significa que no te mataré. Si demuestras que no tienes redención al tratar de
escapar de mí ahora, te pondré una bala entre los ojos y encontraré a una mujer que me
prepare un reemplazo en su útero. No me pongas a prueba en eso."
"Ni se me ocurriría", respondí, mi voz llena de desdén mientras le permitía
llevarme hacia la nieve donde su Bentley estaba estacionado frente a la casa.
El padre abrió la puerta trasera cuando el sonido de los disparos se acercó.
Y me empujó hacia el asiento trasero antes de cerrarlo de nuevo y sacarme.

hacia el frente.
Se disparó un tiro desde algún lugar mucho más cercano justo cuando él se alejaba
y me giré, mis ojos se abrieron con sorpresa y jodida alegría cuando vi a Kyan saliendo de
los arbustos y disparándonos.
"¡Escuchame rugir!" Kyan bramó, su pecho manchado de sangre brillando en el
los faros cuando mi padre giró el auto hacia él y pisó el acelerador.
Me lancé hacia delante entre los asientos y golpeé con la cabeza el costado del asiento de mi padre.
cráneo ya que la forma en que mis manos estaban atadas me hizo imposible hacer
algo mejor, y él se desvió violentamente mientras luchaba por apuntar su arma.

a mí.
Me tiré al suelo justo cuando él disparó y la ventana trasera se abrió.
destrozado en una lluvia de cristales rotos.
"Te lo advertí, Saint", gruñó mi padre mientras giraba el volante, medio concentrándose
en conducir y medio tratando de mirar hacia atrás para apuntarme con su arma. "Mezclarte
con paganos de baja sangre nunca iba a terminar bien para ti".
Un rugido violento vino de la parte trasera del auto y me di la vuelta al mismo tiempo.
para ver a Kyan agarrarse del reposacabezas mientras saltaba sobre el maletero, disparando
salvajemente hacia mi padre en la parte delantera del auto mientras se aferraba a ella para salvar su vida.
Las ventanas se rompieron y el auto se desvió hacia la izquierda y hacia la derecha con
movimientos feroces que me hicieron golpear la puerta y golpearme la cabeza con tanta
fuerza que la hice girar.
Me subí a las sillas, manteniéndome agachado fuera del camino de Kyan mientras
El coche se desvió sobre el asfalto helado.
Padre se giró en su asiento, levantó su propia arma, apuntó directamente a la cabeza
de mi hermano y yo me lancé hacia Kyan. Mi hombro chocó con

él, soltándolo y haciéndolo caer de nuevo sobre el camino cuando el disparo fue disparado
y falló por casi nada.
Salté tras él, lanzándome de cabeza por la ventanilla trasera y cerrando la puerta.
ojos mientras golpeaba el suelo con fuerza, cayendo una y otra vez mientras el dolor
rebotaba a través de mi cuerpo y el auto se detenía de golpe delante de mí.
Mi pulso se aceleró mientras intentaba volver a ponerme de pie, pero estaba
desarmado, atado y atrapado aquí como un blanco fácil.
Kyan gimió donde había caído, su arma no estaba a la vista mientras se medio
levantaba mientras se agarraba una herida en el costado y era fácil recordar que ya
había estado muy cerca de la muerte esta noche.
Y a menos que la marea cambiara repentinamente a nuestro favor, tuve la horrible
Sintiendo que mi padre estaba a punto de ganar esta parte del juego.
“¡Troya! ¡Espérame!" La voz de Karen me llegó desde adelante mientras corríamos
alrededor del castillo, abrazándonos a la pared para protegernos de cualquier arma que
pudiera apuntarnos en nuestra dirección.
El pánico tiró de mis pulmones y corrí más rápido a través de la nieve creciente.
bajo mis pies, mi respiración se nublaba ante mí mientras atravesaba el rastro
sangriento delante de nosotros.
Llegamos al frente de la casa donde Troy estaba saliendo.
de un Bentley, levantando un arma para apuntar a dos personas en el camino
pavimentado mientras Karen se tambaleaba hacia él.
“¡Troya!” ella lloró y él miró sorprendido.
Mi mirada se centró en los hombres en el suelo. Smo. Kyan.
Mi mundo se ralentizó, mi cabeza daba vueltas y mi corazón se hinchaba al sentir
mi conexión con mi marido con más seguridad que nunca. Mi hermosa y oscura pecadora,
pálida y ensangrentada pero viva. Totalmente jodidamente vivo. Me sentí tan
abrumada por verlos y por el amor en mi corazón por esos dos chicos que por un momento
me quedé congelada en el lugar. Pero me quedaba una tarea por hacer

realizar. No podía dejar que Karen o Troy se escaparan. Eran las últimas piezas de este horrible
rompecabezas. Sus muertes llenarían los últimos espacios y todos podríamos finalmente despertar
de esta pesadilla.
Levanté mi arma y apunté a Troy con una mueca de desprecio antes de apretar el gatillo.
Se tambaleó hacia un lado y la bala salió desviada. Me apuntó con su arma y Saint le dio una
fuerte patada en las espinillas cuando su arma se disparó. Manos fuertes me jalaron hacia atrás,
arrastrándome detrás de la cubierta de la pared y encontré a Blake allí, mirándome ansiosa.
"Jesús, Cinders", maldijo. "Eso estuvo demasiado cerca".
"Estás muerto, ¡nuestra maldita reina está aquí!" Saint gruñó y yo luché
Me liberé de Blake para mirar alrededor de la pared.
Troy estaba de nuevo en el auto, alejándose por el camino de entrada, claramente decidiendo
que prefería salvar su propio trasero antes que arriesgarse a enfrentarse a nosotros en un tiroteo.
Karen se había agachado detrás de una roca que flanqueaba el camino y yo
gruñó mientras salía corriendo de detrás, agarrándose el costado con una mano, la sangre
manaba de sus dedos mientras corría lo más rápido que podía para atraparlo.
"¡Esperar!" chilló mientras el Bentley aceleraba.
Saint intentó levantarse, pero tenía las manos atadas a la espalda y Kyan también estaba
luchando, claramente en agonía mientras presionaba sus manos contra el suelo para levantarse
sobre sus manos y rodillas.
Un disparo atravesó el aire y de repente Nash lanzó su peso hacia mí y hacia Blake,
aplastándonos contra la pared una vez más cuando la bala no nos alcanzó por poco.
Me volví para ver de dónde había venido mientras respiraba frenéticamente y encontré a un
guardia siguiéndonos, entrando en pánico mientras luchaba por recargar su arma.
Nash se alejó de mí y él y Blake corrieron hacia el tipo a toda velocidad, disparando sus
armas y derribando al hombre en una lluvia de balas. Pero cuando el guardia cayó al suelo,
comenzó a levantarse una vez más, claramente usando un

maldito chaleco antibalas mientras levantaba su propia arma para disparar. Mis muchachos
chocaron con él antes de que pudiera, aplastándolo contra el suelo. Y supe que ganarían
esa pelea cuando el hombre comenzó a gritar debajo de ellos y trabajaron juntos para
inmovilizarlo y acabar con él.

Me volví para mirar a Karen mientras ella caminaba a trompicones por el camino hacia el
El auto y Troy desaceleraron hasta detenerse para ella. Kyan estaba de rodillas, recargando
su arma mientras Saint luchaba contra sus ataduras.
"Joder", escupí, persiguiendo a Karen y levantando mi arma.
La puerta del pasajero se abrió y Karen agarró el costado del
vehículo, tambaleándose hacia su única posibilidad de escapar.
Dejé de correr y levanté la pistola, apuntándola hacia ella, apuntando hacia abajo y
sin moverme ni un solo centímetro mientras contenía la respiración. Tenía que hacer esto
bien. Apunta bien y da en el blanco. Y para eso tuve que

Quédate quieto.
Siguió moviéndose bruscamente mientras agarraba la puerta del auto, con la cabeza
entrando y saliendo de mi tiro mientras gruñía en voz baja.
Me imaginé a mi papá y a Jess, me imaginé a las personas a las que ella había lastimado, a los encadenados.
y hombres y mujeres enjaulados que había visto en Royaume D'élite. Me imaginé ese
virus arrasando el mundo matando inocentes sin piedad. Me imaginé a la madre de
Blake encontrando su fin y a Kyan acostado en su cama en The Temple apenas capaz de
respirar.
Una emoción me invadió con tanta fuerza que era todo lo que podía sentir. Uno
Una sola emoción definitoria que se proyectó hacia estos seres humanos débiles y
cobardes que intentaban escapar de la justicia en ese automóvil. Era odio en su forma más
pura.
Apreté el gatillo y Karen cayó al suelo en medio de un chorro de sangre.

Solté un fuerte suspiro de satisfacción cuando una sola lágrima recorrió mi
mejilla, antes de apuntar el arma a la parte trasera del auto y comenzar a disparar de
nuevo. Troy despegó con un rugido del motor y me di cuenta de que los Guardianes
de la Noche también estaban disparando, las balas agujereando su elegante auto mientras
corría hacia la salida. Pero no aminoró el paso. Continuó y siguió, perdiéndose de la vista
hasta que no quedó nada en su lugar más que vapores de gas y sueños fallidos.
Desaparecido.
Lo habíamos perdido.
Me volví para mirar a Saint consternado, mi corazón se hundió y sus ojos se llenaron de
amarga decepción. Luego sus rasgos se torcieron con odio cuando un gemido sonó desde mi
madre en el suelo, su cuerpo temblando de vida.
Kyan desató las manos de Saint por él y luego Saint lo ayudó a ponerse de pie.
"Estás vivo", me atraganté mientras me lanzaba hacia Kyan, envolviendo a mi
monstruo tatuado en mis brazos, sabiendo que no estaba ni cerca de estar bien, pero aún
respiraba. Y eso era lo que contaba ahora.
"Sí", vio con brusquedad. "Las balas son como dulces para mí, cariño". Él hizo una mueca
Mientras retrocedía y él miró por encima de mi hombro, su respiración salía en jadeos
pesados. “Entreguemos personalmente a Maren Kunt a Satán”.
Asentí, saboreando su cercanía mientras respiraba el olor a cuero y sangre en él,
asegurándome de que realmente estaba aquí. Luego me di vuelta y comencé a marchar hacia
Karen con propósito y sentí que mis muchachos me seguían hasta que todos
estuvimos dando vueltas alrededor de ella formando un círculo. Blake y Nash se unieron
a nosotros, salpicados de sangre y luciendo sedientos de más muerte.
Saint pateó a Karen para que se diera la vuelta y ella nos miró mientras se ahogaba con
su propia sangre, mi bala había atravesado el centro de su garganta.
"¿Quién es débil ahora?" Le siseé y sus ojos brillaron con ira, derrota y miedo.
"Eres tú", proporcionó Saint en un tono ártico. "Tú eres la tierra a nuestros pies".
“Vas a ir a la tierra y convertirte en un festín para los gusanos”.
Nash dijo escalofriantemente.
"Nadie en todo este planeta te extrañará", añadió Blake con una sonrisa burlona.
Kyan tembló un poco mientras se apoyaba en Saint en busca de apoyo, con los ojos vacíos mientras
Miró hacia nuestra presa. "No eres nada... y nadie... y nadie".
Me agaché cuando ella comenzó a sacudirse, lo último de la vida la abandonó cuando
Incliné su rostro hacia el mío con las puntas de mis uñas.
"No pensaré en ti después de este día", prometí. "Ni un alma en este mundo lo
hará". Me incliné para susurrarle al oído. “¿Y sabes qué es

¿Más débil que la mujer más débil del mundo? La mujer más débil del mundo.
cuando ella esté muerta”.
Dejó escapar un suspiro entrecortado y con gárgaras y se quedó quieta, con los ojos fijos en
Yo, una sombra permanente de arrepentimiento, derrota y fracaso estampada en ella.

iris.
Me puse de pie, compartiendo una mirada de alivio con mis hijos, pero duró poco
cuando Kyan maldijo y cayó de rodillas, cayendo al suelo y lanzando una lluvia de nieve a
su alrededor.
Me arrojé a su lado con un grito de pánico, apretando su mano mientras él me miraba
fijamente por apenas un segundo con mil palabras desesperadas ardiendo en sus ojos.
"No", jadeé asustado.
"¿Fui un marido decente, cariño?" Dijo con voz áspera y las lágrimas cayeron por mis
mejillas a torrentes mientras su mano descansaba contra mi mejilla, sintiéndola demasiado fría.
Lo acerqué a mi cara mientras el pánico se apoderaba de cada parte de mi corazón
y no lo soltaba. No podía perderlo. Mi papá me había enseñado a enfrentar el fin del mundo,
pero nunca me había enseñado cómo superarlo. Porque

La muerte de Kyan Roscoe fue un apocalipsis en sí mismo. Y yo no lo estaría

Un sobreviviente.
“Eres el mejor tipo de marido, Kyan. Alguien que haría cualquier cosa para salvarme”,
me atraganté. "Y te prometo que tu esposa hará lo mismo por ti".
"Será mejor que el resto de ustedes, imbéciles, la cuiden", respiró, su voz
pareciendo desvanecerse. "Hazla sonreír todos los malditos días".
Todos empezaron a quejarse, ordenándole que no se rindiera y jurando cuidarme por el
resto de siempre con él a su lado. Pero tuve la horrible sensación de que no creía que estaría
allí para siempre con nosotros y la idea de eso me estaba destrozando.
La paz llenó sus rasgos, luego sus ojos se cerraron y frenéticamente tiré
Saqué el teléfono de mi bolsillo cuando comencé a pedir ayuda, gritándole que se
quedara aquí con nosotros.
Saint me lo arrebató de los dedos mientras Blake y Nash se arrodillaban a ambos
lados de mí en la nieve. “Sigue hablando con él”, me ordenó Saint.
"Tu voz lo mantendrá aquí".
Comencé a decir el nombre de Kyan y a rogarle que se quedara, contándole
la vida que íbamos a hacer juntos, los cinco.
"Espera, hermano", gruñó Blake apasionadamente mientras Nash revisaba su
Luego, el pulso comenzó a realizar RCP.
Oh dios, oh dios.
Todo estaba sucediendo demasiado rápido y el terror corría por mis venas.
Agarré la mano de Kyan, sosteniéndolo mientras mis lágrimas comenzaban a fluir y una
verdadera sensación de terror invadía mi corazón.
No podía perderlo. Lo necesitaba tan seguramente como necesitaba que saliera el sol.
No existíamos nosotros sin Kyan. Ni Guardianes Nocturnos ni nada. Pero mientras
Nash se esforzaba por mantener su corazón latiendo y Blake respiraba aire en sus pulmones
por él, sentí la muerte inclinada sobre mi hombro, atreviéndome a venir por el hombre que
nada temía. Ni siquiera la Parca.
“¡No puedes tenerlo!” Grité desde lo más profundo de la nada en
mi pecho. Y me aferré a él con más fuerza, rechazando la muerte misma. Porque
ninguna fuerza en esta tierra podría arrebatarme a uno de mis Guardianes de la Noche. Yo
era su protectora, su salvadora, su reina. Y ellos eran mis reyes de la oscuridad, mis
bestias inmortales. Entonces, si la muerte estaba aquí para reclamar a uno de nosotros, sería mejor
llévanos a todos.
UNA SEMANA MÁS TARDE
Los cuatro nos sentamos en silencio mientras pasaba el tiempo, ninguno de nosotros
quería decir o hacer nada más que sentir el vacío del espacio que Kyan
debería haber residido en.
Me sentí vacío sin él aquí. Como este espacio estéril en mí nunca lo haría
bastante volver a llenarse. No era como cuando mi mamá había muerto. Aunque
nunca superaría su pérdida, estaba bastante seguro de que finalmente lo había
aceptado. Lo que le había pasado no estaba bien y no había sido su momento, pero al
menos había vivido. Había conocido el amor y la familia y había visto sus sueños
hacerse realidad. Pero Kyan... apenas había comenzado a descubrir quién era sin la
sombra de su familia sobre él. Apenas había probado el amor. No era su maldito
momento.
Dejé escapar un suspiro lento mientras miraba la vista desconocida fuera del
ventana, aviones abiertos cubiertos de nieve mirándome suavemente. Ninguno de

nosotros había estado en casa durante la semana desde que sucedió todo. Desde que
nos enfrentamos a Troy Memphis y perdimos.
Saint se había lanzado a intentar localizar a su padre, pero era
es inútil. Incluso él mismo lo había admitido. Troy había huido muy lejos y puesto
él mismo fuera de nuestro alcance. Saint incluso había desconectado sus activos,
bloqueando su acceso a la mayor parte de su dinero, reclamando todos los favores que había
acumulado con las personas poderosas a las que Troy podría haber intentado recurrir en busca de ayuda.
Y con la desaparición de Royaume D'élite, parecía que el último de sus contactos también
debería haberse ido. Pero aparentemente no. Alguien debe haberlo ayudado. O eso, o había
tenido un plan de escape preparado para una situación como esta y no quedaban más que
callejones sin salida a su paso.
Él se había ido.
Su reputación estaba hecha jirones, sus empresas fueron vendidas, liquidadas o ahora bajo
el control de su hijo. Lo buscaba el FBI, su rostro aparecía en todas las noticias y en las listas
de los más buscados y, sin embargo, simplemente había desaparecido. Como un
fantasma.
Supuse que arruinar su vida era algo. Pero no fue suficiente considerando todo
lo que había hecho.
Saint había jurado que nunca abandonaría la caza, pero no estaba seguro de cuál era el
objetivo. Necesitaba dejarlo ir. Todos lo hicimos. Si quisiéramos alguna esperanza de seguir
adelante y construir... algo.
Pasé una mano por mi cara y suspiré, volviendo mi mirada hacia Tatum y
ofreciéndole una mano mientras sus mejillas llenas de lágrimas me dolían el alma.
Ella lo aceptó, sus dedos se curvaron alrededor de los míos mientras me dejaba sacarla de
su silla y colocarla en mi regazo.
"No quiero vivir en un mundo sin Kyan Roscoe", respiró. "Necesito que oscurezca mi puerta.
Necesito que me irrite y pelee conmigo. Necesito que sea el peor tipo de imbécil y se ría mientras
lo hace. Sólo... lo necesito".
Ella me miró como si pudiera ofrecerle algún tipo de solución para
esto, pero ¿cómo podría? No había nada que pudiera hacer más que compartir su dolor.
y tratar de descubrir qué carajo íbamos a hacer sin él, cómo diablos se suponía que íbamos
a hacer algo.
Mi garganta se hizo espesa y me incliné para besarla, saboreando nuestro dolor entre
nuestros labios mientras la rodeaba con mis brazos con fuerza y trataba de atraer su dolor y
miedo hacia mí. Desearía poder hacerlo todo bien. Deseaba poder hacer algo para
cambiar el destino o negociar con él.
Saint guardó silencio, mirando a la puerta como si lo hubiera ofendido personalmente, con
la postura rígida y la mandíbula apretada. Iba a romperse. No como lo había hecho antes. Sin
Kyan, se rompería de una manera de la que sabía que nunca volvería. Lo destruiría. Nos
destruiría a todos y no veía cómo nos recuperaríamos alguna vez.
"No puedo simplemente sentarme aquí", gruñó Nash, levantándose de repente y tirando su
taza de café vacía por los aires. "Voy a salir a correr".
Ninguno de nosotros respondió. Había estado haciendo eso mucho, a pesar de que los
médicos le habían dicho que agravaría la marca de curación en su muslo. Supuse que sólo
necesitaba el olvido del cansancio real. Del tipo que sólo puedes obtener empujando tu
cuerpo hasta sus límites y más allá. Tal vez debería haber seguido una hoja de su libro, pero no
había podido hacerlo. No quería estar lejos de Tatum. Ahora no. No pude.
No pensé que había dormido más que unas pocas horas esta semana entera y mi
El corazón no había dejado de latir con fuerza desde que nos vimos obligados a ver a
Kyan colapsar en la nieve, ver su cuerpo fallarle y quedar indefensos a su lado mientras su vida
se desvanecía.
No estuvo bien. Había sido tan fuerte, tan sólido, tan jodidamente permanente que
Ni siquiera había contemplado un mundo sin él en él. Sin embargo, eso era todo lo que podía
pensar. Este abismo interminable de tiempo que se extendía ante nosotros y que debería haber
estado tan lleno de alegría y posibilidades y que ahora no tenía ningún atractivo en el momento.
todo. ¿Qué sentido tenía sin que él lo compartiera con nosotros? Después de todo lo
que habíamos sobrevivido juntos, ¿no merecíamos un felices para siempre?
La puerta se abrió antes de que Nash pudiera alcanzarla y Tatum contuvo el aliento
mientras se giraba para mirar al hombre que acababa de entrar en la habitación con nosotros.
Su mano se cerró con fuerza alrededor de mis dedos y contuve la respiración mientras
esperaba escuchar lo que tenía que decir. Si estaba a punto de acabar con el mundo.
o guardarlo.
El rostro del doctor se dividió en una sonrisa cansada y la esperanza floreció en mi pecho.
como el sol naciente.
"Sobrevivió a la cirugía. Detuvimos el sangrado. Ni siquiera puedo comenzar a explicar
cuán improbable..." Se interrumpió, sacudiendo la cabeza con incredulidad. "En verdad, debería
estar muerto. De hecho, estuvo muerto dos veces " . " Pero, por Dios, es un bastardo
testarudo. Su corazón seguía volviendo a la vida. Debe tener algo por lo que realmente
quiere vivir porque nunca he visto a alguien luchar tan duro para quedarse con nosotros".
"Oh, gracias a la mierda", jadeó Tatum antes de caer en sollozos cuando la abracé y una
risa de alivio salió de los labios de Nash.
"¿Cuándo despertará?" Exigió Saint, poniéndose de pie y luciendo solo un poco
aliviado. Sabía que no creería que era verdad hasta que mirara a Kyan directamente a la cara
y lo viera por sí mismo.
Había sido una semana de agonía esperando que despertara desde su cirugía
para extraerle la bala que tenía alojada en el abdomen. Les había tomado horas reparar
todo el daño que había causado y sacárselo, y luego había estado en un maldito estado.
Entonces esta mañana había empezado a sangrar internamente otra vez y lo habían llevado
urgentemente a urgencias.
cirugía.
Habíamos soportado siete días de infierno mientras lo mantenían en coma inducido y
lo monitoreaban constantemente, advirtiéndonos sobre lo malas que eran las probabilidades.

estábamos y animándonos a despedirnos mientras tuviéramos esa oportunidad. Como el
infierno que tuvimos. Ninguno de nosotros le habíamos dicho ni una sola despedida. Todo
lo que había escuchado de nosotros cuatro durante toda la semana fueron demandas para
que luchara contra esto, se quedara con nosotros y volviera a golpear como siempre lo hacía.
Y parecía que el imbécil había estado escuchando. Aunque cuando lo llevaron nuevamente
a urgencias hace una hora, pude admitir que me había estado volviendo loco.
"Pronto. Si uno de ustedes quiere verlo ahora, entonces"
"Iremos todos", dijo Saint con fuerza, dándole al médico una mirada que era
Claramente tenía como objetivo recordarle quién exactamente pagaba su salario aquí.
Tatum no esperó a que el médico estuviera de acuerdo, saltó de mi regazo pero
me tomó de la mano y me arrastró tras ella mientras corría hacia la puerta.
Nash y Saint también pasaron junto al médico y prácticamente cargamos contra él.
por el pasillo hasta la habitación de Kyan.
El lugar había sido limpiado y ventilado mientras él estaba en cirugía, pero él
yacía allí ahora en el centro de la gran cama del hospital con la vía intravenosa conectada
en su brazo y más color en sus mejillas del que había visto en toda la semana.
Tatum corrió a su lado, se apartó el cabello de la cara y se inclinó para darle un beso
en la comisura de la boca. Sus ojos parpadearon bajo los párpados y agarré una de las sillas,
arrastrándola detrás de ella para que pudiera acurrucarse en ella mientras permanecía a su
lado.
También acercamos las otras sillas a la cama, todos apiñándonos alrededor.
él, mirándolo dormir y esperando que las drogas desaparecieran mientras Tatum sostenía su
mano.
"Siento que nuestro futuro se abrió ante nosotros nuevamente", murmuré, dando un
suspiro de alivio.
"Acabamos de recuperar nuestra vida", coincidió Nash, poniendo una mano en mi
hombro y apretando con fuerza.

Compartimos una mirada y supe que él estaba pensando en cómo se había sentido al estar
encadenado en esa cruz esperando morir tal como yo. Todo había estado tan cerca de caerse a la
mierda y, sin embargo, de alguna manera, aquí estábamos todos, vivos, libres. Mi padre estaba a salvo
en nuestra casa familiar, nada más que algunos rasguños y moretones para mostrar por su tiempo
cautivo en Royaume D'élite. Y el club en sí desapareció. Habíamos matado a todos los jugadores
principales, aparte de Troy, y Saint había entregado oficialmente ayer toda la evidencia que tenía
sobre el club de los horrores a sus contactos dentro del FBI para que pudieran acabar con el resto.
Salió en todas las noticias, pero no hubo ni una pizca sobre ninguno de nosotros. Nada. Éramos
fantasmas que no existían hasta donde llegaban los informes, y así seguiría siendo también.
Esta mañana se conoció la noticia de que el padre de Tatum había sido incriminado y ella había
sollozado de alivio durante casi una hora antes de volver a prestar atención a la recuperación de Kyan.
También me había llenado de alivio saber que el hombre que había trabajado tan duro para proteger a
sus hijas ahora estaba exonerado. Y su muerte no había sido en vano. Sólo deseaba haber tenido la
oportunidad de conocerlo.
Porque por lo que Tatum me había contado sobre él, estaba segura de que nos habríamos llevado
bien. Y deseé haber tenido la oportunidad de agradecerle por traer al mundo el amor de mi
vida.
Todo estaba encajando. Se terminó. E incluso si Troy hubiera logrado escapar de la muerte
a nuestras manos, todavía estaba arruinado, desaparecido, huyendo para nunca regresar. Fue lo
suficientemente bueno. Tenia que ser. No podríamos dedicar nuestras vidas a cazar un fantasma.
Necesitábamos vivir.
Nos sentamos allí y esperamos mientras Kyan inhalaba y exhalaba lentamente, con el rostro
Más pacífico de lo que jamás lo había visto.
"¡Se está despertando!" Tatum jadeó, señalando la mano de Kyan donde ella
Lo sostuvo, sus dedos ahora apretando alrededor de los de ella.

"No me hagas encontrar a tu abuela y obligarla a comerse la arena para gatos", murmuró
sin abrir los ojos. "Su dentadura postiza no es lo suficientemente fuerte para eso y los romperá
con los gránulos mientras intenta ahogar la mierda.

abajo."
Solté una carcajada y de repente todos nos reímos juntos, aliviados y
alegría cayendo de nosotros en una ola que se volvió histérica cuando Kyan abrió los ojos
y nos sonrió incluso mientras claramente intentaba descubrir dónde carajo estaba. Pero supuse
que no importaba. Porque estábamos aquí con él. La mano de Tatum estaba en la suya y nos
reíamos, sonreíamos, esperando que él completara nuestra tribu.
No sabía qué haríamos una vez que le permitieran salir del hospital. No sabía a dónde
iríamos con el país todavía en Lockdown y Everlake Prep en nuestro pasado. Pero realmente
no importó. Porque dondequiera que fuéramos y hicieramos lo que hiciéramos, estaríamos
juntos. Ni siquiera necesitaba preguntarles a los demás para saber que esa era la verdad.
Pertenecíamos juntos ahora y siempre. Eso nunca iba a cambiar.
En los años venideros, la gente recordaría esta época del uso de máscaras.
y el distanciamiento social, de personas desaparecidas y encierros duraderos, del miedo
al virus y la esperanza de su fin, y sin duda habría muchas emociones encontradas sobre lo
que habíamos sobrevivido. ¿Pero no era ese el punto?
Habíamos sobrevivido . Y eso era lo único que realmente importaba.
Porque mi familia estaba aquí y ahora teníamos una vida por delante. Uno en el que el
virus Hades se convertiría en cosa del pasado y podríamos recordar nuestro tiempo en
cuarentena y al menos decir que habíamos encontrado esto.

Amar.
Familia.
Vida.
Y realmente, ¿qué más podría pedir alguien que fuera más importante que
¿eso?
UN AÑO DESPUÉS
Querida Jess,
Lamento no haberte escrito por un tiempo. El mundo se volvió caótico. Las cosas eran aterradoras,
inciertas y no quería escribirte cartas llenas de todo eso. Por un minuto no pude ver el otro lado.
Parecía un túnel de oscuridad que se extendía sin fin. Pero siempre hay luz del otro lado. Lo
recordaré en el futuro.
Te reirías totalmente de mí ahora mismo si pudieras verme. Me inscribí un poco
en YALE – ¡Lo sé, lo sé! No soy del tipo universitario. Pero había una clase de Estudios
de la Mujer que parecía ideal para mí, así que Saint movió algunos hilos para incluirme. No es
como si estuviera obteniendo un título ni nada por el estilo. Eso se lo dejo a él, a Blake y a Nash.
Honestamente, juro que de todos modos obtendré un título de segunda mano de Nash porque
le encanta contarme sobre la historia griega que está aprendiendo. Lo cual es bastante gracioso
teniendo en cuenta que dijo que nunca

seguir un futuro trazado para él por Saint Memphis. Pero cuando vio ese programa de
griego antiguo, supongo que se puso duro porque no ha dejado de hablar de ello desde
entonces. ¿Sabías que algunos antiguos griegos no comían frijoles porque pensaban que
contenían las almas de los muertos? Si ese es el caso, me he comido varias ciudades
llenas de almas y lamento si una de ellas fueras tú. Aunque tengo muchas esperanzas de
que no hayas vivido como un frijol. Sería un destino de mierda. Nadie quiere que su
otra vida termine en un

burrito.
Bien, he dado la vuelta al punto aquí, pero si me estás mirando desde
un frijol en algún lugar de esta casa entonces probablemente ya te habrás dado cuenta
de que estoy saliendo con cuatro hombres, incluido mi marido. Raro, ¿verdad? Deberías
ver las caras de las chicas de la hermandad que aparecen aquí a diario buscando salir de
fiesta con mis chicos. Una vez, Kyan puso un cartel en la puerta con una foto sucia mía
desnuda en un trono entre todos mis muchachos con las palabras: aquí vive una
reina con cuatro consortes. Definitivamente piensan que soy una especie de bruja, pero la
mayoría piensa que soy del tipo jefe. Incluso hice algunas amigas con las que puedo
hacer cosas femeninas.
Dios mío, ni siquiera te lo dije. Así que Saint nos compró toda una casa de
fraternidad y la llamó Nu Kappa, estaba legítimamente configurada y adornada con todo
lo que necesitábamos cuando llegamos. Y dejó que un montón de chicos también
se comprometieran con la fraternidad y luego los Guardianes de la Noche los
sometieron a las novatadas más locas que puedas imaginar, y para colmo, Saint no le
ofreció un lugar a ninguno de ellos. en la casa. Dijo que no quería que nadie más viviera
con nosotros, ¡así que claramente siguió adelante con todo el asunto para poder molestar
a esos tipos!
¿Honestamente? Creo que es excesivo. Especialmente la cama super super super king
lo hicieron especialmente para todos nosotros. No tengo idea de cómo lo metieron en
la casa, ocupa una habitación entera. Pero es muuuy cómodo. Y si, soy un total
Puta que se acuesta con cuatro tipos todas las noches y sí, dejo que me hagan todo tipo de
locuras. Bueno, ese fue TMI. Pero ahí está. Y nunca he sido más feliz.
"¿Qué estás haciendo, bebé?" La boca de Kyan presionó la cicatriz en mi sien mientras
se inclinaba sobre mí, apoyando sus manos tatuadas a ambos lados de mi carta sobre el
escritorio mientras su pecho desnudo rozaba mis hombros.
"Escribiéndole a Jess", dije, inclinando la cabeza completamente hacia atrás para mirarlo.
Él sonrió mientras dejaba caer la cabeza y me besaba boca abajo, su lengua acariciando
el paladar de mi boca de la jodida manera más extraña. Cuando se apartó, agarró mi bolígrafo y
escribió debajo de mi último párrafo.
Hola Jess! Soy Kyan aquí. El marido psicópata. Si eres un fantasma, te recomiendo
encarecidamente que no frecuentas esta casa cuando esté cerca de tu hermana.
Ella no puede evitar quitarse la ropa y lanzarse hacia mí cada vez que ve mi enorme c.
Le quité el bolígrafo, le di un codazo en el estómago y escribí debajo.

sus palabras.
Lo siento por él. Tuve que comprarle un collarín para ayudarle a sostener su gran cabeza.
Kyan comenzó a besar mi cuello. "Quiero mostrarte algo…"
Sonreí, inclinándome hacia su toque y terminando mi carta.

Me tengo que ir ahora pero prometo volver a escribir pronto. Ah, y… quería decirte que hoy
esparciré las cenizas de papá. Él hubiera querido que estuvieras allí y sé que de alguna manera
lo estarás. Pero en caso de que no hayas recibido el

memorándum. Aquí lo tienes.
Te amo por siempre,
cutre xxx
"Ratudo", murmuró Kyan en mi cuello. "Me gusta eso."
"No puedes llamarme así, es sagrado", me reí mientras su boca me hacía cosquillas.
cuello.
“Maldita sea, no deberías haber dicho eso. Ahora tengo que profanarlo”. el mordisqueo
a mi carne y lo golpeé mientras me levantaba de mi asiento. Llevaba pantalones de yoga
rosas y un sostén deportivo blanco. Era sólo primavera, pero estaba tentando al destino
vistiéndome para el verano, rogándole que viniera pronto a Connecticut.
Pasé mis dedos por el pecho de Kyan, siguiendo las líneas de tinta hasta el
Cicatriz elevada en su lado izquierdo. Se había tatuado la palabra "a prueba de balas" a lo
largo de todo su cuerpo y me hizo desear que así fuera.
"¿Por qué tuviste que ir y hacer un recuerdo de uno de los peores momentos de mi
vida?" Pregunté, mirándolo y batiendo mis pestañas.
Apoyó su frente en la mía y sonrió sombríamente. “Porque me gusta recordar que ni
una bala puede alejarme de ti, cariño. Estoy aqui para quedarme."
"Bueno, esa es una linda respuesta". Sonreí.
"Vamos." Me tomó de la mano y me remolcó a través de la hermosa oficina que tenía
un mapa mundial en la pared y pequeños marcadores de todos los lugares que planeábamos
visitar.
Ya habíamos molestado a México después de nuestras vacaciones del verano pasado
y a muchos lugares de Estados Unidos. Estaba emocionado de ver más del mundo.
Especialmente después de vivir una época en la que viajar parecía

imposible por un tiempo. Pero al igual que las estaciones, el invierno siempre daba paso
a la primavera y la primavera al verano. Era inevitable. Aunque en ese momento no lo
pareciera así. Las flores florecerían, las hojas crecerían verdes y exuberantes y la vida
continuaría, incluso si quedaran algunas cicatrices de inviernos pasados.
Todavía se estaban celebrando juicios por el enorme escándalo causado por
nuestra denuncia de Royaume D'élite y los testigos habían ido avanzando lentamente
entre los que habían escapado. Había visto todas las noticias desde que sucedieron,
maldiciendo los rostros de los condenados y brindando con mis hijos cada vez que
encerraban a otro imbécil tras las rejas. Todo esto había causado tal revuelo que en
Sequoia se estaban solicitando nuevas leyes para que los funcionarios del
gobierno fueran evaluados más de cerca durante su tiempo en el poder.
El Dr. De La Cost resultó ser la mejor inversión que Saint había hecho jamás.
Rivers Pharmaceuticals había fabricado la vacuna y la había distribuido en todo el

mundo en el plazo de un año.
Poco a poco, la vida había vuelto a la normalidad. Y hoy en día, todo parecía una
oscura pesadilla en la que habíamos estado atrapados por un tiempo. Ahora estábamos
despiertos y agarrando la vida por las pelotas todos los días. Había una
sensación de libertad y esperanza en todas las personas que conocí, como si estuvieran
apreciando cada día tan profundamente como yo. Entonces tal vez los días
oscuros habían sido buenos para eso. La vida sabía más dulce que antes porque ahora
todos entendíamos su brevedad. Y sabíamos lo que era que nos quitaran nuestros
privilegios, que nos cerraran las puertas y que vivieran nuestros días con miedo.
Pero por más sorprendente que fuera esta nueva vida, siempre habría una parte
de mí que odiaba el hecho de que Troy hubiera salido impune. Saint todavía
pasaba tiempo buscándolo y sabía que le había pasado factura a su corazón saber
que su padre todavía estaba ahí fuera. En Nash también. Deseaba la muerte de Troy
para ellos incluso más de lo que la deseaba para mí. Pero todos los rastros estaban
fríos. Y si Saint no pudo encontrarlo, nadie podrá.
Kyan me remolcó por el largo rellano cubierto con una gruesa alfombra color crema.
a la enorme habitación que daba al bosque en la parte trasera de la casa.
Las ventanas que llegan hasta el suelo de las puertas del balcón dejan entrar la luz y
doran la habitación con un color ámbar intenso, resaltando su espacio de trabajo. Tenía
un escritorio de artista al lado de su caballete, todo tipo de pinturas y carboncillos, lápices
y tizas en un soporte de granito que le había comprado junto con las pequeñas macetas
que también le había regalado. Había planeado mantenerlos vivos para él, pero él
los regó todos los días como un lindo e incluso dibujó un par de ellos una vez.
En las paredes estaban sus piezas favoritas, muchas de ellas mías, y mi favorita
personal, que estaba en el otro extremo de la habitación, ocupando una gran parte de
la pared. Era un boceto a carboncillo de mí parado entre mis muchachos mientras
mirábamos un mar en calma, todos nosotros inclinándonos muy juntos y la postura de
cada muchacho tan distinguible que los conocía a todos por esa misma distancia.
solo.
Kyan me llevó a su espacio de trabajo y me mostró su última pieza de un

pulpo detallado con sus tentáculos envueltos alrededor de un calamar en un abrazo.
Se me escapó una risa cuando lo recogí. "¡Me encanta!"
Cogió un marco blanco de su escritorio y sonrió con picardía.
a mí. "Creo que a Saint le gustaría estar sentado en su piano, ¿no?"
"No puedo pensar en ningún lugar mejor", me reí entre dientes y él lo encajó en
el marco antes de que saliéramos corriendo de la habitación, corriendo escaleras abajo
hacia la sala de música de Saint, que era un espacio perfectamente organizado con un
piano de cola negro en el centro. . Kyan colocó la imagen encima de su piano y dedicó
un momento a colocarla así antes de dar un paso atrás para admirar su trabajo.
"Perfecto", anuncié y él agarró un puñado de mi trasero, tirando de mí.
hacia él y besándome fuerte.
Saint había intentado insistir en que tomara el curso de arte en Yale pero, al igual
que yo, Kyan no quería la vida académica. Entonces Saint le instaló su estudio de arte.
y de vez en cuando todos alquilábamos un puesto en algún mercado del pueblo para
vender alguna de sus piezas. No se trataba del dinero. Se trataba del desayuno
grasiento, el café, el aire del mar y de transmitir su increíble trabajo a alguien.

de los lugareños.
"Oh, mierda", maldije mientras me separaba de él y miraba el reloj en
la pared que me decía que sólo tenía diez minutos para llegar al trabajo. "Tengo que ir."
Kyan gimió, acercándome a su cuerpo otra vez y arrastrando su boca
hasta mi cuello. "Llame para informar que está enfermo, no es que necesitemos el efectivo".
"Ese no es el punto", me reí entre dientes, besándolo fuerte antes de salir corriendo
de la habitación, agarrando mi abrigo azul claro del perchero junto a la puerta y poniéndolo.
"¡Te amo!" Llamé a Kyan mientras me ponía mis zapatillas, arrojaba mi teléfono en mi
bolso gris y salía corriendo por la puerta.
"Te amo más fuerte", gruñó, agarrando la puerta antes de que pudiera tirar de ella.
cerrado. Mis ojos se abrieron cuando lo abrió, siguiéndome hasta el porche en calzoncillos
y agarrándome por el cuello mientras me arrastraba hacia un beso sucio que envió calor
recorriendo mi carne por todas partes.
"Joder", respiré mientras me soltaba, mi mirada se posó en el enorme bulto en sus
boxers.
“Eso es lo que haremos cuando llegues a casa. Te recogeré en
seis”, dijo con un guiño.
"Voy a llevar mi propio coche, no necesito que me lleven a casa".
“Te recogeré de todos modos. Quiero llevarte a dar una vuelta, nena”, dijo.
con picardía en los ojos.
"Sabes que Saint odia que me lleves en bicicleta", dije con tono burlón.
Sonrió, tratando de empujarlo de regreso a la casa, pero él no quiso.
"Por eso le diré que me llevaré el Hummer", dijo con una sonrisa.
Luego me soltó.
Me di la vuelta, extrañando ya su toque y mis mejillas ardieron más mientras
Vi a un grupo de chicas al otro lado de la calle que se habían detenido a mirar.
Los reconocí como algunos de los estudiantes esperanzados que siempre estaban mirando
a mis hombres. Será mejor que no hayan estado mirando la monstruosa polla de mi oscuro
pecador.
Les moví el dedo y corrí hacia mi Audi blanco brillante, sacando las llaves del auto de mi
bolsillo. Pero antes de llegar allí, sonó la bocina de un auto y miré a mi alrededor para
encontrar a Blake encendiendo sus luces y acelerando por la carretera hacia mí en su
elegante auto deportivo azul.
Se detuvo frente a mí con la ventanilla bajada y el pelo recogido hacia atrás.
y todavía luciendo húmedo por la ducha, su sudadera gris tensa contra sus músculos y un
par de gafas de sol oscuras de aviador en su lugar. "¿Cuánto cuesta una noche en tu
compañía, cariño?" él ronroneó.
"No puedes pagarme". Sonreí y seguí caminando hacia mi auto mientras
Conducía a mi lado como un acosador. Joe Goldberg te come el corazón.
Noté que las chicas se habían detenido a mirar de nuevo, susurrando entre ellas,
aparentemente mi vida era mucho más interesante para ellas que la suya propia. Lo cual fue
un poco triste realmente.
"Pagaría mucho dinero solo por esos labios", ronroneó y negué con la cabeza.
hacia él mientras mi sonrisa se hacía más amplia.
“No están a la venta. Pertenecen a otra persona. cuatro alguien más
en realidad,” dije a la ligera.
“Chicos afortunados”, dijo. “¿Hay espacio para uno más en tu harén? Tengo una gran
polla y sé lavar bien los platos.

"¿Tu polla lava los platos?" Bromeé.
"No, lo hago, cariño", dijo con una risa baja.
"Bueno, tengo cuatro pollas grandes y un lavavajillas para mantenerme feliz, así que
estoy bien". Sacudí mi cabello y él salió del auto, entrelazando sus dedos
en la parte de atrás de mis pantalones de yoga para hacerme detener.
Miré a mi alrededor, mordiéndome el labio mientras se deslizaba las gafas de
aviador por la nariz para mirarme con sus hambrientos ojos verdes.
“También puedo lavar y planchar ropa”, ofreció con un guiño.
"Tengo un limpiador que hace todo eso, aunque gracias". tiré de su mano
Me quité los pantalones y me dirigí hacia mi auto nuevamente, mi corazón comenzó a
latir con fuerza. Era una locura lo mucho que mis muchachos todavía me afectaban a diario.
No pensé que alguna vez iba a dejar de sentirme así de loco y amado por ellos.
"¡Te comeré el coño durante tres horas seguidas si te subes al auto conmigo!"
Blake gritó a todo pulmón y las chicas del otro lado de la calle jadearon, mirándome con
los labios entreabiertos y miradas de celos.
Miré a Blake, reprimiendo una risa, luego me encogí de hombros casualmente y
corrí para entrar al auto, deslizándome en el asiento del pasajero. Dejó caer su mano
entre mis muslos, abriendo una pierna mientras me animaba hacia él y lo besé con avidez,
saboreando toda la luz del mundo en su
lengua.
"Jódete", respiré contra su boca y él se rió entre dientes.
"Sí, por favor", gruñó, tirando de mi pierna como si quisiera que me sentara en su
regazo.
"Eres un animal". Me recosté en mi asiento y me abroché el cinturón.
“Y llego tarde al trabajo. Hay demasiados idiotas tratando de impedirme llegar allí esta
mañana, es como una carrera de obstáculos para gallos”.
Blake soltó una carcajada, se metió el dedo en el tablero y Something Just
Like This de The Chainsmokers y Coldplay comenzó a sonar mientras se alejaba por
la carretera, dejando a las chicas boquiabiertas en el polvo.
Fue solo un viaje de cinco minutos hasta el puerto y, mientras Blake conducía como si
fuera dueño de las carreteras, llegamos con un minuto de sobra mientras estacionaba.
afuera del estudio de boxeo que daba al mar. Era un día perfecto de primavera, el aire era
fresco pero el sol brillaba sobre los barcos en el puerto y el agua estaba en perfecta calma.
Blake me acompañó al interior y subimos al estudio donde se estaba reuniendo mi primera
clase para su lección de defensa personal. Eran principalmente niños y mujeres, pero también
asistieron un par de hombres con sus esposas. No estaba totalmente convencido de que mis
muchachos no hubieran advertido a todos los chicos de la fraternidad de Yale que se
mantuvieran a quince metros de mí en todo momento a menos que estuviera con uno de
ellos, pero ninguno de ellos quiso confirmarlo. Aunque seguro que no lo negaron.
Blake me atrajo para darle un beso de despedida conmovedor y me quedé en su
Sostuve durante diez segundos que no tuve de sobra, mareado cuando finalmente me alejé.
“¿Puedo quedarme a mirar?” preguntó, pero lo ahuyenté hacia las escaleras.
“No, vete a casa y relájate. Ah, y mira la nueva incorporación de Kyan a la sala de
música de Saint”, agregué con una sonrisa y Blake sonrió, saludando mientras bajaba las
escaleras. Mi mirada se quedó en sus anchos hombros por un momento. Desde que se unió
al equipo de fútbol de Yale, juro que había ganado otros cinco kilos de músculo. Él era el
mariscal de campo, por supuesto. Probablemente por eso las porristas seguían husmeando
nuestra casa como alimañas. Una vez encontré uno acechando en el patio trasero como
un mapache hambriento. Aunque ella no volvió después de que terminé con ella.
Entré al estudio, el sol se derramaba por la habitación como oro fundido y sonreí a los
rostros familiares que me rodeaban. Saludé a mis nuevas amigas Kayla y Dione que habían
estado asistiendo a mis clases durante las últimas semanas y me sonrieron alegremente.
"Hola chicos", dije para captar la atención de todos. "¿Quién está dispuesto a convertirse
en salvaje?"
***
El sol se hundía sobre el mar cuando salí del estudio de boxeo y cerré para pasar la noche.
Solo hacía clases diurnas porque me gustaba pasar las tardes y los fines de semana con los
chicos, por lo que el gimnasio tendía a atraer estudiantes y madres. Juro que los niños que aparecían
con ellos también me estaban poniendo melancólico, algo en lo que nunca antes había pensado
mucho. Y después de ver al nuevo bebé de Emily Shaw, sentí una sensación extraña en el estómago
que nunca antes había experimentado. No es que estuviera listo para empezar a planificar una
familia. Era demasiado joven y no quería que nada cambiara lo que mis muchachos y yo
teníamos. No todavía, de todos modos.
Nash y yo usábamos el gimnasio de boxeo cuando queríamos y él me entrenaba.
para alguna que otra pelea local. Había ganado mis primeros tres hasta el momento y no había
nada como la emoción de vencer a mi oponente mientras mis cuatro Guardianes de la Noche
estaban junto al ring, gritando mi nombre.
Kyan me estaba esperando con jeans y una chaqueta de cuero, apoyado en su motocicleta
mientras una chica universitaria en pantalones cortos le preguntaba direcciones, batiendo sus
pestañas profusamente.
Tenía una expresión aburrida en su rostro mientras le respondía, pero cuando su
Los ojos se deslizaron sobre su cabeza hacia mí, él se puso de pie, su boca se formó en una
sonrisa sesgada.
"Oye, cariño", llamó, pasando junto a la niña y dejándola haciendo pucheros.
Después de él, su rostro decayó cuando me vio.
Kyan me agarró por la cintura, levantándome y haciendo una demostración arrogante de
reclamarme mientras yo me reía con sus besos.
“Llévame a casa, grandullón”, insistí. "Me moriré de hambre si no me entra un poco de pizza
en la barriga". La noche de pizza todavía estaba oficialmente vigente y había estado hambrienta
de ella toda la semana.

"Nash ya hizo el pedido", anunció, llevándome a su bicicleta y colocando mi trasero en
la parte trasera de ella.
“¿Saint vio el dibujo que le hiciste?” Pregunté emocionado.
"Sí. Lo rompió y me amenazó con cortarme con el cristal si no lo hacía.
dile lo que significa el calamar”.
Me reí. “¿Y no lo hiciste?”
"De ninguna manera", dijo, sonriendo como un imbécil.
“Espero que hayas salvado ese dibujo, me encantó”, dije.
“Claro que sí, cariño. Te lo enmarcaré otra vez y podrás ponerlo donde quieras”.
"Lo protegeré de Saint con mi vida". Sonreí.
Él hizo un escándalo al ponerse mi casco y yo también le puse el suyo en la cabeza.
bajando la visera. Se subió a la bicicleta delante de mí y lo agarré por la cintura, cerrando
mis muslos alrededor de los suyos mientras él se alejaba calle abajo del puerto.
"Saint me vio tomar la bicicleta", me llamó mientras nos acercábamos.
hogar. "Él se va a enojar".
"Yo me encargaré", respondí.
"Apuesto que lo harás." Dejó caer su mano para apretar mi rodilla y luego giró por
nuestra calle, pasando todas las demás casas de fraternidad en el camino y deteniéndose en
la que estaba al otro extremo.
Kyan entró en el garaje y salté de la bicicleta, me quité el casco y pronto nos dirigimos al
interior, donde seguí el delicioso aroma a queso y tomate hasta el comedor. Las cortinas
blancas estaban abiertas a ambos lados de la ventana que daba a nuestro patio trasero.
Monroe solía salir los fines de semana cortando el césped sin camisa y luciendo muy sexy.
Estaba bastante domesticado debido al hecho de que había vivido solo durante tanto tiempo
y también estaba entrenando rápidamente al resto de mis hijos. no santo,

obviamente, acaba de conseguir que la nueva versión de Rebecca haga todas sus tareas.
También la llamó Rebecca, alegando que tenía sentido porque siempre había sido un
nombre falso y le convenía mantenerlo. Joder, sabía lo que la chica pensaba de eso, pero
suponía que por el salario que él pagaba, a ella había decidido que le importaba una mierda.
Nash corrió hacia mí cuando entré en la habitación, levantándome y haciéndome girar.
alrededor, reclamando un beso que me embriagaba. Saint me agarró de él a continuación,
acercándome y agarrando mi barbilla con fuerza mientras me besaba lenta y deliberadamente como
si estuviera tratando de marcarme de forma más permanente que Nash.

tenía.
"Estás en problemas", la voz de Saint bajó a un tono profundo y amenazante que
hizo que mi ritmo cardíaco se disparara.
"Bueno, ¿qué tal si tomas el control en el dormitorio esta noche como ofrenda de paz?"
Arqueé una ceja y miré a los demás cuando Kyan entró en la habitación, se quitó la chaqueta de
cuero y la arrojó sobre el respaldo de una silla.
"Parece justo", decidió Saint, con los ojos brillando con todas las cosas malas que ya tenía en
mente. Desde que nos mudamos aquí, había comprado tantos juguetes sexuales, látigos, floggers
y mierda BDSM que tuvimos que usar el cuarto libre para guardarlos. Definitivamente se estaba
convirtiendo en una especie de mazmorra sexual, pero no me quejaba. Saint estaba
explorando su necesidad de control y yo estaba explorando mi necesidad de ser azotada como
una chica mala en todas las formas sucias que se le ocurrían. Fue el mejor tipo de aventura y
estábamos todos juntos en ella.
Kyan también había agregado sus propias adiciones a la habitación, incluido un banco al que
podía atarme y algunas esposas que usaba regularmente. Juro que Saint también le había estado
enseñando a hacer todo tipo de nudos porque la última vez que Kyan me llevó allí, me había
atado las manos y los pies tan bien que apenas pudo sacarme de su propia trampa cuando
terminó. conmigo.
Blake y Nash no solían terminar allí con nosotros a menos que la bebida fluyera y todos nos
enojáramos lo suficiente como para ser más experimentales. La noche más extraña hasta el
momento fue cuando Blake dejó que Saint lo atara y usó el látigo en su trasero mientras yo le
chupaba la polla. Aunque muy divertido. Estaba totalmente a favor de que probaran cosas
nuevas. Nash se negaba a permitir que Saint le hiciera cosas así muy a menudo, pero una vez
se emborrachó tanto que aceptó usar una mordaza siempre y cuando yo también usara una. Me
había follado tan fuerte a la mañana siguiente que tuve la sensación de que tratar de hacerlo
sumiso sólo lo hacía más dominante cuando lo soltaban nuevamente. Así que estaba totalmente
a favor de animar a Saint y Kyan a que lo ataran sólo para ver qué tan explosivo podía volverse más
tarde.
Saint sacó una silla para mí y me dejé caer en ella mientras Nash tomaba asiento.
Enfrente y Kyan se sentó a su derecha. Blake y Saint se sentaron a ambos lados de mí y yo agarré
una caja de pizza margarita con entusiasmo, saltando en mi asiento.
Saqué una rodaja de queso, se me hizo la boca agua pero se la ofrecí a Saint
primero. Agarró mi muñeca y la giró con fuerza hacia mis labios.
“Pareces una bestia hambrienta, sirena. No comeré hasta que hayas tenido un
Al menos dos rebanadas”, insistió y no me iba a quejar de eso.
Devoré la pizza y todos comenzamos a conversar sobre nuestros días.
Mientras le daba de comer a Saint y él pronto me puso en su regazo.

Nash nos fascinó a todos con más datos que había aprendido en clase mientras Blake
Representó un touchdown que había anotado en el entrenamiento y que, según su entrenador, era
el mejor que había visto en su vida. Con un poco de investigación, Saint nos habló sucintamente
sobre su clase de Música Clásica, seguido de sus quejas sobre las personas en su curso de Ciencias
Políticas que constantemente le lamían el trasero para tratar de ganar un nuevo amigo poderoso
para sus futuras carreras. Un esfuerzo que claramente fue en vano.
Mi teléfono vibró y lo saqué, sonriendo al ver el nombre de Mila.

Milá:
¡Hey chica! Estoy en casa en Nueva York por un par de semanas. Danny y yo
pensamos que podríamos ir a Connecticut por unos días para verlos.

xx
Chillé con entusiasmo y Saint frunció el ceño sorprendido. "¿Qué es?" preguntó
mientras todos los ojos se posaban en mí.
“Es Mila. Quiere venir a visitar a Danny”, dije con una sonrisa.
"¡Oh sí!" Blake gritó.
"Supongo que podemos alojarlos en un hotel", dijo Saint encogiéndose de hombros y yo

Le golpeó el brazo.
“Se quedarán aquí, San Memphis. Son nuestros amigos. No creo que debas
Olvídate de que nos salvaron el trasero”, dije y él lo consideró por un segundo antes
de asentir.
"Está bien, lo que sea que te haga feliz". Besó mi mejilla y calidez.
Se extendió a través de mí cuando respondí, diciéndole que viniera tan pronto como pudiera.
La luz que entraba por la ventana comenzó a tornarse en un brillo naranja intenso y
salté de mi asiento alarmado. "El sol se está poniendo", jadeé.
"¿Podemos hacerlo otro día si es demasiado tarde?" Nash ofreció.
"No", dije con firmeza. “Quiero hacerlo hoy. Ya lo dejé demasiado tiempo y hoy me
siento... bien”. Respiré hondo mientras me preparaba mentalmente para lo que tenía que
hacer. Sabía que había estado evitando esto. Pero ya era hora. Y no era justo dejar a
mi padre en esa caja sobre la repisa de la chimenea por más tiempo.

porque esto fue difícil para mí.
"Entonces lo haremos, princesa". Nash se levantó de su asiento y me ofreció
Su mano y la tomé, dejándolo guiarme fuera de la habitación mientras los demás me
seguían. Todos nos pusimos nuestros abrigos y zapatos antes de que yo tomara la caja
con las cenizas de mi padre y nos dirigiéramos al garaje, subiendo al auto de la mamá de Saint.
Les dije a todos hace mucho tiempo dónde quería hacerlo. Papá y yo nos habíamos
quedado en New Haven hacía un par de años y íbamos a caminar juntos por East
Rock Park cada hora del almuerzo mientras él trabajaba. Había sido nuestro lugar favorito y
era un lugar tan tranquilo que sabía que era un lugar que le hubiera gustado visitar nuevamente.
Saint nos llevó hasta allí en menos de cinco minutos y todos salimos corriendo,
atravesando la puerta a toda prisa y luego yo corrí hacia uno de los puentes que
cruzó el río. Llegué al medio y miré hacia el agua.
justo cuando la moribunda luz del sol atravesaba el cielo en enormes pinceladas de colores
pastel. Las nubes estaban tan quietas que parecían pintadas sobre el colorido lienzo de la
atmósfera. Era pintoresco y dolorosamente perfecto.
Mis hijos se pusieron a ambos lados de mí mientras yo sostenía la caja, temerosos.
para abrirlo y soltarlo. Pero tuve que hacerlo. No pude aguantar para siempre.
"Él nunca te dejará", dijo Nash en voz baja en mi oído mientras las lágrimas ardían en mis
ojos.
"Lo sé", susurré mientras mi corazón comenzaba a doler. "Aunque todavía es difícil".
“Cuando me despedí de Michael y luego de mamá, me obligué a decirlo en voz alta para
poder procesarlo mejor, supongo. ¿Crees que eso ayudaría? preguntó suavemente, su brazo
deslizándose alrededor de mí mientras Blake se presionaba cerca de mí en el otro lado.
Resoplé mientras contenía las lágrimas, sabiendo que eran inevitables, pero Nash
era correcto. Necesitaba decir esto en voz alta. Y no quería hacerlo mientras lloraba.
Pasé mis dedos por la caja, mirándola y respirando temblorosamente. “Nunca imaginé
mi vida sin ti, papá. Eras la única constante que conocía. Mi roca, el hombre que me enseñó a ser
valiente y fuerte y a nunca dar marcha atrás en una pelea. No importa cuán grande sea el
enemigo”. Nash me dio un beso en el pelo mientras una hoja de afeitar parecía alojarse en mi
garganta. "Tú
Dije una vez que el tipo de hombre que querías que eligiera como mío me miraría como si
fuera a matar por mí. Simplemente elegí a cuatro que literalmente lo harían, y ellos también
tuvieron la oportunidad de demostrarlo”. Solté un suspiro de diversión mientras mis
muchachos se reían entre dientes.
Miré al cielo, sabiendo en mi corazón que mi papá no estaba realmente en esto.
caja. Que era justo lo que quedaba de él en la Tierra. Pero en algún lugar, de alguna
manera, estaba segura de que él me estaba mirando con Jess a su lado. Y estaban
sonriendo.
"Adiós, papá", le susurré a la caja, presionando mis labios contra ella como la primera vez.
las lágrimas comenzaron a caer.
Abrí la tapa y la sostuve sobre la barandilla mientras un viento feroz soplaba.
arriba, soplando detrás de nosotros. Luego puse la caja boca abajo y solté las cenizas
en el aire, un arco gris bailando alejándose de nosotros a través del cielo, dispersándose en el
río, los árboles, el cielo.
Papá estaba libre. Y finalmente yo también.

CUATRO AÑOS DESPUÉS DE ESO
"Bueno, mierda", dijo Blake, extendiendo la mano y quitándome la borla de mi
birrete de graduación de la cara. Salíamos de la ceremonia y buscábamos a Tatum y
Kyan entre la multitud de personas que habían venido a verla. "De hecho lo hicimos. Y ni
siquiera pareces mucho mayor que el resto de nosotros vestidos así".
"Vete a la mierda", dije, empujándolo para que se alejara un paso y su
Su propia gorra se cayó.
Saint lo atrapó antes de que pudiera tocar el suelo y lo giró pensativamente en sus
manos. "Esto significa que todo va a cambiar de nuevo", dijo con seriedad, aunque no
parecía tan desconcertado por eso como hubiera esperado.
"Esta noche se celebra una gran fiesta al otro lado del campus".
Blake comenzó, pero Saint lo interrumpió.
"No asistiremos".
"¿Por qué?" Pregunté mientras caminábamos entre la multitud y todos salían de
nuestro camino tan rápido como pudieron. Incluso aquí todos sabían quién era la Noche.
Los encargados fueron, incluidos el personal y los padres. Tal vez debería haberme sentido mal
por causar miedo dondequiera que íbamos, pero había algo en el poder que contenía que era una
especie de adrenalina.
"Como dije: todo va a cambiar". Saint colocó la gorra de Blake.
de nuevo sobre su cabeza y se dio la vuelta como si eso fuera todo lo que diría al respecto.
Maldito imbécil hambriento de poder. No es que eso me importara tanto estos días.
Caminó delante de nosotros y de mí y Blake intercambió una mirada que abarcaba
nuestros sentimientos hacia él haciendo esa mierda antes de seguirlo. No era como si simplemente
estuviera feliz de alinearme con sus tonterías, simplemente había aprendido que con Saint todo se
trataba de elegir tus batallas. No me preocupaba por las cosas pequeñas, entonces, si me sentía lo
suficientemente apasionado como para enfrentarme cara a cara con él por algo, tenía más
posibilidades de lograr que me respaldara. No era un método infalible, pero funcionó con la frecuencia
suficiente para mantenernos a todos contentos.
"¿Dónde están?" Murmuró Blake, mirando alrededor de la multitud cada vez más escasa mientras
Todavía no pudimos detectar a Tatum o Kyan.
Su papá había estado allí para felicitarnos en el momento en que terminó la ceremonia y
pasamos unos minutos hablando con él antes de que se dirigiera a tomar su vuelo, ya que
necesitaba regresar para un juego esta noche.
"Están aquí en alguna parte", murmuré, buscando también. "Ellos eran
animándome cuando recogí mi diploma en el escenario".
"Y Kyan estuvo abucheando durante el discurso de Saint", añadió Blake con un resoplido de
diversión.
Sin duda, Saint ya tenía un castigo preparado para Kyan cuando le puso las manos encima. Saint
había recibido numerosos elogios y premios.
y se le había pedido que hablara como uno de los graduados destacados de este año.
Sin embargo, parte de la pompa y la postura se habían perdido cuando Kyan decidió comenzar a
gritar de emoción y a agitar los puños al final de cada

frase que Saint leyó de su discurso. Había sido bastante exagerado y personalmente
lo encontré jodidamente divertido, pero supuse que Saint tenía ideas sobre azotarlo por
eso y quería llevarlas a cabo.
"¿A dónde han llegado?" demandó Saint, volviéndose hacia nosotros y me encogí
de hombros.
"Harán lo que siempre hacen cuando desaparecen", Blake
Dijo con una sonrisa y Saint entrecerró los ojos.
"Tienes razón", gruñó, mirando lentamente a su alrededor antes de alejarse hacia el
otro lado del edificio, abriendo un camino a través del césped recién cuidado.
Lo seguimos, dejándolo hacer sus sentidos santos mientras rodeaba una

rincón, y el suave sonido de un gemido llegó a mis oídos.
"Nos estarán buscando", jadeó Tatum, su punto era muy
disminuida por el jadeo de placer que siguió a sus palabras.
"Entonces ven por mí rápido, cariño, y no tendremos que enfrentar la ira de
el diablo", gruñó Kyan.
Siguieron los sonidos de respiraciones pesadas y gemidos apenas ahogados y,
cuando doblamos otra esquina, los encontramos en un nicho de piedra. Kyan tenía a
Tatum inmovilizado contra la pared, su vestido azul levantado y sus pantalones
colgando de su trasero mientras la follaba como un hombre poseído.
Los ojos de Tatum se abrieron de golpe y nos vio a los tres justo cuando venía hacia
él, sus gemidos se mezclaron con un jadeo de "Oh, mierda". Mientras Kyan la golpeaba
unas cuantas veces más antes de encontrar su propia liberación.
"Qué sorpresa", dijo Saint, cruzándose de brazos. "Los delincuentes desertores
andan por aquí follando como conejos mientras los becarios reciben sus diplomas."
"Vimos la ceremonia", argumentó Kyan mientras la bajaba al suelo y se

abrochaba la bragueta. "Al menos lo hicimos hasta que ustedes tres tuvieron su brillante
pequeños rollos. Luego nos aburrimos un poco y Tatum me rogó que le diera mi polla. Sabes
que no le voy a decir que no a mi esposa cuando me pida una polla".
"Cállate", le siseó Tatum, dándole una palmada en el pecho mientras se arreglaba el
vestido y pasaba junto a él hacia nosotros. "Lo siento, teníamos la intención de regresar antes
de que terminara", agregó, pareciendo un poco tímida y no había manera de que me enojara
con ella por eso.
"Viste lo que contaba", me encogí de hombros. "Pero si realmente quieres
compensarnos"
"No", espetó Saint. "Ya no hay tiempo para joder. Tenemos un avión.
atrapar."
"¿Un avion?" Blake preguntó con el ceño fruncido.
"Sí. Y si no salimos ahora, habrá que reprogramar el vuelo".
Saint agarró la mano de Tatum y la alejó de todos nosotros mientras se dirigía al estacionamiento.
"¿Soy el único que está totalmente perdido aquí?" Pregunté, frunciendo el ceño mientras
intentaba descubrir qué carajos estaba pasando.
"Se ha vuelto todo santo", gimió Blake mientras Kyan se reía entre dientes.
"Oye, no me quejo. Si hay un avión, entonces sabes que será uno".
de esos elegantes aviones que ama. La verdadera pregunta es, ¿quién quiere unirse al
club de la milla de altura?" Metió la mano en el bolsillo y sacó una tanga de encaje negro que
claramente le había robado a Tatum y la agarré antes de que Blake pudiera hacerlo.
"Mío", gruñí, reclamando ese premio más que felizmente.
"Pendejo", murmuró Blake.
"Estoy bien con eso", le aseguré.
Saint ya había llegado a su mamámóvil negro que estaba estacionado.
en el frente del estacionamiento en el lugar de estacionamiento especial que había organizado para
él mismo cuando empezamos a asistir a la universidad aquí. Había dicho algo sobre una donación
considerable y eso había sido explicación suficiente para el tratamiento que merecía. Saint podría
haber aprendido algunos de sus errores, pero siempre iba a ser un idiota engreído. Los leopardos no
sólo cambiaban sus manchas y todo eso. Pero me gustaba pensar que lo bueno que había en él
compensaba lo malo.
La mayor parte del tiempo.
Nos subimos al auto y en poco tiempo nos detuvimos en el aeropuerto privado, mientras
escuchábamos a Blake lamentarse por el hecho de que nos perderíamos la fiesta de esta noche y que
no le habían permitido despedirse de nadie.
Saint explicó que nadie era lo suficientemente importante como para merecer una despedida
especial y todos nos quejamos de eso, enviándoles mensajes de texto a los amigos que habíamos
hecho y prometiendo reunirnos con ellos durante el verano o cuando fuera.
No pudimos fijar exactamente fechas definitivas. ¿Quién carajo sabía lo que Saint había planeado?
El jet privado estaba listo y esperando en la pista como había dicho Saint.
Todo nuestro equipaje ya estaba a bordo y simplemente cedí a su locura mientras subía, sin
importarme lo suficiente como para discutir sobre ello. Para alguien que odiaba los cambios de
planes sorpresa, seguro que le gustaba mostrárnoslos al resto de nosotros.
El vuelo duró cinco horas y media, tiempo durante el cual logré unirme dos veces al club de la
milla de altura, para mi gran placer. Blake y Saint también habían pasado tiempo solos en la cabina
trasera con nuestra chica, pero Kyan se había visto obligado a sentarse en su asiento como
castigo por su truco anterior con una mordaza en la boca. Saint había pasado una hora castigándole a
Tatum en privado y la expresión de su rostro cuando terminó decía que no se sentía exactamente tan
castigada.
Joder, sabía lo que la tripulación de vuelo pensaba de nosotros, pero ya no daba más de qué hablar.
Una mierda sobre los imbéciles críticos. Éramos los reyes del mundo adorando a nuestra
reina. No. Mejor que eso: éramos los Guardianes de la Noche.

satisfaciendo nuestro Night Bound. No necesitaba tener sentido para nadie aparte
de nosotros cinco.
Después del vuelo, nos amontonamos en otro nuevo y flamante

mamámóvil de exactamente la misma marca y color y Tatum insistió en que
Deje todas las ventanas cerradas para que podamos disfrutar del calor de la costa oeste.
El sol inició su descenso hacia el horizonte.
Todos habíamos renunciado a preguntarle a Saint sobre nuestro destino y dejé caer mi
cabeza contra el reposacabezas, sosteniendo a Tatum cerca mientras me quedaba dormido y
ella apoyaba su cabeza contra mi pecho.
"Mantén los ojos cerrados", la voz de Saint me despertó sobresaltada y casi no hice lo que
me pidió, pero la mano de Tatum se movió sobre mis ojos para evitar que los abriera.
Todavía me asomé por debajo de su mano, aunque todo lo que podía ver era su
luciendo muy linda, con los ojos cerrados con fuerza mientras se apoyaba en mí, sabiendo
claramente que no habría seguido el juego si ella no me hubiera obligado a hacerlo.
El auto se detuvo y Saint salió antes de abrir la puerta y
Tirando de mi brazo para hacerme salir también.
"Sin trampas", advirtió Tatum antes de quitar su mano de mis ojos y yo
Suspiré mientras hacía lo que querían, dejando que Saint me acompañara por un sendero
de piedra antes de colocarme junto a Blake, mi brazo rozando el suyo.
Kyan se movió para pararse al otro lado y finalmente el sonido de
Los pasos de Saint y Tatum se acercaron a nosotros por última vez.
"Dime lo que sientes, sirena", la animó Saint y ella se rió levemente.
como si se estuviera divirtiendo, así que me mordí la lengua y la esperé.

respuesta.
"El sol en mi cara", respiró ella. "Una brisa marina, olas rompiendo contra la playa. Es...
tan tranquilo aquí. Me siento tranquilo, seguro. Feliz porque estoy aquí con todos ustedes. ¿De
qué se trata, Saint?"

"Necesitábamos un lugar donde vivir ahora que nos graduamos", respondió simplemente
y eso realmente llamó mi atención. "Y recordé todas las cosas que me dijiste sobre tu idea de
un hogar perfecto, Tatum. Además de considerar todo lo que el resto de nosotros
necesitamos".
"¿Qué significa eso?" ella respiró.
"Te pedí que me dijeras qué sientes aquí, sirena, porque espero sinceramente que te
sientas como en casa. Abre los ojos".
Tomé esa instrucción como para todos nosotros e hice lo que él dijo. Abrí los ojos cuando
él también tomó sus manos de las de Tatum, para que todos pudiéramos ver este lugar por
primera vez juntos.
Mis cejas se alzaron mientras miraba la perfecta arena dorada hacia un estrecho
embarcadero que desembocaba en el océano azul con pequeños barcos atracados en el otro extremo.
El sol se estaba poniendo sobre el mar y el cielo resplandecía de color naranja y rosa
mientras el aire balsámico nos envolvía como un cálido abrazo.
A nuestra derecha, una enorme iglesia de piedra blanca se elevaba sobre nosotros,
tapando el maldito cielo y sin duda era incluso más grande que la maldita casa de fraternidad
que habíamos estado ocupando en Connecticut.
"Vamos", instó Saint mientras tomaba la mano de Tatum y tiraba para que ella se acercara.
Síguelo hacia la iglesia, haciéndonos señas a los tres para que los sigamos.
Miré a mi alrededor y noté una puerta enorme al final del largo camino y una pared alta
y blanca que se extendía lejos de ella, aislándonos aquí de

el mundo.
Sacudí la cabeza ante la locura de este lugar mientras nos conducía al interior y un
enorme espacio abierto se desplegaba ante nosotros. Fue impresionante, jodidamente
perfecto, lo cual no debería haber sido una sorpresa. Todo estaba decorado en blanco y
azul y algo en el color zafiro en las paredes instantáneamente me hizo pensar en el color
de los ojos de Tatum, que sabía que no era nada.

accidente.
Había una pared completa de puertas de vidrio que daban a esa impresionante
vista con acceso directo a la playa y junto a ella, el piano de cola más caro que jamás
había visto estaba listo y esperando.

Atención de santo.
"¿No tendremos gente mirándonos todo el tiempo?" Bromeé mientras intentaba
Envolver mi cabeza en la belleza de este lugar.
"Obviamente es una playa privada", dijo Saint. "Nadie estará ahí fuera
para vernos si saben lo que es bueno para ellos y me aseguré de revisar el área local para
estar seguro de que esas reglas se respetarán".
Tuve la sensación de que este lugar había sido construido enteramente para
nuestros propósitos porque puede que pareciera una iglesia desde afuera, pero por dentro
era como algo de Million Dollar Decorators. Y Saint no había escatimado dinero. Toda la
pared del fondo era una vidriera arqueada que representaba a cinco demonios
arrastrándose desde el infierno para alcanzar a la brillante reina de cabello dorado que
se encontraba en la superficie del mundo. La puesta de sol se derramaba a través del cristal
multicolor, proyectando una onda de luz sobre las losas.
Santa mierda.
Compartí una mirada con Tatum mientras ella lo miraba boquiabierta y Kyan
comenzó a reír.
"¿Dónde estamos?" Preguntó Blake, con los ojos muy abiertos por el asombro. "Quiero decir que lo
sé vagamente, pero"
"El pueblo más cercano se llama Sunset Cove", explicó Saint con desdén.
"Hay suficiente para entretenernos si queremos pasar una noche disfrutando de una buena
comida en el cuarto superior y en un cuarto inferior mucho menos atractivo si necesitamos
distracciones menos civilizadas".
"Cuéntame más sobre esta área poco atractiva", dijo Kyan al instante, girando la cabeza y
supe que Saint lo había mencionado para su beneficio. "Está ahí

¿En algún lugar donde pueda pelear allí?"
"Estaría dispuesto a aceptar eso", estuve de acuerdo. Habíamos tenido pocas posibilidades
de encontrar buenas peleas mientras estábamos en la universidad, pero había algunos lugares de
lucha en jaulas subterráneas que logramos frecuentar cuando tuvimos tiempo.
"Cuenta conmigo también", dijo Tatum con una sonrisa.
"Aún puedes convertirte en profesional, ¿sabes?", le recordé y ella se encogió de hombros.
"Tal vez ahora tendré tiempo para dedicarlo a eso".
"Hay un gimnasio totalmente equipado abajo en la cripta", dijo Saint con indiferencia.
Por supuesto que había hecho construir una maldita cripta aquí. Probablemente también había
sarcófagos allí solo por razones de autenticidad. "Pero también me he puesto en contacto con los
jugadores relevantes a nivel local. El líder del Harlequin Crew es un rufián de mala educación con
todo el decoro de un cangrejo en un cubo de langostas, pero parece un hombre de palabra.
Puedo decir en contacto con él sobre cualquier actividad ilegal en la que insista en participar.
Él ya ha aceptado que vamos a vivir aquí y sabe exactamente con quién tratará si alguno de sus
lacayos intenta causarnos problemas.
Basta decir que hemos llegado a un acuerdo y no creo que los criminales locales nos
causen ningún problema".
"Eres un psicópata. He oído todo acerca de Harlequin Crew, son unos
Un grupo de salvajes sin ley, sospechosos de poner más cuerpos en el océano de los que la
policía puede rastrear. Y simplemente te acercas a uno de sus miembros más notorios y 'llegas
a un acuerdo'", Blake se rió y Saint sonrió como si ese fuera el mayor cumplido que jamás había
recibido.
“Sí, bueno, supongo que Fox Harlequin olió otro tiburón en el agua.
y se dio cuenta de que le sería mejor hacerse amigo de nosotros que hacernos suyos.
enemigos. No hace falta decir que él es consciente de lo que puedo lograr si necesita dichos
servicios y ahora tengo un montón de asesinos a quienes recurrir en caso de apuro. Todos ganan”.
Sacudí la cabeza a su espalda con incredulidad mientras él ignoraba esa locura.
como si nada mientras Tatum me sonrió mientras ella claramente estaba de acuerdo.
Saint continuó guiándonos a través de las innumerables habitaciones de la iglesia,
Señalando un estudio para Kyan, una oficina para él, un comedor, una sala de cine en
casa, una sala de juegos y una enorme piscina que estaba en un patio al costado del edificio
con jacuzzi, sauna y baño de vapor. El lugar era una locura. Era The Temple a toda
velocidad. Más de lo que nadie podría querer o necesitar y, sin embargo, no podía quitarme
la jodida sonrisa de la cara mientras lo explorábamos, encontrando que la mayoría de
nuestras cosas ya estaban aquí, guardadas en armarios como si hubiéramos estado
viviendo aquí durante años. que minutos.
Cuando subimos las escaleras, Saint nos mostró cuatro habitaciones individuales que
se encontraban en la parte trasera de la iglesia y al principio pensé que todos teníamos
nuestras propias habitaciones. Pero cuando abrió la última puerta de una enorme habitación
que ocupaba toda la casa, esa idea se derrumbó y ardió.
En el centro del espacio, con una vista directa al océano, había una cama enorme.
Incluso más grande que el que teníamos en la casa de la fraternidad. Debió haber sido hecho
a medida y joder sabía cómo diablos
Se cambiaron las sábanas porque parecía más grande que dos camas tamaño king unidas,
y tuve que creer que lo había hecho todo por encargo.
Tatum chilló mientras se quitaba los zapatos y corría hacia la cama, saltando sobre ella
y saltando con entusiasmo.
"¿Te gusta?" Preguntó Saint, mirando entre ella y todos nosotros, un destello de
vulnerabilidad en su mirada que detuvo cualquier comentario burlón en la punta de mi lengua.
Puede que haya tenido carencias sociales la mayor parte del tiempo, pero realmente le
importaba, y no podía imaginar la cantidad de tiempo y esfuerzo que había puesto en este lugar
y organizando todo lo que conllevaba. "Hay una propiedad cerca de la ciudad que sería
perfecta para que impartas tus clases, sirena. Y he organizado pruebas de fútbol para ti
localmente, Blake. Hay una

También he visto un posible estudio de arte y hay perspectivas laborales prometedoras.

aquí por"
"Mierda, realmente piensas en todo, ¿no?" Le pregunté y él
Se encogió de hombros como si no fuera muy consciente de que estaba loco.
"Lo intento", admitió.
"¿Sol, mar y sexo? Sí, tiene mi voto", coincidió Kyan riendo.
"Yo también", añadió Blake. "Pero voy a querer ver más de cerca ese gimnasio que
mencionaste".
"Te lo mostraré ahora", estuvo de acuerdo Saint, mirándome y no pude
mantenerlo colgado por más tiempo.
"Sabes que habría sido feliz en un apartamento de dos dormitorios en algún lugar medio
decente", dije lentamente y su rostro decayó un poco. "Pero si tengo que vivir en una iglesia
odiosamente grande con demasiado espacio y más mierda de la que podría necesitar,
entonces no puedo imaginar una que sea más perfecta que esta".
"Bien", dijo Saint, su pecho se infló un poco. “Y llámame afectado
por la pandemia, pero también me he encargado de abastecer una sección segura de la
cripta con toda la comida que necesitaremos si el mundo vuelve a irse al infierno”.
“¿Incluye trono de papel higiénico?” Pregunté con una risita.
"Obviamente." Sonrió y luego se volvió hacia Tatum con esperanza en su mirada. "Es
¿El nuevo Templo a tu gusto, sirena? Si no, lo haré quemar hasta los cimientos por
la mañana”.
"¿Estás bromeando? ¡Me encanta!" Tatum exclamó como Santo.
rompió una sonrisa y saltó de la cama nuevamente, saltando sobre él y besándolo
fuerte mientras su sonrisa brillaba lo suficiente como para expresar lo que todos estábamos
sintiendo. "Siempre y cuando no esperes que llene todas esas otras habitaciones con bebés
en el corto plazo".
"Por supuesto que no, sirena", dijo Saint, bajándola y besándola.
suavemente una vez más. "Puedes tener un par de años antes de eso".
"¡Eso depende de mí, no de ti!"
Ella lo golpeó mientras él se dirigía hacia la puerta nuevamente, llevando a Blake
y Kyan a ver el gimnasio y él se rió como si no estuviera de acuerdo con esa afirmación.
en absoluto.
Me dirigí a la puerta corrediza, la abrí y salí al balcón para tener una visión más
clara de esa vista mientras dejaba que la idea de que este lugar fuera nuestro nuevo hogar
se apoderara de mí.
El sol casi había desaparecido más allá del horizonte y apoyé mis antebrazos en la
barandilla blanca mientras lo miraba, soltando un lento suspiro e inhalando el aire del
mar.
"¿Estás bien?" Tatum murmuró mientras me seguía, se paró a mi lado y tomó mi
mano.
"Sí", dije, mirando la puesta de sol mientras pasaba el pulgar por la parte posterior de
su mano. "Sólo estoy... dejándome ir".
"¿De que?" preguntó con curiosidad.
"Troya", admití, el sonido de las olas en la orilla llamándome como la más suave canción
de cuna. "Supongo que pensé que todavía lo atraparíamos. De una manera u otra. Pero
han pasado años y ni siquiera Saint puede encontrar nada. Necesito aceptar que se ha ido
y seguir adelante".
"Es más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad?" murmuró y yo asentí, pensando en
mi madre, Michael, en todo lo que me había robado y en lo mucho que había ansiado su
muerte a cambio.
"Sí", estuve de acuerdo. "Pero creo que querrían que dejara de lado la idea de
venganza. Ya no es como si tuviera lo que solía tener. Quiero decir, claro, desearía
que estuviera muerto o al menos encerrado en algún lugar. Pero perdió su dinero. su poder,
su reputación. Vivirá el resto de su vida solo y escondido. Y podría

No será todo lo que se merecía, pero creo que en general puedo hacer las paces con ello. Creo que
tengo que hacerlo. Porque no lo vamos a encontrar y no quiero que él tenga ese control sobre
mí por el resto de mi vida".
"Te amo, Jase", respiró Tatum y la miré con una suave sonrisa.
mientras ella usaba el nombre del hombre que yo solía ser.
"Yo también te amo, Tatum. Y quiero seguir adelante. Que esto sea un nuevo comienzo.
Todos nosotros podemos hacer una vida real aquí y quiero vivirla. Troy puede irse a la mierda, no
me importa. Lo único que me importa somos tú, mis hermanos y yo. Es más que suficiente."
Me incliné y la besé, había tanto amor y profundidad en ese intercambio que supe que dejar
ir esta vendetta era lo correcto. Había terminado de vivir para el odio. Ahora tenía algo mucho
mejor que eso.
Y cuando nos volvimos para observar el sol hundirse bajo el horizonte por el
Por primera vez en nuestro nuevo hogar, estaba feliz de pasar página, comenzar una página
en blanco y simplemente vivir. Porque había una vida increíble esperándome aquí mismo, y no
quería ni necesitaba nada más en el mundo. Solo esto.

OTROS CINCO AÑOS DESPUÉS DE ESO
Me recosté en mi silla, mi mirada escaneaba los documentos que me habían enviado
mientras intentaba seguir los movimientos de mi hijo. Tuve que admitir que era bueno. Mejor
de lo que probablemente le había dado crédito. Y aunque había encontrado cosas
aquí y allá sobre la fortuna que estaba amasando a lo largo de los años, todavía no había
podido precisarlo.
Él no hizo ninguna compra con su nombre real y yo ni siquiera había estado
No pude descubrir ninguno de los seudónimos que estaba seguro debía estar usando.
Porque no había manera de que creyera que estaba fuera del juego. Ese chico tenía mi
sangre, le gustara o no y sabía que estaría comprando y vendiendo, buscando poder como
si lo necesitara para vivir. Pero él estaba guardando sus secretos cerca de su pecho y yo
aún no lo había descubierto.
Con una mezcla de irritación y orgullo, coloqué mi tableta sobre la mesa de metal a
mi lado, mirando más allá de la sombrilla blanca debajo de la cual estaba sentado.
hacia el sol abrasador. Siempre hacía calor en esta parte del mundo y me cansé de la
falta de variación del clima poco después de llegar aquí.

Pero me quedé estancado sin alternativa. No era seguro para mí viajar mientras tanto
Muchas autoridades me buscaron. Y aunque me había aislado en un país sin un acuerdo de
extradición con Estados Unidos en los diez años transcurridos desde que había huido,
estaba seguro de que recibirían sobornos o enviarían agentes especiales para recuperarme
si se descubría mi paradero.
Así que me dejaron prisionera en mi escasa casa de doce habitaciones. En
En comparación con lo que tenía la mayoría de la gente, supuse que era algo
lujoso, pero cuando lo comparaba con todo lo que solía tener, se sentía terriblemente plano.
¿Branston? Llamé, dejando mi vaso de whisky vacío y mirando
para que mi sirviente me trajera otro.
No estaba a la vista por ningún lado y cuando no llegó después de que lo llamé por
segunda vez, solté un suspiro frustrado y me levanté de mi silla para arreglar mi propio vaso.
Honestamente, ¿qué sentido tenía mantener al personal de la casa si ni siquiera podían
¿Mantener un vaso lleno?
Entré a la casa, caminando hacia la amplia sala de estar con el techo abovedado y el
entrepiso encima. Estaba aburrido de este lugar. Aburrido de existir en estasis sin poder y
aún menos amigos. Necesitaba liberarme de esta prisión que me había construido y la clave
para lograrlo estaba en encontrar el dinero de mi hijo. De hecho, ni siquiera había podido
bloquear su ubicación desde que se graduó en Yale. Fue exasperante.
Caminé por el suelo de mármol blanco hacia el mueble bar, pero
Me quedé quieto antes de llegar a él cuando el gran sillón colocado junto a la ventana
apareció a la vista y encontré a una mujer sentada allí. Tenía en la mano un vaso de mi
whisky favorito y el más caro, la botella en el suelo a su lado mientras apartaba la vista
de mí hacia la vista.
Llevaba un vestido blanco y estaba sentada de lado en la silla, su
largas piernas de bronce colgando sobre el brazo con tacones de aguja negros Louboutins en
los pies. Debió haber escuchado mi acercamiento, pero no se giró mientras seguía mirando
por la ventana, una cascada de rizos rubios ocultando su rostro de mí.
Me quedé quieto, los pelos de la nuca se erizaron mientras la miraba.
Este complejo era completamente seguro. No había manera de que hubiera entrado allí más
allá de los muros de tres metros y las puertas vigiladas. De ninguna manera alguno de mis
hombres la habría dejado entrar tampoco. Entonces, ¿cómo diablos había...?
"Hola, Troy", ronroneó la mujer, volviendo la cabeza hacia mí y mi
La compostura casi se desvaneció cuando mi mirada se posó en el rostro de la chica Rivers.
El que había corrompido a mi hijo, el que había tomado todo lo que había construido y lo
había torcido en mi contra. Debería haber estado muerta hace mucho tiempo, pero allí estaba
sentada, bebiendo whisky que valía más de lo que podía imaginar y mirándome fijamente a los
ojos como si pensara que éramos iguales. O peor que eso, como si ella pensara que era mejor
que yo.
"¿Smo?" Pregunté, sabiendo que él también debía estar aquí, mi voz fría y plana, nada en
absoluto que mostrara que esta llegada a mi casa me había tomado por sorpresa.
Mi hijo salió por la puerta de la esquina, con el rostro más duro que
Recordé, sus rasgos eran más fuertes ahora que era mayor. No había ni rastro del niño débil
que una vez conocí en él y mientras lo observaba acercarse a mí con paso casual, vi al hombre
en el que siempre esperé que se convirtiera mirándome y una sonrisa tocó mi labios mientras
lo miraba.
"Veo que seguiste mi consejo", dije mientras ajustaba mi reloj, presionando hacia abajo
en la alarma de emergencia que se activaría silenciosamente y llevaría a mis hombres
corriendo a mi ubicación.
Fue una pena, pero hace unos años llegué a la conclusión de que mi
Mi hijo tendría que morir si alguna vez quisiera recuperar mi imperio. Una vez que lo
hubiera logrado, supuse que tendría que trabajar para crear otro heredero, aunque el tedio de
tomar una nueva esposa había ralentizado mi progreso en esa idea.
"¿Qué consejo fue ese?" Saint preguntó con curiosidad, parándose detrás.
la viuda negra que lo había atraído a su lado.
Pero tal vez me había equivocado al oponerme a la idea de que él se alineara con esta
chica. La mirada en sus ojos decía que ella era tan decidida y peligrosa como él, así que a
pesar de la debilidad que sabía que le causaba este amor que él decía sentir por ella, era
posible que ella también le proporcionara algo de fuerza.
"Ir siempre tras lo que quieres y nunca rendirte hasta tenerlo en
tu alcance”, le supliqué.
"Bueno, tiene razón en eso", dijo Tatum mientras Saint tomaba su mano y levantaba
besar la parte posterior de sus nudillos. " Eres muy tenaz".
Mi hijo sonrió mientras la levantaba y mi piel se erizó mientras los miraba juntos.
Independientemente de lo que hubieran hecho para entrar aquí, ciertamente no parecían tener
prisa por lograr su objetivo. Lo que sólo dio a mis hombres más tiempo para llegar aquí. De
hecho, me sorprendió que no estuvieran ya entrando corriendo a la habitación.
"Siempre consigo lo que quiero", coincidió Saint con ella, agarrando su garganta con fuerza.
su mano mientras la acercaba y la besaba con fuerza.
El tacón de sus zapatos de diseñador chocó contra la botella de whisky, derribándola
y se me cayó el estómago cuando el líquido de valor incalculable se derramó.

a través de los azulejos.
"¿Supongo que no viniste aquí sólo para manosear a la chica que destruyó mi club?"
Pregunté en tono aburrido, mis dedos temblando con el deseo de recoger esa maldita botella
mientras la dejaban allí para vaciarla.

"Por supuesto que no", dijo Saint, deslizando su brazo alrededor de su cintura e
ignorando el charco de whisky cada vez mayor entre nosotros, incluso cuando pensar en ello
me hacía temblar la mandíbula. "Pero pensé que podrías apreciar el tiempo para darte
cuenta de que tus hombres no vendrán".
"¿Que hombres?" Pregunté, con el estómago a punto de caer mientras resistía la tentación de presionar el botón.
botón de mi reloj de nuevo.
"En realidad, es bastante sencillo interferir la señal de un dispositivo de pánico como el
tuyo", dijo Saint, extendiendo la mano perezosamente para colocar un mechón de cabello
rubio sobre el hombro de Tatum mientras ella le sonreía con un hambre oscura que me hizo
cauteloso.
"No sé qué es lo que"
"Y los matones a sueldo están muy bien", continuó, hablando sobre mí como si yo no
hubiera hablado en absoluto. "Pero en los años transcurridos desde que huiste como una
rata asustada por un desagüe, me ha quedado cada vez más claro que tenías un error fatal
en tu gran diseño".
"¿Qué es eso?" Pregunté, la acusación me irritó. No hubo defectos en nada de lo que
hice o creé aparte de él.
"¿Te gustaría contarlo?" preguntó Saint, y me tomó un momento darme cuenta.
se estaba dirigiendo a la chica y no a mí.
Mi labio superior se torció con la necesidad de retirarme ante ese insulto, pero su
Los ojos color zafiro se habían movido para capturar mi mirada y la sonrisa en sus
labios pintados de rojo me hizo contener la lengua para insultarla. Puede que haya
despreciado sus sentimientos por esta chica, pero no podía negar la fuerza de ellos y
Habría sido una tontería provocarlo por ella ahora.
"Un oso puede rodearse de coyotes", dijo lentamente, tomando otro sorbo de mi
whisky mientras sostenía mi mirada sin siquiera inmutarse. "Pero su lealtad sólo se
comprará con las sobras que

puedo robarle."
"Un oso sigue siendo la criatura más poderosa del bosque", respondí con calma,
dándome cuenta de lo que estaba diciendo. Mis hombres no iban a venir, los habían
sobornado para que me traicionaran y dejaran entrar a estas ratas en mi casa.
"Y aún así, una manada de lobos puede eliminarlo", dijo Tatum, sonriendo
depredadoramente.
"Ahí es donde te equivocaste", añadió Saint, deteniéndose para tomar un trago de
whisky mientras Tatum se llevaba el vaso a los labios y yo no podía evitar mirar la forma
en que se movían juntos, como dos partes de un mismo ser. completamente sincronizados.
"Creías que el poder supremo era algo que podías tener tú y nadie más. Pero mírate
ahora, completamente solo en el mundo sin una persona a quien importarle. Tu
nombre apareció en todos los titulares que te etiquetaban como el hombre responsable
de liberando el virus Hades a la población.
Eres odiado por más personas de las que podría contar, eres responsable de tantas muertes
que el mundo podría ahogarse en toda esa sangre si se derramara de una vez. Por no
hablar del resto de las atrocidades que cometiste en Royaume D'élite. Todos en este planeta
sufren por tu muerte. Los únicos sentimientos que alguien tiene hacia ti son los de odio."
"De hecho", añadió Tatum en tono conversacional, pasando su mano por el brazo de
Saint y mirándolo como si él fuera la razón por la que salía el sol por las mañanas.
mientras él le devolvía la mirada como si ella fuera la razón por la que existía. "Mucho
la gente probablemente se mataría en tu lugar, incapaz de soportar el peso de haber
hecho tanto mal y de ser odiado por tantos."
"Bueno, mucha gente es oveja", me burlé, incapaz de evitarlo en la cara.
de esta mierda emocional. "Y la única cura para semejante idiotez es la muerte".
"Es curioso que digas eso", una voz áspera vino detrás de mí, pero antes de que
pudiera darme la vuelta, me arrojaron una soga sobre la cabeza y la apretaron fuerte
alrededor de mi cuello. Me empujaron hacia atrás contra un cuerpo duro como si

Una mano tatuada se sujetó alrededor de mi mandíbula y me agarró con fuerza,
inmovilizándome mientras la cuerda se mantenía tensa. "Porque sentimos lo mismo por ti".
"Padre, recuerdas a Kyan, ¿no? Resulta que, después de todo, los O'Briens
realmente no son tan fáciles de matar", Saint me sonrió como un bufón regodeándose y
enseñé los dientes mientras me lanzaba hacia la película. Cuchillo que siempre guardé en
mi bolsillo.
Un arma presionó mi sien y giré mis ojos hacia la izquierda mientras el martillo
retrocedía ruidosamente, mi mirada cayó sobre el tercero del pequeño grupo de lacayos
de mi hijo. El futbolista. Pude rastrear algunos de sus movimientos debido a su carrera
profesional, pero todavía no había podido rastrear a mi hijo a través de él. En ese
momento, su mirada era tan oscura y su expresión tan fría que estaba segura de que
estaba viendo exactamente el atractivo que mi hijo había encontrado en él. Ésa era la
costumbre de los hombres poderosos; Siempre estuvimos unidos, pero no se pudo formar
ningún vínculo verdadero entre nosotros como Saint intentó reclamar, porque nuestra
lucha por la supremacía nunca terminaría.
"Yo no intentaría eso si fuera tú", dijo Blake simplemente y mi corazón se aceleró.
mientras buscaba la ruta para salir de esto. Era simplemente otro rompecabezas que
debía resolver, un juego que debía ganar. Había una manera. Siempre hubo una manera.
La soga alrededor de mi cuello se apretó con más fuerza de repente y me ahogué
cuando Kyan me obligó a levantar la barbilla y me hizo mirar hacia el balcón del segundo
piso, donde un hombre estaba parado mirándome, su cabello rubio sucio cayendo sobre sus
ojos mientras tiraba del cuerda de nuevo, lo que me obligó a ponerme de puntillas y me
cortó el oxígeno.
"Espera", siseé, ganando tiempo mientras luchaba para mantener mi peso.
colgando de la cuerda por completo.
"Creo que Nash ha esperado bastante", siseó Tatum, acercándose a mí con sus tacones
altos haciendo clic en el mármol. "Parece que la manada de lobos acaba de alcanzarte".
Había un odio puro y venenoso en su mirada.

lo que envió un escalofrío por mi espalda. Pero no me rendiría, no nací de esa manera. Había una
manera de salir de esto, sólo tenía que entenderla y luego...
"Mi hermano tenía toda la vida por delante", gruñó Nash desde arriba.
mí, su rostro era el único que podía ver y que mostraba todas sus emociones claramente.
Estaba furioso, sediento de sangre, ansioso de venganza y hambriento de

reclamarlo.
Levantó la cuerda más alto y el pánico me invadió cuando me arrancaron del suelo, mis
manos arañaron la cuerda desesperadamente mientras intentaba quitármela de encima.
Me levantó aún más, mi corazón se aceleró mientras me ahogaba y un dolor como el
El tipo de ardor más aterrador me cortó el cuello.
Comencé a patear y agitarme, agarrando mi bolsillo con la esperanza de liberar el cuchillo
mientras la perspectiva muy real de mi muerte pasaba ante mis ojos.
ojos.
Pero antes de que pudiera sucumbir a ello, los dedos de mis pies chocaron contra algo y
al momento siguiente me puse de pie, tomando mi peso nuevamente y aliviando un poco la
presión en mi cuello para poder respirar con dificultad. Mi pulso se aceleró por el miedo, pero lo hice
a un lado, negándome a permitir que me aterrorizaran en mi propia casa.
Me las arreglé para forzar la vista lo suficiente como para mirar hacia abajo y ver uno de los
taburetes de la cocina debajo de mis pies antes de levantar la mirada hacia el grupo que estaba
parado frente a mí nuevamente.
Kyan pasó un brazo fuertemente tatuado alrededor de los hombros de Tatum, su negro
Wifebeater ofendió mis ojos con su apariencia terriblemente casual en mi casa, y mientras le
daba un beso en la parte superior de la cabeza, se me ocurrió un pensamiento que desgarró el tejido
del legado que esperaba dejar en este planeta.

Para confirmar aún más mis temores, Blake se movió hacia el otro lado y pasó un
dedo por su mandíbula en una clara caricia. No fue sólo mi hijo. Todos quedaron
cautivados por la hermosa chica que tenía delante. Todos caídos presa de sus caprichos.
"¿Quién dijo que enfrentarse a Troy Memphis sería difícil?" Preguntó Blake y Kyan
se rió a carcajadas mientras mi hijo seguía sonriendo, bebiendo de verme puesto a su
merced de esta manera.
Esto era lo que quería, demostrar que podía vencerme, traerme
debajo de él y hacerme caer bajo sus órdenes.
Se oyeron pasos por las escaleras de madera detrás de mí desde el
entresuelo y el grupo de salvajes delante de mí miró más allá de mí hacia el impostor que
estaba en medio de ellos. El pobre hombre que había venido buscando
venganza, sin duda siendo utilizado por mi hijo únicamente para provocarme. Pero me
negué a estar a la altura de eso.
Jase Harrington caminó a mi alrededor y se paró lo suficientemente cerca de mí.

oler el aroma a pino y testosterona que rezuma de su piel. Había una aspereza en él que
hablaba de su mala crianza, su camiseta blanca pegada a su musculosa estructura y
una fina capa de barba cubriendo su mandíbula.
No pertenecía a este mundo de poder y prestigio. Era un insecto que debería haber
sido aplastado junto con su inútil familia hace tantos años en lugar de dejar que se
convirtiera en este perro de ataque con un rencor que soportar. Ese no era el tipo de
error que volvería a cometer.
"Dime", dijo, su voz era un gruñido mientras me miraba como si de alguna
manera estuviera debajo de él a pesar de la clara evidencia de lo contrario. "¿Piensas
en ellos? ¿El niño que mataste y la madre que asesinaste?" preguntó y yo me burlé.
"Apenas los recuerdo", escupí, mi voz era un susurro áspero mientras la soga alrededor
de mi cuello se negaba a permitirme más volumen. Lo había atado a la barandilla encima
de mí y sólo el taburete debajo de mis pies me impidió
ahorcándome. Sería un gran placer para mí devolverle el dinero por este delito.
Entonces aprendería a permanecer en su maldito lugar al final de la cadena alimentaria al
que pertenecía. "Si no fuera por tu resurrección en mi vida, habrían sido olvidados por
completo".
Un gruñido bajo lo recorrió, repetido por los hombres detrás de él, que para mi horror
incluían mi propia carne y sangre. ¿Estaba mi hijo seriamente molesto por algo tan trivial?
"¿Te arrepientes siquiera de ello?" Blake demandó y entrecerré los ojos.
"Nunca me he arrepentido de nada en mi vida", siseé. "No lo haces
llegar a donde estoy perdiendo el tiempo en arrepentimientos."
"Él no es capaz de sentir nada, y mucho menos remordimiento", añadió Saint.
acercándose a Nash y mirándome con interés. "Aunque creo que ahora veo algo de
miedo allí".
"¿De qué están hablando?" Le pregunté, olvidándome de los demás mientras
Centrado en el poder de la habitación.
Lo que mi hijo dijo fue la verdadera razón de esto. el haría
su punto, entonces descubriríamos adónde ir a partir de ahí. Aunque dudaba que
cualquier cosa que pudiera decirme ahora me hiciera reconsiderar mi decisión de matarlo,
sin importar cuánto me estuviera impresionando ahora.
"Estaba pensando", respondió Saint lentamente, su mirada deslizándose sobre
mí críticamente. "Qué humano eres en realidad. En la mente de un niño, eras un monstruo
invencible. Pero mírate ahora, colgado y a nuestra merced y todavía incapaz de cualquier
tipo de sentimiento verdadero y significativo. Te compadezco. "
"¿Lástima?" Me burlé. "Yo era el hombre más poderoso de nuestro estado. Posiblemente
el más poderoso"
"Era, siendo la palabra clave", me interrumpió Kyan con una risita. "Pero
Ya no te ves tan rudo."

Mi pie resbaló y mi corazón dio un vuelco cuando casi me caigo del taburete, el
La soga se apretaba más una vez más.
Metí la mano en el bolsillo y cogí la navaja por si acaso.
Uno de ellos perdió los estribos y pateó el taburete antes de que mi hijo y yo hubiéramos
terminado esta conversación y hubieramos llegado al punto.
"¿Buscas esto?" Preguntó Kyan, sonriendo mientras levantaba mi cuchillo antes de
él, agitándolo burlonamente mientras mis dedos se cerraban en la nada y una punzada
de miedo me atravesaba. Ni siquiera me había dado cuenta de que se lo había quitado.

a mí.
"Esto es una pérdida de tiempo", dijo Tatum con un suspiro mientras se abría paso.
En el espacio entre Saint y Nash, sus manos rozaron ligeramente a ambos y cuando se
giraron para prestarle toda su atención, me di cuenta de algo mucho más aterrador
que la cuerda que estaba anudada alrededor de mi

cuello.
Los cuatro hombres que estaban frente a mí la miraban con acalorados ojos.
tipo de devoción que brillaba más que el sol del mediodía. Estaban embelesados,
enamorados, totalmente engañados y bajo su hechizo. Mi hijo

incluido.
Saint no era el rey de esta tribu de paganos. Estaban gobernados por una reina.
Y la mirada en sus ojos decía que mi muerte ya estaba ocupada. El pánico se apoderó
de mí cuando lo consideré plenamente por primera vez, preguntándome si realmente podría
estar enfrentando mi muerte a la cara en este momento. Pero eso no puede ser.
Me negué a ser recordado como un cobarde que se suicidó por el
muertes de un grupo de don nadies y un virus que debería haberme convertido en un
fortuna.
"No tiene sentido prolongarlo. Él nunca entenderá las profundidades
de su maldad." Su mirada pasó de ellos a mí, su cabeza inclinada hacia un lado y esos
rizos rubios desparramándose sobre su hombro. Parecía casi angelical.

parada allí, maquillada a la perfección con ese vestido blanco y la luz del sol que entraba más allá
de la ventana proyectando una neblina de luz sobre su espalda. Pero la mirada en sus ojos no contenía
nada del cielo. Estaban llenos de la furia del infierno.
"¿A menos que tengas unas últimas palabras?"
"Santo", gruñí, mirando a mi hijo e instándolo a tomar su lugar en
mando de esta farsa. "No puedes pretender seriamente terminar con mi vida por alguien como"
Nash pateó el taburete debajo de mí con un gruñido furioso y mi estómago dio un vuelco mientras
caía por un latido eterno antes de que la cuerda se tensara y me cortara el oxígeno al instante.
Me resistí y pateé, mi mirada se movía salvajemente entre ellos mientras los cinco
Muchos de ellos se quedaron allí mirándome, perfectamente quietos con fuego y pecado en sus
ojos y sin la más mínima indicación de que iban a detener esto.
"Esto es para las personas que pensabas que no valían nada cuando eran
Realmente vale un millón de ti", gruñó Nash.
"Adiós, padre. Y para que lo sepas, encontré el testamento secreto que hiciste donde
intentaste excluirme de mi herencia y la destruyeste.
En su lugar se ha producido un nuevo testamento de apariencia completamente auténtica que me
deja todo lo que tienes a mí. Simplemente no quería que murieras creyendo que me habías
engañado", añadió Saint con frialdad y, a partir de esas palabras, me di cuenta de que esto no era
un juego. No había fin más allá de mi muerte. Nadie venía por mí y nada de lo que hice pudo detener
este destino.
ahora.
Pateé y me agité, la oscuridad presionándome por todas partes y Tatum dio un paso adelante,
sonriendo cruelmente mientras me veía morir ante sus ojos.
"¡Soy la oscuridad en la oscuridad de la noche!" gritó mientras su grupo de paganos se
acercaba a su lado, todos sus ojos puestos en mí, hambrientos de mi fin.

"¡Escuchame rugir!" bramaron, el ruido de sus vítores resonó en

muerte conmigo mientras me alejaba de ellos. Hacia el vacío de la oscuridad
y más allá. A un lugar sin posición, poder o riqueza. A las profundidades donde
ninguna luz podría encontrarme. Y quedé a la deriva para siempre en la nada.
Donde nadie recordaría mi nombre. Y estaría eternamente solo.
DOS DÍAS DESPUÉS DE QUE TROY CONOCIÓ A SU
DOOOOOOM
Bebí un sorbo de jugo de naranja recién exprimido mientras estaba sentada en la terraza
del resort más hermoso que había visitado en mi vida, leyendo un libro de harén inverso en
mi Kindle. Resultó que mi situación con mis hijos no era totalmente desconocida. Al menos
no en la ficción. Y estaba más que feliz de abrir un camino en la vida real. ¿Por qué ser
adorado por un hombre cuando puedes ser adorado por cuatro?
Estábamos visitando las Islas Marquesas en la Polinesia Francesa después de volar
aquí tan pronto como Troy Memphis dejó de patear. Nos debían una celebración, pero
este lugar era llamativo incluso para los estándares de Saint. Y me sentí como si estuviera a
un mundo de distancia de cualquier lugar donde hubiera estado antes.
Nuestro balcón daba a nuestra piscina infinita privada que se encontraba sobre la
selva tropical y se extendía hacia una playa solo para nosotros y el azul más puro.
agua del mar más allá.
Saint había desaparecido antes de que todos nos despertáramos y yo me tumbara en la
terraza a la sombra del toldo, mis pies en el regazo de Nash mientras él me los
masajeaba. Sus calzoncillos eran cortos y mostraban el tatuaje que Kyan se había hecho allí para
cubrir la marca en su muslo izquierdo. Era de cinco lobos con el hocico levantado mientras aullaban
a la luna sobre una montaña cubierta de nieve.
Y había pasado tiempo besándolo más de una vez desde que lo hizo.
Kyan estaba columpiándose en una hamaca a mi derecha y Blake estaba de vuelta.
dentro de la suite pidiendo más pasteles en el mostrador de recepción.
El aire cálido flotó a mi alrededor y rozó mi piel desnuda, mi pequeño bikini rosa se sentía
como demasiada ropa con la humedad presionando.
Pero todo el calor del mundo no pudo desalojar la paz que me invadía mientras me bañaba en el
resplandor de la muerte de Troy.
Me levanté de mi asiento y me dejé caer en el regazo de Nash, empujando mis dedos
su cabello. Todos nos quedamos despiertos la mitad de la noche bebiendo, bailando y follando.
Había rasguños a lo largo de los hombros de Nash que dejé allí cuando él me reclamó en las primeras
horas de esta mañana con la furia de una bestia y marqué mi pulgar sobre ellos mientras él sonreía.
"¿Cómo estás hoy?" Murmuré en su oído mientras su mano recorría mi columna.
"Nunca mejor dicho, princesa", suspiró y me recliné para mirarlo. Pude ver el peso quitado
de sus hombros como si hubiera sido algo físico que hubiera llevado consigo todo este tiempo.
Había tratado de dejar ir su necesidad de venganza cuando parecía que nunca
encontraríamos a Troya, pero sabía el alivio que había sido finalmente devolverle el dinero por
todo lo que le había hecho a su familia y librar al mundo. de él para siempre. Sus ojos contenían
un mar de luz y había una sonrisa permanente en sus labios. Labios que habían hecho mil
cosas sucias en mi cuerpo anoche mientras celebraba su victoria. "Pero seré aún más feliz
cuando me dejes terminar ese masaje en los pies".
Me levantó por el trasero, arrojándome en mi asiento antes de dejarse caer en el
suyo y agarrar mi pie para pasar sus pulgares por el centro de la suela. Fue jodidamente
increíble.
Solté un largo suspiro, sin estar seguro de haber estado tan relajado antes mientras
Observé a mi hermoso ángel oscuro por encima de mi Kindle.
"Estás mirando", bromeó.
"Te ves tan jodidamente sexy cuando me estás adorando, Jase", dije y
sonrió ante el uso de ese nombre.
"Cuando termine aquí, planeo arrodillarme entre las piernas de mi diosa y rezar para
que llueva".
"Eres un salvaje", me reí y él sonrió lobunamente para confirmarlo.
Blake salió a cubierta en su bañador azul, con la piel
besado profundamente el bronce por nuestros días de sol. Ya había conseguido el
mejor bronceado y también era un bastardo engreído al respecto.
“¿Quién se anima a hacer snorkel hoy?” preguntó, dejándose caer junto a Nash.
y poniendo uno de mis pies en su regazo. Les sonreí, coloqué mi Kindle sobre la
mesa y me recosté en mi asiento.
"Estoy dentro. Voy a traer mi teléfono para tomar algunas fotos", dije. Saint nos había
comprado los últimos iPhones que eran completamente resistentes al agua y tenían cámaras
profesionales. Nos hizo actualizar al último modelo cada vez que se lanzaba uno nuevo, a
pesar de que los teléfonos de un año funcionaban bien. Pero aparentemente ese no era
el punto.
Llegaron nuestros pasteles y la criada los puso sobre la mesa antes de apresurarse.
lejos de nuevo. Cogí un croissant y lo desmenucé, suspirando mientras me metía un
trozo en la boca y la delicia mantecosa se derretía en mi lengua. “¿A dónde diablos
ha llegado Saint?”
"Probablemente haya ido a la guerra con ese ave marina que se cagó
encima de él ayer", gritó Kyan con un bufido, su brazo entintado cayendo de la hamaca
y sus dedos rozando el suelo de madera.
“Bueno, se perderá la diversión”, dije riendo al recordar el horror de Saint ante
el pájaro que se cagó encima de él. Se lamentó por su camisa arruinada de Ralph Lauren
y maldijo a la criatura y a varias generaciones de su familia.
Saqué mis pies del agarre de las manos de Nash y Blake y usé mi
dedos de los pies para acariciar sus pollas. Me sonrieron demoníacamente mientras me
mordía el labio, pero antes de que pudiera dejarme llevar por esa idea, la puerta se
cerró y Saint salió a la terraza. Se inclinó para darme un beso en la mejilla y luego pasó a
mi lado hasta el borde del balcón, como si tuviera algún anuncio que hacer. Estaba vestido
con pantalones chinos y una camisa blanca.
lo que resaltó la riqueza y la terrenalidad de sus ojos. Saint hizo que vestirse
informalmente pareciera que estaba en una costosa sesión de fotos en todo momento.
"¿Donde te has estado escondiendo?" Pregunté, apartando mi cabello de mis hombros
para que colgara sobre el respaldo de la silla.
"He estado terminando los arreglos finales", dijo, con los ojos bailando.
con algún secreto y fruncí el ceño.
"¿Para?" Nash presionó.
"Para el día de nuestra boda", anunció Saint, sonriéndome.
"¿Qué?" Me reí confundido mientras Kyan se sentaba erguido en su hamaca y
Casi se cae.
Blake y Nash compartieron una mirada mientras yo sacaba mis pies de sus regazo
y le daba a Saint toda mi atención. Si había algo que sabía sobre Saint Memphis era
que no bromeaba sobre asuntos relacionados con nuestra relación. Si decía
que había una boda organizada, era una maldita boda organizada.
“Pasé algún tiempo investigando dónde podríamos celebrar una boda que
atendería nuestras necesidades. Algunos países de África fueron una opción durante un
tiempo, pero habría tenido que pagar a demasiadas personas corruptas para permitir que una
mujer se casara con varios hombres y no al revés. Entonces decidí que esa ruta era
demasiado compleja. Fue entonces cuando descubrí las leyes poliándricas en estas islas,
según las cuales una mujer puede casarse legalmente con varios maridos si tiene un estatus
superior al de los hombres. Lo cual, por supuesto, fue fácil de demostrar ya que nuestra chica es
una reina y los marquesanos parecían más que felices de adaptarse a nuestra situación sin mucha
persuasión.
"¿Hablas en serio?" Pregunté, la esperanza llenando mi voz. “¿Puedo tenerlos a todos ustedes
como mis maridos?” La idea me mareaba tanto que me levanté de la silla y corrí para agarrar el
brazo de Saint, esperando ansiosamente su respuesta.
Tomó mi mejilla y su pulgar trazó una línea hasta la cicatriz en mi sien. “Sí, sirena.
Puede. Y realmente te ruego que lo hagas”. De repente se arrodilló y jadeé cuando sacó una
caja de anillos blanca de su bolsillo y la abrió. El sol brilló sobre el diamante de talla redonda más
hermoso que jamás había visto en un delicado broche con un diseño vintage. Era enorme, una puta
roca de diamante y me quedé completamente sin palabras cuando Saint me lo ofreció, con los
ojos llenos de esperanza y felicidad.
"Soy un plebeyo antes que una reina", dijo con voz áspera. “Rogando entrar en su palacio
y poner todo lo que es a sus pies. Soy tuyo, aceptes este anillo o no, pero si lo usaras, no querría
nada más en todos los años que me quedan en esta vida”.
"Espera un momento", Blake se resistió antes de que pudiera responder, mi corazón
latía con fuerza mientras me perdía en la pregunta que Saint me había planteado. "No puedes
simplemente aparecer con un anillo luciendo como un maldito príncipe mientras nosotros estamos
sentados aquí medio desnudos sin nada que ofrecerle más que malditos pasteles".
"No soy responsable de si decides proponerle matrimonio a Tatum o cuándo".

Dijo Saint con desdén.
"Planeaste nuestra boda sin decírnoslo", intervino Nash. "Podrías habernos
avisado y tal vez todos podríamos tener un anillo para ofrecerle hoy".
"También necesitas mi permiso", añadió Kyan.

"Ni siquiera lo intentes, Kyan", gruñí y luego le sonreí a Saint, extendiendo mi
mano izquierda. Todavía llevaba el anillo de calavera que Kyan me había comprado,
así que realmente no tenía espacio para el meteoro que Saint me estaba ofreciendo,
pero eso lo descubriríamos más tarde. "Por supuesto que me casaré contigo". Deslizó el
anillo en mi dedo medio y me di cuenta de que el astuto bastardo ya había
planeado que yo usara más de uno cuando se puso de pie, acercándome a él y
besándome con pausadas caricias de su lengua mientras los demás se veían
obligados a hacerlo. mirar. Sonreí mientras me giraba hacia ellos, rebotando sobre las puntas de mis pie
"No necesito un anillo de ustedes", dije seriamente mientras observaba las
expresiones tristes de Blake y Nash. “Y no tienes que casarte conmigo si no quieres
eso. No dejes que Saint tome la decisión por ti. Pero…” Me alejé de Saint y me arrodillé
frente a ellos y sus cejas se alzaron. “Los quiero a ambos. No existe un
nosotros sin ustedes, Blake y Nash”. Los miré intensamente. "¿Quieres casarte
conmigo? Hazme la mujer más feliz del mundo entero, hazme completa. Porque cada
uno de ustedes tiene un pedazo de mi corazón y no puede mantenerse unido sin
todos nosotros como
uno."
Compartieron una mirada y luego ambos tomaron una de mis manos y me

levantaron. Se pusieron de pie, abrazándome entre ellos, tomándose turnos para
besar mi boca y luego mi cuello hasta que suspiré y me arqueé entre ellos.
"¿Es un sí?" Yo rogué.
"Sí, princesa", gruñó Nash contra mi oído mientras Blake lo murmuraba contra mis labios.
"Estoy de acuerdo", dijo Kyan, saliendo de su hamaca con una sonrisa mientras los chicos
se separaban de mí.
"No necesitamos su consentimiento", gruñó Saint. “Nos casaremos con ella
porque ella lo quiere, independientemente de lo que tú quieras”.
“Todavía doy mi acuerdo, para que lo sepas. Y técnicamente me casaré con ella dos
veces ahora, así que seré el marido principal oficial”, se burló Kyan, tomando mi mano y mirando
el anillo que estaba a su lado con un silbido bajo.
Saint soltó una carcajada. “Serás el paje de la boda, no un
acicalar. Ni siquiera aquí puedes casarte con ella dos veces”.
La mandíbula de Kyan se tensó. "No voy a ser el maldito paje".
"No, él es el padrino", anunció Blake con una sonrisa. “¿No es así?

¿hermano?"
“¿Kyan?” Susurré, mirándolo mientras apoyaba una mano en su pecho.

"No arruines esto".
Kyan suspiró, agarrándome la nuca y acercándome.
"Nunca. Con toda seriedad quiero que los tengas. Porque somos iguales.
Y estaré ahí animándote porque esto hace que nuestra familia sea oficial. Todos seremos
Roscoes...
“Rivers”, lo cortó Saint, levantando la barbilla en desafío. “Todos lo haremos

ser un Rivers”.
Mis cejas se alzaron y miré a Nash y Blake quienes sonrieron, pareciendo felices con esa
idea, pero no podían estar tan emocionados como yo. Dios mío, este es uno de los mejores
días de mi vida y apenas ha comenzado.
"Entonces también cambiaré mi nombre", gruñó Kyan con furia.
"Por supuesto que lo harás. Ya tengo la documentación lista para que la firmes”, dijo
Saint con una sonrisa. “Ahora todos vayan a ducharse y a bañarse.

cambiado, sólo tenemos dos horas hasta la ceremonia”.
Empecé a alejarme corriendo con mis muchachos, pero Saint me agarró del brazo. "No tú,
sirena. Tienes que ir por el pasillo y abrir la habitación cinco cero dos. Deslizó una
llave en mi palma y mis labios se separaron mientras besaba mi mejilla, dándome
una mirada intensa antes de alejarme.
Hice lo que me pidió, salí de nuestra habitación y recorrí el largo pasillo, abrí la puerta
al final y entré.
"¡Sorpresa!" Un grupo de chicas gritó y Mila de repente se lanzó sobre mí.
apretándome fuerte. Dione y Kayla de la universidad también estaban allí y casi me
pongo a llorar al encontrarlas a todas aquí juntas. Llevaban hermosos vestidos fluidos de
color rosa pálido y los miré con asombro mientras la emoción ardía en mi pecho.
Toda la habitación estaba decorada para mí con estilistas y maquilladores.
artista, así como diez malditos vestidos de novia de diseñador colgados en bolsas a lo
largo de la pared trasera para que yo pudiera elegir.
"Es hora de prepararse, niña". Mila sonrió mientras me llevaba hacia el
baño. "¡Es el maldito día de tu boda!"
***
Llevaba un vestido blanco con tirantes delicados, un corpiño de encaje y una falda que
flotaba a mi alrededor en varias capas de material suave. Se partió el muslo y cuando sopló
el viento, mi liga se asomó e imaginé que los chicos estarían peleando por quién se la
quitaría más tarde. Por suerte, en secreto había puesto otros tres en mi otra pierna para
evitar que pelearan por ella, ¿no es así?

Mis hermosas amigas me llevaron a la playa con sus vestidos y

lirios entrelazados en sus manos. Llevábamos sandalias y las mías tenían diamantes
en las tiras que me rodeaban los tobillos y entre los dedos de los pies. Mientras
llegábamos a la arena blanca, me guiaron hacia una marquesina para que no pudiera
ver a mis hijos más allá y ellos no pudieran verme a mí.
Dentro, encontré a Kyan esperando allí con pantalones gris claro, mocasines y
una camisa blanca. Tenía las manos en los bolsillos, el pelo peinado hacia atrás y la
cabeza ladeada mientras me observaba. Demonios, se veía bien así vestido. Pero
nada podía ocultar lo que era, sin importar cuánta ropa elegante usara. Él era mi
monstruo de principio a fin. Y ese traje podría fácilmente mancharse de sangre y aún
así lo querría como mi esposo. Quizás incluso más.
“Joder, cariño, pareces una estrella caída. Los cielos querrán que regreses cuando
se den cuenta de que estás desaparecido”.
"Bueno, no pueden tenerme", dije con una sonrisa que había sido permanentemente
cosido en mis mejillas desde que Saint había anunciado la noticia.
"No te dejaría ir incluso si lo hicieran", ronroneó.
Mila se paró frente a mí, revisó mi vestido, ajustó la tiara brillante en mi cabello
y el velo que bajaba por mi espalda. "Te ves jodidamente perfecta, niña", dijo, con los
ojos brillantes mientras apretaba mi mano. "¿Estás listo?"
Asentí, respirando temblorosamente. Quería esto más que nada. Todo

Nos unimos como uno solo, unidos en todos los sentidos posibles.
"Tu vas a estar bien. Simplemente no te caigas, ¿vale? ella se rió y yo también,
luego se trasladó al frente de la carpa con mis amigos justo cuando la música empezaba
a sonar en la playa. Un arpa tocaba una hermosa melodía cuando las chicas
salieron, desapareciendo de la vista y yo jadeé al reconocer la canción que Saint había
compuesto para mí hace tantos años.
Me había escrito muchas más desde entonces, pero esa siempre ocuparía un lugar especial
en mi corazón y, por supuesto, él lo sabía. Era San Menfis.
Aunque supuse que estaba a punto de convertirse en Saint Rivers.
Kyan se acercó a mí y me ofreció su brazo. “Sé que tu papá debería ser quien te
acompañe con mis hermanos hoy, pero ¿te alegraría que tu esposo lo hiciera en su lugar?”
Parpadeé para contener las lágrimas ante la mención de mi padre, asintiendo con firmeza
y tomándolo del brazo. "Él te habría elegido en su lugar, Kyan".
“¿Lo crees?” preguntó esperanzado y me incliné para besar su mejilla.

"Lo sé", dije y él sonrió mientras me llevaba a la salida. La música
Cambié a Baby Mine de Betty Noyes y mi corazón se apretó ante la melodía familiar
que mi padre me había cantado cuando era niña, la misma que Saint me había tarareado en
mi momento de necesidad hace mucho tiempo. Kyan me llevó a la playa y el sol del
mediodía cayó sobre nosotros, haciendo brillar mi vestido blanco.
Me quedé sin aliento al ver las filas de sillas en la arena cubiertas de
tela blanca y envuelta con lazos rosas a juego con las damas de honor. Nunca había
pensado mucho en cómo sería el día de mi boda. Nunca había imaginado que me casaría
antes de Kyan y ahora me encontraba a punto de caminar por otro pasillo con tres hombres
más al final.
Saint, Nash y Blake llevaban trajes que combinaban con el de Kyan y el mío.
Revoloteó salvajemente ante la forma en que sus ojos me recorrieron con un deseo feroz.
Recordé la primera vez que vi a mis Guardianes Nocturnos todos juntos en Everlake,
sus ojos llenos de un hambre que yo también había sentido en lo profundo de mi alma. Era la
misma mirada que me daban ahora y me di cuenta de que los cinco siempre habíamos
sido inevitables. El destino había tejido nuestro destino y no había ningún arrepentimiento en
mi corazón por cómo habíamos llegado a estar aquí. Los días buenos, malos, oscuros y
la luz. Cada uno de ellos era hilo de un tapiz que era únicamente nosotros. Y lo atesoraría siempre.
Los nervios luchaban en mi estómago mientras avanzaba por el pasillo de sillas. Las últimas filas
estaban ocupadas por lugareños que parecían tan contentos de estar aquí como si realmente nos
conocieran. Al frente estaba el padre de Blake con su novia, Christina, una mujer pelirroja que había sido
su ama de llaves en los días de la pandemia. Ella le llevaba comida todas las semanas y se
aseguraba de que sobreviviera, estando ahí para él cuando nadie más podía estarlo. Nos la presentó
como su amiga íntima, pero después de unos meses, Blake finalmente lo llamó la atención y le dijo que
amaba a Christina y que estaba feliz de que su padre ya no se sintiera solo. No mucho después de
eso, Cooper y Christina se mudaron a Sunset Cove para estar más cerca de nosotros y ahora los adoraba
a ambos como si fueran sangre.
Sentado junto a ellos estaba Danny con un par de elegantes pantalones color crema y una camisa
blanca, sus ojos se movían de mí a Mila, que estaba parada al frente.
con las otras damas de honor. Los dos estaban más enamorados que nunca.
y un pajarito me había dicho (también conocido como Blake) que Danny planeaba proponerle
matrimonio pronto. Fue tremendamente emocionante.
Todos los rostros de las personas que amaba estaban inclinados hacia mí mientras caminaba hacia el
arco de delicadas flores rosadas bajo el cual estaban mis hijos.
Un hombre de las Marquesas estaba parado junto a ellos, vestido con una túnica blanca, sonriéndome
amablemente mientras me acercaba. Estaba tan lista para unirme a ellos de esta manera que
prácticamente estaba a punto de estallar de emoción.
Kyan me soltó y me apretó la mano en señal de despedida antes de pasar a
párese junto a los Guardianes de la Noche. Mi garganta se hizo espesa por la emoción mientras
contemplaba cada uno de sus rostros, incapaz de creer que tenía la suerte de reclamar a uno de
estos hombres como mío y mucho menos a todos.

Habíamos peleado batallas juntos, derramado sangre el uno por el otro y sabía
Cruzaríamos cualquier océano en cualquier tierra para estar juntos si fuera necesario.
Habíamos demostrado que no había ninguna fuerza en este mundo que nos mantuviera
separados. Así que ahora solo había una eternidad de vida esperando que viniéramos y la reclamáramos.
Y no podía esperar para responder a su llamada.
UN AÑO DESPUÉS DE LA BODA
"Oh , joder, joder, Jesús, mierda", murmuró Blake, clavándose las manos en el pelo
mientras las parteras agitaban los brazos hacia nosotros y nos hacían a todos
apartarnos de su maldito camino por enésima vez. No estaban contentos de que
estuviéramos cuatro aquí, pero cada vez que exigían saber quién de nosotros era el
padre, les contestábamos rotundamente que todos lo éramos.
Y, por supuesto, Saint se había vuelto loco con ellos por eso, insistiendo en que
Sigamos bajo la amenaza de arruinar sus carreras y sus vidas personales. Aunque
tenía que admitirlo, la partera a cargo del parto de Tatum era la persona más
cercana que había visto a igualar a Saint en puras jodidas bolas mientras lo
fulminaba con la mirada y le decía que comprobara su maldito privilegio. De hecho, él
también lo hizo, aunque claramente no tenía intención de ser expulsado de la
habitación, pero estaba dispuesto a dejar que ella tomara las decisiones aquí aparte de eso.
Esta vez, cuando los demás se vieron obligados a retirarse, fui yo quien se quedó.
al lado de Tatum, apartando su cabello de su frente sudorosa y apretando sus
dedos con fuerza mientras jadeaba y gemía en la cama.
La partera hizo su examen en los pocos segundos entre
contracciones y juro que mi corazón latía incluso más rápido que el del bebé, lo cual
podíamos escuchar a través del monitor que habían atado alrededor del vientre
hinchado de Tatum.
Habíamos estado aquí durante dieciséis horas y nunca en mi vida había estado
tan jodidamente preocupado como lo estaba ahora. No sabía qué hacer ni qué decir
y cada vez que alguno de nosotros intentaba hacer una broma para aligerar el
ambiente, Tatum nos miraba como a Satán y nos callábamos de golpe.
"Lamento decirte esto, cariño, pero aún no estás lista para pujar", dijo.
Anunció la partera y Tatum gimió de dolor, aplastándome los dedos mientras otra
contracción la abrumaba.
"¿Quieres algo de agua?" Nash ofreció.

"¿O una compresa fría?" —añadió Blake.
"¿O un bollo?" Sugirió Saint.
"¡No, no quiero un maldito bollo!" ella gritó y yo estaba bastante seguro
Me rompió el dedo cuando su agarre se apretó increíblemente.
"¿Quizás deberías reconsiderar el alivio del dolor?" la partera sugirió
amable. "Podríamos tener una larga espera aquí y una epidural"
"Sí", jadeó Tatum, asintiendo con la cabeza. "Eso. Haz eso"
"¿Está seguro?" Le pregunté, inclinándome para hablarle al oído.
"Porque cuando hicimos todas esas clases, fuiste bastante inflexible en que querías
hacerlo de forma natural, sin drogas y"
Tatum agarró la parte delantera de mi camisa y me arrastró hacia abajo para que
estuviéramos nariz con nariz y ella me mirara a los ojos con la ira del mismísimo diablo.
"¡No me hables de un jodido parto natural cuando estás parado viendo cómo
sucede esto!" ella gruñó. "El Tatum que dijo esas tonterías era un jodido idiota que no
tenía idea de qué diablos era esto.
sería. Era una perra ingenua y ahora está muerta, como lo estarás tú si intentas convencerme
de que no tome analgésicos nuevamente. Cuando tengas que sacar una sandía de tu maldita
vagina, puedes volver conmigo con tu mierda de no usar drogas, pero hasta entonces cállate y
ayuda a la mujer a darme las drogas".
Tragué saliva y asentí, un poco asustado del demonio que vivía
dentro de mi esposa y preguntándome si este realmente era el bebé de Saint después de
todo, porque definitivamente tenía algo de pura maldad dentro de ella que no había estado allí
antes.
"Sí, está bien, lo que necesites", estuve de acuerdo rápidamente y ella me soltó mientras se
dejaba caer sobre las almohadas.
"Está bien cariño, llamaré al anestesista y te solucionaré pronto", dijo el
dijo la partera en voz alta, ignorándonos como si no estuviéramos involucrados en esto. Y como
no tenía vagina, podía admitir que probablemente este no era mi lugar para empezar a discutir,
así que hice lo que me pedían y me callé.
La partera salió de la habitación y Tatum se abalanzó tan repentinamente que me
Tuve que agarrarla para evitar que se cayera de la cama. Ella me miró como si hubiera
adivinado que iba a hacer eso, y me disculpé mientras compartía una mirada con Blake por
encima de su cabeza mientras le decía "mierda santa".
"¿Quizás deberías quedarte en la cama?" Sugirió Blake, alcanzándola y luego
retrocediendo como si no estuviera seguro de cómo ayudar.
"No puedo acostarme. Es peor si me acuesto", jadeó, extendiendo la mano para
Nash y clavó sus uñas en su bíceps mientras apretaba los dientes contra el dolor de otra
contracción y él simplemente la dejó sacar sangre de su carne sin decir una palabra.
Probablemente lo mejor.
Saint se había quedado muy quieto, con los ojos fijos en ella como si estuviera
evaluando todo, calculando probabilidades y tratando de resolver esto como si fuera un
problema de matemáticas. Pero la forma en que estaba cerrando me dijo lo mucho que estaba
Enloqueciendo por dentro y supe que estaba a punto de romperse por lo inútil que todo
esto le hacía sentir.
"No", espetó Tatum, señalándolo. "No puedes perder la cabeza
hoy. No se trata de ti, así que cierra esa mierda. Anímate o vete
afuera."
"No voy a ir a ninguna parte", gruñó Saint en respuesta. "Sólo estoy tratando de pensar
en todas las cosas que podrían ayudarte".
"Oh, ¿vas a meter la mano en mi vagina y sacar a este bebé de
¿Yo amable y gentilmente?" preguntó y sí, oficialmente estaba aterrorizada de ella.
E impresionado. Y un poco caliente para ella. No es que me atreva a sugerir algo que tenga
que ver con mi pene en este momento, pero Tatum volviéndose tan rudo simplemente
hizo cosas por mí y ver a su pareja con esta mierda psicópata de mamá osa... Sí. Estuve
aquí para eso. Aterrorizado, pero aquí para ello.
"¿Por qué no intentas otra vez hacer la pelota que rebota?" Nash se ofreció y el ceño
fruncido que ella le lanzó podría haber cortado vidrio.
"Estabas interesado en hacer eso de manos y rodillas", añadió Blake, acercándose
a la cama y saltando sobre ella a cuatro patas. "Ya sabes, como dijo esa mujer de las clases
sobre la ayuda de la gravedad y esa mierda. Algo así como lo hace con los animales en el"
"¿ Te parezco un animal salvaje, Blake?" Tatum siseó, sus dedos aplastaron los míos
nuevamente mientras otra contracción venía hacia ella.
Los cuatro la miramos, vistiendo nada más que una camiseta de hombre estirada.
camisa con los pies descalzos, su cabello rubio erizado en todas direcciones y sus ojos
azules aterradoramente salvajes y todos sacudimos la cabeza.
"Joder, no", dijo Nash. "Te ves impresionante".
"Hermoso", añadió Blake.

"Hermoso", dijo Saint.
"Feroz", agregué, y me complació ver que ella tomó eso como la
cumplido que estaba destinado a ser.
Ella soltó una carcajada por un breve momento. "Lo siento, estoy siendo un completo imbécil".
ella jadeó. "Yo simplemente... ¡ santa madre de mierda, cualquiera de ustedes que ponga esta
maldita cosa dentro de mí recibirá una patada en el pene todos los días durante un maldito mes!"
Vale, sí, ella estaba loca, yo tenía miedo por todas nuestras vidas, pero estaba
También me quedaría aquí junto a ella hasta que esto terminara de todos modos.
Protegí menos que sutilmente mis bolas con mi mano libre y afortunadamente,
fueron salvados por la partera que reapareció junto al anestesista.
Saint me hizo a un lado mientras él y Blake la ayudaban a subir a la cama y Nash
Puso su mano sobre mi hombro, exhaló bruscamente y me miró con una mirada de qué carajo
que definitivamente le devolví. No mencionaron esto en las clases prenatales. Tal vez debería
decirles que lo agreguen : Clase Nueve: cómo afrontar cuando tu esposa está poseída por el diablo
durante el parto y tú estás reducido a un jodido saco de boxeo inútil que no puede hacer nada más
que mantenerse fuerte y dejarla Abusará de ti tanto como quiera con la esperanza de que ayude
un poco.
Sólo esperaba que esta epidural fuera como una maldita poción mágica, porque
No estaba seguro de poder verla sufrir así por mucho más tiempo. Mierda, ¿cómo alguien pudo
tener más hijos después de sobrevivir a esto? Había vivido un juego de muerte, el virus
Hades, derroté una organización elitista, escapé de mi familia de la mafia irlandesa
y sobreviví a una herida de bala contra todo pronóstico y no pensé que estaría cerca de soportar
la forma en que lo hizo Tatum. sintiendo ahora. Ella era una jodida diosa, y me aseguraría de
decírselo todos los días durante el resto de la vida para asegurarme de que nunca lo olvidara.
Blake se movió para pararse frente a Tatum, sosteniendo sus manos y

murmurándole sobre lo asombrosamente que estaba mientras el anestesista
le preparaba la epidural.
La partera nos llevó al resto a un rincón por centésima vez.
tiempo y lo acepté de mala gana, moviéndome para estar con Nash y Saint como
vimos.
"¿Por qué nadie te dice que esto es jodidamente aterrador?" Murmuró Nash,
pasándose una mano por la cara mientras nos miraba en busca de una respuesta real.
"Esa perra loca en las clases prenatales hizo que esto sonara como algo mágico.
experiencia", gruñí, preguntándome si debería escabullirme a su casa por la noche y
darle un buen susto para darle una maldita lección. "Esto es tan mágico como la Masacre
de Texas".
Saint me dio un puñetazo en el brazo y no tomé represalias porque probablemente
no debería haber dicho eso tan alto donde Tatum pudiera escucharlo. Por suerte, ella
parecía estar totalmente concentrada en Blake y su respiración, así que parecía que me
había salido con la mía.
"¿Qué decidimos al final sobre la prueba de paternidad?" Nash murmuró y yo me
encogí de hombros.
"Eso me importa una mierda. Me encantará igual si tiene mi
sangre o no."
"No puedes llamar 'eso' a un bebé", siseó Nash, pero ya habíamos estado teniendo esto.
conversación desde que fue concebida, por lo que necesitaba dejarla ir.
"Bueno, hasta que sepa si es niño o niña, seguiré haciéndolo. Y viendo que
ustedes, imbéciles, votaron con Tatum en contra de descubrir el sexo"
Tatum dejó escapar un gruñido de dolor y todos nos detuvimos para mirarla, cada uno de nosotros
Inclinándonos hacia adelante como si quisiéramos correr hacia allí y abrazarla, pero Blake
lo tenía y los médicos todavía estaban haciendo su mierda, así que nos obligamos a quedarnos.
atrás.
"Podemos hacer una prueba de paternidad antes de decidir tener otro hijo".
Dijo Santo. "De esa manera podemos asegurarnos de que cada uno de nosotros tenga un hijo con
nuestra genética y"
"En serio crees que vas a convencerla de tener más bebés.
¿Después de esto?" Nash siseó y Tatum se giró para mirarnos a todos, entrecerrando los
ojos como si supiera lo que estábamos diciendo. Mierda, daba miedo, ¿verdad?
ahora.
Saint tragó saliva y se encogió de hombros. "Tal vez no", admitió.
"Me preocupa más que ella sobreviva a este", gruñí, preguntándome
¿Por qué diablos habíamos decidido tener un bebé? Quiero decir, sí, estaba jodidamente
emocionado por tener un pequeño amigo o una princesa con quien andar por ahí y meterse
en problemas, pero si hubiera sabido qué le pasaría a nuestra chica para tenerlo aquí, no estaba
tan seguro. Lo habría aceptado. "Mierda, será mejor que este bebé sea jodidamente genial o no
creo que alguna vez perdone a ese pequeño bastardo".
"Todos estamos casados con ella", respondió Saint. "Así que no será una tontería"
"Ahí vamos, se activará en breve", anunció el anestesista y salimos en estampida de
nuestra esquina para llegar primero al lado de Tatum.
Se dejó caer de nuevo en la cama, y parte del dolor ya parecía desaparecer.
desaparecer de su expresión mientras nos miraba a los cuatro con la

asomo de una sonrisa en su rostro.
"Nunca volveré a tener relaciones sexuales", susurró y una risa se derramó de mis labios
mientras me inclinaba para besar su frente.
"Tienes esto, cariño", gruñí, sabiendo en mi corazón que era lo más cierto que le había
dicho. "Eres una maldita reina. Puedes hacer esto.
Y estaremos aquí a tu lado todo el tiempo".

***
La habitación quedó extrañamente silenciosa tras el pánico del parto. Este extraño tipo de
calma cae sobre todos nosotros bajo el peso de esta situación

evento que cambia la vida.
Algo había cambiado en mí en el momento en que nació el bebé, esta sensación de
propósito que no había tenido antes. No sabía cómo expresarlo con palabras, pero me
sentí abrumado por todo.
Tatum yacía en su cama, amamantando al bebé sano y mirándolo con esa mirada
serena en su rostro que no pude evitar esbozar. Nash y Blake ya habían tomado
alrededor de un millón de fotos de ellos dos en los veinte minutos desde que él vino al
mundo gritando como un alma en pena y listo para enfrentarse a todo y cualquier cosa que
se le presentara. Pero sólo necesitaba capturar este sentimiento. Y mientras los bocetos
se iban armando, no pude evitar sentirme orgulloso de mi trabajo.
Mi favorita era la pieza que estaba terminando, Tatum sentada en la cama entre
los cuatro mientras la mirábamos, el bebé acunado en sus brazos y esa maldita sonrisa
en su rostro que solo quería devorar. Es casi seguro que valió la pena toda la agonía
que había sido necesaria para traerlo al mundo. Ella ciertamente parecía pensar eso de
todos modos y como ella fue quien lo había soportado, estaba dispuesto a confiar en su
palabra.
"¿Quieres abrazarlo, Kyan?" Tatum respiró y miré hacia arriba mientras
Terminé mi boceto, mojando mis labios y dejando mi cuaderno de bocetos a un lado.
Yo era el único que aún no lo había hecho, pero por alguna razón estaba dudando.
No era que no quisiera, más bien no estaba segura de estar hecha para agarrar algo tan
precioso y frágil sin contaminarlo. Ya había tenido que aceptar que había corrompido a
Tatum, pero un bebé era tan puro e inocente, y yo era todo menos esas cosas.
Ni siquiera me había enojado en lo más mínimo cuando quedó claro por su tono de
piel que yo no era el padre biológico. Porque en el fondo de mis entrañas no podía evitar
sentir que mi sangre era una forma de veneno y dársela a un niño sería como maldecirlo.
En retrospectiva, debería haber sabido muy bien que este niño tendría la genética de Saint. El
bastardo había planeado un fin de semana romántico para él y Tatum precisamente cuando descubrió
que ella estaría ovulando, luego pasó todo el tiempo enterrado dentro de ella para asegurarse de que
sería él quien la dejaría embarazada primero. Ni siquiera había pensado en ese maldito viaje
hasta que su presunción lo obligó a admitirlo diez minutos después del nacimiento de César.
Blake lo había golpeado y Nash lo había maldecido, pero yo sólo me reí.
Ni siquiera me importó. Fue tan jodidamente santo de su parte y demasiado jodidamente divertido.
Por supuesto, él conocía el ciclo menstrual de Tatum mejor que ella. El resto de nosotros habíamos
tenido una conversación perfectamente normal: "¿deberíamos dejar de usar anticonceptivos e intentar
tener un bebé?" y nos habíamos contentado con dejar que la naturaleza siguiera su curso a partir
de ahí. Había estado registrando períodos y calculando fechas hasta que supo el momento exacto en
que ella liberaría un maldito óvulo. Estúpido.
En realidad, sabía que a ninguno de nosotros le importaba una mierda quién compartiera ADN
con la pequeña criatura que acababa de convertirse en el centro de nuestro universo. No hizo la más
mínima diferencia. Lo amaríamos igual. Así era en nuestra familia.
"Se ve feliz contigo", le dije a Tatum lentamente, cerrando mi cuaderno de bocetos.
y colocándolo en la mesita a mi lado.
"Quiere un abrazo con su papá", insistió, viendo a través de mí como siempre y empujé mi lengua
en mi mejilla mientras miraba la cosita en sus brazos, ambos ansiaban levantarlo y tenían miedo de
follárselo. arriba si lo hiciera.
"Estoy bastante seguro de que soy su papá", bromeó Blake, inclinándose sobre la espalda de Tatum.
hombro y besando al pequeño humano en la parte superior de su suave y oscuro cabello.
"¿Cómo te das cuenta de eso?" Preguntó Nash.
"Porque claramente yo soy el divertido. Así que yo seré papá, tú eres papá, Nash. Kyan es
papá y Saint es... padre".

Solté una carcajada mientras Saint fruncía el ceño y se cruzaba de brazos. "¿Por qué tengo
que ser yo el formal?" preguntó con ese tono de niño rico que claramente respondía a su maldita
pregunta.
"Cuidado, papá está de mal humor otra vez", siseé, poniendo mi mano alrededor
mi boca como si estuviera tratando de asegurarme de que Saint no escuchara, aunque
claramente podía hacerlo.
"Vete a la mierda", murmuró, frunciendo el ceño de una manera que realmente me hizo
sentir un poco mal. Sabía que lo último que quería ser era una figura de miedo para nuestro
hijo y que le preocupaba tener demasiado de su padre en él para evitar que eso sucediera.
"Está bien", dije, levantándome y dándole una palmada en el hombro, dejando
marcas de carbón en su piel. "¿Qué tal si puedes ser papá?
Eso es lindo. Papá oso grande y viejo."
Le di un codazo en el brazo y una sonrisa apareció en sus labios.
"No odio eso", admitió, y Tatum me sonrió. tal vez tuve
Esto de papá ya está resuelto: estaba terminando peleas y haciendo feliz a Saint, un niño no
podría ser más difícil de manejar que él... ¿verdad?
Me acerqué a la cama y Tatum ajustó su agarre sobre el pequeño, acercándolo hacia mí
envuelto en su cómoda manta azul. Saint había empacado dos bolsas enteras para el bebé, una
para si era un niño y la otra para si era un niño. una mujer.
No es que le dejaría tirar esa manta rosa. César se sentía lo suficientemente cómodo con su
masculinidad como para lucir rosa.
Extendí la mano para pasar mis dedos por la cabeza del bebé, pero Saint lo atrapó.
mi codo antes de que pudiera hacerlo.
"Lávate las manos", gritó y podría haberme ofendido si mi
Los dedos no estaban manchados de negro por los bocetos que había estado haciendo, así que
simplemente puse los ojos en blanco y crucé la habitación para hacer lo que me indicaba.
Me volví hacia la cama y encontré a Blake en mi camino, agarrando el dobladillo de mi
camisa y tirando. "Hay que sostenerlo piel con piel", dijo.
"Por el vínculo y esa mierda".
Aparentemente se había tragado la maldita guía que nos habían dado durante esas
clases prenatales e iba a microgestionar todo lo que hicimos con Caesar ahora para
asegurarse de que todos tuviéramos la experiencia completa del bebé para que él tuviera el
mejor comienzo posible en la vida. Realmente no podía expresar ninguna queja sobre eso,
así que simplemente me saqué la camisa por la cabeza y la arrojé sobre la silla en la que había
estado sentada antes de acercarme a Tatum en la cama nuevamente.
"¿Por qué incluso después de todas las cosas a las que hemos sobrevivido, me siento
totalmente fuera de lugar con esta personita diminuta?" Murmuré mientras me acercaba a ella,
acariciando su cabello con mis dedos y depositando un beso en la parte superior de su cabeza.
"Creo que todos estamos bastante abrumados", dijo, sonriendo con cansancio. Cobertizo
He sido un maldito guerrero durante las veintisiete horas que César había tardado en
venir a este mundo y nunca lo olvidaría. Esta mujer de aquí era mucho más que una reina. Ella
era una maldita diosa. De hecho, estaba bastante seguro de que todas las mujeres lo eran.
Podrían crear vida y sobrevivir al proceso de traer una pequeña creación perfecta a este
mundo. Mientras tanto, aquí estaba yo con un gallo que básicamente simplemente plantó la
semilla y luego se quedó allí esperando otra ronda de siembra de semillas. ¿Por qué los
hombres pensaban que gobernaban el mundo? Para mí estaba bastante claro que las
mujeres merecían ese galardón. "Pero sé que vas a ser un padre increíble, Kyan. Todos
ustedes lo son. ¿Y qué suerte tiene César de tener a tantos de nosotros para él solo?"
Podía sentir a los demás mirándome mientras Tatum apartaba la manta.

de él y levantó el pequeño bulto de problemas hacia mí. me acerqué a
él, acunando su cabecita en una de mis manos y atrayéndolo hacia mis brazos tatuados,
dejándolo descansar contra mi pecho mientras yo simplemente lo miraba fijamente.

Algo en mi alma se expandió cuando él se movió e hizo pequeños ruidos, su

La boca se abrió y se cerró como si esperara un poco más de leche y lo sacudí un
poco para calmarlo.
Me alejé de los ojos observadores de los demás y caminé hacia
La ventana, moviéndose para que la suave luz del sol se derramara sobre
nosotros y robando un momento a solas con nuestro hijo mientras mi corazón se hinchaba
de emoción y amor y todo simplemente cambiaba en mi mente.
"Hola, pequeño portador del infierno", murmuré, acariciando ese suave
cabello y observando cómo abría los ojos. Sabía que todavía no podía verme
correctamente, pero cuando miré esos familiares ojos azules y él envolvió su pequeña
mano alrededor de mi pulgar, supe que destrozaría el mundo por él. Era algo
completamente puro, intacto y más amado de lo que podía comprender todavía.
Pero él volvería en sí. Me preocupaba el destino de un bebé que estaba

criado por monstruos antes de este momento, pero cuando miré a nuestro chico con
su piel cálida y marrón y la nariz de botón más linda que jamás había visto, supe que era
muy estúpido de mi parte. Acababa de nacer en una familia sin límites ni fronteras que
pudieran ofrecerle el mundo y protegerlo de la oscuridad. Conocería más amor del
que podría afrontar y sería fuerte y poderoso en todos los aspectos importantes.
Quizás estábamos un poco jodidos, pero estuvo bien. Porque nuestra forma de
caos era la mejor. Y estábamos a punto de embarcarnos en la mayor aventura que
jamás habíamos conocido.
"¿Ves eso ahí afuera?" Le pregunté a César mientras él seguía mirándome.
"Ese es el mundo para el que naciste. Crecerás, florecerás y aprenderás a dominarlo.
Serás un rey entre las masas. No te preocupes, muchacho.
Vas a ser muy natural. Y si alguna vez algo intenta hacerte daño,
tendrás una manada de monstruos a tu espalda. ¿Qué mejor vida podría

haber para ti que esa?".
AAAAY OTROS CINCO AÑOS DESPUÉS
“Ríos César Donavan!” Grité mientras mi pequeño monstruo de cinco años empujaba a su
hermano menor al mar y se sentaba sobre él. “¡Kyan!” Llamé con desesperación mientras
me levantaba con Beau agarrado a mi pecho mientras se alimentaba. La manta que lo
cubría voló con el viento, exponiendo mi otra teta al mundo. Afortunadamente, el resto
de los invitados a la fiesta no habían llegado, así que en este momento solo estaba
mostrando a mis hijos y a mi esposo.
Caos. Mi vida era un caos. Y fue jodidamente hermoso.
Kyan se alejó de la mesa del buffet con una salchicha de cóctel en su
boca, el pobre solo había desviado la mirada durante diez segundos para
alimentarse, pero esos diez segundos habían sido demasiado largos. Porque César podría
volverse pícaro en menos de tres.
Kyan levantó a los dos niños en el aire, a Caesar por su pierna, y aplastó a
Rowan contra su pecho mientras comprobaba que estaba bien. El niño se rió a carcajadas
mientras empapaba la linda camisa azul de su papá y también la llenaba toda de arena. Él
Era tan resistente como su papá tatuado. Rowan había recibido un puñetazo directo
de César el otro día y se echó a reír. Era un poco aterrador lo espesa que corría la
sangre de Kyan por sus venas. Sólo tenía tres años y ya estaba rivalizando con César.
Suspiré aliviado y me dejé caer en mi tumbona bajo la sombra de la sombrilla justo

cuando Blake salía corriendo de la casa. "¿Todo bien?
Oh, mierda, sabes que tienes la teta fuera, ¿verdad, cariño? Se acercó a mí y lo miré
con una sonrisa.
"Lo sé, chico de oro", ronroneé y él miró mi pecho expuesto durante
un largo momento antes de inclinarse para besar el cabello negro de su hijo.
"¿Es extraño estar celoso de mi propio hijo?" murmuró mientras levantaba su
Dirígete a besarme también.
"Raro es nuestro segundo nombre, así que no me preocuparía por eso". I

sonrió y se dirigió a buscar la manta de Beau.
Kyan colocó a César en la arena junto a la mesa del buffet y lo señaló. "Cinco minutos
en el rincón travieso, portador del infierno".
"¡No es justo!" Gritó César, golpeando la arena con los puños con furia.
"Casi ahogas a Rowan, es jodidamente justo", advirtió Kyan.

y César jadeó dramáticamente.
"¡Papá juró!" Señaló acusadoramente, mirándome en busca de justicia. Y seguro
que lo traería.
"Bueno, entonces será mejor que te unas a César en el rincón travieso, Kyan", dije.
Con una sonrisa jugando en mis labios mientras Blake reaparecía con mi manta
desbocada, cubriéndome con ella y la arropé alrededor de Beau mientras lo abrazaba.
cerca. Al niño le encantaba su comida tanto como a Blake. el no hubiera
desabrochado de mi pecho si esa manta se hubiera ido volando en medio de una tormenta
de nieve. No me habría molestado en absoluto solo que Cooper iba a llegar.
en cualquier momento y siempre usaba la puerta lateral desde que Blake le había
dado el código. No quería mostrarle mi teta; Ese no fue ningún tipo de saludo para
mi suegro y su nueva esposa.
Blake se sentó en la tumbona a mi lado, metiéndose los dedos en el pelo oscuro
y flexionando esos gloriosos músculos suyos. Parecía un poco cansado considerando
que había estado despierto varias veces durante la noche. Desde el primer día que
trajimos a Caesar a casa, mis hijos ayudaron en todo lo que pudieron con los turnos
de noche, alimentando a nuestros bebés con mi leche extraída y acunándolos
cuando no se calmaban. Saint había ideado una rotación que significaba que los
cinco dormíamos lo suficiente y nadie se cansaba demasiado. Cuando llegamos a
casa por primera vez desde el hospital con Caesar hace cinco años, nunca en toda
mi vida me había sentido tan feliz por sus habilidades organizativas. O la
voluntad de mis hijos de hacer todo lo posible para mantenernos contentos a mí y
a nuestro bebé. Y nunca se habían quejado ni un solo día de
eso desde entonces.
Kyan colocó a Rowan en el regazo de Blake antes de dirigirse a sentarse

junto a Caesar en la arena, la ropa de mi esposo oficialmente arruinada para la fiesta.
Pero cuando se quitó la camisa y el sol brilló en su piel tatuada, no pensé que
eso fuera algo tan malo. Y ni siquiera me iba a molestar en cambiar a los niños ya que
de todos modos solo vestían ropa de playa.
“¿Por qué intentaste ahogar a tu hermano?” Kyan le preguntó a César con un
gruñido.
César le dirigió una mirada indignada digna de Santo. “Era un tiburón. Tuve que
matarlo antes de que se comiera a mamá”.
“¡Tiburón, tiburón!” Rowan sonrió cuando Blake lo puso de rodillas,
aparentemente de acuerdo con la historia de César.
"No se pueden matar tiburones", advirtió Kyan y César giró su maldito
ojos.
"Él no es realmente un tiburón, papá", dijo César como si Kyan fuera quien creyera
que lo era. “¿Y qué pasaría si un tiburón real intentara comerse a mamá? ¿Puedo matar a uno
entonces?
Kyan consideró eso con el ceño fruncido y yo sofoqué una risa mientras miraba.
esperando su respuesta.
"Bueno, tus papás harán eso", decidió Kyan.
“¿Qué pasa si ninguno de ustedes está allí?” César respondió. Tenía una respuesta para
todo, al igual que su papá. "Soy el mas viejo. Debería matar al tiburón si ninguno de ustedes
está allí”.
“No, porque entonces tu mami lo matará. Ella es una salvaje”. El tiró
Me sonrió oscuramente y me mordí el labio.
"Bueno, ¿y si el tiburón ha atado a mamá?" presionó César. “¿Y si sus amigos
tiburones se han apoderado de mis hermanos? ¿No tengo permitido matar?

¿Tiburones entonces?
"Esa es una pregunta difícil, hermano", se rió Blake antes de soltar un
frambuesa en el cuello de Rowan y haciéndolo reír salvajemente.
Kyan consideró eso y luego suspiró, acariciando el cabello de César. "Bien, entonces
puedes matar un tiburón".
"¡Hurra!" César saltó y Kyan lo agarró por la parte de atrás de su camisa.
tirándolo hacia la arena antes de que pudiera escapar.
"Un minuto más. Y también debes disculparte con Rowan”, dijo Kyan.
con severidad, esa expresión feroz suya me hizo sentir un hormigueo por dentro.
César gimió y se arrojó en la arena. Pensé que nuestra foto familiar iba a ser
interesante hoy. No pensé que tuviéramos ni uno solo en el que todos pareciéramos
presentables. Saint odiaba eso, pero a mí me encantaba. Mis hijos parecían salvajes como
los cachorros de lobo que eran. Y no podría estar más orgulloso.

Beau se quedó dormido y le quité la manta, colocándolo en su catre que estaba a la
sombra a mi lado y descubrí que mi vestido ahora estaba mojado con leche.
"Maldita sea", murmuré, tratando de limpiarlo, pero no sirvió de nada. “Será mejor
que me cambie”.
Blake asintió mientras me levantaba. "Trae al cumpleañero mientras estás en eso". Él
Me pellizcó el trasero cuando pasé junto a él y Rowan extendió la mano para tratar de hacerlo.
lo mismo.
"Le estás enseñando malos hábitos", canté y Blake sonrió, inclinándose

se agachó para hablarle al oído.
“Déjame enseñarte sobre una pequeña palabra llamada consentimiento…”
susurró Blake.
Rowan echó la cabeza hacia adelante y le dio un cabezazo en la cara y yo
Solté una carcajada cuando lo dejé para lidiar con ese drama, entrando al Templo a
través de las puertas de vidrio abiertas de par en par.
Corrí escaleras arriba y agarré un vestido blanco, cambiándolo por mi vestido azul
arruinado antes de regresar a la cocina. El sonido de la puerta principal abriéndose hizo que mi
corazón diera un vuelco y corrí por el pasillo. El tintineo del piano de Saint me llegó desde
su sala de música, la hermosa pieza llenando la casa.
Llegué al vestíbulo justo cuando Nash entró con MJ en sus brazos.
pareciendo una mini versión de él y yo. Tenía cabello rubio brillante y ojos azules que
brillaban como zafiros, su piel de un color dorado intenso. Corrí hacia adelante para abrazar
a Nash y a mi pequeño hijo de dos años, apretándolos con fuerza y besando a mi esposo en
los labios.
"Kees, kees, mami", suplicó MJ también y me incliné para besar su pequeña mejilla
regordeta.
"Oye cariño, ¿te divertiste con papá?" Pregunté y luego miré a Nash.
cuando él asintió. “¿Estuvo bien?”
"Bueno... pidió un helado, así que tomamos uno del mar y la tierra, luego se lo comió
demasiado rápido y vomitó por todas partes".
Me reí, mirando a MJ quien sonrió descaradamente. "Oh, no."
“Sí, tuve que cambiarme de ropa en la cajuela del auto y el pequeño casi me orinó,
pero me desvié y orinó en los pantalones cortos de una mujer que pasaba por allí. Ella
no se dio cuenta… Lo llamo una victoria”. Él sonrió y lo besé de nuevo mientras me reía.
"Me parece un éxito". Sonreí.

"Sí, y espera hasta que veas el pastel, princesa". Levantó la bolsa de papel
en su mano con una sonrisa y salté de puntillas con entusiasmo.
"Se va a asustar, ¿no?"
“Sí, es el mejor hasta ahora. Será mejor que usemos algo del equipo de fútbol de
Blake cuando se lo mostremos”.
Nos dirigimos a la cocina y tomé a MJ en mis brazos mientras Nash
Sacó el pastel de la bolsa y lo colocó sobre el mostrador de mármol blanco. Era un
enorme calamar rojo, cada capa del pastel cubierta de tentáculos helados que parecían
bastante realistas. En la parte inferior estaban las palabras Feliz cumpleaños Calamar.
Solté una carcajada y MJ también se rió, señalando el pastel. "¡Patinar!"

“No, MJ. Ese es papá”, corrigió Nash con una sonrisa maliciosa.
"Papá", corrigió MJ, riéndose de nuevo.
Era el maldito sonido más lindo. Casi me hizo pensar en otro.
Pero entonces recordé que dar a luz era una auténtica putada y juré no volver a
olvidarlo. Cuatro fueron suficientes. Cuatro niños, por supuesto, porque lo que esta
casa necesitaba era más testosterona; no es que yo lo hubiera hecho.
lo quería de otra manera.

De alguna manera, los recuerdos del parto parecían desvanecerse cada vez hasta que estuve
tentado a hacerlo todo de nuevo. Era como si hubiera una pequeña bruja fértil viviendo en mi
cabeza lanzando hechizos en mi mente para hacerme pensar que el parto podría ser soportable la
próxima vez. Si volvía a quedar embarazada, definitivamente me harían una cesárea. Pero de
todos modos no iba a hacerlo de nuevo, así que eso era irrelevante. Tuvimos cuatro hermosos
hijos y eso fue suficiente para llenar mi corazón hasta el borde.
"Será mejor que lo escondas, voy a ir a buscar a Saint", dije con una sonrisa.
Lo habíamos desterrado a su sala de música mientras organizábamos la fiesta y él estaba más que
feliz de obedecer. Probablemente se habría quedado ahí todo el día si no lo hubiera ido a buscar.
Estaba tan interesado en que hiciéramos un escándalo por él como en la mala gramática. Pero
simplemente le dije que "a los niños les encantan las fiestas de cumpleaños" y no tuvo más
remedio que aceptarlo.
Nash puso el pastel en el refrigerador y yo coloqué a MJ para que pudiera caminar.
detrás de él afuera. Corrí por los pasillos y llegué a la sala de música de Saint, escuchándolo
tocar mientras esperaba un momento de calma antes de molestarlo. Sabía que a él no le
importaría que entrara, pero también me encantaba bañarme en la paz pura de su música,
sabiendo que estaba perdido en su abrazo.
La música se detuvo y su voz resonó por la habitación. “Sé que estás ahí, sirena. No me dejes
en suspenso”.
Solté un suspiro de diversión, atravesé la puerta y salí.
en la hermosa habitación. Había corrido las cortinas opacas y una sola vela estaba encendida
encima de su piano, nuestra gata negra Debussy era solo una sombra al lado, sus ojos brillaban
como los de un demonio. Ella maulló a modo de saludo cuando Saint se volvió hacia mí y le dio
unas palmaditas en la rodilla. Además de Saint, yo era la única persona de esta casa que ella
toleraba y supuse que eso se debía a que las chicas teníamos que permanecer juntas. Aunque
estaba bastante seguro de que ella me robaría a mi chico diablo en un instante si tuviera la
oportunidad. La chica estaba enamorada desde

ella había aparecido en nuestro porche y Saint la había acogido, y supuse que no podía
culparla.
“Cierra la puerta y ven aquí”, ordenó.
"Pero todos están esperando que te unas a la fiesta", dije en broma y él gimió.
“Sí, lo sé muy bien. Ahora haz lo que te pido. Después de todo, es mi cumpleaños”.
Cerré la puerta de una patada con una sonrisa, moviéndome para sentarme en su
rodilla y su mano recorrió mi muslo mientras se inclinaba hacia mi cuello y respiraba
profundamente.
"Te ves comestible como siempre". Besó el punto suave detrás de mi oreja, apartando
mi cabello para darle más acceso mientras mordisqueaba mi

carne.
"Ven y únete a nosotros afuera", insté.
“¿Todos ustedes van a hacer un espectáculo conmigo?” preguntó, inclinando mi cabeza

para robar un beso.
"Sí", ronroneé, pasando mi mano por su camisa negra para sentir su corazón.
golpeando poderosamente bajo mi palma.
“Detesto el alboroto”, dijo y yo me reí.
"No parece importarte mucho cuando me preocupo por ti". corrí mi
Bajé la mano y se rió entre dientes antes de capturar mi muñeca.
"Bueno, eres la excepción a todas las reglas por las que he vivido, sirena, así que eso
no me sorprende".
Mi corazón se aceleró cuando los dedos de Saint subieron por mi muslo, pero
Debussy saltó a mi regazo justo encima de su mano y acarició su barbilla con la cabeza.
"Bloqueador de coño", me reí, acariciándola y ella maulló inocentemente. "Ella te quiere
para ella sola".

"Bueno, las posibilidades de que un gato te mate son bajas, Tatum, pero nunca
imposibles", dijo con una sonrisa y luego levantó la barbilla de Debussy para mirarlo. "Si debes
asesinar a alguien, que sea ese vecino entrometido de la calle que siempre mira fijamente a
nuestra chica".
"El señor Newton tiene más de noventa años", me reí.
"Entonces nadie sospechará nada cuando muera mientras duerme", dijo Saint.
y le di una palmada en el brazo.
"Tú eres el diablo", suspiré.
"En persona", estuvo de acuerdo, mostrándome sus dientes en la oscuridad.
Se oyeron pequeños pasos en esa dirección y la puerta se abrió, revelando a César allí,
luciendo como la encarnación de la travesura.
"¡César!" La voz retumbante de Kyan resonó por toda la casa. "Estas en
problemas cuando te encuentre”.
"Uhoh, ¿qué hiciste?" Pregunté mientras él corría hacia adelante y se arrastraba debajo del
piano.
"Shh, mamá", susurró.
"¿César?" Kyan gruñó, sus pasos resonaban en esa dirección.
Abrí la boca para llamarlo y luego la mano de Saint se cerró sobre ella para silenciarme. La
puerta se abrió de una patada un segundo después y Kyan se cruzó de brazos mientras
permanecía en la puerta, arqueando una ceja hacia nosotros.
"¿Sí?" Saint preguntó, su mano deslizándose de mi boca mientras tiraba de mí.
más fuerte contra él.
Para alguien a quien le gustaba mantener el orden, seguro que no lo hacía con sus hijos.
Estaba bastante seguro de que le gustaba la masacre en esta casa cuando los niños se volvían
locos. Yo también lo hice.
“¿Has visto a César?” Preguntó Kyan, sus ojos se dirigieron al piano donde una risa
ahogada sonó debajo.
"No", dijo Saint simplemente y solté una carcajada.

"¿Qué hizo él?" Pregunté, porque si César hubiera sido realmente malo, yo estaba
Tendré que entregárselo al Sheriff Kyan para recibir otro castigo.
“Rowan lo abofeteó con una bolsa de guisantes congelados y César lo pateó.
a él. Fue algo impresionante si no hubiera sido una tontería”.
Kyan dijo con una risita.
"Era una bolsa de frijoles congelados, papá", la voz de César vino desde debajo del piano con
molestia y Kyan se agachó, sacándolo con una risa triunfal. Comenzó a hacerle cosquillas mientras
luchaba por escapar y la risa de César llenó cada rincón de la habitación, haciendo que mi
corazón se expandiera.
"A mí me parece un ojo por ojo", comentó Saint mientras me bajaba de su regazo y me
arrodillaba para hacerle cosquillas a César también.
“Rowan se golpeó la cabeza al caer. Quiero decir, se lo tomó como una maldita
guerrero pero aún así”, gruñó Kyan.
"¡Papá maldijo otra vez!" César lloró y me volví hacia Kyan, haciéndole cosquillas. César
se rió salvajemente y saltó para ayudarme mientras Kyan caía debajo de nosotros. De repente,
Saint estuvo encima de su cabeza, levantando sus brazos para que pudiéramos hacerle cosquillas
más fácilmente.
"Está bien, está bien", se atragantó Kyan cuando no le mostramos piedad, pero no nos detuvimos.
Liberó una muñeca del agarre de Saint y de repente quedó libre. César
Tomó mi mano para arrastrarme fuera de la habitación a un lugar seguro y me reí mientras
persiguió tras él.
Corrimos por el pasillo con Saint detrás de nosotros, pero justo cuando llegamos a la cocina,
sonó un gran golpe seguido de una maldición de Saint. Me di la vuelta y encontré a Kyan encima de
Saint en el suelo, lo derribé y lo planté.

un beso húmedo en la boca.
"Oh, por el amor del zorro, Kyan", escupió Saint, manteniendo su regla de no decir malas
palabras delante de los niños, incluso ahora, lo cual era demasiado lindo.
"Feliz cumpleaños hermano." Kyan sonrió.
“Paganos, ni siquiera lleváis camisa. ¿Qué clase de evento campesino es este?
Kyan se rió mientras se levantaba, tirando de Saint detrás de él y dándole una palmada en el
hombro. Rowan llegó corriendo desde la playa de repente con un palo, su cabello color avellana
erizado en todas direcciones mientras cargaba contra César con

un rugido.
"¡Guau, guau!" Levanté a Rowan del suelo y le quité el palo de su agarre sorprendentemente
fuerte antes de que pudiera clavarlo a su hermano.
El timbre sonó en ese momento y mi corazón latía con entusiasmo.
"Esa será Mila", dije con una sonrisa.
"¡Aire libre!" Dijo Rowan emocionado.
"Sí, cariño, Hope también está aquí", dije, sorprendida de que recordara a su pequeña.
Mila y Danny todavía vivían en Sequoia pero nos visitábamos con tanta frecuencia.
como pudimos. Hope tenía la misma edad que Rowan y los dos se habían enamorado la última
vez que se vieron hace unas semanas.
Llevé a Rowan hasta la puerta mientras Saint intentaba convencer a Kyan para que se pusiera una
camiseta, sonriendo para mis adentros ante la locura de esta fiesta. Abrí la puerta y Mila chilló mientras
entraba corriendo con Hope en brazos, las dos llevaban vestidos de verano de color amarillo
pálido que hacían juego.
"¡Hey chica!" Nos envolvimos en un abrazo lleno de bebes y besos
antes de dar un paso atrás para dejarlos entrar, abrazando a Danny también.
"Hace mucho calor aquí", dijo Danny con una sonrisa y luego me susurró: "Estoy
Estoy tratando de convencer a Mila de que deberíamos mudarnos aquí también, pero ella no lo acepta”.
"Sigue intentándolo", dije con una sonrisa y todos cruzamos la casa hacia la playa.
Nos sentamos en las tumbonas y pronto llegaron Cooper y Christina.

preocupandome por los niños mientras yo alcanzaba a Mila y Danny.
En la primera oportunidad, Nash fue a buscar el pastel de Saint y se lo lanzó.
Me guiñó un ojo con picardía mientras se dirigía a la cocina.
Saint se sentó en una tumbona a mi lado, sonriendo mientras veía a los niños jugar
con Cooper y Blake. Beau todavía dormía serenamente en el catre entre nosotros y Saint
tenía su mano colgando de él, sus dedos acariciando distraídamente el cabello de
nuestro hijo menor.
Cuando Mila y Danny se fueron a jugar con los niños, busqué debajo de mi silla
donde había escondido uno de los regalos de Saint y se lo tendí en el deslumbrante papel
de regalo plateado. "Te compré esto".
Arqueó una ceja, la tomó y cogió suavemente la cinta en lugar de
rompiéndolo. “¿Es esto algo que puedo abrir frente a los niños?” él
murmuró.
Me reí, asintiendo. "Aunque probablemente intentarán robártelo".

“Bueno, eso no significa que sea adecuado para ellos. ¿Recuerdas la Navidad
pasada cuando MJ encontró ese consolador nuevo que te compré y lo usó como
juguete para masticar?
"Santo", siseé, mirando a los suegros mientras me reía.
Sonrió como el diablo, luego abrió el regalo y sacó la figura de Action Man que
estaba dentro, que era igual a la que me había dicho que tenía cuando era niño. Uno que
Troy le había arrebatado. Tenía un coche y una pistola y había escrito el nombre de
Clive en la caja con un beso.
Sus ojos se abrieron y sus labios se abrieron. “¿Me compraste a Clive?” Él

Me miró con adoración mientras sonreía.
"Sí. ¿Te gusta?

Él asintió y su garganta se movió mientras lo miraba. “Sí, sirena, es perfecto.
Gracias."
Un grito salió de Hope cuando MJ arrojó un cubo de arena sobre su cabeza.

y Rowan se lanzó sobre él como una pequeña bestia. Antes de que pudiera aterrizar el primero
Golpe, Blake lo azotó en el aire y le dio una mirada severa mientras Mila se reía, trabajando para
quitarle la arena del cabello a su bebé.
MJ huyó de la escena del crimen, el sol brillando en su cabello dorado. Corrió hacia
Saint, quien lo levantó en su regazo, sin parecer importarle en absoluto lo arenoso que estaba
mientras le daba un beso en la frente.
"Eres tan tierno", bromeé, acercándome para apretar a Michael.
El brazo regordete de Junior. Estaba tan jodidamente blando.
"Feliz cumpleaños a ti", comenzó a cantar Nash y todos nos unimos como
Kyan salió corriendo con una camisa blanca al revés, claro cebo santo. Era un idiota. ¿Por
qué me encantó tanto?
Todos se unieron a cantar mientras Saint se ponía rígido en su asiento, despreciando esta
costumbre mientras todos cantaban desafinados y lo miraban fijamente. Pero a los niños les
encantó y él lo aceptó por ellos.
Nash le presentó el pastel de calamar cuando la canción llegó a su fin y las cejas de Saint
descendieron.
“Oh, por el amor de Cristo”, murmuró. “¿Debemos hacer este galimatías todos los años?”
"Es una tradición", dije con una sonrisa.
“¡Patina, patina, patina!” MJ comenzó a cantar mientras alcanzaba el pastel y

Saint sacudió la cabeza y esbozó una sonrisa.
"Estaréis en problemas más tarde, todos vosotros", advirtió, dándole a Nash una mirada mordaz
y yo me reí entre dientes mientras Saint levantaba a MJ para dejarle apagar la vela que había
encima del pastel.
“Ohhhh, quería apagar la vela”, se quejó César mientras

se acercó más a los demás.
"Bueno, podemos encenderlo y hacerlo de nuevo", sugerí justo cuando Rowan se agachaba.
entre las piernas de Nash y metió las manos en el glaseado de la parte posterior del pastel.
Cayó hacia adelante y jadeé, lanzándome desesperadamente para tratar de atraparlo, pero ya era
demasiado tarde ya que se estrelló contra el regazo de MJ y Saint.
Rowan se echó a reír mientras MJ chillaba de alegría y el resto de los niños se lanzaba
sobre ellos para agarrar un trozo del pastel explotado. Saint sonrió ante la carnicería y yo cogí un
trozo de pastel y se lo llevé a los labios.
"Te ves bien en rojo", ronroneé y él le dio un mordisco salvaje a la
pastel mientras Nash tomaba una foto.
"¡Quiero un poco!" Blake empujó hacia el frente, agarrando un puñado de

La entrepierna de Saint y maldijo.
Miré a mi familia mientras Blake empujaba un trozo de fresa dulce
pastel entre mis labios y estaba seguro de que mi vida no podría tener ningún
más dulce que esto.
"¿Sabes qué equilibraría a nuestra familia?" Reflexionó Kyan mientras me levantaba de
mi asiento, se dejaba caer y me colocaba en su regazo.
"¿Qué?" Pregunté, untándole un poco de pastel en los labios y él me chupó los dedos,
limpiando los cuatro anillos que representaban a cada uno de mis maridos.
Nash me había comprado un anillo de plata con un zafiro azul brillante y Blake me había
comprado una hermosa banda de platino grabada con las palabras nuestro amor, nuestra vida,
nuestra reina. Llevaba uno en cada uno de los dedos de mi mano izquierda y
Nunca se los quité.
"Una pequeña niña". Kyan me dio unas palmaditas en el vientre y entrecerré los ojos.
"Ooh, estoy caído", asintió Blake.
"Diablos, no, si quieres otro, uno de ustedes puede parirlo", le dije.
Gruñí, volviéndose una mujer diabólica y se alejaron rápidamente, recordando
claramente mis cuatro trabajos. Yo no era una princesa cuando di a luz y

lo sabían muy bien. Nash todavía tenía cicatrices en forma de media luna en el brazo.
desde MJ.
"Solo digo que igualaría un poco los niveles de testosterona", dijo Kyan.
siguió.
"¿Quieres morir hoy o algo así, hermano?" Nash se burló, agarrando mi mano y
sacándome de su regazo.
Me atrajo hacia su pecho, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura y me
incliné sobre él con un suspiro mientras observaba a los demás luchar por el pastel y
Saint se rió como si ya no hubiera demonios viviendo dentro de él. En
al menos no aquellos que no pudieran ser domesticados.
Todo el mundo parecía muy feliz y realmente no había nada más que pudiera
pedir en el mundo que eso. Mi tribu había crecido y estaba tan llena de amor que podía
llenar todo el océano. Yo era la chica más afortunada del mundo, rodeada de una
familia de guerreros que exprimieron hasta la última gota de la vida.
Habíamos construido nuestro propio Templo donde adoramos todas las formas
del caos, y yo iba a prosperar en él por el resto de la eternidad con mis monstruos a mi
lado.
Llevar a los niños a la cama siempre fue una mezcla de rutina y matanza, pero al menos la fiesta
los había agotado por completo. Mila, Danny, el padre de Blake y Christina nos habían dejado
mientras luchábamos contra personas pequeñas para ponerse pijamas y los cinco nos habíamos
reunido en la terraza para ver lo último de mi cumpleaños.
Había algo especial en el silencio que siguió a un día lleno de
Los gritos de los niños y por mucho que amaba el caos que creaban los niños, siempre
saboreaba este momento de paz una vez que se acomodaban para pasar la noche.
"Tengo una petición", pregunté, acariciando con mis dedos el cabello de Tatum.
mientras se recostaba contra mí donde estábamos sentados en los escalones de la terraza de
madera, con los dedos de los pies en la arena, mirando hacia la playa mientras todos mirábamos el
atardecer.
"¿Sólo el único?" ella bromeó.
"Sí, sí, lo entendemos, hombre", dijo Nash, golpeando su hombro contra
la mía de una manera afectuosamente burlona. "Quieres mandarnos a todos en tu mazmorra
sexual esta noche".
Puse los ojos en blanco, objetando la palabra mazmorra, pero no parecía que valiera la
pena mencionarla si él no hubiera dejado de llamarla así después de todos estos años.
"Estaré de acuerdo siempre y cuando vuelvas a hacer esa cosa con todas las cuerdas", Kyan.
dijo, sonriéndome mientras pasaba su brazo alrededor de mis hombros.
"Oh, ¿te refieres a esa cosa japonesa?" Preguntó Blake desde su posición tendido en la arena
frente a nosotros, su mano deslizándose por la pierna de Tatum mientras sonreía ante los recuerdos de la
última vez que jugamos con eso.
"Se llama shibari", murmuré, preguntándome por qué me molestaba; estaba bastante
Estoy seguro de que eligieron no aprender el nombre propio sólo para enfurecerme.
"¿Entonces es un sí, cumpleañero?" Tatum bromeó y yo sonreí mientras pasaba su cabello rubio
sobre su hombro, dándome acceso para besar su cuello donde su tatuaje Night Bound estaba sobre su
piel.
"¿Si estás seguro de que quieres quedar a merced de los monstruos?" I
Respondí y ella gimió suavemente mientras yo seguía besándola.
"Ya es un poco tarde para retractarse de esa decisión", respondió, moviendo los dedos de su mano
izquierda para que los anillos que llevaba captaran la luz del sol poniente y Kyan se rió entre dientes.
"Entonces, ¿podemos irnos ahora o" comenzó.
"El sol todavía se está poniendo, imbécil", protestó Blake, golpeándolo en
el muslo. "Tatum quiere verlo".
"Oh, sí, Tatum fue quien nos arrastró a todos hasta aquí como un cachorro que quería ir a jugar con
una pelota nueva", se burló Nash y Blake se encogió de hombros mientras continuaba acariciando la
pierna de Tatum y ella se movía mientras se recostaba contra
a mí.
"¿Cuál fue tu petición, Santo?" Preguntó Tatum, mientras le daba a Kyan una palmada
juguetona en el brazo, dejando en claro que nos quedaríamos hasta el atardecer.
"Es simple", dije. "O al menos eso espero. Y después de todos estos
años, creo que es hora de que lo consiga."
"Intrigante", dijo Nash y resoplé porque todavía esperaba no obtener nada de hacer esta pregunta,
pero fue como una picazón en mi maldita

cerebro que me había estado persiguiendo durante demasiado tiempo. Necesitaba la respuesta.
Internet no me lo proporcionaría, nadie a quien le había pedido había querido o podido dármelo
directamente, pero ahora había personas sentadas aquí conmigo que lo sabían. Y ya era hora
de que me lo dijeran.
"Sólo quiero saber", dije, robándome por sus tonterías, pero
presionando de todos modos. "¿Qué significa el calamar?"
Pasó un momento de silencio antes de que todos se echaran a reír y un
Un destello de irritación se abrió paso a través de la estructura de mi ser.
"Olvídalo", gruñí, moviéndome para levantarme de mi asiento, pero Tatum me agarró la
muñeca y me sujetó con fuerza, negándose a dejarme ir.
"No salgas corriendo", hizo un puchero.
"Sí, no hay necesidad de darle vueltas a los calamares", agregó Kyan.
sonriendo de esa manera que me hizo querer golpearle la maldita cara.
"No querrás que tus tentáculos se enreden", añadió Blake y entrecerré los ojos hacia él.
Hubo un tiempo en el que él había estado tan a oscuras sobre todo esto como yo, así que o uno
de ellos se había revelado o él lo había descubierto hace años y yo me había quedado sola en mi
búsqueda de este conocimiento.
"Jesús, Santo, parece que te vas a romper una nuez si rechinas los dientes
más fuerte", bromeó Nash, empujándome juguetonamente y resoplé.
"¿Ese es realmente tu deseo de cumpleaños?" Preguntó Tatum, girándose para que ella
Podía mirarme y entrecerré los ojos mientras miraba hacia atrás.
"No tienes idea de lo exasperante que es para mí no comprender algo que
"El resto de ustedes comparte", respondí de manera uniforme. "Incluso los niños parecen entenderlo.
Y yo simplemente... no es... ¡no lo entiendo!
Miró a los demás y mi teléfono vibró en mi bolsillo. Una mirada a Kyan mientras guardaba su
teléfono en el bolsillo de sus pantalones debería haber sido suficiente para decirme lo que decía,
pero, por supuesto, no pude resistir la tentación de mirar.

Kyan:
*emoji de calamar*
Smo:
No es gracioso. No ha sido divertido durante dieciséis años. Nunca fue divertido.
blake:
Es como cuando *emoji de cebolla* en tus pantalones, pero te desgarras un poco.
arriba para que *emoji de nutria*
Nash:
Algo así como *emoji de flamenco* pero con más *emoji de cangrejo* y un poco
*emoji de sal*
Smo:
Odio todo de ti.
Kyan:
Ahí lo tienes, siendo todo *emoji de calamar* otra vez. Es agotador, amigo. ¿Por qué no
¿Solo eres *emoji de calamar*?
Smo:
¡ESTOY HARTO DE ESTA MIERDA!
Tatum:
Bueno. te lo diré xd
Tatum:
*emoji de calamar*
Levanté la vista de mi teléfono mientras Tatum arrojaba el suyo sobre los escalones y se giraba
para subirse a mi regazo, sentándose a horcajadas sobre mí y empujando sus dedos en mi cabello
mientras los demás se reían entre dientes.
"¿Realmente?" Le pregunté y ella asintió, sonriéndome como si esta broma nunca hubiera sucedido.
una vez envejeció para ella.
Los brillantes rayos anaranjados del sol poniente doraban su cabello con un halo de
Luz y enrosqué mis dedos alrededor de su cintura, el suave material de su vestido blanco se
deslizó contra mi piel mientras la miraba. Me encantaba este color en ella, lo adoraba y juro que ella
lo sabía. Por eso lo había usado hoy, la luz de mi oscuridad.
Los demás todavía se reían, sus brazos rozaban contra nosotros mientras se apretaban, los
cinco siempre gravitando juntos de esa manera, especialmente cuando Tatum estaba en nuestro
corazón como ahora. Donde ella pertenecía.
A pesar de todo lo que habíamos pasado, lo bueno y lo malo, lo jodido
arriba y lo salvaje, realmente éramos felices. Nuestra pequeña familia contra el mundo. Y no
cambiaría ni un carajo momento de lo que tuvimos o de lo que tuvimos que venir por nada.
Tatum se inclinó y colocó sus labios contra mi oreja mientras me hablaba en
Una voz entrecortada y mi corazón se aceleró cuando me di cuenta de que ella realmente me iba
a decir lo que significaba. El misterio terminaría, la plaga del no saber finalmente desaparecería de
mí.
"El calamar significa..."
________________________________
Dirígete al grupo de discusión de la Reina de la Cuarentena para discutir el

final de la serie.
__Nota del autor__
Bueno, dale una palmada en el trasero y llámame Tallulah, ¡acabamos de terminar
una maldita serie! ¿Pasamos la prueba? ¿Nos odias? ¿Amarnos? Caiga en el confuso y
aterrador término medio de comprender que somos malos para usted y, aun así, sigue
regresando por
¿más?
Me siento... bueno, mierda, siento todo tipo de cosas, feliz, triste, un poco confundida
por lo del calamar (me alegra que hayamos podido aclararte eso), aliviada y también un
poco vacía, como estos personajes finalmente terminaron de contar. nosotros su historia.
Los voy a extrañar, pero me gustaría pensar que les hicimos bien y les preparamos una
vida que realmente puedan vivir al máximo.
¿Cómo nos las arreglamos sin un suspenso? Debo decir que fue difícil no dejarlos a
todos colgados de la punta de los dedos y maldiciendo nuestros nombres allí, pero no se
preocupen, hay mucho más de eso planeado para este año. ¿Nos odiabas cuando Troya
escapó? Me encantó que hiciera eso, lo siento, no lo siento. Simplemente hizo que la venganza
nos supiera mucho más dulce al final...
En una nota un poco más seria, probablemente te hayas dado cuenta del hecho de que
algunos de los temas de esta serie se basaron libremente en eventos que están sucediendo
en el mundo en este momento con el virus que no debe ser nombrado. Este año ha sido…
bueno, vamos con lo interesante. El tipo de cosas interesantes como cuando pisas un Lego
con el pie descalzo, te caes por las escaleras y aterrizas en excremento de perro, sólo
para preguntarte por qué diablos hay excremento de perro en tu casa cuando no tienes un
perro y luego te das cuenta de eso. No puedes visitar a tus amigos ni a tu familia durante un
año, así que te quedas allí agonizando, cubierto de mierda, gritándole.

las ventanas ¿¿POR QUÉ TE COMISTE UN MOLIDO MURCIÉLAGO???
Ejem.
Sé que el encierro ha sido diferente para todos nosotros y ha habido
Ha habido muchos puntos bajos en los que reflexionar, pero me gustaría pensar que
también ha habido algunos puntos altos. Todos podemos pasar más tiempo con las
personas que amamos y concentrarnos en las cosas que son más
importantes para nosotros, al mismo tiempo que tenemos la oportunidad de pensar en las
cosas que más extrañamos y que podemos esperar recuperar cuando esta crisis
finalmente llegue a su fin. fin. Además de libros. Libros, libros y más libros. ¿Alguno de
nosotros estaba realmente encerrado cuando podíamos escapar a otro mundo con solo
pasar una página? ¿Qué suerte tenemos de tener eso? Quiero decir, no es lo mismo
que poder salir y salir de la maldita casa, pero en mi opinión, es bastante increíble.
Un saludo a todos los hospitales rudos y trabajadores esenciales que demostraron
todos los malditos días durante todo esto también. Sin ustedes en primera línea, todo
esto podría haber sido mucho peor y les tenemos mucho amor y respeto. Si estás
leyendo esto y nuestros libros te brindaron incluso la más mínima alegría y respiro entre
turnos, entonces estamos muy contentos de haber podido ofrecértelo.
Entonces, Tatum y sus Night Keepers llegaron a la meta, yo y

Caroline se siente como zombis totales: estos libros eran gruesos. Sangre, sudor,
lágrimas, un poco de locura y mucha rudeza se pusieron en estos libros y, tal vez,
mantendrán un lugar en tu corazón mucho después de The End, como lo harán en
el nuestro. Y tal vez sigan viviendo en el mundo de , digamos... el patio de juegos de los pecadores.
Donde pueden aparecer o no en Sunset Cove con Rogue y su harén de pandilleros
oscuros y sucios. ¿Aún no has empezado esa serie? Bueno, puedes sumergirte ahora
mismo si estás listo para enfrentar el áspero inframundo de Harlequin Crew.
Mantente a salvo, usa una mascarilla y disfruta de tener que maquillarte solo en la
mitad superior de la cara. Mantén tu juego de papel higiénico siempre fuerte, ¿puedes?
nunca más te quedes sin una toallita. Y por el amor de Dios, ¡¡¡por favor no te comas
murciélagos!!!
Amar,
Susana y carolina xxx
PD
Si te encuentras obsesionado con esta serie y quieres venir a acecharnos, enviarnos

mensajes abusivos por todo el dolor o incluso algo de amor (también te amo, abucheo),
entonces ¿por qué no te unes al mejor grupo de personas que conocemos en nuestro
grupo de lectores de Facebook ? ? Prometo que la respuesta a la pregunta de Saint
estará ahí *emoji de calamar*… tal vez. Y si eres fanático de Niall O'Brien, sigue
leyendo para conocer un adelanto muy especial de su propia historia en The Death Club xx .
El adelanto del Club de la Muerte: ¡ compruébalo ahora!
Una vez fui feliz. No es que pueda recordar ese sentimiento ahora.
Cuando la mujer que amaba fue arrancada de mis manos, fui arrojado al
fuegos interminables del infierno.
Pero hay una cosa que no te cuentan sobre los hombres sin alma cuando
son arrojados a la condenación. Una vez que nos hacemos un hogar en el infierno, no queda
nada que temer de la vida. Y un hombre sin miedo es un hombre sin límites. No había
tenido límites en diez largos años.
A veces me sentía como un anciano, destrozado por el peso del tiempo y el dolor que
pesaba sobre mis hombros, aunque mi padre me aseguraba regularmente que todavía era
joven. Viril. Tenía toda mi vida por delante. De hecho, ahora estaba en eso otra vez, mientras
yo no le prestaba atención y observaba una paloma pavoneándose por un tejado como si fuera
el dueño del maldito mundo. La señora Pigeon ciertamente parecía pensar que él podría
tener razón en eso, si la forma en que ella lo miraba era algo a tener en cuenta.
"¿Me escuchaste, muchacho?" La voz de papá se entrecortó, cargada con su
antiguo acento irlandés. Hubo suficiente chasquido como para saber que deseaba estar con
él en persona, para poder sujetarme alrededor de la oreja como si fuera un niño pequeño.
"Se cortó la línea", respondí casualmente, mi propio acento más sutil y nacido de pasar
años en mi tierra natal cuando era niño antes de regresar aquí.

a los estados.
Mi espalda presionaba firmemente el marco de la ventana mientras me sentaba
ocho pisos arriba, viendo salir el sol sobre la ciudad y esperando que terminara esta llamada
para poder terminar mi trabajo aquí. Escalar este muro no había sido tarea fácil y no
aprecié mucho la interrupción.

"Diablos, así fue", gruñó Liam O'Brien en ese tono que usaba cuando
Quería recordarme que él era mi dueño. Era propiedad de toda la familia. El puto
mundo entero también, sin duda. Y me obligué a escuchar porque tenía razón en al menos
dos de esas afirmaciones y posiblemente en la tercera.
"Te espero en casa para desayunar a las nueve. Vístete elegante, muchacho,
"No quiero que me avergüences", dijo en un tono que no admitía argumentos y que
no obtendría ninguno de mi parte. No valía la pena ni mi tiempo ni mi vida, por lamentable
que fuera.
"En casa a las nueve", confirmé, quitándome el teléfono de la oreja y agregándole un
recordatorio. No era probable que recordara esa mierda incluso si fuera dentro de sólo tres
horas. Y cuando dijo 'hogar' se refería a su mansión, por supuesto, mi propia residencia no
tenía ningún interés para él incluso si hubiera sabido dónde estaba. Lo cual no hizo.
La casa que alquilé y él
Lo que sabía estaba tan vacío como el día que firmé el contrato de arrendamiento por
primera vez, pero lo que no sabía no le dolía. Además, si le importara tanto el lugar
que su hijo menor llamaba hogar, podría haber pedido venir a visitarme.
Lo cual no había hecho ni una sola vez en los diez años desde que me mudé. "¿Hay algo más
que pueda hacer?"

"Burnley. ¿Ya nos ocupamos de él?" preguntó mi papá suavemente.
"A punto de serlo", respondí, volviendo la mirada hacia la ventana cerrada a mi lado donde el
hombre en cuestión yacía profundamente dormido en la cama. Esperaba que estuviera teniendo
buenos sueños porque se avecinaba una pesadilla de la que no despertaría.
"¿Qué te tomó tanto tiempo?" Liam se burló, la sugerencia de incompetencia
Claro en su tono, pero eso me importa un carajo. Yo era el hombre más competente que
conocía. Simplemente me gustaba elegir mis momentos.
"Quería estar seguro de que no estaba infectado", dije encogiéndose de hombros.

no pude ver.
Actualmente, el mundo estaba rehén en las garras del virus Hades, y más de la mitad de la
población se escondía en cuarentena de la enfermedad que mató al sesenta por ciento de las
personas que se infectaron con él. Pero no me gustaba mucho usar mascarillas y en mi trabajo no
entraba en contacto con mucha gente, así que me contentaba con ir sin ellas y arriesgarme. De todos
modos, me había enfrentado a la muerte y había ganado muchas veces antes, dudaba que
el destino fuera lo suficientemente amable como para dejarme morir en mi cama.
"¿Qué diferencia hace eso? Deberías usar la máscara que yo
te lo he proporcionado independientemente."
"Por supuesto que sí", respondí, asumiendo que con 'usarlo' quería decir que esperaba
que lo hubiera dejado en mi auto. "Pero parecía que dejarlo sufrir el virus podría haberme salvado un
trabajo. De todos modos, él Tengo todo claro, así que lo estoy haciendo
Es ahora."
Liam hizo una mueca y pude imaginarlo apagando un cigarrillo mientras pensaba en formas
de castigarme. "A casa. Nueve." Colgó y pensé en tirar mi teléfono por completo. Había un hombre
caminando por la calle y si mi puntería fuera certera probablemente lo mataría con la maldita
cosa de
esta altura. Tenía aspecto de imbécil, así que con toda probabilidad
merecido.
Quizás no fue la idea más brillante considerar el uso de un teléfono que pudiera
Sin embargo, se vinculará a mí como arma homicida. Lástima que.
Me moví en mi posición, mi mirada se desplazó para contemplar el sol naciente
nuevamente mientras las palomas dejaban de bailar alrededor del tema y se pusieron manos
a la obra. Les di un momento para hacerlo. No hay necesidad de arruinarles el día después.
todo.
Con los arrullos del placer de las palomas llamándome, miré al sol y pensé en el momento
en que Ava y yo habíamos subido a esa maldita montaña en Irlanda y la vimos ponerse. Ella
dijo que era lo más hermoso que había visto en su vida y que yo le había prometido llevarla a
esa montaña todos los años para que pudiera volver a verla. No es que alguna vez
volviéramos. Y ella no tuvo mucho que ofrecer para siempre. Esa fue la maldición de amarme.
Por supuesto, pensar en mi esposa me hizo pensar en el estado de su cadáver.
había estado cuando finalmente la recuperé. Demasiado tarde. Demasiado tarde. El tiempo
no había significado mucho para mí desde ese día.
Las palomas terminaron su diversión y les ofrecí un aplauso.
Ese ruido justo allí fue la oportunidad de Burnley de despertarse, verme, gritar, correr,
suplicar, pero debe haber tenido el sueño profundo porque simplemente siguió durmiendo.
Suspiré, me encogí de hombros y deslicé el pequeño cable que había estado sosteniendo.
debajo de la parte inferior de la ventana de guillotina. Sinceramente, no sabía por qué la
gente era tan tonta como para tener esas viejas ventanas de mierda todavía en sus
propiedades. Era como si asumieran que estar ocho pisos arriba y con vista a una calle
concurrida era suficiente para disuadir a los psicópatas que tal vez quisieran meterse en su
ventana y cagar durante toda su vida.
No es así, amigo mío. No tan.

Con un giro de mis dedos, el extremo rizado del cable se enganchó alrededor del pestillo en la
parte inferior de la ventana y le di un fuerte tirón para desbloquearlo. La cosa cedió más fácilmente
de lo que esperaba y estuve a punto de caer hasta la calle de abajo.
Por supuesto, no hubo tanta suerte. El diablo no quería competencia así que me había
negado la entrada al infierno más veces de las que podía contar hasta ahora. Sin embargo, él me
había tenido la cortesía de asegurarse de que viviera dentro de mi infierno personal en todo momento,
así que supuse que estaba ganando.
La ventana se deslizó hacia arriba con un poco de fuerza y un chirrido que realmente
Debería haber despertado a Burnley. Pero no. Tal vez estaba a punto de encontrarlo muerto y mi
trabajo terminado. Improbable, pero supuse que era posible.
Entré en su elegante cuarto de pantalones con su piso de soltero gris sobre gris sobre gris. Oh,
mierda, ¿eso es un poco rojo? Maldito pervertido. Justo encima de su

cama también.
Incliné la cabeza hacia un lado mientras intentaba darle sentido a la obra de arte
manchada y llamativa, pero que me condenen si me pareciera algo más que el culo de un gato.
Saqué el martillo de mi cinturón y le di algunos golpes casuales de prueba mientras me acercaba
al hombre del momento, silbando un poco de esa canción del anuncio con el gato y el pato tocando
el violín. Quería decir que era por una lata de algo. ¿Duraznos tal vez? No, nadie anunciaba
melocotones enlatados.
¿Atún? ¿Habas? ¿Maíz dulce? Bueno, joder, no podía recordarlo. Eso me iba a comer todo el
maldito día.
Mi mirada se movió hacia la mancha roja y decidí que quería saber
lo que era. Extendí suavemente mi martillo y lo usé para quitar el edredón de la forma dormida
de Burnley.
Era un hombre de mediana edad, de estatura corpulenta y lucía un vello en el pecho
bastante estilizado. No podría decir que alguna vez había considerado dejarme crecer el vello en el pecho.
en un patrón antes, pero supuse que era un tema de conversación. 'Oh, oye, Wendy,
¿escuchaste que me arreglé el vello del pecho en forma de corazón?
¿Eso te hace querer follarme? Tenía que decir que no podía imaginármelo volando tan bien,
pero tal vez las mujeres que le gustaban a Burnley se inclinaban por eso. O hombres. Sin
juzgar. Yo era un asesino en serie que igualaba las oportunidades. Se atienden todas
las razas, géneros y preferencias sexuales.
"¿Se supone que es una vagina?" Pregunté en voz alta y Burnley se despertó de golpe.
con un grito del que una abuela de ochenta años se habría sentido orgullosa.
Se tambaleó, pareciendo dispuesto a correr y presioné la cabeza plana de mi martillo
contra ese elegante vello en forma de corazón en su pecho para obligarlo a regresar al colchón.
"¿Qué deseas?" jadeó.
Siempre con esas mismas preguntas. '¿Qué deseas?' '¿Cómo llegaste aquí?' —¿El que
llevas puesto es el sombrero de mi esposa? '¿Acabas de orinar en mi alfombra?' '¿Por qué
tienes un cuchillo?' bla, bla, bla. No estaba de humor para lo de siempre, así que simplemente
señalé la pintura con la barbilla, enderezándolo con mi proceso de pensamiento.
"Entonces, ¿una vagina? ¿O un portal interminable hacia la nada y a ninguna parte?
perro en un banco? ¿Qué es?" Le pregunté y él estiró el cuello para mirar la pintura por un
momento.
"Nno lo sé. Era caro y me gustaba su apariencia, así que"
"Así que pegaste una enorme vagina en tu pared sin siquiera saberlo.
¿Era una vagina? Quiero decir, ¿crees que tuviste en mente las vaginas de manera subliminal
ese día o generalmente estás de humor para vaginas?", le pregunté.
"¿Ppor qué sigues diciendo vagina?" Burnley tartamudeó. Escuché mucho tartamudeo
en mi trabajo, rogando, suplicando, sobornando, mintiendo. También vi a mucha gente
orinarse encima. Y cagarse encima. Matar no fue bonito

trabajo, eso era seguro. Aparte de todo el rojo, por supuesto. Mi favorito
color.
"Bueno, si no tienes respuesta a mi pregunta, supongo que será mejor que siga adelante".
Levanté mi martillo hacia atrás, alineando el mejor golpe mientras él gritaba de nuevo.
"¿Por qué?" gimió, alejándose de mí.
"Soy el hijo de Liam O'Brien", dije encogiéndome de hombros y sus ojos se abrieron al
darse cuenta. Sí, ahí estaba, acababa de descubrir que joder a la familia criminal más
grande de la ciudad era una mala idea. ¿Por qué nadie tuvo que decirle a la gente que no
metiera la polla en el triturador de basura y, sin embargo, necesitaban que les recordaran
que no jugaran con mafiosos, algo que no podían hacer?

¿ganar?
"Nunca te había visto antes", respiró, sacudiendo la cabeza.
"Soy Niall", le expliqué, guardando el martillo en mi cinturón y ofreciéndole
mi mano para estrechar. Lo hizo porque era uno de esos bastardos bien educados y le di
un buen apretón porque apreciaba los modales incluso si los míos eran pocos y espaciados.
"El más joven."
Los ojos de Burnley se abrieron cuando estreché su mano vigorosamente y todo su
brazo se movió hacia arriba y hacia abajo antes de que lo soltara.
"¿El... desquiciado?"
"¿Has oído hablar de mí?" Pregunté, sonriendo ampliamente porque ¿quién carajo?
¿No te gustaba ser famoso?
"Pensé que eras un rumor, un mito. Nunca estás en eventos corporativos.
o en las reuniones, todo el mundo dice que ni siquiera existes y que sólo eres una mentira
que dicen para que la gente les tema".
"Bueno, resulta que no soy una leyenda, solo un hombre de sangre caliente
con un alma manchada de sangre. Entonces te mataré", le advertí, levantando el martillo
en mis manos una vez más y dándole un momento para proceso que
hecho. “No será divertido ni bonito. Pero si quieres escribirle una nota rápida a tu mami
o a quien sea para despedirte, te daré un momento para hacerlo. Pero no se te ocurra
ninguna idea tonta sobre mencionarme en tu nota. Porque entonces tendría que hundirle
la cabeza después de entregarlo. Y odio matar mamás por culpa de unos estúpidos
cabrones como tú.
"Quiero vivir", jadeó. ¿Por qué nunca aceptaron la oferta de escribir esa nota? Me
gustaría recordarles a las personas que me importan que las amo si supiera que voy a
morir. O al menos, imaginé que lo haría si me importara una mierda una sola alma en
este planeta. Desafortunadamente, no estaba convencido de ello, así que tal
vez tampoco aceptaría la oferta del pagaré.
"¿Estás seguro de eso? Porque puedo hacerlo rápido si quieres aceptarlo. Pero
si estás tan seguro de que quieres vivir, entonces podemos aprovechar el tiempo.
Tengo unas cuantas horas que matar antes de irme". "Reúnete con mi papá para
desayunar y sin duda estarás rogando por la muerte antes de que tenga que irme".
Burnley intentó correr y lo golpeé con el martillo, directo a la
templo. Lo suficientemente fuerte como para aturdirlo un poco, pero no lo suficiente como para
terminar el trabajo. Había dicho que quería vivir después de todo, así que tenía sentido dejar eso en claro.
prueba.
Se dejó caer sobre sus almohadas, presionando una mano en su cabeza donde lo
golpeé como si no pudiera creer que realmente lo había hecho. Ladeé la cabeza mientras
lo miraba, esperando ese momento de luz, aquel en el que él me miraría y vería el
diablo que era. Y cuando su mirada se encontró con la mía nuevamente, cumplí mi
deseo. Bingo. Terror total: espera un momento, ¿ese anuncio era de carne en conserva?
Burnley saltó de la cama y lo dejé ir esta vez, siguiéndolo fuera de la habitación
mientras se alejaba tambaleándose, corriendo predeciblemente hacia la puerta.
Yo personalmente habría elegido los cuchillos de cocina. Es mejor darse una
oportunidad de pelear y todo eso, pero tal vez Burnley simplemente no tuvo ninguna pelea en
a él.
Llegó a la puerta y comenzó a luchar con la cerradura justo antes de que un

golpe de mi martillo lo enviara al suelo con un grito de dolor. Le sonreí mientras él
me miraba como si fuera un monstruo, tratando de hacer una especie de movimiento
con los codos hacia atrás para alejarse, como si eso hiciera una gran diferencia.
La siguiente vez que lo golpeé, estaba bastante seguro de que lo había

jodido lo suficiente como para que ya no estuviera conmigo, pero dejé que mi animal
interior se soltara y de todos modos hice un baño de sangre. Lo golpeé una y
otra vez, sin parar hasta que me dolía el brazo y el trabajo estuvo completo.
Guardé mi martillo en mi cinturón y luego saqué un cuchillo, quitándole
un dedo a papá.
Tenía una pequeña y elegante caja de regalo lista en mi bolsillo para
guardarla y todo. En realidad, nunca me pidió que comenzara a traerle pruebas
de muerte cuando maté para él, pero me gustaba presentárselas como un regalo y
decirle que tenía una política de no devoluciones. Simplemente lo aceptó estos
días. Además, el verdadero significado detrás de mis regalos para él era una broma
que sólo me había contado a mí mismo y todavía lo encontraba jodidamente
divertido. Porque no me escogí cualquier dedo. Oh, no. Era el dedo medio, sólo
para tener el placer de saber que la marca estaba volteando a mi padre cuando abrió la caja para verla
Pequeños placeres y todo eso.
Una vez que todo estuvo envuelto con una reverencia, me alejé del
sangriento trozo de carne que una vez había sido Burnley y me dirigí a su baño
para tomar una ducha y lavarme la sangre. Aparentemente no servía caminar por la
ciudad cubierto de sangre, aunque sí sentía que no debería tener que ocultar mi
estilo de vida para ajustarme a los ideales sociales. ¿Había alguna ocupación
que tuviera que lidiar con tanto odio como los psicópatas? ¿Dónde estaban los
manifestantes por la igualdad de oportunidades que enarbolaban mi bandera?
Aunque había oído que había algunas personas a las que les gustaba leer historias como la mía sobre
Jodía a hombres como yo y fantaseaba con llevarlos a la cama, así que tal vez ahí
era donde encontraría a mi gente. Los lectores que entendieron que a veces
un poco de asfixia era perfectamente aceptable o incluso deseable y no me
juzgarían por ello.
Una vez que mi cabello rubio sucio ya no estaba manchado con mechas rojas y las
únicas manchas que marcaban mi piel eran los innumerables patrones de tinta que
había puesto allí permanentemente para cubrir mi estructura musculosa, me sequé
y me volví a poner los jeans. Le robé una camisa azul a Burnley (porque, seamos
sinceros, ya no la usaba de todos modos) y salí de su apartamento con mi camisa
ensangrentada hecha un ovillo en la mano y el martillo recién enjuagado. metido
en la parte de atrás de mis pantalones.
Caminé por la calle hasta mi musculoso auto rojo cereza y me subí, preguntándome
si podría encontrar algún lugar para comer una hamburguesa a esta hora del día. El
virus Hades que arrasó el mundo realmente había jodido mis hábitos alimenticios.
Aunque supuse que el encierro hacía mucho más fácil escabullirse y matar gente, ya
que no había ningún testigo afuera que se diera cuenta. Rayos de esperanza.
La máscara de ventilación que había prometido usar estaba en el espacio para

los pies, mirándome con sus vidriosos ojos negros y susurrando 'podrías estar enfermo,
estúpido bastardo'. Lo pisoteé para cerrar la boca, saqué un paquete de cigarrillos
de la guantera, encendí uno y encendí la radio mientras arrancaba el motor.
Quiso la suerte que estuviera sonando esa maldita melodía, el pato graznando para
que no nos olvidáramos de él en la versión de audio del anuncio y todo terminara
con un hombre entusiasta sugiriéndome que le comprara su tomate.
sopa.
Joder, no. ¿Quién quería comida que viniera sin masticar? el podria mantener
su sopa y su jodida melodía también. Me alegré de que mi pregunta hubiera sido
respondida y de que la hubieran eliminado de mi cerebro.
Daisy de Ashnikko apareció cuando terminaron los anuncios y respiré profundamente.
La nicotina quema mis pulmones y me da un momento de respiro de la monótona miseria
de mi vida. No era que mi vida fuera tan jodidamente terrible en realidad, más bien era tan
jodidamente vacía y sin sentido desde que le había fallado a la única mujer lo suficientemente
tonta como para amarme.
Treinta y dos jodidos y juro que había vivido más vida y aprendido más de
sus lecciones que hombres tres veces mi edad. Estuve tan cansado todo el maldito tiempo y,
sin embargo, nunca me sentí despierto. Para ser honesto, nunca sentí mucho de nada.
Apoyé mi cabeza contra el reposacabezas, pasando mis dedos por mi cabello y llenando el
auto con humo, suspirando mientras igualmente buscaba los recuerdos y deseaba que me dejaran
en paz.
"Te amaré por siempre y un día", respiró Ava, mirándome desde
debajo de ese flequillo rubio que siempre le metía en los ojos y sonreí antes de robarle un
beso.
"Te amaré hasta la muerte y más allá, niña mía", le prometí en
devolver. Y oh, qué jodidamente tenía razón en eso.
Saqué mi teléfono de mi bolsillo y lo abrí, desplazándome hasta el video.
Vi con demasiada frecuencia el que me habían enviado. El que me había condenado

por todo el tiempo.
Mi pulgar se deslizó sobre el botón para reproducirlo y a través de una sensación de
Arrepentimiento o locura o simplemente pura y jodida miseria, presioné.

Vi cómo arrastraban a Ava a la habitación a la que apuntaba la cámara. Ella
Estaba desnuda, con el cuerpo golpeado y magullado, cortado y golpeado. Le dijeron que me
suplicara que la salvara. Ella me rogó que no lo hiciera.
"Ya me fui, mi amor", jadeó. "No dejes que te lleven

también."
Tom Nelson le dio un revés antes de que terminara el clip y ese fue el último
vez que había visto a mi esposa con vida.
Mi teléfono comenzó a zumbar y a parpadear y le gruñí cuando apareció una
notificación sobre la imagen del rostro manchado de lágrimas de mi esposa, diciéndome que
llevara mi trasero a la casa de mi padre o si no.
Ese útil recordatorio me hizo darme cuenta de la hora y del hecho de que iba a llegar
tarde. Realmente tarde. Maldita sea.

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Bienvenidos a la Escuela Preparatoria Everlake.

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Este libro está dedicado a Lord Squidington, que ha estado en cuarentena

infundido miedo en mi corazón y me hizo preguntarme durante unos desesperados

segundos si algún día me encontrarían.

buscándome y no pararían hasta que fuera libre.

que no tenía pistas sustanciales sobre

Arrugué los ojos y pensé en mis hijos, extrañándolos con todo

la mitad de lo que me dejaron. Si no tomaba nada, me lo inyectaban de todos modos. No

yo era su pequeña granja de vacunas.

como un caballero oscuro con furia y justicia en

Aguanté un poco más antes de tomar la mitad de mis analgésicos y rellenar el

descansar debajo del colchón. Me acurruqué debajo de la manta de la cama y me quedé

dormido temblando mientras el sedante me arrastraba. No todo fue malo. En la oscuridad,

haciéndole pucheros a mi papá.

Se subió las gafas a la nariz antes de cruzar sus musculosos brazos.

alguna vez lo necesites”.

“Bueno, si no trepara a los árboles entonces no habría nada que resistir.

para recordar si consiguiera mi

convencer a papá de que finalmente se quedara en un lugar. Pero

"No quiero eso", murmuré.

A veces me parecía demasiado grande, como si hubiera demasiadas puertas y

pregunta era demasiado grande. Hubo demasiadas respuestas. Y yo no tenía ninguno.

Papá me dio una sonrisa de complicidad. "Lo sabrás cuando lo encuentres".

“¿Pero qué pasa si no lo sé?” Pregunté tímidamente.

Su sonrisa desapareció. "Entonces lo sabrás cuando lo pierdas".

para hacer que el mundo se incline ante ti”.

Eran demasiado pesados para levantarlos y el familiar traqueteo de la unidad de aire

Se escuchó un zumbido, luego la puerta se abrió y unas voces entraron en la habitación.

“Lo siento por ella”, murmuró un hombre.

de vuelta. Quiero recuperar mi maldita vida”.

“Lo sé, yo también, Jonas. Yo sólo…” Alan suspiró.

Hades. ¿Qué es uno más para salvar al mundo entero?

"Supongo", Alan se rindió y mi pulso latió una melodía sombría. "Cuánto

¿Crees que durará más?

"Mientras podamos hacerla vivir". Me metieron un termómetro en

boca y el frío metal me mordió la lengua. Un minuto después sonó un pitido.

"Jesús. Enciende la calefacción aquí. ¿Quién diablos estaba en el último turno?

El aire acondicionado pronto cambió a una ráfaga de aire cálido y me di cuenta

y mucho menos una niña”, murmuró Alan.

Mi brazo y luego una aguja se deslizó firmemente en mi piel.

Lucha por el bien. Hazlo bien, Tatum.

Me levanté, mi cabeza daba vueltas mientras sacaba la aguja de mi

fuertemente y él me empujó al suelo con

Detenlo, sus ojos oscuros girando.

el asesinato en sus ojos.

"Ella está en las etapas finales", jadeó Alan.

Manchas de sangre salpicaban la máscara que llevaba debajo de la visera y logré

que estos hijos de puta vieran mi espíritu quebrarse.

Se arremolinaba en sus ojos antes de que cayera en un abismo sin fin.

Cuatro semanas. Cuatro semanas jodidamente infernales e insoportables sin mi bebé en

que nunca pensé que podía sentir.

destino, porque me negué a considerar siquiera la idea de que fuera el suyo.

Me aterrorizaba la idea de que la sacaran de este mundo y, si bien eso podría

haber sido paralizante, en realidad fue liberador. Ya no me quedaban límites. No había

auricular mientras miraba hacia el inofensivo edificio que habíamos rodeado.

A diferencia de mí, con mis emociones desatadas y el borde constante en el

"Estoy en la entrada trasera", confirmó Monroe, con voz áspera y baja.

"Por lo que parece, está bien cerrado".

"La escalera de incendios tiene el mismo aspecto", confirmó Blake.

ocultar mis rasgos.

Había insistido en que mantuviéramos nuestras identidades ocultas, no queriendo que el