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TEMA 5.

EL ARTE PRERROMÁNICO Y SUS VARIANTES PENINSULARES

Mapa de Europa a comienzos del siglo VI.


El Imperio Romano con su concepción de la ley, el orden y el Derecho había ido ampliando el
grado de ciudadanía a toda una serie de pueblos que ellos llamaban bárbaros (parecido a
cómo interpretaban su lengua) que habían ido ayudando a la causa imperial. Todos estos
pueblos comienzan como aliados de Roma, pero finalmente acabarán con él, disgregando todo
el Imperio Romano Occidental.
El cristianismo, por su parte, frente a este panorama de disgregación, contribuyó a una
conciencia universalista y a la caída de la estructura del Imperio Romano se convirtió en el
verdadero puente entre la civilización clásica y la medieval.

1. EL ARTE PRERROMÁNICO Y SUS FUENTES DE INSPIRACIÓN.


El arte prerrománico (antes del románico) constituye una amalgama de estilos, dada la
amalgama de pueblos que existían. El primer reino nuevo de Occidente será el suevo. Las
fuentes principales de inspiración son:
1) La historia grecorromana y sus aportaciones, sobre todo en arquitectura, concepción
del espacio y también la plástica, el relieve y el mosaico.
2) La aportación cristiana en nuevos temas religiosos del Antiguo y del Nuevo
Testamento.
3) La reinterpretación de antiguos temas clásicos que ahora se cristianizan.

4) El reflejo bizantino llegará sobre todo en conceptos de organización política y


religiosa. En el arte sobre todo se reflejará en el atrezzo, en el lujo bizantino: objetos
suntuarios, orfebrería, marfiles, iconos (que el emperador regalaría a todo Occidente),
las telas, muy características sobre todo desde el punto de vista iconográfico, con
decoración de animales fantásticos de corte oriental y plantas, muy geométrica y
abstracta, organizadas de forma seriada. Estas telas llegaban a la Península Ibérica a
través del Levante y del Atlántico (muchas dentro de los relicarios).

5) Los nuevos elementos decorativos de los pueblos bárbaros, nórdicos o germánicos,


que eran nómadas y guerreros y que van a desarrollar enormemente el arte del
atrezzo, con fíbulas, hebillas de cinturón, collares, coronas, pendientes, arneses de
caballos.

En la Península Ibérica, el periodo del arte prerrománico se divide en tres etapas:

1) Visigótica (Siglos V-VII)


2) Asturiana o ramirense (Siglos VIII-X)

3) Mozárabe (Siglos X-XI)

2. EL ARTE DE LOS VISIGODOS.


A comienzos del siglo V llegan los primeros invasores a
Hispania. Los suevos se van a hacer muy rápido con la Gallaecia.
En el 475, los visigodos atraviesan los Pirineos y se instalan en
la Hispania romana, echando a los bizantinos, creando un reino
uniforme que abarca el Sur de Francia y casi toda la Península
Ibérica. Su capital estará en Toletum, la actual Toledo.
Ruinas de la ciudad de
Recópolis (Guadalajara). El
rey Leovigildo (568-586) en
la 2ª mitad del siglo VI tiene
ya un reino independiente y funda la ciudad de Recópolis
(trasunto de la ciudad de las Blaquernas, ex novo, similar a una
pequeña Constantinopla) en honor a su hijo Recaredo, quien
conseguirá la conversión de los visigodos (arrianos) al cristianismo católico en el III
Concilio de Toledo en el año 589 y la unificación religiosa, lo que contribuirá a la
consolidación del reino.

Conversión de Recaredo, (1888) Muñoz Degraín. III Concilio de Toledo, José Martí y Mansó (1862)

LA TRADICIÓN HISPANORROMANA Y LA IDEA DE RENOVATIO IMPERII: LA


ARQUITECTURA. Los visigodos se consideraban ciudadanos romanos y como tales, sus
monarcas siempre tuvieron ansias de recuperar el esplendor del Antiguo Imperio Romano. Se
instauraron las leyes romanas, buscando imitar los principios económicos y comerciales del
Antiguo Imperio, proceso que finalizará en el 711 con la conquista musulmana.
La arquitectura visigoda utiliza la PIEDRA, muy gruesa y
resistente, labrada en sillares de tamaño considerable y
dispuestos A SOGA (parte larga a la vista) Y TIZÓN (parte
corta metida hacia dentro en el muro), para reforzar la
estructura y atar el muro. Utilizan el ARCO DE HERRADURA,
de influencia tardorromana, utilizado sobre todo en el Norte
de África (no confundir con el musulmán).

Las CUBIERTAS pueden ser DE MADERA, utilizando la bóveda fundamentalmente en espacios


pequeños como los ábsides. Pueden tener COLUMNAS DE EXPOLIO (spolia-spolium), de época
romana (arte de acarreamiento), arrancadas de los monumentos romanos, no sólo por una
cuestión de ahorro económico, sino también como soporte para la nueva arquitectura de la
monarquía visigoda.
Los templos, de reducidas dimensiones, siguen en líneas generales la idea de la BASÍLICA
PALEOCRISTIANA (referencia a la antigüedad), prefiriendo los espacios basilicales, aunque
también se recuperan los planes centrales romanos, sobre todo los CRUCIFORMES. Suelen
tener un PÓRTICO a la entrada que se utilizaba como lugar de reunión.

LA UNIFICACIÓN RELIGIOSA Y LAS GRANDES CONSTRUCCIONES VISIGODAS.


Imagen: Ciudad de Toledo en el códice
Albelandense, s. IX. El periodo propiamente visigodo
se inicia en el 586 con la conversión de Recaredo al
cristianismo católico. La mayoría de los edificios de la
época desaparecieron tras la invasión musulmana y el
resto fueron o bien abandonadas o transformadas. Sólo
nos quedan algunos ejemplos situados sobre todo en
zonas rurales en forma de pequeñas iglesias que
debieron ser originalmente el templo de pequeños monasterios. Es característica su volumetría
compleja.

Planta de las principales iglesias visigodas.


Iglesia de San Juan de Baños, Palencia, 661. Situada al lado del
complejo termal romano (de ahí le viene su nombre). Recaredo se
curó con sus aguas y quiso construir una iglesia dedicada a S. Juan
como ofrenda. Es de planta basilical, con tres naves separadas por
arcos de herradura y columnas corintias, pero su originalidad radica
en la segmentación que hace del espacio en la cabecera original (ha
sido modificada), con una nave
transversal con tres ábsides
cuadrados separados entre sí.
Para hacernos una idea de su estado original, nos
acercamos a la Basílica de Sta. María del Trampal,
Cáceres, s. VII., en la que se realiza una absoluta
compartimentación espacial en
función de la liturgia hispánica mozárabe (que
siguió hasta 1070-1075, fecha en la que se
implantó la romana). Se parecía a la bizantina
(procedente de los territorios ocupados) en que es
absolutamente mistérica: lo sagrado no se puede
ver. ESPACIO SEGMENTADO en función de la
jerarquía: sacerdotes (transepto y sacristías) y
pueblo (nave central). A partir de la zona
congregacional, el espacio se contrae, incluso a
veces tiene un cancel de separación, para cerrar la
vista al acto de consagración (oblatio). Una vez
consagrado el pan y el vino, el sacerdote se acerca para repartirlo. Los dos espacios auxiliares
laterales (precedente bizantino) eran sacristías: PRÓTESIS (donde se preparaban las ofrendas) y
el DIACONICÓN (sacristía actual, donde se guardaban los objetos sagrados).

Reconstrucciones del estado original y actual. En época gótica de las tres naves se hizo una.

Imágenes del interior (al fondo de la dcha., el altar, que permanece iluminado, a diferencia del
resto). Espacio performativo, en el que se utilizan los cinco sentidos.
Iglesia de Sta. María de Quintanilla de las Viñas, Burgos, s. VII. Para animar el muro, a veces
se utilizan cenefas decorativas en el exterior.
Iglesia de S. Pedro de la Nave, Zamora, ca 680-711.
Parece una iglesia de 3 naves, pero realmente es casi un
plan central. En los años 30 una presa la iba a anegar y
se reconstruyó en una cota más alta (con ladrillo, de ahí
su buen estado de conservación).

Los arcos de herradura, que han sido


reconstruidos, nos dan una idea de
la espacialidad. El crucero con 4
ventanas proyectan un potente foco
de luz hacia el centro, quedando las
otras naves casi en penumbra. El
otro punto focal es la ventana del
ábside que ilumina fuerte y
directamente el altar. El espacio se
estrecha mediante las potentes
columnas de mármol, que lo cierran
hacia lo sagrado (sancta sanctorum).
Eran tremendamente incómodas
(sobre todo para la liturgia
posterior), por lo que o bien fueron
destruidas o modificadas. Las alas
laterales eran dos sacristías que se comunican a través de ventanas con el exterior. Conserva
uno de los primeros programas iconográficos del arte altomedieval en sus capiteles.

Capilla de S. Fructuoso de Montelios, Braga, ca 665. (recuerda


al mausoleo de Gala Placidia). S. Fructuoso fue arzobispo de la
ciudad de Braga, metropolitano de Galicia y uno de los padres del
monacato hispánico (regla fructosiana). Murió en el año 665,
encargando ser enterrado en este mausoleo al más puro estilo
bizantino (en un lateral está su tumba, los huesos se llevaron a
Galicia, conflicto). Fue canonizado, convirtiéndose en lugar de
peregrinación (patrón de Braga). Fruto de la influencia bizantina se
hace una versión del mausoleo con brazos cupulados, rodeando
una cúpula central en el crucero. Saben hacer la cúpula de media naranja. Comunican y
segmentan espacios, al igual que en Bizancio

En el exterior se organiza al más puro estilo romano con


frontones triangulares combinados con arcos en mitra
(igual que el de Gala Placidia).
En el interior, vemos el interés por la recuperación del arte romano, mediante
reutilización del algunas de ellas y otras nuevas que imitan a las anteriores,
mediante una serie de capiteles y frisos decorativos en los que se hace un
verdadero esfuerzo por imitar las hojas de acanto del capitel corintio,
generando un fuerte efecto de claroscuro con la luz proyectada en las hojas
hacia fuera

LA DECORACIÓN DE LOS EDIFICIOS: EL RELIEVE DE TALLA A BISEL.


El conocimiento de la arquitectura visigótica es muy fragmentario, al igual que pasa con el
relieve. Lo único que queda son los relieves que forman parte de la decoración arquitectónica
de los edificios. Originalmente pintados, tremendamente ricos, al igual que los muebles,
cortinajes, frontales de altar, lámparas, coronas de oro que colgaban encima de los altares, el
atrezzo que hoy día no tienen. El relieve lo podemos encontrar en los frisos decorativos y en los
capiteles. Utilizaban tres técnicas:
1) Modelado, que se aplica generalmente a los elementos vegetales y figura humana.

2) Talla a bisel: que es la más importante, que puede llegar a ser muy profunda, creando
efectos pictóricos muy importantes, sobre todo a través de la luz, generando
muchísimos claroscuros. Se utiliza fundamentalmente para los motivos geométricos.

3) De las incisiones, que se utiliza como complemento para marcar los detalles de las
figuras (plumajes, agua, paños, mismos temas que en las telas).
Los temas iconográficos y el repertorio decorativo proceden sobre todo del mundo bizantino,
particularmente del mundo de los tejidos, que todo apunta a que llegaran a manos de los
escultores a través de los tejidos bizantinos, característicos con tondos con figuras animales
enfrentados. Tenemos noticias textuales de un importante comercio de sedas bizantinas en
Lisboa (antigua Lisipo), que se dedicaban a importar tejidos bizantinos hacia el centro de la
Península. Los conservamos porque se han encontrado en relicarios de los cuerpos santos. Son
representaciones esquemáticas, simétricas y repetitivas.

En la iglesia de Sta. Mª de Quintanilla de las


Viñas, Burgos, s. VII. en uno de los capiteles,
vemos la Apoteosis de Cristo (como la apoteosis
imperial en los arcos de triunfo romanos) escoltado
por ángeles (en vez de victorias aladas).
Se recuperan temas antiguos como las personificaciones del sol y la luna (temas paganos). La
luna con cuernos representa el creciente lunar y el sol como helios con los rayos, que le salen de
la cabeza.
En la iglesia de S. Pedro de la Nave, hay otro gran conjunto
de relieves que combina decoraciones geométricas y
abstractas con una clara funcionalidad decorativa con un
pequeño programa iconográfico en el crucero, uno de los
primeros del arte medieval. En uno de ellos, hay una
representación abstracta y sincopada de la Iglesia (arcos).
En uno de los
capiteles, en el
lugar donde se realiza el sacrificio, se repite
un tema ya visto en época paleocristiana,
Daniel en el foso de los leones (con gesto de
litúrgico de oración), que se presenta como
modelo de fe, que con su fe consigue que los
leones no lo maten, sino que lo
honran y lamen sus pies,
prefiguración de la casta
sacerdotal.

Enfrente, aparece otro tema recurrente, el sacrificio de Isaac por su padre


Abraham (al igual que en S. Vital de Rávena), otra prefiguración del sacrificio
de Cristo sobre un “altare” (altar), ofreciendo el sacrificio de su único hijo a
Dios (su mano aparece para pararlo y señala al cordero entre los matorrales,
remitiendo al sacrificio de su Hijo).

En los laterales, toda una serie de Apóstoles, seguidores de Cristo,


primeros sacerdotes, esculpidos de modo expresionista (no
realistas).

EL AJUAR DE LAS IGLESIAS: LA ORFEBRERÍA.

La orfebrería es un capítulo original del arte visigodo. Es


un arte aplicado de estos pueblos originalmente
nómadas, las artes del metal y decorativas relacionadas con la vestimenta y el atrezzo, fíbulas,
broches, pendientes, collares, arneses de caballos.
Fíbula de Alovera, s. VI. Museo Arqueológico Nacional (imagen).Están realizados con la
técnica del esmalte, con el metal se hacen los alveolos que luego se rellenan con el esmalte, que
es fibra de vidrio líquida y después pulida. El acabado es suntuoso y más económico que las
piedras preciosas. Los diseños son abstractos, estilizados, geometrizados y remiten a la
naturaleza.
Fragmentos de una corona votiva del tesoro de Torredonjimeno, s. VI. En las
iglesias se atesoraban los objetos que ornaban sus interiores como las coronas
votivas, ofrecidas (ex votos) por los reyes, como signo permanente del poder, de
tipo bizantino, muy anchas (no para ponerse), sino que colgaban de unas cadenas
en una barra sobre el altar, con lámparas y cruces. El rey ofrecía la corona a
Jesucristo (Rey de Reyes). Tenían además inscripciones y letras colgadas de la
propia corona con el nombre del rey donante.

Cruz pectoral de

Torredonjimeno.

Corona de Recesvinto, tesoro de Guarrazar, s. VII.


Seguramente ofrecida a alguna de las iglesias de
Toledo. De tipo bizantino, ancha, con alma de madera y
cubierta de oro del alto quilataje y engarzada de piedras
preciosas, utilizando en los bordes la técnica de la filigrana. De
ella cuelgan las letras de la dedicatoria RECESVINTUS
REX OFERES, realizadas con la técnica del esmalte,
complementada con una serie de pendientes con
piedras semipreciosas.

3. EL ARTE DE LA MONARQUÍA ASTUR.

El año 711 marcó el final del


reino visigodo de Toledo. La
invasión árabe obligó a lo
que quedaba del reino a
refugiarse en las inhóspitas
tierras del norte de la antigua
Gallaecia, detrás de la
Cordillera Cantábrica y de la
actual Serra do Xistral. Desde
allí comenzaron el proceso
de progresiva recuperación
del reino y reconquista de los territorios perdidos. Mapa Reino Galaico Asturiano, con capital en
Oviedo.

NACIMIENTO Y CONSOLIDACIÓN DEL ARTE DE LA MONARQUÍA ASTUR

791-842 REINADO DE ALFONSO II. Durante su reinado asistimos a la consolidación del reino y
un arte propio. Se produce un hecho clave, en torno al año 820, el descubrimiento de los
restos del Apóstol Santiago, lo que se utiliza tanto desde un punto de vista político, como
psicológico, para darle más fuerza al proceso de reconquista (Santiago patrón y matamoros),
como un elemento publicitario de la monarquía y recuperación del Reino visigodo de Toledo,
como una auténtica misión cristiana, una misión espiritual de recuperación de las tierras
islamizadas de los paganos y su símbolo será la cruz triunfante entre dos ángeles, como
signo de protección de los fieles y de vencimiento de los invasores (como la Batalla de Puente
Milvio, que marcó el comienzo de la conversión del emperador romano Constantino al
cristianismo) y su emblema, que sigue siendo el del Principado de Asturias: “Hoc signo tuetur
pius - Hoc signo vincitur inimicus” (con este emblema se defiende al piadoso - con este
emblema se vence al enemigo).

Si quieren recuperar el antiguo reino visigodo, deben convertir Oviedo en una nueva Toledo,
inventándose una nueva sede episcopal, robándole una parte importante de la diócesis de Lugo.
El centro episcopal (poder religioso) y el de poder político estaban así unidos, como en
Toledo, el palacio del rey y la catedral.

Una posible imagen de Oviedo hacia el siglo


XII. Se puede ver el palacio del rey (D) con la
Cámara Santa (A). A su lado, la cabecera de la
primitiva Iglesia de San Salvador (a partir del
XII se levantaría la actual catedral gótica). A
su lado, más pequeña, la Iglesia de Santa
María, que hoy es Panteón Real.

La Capilla palatina o Cámara Santa de Oviedo era


privada y tiene dos plantas, la baja con una bóveda que
nace directamente del suelo y una planta alta formada por
dos partes: una nave donde se situaría la corte y un ábside
más bajo donde se guardaban las principales reliquias del
reino visigodo (arca santa).
S. Julián de los Prados, Oviedo, 791-842. Muy
similar a las iglesias visigodas, volumétricamente
compleja, realizada en sillarejo (sillar pequeño).
Normalmente tienden a la planta basilical, con una cabecera triple. También tienen los
habituales espacios de servicio (sacristías) y por lo general las naves están cubiertas de madera y
sólo se abovedan los ábsides, por lo que los contrafuertes sirven para reforzar el muro, pero no
tienen una verdadera fuerza estructural, teniendo también una función estética (romper con la
rigidez del muro exterior). Las cabeceras son tremendamente características, sobre todo por la
cámara del ábside, a la que sólo se puede acceder por la ventana triple (a la que se le han
atribuido diversas funciones: vivienda de un monje anacoreta, tesoro de la iglesia, etc.),
convirtiéndose las tres arcadas en el símbolo de Asturias.
El interior recuerda a las basílicas paleocristianas. De nuevo nos encontramos con un espacio
compartimentado, en el que se distinguen la zona congregacional de la
litúrgica. Aparecen los comulgatorios. La poética de la luz es similar a la
visigoda con el punto central encima del altar. Se
insiste en la estética interior tremendamente
suntuosa.

Conserva muchísimas pinturas en el interior que


recuerdan mucho a la pintura tardo romana pompeyana: los techos
imitan a los casetones romanos, los colores y la técnica al fresco recuperada de época romana.

Cruz de los ángeles, Oviedo, 791-842. Alfonso II regaló a la


Catedral de S. Salvador de Oviedo una cruz preciosa, posiblemente
con motivo de su consagración para estar colgada sobre el altar (se
supone porque no tiene hastil), que se conserva todavía en la
Cámara Santa de Oviedo. Sigue la tradición hispano visigoda de la
orfebrería, con hilo de oro, camafeos incrustados de época romana,
que se insertaron en estas obras, invistiendo al objeto del prestigio
del objeto antiguo romano. La inscripción del reverso dice:
"Permanezca en honor de Dios esto, realizado con complacencia.
Alfonso, humilde siervo de Dios, lo ofrenda. Cualquiera que presumiere llevarme fuera de donde mi
buena voluntad la dedicó, perezca espontáneamente con el rayo divino. Esta obra se concluyó en la era
846 (año 808). Con este signo es protegido el piadoso. Con este signo es vencido el enemigo. " (idea
romana de la pervivencia de la memoria).

842-850 Reinado de Ramiro I

866-910 Reinado de Alfonso III

4. El arte del siglo X en la Península Ibérica

Arte Mozárabe. Arte de Repoblación. Arte de fusión.

El monasterio como agente repoblador

Los templos y su diversidad planimétrica

Templos y monasterios
El expresionismo pictórico: la miniatura y los Beatos.

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