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Ciencias Jurídicas y Sociales

Segundo semestre sección B

1. Legítima Defensa Putativa:

Es una figura jurídica que se refiere a la creencia errónea y sincera de una
persona de que está siendo atacada o está en peligro inminente, lo que la lleva a
defenderse en lo que considera una situación de legítima defensa. Aunque la
amenaza no existe en realidad, la persona actúa de buena fe y cree que está
defendiéndose de un peligro real.

2. Requisitos de la Culpabilidad:
 Imputabilidad: el acusado debe ser mentalmente capaz y en su sano
juicio al momento de cometer el delito.
 b. Dolo o Culpa: el acusado debe haber actuado con dolo (intención de
cometer el delito) o culpa (negligencia o imprudencia grave).
 c. Ausencia de Causas de Justificación o Excusa: el acusado no debe
haber actuado en legítima defensa, estado de necesidad u otras
circunstancias que justifiquen o excusen su conducta.
 d. Nexo Causal: debe existir un vínculo causal entre la conducta del
acusado y el resultado delictivo.
 e. Tipicidad: la conducta del acusado debe ajustarse a la descripción de
un delito establecido por la ley.

3. Excusa Absolutoria:
Es una circunstancia que, si se cumple, exime al acusado de cualquier
responsabilidad penal, incluso si los elementos del delito están presentes. Un
ejemplo de una excusa absoluta es la demencia: si se demuestra que un acusado
era legalmente incapaz de comprender la naturaleza de sus acciones o de
distinguir entre el bien y el mal en el momento del delito debido a una enfermedad
mental, se le considera eximido de responsabilidad penal.

4. Delito Continuado:
Se refiere a una situación en la que un individuo comete una serie de actos
delictivos similares, normalmente del mismo tipo y contra la misma víctima o en
circunstancias similares, como parte de un plan preconcebido o una acción
continuada. El propósito detrás de esta figura es evitar que el acusado sea
sancionado de manera desproporcionada por múltiples actos.
5. Sustitutos Penales:
Son medidas alternativas al encarcelamiento que se aplican a individuos
condenados por delitos menores o no violentos como una forma de castigo o
rehabilitación. El propósito de los sustitutos penales es aliviar la sobrepoblación
carcelaria y permitir la reintegración de los infractores en la sociedad sin recurrir a
la prisión.