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Cultura

La Real Academia Española, define el termino cultura como:

“Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico, así como sus
modos de vida, costumbres, conocimientos, grado de desarrollo artístico, científico e
industrial, en una época y grupo social determinado”

Según Clyde Kluckholhn, la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y
expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras
de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son aspectos incluidos
en la cultura.

Desde lo teórico, las culturas son productos sociales que representan la capacidad de relación y
respuestas de cada sociedad a su situación concreta total. Encontramos en las culturas reales tres
dimensiones:

1. Una producción material.


2. Un sistema de relaciones y comunicación entre sus miembros.
3. Una ideología y un sistema de valores, normas y sanciones que organizan, enlazan y
jerarquizan los dos campos anteriores.

Según Angelo Altieri Meagle, profesor emérito de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
la cultura proviene del vocablo latino “colo”, “colere”, “cultum”, los tres vocablos, en esencia significan
“cultivar” por lo que el mismo la define como:

“Educación, formación, desarrollo o perfeccionamiento de las facultades intelectuales y


morales del hombre; y en su reflejo objetivo, cultura es el mundo propio del hombre, en
oposición al mundo natural, que existiría igualmente aun sin el hombre”

Cultura, por tanto, no es solamente el proceso de actividad humana, sino que también, producto de
tal actividad, de tal formación, o sea, es el conjunto de maneras de pensar y vivir, cultivadas, que
suelen designarse a la civilización, la cultura comprende el lenguaje, la industria, el arte, la ciencia,
el derecho, el gobierno, la moral, la religión, los instrumentos materiales o artefactos en los que se
materializan sus relaciones culturales y mediante los cuales surten efecto practico en los aspectos
intelectuales (edificios, instrumentos, maquinas, objetos de arte, medios para la comunicación, etc.)

Sin embargo, la cultura actual se ha modernizado y decaído en una unificada cultura que Bennedetto
Croce, en 1908 definía como “El tipo de hombre que posee no pocos conocimientos, pero que
no posee el conocimiento” es decir, que no tiene una visión sistemática y profunda de la realidad,
sino que su cultura consiste en un sinnúmero de conocimientos superficiales, inconexos y dispersos.

La creciente industrialización del mundo contemporáneo impone la formación de competencias


específicas, alcanzables solo mediante adiestramientos particulares, que relegan al hombre a
campos excesivamente restringidos de estudio y de actividad. La sociedad presente exige de cada
uno de sus miembros el rendimiento en el oficio y en la función que se les ha sido asignados; y el
rendimiento depende de los conocimientos específicos para el desempeño de actividades practicas
y productivas y no de la posesión de una cultura general desinteresada.
¿Qué es cultura escolar?
El término cultura asociado a la escuela se viene usando desde hace mucho tiempo en la bibliografía
educativa para tratar de capturar aquellos rasgos que permitan comprender el funcionamiento
escolar. Ya en 1932, el sociólogo de la educación norteamericano Waller sostenía que las escuelas
tienen una cultura propia. Planteaba que en las escuelas hay complejos rituales de relaciones
personales, tradiciones, costumbres, normas, que conforman un código moral. Con el tiempo, en
esta misma línea, otras investigaciones señalaron que en las escuelas hay juegos que son guerras
sublimadas, equipos, y un conjunto elaborado de ceremonias.

La cultura escolar está compuesta de reglas y tradiciones no escritas, normas y expectativas que
permean todo: la manera en que gente actúa, cómo se visten, de qué hablan, si buscan o no ayuda
en sus colegas y cómo se sienten los docentes acerca de su trabajo y de sus estudiantes.

En términos muy generales, a partir de las ideas expresadas en las definiciones precedentes, la
cultura escolar se podría definir como los patrones de significado transmitidos históricamente y que
incluyen las normas, los valores, las creencias, las ceremonias, los rituales, las tradiciones, y los
mitos comprendidos, quizás en distinto grado, por las personas miembros de la comunidad escolar
(Stolp, 1994). Este sistema de significados generalmente forma lo que la gente piensa y la forma en
que actúa. Algunos autores tienen una visión más bien holística (Hargreaves, 1995) mientras otros
enfatizan el hecho que toda cultura escolar incluye diversas subculturas en su interior (Firestone y
Louis, 1999).

Asimismo, hay acuerdo en que la cultura escolar, como la cultura en general, tiene a la vez
características estáticas y dinámicas. El carácter estático se pone de manifiesto porque por un lado
la cultura crea un carácter único en el sistema social al promover un sentido de pertenencia y
compromiso, y participa activamente en la socialización de nuevos miembros introduciéndolos en
una particular perspectiva de la realidad. Por otro, está sujeta a cambios en tanto los miembros de
la organización interactúan con nuevas ideas y enfoques, de ahí su carácter dinámico. Es decir, que
cualquier consideración sobre la cultura escolar debe tomar en cuenta la historia en términos de
estabilidad a través del tiempo (Deal y Peterson, 2009; Julia, 2001) así como su naturaleza dinámica
y cambiante (Fullan, 2002).

El Fondo de Cultura Económica, define la cultura escolar como:

“La idea de cultura escolar se refiere tradicionalmente al conjunto de conocimientos,


habilidades y valores legítimos que las instituciones escolares transmiten a las
generaciones jóvenes. Suele decirse que personas con mayor educación formal tienen “más
cultura” o son “más cultos”. Desde la perspectiva antropológica, sin embargo, no tiene
sentido decir que una persona tiene “más cultura” que otra. La cultura no es una propiedad
de las personas, sino una dimensión de las acciones que emprenden y de los recursos
materiales y simbólicos que utilizan, crean o transforman. El acento está puesto en lo
público, lo compartido y lo diverso. Esta perspectiva obliga a repensar el sentido de la
cultura escolar, reconociendo la pluralidad de configuraciones culturales que se producen y
reproducen dentro de las escuelas y en torno a de ellas.”

Aunque el concepto puede parecer obvio, identificar lo que es una escuela es objeto de debates
crecientes. De los diversos arreglos que organizan los aprendizajes humanos.
¿Qué son las culturas juveniles?
El término “cultura juvenil” surge ante la emergencia de la juventud como nuevo sujeto social,
especialmente a finales de los 50 años, y se traduce en modos de vida y valores que los jóvenes
crean en respuesta a sus condiciones históricas, económicas y sociales. Así, la cultura juvenil tiene
que ver con manifestaciones particulares de los jóvenes, que se basan en la selección de referentes
culturales “a los cuáles van expresando conformidad y apropiación a sus formas de vida” (Ramírez,
2008, p.83). Dichos referentes culturales, se traducen en prácticas, creencias y aspiraciones acordes
con su realidad, reflejadas en sus propios espacios y formas de ser, las cuáles van cambiando de
generación en generación, afianzando su condición de transitoriedad. La juventud está constituida
por distintos grupos que comparten parcialmente elementos de pertenencia e identidad, los cuáles
han dado lugar a multiplicidad de culturas juveniles.

En el contexto cultural más amplio, las culturas juveniles son reconocidas por su potencial
transformador, entendiendo que se encuentran “reconstruyendo y creando nuevos modelos
societales, valores y construyendo nuevas subjetividades” (Zarzuri, 1999, sp). Por lo que, desde el
escenario de los consumos y las expresiones culturales, todo aquello que circula en propuestas
estéticas, políticas o tecnológicas, es capturado por los jóvenes para ser sujeto y objeto de
transformación de lo local.

De esta manera, las expresiones culturales d ellos jóvenes se constituyen muchas veces en
resistencias que, en el marco de estéticas y éticas alternativas, proponen nuevas formas de
comprender el mundo y sus ordenamientos; son voces de denuncia que buscan cuestionar formas
tradicionales de comprender la vida adulta, sus prácticas y sus proyectos vitales. Sin embargo, como
lo sugiere Serrano (1998), antes que expresiones de contracultura, las expresiones juveniles “se
presentan como la expresión evidente de lo que son las tendencias del momento actual, de las cuales
ellos son unos interpretes” (p.259).

En este aspecto, Maffesoli (1988), habla de una complejidad de la cultura dentro de los jóvenes,
llevándolos a un proceso de trivialización de la sociedad moderna, donde se da el surgimiento de,
las por él denominadas, «tribus urbanas». Estas formas de socialización se dan con fuertes
particularidades y con parecido en la afinidad a estas características por sus integrantes, que reflejan
las distinciones entre los grupos de referencia. Estas características son muchas veces observables
en factores movilizadores de estos, de esta manera, los jóvenes manifiestan así diferentes prácticas
sociales, que van adquiriendo su especificidad, dentro de una sociedad compleja, lo cual marca un
estilo que se convierte en lo distintivo de las culturas juveniles. Como menciona Feixa (1998) se da
la “manifestación simbólica de las culturas juveniles, expresadas en un conjunto más o menos
coherente de elementos materiales e inmateriales que los jóvenes consideran representativos de su
identidad como grupo”.

En este sentido, las manifestaciones de las prácticas sociales de los jóvenes, por lo general no son
una sola forma de expresar esa cultura juvenil, sino que es un híbrido cultural, que utilizan los jóvenes
en búsqueda de su propia identidad. Por lo tanto, en la etapa juvenil, no sólo adquieren
características de estilos, si no también, van adquiriendo conciencia en cuanto a un sentido de
observar e interpretar la realidad, expresadas también a través de las ideologías que pueden profesar
o defender desde su grupo de referencia.
Referencias
1.1 La Cultura |. (s. f.).
http://cidecame.uaeh.edu.mx/lcc/mapa/PROYECTO/libro11/11_la_cultura.html

2.3 cultura juvenil. (2021, abril 1). Issuu. https://issuu.com/ausjal/docs/informe-


juvenil/s/12006053

Elías, M. E. (s. f.). La cultura escolar: Aproximación a un concepto complejo.


https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-
42582015000200016#:~:text=%2D%20La%20cultura%20escolar%20est%C3%A1%20compues
ta,Deal%20y%20Peterson%2C%202009).

Megale, A. A. (2001). Qué es la cultura. La lámpara de Diógenes, 2(4), 13-18.

Ramírez Varela, F. (2008). El Mito de la cultura juvenil. Ultima Década, 16(28), 79–90.
https://doi.org/10.4067/s0718-22362008000100005

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