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Derecho Constitucional

Tema: Investigación sobre los


diferentes tratados ratificados por
Honduras con otros países

Sección: 10:20-11:10

Catedrático:
Abg. Martha Gabriela Talbott

ALUMNO

Adolfina Yaneth Martínez Molina 202310110234


Importancia de los convenios y tratados internacionales entre Honduras y
otras Naciones.
Representan importantes instrumentos legales para regular desde el Derecho
Internacional la protección y conservación del ambiente. El Poder Ejecutivo es el
responsable de emprender las acciones para ejecutar las disposiciones de los
Convenios, una vez ratificado.
1. Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH): La Declaración
Universal de Derechos Humanos (DUDH) es un documento que sirve de plan de
acción global para la libertad y la igualdad protegiendo los derechos de todas las
personas en todos los lugares. Honduras ha ratificado la DUDH y está
comprometida con la protección y promoción de los derechos humanos en el país,
La Declaración Universal de Derechos Humanos sigue siendo igual de pertinente
hoy día que en 1948, cuando fue proclamada y aprobada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas. La extraordinaria visión y determinación de sus autores se
plasmó en un documento en el que por primera vez se expresaron claramente los
derechos y las libertades a los que todo ser humano puede aspirar de manera
inalienable y en condiciones de igualdad. La Declaración, disponible en más de 360
idiomas, es el documento más traducido del mundo, lo que demuestra su carácter y
alcance global. Ha pasado a ser la referencia para medir lo que está bien y lo que
está mal. La Declaración constituye los fundamentos de un futuro justo y digno para
todos y brinda a las personas de todo el mundo un poderoso instrumento en la lucha
2. Convención Americana sobre Derechos Humanos: Conocida también como el
Pacto de San José, esta convención es relevante para la protección de los derechos
humanos en la región, Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser humano, Reconociendo que los
derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado
Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, razón
por la cual justifican una protección internacional, de naturaleza convencional
coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados
americanos; Considerando que estos principios han sido consagrados en la Carta de
la Organización de los Estados Americanos, en la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos que han sido reafirmados y desarrollados en otros instrumentos
internacionales, tanto de ámbito universal como regional; Reiterando que, con
arreglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sólo puede realizarse
el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean
condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos,
sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos, y Considerando
que la Tercera Conferencia Interamericana Extraordinaria (Buenos Aires, 1967)
aprobó la incorporación a la propia Carta de la Organización de normas más
amplias sobre derechos económicos, sociales y educacionales y resolvió que una
convención interamericana sobre derechos humanos determinara la estructura,
competencia y procedimiento de los órganos encargados de esa materia.
3. Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA-
DR): Honduras es parte de este tratado de libre comercio con Estados Unidos y
otros países de Centroamérica, lo que tiene un impacto significativo en su economía
y relaciones comerciales. El Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y los
Estados Unidos (CAFTA) fue negociado entre enero de 2003 y enero de 2004, al
cual se incorporó la República Dominicana en julio de 2004 adoptando en ese
momento la sigla DR-CAFTA. Salvo Costa Rica, todos los países firmantes lo han
ratificado.
4. Convenio sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967:
Honduras ha ratificado estos acuerdos internacionales que rigen la protección de los
refugiados y solicitantes de asilo, Qué dice la Convención de Ginebra sobre el
Estatuto de Refugiados 1951 y el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados de
1967? El principio más importante de la Convención sobre el Estatuto de los
Refugiados de 1951 (en adelante, la Convención de 1951) es la no
devolución, que implica que ninguna persona refugiada debería ser devuelta al país
en el que su vida o su libertad corren grave peligro.

5. Convenio sobre la Ciberdelincuencia (Convenio de Budapest): Honduras es


parte de este tratado que busca combatir la ciberdelincuencia y promover la
cooperación internacional en este ámbito, Qué dice la Convención de Ginebra sobre
el Estatuto de Refugiados 1951 y el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados
de 1967? El principio más importante de la Convención sobre el Estatuto de los
Refugiados de 1951 (en adelante, la Convención de 1951) es la no
devolución, que implica que ninguna persona refugiada debería ser devuelta al país
en el que su vida o su libertad corren grave peligro.

6. Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación


contra la Mujer (CEDAW): Este tratado se centra en la igualdad de género y la
eliminación de la discriminación contra las mujeres, El Sistema de Naciones Unidas
en Panamá, a través del Grupo Temático de Género y con el apoyo técnico y
financiero de UNFPA y UNICEF, presenta esta publicación que contiene la
CEDAW, el protocolo facultativo y las recomendaciones del Comité CEDAW al
Estado panameño en 1998 y 2010, como aporte a las acciones propuestas para el
cumplimiento de las observaciones del Comité CEDAW. La CEDAW, por sus
siglas en inglés, es la Convención para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer. Es un instrumento jurídico internacional, aprobado
por los Estados y que los compromete con una serie de obligaciones para con las
mujeres. La Convención está compuesta de una serie de normas y obligaciones
aceptadas por todos y todas. Estas normas básicas— denominadas también derechos
humanos—establecen derechos y libertades mínimas que los gobiernos deben
cumplir. Acompañan a estos derechos la obligación de los gobiernos y los
individuos de no infringir los derechos paralelos de los demás. Estas normas son
interdependientes e indivisibles; no es posible garantizar algunos derechos a costa
de otros
7. Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestres (CITES): Honduras participa en la regulación del comercio de
especies de fauna y flora en peligro de extinción, Habida cuenta de que el comercio
de animales y plantas silvestres sobrepasa las fronteras entre los países, su
reglamentación requiere la cooperación internacional a fin de proteger ciertas
especies de la explotación excesiva. La CITES se concibió en el marco de ese
espíritu de cooperación. Hoy en día, ofrece diversos grados de protección a más de
37.000 especies de animales y plantas, bien se comercialicen como especímenes
vivos, como abrigos de piel o hierbas disecadas. La CITES se redactó como
resultado de una resolución aprobada en una reunión de los miembros de
la UICN (Unión Mundial para la Naturaleza), celebrada en 1963. El texto de la
Convención fue finalmente acordado en una reunión de representantes de 80 países
celebrados en Washington DC., Estados Unidos de América, el 3 de marzo de 1973,
y entró en vigor el 1 de julio de 1975. El texto original de la Convención fue
depositado en poder del Gobierno Depositario en español, francés y inglés y , cada
versión siendo igualmente auténtica. La Convención también disponible en chino

8. Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas: Los


Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos,
PREOCUPADOS por el hecho de que subsiste la desaparición forzada de personas;
REAFIRMANDO que el sentido genuino de la solidaridad americana y de la buena
vecindad no puede ser otro que el de consolidar en este Hemisferio, dentro del
marco de las instituciones democráticas, un régimen de libertad individual y de
justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre;
CONSIDERANDO que la desaparición forzada de personas constituye una afrenta a
la conciencia del Hemisferio y una grave ofensa de naturaleza odiosa a la dignidad
intrínseca de la persona humana, en contradicción con los principios y propósitos
consagrados en la Carta de la Organización de los Estados Americanos;
CONSIDERANDO que la desaparición forzada de personas viola múltiples
derechos esenciales de la persona humana de carácter inderogable, tal como están
consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración
Universal de Derechos Humanos; RECORDANDO que la protección internacional
de los derechos humanos es de naturaleza convencional coadyuvante o
complementaria de la que ofrece el derecho interno y tiene como fundamento los
atributos de la persona humana; REAFIRMANDO que la práctica sistemática de la
desaparición forzada de personas constituye un crimen de lesa humanidad;
ESPERANDO que esta Convención contribuya a prevenir, sancionar y suprimir la
desaparición forzada de personas en el Hemisferio y constituya un aporte decisivo
para la protección de los derechos humanos y el estado de derecho, RESUELVEN
adoptar la siguiente Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas: ARTICULO I Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a:

a) No practicar, no permitir, ni tolerar la desaparición forzada de personas, ni aun en estado


de emergencia, excepción o suspensión de garantías individuales;

b) Sancionar en el ámbito de su jurisdicción a los autores, cómplices y encubridores del


delito de desaparición forzada de personas, así como la tentativa de comisión del mismo;

c) Cooperar entre sí para contribuir a prevenir, sancionar y erradicar la desaparición forzada


de personas; y

d) Tomar las medidas de carácter legislativo, administrativo, judicial o de cualquier otra


índole necesarias para cumplir con los compromisos asumidos en la presente Convención.

ARTICULO II

Para los efectos de la presente Convención, se considera desaparición forzada la privación


de la libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes
del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o
la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer
dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se
impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.

ARTICULO III

Los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos


constitucionales, las medidas legislativas que fueren necesarias para tipificar como delito la
desaparición forzada de personas, y a imponerle una pena apropiada que tenga en cuenta su
extrema gravedad. Dicho delito será considerado como continuado o permanente mientras
no se establezca el destino o paradero de la víctima.

Los Estados Partes podrán establecer circunstancias atenuantes para los que hubieren
participado en actos que constituyan una desaparición forzada cuando contribuyan a la
aparición con vida de la víctima o suministren informaciones que permitan esclarecer la
desaparición forzada de una persona.

ARTICULO IV
Los hechos constitutivos de la desaparición forzada de personas serán considerados delitos
en cualquier Estado Parte. En consecuencia, cada Estado Parte adoptará las medidas para
establecer su jurisdicción sobre la causa en los siguientes casos:

a. Cuando la desaparición forzada de personas o cualesquiera de sus hechos constitutivos


hayan sido cometidos en el ámbito de su jurisdicción;

b. Cuando el imputado sea nacional de ese Estado;

c. Cuando la víctima sea nacional de ese Estado y éste lo considere apropiado.

Todo Estado Parte tomará, además, las medidas necesarias para establecer su jurisdicción
sobre el delito descrito en la presente Convención cuando el presunto delincuente se
encuentre dentro de su territorio y no proceda a extraditarlo.

Esta Convención no faculta a un Estado Parte para emprender en el territorio de otro Estado
Parte el ejercicio de la jurisdicción ni el desempeño de las funciones reservadas
exclusivamente a las autoridades de la otra Parte por su legislación interna.

ARTICULO V

La desaparición forzada de personas no será considerada delito político para los efectos de
extradición.

La desaparición forzada se considerará incluida entre los delitos que dan lugar a extradición
en todo tratado de extradición celebrado entre Estados Partes.

Los Estados Partes se comprometen a incluir el delito de desaparición forzada como


susceptible de extradición en todo tratado de extradición que celebren entre sí en el futuro.

Todo Estado Parte que subordine la extradición a la existencia de un tratado y reciba de


otro Estado Parte con el que no tiene tratado una solicitud de extradición podrá considerar
la presente Convención como la base jurídica necesaria para la extradición referente al
delito de desaparición forzada.

Los Estados Partes que no subordinen la extradición a la existencia de un tratado


reconocerán dicho delito como susceptible de extradición, con sujeción a las condiciones
exigidas por el derecho del Estado requerido.

La extradición estará sujeta a las disposiciones previstas en la constitución y demás leyes


del Estado requerido

Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos y el Convenio Internacional


sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales: Ambos tratados forman parte del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, respectivamente, y Honduras es parte de ellos, Estos
son solo algunos ejemplos de tratados importantes ratificados por Honduras. La
importancia de cada uno de ellos depende de su ámbito de aplicación y de su impacto en la
sociedad hondureña. Puedes profundizar en cada tratado específico para obtener más
información sobre sus disposiciones y cómo se aplican en Honduras, Considerando que,
conforme a los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la
justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente a
todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables,

Reconociendo que estos derechos se derivan de la dignidad inherente a la persona humana,

Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede


realizarse el ideal del ser humano libre en el disfrute de las libertades civiles y políticas y
liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada
persona gozar de sus derechos civiles y políticos, tanto como de sus derechos económicos,
sociales y culturales,

Considerando que la Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de
promover el respeto universal y efectivo de los derechos y libertades humanos,

Comprendiendo que el individuo, por tener deberes respecto de otros individuos y de la


comunidad a que pertenece, tiene la obligación de esforzarse por la consecución y la
observancia de los derechos reconocidos en este Pacto,

El propósito de este estudio es presentar una visión panorámica del ámbito de la migración
laboral en la República de Honduras. El trabajo ofrece una caracterización de la migración
desde y hacia Honduras, las políticas migratorias y las tendencias actuales referentes al
impacto del fenómeno de la COVID-19. El estudio se concentra en el análisis del origen,
entorno y perspectivas de la migración Laboral de la población hondureña que sale al
exterior, así como de las personas extranjeras que llegan a Honduras por motivos laborales
y sus efectos económicos y sociales. Cómo ha evolucionado el Estado de Honduras en la
implementación de medidas políticas e institucionales para abordar la situación migratoria
de las personas trabajadoras con una perspectiva de derechos humanos. En el estudio se
ofrecen una serie de recomendaciones generales y especificas desde la perspectiva de las
intervenciones públicas y la existencia de políticas y normas para la migración laboral. El
estudio ahonda en las características económicas y laborales de las migraciones laborales
que se originan en Honduras hacia otros países de Centroamérica, los Estados Unidos de
América, España y diversos países del mundo; así como las consecuencias y perspectivas
en esta creciente migración en la búsqueda de oportunidades de trabajo y medios de vida.
Asimismo, se aborda la situación de migrantes laborales en Honduras. De manera
específica, el estudio se orienta a fortalecer las estrategias y capacidades gubernamentales
en materia de migración laboral para lograr una mejor gestión y abordaje del fenómeno,
entendiendo los cambios y consecuencias de este tipo de flujos migratorios laborales,
especialmente con los efectos de la COVID-19. El documento expone los principales
resultados obtenidos a partir de la información recopilada en el proceso de consulta,
entrevistas y eventos en los que participó el equipo consultor en los meses de agosto y
septiembre del 2020, en Honduras. Principales hallazgos: 1. El tamaño de la comunidad
migrante en el exterior (de más de 800,000 personas hondureñas) asciende a cerca del 10%
de su población; 2. El perfil ocupacional de las personas migrantes se ubica en actividades
de bajas calificaciones, pero en demanda en la economía de Estados Unidos de América u
otros países como España. Estas ocupaciones incluyen trabajo en construcción, trabajo
doméstico y otros servicios en la economía hospitalaria; 3. Anualmente y después de la
recesión global de 2009 intentan salir más de 200,000 personas hondureñas anualmente, y
menos del 20% entra a Estados Unidos de América, más del 80% de manera irregular; 4.
Las razones principales por las que se van son predominantemente económicas, y otras
asociadas con seguridad humana incluyendo los impactos de desastres naturales o
victimización; 5. Más del 80% de las personas hondureñas que intentan salir son retornados
en la frontera con Estados Unidos de América o en territorio mexicano. El costo que
representa en pérdidas de inversión por irse del país corresponde a más de US$500 millones
de dólares de los Estados Unidos (asumiendo que cada personada retornada invierte al
menos $3,000 dólares de los Estados Unidos para irse); 6. El impacto económico de las
actividades económicas de las personas hondureñas en el exterior, en particular las remesas,
son una fuente importante para más del 30% de hogares en el país y un factor de
crecimiento económico y productividad. Las remesas este 2021 serán 27% del PIB del país,
un 3% más de lo que fue en el 2020. 7. La pandemia ocasionada por la COVID-19 ha
exacerbado la intención a emigrar. El deterioro económico y sanitario del país ha generado
una fuerte salida de personas cuyo número ascenderá a 393,000 personas, o más del 2% de
la población y una cantidad superior al incremento de la fuerza laboral ese año. Es
importante considerar que la continuidad de este fenómeno no es temporal y que el uso de
‘caravanas’ como vehículo migratorio vaya a continuar en el corto plazo.

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