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Teoría de Géneros

Control de lectura sobre el texto de Rick


Altman

Mariana Barrios, Juan David Lozano, Santiago Contreras, Jersson Mosquera

1. Según el autor, ¿cómo se relacionan los géneros pre-cinematográficos (provenientes de la


literatura, el teatro, etc.) y los géneros cinematográficos? (para el caso sugerido, los cómics).

Para muchos teóricos, lo denominado género cinematográfico es el resultado de la mezcla entre una
forma narrativa ya existente y tecnologías nuevas, lo que se ajusta perfectamente al cine de
superhéroes, pues viene directamente de los comics (una forma preexistente) y es hasta la aparición
de Superman de 1978, en donde por primera vez se contaba con la tecnología necesaria para mostrar
de manera convincente al famoso personaje volando (siendo este uno de los ganchos más importantes
para promocionar la película en su día, con el tagline “creerás que un hombre puede volar”) que el
género empieza a establecerse de manera formal en el cine.

Pero Altman agrega un factor importante a la ecuación: los productores, y es que quedarse con esa
definición sería erróneo, pues lo que acaba de consolidar a un género son justamente las decisiones
que toman los productores en función de las respuestas del público, y esto se refuerza con el género
de superhéroes, pues por muchos años no se le tomó verdaderamente en serio ya que no se había
dado con la formula ganadora, pues los efectos no bastaron para ganarse al público, y es hasta la
década del 2000, con el perfeccionamiento de la formula Marvel que este género vio su época dorada.

Pero ¿qué es la fórmula Marvel? Además de buscar el punto en el que se toma lo suficiente de los
comics para establecer la historia y dejar un par de pistas para los lectores que van a ver a la pantalla
grande a sus personajes favoritos, buscan llegar también al público general por medio del
planteamiento de los personajes y situaciones, sin embargo, el aporte más significativo de esta
fórmula son las escenas post créditos, pues estas se empezaron a usar desde Iron Man del 2008 para
establecer que estaría conectada con otras películas, por lo que las personas tendrían que, no solo ir
a la siguiente película, sino ir viendo cada una de ellas pues estaban todas conectadas y hacían parte
de algo más grande, y a día de hoy este recurso no solo es emblemático del ahora género, sino que
todas las productoras están intentando encontrar la forma de sacarle una mordida a ese pastel, pero
ese es otro tema.

Pero la idea de hacer un universo compartido con los personajes de los comics no fue algo nuevo al
momento en que apareció Iron Man, por años se estuvo intentando llevar a cabo, pero por distintas
razones, ya fuese por derechos (como en el caso de Spider-man 1, en donde pretendían mostrar a
Wolverine de los X-men, pero por ser el primero de Sony y el segundo de la Fox no fue posible) o por
que alguno de los involucrados no estaba interesado (como Christopher Reeve, el Superman del 78,
que no quiso aparecer en Supergirl de 1984) hasta que el productor David Maisel tuvo la idea de
plantearlo por medio de aquella escena post créditos en Iron Man en donde le hablan al protagonista
de la iniciativa vengadores, y el éxito que eso trajo fue lo que buscó replicar su sucesor Kevin Feige,
junto con muchos otros productores.

2. Trate de proponer un rastreo semejante de las películas de Superhéroes al que Altman


realiza con los tres casos que analiza para para sus reflexiones sobre el origen de los géneros
(musical, western, biopic).
Viniendo directamente de los cómics y transportándose a la pantalla grande por primera vez en la
década de los 50s con el personaje de Superman, las películas de superhéroes han tenido a lo largo de
su historia un desarrollo tanto estilístico, como tecnológico y táctico en lo que a su producción y
distribución se refiere. A partir del texto de McSweeney, T. (2020) “The Contemporary Superhero Film:
Projections of Power and Identity”, es posible instaurar una suerte de línea de tiempo que apoye o de
una luz sobre lo que ha sido la historia de las películas de superhéroes, y así mismo preguntarnos el sí
y de qué manera esto se ha podido venir a consolidar como un género. Es complejo definir cuál fue la
primera película de superhéroes de la historia, sin embargo, bajo el análisis de los elementos que han
llegado a verse como compositores del género (elementos en los que ahondaremos más adelante)
podríamos posicionar al “serial cinematográfico” “Judex”, de 1916 o a “The Mark of Zorro” de 1920 y
“The Phantom” de 1943 como posibles precursores o pioneros del género. Sin embargo, la primera
vez que como tal en una película un personaje de cómic es llevado a la pantalla, hablaríamos de la
película de “Superman and The Mole Men” de 1951. Todos estos ejemplos, marcados por la capacidad
de efectos reducidos de la época y la audiencia más bien reducida que podían alcanzar, no lograron
mayor hito en la industria en sus tiempos, pero que sin embargo más adelante en la historia servirían
como referentes directos para las películas por venir.

No fue entonces hasta los años 70s, de regreso con el renombrado personaje de Superman, que las
películas de superhéroes comenzaron su intento por figurar en la industria cinematográfica. Con
bastantes altibajos, vino después a representarse el personaje de Batman en la pantalla grande, en la
década de los 80s. Los altibajos continuaron en los 90s, con la introducción a nuevos personajes
(sacados de los cómics), que terminaron por no tener mucho éxito. No fue entonces sino hasta el
comienzo del siglo XXI cuando este género, hecho en el que ahondaré más adelante, se vino a
consolidar y a tomar un puesto importante en la industria, sobre todo de Hollywood, pero también
mundial.

En el 2002, con el estreno de la primera película de Spider-Man del director Sam Raimi, se da a conocer
al mundo las capacidades que pueden tener las películas de superhéroes. Los efectos especiales
digitales, o CGI, elemento por el que hoy en día podemos fácilmente identificar a estas películas,
habían demostrado tener un alto nivel de mejora y potencial. Posteriormente, en 2008, con la llegada
de la primera película de Iron Man, se abre un nuevo sinnúmero de posibilidades, posibilidades que
luego se vinieron a consolidar y a dar a conocer como el Universo Cinematográfico de Marvel. Un
grupo de héroes pertenecientes a los cómics previamente lanzados por esta misma editorial (que
ahora comenzaría a consolidarse también como productora cinematográfica) que juntos lucharían al
unísono, todos formando parte de un extenso y mismo universo, con elementos, teorías, historias que
los conectan entre sí. Se da paso además al fenómeno de las secuelas, precuelas, spinoffs, (los cuales,
por su característica de “capítulos” que brindaran sucesión y complemento dentro de una misma
historia extensa, recordarían y así mismo tomarían el elemento que de igual forma caracterizaba a los
seriales que empezaron en el género) que enriquecerían a este mismo universo (así como a sus
productores). Aquí es donde se instauran definitivamente los elementos tan representativos del
género como insignia, pero es también acá donde se vienen a cuestionar, replantear y adaptar. Con
no solo Marvel produciendo varias películas pertenecientes al mismo universo, sino también DC
Comics sumándose a esta innovadoramente consolidada estrategia de producción con sus propios
superhéroes de los cómics previamente conocidos, se podría considerar que es este es entonces tal
vez el fenómeno decisivo que posicionó a este género en un lugar alto, le dio prestigio entre gran
parte del público, sin salvarse de las extensas críticas de varios otros.

¿Las películas de superhéroes pueden ser consideradas entonces como pertenecientes a un género
en específico? La respuesta que nos ofrece McSweeney al respecto va de la mano con la idea de
“maleabilidad” y cambio constante de los géneros que nos ofrece Altman, con esto refiriéndome al
hecho de que si bien el género de superhéroes se ha consolidado como uno en sí mismo (aunque
existe el debate entre teóricos, que se han encontrado en desacuerdo y que a la vez han llegado a la
conclusión de que el género de superhéroes es y a la vez no es un género como tal) las películas
pertenecientes a este son, la mayoría de veces, un producto de la combinación entre este y otros
géneros o elementos ya sean estilísticos, estéticos o sociales presentes en el cine. Por ejemplo, las
películas de superhéroes con tintes de terror como lo son “The New Mutants” (2020) o “Brightburn”
(2019) o situada en contextos de época como “Wonder Woman” (2017) o “Captain America: The First
Avenger” (2010). O también aquellas que más que centrarse en los héroes se han centrado en los
villanos, como “Joker” (2019) o “Suicide Squad” (2016); se nos da a entender que es un género capaz
de fluctuar entre diferentes categorías, pero que igualmente mantiene ciertos parámetros y/o
elementos que nos permiten ahora poder identificarlo como tal.

McSweeney propone que algunos de los elementos que caracterizan al género son la existencia de un
personaje o varios personajes portadores de un poder especial, de nacimiento u obtenido de alguna
forma, que los haga especiales o diferentes al resto de la humanidad. La existencia de una misión y
con esto la existencia de un código moral para el héroe o héroes principales, el cual a lo largo de la
historia bien puede verse comprometido o no. Pero lo que hace fundamental a la misión es que da su
identidad de “héroe” a aquel que se desea representar, ya que esta suele ser uno o muchos actos
hechos para y por el bien de los otros, o la humanidad entera. Y está el elemento de la identidad: el
traje, el nombre y la identidad secreta que el héroe debe mantener. Otros elementos que varias
películas del género llegan a tener en común son aquellos como la relación complicada o inexistente
con los padres biológicos del héroe, que termina por formar su identidad y a veces su misión. La
presencia del villano que representa una fuerza opuesta, con códigos morales opuestos a los del
héroe, el conflicto resuelto por medio de enfrentamientos físicos, varias veces violentos y la
destrucción de lugares importantes de usualmente Estados Unidos, o de alrededor del mundo.

Pero ¿qué pasa cuando, a lo largo de su evolución, las películas de superhéroes que van saliendo
representan cambios en estos elementos aparentemente preestablecidos? Eso es precisamente lo
que nos permite darnos cuenta de que verdaderamente ha existido una evolución en el género. Así
mismo, esto nos lleva a pensar en la adaptabilidad del género y el porqué de esta, que inevitablemente
lleva a pensar en el contexto social del momento, pero también en los métodos de producción, que
creo en este caso más que en algún otro, responde directamente a lo que la audiencia manifiesta o
parece desear. De esta manera, recordando lo dicho por Altman, el género en este caso parece ser
delimitado tanto los receptores y cómo estos lo interpretan y definen como por, consecuentemente
en ambos sentidos, por aquellos que lo producen y sus dinámicas/estrategias de producción.

A manera de ilustrar cómo ha venido a ser este recorrido, algunos de los elementos puntuales que se
han visto cuestionados, alterados y evolucionados a lo largo de la historia del género dentro de las
mismas películas, han sido por ejemplo el concepto de que la misión del héroe siempre debe de ser
desinteresada, por y para otros, para pasar a ser también egoísta, hasta a veces vengativa, haciendo
que de los personajes una red más completa, y lo más importante, haciendo a estos más humanos. Se
ha venido a cuestionar el elemento “tradicional” de la identidad secreta, con héroes que públicamente
viven esa doble vida (como por ejemplo Iron Man).

Otro elemento ejemplificado que creo vale la pena mencionar aquí, es la concepción que se tuvo por
mucho tiempo de que los superhéroes eran para niños pequeños, siendo igualmente por muchos
años, estos el target principal (en gran parte con la iniciativa de posteriormente vender figuras de
acción y demás elementos inspirados en los héroes), hecho que más claramente se vió alterado con
la llegada de personajes en películas como “Deadpool” (2016), una película de superhéroes, altamente
exitosa, con clasificación “R”. Y más recientemente la animada “Spider-Man: Into the SpiderVerse”, la
cual no solo causó gran impacto en el mundo de la animación, y el universo de este superhéroe, sino
que también diversificó los cánones del género, trayendo una propuesta fresca al público.

Pero como en los últimos tiempos ha habido aciertos, también han venido los desaciertos. Es la misma
“fórmula” estudiada por Altman y que podemos ejemplificar claramente con este género la que
parece ahora estar fallando. Con la producción al servicio del espectador, un espectador que sigue
adelante rápidamente y cada vez se cansa más rápido de lo ya antes visto, un buen ejemplo de este
aparente desvarío es el universo cinematográfico de DC, competencia directa de Marvel, que, aunque
como este también tuvo sus aciertos, ha traído al público la misma fórmula, con una cantidad
considerablemente reducida de éxito. Por ejemplo, “The Flash”, película estrenada este año 2023
alcanzó una cifra de éxito mucho más reducida de la esperada. Y, sin embargo, en un estilo similar, la
tan aclamada Marvel no se queda atrás, habiendo estrenado películas como “Ant-Man:
Quantumania”, también en el 2023, y con las mismas cifras reducidas de éxito, es posible finalmente
considerarle como un fracaso. Personajes ya antes vistos varias veces, la misión, los poderes, la
identidad; pero sin el éxito al que estas producciones ya venían tan acostumbradas.

Para concluir, finalmente es claro que es posible dividir al género entre su era más “clásica” y su era
actual, su era “moderna”, habiendo este pasado por cambios, habiéndose adaptado, habiendo sido
llevado a cabo por una oleada de distintos estudios y directores, para recopilar un público fiel y a la
vez una fórmula de éxito para sus productores, que, si bien ha sufrido cambios de película en película,
de época en época, aún sigue teniendo sus bases bien cementadas en los conceptos y elementos
claves que le mantienen como género. La pregunta de si esta fórmula que lo compone se vuelve cada
vez menos efectiva es algo que aún ronda, es inevitable que se forme la pregunta de ¿dónde se
encuentra el error?, de si tal vez las producciones cada vez más seguidas, el uso del recurso de las
secuelas siendo sobre explotado y la a veces aparente sobreproducción de estas es algo que podamos
tener en cuenta para brindarle una explicación al deterioro del género. Pero considerando que es algo
que se va desarrollando actualmente, no nos queda más que esperar qué le depara el futuro a este
mismo.

3. ¿Cuál de las ocho tesis cree usted que presenta de manera más concreta y clara la posición
del autor acerca de los géneros cinematográficos y sus orígenes? Relacione la tesis escogida
con el caso de los superhéroes.

Sería la tesis número 8 (La terminología genérica que hemos heredado es básicamente retrospectiva
por naturaleza; aunque puede facilitarnos instrumentos a la medida de nuestras necesidades, es
ineficaz a la hora de captar la diversidad de necesidades de productores, exhibidores, espectadores y
otros usuarios de los géneros en el pasado.) Debido a que es la más completa y con la vista más amplia
de las otras 7, esto porque esta es la que desde un punto de partida actual no solo busca darles una
explicación a los géneros pasados, sino abre la posibilidad de que se le dé una explicación a géneros
venideros en el futuro.

Con el caso de estudio de los superhéroes se denota que contienen ciertos códigos con la idea de
personas con habilidades sobrehumanas buscando suplir la necesidad de justicia en el mundo,
luchando contra otras personas o seres que iguales capacidades, entrando en un género de acción y
comedia por lo general. Hay que tener en cuenta que el género de superhéroes no es propio u original
en el cine, este lo adapto de la corriente artística de los comics, entonces, la pregunta que se debería
hacer es: ¿Se puede referir al “genero de superhéroes” como un género o es simplemente una excusa
narrativa altamente exitosa para hacer películas de acción? Pero ¿Es realmente “acción” también es
un género o es simplemente una estética con códigos de alta velocidad, conflictos violentos, y el
humano abriéndose paso con sus puños? Mientras que los jóvenes te dirán y defenderán a capa y
espada el género de superhéroes, los adultos solo verán acción, mientras que los viejos
experimentados en el cine simplemente dirán que son películas vacías.

El decir que los superhéroes entran dentro de un subgénero especial solo para ellos, captas toda una
corriente de películas y las logras catalogar dándole diversidad, pero al tiempo se vuelve más complejo
entender las fronteras entre los géneros y subgéneros, esto por como lo percibe el público, el autor y
la industria.

4. ¿Cómo plantea el autor la relación producción (estudios, productoras) -recepción (públicos,


espectadores)-crítica (teóricos, críticos de cine) en la conformación de los géneros? ¿Cómo
se puede ver esto en el caso del cine super heroico?

Altman propone que la teoría de géneros se puede ver como una especie de juego, partiendo desde
“El juego del Productor”, en este caso la relación producción-recepción. Un juego completamente
reaccionario que se basa en buscar el éxito de nuevas películas, analizando los éxitos de taquilla ya
existentes, para crear una especie de formula. Altman propone un listado de pasos:

1. Partiendo de la información de taquilla, detecte una película de éxito.


2. Analice la película para descubrir las causas de su éxito.
3. Produzca otra película aplicando la fórmula deducida para el éxito.
4. Compruebe la información de taquilla de esta nueva película y modifique convenientemente
la fórmula del éxito.
5. Utilice la fórmula revisada como base para otra película. 6. Repita indefinidamente el proceso.

Así mismo, el autor se toma el tiempo de definir en qué consistiría el juego opuesto al del productor,
la relación público-crítica, llamándolo “Juego del Crítico”. Esta vez pensándolo como un ejercicio
retrospectivo:

1. Basándose en las fuentes de la industria o de la crítica, deduzca la existencia de un género.


2. Analice las características de las películas que se suelen identificar con el género, y establezca
una descripción de éste.
3. Rastree las filmografías para reunir una larga lista de películas que compartan suficientes
rasgos genéricos para identificarlas como pertenecientes al género.
4. Sobre la base de lo anterior, empiece a analizar el género.

Aun así, Altman propone que quienes realmente definen los géneros son los estudios, en un proceso
ex post facto, adoptando de alguna manera las funciones de un crítico. En el caso del Cine de
Superhéroes, esto tiene sentido, ya que indudablemente los estudios han buscado perfeccionar la
fórmula para estas películas, en base a la recepción del público, los críticos y teóricos, pero más
importante aún, su éxito en taquillas.

Esto se puede ver claramente utilizando como ejemplo la estrategia de Marvel para lograr la película
más taquillera de la historia del Cine de Superhéroes: Avengers: Endgame. Crear una la línea de tiempo
de películas dentro de un universo fílmica que conducen a los espectadores hasta una épica conclusión
a lo largo de varios años, estrategia que otros estudios (como DC, o Legendary Pictures con el
“MonsterVerse”) intentan replicar para llegar a ser éxitos.

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