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La Desobediencia y la Rebeldía (2da.

Parte) - Mensaje
del Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela
Publicado el30 marzo, 2015

Dios abomina y aborrece la desobediencia y la rebeldía, primero porque la vivió en el


cielo y segundo, porque la vivió en la tierra, fue por esto, que mandó a Su Hijo, al
postrer Adán, para que fuésemos bendecidos cada uno de nosotros.

“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y
lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor
reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y
habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los
que le obedecen”. Hebreos 5:7-9

Hebreos 5:7-9 dice:

“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y
lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y
aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido
perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”

1 Crónicas 21:1 dice:

“Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel”.

En este pasaje, es la primera vez que aparece la palabra Satanás y dice que este tocó el
corazón de David; y esta es la estrategia que usa el enemigo para llevarte a la rebelión y
a la desobediencia. Aprendemos que el pecado humano en la desobediencia siempre
tiene un doble origen, primero
de una fuente humana, por decisiones propias y equivocadas, y segundo, una fuente
sobrenatural y espiritual, que la usa Satanás como tentación, y esto fue lo que hizo con
Jesús en el desierto, que lo tentó.

Satanás disfruta atacar a líderes de masas que afectan a muchas personas, él sabía que si
atacaba a Adán, todas las generaciones serían afectadas, por eso, todavía hoy,
continuamos pagando por ese pecado.

Apocalipsis 21:5-8:

“ Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y
me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está.
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré
gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas,
y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su
parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.

Cuando eres desobediente y rebelde, Dios te cataloga como un adivino, y el adivino es


el agorero, el brujo, el hechicero, la Palabra dice que el hechicero no entrará al reino de
los cielos y que heredará el lago de fuego y azufre, esto le espera a los rebeldes y
desobedientes.

Dios abomina y aborrece la desobediencia y la rebeldía, primero porque la vivió en el


cielo y segundo, porque la vivió en la tierra, fue por esto, que mandó a Su Hijo, al
postrer Adán, para que fuésemos bendecidos cada uno de nosotros.

La visión y misión de Satanás es matar, robar y destruir. No hay algo que te divida más
que la desobediencia y la rebeldía, una vez eres desobediente y rebelde, lo próximo que
te acontece es que mueres espiritualmente, y lo tercero que te ocurre, es que lo pierdes
todo, porque el enemigo te lo roba, por abrirle puertas.

El principio de la desobediencia y de la rebeldía es dividir y este se alimenta con el yo,


todo aquel que es rebelde y desobediente tiene un punto crítico que se llama el yo, y este
no es más, que el foco de resistencia. Aquí está la estructura de avance hacia la
desobediencia y la rebeldía, es una alimentación del yo propiamente vista. Así dijo
Satanás: “Yo subiré”, “Yo seré”, “Yo estaré”, es por esto que los humildes no son
desobedientes ni rebeldes, porque los humildes han muerto al yo y han opacado ese foco
de resistencia.

Este foco de resistencia te hace ser orgulloso, voluntarioso e independiente, esta es la


misión del diablo y te la plasma en tu mente, de una forma, que ni tú mismo te das
cuenta, de que ese foco de resistencia, te hace imponente, hasta el punto de llevarte a ser
rebelde y desobediente, siendo lo peor, que llegas a creer que estás bien.

El orgullo, la voluntad y la independencia son el resultado de ese foco; una persona


voluntariosa, orgullosa e independiente está alimentando al peor rebelde y desobediente
y atención con este tipo de personas a nuestro lado. El yo enmascara de una forma tan
subliminal, que el ser imponente es el resultado de sabiduría, y no es el resultado de
sabiduría, más bien es el resultado de independencia, de desobediencia y rebeldía.
El temor a Jehová es el principio de la sabiduría y el ser independiente, orgulloso y
voluntarioso no tiene nada que ver con temor a Dios, pero su yo lo etiqueta de una
manera tan subliminal. Este foco de resistencia protege un área del dominio y cuando
tratas de romper un poco esa protección del área del dominio, se ponen furiosos y se
enfadan cuando tocas un punto del dominio de su foco, lo que te permite identificarlos
es su forma tan fácil de enfadarse, esta es la primera sintomatología del independiente y
el voluntarioso.

Donde la voluntad propia reina, no hay unidad ni humildad; aquí es donde la Iglesia
tiene que ser sabia.

Lo que la rebeldía y la desobediencia producen en nosotros:

1. Voluntad Propia. Alguien que determina su propio camino, no cuenta con nadie para
nada y es la peor falla que el hombre puede tener, porque el yo se entrona en vez de
entronar a Dios.

Santiago 4:13-15 dice:

“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un
año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es
vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se
desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos
esto o aquello”.

2. Vanagloria. Alimenta su ego propio, su tema favorito es el yo, siempre hablan de


ellos mismos, de sus experiencias y logros, y nuestro yo no es lo primero, Cristo es lo
primero. “No mirando lo suyo propio”.

3. Búsqueda de su yo propio. No necesitan de los demás y hacen lo que quieren, están


en la visión y en la casa pero hacen lo que quieren.

4. Autosuficiencia. Es lo opuesto a una dependencia de Dios, vives en una


autosuficiencia y tus experiencias no pueden estar por encima de Dios, porque tus
experiencias son circunstanciales y Dios es eterno. Las experiencias de Dios no son
circunstanciales, son eternas, y por esto, Dios se entristece cuando somos
autosuficientes, y por esto mismo, fallamos tanto en la Iglesia y cometemos tantos
errores.

Juan 5:30 dice:

“No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo,
porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre”.

El pueblo de Dios tiene que entrar en una total dependencia y obediencia con Dios,
porque si seguimos pensando cómo estamos pensando, nunca obtendremos la victoria.

Por esto Pablo hablaba tanto de la paciencia, y es que es más fácil ser desobediente que
orar y dar rodillas, esperando el tiempo de Dios.
5. Producción de importancia propia. Se enoja fácilmente.

6. Autojustificación. Defiende sus derechos hasta los dientes, no cede, siempre se está
justificando y defiende su posición, no entiende que también las injusticias son
permitidas por Dios. Siempre critica y cuestiona a los demás.

Génesis 50:20 dice:

“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que
vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo”.

7. Susceptible y demasiado sensible. Se protege a sí mismo, está muy consciente de sus


sentimientos, pero generalmente no se da cuenta cuando hiere a otros. Es quisquilloso.

8. Tiene su propia perspectiva. Sólo ve las cosas desde su propio punto de vista.

9. Tiene un afecto egoísta. Ama sólo a los que lo aman y ayuda a quien lo ayuda, no se
sacrifican por nadie, no hacen equipo y no son capaces de dar amor a aquellos que no
tienen nada que ver con ellos.

10. Tendrá dolores egoístas y es auto inducido. Tienen un orgullo herido en ellos
mismo, esto es un principio que identifica la desobediencia y la rebeldía.

Romanos 2:1-3 dice:

“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en
lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Más
sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y
piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú
escaparás del juicio de Dios?”.

11. Voluntad y moralidad egoístas. Se creer ser los más maduros y saberlo todo.

12. Tienen una justicia propia. No le atribuyen nada a la gracia, sino a ellos mismos. La
Iglesia está pasando por este proceso de gente rebelde y desobediente, y no hay mayor
bendición que cuando nos hacemos completamente dependientes de Él.

Cuando eres rebelde y desobediente, vas en contra del sistema y de la visión, nunca se
tiene el coraje de empezar algo sólo, Satanás no tuvo el coraje de ser rebelde él sólo,
sino que se llevó consigo la tercera parte del cielo.

La rebeldía y la desobediencia no nos están dejando ser bendecidos de parte de Dios, el


rebelde y el desobediente trabaja de la mano con Satanás, que es quien divide, mata y
roba, por esto, la Iglesia no puede ser permisible con el desobediente y el rebelde;
aquellos que están en obediencia, dependencia y temor a Dios, tienen que ser centinelas
de los rebeldes.

La peor rebeldía son las actitudes y el no reconocer las autoridades, se olvidan que aquí
adentro hay sacrificio de alabanza y de adoración, se olvidan de que este lugar es un
tabernáculo de Su Presencia. La desobediencia y la rebeldía son abominación para Dios.
Te has puesto a pensar que sintió Dios cuando Su creación le falló? Hemos pensado que
sintió Dios cuando ese querubín que Él mismo había creado, le falló? Cuando Adán le
falló?

Estas son las preguntas que no tienen respuesta pero que tienen un detalle para Dios en
tu corazón. Dios entregó Su Hijo para que tú y yo fuésemos completamente
dependientes de Él. Cuando leas Su Palabra, hazlo poniéndote en ese lugar que estás
leyendo, es la única manera de identificarte, tenemos que tener la actitud de ponernos
justo ahí y el resultado que obtengas, eso eres tú; es muy fácil interpretar.

Satanás usa la tentación en la Iglesia en las mentes nepias, inmaduras, para poner en
nosotros pensamientos y dolores, para poner en noostros vanagloria, con el objetivo de
que el reino de Dios no avance.

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