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UAEMex - Maestría en Estudios Visuales - 2 semestre Karla Mariana Soto Martínez

Participación del libro “Volverse público. Las transformaciones en el ágora contemporánea” de

Boris Groys

Analizar la crítica de arte, consiste en cuestionar e investigar cómo ha funcionado el arte, sus
sistemas de valores y sus contradicciones, en el libro Boris va estudiando cómo han funcionado y
evolucionado los principios de como se ha generado el arte enfocándose en tratar de describir
cómo funciona el arte en la actualidad. Uno de los grandes cambios que propone es estudiarlo no
desde los valores hegemónicos y estandarizados de la estética, sino desde la poética, regresando
el foco al autor y a la pieza, cuando en las vanguardias se había inclinado toda la balanza hacia la
experiencia estética del espectador y su juicio estético que replica los saberes de legitimización del
arte, volviendo al artista esclavo de estas necesidades, de poder que estratifican su valor político y
económico. Por esto el valor monetario del arte supedita el valor estético de la obra de arte. Ya
que las vanguardias se han vuelto una moda han perdido credibilidad y fuerza.

En este estudio aborda el origen e historia del diseño explicando su origen en las culturas, que a
través de él vinculaban sus objetos cotidianos y espacios a un uso sagrado. El diseño emergió de la
rebelión en contra de las artes aplicadas a principios del siglo XX que buscaba encontrar la esencia
de las cosas bajo la superficie ornamentada, cuya función es engañar al espectador sobre la
verdadera naturaleza de las cosas. Por esto el diseño comercial ha sido duramente criticado,
donde han abusado de la seducción visual para ocultar los efectos negativos de los productos que
promocionan sin importar los daños que puedan causar al consumidor, cosa que en la actualidad
se sigue cuestionando sobre todo en las políticas de los alimentos. Donde muchos productos
atentan contra la salud publica pero sus diseños han invisibilzado el daño en estos productos.

Por esto el diseño de vanguardia se fijó exponer la verdad escondida de las cosas anulando el
diseño y proclamando el anti-diseño que buscaba modelar la mirada del espectador para que el
mismo fuera capaz de descubrir las cosas. El anti diseño busca unificar arte y vida donde solo
importa la expresión funcional-ética, eliminando el arte autónomo y sustituirlo por el utilitario.
Pero aquí el hombre se vuelve un objeto un cadáver exhibido públicamente y el autor dice que
ahora hay que aprender al circular ese cadáver para escapar al diseño total. Ya que el espectador
se vuelve prisionero de su propio diseño, porque no pueden delegar a otros sus responsabilidades
estéticas y éticas. El autor incluso argumenta que el diseño se volvió más político que económico
pues sustituyo a la religión, donde el diseño original ha desaparecido en un estilo de diseño
comercial, convirtiéndose en mero espectáculo de vacío y incertidumbre. Por esto se ha criticado
tanda la estatización de la política pues el candidato embellecido pone en segundo plano su
propuesta política.

Se culpa al diseño contemporáneo de convertirnos en consumidores pasivos, carentes de voluntad


y victimas del capital, donde la cura es un encuentro impactante con lo real. Por esto el arte busca
dejar esa grieta que permita ver lo que se oculta tras la bella superficie, dándole un espacio de
descubrimiento y credibilidad. Trascendiendo la mera estética e interviniendo en lo político.

Esta idea la desarrolla en las posibilidades que da la instalación de arte como este espacio
desterritorializado que permite una experiencia colectiva del aquí y el ahora, transformado un
experiencia contemplativa a una experiencia subjetiva y particular.

Hecho que se ha dado en la coreografía expandida y en las artes corporales más recientes.

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