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Tarea 6.

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CONTABILIDAD SUPERIOR I

CON – 315

UNIDAD VI: TRATAMIENTO CONTABLE DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA.

6.1 Defina concepto y propósito del impuesto sobre la renta para la contabilidad
financiera.

El Impuesto Sobre la Renta es un impuesto anual que carga o grava todo ingreso,
utilidad o ganancia obtenido por personas físicas, sociedades y sucesiones indivisas,
conocido como unos de los impuestos más importantes y regido por el código
tributario (ley 11-92) y sus modificaciones, específicamente el título II del mismo.

Por otra parte, aunque hemos visto que la principal función de los impuestos es
recaudar dinero para el funcionamiento de las Administraciones públicas también
pueden diseñarse para que cumplan otros objetivos.

Contribución que grava los ingresos de las personas físicas o morales residentes en el
país, así como de las personas residentes en el extranjero por los ingresos atribuibles a
sus establecimientos permanentes ubicados en territorio nacional o aquellos que
proceden de fuente de riqueza ubicada en el país.

6.2 Explique el reconocimiento de ingresos y gastos para fines de la contabilidad


financiera y de impuestos.

Reconocimiento de Ingresos Por lo general el ingreso se contabiliza en el momento de


la venta. Debido a que no esté totalmente enterado de las ramificaciones que tienen el
traspaso legal del título de propiedad. En muchos casos, el titulo queda realmente
traspasado con la entrega, son muchas razones que apoyan el reconocimiento del
ingreso: La entrega del material de las mercancías es un acontecimiento discernible de
inmediato. Con el traspaso del título, el riesgo de pérdida por disminución del precio o
por destrucción queda a cargo del comprador. El ingreso es conmensurable. El proceso
de devengar el ingreso queda sustancialmente terminado, la venta es a menudo el
acontecimiento crucial

El ingreso se ha realizado, incluso en el sentido limitado de recepción de un activo


líquido, puesto que, por lo general, se recibe efectivo, o el derecho a recibirlo. Puesto
que la producción quedó ya terminada, por lo general pueden determinarse los gastos
de venta, así pues, cabe determinar la utilidad. Reconocimiento del gasto En esencia la
idea del hermanamiento exige que los ingresos, y los gastos en los que se ha incurrido
para producirlos, reciban en las cuentas un reconocimiento periódico concurrente.
Solamente si el esfuerzo (gasto) esta debidamente relacionado con el logro (ingreso)
será cuando la diferencia (utilidad) tendrá algún significado como índice de la eficacia
en el uso de los recursos. Así pues el principio del hermanamiento es un
reconocimiento de la relación de causa efecto que existe entre gasto e ingreso. Los
potenciales de servicios consumidos en la producción de ingresos habrán de tratarse
cuando se les emplee como gastos. Pero el reconocimiento del ingreso se pospone
debido a que se sigue el principio de la realización. Y por cuanto ha que hermanar el
gasto y el ingreso, de ello se infiere que la idea de la realización regula también, al
menos hasta cierto punto, el momento para el reconocimiento del gasto dicho de
modo más amplio, el reconocimiento del gasto esta teóricamente en función del
reconocimiento del ingreso.

6.3 Exponga la contabilización de las diferencias del impuesto sobre la renta, entre la
contabilidad financiera y la fiscal.

Contabilidad Financiera y Tributación están íntimamente relacionadas, de hecho, si se


acepta que la contabilidad es interdisciplinaria desde sus inicios como lo proponen
Lowe & Tinker (1977), es quizás, en esta relación con el tributo en el campo de
la práctica contable, en donde se hace más evidente. no parece necesario presentar
algunas breves y sintéticas consideraciones sobre algunos aspectos tributarios que en
ciertas ocasiones no son tenidos en cuenta en la toma de decisiones a nivel de la
política económica.

Ello es así porque hay quienes consideran a los impuestos como algo aislado e
independiente que solamente aportan recursos para el Estado. Si bien la recaudación
constituye un cometido de significativa importancia, está fuera de discusión que los
impuestos o sea la política tributaria también constituye uno de los instrumentos que
utiliza la política económica para alcanzar los objetivos fijados por ésta.

Ello significa que el diseño de los impuestos que adopte la política tributaria debe
utilizar estructuras técnicas adecuadas a las metas u objetivos buscados. Vamos a
referirnos a dos funciones básicas, que entre otras, cumplen los impuestos:

 Captar recursos del sistema económico para financiar el gasto público, y

 Influye en el comportamiento del de los agentes económicos dado que: o Afecta el


ingreso disponible y por lo tanto incide en la demanda en función de la elasticidad –
ingreso de la misma.

o Altera los precios relativos de los bienes y servicios, así como de los factores de la
producción en función de la elasticidad–precio.

Es por ello que por lo general las alteraciones de la oferta y la demanda en el


mercado se originan como consecuencia de variaciones que se producen en el nivel
de ingresos o de precios.

Por consiguiente, se produce un efecto en cadena que comienza con la creación o


modificación de uno o varios impuestos, lo cual altera el flujo de ingresos y los
precios relativos de los bienes y servicios, ello afecta las expectativas y decisiones
de los agentes económicos lo cual incide en las fuerzas del mercado (oferta y
demanda) y finalmente repercute en el comportamiento de la economía. Es
evidente entonces que los impuestos dinamizan la economía y por consiguiente
constituyen un instrumento de la misma.

política económica, ello sin duda va a generar enfrentamientos con los objetivos y
metas establecidas por ésta. Es por ello que uno de los cometidos de la política
tributaria es precisamente una vez elegida la estructura técnica, diseñados los
impuestos y por lo tanto distribuida la carga impositiva, analizar sus consecuencias
en el proceso económico. Por lo tanto, si bien no está mal que al diseñar los
tributos en determinadas situaciones se tenga presente la neutralidad, debemos
tener en cuenta que ésta difícilmente pueda ser alcanzada.

Si ello es así, la pregunta que surge es: ¿no es posible en ciertos casos utilizar
impuestos neutros “que evítenla incidencia en cadena mencionada? Lo primero, antes
de responder dicha pregunta, es ponernos de acuerdo en cuanto a lo que
entendemos por impuestos “neutros”. A nuestro juicio un impuesto es neutro cuando
reúne las siguientes características: i) no modifica las decisiones de los agentes
económicos en la aplicación de los factores de la producción, ii) no crea en los
factores de la producción un efecto sustitución o alteración, y iii) dichos aspectos
indican que su finalidad es “recaudar”. (Lo expuesto, obviamente no comprende la
neutralidad económica” que podría tener un impuesto para los contribuyentes de
derecho).

Lo impuestos “no neutrales” en cambio producen: i) alteraciones en las


expectativas y decisiones de los agentes económicos, ii) genera por lo tanto un
efecto sustitución al alterar el uso de los factores de la producción y iii) su objetivo si
bien no deja de lado la recaudación generalmente tienen un carácter “finalista” y
por lo tanto incide en los mecanismos del mercado orientando la oferta y la
demanda. Lo expuesto nos muestra que cuando el diseño de un impuesto pretende
alcanzar la “equidad”, necesariamente se aleja de a la neutralidad. Sin duda que
neutralidad y equidad no son compatibles. Ciertamente que es difícil concebir un
impuesto “neutro”, por lo tanto partir de la hipótesis contraria constituiría un error
de importancia considerando las consecuencias negativas que ello podría generar
en la política económica. Ello es así, dado que si se ignoran los efectos de la política
tributaria (impuestos) .la política económica, ello sin duda va a generar
enfrentamientos con los objetivos y metas establecidas por ésta.

Es por ello que uno de los cometidos de la política tributaria es precisamente una
vez elegida la estructura técnica, diseñados los impuestos y por lo tanto distribuida
la carga impositiva, analizar sus consecuencias en el proceso económico. Por lo
tanto, si bien no está mal que al diseñar los tributos en determinadas situaciones
se tenga presente la neutralidad, debemos tener en cuenta que ésta
difícilmente pueda ser alcanzada

6.4 Explique cómo se aplica el pasivo para contabilizar el impuesto sobre la renta
diferido.
El impuesto diferido corresponde al impuesto que una entidad debe reconocer en sus
estados financieros, producto de ingresos y gastos que no son gravados o deducibles
en la declaración de renta del período, pero que sí lo serán en períodos futuros. En ese
sentido, el impuesto diferido tiene el propósito de compensar las diferencias que
existen entre las normas contables y fiscales.

Es por eso que el impuesto diferido se genera sobre las diferencias temporarias
existentes entre las bases contables y fiscales de los activos y pasivos, es decir,
sobre aquellas diferencias que se van a revertir en el futuro. El impuesto diferido
puede ser de dos tipos, a saber: impuesto diferido activo o impuesto diferido pasivo.
Dependiendo del tipo de impuesto diferido del que se trate, así mismo deberá
efectuarse su contabilización.

IMPUESTO DIFERIDO ACTIVO El impuesto diferido activo representa un derecho de la


entidad de ahorrarse el pago del impuesto en un futuro. En otras palabras, cuando la
entidad contabiliza un impuesto diferido activo es como si estuviera pagando por
adelantado el impuesto correspondiente a períodos futuros.

La contabilización del impuesto diferido activo debe hacerse como un débito a la


cuenta de impuestos diferidos activos del activo no corriente contra un crédito a la
cuenta de ingreso por impuesto diferido en el estado de resultados. Nota: tenga en
cuenta que los impuestos diferidos siempre deben clasificarse en el activo o en el
pasivo no corriente.

IMPUESTO DIFERIDO PASIVO El impuesto diferido pasivo representa una obligación de


la entidad de pagar un mayor impuesto en el futuro, debido a que la entidad ha podido
ahorrarse en el presente el pago de ese impuesto.

La contabilización del impuesto diferido pasivo se realiza como un débito a la cuenta


de gasto por impuesto diferido contra un crédito a la cuenta de impuesto diferido
pasivo del pasivo no corriente.

6.5 Analiza las restricciones fiscales sobre dividendos.

La política de dividendos responde a las decisiones que toma una organización sobre
cómo, cuándo, cuánto y por cuáles medios distribuir el pago en efectivo o en acciones
que deben recibir los inversionistas como contraprestación a las inversiones que
realizaron en la organización.

Los factores que pueden afectar la política de dividendos son: las restricciones legales,
restricciones contractuales, perspectivas de crecimiento y las consideraciones de los
dueños, y de mercado.

Las políticas de dividendos en las empresas representan un plan estratégico que debe
seguirse siempre que se requiera tomar decisiones sobre los dividendos; este plan
debe responder, a su vez, generando valor al inversionista y apoyando los objetivos de
la organización.
6.6 Explique la forma de presentación de los impuestos sobre la renta diferidos en
los estados financieros.

La Declaración Jurada del Impuesto Sobre la Renta de Sociedades (IR-2) debe ser
presentada a más tardar 120 días después de la fecha de cierre de la empresa tal y
como se detalla a continuación: Fecha de cierre 31 de diciembre: 3 de mayo del2022.
Fecha de cierre al 31 de marzo.

6.7 Señale la información a revelar respecto al impuesto sobre la renta.

El reconocimiento y valoración de los activos y pasivos por impuesto corriente no


presenta grandes dificultades. Sin embargo, con respecto al impuesto diferido, la NIC
12 vigente contiene nuevos conceptos y terminología.

que esté a punto de aprobarse en la fecha del balance. En caso de existencia de doble
tipo de gravamen, se aplicará el correspondiente a las utilidades no distribuidas.  Para
la determinación de los pasivos y activos por impuesto diferido, se ha de tener en
cuenta la forma en que la empresa espera recuperar los activos o cancelar los pasivos
que motivan las diferencias temporarias.
El impuesto corriente y el diferido se reconocen en la cuenta de resultados como
un gasto o un ingreso, según corresponda, e incluirse en la determinación del
resultado del ejercicio, excepto si surgen de:
Transacciones reconocidas directamente en el patrimonio neto  Combinaciones de
negocios calificadas de adquisición, en cuyo caso, la contrapartida de los pasivos y
activos por el impuesto corriente y el diferido será respectivamente, una cuenta de
patrimonio neto el crédito mercantil.
Los saldos por impuesto diferido no deben ser actualizados financieramente. Sin
embargo, a veces hay diferencias temporarias que se calculan tomando como
referencia valores ya descontados.
La norma regula la presentación de los activos, pasivos, gastos e ingresos en los
estados financieros y determina en qué casos existe la posibilidad de compensación
entre ellos.  Se requieren pormenorizadas informaciones a revelar, que incluyen el
detalle de los componentes principales del gasto (ingreso) por impuesto y una
conciliación entre dicho gasto y el teórico, o entre el tipo efectivo real y el teórico
aplicable La contabilización de los impuestos y, concretamente, la contabilización
del efecto impositivo siempre ha sido polémica. La razón principal de esta
controversia estriba en la dificultad para encontrar una adecuada justificación
teórica de las soluciones contables propuestas. Con este modelo conceptual basado
en los principios contables, la fundamentación teórica de la contabilización del
impuesto distaba mucho de ser materia pacífica.
Existía y existe, una clara disonancia con los principios de correlación y de
devengo. Recordemos que el impuesto sobre las ganancias es el único gasto –si es
que admitimos que se trata realmente de un gasto- que no se correlaciona con
ingresos sino con resultados, lo que no deja de ser una enojosa excepción. Y en cuanto
al devengo, es problemática, por no decir imposible, la identificación de la
corriente real asociada con el flujo monetario derivado del pago del tributo.
Es aceptado por la doctrina hacendística que, en los ingresos por impuestos, hay una
preponderancia exclusiva de la finalidad común y que la utilidad que un sujeto
particular pueda recibir de los servicios prestados por el Estado es incidental. En lo
referente a la justificación teórica de la contabilización del efecto impositivo, con el
nuevo modelo conceptual no han mejorado muchos las cosas.
El soporte científico de las soluciones adoptadas sigue siendo quebradizo. La
contabilización del impuesto diferido da lugar a unos pasivos harto curiosos, pues no
hay acreedor que los reclame, y a unos activos un tanto sorprendentes, sin deudor que
reconozca tener la correlativa obligación. Tales pasivos y activos satisfacen a duras
penas las definiciones de activo y de pasivo sobre las que descansa todo el actual
entramado teórico.

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