Teniendo en cuenta lo consagrado en la ley sobre los principios
Autocomposición: En el proceso de conciliación las partes se encargan de resolver su
conflicto o diferencia en el ejercicio de su autonomía y donde son asistidos por un tercero neutral denominado conciliador que les facilita el dialogo y busca posibles soluciones al conflicto, las partes tienen el poder para elegir el centro de conciliación y al conciliador de su preferencia. Garantía de acceso a la justicia: En la implementación de la conciliación a las partes se les deberá garantizar la igualdad y la obtención de las mismas oportunidades y que de esta forma puedan acceder de forma efectiva y real al servicio, se debe garantizar un trato digno sin discriminación alguna Buena fe: Las partes deben actuar de buena fe durante el proceso de conciliación, lo que implica proporcionar información veraz y no ocultar datos relevantes. Eficacia: La conciliación busca ser un mecanismo ágil y eficaz para la resolución de conflictos, evitando la prolongación innecesaria de los procesos. Legalidad y debido proceso: La conciliación debe ajustarse a la ley y respetar el debido proceso, garantizando los derechos fundamentales de las partes involucradas. Celeridad: La celeridad es fundamental para evitar que los litigios se prolonguen indefinidamente, lo cual puede generar costos adicionales y causar perjuicios a las partes involucradas. Además, contribuye a la eficacia y funcionamiento eficiente del sistema de justicia. Confidencialidad: Todos los que intervienen en un proceso conciliatorio deben respetar y hacer respetar la confidencialidad de los asuntos relacionados a la conciliación Informalidad: se busca facilitar la participación y el acceso de las personas al sistema, evitando formalidades excesivas que puedan dificultar el proceso. Esto no significa que no se tengan en cuenta por completo los procedimientos, sino que se busca una flexibilidad adecuada para asegurar que las personas puedan ejercer sus derechos de manera más accesible y sencilla Economía: En el proceso conciliatorio, los conciliadores deben actuar con la más alta calidad y procedes de forma austera y eficiente. Independencia del conciliador: Este principio establece que el conciliador debe ser imparcial y no tener ningún interés o vínculo que pueda afectar su capacidad para tomar decisiones imparciales y justas en el proceso de conciliación. Es importante para garantizar la confianza y la equidad en el proceso de resolución de conflictos y que haya certeza en la justicia. Seguridad jurídica: certeza y estabilidad que deben ofrecer las normas y decisiones legales a los ciudadanos. Implica que las leyes y las resoluciones judiciales deben ser claras, previsibles y consistentes para que las personas puedan planificar sus vidas y actividades en conformidad con el marco legal establecido. Este principio busca evitar la arbitrariedad y proporcionar un ambiente jurídico en el que los individuos puedan confiar en que sus derechos y obligaciones serán respetados y protegidos. En resumen, los principios de conciliación sirven para establecer un marco ético y legal que guía el proceso de resolución de conflictos de manera justa, rápida y eficaz, promoviendo la armonía y el entendimiento entre las partes involucradas.