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El doble propósito de la parousía de Cristo

2 Tesalonicenses 1:5-12
Introducción
La segunda Epístola a los Tesalonicenses es de carácter netamente escatológico. Eso
quiere decir; que el apóstol Pablo tiene como propósito por medio de esta carta hablar
acerca de los acontecimientos futuros. En ese sentido, el tema principal de esta epístola
es la segunda venida de Cristo.

Ahora bien; esta carta tiene tres capítulos. El capítulo dos es el corazón de la epístola.
En ese capítulo el apóstol Pablo explica a la iglesia en qué consiste la doctrina segunda
venida de Cristo. Por su parte; el capítulo tres es la aplicación de tal doctrina para la
iglesia. Pero, ¿qué se puede decir del capítulo uno? ¿qué aspectos aborda el apóstol
en tal sección? Bueno el capítulo uno trata de la ocasión, esto es; el contexto en el cual
el apóstol Pablo escribe a la iglesia sobre la doctrina de la segunda venida de Cristo.

De modo que; esta Epístola presenta una estructura muy sencilla

Capítulo 1: El contexto de la iglesia

Capítulo 2: La explicación de la doctrina

Capítulo 3: La aplicación de la doctrina

Pregunta ¿Qué doctrina? La doctrina de la segunda venida de Cristo o técnicamente


conocida como escatología.

Teniendo este panorama holístico en mente respecto a la 2 carta a los Tesalonicenses,


pasemos a considerar nuestro texto de estudio. El cual he titulado: el doble propósito
de la parousía de Cristo. Y está dividido didácticamente de la siguiente manera: El juicio
sobre los incrédulos versos 5,6, 8 y 9. Y, la gloria para los santos versos 1, 10 11 y 12.

Empecemos a desarrollar nuestro primer encabezado:


I. Juicio sobre los incrédulos v. 5-6 y 8-9

El apóstol Pablo comienza el verso 5 diciendo: esto es demostración del justo juicio de
Dios. Sin embargo, hay una pregunta que debemos hacernos en este punto ¿qué tiene
en mente el apóstol al usar el término “Esto”. Es decir; ¿Esto qué? Bueno para
responder la pregunta es necesario adentrarnos en el contexto más cercano. En el texto
que precede al verso 5. Por lo cual, les ruego leamos el versículo cuatro nuevamente:
“por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que
soportáis”. Así que, Pablo con la palabra “esto” se está refiriendo a las persecuciones y
tribulaciones que están soportando los hermanos de Tesalónica. En ese marco; la idea
del texto es que las persecuciones y tribulaciones que está soportando la iglesia de
Tesalónica es una demostración del justo juicio de Dios.

Ahora, es muy probable que alguno a raíz de lo que acabo de decir, tenga en mente la
siguiente duda: ¿Pablo, usted está diciendo que el sufrimiento y los padecimientos en
la vida cristiana son evidencias del carácter justo de Dios? ¿Acaso es justo que un
cristiano que se congrega domingo tras domingo, que aporta voluntariosamente para el
sustento de la iglesia y que se sacrifica por instruir a sus hijos en el temor del Señor sea
atribulado y perseguido por la fe que profesa? ¿Es eso justo? La respuesta que nos da
el apóstol es: Sí. Todos esos ataques que sufren los creyentes por parte de los
incrédulos es una manifestación del justo juicio de Dios. Es que hermanos, ser cristiano
no es garantía de que vamos a llevar en esta tierra una vida relajada, sin problemas, ni
ataques. Es todo lo contrario, si verdaderamente eres cristiano; ten por seguro que serás
atribulado por aquellos que no conocen a Dios. De alguna u otra forma, sus actos te van
a lastimas a razón de su fe. Pregunta; ¿Es eso justo? Sí; es justo.
Ahora ¿en qué sentido esto es justo? Es justo porque Dios galardonará a aquellos que
logren salir airosos de estas tribulaciones. Por eso el verso seis continúa diciendo: “para
que seáis tenidos por dignos de doble honor”. Pero también es justo porque Dios
retribuirá con justicia a los impíos, leamos el verso seis: “porque es justo delante de
Dios, pagar con tribulación a los que os atribulan”. Hermanos; estos son los dos
propósitos de la segunda venida de Cristo.

En el verso seis se enfatiza que habrá un juicio sobre aquellos que afligen al pueblo de
Dios. Este tipo personas según el verso 8 son identificados como personas que no
conocieron a Dios y que desobedecieron el Evangelio del Señor Jesucristo. Aquí es muy
probable que Pablo se esté refiriendo a dos grupos de personas. Aquellos que no
conocen a Dios son los gentiles, y aquellos que escuchan, pero no obedecen el
Evangelio son los judíos. Si esto es así hay un fuerte llamado de atención para los que
se congregan en la iglesia. Pues no basta con congregarte los domingos en la iglesia
para escuchar el evangelio, debes vivir el evangelio a lo largo de toda tu vida, día tras
día, semana tras semana. De lo contrario al igual que los gentiles, recibirás la justicia
de Dios, porque serías alguien que escucha, pero no obedece el evangelio de Cristo.
Así que, puedes pasar años en la iglesia, pero sí tu corazón está más en el mundo que
en Cristo, el dictamen final para tu vida, no será diferente que el de los impíos.

Ahora bien; ¿en qué consiste está justicia? Según nuestro pasaje el juicio está
caracterizado por dos aspectos: Será un castigo eterno, y un castigo de exclusión.
Pregunta ¿En dónde? Bueno, Jesús ha llamado este lugar como el infierno; un lugar
donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Ahora, esta terminología tiene un
trasfondo Veterotestamentario. Leamos, por ejemplo; Isaías 66:24: “Y saldrán y verán
los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca
morirá; ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre”. Jeremías 4:4
“Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y
moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya
quien la apague, por la maldad de vuestras obras”.
Nahúm 1:6: “¿Quién permanecerá delante de su ira?, ¿y quién quedará en pie en el
ardor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden las peñas.” Así
que; el lugar donde se castigará eternamente a los incrédulos es un lugar de tormento
eterno. Procura con todas tus fuerzas no conducir tus pasos, ni los de tu familia en pos
de dicho fin.

Por ese motivo, el Señor Jesucristo usando un lenguaje extremo dice en Marcos 9:47-
48 “Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con
un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde EL GUSANO DE
ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA”

Por otro lado, los otros aspectos del juicio están estrechamente ligados. El texto dice:
sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor. Primero es
importante notar que el juicio no es sinónimo de aniquilación o de dejar de existir. Tal
como lo enseñan los Testigos de Jehová. No, este juicio destructivo será eterno, no
tendrá fin. Los pecadores en ese lugar debido al intenso sufrimiento, anhelarán la
muerte, anhelar dejar de existir, pero habrá una mala noticia para ellos, y es que ese
deseo no les será concedido por el Señor. Ya que el castigo será eterno. En segundo
lugar; la relación entre ambos aspectos está en el hecho de que la destrucción que
padecerá el individuo en el infierno, será debido a que nunca más podrá ver el rostro de
Dios. Hermano el castigo más trascendental para los impíos en el lago de fuego será
que sufrirán la eternidad lejos de la presencia del Señor. He allí la relación, el castigo
para el pecador, es que pasará la eternidad lejos del rostro de Dios. Amados hermanos,
subsistir lejos de Dios o separados de Él es solo muerte y destrucción. Este es un
destino que experimentarán aquellos que desobedecen y rechazan el evangelio en este
siglo.

Así que, uno de los propósitos de la gloriosa manifestación de Cristo será impartir su
Justicia con los incrédulos. Esta justicia desembocará en fuego y destrucción eterna,
lejos de la presencia o del rostro del Juez de todas las cosas. Sin embargo, hay un
segundo propósito en la manifestación postrera de Cristo, el cual tiene que ver
específicamente con Su pueblo. Eso nos conecta con nuestro siguiente encabezado.
II. Gloria para los santos v. 7 y 10; 11-12
El texto dice que cuando Cristo se manifieste vendrá con sus ángeles para: daros
reposo. Es decir, el otro propósito de la parousía de Cristo es dar descanso a su pueblo
de todas las aflicciones que están padeciendo por causa del Evangelio. Pero al igual
que el castigo es eterno, este reposo será eterno. No será un tiempo de descanso
efímero o temporal, sino que será un tiempo de eterna paz en la presencia del Dios de
amor. Apocalipsis 21:4 dice: que Dios enjugará toda lagrima de los ojos de ellos; y ya
no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor. Así que, hermanos, si hay algo
por el que vale la pena desgastar nuestras vidas; es a renunciar a todos esos placeres
temporales que este mundo ofrece, por una eternidad perfecta en presencia de nuestro
buen Dios. Vale la para mí, ¿lo vale para ti?

Ahora bien, cuando ese día llegue, y Su pueblo descanse eternamente en Cristo, y vivan
a la luz de la verdad del Evangelio, cuando hayan recibido un cuerpo incorruptible y todo
vestigio de pecado sea eliminado de sus almas, cuando reflejen su imagen y anden a
la luz de su rostro, cuando todo esto ocurra. Dios será glorificado. Eso es lo que nos
dice el verso 10: “Cuando venga aquel día para ser glorificado en sus santos y ser
admirado en todos los que creyeron”. El fin del plan de Redención es la Glorificación de
Dios.

Finalmente, nuestro texto de estudio termina con una oración del apóstol por la obra de
fe. Versos 11 y 12: “Leer”. Pablo culmina está sección orando para que los de
Tesalónica pudieran comportarse de manera coherente con su identidad como
cristianos, para que vivieran a la altura de su llamamiento, con una vida caracterizada
por la bondad y obras de fe. Para que de este modo; con su manera digna de andar o
vivir Dios sea glorificado. Pues este es el propósito más grande de la vida del ser
humano.

Así que; hermanos el doble propósito de la manifestación gloriosa de Cristo es que


cuando él vuelva por segunda vez; juzgará a los impíos con destrucción eterna y
brindará reposo a los suyos delante de su presencia. Si aquel día fuera hoy ¿Cuál
propósito se cumpliría en tu vida? ¿Destrucción o Reposo eterno?
Cristológica
Lo cierto es que todos fuera de Cristo somos merecedores del justo juicio de Dios.
Porque hemos quebrantado su ley, porque desobedecemos su Palabra, Porque no
deseamos conocerle. Sin Cristo nuestra eternidad no tendría ningún rayo de esperanza,
pues lo único que tendríamos por delante serían solo densas tinieblas marcadas de
sufrimiento. Sin embargo; Por los méritos de Cristo Su pueblo es eximido de toda
condenación, porque él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados
y el castigo de nuestra paz fue sobre él. Únicamente debido a la mediación de Cristo
podemos hoy tener la esperanza de que Cuando él vuelva podremos gozar de un reposo
eterno en compañía de su dulce y apacible presencia.

Eclesiológica
Deseo terminar con unas cuantas aplicaciones. A la luz de toda esta enseñanza, hemos
aprendido que el fin de los incrédulos es la muerte eterna. No habrá una segunda
oportunidad para ellos cuando mueran. Por ese motivo, debe ser urgente nuestro interés
por los perdidos. Debemos ser movidos por un profundo deseo a predicar con denuedo
y constancia a aquellos a los cuales sus pasos los conducen hacían el Seol. Con ternura
amado hermano, reconoce quienes de los tuyos están en el camino de la incredulidad
y predícales el Evangelio de Cristo. Puede ser tu esposo o tu esposa, tus hermanos, e
incluso tus propios hijos. Ellos necesitan oír el el mensaje de salvación para ser
regenerados. De lo contrario se acercarán cada día más y más, hacia el infierno. De
modo que, tenemos una tarea urgente, debemos predicar incansablemente el
Evangelio, y con ello ofrecer la esperanza de la redención a aquellos que la necesitan
desesperadamente.
Así mismo; una de las mejores maneras de predicar es a través de nuestra conducta.
Debemos llevar vidas dignas del llamamiento en el que se nos ha encomendado.
Nosotros somos las Biblias abiertas para el mundo incrédulo, ellos nos ven es a
nosotros, y reaccionan muchas veces al evangelio de acuerdo a nuestra forma de vida.
Tu vida y testimonio en medio de las adversidades pueden ser un poderoso medio para
llevar a otros a Cristo. Por lo cual, a pesar de todas las circunstancias adversas por las
cuales te toca atravesar, persiste en la fe, con bondad, mansedumbre, humildad, paz,
amor y gozo. Recuerda que este mundo puede ser injusto contigo y los tuyos, pero
cuando Cristo vuelva, cambiara tu llanto en alegría, y gozarás de Él eternamente. Por
lo cual, hermanos no desistas, no creas que el evangelio y el infierno son meros cuentos
ficticios, sino más bien tómalo como una realidad, para que vivas tu vida a la luz de la
segunda venida de Cristo.

Hermanos; cuan hermoso será oír en el aquel día las siguientes palabras: “Bien, buen
siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
Señor.” Para ello, aún debemos esforzarnos en este lado de la eternidad. ¿Estás
preparado para la segunda venida de Cristo? ¿Cómo está tu fe? ¿Amas al Señor con
todo tu ser? ¿Cuál de estos propósitos se cumplirían en tu vida si el Señor vuelve hoy?
En su Gracia y paciencia aún el Señor nos brinda tiempo para poder arrepentirnos y
llenarnos de Su Palabra para que amarlo cada día más. Reflexionen sobre esto y
aprovechen el tiempo presente para ajustar sus prioridades y su enfoque espiritual.
Escatológica
Por último; quiero dirigirme a los amigos que nos visitan la mañana de hoy, pero también
aquellos que llevan congregándose durante mucho tiempo pero que no viven vidas
dignas del Evangelio. Oh ustedes no tienen ninguna fe en Cristo; ninguna fe en Jesús.
Eso querido amigo es una terrible incredulidad y será un pecado condenatorio. Esa
incredulidad será una prueba contundente de que odiaron a Dios, pues un hombre que
desprecia los consejos de Dios; que no presta atención a su Palabra; que escarnece su
gracia y pisotea su ley, es alguien que debe odiar a Dios. Amigo; el que no quiere ser
salvado por la misericordia de Dios demuestra que odia al Dios de la misericordia. Dios
entregó a su propio Hijo a la muerte, y tú no quieres confiar en Su Hijo; si no quieres
tenerlo como su salvador, ese único pecado; que eres un enemigo de Dios y que tienes
un corazón negro. Por todo ello; cuando el Señor Jesucristo vuelva por segunda, si
persistes en tu incredulidad y en tu desobediencia serás echado al infierno; donde
sufrirás eternamente. Así que, Querido amigo, despierta y huye de la ira venidera; corre
por tu vida hacia los pies de Cristo, donde encontrarás un reposo para tu alma.

Oremos.

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