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Predestinado para un Propósito

Publicado el8 diciembre, 2014

Tú eres un bendito aquí en la tierra, no eres cualquier cosa, fuiste bendecido antes de
llegar aquí.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con
toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en
él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante
de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio
de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”. Efesios 1: 3

Efesios 1: 3-13 dice:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor


Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”.

Tú eres un bendito aquí en la tierra, no eres cualquier cosa, fuiste bendecido antes de
llegar aquí. La palabra predestinado quiere decir que fuiste pensado, que fuiste una idea
antes de ser hecho en Dios.

Versículo 9: “dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el


cual se había propuesto en sí mismo”.

La palabra misterio quiere decir algo que está oculto, algo que no se deja ver pero que
está ahí y la palabra nos dice que tenemos la sabiduría y la inteligencia para entrar en
ese misterio de conocer cuál es la voluntad de Dios para nosotros.

Versículo 10 dice:
“de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”.

Puedes reunir todo lo que está en el cielo en Cristo Jesús y traerlo al tiempo de ahora.
Cuando estos pasajes hablan de que eres sellado, se refiere a que tienes una garantía de
que Dios está contigo. Cada uno de nosotros tiene una herencia en Cristo Jesús y esa
herencia es el propósito que Dios tiene para nosotros, esa herencia fue puesta desde
antes de la fundación del mundo y esta herencia no se refiere a una financiera ni a una
herencia natural, tu herencia es el propósito que Dios tiene contigo conforme a Su
voluntad; el día que descubres tu propósito eres el hombre más feliz del mundo.

La herencia que Dios tiene para nosotros no es una herencia material. Conozco muchas
personas con muchas cosas físicas y materiales y no son bendecidos, no viven una vida
en plenitud, todo lo contrario, viven enfermos, afanados y preocupados, no se
conforman con nada, nada les satisface y mientras más tienen, mas infelices son; la
herencia que Dios nos tiene es el misterio de descubrir la voluntad de Él para nosotros
que se llama propósito. Cuando descubres ese misterio que es tu propósito y empiezas a
caminar en ello, todos lo que haces, es basado en eso y te conviertes en un apasionado.
Aquel que conoce y entiende su propósito no está pendiente de lo que vienen a darle,
sino que esta mas bien enfocado en servirle a los demás. Lo único que trae felicidad
plena y garantía es hacer el propósito y la voluntad de Dios en nuestras vidas, hacer eso
que Él quiere que hagamos, y el resto de las cosas naturales vendrán como añadidura de
lo que estás recibiendo, que es tu herencia, tu propósito.

Cuando todo lo que haces está basado en el propósito que Dios tiene contigo, harás todo
tan excelente, que como resultado vas a obtener todo lo que necesitas para vivir aquí y
también recibirás para bendecir a otros. Dios te bendice para que puedas bendecir a los
demás, tu serás de bendición con tu tiempo, con tus oraciones, con tu prosperidad, con
todo lo que Dios te da, tú vas a bendecir a los demás, pero antes, necesitas descubrir el
misterio de Su voluntad que es tu propósito.

El ser humano suele pensar que como vive es lo correcto, que lo que tiene es lo que
realmente posee y aquello que piensa y lo define es lo que le da valor, pero en Cristo
tenemos algo mejor que va a hacer que disfrutes lo que tienes. Muchos son apáticos con
las cosas de Dios porque dicen estar bien y que no necesitan nada, sin saber, que si
creen tener mucho ahora, no saben lo que tendrán cuando estén verdaderamente en
Cristo.

Esta palabra nos hace portadores de una herencia y para obtenerla necesitamos una
dependencia de Dios. Tienes que enfadarte contigo mismo, necesitas ese coraje que te
haga incomodar para salir del lugar donde estás y probar algo diferente. Hay una mejor
vida para ti.

Efesios 4:22-24 dice:

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos
del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”
Enfadarte contigo mismo significa enfadarte con tu viejo hombre y te tienes que enfadar
porque aquí dice que está viciado conforme a los deseos engañosos. El viejo hombre es
un adicto de los deseos y te hace vivir con el 99.9% de tus ideas basadas en tus deseos y
esto siempre va a luchar contra Dios. Son muchos los apáticos porque sus ideas están
basadas en sus deseos y cuando llegan a una Iglesia cristiana que está en el orden
apostólico y profético, son confrontados, son iglesias con el espíritu de Juan, y el
espíritu de Juan es uno que te enfrenta con tu realidad, buscando que cambies, es por
esto que estas iglesias tienen la doctrina del arrepentimiento. Tus deseos siempre van a
venir a satisfacer tu yo y te hacen egocéntrico, por esto, es difícil que vengas a la
Iglesia. Dentro de ti hay un viejo hombre que tienes que pisar y fumigar para que venga
el nuevo hombre.

Tiene que haber una renovación de la mente a través de tu espíritu y esto solo se logra
con la doctrina del arrepentimiento, y esta palabra significa metanoia que es un cambio
de pensar, un cambio de mente. Su palabra dice: “Haced frutos dignos de
arrepentimiento”; es importante la doctrina del arrepentimiento, tienes que cambiar a un
nuevo hombre, el viejo hombre vive del deseo y el deseo ocupa la mayor parte de
nuestra vida emocional, el deseo une sus fuerzas con nuestra voluntad y nos revelamos
contra Dios, el deseo aplasta mi voluntad y cuando la voluntad es aplastada, todo lo que
haces, lo haces en contra de Dios porque tus deseos vienen a satisfacer tu yo, tus deseos
te satisfacen a ti y son los deseos que ocupan tu vida emocional.

Lo que identifica a un cristiano carnal de una persona que no le ha entregado su vida a


Cristo, son los deseos, y es que no se abstienen cuando desean algo, no se detienen y es
porque el viejo hombre está viciado con los deseos engañosos, todos tus deseos y
ambiciones naturales están para satisfacer tu yo, tus deseos gobiernan tus ideas. Cuando
el hombre llega a los pies de Cristo, tiene que ser enfrentado con sus deseos, enfrentado
con el hecho de que su vida está siendo gobernada por su alma; la Iglesia necesita entrar
en ese proceso de enfrentar el hombre viejo que está sentado aquí, porque estamos
sentados en la Iglesia, gobernados por ese hombre viejo y dominados por nuestros
pensamientos y actitudes. El hombre viejo esta amañado y viciado por nuestra alma,
pensamientos, emociones y recuerdos y tenemos que hacer el cambio obligatoriamente.

Ese hombre viejo controla totalmente tu mente y todas tus actitudes vendrán conforme
estén tus pensamientos, por esto la importancia de sacar al hombre viejo y de que la
Iglesia te enfrente a esa metanoia o cambio de mente, esta es la única manera de ser
sellados con el Espíritu Santo y de que podamos ser bendecidos por parte de Dios;
mientras continúes dominado por el hombre viejo, no vas a poder descubrir el misterio
de Su voluntad, el hombre viejo siempre va a luchar con el propósito que Dios tiene
para tu vida y va a luchar porque es que cuando Dios pone el hombre nuevo, ya no es
para satisfacerse a sí mismo, ahora está para satisfacer a Su Creador, ahora está para
glorificar a Dios.

Mientras sigas satisfaciendo tu yo, todo lo que vas a obtener es para ti y no vas a poder
darle a los demás, esta es la razón por la que muchos, aunque estén sentados dentro de
la Iglesia, se les hace difícil entender el porqué de los pactos y de lo profético, porque su
mente no ha sido cambiada ni transformada. Viene un momento que cuando tu hombre
viejo va muriendo, ya no quieres nada para ti, ahora lo que quieres es para Dios y Dios
mismo se encarga de suplirte, Dios se encarga de bendecirte. Él te mete en el canal y la
vía de Su propósito y cuando recibes tu propósito, comienzas a servirle a Dios.
Para empezar a ser un nuevo hombre en Cristo Jesús, lo primero con lo que tienes que
luchar es contra la religión, la tradición y por último, contra todo aquello que satisface
tu yo. Debes romper con estas tres cosas, estas forman un fuerte lazo con nuestra alma
que no nos permite recibir la herencia de Dios; la religión te justifica, la tradición te
acomoda y tu ‘yo’ te hace egocéntrico, viviendo para ti. El religioso siempre se justifica,
por eso Jesús vino a traer la palabra ‘Arrepentíos’, para que dejen de justificarse, al
religioso no le gusta probar algo nuevo y es que si prueba algo nuevo, lo puede sacar de
su rutina y su comodidad, puede ser el mismo Dios pero no es el mismo camino.

Hay personas que dicen pertenecer a una religión pero nunca van a la Iglesia y solo
dicen ser de esa religión como parte de una tradición, no han ido nunca pero dicen que
son, solo porque desde pequeños escucharon a sus padres decir que a esa religión
pertenecían. Los religiosos no cambian, se quedan igual, porque la religión crea en ti un
hábito, una rutina y una costumbre y en esa condición, el viejo hombre no cambia, la
religión no te enfrenta, te acomoda y la tradición es una rutina. Y Dios cada día hace
cosas nuevas, esto que estás viendo hoy, no es lo que verás mañana, Dios hace todas las
cosas nuevas.

Nuestro problema está en la mente – Salomón dijo que un hombre es lo que piensa que
es. Todo lo que soy ahora está dirigido por lo que está almacenado en mi mente, aquello
que sigue almacenado en tu mente es parte de tu hombre viejo. Un ejemplo es que ahora
llevas un estilo de vida que está marcado por muchas frustraciones que has tenido,
marcado por complejos que hacen que no puedas romper con el hombre viejo. Mientras
tengas todo eso almacenado, no tendrás coraje para decidir que ya te cansaste del
hombre viejo.

Necesitas del hombre nuevo para bendecir a los demás y descubrir el propósito de tu
predestinación, y es que eres tan importante que Dios te predestinó! Nuestro estilo de
vida hoy en día, es por el almacenamiento en nuestra mente del hombre viejo que
todavía persiste; aunque digamos ser cristianos e hijos de Dios, tenemos totalmente
controlada la voluntad de decidir, por esto, cuando le dices a Dios que has decidido
seguirle y servirle, si no has hecho el cambio en tu mente, estas palabras se quedan
solamente en un decir y nunca llegan al hecho, y por la misma razón, es que le hacemos
pactos y promesas que nunca cumplimos, antes de hacerle una promesa a Dios, debes
asegurarte que el hombre viejo este muriendo y que tomes el espíritu de Dios, no tu
voluntad por tus deseos.

En otras palabras, tus palabras tienen que morir a ti, porque tus deseos ejercen una
fuerza tan fuerte que subyuga tu voluntad, el espíritu de Dios tiene que entrar a tu
espíritu para que tu fuerza no venga del deseo, sino de tu espíritu. Hay una fuerza de los
deseos que opaca nuestra fuerza de voluntad. No puedes continuar solo, tienes que
rendirte, porque solo Dios puede ser el emergente que suba para que puedas hacer el
cambio en tu mente.

Tu forma de vivir con el hombre viejo no te permite ver lo nuevo que Dios tiene para ti,
no puedes entender las sanidades, los milagros ni la liberación porque el hombre viejo
no te lo permite, siempre vas a estar cuestionando y dudando y al enemigo no le interesa
que hagas el click del cambio, porque Él sabe que fuimos predestinados para Su gloria,
pero lo somos cuando hacemos el cambio; mientras continúes sin hacer el cambio, a
quien estas glorificando es al enemigo, con tus depresiones, imposibilidades, traumas y
heridas. Todavía hoy, vemos personas traumatizadas por lo que un profesor solía
decirles, levanta tu cabeza y saca ese hombre viejo!

La función del hombre viejo es que no veas lo nuevo que Dios tiene para ti, que no veas
lo lindo, perfecto y excelente que eres para Dios, el enemigo no quiere que tengas tu
identidad definida basada en el resultado de tu propósito, porque muchos tenemos una
identidad definida pero basada en el hombre viejo y nuestra identidad tiene que estar
definida en el propósito de Dios, sino tu identidad será falsa, y con una identidad falsa
caes preso, por eso eres preso de las amarguras, afanes y las crisis financieras, el que
tiene una identidad real se goza con lo poco que tiene, valora lo que viene y no lo que
ve, no valora lo natural, más valora lo eterno, porque sabe que la identidad que tiene no
es de este mundo, es del reino de Dios, los hombres y mujeres que tienen una identidad
falsa no son ciudadanos del reino de Dios.

Dios puso el espíritu de Su hijo dentro de nosotros para Él decirnos cuál es Su voluntad
para nosotros y es con nuestra mente que podemos comprender el significado de esa
revelación, el sello del Espíritu Santo se da cuando Dios puso el espíritu de Su hijo en
nosotros, son las arras y las arras significan lo visible de que estamos sellados, ese sello
despierta nuestro espíritu y es aquí cuando recibes las revelaciones de tu espíritu y el
espíritu de Dios. Cuando Dios te revela algo, lo hará a través de tu espíritu y el espíritu
de Dios y para que puedas entenderlo, obligatoriamente tienes que hacerlo con tu mente,
es por esto que vemos el afán de Jesús del arrepentimiento del hombre viejo al hombre
nuevo.

Tú puedes tener tu espíritu despierto con el espíritu de Dios pero si tu mente sigue con
el hombre viejo, nunca entenderás lo que Dios tiene para ti y tampoco entenderás lo que
Dios está haciendo en el tiempo de ahora.

En otras palabras, toda la palabra de Dios revelada viene a tu espíritu pero es procesado
en tu mente para entenderse. Puedes estar con tu espíritu vivo y con el espíritu de Dios
pero no estar con tu mente renovada y por esto no cambias! Por esto, cuando viene la
revelación, no puede ser procesada en tu mente y no entiendes cuando la gente viene a
pactar con Dios. Tu mente está con el hombre viejo y tu hombre viejo se va a oponer a
todo aquello que toque tu yo, el hombre nuevo nunca se va a oponer cuando le das a
Dios porque cuando en tu mente, eres un hombre nuevo y el Espíritu Santo te dice que
es el dueño del oro y la plata, no vas a necesitar ni de un banquero o de una financiera, o
de un amigo que te preste, tú solo vas a confiar en Dios, en tu proveedor.

Las Iglesias no son renovadas porque somos muy espirituales pero la mente sigue
estando igual, sigue con el mismo método y las mismas actitudes, peor aún, sigue con
los mismos deseos y nos perdemos las bendiciones de Dios.

Cuando tu mente sigue tomada por el hombre viejo, confundes tus pensamientos como
espirituales, cuando en realidad no lo son; jugamos a ser espirituales y a decir que
tenemos revelación, y no es revelación, son solo tus pensamientos que se han
acomodado a tu condición y como no has entendido la Palabra, por eso no cambias.
Esto sucede con los religiosos, sus pensamientos siguen con el hombre viejo pero
conocen lo espiritual de Dios y lo que hacen es que trasladan sus pensamientos, propios
del hombre viejo, como revelación, es así que salen las doctrinas (Nueva Era, Rosa
Cruces, etc.), no son más que nuestros pensamientos del hombre viejo con un supuesto
avivamiento del espíritu.

Necesitamos un hombre nuevo y una mente nueva, con nuevas fuerzas que impulsen
nuestra voluntad, es por esto que nuestra voluntad en el espíritu no se ejecuta porque no
tenemos fuerza espiritual para empujarla.

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