Vida Nueva 2

CONTENIDO
Introducción 02
Bloque 1: Reunión de la Comunidad
1. Caminar en Comunidad 04
2. Reunión semanal 0
3. Proceso para la comunión 0
Bloque 2: Aprender a ser Hermanos

4. Recién nacidos que crecen juntos 0
5. Cuidarse y servirse unos a otros 0
6. Proceso difícil de integración 0
Bloque 3: Bases Cristianas

7. Conversión permanente 0
8. Centralidad en el Señor 0
9. Dependencia del Espíritu 0
Bloque 4: La Biblia en las manos

10. Dios te enseña en su Palabra 0
11. Iluminación y alimento diario 0
12. Cómo leer la Biblia 0
Bloque 5: Identidad Católica en la Iglesia

13. Pertenecer en una Parroquia 0
14. Vida Parroquial 0
15. Eucaristía = Celebración del Pueblo de Dios 0
Bloque 6: Testigos y Apóstoles

16. Cristiano = Testigo 0
17. Fermento en el Mundo 0
18. Compromiso en la Parroquia 0
Hoja de trabajo General 0

Plan Pastoral de La Nueva Evangelización. Vida Nueva
INTRODUCCION
El curso de Vida Nueva es un curso que se da entre la Evangelización
Fundamental y los diversos niveles de catequesis.
Es necesario que las personas que tomen este curso hayan pasado ya por la
Evangelización Fundamental como Kerigma, que es la puerta y cimiento de
toda vida y enseñanza cristiana.
Este curso tiene como finalidad presentar al recién evangelizado los aspectos
más importantes de la vivencia cristiana, para que incorpore en su vida estos
elementos. El curso le ayudará a integrarse:
 En la pequeña comunidad, enfrentando los diversos problemas

relacionados con el proceso que lleva una comunidad.
 En la vida cristiana, haciéndole comprender que debe vivir una

conversión permanente, centrado en el Señor, dependiente del Espíritu y
ayudándole a tener la Biblia en las manos, como iluminación y alimento
diario.
 En la vida parroquial, descubriendo lo que significa pertenecer a la

parroquia, así como la centralidad que tiene la Eucaristía en la vida
parroquial y personal.
 En el compromiso apostólico, tomando conciencia de su papel de

testigo de Cristo y de fermento en el mundo, así como su compromiso
apostólico en la parroquia.
METODOLOGIA
El curso consta de seis bloques, que incluyen tres temas cada uno.
Cada tema está elaborado para ser leído, uno por sesión, durante el tiempo
de estudio de la reunión semanal de la comunidad. Además se incluye una
aplicación personal y comunitaria por medio de una Hoja de Trabajo general,
que viene al final de esta carpeta.
Esta hoja dará la posibilidad de aplicar a la vida el tema visto la semana

anterior. Así mismo, al final de cada bloque se destinaran las semanas para
revisión: una para revisar la asimilación del tema y otra para revisar la
vivencia.
Parroquia Sagrado Corazón de ~ 2 ~ Jesús (Catedral) Pto. Barrios.

En síntesis, la manera de realizar este curso es la siguiente:
1. Algún miembro de la comunidad lee el tema y los demás leen en silencio o
escuchan. Al terminar de leer se siguen las instrucciones de la Hoja de
Trabajo sobre la semana de lectura del tema.
2. La siguiente semana, durante el tiempo de estudio, se siguen las

instrucciones de la Hoja de Trabajo que se refieren a la semana de
vivencia del tema.
3. Al final del bloque se dedica una semana a revisar la asimilación de todos

los temas, con las preguntas del la Hoja de Trabajo donde dice: Semana
de Revisión de los temas del bloque.
4. Finalmente, una semana después, se revisa la vivencia de todo el bloque,

con los puntos que trae la hoja general donde dice: Semana de Revisión
de la Vivencia de todo el bloque.
Queda así el calendario de cada bloque:

 1ª Semana: Lectura del Tema 1 y puntos de asimilación.
 2ª Semana: Semana de Vivencia del Tema1.
 4ª Semana: Semana de Vivencia del Tema 2.
 6ª Semana: Semana de Vivencia del Tema 3.
 7ª Semana: Revisión de todos los Temas del Bloque.
 8ª Semana: Revisión de la Vivencia de todo el Bloque.
El Sacerdote Párroco o los encargados del ministerio de Catequesis, de

conformidad con éste, encontrarán la mejor manera de adecuar el tema y las
dinámicas a as personas concretas que recibirán la catequesis. Podrán, por
ejemplo, crear preguntas especificas par cada tema de catequesis, tanto de
asimilación como de vivencia, si así lo encuentran conveniente.
Resulta sumamente importante que en todo momento se consideren los

temas del curso como algo que se tiene que hace vida en cada persona, es
decir, que no solamente se trata de aprender cosas acerca de Dios y la vida
cristiana, sino que, además del aprendizaje intelectual, hay que aplicar a la
vida y circunstancias, personales y comunitarias, lo que se vaya conociendo.
Por lo anterior, es necesario revisar continuamente si se están cumpliendo los

objetivos del curso.

DURACION
El presente curso, llevado al interior de las comunidades, tiene una duración
mínima de 48 sesiones, que equivaldría a un año se lleva semanalmente. El
tiempo que se necesita destinar en cada sesión de enseñanza es de 60
minutos.
BLOQUE 1: REUNION DE LA COMUNIDAD
1. CAMINAR EN COMUNIDAD
La comunidad es fruto del Espíritu Santo y se forma inmediatamente después
del Retiro de Evangelización Fundamental.
Las personas que se han convertido a Dios, que han tenido un encuentro
personal con el Señor Jesús y que han recibido el Don del Espíritu, buscan
congregarse en comunidad.
La pequeña comunidad es indispensable para la vivencia cristiana plena, el

crecimiento en la Vida Nueva y el testimonio cristiano. La comunidad
integrada y comprometida vivirá nuevos modelos de vida, más de acuerdo
con el Evangelio.
Estas pequeñas comunidades son lugar de alabanza a Dios, de mutua

edificación para crecer espiritualmente y ser solidarios unos con otros e
impulsarse al testimonio y el compromiso.
La comunidad se define como: “agrupación estable, orgánica y fraternal de

personas evangelizadas, centradas en Cristo y movidas por el Espíritu, que
se sienten responsables unas de otras; edificándose mutuamente y
compartiendo lo que son y lo que tienen, en la medida de su integración
comunitaria y crecimiento cristiano; y ser así testigos, individual y
comunitariamente, del Señor Resucitado y de un mundo nuevo”.
La comunidad se vive día a día y de esta manera se va construyendo,

logrando la unidad y cohesión entre sus miembros y con toda la Iglesia.
La comunidad es lugar de salvación, en donde se acompañan unos a otros

en el caminar de la fe y en el crecimiento cristiano.
La comunidad está formada por personas; y cada una de éstas personas

tiene un nombre propio, un rostro, una historia, por lo tanto, cada persona en
la comunidad es insustituible, irrepetible, única, importante y valiosas.

Todos somos hijos de Dios, esto nos hace ser hermanos y de esta manera
nos hacemos responsables de cada uno de nuestros hermanos de
comunidad. Solamente así lograremos realmente vivir nuevos modelos de
vida de acuerdo al Evangelio (Hch. 2, 42-47).
Sólo a través de la experiencia y vivencia comunitaria lograremos perseverar

en el camino de la fe, porque “si yo no tengo comunidad, mi fe se apaga y
el mundo me traga”.
Aprendamos juntos una nueva manera de vivir, de trabajar, de servir, de

divertirse, de relacionarse unos con otros. Comencemos juntos en este
caminar hacia Dios, junto con nuestros hermanos de comunidad,
construyendo la unidad y la armonía del pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo.
La experiencia comunitaria debe ser nuestra experiencia de vida y debe haber

momentos de expresión de esta vida comunitaria como son:
 Reunión semanal de la pequeña comunidad.
 Reuniones a nivel sector.
 Encuentros generales de comunidades.
2. REUNION SEMANAL
Cada pequeña comunidad necesita tener una reunión semanal en un lugar,
día y hora determinada por todos los miembros, en donde podrán tener un
tiempo privilegiado para la construcción de la comunidad, aunque teniendo en
cuenta que la comunidad no se reduce a la reunión semanal.
En la reunión se tienen tres elementos fundamentales, además del inicio y el

final de la reunión. Esto lo podemos ver en el siguiente esquema:
ELEMENTOS DE LA REUNION
1. Saludo y acogida
2. Oración de alabanza (30 minutos)
3. Estudio (60 minutos)
4. Edificación espiritual o solidaridad social (90 minutos)
5. Oración unos por otros.
Normalmente se tienen cuatro reuniones comunitarias en un mes. En cada

una de las reuniones se llevara la estructura señalada, con todos sus
elementos. Solamente en el tiempo destinado para la edificación y solidaridad
existe una variante: en las tres primeras reuniones del mes se dedican los
noventa minutos para la edificación espiritual y en la última reunión los
noventa minutos serán para la solidaridad social.
INICIO DE LA REUNION:
1. SALUDO Y ACOGIDA
Es importante iniciar la reunión saludando y acogiendo fraternalmente a los
miembros de la comunidad, de manera que haya un clima de hermandad
desde el principio de la reunión.
Este momento queda fuera del tiempo destinado para la reunión, así que las
personas deberán llegar 15 o 10 minutos antes de la hora fijada para logar
iniciar la oración de alabanza a tiempo.
2. ORACION DE ALABANZA (30 min.)

Para que sea realmente comunitaria (y no oración personal), se sugiere
hacerla en voz alta, todos juntos o uno después del otro, sin alargarse uno
solo demasiado tiempo.
Debe ser una oración sencilla, alegre, corta, sin elaboración artificial, sino que
brote sinceramente del corazón y con una fe viva en el Señor Jesús.
Durante el tiempo de alabanza puede haber alguna lectura de un texto corto

de la palabra de Dios, tomándola como un bocado sustancioso, por lo que
antes de hacer otra lectura es conveniente dejar pasar un tiempo de silencio
interior, seguido de oración, comunicándose con Dios, tomando pie en el
texto, como forma de respuesta a la Palabra que Dios ha dirigido. En este
momento no se hacen comentarios sobre la lectura.
Lo más importante de este tiempo es la alanza y acción de gracias a Dios y

hay que distinguirla de la oración petición, que no se hacen en este momento,
sino al final de la oración.
3. ESTUDIO (60 min.)

Nos va dando una formación en la fe: Bíblica y Catequética, para un claro
conocimiento de la doctrina y para la transformación de vida, según las
exigencias del Evangelio.
Esta temática está programada y tiene un sistema organizado. Su objetivo es

conocer más a Jesús y aprender a través de sus enseñanzas a conocer al
Padre y descubrir su plan de amor y su voluntad para cada uno de nosotros,
como personas, como familias, como comunidades y como Iglesia.
Metodología: Cada curso está dividido en temas y en cada tema deberán

observarse dos puntos importantes: la asimilación de la enseñanza y la
aplicación vivencial.
En una reunión se compartirá el tema revisando la asimilación de la
enseñanza y en la siguiente reunión se compartirá la aplicación vivencial del
tema anterior.
4. LA EDIFICACION ESPIRITUAL (90 min.)

Edificarse significa ayudarse unos a otros a construir, a crecer en y hacia el
Señor, de donde todo el cuerpo recibe trabazón, cohesión y alimento.
Construir el cuerpo y crecer en el Señor hasta la talla adulta en Cristo Jesús,

no quedándose como niños pequeños y volubles, es lo que implica la
edificación.
Edificarse espiritualmente es lo mismo que caminar de la mano en el camino

del Señor, ayudándose en todos los aspectos de la vida, sintiéndose
responsables unos de otros, con preocupación e interés.
La edificación espiritual es la tarea principal de la comunidad. Es lo que

constituye verdaderamente a la comunidad y por eso debe ser un elemento
esencial de sus reuniones, en importancia jerárquica y por el largo tiempo que
se dedica a ella en cada reunión.
El motor y el vehículo es el Espíritu Santo, que derrama su amor y produce

la unión y la cohesión en la progresiva integración de la comunidad.
La meta y el fruto de la edificación espiritual serán la comunión en todos los

niveles del ser y la participación en todos los aspectos de la vida.
La edificación espiritual tiene muchos aspectos y elementos que beben ir

siendo tocados en las reuniones, aunque no todos necesariamente en la
misma reunión, pero que no pase mucho tiempo sin tocar alguno:
1. Exhortación fraterna
2. Testimonio
3. Revisión de vida:
a. Estado de vida
b. Medios de crecimiento
4. Búsqueda y discernimiento de la voluntad de Dios
5. Impulso a la entrega y servicio apostólico
SOLIDARIDA SOCIAL Y MATERIAL (90 min.)

Durante este tiempo se reflexionará, se dialogará y se buscarán soluciones
sobre las diversas situaciones que nos rodean y que impactan de alguna
manera nuestro ambiente y nuestras vidas.
La comunidad deberá sentirse solidaria y parte de todo lo que sucede a su
alrededor en las diversas dimensiones de la vida humana: familiar, cultural,
laboral, económica, religiosa, de salud, vivienda y social en general.
De cada tema que se elija abordar (uno cada reunión), se seguirá el siguiente
esquema:
 VER (30 min.)

Analizar hechos significativos en el tema elegido, tratando de ver no solo el
hecho aparente sino también sus causas y en qué nos afecta a nosotros o a
otros.
 JUZGAR (30 min.)

Confrontar estos hechos con la Palabra de Dios y con la doctrina social de la
Iglesia, con un discernimiento espiritual para ver el sentido del hecho a la luz
de Dios, en relación a aquel acontecimiento.
 ACTUAR
Descubrir en concreto en que podemos intervenir activamente para la
solución del problema o en su adecuada orientación, siendo así factores
activos en la restauración y renovación cristiana de la familia, la comunidad, el
sector, la colonia, el país, etc.
Esto es el campo evangelizador propio del seglar: la restauración y animación

cristiana en el orden temporal, cosa que no podrá cumplirse adecuadamente
sin un análisis serio de la realidad a la luz de la Palabra de Dios. Ese análisis
es para llegar a la realización de acciones concretas lo más eficaces posible,
no como una iniciativa individual, sino organizada de tal manera que con
medios inteligentes, justos y en el amor, se logren verdaderas soluciones del
problema o bien una adecuada orientación de lo que se trató.
La soberanía de Dios Creador sobre todos los bienes, el señorío de Jesús

sobre todas nuestras cosas y la visión cristiana sobre los bienes y la
propiedad, deben irse manifestando en realización concretas en la
participación y comunión de los bienes. De esta manera las comunidades
realmente evangelizadas irán viviendo nuevos modelos de vida en
consonancia mayor con el Evangelio.
5. FIN DE LA REUNION: ORACION DE UNOS POR OTROS

Al finalizar la reunión se tomarán unos minutos para orar unos por otros,
según sus necesidades personales e intenciones. Terminarán la reunión con
un Padre Nuestro y un Ave María.
3. PROCESO PARA LA COMUNION
LOS PASOS DE LA COMUNIDAD

Podemos visualizar el proceso de la comunidad en varios pasos necesarios
para que ésta alcance su madurez. Estos pasos son:
1. La Pseudo-comunidad: Es lo que no es comunidad, pero lo parece. Es,

por ejemplo, cuando la gente se acaba de evangelizar y nadie toca el
suelo. Todos parecen angelitos y dicen “gloria a Dios” a cada tres minutos.
En ese momento todo es color de rosa, es perfecto, sin embargo, no

pueden durar así mucho tiempo; se hace necesario poner los pies en la
tierra. Entonces viene el siguiente paso.
2. El Caos: si el grupo se sigue reuniendo, tarde o temprano habrán de caer

las caretas que inicialmente cada persona se había puesto. Se cansan de
fachadas, de no poder expresar lo que sienten, de no reaccionar a sus
anchas frente a las palabras y acciones de los demás como realmente
piensan y sienten.
Entonces es cuando comienzan a expresar su autentico sentir, con

responsabilidad, surgiendo el caos y el desorden.
En los jóvenes el tiempo de la pseudocomunidad es corto. Como el joven

es más espontáneo, a la vuelta de tres reuniones caen las mascaras; se
habla como se siente y se integran o todo se desbarata. Los adultos son
más o menos educados. Sobre todo entre gente muy respetuosa de los
demás, donde es de mal gusto expresarse espontáneamente, a veces
este tiempo de la pseudocomunidad se alarga demasiado.
Hay gente tímida que se atreve a hablar y cuando lo hace, es demasiado

cortante y dura. Parece que está enojada y no lo está. Hay otros, por su
parte, excusivamente extrovertidos y con el pretexto de decir lo que se
piensa, hablan con demasiada brusquedad. Todo esto provoca el caos de
que venimos hablando.
Esta segunda etapa es necesaria, porque entonces empieza a haber

relaciones verdaderas, transparentes. Este paso se supera con el
siguiente:
3. Aceptación Incondicional: Es el momento de aceptar al otro tal y como

es, respetando como está y así aceptándolo como miembro de la
comunidad. No querer cambiarlo ni convertirlo, pues solo Dios puede
corregir y cambiara a una persona, nosotros no. Nadie tiene derecho a
decirle lo que tiene que hacer y menos a cambiar el rumbo de su vida,
aunque según nosotros, esté equivocado.
Sin embargo, los padres, los esposos, amigos, educadores y miembros de

la comunidad, deberán ser instrumentos de Dios para ayudar al que esta
equivocado pero, para hacerlo, o se hace al modo de Dios o mejor no se
hace. Hacerlo al modo de Dios significa no invadir a la otra persona, no
imponerse sobre ella. Saber esperar hasta que se sienta
incondicionalmente aceptada, amada y valorada en su conjunto.
A la gente ni se le aprueba ni se le desaprueba, porque quien se adjudica

el derecho de aprobar y alabar, implícitamente se adjudica el derecho de
reprobar y criticar.
Cuando se acepta incondicionalmente no se quiere salvar ni corregir a

nadie, únicamente se acoge y sólo cuando todos pueden aceptarse y
respetarse de esta manera se podrá pasar al siguiente momento.
4. La Comunidad: Es el tiempo de decidirse por la integración y la

comunión, pero sin imponer ya nada.
Cuando la persona se siente amada, aceptada y reconocida, entoces ella

misma busca que los demás le ayuden a superar sus defectos y
deficiencias y a crecer en los distintos aspectos de su vida.
Lamentablemente muchas comunidades y también relaciones de amistad

y de amor, se quedan demasiado tiempo en la pseudocomunidad y
terminan por explorar tarde o temprano. Es muy cansado estar usando
siempre caretas.
Hay ciertas reglas y pasos que no se pueden eludir. Así sucede en este
proceso, desde la pseudocomunidad hasta la comunidad.
DE ALLI EN ADELANTE
Después de la decisión comprometida de hacer comunidad ya no hay reglas.
La rapidez y la profundidad con que se vayan integrando los elementos de la
vida de cada uno de los miembros dependerá del propio caminar de la
comunidad.

Algunos se quedan demasiado tiempo solo en lo religioso, en teorías o en
estudios. Otros se quedan en una relación social un tanto superticial. Otros
llegan al algo más profundo y revisan su vida, compartiendo sus problemas y
decisiones familiares, laborales o económicas.
Cada comunidad irá dando pasos, pero sólo a partir del momento en que
decidieron y expresaron comprometidamente su voluntad de comenza.
LO IMPORTANTE ES COMENZAR
Este proceso para logar la comunión no será posible si los miembros de la
comunidad no empiezan a reunirse en forma sistemática, asistiendo todos
cada semana con perseverancia. Por eso es que en la comunidad sólo hay
miembros. No hay huéspedes, ni visitas, ni oyentes.
Igualmente importante es preguntarse: ¿A dónde vamos?; y después de que

todos los miembros de la comunidad llegan a un consenso, es necesario
llegar un acuerdo y explicarlo, como en el matrimonio que se hace por escrito
y firma cada una de las partes, para que a nadie le quede duda de lo que se
pretende con esa unión y en este caso, para que todos sepan hacia donde
quiere caminar la comunidad.
BLOQUE 2: APRENDER A SER HERMANOS
4. RECIEN NACIDOS QUE CRECEN JUNTOS

“El que está en Cristo es una nueva creación, pasó lo viejo, todo es nuevo,
todo proviene de Dios que nos reconcilió consigo por Cristo” 2 Corintios 5,17-
18.
“En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de
Dios. Pues no recibieron un espíritu de esclavos para recaer en el temor;
antes recibieron un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abba
Padre!” Romanos 8, 14-15.
Somos hijos de Dios, creaturas nuevas, recién nacidos por el poder del
Espíritu Santo.
Dios no ha dado a su Hijo Jesús para tener una vida nueva. Nosotros lo
conocemos y lo experimentaremos como un Jesús vivo y por la acción del
Espíritu Santo lo reconocemos como nuestro Salvador y Señor.

Al aceptar a Jesús como Señor, El vive en mí y produce en mi Vida Nueva.
He dejado atrás lo viejo para convertirme a Jesús y desde este momento es
nuevo en mí.
Cada uno de nosotros es una persona creada por Dios y pensada por Él
desde la eternidad: ¡…con amor eterno nos creó…! Persona única, irrepetible,
insustituible, con un rostro, un nombre propio, una historia determinada.
Como fruto de una vida nueva debo reconocerme, aceptarme y amarme a mí

mismo como una persona nueva, nueva creación. Dios nos creó a si imagen y
semejanza. Necesitamos de la acción del Espíritu Santo y ser dóciles a Él
para irnos conociendo y aceptando.
Cuando comienza este proceso en mí necesariamente descubro que no estoy

solo, sino que existen otras personas a mi alrededor, con las cuales yo me
relacionó.
Así como un recién nacido necesita de alguien que lo cuide, lo alimente, lo

enseñe y lo acompañe en su crecimiento y desarrollo, así nosotros en este
momento necesitamos de Dios para poder caminar hacia Él, con Él y en Él; y
también necesitamos de otras personas que están viviendo como nosotros la
misma experiencia y así juntos, congregados, ayudarnos a crecer.
Es por esto que todo hijo de Dios, creatura nueva por el poder del Espíritu,
recién nacido, necesita congregarse con otros alrededor de Jesús, envueltos
en la mirada y cuidado paternal d Dios, nuestro Padre y protegidos por María,
Madre de la Iglesia.
5. CUIDARSE Y SERVIRSE UNOS A OTROS

En la vida comunitaria existen necesariamente las relaciones interpersonales.
Al estar congregadas varias personas que son creaturas nuevas, su
interrelación también necesita ser nueva: Centrada en Jesús.
Jesús nos dice en su Palabra que nos da un mandamiento nuevo: “Que se

amen unos a otros como Yo los he amado”.
Debemos descubrir el verdadero significado del amor, que implica, morir a

nosotros mismos para buscar siempre el mejor bien del otro.
Desgraciadamente, muchas veces no hemos sido formados para amar, sino

que buscamos interesadamente nuestra conveniencia o la satisfacción de

nuestras necesidades. Queremos que el otro nos dé para sentirnos bien, pero
no sabemos dar.
Por esto, al ser creaturas nuevas, somos canales del amor de Dios para los
demás y necesitamos ser canales limpios, transparentes y vacíos de nosotros
mismos, para así ser llamados por Dios y poder comunicar su amor.
Dios es amor y nosotros hemos sido creados a su imagen y semejanza.
En la vida comunitaria la prioridad es vivir el amor y como consecuencia,

servirnos unos a otros. De Dios recibimos el equipamiento para realizarlo.
“Sean humildes y amables, tengan paciencia y sopórtense unos a otros con

amor, procuren mantenerse siempre unidos, con la ayuda del Espíritu Santo y
por medio de la paz que ya los une. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así
como Dios los ha llamado a una sola esperanza. Hay un solo Señor, una sola
fe, un solo bautismo, hay un solo Dios y Padre de todos y está en todos. Pere
cada uno de nosotros ha recibido los dones que Cristo le ha querido dar. Y Él
mismo concedió a unos se apóstoles, a otros profetas, a otros
evangelizadores y a otros ser profetas y maestros. Así preparó a los suyos
para un trabajo de servicio, para hacer crecer el cuerpo de Cristo hasta que
tofos lleguemos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios. De
ese modo alcanzaremos la madurez y el desarrollo que corresponden al
estatura perfecta de Cristo”. Ef. 4, 2-11.
“Ya no seremos como niños, que cambian fácilmente de parecer y que son
arrastrados fácilmente por el viento de cualquier nueva enseñanza hasta
dejarse engañar por gente astuta que anda por caminos equivocados. Más
bien, hablando la verdad en un espíritu de amor, debemos crecer en todo
hacia Cristo, que es la cabeza del cuerpo. Y por Cristo el cuerpo entero se
justa y se liga bien por medio de los factores de unión armónica de la
actividad de todas las partes y cuando cada parte funciona bien, tofo va
creciendo y desarrollándose en amor”. Ef. 4, 12-16.
“Ustedes deben renovarse en su mente y en su espíritu y revestirse de la

nueva naturaleza creada según la voluntad de Dios y que muestra en la vida
recta y pura, basada en la verdad. Ef. 4, 23-24.
“Sean buenos y comprensivos unos con otros y perdónense unos con otros,
como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. Ef. 4, 32.

“Ustedes, como hijos amados de Dios, procuren ser come Él, condúzcanse
con amor, lo mismo que Cristo nos amó y se entregó para ser sacrificado por
nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios”. Ef. 5, 1-2.
Meditemos la Palabra de dios y a ejemplo de María, dejémosla penetrar en

nuestro corazón.
Llevemos a la práctica esta enseñanza, comenzando a vivir relaciones

nuevas, sanas y constructivas; amando y sirviendo a nuestros hermanos,
para así lograr vivir nuevos modelos de vida, para un mundo nuevo y un cielo
definitivo.
6. PROCESO DIFICIL DE INTEGRACION

Las pequeñas comunidades son un testimonio vivo del cambio que el Señor
va haciendo en la vida de las personas, pero en ocasiones podemos
preguntarnos cómo es posible que pueda haber tantos líos y dificultades en
las pequeñas comunidades.
Sin embargo, no existe ninguna parroquia en la que todas las pequeñas

comunidades sean una maravilla, ni tampoco alguna en donde no haya una
deserción significativa de los miembros de las comunidades.
Por eso, es necesario tener buenos criterios para evaluar nuestras

comunidades y no desanimarnos ante las dificultades o la lentitud con que
parece caminar la vida en la comunidad.
CRITERIOS PARA EVALUAR LA COMUNIDAD
1. La comunidad pequeña no es algo terminado, sino que está en

proceso de construcción.
Esto deber quedar claro, sobre todo entre las personas que comienzan a vivir
la comunidad pequeña. No deben esperar ni debe decírseles, que todo es
fantástico en la vida de la comunidad. Toda comunidad pasa por problemas.
Hay un momento en que termina la luna de miel, provocada por el retiro. Es el
punto en que se empieza a ver a los hermanos que se tienen juntos y se
descubren llenos de defectos.
La comunidad nace a partir de la evangelización, pero también, al igual que

sus integrantes, es como un niño pequeño que necesita ser fortalecido y
crecer.

Por ejemplo, hay comunidades que se deshacen por los chismes entre los
miembros; algunos hasta se asustan de que eso pueda suceder entre ellos. Si
se les hubiese prevenido, no solamente de que no hubiera chismes o de no
comentar lo que se dijera en las reuniones, fuera de ellas; si no de que aún
cuando se prohibiera comentar, esto iba a ocurrir y que la comunidad tendría
que aprender y encontrar formas de convivencia que resolviera estos
problemas, entonces, tal vez, la comunidad hubiera contado con mayores
oportunidades de perseverar.
2. Los miembros de la comunidad también están en proceso de

crecimiento.
Lo anterior significa que todos surgimos de la Evangelización todavía con una
serie de dificultades para relacionarnos. Tenemos una vida nueva, como
Lázaro al ser revivido por el Señor, pero estamos maniatados por tantas
vendas que nos dejan el transcurrir de la vida.
El Señor, refiriéndose a esas vendas de Lázaro, pidió que se las quitaran sus
hermanos. Igualmente, son los hermanos de comunidad los que tienen que
quitarnos muchas ataduras. Sin hermanos de comunidad no hay sanación de
esas limitaciones.
3. La comunidad es el lugar de sanación, liberación y amor.

Esto es una continuación de lo anterior. La comunidad es el lugar de sanación
de nuestra relacionalidad enferma. Muchos llegamos a la comunidad como
piedras llenas de filosas aristas y puntas hirientes. Como las piedras de un río
caudaloso, que en la desembocadura pierden todos esos filos y puntas y se
vuelven romas, redondas, así en nosotros la gracia de Dios va obrando a
través de la comunidad transformándonos en hombres nuevos, con un
corazón nuevo, capaz de relacionarse con otros, sin lastimar.
Después de varios años de caminar podremos decir: “Soy el mismo de

siempre y camino el mismo camino, pero ya no levanto tanto polvo”.
4. Algunas personas están demasiado lastimadas en su relacionalidad.

Si bien la comunidad es lugar de sanación, algunas personas están tan
lastimadas que ninguna relación comunitaria dura el tiempo suficiente como
para que experimenten algún progreso. En ocasiones el problema es tan
fuerte que la comunidad sufre o se deshace por los conflictos que produce un
solo miembro.
Hay personas que no han sido alcohólicas o drogadictas pero que, sin
embargo llevan una carga emocional que los hace equiparables a los
anteriores. Estas personas necesitan grupos especiales, capaces de
soportarlos, amarlos y ayudarlos a salir adelante, por lo que, en ocasiones, es
un poco inútil seguir insistiendo en que perseveren cuando ellas no tienen la
capacidad de continuar.
5. Las comunidades, al comenzar, requieren de un seguimiento

cercano.
Las comunidades necesitan al principio un Supervisor Externo. Este puede
ser alguien de otra comunidad, que tenga unos meses más de caminar en la
vida comunitaria que los que recién empiezan.
Este supervisor, al principio, trata de asistir a todas las reuniones y después

va espaciando su asistencia, en la medida en que se nombra y capacita al
Coordinador Interno.
Es necesario que tanto los coordinadores internos como los supervisores

externos se reúnan periódicamente con el encargado del ministerio. En estas
reuniones es importante revisar, machaconamente los elementos de la
reunión y no distraerse en otros aspectos de la vida parroquial o derivar la
junta en un retiro con un tema solamente espiritual.
BLOQUE 3: BASES CRISTIANAS

7. CONVERSION PERMANENTE
La conversión es una meta de la evangelización. Conversión debe ser una
actitud constante en nuestra vida.
 Al reconocer y aceptar a Jesús como Salvador y Señor, nos volvemos de

nuestra vida anterior hacia Él, que es el Camino, la Verdad y la Vida.
 Para poder perseverar en el camino con Jesús hacia la Vida Eterna

necesitamos convertirnos diariamente. Por esto es una actitud constante
de todo cristiano.
 Conversión no es sólo un inicio, ni sólo un fin: es el camino de salvación,

un proceso continuo, una respuesta diaria.
Al hablar de un camino, de un proceso, de una actitud constante, necesitamos

saber hacia dónde nos dirigimos. Ya sabemos de qué tenemos que
convertirnos:

 Del Pecado individual y social
 De Satanás y sus obras
 De todos los resentimientos, odios y rencores
Sabemos también cuales son los pasos de la conversión:

 Reconocimiento del pecado
 Arrepentimiento
 Confesión de pecado
 Reparación y reconciliación
Esto implica una profundización, cada vez mayor, en todas las áreas de
nuestra vida. Primero, transformación interior, realizada por Dios: “Cambio de
Corazón” y en referencia a Él, para después cambiar de vida, de actitudes de
obras, con proyección y compromiso con el mundo.
“Convertirse, háganse bautizar en el nombre de Jesús para remisión de sus

pecados y recibirán el Don del Espíritu Santo, pues la promesa es para todos.
Los que acogieron la Palabra, fueron bautizados. Acudían asiduamente a la
enseñanza de los apóstoles, a la fracción del Pan y a las reuniones de
oración”. Hechos 2, 38-42.
Sólo a la luz del Espíritu Santo podremos ir reconociendo cada día el

camino de la conversión, siendo consientes de que es un camino con inicio y
una meta.
Profundizando más y más, revisando continuamente nuestra respuesta,

levantándonos cuando caigamos y comenzando a caminar de nuevo, sin
quedarnos nunca estancados.
Conversión: Cambio de corazón, camino largo y lleno de tropiezos, pero

efectivo y verdadero, lleno de alegría y esperanza de hombres nuevos con
una vida nueva.
 Del interior al exterior:

 Cambio de mente: de criterios, de escala de valores, de ideales.
 Cambio de corazón: corazón nuevo, de carne, capaz de
responder, por amor, con fidelidad creciente.
 Cambio de actitudes.
 Cambio de vida y de obras.

 A la luz del Espíritu Santo vamos descubriendo como necesitamos
de conversión y de cambio:
 Nuevas áreas.
 Más extensión: hasta todos los rincones.
 Más en profundidad: cosas más sutiles y finas.
8. CENTRALIDAD EN EL SEÑOR
“Sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor a
Jesús a quien han crucificado”. Hechos 2, 36.
“Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios
lo resucitó, serás salvo”. Romanos 10, 9.
La Palabra de Dios dice: “crecer con el corazón”. Es muy diferente a

entenderlo o creer solamente con la inteligencia.
Al experimentar en nosotros la vida nueva que Jesús nos ha dado, sólo nos
queda hacernos a un lado, para que sea Él quien viva y reine en nosotros.
Por lo tanto ya no pertenecemos a nosotros mismos, sino que le

pertenecemos a Jesús y estamos para servirlo. Todo en nosotros: nuestra
vida, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestro cuerpo, etc.,
está sometido a Él.
Todas las personas ocupan un lugar en la vida; sí también Jesús ocupa un

lugar en mi vida, ¿Cuál?.
¿A quién pertenece? ¿Para quién vives? Tu familia, tu esposa, tus hijos, tus
padres, ¿de quién son?, Tus cosas, tus bienes, tu dinero, ¿de quién son?.
Ahora bien, hacia dentro de ti: tus ideas, tus sueños, tus aspiraciones, ¿están
sometidas a Jesús, ¿le has entregado todo, hasta lo que más te cuesta o más
de duele?.
Que Jesús sea efectivamente Señor de nuestra vida es una meta de todo
cristiano. También es un proceso diario, que implica un camino que seguir.
No basta el saber que Jesús es Señor, sino creer con el corazón y

experimentar en Jesús al Señor de señores, al Rey de reyes y más aun, lo
más importante: al Señor de mi vida, mi Señor Jesús.

No basta tampoco tener muy buenos propósitos de cambio, como en año
nuevo, es indispensable profundizar en la fe, de todo corazón, con todas las
fuerzas, con todas las ganas y todos los días.
También saber que cada día Jesús nos ira ocupando un lugar en mi vida, en
la medida que yo se la vaya entregando.
Aunque al invitar a Jesús a nuestra vida, en ese primer encuentro, Él entre

real y efectivamente, necesitamos después, día con día renovarle nuestra
invitación y aceptación. Él quiere de nosotros una confirmación diaria, una
declaración diaria.
El hacer a Jesús Señor de mi vida, al igual que la conversión permanente, es

ir entregándole todas las áreas de mi vida, cada vez con mayor efectividad y
generosidad, no sólo superficialmente, sino hasta lo más profundo y para esto
necesitamos tiempo. Poco a poco pero sin detenernos, para que se cumpla lo
Palabra: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí”. Gálatas 2, 20.
Sólo el Espíritu Santo nos da la capacidad de reconocer y proclamar a

Jesús como Señor y sólo el Espíritu Santo hará que esto vaya siendo más
real y efectivo en nuestra vida.
Así pues a la luz del Espíritu Santo, revisemos las diferentes área de nuestra
vida:
 Ideales y Metas
- ¿Cuáles son nuestras motivaciones, nuestros impulsos?
- ¿Cuáles sentimiento nos mueven y a qué, o para qué?
- Como manejamos y distribuimos el tiempo?
 Estado de vida
- Familia
- Esposo o esposa
- Hijos
 Compromiso Apostólico
 Compromiso Social
 Trabajo
 Estudio
9. DEPENDENCIA AL ESPIRITU
“Si por el Espíritu tenemos vida, caminemos en el Espíritu” Gálatas 5, 25

Caminar en el Espíritu es la característica del creyente y de las comunidades
que han recibido el Don del Espíritu en plenitud.
“Nos vamos transformando en su imagen, de gloria, por la acción del Espíritu

del Señor” 2Corintios 3, 18.
Ser iluminados, transformados, enseñados y conducidos directa y

sensiblemente por el Espíritu Santo en nuestra vida y dar testimonio, es la
situación ordinaria del cristiano. Por lo tanto, si esto es lo ordinario, debemos
aprender a caminar en el Espíritu, dependiendo y siendo dóciles a Él.
Dependencia quiere decir subordinación a un poder mayor, vivir de la

protección de otro. En otras palabras, para pos creyentes es vivir
subordinados a Dios, vivir de la protección de Dios.
Docilidad significa obediencia; ser suave y apacible para recibir la enseñanza.

Si comprendemos bien esto, descubriremos que la dependencia y docilidad
van juntas, están unidas porque es consecuencia una de la otra.
Para vivir realmente de la protección de Dios debemos obedecerlo y con

docilidad nos dejaremos enseñar y conducir por Él.
CONDICIONES PARA PERMANECER DEPENDIENTES DEL ESPÍRITU

SANTO.
 Conversión = como actitud permanente y renovada.

 Fe viva en Jesús = alimentada y creciente.
 Señorío de Jesús = efectivo en todas las áreas de nuestra vida.
 Perseverar = asiduamente en los medios de crecimiento.
- Oración personal y comunitaria.
- Frecuentar los sacramentos.
- Asistencia a la Palabra y la Enseñanza.
- Negación de nosotros mismos y aceptación de la cruz de cada día.
- Practica de las virtudes.
- Evangelizar con nuestro testimonio.
El que invoca con fe al Espíritu Santo y es dócil a sus enseñanzas, atento sus
llamadas interiores, no quedará defraudado.
Invoquemos continuamente al Espíritu Santo, a ejemplo de los apóstoles, que

no hacían ni decidían nada sin consultar antes al Espíritu Santo.

FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
 Signos inmediatos y sensibles:
- Testimonio = ungido, valiente y con poder.
- Profecía = dando mensajes de parte y en nombre de Dios.
- Lenguas = como alabanza o como proclamación de un mensaje.
- Euforia = con apariencia de estar borrachos.
 Efectos permanentes:
- La comunidad cristiana Orante – Unida – Testigo.
 Carismas para la edificación (1 Cor. 12, 8-11).
BLOQUE 4: LA EN LAS MANOS

10. DIOS TE ENSEÑA EN SU PALABRA
La Biblia misma dice: “Dios hablo a nuestros padres en distintas ocasiones y
de muchas maneras por los profetas. Ahora nos habla por su Hijo”. Heb.1, 1.
Dios envió a si Hijo. Palabra eterna que alumbra a todo hombre, para que
habitara entre los hombres y les hiciera conocer la intimidad de Dios. Un. 1-8.
La palabra de Dios por excelencia es Jesucristo mismo, el Verbo de Dios

hecho carne. Por Él y en Él, el Padre nos lo ha dicho todo.
Dios invisible, por medio de Jesús, se comunica con los hombres como
amigos y conversa con ellos para invitarlos y recibirlos en la comunión con Él.
Cristo es la plenitud de toda Revelación.

Jesús decía: “Investiguen las Escrituras, ya que creen encontrar en ellas la
vida eterna. Ellas son las que dan testimonio de Mí”. Juan 5, 39.
DE LA TRADICION CRAL A LA ESCRITURA

Dios quiso que lo que había revelado para la salvación de todos nosotros se
conservara íntegro y fuera trasmitido a todas las generaciones. Cristo mandó
a los apóstoles a proclamar a todos el Evangelio. Esta orden la cumplieron.
 Los apóstoles, por su predicación oral, transmitiendo de palabra lo que

habían recibido de la boca de Cristo, de sus obras, de lo que el Espíritu
Santo les enseñó y de la vida misma de la comunidad apostólica.
 Además de los apóstoles, otros de su generación, fueron poniendo por

escrito el mensaje de salvación, inspirado por el Espíritu Santo.
Los Apóstoles tienen como sucesores a los Obispos, quienes recibieron
su propio cargo de enseñar. Transmitiendo así la Tradición Apostólica,
la cual se mantiene en la Iglesia bajo la Asistencia del Espíritu Santo.
La tradición y la escritura están estrechamente unidas y compenetradas.
Manan de una misma fuente y se unen en un mismo caudal, como los ríos
en invierno:
 Todo el caudal en su cauce completo, es la Tradición Apostólica.
 Los bloques de hielo congelado son la Escritura. Así como el hielo es

parte del río, pero no todo el río, así la Escritura es una parte de la
Tradición Apostólica que el Señor quiso conservar de manera especial,
pero no es toda esa tradición.
La Escritura y la Tradición deben ser recibidas y veneradas una y otra con
igual sentimiento de devoción, con igual respeto, dice la Iglesia.
LA ESCRITURA PALABRA DE DIOS

La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios porque está escrita por inspiración
del Espíritu Santo.
Todos los libros, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, en todas sus
partes, fueron compuestas bajo la inspiración del Espíritu Santo.
Si Dios es el autor, nuestra actitud ante la Biblia deber ser:
 De veneración: La Iglesia ha venerado la Escritura Sagrada como l ha

hecho con el Cuerpo de Cristo.
 De acogida en la fe: Cuando Dios revela algo, el hombre tiene que

someterse en fe. necesita del Espíritu Santo, que abre los ojos y concede
aceptar y creer la verdad.
 En oración: Debe acompañar la lectura de la Biblia para que se

establezca el diálogo entre dios y el hombre.
No debemos acercarnos a la Biblia sólo con curiosidad intelectual, literaria
o histórica. Es Palabra de Salvación para quien se acerca a ella con fe´
POR MEDIO DE HOMBRES Y EN LEGUAJE HUMANO

Dios nos habla en la Biblia por medio de los hombres que la escribieron y en
lenguaje humano. Al leerla es necesario:
 Buscar lo que el autor sagrado intento decir, sgún el tiempo y la cultura de

la época en que fue escrita.

 Sacar la verdad de Dios de entre los condicionamientos históricos y
culturales de la época en que fue escrita.
 Además, hay que tomar en cuenta que dios va manifestando las cosas en
una forma progresiva, como un maestro que va enseñando cada vez más
profundamente al alumno.
 Finalmente, hay que tener en cuenta la unidad de la Biblia, la cual nunca

se contradice. Hay que considerar también la Tradición de la Iglesia (la
forma en que la Iglesia ha entiendo lo que está escrito) y la Analogía de la
Fe (Dios no puede contradecirse, un texto aclara o completa otro).
INTERPRETACION AUTENTICA DE LA ESCRITURA

Todo lo que refiera a la interpretación autentica de la Palabra, como doctrina,
está sometido en último término al juicio de la Iglesia, que tiene el mandato de
guardar e interpretar la Palabra de Dios.
El oficio de interpretar la Palabra ha sido encomendado únicamente al

Magisterio de la Iglesia. Este Magisterio no está pon encima de la Palabra,
sino a su servicio: enseña sólo lo transmitido y a la luz del Espíritu Santo, lo
explica.
Así pues, la Tradición, la Escritura y el Magisterio de la Iglesia, están

unidos y ligados de tal manera que ninguno tiene consistencia sin los otros.
El Concilio recomienda insistentemente a todos la lectura asidua de la

Escritura. Para adquirir el conocimiento supremo de Cristo, acudir al testo
mismo de la Biblia.
Desconocer la Escritura es desconocer a Cristo.
11. ILUMINACION Y ALIMENTO DIARIO

La Biblia es el primer libro e insustituible para el creyente. El libro que no se
cae nunca de sus manos.
Cada cristiano debe acudir al texto mismo de la Escritura y conocerla como

alimento del Espíritu, que da firmeza en la fe y en la fuente de la vida
espiritual. Ningún otro libro ni siquiera espiritual puede sustituirla.
Especialmente en la Asamblea adquiere su fuerza, al ser proclamada con

dignidad y unción; y escuchada con fe y devoción.

Todo creyente debe poseer la Biblia completa, y tenerla diariamente entre
las manos.
La Palabra hay que oírla, leerla, estudiarla, memorizarla. “Mandaré hambre

a la tierra…”.
OÍR Y ESCUCHAR LA PALABRA

La Palabra está hecha ante todo para ser proclamada, especialmente en la
Asamblea Litúrgica.
Cristo está siempre presente en la Iglesia, sobre todo en la Acción Litúrgica.

Cuando en la Iglesia se lee la Palabra, es Cristo quien habla.
Nosotros debemos escuchar atenta y devotamente y estar leyendo al mismo

tiempo.
LEER PERSONALMENTE
La Iglesia dice: “que la lectura de los Libros Sagrados se difunda y brille la
Palabra de Dios”. El Santo Concilio recomienda insistentemente la lectura
asidua de la Escritura. Es lamentable que desconozcamos la Biblia. “Quien
desconoce la Escritura desconoce a Cristo…”.
Hay varias formas de leer la Biblia:
 Lectura sistemática y ordenada. Debemos leer la Biblia sistemática y

programadamente, para conocerla toda. Esta lectura debe ser diaria. No
sólo por curiosidad, sino para conocer a Dios y su plan para nosotros.
Pero debe ser en oración e iluminados por el Espíritu Santo. Sólo así
descubriremos la Voz y el Plan de Dios.
 Abrir la Biblia para motivar nuestra oración con algún texto corto. A
veces sentiremos que en algún texto el Señor nos está hablando o
respondiendo muy personalmente y que, cuando abrimos la Biblia, el
Señor nos da un mensaje. Cuando esto sucede se tiene una experiencia
espiritual interior en el corazón y una seguridad de que el Señor nos está
hablando o respondiendo, pero debemos someterlo al discernimiento de la
comunidad.
MEDITAR EN RECOGIMIENTO INTERIOR

“Su Madre conservaba cuidadosamente todas las palabras en su corazón”.
Lucas 2, 51.

“La buena tierra son aquellos que, después de haber oído, conservan la
Palabra con corazón bueno y recto y fructifican con perseverancia”. Luc. 8, 15
No basta escuchar o leer la Palabra, es necesario dejarla penetrar y

meditarla:
 Cuando la escuchamos en la Asamblea, sin querer retener todas las

ideas, simplemente dejémosla penetrar suavemente, meditándola
después en silencio interior.
 Cuando a leemos personalmente, debemos hacer después una

meditación orante. Dios habla y nosotros respondemos en ese diálogo
que es la oración.
MEMORIZAR TEXTOS DE LA ESCRITURA

El fruto de tanto leer y meditar la Palabra es el que sepamos de memoria
muchos textos de la Escritura. Esto es útil:
 En el Ministerio de la Palabra (Evangelización y Catequesis), para que
predomine más la presentación directa de la Palabra que nuestras
explicaciones.
 El testimonio personal, apoyado en la Escritura.
 Para la batalla Espiritual: como el Señor que contestó con “Escrito está…”
SENTIDO INSPIRADO DE LA PALABRA

El sentido inspirado es lo que la Palabra de Dios dice y que nunca cambia ni
cambiará. Está intacto, como fue creído y confesado por los primeros
apóstoles y como es transmitido por la Iglesia.
Descubrir este sentido debe ser nuestra primera meta al acercarnos a la

Palabra, pero de nada sirve sino cuando se busca en la fe y con oración
iluminada por el Espíritu.
SENTIDO ESPIRITUAL DE LA PALABRA

La Palabra es siempre viva y eficaz y tiene siempre algo que decirnos. La
Palabra puede tener varios sentidos espirituales que contradicen el sentido
inspirado.
Debe ser fruto de una última comunión con Dios y revelado al interior por el
Espíritu.
No debe ser una explicación extravagante, ni proponerse como doctrina

universal.
NUESTRA ACTITUD ANTE LA PALABRA DE DIOS
 Debemos acercarnos con fe, en oración, atentos a la iluminación del
Espíritu Santo.
 Debemos respetar y venerar la Palabra de Dios. El mismo debe ser
tratado con respeto.
 Leerla en voz audible tiene una fuerza especial y de protección contra el
Enemigo. Debemos responder como María: “Hágase en mí, según tu
palabra”.
12. COMO LEER LA BIBLIA

Para poder adentrarnos y aprovechar la Biblia necesitamos conocerla.
COMO ESTA FORMADA

La Sagrada Escritura no es un solo libro, sino una serie de libros. Quedó
constituida desde hace 20 siglos, pero fue escribiéndose a través unos 1,500
años, por la tanto, al leer los escritos de la Biblia entramos en contacto con un
mundo muy diferente del nuestro: con sus autores, que eran hombres del
oriente; con su cultura propia; con sus modos peculiares de pensar, de sentir
y de narrar; guardando además, cada uno de ellos su manera de percibir las
cosas, su carácter y su temperamento.
Por eso el secreto para comprender un libro de la Biblia es leerlo en su

perspectiva histórica; esto es, conocer primero el ambiente cultural, social y
religioso en que fue escrito, tener luego en cuenta su sitio en la historia de la
revelación, penetrar finalmente en la personalidad del autor que lo escribió,
buscando la finalidad que perseguía al escribirlo y el genero literario que
utilizo para comunicar su pensamiento.
La Biblia se divide en dos partes: Antiguo y Nuevo Testamento. El Antiguo

Testamento está compuesto por 46 libros. El Nuevo Testamento está
compuesto por 27 libros. Cada libro se divide en capítulos y estos en
versículos.
LEERLA Y MEDITARLA DIARIAMENTE

Lo primero que debemos hacer para oír la Palabra de Dios a través de la
Biblia es empezar a leerla diariamente y hacerlo siempre en oración. Esto
aumentar en nosotros la capacidad para comprenderla y discernir lo que Dios
nos quiere decir en su Palabra, en la medida en que vaya transformando
nuestras vidas.
La lectura de la Biblia debe ser parte integral de nuestro alimento espiritual de

cada día y de nuestra vida cotidiana. La Escritura no es para leerla en vez en
cuando, como cuando nuestro marido nos lleva a comer a un restaurante en
ciertas ocasiones. Es bueno tener periódicamente una lectura intensiva de la
Biblia, pues así como nuestro almuerzo cotidiano nos nutre, de la misma
forma la lectura nos dará la fortaleza que necesitamos de dios para nuestra
vida.
La necesidad que tenemos de leer la Escritura, para oír la Palabra de Dios,

nunca acaba. De ahí que la difícil comprensión de la Escritura no debe
disuadirnos para empezar a leerla. Cuando leemos la Escritura no es para
hacer un examen al fin de me o del año; ese examen será al final de nuestras
nuestra vidas y será acerca del amor, no sobre el dominio intelectual de ella.
La Escritura nos la ha dado Dios para ayudarnos a aprobar ese examen de
amor. No debemos desanimarnos si no conocemos suficientemente la
Escritura, sino consolémonos porque Dios no la ha dado para que por medio
de ella crezcamos en la fe, esperanza y caridad junto con Él.
Para entrar en el misterio de la Palabra de Dios debemos comenzar hoy con

una lectura de 15 a 30 minutos y comprometernos a leerla fielmente todos los
días de nuestra vida, lo cual hará diferente nuestro hoy. Pero no se trata tan
sólo de leerla, sino de esperar en ella, siendo obedientes a la Palabra de Dios
que escuchamos, sabiendo, además, que hemos de necesitar ayuda practica
en las partes difíciles que encontraremos en la Escritura.
Dios mismo nos exhorta en su Palabra a ser asiduos a ella: “La llevará
consigo; la leerá todos los días de su vida, para aprender a temer a Dios,
guardando todas las palabras de este Ley y poniendo en práctica estos
preceptos“. Deuteronomio 17,19.
MANERAS DE LEERSE
A veces se sugiere leer de manera continua todo el libro o una gran parte de
él, para tener una visión general. Es bueno leer algunos de las cartas breves
de San Pablo como si leyéramos una carta que recibimos, leyendo, sin
interrupción, desde el principio hasta el fin y después volver a leerla
lentamente. Este modo rápido de leer también es apropiado para muchas
partes del Antiguo Testamento, en especial los libros históricos.
Contrario a lo anterior está la meditación intensa de cada uno de los
versículos o de unos cuentos. Se trata de que comprendamos más
profundamente cada pensamiento y que reflexionemos sobre sus
aplicaciones a nuestra vida personal. Hay versículos de la Escritura cuyo
significado no podremos agotar en una vida de reflexión.

Entre estos dos modos de leer la Escritura, está a clase de lectura que bebe
ser básica en nuestros 15 minutos diarios. Es la que no trata de abarcar cierto
número de versículos ni intenta extraer hasta la última gota del significado d
cada uno de ellos; es más bien una lectura cuidadosa, en donde uno se
detiene para reflexionar acerca del significado de lo que se lee. Es una lectura
lenta, atenta al detalle y los matices. Es una lectura libre, que permite
detenernos en cada versículo o pensamiento que nos llame la atención, antes
de continuar.
La Sagrada Escritura debe leerse despacio, saboreándola, comprendiendo

las grandes líneas del pasaje que leemos, pero también debemos estar
atentos a los detalles. Hasta el versículo más corto encierra profundidades en
su significado, por ejemplo: “Jesús lloro”. Jn. 11, 35.
La Biblia dice: “Si me aman, guardaran mis mandamientos”. La obediencia es

una parte importante en el cumplimiento de la Palabra de Jesús, sin embargo,
hay un significado más importante en el “guardar la Palabra”. El seguir a
Jesús significa escuchar su Palabra, deseando ser formado por ella,
guardándola en nuestros corazones y en nuestras mentes y obedeciéndola.
Los que “guardan la Palabra” de Jesús dejan que ella penetre en sus
corazones u les transforme.
Además del tiempo que disponemos para leer la Escritura necesitamos

reservar un tiempo para la oración personal, para la comunicación con Dios.
Muchos prefieren dedicar para la oración el tiempo posterior a la lectura de la
Escritura, de manera que la Palabra que han oído sea la base de su
conversación con Dios. Ya sea junta o separadamente, es muy importante
que reservemos un tiempo para la lectura y un tiempo para la oración.
“No se aparte el libro de esta Ley de tus labios; medítala día y noche; así
procuraras obrar en todo conforme a lo que en él está escrito y tendrás suerte
y éxito en tus empresas” Josué 1, 8.
BLOQUE 5: IDENTIDAD CATOLICA EN LA IGLESIA

13. PERTENECER A UNA PARROQUIA
Una parroquia, más que un territorio, es una porción del Pueblo de Dios, con
el Párroco como pastor propio donde debe formarse una verdadera
comunidad unida y solidaria, evangelizada y evangelizadora, es decir,
parroquia misionera, en estado permanente de misión, llevando el anuncio de
la Buena Nueva de la salvación a todo el territorio parroquial y cada persona,
para que todos tengan un encuentro personal con Cristo como Salvador y

Señor, con experiencia de salvación y de un nuevo nacimiento, para vida
nueva por la acción vivificadora del Espíritu Santo.
La Parroquia no es el territorio, ni el templo o la capilla donde se celebran los

servicios religiosos, ni los sacerdotes, sino el Pueblo de Dios como
comunidad de los discípulos de Cristo que dan testimonio con su vida y su
palabra de la presencia de un Dios vivo.
La Parroquia es una comunidad evangelizadora, una comunión de

comunidades, intensamente misionera.
Una Parroquia comunidad evangelizadora debe tener un plan pasparol que
cumpla integralmente la misión de la Iglesia, como Jesús quiso fundarla; con
la misión y elementos que señaló:
 Como la primera Iglesia escrita en el Nuevo Testamento, especialmente

en los Hechos de los Apóstoles.
 Como se nos pide en el Concilio Vaticano II ye en los Documentos

posteriores.
EL PLAN PASTORAL ES EL SIGUIENTE:

0. PREPARACION
1. EVANGELIZARON
2. DISCIPULO + APOSTOLADO
a. Comunidad a- Intraeclesial
b. Catequesis b- Intrasecular
c. Sacramentos c- Religioso y social
3. TRANSFORMACION SOCIAL
Con cada paso del Plan Pastoral la Parroquia, estructurada por sacerdotes y
ministerios, quiere ir a todos y darles todo.
Quiere construir la comunión y comunidad como Pueblo de Dios y Cuerpo de

Cristo, en tres niveles concéntricos:
1. La pequeña comunidad = con personas ya evangelizadas.
2. El Señor = para llegar y atender mejor a todos y para congregar las
comunidades y formarlas.
3. La comunidad Parroquial general, que la forma:
- Todas las personas evangelizadas, que perseveran en comunidad y que
colaboran en algún servicio apostólico.

La Parroquia de la Resurrección, nuestra parroquia, está dentro de la
Arquidiócesis de México, cuyo Arzobispo es el cardenal Ernesto Corripio.
Pertenece a la VI zona pastoral, cuyo Vicario Episcopal es Monseñor
Francisco Ma. Aguilera; erigida como parroquia el 3 de marzo de 1984, siendo
Párroco el P. Alfonso Navarro MspS.
Los límites de la Parroquia son:

 Al Sur; la Carretera México – Ajusco.
 Al Norte: la Calle 8 (Homun) y la curva de la vía del tren.
 Al Oriente: la Calle Chicoasén.
 Al poniente: el Arroyo Eslava.
Está dividida en 12 sectores, para un mayor conocimiento y una mejor

atención de toda la feligresía, con un equipo de personas para el servicio de
todos.
Esta es nuestra parroquia y a ella pertenecemos. Es importante conocerla y

sentirnos parte de ella. Pertenecer y participar activamente, formando un solo
cuerpo.
14. VIDA PARROQUIAL

En el territorio de la Parroquia viven muchísimas personas. La mayoría de
ellas fueron bautizadas de pequeñas y se llaman católicos. Son la feligresía
de la Parroquia.
De todas estas personas, algunas, a pesar de haber sido bautizados, ni

siquiera quieren hablar de Dios, mientras que a otras no les interesa lo que
sucede en la Parroquia.
Por ello llamamos evangelizados o comunidad parroquial a las personas que

han hecho una decisión adulta de adherirse a Cristo y de participar en la
Parroquia.
El conjunto de acólitos debemos reflejar el rostro de Jesús. Somos su cuerpo.

Para eso, los que no se paran por la parroquia deben regresar y los que si
acuden deben comprometerse. Tenemos que ser entre todos, lo que Dios
quiere que seamos.
Somos como un rompecabezas donde muchas piezas están perdidas y

muchas de las que si están en la caja están defectuosas. Los que nos hemos
evangelizado hemos descubierto que no reflejamos el rostro del Señor hasta
que todas las piezas estén en su lugar y las que vayan volviendo se resanen,
de tal manera que recuperen la figura de Cristo, que es la única que debemos
reflejar.
Para eso, las pocas piezas que van colocándose en un lugar deben colaborar
para traer a todas las demás. Todas deben prestar un servicio…
 Algunas trayendo las piezas que andan dispersas o perdidas. A esa clase
de trabajo le llamamos ministerio de Evangelización es el trabajo en
misiones, retiros de evangelización, etc.
 Luego se trata de unir las piezas unas con otras. Es el trabajo del
ministerio de Comunidades y de los sectores en general.
 A las piezas se les debe hacer fuertes para que no se vuelvan a desunir, a
dispersar y a perder. Es el trabajo en la Catequesis.
 A las piezas hay que enseñarles a ayudarse unas a otras, prestándose
múltiples servicios materiales y sociales. Es todo el trabajo del ministerio
de la Acción Social.
 Finalmente, las piezas todas tienen la finalidad de gozarse y celebrar que
el rompecabezas se va uniendo. Es la Liturgia, culminación de la fe.
Además, la piezas pueden tener situaciones especiales: algunas son
familiares o Jóvenes. Otras tienen ciertos problemas, como el caso de los
enfermos o quienes tienen situaciones de pandillerismo y drogadicción.
La Parroquia organizando todas estas áreas… En este tema hay que explicar
lo concreto de cada parroquia:
 Cómo está estructurada: tipo de sectores y ministerios.
 Cómo funcionan, en términos generales, los sectores y ministerios.
 Cuáles son los diferentes campos ministeriales que hay.
 Qué tipo de trabajo hay en los sectores, para que en cada uno de ellos
se vivan todos los campos ministeriales.
 Cómo puedo empezar a colaborar.
15. EUCARISTIA = CELEBRACION DEL PUEBLO DE DIOS

La vida cristina y la vida parroquial tienen su momento culminante en la
celebración Eucarística.
La Eucaristía es el centro de la vida del Cristiano, pero ella supone una fe

viva, supone una experiencia d conversión y de encuentro con el Señor.
Dice el Documento de Puebla: “Las celebraciones litúrgicas suponen

iniciación en la fe mediante el anuncio evangelizador, la catequesis y la
predicación bíblica” DP 927.

En el plan de Dios no era suficiente el que cada uno de nosotros se
evangelizada y le rindiera culto a Él. Su plan implicaba formar con todos y
cada uno de los cristianos un solo pueblo.
Este pueblo, esta comunidad de fieles, debería unirse de tal manera que diera
testimonio ante los demás de aquello que ellos poseen y los demás no. La
comunidad cristiana estaría así íntimamente unida.
Finalmente, este pueblo unido celebraría su fe en torno a Dios. Así como los
Israelitas, después de las victorias, se congregaban todos frente a sus
dirigentes, así el pueblo nuevo de Dios, victorioso para siempre de las
tinieblas, se congregaría en torno a Jesucristo, celebrando su fe en la
Eucaristía.
Por esto es una incongruencia que nos importe poco la celebración

Eucarística. Sólo la persona salvada por la vida nueva en Jesús tiene motivos
para reunirse a celebrar su fe.
Sólo el cristiano que ha dado un sí a Cristo y está consciente de que Jesús

vive en él, es quien se da cuenta de la importancia que tiene el que Cristo
haya tomado las formas del pan y el vino para presentarse frente a nosotros y
que nosotros le comulguemos.
La Parroquia, que es una comunidad de fieles que han encontrado a ese

Jesús, no puede pasar por alto la Eucaristía. Por el contario, la mayor
expresión de su vida parroquial tendrá que ser precisamente la Eucaristía.
“La liturgia es el culmen hacia el que tiende la acción de la Iglesia y al mismo

tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza. Las labores apostólicas se
ordena a que todos habiendo sido hechos hijos d Dios por la fe y el bautismo,
se congreguen y alaben a Dios por medio de la Iglesia, participen en el
sacrificio y coman a la Cena del Señor” SC 10.
LA COMUNION CELEBRA SU FE
Rara vez puede uno celebrar algo solo y casi nunca buscamos desconocidos
cuando tenemos algo que celebrar. En cambio, es con la familia, si las cosas
marchan bien o con los amigos, en donde podemos celebrar y pasar a gusto
los mejores momentos de la vida.
Igual sucede con la celebración de la Eucaristía. Jesús no se siente a gusto

haciéndose presente ante desconocidos. Desconocidos para Él y
desconocidos entre sí.
Es difícil llevar adelante una fiesta o una reunión donde los asistentes no se
conocen. Habría por lo menos que presentarse primero.
La Eucaristía supone que los que están presentes conocen a Jesús y se

conocen entre sí. Y aún más, supone que ese conocimiento los ha llevado a
un compromiso tal como no puede haber otro sobre la tierra.
Nuestras Eucaristías van a dejar mucho que desear en el corazón de Dios

hasta que los que nos reunimos podamos ser verdaderamente familia.
Decimos que la Eucaristía es un banquete de familia, un anticipo del

banquete eterno tras las bodas del Cordero al final de los días. Pero, como no
nos conocemos, como no somos familia, parece que en cada banca de la
Iglesia se llevan a cabo los domingos un montón de comidas particulares
como en cualquier restaurante.
Podemos decir que la Eucaristía la preparamos con todos nuestros esfuerzos

de construir la comunidad a nivel parroquial, sectorial y pequeña comunidad.
NUESTRA PARTICIPACION EN LA EUCARISTIA

Supuesto que somos comunidad, la Iglesia nos invita a que en la Eucaristía
no estemos como espectadores mudos que se sienten extraños en algo que
no entienden. Al contrario, quiere que nuestra participación sea consciente,
plena y activa.
 Consciente y plena, porque comenzamos a comprender bien la misa y

nada de lo que sucede en ella nos es desconocido.
 Activa, porque participamos con aclamaciones, con canto, con la

salmodia y con nuestras acciones, gestos y posturas corporales.
 Piadosa, porque participamos en una unión profunda con Dios y entre

nosotros. Porque actuamos nuestra fe en lo que estamos haciendo,
porque nos dejamos instruir por la Palabra y nos ofrecemos a nosotros
mismos junto con el Señor, hostia inmaculada; y finalmente, porque
participamos del alimento que se nos da.
El domingo, día del señor, es cuando los fieles se reúnen a escuchar la

Palabra y participan en la Eucaristía, celebrando el memorial de la pasión,
resurrección y gloria dl Señor y para dar gracias a Dios. Es día de fiesta
primordial, día de gozo y de descanso. Es el día de la gran asamblea de

los fieles a la que se le debe dar todo su valor y relevancia, con todo su
sentido parroquial.
La Misa es, decíamos, un acto de culto comunitario y por consiguiente,

deben aparecer las actitudes y las acciones correspondientes, de tal
manera que los que celebramos demos testimonio de ser comunidad,
nuestra fe y nuestra devoción deben expresarse comunitariamente en
gestos concretos.
La Misa debe ser realmente una “celebración festiva”, respetuosa de las

normas litúrgicas pero con la espontaneidad y libertad de hijos en la casa
de su Padre y sensibles al movimiento del Espíritu. Integrando
armoniosamente lo ritual y lo espontáneo, lo personal y lo comunitario, la
palabra y el silencio, la recitación y el canto, lo sereno y lo festivo, la
adoración callada y el gozo exultante, la palabra humana y las
manifestaciones del Espíritu.
BLOQUE 6: TESTIGOS Y APOSTOLES

16. CRISTIANO = TESTIGO
Una persona evangelizada, que ha tenido un encuentro personal con el Señor
y ha reavivado el Don del Espíritu, se convierte en un testigo de Jesús para
los demás.
Un testigo de Cristo es el que ha tenido un encuentro auténtico y vivo con el

Señor Resucitado y ha experimentado por la entrada de Jesús en su vida,
salvación, liberación y vida nueva.
Dar testimonio y anunciar la Buena Nueva es vocación fundamental del

Cristiano; encargo de Jesús a sus discípulos, con vistas a la extensión y
construcción del Reino de Dios.
Para que nuestro testimonio sea fecundo, necesitamos primero vivir antes
que hablar; y los demás necesitan ver antes que oír. Si se nota lo que
vivimos, los propios hechos hablarán por nosotros, si no se nota, de nada
servirán las palabras.
El Espíritu Santo, como poder de Dios, es la condición indispensable para dar

testimonio del Señor Resucitado y para cumplir la misión de anunciar la
Buena Nueva.

Por más auténtico y verdadero que sea el testimonio, no penetra en el
corazón y no transforma si no está apoyado y si no es expresado en el poder
del Espíritu.
“Os digo que si éstos callan, gritarán las piedras” Lucas 19, 40.
“No podemos nosotros dejar de comunicar lo que hemos visto y oído”

Hechos. 4, 20.
“Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda creatura” Marcos
16 15.
El que ha sido evangelizado, evangeliza a su vez. Da testimonio y

anuncia. Es testigo con poder del Señor Resucitado.
Da testimonio primero con su vida, en su situación concreta, en su medio

ambiente natural: en su familia, en su trabajo, con sus amigos, con sus
vecinos. Esto provoca que los demás noten un cambio y se acerquen a
preguntar el por qué del mismo y es entonces cuando se da testimonio de
palabra: de lo que Dios ha hecho y sigue haciendo en su persona y en su
vida.
El testimonio no es lo que yo hago, sino lo que Dios hace en mí; por lo tanto,
dar testimonio de Jesús es presentarlo a Él, no a mí mismo.
“Ve y comunica lo que el Señor ha hecho contigo” Lucas 8, 39.
Gana a otros primero por el testimonio de cambio de tu vida y con la palabra

nuestra y testifica a un Cristo vivo, a quien te has encontrado y ha
transformado tu vida.
El cristiano testifica de Cristo:

 Que su testimonio es verdadero – Jn 5, 23-24.
 Que Jesús es Señor – Jn 14, 6-7; Rom 10, 9-11.
 Que Dios está con Él y en Él – Jn 5, 36-37; Jn 3, 35; Jn 10, 30.
 Que ha venido a salvarnos – Jn 10, 9-11; Jn 4, 42.
 Que somos creaturas nuevas con Él – Gal 4, 7; 2Cor 5, 17.

17. FERMENTO EN EL MUNDO
Hemos recibido el Don del Espíritu para ser testigos y nuestra misión es
evangelizar. Ya sabemos lo que es ser testigo, ahora necesitamos vivirlo.
Dice su Santidad, Juan Pablo II, que la misión fundamental se la familia es

custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participación real
del que Dios tiene a la humanidad y del amor de Cristo Señor por la Iglesia,
su esposa. Esta misión se refiere a los siguientes aspectos:
 Formación de una comunidad de personas, que su principio y su fuerza

es el amor. Todos los miembros de la familia tienen la gracia y la
responsabilidad. La comprensión, la tolerancia, el perdón y la
reconciliación.
 El servicio de la vida, en la transmisión de la vida y la educación.
 La educación de los hijos en los valores esenciales de la vida humana:

sentido del verdadero amor y verdadera justicia, justa libertad ante los
bienes materiales, solicitud sincera y servicio desinteresado hacia los
demás, donde sí mismos, con comunión y participación vividas
cotidianamente, educación sexual clara y delicada. Iniciación cristiana y
escuela de seguidores de Cristo.
 Participación en el desarrollo de la sociedad: Primero aportando a la

sociedad su propia experiencia de comunión y participación. La promoción
de una auténtica y madura comunión de personas en la familia, como
ejemplo y estímulo para las relaciones comunitarias más amplias en un
clima de respeto, justicia, diálogo y amor.
 Participación en la Vida y Misión de la Iglesia: La familia, insertada en

el misterio de la Iglesia, siendo ella misma una “Iglesia en miniatura”, ha
de participar a su manera, en la misión de salvación propia de la Iglesia,
poniendo a su servicio, así como al de la sociedad, su propio ser y obrar,
en cuanto comunidad íntima de vida y amor.
La familia cristiana es comunidad creyente y evangelizadora, comunidad de

diálogo con Dios y comunidad al servicio del hombre. Entonces es aquí donde
debemos ser fermento y hacer con nuestro testimonio, que nuestra familia
sea verdaderamente cristiana.
Debemos asumir las responsabilidades de nuestro estado de vida y vivirlas

con plenitud.
También debemos ser fermento en la sociedad en que vivimos. Es lo que se
llama “animar cristianamente el orden temporal”.
Animar es lo mismo que dar vida, con valores cristianos, al mundo en que
vivimos. Comienza con la familia, pero va mucho más allá. Significa ser un
agente de cambio. Nuestra tarea es que los valores cristianos se vivan en
todas las estructuras humanas; familia, manzana, sector, colonia, ciudad,
país, etc.
Para este trabajo:

 Debemos organizarnos. No bastan las acciones individuales.
 No basta combatir los efectos de los grandes males, sino de ir a las
causas, inclusive las sociales y políticas.
 Debe hacerse este trabajo con medios cristianos. Con el amor y no con el
odio, con la paz y no con la violencia.
Ser verdaderas creaturas nuevas, testigos de Jesús Resucitado, con el poder

del Espíritu Santo, para vivir realmente nuevos modelos de vida, para crear
un mundo nuevo: el Reino de Dios.
18. COMPROMISO EN LA PARROQUIA

La palabra Apóstol significa enviado. Ser enviado impone un llamado de
Dios. Todos somos apóstoles pues todos hemos sido llamados por Dios, por
lo tanto, la vocación apostólica es para todos.
El Papa dice en el documento Evangelii Nuntiandi que “la Evangelización es

la misión esencial de la Iglesia, su identidad más profunda, su gracia y su
vocación propias. La Iglesia existe para envangelizar” EN14.
La vocación de la Iglesia es evangelizar, esto quiere decir que fue llamada y

enviada para evangelizar.
“Tengo que anunciar al Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he
sido enviado” Lucas 4, 43.
“Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” Marcos
16, 15.
“Id pues y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre

del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todo lo que
yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta
el fin del mundo” Mateo 28, 19-20.

Los seglares realizan su apostolado en 3 campos:
1. Testimonio de vida, en la familia, trabajo y estudio. Testimonio de

palabra, aprovechando toda ocasión para dar razón de su esperanza.
2. Restauración y animación cristiana del orden temporal, transformando

las estructuras: familia, trabajo, sociedad.
3. Colaboración con el apostolado jerárquico en la pastoral

evangelizadora. Aquí el sacerdote es cabeza y el seglar colaborador. En
los campos anteriores, el seglar es cabeza y el sacerdote asesor.
Existen varias posibilidades en el apostolado organizado de los

seglares:
 TIEMPO DISPONIBLE:
- TODOS = Unas horas de su tiempo disponible.
- ALGUNOS = Medio tiempo, mañana o tardes diarias.
- OTROS = Uno o dos años a tiempo completo.
- POCOS = A tiempo completo.
 LAS PERSONAS QUE TRABAJAN EN EL APOSTOLADO A TIEMPO

COMPLETO PUEDEN SER:
- COLABORADORES = 10 horas a la semana, tendiendo a medio
tiempo.
- COMPROMETIDOS = Tiempo completo definido (tales días,
tales horas).
- CONSAGRADOS = En principio de por vida, con disponibilidad
total, sometidos a la autoridad del Párroco y del obispo.
LAS PERSONAS CONSAGRADAS QUIEREN VIVIR:

 El Evangelio hasta sus últimas consecuencias.
 Compromiso comunitario con otras personas consagradas.
 Total disponibilidad apostólica.
 Santidad con más intimidad.
Todos hemos sido llamados a ser apóstoles y necesitamos descubrir lo que el

Señor nos pide a cada uno, para responder con generosidad.

HOJA DE TRABAJO
SEMANA DE LECTURA DEL TEMA
Al terminar de leer el tema se realizará la siguiente dinámica:
 Cada tema está dividido en partes con subtítulos. El que está
leyendo dirá el primer subtítulo y cada quien expresará, a su parecer,
cuál es la idea más importante de esa porción de tema. Si no
recuerda, podrán leer de nuevo es parte. Continuarán haciendo lo
mismo con los demás subtítulos.
 Cada quien dirá que idea le parece más importante de todo el tema.
 Todo el que recuerde alguna cita Bíblica que se relacione con el

tema, lo expresará.
TAREA:
Traer para la siguiente semana, algún otro pasaje o cita bíblica que se
relacione con el tema y que no se haya mencionado la presente reuion.
SEMANA DE VIVENCIA DEL TEMA

 Compartir los pasajes o citas bíblicas que cada quien traiga de la
semana pasada.
 Responder las siguientes preguntas:
 ¿Qué situaciones he vivido desde mi evangelización,
relacionadas con el tema que vimos la semana pasada?
 ¿Qué aplicaciones puede tener este tema en las situaciones
de personas como nosotros?
 ¿Cuáles me parecen a mí los obstáculos más frecuentes que
tiene este tema para llevarlo a la vida?
 ¿Qué aplicación le puedo dar al tema durante el transcurso de
la próxima semana?
SEMANA DE REVISION DE LOS TEMAS DEL BLOQUE

 Según yo, ¿Qué relación hay entre los tres temas de bloque?
 ¿Cuál es la relación entre el primero y el segundo tema?
 ¿Cuál es la relación entre el primero y el tercero?
 ¿Cuál es la relación entre el segundo y el tercero?
 Vistos ya en su conjunto, ¿Cuál es para mí la idea central o más

importante de los tres temas del bloque?
 ¿Qué es lo que me parece más difícil de comprender de todo lo que
se vio en este bloque?
 En alguno de los temas del bloque, ¿hay alguna verdad que para mí
era totalmente desconocida?
 Si yo quisiera ponerle un título diferente al bloque, ¿Qué título le
pondría?
SEMANA DE REVISION DE LA VIVENCIA DE TODO EL BLOQUE

 ¿He tratado de aplicar el primer tema del bloque a mi experiencia de
vida?
 ¿Qué resultado he tenido?
 ¿Qué es lo que se me ha hecho más difícil?
 ¿Hay alguna situación que puedo expresar como testimonio?
 Hacer las mismas preguntas para los otros bloques.

 Si yo le explicara este bloque a un nuevo evangelizado, ¿Cuál sería el
principal consejo que le daría en el momento de aplicarlo a la vida?

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CONTENIDO

Bloque 2: Aprender a ser Hermanos

Bloque 3: Bases Cristianas

Bloque 4: La Biblia en las manos

Bloque 5: Identidad Católica en la Iglesia

Bloque 6: Testigos y Apóstoles

Hoja de trabajo General 0

 En la pequeña comunidad, enfrentando los diversos problemas

 En la vida cristiana, haciéndole comprender que debe vivir una

 En la vida parroquial, descubriendo lo que significa pertenecer a la

 En el compromiso apostólico, tomando conciencia de su papel de

Esta hoja dará la posibilidad de aplicar a la vida el tema visto la semana

Parroquia Sagrado Corazón de ~ 2 ~ Jesús (Catedral) Pto. Barrios.

2. La siguiente semana, durante el tiempo de estudio, se siguen las

3. Al final del bloque se dedica una semana a revisar la asimilación de todos

4. Finalmente, una semana después, se revisa la vivencia de todo el bloque,

Queda así el calendario de cada bloque:

El Sacerdote Párroco o los encargados del ministerio de Catequesis, de

Resulta sumamente importante que en todo momento se consideren los

Por lo anterior, es necesario revisar continuamente si se están cumpliendo los

Parroquia Sagrado Corazón de ~ 3 ~ Jesús (Catedral) Pto. Barrios.

BLOQUE 1: REUNION DE LA COMUNIDAD

La pequeña comunidad es indispensable para la vivencia cristiana plena, el

Estas pequeñas comunidades son lugar de alabanza a Dios, de mutua

La comunidad se define como: “agrupación estable, orgánica y fraternal de

La comunidad se vive día a día y de esta manera se va construyendo,

La comunidad es lugar de salvación, en donde se acompañan unos a otros

La comunidad está formada por personas; y cada una de éstas personas

Parroquia Sagrado Corazón de ~ 4 ~ Jesús (Catedral) Pto. Barrios.

Sólo a través de la experiencia y vivencia comunitaria lograremos perseverar

Aprendamos juntos una nueva manera de vivir, de trabajar, de servir, de

La experiencia comunitaria debe ser nuestra experiencia de vida y debe haber

En la reunión se tienen tres elementos fundamentales, además del inicio y el

Normalmente se tienen cuatro reuniones comunitarias en un mes. En cada

2. ORACION DE ALABANZA (30 min.)

Durante el tiempo de alabanza puede haber alguna lectura de un texto corto

Lo más importante de este tiempo es la alanza y acción de gracias a Dios y

3. ESTUDIO (60 min.)

Esta temática está programada y tiene un sistema organizado. Su objetivo es

Metodología: Cada curso está dividido en temas y en cada tema deberán

4. LA EDIFICACION ESPIRITUAL (90 min.)

Construir el cuerpo y crecer en el Señor hasta la talla adulta en Cristo Jesús,

Edificarse espiritualmente es lo mismo que caminar de la mano en el camino

La edificación espiritual es la tarea principal de la comunidad. Es lo que

El motor y el vehículo es el Espíritu Santo, que derrama su amor y produce

La meta y el fruto de la edificación espiritual serán la comunión en todos los

La edificación espiritual tiene muchos aspectos y elementos que beben ir

SOLIDARIDA SOCIAL Y MATERIAL (90 min.)

 VER (30 min.)

 JUZGAR (30 min.)

Esto es el campo evangelizador propio del seglar: la restauración y animación

La soberanía de Dios Creador sobre todos los bienes, el señorío de Jesús

5. FIN DE LA REUNION: ORACION DE UNOS POR OTROS

LOS PASOS DE LA COMUNIDAD

1. La Pseudo-comunidad: Es lo que no es comunidad, pero lo parece. Es,

En ese momento todo es color de rosa, es perfecto, sin embargo, no

2. El Caos: si el grupo se sigue reuniendo, tarde o temprano habrán de caer

Entonces es cuando comienzan a expresar su autentico sentir, con

En los jóvenes el tiempo de la pseudocomunidad es corto. Como el joven

Hay gente tímida que se atreve a hablar y cuando lo hace, es demasiado

Esta segunda etapa es necesaria, porque entonces empieza a haber

3. Aceptación Incondicional: Es el momento de aceptar al otro tal y como

Sin embargo, los padres, los esposos, amigos, educadores y miembros de

A la gente ni se le aprueba ni se le desaprueba, porque quien se adjudica