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Tema 01. La concepción del espacio geográfico.

Corrientes actuales del


pensamiento geográfico.
Introducción
A lo largo de este tema realizaremos una aproximación al concepto de espacio
geográfico, a las características y peculiaridades que lo definen y a los diferentes
tipos que lo componen. Analizaremos, además, el origen de la geografía y su
transformación hacia una disciplina científica configurada a partir de la
multiplicidad de las corrientes del pensamiento geográfico. Finalizaremos
nuestra exposición mostrando la importancia y el sentido de la enseñanza de la
Geografía en la educación actual.
El desarrollo de este tema seguirá el siguiente esquema:
1. La concepción del espacio geográfico
1.1. En torno al concepto de geografía
1.2. El espacio geográfico
1.3. Fuentes de información
2. Corrientes actuales del pensamiento geográfico
2.1. Evolución del saber geográfico hasta el siglo XIX
2.2. El nacimiento de la geografía moderna
2.3. Principales paradigmas de los siglos XIX y XX
2.4. El pensamiento geográfico tras la Segunda Guerra Mundial
2.5. La geografía a comienzos del siglo XXI: situación y perspectivas de futuro
3. Didáctica de la Geografía: principales recursos didácticos y uso de las TIC
4. Conclusión
5. Bibliografía

De acuerdo con el Decreto 83/2013, de 4 de julio, que establece el currículo en


la Educación Secundaria Obligatoria y en el Bachillerato en la Comunidad
Autónoma de Canarias, este tema contribuye al desarrollo de las asignaturas de
Geografía e Historia en 1º y 3º de ESO y Geografía en 2º de Bachillerato.

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1. La concepción del espacio geográfico
1.1. En torno al concepto de geografía
Atendiendo a Estébanez Álvarez, en La Geografía Humanística (1982), la
geografía puede definirse como “la ciencia que estudia las variaciones de las
distribuciones de los fenómenos de la superficie terrestre (abióticos, bióticos y
culturales), así como las relaciones del medio natural con el hombre y de la
individualización y análisis de las regiones de la superficie de la Tierra”.
A nivel metodológico, la geografía como ciencia, debido a su naturaleza
heterogénea y multidisciplinar, se sustenta en un conjunto de principios
interrelacionados entre sí, que son los siguientes:
 Principio de localización y distribución: según este principio, la geografía
estudia los fenómenos en su distribución espacial, de ahí la importancia de
su localización en el mapa. Fue enunciado por Ratzel.
 Principio de comparación y generalización: este principio indica la
necesidad de comparar los fenómenos geográficos en distintas partes de la
Tierra. Fue estudiado por Carl Ritter y Vidal de la Blache.
 Principio de relación: establece que los fenómenos geográficos están
interrelacionados. Este principio fue defendido por Jean Brunhes.
 Principio de explicación causal: sostiene que para explicar un fenómeno
geográfico es preciso investigar sus causas. Fue sustentado por Alexander
von Humboldt.
A nivel epistemológico, la diversidad de saberes que aglutina la geografía
dificulta la delimitación de su ámbito de actuación. Pero podemos concretar que
el objeto de estudio específico de la geografía es el espacio, ya que esta ciencia
se aproxima a los fenómenos sociales y naturales desde una perspectiva
espacial.
1.2. El espacio geográfico
Atendiendo a Aguilera en Fuentes, tratamiento y representación de la
información geográfica (2003), el espacio geográfico es el medio en el que el
ser humano desarrolla su actividad y, el espacio físico es el componente
material (elementos físico-naturales) del espacio geográfico. Este último,
presenta dos ámbitos: el espacio natural, donde no interviene el ser humano; y
el espacio socio-económico, resultado de la acción humana sobre el medio
físico.

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Algunas de las características que definen al espacio geográfico son las
siguientes:
 Es relativo; cada individuo o grupo social configura su propia concepción del
espacio.
 Es dinámico; se transforma con el tiempo en la medida en que los diferentes
agentes, naturales o humanos, actúan sobre él.
 Es localizable; mediante unas coordenadas geográficas.
En esta línea, cabe destacar que la parte visible del espacio geográfico es lo que
denominamos como paisaje y dependiendo del valor característico de un
determinado espacio geográfico se puede establecer diferentes clasificaciones,
por ejemplo: espacio político, espacio aéreo, espacio marítimo, espacio
industrial, etc.
Además, el espacio geográfico está compuesto por diferentes unidades
que permiten individualizar un espacio respecto de otro: por ello podemos
hablar de la “región” o del “territorio” como espacios geográficos concretos,
con características propias y límites. Por tanto, el estudio del espacio geográfico
se realiza a diferentes escalas cuyas gradaciones van desde lo local, territorial o
regional hasta lo nacional, continental y global.
2. Corrientes actuales del pensamiento geográfico
2.1. Evolución del saber geográfico hasta el siglo XIX
Desde la Antigüedad, todas las sociedades han promovido el desarrollo de su
propia "cultura del espacio". Así nació, en la Grecia Clásica, la denominada
“imaginación del espacio”; campo del conocimiento al que no se tardó en llamar
geōgraphía (descripción de la Tierra), en la escuela griega de Alejandría. En su
concepto del espacio, los griegos distinguían entre un macrocosmos (el
universo) y un microcosmos (el ser humano y su entorno).
Los primeros geógrafos fueron Heródoto, interesado en situar los
conocimientos históricos en su contexto territorial y Eratóstenes que fue el
primero en idear un método de localización de los lugares con cierta precisión.
El pragmatismo que caracterizó al mundo romano también tuvo su reflejo en la
geografía, ya que su estudio se concibió de una forma menos teórica y mucho
más funcional, con carácter utilitario. Fue Ptolomeo quien mayores
contribuciones hizo al acuñar los términos de “longitud” y “latitud”.
Con la llegada de la Edad Media se produjo un retroceso considerable en
Europa debido al dogmatismo teológico imperante. No fue hasta el siglo XV
cuando se recupera la tradición geográfica grecorromana que, junto a el

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progreso de las técnicas de navegación, llevaron a la geografía a un nuevo nivel,
sobre todo, de la mano de la cartografía. Las obras más representativas del
Renacimiento tienen que ver con esa necesidad de cartografiar el mundo
recientemente descubierto. Destacan el Atlas (1595), de Gerardus Mercator y la
Cosmographia (1544), de Sebastian Münster.
La revolución científica del siglo XVII favoreció un nuevo impulso de la
disciplina, gracias, sobre todo, al desarrollo de la navegación. Un claro ejemplo
es la figura de Varenius, con su Geographia Generalis (1650). En el siglo XVIII se
vivió un nuevo parón metodológico, considerándose la geografía como un saber
meramente descriptico y enciclopédico.
2.2. El nacimiento de la geografía moderna
La conformación de la geografía moderna fue un fenómeno resultante de un
lento y continuo proceso de construcción, que comenzó en la segunda mitad del
siglo XIX y que llegó hasta el primer tercio del XX. Dicho proceso se inició en el
campo de las ciencias de la naturaleza de la mano de dos figuras claves de la
filosofía idealista del romanticismo alemán:
Alexander von Humboldt, quien en su obra El Cosmos. Ensayo de una
descripción física del mundo (1851) entiende a la Tierra como un “todo
orgánico” y a la geografía como una ciencia de síntesis en la que se aplican
métodos de otras disciplinas afines (desde la geomorfología hasta la botánica); y
Karl Ritter, que centró el foco de su atención en la explicación de las relaciones
hombre-medio, desde una óptica más social. Ambos geógrafos son
considerados los “padres” de la geografía física y humana respectivamente.
A la consolidación de la geografía como ciencia contribuyó la
institucionalización de la Geografía, con el nacimiento de Escuelas Geográficas
nacionales y la implantación de la enseñanza de la Geografía en las
Universidades. Así pues, la formación de una comunidad científica, la definición
de un campo de conocimiento y la posterior elaboración de un objetivo para el
mismo constituyeron los elementos más importantes para que se diera el
nacimiento de la geografía moderna.
Esta fue, en sus comienzos, una disciplina algo difusa que apareció como
un vasto campo de conocimientos de predominante orientación física. La
primera oleada de geógrafos universitarios llegó caracterizada por la disparidad
de sus procedencias; entre ellos destacaron el geólogo Richthofen, el físico
Morris Davis, el médico Siegfried o el historiador Vidal de la Blache, entre otros.

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2.3. Principales paradigmas del siglo XIX y comienzos del XX
 El positivismo y la escisión de la geografía
El positivismo, enunciado por Auguste Comte, planteaba un riguroso método
científico basado en la observación y cuyo objetivo final era la formulación de
leyes generales, para explicar los fenómenos naturales y humanos.
El positivismo supuso una renovación en la ciencia geográfica, ya que
este nuevo enfoque desechaba una geografía basada en la descripción. El
problema para los geógrafos se planteaba a la hora de aplicar el método
científico al ámbito de lo humano. Se produjo entonces la escisión definitiva
entre dos campos fundamentales: el de la geografía física y el de la geografía
humana. La geografía física quedó englobada dentro del gran conjunto de las
ciencias de la tierra, y la geografía humana en el campo de las ciencias sociales.
 La escuela alemana y el determinismo geográfico
Dentro de la línea de pensamiento positivista nació, en Alemania, el
determinismo geográfico. Esta escuela proponía que, en el desarrollo de las
relaciones hombre-medio, era el medio geográfico el que determina la vida del
hombre, cuyo resultado final era la cultura. Su máximo representante fue
Ratzel, quien quiso dar a la geografía un lugar en el campo de la ciencia, con la
fusión de las geografías humana y física; su gran obra fue Antropogeografía.
 El paradigma posibilista y la escuela francesa
Surge en Francia de la mano de Lucien Febvre como oposición al determinismo
geográfico alemán. La teoría posibilista defiende que los condicionamientos
geográficos nunca son absolutos, puesto que el ser humano siempre puede
elegir entre varias respuestas a este: rechazar, aceptar, seleccionar o modificar
su hábitat. Según esta corriente, la consecuencia última del conjunto de
decisiones tomadas da lugar a ámbitos territoriales perfectamente
diferenciados: las regiones.
Nace así una de las grandes ramas de la disciplina, la geografía regional,
cuyo principal representante fue Vidal de la Blache. La región geográfica
identifica una porción de la superficie terrestre claramente delimitada y
diferenciada del entorno más próximo.
 El paradigma alternativo
No se puede finalizar un repaso de las corrientes fundamentales del siglo XIX y
principios del XX sin mencionar el pensamiento geográfico anarquista de

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Kropotkin y de Elisée Reclus. Debido a que eran anarquistas, su trabajo quedó
en la sombra, pero su pensamiento es mucho más adelantado, en algunos
aspectos, que los anteriores. Mostraron preocupación, entre otras cosas, por la
didáctica de la geografía y por los problemas medioambientales de su tiempo.
Por su parte, en EE.UU., se desarrolló, en la etapa de entreguerras, la
denominada “ecología humana”, impulsada por autores como Robert Ezra,
perteneciente a la llamada Escuela de Chicago. Su gran aportación fue el
desarrollo de un nuevo concepto de región, donde la ciudad, como objeto de
estudio, empezó a tener un protagonismo esencial.
2.4. El pensamiento geográfico tras la Segunda Guerra Mundial
Las profundas transformaciones socioeconómicas, territoriales y de
pensamiento que sacudieron al mundo tras el fin de la Segunda Guerra Mundial
no dejaron al margen a la geografía. La tendencia filosófica que asumió el
protagonismo fue el neopositivismo, que promovió una recuperación del rigor
científico perdido.
 La geografía cuantitativa
La materialización, en el campo geográfico, del pensamiento neopositivista fue
la geografía cuantitativa. Esta corriente insistía en la búsqueda de un lenguaje
científico y en la formulación de leyes generales mediante el empleo de
metodologías basadas en elementos estadísticos y de cuantificación, en
estrecha vinculación con los Sistemas de Información Geográfica (SIG). Su
máximo desarrollo lo encontramos en EE. UU. y países de la órbita anglosajona.
No han sido pocas las críticas realizadas a la geografía cuantitativa; entre
ellas, la ausencia de trabajo de campo, la inadvertencia de que los aspectos
humanos no son siempre racionales, etc. La aplicación a la geografía de la
Teoría General de Sistemas ha puesto en valor, de nuevo, las teorías
cuantitativas, al sostener que la geografía ha de elaborarse en el laboratorio con
apoyo de datos medibles.
Su gran aportación a la enseñanza secundaria es la documentación de los
hechos por medio de aspectos medibles o cuantificables como las tasas, los
índices y las estadísticas.
 La geografía radical
En gran parte como reacción a la corriente cuantitativita, surgió una nueva
escuela de pensamiento geográfico mucho más crítica y radical en sus
postulados, que partía de la idea de que el geógrafo y la geografía deben de
analizar los problemas más apremiantes del momento para plantear

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transformaciones con un matiz claramente político y liberal en la búsqueda de
una sociedad más igualitaria.
Los enfoques radicales encontraron en la prensa un medio más
inmediato para la difusión de sus ideas; sobresalen publicaciones como
Antipode o Herodote con autores como David Hervey o Yves Lacoste. La crítica
principal que recibió esta tendencia fue la prácticamente total ausencia de
aparato teórico. Entre sus logros figura el aporte a la enseñanza secundaria de
la educación medioambiental.
 La geografía del comportamiento y de la percepción
Esta corriente insistía en la importancia de la imagen subjetiva del medio.
Partía del conductismo, estableciendo que una misma realidad es concebida de
maneras muy diferentes por personas distintas según la edad, clase social y
otros aspectos. Por tanto, el espacio geográfico se entiende como un espacio
percibido, lo que le acarreó la crítica del subjetivismo. En la enseñanza
secundaria, esta teoría tiene su aplicación práctica a la hora de fomentar en el
alumnado una visión más amplia de la realidad de la que percibe desde su
particular punto de vista.
 La geografía humanística
Esta corriente nace como critica a la geografía cuantitativa y al neopositivismo.
Parte del existencialismo y de la fenomenología para proponer una metodología
inductiva que permita interpretar las relaciones entre el hombre y el medio a
través de la “experiencia vivida”. Se le ha criticado su parcialidad y ha aportado
a la enseñanza secundaria el deber del profesorado de basarse en la
experiencia del alumno para comprender su visión del mundo.
 Otras tendencias
Desde mediados de los años 80 del pasado siglo XX, han ido surgiendo nuevos
enfoques y propuestas en la geografía como: la geografía de género, que
analiza las relaciones y desigualdades de género desde una perspectiva
geográfica; la geografía postcolonial, que estudia las consecuencias de la
colonización; la nueva geografía cultural, que analiza los aspectos culturales
relacionados con el espacio; o la geografía del bienestar, que se ocupa de
cuestiones económicas y busca una sociedad más humana.
También se han puesto en valor algunas subdisciplinas, como es el caso
de la geopolítica, la cual tiene como objeto de estudio las interrelaciones entre
los Estados y los conflictos con trasfondo territorial. Entre sus defensores cabe
citar a Peter James Taylor, fundador de la revista Geografía Política Trimestral
(1982), cuyas ideas toman como punto de partida a autores como Ratzel;
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considerado el creador teórico de esta rama con sus ideas sobre el crecimiento
espacial de los Estados.
2.5. La geografía a comienzos del siglo XXI: situación y perspectivas de
futuro
En el siglo XXI, la geografía se presenta como un campo amplio y variado con
una gran potencialidad, pero también con problemas. Uno de los problemas
recurrentes es la atomización al encontrarse subdividida en varios campos
dentro de la geografía física, humana y regional. Además, sus fronteras con
otras disciplinas no siempre están claras, llegándose a producir conflictos de
intrusismo académico. Por otro lado, la falta de reconocimiento por parte de las
instituciones, la escasez de inversión económica y la brecha entre el ámbito
académico y la realidad práctica son problemas señalados.
Sin embargo, también se experimentan grandes avances y cambios
positivos como el vasto desarrollo de las geografías sistemáticas, la
profundización en temas de investigación totalmente nuevos y la incorporación
de nuevas técnicas y métodos de gran valor (teledetección, SIG, estadística,
GPS).
Entre los geógrafos más destacados de comienzos del siglo XXI se
encuentran Yi-Fu Tuan, Horacio Capel y Gustavo Buzai. Este último, en
Geografía global y Neogeografía (2015), es quien ha desarrollado, con mayor
profundidad, el estudio de la geotecnología, constituyéndola como un
verdadero paradigma protagonista de la nueva era digital y tecnológica;
paradigma que se engloba dentro de la neogeografía, fundamentada,
principalmente, en las nuevas tecnologías.
3. Didáctica de la Geografía
Desde su llegada al ámbito académico, a mediados del XIX, la Geografía como
asignatura se ha entendido tradicionalmente como una enseñanza memorística
y puramente descriptiva. Es, por lo tanto, tarea y responsabilidad del docente
colaborar, en la medida de lo posible, en la superación de ese lastre conceptual
que aún hoy en día arrastra el saber geográfico.
En relación con lo anterior, se hace necesaria una renovación de los
planes de estudio y de los recursos didácticos aplicados. El uso recurrente de
los medios audiovisuales, los trabajos de campo y el manejo de información
geográfica y su aplicación a situaciones reales son solo algunos ejemplos.
Especial mención merecen: los juegos de simulación, que reproducen un
proceso donde los participantes deben tomar decisiones para resolver
problemas concretos simulados; la resolución de problemas geográficos reales,

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con la que el alumno puede comprender en situación real las aplicaciones
prácticas de la Geografía; y, sobre todo, la aplicación de las TIC a la enseñanza,
que constituyen un recurso didáctico con gran potencial, que está cambiando
los límites del aula tradicional.
4. Conclusión
Hemos estudiado la concepción de espacio geográfico y las corrientes de su
pensamiento. Una de las principales características que definen la disciplina de
la Geografía y las escuelas que la estudian es la diversidad existente en torno a
lo que se entiende por geografía. Esta pluralidad explica que la geografía sea
una ciencia metodológicamente heterogénea, debido a la fusión de las ciencias
sociales y naturales que convergen en ella. En nuestras aulas, la Geografía ha de
ser entendida, por su gran valor formativo, como una materia básica dentro del
sistema educativo actual, en la medida en que aporta a la formación del
alumnado un profundo conocimiento de la dimensión espacial de los procesos
naturales y socioeconómicos.
5. Bibliografía
 Santos, J. M., et al (2016). Geografía General I (Geografía Física). Madrid:
UNED.
 Santos, J. M., et al (2010). Geografía General II (Geografía Humana). Madrid:
UNED.
 Aguilera, et al (2003). Fuentes, tratamiento y representación de la
información geográfica. Madrid: UNED.
 Buzai, G. (2015). Geografía global y Neogeografía. La dimensión espacial en
la ciencia y la sociedad. Polígonos: revista de Geografía (27).
 Capel, H. (1987): Geografía Humana y Ciencias Sociales. Barcelona:
Montesinos.
 Estébanez Álvarez, J. (1982). La Geografía Humanística. Madrid: UCM.

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