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Dedo en resorte (tenosinovitis flexora estenosante) 5

demasiado escasos para determinar si esta técnica permite (3 a 7 meses), que los sujetos incluidos en el grupo de
una movilidad activa más temprana que las técnicas conven- movilización activa presentaban el 90% de la fuerza
cionales. de prensión normal, de la pinza y de la amplitud de
movimientos, frente al 50, 40 y 40%, respectivamente,
Rehabilitación tras la reparación del grupo con férula de Kleinert.
del tendón flexor Sueoka y LaStayo (2008) crearon un algoritmo para la
rehabilitación del tendón flexor en zona 2 que utiliza un
El protocolo de rehabilitación elegido (Protocolos de signo clínico único (el signo de desfase) para determinar
rehabilitación 1-1 y 1-2) dependen de la cronología de la la progresión del tratamiento y la necesidad de modificar
reparación (reparación primaria o secundaria), de la loca- los protocolos existentes en un paciente concreto. Definieron
lización de la lesión (zonas 1 a 5) y de la colaboración del el «desfase» como la amplitud articular pasiva-amplitud
paciente (movilización temprana en pacientes colabora- articular activa ≥15°, y lo consideraron un signo de
dores y movilización tardía en pacientes no colaboradores adherencia tendinosa y alteración del deslizamiento.
y niños menores de 7 años). Un estudio en 80 pacien- La rehabilitación comienza con un protocolo de movili-
tes con reparaciones de tendones flexores y extensores zación pasiva establecido (Duran) que se realiza durante
determinó que dos tercios no cumplían las indicaciones 3,5 semanas antes de evaluar la presencia o ausencia de
de inmovilización y se retiraron la inmovilización para desfase. Después se determina la presencia o ausencia de des­­
bañarse y vestirse (Sandford et al. 2008). fase en las visitas semanales o quincenales del paciente
Frente a la movilización activa temprana y a la inmo- y, en caso de que exista un signo de desfase, se modifica
vilización con férula de Kleinert convencional, Yen et al. la progresión de la rehabilitación (Protocolo de rehabilita-
(2008) hallaron, tras un seguimiento medio de 4 meses ción 1-3).

Dedo en resorte (tenosinovitis flexora estenosante)


S. Brent Brotzman, MD, y Theresa M. Kidd, BA

Antecedentes Tratamiento
El dedo en resorte es un fenómeno de chasquido doloroso La resolución espontánea a largo plazo del dedo en resorte
que se produce cuando los tendones flexores del dedo es poco frecuente. Si no se trata, el dedo en resorte per-
traccionan de forma repentina una porción tirante de la manecerá como una molestia dolorosa. No obstante, si el
polea A1 de la vaina flexora. La fisiopatología subyacente dedo se bloquea, el paciente puede sufrir una rigidez arti-
al dedo en resorte es una incapacidad de los dos tendones cular permanente. Históricamente, el tratamiento conser-
flexores del dedo (FSD y FPD) para deslizar con suavidad vador consistía en la inmovilización del dedo en extensión
bajo la polea A1, creando la necesidad de incrementar para prevenir el engatillado, pero esto se ha abandonado
la tensión para forzar el deslizamiento del tendón y una debido a la aparición de rigidez y malos resultados.
sacudida brusca cuando el nódulo del tendón flexor tira
súbitamente bajo la polea constrictora (efecto resorte). El En la actualidad, el tratamiento no quirúrgico
efecto resorte se puede producir en flexión o en extensión consiste en la inyección de corticoesteroides
del dedo o en ambos movimientos. Existe controversia con anestésico local en la vaina flexora. Un
acerca de si este problema se debe principalmente a la metaanálisis de la bibliografía especializada halló
estenosis de la polea A1 o al engrosamiento del tendón, evidencia convincente de que la administración de
aunque en la intervención quirúrgica se suelen encontrar una combinación de lidocaína y corticoide mejora
ambos elementos. el resultado en comparación con solo el corticoide
(Chambers 2009). En un análisis de reducción del
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gasto, el uso de dos inyecciones de corticoide antes


Anamnesis y exploración de la cirugía era la opción terapéutica más barata
en comparación con la administración de una a
El dedo en resorte aparece con mayor frecuencia en los tres inyecciones antes de la cirugía y la liberación
dedos pulgar, corazón o anular. Los pacientes presentan abierta o percutánea (Kerrigan y Stanwix 2009).
habitualmente chasquido, bloqueo o resalte en el dedo
afectado, que, a menudo, pero no siempre, es doloroso. La preferencia del autor es 0,5 ml de lidocaína, 0,5 ml
Los pacientes suelen presentar un nódulo palpable en de bupivacaína y 0,5 ml de acetato de metilprednisolona
el tendón flexor en la zona engrosada de la polea A1 (que (fig. 1-5). Cabe esperar que una inyección única solucione el
se encuentra en el pliegue palmar distal). Es posible apre- efecto de resorte aproximadamente en el 66% de los pacien-
ciar el desplazamiento del nódulo con el tendón y suele tes. Se ha señalado que las inyecciones múltiples solucionan
ser doloroso a la palpación profunda. el efecto de resorte en el 75-85% de los pacientes. Estudios
Para inducir el efecto resorte durante la exploración, es recientes indican un índice de éxito del 47-87% con este
necesario que el paciente cierre la mano en un puño y tipo de tratamiento. Una revisión sistemática de estudios
después extienda por completo los dedos, porque, si no es de nivel I y II en el Journal of the American Academy of
así, el paciente puede evitar el efecto resorte flexionando Orthopaedic Surgeons (Fleisch et al. 2007) indica un índice
parcialmente los dedos. de éxito del 57%. Los indicadores del pronóstico de recidiva
6 Capítulo 1 Lesiones de muñeca y mano

Figura 1-5 A. Puntos de entrada de la aguja localizados aproximadamente a un tercio de distancia del pliegue palmar distal y a dos tercios de distancia
del pliegue palmar proximal. Esto corresponde al centro de la polea A1. B. Este dibujo muestra la localización de las poleas A1 en los dedos y de la polea
A2 en el dedo anular. La mitad de la polea A2 está situada en la región distal de la palma. C. Polea A1 del pulgar. D. Este dibujo muestra el punto de
entrada óptimo de la aguja.

del dedo en resorte tras la inyección de corticoide son la La movilidad activa suave comienza de forma temprana
corta edad, la diabetes insulinodependiente, la afectación y es posible reanudar las actividades sin limitación a
de varios dedos y antecedentes de otras tendinopatías en la las 3 semanas aproximadamente (Protocolo de rehabi-
extremidad superior (Rozental et al. 2008). litación 1-4).
El riesgo de la inyección de corticoide es el de la inyec-
ción accidental en el tendón flexor, con posible debilita- Dedo en resorte infantil
miento o rotura tendinosa. Se ha documentado que la guía
mediante ecografía ayuda a evitar esta complicación y a El dedo en resorte infantil constituye un trastorno con-
mejorar los resultados (Bodor y Flossman 2009). génito en el que la estenosis de la polea A1 del pulgar
La fisioterapia no suele ser necesaria para recuperar en lactantes produce bloqueo en flexión (incapacidad
la movilidad tras la inyección de corticoide, porque la para extender) de la articulación IF. Suele ser bilateral.
mayoría de los pacientes son capaces de recuperar la Habitualmente no produce dolor ni chasquido, porque el
movilidad una vez resuelto el efecto de resorte. pulgar permanece bloqueado. Un estudio reciente de Baek
La cirugía para «liberar» un dedo en resorte cons- et al. (2008) indica la resolución espontánea en el 63% de
tituye una técnica ambulatoria relativamente sencilla los pacientes. El resto precisa intervención quirúrgica alre-
que se realiza con anestesia local. Emplea una incisión dedor de los 2 a 3 años de edad para liberar el estrecha-
de 1-2 cm en la palma de la mano sobre la polea A1 miento de la polea A1 y prevenir una contractura articular
para identificar y seccionar por completo dicha polea. en flexión permanente.

Avulsión del flexor profundo del dedo («dedo de jersey»)


S. Brent Brotzman, MD

Antecedentes
Para realizar este diagnóstico se debe comprobar espe-
La avulsión del flexor profundo de los dedos («dedo de cíficamente la incapacidad para flexionar activamente la
jersey») puede estar presente en cualquier dedo, pero es articulación IFD (pérdida de función del FPD) (fig. 1-6).
más frecuente en el anular. Esta lesión ocurre habitualmente A menudo, el dedo tumefacto adopta una posición de
cuando un deportista agarra la camiseta del oponente y nota extensión relativa respecto a los otros dedos que están
dolor repentino a medida que la falange distal del dedo sufre más flexionados. Generalmente, el nivel de retracción del
una extensión forzada cuando está flexionado activamente tendón del FPD en la palma de la mano es indicador de la
(estrés por hiperextensión aplicado a un dedo flexionado). fuerza de la avulsión.
Lesiones del tendón extensor 7

en el fragmento de fractura. El tratamiento depende de la


localización de la lesión.

Tratamiento
El tratamiento de la avulsión del FPD es principalmente qui-
rúrgico. El éxito del tratamiento depende del diagnóstico e
intervención quirúrgica precoz, y el nivel de retracción del
tendón. Los tendones con una mínima retracción presen-
tan habitualmente grandes fragmentos óseos de avulsión,
que pueden reinsertarse al hueso hasta 6 semanas después.
Los tendones con gran retracción no suelen presentar un
fragmento óseo, pero sí interrupción del aporte vascular
(vínculos tendinosos). Por ello, se hace difícil la reparación
quirúrgica una vez pasados 10 días de la lesión. Basándose
en una revisión de la bibliografía y en su experiencia clínica,
Figura 1-6 En la avulsión del flexor profundo del dedo, el paciente Henry et al. (2009) señalaron cuatro condiciones funda-
es incapaz de flexionar la articulación interfalángica distal (IFD), como mentales que determinan el éxito del tratamiento de las
se muestra aquí. (Tomado de Regional Review Course in Hand Surgery. lesiones del tendón extensor tipo IV: 1) grado de sospecha
Rosemont, Illinois, American Society of Surgery of the Hand, 1991, fig. 7.)
elevado de presencia de esta lesión, con resonancia magné-
tica (RM) o ecografía para confirmación si es necesario; 2)
Leddy y Packer (1977) describieron tres tipos de avulsio- fijación ósea rígida que impide la subluxación posterior de
nes del FPD basadas en el nivel de retracción del tendón: la falange distal; 3) reparación tendinosa independiente de
tipo I con retracción del FPD en la palma de la mano, tipo la fijación ósea, y 4) ejercicios de movilización temprana
II con retracción en la articulación interfalángica proximal (Protocolo de rehabilitación 1-5).
(IFP) y tipo III con fragmento óseo distal a la polea A4. Las técnicas quirúrgicas empleadas en caso de diagnós-
Posteriormente, describieron una lesión tipo IV que corres- tico tardío son la artrodesis IFD, la tenodesis y las recons-
ponde al tipo III asociado a avulsión simultánea del FPD trucciones tendinosas por fases.

Lesiones del tendón extensor


S. Brent Brotzman, MD, y Theresa M. Kidd, BA

Anatomía Lesiones del tendón extensor


en zonas 1 y 2
Según Kleinert y Verdan (1983), las lesiones del meca-
nismo extensor se agrupan en ocho zonas anatómicas. Las lesiones del tendón extensor en zonas 1 y 2 en la infan-
Las zonas impares se localizan sobre las diferentes arti- cia deberían considerarse lesiones fisarias tipo II o III de
culaciones, de modo que las zonas 1, 3, 5 y 7 correspon- Salter-Harris. Es difícil inmovilizar los dedos muy peque-
den a las articulaciones IFD, IFP, metacarpofalángicas ños, y la estabilización de la articulación en extensión com-
(MCF) y de la muñeca, respectivamente (figs. 1-7 y 1-8; pleta durante 4 semanas produce resultados satisfactorios.
tabla 1-2). Las lesiones abiertas son especialmente difíciles de inmovi-
La actividad normal del mecanismo extensor depende lizar y la articulación IFD puede atravesarse con una aguja
de la función coordinada entre los músculos intrínse- de calibre 22 (v. sección «Dedo en martillo»). Un estudio de
cos de la mano y los tendones extensores extrínsecos. 53 lesiones del tendón extensor en niños, todos ellos trata-
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Aunque generalmente la extensión de las articulaciones dos mediante reparación primaria en las 24 h siguientes a
IFP e IFD está controlada por los músculos intrínsecos de la lesión, señaló que el 98% lograron resultados buenos o
la mano (interóseos y lumbricales), los tendones extrínse- excelentes, aunque el 22% presentaba déficit de extensión
cos pueden realizar una extensión de los dedos satisfacto- o pérdida de flexión en el último seguimiento (Fitoussi
ria aunque se impida la hiperextensión de la articulación et al. 2007). Los factores predictivos de un resultado menos
MCF. satisfactorio eran lesiones en zonas 1, 2 y 3, edad inferior a
Una lesión en una zona produce habitualmente un 5 años y desgarro tendinoso completo.
desequilibrio compensador en zonas vecinas. Por ejemplo, Una revisión bibliográfica reciente (Soni et al. 2009)
una deformidad del dedo en martillo en la articulación IFD halló que la inmovilización estática postoperatoria tradi-
puede asociarse a una deformidad secundaria en cuello de cional era equivalente a los protocolos de movilización
cisne más llamativa en la articulación IFP. temprana en todas las lesiones sin complicación del pulgar
La rotura de la banda terminal del tendón extensor y en las lesiones en zona 1 a 3 del segundo al quinto dedo.
permite al mecanismo extensor migrar proximalmente y La única ventaja de la movilización temprana comparada
ejercer una fuerza de hiperextensión sobre la IFP mediante con la inmovilización estática era una recuperación más
la inserción de la banda central. De este modo, las lesiones rápida de la función definitiva en las lesiones en zonas
del tendón extensor no pueden considerarse trastornos proximales del segundo al quinto dedo. A los 6 meses de
estáticos simplemente. la cirugía, los resultados de la inmovilización estática eran
8 Capítulo 1 Lesiones de muñeca y mano

Figura 1-8 Zonas de lesión del tendón extensor descritas por Kleinart y
Verdan y por Doyle.
Zona Dedo Pulgar
I Articulación interfalángica Articulación interfalángica
distal
II Falange media Falange proximal
III Articulación interfalángica Articulación metacarpofalángica
proximal
IV Falange proximal Metacarpiano
V Articulación MCF Articulación carpometacarpiana/
estiloides radial
Figura 1-7 A. Los tendones extensores entran en la mano desde el VI Metacarpiano
antebrazo a través de seis conductos, cinco osteofibrosos y uno fibroso
(el quinto compartimento posterior que contiene el extensor del VII Retináculo extensor
meñique [EDM]). El primer compartimento contiene el abductor largo VIII Antebrazo distal
del pulgar (ALP) y el extensor corto del pulgar (ECP), el segundo los IX Antebrazo medio y proximal
extensores radiales de la muñeca, el tercero el extensor largo del pulgar
(ELP) que rodea el tubérculo de Lister, el cuarto el extensor común de
los dedos (ECD) y el extensor propio del índice (EPI), el quinto el EDM,
y el sexto el extensor cubital del carpo (ECC). Los tendones comunes
se reúnen distalmente cerca de las articulaciones metacarpofalángicas
(MCF) mediante interconexiones fibrosas denominadas conexiones
intertendinosas. Estas conexiones están presentes solo entre los Tabla 1-2 Zonas de lesión del mecanismo extensor
tendones extensores comunes y pueden ayudar a distinguir durante
la cirugía el tendón propio del índice. Los tendones propios suelen Zona Dedo Pulgar
estar situados en posición cubital a los tendones comunes adyacentes,
aunque puede haber variaciones en esta disposición (v. texto). Bajo 1 Articulación IFD Articulación IF
el retináculo, los tendones están revestidos por una vaina sinovial. 2 Falange media Falange proximal
B. Los tendones propios para los dedos índice y meñique permiten la 3 Extremo IFP Articulación MCF
extensión independiente y su función puede evaluarse como se muestra
4 Falange proximal Metacarpiano
en el dibujo. Con los dedos medio y anular flexionados en la palma,
los tendones propios pueden extender los dedos índice y meñique. 5 Extremo MCF —
Sin embargo, tras una transferencia del tendón propio del índice no 6 Mano posterior —
siempre se pierde la extensión independiente del dedo índice y es 7 Retináculo extensor Retináculo extensor
menos probable que sea así si no se lesiona el complejo extensor, y 8 Antebrazo distal Antebrazo distal
probablemente nunca se pierde si se respeta el complejo extensor y se
seccionan las conexiones intertendinosas entre los dedos índice y medio IF, interfalángica; IFD, interfalángica distal; IFP, interfalángico proximal; MCF,
(v. texto). Este dibujo representa la disposición anatómica habitual en metacarpofalángico.
la mano y muñeca, aunque son frecuentes las variantes. ERCC, extensor Tomado de Kleinert HE, Verdan C. Report of the committee on tendon
radial corto del carpo; ERLC, extensor radial largo del carpo. injuries. J Hand Surg 1983;8:794.
Lesiones del tendón extensor 9

similares a los de la movilización activa y pasiva tempra-


nas. La inmovilización estática estaba asociada también a
menor tasa de rotura que la movilización activa temprana,
y a menor coste que la movilización activa y pasiva tem-
pranas. Un metaanálisis previo (Talsma et al. 2008) reveló
que los resultados a corto plazo (4 semanas tras el postope-
ratorio) con inmovilización eran significativamente peores
que los resultados con movilización controlada temprana,
aunque a los 3 meses del postoperatorio no había diferen-
cias significativas (Protocolo de rehabilitación 1-6).
Figura 1-9 Un dedo flexible con déficit de extensión es una indicación de
posible tenólisis del extensor. (Tomado de Strickland JW: The Hand: Master
Lesiones del tendón extensor Techniques in Orthopaedic Surgery. Philadelphia. Lippincott-Raven, 1998.)
en zonas 4, 5 y 6
Tras lesiones unilaterales del aparato posterior suele ser • Flexión limitada, aislada, o activa y pasiva mixta de las
posible una función normal, por lo que no se recomienda articulaciones IFP o IFD
protección ni inmovilización. Las roturas completas de la • Dedo con movimiento pasivo flexible con déficit exten-
expansión posterior y los desgarros de la banda central sor (fig. 1-9)
deben repararse (Protocolo de rehabilitación 1-7).
La intervención quirúrgica para las contracturas en
extensión se realiza después de un período prolongado de
Subluxaciones del tendón extensor en zona 5 tratamiento prequirúrgico. Los pacientes activos durante la
Las subluxaciones del tendón extensor en zona 5 no suelen rehabilitación están más preparados para apreciar que un
responder a un programa de inmovilización. La articulación programa posquirúrgico inmediato es esencial para el
MCF afectada puede inmovilizarse en extensión completa e resultado definitivo. Siempre debe intentarse informar al
inclinación radial durante 4 semanas, teniendo presente que paciente antes de la cirugía para indicar y establecer
puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Un salto el programa de tenólisis posquirúrgico inmediato.
doloroso con tumefacción, además de un déficit de exten- La calidad del tendón extensor, hueso y articulación
sión problemático con inclinación radial del dedo afectado, observada durante la cirugía puede alterar el programa
requiere, habitualmente, una reconstrucción inmediata. previsto, y el cirujano transmite esta información al fisio-
terapeuta y al paciente. Lo ideal es realizar técnicas quirúr-
Las lesiones agudas pueden repararse de modo gicas con anestesia local o despertando al paciente de la
directo y las lesiones crónicas pueden reconstruirse anestesia general hacia el final de la cirugía para permitir
con tejido local. La mayoría de las técnicas el movimiento digital activo por parte del paciente en res-
reconstructivas emplean porciones de las conexiones puesta a la solicitud del cirujano. Entonces, el paciente
intertendinosas o bandas del tendón extensor puede ver el efecto beneficioso y el cirujano puede evaluar
ancladas al ligamento metacarpiano transverso la movilidad activa, el deslizamiento tendinoso y la nece-
profundo o entrelazadas alrededor del tendón sidad de liberaciones adicionales. En circunstancias excep-
lumbrical (Protocolo de rehabilitación 1-8). cionales, puede ser conveniente que el terapeuta observe
la intervención quirúrgica.
Con frecuencia son necesarias liberaciones de los liga-
Lesiones del tendón extensor mentos y cápsulas de las articulaciones MCF e IFP para
en zonas 7 y 8 lograr la movilidad articular deseada. Puede ser necesaria la
Las lesiones del tendón extensor en zonas 7 y 8 son habitual- resección completa del ligamento colateral y puede reque-
mente desgarros, aunque en la muñeca puede haber roturas rir atención especial en el período postoperatorio temprano
por desgaste secundarias a antiguas fracturas de la extremi- debido a la inestabilidad resultante. Las tenólisis extensas
dad distal del radio o a sinovitis reumatoide. Estas lesiones pueden precisar la administración de analgésicos antes y
pueden precisar transferencias tendinosas, injertos tendino- durante las sesiones de rehabilitación. También pueden ser
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sos libres o transferencias laterolaterales en lugar de repara- necesarios catéteres permanentes para la administración
ción directa. No obstante, el programa de inmovilización de de anestésicos locales con este objetivo (Protocolo de reha-
estas lesiones es idéntico al del traumatismo penetrante. bilitación 1-10).
Las reparaciones efectuadas 3 semanas o más después
de la lesión pueden debilitar el músculo extensor largo del Dedo en martillo (Lesión
pulgar (ELP) lo suficiente como para hacer necesaria la del extensor: Zona 1)
estimulación eléctrica para el deslizamiento del tendón.
El ELP se fortalece selectivamente mediante ejercicios de Antecedentes
extensión del pulgar contra resistencia con la mano sobre
una superficie plana (Protocolo de rehabilitación 1-9). La avulsión del tendón extensor en su inserción distal en el
dorso de la articulación IFD produce un déficit de exten-
sión en dicha articulación. La avulsión puede asociarse o
Tenólisis del extensor no a un fragmento óseo del dorso de la falange distal. Esto
Indicaciones se denomina dedo en martillo de origen óseo o dedo en
martillo de origen tendinoso (fig. 1-10). El hallazgo clave
• La movilidad digital activa o pasiva ha alcanzado un de un dedo en martillo es una postura flexionada o caída
nivel determinado tras la lesión de la articulación IFD y la incapacidad para extender o
10 Capítulo 1 Lesiones de muñeca y mano

Los resultados del tratamiento del dedo en martillo no


son siempre buenos con cualquier tipo de tratamiento.
El tratamiento habitual del dedo en martillo de origen
tendinoso es la inmovilización en extensión continua
de la articulación IFD, dejando libre la IFP entre 6 y 10
semanas (fig. 1-11). Se han diseñado diversas férulas para
el tratamiento del dedo en martillo. Las usadas con más
frecuencia son la férula de Stack, la férula termoplástica
perforada y la férula de aluminio-gomaespuma. Si no hay
déficit de extensión a las 6 semanas, se mantiene la
férula nocturna durante 3 semanas, y durante las acti-
vidades deportivas durante 6 semanas más.
El paciente debe trabajar la movilización activa de las
articulaciones MCF e IFP para evitar la rigidez de estas ar­­
ticulaciones no afectadas. Durante el proceso de cica-
trización no debe permitirse en ningún momento que
la articulación IFD quede en flexión, porque, si no, hay
que repetir el tratamiento desde el principio. Durante el
cuidado de la piel o el lavado, el dedo debe mantenerse
continuamente en extensión con la otra mano mientras
está sin férula.
Aunque la inmovilización con férula es el tratamiento
de elección de la mayoría de las lesiones con dedo en mar-
tillo agudas y crónicas, la cirugía puede estar indicada en
personas incapaces de cumplir el programa de inmoviliza-
ción o en pacientes con dificultad para realizar su trabajo
con una férula externa. Las opciones quirúrgicas para
las fracturas agudas con dedo en martillo son la fijación
transarticular con agujas de la articulación IFD, la fija­
Figura 1-10 A. Estiramiento del mecanismo extensor común. B. Dedo en ción a compresión con agujas y el bloqueo en extensión con
martillo de origen tendinoso (interrupción completa del tendón extensor). agujas. Para las lesiones crónicas (más de 4 semanas de
C. Dedo en martillo de origen óseo. (Tomado de Delee J, Drez D [eds]:
Orthopaedic Sports Medicine. Philadelphia. WB Saunders, 1994, p. 1011.)
evolución), las opciones quirúrgicas son el acortamiento
del tendón extensor terminal, tenodermodesis, recons-
trucción del ligamento retinacular oblicuo y tenotomía
de la banda central (v. Protocolo de rehabilitación 1-6).
Puede ser necesaria la artrodesis como técnica de rescate
para el dedo en martillo causado por artritis, infección o
enderezar activamente la articulación IFD. El mecanismo cirugía fallida.
es habitualmente una flexión forzada de la punta del dedo,
a menudo por impacto de una pelota lanzada.

Clasificación del dedo en martillo


Doyle (1993) describió cuatro tipos de lesión en martillo:
• Tipo I: avulsión del tendón extensor en la falange distal
• Tipo II: desgarro del tendón extensor
• Tipo III: avulsión profunda que lesiona la piel y el tendón
• Tipo IV: fractura de la falange distal con tres subtipos:
Tipo IV A: fractura transepifisaria en la infancia
Tipo IV B: menos de la mitad de la superficie articu-
lar afectada sin subluxación
Tipo IV C: más de la mitad de la superficie articular
afectada, y puede asociarse a subluxación palmar

Tratamiento
Abound y Brown (1968) identificaron varios factores
probablemente relacionados con mal pronóstico tras una
lesión del dedo en martillo:
• Edad superior a 60 años Figura 1-11 A. Uso de una férula de Stack en la articulación
• Retraso terapéutico de más de 4 semanas interfalángica distal (IFD) para tratamiento no quirúrgico del dedo en
Déficit extensor inicial superior a 50° martillo (observe el déficit de extensión). La férula se fija en posición

con esparadrapo. B. Ejercicios de movilización activa de la articulación
• Período de inmovilización corto (<4 semanas) interfalángica proximal (IFP) para evitar la rigidez durante la inmovilización
• Dedos gruesos, cortos de la articulación IFD. (A y B, tomados de Regional Review Course in Hand
• Vasculopatía periférica o artritis asociada Surgery. Memphis, American Society of Surgery of the Hand, 1991, fig. 13.)

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