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Efectos de la compensación y imputación

El efecto de la compensación es la extinción o liquidación de las deudas recíprocamente


homogéneas en la cantidad concurrente, aunque no tengan conocimiento de ella los
acreedores y deudores. La “cantidad concurrente” es el montante mínimo de cosas fungibles
homogéneas de cifra dineraria de las deudas. Por tanto, puede ser: - Total, cuando las
cantidades coincidan exactamente

Parcial, cuando sean desiguales y sólo se extinga el crédito menor hasta donde ambos
concurran y subsista el mayor por la diferencia resultante. Tiene carácter automático; es decir,
que si se dan la circunstancias exigidas tiene lugar de forma inmediata, con independencia de
la voluntad de los sujetos de las obligaciones, aunque al menos uno de los interesados habrá
de alegarla. (Hay cierta doctrina que considera que el carácter renunciable de la facultad de
compensar, la necesaria alegación por el interesado y la imposibilidad de ser apreciada de
oficio pro los Tribunales implican de alguna manera su imposibilidad de ser automática).

La compensación voluntaria o convencional Se da cuando tiene lugar la extinción de 2


obligaciones recíprocas a consecuencia del acuerdo de las partes, aunque no se den los
requisitos exigidos (incluso el de la homogeneidad)

La compensación judicial Se da cuando una sentencia completa los requisitos que sin ella no se
daban para que entrase en juego la compensación legal, habiéndose solicitado por la parte.

La compensación es un modo de extinción de las obligaciones que opera cuando dos personas
son respectivamente acreedoras y deudoras una de la otra. En virtud de la compensación las
dos relaciones obligatorias se extinguen recíprocamente, hasta donde alcance el importe de la
menor de ellas. En consecuencia, el deudor, que resulta al propio tiempo acreedor de su
acreedor, le paga utilizando el crédito que tiene contra él. La compensación dispensa pues
mutuamente a los dos deudores de la ejecución efectiva de las obligaciones, constituyendo, en
buena cuenta, un doble pago abreviado. La compensación proviene del vocablo latino
compensare, que a su vez deriva de pensare cum, que significa “pesar con”, en el sentido de
balancear una deuda con otra. Por ello en el Digesto 16.2.1. Modestino define a la
compensación como la contribución o equilibrio entre un crédito y una deuda. Compensatio
est debiti et crediti inter se contributio. Naturalmente que no todas las obligaciones recíprocas
son susceptibles de extinguirse por compensación. Se requiere, para que ella opere, el
concurso de ciertas condiciones: Es preciso, en primer lugar, la reciprocidad de obligaciones
entre las mismas personas, pues se trata de pagar una deuda con un crédito. Por tanto, cada
una de las partes debe ser al mismo tiempo acreedora y deudora de la otra.

También se exige la fungibilidad entre los objetos de ambas obligaciones. Usualmente la


compensación se produce entre obligaciones de dar sumas de dinero, pero nada se opone a
que también pueda darse respecto a deudas de cualquier género, siempre que sean fungibles
entre sí. Esta exigencia es elemental, pues de otro modo se obligaría al acreedor a recibir en
pago una prestación distinta de la que se le debía. Los objetos de ambas prestaciones, además
de ser fungibles, deben ser homogéneos entre ellos. En efecto, no basta que el objeto de cada
prestación sea fungible únicamente respecto a sí mismo, sino que también sea homogéneo
con la prestación susceptible de compensar. Ambas obligaciones deben ser líquidas, es decir,
que su existencia y su cuantía deben ser ciertas y determinadas. Así, por ejemplo, no podría
oponerse la compensación para extinguir, por este medio, la supuesta indemnización a que
cree tener derecho una persona; primero tendría que declararse judicialmente su existencia y
fijarse su monto. Dicha exigencia obedece a razones de orden práctico. Si por la compensación
se extinguen dos o más obligaciones hasta la concurrencia de sus respectivos montos, resulta
evidente que para ello se precisa conocer la cuantía de las obligaciones compensables. De lo
contrario no sería posible saber si ambas obligaciones o solo una se extinguió totalmente y, en
este último caso, cuál es el monto del saldo pendiente de pago. Y, Ambas obligaciones, por
último, deben ser exigibles. Se excluyen, por tanto, las deudas afectas a término o a condición.
La compensación tiene singular importancia en la vida contractual, pues llena esencialmente
una función de garantía. El acreedor está seguro de ser pagado, ya que se paga con lo mismo
que él debe, reteniendo la suma de que es deudor. La compensación, desde este punto de
vista, constituye una forma particular de retención, pero a título definitivo; el acreedor no
tendrá que concurrir con los 3 demás acreedores del deudor, puesto que cobrará con cargo a
lo que a su vez adeuda, quedando la totalidad de su deuda especialmente afectada a dicho
pago.

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