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Universidad

Maya
Capítulo I
Los diferentes tipos de leucemia se forman
a partir de distintos tipos de células.

Presenta
Aurelia Solís Ibarra

Materia
Anatomía y Fisiología II

Profesor
Dr. Ángel Franco Villanueva

Tapachula, Chiapas; 25 de Noviembre de 2022


Índice

Los diferentes tipos de leucemia se forman a partir de distintos tipos


de células.

Introducción -------------------------------------------------------------------------
Medula ósea --------------------------------------------------------------------------
Sangre --------------------------------------------------------------------------
Tejido Linfático -------------------------------------------------------------------------
Inicio y propagación de la Leucemia----------------------------------------------
Tipos de leucemia---------------------------------------------------------------------
Conclusión -----------------------------------------------------------------------
Bibliografía -----------------------------------------------------------------------
Glosario -----------------------------------------------------------------------
Anexos -----------------------------------------------------------------------
Introducción

A continuación, veremos de manera generaliza que la médula ósea es un tejido


conectivo especializado. Se encuentra en la cavidad medular de los huesos largos, así
como entre las trabéculas del hueso esponjoso y es el principal tejido hemopoyético en
la vida postnatal, es decir, se encarga de la producción de las células sanguíneas.
Existen diferentes enfermedades que pueden afectar a la médula ósea ciertos tipos de
cáncer que alteran las funciones esenciales de los glóbulos rojos, blancos y plaquetas
debido a que las células madre no maduran adecuadamente. En la leucemia, un cáncer
de la sangre, la médula ósea produce glóbulos blancos anormales. Los tejidos y
órganos que producen, almacenan y transportan los glóbulos blancos que combaten
las infecciones y otras enfermedades. El sistema incluye la médula ósea, el bazo, el
timo, los ganglios linfáticos y los vasos linfáticos red de tubos delgados que transportan
la linfa y los glóbulos blancos.
Médula ósea
El término general médula ósea designa el tejido suave que ocupa la cavidad medular
de un hueso largo, los espacios intertrabeculares del hueso esponjoso y los conductos
centrales largos. (Saladin, 2012)

Ubicación de la medula ósea


La médula ósea roja, se encuentra en el interior de los huesos que ocupa el tejido
esponjoso de los huesos planos, como el esternón, las vértebras, la pelvis y las
costillas; es la que tiene la función hematopoyética. La anatomía de los huesos cortos
se presenta una zona medular del hueso esponjoso en el interior del hueso compacto
del cuerpo y en la parte media de casi todos los huesos planos, irregulares y cortos. Si
se toma en cuenta el peso, tres cuartas partes del esqueleto corresponden a hueso
compacto y una cuarta parte a hueso esponjoso; este último siempre está dentro de un
hueso compacto, más durable. (Saladin, 2012)

La médula ósea amarilla, que es tejido adiposo y se localiza en los canales medulares
de los huesos largos como el fémur sobre todo en los extremos. La anatomía general
de un hueso largo, una gran parte del cual está compuesto por una cubierta externa de
tejido denso y blanco: el hueso compacto (denso o laminar). La cubierta encierra un
espacio denominado cavidad medular, que contiene médula ósea. En los extremos del
hueso, el espacio central lo ocupa una forma de organización más liberal de tejido
óseo, el hueso esponjoso (sustancia esponjosa o trabecular). (Saladin, 2012)

Fig. 1 Anatomía de un
hueso plano
Fig. 2 Anatomía de
un
hueso largo

Fig. 3 vista previa


Medula ósea roja
Y amarrilla

Composición de los dos tipos de medula


La médula ósea roja es un material suave, de organización laxa, muy vascular,
separada del tejido óseo por el endostio del hueso. Produce todas las clases de
elementos que conforman la sangre; su color rojo viene de la gran cantidad de
eritrocitos. Cuantiosas arterias pequeñas entran en el agujero nutricio de la superficie
ósea, penetran en el hueso y se vacían en sinusoides grandes (45 a 80 μm de ancho)
de la médula. (Saladin, 2012)

La médula ósea amarilla ya no produce sangre, aunque en caso de anemia grave o


crónica puede transformarse de nuevo en médula roja. En adultos la médula roja está
limitada al cráneo, las vértebras, las costillas, el esternón y parte de la cintura pélvica,
así como en las cabezas proximales del húmero y el fémur. (Saladin, 2012)
Diferencias en la distribución entre la infancia y la edad adulta medula ósea
En un niño, la cavidad medular de casi todos los huesos está llena de médula ósea roja
(tejido mieloide). Se le describe como tejido hemopoyético (tejido que produce glóbulos
sanguíneos), pero que realidad está compuesto por varios tejidos organizados de forma
delicada pero intricada, por lo que, de manera apropiada, se le considera un órgano por
derecho propio. (Saladin, 2012)
En los adultos la médula ósea amarilla grasa, como el centro de un hueso de pierna de
cerdo. ya no produce sangre, aunque en caso de anemia grave o crónica puede
transformarse de nuevo en médula roja. En adultos la médula roja está limitada al
cráneo, las vértebras, las costillas, el esternón y parte de la cintura pélvica, así como en
las cabezas proximales del húmero y el fémur. (Saladin, 2012)

Médula ósea y trasplantes


Un trasplante de medula ósea es una opción de tratamiento para la leucemia, la
drepanocitosis, algunas formas de anemia y otros procesos. El principio consiste en
reemplazar medula cancerosa o con algún tipo de defecto con citoblastos de un
donador y esperar a que se reconstruya una población de células de medula y
sanguíneas normales. Antes, al paciente se le administra quimioterapia o radiación
para destruir la medula defectuosa y eliminar células inmunitarias (linfocitos T) que
podrían atacar a la medula donada. La medula ósea se extrae del esternón del donador
o del hueso de la cadera y se inyecta en el aparato circulatorio del receptor. Las
citoblastos del donador colonizan las cavidades medulares del paciente y, de manera
ideal, construyen medula sana. Sin embargo, hay varias desventajas en los trasplantes
de medula ósea: una de ellas es que resulta difícil encontrar donadores compatibles.
Los linfocitos T sobrevivientes en el paciente pueden atacar a la medula del donador, y
los linfocitos T del donador pueden atacar a los tejidos del paciente. Para inhibir el
rechazo del injerto, deben administrarse al paciente fármacos inmunodepresores de por
vida. Estos fármacos dejan a una persona vulnerable contra infecciones y tienen
muchos otros efectos secundarios. En ocasiones, las infecciones se contraen de la
propia medula del donador. En resumen, el trasplante de medula es un procedimiento
de alto riesgo y hasta un tercio de los pacientes muere por complicaciones del
tratamiento. (Saladin, 2012)

Una opción con algunas ventajas consiste en usar sangre de placentas, que suele
descartarse en todos los partos. La sangre placentaria contiene más citoblastos que la
medula ósea adulta, y es menos probable que porte microbios infecciosos. Con el
consentimiento de los padres, puede cultivarse a partir del cordón umbilical con una
jeringa y puede almacenarse de manera indefinida, congelada en nitrógeno líquido en
bancos de hemocitoblastos. (Saladin, 2012)
Las células inmunitarias inmaduras de los hemocitoblastos del cordón umbilical tienen
menos tendencia a atacar los tejidos del receptor; por tanto, los trasplantes de
hemocitoblastos de cordón umbilical tienen menos índices de rechazo y no requieren
una compatibilidad tan cercana entre el donador y el receptor, lo que significa que hay
más donadores disponibles para los pacientes que lo necesitan. A partir de
tratamientos pioneros en la década de 1980, los trasplantes de hemocitoblastos del
cordón umbilical han permitido tratar con éxito leucemia y una amplia variedad de otras
enfermedades sanguíneas. Se están llevando a cabo esfuerzos para mejorar aún más
el procedimiento al estimular los citoblastos fetales para que se multipliquen antes del
trasplante y eliminar los leucocitos T fetales que puedan reaccionar contra el receptor.
(Saladin, 2012)

Sangre
La sangre es un tejido conjuntivo líquido
que viaja por los vasos sanguíneos
tubulares. Su función primaria es
transportar células y materia disuelta de
un lugar a otro. Parece extraño que a un
tejido tan líquido como la sangre y a otro
tan duro como la roca (el hueso) se les
considere tejidos conjuntivos, pero tienen
más en común de lo que se aprecia a
primera vista. Como otros tejidos
conjuntivos, la sangre está compuesta por
más sustancia fundamental que células. (Saladin, Fig. 4 Muestra extendida (Frotis) Sangre

2012)

Su sustancia fundamental es el plasma sanguíneo y sus componentes celulares


reciben, de manera colectiva, el nombre de elementos formes o elementos sólidos. A
diferencia de otros tejidos conjuntivos, la sangre por lo general no tiene fibras, pero
cuando se coagula se forman fibras de proteínas. Otro factor que coloca a la sangre en
la categoría del tejido conjuntivo es que la producen el tejido conjuntivo de la médula
ósea y los órganos linfáticos. (Saladin, 2012)
Fig. 5 Muestra extendida (Frotis) Sangre

Componentes y propiedades generales de la sangre


Por lo general, los adultos tienen de 4 a 6 litros de sangre. Se trata de un tejido
conjuntivo líquido compuesto, como otros tejidos conjuntivos, de células y una matriz
extracelular.
La matriz es el plasma sanguíneo, un líquido de color amarillo claro que constituye un
poco más de la mitad del volumen sanguíneo. Suspendidos en el plasma hay
elementos formes (células y fragmentos de células que incluyen los eritrocitos, o
glóbulos rojos, los leucocitos, o glóbulos blancos y los trombocitos, o plaquetas). El
término elemento forme alude al hecho de que son cuerpos encerrados en una
membrana con una estructura definida visible con el microscopio, son sólo fragmentos
separados de ciertas células de la médula ósea. (Saladin, 2012)
El plasma es una mezcla compleja de agua, proteínas, nutrientes, electrólitos,
desechos nitrogenados, hormonas y gases. Cuando se coagula la sangre y se retiran
los sólidos, el líquido remanente es el suero sanguíneo. En esencia, el suero es
idéntico al plasma, excepto por la ausencia del fibrinógeno coagulante, una proteína.
En cuanto a peso, las proteínas son el soluto más abundante en el plasma, en cuanto a
peso, de 6 a 9 g/100 ml. Las proteínas plasmáticas desempeñan diversos papeles,
entre los que se incluyen la coagulación, la defensa y el transporte de otros solutos
como el hierro, el cobre, lípidos y hormonas hidrofóbicas. Hay tres categorías
principales de proteínas plasmáticas: albúmina, globulinas y fibrinógeno. Muchas otras
proteínas plasmáticas indispensables para la supervivencia representan menos de 1%
del total. (Saladin, 2012)
La albúmina es la proteína plasmática más pequeña y abundante y sirve para
transportar varios solutos y amortiguar el pH del plasma. También contribuye de forma
importante a dos propiedades físicas de la sangre que se analizan más adelante: su
viscosidad y su osmolaridad. Mediante sus efectos en estas dos variables, los cambios
en la concentración de albúmina afectan de manera significativa al volumen sanguíneo,
la presión y el flujo. (Saladin, 2012)
Las globulinas se dividen en tres subclases, de más pequeñas a más grandes en peso
molecular: globulinas alfa (α), beta (β) y gamma (γ). Las globulinas desempeñan
diversos papeles en el transporte de solutos, la coagulación y la inmunidad.
El fibrinógeno es un precursor soluble de la fibrina, una proteína pegajosa que forma el
armazón de un coágulo sanguíneo. Algunas de las demás proteínas plasmáticas son
enzimas que intervienen en el proceso de coagulación. El hígado produce hasta 4 g de
proteína plasmática por hora y aporta todas las proteínas importantes, con excepción
de las gammaglobulinas, que provienen de las células plasmáticas (células de tejido
conjuntivo que proceden de los leucocitos llamados linfocitos B). (Saladin, 2012)
Además de las proteínas, el plasma sanguíneo contiene compuestos de nitrógeno
como los aminoácidos y los desechos nitrogenados. Los desechos nitrogenados son
productos terminales tóxicos del catabolismo, el más abundante de los cuales es la
urea, un producto del catabolismo de los aminoácidos. Por lo general, los riñones
excretan estos desechos a una velocidad que equilibra su producción. El plasma
también transporta nutrientes absorbidos por el tubo digestivo, como glucosa,
aminoácidos, grasas, colesterol, fosfolípidos, vitaminas y minerales. También
transporta oxígeno disuelto, dióxido de carbono y nitrógeno. El nitrógeno disuelto no
tiene una función fisiológica Los electrólitos son otro componente importante del
plasma sanguíneo. Los iones sodio constituyen casi 90% de los cationes plasmáticos.
El sodio es el soluto más importante para la osmolaridad de la sangre y, como tal, tiene
una gran influencia en el volumen sanguíneo y la presión arterial (a las personas con
presión arterial elevada suele aconsejárseles que limiten su ingesta de sodio). El
cuerpo regula con cuidado las concentraciones de electrólitos y las concentraciones en
el plasma se mantienen más o menos estables. (Saladin, 2012)

Los tres tipos básicos de elementos formes en la sangre, y funciones respectivas


Se tienen elementos formes de tres tipos; eritrocitos, leucocitos y trombocitos.
 Los eritrocitos o glóbulos rojos (RBC), son los más abundantes; en películas
sanguíneas teñidas, tienen aspecto de discos color de rosa, con centros
delgados y pálidos y sin núcleo. Los eritrocitos transportan oxígeno y dióxido de
carbono.
 Los leucocitos o glóbulos blancos (WBC), cumplen varias funciones en la
defensa contra infecciones y otras enfermedades. Viajan de un órgano a otro en
la circulación sanguínea y la linfa, pero pasan la mayor parte de su vida en el
tejido conjuntivo. Los leucocitos son un poco más grandes que los eritrocitos y
tienen núcleo prominente que suele ser de color violeta en preparaciones
teñidas. Existen cinco tipos de leucocitos, que se distinguen de manera parcial
por variaciones en la forma de su núcleo: neutrófilos, eosinófilos, basófilos,
linfocitos y monocitos. (Saladin, 2012)
 Los trombocitos o plaquetas son pequeños fragmentos de células dispersas
entre las células sanguíneas. Participan en la coagulación y otros mecanismos
para minimizar la pérdida sanguínea, además de secretar factores de
crecimiento que promueven el crecimiento y el mantenimiento de los vasos
sanguíneos.

La relación entre los elementos formes y el plasma


puede observarse al tomar una muestra de sangre en
un tubo de ensayo y agitarlo por unos minutos en una
máquina centrífuga. Los eritrocitos, los elementos
más densos, se asientan en la parte inferior del tubo
y, por lo general, constituyen de 37 a 52% del
volumen total: un valor denominado hematócrito. Los
leucocitos y los trombocitos se asientan en una zona
estrecha de color crema o amarillo claro denominada
capa leucocítica, justo arriba de los eritrocitos, y
suponen 1% o menos del volumen sanguíneo. En la
parte superior del tubo se encuentra el plasma, que
representa de 47 a 63%
del volumen. (Saladin, 2012) Fig. 6 Componentes de la Sangre

La producción de sangre, sobre todo de sus elementos


formes, se le denomina hemopoyesis. El conocimiento de este proceso proporciona las
bases indispensables para comprender la leucemia, la anemia y otros trastornos
sanguíneos. Los tejidos que producen células sanguíneas son los tejidos
hemopoyéticos. Los primeros tejidos de este tipo en el embrión humano se forman en
el saco vitelino, una membrana relacionada con todos los embriones de los
vertebrados, partir del parto, la médula ósea roja produce los siete tipos de elementos
formes, mientras que los linfocitos también se producen en los tejidos y los órganos
linfáticos, sobre todo en el timo, las amígdalas, los nodos linfáticos, el bazo y las
mucosas. La formación de sangre en la médula ósea y los órganos linfáticos se
denomina hemopoyesis mieloide y linfoide, respectivamente. (Saladin, 2012)

Trastornos eritrocitos
Cualquier desequilibrio entre la velocidad de la eritropoyesis y la destrucción de los
eritrocitos puede producir exceso o deficiencia de glóbulos rojos. El exceso recibe el
nombre de policitemia, y a la deficiencia de eritrocitos o hemoglobina se le llama
anemia.
La policitemia primaria (policitemia verdadera) se debe a cáncer en la línea
eritropoyetina de la médula ósea roja. Puede producir una cifra de eritrocitos de hasta
11 millones por μl, y un hematócrito de hasta 50%. La policitemia de todas las demás
causas, llamada secundaria, se caracteriza por cifras de hasta 6 a 8 millones de
eritrocitos por μl, y puede deberse a deshidratación, ya que se pierde agua de la
circulación sanguínea mientras los eritrocitos permanecen y se concentran de manera
anormal. Con mayor frecuencia se debe a tabaquismo, contaminación atmosférica,
enfisema, altitud elevada, ejercicio aeróbico excesivo u otros factores que crean un
estado de hipoxemia y estimulan la secreción de eritropoyetina (Saladin, 2012)

Anemia
Las causas de la anemia se pueden clasificarse en tres categorías: eritropoyesis o
síntesis de hemoglobina inadecuadas, anemia hemorrágica por sangrado, y anemia
hemolítica por destrucción de eritrocitos. Con frecuencia, la anemia es resultado de
una insuficiencia renal, porque la producción de eritrocitos depende de la
eritropoyetina, producida sobre todo por los riñones. La eritropoyesis también declina
con la edad, porque los riñones se atrofian y producen cada vez menos EPO conforme
que se envejece. Junto con este problema, las personas de edad avanzada tienden a
hacer menos ejercicio y a comer peor, factores que reducen la eritropoyesis. La anemia
nutricional es resultado de una deficiencia dietética de cualquiera de los requisitos de
eritropoyetina analizados antes. Su forma más común es la anemia por deficiencia de
hierro, caracterizada por eritrocitos pequeños y pálidos. Esta anemia suele deberse a la
pérdida sanguínea sin compensación suficiente por ingesta de hierro. Una deficiencia
de vitamina B12 puede causar anemia perniciosa, pero esta vitamina es tan abundante
en la carne que es raro presentar una deficiencia, excepto en vegetarianos estrictos.
Ocurre con más frecuencia cuando las glándulas del estómago dejan de producir una
sustancia denominada factor intrínseco que el intestino delgado necesita para absorber
la vitamina B12, circunstancia más común en edades avanzadas, debido a la atrofia del
estómago. La anemia perniciosa también puede ser hereditaria y es tratable con
inyecciones de vitamina B12; por vía oral sería menos útil porque el tubo digestivo no
puede absorberla sin factor intrínseco. (Saladin, 2012)

La anemia hipoplasia se debe a una declinación de la eritropoyesis, mientras que la


falla completa o la destrucción del tejido mieloide producen anemia aplásica, un cese
completo de la eritropoyesis. La anemia aplásica lleva a necrosis de tejido y
ennegrecimiento de la piel. Sin un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes
muere al cabo de un año. En casi la mitad de los casos su origen es desconocido o
congénito, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes. (Saladin, 2012)

La anemia tiene tres posibles consecuencias:


1. Los tejidos sufren hipoxia (privación de oxígeno). El individuo se encuentra letárgico
y se vuelve disneico después del ejercicio físico. La piel adquiere un color pálido debido
a la deficiencia de hemoglobina. Una hipoxia anémica grave puede causar necrosis de
tejido encefálico, cardiaco y renal, lo que amenaza la vida.
2. La osmolaridad sanguínea se reduce, y, por tanto, se transfiere más líquido de la
circulación sanguínea a los espacios intercelulares, lo que produce edema.
3. La viscosidad sanguínea se reduce. Debido a que la sangre opone tan poca
resistencia al flujo, el corazón late más rápido de lo normal y puede surgir insuficiencia
cardiaca. La presión arterial también se reduce debido a que el volumen y la viscosidad
son menores. (Saladin, 2012)

Fig. 7 Sangre normal y leucémica.


a) Un frotis normal de sangre.
b) Sangre de un paciente con leucemia monolítica aguda.
Obsérvese la cantidad demasiado elevada de leucocitos, sobre todo monocitos, en la parte b

Tejido Linfático
El sistema linfático consta de una red
de vasos que penetra casi todos los
tejidos del cuerpo, y un conjunto de
tejidos y órganos que producen
células inmunitarias. Tiene tres
funciones.

1.- Recuperación de líquidos. El


líquido se filtra de manera continua de
los capilares sanguíneos en los
espacios tisulares. Los capilares
reabsorben casi 85% de éste, pero el
15% que no absorben sumaría, en el
curso de un día, de 2 a 4 litros de
agua y de un cuarto a medio litro de
proteínas plasmáticas. Un individuo
moriría en cuestión de horas a causa
de insuficiencia circulatoria, si esta
agua y estas proteínas no regresaran
a la circulación sanguínea. Una de las
tareas del sistema linfático consiste en
reabsorber este exceso y devolverlo a
la sangre. Incluso la interferencia
parcial con el drenaje linfático puede
provocar edema grave y, en
ocasiones, consecuencias aún más
grotescas. (Saladin, 2012)
2.- Inmunidad. A medida que el
sistema linfático recupera líquido Fig. 8.-Sistema Linfático
tisular, también recoge células (que no pertenecen al cuerpo) y sustancias
químicas de los tejidos. En su regreso a la circulación sanguínea, el líquido atraviesa
los ganglios linfáticos, donde las células inmunitarias resguardan contra materiales
externos. Cuando éstas detectan algo que puede ser dañino, activan una respuesta
inmunitaria protectora. (Saladin, 2012)
3.- Absorción de lípidos. En el intestino delgado, los vasos sanguíneos especiales
denominados vasos quilíferos absorben lípidos dietéticos que no son absorbidos por
los capilares sanguíneos. (Saladin, 2012)

Los componentes del sistema linfático son:


1) Linfa, el líquido recuperado;
2) Vasos linfáticos, que transportan la linfa;
3) Tejido linfático, compuesto de agregados de linfocitos y macrófagos que pueblan
muchos órganos del cuerpo,
4) Órganos linfáticos, en que estas células están concentradas de manera especial y
que se encuentran separadas de los órganos circundantes por cápsulas de tejido
conjuntivo. (Saladin, 2012)

La linfa y los vasos linfáticos


La linfa suele ser un líquido claro, incoloro, similar al plasma sanguíneo, pero bajo en
proteínas. Se origina como líquido tisular tomado por los vasos linfáticos. Esta
composición varía de manera importante entre un lugar y otro. (Saladin, 2012)

Vasos linfáticos
La linfa fluye a través de un sistema de
vasos linfáticos similares a los sanguíneos.
Éstos empiezan con capilares linfáticos
(terminales linfáticas) microscópicos, que
penetran en casi todos los tejidos del
cuerpo, pero están ausentes del sistema
nervioso central, cartílago, córneas, hueso y
médula ósea. Están muy relacionados con
los capilares sanguíneos, pero, a diferencia
de ellos, están cerrados en un extremo. Los
vasos linfáticos se forman en el embrión a
partir de las venas, de modo que no es
sorprendente que los vasos más grandes
tengan una histología similar. Cuentan con
una túnica interna con un endotelio y
válvulas. La ruta desde el líquido tisular
hasta la circulación sanguínea es: capilares
linfáticos → vasos recolectores → seis
troncos linfáticos → dos conductos
recolectores → venas subclavias. Por Fig. 9.- Intercambio de líquidos entre el aparato
consiguiente, hay un reciclaje continuo de circulatorio y el sistema linfático. Los capilares sanguíneos
pierden líquido en los espacios tisulares. El sistema
líquido de la sangre al líquido tisular, a la linfático recoge el exceso de líquido y lo regresa a la
circulación sanguínea
linfa y de regreso a la sangre. (Saladin, 2012)

Circulación de la linfa
La linfa fluye bajo fuerzas similares a las que determinan el retorno venoso, excepto
que el sistema linfático no tiene una bomba como el corazón, y la linfa circula a una
presión y una velocidad menores que la sangre por las venas. Las contracciones
rítmicas de los propios vasos linfáticos son el mecanismo principal de la circulación
linfática; estos vasos se contraen cuando el líquido los estira. Las válvulas de los vasos
linfáticos como las de las venas, evitan que el líquido fluya hacia atrás. La circulación
también es producida por la presión de los músculos estriados de los vasos linfáticos,
como la bomba de músculo estriado que mueve la sangre venosa. Debido a que, por lo
general, los vasos linfáticos están rodeados por una arteria en una vaina de tejido
conjuntivo común, el pulso arterial también puede oprimir los vasos linfáticos de
manera rítmica, lo que contribuye a la circulación linfática. Una bomba torácica
(respiratoria) promueve el flujo de linfa desde la cavidad abdominal a la torácica
mientras se inhala, tal como lo hace en el retorno venoso. Por último, en el punto donde
el conducto recolector se vacía en las venas subclavias, la rápida circulación sanguínea
atrae la linfa hacia él. Considerando estos mecanismos de la circulación linfática, debe
resultar evidente que el ejercicio físico aumenta de manera importante la velocidad de
retorno linfático. (Saladin, 2012)

Células linfáticas

Otro componente del sistema linfático es el tejido linfático, que va desde células
dispersas en las mucosas de las vías respiratorias, el tubo digestivo, las vías urinarias y
el aparato reproductor, hasta poblaciones de células compactas encapsuladas en
órganos linfáticos. Estos tejidos están compuestos por diversos linfocitos y otras células
con varias funciones en defensa e inmunidad. (Saladin, 2012)
1. Los linfocitos citolíticos naturales (NK) son linfocitos grandes que atacan y
destruyen bacterias, tejidos trasplantados y células anfitrionas (células del propio
cuerpo) que se han infectado con virus o que se han vuelto cancerosas. Son
responsables de un modo de defensa, que se estudia más adelante, al que se le
denomina vigilancia inmunitaria. (Saladin, 2012)
2. Los linfocitos T maduran en el timo y luego dependen de las hormonas tímidas: la T
proviene de dependiente del timo. Hay varias subclases de linfocitos T que se
presentan más adelante en estas páginas. (Saladin, 2012)
3. Los linfocitos B se diferencian en células plasmáticas (células de tejido conjuntivo
que secretan anticuerpos). Reciben ese nombre por un órgano de los pollos (la bolsa
de Fabricio2) en donde se descubrieron por primera vez. Sin embargo, debe
considerarse que, en los seres humanos, estas células maduran en la médula ósea.
(Saladin, 2012)
4. Los macrófagos son células de tejido conjuntivo muy grandes, que tienen avidez
por la fagocitosis. Se desarrollan a partir de monocitos que han emigrado de la
circulación sanguínea. Fagocitan desechos tisulares, neutrófilos muertos, bacterias y
otras materias externas al cuerpo También procesan materia extraña y despliegan
fragmentos antigénicos de ella ante ciertos linfocitos T, con lo que alertan al sistema
inmunitario de la presencia de un enemigo. Los macrófagos y otras células que hacen
esto reciben el nombre colectivo de células presentadoras de antígenos (APC por sus
siglas en inglés). (Saladin, 2012)
5. Las células dendríticas son APC ramificadas, móviles que se encuentran en la
epidermis, las mucosas y los órganos linfáticos. (En la piel, suele llamárseles células de
Langerhans. 3) Juegan un papel importante al alertar el sistema inmunitario ante
patógenos que han rebasado las superficies corporales. Engullen materiales externos
mediante endocitosis mediada por receptores en lugar de fagocitosis, pero de otra
manera funcionan como macrófagos. Después de internalizar un antígeno, migran a un
ganglio linfático cercano y activan una reacción inmunitaria. (Saladin, 2012)
6. Las células reticulares son APC ramificadas estacionarias que contribuyen a la
estructura de tejido conjuntivo (estroma) de los órganos linfáticos. (No deben
confundirse con las fibras reticulares, que son fibras de colágeno finas, ramificadas,
comunes en los órganos. (Saladin, 2012)

Tejidos linfáticos
Los tejidos linfáticos (linfoides) son agregados de linfocitos en los tejidos conjuntivos de
las mucosas y en varios órganos. La forma más simple es el tejido linfático difuso, en
donde los linfocitos están dispersos en lugar de permanecer agrupados de manera
densa. Prevalecen, en gran medida, en los pasajes corporales que están abiertos al
exterior (las vías respiratorias, el tubo digestivo, las vías urinarias y el aparato
reproductor), donde se les denomina tejido linfático relacionado con la mucosa (MALT
por sus siglas en inglés). En algunos lugares, los linfocitos y macrófagos se congregan
en masas densas a las que se denomina folículos linfáticos, que vienen y van a medida
que los patógenos invaden los tejidos, y el sistema inmunitario responde al desafío. Sin
embargo, una cantidad abundante de folículos linfáticos son una característica
constante de los ganglios linfáticos las amígdalas y el apéndice. En el íleon, la parte
distal del intestino delgado, forma grupos llamados parches de Peyer. (Saladin, 2012)
Órganos linfáticos
En contraste con el tejido linfático difuso, los órganos linfáticos (linfoides) son sitios
anatómicos bien definidos y, al menos de manera parcial, cápsulas de tejido conjuntivo.
Estos órganos incluyen la médula ósea roja, el timo, los ganglios linfáticos, las
amígdalas y el bazo. La médula ósea roja y el timo están relacionados con los órganos
linfáticos primarios porque son los sitios donde los linfocitos B y T, respectivamente, se
vuelven inmunocompetentes (capaces de reconocer y responder a antígenos). Los
ganglios linfáticos, las amígdalas y el bazo reciben el nombre de órganos linfáticos
secundarios porque los linfocitos inmunocompetentes sólo migran a ellos después de
que maduran en los órganos linfáticos primarios. (Saladin, 2012)

Inicio y propagación de la Leucemia

La leucemia es un cáncer de los tejidos hemopoyéticos que suele producir una


cantidad demasiado elevada de leucocitos y sus precursores en circulación se clasifica
como mieloide o linfoide, y como aguda o crónica. La leucemia se desarrolla cuando el
ADN de los glóbulos en desarrollo, principalmente los glóbulos blancos, sufre daños.
Esto hace que las células sanguíneas crezcan y se dividan de manera incontrolable.
Las células sanguíneas sanas mueren y son reemplazadas por las células nuevas.
Estas se desarrollan en la médula ósea. Las células sanguíneas anormales no mueren
en un punto natural de su ciclo de vida. En lugar de ello, estas se acumulan y ocupan
más espacio. A medida que la médula ósea produce más células cancerosas,
comienzan a saturar la sangre, impidiendo que los glóbulos blancos sanos crezcan y
funcionen normalmente. Eventualmente, las células cancerosas superan en número a
las células sanas en la sangre.

Tipos de leucemia
Las leucemias pueden clasificarse según la rapidez de su evolución en:
 La leucemia mieloide está marcada por la producción descontrolada de
granulocitos.
 La leucemia linfoide incluye la producción descontrolada de linfocitos o
monocitos.
 La leucemia aguda aparece de pronto, progresa con rapidez y sin tratamiento
causa la muerte en pocos meses.
 La leucemia crónica se desarrolla con más lentitud y puede pasar inadvertida
durante muchos meses; sin tratamiento, el tiempo de supervivencia típico es de
3 años. Las leucemias mieloide y linfoide se presentan en formas aguda y
crónica.
 La leucemia linfoblástica aguda, el tipo más común de cáncer infantil. El
tratamiento emplea quimioterapia y trasplantes de médula ósea junto con el
control de efectos secundarios como anemia, hemorragia e infección.

A medida que las células leucémicas proliferan, reemplazan la médula ósea normal, lo
que origina una deficiencia de granulocitos, eritrocitos y trombocitos normales. Aunque
se producen enormes cantidades de leucocitos que se vierten a la circulación
sanguínea, son células inmaduras, incapaces de realizar las funciones defensivas
normales. La defi ciencia de leucocitos competentes deja al paciente vulnerable a
infecciones oportunistas (el establecimiento de organismos patógeno que en personas
con síntesis inmunitarias sanas suelen mantenerse bajo control). La deficiencia de
eritrocitos deja al paciente anémico y fatigado, y la de trombocitos produce hemorragias
y coagulación sanguínea deficiente. El tejido hemopoyético canceroso a menudo crea
metástasis de la médula ósea o los ganglios linfáticos a otros órganos del cuerpo,
donde las células metastásicas desplazan o compiten con las otras. Así, la metástasis
formada en el tejido óseo es común y conlleva dolor en huesos y articulaciones. El
aparato circulatorio se desarrolló en una etapa muy temprana en la evolución de los
animales y con él evolucionaron los mecanismos para detener las fugas, que pueden
llegar a ser fatales. La hemostasia es el cese de la hemorragia y, aunque es posible
que los mecanismos hemostáticos no puedan detener la hemorragia de un vaso
sanguíneo grande, son muy efectivos para cerrar roturas de los pequeños.
Conclusión

Concretamente, en la médula ósea es dónde se encuentran las células madre,


denominadas progenitores hematopoyéticos, a partir de las cuales se diferencian todas
las células de la sangre. En la médula ósea se originan los Glóbulos blancos
que también se les conoce como leucocitos, Células mieloides, entre las que se
encuentran los neutrófilos, basófilos, monolitos y eosinófilos, células linfoides, entre las
que se encuentran los linfocitos T y B. Glóbulos rojos, son los que proporcionan el color
rojo a la sangre, las plaquetas, también se conocen con el nombre de trombocitos y
participan en el proceso de coagulación de la sangre.
Glosario

Adenoides: Son un parche de tejido en la parte alta de la garganta, justo detrás de la


nariz. junto a las amígdalas son parte del sistema linfático.
Albúmina Tipo de proteína que se encuentra en la sangre, la clara de huevo, la leche y
otras sustancias.

Aplásica es una afección que ocurre cuando el cuerpo deja de producir la cantidad
necesaria de células sanguíneas nuevas.

All: Leucemia linfocítica aguda.

Citoblastos: Núcleo protoplasmático de una célula, como lugar desde el que se


desarrolla la célula.

CT: tomografía computarizada.

Ganglios Linfáticos: Estructura en forma de frijol que forma parte del sistema
inmunitario.

Hemocitoblastos: Son las células madres precursoras de los eritrocitos, leucocitos, y


plaquetas.

Hemopoyético Tejido en el que se forman las células sanguíneas nuevas.

Hematócrito. Cantidad de sangre total compuesta de glóbulos rojos.

Intertrabeculares Espacios intertrabeculares ocupados por células.

Linfocitos b: Tipo de glóbulo blanco que elabora anticuerpos. los linfocitos b son parte
del sistema inmunitario que se forman a partir de las células madre en la médula ósea.
Linfocitos t: Tipo de glóbulo blanco. los linfocitos t son parte del sistema inmunitario y
se forman a partir de células madre en la médula ósea.
Trabéculas: La pieza mineralizada de pequeño tamaño y forma de aguja a partir de la
cual se forma hueso esponjoso.
Postnatal Que existe o tiene lugar después del parto o del nacimiento.
MRI: magnética resonancia imagen.
Linfa: Líquido transparente que circula por el sistema linfático y transporta células que
ayudan a combatir las infecciones y otras enfermedades.

Osmolaridad. Concentración de partículas disueltas en un líquido.


Bibliografía

(s.f.). https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/2002/11/03/tejido-linfatico-
5177.html.
CUIDATEPLUS . (2002/11/03).

Saladin, K. S. (2012). Anatomía y Fisiología. china: Mc Graw Hill educaction.

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