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Objetivos de aprendizaje

Esta unidad de estudio te ayudará a aprender sobre:

1. Los diferentes tipos de tejido óseo y cómo se aprecian en imágenes histológicas


2. Los componentes celulares de cada tipo de tejido óseo

Explora imágenes histológicas

El hueso es la unidad básica del sistema esquelético humano. Los huesos son estructuras


rígidas formadas por tejido conectivo denso calcificado. El tejido óseo está compuesto
por una matriz ósea mineralizada que consiste en fibras de colágeno tipo 1 dispersas por
la sustancia fundamental. Las células principales del tejido óseo son los osteocitos,
osteoblastos y osteoclastos. Cada hueso consta de dos capas: hueso compacto (cortical)
y el hueso esponjoso (trabecular).

Hueso compacto (cortical)

El hueso compacto es la capa más externa y densa del hueso que le da su aspecto liso,
blanco y sólido.
Hueso esponjoso (trabecular)

El hueso esponjoso es la capa porosa y profunda del hueso. A diferencia del


hueso compacto, este es altamente vascularizado y más activo
metabólicamente. Es encontrado típicamente dentro de los extremos de los
huesos largos y en las vértebras.

El tejido conectivo laxo también se denomina tejido conectivo areolar. Tiene


cantidades casi iguales de células, fibras y sustancia fundamental. Las células
principales son los fibroblastos. Sin embargo, también hay células del sistema
inmunitario.

Las fibras colágenas son las principales fibras de la MEC, estas se distribuyen


de forma dispersa por la MEC, por lo que este tipo de tejido se denomina
"laxo". Además de las fibras colágenas, también están presentes cantidades
moderadas de fibras reticulares y elásticas.
La médula ósea carece de la rigidez del hueso en el que se encuentra contenida. Muy por el
contrario, es una sustancia gelatinosa que ocupa completamente los espacios existentes dentro de
la red trabecular del hueso. La médula ósea constituye alrededor del 4 a 5% del peso corporal total
de un individuo. A pesar de que por eso podría ser considerada un sistema de categoría “peso
pluma”, es en realidad un “peso pesado” en términos de sus funciones, ya que está encargada de
producir plaquetas, linfocitos, eritrocitos, granulocitos y monocitos.

Médula ósea (histología)


Los huesos de nuestro esqueleto poseen una intrincada microarquitectura. Las cavidades
creadas por la disposición trabecular en el interior de ellos contienen una mezcla de
adipocitos y células sanguíneas en múltiples etapas de desarrollo. Este tejido es conocido
como médula ósea y es responsable de la producción de varios tipos de células sanguíneas
mediante un proceso conocido como hematopoyesis.
A decir verdad, sus funciones fundamentales son dos; una es la producción de células
sanguíneas y la otra es el almacenamiento de grasa. Debido a esto se pueden reconocer
dos tipos de médula en el cuerpo:

 La médula ósea roja, altamente vascularizada y hematopoyéticamente activa


 La médula ósea amarilla, rica en grasa y con menos centros de producción de
células sanguíneas.

Médula ósea roja

Médula ósea roja


Medulla ossium rubra
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En la médula ósea roja existen cúmulos de células hematopoyéticas que están


distribuidas abundantemente a lo largo del tejido conectivo laxo que también es
observado aquí. Estos grupos de células se encuentran cercanos a sinusoides, vasos
sanguíneos relativamente grandes pero de pared delgada, que se anastomosan con
los vasos nutricios del hueso. Las arterias nutricias que acaban de ingresar al hueso se
anastomosan entre sí dentro de la médula ósea y posteriormente terminan en arteriolas
que convergen para formar los antes mencionados sinusoides, los cuales posteriormente
drenan en venas significativamente más grandes que al converger entre sí forman venas
nutricias, las cuales abandonan el hueso a través de los mismos forámenes por los que
ingresaron las arterias correspondientes.

La médula ósea roja es más abundante en todas las estructuras óseas desde la vida
intrauterina hasta el quinto año de vida. A medida que la vida avanza, la médula ósea
roja queda relegada a huesos específicos como los del esqueleto axial
(cráneo, esternón, costillas, y vértebras), pelvis, clavícula y las epífisis de los huesos
proximales de los miembros superior e inferior.

La sustancia de soporte de las células hematopoyéticas y adipocitos está hecha


de reticulina, un fino colágeno tipo III que es producido por células
reticulares derivadas del mesénquima (similares a fibroblastos). Existen también otras
células que realizan tareas de mantención, por ejemplo los macrófagos, que facilitan la
hematopoyesis fagocitando restos celulares generados durante el proceso.
Médula ósea amarilla

Dependiendo de la edad y de la demanda hematológica de un individuo, las células


reticulares aumentan de volumen como resultado de un incremento en la ingesta de
lípidos. De este modo se forma la médula ósea amarilla

Contiene principalmente tejido conectivo de soporte que proporciona el andamiaje para


las estructuras neurovasculares que atraviesan la región. Hay también
numerosos adipocitos y muy pocos cúmulos celulares hematopoyéticos inactivos.
Estos centros hematopoyéticos latentes pueden reactivarse frente al aumento de la
demanda de eritrocitos.

Sangre

Objetivos de aprendizaje

Al completar esta unidad de estudio:

1. Tendrás conocimiento sobre la composición de la sangre humana


2. Aprenderás sobre los diferentes tipos de células sanguíneas
3. Podrás identificar las células sanguíneas bajo el microscopio
Explora imágenes histológicas

La sangre es el tejido conectivo especializado del sistema circulatorio que transporta las
células sanguíneas y las sustancias disueltas por todo el cuerpo a través de los vasos
sanguíneos. Como todo tejido conectivo, tiene componentes celulares y extracelulares.

Tipos celulares

Un análisis histológico de la médula ósea roja revela una abundancia de células


progenitoras y sus derivados en varias etapas de su desarrollo. Típicamente, las células
progenitoras son más grandes que sus productos finales. El sufijo “-blasto” a menudo
quiere decir que la línea celular referenciada es la que origina a aquella serie (por ejemplo,
los eritroblastos son las células precursoras de los eritrocitos). La siguiente lista enumera
líneas celulares encontradas en la médula ósea.
 Granulocitos - son una línea especial de glóbulos blancos que poseen gránulos
secretores en su citoplasma. Hay tres tipos de
granulocitos: eosinófilos, basófilos y neutrófilos.

 Monocitos - son leucocitos que se diferencian a macrófagos. Recordemos que


existen diferentes subtipos de macrófagos dependiendo de la región del cuerpo.
Por ejemplo, las células de Kupffer en el hígado o las células de Langerhans en la
piel.

 Eritrocitos - son las células anucleadas y bicóncavas encargadas de transportar


oxígeno.

 Megacariocitos - son células voluminosas responsables de la trombocitogénesis


(producción de plaquetas o trombocitos).

 Linfocitos - son células del sistema inmune. Todos los linfocitos son producidos
en la médula ósea, sin embargo, un subgrupo de linfocitos madura en el timo
(linfocitos T).
El estroma de la médula ósea también contiene múltiples células precursoras de origen
mesenquimático. Entre ellas se incluyen líneas celulares totipotenciales que son capaces
de diferenciarse en condrocitos (células cartilaginosas), osteoblastos y osteoclastos
(células óseas), además de adipocitos (células grasas), miocitos (células musculares)
y células endoteliales.

Irrigación

La médula ósea es irrigada por las mismas arterias que proporcionan nutrientes al hueso
circundante. Una arteria nutricia y dos venas nutricias usualmente recorren cada
foramen nutricio del hueso para ingresar a la médula ósea. Usualmente existen dos
principales en los huesos largos, mientras que los huesos planos presentan mayor
cantidad de forámenes y por ende de arterias. La arteria nutricia se bifurca tras el
ingreso a la médula ósea, y cada arteria viaja entonces en el sentido del eje mayor del
hueso en direcciones opuestas y realizando un recorrido tortuoso alrededor de la vena
central longitudinal de la médula ósea.

Las arterias antes mencionadas emiten entonces una multitud de arteriolas y capilares de
paredes delgadas que se dirigen de vuelta a la corteza ósea. En las cercanías del hueso
estos vasos sanguíneos se anastomosan además con plexos de venas sinusoidales que
drenan su contenido en venas colectoras; llevando la sangre de vuelta al centro de la
médula para tributar en la vena central, la cual a su vez vierte su contenido (sangre que
contiene células sanguíneas recién formadas) a las venas nutricias. Hasta la fecha no se
ha demostrado la existencia de linfáticos dentro de la cavidad medular.

Inervación

Los conductos nutricios y la foramina epifisaria y metafisaria también transportan fibras


nerviosas mielínicas y amielínicas al hueso y, por extensión, también a la médula.
Algunas de estas fibras actúan como vasa nervosa, inervando la musculatura lisa de las
paredes de los vasos sanguíneos así como al tejido hematopoyético de la médula.

Cartílago hialino

Objetivos de aprendizaje

Esta unidad de estudio te ayudará a:

1. Aprender la estructura histológica del cartílago hialino


2. Identificar sus componentes en imágenes histológicas
3. Aprender qué características diferencian el cartílago hialino de otros tipos de
cartilago

Explora imágenes histológicas

El cartílago hialino es el tipo de cartílago más abundante. Este tipo de cartílago tiene
apariencia de vidrio. Es rico en moléculas de colágeno tipo II, y se encuentra en la
superficie articular de las articulaciones (en forma de cartílago articular), en las paredes de
las vías respiratorias superiores y en los extremos mediales de las costillas.
Cartílago elástico

Objetivos de aprendizaje

Al completar esta unidad de estudio estará s en capacidad de:

1. Reconocer la estructura histológica del cartilago elástico


2. Identificar sus componentes en imágenes histológicas
3. Comprender qué características diferencian el cartilago elástico de otros tipos de
cartilago

Explora imágenes histológicas

El cartílago elástico está caracterizado por la presencia de fibras elásticas abundantes. Se


encuentra en las paredes del oído externo, la epiglotis y el cartílago cuneiforme de la
laringe
Formación del tejido óseo

Objetivos de aprendizaje

Esta unidad de estudio te ayudará a aprender sobre:

1. El proceso de osificación intramembranosa y cómo se aprecia en imágenes


histológicas
2. El proceso de osificación endocondral y su apariencia en imágenes histológicas

Explora imágenes histológicas


Cartílago fibroso

Objetivos de aprendizaje

Esta unidad de estudio te ayudará a:

1. Aprender sobre la estructura histológica del cartilago fibroso


2. Identificar sus componentes en imágenes histológicas
3. Aprender qué características diferencian el cartilago fibroso de otros tipos de
cartilago

Explora imágenes histológicas


El fibrocartílago es una variedad de cartílago que contiene fibras de colágeno tipo I
visibles. Compone los discos articulares, los discos intervertebrales, la sínfisis del pubis y
los meniscos de la articulación de la rodilla.

Tejido conectivo denso

Objetivos de aprendizaje

Al completar esta unidad de estudio estarás en capacidad de:

1. Reconocer la estructura histológica del tejido conectivo denso


2. Identificar sus componentes en imágenes histológicas
3. Aprender cuáles son las características histológicas que diferencian el tejido
conectivo denso de otros tipos de tejido conectivo

Explora imágenes histológicas


El tejido conectivo denso tiene menos células que el tejido conectivo laxo y al contrario
de este último, su MEC está densamente repleta de fibras colágenas. Según la disposición
de las fibras, existen dos subtipos de tejido conectivo denso: denso regular y denso
irregular.

BIOLOGÍA. TEJIDO CONECTIVO

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El tejido conectivo o conjuntivo, es un conjunto heterogéneo de tejidos orgánicos que


comparten un origen común a partir del mesénquima embrionario originado del mesodermo.

El tejido conjuntivo tiene la función primordial de sostén e integración sistémica del


organismo. De esta forma, el TC participa de la cohesión o separación de los diferentes
elementos tisulares
que componen los órganos y sistema, y también se convierte en un medio logístico a través del
cual se distribuyen las estructuras vásculonerviosas.

Con criterio morfofuncional, los tejidos conjuntivos se dividen en dos grupos:

• los tejidos conjuntivos no especializados.

• los tejidos conjuntivos especializados.

La denominación tejido conjuntivo o tejido conectivo es un término genérico que agrupa


diversos sub-tipos de tejidos, entendido así, sin ninguna aclaración, se hace referencia
entonces a "los tejidos conjuntivos" en general, especializados y no especializados.

Para referirse exclusivamente al tejido conectivo no especializado, sin caer en ambigüedades,


se utiliza la denominación "tejido conjuntivo propiamente dicho". El tejido conectivo
propiamente dicho es aquel tipo de TC ubicuo, de función más general, menos diferenciado
desde una óptica histofisiológica.

Estroma y parénquima

Se entiende por estroma a aquellas porciones ocupadas por tejido conectivo propiamente
dicho de tipo laxo, que con su función de sostén colabora con la histoarquitectura de un
órgano, para diferenciarlo del parénquima que es la porción tisular funcional de un órgano,
generalmente de tejido epitelial.

Clasificación

El tejido conectivo se clasifica en:

1- Tejido conectivo no especializado, que a su vez se distingue en:

a-Tejido conectivo laxo:

Tejido conjuntivo mucoso o gelatinoso

Tejido conjuntivo reticular

Tejido mesenquimal

b-Tejido conectivo denso:

Tejido conectivo denso regular

Tejido conectivo denso irregular

2- Tejidos conectivos especializados, entre los que se encuentran:


a-Tejido adiposo

b-Tejido cartilaginoso

c-Tejido óseo

d-Tejido hematopoyético

e-Tejido sanguíneo (sangre)

Dependiendo de los criterios histológicos usados para la clasificación de los tejidos, la sangre
es considerada a grandes rasgos de dos formas diferentes. Agrupada por algunos como un tipo
especializado de tejido conectivo cuya matriz es líquida, el plasma sanguíneo, otros entienden
la sangre como un tejido básico más, elevando a cinco el número de tejidos primordiales:
tejidos epitelial, conectivo, sanguíneo, muscular, y nervioso.

Como mesénquima embrionario, se entiende al conjunto de tejidos mesenquimales del


embrión. El tejido mesenquimal es el tejido conectivo del organismo embrionario, no importa
su origen. En general, se establece que los tejidos conectivos embrionarios tienen origen
mesodérmico.

Con el desarrollo embrionario y luego fetal, el tejido mesenquimal va madurando y


diferenciándose, no sólo hacia los diferentes tipos de tejido conectivo (laxo, denso, adiposo,
cartilaginoso, óseo, hematopoyético y sanguíneo), sino también hacia el tejido muscular. De
esta forma, múltiples estructuras parten de la diferenciación del mesénquima.

Componentes del tejido

Como todo tejido, está constituido por células y componentes extracelulares asociados a las
células. La sustancia fundamental y las fibras son los componentes extracelulares, conocidos
genéricamente como matriz extracelular, de los cuales dependen mayormente las
características morfofisiológicas de los tejidos conectivos en general. Los elementos que
conforman el tejido conectivo no especializado (tanto laxo como denso), son:

1-Sustancia fundamental

La sustancia fundamental (SF) es un material traslúcido, extensamente hidratado y de


consistencia gelatinosa, en el que están inmersas las células y las fibras tisulares y otros
componentes en solución. La fase acuosa de la SF funciona como un solvente que permite el
intercambio de metabolitos (nutrientes y desechos) de una célula a otra a través del espacio
intersticial.

Las características físico-químicas de la SF están dadas por su composición biológica: proteínas


y glucosaminoglucanos (GAGs) asociados (proteoglicanos). Inicialmente conocidos como
mucopolisacáridos ácidos, actualmente identificados como GAGs, entre los que se hallan:
condroitín sulfato, heparán sulfato, queratán sulfato y ácido hialurónico. Los GAGs son
macromoléculas complejas de polisacáridos (polímeros hidrófilos) asociados a proteínas, con
reacción ácida y numerosos grupos aniónicos que atraen cationes solubles (principalmente
Na+) con un gran efecto osmolar, por arrastre de agua, que contribuye a la turgencia de la
matriz intercelular.

Otros componentes asociados son las glucoproteínas de adhesión como la fibronectina,


laminina y trombospondina; integrinas y porductos de excresión celular como hormonas,
factores de crecimiento, quimiotácticos, etc..

2- Fibras

Las fibras que componen la matriz intercelular pueden ser de varios tipos: fibras colágenas,
fibras elásticas y microfibrillas. Por mucho, cualitativa y cuantitativamente, el colágeno es la
fibra más importante. Los fibroblastos son las principales células productoras de las fibras
colágenas y elásticas; otros tipos de células de origen mesenquimal también sintetizan fibras
(músculo liso, células mesoteliales, etc..) y también las células epiteliales.

Fibras colágenas: sirven para resistir estiramientos y están presentes en todo tipo de tejido
conjuntivo en particular los tendones, los ligamentos y las fascias.

Fibras reticulares: forman parte de una red de soporte, son inelásticos presentes envolviendo
órganos. Antiguamente consideradas fibras diferentes, son fibras compuestas por colágeno
tipo III.

Fibras elásticas: están compuestas por dos tipos de proteínas: la elastina y la fibrilina. Son
fibras más delgadas que las fibras colágenas y abundan en tejidos conectivos laxos. Las fibras
elásticas tienen un aspecto ramificado y entramado tipo red en el TC laxo; o sino, un aspecto
fibroso paralelo y de banda perforada en el TC denso.

Son extremadamente elásticas y están adaptadas al estiramiento, pues pueden incrementar


hasta 1,5 veces su longitud frente a la tracción y volver a su posición normal. Así, las fibras
elásticas están presentes en tejidos y órganos donde se necesita esta propiedad física: la
tráquea, las cuerdas vocales y las paredes de los vasos sanguíneos (aorta).

La elastasa pancreática es la enzima especializada en la digestión de esta proteína fibrilar.

El latirismo es una enfermedad toxicológica que afecta la síntesis de las fibras elásticas, es
producida por la ingestión de la planta Lathyrus odoratus.

Microfibrillas: la fibrilina es una glucoproteína fibrilar de 350 kD asociada especialmente a las


fibras elásticas y abundante en la lámina basal de los epitelios. El Síndrome de Marfan es un
trastorno hereditario (genético) del TC que afecta la síntesis normal de fibrilina.

3- Células del tejido conjuntivo

Aunque algunas de ellas son levemente móviles, células libres, las células del tejido conjuntivo
son esencialmente fijas e inmóviles, células sésiles.

Células fijas

Células mesenquimales: son característicos en los estados embrionario y fetal como elemento
celular en el tejido mesenquimal. Son las que se diferencian en los restantes tipos de células
conjuntivas. Se pueden localizar en los capilares después del nacimiento.

Fibroblastos: células altamente basofílicas debido a su alto contenido de retículo


endoplasmático. Llamados fibrocitos en su estado inactivo.
Adipocitos o células adiposas: son células que almacenan grasa, constituyendo ésta el máximo
bulto de su citoplasma. Odiados por muchos humanos, tienen funciones vitales en muchos
animales. Los adipocitos tienen la peculiar característica de no poder ejecutar la mitosis.

Macrófagos: células populares en el sistema inmune los cuales gozan de la característica de ser
fagocitos de primera línea. También llamados histiocitos.

Células libres

Mastocitos: se encuentran en la mayoría del tejido conjuntivo, su función es básicamente


secretora, en particular del histamina (causante de los síntomas alérgicos), y el anticoagulante
heparina.

Células plasmáticas: presentes en el tracto digestivo su función es la de secretar anticuerpos


(especialmente IgG) al torrente sanguíneo en respuesta a una infección bacterial.

Células reticulares: tienen forma de estrella y participan junto con las fibras reticulares en
glándulas y el sistema linfoide.

Glóbulos blancos: los componentes celulares del sistema inmune, de varios tipos y funciones.
También llamados leucocitos.

Tejido conectivo laxo

El TC laxo se caracteriza por la presencia de células y componentes extracelulares de la matriz


en proporción más abundante que los componentes fibrilares. Hay varios subtipos de TC laxo.

Tejido conectivo mucoso

Es un TC laxo en el que predomina la sustancia fundamental amorfa compuesta por ácido


hialurónico. La celularidad es media, principalmente fibroblastos y macrófagos, irregularmente
dispersos en la matriz gelatinosa.

No es frecuente hallar este tipo de tejido en el adulto, pero sí en el cordón umbilical del recién
nacido, un material conocido como Gelatina de Wharton; también en la pulpa de los dientes
en escasa cantidad.

Tejido conectivo reticular

El tipo reticular de TC laxo se caracteriza porque abundan las fibras reticulares argirófilas,
compuestas por colágeno de tipo III. Dan un aspecto de entramado de red tipo malla, en el que
se distribuyen los fibroblastos esparcidos por la matriz. El TC reticular compone el estroma de
la médula ósea, el bazo, los ganglios linfáticos y el timo, dando sustento y armazón
microclimático al parénquima.

Tejido mesenquimal

El tejido mesenquimal compone la mesénquima embrionaria, o la totalidad de los tejidos


conectivos diferenciados y en diferenciación en el embrión. Estos tejidos primariamente tienen
una consistencia laxa y son ricos en células mesenquimales que por diferenciación aportan
células específicas para cada tipo de tejido maduro.
Tejido conectivo denso

El tejido conectivo denso se puede adoptar dos tipos básicos de configuraciones: TC denso
"regularmente dispuesto", o TC denso "irregularmente dispuesto".

Tejido conectivo denso regular

Es el tipo de TC que forma los tendones, aponeurosis, ligamentos y en general estructuras que
reciben tracción en la dirección hacia la cual se orientan sus fibras colágenas.

Tejido conectivo denso irregular

Presente en las cápsulas del hígado, ganglios linfáticos y riñón.


Tejido conectivo reticular
Objetivos de aprendizaje

Esta unidad de estudio te ayudará a:

1. Aprender la estructura histológica del tejido conectivo reticular


2. Identificar sus componentes histológicos en imágenes histológicas
3. Aprender qué características histológicas diferencian el tejido reticular de otros
tipos de tejido conectivo

Explora imágenes histológicas

El tejido conectivo reticular es producido por fibroblastos modificados,


llamados células reticulares. Estas producen fibras reticulares dispuestas en una red
entrelazada (retículo).
Oído medio y tuba auditiva

Objetivos de aprendizaje

Esta unidad de estudio te ayudará a:

1. Identificar las principales características del oído medio y la tuba auditiva.


2. Dominar la vascularización, inervación y contenido del oído medio.
3. Aprender sobre los tres huesecillos encontrados en el oído medio, la estructura y
función de cada uno.
Navega por el atlas

El oído medio consta de un cámara llena de aire dentro del hueso temporal conocida
como la cavidad timpánica, está localizada entre las porciones externa e interna del oído.
Puede ser dividida en dos partes principales: la cavidad timpánica propiamente dicha y el
receso epitimpánico, localizado superiormente. El oído medio está limitado lateralmente
por la membrana timpánica y medialmente por la pared lateral del oído interno. El techo
de la cavidad está formado por una fina lámina de hueso, el techo del tímpano, mientras
que el piso es igualmente delgado, cubriendo la vena yugular interna.

La cavidad timpánica está conectada directamente a las estructuras anatómicas y espacio


circundantes. Antero medialmente, está conectada directamente con la tuba
auditiva (trompa de Eustaquio) que hace posible la ecualización de la presión de aire
dentro de la cavidad timpánica con la presión del ambiente. Posteriormente, la cavidad
timpánica se comunica con las celdillas mastoideas del hueso temporal a través de la
entrada al antro mastoideo. El resultado de esta conexión directa es una membrana
mucosa continua entre la cavidad timpánica, la tuba auditiva, las celdillas mastoideas y el
antro.

Esta galería de imágenes te proporcionará una descripción general de los componentes del
oído medio.
Músculos de la faringe

Objetivos de aprendizaje:

Al finalizar esta unidad de estudio serás capaz de:

1. Enumerar los músculos de la faringe.


2. Describir las inserciones, función e inervación de los músculos de la faringe.

Navega por el atlas


La faringe, comúnmente conocida como garganta, es una columna muscular ubicada entre
las cavidades nasal y oral en la cabeza y entre la laringe y el esófago en el cuello. Entre
esas estructuras forma una vía común tanto para el paso de alimento como de aire y es
esencial en los procesos de deglutir y respirar. Así como en el proceso de hablar
(fonación).

Las funciones de la faringe son realizadas por varios músculos, los cuales se dividen en
dos grupos según la orientación de sus fibras. Los músculos constrictores están formados
por una serie de fibras superpuestas orientadas circularmente mientras que los músculos
longitudinales (también denominados elevadores o dilatadores) tienen fibras que se
orientan verticalmente.

¿Quieres saber más sobre los músculos de la faringe? Revisa nuestro atlas sobre este
tema.

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