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Fases de los ciclos del conocimiento

Conocimiento explícito

Incluimos dentro de esta tipología todo conocimiento que puede ser estructurado,
almacenado y distribuido. Hablamos por tanto de expresiones gramaticales,
matemáticas, especificaciones, tutoriales, procedimientos, manuales, información
almacenada en bbdd, etc… Dicho conocimiento puede ser transmitido fácilmente de un
individuo a otro y domina en la tradición filosófica occidental.

Conocimiento tácito

En este caso hacemos referencia a aquellos conocimientos que forman parte de nuestro
modelo mental, fruto de nuestra experiencia personal e involucra factores intangibles
como las creencias, valores, puntos de vista, intuición, etc…, y que por tanto no
podemos estructurar, almacenar ni distribuir.
El conocimiento tácito es el más difícil de gestionar (en muchas ocasiones ni siquiera su
propietario sabe que lo posee) y al mismo tiempo el que más posibilidades tiene de
generar ventaja competitiva SOSTENIBLE, ya que es prácticamente imposible de
imitar por nuestros competidores. Este tipo de conocimiento ha sido y es altamente
valorado en la tradición filosófica oriental.

Así pues, el conocimiento explícito puede ser fácilmente procesado por un equipo
informático, distribuido electrónicamente (por ejemplo a través de correo electrónico) o
almacenado en una base de datos, sin embargo, la naturaleza del conocimiento tácito
dificulta enormemente su procesamiento y distribución. Para ello es necesario
transformarlo en conceptos que todos podamos entender, es decir, es necesario
convertirlo en conocimiento explícito.

Transformación del conocimiento explícito

Pero, ¿es esto posible?, ¿podemos transformar el conocimiento tácito de un


individuo en explícito?

Efectivamente, y es precisamente esta transformación (de tácito a explícito y viceversa)


la que permite que se cree conocimiento organizacional. El siguiente esquema (Nonaka
y Takeuchi) representa dicha conversión:

Partimos del conocimiento tácito de un individuo particular.

Socialización

Primero la socialización (de tácito a tácito) se inicia generalmente con la creación de un


campo de interacción. Este campo permite que los miembros del equipo compartan sus
experiencias y modelos mentales, transfiriendo de este modo el conocimiento tácito de
una persona a otra.

Exteriorización
En segundo lugar, la exteriorización (de tácito a explícito) empieza a partir de un
diálogo o reflexión colectiva que apoyada en una metáfora o analogía apropiada permita
a los miembros enunciar el conocimiento tácito oculto, difícil de comunicar de otro
modo.

Combinación

En tercer lugar, la combinación/asociación (de explícito a explícito) comienza con la


distribución por redes del conocimiento recién creado y el conocimiento existente de
otras secciones de la organización, enriqueciéndose y cristalizándose así en un nuevo
conocimiento, producto o servicio.

Interiorización

Y por último, la interiorización (de explícito a tácito) que retroalimenta de nuevo el


proceso y que se origina al aprender haciendo.

Con todo ello, cada vez que damos una vuelta a este ciclo creamos nuevo conocimiento,
incrementando de este modo el conocimiento organizacional.

El resultado, una espiral que va extendiéndose sistemáticamente conforme participan


más y más individuos, y que constituye la pieza clave en el modelo de aprendizaje en
las organizaciones.

Gestión de conocimiento explícito

Resulta obvio que en lo referente a la gestión de conocimiento explícito, las nuevas


tecnologías de la información y comunicaciones nos facilitan enormemente el trabajo.
La simple existencia de bases de datos relacionales, correo electrónico, manuales
digitalizados, internet, etc... Nos facilita las cosas a la hora de almacenar, estructurar y
distribuir conocimiento, sin embargo, muchas personas podrían pensar que en lo
relativo al conocimiento tácito no existen sistemas informáticos que respalden los
procesos de gestión, por otro lado críticos para la organización.

Nada más alejado de la realidad. La gestión del conocimiento tácito tambien puede y
debe ser respaldada por herramientas TIC, sólo que en este caso presentan una
naturaleza completamente distinta. Solemos denominarlas, software para la
colaboración, software social o herramientas colaborativas.

Dentro de este tipo de sistemas encontramos los espacios de colaboración Workplace


(por ejemplo IBM Lotus Quickr), software social (por ejemplo, IBM Lotus
Connections), sistemas de mensajería instantánea (por ejemplo, IBM Lotus Sametime),
reuniones virtuales, blogs, etc...

Como podemos observar, estamos ante entornos IT que ponen el foco en las relaciones
entre individuos y en la mejora de los procesos de comunicación interna, dos
aspectos clave en la gestión del conocimiento tácito.
El siguiente esquema, extraído de www.co-society.com sin llegar a ser
exhaustivo, representa bastante bien la diferencia entre las herramientas TIC aplicadas a
la gestión del conocimiento explícito y tácito.

Como educar para el futuro

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