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Profesor(a): Estudiante(s):
Perdomo, Freddy Coelho, Lucia v-31442834
Octubre, 2023.
Introducción
Es a partir de la década del ochenta que se vislumbran nuevas perspectivas en el panorama
regional de Medio Oriente. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), como
representante legítima del pueblo palestino, es reconocida internacionalmente. Por otro lado,
Israel bajo un gobierno de derecha (Likud) con Menachem Beguin e Yitzhak Shamir como
Primeros Ministros, adoptan una posición firme y negativa a cualquier devolución de las tierras
conquistadas en 1967, que se manifiesta en contra del reconocimiento de la OLP y de la creación
de un estado soberano palestino en territorio de Cisjordania y Gaza.
En 1987, estalla la Intifada, «Guerra de Piedras», que refleja fielmente los sentimientos de
desilusión y de hastío del pueblo palestino en los territorios ocupados. Un año más tarde, la OLP
reconoce por primera vez al Estado de Israel, marcando un hito en la región.
Pero los verdaderos cambios en el contexto internacional aparecerán en 1989 con la caída del
Muro de Berlín y la posterior desintegración de la URSS. La ausencia de un mundo bipolar
permitirá a los Estados Unidos desarrollarse como única potencia. La Guerra del Golfo fue el
escenario perfecto desplegado por Estados Unidos, para convertirse en el único estado con
capacidad no sólo económica sino también militar de imponer un Nuevo Orden Internacional.
En síntesis, el conflicto árabe – israelí, cuyo núcleo central es el conflicto palestino, comienza
con la Partición de Palestina en 1947 y inmediata negativa del mundo árabe a reconocer la
creación del Estado de Israel. Sin embargo, el problema se ha visto agravado por varios motivos
en los que se destacan los dos siguientes:
- El expansionismo del Estado de Israel desde su nacimiento.
- La utilización interesada y en beneficio propio del problema palestino por los árabes.
La consecuencia lógica ha sido cincuenta años de sufrimientos que han dado lugar a cinco
guerras (1948, 1956, 1967, 1973 y 1982), una revuelta popular conocida como la Intifada,
millones de refugiados y la creación en Medio Oriente de un foco de inestabilidad continuo.
Este foco de inestabilidad se ha estimulado con otros factores que afectan a la región entera. En
primer lugar, en Medio Oriente se ha producido la mayor acumulación de armas en el mundo a
pesar de los acuerdos internacionales. En segundo lugar, en Medio Oriente la frustración de las
masas empobrecidas y la falta de esperanzas en una solución futura ha permitido el surgimiento
de movimientos islámicos radicalizados, que creen que el Occidente está llevando una guerra
contra el Islam y que su aliado en la región es Israel. El surgimiento de movimientos islámicos
radicalizados constituye un respuesta cultural por la que atraviesa el mundo árabe, tiene raíces
políticas y financieras en ciertos países de la región, pero que principalmente se ven exacerbados
por las frustraciones que se originan en la falta de solución del problema palestino. Sin embargo,
los posibles acuerdos entre el Estado de Israel y los Estados árabes reflejan la voluntad política
de encontrar un reacomodo en el contexto internacional y, a su vez, poder insertarse en el sistema
financiero internacional que aporte los recursos económicos necesarios para mejoras sociales, lo
que conllevaría a la tan deseada paz social.
- El conflicto prolongado entre Palestina e Israel ha tenido un impacto significativo en ambas
economías.
- La guerra reciente entre Israel y Hamas ha interrumpido los negocios, causado la evacuación de
ciudadanos israelíes y provocado una disminución del turismo [1].
- El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que un nuevo conflicto en Oriente Medio
podría empeorar aún más la economía mundial, que ya está luchando por recuperarse de
múltiples crisis [2].
- Además, la construcción de la “barrera” por parte de Israel en la Ribera Occidental ha
perjudicado la economía del Territorio Palestino Ocupado.
Palestina e Israel
Las relaciones entre Israel y Palestina son relaciones bilaterales entre Israel y el estado
parcialmente reconocido de Palestina, que incluye dos territorios: la Franja de Gaza y
Cisjordania. No se han establecido relaciones diplomáticas entre los países. Israel no reconoce la
independencia del Estado de Palestina. La frontera entre Israel y la Franja de Gaza es de 59 km y
330 km con Cisjordania.
¿Por qué un Proceso de Paz?
Existen tres hechos que explican que la coyuntura de 1991 fue la ideal para la firma de los
acuerdos:
El impacto psicológico que tuvo la Intifada y que habría sido doble: por una parte, al producir un
perceptible giro en la opinión pública mundial en el problema palestino que convirtió al antiguo
oprimido en opresor. Pero además, la Intifada produjo un cambio esencial en la O.L.P, cuya línea
política ha contribuido a moderar.
La segunda razón fue la caída del imperio soviético y la distensión entre el Este y el Oeste.
Finalmente, la Guerra del Golfo influyó de dos formas sobre el conflicto árabe israelí: en primer
lugar porque Saddam Hussein, después de comenzada la guerra, «descubrió» el problema
palestino y lo utilizó a su favor para lograr el apoyo de la opinión pública árabe. En segundo
lugar, la guerra demostró que la seguridad no es la simple ocupación de los territorios, sino el
mantenimiento de una disuasión militar suficiente y la búsqueda de buenas relaciones con los
vecinos, lo que implica la exigencia de una mayor disponibilidad israelí hacia la negociación.
El Nuevo Orden Internacional abre un nuevo marco para el proceso de paz iniciado con los
Acuerdos de Camp David de 1978, entre los Estados de Israel y Egipto, y que a partir de 1991 se
refuerza con los Acuerdos entre la Organización de Liberación Palestina (O.L.P.) y el Estado de
Israel.
Si bien el “Nuevo Orden” permite un acercamiento entre el Estado de Israel y la OLP, (Autoridad
Palestina desde 1993), la situación en los territorios palestinos ocupados se agravó a causa de las
políticas de asentamiento y colonización practicadas por Israel. Con la firma de los Acuerdos de
Oslo, la política de asentamiento israelí no cesó, por el contrario se intensificó. El resultado de
dicha política fue el establecimiento de más de 200 asentamientos judíos en Jerusalén Oriental,
Cisjordania y Gaza desde 1967.
Característica económica general:
En el año 2015, el PIB per cápita en Israel fue más de 35,000 dólares estadounidenses con una
tasa de desempleo de alrededor del 5%. Israel es uno de los miembros de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico, el país ha creado un clima favorable para la capacidad
empresarial. El Estado de Palestina no se ha formado un sistema económico completamente
independiente de Israel; casi no recibe inversión extranjera directa en el estado parcialmente
reconocido. En 2015, Israel ocupó el lugar 19 en el ranking del Índice de Desarrollo Humano de
la ONU entre 188 países, el Estado de Palestina se ubicó en el lugar 114. Los ingresos
principales presupuestarios en la economía del Estado de Palestina son la agricultura, la
asistencia de la comunidad internacional, trabajo en Israel y otros estados.
Cooperación de Israel y Palestina
Durante los últimos años, varios estados han hecho varios intentos de establecer una cooperación
económica entre Israel y Palestina. En 1996, una empresa conjunta israelí-palestina organizó la
producción y la venta de aceite de oliva – “Olivos del mundo”. Como parte de este proyecto,
israelíes y palestinos administran conjuntamente este negocio. El aceite de oliva se vende en el
mercado mundial bajo la marca “Olives of Peace”. En 2008, la compañía multinacional
estadounidense Cisco invirtió su dinero en el desarrollo de tecnología de información en
Palestina. La compañía invirtió unos $ 15 millones de los Estados Unidos en esta dirección y les
atrajo a otros grandes inversores internacionales, incluyendo el Microsoft, HP y el Google. En
2008, la proporción de tecnologías de tecnología de información en la economía palestina era del
0,8% del PIB, y en 2010 ya representaba el 5% del PIB desde entonces, el sector de tecnología
de información palestina ha crecido del 0,8% del PIB en 2008 al 5% en 2010.
En octubre de 2009, se lanzó un nuevo proyecto para promover el turismo entre Israel y el
Estado de Palestina. El centro para promover una iniciativa empresarial fue la ciudad de Jenín.[1]
Hay planes para crear una zona industrial conjunta, los palestinos producirán artesanías y las
venderán a través del Consejo Regional de Gilboa a otras regiones del mundo. Otro posible
proyecto es la creación de un centro conjunto de idiomas en el que israelíes y palestinos se
enseñen árabe y hebreo, así como diversos aspectos de su patrimonio cultural.[2] Desde 2010, las
compañías de tecnologías de información israelíes siguen contratando ingenieros palestinos. La
mayoría de ellos son trabajadores independientes, pero Mellanox planeó contratar a 15-20
ingenieros palestinos como empleados a tiempo completo.
En 2011, el intercambio internacional Israel y Palestina equivalió a 4.3 mil millones de dólares
estadounidenses (la exportación de bienes de Israel a Palestina equivalió a 3.5 mil millones de
dólares estadounidenses, la exportación de bienes de Palestina a Israel equivalió a 816 millones
de dólares estadounidenses).
Nader Tamimi, presidente de la Asociación de Industrias Tradicionales de la Autoridad Palestina,
dice que hay contactos comerciales regulares entre israelíes y palestinos. En 2012, empresarios
israelíes y palestinos debatieron la asistencia del comercio transfronterizo en una conferencia
organizada por la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Ben Gurión.[3] El
gobierno israelí está haciendo esfuerzos para desarrollar la economía palestina, y también
prometió proporcionar a los inversores palestinos un seguro contra riesgos y la posibilidad de
visitar libremente el país.[4][5] En 2013, el comercio entre Israel y Palestina ascendió a $ 5 mil
millones. El crecimiento en el comercio internacional condujo a la creación del Centro de
Arbitraje de Jerusalén. El centro se especializará como una institución independiente
especializada en arbitraje entre israelíes y palestinos.[6]
En 2014, 1 de cada 6 palestinos estaba desempleado. El representante del Banco Mundial en
Cisjordania y la Franja de Gaza, Steen Lau Jorgensen, dijo que los líderes del estado palestino y
el Gobierno de Israel deberían tomar medidas decisivas para crear un clima económico favorable
en estos territorios.[7]
En 2015, los gobiernos israelí y palestino continuaron estableciendo una cooperación económica
en Cisjordania, incluido el comercio bilateral limitado, la transferencia de bienes de Israel a
Palestina, el suministro de electricidad y agua y el paso de trabajadores palestinos a trabajar en
Israel.[8] En enero de 2015, Israel se negó a pagar prestaciones a los palestinos en respuesta a
una declaración del Gobierno palestino ante la Corte Penal Internacional Los activistas de Fatah
respondieron organizando un boicot a los bienes israelíes.
Recursos hídricos
En 2006, los israelíes consumieron 170 metros cúbicos de agua dulce per cápita. El consumo de
agua dulce por los residentes de Cisjordania se estimó en 100 metros cúbicos per cápita por año.
Desde 1967, el consumo promedio de agua dulce en el Medio Oriente sigue disminuyendo
debido a los efectos del cambio climático. La brecha en el consumo de agua dulce entre israelíes
y palestinos se ha ampliado significativamente en los últimos diez años. Esto se debió en parte al
hecho de que aproximadamente 1,2 millones de personas en la Franja de Gaza tienen acceso
limitado al agua potable.[10] Israel no participa en la distribución de los recursos hídricos en la
Franja de Gaza. Según el Gobierno de Israel, los recursos hídricos de la Franja de Gaza deberían
ser suficientes para las necesidades de la población de este territorio.
En 2010, Hamás, el movimiento gobernante en la Franja de Gaza, lanzó un programa de
desarrollo de infraestructura, uno de cuyos objetivos era hacer que la Franja de Gaza fuera más
autosuficiente en lo que toca a de suministro de agua.[12] El programa no se implementó porque
Israel creía que los túneles y otras infraestructuras se utilizarían con fines terroristas.
Actualmente, alrededor del 90% del agua potencialmente potable en la Franja de Gaza no es apta
para el consumo.[14] Los residentes de la Franja de Gaza no tienen la infraestructura adecuada
para utilizar los recursos hídricos disponibles en el territorio. Israel suministra agua dulce a
Cisjordania por la cantidad de 53 millones de metros cúbicos por año.[15] Aproximadamente 1/3
del suministro total de agua proviene de Mekorot (la agencia nacional de agua de Israel). La
mayor parte del agua suministrada se utiliza para el sector agrícola de Cisjordania.
Impacto económico del conflicto
Antes de la crisis actual, décadas de bloqueo erosionaron la economía de Gaza, dejando al 80%
de la población dependiente de la ayuda internacional
La inflación, la reducción del espacio fiscal, la disminución de la ayuda exterior y la
acumulación de deuda mantienen la economía del Territorio Palestino Ocupado por debajo del
nivel anterior a la pandemia de 2019.
El último informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
(UNCTAD), sobre su asistencia al pueblo palestino señala que 2022 fue otro mal año para los
palestinos.
En un contexto de crecientes tensiones políticas, dependencia cada vez mayor de la Potencia
ocupante y estancamiento del proceso de paz, la economía palestina siguió funcionando por
debajo de su potencial en 2022, al tiempo que se intensificaban otros problemas persistentes.
Entre ellos, la pérdida de tierras y recursos naturales en favor de los asentamientos israelíes, la
pobreza endémica, la reducción del espacio fiscal, la disminución de la ayuda exterior y la
acumulación de deuda pública y privada.
La economía aún se tambalea por la crisis de COVID-19:
Aunque el PIB palestino creció un 3,9% en 2022, el PIB real per cápita seguía estando un 8,6%
por debajo de su nivel anterior a la pandemia de 2019. En Gaza, el PIB real per cápita se situó un
11,7% por debajo del nivel de 2019 y cerca de su nivel más bajo desde 1994.
El desempleo siguió siendo elevado, del 24% en todo el Territorio Palestino Ocupado, del 13%
en Cisjordania y del 45% en Gaza, siendo las mujeres y los jóvenes los más afectados. La
pobreza aumentó, haciendo que el 40% de la población necesitara ayuda humanitaria.
Con la subida de los precios mundiales de los alimentos y la energía, los hogares más pobres
sufren de forma desproporcionada porque los alimentos representan una parte mayor de su gasto
total.
Tres décadas después de los Acuerdos de Oslo, la esperada convergencia entre la economía
palestina y la israelí sigue obstruida por las políticas de ocupación. Por el contrario, las dos
economías han divergido, y el PIB per cápita palestino representa actualmente sólo el 8% del
israelí.
Dependencia económica forzada:
El informe destaca la dependencia forzosa de la economía palestina respecto a Israel. Los
excesivos costes de producción y transacción y las barreras al comercio con el resto del mundo
han dado lugar a un déficit comercial crónico y a una dependencia generalizada y asimétrica de
Israel, que representó el 72% del comercio total palestino en 2022.
Mientras tanto, la falta de una moneda nacional y la dependencia del shekel israelí dejan poco
espacio para la política monetaria, al tiempo que el fuerte tipo de cambio del shekel socava la ya
mermada competitividad de los productores palestinos en los mercados nacionales y extranjeros.
La escasez de empleo obliga a muchos palestinos a buscar trabajo en Israel y en los
asentamientos. En 2022, el 22,5% de los palestinos empleados de Cisjordania trabajaban en
Israel y los asentamientos, donde el salario medio es más alto. Pero los honorarios de los
intermediarios y otros costes asociados representan el 44% del salario bruto, anulando la prima
sobre el salario medio nacional, lo que indica que la búsqueda de empleo en Israel y los
asentamientos está impulsada en gran medida por las limitadas oportunidades de empleo en la
economía nacional.
La excesiva dependencia del empleo precario en Israel y los asentamientos expone a la economía
palestina a los choques en un entorno volátil caracterizado por frecuentes crisis, mientras que la
falta de espacio monetario y fiscal deja poco margen para una respuesta política eficaz a los
choques y las crisis, advierte el informe.
Desde su nacimiento en 1994, el gobierno palestino ha tenido que hacer frente a
responsabilidades económicas, políticas y sociales únicas y complejas, muy superiores a los
recursos políticos y económicos de que dispone.
En el pasado, la ayuda de los donantes contribuyó a mitigar el impacto de la ocupación. Sin
embargo, en 2022 el gobierno palestino sólo recibió 250 millones de dólares en concepto de
ayuda presupuestaria de los donantes y 300 millones de dólares para proyectos de desarrollo.
Esto supone un fuerte descenso desde un total de 2.000 millones de dólares, o el 27% del PIB en
2008, a menos del 3% del PIB en 2022.
Gaza: Una década y media de desarrollo suprimido:
Desde junio de 2007, Gaza ha sufrido varias operaciones militares y está sometida a un cierre
terrestre, marítimo y aéreo. Los gazatíes necesitan permisos para entrar y salir de la franja a
través de dos pasos fronterizos terrestres controlados por Israel.
Las restricciones a la circulación de personas y mercancías, la destrucción de activos productivos
en frecuentes operaciones militares y la prohibición de importar tecnologías e insumos clave han
mermado la economía de Gaza.
La inversión en 2022 se redujo al 10,7% del PIB de Gaza, es decir, un escaso 1,9% del PIB
palestino. Entre 2006 y 2022, el PIB real per cápita de Gaza se redujo en un 27%, mientras que
su participación en la economía palestina se contrajo del 31% al 17,4%.
Las restricciones a la circulación también impiden el acceso a la sanidad y a otros servicios
esenciales, ya que el 80% de los gazatíes dependen de la ayuda internacional.
Vivir en Gaza en 2022 significaba estar confinado en uno de los espacios más densamente
poblados del mundo, sin electricidad la mitad del tiempo y sin acceso adecuado a agua limpia o a
un sistema de alcantarillado apropiado.
Esto implica un 65% de probabilidades de ser pobre, un 41% de abandonar la población activa
por desesperación y, para quienes buscaban trabajo, un 45% de probabilidades de estar
desempleados.
Acerca de UNCTAD:
UNCTAD es el organismo de comercio y desarrollo de las Naciones Unidas. Apoya a los países
en desarrollo para que accedan de manera más justa y efectiva a los beneficios de una economía
globalizada y los prepara para enfrentar las posibles desventajas de una mayor integración
económica.
Proporciona análisis, facilita la construcción de consensos y ofrece asistencia técnica para ayudar
a los países en desarrollo a utilizar el comercio, la inversión, las finanzas y la tecnología como
medios para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible.
Expertos aseguran que el mercado petrolero será el más afectado. De igual manera, los mercados
bursátiles también experimentaron caídas.
La franja de Gaza, conocida mundialmente por ser una región altamente conflictiva por la
tensión territorial entre Israel y Palestina, llegó, quizá, a su momento de mayor convulsión en
una generación, luego de que Tel Aviv hiciera oficial su declaración de guerra tras el ataque del
Hamás, el grupo armado al margen de la ley que controla la franja de Gaza, el pasado 7 de
octubre.
En dicha fecha, se reportó un total de 300 israelíes y 232 palestinos muertos, lo que para Israel
fue razón suficiente para declararse en beligerancia.
“Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No en una operación, no en rondas de combates, en
una guerra”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, luego del ataque que recibió
Israel por parte del Hamás.
Sin embargo, y más allá de las bajas que puedan surgir en este conflicto, también se espera un
fuerte golpe en la economía, no solo de ambos países, sino en la economía mundial.
El Fondo Monetario Internacional habló el domingo que mantenía seguimiento a los
acontecimientos en Israel y Gaza, asegurando también que era demasiado pronto para evaluar
cualquier impacto económico.
“Nos entristece profundamente la pérdida de vidas humanas. Seguimos de cerca esta preocupante
situación”, declaró un portavoz del FMI.
No obstante, la economía de la región, en la antesala del conflicto, no ha registrado buenos
números.
En el caso de Israel, su economía no ha tenido un buen comportamiento recientemente. El
shekel, la unidad monetaria de israelí, tuvo un desplome de casi un 9 % respecto al dólar
estadounidense, siendo este uno de los peores comportamientos entre las principales divisas
analizadas por Bloomberg. Así mismo, la inversión en tecnología por parte de Israel también ha
experimentado un fuerte desplome.Golpe al petróleo
Golpe al petróleo:
De igual manera, otro de los factores que tiene preocupado al mercado internacional es el precio
del petróleo. A pesar de que Israel y Palestina no sean fuertes productores de crudo a
comparación de otras naciones de Oriente Próximo, esta situación de guerra ha impactado en el
mercado petrolero.
Tras el ataque del Hamás a Israel, el petróleo Brent se disparó en su cotización, El precio del
barril de esta referencia para su entrega en diciembre saltó 4,22 %, llegando a 88,15 dólares en
Londres. El recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio, que pilló por sorpresa a los
mercados financieros, disparó el precio del petróleo porque se teme una interrupción del
suministro de Irán.
Mientras tanto, en Nueva York, el West Texas Intermediate (WTI) para noviembre ganó 4,33 %,
llegando a 86,38 dólares.
“El ataque contra Israel hizo disparar los precios”, observó en una nota de análisis Susannah
Streeter, de Hargreaves Lansdown. “Los inversores evalúan la propensión del conflicto a
perturbar la oferta (de crudo) en Medio oriente si otros países se ven implicados”.
La ofensiva sorpresiva de Hamás y la respuesta de Israel dejan más de mil muertos desde el
sábado. Para Eli Rubin, de EBW Analytics Group, “la amplitud de la escalada (de precios)
observada hoy se explica porque el mercado estaba sobrevendido la semana pasada”, es decir,
había bajado demasiado el crudo en un período corto de tiempo.
“Si Israel concluye que Hamás actuó siguiendo instrucción de Teherán, la situación general
podría empeorar”, indicó el experto Manuel Pinto, de la firma XTB. Una escalada en las
tensiones geopolíticas en la región implica precios del crudo más altos, que pueden generar
volatilidad en los mercados de acciones y los bonos, señalan otros analistas.
La semana pasada, hubo una caída de casi el 9 % en el precio del barril de Texas debido a las
dudas sobre la demanda, pese a que la oferta global sigue siendo reducida.
Acciones a la baja:
De igual manera, los mercados accionarios en Medio Oriente también se vieron impactados. Este
domingo, el índice de referencia de la bolsa de Tel Aviv, la principal de Israel, tuvo una caída del
6,47 % siendo este el mayor desplome en más de tres años.
El índice Tadawul All Share, de Riad, en cambio, tuvo una caída del 1,57 %.
Esto también tuvo efectos colaterales en países vecinos a la zona. Las bolsas de Qatar y Kuwait
también reportaron perdidas.
Ya saliendo de Medio Oriente, los índices accionarios en otras regiones del mundo también han
‘sentido el golpe’.
En el caso de las bolsas europeas, el selectivo de Fráncfort bajó este 9 de octubre un 0,67 %
después de la escalada del conflicto entre Israel y Palestina. El índice DAX 40 cayó un 0,67 %
hasta 15.128,11 puntos, mientras el tecnológico TecDAX perdió un 0,84 %, hasta 2.974,40
puntos.
Caso contrario ocurre en Wall Street, mercado que cerró la jornada del lunes con números
verdes, pues el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subió un 0,59 % en una sesión
de rebote. Al término de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones subió a 33.605
puntos, mientras que el selectivo S&P 500 avanzó un 0,63 % y cerró en 4.336 enteros. El índice
tecnológico Nasdaq ganó un 0,39 %, hasta 13.484 unidades.
- La destrucción de barrios y la pérdida de vidas han generado graves daños económicos en
Palestina e Israel.
- Se espera que el impacto económico de esta guerra sea más prolongado que en conflictos
anteriores y podría durar meses [1].
- La incertidumbre sobre si la Autoridad Palestina reconocida internacionalmente asumirá el
control de Gaza después de la guerra dificulta aún más la recuperación económica [1].
Conclusiones:
El sangriento ataque de Hamás a las localidades israelíes cercanas a la Franja de Gaza dejó al
mundo asombrado. Jamás desde la Shoah, en el siglo XX, se habían asesinado a tantos judíos:
más de 1000 hombres y mujeres, ancianos y niños, decenas de ellos decapitados, en un solo día.
Se buscó a gente indefensa en la calle y en sus casas, se les torturó y mutiló. También se
masacraron a turistas, trabajadores tailandeses o habitantes árabes beduinos israelíes. Se
secuestraron por lo menos a 150 personas, desde ancianos hasta bebés, incluyendo a muchos
europeos o del continente americano, llevándolos a Gaza, donde aún se encuentran en manos de
sus secuestradores, sin mucha esperanza de supervivencia. Ni que hablar del trato inhumano,
como lo demuestran los videos que los mismos islamistas difundieron y, con mucho cinismo,
enviaron a los grupos de Facebook de sus víctimas.
Después de la masacre, aún no han empezado las operaciones militares. Por ende, las
consecuencias a corto y mediano plazo de este acto barbárico en la política interna y exterior de
los palestinos y de Israel, así como en la geopolítica regional y mundial, todavía son inciertas.
Sin embargo, ya se pueden sacar algunas conclusiones significativas.
Terrorismo indefendible:
La primera certidumbre es que Hamás es un movimiento terrorista indefendible y descalificado
para siempre, como antes lo fue el Daesh (Estado Islámico) o Al Qaeda. Nada, y menos la
opresión de los palestinos por propios y ajenos, puede justificar esta crueldad. No se trata de una
guerra, sino de actos que van en contra de todas las reglas más elementales de la humanidad, sin
hablar del Derecho Internacional y del derecho de guerra.
Por lo mismo, el movimiento islamista Hamás confirmó su verdadera naturaleza terrorista, que
ya habían identificado desde hace décadas las democracias occidentales (Australia, Estados
Unidos, Japón, los países europeos, entre otros). Calificarlo de movimiento de resistencia es un
insulto a los verdaderos resistentes, como los franceses, los griegos, los noruegos, los yugoslavos
de la Segunda Guerra Mundial o los vietnamitas y los afganos contra las invasiones
estadounidense y soviética. Nunca secuestraron aviones o entraron al país del enemigo para
asesinar indiscriminadamente a mujeres y niños.
Culpar a las víctimas de los actos de sus verdugos es precisamente lo que se hacía en los
pogromos rusos y ucranianos del siglo XX. Es importante conservar esto en la memoria y
señalarlo antes de cualquier análisis más académico y distante de la situación.
El fracaso del gobierno israelí:
En segundo lugar, es estrepitoso el fracaso del actual gobierno israelí. La inteligencia y el
ejército de Israel siguen mencionados como los mejores del mundo, pero las decisiones finales
estriban en el gobierno. No se sabrá nunca, lo poco o mucho, qué trasmitieron los servicios
secretos al gobierno, pero se puede constatar que ninguna medida idónea fue tomada para evitar
esta catástrofe. Es decir, todas las políticas del gobierno actual facilitaron la invasión de Hamás.
Los partidos religiosos nacionalistas buscaron una aceleración de las implantaciones en
Cisjordania (Judea y Samaria como la nombran los israelíes) sin entendimiento, ni preparación ni
mirar a la situación interna tanto palestina como israelí e internacional. Como consecuencia
inmediata, hubo disturbios y violencia, así como la necesidad de trasladar partes del ejército
mientras Hamás preparaba su operación del otro lado. Los mismos ministros encargados de las
implantaciones y de la seguridad eran novatos ineptos y torpes, en los cuales ni siquiera el primer
ministro Benjamín Netanyahu confiaba, pues los excluía de las reuniones de seguridad
importantes.
Peor para Israel, el gobierno de Netanyahu se empecinó en promover una reforma al sistema
judicial que debilitaría el Tribunal Supremo, único contrapeso al parlamento unicameral, la
Knéset. La mitad del país se opuso con manifestaciones semanales a esta iniciativa que dividió a
la nación como nunca. Los sectores intelectuales y económicos, en particular, las famosas
empresas emergentes (start-up), pero también muchos militares, entre ellos el mismo Ministro de
Defensa, recalcaron, sin éxito, el peligro de la iniciativa del gobierno para la democracia y la
unidad nacional. Son estos mismos sectores sobre los cuales pesa la mayor parte del esfuerzo de
guerra.
Un gobierno que se jactaba de ser el mayor defensor de la seguridad de los israelíes acabará en la
historia como el que gobernó durante el peor revés del país en materia de seguridad. Ahora tiene
que formar un gobierno de unidad nacional con la oposición de centro izquierda, a la que tanto se
enfrentó cuando quería imponer su hoy sepultada reforma judicial.
Ante tanta ineptitud, solo la solidez de la democracia israelí, así como la fuerza y la valentía de
su sociedad civil, impiden que el ejército, que ahora tiene que corregir estos errores en
condiciones muy desfavorables y a un precio muy elevado en vidas humanas israelíes y
palestinas, no tome el poder, como suele ocurrir en el Medio Oriente.
Palestinos: daño irreparable:
Finalmente, la tercera certidumbre, independientemente del resultado de esta guerra que apenas
empieza, es que la situación empeorará para los palestinos. Pasó al final de cada guerra o intifada
(rebelión) contra Israel desde 1948.
Para muestra basta un botón (o varios): la suspensión de la ayuda de Alemania, Austria,
Dinamarca y Suecia, y los debates en otros países y en las instancias comunes europeas. Gaza
quedará destruida. Se pueden vislumbrar centenares de muertes colaterales a los bombardeos
israelí en una zona tan densamente poblada y, sobre todo, con un gobierno de Hamás que, como
lo acaba de demostrar, le da el menor valor a la vida humana, incluso la propia o la de la gente
que dice defender. Más terrible aún, entre más muertes, mejor para la organización terrorista que
ve crecer la frustración palestina ante soluciones pacíficas y la hostilidad contra Israel en las
opiniones públicas árabes y occidentales.
Hoy menos que nunca hay un interlocutor creíble para defender los intereses del pueblo
palestino. Hamás se descalificó para siempre. Como su principal patrocinador, Irán, sacrificó
todo a su ideología. Conduce a los palestinos a la ruina política, económica y moral. Ni Israel,
por supuesto, ni Occidente, ni los principales países árabes, como Arabia Saudita, Egipto,
Emiratos Árabes Unidos o Marruecos, lo aceptarán como interlocutor después de los actos
terroristas constantes que culminaron con las masacres de octubre de 2023. La Organización para
la Liberación de Palestina (OLP), sí cuenta con el apoyo de todos estos países que la siguen
financiando, a pesar de que sea dictatorial, corrupta e inepta. Pero, por lo mismo, no goza de
legitimidad para la población palestina. Tan es así que, al igual que Hamás, se niega desde hace
17 años a organizar elecciones. Además, la OLP, antes de Hamás, también recurrió al terrorismo,
atacando escuelas, autobuses, aviones, o masacrando atletas israelíes en las Olimpiadas de
Múnich en 1972. Hasta la fecha siguen aplaudiendo y recompensándola con ayudas financieras a
las familias de los perpetradores.
Y más triste aún, si un día, siempre más hipotético, nace un Estado palestino, uno se puede
preguntar cuáles serían sus valores y el trato a sus ciudadanos, dada la naturaleza de su historia
política y de sus dirigentes, sean de Hamás, de la OLP o de grupos aún peores como el yihad
islámico.
En pocas palabras, los atroces crímenes cometidos por Hamás atormentarán para siempre a
israelíes, a palestinos y al resto del mundo.
- La economía de Palestina e Israel se ha visto gravemente afectada por el conflicto prolongado y
multifrontal.
- La guerra tiene implicaciones no solo a nivel local, sino también en la economía mundial [2].
- La recuperación económica enfrenta desafíos adicionales debido a la incertidumbre política y
las tensiones globales [1][2].
- Es necesario tomar medidas para promover la estabilidad económica y buscar una solución
pacífica para garantizar el desarrollo sostenible de ambas economías.
Referencias Bibliográficas
[1] “Un conflicto prolongado y posiblemente multifrontal podría dificultar la recuperación de la
economía en comparación con ocasiones anteriores.” – Fuente: [1]
[2] “La guerra entre Israel y Gaza pone en jaque a la economía mundial. Un conflicto bélico en
Medio Oriente podría complicar los esfuerzos por…” – Fuente: [2]
[3] “Otro factor que perjudica a la economía del Territorio Palestino Ocupado ha sido la
construcción por Israel de la “barrera” en la Ribera …” – Fuente: [3]
References:
[1] [Economía de Israel se recuperó de guerras anteriores con …]
(https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2023-10-30/economia-de-israel-se-
recupero-de-guerras-anteriores-con-hamas-pero-esta-podria-ser-mas-complicada)
[2] [La guerra entre Israel y Gaza pone en jaque a la economía …]
(https://www.nytimes.com/es/2023/10/10/espanol/guerra-israel-gaza-economia.html)
[3] [Costo económico de la ocupación israelí para el pueblo …]
(https://unctad.org/system/files/official-document/a77d295_es.pdf)
[4] https://www.google.com/amp/s/www.portafolio.co/amp/internacional/conflicto-israel-gaza-
sus-efectos-en-la-economia-mundial-590341
[5] https://revistafal.com/primeras-conclusiones-acerca-del-ataque-de-hamas-a-israel/
[6] https://es.m.wikipedia.org/wiki/Relaciones_Israel-Palestina#:~:text=Las%20relaciones
%20entre%20Israel%20y,independencia%20del%20Estado%20de%20Palestina.