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Norma Filidoro
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tiempos y espacios, ideas de Bourdieu acerca de las prácticas
y su imposibilidad de coherencia absoluta que nos permite
pensar tanto en su especificidad como en su lugar en tanto
productoras de conocimientos. Ideas de Agamben referidas
al ejemplo como modo de producir inteligibilidad, como
modo de transmitir con las reglas universales del lenguaje
sin quedar atrapadas en una racionalidad totalizante. Pensa-
mientos de Rancière acerca de formas de pensar no diferen-
te, sino en disidencia.
Encontrarán los créditos correspondientes en la biblio-
grafía. Ahora, entramos por el título de esta III Jornada de
Educación y Psicopedagogía: Encuentros y desencuentros.
Encuentros no son negociaciones ni alianzas momentánea-
mente convenientes para los propósitos de algunos. El en-
cuentro al que nos referimos es aquel donde una voz, una
práctica, una perspectiva, dialectiza a la otra. O sea, no hay
cierre posible. La estructura dialógica de la trama hace que
de estos encuentros no puedan producir, por principio, una
verdad última. Porque cuando hay dos, las verdades están
“entre”, se producen como efecto de esos (des)encuentros, lo
que las hace provisorias, situadas y revisables.
Encuentros no son acuerdos pacíficos. El encuentro por el
que bregamos incluye trabajo, interpelaciones, preguntas, y
no está exento de tensiones. Son encuentros que nos afectan,
pues en ellos una voz refracta a la otra. Son encuentros en los
que nos inter–definimos en tanto estamos allí, no como el
Uno de la certeza que se reproduce, sino desde la pluralidad
de los unos que intentan construir, no solo respuestas, sino
también y principalmente, nuevas preguntas acerca de las
condiciones del aprendizaje escolar, acerca de las condicio-
nes de la enseñanza y acerca de su interrelación.
Y entrando por la Jornada llegamos a este espacio: La es-
cuela como territorio en disputa. Vamos a situar una versión
de esa disputa. La disputatio y la lectio, eran métodos de en-
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señanza e investigación. Podemos ubicar la lectio del lado del
recitado, de la repetición. La disputatio, en cambio, queda
del lado de un debate donde lo fundamental no es el resul-
tado, sino el proceso mismo: lo que se enseña no es una ver-
dad, sino un modo de encuentro con la verdad del otro. Unos
que, con sus verdades, se encuentran con unos produciendo,
en el encuentro mismo, verdades otras. La disputatio fue su-
friendo transformaciones, cayendo en desgracia hasta hoy,
cuando los propietarios de certezas la defenestran. Pero aquí
estamos, abriendo lugar al debate, claro que no como pro-
pietarios de otras verdades mejores, sino como artesanas y
artesanos de pequeñas verdades sin centro. En esta desigual
disputa, lo nuestro no es la epopeya épica: preferimos el bre-
ve haiku de “solo” tres versos.
Joel
Ignacio
Lucrecia
Emiliano
¿Por qué no nos ocuparnos centralmente de que todos los niños y todas las
niñas interpreten los textos?
Opción metodológica
Unidad de análisis
Demandas
El haiku
En el desierto
acontece la aurora.
Alguien lo sabe.
Bibliografía de consulta
Agamben, G. (1996). La comunidad que viene. Valencia, Pretextos.
Lerner, D. (1996). ¿Es posible leer en la escuela? En Lectura y Vida, año 17, núm. 1.
Terigi, F. (2017). Trayectorias escolares: aportes para el análisis de la escolarización secundaria. En Filidoro, N. et
al. (comps.), Pensar las prácticas educativas y psico- pedagógicas. I Jornadas de Educación y Psicopedagogía, pp.
87–101. Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, UBA.