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Módulo 1: Registro de una

Obra y Registro de Licencia


para Transferir Derecho de
Autor

Unidad 1: Registro de una


Obra y Registro de Licencia
para Transferir Derecho de
Autor en la Legislación
Panameña

1
Introducción ............................................................................................................. 3
Estructura de contenidos ......................................................................................... 3
Mapa Conceptual .................................................................................................... 4
1.1 Derecho de Propiedad Intelectual-Legislación Nacional ............................. 4
Concepto de Propiedad Intelectual y su Importancia .............................................. 4
Legislación Nacional de Derechos de Autor y Derechos Conexos Error! Bookmark
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Legislación Nacional de Propiedad Industrial .......................................................... 7
1.2 Diferencia entre Registro de una Obra y Registro de Licencia para
Transferir Dderechos de Autor ............................................................................ 9
Concepto de Obra ................................................................................................... 9
El Registro de la Obra ........................................................................................... 15
El Registro de la Cesión de Derechos Patrimoniales y la Licencia de Uso ........... 18
Glosario ................................................................................................................. 20
Bibliografía ............................................................................................................ 22

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Introducción

En este módulo estudiaremos el derecho de propiedad que surge de las creaciones


del intelecto del ser humano y que, apropiadamente, recibe el nombre de Propiedad
Intelectual. Repasaremos la clasificación que hace la doctrina de ella, atendiendo a
la finalidad que esta cumple y que puede desarrollarse en el plano artístico, científico
o literario o en el ámbito comercial o industrial.

Conoceremos también la forma cómo se adquieren los derechos que emergen de la


creación de una obra protegida por el derecho de autor y los efectos que produce, de
acuerdo a la ley panameña, el registro de la obra y de los actos de transferencia de
los derechos patrimoniales.

Estructura de contenidos

Unidad 1. Registro de una Obra y Registro de Licencia para Transferir Derechos


de Autor en la Legislación Panameña

1.1 Derechos de Propiedad Intelectual-Legislación Nacional


1.2 Diferencia entre Registro de una Obra y Registro de Licencia para Transferir
Derechos de Autor

3
Mapa conceptual

Registro de una Obra y


Registro de Licencia para
Transferir Derechos de
Autor en la Legislación
Panameña

Derechos de Propiedad El Registro de la Cesión de


Intelectual-Legislación El Registro de la Obra Derechos Patrimoniales y
Nacional. la Licencia de Uso

Legislación Nacional de
Concepto e Importancia de Legislación Nacional de
Derechos de Autor y
la Propiedad Intelectual Propiedad Industrial
Derechos Conexos

1.1 Derecho de Propiedad Intelectual-Legislación Nacional

Concepto de Propiedad Intelectual y su Importancia

A
ntes de hablar de propiedad intelectual, conviene señalar que quien tiene
propiedad sobre un bien cualquiera que sea, tiene la libertad de usarlo como lo
desee, teniendo como límite la ley, también podrá para impedir que terceros
utilicen ese objeto de su propiedad.

Los derechos de propiedad intelectual se asemejan a cualquier otro derecho de


propiedad: permiten al creador, o al titular de una patente, marca o derecho de autor,
gozar de los beneficios que derivan de su obra o de la inversión realizada en relación
con una creación. Esos derechos, además, están consagrados en el Artículo 27 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, que contempla el derecho a
beneficiarse de la protección de los intereses morales y materiales resultantes de la
autoría de las producciones científicas, literarias o artísticas.

De forma general y a fin de adentrarnos al estudio del derecho de la propiedad


intelectual podemos definirlo, desde un sentido amplio, como la rama del derecho
que tiene como objeto la protección de bienes inmateriales, de naturaleza intelectual

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y de contenido creativo, así como sus actividades afines o conexas. Estos bienes
inmateriales pueden ser de diferentes órdenes: industriales, comerciales, técnicos,
artísticos, científicos y literarios.

Tomando como referencia el artículo 2 del Convenio de Estocolmo, que establece la


Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), podemos señalar que
bajo la denominación “Propiedad Intelectual” quedan comprendidos los derechos
relativos a:

1. Las obras literarias, artísticas y científicas. Por ejemplo, los libros, las
películas. La protección de esta propiedad se rige mediante la legislación
relativa al Derecho de autor.

2. Las interpretaciones de los artistas intérpretes y las ejecuciones de los


artistas ejecutantes, los fonogramas y las emisiones de radiodifusiones.
Por ejemplo, la interpretación que de una canción hace un cantante. La
protección de esta propiedad se rige mediante la legislación relativa a los
derechos conexos al derecho de autor.

3. Las invenciones en todos los campos de la actividad humana y los


descubrimientos científicos. Por ejemplo, un medicamento para el
tratamiento de una enfermedad. La protección de las invenciones se rige
mediante la legislación relativa a las Patentes.

4. Los dibujos y modelos industriales. Por ejemplo, la forma de una botella


de un perfume o de una herramienta. Los dibujos industriales tienen la
particularidad que pueden estar protegidos por la legislación en materia
de propiedad industrial o de derecho de autor.

5. Las marcas de fábrica, de comercio y de servicio, así como los nombres y


denominaciones o nombres comerciales. Por ejemplo, los logos o nombres
de un producto o servicio, una frase publicitaria llamada a captar la
atención de los consumidores, el nombre de una tienda de ropa.

6. La protección contra la competencia desleal. Por ejemplo, cuando se hace


falsos señalamientos contra un competidor o se imita un producto de este
con el propósito de engañar a los consumidores.

7. Todos los demás derechos relativos a la actividad intelectual en los


terrenos industrial, científico, literario y artístico.

La protección de la propiedad intelectual es un fenómeno mundial, así lo demuestran


los múltiples tratados internacionales que son administrados por la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y de los que son signatarios un
considerable número de países, entre ellos, la República de Panamá. Su importancia
resulta en que es por demás justo que toda persona que invierta tiempo y esfuerzo

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en una creación intelectual, reciba los frutos de ese trabajo. Por otro lado, al
dispensar una adecuada protección a la propiedad intelectual, se incentiva ese
esfuerzo y las industrias que giran alrededor de él progresan, al saber que les
permitirá obtener ganancias. Veamos el caso de las empresas farmacéuticas, sin la
adecuada protección a través de la legislación de patentes, de sus inventos, estas no
tendrían razón alguna para invertir recursos en la investigación y desarrollo de
productos dirigidos a la cura o al tratamiento de enfermedades y cesarían estas
actividades, comprometiendo así la salud de la especie humana.

Una clasificación más concreta que la ofrecida en el Convenio de Estocolmo hace


comprender a la disciplina del derecho de la propiedad intelectual en dos grandes
ramas, a saber:

1. La Propiedad Industrial, bajo cuya denominación se incluyen no


solamente las invenciones y los dibujos y modelos industriales, sino
también las marcas de fábrica y los lemas (slogans) o denominaciones o
nombres comerciales.

2. El Derecho de Autor, que en un sentido amplio se extiende a los llamados


“derechos conexos”.

Esta clasificación de la propiedad intelectual, se encuentra en el origen mismo de su


protección internacional, pues un Convenio, el de Paris sobre Propiedad Industrial
(1883) contiene disposiciones relativas a las invenciones, las marcas de fábrica o de
comercio, los dibujos y modelos industriales, los nombres comerciales, las
indicaciones de procedencia y la competencia desleal; mientras que el otro, el
Convenio de Berna, para la protección de las obras literarias y artísticas, reconoce
los derechos sobre las obras en el campo de las artes y las letras.

La ley panameña regula la propiedad intelectual siguiendo esta clasificación


tradicional. Así, los derechos de autor y derechos conexos tienen su regulación en la
Ley 64 de 10 de octubre de 2012, mientras que la propiedad industrial, se rige por la
Ley 35 de 10 de mayo de 1996, modificada por la Ley 61 de 5 de octubre de 2012.

Legislación Nacional de Derechos de Autor y Derechos Conexos

La Ley 64 de 2012 protege los derechos de autor que guardan relación con la
protección de las obras del intelecto humano. El derecho de autor pertenece al campo
de la protección de las obras artísticas, científicas y literarias. A manera de ejemplo,
tenemos las obras escritas, musicales, artísticas, como pinturas y esculturas, las
obras audiovisuales, los programas de ordenador, las bases de datos.
El derecho de autor protege las obras, es decir, la expresión de la idea, no las ideas
en sí, pues de una idea pueden resultar varias obras con individualidad. Pensemos
todas las novelas que versan sobre un idilio amoroso, frustrado por las
maquinaciones de un villano.

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Otros derechos regulados en la Ley 64 de 2012, son los derechos conexos, que
presentan algunas similitudes con el derecho de autor, pues dimanan de una obra
protegida por él. Su propósito es proteger los intereses de personas naturales y
jurídicas que contribuyen a poner las obras a disposición al público, este es el caso,
del cantante que interpreta o el músico que ejecuta la obra de un compositor ante un
público, o el productor fonográfico que realiza esfuerzos técnicos para fijar sonidos
en un soporte material. En esencia, los derechos conexos protegen a las personas u
organizaciones que aportan creatividad, técnica y organización al proceso de poner
una obra a disposición del público.

Legislación Nacional de Propiedad Industrial

La Ley 35 de 1996, modificada por la Ley 61 de 5 de octubre de 2014, regula las


principales manifestaciones de la propiedad industrial, siendo estas:

o La Patente de Invención. Es un documento otorgado por una oficina


administrativa, en el caso panameño la Dirección General del Registro de la
Propiedad Industrial adscrita al Ministerio de Comercio e Industrias, después
de presentarse una solicitud de registro. Básicamente, este documento
describe una invención y hace que la invención sólo pueda ser explotada con
la autorización del dueño de la patente. En términos simples, una patente
protege una invención y otorga al dueño el derecho exclusivo de usarla por un
período limitado de tiempo, por lo general, veinte años. Una invención puede
ser definida como una solución nueva a un problema técnico.

o El Modelo de Utilidad. Es toda forma, configuración o disposición de


elementos de algún artefacto, herramienta, instrumento, mecanismo u otro
objeto, o de alguna de sus partes, que permite un mejor o diferente
funcionamiento, utilización o fabricación del objeto a que se incorpora, o que
le proporciona alguna utilidad, ventaja o efecto técnico, que antes no tenía. El
dibujo o modelo industrial es el aspecto ornamental o estético de un artículo.
El dibujo o modelo industrial puede consistir en rasgos tridimensionales,
como la forma o la superficie de un artículo, o en rasgos bidimensionales,
como los diseños, las líneas o el color. Los dibujos o modelos industriales se
aplican a una amplia variedad de productos, por ejemplo, desde relojes, joyas,
electrodomésticos, muebles, aparatos eléctricos, etc.

o La marca. Es un signo que distingue o individualiza los productos o servicios


de una empresa determinada y los distingue de los productos de sus
competidores. Una marca puede ser representada por palabras, nombres de
personas, dibujos, letras, números, sonidos, formas, e incluso olores y
sabores. La denominación o nombre comercial es el nombre propio o de
fantasía, la razón social o la denominación, con que se identifica una empresa
comercial, industrial o profesional, o una asociación. Por lo general, el

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nombre comercial figura en los exteriores de un establecimiento comercial y
permite a los consumidores o usuarios individualizarlo respecto a otros
establecimientos de idéntica naturaleza.

Otra manifestación de propiedad industrial regulada por la Ley Panameña de


Propiedad Industrial son las expresiones y señales de propaganda, o slogans como
comúnmente se les conoce y que es todo anuncio, leyenda, lema, frase, combinación
de palabras, diseño, grabado o cualquier otro medio similar, siempre que sea
original, característica y que se emplee con el fin de atraer la atención de los
consumidores o usuarios, sobre un determinado producto, mercancía, servicio,
empresa o establecimiento.

Las Indicaciones geográficas, también reguladas en la ley panameña, es una forma


de propiedad industrial que incluyen las indicaciones de procedencia y las
denominaciones de origen. Una indicación de procedencia significa cualquier
expresión o signo utilizado para indicar el país, región, o lugar de donde es originario
el bien o servicio, por ejemplo, Hecho en Panamá o Hecho en México. Una
denominación de origen, por su parte, significa el nombre geográfico del país, región
o lugar específico que sirve para designar que un producto es originado en dicho
lugar, indicar las cualidades o características del producto o bien debido esencial o
exclusivamente al medio ambiente, incluyendo también factores humanos o
naturales, o ambos, por ejemplo, la champaña.

El secreto industrial o comercial, otra forma de propiedad intelectual, es toda


información de aplicación industrial o comercial que, con carácter confidencial,
guarda una persona natural o jurídica, que le signifique obtener o mantener ventaja
competitiva o económica frente a terceros en la realización de actividades
económicas, y respecto de la cual haya adoptado los medios o sistemas suficientes
para preservar su confidencialidad y su acceso restringido. Bajo esta forma de
propiedad intelectual, se puede proteger la receta secreta de un alimento o la fórmula
utilizada para la fabricación de una bebida gaseosa.

Existen otras manifestaciones de propiedad intelectual que se regulan fuera de la Ley


35 de 1996, cual es el caso del régimen especial de propiedad intelectual sobre los
derechos colectivos de los pueblos indígenas, para la protección y defensa de su
identidad cultural y de sus conocimientos tradicionales (Ley 20 de 26 de junio de
2000). Estos derechos colectivos pueden recaer sobre invenciones, modelos, dibujos
y diseños, innovaciones contenidas en las imágenes, figuras, símbolos, gráficos,
petroglifos y otros detalles, los elementos culturales de su historia, música, arte y
expresiones artísticas tradicionales, susceptibles de un uso comercial. Esta ley crea
un sistema especial de registro, promoción y comercialización de estos derechos,
dentro de los cuales se encuentran aquellos que tiene el pueblo guna sobre la mola.

La protección de las variedades vegetales, también llamada "derecho de obtentor" es


otra forma de propiedad intelectual que se concede con miras al desarrollo de nuevas
y mejores variedades vegetales para beneficio de la sociedad y que en Panamá cuenta

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con una ley especial (Ley N° 23 de 1997, modificada por la Ley N° 63 de 5 de octubre
de 2012).

1.2 Diferencia entre Registro de una Obra y Registro de Licencia para


Transferir Derechos de Autor

Concepto de Obra

A
l abordar la temática del registro de la obra, debemos en primer lugar precisar
qué es obra. La obra es el objeto del derecho de autor, es decir, para poder
hablar de derechos de autor debe existir una obra.

La Ley Panameña, define la obra como “Toda creación intelectual original en el


dominio literario, artístico o científico, susceptible de ser divulgada o reproducida
en cualquier forma, conocida o por conocerse” (Ley 64, Gaceta Oficial 2739-B,
Panamá, Ciudad de Panamá, 10 de octubre de 2012) definición de la que surgen las
principales características de lo que es la obra como objeto del derecho de autor, a
saber que:

o Se trate de una creación intelectual.


o Debe tener originalidad.
o Debe pertenecer al dominio literario, artístico o científico.
o Sea susceptible de ser divulgada o reproducida por cualquier medio o
procedimiento.

La expresión “creación intelectual” hace referencia a que debe tratarse de una


producción del talento humano, en tanto que la originalidad apunta a su
individualidad, lo que no debemos confundir con la novedad. La obra por su forma
de expresión debe tener suficientes características propias como para diferenciarla
la obra de cualquier otra del mismo género.

En cuanto a que la obra debe pertenecer al ámbito “artístico, científico y literario”,


esto debe apreciarse en sentido amplio, pues igualmente están protegidas obras que,
en sentido estricto, tienen poca relación con las ciencias, las letras o las artes. Lo
esencial es que las obras no están protegidas por su contenido, sino por su forma de
expresión. A manera de ejemplo un libro de física será una obra literaria porque se
expresa a través del lenguaje, independientemente de si presenta o no un contenido
estético.

Cuando se protege a las obras, cualquiera que sea el modo o forma de expresión, de
manera categórica se está descartando la protección por vía del derecho de autor de
las ideas, pues el derecho de autor solamente protege la forma cómo se expresan, de
modo que, a partir de la misma idea, pueden surgir múltiples obras, cada una de ellas
con su propia originalidad. En ese sentido, la Ley Sobre Derechos de Autor y

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Derechos Conexos indica que el objeto del derecho de autor es la obra como
resultado de la creación intelectual, en cuanto a la forma de expresión mediante la
cual las ideas del autor son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas a la
misma y, seguidamente, señala que no se protegen por el derecho de autor, las ideas
contenidas en las obras literarias o artísticas, los procedimientos, métodos de
operación o conceptos matemáticos en sí, los sistemas o el contenido ideológico o
técnico de las obras científicas, ni su aprovechamiento industrial o comercial.

El que se protejan las obras cualquiera que sea el modo o la forma de expresión,
significa que carece de importancia el modo como la creación pueda ser divulgada,
es decir, la forma como sea dada a conocer al público y la manera como esta sea
exteriorizada, lo cual puede hacerse a través de signos, palabras, sonidos o imágenes.

La protección de la obra es independiente de su mérito, es decir, de su valor, esto por


cuanto no se puede hacer depender la protección de una apreciación subjetiva y que
no corresponde al derecho, sino a la crítica.

La protección de la obra es también independiente del destino que esta tenga, ya que
bien puede ser la obra divulgada, es decir, dada a conocer al público o, por el
contrario, permanecer inédita; utilizada para expresar un contenido estético – como
una escultura o pintura – o para promocionar un producto – como un jingle o un
mensaje publicitario –, o para fines educativos como un libro de matemáticas o de
cívica o puramente utilitarios, como un manual de cocina o un programa de
ordenador (software) de contabilidad. Pese a su diverso destino, cada obra
enunciada aquí estaría protegida por el derecho de autor.

Por último, en cuanto a las características de la obra, tenemos la susceptibilidad de


ser divulgada o reproducida por cualquier medio o procedimiento conocido o por
conocerse, es decir, no se trata que la obra se haya hecho accesible al público –pues
también están protegidas las obras inéditas–, o haya sido reproducida, – por ejemplo
que se haya copiado a un soporte físico como un papel o un disco –, basta que exista
la posibilidad de que esa divulgación o reproducción ocurra.

El proceso de crear una obra puede surgir única y exclusivamente del autor, quien la
concibe y luego la desarrolla, para luego ofrecer un resultado que porta su toque
personal; sin embargo, el Derecho de Autor también protege aquellas obras creadas
a partir de obras preexistentes. Esto da lugar a dos categorías diferentes de obras: la
obra originaria y la obra derivada.

o La Obra Originaria. Es aquella obra cuya creación no tiene relación de


dependencia con otra obra preexistente. Su creación es de primera mano, sin
intervención o utilización de otras obras.
o La Obra Derivada. Es aquella obra que a pesar de ser una obra
independiente, que conlleva un aporte creativo autónomo, su realización
parte de una obra preexistente u originaria. Para la realización de este tipo de
obra se debe contar con la autorización del autor o autores de la obra
originaria, preexistente. A manera de ejemplo, tenemos la célebre obra del

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autor panameño Tristán Solarte “El Ahogado”, pensemos que una persona se
muestra interesado en traducir esa obra al idioma ruso y obtiene el permiso
del autor para hacerlo. La novela “El Ahogado” de Tristán Solarte sería la obra
originaria, en tanto que su traducción al idioma ruso, sería una obra derivada.
Como ejemplo de obras derivadas tenemos las siguientes:

 Traducciones. En las traducciones existe un esfuerzo creativo que es


protegido por el derecho de autor, pues además de requerirse el
dominio del idioma, también el autor deberá poseer recursos de
carácter literario y técnico para transmitir el sentido de la obra
originaria.
 Adaptaciones. Este trabajo creativo no varía la esencia de la obra
originaria o preexistente, sino algunos elementos relacionados con la
forma de expresión, tiempo o circunstancias, en ocasiones también se
incorporan elementos que corresponden a otros géneros de creación
artística o literaria. A manera de ejemplo cuando una novela es
adaptada al cine.
 Compilaciones o Colecciones. Incluyen las antologías, las
enciclopedias, están conformadas por obras originarias o
preexistentes, o bien, por datos e información que posean elementos
creativos por la organización o disposición de su contenido.
 Las Bases de Datos. La Ley Sobre Derechos de Autor y Derechos
Conexos también protege las bases de datos o de otros materiales,
legibles por máquina o en cualquier otra forma, siempre que por la
selección o disposición de las materias constituyan creaciones
intelectuales. Esta protección, vale añadir, no se extiende a los hechos,
datos, informaciones o material compilados en sí mismos, pero no
afecta los derechos intelectuales que pudieran subsistir sobre las obras
o materiales que conforman la compilación. Se distingue de la
compilación en cuanto se encuentra dispuesta en un sistema
informático dotado con sistemas de recuperación y tratamiento que le
son particulares.

Dentro del marco de protección del derecho de autor, están comprendidas las obras
creadas por una persona, así como aquellas que son realizadas por varios autores,
quienes unen sus esfuerzos con un solo propósito, crear una obra única, autónoma
independiente. Según el número de autores que hayan intervenido en su creación
intelectual, se distinguen los siguientes tipos de obra.

o Obra individual. Es aquella obra creada por una sola persona.

o Obra compleja. Es aquella en la que para su creación intervienen dos o más


personas. Estas obras se clasifican a su vez en:
 Obras en colaboración. Son aquellas en las que para su creación
intervienen dos o más personas naturales, en las cuales los aportes de
cada autor pueden ser identificados de manera individual y, por ende,
pueden ser separados. A manera de ejemplo, las canciones con música

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y letra. El aporte de quien hizo la letra y de aquel que realizó la
composición musical se pueden identificar fácilmente.
 Obras colectivas. Son aquellas creadas por un grupo de autores por
iniciativa y bajo la orientación de una persona natural o jurídica que
las coordine, las divulgue y las publique bajo su nombre. Por ejemplo,
los diccionarios o las enciclopedias.

Las obras también pueden clasificarse dependiendo si los derechos patrimoniales


que otorga la ley a partir de la creación se encuentran vigentes o no, es decir, si ha
vencido o no el plazo de protección de la obra y que, en el caso panameño, es de 70
años, que se computan normalmente después de la muerte del autor (a partir del 1°
de enero del año siguiente a ese suceso). Así las obras se clasifican en obras de
dominio público y obras de dominio privado.

o Obras de dominio privado. Son aquellas obras que, por no haber


concluido el plazo de protección establecido en la ley, se encuentran bajo el
control de sus autores o titulares, esto implica que todo uso o explotación de
las mismas deberá ser realizado mediante su autorización previa y expresa.
o Obras de dominio público. Son todas aquellas obras que pueden ser
explotadas por cualquier persona o institución, sin necesidad de obtener
autorización alguna; lo cual es posible por la expiración del plazo de
protección.

Otra clasificación de obras es aquella que responde a la decisión que hace el autor
sobra la forma en que se vincula con ella, así tenemos:

o Obras anónimas. Son las obras que se divulgan o publican sin indicar el
nombre o seudónimo del autor, ya sea por voluntad expresa de este o,
sencillamente, porque su nombre es totalmente desconocido.
o Obras seudónimas. Son aquellas obras que son divulgadas al público bajo
un seudónimo, cuyo fin es ocultar el verdadero nombre del autor. Tanto para
las obras anónimas como para las seudónimas el plazo de protección
comienza a contarse, no a partir de la muerte al autor pues su identidad se
desconoce, sino a partir del momento en que lícitamente se dan a conocer al
público.

El Convenio de Berna establece un listado de las obras protegidas por el derecho de


autor, lo mismo hace nuestra Ley Sobre Derechos de Autor y Derechos Conexos, sin
embargo, este es simplemente enunciativo o ejemplificativo, en ambos casos, se deja
en claro que la protección también se extiende a todas las producciones en el campo
literario, científico o artístico, lo mismo se desprende al anteceder a ese listado la
frase “tales como”, lo que evidencia que no estamos ante un enumeración cerrada de
obras y que toda creación que presente las características que se han comentado,
será obra protegida por el derecho de autor, es decir, cualquier producción literaria,
científica o artística que por su forma de expresión tenga originalidad, está protegida
por el derecho de autor.

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No podría ser de otro modo, porque es imposible que al proteger a todas las
creaciones en el campo de las letras, las artes o las ciencias, estas se agotaran un
listado taxativo o cerrado, porque el talento del ser humano es dinámico. En el caso
de la Ley Panameña son ejemplos de obra, las siguientes:

o Las expresadas por escrito, como los libros, folletos u otros escritos y
cualquier obra exteriorizada mediante letras, signos o marcas
convencionales;
o Las conferencias, alocuciones, sermones y otras obras consistentes en
palabras expresadas oralmente;
o Las composiciones musicales, con o sin letra;
o Las obras dramáticas y dramático-musicales;
o Las obras coreográficas y pantomímicas;
o Las obras audiovisuales, cualquiera sea el soporte material o
procedimiento empleado;
o Las obras fotográficas y las expresadas por procedimiento análogo a la
fotografía;
o Las obras de las bellas artes, incluidas las pinturas, dibujos, esculturas,
grabados y litografías;
o Las obras de arquitectura;
o Las obras de arte aplicado;
o Las ilustraciones, mapas, planos, bosquejos y obras relativas a la
geografía, la topografía, la arquitectura o las ciencias;
o Los programas de ordenador; y, en fin, toda producción literaria,
artística o científica susceptible de ser divulgada o publicada por
cualquier medio o procedimiento.

Veamos algunas de ellas de manera de particular:

o Las obras escritas. Son aquellas que utilizan las palabras, las letras, los
signos y las marcas convencionales como medios o formar de expresar las
ideas. Como podemos ver del listado que hace la ley, es la categoría más
abarcadoras de obra y a ella pertenecen las novelas, los cuentos, las
narraciones, los cuentos, los poemas, los programas, las guías, entre otras.
o Las obras orales. Son aquellas que utilizan la palabra hablada como medio
o forma de expresión de las ideas y entre ellas, se encuentran las conferencias,
los sermones y todo tipo de alocuciones verbales.
o Las obras musicales. Se protegen bajo esta categoría las obras musicales
con o sin letra, con independencia de su género o de su destino, sea cultural o
publicitario, por ejemplo.
o Las obras dramáticas. Están compuestas por un conjunto de acciones,
incluyendo monólogos y diálogos, con el fin de ser representados en escena.
o Las obras dramático-musicales. Son obras que incluyen como parte
fundamental de su escenificación, una partitura; como es el caso de las óperas
y comedias musicales en general.

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o Las obras coreográficas. Están formadas por una sucesión sistematizada
de movimientos para ser escenificados mediante la danza y comúnmente, con
acompañamiento musical.
o Las obras audiovisuales. Son todas aquellas que están conformados por
una secuencia de imágenes y sonidos, grabados sobre un material idóneo y
cuyo propósito es su ejecución o exhibición mediante la utilización de
mecanismos adecuados.
o Las obras fotográficas y análogas. Es la reproducción de la imagen de
objetos de la realidad en una superficie sensible a la luz o a cualquier otro tipo
de radiación.
o Las obras de arquitectura. Comprende todas aquellas creaciones
artísticas relacionadas con la construcción de edificaciones, es decir, los
planos, croquis, maquetas, modelos y la misma estructura ya terminada.
o Las obras de arte aplicado (a la industria). Son obras artísticas que son
usadas o aplicadas en la fabricación de objetos de uso práctico, ya sean
artesanales o de producción industrial. Como ejemplo tenemos a las joyas que
incorporar elementos de arte, pintura.
o Las obras referentes a la geografía y a la topografía. Esta categoría
incluye todo tipo de mapas, planos, croquis, levantamientos topográficos,
entre otros.
o Las obras de bellas artes. Incluye las esculturas (aquellas obras artísticas
expresadas a través de figura tridimensionales, de carácter real o abstracto,
mediante el uso de cualquier tipo de material, el dibujo, (son todas aquellas
que utilizan las líneas como elementos de expresión creativa), la pintura
(obras artísticas creadas mediante la combinación armónica de líneas y
colores sobre una superficie), los grabados (obra artística creada por la
incisión sobre algún tipo de material, por ejemplo, piedra, metales o madera)
y la litografía (obra artística creada mediante impresión con tinta de un
grabado realizado sobre un tipo especial de piedra o metal).
o Los programas de ordenador (software). Son la expresión de un
conjunto de instrucciones, en lenguaje natural o codificado, independiente
del medio en que se encuentre almacenado, cuyo fin es hacer que una
máquina capaz de procesa información, indique, realice u obtenga una
función, una tarea o un resultado específico. La protección que concede el
Derecho de Autor se extiende tanto a los programas aplicativos (Excel, Word,
PowerPoint, etc.) como los programas operativos (Windows, iOS, etc.).

La Ley Sobre Derechos Conexos seguidamente específica que se excluye de la


protección de derecho de autor. Además de las ideas contenidas en las obras
literarias o artísticas, se excluye de esta especial protección a los procedimientos,
métodos de operación o conceptos matemáticos en sí, los sistemas o el contenido
ideológico o técnico de las obras científicas, el aprovechamiento industrial o
comercial de la obra, los textos oficiales de carácter administrativo, legislativo o
judicial (por ejemplo, las leyes, reglamentos, resoluciones, sentencias y otros
documentos oficiales) y las traducciones oficiales de los mismos.

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También está excluida de la protección del derecho de autor, las noticias del día, los
sucesos que tengan el carácter de simples informaciones de prensa, toda vez que no
cumplen las condiciones para ser incluidas entre las obras literarias o artísticas,
distinto es el caso de los artículos escritos por periodistas, así como otras obras
periodísticas, en las que se den o se comenten noticias, gozan de protección en la
medida que conllevan una aportación intelectual.

Se excluye además de la protección del derecho de autor a los simples hechos o datos
y las expresiones del folclore, es decir, aquellas producciones de elementos
característicos del patrimonio cultural tradicional, constituidas por el conjunto de
obras literarias o artísticas creadas en el territorio nacional por autores no conocidos
o que no se identifiquen, que se presuman nacionales del país o de sus comunidades
étnicas y que se transmitan de generación en generación, de manera que reflejen las
expectativas artísticas o literarias tradicionales de una comunidad. Ahora bien, en
este caso en particular, la ley aclara que sí se protegerán por derecho de autor las
adaptaciones, traducciones, arreglos u otras transformaciones que tengan
originalidad en la forma de expresión, que sea hagan de estas expresiones del
folclore.

El Registro de la Obra

Luego de haber precisado el concepto de obra en la legislación panameña, veamos lo


relativo a su registro. El registro en el derecho de autor – y también en los derechos
conexos – consiste en la declaración al organismo competente del Estado acerca de
la existencia, divulgación o publicación de una obra u otra prestación protegida por
la ley, sobre su presunta autoría o titularidad, acompañada en algunos casos de la
entrega a esa oficina de uno o varios ejemplares reproducidos para fines
generalmente de archivo o como medio de prueba en caso de futuros litigios.

El registro de Derecho de Autor es facultativo – no obligatorio – y se hace con fines


declarativos y probatorios, es decir, no es necesario para el disfrute o ejercicio de este
derecho de propiedad intelectual, de manera que las obras y otras producciones
objeto de derechos autorales y conexos, están protegidas por el solo hecho de su
creación, incluso si no han sido incorporadas a un objeto físico (papel, lienzo, disco)
o no ha sido terminada.

Este sistema ha sido acogido por la mayoría de los países, incluso los hay que no
tienen una oficina registral de derechos de autor, lo que encuentra explicación en el
hecho que estos países – al igual que Panamá, quien si posee una oficina de derechos
de autor – han ratificado el Convenio de Berna, según el cual, “el goce y el ejercicio
de estos derechos no estarán subordinados a ninguna formalidad y ambas son
independientes de la existencia de protección en el país de origen de la obra”.

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La ley Sobre Derechos de Autor y Derechos Conexos sigue este mismo principio al
indicar que la protección de Derecho de Autor no está sometida al cumplimiento de
ninguna formalidad.

El registro de derecho de autor puede tener como objeto, entre otros:

o Las obras, interpretaciones o ejecuciones, producciones o emisiones u


otros bienes intelectuales protegidos por la ley.
o Los actos entre vivos que transfieran total o parcialmente los derechos
o constituyan sobre ellos derechos de goce o ejercicio, así como los de
partición o de sociedades relativas a aquellos derechos.
o Las sentencias, resoluciones o cualesquiera otras decisiones que
establezcan, limiten, modifiquen o declaren extinguidos derechos
protegidos por la ley.
o La declaración por la cual el autor de la obra anónima revele su
identidad.

En cualquier caso, hay que tener claro que el registro de cualesquiera de los actos,
hechos o documentos indicados o de otros vinculados al derecho de autor o los
derechos conexos tiene siempre un carácter no constitutivo, sino meramente
declarativo. Es potestad del autor o titular hacerlo o no.

El registro del derecho de autor y derechos conexos, aunque sea meramente


declarativo está en capacidad de suministrar datos a los interesados en cuanto a las
obras, prestaciones, producciones, emisiones y demás actos o documentos inscritos,
de modo que la oficina de registro sirve como una especie de centro de información.

En Panamá, la Dirección General de Derecho de Autor adscrita al Ministerio de


Comercio e Industrial, a través de su Registro del Derecho de Autor y Derechos
Conexos, es la encargada de tramitar las solicitudes de inscripción de las obras
protegidas, de las producciones fonográficas; de las interpretaciones o ejecuciones
artísticas, de las emisiones radiofónicas que estén fijadas en un soporte material, así
como de los actos y contratos que se refieran a los derechos reconocidos en la Ley
Sobre Derechos de Autor y Derechos Conexos.

El registro que realiza la Dirección General de Derecho de Autor es de carácter único


en el territorio nacional, es decir, que es la única oficina que puede efectuar este
registro en nuestro país.

En cuanto a los requisitos que deberá cumplir todo aquel que aspire a registrar la
obra, corresponde a la Dirección General de Derecho de Autor establecerlos, según
su naturaleza y en conformidad con las disposiciones de la Ley Sobre Derechos de
Autor y Derechos Conexos. De acuerdo a muchas leyes, la inscripción en el registro
debe precisar, el nombre del autor, el artista, el productor o el emisor y las demás
referencia previstas por la ley.

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En cuanto a los efectos del registro, como quiera que la protección a las obras que
son objeto del derecho de autor y a las prestaciones protegidas por los derechos
conexos no puede estar subordinada al cumplimiento de ninguna formalidad, la
omisión del registro no perjudica el goce ni el ejercicio de los derechos, por lo que
los efectos tienen un simple carácter declarativo.

Del registro de la obra surgen básicamente dos presunciones, la primera recae en la


obra y, la segunda, guarda relación con la cualidad de autor o, en su caso, del titular
de los derechos sobre el objeto de la inscripción.

En cuanto a la presunción que recae en la obra, el registro da fe, salvo que se pruebe
lo contrario, de la existencia de la obra y, en su caso, de su divulgación o publicación,
de manera que surgiría la presunción de la existencia, pero no de su divulgación o
publicación, si se tratara de la inscripción de una obra inédita.

En cuanto a la presunción que guarda relación con la cualidad del autor o, en su caso,
del titular de los derechos sobre el objeto de la inscripción, se presume, salvo se
pruebe lo contrario, que las personas indicadas en el registro son titulares (dueños)
del derecho que se les atribuye en tal carácter, de tal manera que además de la
condición de autor, la inscripción también hace presunción de titularidad, por
ejemplo, en relación aquella que tendría quien recibe derechos patrimoniales del
autor por medio de un contrato.

Ahora bien, no le corresponde a la Dirección Nacional de Derecho de Autor afirmar


en el documento o certificado de registro que expida que el bien intelectual declarado
es efectivamente una obra artística, científica o literaria con características de
originalidad – es decir, que tenga el sello personal del autor – y no, por ejemplo, una
copia de una obra ajena y por ende carente de individualidad, ni tampoco que le
consta la autoría o la titularidad de los derechos de quien solicita la inscripción o
registro, toda vez que debe limitarse a dar fe de la presentación para el registro de
un bien intelectual declarado por el solicitante como obra y que el firmante, por sí o
a través de representante, ha declarado ser el respectivo autor.

Lo anterior, explica que las presunciones que derivan del registro y la condición del
bien intelectual protegido, o su titularidad, admiten prueba en contrario y pueden
ser descartadas por el Juez en caso de conflicto.

Por otra parte, en lo que se refiere a la presunción de existencia de la obra, tal


circunstancia puede comprobarse igualmente por otros medios distintos del registro,
por ejemplo, mediante testimonios, pruebas periciales o a través del objeto físico que
las contiene.

En lo que se refiere a la condición de autor o de titular de derechos sobre la obra, las


leyes, entre ellas la panameña, establecen otras presunciones de titularidad, distinta
a las que surgen del registro, por ejemplo, en favor de quien aparezca como autor en
la obra de la manera acostumbrada. Por consiguiente, quien ya goce de una
presunción de autoría o titularidad conforme a la ley, quizás no tenga mayor interés

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práctico en el registro, porque le corresponderá a quien niegue la condición de autor
o titular de los derechos en virtud de esa presunción, la carga de probar lo contrario.

El registro de la obra eventualmente se ve acompañado del depósito, es decir, la


entrega de ejemplares de la obra que se registra, sin embargo, al igual que lo que
ocurre con el registro, la omisión del depósito no perjudica el goce o el ejercicio de
los derechos reconocidos por la legislación de derecho de autor, que reconoce
protección con prescindencia de cualquier formalidad.

La Ley Sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos no exige depósito, ya que señala
que el autor podrá depositar en el registro los ejemplares de la obra, en los términos
que determine la Dirección General de Derecho de Autor, indicando acto seguido
que esta Dirección puede, mediante resolución motivada, permitirá la sustitución del
depósito del ejemplar en determinados géneros creativos, por el acompañamiento
de recaudos y documentos que permitan identificar suficientemente las
características y el contenido de la obra o producción objeto del registro.

El Registro de la Cesión de Derechos Patrimoniales y la Licencia de


Uso

Un contrato de cesión de derechos de autor es un acuerdo en virtud del cual un autor


o titular cede los derechos patrimoniales que tiene sobre una obra a un tercero. Este
contrato puede celebrarse entre personas naturales, entre personas naturales y
personas jurídicas, entre dos o más personas jurídicas; entre personas naturales,
jurídica, incluso con el Estado.

Definido el contrato de cesión de derechos patrimoniales de autor, cabe preguntarse


¿cuál sería el efecto de la inscripción o registro de una cesión de derechos
patrimoniales del autor? La Ley Sobre Derechos de Autor y Derechos Conexos
establece también una presunción en el sentido que el registro en este caso dará fe,
salvo prueba en contrario, de la autenticidad de los actos que transfieran total o
parcialmente derechos reconocidos en la Ley u otorguen representación para su
administración o disposición. Esta presunción, como vemos, también admite prueba
en contrario.

En cuanto a la licencia, es un contrato a través del cual el autor o titular de los


derechos patrimoniales autoriza a otra persona natural o jurídica el uso de la obra
estableciendo las condiciones de tiempo, modo y lugar, sin deshacerse de estos
derechos. Al igual que ocurre con los contratos de cesión de derechos patrimoniales
de autor, las licencias de uso deben constar por escrito y su registro ante la Dirección
General de Derecho de Autor dará fe, salvo prueba en contrario, de la autenticidad
de este acto, presunción que también admite prueba en contrario.

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Glosario

 Artista intérprete o ejecutante: Persona que representa, canta, lee,


recita, declama, interpreta o ejecuta en cualquier forma una obra literaria o
artística o una expresión del folclore.

 Derechos de Propiedad Intelectual: Derechos sobre la propiedad de las


obras de creación, es decir, las obras literarias y artísticas (protegidas por el
derecho de autor), las invenciones (protegidas por patentes), los signos
identificadores de los productos de una empresa (protegidos por marcas de
fábrica o de comercio) y demás elementos de la propiedad industrial.

 Invención: Toda idea aplicable en la práctica para la solución de un


problema técnico determinado.

 Obra: Toda creación intelectual original en el dominio literario, artístico o


científico, susceptible de ser divulgada o reproducida en cualquier forma,
conocida o por conocerse.

 Organismo de radiodifusión: Persona natural o jurídica que decide las


emisiones y determina el programa así como el día y la hora de la emisión.

 Patente: Título que reconoce el derecho a explotar la invención patentada y


registrada, en forma exclusiva en el ámbito industrial o comercial.

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Bibliografía

 Bercovitz Rodríguez-Cano, Rodrigo (2009) Manual de Propiedad


Intelectual. 4°ed. Valencia: Tirant lo Blanch.

 Bercovitz Rodríguez-Cano, Rodrigo (2007) Comentarios a la Ley de


Propiedad Intelectual. 3° ed. Madrid: Tecnos.

 Memento Práctico. Propiedad intelectual e industrial, 2012-2013 Francis


Lefebvre (2012). 1° ed., Madrid: Ediciones Francis Lefebvre, SA

 Legislación sobre Propiedad Intelectual (2012), Madrid: Tecnos.

 Legislación sobre Propiedad industrial (2010), Pamplona: Aranzandi.

 Ley 35 de 10 de mayo de 1996, modificada por la Ley 61 de 2012.

 Ley 64 de 10 de octubre de 2012.

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