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I.

Los fundamentos de la modernidad y el surgimiento de la

ciencia...

La ciencia es la descripción exacta de todo (Buffon)

La modernidad inaugura una forma de entender el conocimiento, la sociedad y la


naturaleza. Algunos autores contemporáneos se refieren a la modernidad como un
proceso cuya transformación continúa vigente o como la constitución de un pacto para
el establecimiento de las condiciones que posibilitan la producción de conocimiento
moderno: la ciencia.

Sin que pueda presumirse de monolítico, exento de tensiones o lineal, el pensamiento


racionalista ‘ilustrado’ cartesiano del siglo XVIII, heredero del mecanicismo y el
proceso de desacralización de la naturaleza de la revolución científica del siglo XVII,
puede caracterizarse como la emergencia de la modernidad. La verdad científica es
única, certera y contrastable. En este proceso el saber se identifica con el poder
explícitamente, en tanto se trata de un saber dispuesto para la intervención y el control
de la naturaleza. Estos elementos se conjugan en la constitución del pensamiento
científico moderno, estableciendo sus principios: neutralidad valorativa, universalidad,
atemporalidad; y un lenguaje propio que permita nomenclar y manejar grandes
clasificaciones. Así las ciencias se constituyen a partir de un proceso de
transformaciones en el que cambian la relación del hombre con la naturaleza (ésta se
convierte en campo de dominio técnico), la relación de los hombres con Dios
(fortalecimiento de la conciencia laica) y las relaciones entre los propios hombres
(progresiva disolución de la sociedad estamental feudal e instauración de relaciones
sociales orientadas a la maximización económica, la competencia y el beneficio
privado).

Si pensamos el período de la ILUSTRACION como un proceso (inacabado según


Habermas) diferenciado en TRES ESFERAS O DIMENSIONES, podemos organizar
una aproximación al surgimiento de la modernidad, distinguiendo analíticamente una
ESFERA COGNITIVA, en la que predominan las discusiones filosóficas y
gnoseológicas vinculadas con los procesos de constitución de la ciencia moderna
(institucionalización y conformación de disciplinas), una ESFERA NORMATIVA, en
la que se destacan los procesos políticos (revolucionarios y restauradores) y de
conformación del estado moderno, cuyos principales ejes lo constituyen las discusiones
en torno al derecho, la economía, la política, la guerra, el contractualismo y cuyos
principales actores serán los “philosophes”; por último, puede distinguirse una ESFERA
EXPRESIVA en la que la ilustración se manifiesta principalmente en la tensión que
anida la disputa entre el clasicismo (racionalista – naturalista) y el romanticismo
(expresivo), en donde confluyen críticas, tendencias y manifiestos de un ideario político
– artístico, cuyo denominador común se reúne en torno a reflexiones sobre la capacidad
de la razón y la ciencia, la noción de naturaleza, civilización y progreso; y que tendrá
vital importancia para el desarrollo de la teoría antropológica.

La Ilustración como un programa (incompleto)

ESFERA COGNITIVA

Antecedentes de la Ilustración: la revolución científica del siglo XVII – el método


experimental

Cuál es el fin, peor, el origen de toda ciencia

(Nietzsche, El origen de la tragedia)

Existen importantes antecedentes que van transformando la conciencia de las elites


ilustradas europeas. Observaremos tres procesos que confluyen en la consolidación de
un modelo de producción y legitimación del conocimiento: el debate gnoseológico de la
revolución científica (la crítica a la escolástica y al modelo de conocimiento basado en
la autoridad), el incremento de la precisión en el lenguaje (denominación y escisión del
lenguaje ‘vulgar’) y el proceso de desacralización – matematización de la naturaleza.
Por último, profundizaremos el modelo y los alcances del método experimental.

Estas sucesivas rupturas que instaura la modernidad son inteligibles, en relación con
procesos que en lo material y en lo ideológico venían dándose en los siglos anteriores.
En forma determinante deben observarse los procesos socioeconómicos que dieron
lugar a un cambio en las formas de producción y acumulación. El CAPITALISMO,
además de un avance extraordinario en lo científico - tecnológico, supuso en lo esencial
un nuevo modo de organizar la producción. Concurrieron a ello la disolución progresiva
de los lazos de explotación feudales (rebeliones campesinas, conmutación de servicios
por pagos en dinero, migración de campesinos a las ciudades), el aumento del comercio
y de la producción orientada al cambio, así como la acumulación y concentración de
capitales originados fundamentalmente en el comercio de oro de las Indias, la plata de
México y el Alto Perú, el algodón de la India y de América del Norte, el azúcar y el ron
de las Indias Occidentales (Margulies, 1993). Además de la centralidad del impacto del
desarrollo de la ciencia moderna (los modelos nomotéticos, universalistas, mecanicistas
“exitosos” de las ciencias naturales: Copérnico, Kepler, Galileo, Newton) (Zeitlin,
1982); algunos fenómenos históricos van sumando y potenciando nuevas miradas sobre
el hombre, la sociedad y la naturaleza, por ejemplo:

- El descubrimiento de América. Las exploraciones y los descubrimientos geográficos


(la circunnavegación de la tierra demuestra su redondez) cartografía y apertura a los
‘nuevos’ territorios anexados, relevamiento y conocimiento sistemático de la flora,
fauna, riquezas minerales, etc.

- Ruptura de la unidad religiosa europea. Reforma religiosa y su consecuente


interpretación ‘libre’ de la Biblia (Lutero fue excomulgado por la Iglesia

católica en 1520)

- Aparición y difusión de la Imprenta.

- En el arte: Renacimiento, centralidad del sujeto, emergencia técnica de la Perspectiva.


Recuperación de los patrones estéticos de la Antigüedad Clásica. En este proceso - que
algunos autores denominan como REVOLUCIÓN CIENTÍFICA DEL SIGLO XVII- se
evidencian aspectos intrínsecamente relacionados que tendrán mayor o menor
preponderancia en algunos autores o momentos (como la demostración matemática o la
experimentación) pero que conforman un mismo vector histórico que deriva en la
consolidación del modelo de pensamiento científico moderno. La verdad no se basa en
la revelación, autoridad o tradición.

- La razón es una facultad humana y universal que se ejercita, potencialmente crítica.

- El conocimiento dispone la acción / intervención (no especulación)

- La naturaleza es un ‘libro’ a descifrar (escrito en cifras: matematización cuantificación


– mensura)
- El mundo natural está ordenado por Leyes Naturales – Mecánica – Isaac Newton
(1642-1727) Philosophiae Naturalis Principia Mathematica (1686/7) el Universo es una
máquina eternamente en movimiento y en constante expansión. Funciona por
mecanismos internos y propios que pueden ser matemáticamente explicados.

- En este contexto de crítica al pensamiento escolástico se produce un debate


gnoseológico entre Empiristas y Racionalistas:

Francis Bacon (1561-1626) Novum Organum Scientiarum: crítica al pensamiento


escolástico que opera por silogismos deductivos, parte de verdades autorizadas y deduce
los casos particulares. Importancia de la experimentación y observación.

John Locke (1632-1704) Ensayo sobre el entendimiento humano (1690) la


experimentación es la clave para descubrir los secretos de la naturaleza. La mente es
una hoja en blanco (tabula rasa) sobre la que se registran impresiones.

Rene Descartes (1596-1650) en el Discurso del Método (1637) proclamó dos grandes
axiomas: la supremacía de la razón humana basada en ideas innatas que preexistían a la
experiencia y se caracterizaban por ser evidentes, claras y distintas (la idea de Dios, las
ideas matemáticas) mediante las cuales los individuos, a través del libre examen podían
arribar al conocimiento de la esencia, los nexos internos, de las cosas. Su segundo
axioma era el de la invariabilidad de la naturaleza. El RACIONALISMO cartesiano
preservó el mecanismo deductivo pero reemplazó la revelación bíblica por la revelación

racional.

Los grandes rasgos del pensamiento científico se van perfilando en la ‘revolución


científica’ del siglo XVII, el mecanicismo de Newton desplaza la metafísica aristotélica
y la cosmología antigua, pero por encima de todo alimenta el proceso de
‘matematización’ en términos de desacralización de la naturaleza.

Las matemáticas no siempre se entendieron como una versión ‘laica’ y ‘neutra’ de la


naturaleza, por el contrario son centrales y constitutivas de muchas tradiciones de
pensamiento místico (como por ejemplo en los pitagóricos y la Kabalah). En la
antigüedad el conocimiento matemático (como el alquímico y el astronómico) formaba
parte del conocimiento de lo sagrado. La historia de la ciencia tradicional o positivista
opacó el lugar del misticismo en la revolución científica del siglo SXVII, téngase en
cuenta que algunos de sus principales exponentes (como Paracelso, Kepler o Newton)
fueron miembros de sectas herméticas, alquímicas y astrólogos (Roca, 2008).

A continuación esbozamos un esquema de algunos cambios significativos en la


producción y legitimación del conocimiento desde el siglo XVI al SXVIII:

METAFÍSICA  FILOSOFÍA NATURAL

FE  RAZÓN

DOGMA  HIPÓTESIS

REVELACIÓN  OBSERVACIÓN

BIBLIA (LIBRO DE LAS REVELACIONES)  ENCICLOPEDIA

AUTORIDAD DE LA TRADICIÓN / ESCOLÁSTICA  EXPERIMENTACIÓN


HECHOS

NATURALEZA COMO CREACIÓN – SAGRADA  MATERIA PRIMA


MALEABLE

CONOCIMIENTO COMO ESPECULACIÓN  CONTROL / DOMINIO / PODER

ORDEN DIVINO - FIJO – ESTABLE – ESENCIAL  PROGRESO– LEY


NATURALEZA

García Canclini ha planteado que "La ruptura que inaugura la modernidad es un nuevo
criterio de demostración del conocimiento. Esa validación ya no deriva de la
concordancia con una verdad autoritariamente prescrita sino de la concordancia con los
hechos" (García Canclini, 1984:19).

La modernidad va extinguiendo el mundo de Dios; la naturaleza empieza a concebirse


como un libro abierto, un secreto que debe descifrarse en base a números y leyes
mecánicas, el método de la experiencia (el experimento) se impone como la forma de
conocer y legitimar ese conocimiento. Mencionaremos algunos problemas que plantean
la producción y demostración de ‘hechos’ y ‘verdades’.

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