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¿Cómo explica la teoría de cuerdas el fenómeno de

la gravedad?
Para resolver el problema de “la teoría del todo” y dar una explicación
cuántica a la gravedad, se han propuesto a lo largo de los últimos años
diferentes teorías, pero hay una de ellas que se eleva sobre el resto: la
teoría de cuerdas.

ISTOCK
La teoría de cuerdas plantea que las partículas subatómicas - electrones,
fotones, quarks...- no serían puntuales, sino que estados vibracionales en
forma de pequeñas cuerdas o filamentos.
Noelia Freire
A veces parece que la ciencia tiene las respuestas a todos
los fenómenos que ocurren en nuestro planeta y en el
Universo. Sin embargo, esto no es así y, a día de hoy,
siguen existiendo muchas intrigas que mantienen a los
científicos de diversos sectores en vilo. Una de ellas, y
quizás la que supone el mayor desafío actual para la física,
es la de explicar el fenómeno de la gravedad.
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Einstein
Y es que, se trata de un concepto que ha ido variando
mucho a lo largo de la historia: desde la primera teoría de
Newton hasta la moderna curvatura del espacio-tiempo.
Aun así, para muchos físicos esto no es suficiente, pues
ven necesaria una explicación de la gravedad desde
un punto de vista cuántico.
Una gran parte de la comunidad científica apuesta
entonces por encontrar una teoría que una las
explicaciones cuánticas del mundo microscópico con la
física clásica que explica los comportamientos de “lo más
grande”: una teoría del todo. Sin embargo, la gravedad es
el eslabón que compromete ese formato, pues es la única
de las cuatro fuerzas elementales -electromagnética, débil,
fuerte y gravitatoria- que no cuenta con una partícula
especializada que la transporte (por ejemplo, la fuerza
electromagnética es transportada por fotones). Para paliar
este inconveniente, los científicos han intentado incorporar
una de esas partículas para el caso de la gravedad, el
gravitón, pero su integración en los modelos matemáticos
es un completo desastre.
Para resolver este problema de “la teoría del todo”, la unión
del mundo microscópico y macroscópico y dar una
explicación cuántica a la gravedad, se han propuesto a lo
largo de los últimos años diferentes teorías, pero hay una
de ellas que se eleva sobre el resto y que ha llamado la
atención a toda la comunidad científica: la teoría de
cuerdas. Planteada a en la segunda mitad del siglo XX, se
trata de un modelo innovador y diferente a todo lo anterior
que pondría fin al dilema y reuniría toda la física bajo una
única idea.

¿QUÉ ES LA TEORÍA DE
CUERDAS?
Así, la teoría de cuerdas propone que las partículas
subatómicas, es decir, los electrones, fotones, quarks… no
serían puntuales, sino que se comportarían como
cuerdas que vibran en el espacio. Afirma que esas
cuerdas vibrarían en diferentes frecuencias y, en función de
en cual lo haga, se podrá identificar la cuerda con una u
otra partícula.
Es decir, las partículas tal y como las conocemos, como
pelotitas o puntos pequeños que se desplazan por el
espacio, dejarían de existir. En vez de eso, dichos
elementos tendrían la forma de filamentos o cuerdas
muy pequeñas (de tan solo 10-35 metros) que vibrarían de
una forma determinada en cada caso. Según esa vibración,
las cuerdas darían lugar a diferentes estructuras y se
identificarían con cada una de esas partículas. Y aquí está
lo interesante, pues los defensores de la teoría de cuerdas
afirman que una de esas frecuencias de vibración se
identificaría con el famoso gravitón.

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Sin embargo, para poder aplicar esta teoría, debe
plantearse un Universo distinto al que conocemos
actualmente, pues las cuerdas no se moverían en el
espacio-tiempo habitual. Y es que, para que las cuerdas
tengan sentido, es necesario que existan más dimensiones
de las que estamos acostumbrados. De hecho, la teoría de
cuerdas precisa de, mínimo, 10 dimensiones para poder
desarrollarse: las cuatro a las que estamos acostumbrados
(una de tiempo y las tres espaciales) y seis dimensiones
compactas, las cuales no son observables en la práctica.
Para entender un poco esto, podemos imaginar una
cuerda, la cual es bidimensional, pues solo tiene un largo y
un ancho. A medida que nos acercamos a ella y la
aumentamos, esta adquirirá cada vez más grosor y
profundidad y, si acercamos mucho nuestro ojo, podremos
llegar a apreciar su estructura y otras características más
específicas y no visibles a simple vista. Pues bien, esta
serie de características compactadas serían una
analogía de esas dimensiones adicionales de las que habla
la teoría de cuerdas.

ORIGEN DE LA TEORÍA
Esta fascinante y compleja teoría fue desarrollada por los
físicos Joël Scherk y John Henry Schwarz en el año 1974
con el objetivo de mostrar cómo un modelo con objetos
unidimensionales o “cuerdas”, en lugar de partículas
puntuales, podía llegar a describir la fuerza gravitatoria. Sin
embargo, su teoría fue cuestionada y no tuvo mucho
apoyo hasta el año 1984, cuando comenzó un periodo
conocido como primera revolución de supercuerdas,
donde se hicieron múltiples investigaciones en torno a la
teoría, llegando a la conclusión de que podía explicar las
múltiples interacciones entre las partículas fundamentales
sin problema. Fue un momento donde la teoría ganó
muchos seguidores y múltiples científicos comenzaron a
apoyarla.
AMERICAN ACADEMY OF ARTS AND SCIENCES
John Henry Schwarz, uno de los primeros científicos que enunció la
teoría de cuerdas.

En ese primer momento, la teoría se apoyaba en dos ideas


fundamentales: los objetos básicos de la teoría no serían
partículas puntuales, sino objetos unidimensionales
extendidos, y el entorno donde se moverían esos objetos
no sería un espacio-tiempo de cuatro dimensiones
ordinario, sino que necesitarían de, al menos, 10
dimensiones para existir.
Todo a la vez en todas partes: las teorías del multiverso
Con el paso del tiempo, la teoría fue ganando protagonismo
en el entorno científico, por lo que se comenzó a estudiar e
investigar sobre ella de forma paralela en diferentes
laboratorios del mundo. Como resultado, actualmente
existen cinco teorías de cuerdas diferentes: la teoría de
tipo I, la de Tipo IIA, la de Tipo IIB, la Heterótica-O y la
Heterótica-E. Y, aunque pueda parecer desconcertante que
existan tantos modelos simultáneos, todo apunta a que, en
realidad, todas forman parte de la misma teoría de
cuerdas, solo que aplicada cada una a un caso extremo de
la misma.

CONTROVERSIA
Cierto es que, aunque según sus defensores la teoría de
cuerdas podría ser la pieza que falta para unir toda la física
en una única “teoría del todo”, se trata de un modelo que
todavía no se ha podido demostrar, pues no ha servido
por ahora para realizar predicciones acordes a los datos
experimentales. Aun así, parece que a día de hoy es la
mejor candidata para lograr esa teoría unificada pues, a
diferencia del resto, permite en un solo paquete respetar la
teoría cuántica y la relativista, explicando a su vez el
resto de interacciones fundamentales de la naturaleza a
través de esas pequeñas cuerdas vibrantes.
Uno de los problemas que presentaría la teoría que podría
explicar por qué no ha sido demostrada todavía, es que se
piensa que el modelo no es falsable. En ciencia, para
afirmar que algo es cierto, primero debe intentar
demostrarse que es falso de todas las formas posibles y, si
se vuelve algo imposible y no se encuentra ninguna forma
de falsarse, entonces se puede afirmar que es cierto. Sin
embargo, parece ser que no hay ninguna forma de intentar
demostrar que la teoría no es cierta, lo cual la convierte en
un modelo no científico y, por el momento, deja abierta
dos únicas posibilidades: o es del todo correcta, o es del
todo errónea.

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