Sa E HISTO!
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RIADORES
DIOS»CUANDO NACIO LA DISCIPLINA, LA ARQUEOLOGIA BIBLICA PRETENDIA
DEMOSTRAR LA VERACIDAD DE LOS RELATOS BIBLICOS A TRAVES DEL
HALLAZGO DE RESTOS MATERIALES. HOY, LAS NUEVAS CORRIENTES
UENO GUD Lic) leat msdn hand taeet
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Psy Croll deena een ham lestel a i ace sc] > (cya) (6) Wm
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raEN PORTADA
aimportancia que adquie
la figura de Jestis de
Nazaret contrasta con lo
poco que sabernos de
su biogtafia, Para los creyentes,
este judio nacido en la Palestina
del siglo | es identificado con el
Hijo de Dios que, con su muerte
¥ posterior resurreccién, redimié
ale Humanidad del «pe
original». Sin embargo, los Evan-
ios, las Unicas fuentes que
lian su presencia, no pueden
considerarse fuentes imparciales
al tratarse de propaganda de
‘Aun margen quedan las escue-
nes que el fundador
tianismo merece en las
crénicas de los historiadores de
le época,
Con objeto de paliar esta
laguna, la arqueclogia biblica
abandona el marco teolégico
para estudiar los relatos biblicos
ddentio de un mar
i20. Frente ala
ue concede total
ido de la Biblia (arqueolo-
maximalista, ha ido gané
erreno una arqueologia biblic
mas académica larqueologia
rminimalsta) que, reconociendo
roa drach,
lesa dela
nuodaen de
Narart donde
seginla radcion
seenontabala
‘asgenla queria
recs lava det
Angel. uno estas
Tneas restos deura
olla biantina
tmeltempo to
‘ueparemichs
respadariala
radi, Abi,
lugar donde ta
tredeionstia ta
aipintoraenlaqve
trabaabasan JosePese a la tradici6n, la Natividad no
tuvo lugar en Belén. Si concedemos
credibilidad a Marcos y Juan,233!
la parte de mito que inspira las
Sagradas Escrituras, pretende
estudiar el contexto historico que
rcunscrine astos relatos. Pe
cuales son hallazgos arque
{Gicos que sugieren la existencia
real de Jesus de Nazaret
LA PRIMERA MENTIRA
Contrariamente a lo que asegura
la tradicion, la Natividad no tuv
lugar en Belén, Los evangelistas
lateo y Lucas acomodaron el
rnacimiento de Jesis conformelal
la profecia del Antiguo Testamen-
to (Miqueas 6, 1) que anunciaba
que, en esta localidad de ls actual
Cisjordania ~cuna del rey David~
gia el Mesias. Posteriotrmen-
te, en el siglo IV, un capricho
de Elena, madre del emperador
Constantino, hizo erigir en Belén
le actual basilica de la Natividad,
parece probable que Maria
luz antes del afo 4 antes
nuestra Era, que es cuando
murié Herodes el Grande y be
yo reinado se situa el nac
concedemos credibiided a's
textos de Marcos -el evangelio
mas antiquo~ y Juan, Jess era
conocido como «de Nazaret»,
famente por ser oriundo de
peblacién, que era entonces
mucho més pequefia que Belén.
La fama no debid acompaiar a
esta humilde aldea—que no es
‘mencionade antes en la Biblia,
ni tampoco por ningtin historia-
dor del siglo I-, a juzger por las
palabras que se le atnibuyen a
Natanael (Bartolomé) ui
los discipulos de Jestis cuando,
antes de conocerlo, se pregun-
taba: «Pero puede salir algo
bueno de Nazaret? (Jn 1,46)
No hay pues ningtin motivo para
sospechar que Nazaret sea una
licencia lteraria de Marcos y
Juan, cuando no existe ninguna
Cece te
ee ea enor
Da ore
Cee een te eee
pescadores (Moshe y Yuval Lufan) aficionados a la
etc trates
CO ee eet ee ee
traron los restos de una embareacién
De crete oan
a que un manto de lodo la habria preservado de
eee eens
Poe ey eerie
Sa uu eeu)
Ce ee ret
Se ce
Se ee omer
‘exhibe en el Centro Yigal Alon, en Ginnosar.
CConstruida principalmente en cedro, aunque inclu-
Pee eee
Muu ee
Tee ae ees
Ca
2,3 metros y 43 mettos de profundidad, suficiente
Peete en eer en
barca en la que navegaban Pedro y los discipulos
eee eee
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fecha que parece confirmarse por su técnica de
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se cas6 con Maria Magdalena
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Prete yey
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del cristianismo. Sin embargo,
el contenido de estos textos,
pear ere a
irene Tg
pe oy
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Peo
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Per nincnt ere
eet eet
Pree ern
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Vida ascética y contemplativa.
ror emer
Coy ered
seudohistorlcos han preten
ree ney
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seos, predicando en las sina
eer ene)
paren ence edprofecia que anticipe este lugar
‘como cuna para el Mesias. Tal y
‘como argumenta Antonio Pifiero
‘en Aproximacién al Jestis histo-
rico (2018): «Es casi seguro que
Jestis no nacié en Belén. Aunque
rho esté probado, y que tampoco
sea absolutamente seguro que
hhubiera nacido en Nazaret, si
parece cierto que Jesis nacié en
Galilea. Tendremos que decir, en
todo caso y para no equivocar-
nos, Jesis de Galilean
NAZARET Y BETSAIDA
Los trabajos arqueolégicos lleva
dos a cabo desde mediados del
siglo XX por el franciscano Be-
llarmino Bagatti (1905-1990) han
ppermitido arrojar algo de luz sobre
‘como era la Nazaret del siglo |. La
tradicion cristiana, iniciada a partir
de los peregringjes a Tierra Santa
=y que ha dejado su huella en for-
ma de inscripciones de devacién
religiosa-, quiere que en Nazaret
puedan visitarse los restos de la
Carpinteria de san José y la gruta
‘que fuera escenario para la Anun-
ciacién ala Virgen Maria. Restos
de antiguas iglesias bizantinas
que se superponen al yacimien-
to de un santuario del siglo Il
hoy reemplazadas por modemas
basficas eriaidas en el siglo XX y
desprovistas de encanto, habrian
servido de hito para umarcar»
dichos enclaves.
Sin embargo, os hallazgos
arqueolégicos conceden menor
romanticismo alo excavado
hasta la fecha, Nazaret debié ser
tn pufiado de casas de piedra y
barro y techumbres de maleza,
esparcidas en un érea de no més
de veinticuatro campos de Fitbol
para albergar una poblacion entre
los doscientos y los cuatrocientos
habitantes, degicados casi en
exclusiva ala agricultura, Los es-
trates de construcciones religio-
sas de siglos posteriores parecen
haber bortado cualquier vestigio
de la antigua aldea de Nazaret, de
la que no se conservan inscrip-
ciones o huellas de edificaciones
pblicas y, por supuesto, ningin
objeto decorative de Iujo. Quién
sabe, tal vez ~y aunque no estu-
viera vaticinado en la Biblia Na-
zaret reuniera las caracteristicas
dde una aldea humilde que pudo
haber abrigado el pesebre en ol
que naciera el «Niro Dios,
Betsaida y Cafernaum son dos
de los lugares que més se men-
cionan en el itinerario sequido
por Jess durante su ministero,
(Qué @s lo que hoy sabemos de
‘estas dos ciudades? Aunque su
localizacién todavia es objeto de
controversia desde que fueran
excavadas sus ruinas en 1838
por Edward Robinson (1794-
1863), uno de los pioneros de la
arqueclogia biblica», Betsaida
{que en arameo significa «casa
de pescadores», se encuentra al
este del rio Jordan, a menos de
tres kilémetros de su desembo-
&
| apg arate,
restos uo
ajo snapaga
Cafarau, cad
| auetabriavsedo
Joss Ab, vista
ela exeaacién
| aqeniogeaen
(uma, condo
| spemonvaron es
teletres Manastos
| solMar Meno
EN PORTADA
cadura en el mar de Gallea, Je-
‘sds acostumbraba a reunirse aqui
ccon sus discipulos -tres de ellos,
‘eran oriundos de esta ciudad (Jn
1, 44)-y a predicar realizando
milagros, como una multipicacién
de panes y peces (Le9, 10) ola
ssanacion de un ciego (Me 8, 22)
‘diferencia de otras localiza-
ciones vinculadas con la figura de
Jestis, que apenas han atrojado
‘escasos registros arqueoi6gicos,
el yacimiento de Betsaida no
deja de deparar sorpresas a los
investigadores, Y es que, lo que
hoy no son més que un pufado
de piedras cuya vsita no merece
laipena, fue, en tiempos del rey
David, Una ciudad alin mas impor-
tante y majestuosa que la propia
Jerusalén. Fundada en el siglo X
a.C,, en el Antiguo Testamento se
le otorga el nombre de Zer fo Ser)
constituyendo la ciudad pesaue-
1a fortificada mas importante,
llegando a ser capital del antiguo
rein arameo de Guesur.
LA CIUDAD DE
LOS MILAGROS
| Aunque hubiera perdido esplen-
dor, en el siglo | Betsaida no dejo
de Ser una ciudad pesquera de
relativa importancia que, pre-
cisamente bajo el mandato de
Filo, hijo de Herodes el Grande,
fue honrada a la memoria de la
‘madre del emperador Tiberi, ad-
quiriendo asi el sobrenombre de
Betsaide-Julias. Luego, durante
la primera guerra judeo-romana
{66-73}, la ciudad terminé desapa-
reciendo. Las excavaciones em-
prendidas desde 1987 perecen
Confirmar la identificacion de sus
ruinas. Entre los restos hallados
en el lugar donde predicara Jestis
se ha hallado una enigmatica
estela en la que aparece una
especie de dios comudo solo
tres efigies més como ésta han
aparecido on Oriente Préximo~
Los investigadores la identifican
como una representacién de! dios
Luna —cuyo nombre en arameo
todavia se desconoce-, ;Qué
Cultos a esta divinidad debieron
cexisticen Betsaida antes de la
presencia de Jesis?
En el pasado -y a diferencia de
Betsaida-, Cafarnaiim, a orilas,
del mar de Galilea, debié ser une
woo 25EN PORTADA
aldea de escasa importanci, poco consideradas restos de una
pues no es citada en ningun texto | sinagogs anterior— que fue el au-
anterior al siglo | Sin embargo, es tEntico escenario de la presencia
mencionada con mas frecuencia del «Hijo de Dios»,
fen los Evangelios al ser escenario.
de los primeros milagros deJe- LA PASION DE CRISTO
ss ~convirtiondo hoy sus ruinas | Millones de peregrinos acuden a
fen meca turstica-. Sin embargo, Jerusalén para realzar el iinerario
lo.que hoy puede contemplarse de la Via Dolorosa, un laberintico
de la bautizada como «ciudad entramado por las calleuelas
de Jestisy pertenece a épocas. de la Ciudad Vieja marcado por
muy posteriores. Los restos de los hitos donde, supuestamen-
su sinagoga, fotografiada con te, transité Jesis con la cruz a
deleite por los peregrinos que cuestas hasta el calvario, Lo que
creen estar pisando las mismas | muchos de estos peregrinos no
Piedras sobre las que predicara_ saben es que los lugares que
el Nazareno, tal vezdesconoz- estan visitando,.. nunca fueron
can que estes columnas de testigos de la presencia del Na-
Piedra caliza fueron erigidas casi | zareno: Jerusalén result6 com-
lrescientos afios después, Es pletamente destruida durente
tuna pequeria franja de basalto, _las guerras judeo-rormanas que
visible an sus cimiontos -y que _ se prolongaron desde al ato 66
no merece ringlin selfie por parte hasta el 136.
de los turistas-, la que marca Sobre sus cenizas, bajo autor
1 estrato real del yacimiento ddad romana, se erigid una nueva
arqueclégica -probablemente ciudad: Aelia Capitolina, algunas.
viviendas particulares, hasta hace | de cuyas columnas todavia se al-
= zan dentro del recnto amurallado,
En el siglo XIV, los franciscanos se inventaron See SM
el itinerario de la Via Dolorosa, pues el actual ee een
trazado de Jerusalén nada tiene que ee ee
ver con el escenario de la Pasion Bano do Jetusalén nada tene que
ver con ol que fue escenario de la
Pasion, Pataddiicarmente, son las
‘grandes baldosas de pied del
ssubsulo de la Ciudad Vieja —que
puedo visitarse on cémodos tours
tursticos a través de su acceso
poor el Muro de las Lamentacio-
‘nes les que si fueron pisadas por
Jesis y que, sin embargo, apenas
reciaman la atencion de los devo-
tos peregrinos,
Entre los escasos enclaves
del estrato de la Jerusalén del
siglo | que pueden visitarse
destacan las piscinas de Betesda
Y Silo, donde los evangelistas
sitdan algunos de los milagros
de Jesis. La piscina de Betesda
{en arameo significa «casa de
gracia» 0 «de la misericordia»)
‘que aparece descrita en Juan
(6, 2) situando la sanacién de
un paralitico, fue localizada en el
siglo XIX en el recinto proximo a
la iglesia de Santa Ana. En cuanto al estanque de Siloé, donde
Juan (9, 7} sitda la curacion de un
iego, fue descubierta en 2004:
una ampla explanada, a modo de
graderia, se escalona hasta una
especie de cisterna alargada en la
que estancaria sus aguas, como
side un acueducto se tratase, un
{nel que es conocido como e!
de Ezequias.
EL SEPULCRO DEL MESiAS
Otro de los enclaves destacado
€en los Evangelios es el jardin de
Getsemani o Huerto de los Oli-
vos, donde, después de la Ultima
Cena, Jestis se habria recogido
para orar. Aunque les distintas
confesiones cristianas ubican este
‘emplazamiento en las proximnida-
des de sus respectivas basilcas,
los olivos que radean la iglesia de
les Naciones parecen ser oportu-
nos candidatos a ser testigos de
un Jestis que, sudando sangre
ante la inmediater del proceso
que le conduciriaa la crucifixion,
imploraba en sus rezos: «Aparta
de mieste cdliz» (Me 14, 36). En
este enclave, situado en los extra-
mutts de la antigua Jerusalén ~y
{que habria sido punto de reunion
habitual con discfoulos-, tendria
lugar el prendimiento de Jesus
después de que el delator beso
de Judas lo identificara, supues-
tamente, frente a les autonidades
del Sanedtrin
En cuanto a la identificacién de
la tumba de Jesis con la actual
basilica del Santo Sepulero, la
arqueologia acedémica poco
puede afiadir ala tradicion surgida
a partir del siglo IV desde que
Elena, madre de! emperador
Constantino, se empefara en
localzar los «santos lugares». La
‘existencia en este lugar de unos
santuarios paganos, que fueron
trigidos precisamente para borrar
‘cualquier vestigio del cristianismo,
parece ser la pista que acteditar
la temprana tradicion de situar
‘aqui el Gelgota, escenario del
calvario de Jess,
Poncio Pilato no habria pasado a
la Histona sino fuera por e! papel
que le conceden los Evangelos,
al ser el hombre que se inhibe wla-
vvandose las manos» y permitien-
do que los judios «condenen al
«Hijo de Dios», «Pero, qué mal ha
hecho?» (Me. 15, 1d) se pregun-
‘aba el prefecto romano mientras
tna enfervorizada muchedumibre
le gritaba: «(Crucificalol»
eb, vita daa
pista de Betta
Enlapigra ari,
iba restos de
Toanigua Aelia
Capita.
ens. Aba,
peretinstcendo
piers queatrinjen
etrreaent ala
Soca esis
EN PORTADA
En realidad, este didlogo res-
pponde a una licencia lteraria de
los evangelistas, que pretirieron
descargar la responsabilidad de la
muerte del Mesias on el pusblo
judio antes que en Roma, para
fevitarse problemes en una época
fen la que los cristanos eran
perseguidos. La realidad historica
~suponiendo que Jess existiera
y fuera efectivanente condena-
do-, debio ser muy dlstinta: un
gobernador romano nunca se
dejaria influenciar por el pueblo
judio que estaba sujeto @ su au-
toridad. Asimismo, la crucifixion
‘era una condena impuesta por
la ley romana y no por los judios,
que aplicaban penas distintas
‘como la lapidacion, Asi pues,
Jestis de Nazaret fue procesado
y condenado por aplicacion de la
legislacién romana; pero, existio
Poncio Pilato?
‘Al margen de los Evangelios, la
nica mencién a Poncio Pilato ia
hallamos en los textos de los his
toriadores Flavio Josefo (75-79 0.
Cy Tacito (117) ~atribuyéndole
€l cargo de procurador (en lugar
de prefectol, cuya diferencia es
meramente nominal y depende
de la época del Imperio romeno-
wooo 27EN PORTADA
Elinicio de unas obras en el sur
de Jerusalén permit el descubr
mento, en 1992, de una arque-
ta do piedra callza,ricamente
decorada, que, supuestamente,
abrigaria los restos de un hombre
de unos sesenta aos que habria
vivido en el siglo ly que un:
inscripclén en arameo identifi
caria con Caifas, el sumo sacer
dote del Sanedrin que, segin los
Evangelios, juzgé a Jess antes de
ser entregado a las autoridades
fomanas. A él se le ateibuye la
Sentencla lapldaria: eNos con
viene que un hombre muera por
el pueblo, que no que perezca
toda la nacién» (in 33, 50). Se
trata de uno de los hallazgos més
importantes de la arqueologia
bibtica, yo que es la primera vez
ta asonnis menclontis eh tae Los clavos con los que, seguin la
itera armcticatacte tradicién, fue crucificado Jesus son,
saci sobre un sero autetico como la Sindone y otras falsas
instante reliquias, objeto de culto
la Importancla de un hallazgo:
los Gltimos analisis realizados en
queologia a cargo de Yuval Goren
de la Universidad de Tel Aviv
parecen confirmar (de momento)
su autenticidad,
y, mas cercana a su tiempo, en
€l fidsofo Filon de Alejandra 15
a.C.-45 d.C). A través de estas
fuentes sabernos que Pilato
goberné la provinca romana de
Judea entre los anos 26 al 36 y
ue, desde el principio, no fue
bien recibido por los judios, pues
hirié su sensiblidad religiosa
instalando estandartes con ol
busto del emperador en el
cuarte| de Torre Antonia, que
Der atta
Y Soccseoes talons
BY scscrere is Gon
P Sanedrin a sufragar la construc-
_ Beteceerns
MD sccwigncebesesano
occas conan Pie
Sart ders atl
Dre et uses
sede military administrativa para
el prefecto, que fuera construida
por Herodes ol Grande entre los
afios 25 a 13 aC. -al norte de
Palestina y casi en la frontera con
la antigua Fenicia (Libano!-
LOS CLAVOS DE
LA CRUCIFIXION
En junio de 1961 fue desen-
terrada una piedra caliza con
Una inscrincién, erosionada por
el paso del tiempo, en la que
puede reconocerse el nombre de
Pontius Pilatus, identificado como
prefectus ~y no procurador como
se pensaba hasta la fecha—en
tiempos del emperador Tiberio,
Hallado por el arquediogo de
la Universidad Catdlica de Milan,
Antonio Frova (1914-2007), el blo-
DDD
SS
= J varios muertos que —de 82 centimetros de alto
yS La existencie de Poncio Pilato | por 68y mas de veinte de groso~
~ vendtia eonfirmada de la mano de | fue encontrado integrando uno
eS [a arqueotogia durente las excava- | de los escalones que desembo-
ciones realzadas en Cesarea Ma-
ritima, capital portuaria, asi como
can en las asientos del aforo del
teatro, con la inseripcién hacia
Vy)‘abajo, lo que significa que habia
sido reutiizado a partir del siglo
IV. Se especula con la posiblidad
de que, originalmente, formase
parte de la arquitectura de un
templo consagrado a Tiberio -y
erigido por el propio Pilato con la
estrategia de granjearse sus fa-
vores~o bien de uno de los faros
del muelle de la ciudad
Los clavos con los que,
supuestamente, fue crucificado
Jestis de Nazaret son, como
le Sabana Santa y otras falsas
reliquias, objeto de culto entre
los creyentes. Es la tradicion la
que asegure que, en el sigio IV,
Elena, la madre del emperador
Constantino, habria hallado los
clavos junto a la cruz de Jess
Y los habria repartido enviando
tuno a Roma y los otras dos a su
hijo -que se los habria levado
hasta la recién fundade ciudad
de Constantinopla-. Después,
las avatares del destino ~y como
‘ocurtiera con los panes y los
peces- debieron «multiplicar»
mmilagrosamente estos clavos,
porque hoy son casi una trein-
tena los que se veneran en dis
tintos templos. En contraste, la
arqueologia solo ha encontrado
uno de los claves utizados en
una crucifixion del siglo |
En 1968, une excavacién rutina-
ria como consecuencia de unas
cobras en el extrarradio norte de
Jerusalén (barrio Givatha Mivtar)
permitié desenterrar la primera -y
nica, hasta la fecha evidencia
arqueolégica de un crucificado en
los tiempos de Jesés. El arqued-
logo y monje ortedoxo griego
Vassilios Tzaferis (1936-2015), de
la Autoridad de Antigtiedades de
Israel, localiz6 varias tumbas abr-
gando treinta y cinco caddveres
hombres, mujeres y nifios-, que
habian muerto -probablemente
ajusticiados- de manera violenta.
De entre los osarios destacaron
las rastas de un varén, de entre
veinticuatra y vaintiocho afios y
1,67 metros de altura,
VERDAD INCOMODA
Una inscripcién en hebreo lo iden-
tificaba como «Yehohanan ben
Hagkol» Juan, hijo de Ezequie) y
fen el hueso caleéneo del talon dol
pie derecho todavia permenecia
ln clava de hierro oxidado de 11,5,
centimetros, evidenciando que
habla muerto siondo crucifica-
do... igual que Jesis de Nazaret,
‘muy probablemente -segin les
dataciones- entre los afios 6 y 70
do nuestra ora. La proximidad de
su cructfixién con la de Jest, ha
Enlapiging
anteorelrechto
Selecta egar
fractaenetquela
tadonubica el
Sepucode Jess
‘baba plesracon
una nsripcén que
‘mencionaaPoncio
Pilatus halada en
Cesarean
EN PORTADA
desatado la imaginacién de algu:
ros, atribuyéndole la identidad de
uno de los dos lacrones que le
acompafiaron en su calvario. Muy
probablemente su muerte pudiera
Contextualizarse durante la prime-
+a guerra judeo-romana (66-73),
‘cuando los ajusticiamientos de
judios como medio para reprimir
rewweltas fueron muy frecuentes
Un primer examen osteol6gico
realizado por el antropélogo del
Departamento de Anatomia de la
Universided Hebrea de Jeru-
salén, Nicu Haas (1927-1987),
revel6 que -contrariamente a la
popular estampa iconogréfica— el
cuerpo del crucificado habria sido
Contorsionado con las rodilas
dobladas y los pies clavados uno
encima del otro y sobre una cruz
de madera de olivo. Sus rodilas y
tibias se encontraban fracturadas
~probeblemente por el golpe de
una maza-, en congruencia con
la costumbre romana de romper
las piemas de los orucificados
para acelerar su muerte al im-
pedir que se incorporaran para
respirar durante su crucifixion.
ZCOMIDO POR ALIMANAS?
En 1986, una revisién posterior
a cargo de Zias y Sekeles, del
Departamento de Antigi¢dades
y del Centro Médico Hadas-
sah amplié y matizé algunas
de las impresiones iniciales de
Haas: el clavo empleado no era
lo suficienterente largo para
atravesar los dos pies (uno en-
cima del otro}, por lo que estos
debieron ser clavados a ambos
lados del madero. Asimismo, la
ausencia de lesiones metacar-
pianas permitié descartar quo ol
Crucificado lo fuera también por
las extrerridades superiores, su-
Giriendo que los brazos habrian
sido atados {y no clavados) al
madero vertical
No sabemos si el ajusticia-
miento en la cruz se mantenia
siempre igual. En cuslquier caso,
fran pocos los cadéveres que re-
cibian sepultura la mayoria terri-
rnaban siendo devorados por las
alimafias motivo que explicaria
las escasas evidencias arqueo-
légicas de la crucifixion. Tal vex
650 fuera el destino del cuerpo
del «Hijo de Diosr... 20 no?
wooo 23