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La 

teoría M es una teoría física, propuesta como una "teoría del todo" que unifique las cuatro fuerzas
fundamentales de la naturaleza. La teoría M fue esbozada inicialmente por Edward Witten, su propuesta
combinaba las cinco teorías de supercuerdas y supergravedad en once dimensiones. Tiene su origen en
la teoría de cuerdas, según la cual todas las partículas son, en realidad, diminutas cuerdas que vibran a
cierta frecuencia. Según esta propuesta, las partículas son cuerdas vibrando a cierta frecuencia en un
espacio-tiempo que requiere al menos once dimensiones.
Esta teoría sigue siendo una propuesta de trabajo y si bien tiene amplio apoyo, no es una teoría con
aceptación universal, ya que no existen pruebas empíricas en su favor, siendo difícil de verificar dadas
las energías requeridas para verificar los detalles. Además la teoría contiene algunos problemas
matemáticos no resueltos y solo conjeturados de manera aproximada.

Hasta el siglo XIX, se pensaba que el átomo era el bloque más pequeño de materia. Durante mucho
tiempo fue considerado el elemento constituyente básico e indivisible de la materia. En los primeros
años del siglo XX se comprobó que incluía componentes más pequeños
llamados protones, neutrones y electrones, que se conocen como partículas subatómicas. A partir de la
década de 1960, se descubrieron otras partículas subatómicas. En la década de 1980, se descubrió que
los protones y los neutrones (y otros hadrones) están conformados por pequeñas partículas
llamadas quarks. La teoría cuántica es el conjunto de reglas que describen las interacciones de estas
partículas.
En la década de 1980, se consolidó un nuevo tipo de modelos matemáticos llamados teoría de cuerdas.
Este modelo sugería que todas las partículas, y todas las formas de energía en el universo, podrían
interpretarse en términos de unas hipotéticas «cuerdas» u objetos unidimensionales, cuya forma solo
sería perceptible a escalas de longitud comparables con la longitud de Planck.
Además, la teoría de cuerdas conjetura que el universo se compone de múltiples dimensiones espaciales,
la mayor parte de las cuales están compactadas y solo son perceptibles a muy pequeña escala. Estamos
familiarizados con la altura, la anchura y la longitud: las tres dimensiones del espacio, que con el tiempo
dan un total de cuatro dimensiones observables, sin embargo, la teoría de cuerdas apoya la posibilidad de
once dimensiones, aunque las 7 restantes no las podemos detectar directamente. Estas «cuerdas» vibran
en múltiples dimensiones, y en función de la forma en que vibran, podrían ser percibidas en el espacio
de tres dimensiones como materia, luz, o gravedad. Es la vibración de la «cuerda» la que determina su
apariencia de materia o energía, y toda forma de materia o energía es el resultado de la vibración de las
cuerdas.
Pero la teoría de cuerdas se encontró con un problema: tras una versión inicial de ecuaciones que la
sustentaba, fueron descubiertas otras ecuaciones, igualmente coherentes. Hay cinco grandes teorías de
cuerdas, todas basadas en un universo de 11 dimensiones, y todas parecen ser correctas, pero los
científicos no estaban conformes con la aparente contradicción de cinco conjuntos de ecuaciones para
describir el mismo fenómeno.
A mediados de los años 90, Edward Witten, un teórico de cuerdas del Instituto de Estudios Avanzados y
otros importantes investigadores consideran que las cinco diferentes versiones de la teoría de las cuerdas
podría describir lo mismo visto desde diferentes perspectivas. Se propuso la unificación en una teoría
llamada «Teoría M», en que la «M» no está específicamente definido, pero se entiende como
«membranas». La teoría M agrupó todas las teorías de cuerdas, al afirmar que las cuerdas son realmente
«anillos» unidimensionales de una «membrana» bidimensional que vibra en un espacio
undecidimensional (un espacio de la undécima dimensión).
Para entender la teoría M es necesario entender algo de la teoría de cuerdas. Durante cientos de años la
física ha operado en el paradigma de que las partículas fundamentales, como el familiar electrón, son
como puntos, o de cero dimensiones. Si se quisiera resumir la teoría de cuerdas en una sola idea, se
resumiría diciendo que esta suposición es incorrecta. En vez de esto, la teoría de cuerdas propone que el
universo está fundamentalmente compuesto por objetos unidimensionales que son similares a una
cuerda. Estas cuerdas serían tan pequeñas que incluso en la diminuta escala de las partículas parecerían
como puntos. En la teoría de cuerdas cada partícula es creada de alguna forma por diferentes patrones
de vibración de las cuerdas. Uno podría preguntarse por qué los físicos se han limitado ellos mismos a
puntos de cero dimensiones durante todo este tiempo; la respuesta es que es mucho más difícil trabajar
con objetos de una dimensión y que con frecuencia causan problemas con la causalidad y violaciones de
la ley de la relatividad especial que dice que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz.
El desarrollo de la teoría de cuerdas ha venido principalmente por un problema extremadamente
importante que ha existido en la física durante casi 100 años. El problema es que la relatividad general,
la teoría desarrollada por Albert Einstein que explica cosas en escalas muy grandes o cosmológicas, es
irreconciliable con la mecánica cuántica y el modelo estándar, que explica el universo a escala
subatómica. También existen otros problemas con el modelo estándar: tiene unos 20 parámetros libres
que deben ser ajustados a mano, y tiene un gran número de partículas que declara fundamentales (para
cada partícula existen tres copias organizadas en generaciones, que solo se diferencian entre sí en
la masa). Además, debido a que no puede ser reconciliada con la relatividad general, carece de una
descripción de la gravedad.
Usar objetos unidimensionales en lugar de partículas puntuales resuelve muchos de estos problemas. El
número de parámetros libres de la teoría cae de 20 a uno (un parámetro que corresponde al tamaño de las
cuerdas), y se espera que los detalles de la teoría expliquen por qué existen las tres familias de partículas.
Aún más importante, los teóricos de las cuerdas encontraron que la teoría de cuerdas
contiene gravitones de forma necesaria, es decir, la partícula que causa la gravedad. Edward Witten, el
autor de la teoría-M, bromea que la teoría de cuerdas tiene la notable evidencia experimental que la
gravedad existe a nuestro alrededor. Por tanto, la teoría de cuerdas une de forma satisfactoria la
Relatividad General con la Mecánica Cuántica.
Sin embargo, la teoría de cuerdas presenta algunos problemas. En primer lugar, requiere 10 dimensiones
para que las cuerdas puedan vibrar, en contraposición a las 4 dimensiones (3 espaciales y 1 temporal)
que podemos observar comúnmente. Esto puede parecer incongruente; sin embargo, es posible que las 6
dimensiones extra sean extremadamente pequeñas y curvadas. Por ejemplo, si se mira a un tubo desde
una gran distancia, parece ser una línea (unidimensional). Una inspección más cercana del tubo revela 2
dimensiones: una a lo largo del tubo (la que vimos desde lejos) y una alrededor del tubo. Por tanto, el
tubo es realmente una superficie bidimensional a pesar del hecho que parece ser una línea desde lejos.
Otro problema con la teoría de cuerdas es que presenta 5 formulaciones diferentes. Este hecho es clave
para entender dónde encaja la teoría-M. Las 5 teorías difieren en qué clase de cuerdas permiten y en
cómo implementan la supersimetría, una parte técnica de la teoría de cuerdas que conduce al nombre
comúnmente usado de teoría de supercuerdas. Estas 5 teorías diferentes, llamadas esotéricamente Tipo I,
Tipo IIA, Tipo IIB, SO(32) y E8×E8 (leído E8 "por" E8), son en cierta forma un exceso de riqueza para
los teóricos de las cuerdas. Puesto que la teoría de cuerdas proclama ser una teoría de todo, debería haber
una sola formulación consistente de la teoría, pero en su lugar hay 5. Aquí es donde aparece al rescate la
teoría-M.

Introducción de la teoría M[editar]


En 1995, Edward Witten inició lo que ha sido llamado la Segunda Revolución de las Supercuerdas al
presentar al mundo la teoría-M. Esta teoría combina las cinco diferentes teorías de cuerdas (junto con el
intento previamente abandonado de unificar la Relatividad General y la Mecánica Cuántica
llamado supergravedad once-dimensional) en una única teoría. Esto se logra tejiendo una red de
relaciones entre las teorías llamadas dualidades (específicamente, dualidad S, dualidad T, y dualidad U).
Cada una de estas dualidades provee un modo de convertir una teoría de cuerdas en otra.
La T-dualidad es probablemente la más fácilmente explicable de las dualidades. Tiene que ver con el
tamaño, denotado por R, de las dimensiones curvadas de las teorías de cuerdas. Se descubrió que si se
toma una teoría de cuerdas de tipo IIA con un tamaño R, y se cambia el radio a 1/R, se obtiene lo que es
equivalente a una teoría de tipo IIB de tamaño R. Esta dualidad, junto con las otras, crea conexiones
entre las 5 teorías (o 6, si se cuenta la supergravedad).
De hecho, la existencia de estas dualidades se conocía antes que Witten presentara la idea de la teoría-M.
Lo que hizo Witten fue predecir el hecho de que todas estas diferentes teorías estuvieran conectadas es
un resultado de que hay una teoría subyacente de la cual son todas aproximaciones. Adicionalmente, se
encontró que las ecuaciones que requieren que la teoría de cuerdas exista en 10 dimensiones son también
aproximaciones. La teoría-M propuesta (aunque algo nebulosa) sería una teoría que se realizaría en 11
dimensiones, aunque los detalles no se han fijado todavía.

Qué significa la "M"[editar]


De acuerdo con su creador, Edward Witten, como se acotó en el documental de la PBS basado en el libro
de Brian Greene "El universo elegante", la "M" en la teoría-M
"significa magia, misterio o membrana (este último término por el que originalmente nació la M) de
acuerdo con el gusto de cada cual". También añadió: "Algunos cínicos han sugerido ocasionalmente que
la M también significa murky (cenagoso), puesto que el nivel de comprensión de la teoría es en realidad
primitivo". Entonces, humorísticamente, añadió: "¡Puede que no debiera habérselo dicho!".
Otros dan significado a la M como "Matriz", "Madre de todas las cuerdas" o "Madness" (locura).
Los escépticos de la teoría-M han bromeado que la "M" significa "Moronic" (estúpido), o "Mud" (lodo),
que representa la suciedad. Algunos también sugieren que la M es una W dada la vuelta, por "Witten".

Descripción de la teoría[editar]
En física, la Teoría-M (a veces denominada Teoría-U) es la proposición de una “Teoría universal” que
unifique las cinco teorías de las supercuerdas. Basada en los trabajos de varios científicos teóricos
(incluidos: Chris Hull, Paul Townsend, Ashoke Sen, Michael Duff y John H. Schwarz), Edward Witten,
del “Institute for Advanced Study”, sugirió la existencia de las Supercuerdas en una conferencia en
la Universidad del Sur de California en 1995, usando a la Teoría-M para explicar un número de
dualidades previamente observadas, dando el chispazo para una nueva investigación de la teoría de las
cuerdas llamada segunda revolución de supercuerdas.
En esta teoría se identifican 11 dimensiones, donde la supergravedad interactúa entre membranas de 2 a
5 dimensiones. Esto evidenciaría la existencia de infinitos Universos paralelos, algunos de los cuales
serían como el nuestro con mayores o menores diferencias, y otros que serían impensables con 4 o 5
dimensiones. Esto explicaría la debilidad de la gravedad, pues la partícula del gravitón sería la única que
podría pasar por todas las membranas, perdiendo su fuerza.
A comienzos de los años 1990, se postuló que las diferentes teorías de las Supercuerdas estaban
relacionadas por dualidades, que permitían a los físicos relacionar la descripción de un objeto en una
teoría de Supercuerdas para finalmente describir un objeto diferente de otra teoría. Estas relaciones
implican que cada una de las teorías de Supercuerdas es un diferente aspecto de una sola teoría,
propuesta por Witten, y llamada “Teoría-M”
La Teoría-M no está completa; sin embargo, puede aplicarse a muchas situaciones. La teoría del
electromagnetismo también se encontraba en el mismo estado a mediados del siglo XIX; había teorías
separadas para el magnetismo y la electricidad y, aunque eran conocidas por estar relacionadas, la
relación exacta no se clarificó hasta que James Clerk Maxwell publicó sus ecuaciones en su trabajo de
1864, Una Teoría Dinámica del Campo Electromagnético. Witten había sugerido que una fórmula
general de la teoría-M probablemente requeriría del desarrollo de un nuevo lenguaje matemático.
Algunos científicos han cuestionado los éxitos tangibles de la Teoría-M dado su estado incompleto y su
poder limitado de predicción incluso después de años de intensas investigaciones. Antes de 1998 se
conocían cinco teorías de supercuerda consistentes, que son llamadas respectivamente: Teoría de cuerdas
de Tipo I, teoría de cuerdas de Tipo IIA, teoría de cuerdas de Tipo IIB, teoría de cuerda heterótica
SO(32) (cuerda HO), y la teoría de cuerda heterótica E8xE8 (cuerda HE). Como sugieren sus nombres,
algunas de estas teorías de cuerdas están relacionadas entre sí. En 1990, los teóricos descubrieron que
algunas de estas relaciones eran tan fuertes que se podían usar como su identificación. La teoría de
cuerda Tipo IIA y la de Tipo IIB están conectadas por dualidad-T; esto significa que esencialmente la
descripción de la teoría de cuerda Tipo IIA de un círculo de radio R es exactamente el mismo en la
descripción del IIB de círculo de radio 1/R, que son distancias medidas en unidades de distancia de
Planck.
Este es un resultado muy profundo. Primero, es un resultado intrínsecamente mecánico-cuántico: la
identificación no es verdaderamente clásica. Segundo, porque podemos construir un espacio al unir
círculos en varias formas, se puede notar que cualquier espacio descrito por la teoría de cuerda IIA
también puede ser vista como un espacio diferente al descrito por la teoría IIB. Esto significa que
podemos identificar la teoría IIA con la teoría IIB: cualquier objeto que puede ser descrito por la teoría
IIA tiene una descripción equivalente, aunque aparentemente diferente, en términos de la teoría IIB. Esto
sugiere que tanto la teoría IIA como la teoría IIB, son aspectos de una misma teoría.

Características[editar]
La teoría M contiene mucho más que cuerdas. Contiene tanto objetos de mayor como menor
dimensionalidad. Estos objetos son llamados P-branas donde P denota su dimensionalidad (así, una 1-
brana es una cuerda y 2-brana una membrana, etc.) o D-branas (si son cuerdas abiertas). Objetos de
mayores dimensiones siempre estuvieron presentes en la teoría de cuerdas pero nunca pudieron ser
estudiados antes de la Segunda Revolución de las Supercuerdas debido a su naturaleza no-perturbativa.
Incluso se ha sugerido que el Big Bang fue producido por la colisión de dos de estas membranas,
brotando nuestro universo.

Objetos de la teoría[editar]
Artículo principal:  P-branas

La teoría M concibe una jerarquía de esferas y membranas sin fin pero con un orden subyacente. Para
esta hipótesis, llamada "orden holográfico", definirá entre otros, el dinamismo y/o relaciones dentro del
sistema.

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