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Prosperidad Falaz

Se le conoce como “LA ERA DEL GUANO” ya que asi la llamo el historiador Jorge
Basadre, entre 1845 y 1872, en el que el Perú recibió extraordinarios ingresos económicos
producto de la exportación del guano de las islas. la fortísima demanda por el fertilizante
natural y el alto precio que pagaban las entonces potencias industriales representó una
oportunidad de oro para usar las ganancias en la construcción de las bases de lo que debió ser
un desarrollo nacional sostenible.
“EN EL PERÚ ES EXTRAORDINARIO LO QUE NO SUCEDE”. Ante su incapacidad por
hacerse cargo del negocio, el Estado entregó la venta del guano a privados. Pero el
arrendamiento de las islas primero, el sistema de consignaciones después (a extranjeros y
peruanos) y finalmente el monopolio no fueron tal vez las mejores alternativas. La riqueza
que obtuvieron los capitalistas extranjeros la invirtieron en sus países de origen y los
consignatarios peruanos se convirtieron solo en empresarios algodoneros, azucareros y en
banqueros. El Perú no se industrializó.
El obstáculo se vuelve profundo porque las ilusiones de progreso a partir de algún recurso
son parte de la historia peruana: el oro y la plata durante la Colonia, el guano y el salitre a
mediados del siglo XIX, el caucho a principios del siglo XX, la harina de pescado en la
década de 1960, la minería y el gas hoy en día. Esta prosperidad falaz parece que formara
parte de nuestro irresuelto ser nacional.
El Estado, a lo largo del periodo 1840 a 1875, siguió buscando obtener una proporción
mayor del valor total del guano vendido y decidió cambiar de sistema de explotación por
segunda vez. El sistema de venta que mayor tiempo permaneció activo (1847 a 1869) fue el
de consignaciones. Este sistema era un acuerdo entre el Estado y empresarios peruanos como
Francisco Quirós o Manuel Parado y extranjeros como los británicos Gibbs o Grace. En este
sistema se les otorgaba la explotación del guano durante un tiempo a cambio de un
porcentaje que variaba entre el 35 y el 45 %. El consignatario se encargaba de todo el
proceso de explotación, exportación y venta del guano. El Estado recibía una porción del
ingreso líquido después de producida la venta. El problema era que el Estado necesitaba
efectivo y no podía esperar hasta el reparto de ingresos. Por esta razón los consignatarios se
convirtieron en los mayores prestamistas del Estado cobrándole entre el 4 y 13% de interés.
En 1847, Castilla introdujo el sistema de las consignaciones: el estado peruano encargaba a
particulares la explotación del producto, a cambio de lo cual los empresarios consignatarios
se quedaban con un porcentaje de las ganancias (5%).
Es sólo con la segunda elección de Ramón Castilla en 1854 que la República Peruana
encuentra una relativa paz interior y puede organizar su vida política y económica. Castilla
abolió definitivamente la esclavitud y la pena de muerte y estableció políticas de promoción
de extracción y exportación de fertilizantes naturales (guano de islas) que inician una era de
prosperidad en el país. Los primeros ferrocarriles y el alumbrado a gas llegan al Perú en este
período. Durante un intermedio José Rufino Echenique fue presidente del Perú. Durante
el segundo gobierno de Castilla se promulgaron las Constituciones de 1856 (liberal) y la
Constitución de 1860 (conservadora) y reorganizaron los servicios postales y la carrera
pública. En 1862, Castilla entregó el grueso las consignaciones a un grupo de empresarios
peruanos. Gracias a esto, muchos empresarios se enriquecieron de una manera relativamente
rápida.
OBRAS REALIZADAS
El aspecto económico de la época se expresó por la gestión de las finanzas del Estado a
través de la ejecución de los presupuestos. Durante este tiempo, la economía estaba
experimentando un auge debido a la venta de guano a los mercados europeos. Esto permitió
al gobierno pagar su deuda externa, lo que le valió prestigio económico internacional. Antes
de Castilla, los gastos del Estado se calculaban de manera desordenada: Castilla
implementaba el sistema presupuestario y organizaba la venta de guano por el sistema de
asignaciones. Usando el dinero del guano, pudo saldar la deuda internacional con varias
naciones que existían desde la época de la independencia.
Las comunicaciones hacia el interior comenzaron a mejorar con la construcción de nuevas
carreteras y la implementación de vías férreas. El primer ferrocarril que se construyó fue
durante el primer mandato de Castilla entre Lima y Callao. Durante el gobierno de José
Rufino Echenique se construyó el ferrocarril Tacna-Arica y en el segundo mandato de
Castilla se implementó el ferrocarril Lima-Chorrillos.
Ya antes de la guerra con Chile el estado peruano se había declarado en cesación de pagos.
Por los préstamos dados por la compra de guano del extranjero, mejor dicho, el Perú se
quedó sin una forma directa de retribuir el dinero recibido antes de la exportación generando
más deudas, además del despilfarro de dinero por la creación de ferrocarriles en Lima. El
gobierno del Perú se declaró en bancarrota en 1870.
El Perú se vio favorecido al poseer las islas guaneras en su litoral, por lo que se convirtió en
un monopolio natural. La poca competencia que tuvo se situó en África, pero el producto
africano era de menor calidad, aparte que los recursos fueron agotados o “saqueados” en
poco tiempo.
Esta época de bonanza para el Perú atrajo a muchos inmigrantes e incluso el país estuvo al
borde de una guerra con los Estados Unidos, quienes amenazaron tomar las islas por la
fuerza, a no ser que se bajara el precio, llevando un barco de guerra a las costas peruanas.
La única ventaja del “monopolio” es la fijación del precio del guano, sin competencia, para
el país o las empresas productoras. Dichos ingresos fueron destinados a pagar la deuda
externa e interna peruana y para la construcción de ferrocarriles y la adquisición de armas,
que se usaron después en la contienda con Chile. El dinero del guano pagó la "liberación" de
los esclavos negros.
Las desventajas del monopolio afectaron mayormente a los países demandantes que
dependían del producto y pagaban cualquier precio por él. Además, la corrupción de la
administración pública y el aumento indiscriminado de los bonos de deuda que poseían los
prestamistas, al evidenciarse la bonanza económica del Perú.
Tras la abolición de la esclavitud se fomentó la inmigración de chinos para la extracción del
guano, y que trabajaban en condiciones infrahumanas, llevándolos a muchos al suicidio.
Finalmente, la sobrexplotación hizo que las existencias de guano quedaran reducidas al 10%
de lo extraído inicialmente, y además el salitre comenzó a reemplazar al guano en su uso
agrícola. La necesidad de un abono más barato o producto sucedáneo llegó en 1915, con el
descubrimiento del químico alemán Fritz Haber para producir artificialmente sustancias con
alto contenido de nitrógeno. De esta manera los fertilizantes industriales redujeron a niveles
mínimos tanto la extracción del guano como la del salitre.
El dinero del guano se esfumó, se despilfarró, se pagaron deudas inexistentes; luego Chile
ganó la Guerra del Pacífico al Perú (1879), quitándole también las salitreras y territorio, y
así, a principios del siglo XX el Perú quedó sumido en una profunda crisis económica y
social.
La recolección del guano de las Islas es una actividad totalmente artesanal que se realiza en
forma racional, evitando su agotamiento. Así, la recolección que se realiza en una
determinada isla o punta se vuelve a repetir en un periodo no menor de cinco años. El
procesamiento consiste en el picado, tamizado, envasado y pesado del producto,
efectuándose en el lugar de recolección. El uso del guano de las islas es con la finalidad de
mejorar el suelo, elevar la productividad de los cultivos y mejorar el nivel de vida del
agricultor.

Agro Rural es el encargado de comercializar el guano de las islas en el país y promover el


uso y favorecer el acceso del guano de las islas entre los pequeños agricultores, comunidades
campesinas y nativas a fin de potenciar la productividad local y generar acceso a los
mercados con un mayor valor agregado, a fin de mejorar la economía local y elevar la
calidad de vida de la población.

“Estamos trabajando para distribuir y comercializar el guano de las islas de una manera más
efectiva y rápida entre los pequeños agricultores de todo el país. Tenemos previsto
comercializar 40 mil toneladas de guano de las islas este año, somos conscientes de los
grandes beneficios que tiene este tesoro nacional para nuestros agricultores” dijo Rogelio
Huamaní, Director Ejecutivo de Agro Rural sobre el tema en particular.

El guano de las islas va distribuido esencialmente a los pequeños agricultores, como parte de
la política de apoyo del gobierno, pues además de mejorar las propiedades físicas, químicas
y biológicas del suelo, contribuye tanto al buen crecimiento y desarrollo de las plantas, como
a la producción de cosechas rentables.
Esto se debió a que desde 1845 el país comenzó a experimentar el auge del guano. El clima
templado y la ausencia de lluvias en el litoral hicieron posible que el excremento depositado
durante siglos por las aves marinas quedara acumulado en los diversos islotes de la costa,
especialmente en las islas de Chincha. Los europeos conocieron sus virtudes como
fertilizante de la tierra y el guano se convirtió en la base de nuestra economía hasta 1879.

PRECIDENTES
Ramon Castilla 1845-1851
-Se inició la exportación del guano con el sistema de consignaciones (con la casa Gibbs).
- Se pagó la deuda externa a Argentina, Chile, Colombia, Estados Unidos e Inglaterra.
- Se dio la Ley de Consolidación para reconocer y pagar la deuda interna.
- Se aplicó el primer presupuesto de la República.
- Se dio la Ley de inmigración China.
- Se inició el Tercer Debate Político entre conservadores (partidarios de la Soberanía de la
Inteligencia) y los liberales (defensores de la Soberanía popular).
- Se convocó y reunió el primer Congreso Americano en Lima para coordinar la defensa
continental.
- Se adquirió el primer buque de guerra a vapor: el Rímac.
El gobierno entonces firma el desfavorable tratado Vivanco-Pareja, en 1865,
comprometiéndose a pagarle a España una indemnización de 3 millones de pesos a España,
recibir a un comisario regio del gobierno español y pagar los gastos ocasionados a la metrópoli
a raíz de las luchas independentistas. Los españoles, a cambio devolverían las islas. Causas de
la guerra
La disposición intervencionista de potencias europeas en los países americanos. Los europeos
buscaban en el fondo, recuperar posesiones en América. Una prueba de ello fue la invasión
francesa a México en 1862, así como la acción del general Santa Ana, quien entregó su patria,
Santo Domingo a España, en 1861. El atractivo económico del guano. El Perú comercializaba
grandes cantidades de guano que le reportaba considerables ingresos económicos. Los
gobiernos de Castilla y Echenique habían previsto el pago de la deuda externa. España que
estaba al tanto de esto, quería aprovechar la oportunidad para cobrar al estado peruano la
deuda contraída desde la Capitulación de Ayacucho.

JOSÉ RUFINO ECHENIQUE 1851-1855


 Comenzando por la política económica, a mediados de 1851 la exportación por parte de la
casa Gibbs del guano de las islas hacia Inglaterra llegó a las 112.000 toneladas y convirtió
a dicho rubro en el más importante de los ingresos del fisco. Las islas se explotaban desde
1849 bajo el sistema de la consignación, método que exigía a la firma inglesa adelantar el
pago y realizar préstamos al Estado con la garantía del disfrute exclusivo de dicho
fertilizante. El 21 de marzo de 1853 el gobierno prorrogó sin ningún tipo ventaja
económica adicional y por seis años la consignación a la casa Gibbs a partir de 1855, año
en que finalizaba el contrato firmado en 1849. Este acto fue muy criticado por la
oposición parlamentaria, arremetiendo especialmente contra el ministro de Hacienda
Nicolás Fernández de Piérola (padre del futuro caudillo homónimo).

 La prosperidad económica también permitió el arreglo de la deuda externa, en especial la


deuda que se tenía con los gobiernos de Colombia y Venezuela por la ayuda dada al Perú
durante la guerra de la independencia. Este hecho es poco conocido por los
latinoamericanos: la llegada al Perú de los ejércitos libertadores desde Chile y la Gran
Colombia tuvo un monto justipreciado, hecho incomprensible si se tiene en cuenta que la
empresa libertadora fue una causa común en la que los patriotas peruanos dieron su cuota
valiosísima. Echenique alentó incluso a que se pagara en 1854 a los herederos del
Libertador Simón Bolívar la suma de un millón de pesos, según lo acordado por el
Congreso peruano de 1825.
 Se finalizó la construcción del ferrocarril de Tacna a Arica, el segundo en construirse en
el país. Se proyectó el de Islay a Arequipa.
 Se emprendió la construcción de carreteras de Cuzco a Arequipa y de Lima a Matucana;
se mejoró el de Lima al Callao.
 Se construyeron aduanas y se mejoraron los muelles de algunos puertos importantes.
 Se dotó a Lima de un nuevo mercado.
 Se contrató el servicio de alumbrado a gas para Lima.
 Para el embellecimiento de la capital se mandaron confeccionar en Roma las estatuas de
Colón y Bolívar, y las que embellecieron la Alameda de los Descalzos.
 Se contrataron ingenieros extranjeros a fin de emprender obras de irrigación en la costa
para ampliar las zonas cultivables en los valles de Lima, Cañete, Tacna y Lambayeque.
 Se continuó con el fortalecimiento de la Marina, iniciado por Castilla. Se mandó a
construir la fragata Apurímac y las goletas Tumbes y Loa. La armada peruana llegó a ser
la más importante de Sudamérica: contaba con 17 unidades. Marinos peruanos fueron
enviados a Europa para perfeccionarse profesionalmente.
 Se puso en práctica una política inmigratoria europea. Llegaron así colonos alemanes
para poblar la región del Pozuzo. También se fomentó la inmigración china, iniciada por
Castilla.
 Se promulgó el Código Civil y el Código de Enjuiciamiento Civil, los primeros que tuvo
el Perú, en reemplazo de los viejos códigos virreinales aun vigentes (julio de 1852).
 Se restablecieron las Municipalidades, importantes organismos de gobierno local, pero
bajo la dependencia del poder ejecutivo.
 Se eliminó el pasaporte interior y se declaró el libre tránsito de los puentes.
 El 23 de octubre de 1851 se firmó en Lima la Convención de Comercio y
Navegación con Brasil, entre el ministro interino de Relaciones Exteriores del
Perú, Bartolomé Herrera y el ministro plenipotenciario del Brasil, Duarte Da Ponte
Ribeyro, convenio que incluyó un parcial acuerdo de límites de la parte norte de la
frontera de ambos países. Hay que remarcar que este acuerdo fue en principio
una Convención de carácter comercial y fluvial, y no un Tratado Limítrofe, por lo que
resulta controvertido que se decidieran límites de territorio.2 Esta Convención ha sido
muy criticada porque el Perú aceptó el criterio del uti possidetis, por el cual renunciaba a
territorios amazónicos ocupados poco tiempo atrás por población brasileña, a cambio del
libre tráfico de mercaderías, productos y embarcaciones por la frontera y los ríos de
ambos países. Se fijó una línea de frontera imaginaria que partía de la población
de Tabatinga hasta la desembocadura del río Apaporis por el norte y el Yaraví por el sur.
La frontera del sur del Yaraví no fue entonces tocada, por ser territorio desconocido. Este
acuerdo se cuenta entre los actos internacionales más discutidos de la historia diplomática
peruana, porque para llegar a un acuerdo con un país vecino se entregó territorio
nacional. Otro punto de vista considera sin embargo que era necesario un entendimiento
con Brasil, ante la amenaza potencial de otros países limítrofes, especialmente
el Ecuador y Bolivia. La libre navegación por el Amazonas la obtuvo el Perú recién el 22
de febrero de 1858, con la firma de una Convención Fluvial, ya bajo el segundo gobierno
de Castilla.
La nota negra del gobierno de Echenique fue sin duda el escándalo de corrupción en la
consolidación o cancelación de la deuda interna, según veremos enseguida.

JOSE MIGUEL MEDINA 1854-1855


Prócer de la independencia del Perú. Bajo el gobierno de José Rufino Echenique fue
presidente del Consejo de Estado y ejerció el poder interinamente, de julio a octubre de
1854, cuando el presidente se ausentó de la capital para combatir la revolución
liberal iniciada por Ramón Castilla en Arequipa. Presidió también el Congreso de la
República de 1854 a 1859. En el gobierno de Manuel Pardo y Lavalle fue presidente del

Consejo de Ministros y ministro de Guerra (1872-1873).


En 1835 se hallaba de servicio en Ayacucho cuando, al frente de un batallón, marchó
a Pisco para sumarse a las fuerzas del teniente coronel Felipe Salaverry, que se había
autoproclamado Jefe Supremo de la República. Acompañó a este caudillo durante toda la
campaña contra la invasión boliviana, hasta caer prisionero en la batalla de Socabaya, el 7 de
febrero de 1836. Al igual que Salaverry fue condenado a muerte, pero se le conmutó la pena
por tres años de destierro, siendo embarcado hacia California.
Retornó al Perú tras la caída de la Confederación Perú-Boliviana y apoyó al
presidente Agustín Gamarra en la guerra contra Bolivia de 1841. Como prefecto de Puno,
defendió su departamento invadido por los bolivianos, hasta que se firmó la paz (1842).
Desatada la anarquía militar, fue atacado los partidarios del general Juan Francisco de
Vidal y tuvo que abandonar Puno. Apoyó a los generales Domingo Nieto y Ramón
Castilla cuando estos iniciaron la revolución constitucional de 1843. Fue ascendido a general
de brigada y nombrado comandante general de los departamentos del Norte.
Triunfante la revolución en el sur con la victoria de Carmen Alto (Arequipa), en Lima
quedaba Domingo Elías como usurpador del poder, el cual trató de atraerse a las tropas del
coronel José Rufino Echenique acantonadas en Tarma. Medina, enviado por Castilla, se hizo
del mando de dichas tropas en común acuerdo con Echenique y aseguró así el triunfo
definitivo de la revolución.
Durante el gobierno de transición de Manuel Menéndez fue ministro de Guerra (1844).
Fue nombrado prefecto de Ayacucho en 1845 y electo senador por el mismo departamento,
función esta última que desempeñó de 1845 a 1853.

JOSE MANUEL DEL MAR 1859-1860


Creció en el distrito de San Isidro, Lima, Perú. Hizo sus estudios escolares en el Colegio
Santa Margarita de Monterrico y desde 1998 reside en Santiago de Surco.
Hijo del empresario Juan Manuel del Mar Cordiviola y Norma Edith Estremadoyro Velarde,
tiene dos hermanas Gisela y Leila. Estuvo casado con la bella periodista Maria Claudia
Zavalaga, quedando viudo de ella a menos de 3 años de estar casado, pues ella fallecería
súbitamente a consecuencia de un cáncer de útero. En 1997 se casó con la también
periodista Marisol García con quien tiene tres hijos.
Estudió economía en la Universidad San Martín de Porres y Administración de Empresas en
el Instituto Peruano de Administración de Empresas. Su pasión por los negocios y el sector
empresarial lo motivó a realizar cursos de especialización en la Universidad de Piura. Desde
joven ha trabajado en el ámbito privado, gerencia en la actualidad su empresa Frigohielo
S.A., es director de la empresa Embotelladora Demesa S.A. Y asesor de diferentes empresas
privadas.
Dedicado a la actividad empresarial pero el interés por la política surge como una tradición
familiar. Su abuelo Dr. Samuel del Mar Morla fue Presidente de la Corte Superior del
Callao, siendo miembro cuando este se formó por primera vez, otro antepasado suyo fue
Juan Manuel del Mar y Bernedo vicepresidente del Perú durante el gobierno de Ramón
Castilla en 1859.

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