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SANTANDER RAFAEL BRITO CUADRADO

Magistrado ponente

SL2803-2022
Radicación n.° 88671
Acta 25

Bogotá, D. C., dieciocho (18) de julio de dos mil


veintidós (2022).

Decide la Sala el recurso de casación interpuesto por


PRODUCTORA DE CABLES SAS C. I. - PROCABLES SAS
C. I., contra la sentencia proferida por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, el
doce (12) de diciembre de dos mil diecinueve (2019), en el
proceso ordinario que le instauró RUBIS MARÍA PAREJO
PÉREZ y a INMASER LTDA.

I. ANTECEDENTES

Rubis María Parejo Pérez llamó a juicio a Inmaser


Ltda. y a Productora de Cables SAS C. I. - Procables SAS C.
I., en calidad de compañera permanente del fallecido Vitalio
Caicedo Mendoza, con el fin de que se declarara que entre
éste y Procables SAS C. I. existió un contrato de trabajo

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desde el 2 de octubre de 2013 hasta el 18 de enero de 2014,


en que el trabajador murió a causa del accidente de trabajo
ocurrido «por falta de medidas de prevención e
incumplimiento de normas en Salud Ocupacional» (f.° 1 a 15
del cuaderno digital del Juzgado).

En consecuencia, se condenara solidariamente a


Procables SAS C. I. y a Inmaser Ltda., en calidad de
intermediario, a reconocer y pagar perjuicios materiales por
culpa del empleador, correspondientes al daño emergente y
lucro cesante, «consolidados y futuros», según lo que
determinara un perito idóneo.

Asimismo, solicitó que se condenara solidariamente a


las demandadas a pagar mil salarios mínimos legales
mensuales vigentes, correspondientes a daños morales
objetivados y subjetivados, por el profundo dolor, angustias,
llanto y tristeza que le causó la muerte del señor Caicedo
Mendoza; el pago de los daños por reparación plena y
ordinaria de perjuicios, en la suma que determinara un
perito idóneo, tomando en cuenta el estudio actuarial que
determinara el lucro cesante consolidado y futuro y los
daños morales subjetivados.

Además, los salarios del 16 al 18 de enero del 2014,


las prestaciones sociales, cesantías, intereses de las
cesantías, primas; vacaciones y la indemnización moratoria
prevista en el artículo 65 CST, por el impago de los
conceptos referidos.

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Por último, la indexación, intereses corrientes,


moratorios y actualización de las condenas, así como las
costas, agencias en derecho y lo ultra y extra petita.

Fundamentó sus peticiones, básicamente, en que


convivía en unión marital de hecho desde hacía varios años
con el difunto Vitalio Caicedo Mendoza, nacido el 26 de
febrero de 1970, de quien dependía económicamente, hasta
su fallecimiento el 18 de enero de 2014, como consecuencia
de un siniestro laboral.

Apuntó, que su compañero se vinculó a través de un


contrato verbal con Procables SAS C. I. el 2 de octubre de
2013, para desempeñar el cargo de auxiliar mecánico; que
devengó como último salario mensual $1.200.000 y que
Procables SAS C. I. utilizó a Inmaser Ltda. como simple
intermediario.

Relató, que el 18 de enero de 2014, el señor Caicedo


Mendoza, saliendo de su jornada laboral a eso de las 5:00
p.m., a unos metros de la entrada principal de Procables
SAS C. I., al subir la rampa de una de las bodegas, fue
golpeado por un montacargas Hyster 155, con capacidad de
7 toneladas, lo que le ocasionó graves heridas que,
posteriormente, le causaron la muerte.

Anotó que, el día del accidente, Procables SAS C. I., no


tenía señalizados los senderos peatonales para el tránsito
seguro de sus trabajadores, lo que fue objeto de sanción por
el Ministerio del Trabajo; que ese día, Procables SAS C. I.,

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no tomó las medidas de protección adecuadas para mover


de un lugar a otro los rollos de cable de aluminio de 4
toneladas.

Narró, que para la data del siniestro, Procables SAS C.


I., le ordenó a Jorge Barrios Martínez, como conductor del
montacargas, mover de un lugar a otro los rollos de cable,
sin tener en cuenta las medidas de protección necesarias
para evitar un accidente; que en ese momento, el citado
operador no tenía visibilidad, puesto que el rollo de cable se
lo impedía, al tener mayor tamaño que el montacargas.

Aclaró, que la maniobra de mover un rollo de cable de


gran tamaño con un solo hombre, fue una acción insegura,
que le causó la muerte al señor Caicedo Mendoza y que
ocurrió en la realización de una actividad propia del objeto
social de Procables SAS C. I., bajo sus órdenes, supervisión
y mando.

Relacionó, que se hubiera podido evitar el accidente, si


el conductor del montacargas hubiera tenido otra persona o
trabajador que le guiara o le indicara el paso, pues no tenía
visibilidad por donde transitaba; que violó el artículo 2º del
Decreto 2400 de 1979, que obliga a aplicar y mantener los
sistemas de control necesarios para la protección de los
trabajadores.

Puntualizó, que Procables SAS C. I. e Inmaser Ltda.,


no le suministraron los elementos de protección necesarios
y adecuados a Vitalio Caicedo Mendoza, violando los

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artículos 56, 57, 348, 349 CST, 80, 81, 90 y 97 de la Ley 9ª


de 1979 y los 4º, 21 y 56 del Decreto Ley 1295 de 1994.

Destacó, que las demandadas estaban obligadas a


exigir y vigilar el cumplimiento del programa de salud
ocupacional, lo que no hicieron, obligándose a responder
por la muerte del trabajador; que aquellas no habían
pagado a la demandante el salario del 16 al 18 de enero de
2014, ni las cesantías, intereses de las cesantías, prima de
servicios y vacaciones, que le correspondían al señor
Caicedo Mendoza.

Productora de Cables SAS C. I. - Procables SAS C. I. se


opuso a las pretensiones y, en cuanto a los hechos, indicó
que no eran ciertos o no le constaban (f.° 72 a 76, ibidem).

Fundamentó su defensa, básicamente, en que el actor


no tuvo vínculo laboral con Procables SAS C. I., sino con
Inmaser Ltda., por lo que no podía existir obligación alguna
con respecto a una relación de trabajo que no existió; que el
vínculo laboral fue con una empresa distinta, de acuerdo
con el certificado de aportes a ARL Sura y la Resolución
000300 del Ministerio del Trabajo, de las que se desprende
que la relación laboral se dio con otro empleador.

En su defensa propuso las excepciones de mérito de


prescripción, inexistencia de la obligación e ilegitimidad de
la personería del demandante.

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Inmaser Ltda., quien luego de ser debidamente


emplazada, le fue designado curador ad litem mediante
providencia del 8 de mayo de 2017 (f.° 111, ibidem),
contestó la demanda señalando, en cuanto a los hechos,
que se sometía a lo probado en el proceso, negándose a las
pretensiones y sin proponer excepción de fondo alguna (f.°
118 del cuaderno digital del Juzgado).

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Catorce Laboral del Circuito de


Barranquilla, por sentencia del 26 de junio de 2019 (f.° 196,
ibidem), decidió:

1) DECLARAR probadas las excepciones de mérito de


inexistencia de la obligación e ilegitimidad de la personería de la
demandante propuesta por PROCABLES S.A.S. C I por lo antes
razonado.

2) En consecuencia ABSUÉLVASE a la demandada PROCABLES


S.A.S. C I de todas y cada una de las pretensiones instaurada[s]
en su contra por la señora RUBIS MARÍA PAREJO PÉREZ.

3) ABSUELVASE a la demandada INMASER LTDA de las


pretensiones de la demanda instaurada en su contra por la
señora RUBIS MARÍA PAREJO PÉREZ conforme lo razonado.

4)CONDENESE en costas […]

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Por apelación de la demandante, la Sala Laboral del


Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla,
mediante fallo del 12 de diciembre de 2019 (f.° 9 del
cuaderno digital del Tribunal), resolvió:

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PRIMERO: REVOCAR en su integridad la sentencia de primera


instancia, para en su lugar:

“1° DECLARAR NO PROBADAS las excepciones propuestas por


las demandadas.
2°. DECLARAR que el accidente de trabajo mortal sufrido por el
Sr. VITALIO CAICEDO MENDOZA (Q. E. P. D.) fue por culpa de su
empleador INMASER LIMITADA y de la empresa usuaria
PRODUCTORA DE CABLES PROCABLES SAS CI.
3°. CONDENAR solidariamente a las demandadas INMASER
LIMITADA Y PRODUCTORA DE CABLES PROCABLES SAS CI, a
reconocerle y pagar a la señora RUBIS MARÍA PAREJO PÉREZ la
indemnización plena de perjuicios por conceptos de:

Perjuicios morales equivalentes a Cien (100) salarios mínimos


legales mensuales vigentes, esto es, $82´811.600.oo, con su
correspondiente indexación desde la fecha de su pago.

Lucro cesante pasado o consolidado, arrojando una total de


$74.381.737,40, que al realizar la respectiva indexación del
último salario devengado por el finado nos arroja un valor de
$971.294,56.

Lucro cesante futuro tomando su fecha de nacimiento el 26 de


febrero de 1970, arrojan una suma de $174.172.540.50.

4°. CONDENAR solidariamente a las demandadas INMASER


LIMITADA Y PRODUCTORA DE CABLES PROCABLES SAS CI, a
reconocerle y pagar a la señora RUBIS MARÍA PAREJO PÉREZ la
suma de $640.192,13 por conceptos de:

Por Cesantías definitivas………………$ 220.833,33


Por Intereses de cesantías……………….$ 13.108,08
Por vacaciones………………………….....$110.416,67
Por Primas de servicio……………………$220.833,33
Y por días trabajados…………………..…$75.000,00

5°. Absolver a las demandadas de las demás pretensiones.

6.° Costas […]

En lo que interesa al recurso extraordinario, el


Tribunal consideró como fundamento de su decisión, que
debía determinar, en primer lugar, si le asistió razón al a
quo al no dar por probada la relación de la demandante con
el fallecido y, como consecuencia, la no legitimidad de la
actora para reclamar los derechos como beneficiaria del

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mismo; en segundo, de no acudirle razón, determinar si en


efecto existió culpa patronal y responsabilidad solidaria
entre las demandadas, respecto del accidente de trabajo
sufrido por el señor Vitalio Caicedo Mendoza y, como
resultado, declarar la responsabilidad solidaria frente a la
indemnización señalada en el artículo 216 del CST.

Partió de la tesis de que en efecto, se encontraba


acreditada la legitimación de la actora y, por lo tanto,
estaba facultada para solicitar las pretensiones que formuló
en su demanda, explicando que desarrollaría las razones
por las cuales era procedente la culpa patronal y
solidaridad entre las accionadas y, en consecuencia, la
obligación del pago de las indemnizaciones reclamadas.

Señaló, que la falta de legitimación en la causa,


invocada por la demandada Procables SAS C. I., es un
presupuesto de la acción que se refiere a la relación
sustancial que se pretende en el litigio, o que es el objeto de
la decisión reclamada a la calidad e idoneidad para hacer
parte dentro de la relación litigiosa, es decir la accionante -
por activa -, quien es la persona que según la ley puede
formular las pretensiones de la demanda y al demandado -
por pasivo - que es la persona que conforme a la ley
sustancial está legitimada para discutir u oponerse a dicha
pretensión del demandante, lo cual debe definirse al
momento de dictar sentencia.

Indicó que, con el testimonio rendido por el señor


Carlos Manuel López Vargas, se estableció que conocía

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desde hacía varios años a la actora y al trabajador fallecido,


ratificando la convivencia en pareja, ya que en múltiples
ocasiones los visitó en su residencia. Lo propio examinó de
las declaraciones extraprocesales rendidas por las señoras
Alba Luz Serna Mejía y Lilia Beatriz Barrios de Gómez ante
la Notaría Décima de Barranquilla, quienes declararon
conocer de trato directo y personal a la accionante,
testificando que aquella cohabitó en calidad de compañera
permanente del fenecido por 8 años. Afirmando que, en
todo caso, en los términos del artículo 222 del CGP dichas
declaraciones contaron con plena validez, dado que
procesalmente no se solicitó su ratificación.

Consideró, por tanto, que las referidas testimoniales


eran creíbles y admisibles para constatar la convivencia en
pareja y constituían evidencia suficiente, lo que legitimaba
a Rubis María Parejo para solicitar la indemnización por los
presuntos perjuicios causados ante el fallecimiento de su
compañero permanente.

Analizó en relación a la culpa patronal, que estaba


demostrada la existencia del contrato de trabajo entre
Vitalio Caicedo Mendoza e Inmaser Ltda., con fecha de
inicio el 26 de diciembre del 2013, en la modalidad de
duración de la obra, para la ejecución de labores
desarrolladas en Procables SAS C. I., donde ejercía el cargo
de ayudante y realizaba mantenimiento.

Señaló, que obraba en el expediente la cotización


efectuada por Inmaser Ltda. a nombre de Procables SAS C.

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I., por el trabajo a realizar, donde se especificaba: «por


medio de la presente remitimos el presupuesto para los
trabajadores relacionados con el mantenimiento de la
cableadora 1250 en Procables Barranquilla», infiriendo de
allí que la empleadora fue Inmaser Ltda. y la contratante de
ésta Procables SAS C. I.

Explicó que, aun cuando procesalmente se solicitó la


declaratoria de un contrato de trabajo entre el trabajador
fallecido y Procables SAS C. I., conforme al acervo
probatorio aportado en relación a las documentales y las
testimoniales, ello fue desestimado.

Recordó el contenido del artículo 216 del CST para


decir que, sobre la culpa patronal y la carga probatoria
impuesta al empleador, esta Sala, en sentencia CSJ SL, 14
ago. 2012, rad. 39446 sostuvo:

[…] recuérdese, cómo la jurisprudencia de antaño, si bien es


cierto, ha venido precisando que la exigencia contenida en el
artículo 216 del Código Sustantivo del Trabajo, cuando reclama
para la procedencia de la indemnización plena de perjuicios la
acreditación de la culpa suficientemente comprobada del
empleador, que la carga probatoria en principio recae en quien
demanda su reconocimiento, pero también ha señalado que
entratándose del deber de prueba de la diligencia contractual
ha de valer la que impone el artículo 1604 del Código Civil,
según la cual la prueba de la diligencia incumbe al que ha
debido emplearla».

Razonó que, según lo anterior, correspondía al


extremo demandado probar el cumplimiento de sus
obligaciones de protección y de seguridad, impuestas por el
artículo 56 del CST, acreditar la actuación esperada y
diligente frente al cumplimiento de tales exigencias

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inherentes a su condición de empleador.

Valoró de las documentales, que en el formato de


investigación de incidentes y accidentes de trabajo de la
ARL Sura (f.° 117 a 119) [léase f.° 141 a 143], se observó
que en la sección de resumen de causas y en conclusiones
del siniestro, que como condición subestándar del accidente
de trabajo, se expresaron las siguientes:

- La falta de vías peatonales y demarcación.


- Obstrucción de vías peatonales con materias primas.
- Falta de visión del operador de montacargas.
- Falta de espejos cóncavos en el área de operación del
montacarga.

Describió que, también se contaba con el informe del


accidente de trabajo realizado por la ARL Sura, con fecha de
diligenciamiento del 18 de enero del 2014, de donde se
extracta, textualmente, que:

[…] el señor VITALIO CAICEDO se desplazaba por un lado de la


vía interna en la empresa Procables SAS C. I. y fue golpeado y
pisado por un montacarga, que le produjo lesiones en el brazo
izquierdo y atrapamiento del tórax lado izquierdo con la llanta
delantera derecha de dicha máquina.

Apuntó que, estas documentales, representaban


evidencia plena que demostraron que luego de realizar las
respectivas investigaciones del accidente ocurrido, se
identificó la ausencia de medidas de seguridad suficientes y
contundentes en el lugar de trabajo que evitasen el
accidente.

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Soportó su aseveración en que adicionalmente se


recepcionó el testimonio de Anselmo Clemente Guzmán
Acuña, quien manifestó que se encontraba a pocos metros
del trabajador accidentado y que, en dicha declaración,
podía establecerse que un grupo de trabajadores, entre los
que se encontraba el siniestrado, estaban en los patios de
Procables SAS C. I., dirigiéndose hacia la salida, cuando un
montacargas atropelló a Caicedo Mendoza, causándole
graves heridas y su posterior fallecimiento.

Expresó, que el testigo informó que en el área no


existía ninguna señalización que delimitara las zonas
peatonales de las de tránsito de equipo pesado, para este
caso, el de montacargas, lo que corroboró lo descrito en los
diferentes reportes e investigaciones del accidente de
trabajo aludidos.

Acotó, en lo concerniente a la declaración de Carlos


Manuel López Vargas, que el mismo no estuvo presente en
las instalaciones de la empresa en el momento en que
ocurrió el accidente de trabajo, por lo tanto, frente a las
causas que originaron el accidente se considera como
simple testigo de oídas, restándole mérito probatorio al
respecto, toda vez que no tuvo una percepción directa de la
ocurrencia de los hechos.

Concluyó, valorando en conjunto las pruebas


anteriormente referidas, que el accidente de trabajo sufrido
por el señor Vitalio Caicedo Mendoza, que posteriormente
desencadenó en su fallecimiento, se originó por el

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atropellamiento de éste por un montacarga dentro de las


propias instalaciones de la empresa Procables SAS C. I., lo
cual obedeció precisamente a la ausencia de limitación o
segregación de la zona peatonal respecto a la zona de
tránsito de maquinaria industrial.

Sostuvo que, así las cosas, contrario a lo argüido por


Procables SAS C. I., no quedó acreditado que el accidente
ocurrió por fuera de sus instalaciones, máxime para poder
eximirle de su responsabilidad en la ocurrencia del
accidente de trabajo.

Expresó, que en cuanto la responsabilidad del


empleador frente al cuidado de sus trabajadores, esta
Corporación, en sentencia CSJ SL, 16 mar. 2010, rad.
35261, esgrimió que de conformidad con los artículos 56 y
57 numeral 2° del CST, es deber esencial del empleador
brindar seguridad a los trabajadores y proveerles los
elementos adecuados para protegerlos de accidentes que
pongan en riesgo su vida o su integridad. Por eso éste, para
exonerarse de la responsabilidad contractual en caso de
infortunio laboral, debe demostrar diligencia para prevenir o
evitar su ocurrencia, máxime en actividades de altísimo
riesgo para la vida y la integridad del trabajador, donde si
bien no puede afirmarse que la culpa del empleador se
presuma, si compromete en grado superlativo su diligencia
y cuidado, debiendo tomar todas las medidas que
corresponden con la alta vulnerabilidad a que queda
expuesto el trabajador en esta clase de actividades.

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Concretó que, le quedaba claro que Inmaser Ltda.,


como empleadora y, solidariamente, la beneficiada del
servicio prestado Procables SAS C. I., no brindaron las
suficientes herramientas de protección a su trabajador para
prevenir la ocurrencia de un accidente como el sucedido en
este caso, toda vez que caminar junto a una maquinaria
industrial que tiene la capacidad de transportar cargas de
varias toneladas de peso, es una actividad claramente
peligrosa, ya que si no se toman las máximas medidas de
seguridad en cualquier momento se podría poner en riesgo
la vida e integridad de las personas que por ahí transitan.

Aseguró, que así lo ha enseñado esta Corte en CSJ SL,


6 mar. 2012, rad. 35097 y que, como se constató durante el
proceso, tanto por medio del testigo directo del infortunio y
de las pruebas documentales, era claro que el accidente
ocurrió por una maniobra del conductor del montacarga, en
el cual tenía limitada su visión del entorno que lo rodeaba y
como consecuencia atropelló al trabajador causándole
graves lesiones y su posterior muerte.

Reflexionó que, frente a la carga de la prueba en


procesos dirigidos a endilgar la culpa patronal en la
ocurrencia de accidentes de trabajo, la sentencia CSJ
SL13653-2015 puntualizó que la parte demandante tiene la
carga de probar la culpa o negligencia del empleador que da
origen a la indemnización contemplada en el artículo 216
del CST, además de que el empleador puede desligarse de
ella demostrando diligencia y cuidado en realización del
trabajo.

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Afirmó que, a pesar de lo anterior, para la Corte,


cuando se imputa al patrono una actividad omisiva como
causante del accidente o enfermedad profesional, a éste le
corresponde demostrar que no incurrió en la negligencia
que se le endilga, aportando las pruebas de que sí adoptó
las medidas pertinentes en dirección a proteger la salud y la
integridad física de sus trabajadores, posición
jurisprudencial reiterada en CSJ SL5619-2016.

Concluyó, que como el empleador no acreditó haber


actuado con diligencia y precaución dado que permitió que
los trabajadores circularan por zonas de tránsito de
montacargas sin tener ninguna señalización o segregación
entre ambas áreas, no le asistió razón al a quo en absolver a
la demandada, por lo que revocó la sentencia de primera
instancia, para en su lugar declarar que el accidente de
trabajo ocurrido el 18 de enero del 2014 en el que resultó
lesionado y posteriormente falleció el señor Vitalio Caicedo
Mendoza, ocurrió por culpa atribuible a su empleador
Inmaser Ltda.

Señaló, en cuanto la solidaridad frente a la productora


de cables Procables SAS C. I., que si bien en este caso la
empresa de servicios Inmaser Ltda. era el verdadero
empleador y, por ende, estaba llamada a responder por
todas las obligaciones que surgieran de dicha relación
laboral, debía traerse a colación que el artículo 34 del CST,
al determinar quiénes son contratistas independientes y
cuales los verdaderos empleadores, también establece que

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el beneficiario en el trabajo o dueño de la obra, a menos que


se trate de labores extrañas a actividades normales de su
empresa o negocio, será solidariamente responsable con el
contratista por el valor de los salarios y de las prestaciones
e indemnizaciones a que tengan derecho los trabajadores.
Solidaridad que no obsta para que el beneficiario estipule
con el contratista las garantías del caso o para que repita
contrario a lo pagado a esos trabajadores.

Aseguró, que tampoco le asistió razón al a quo al


establecer que las actividades de la empresa de servicios
contratista no tenían ninguna relación con la empresa
contratante, toda vez que era claro que para que Procables
SAS C. I., pudiera desarrollar su actividad económica,
necesitaba maquinarias de apoyo y que, a su vez, dichas
máquinas necesitan mantenimiento preventivo y correctivo
y, asimismo, era claro que la actividad contratada para
desarrollar por el fallecido fue el cambio de rodamientos
trefiladora Bunchers 1250, lo que no es una actividad
extraña al giro general del negocio de la sociedad
contratada.

Ultimó, que la empresa usuaria Productora de Cables


Procables SAS C. I., de manera negligente, tampoco tomó
ninguna acción preventiva para evitar infortunios como lo
ocurrido, ya que los trabajadores y las montacargas
compartían las zonas de tránsito, lo que en cualquier
momento podría generar un accidente grave para las
personas que ahí circulaban y ninguna de las demandadas
acreditaron documentalmente en el proceso prueba en

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contrario, por lo que concluyó que la accionada, Productora


de Cables SAS C. I. - Procables SAS C. I., era
solidariamente responsable del accidente de trabajo sufrido
por el trabajador señor Vitalio Caicedo Mendoza y, en
consecuencia, debía también responder por la
indemnización a que hubiera lugar.

Procedió a determinar la indemnización plena de


perjuicios a que tenía derecho la actora en calidad de
compañera permanente del trabajador fallecido. Anotó, que
en lo que tiene que ver con el daño emergente y, según se
desprende del artículo 1614 del CC, aplicable en virtud de
lo dispuesto por el artículo 19 del CST, el perjuicio o la
pérdida que provenga de no haberse cumplido la obligación
o de haberse cumplido imperfectamente o de haberse
retardado su cumplimiento, abarca la pérdida de elementos
patrimoniales, así como los gastos en que se debieron
incurrir o que deban generarse en el futuro y el arribo del
pasivo a causa de los hechos sobre las cuales quiere
deducirse la responsabilidad.

Anotó que, verificado el acervo probatorio, no se


encontraba acreditado lo correspondiente al daño
emergente, a efectos de poder tasarle la indemnización
pretendida, razón por la cual, absolvió sobre este
pedimento.

Respecto al lucro cesante, recordó que en el campo del


derecho laboral, este se configura cuando se deja de
percibir ingreso económico o se recibe en menor proporción

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a causa de la pérdida de la capacidad laboral o el


fallecimiento del trabajador, en cuyo caso el empleador está
en la obligación de resarcir tal daño bajó dos condiciones: i)
que se pruebe su culpa en el origen del siniestro y, ii) que se
demuestre que el trabajador afectado O SUS
causahabientes sufrieron una merma en sus ingresos, tal
como así lo ha sostenido la sentencia CSJ SL887-2013 y
posteriormente reiterado en CSJ SL9396-2016 y CSJ
SL5619-2016.

Sintetizó, que esto hace referencia al dinero que se


dejó de percibir por la ocurrencia del daño, el cual
comprende el lucro cesante pasado y el futuro, entendiendo
por el primero, el que se causa a partir de la finalización del
contrato de trabajo hasta la fecha de la sentencia y, por el
segundo, desde el día en que se profiere el fallo hasta que se
cumpla la expectativa de vida probable, para lo cual se
toma el lucro cesante mensual y se proyecta hasta la
esperanza de vida del trabajador demandante o en su caso
del trabajador fallecido, obteniendo de esa forma una serie
de pagos futuros los cuales se traen a valor presente a la
fecha de la sentencia en atención a que el pago se efectúa
de manera anticipada.

De lo anterior, coligió que procedía la indemnización


de perjuicios correspondientes a lucro cesante pasado y
futuro, toda vez que al haberse comprobado que la muerte
del trabajador es responsabilidad del empleador Inmaser
Ltda. y de la empresa usuaria Productora de Cables SAS C.
I. - Procables SAS C. I., y que su fallecimiento causó gran

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pérdida en la estabilidad que este le brindaba a su


compañera permanente por ser de quien dependía.

Trajo a colación la CSJ SL4570-2019, para decir que


esta Corte tiene enseñado que, para liquidar el lucro
cesante pasado se tomará como fecha inicial la del
fallecimiento del trabajador que, en este caso, es el 18 de
enero de 2014 hasta el mes anterior a la data de la
sentencia, con base en el último salario que devengaba el
fenecido, que era $750.000, por lo que se procedió a realizar
los cálculos correspondientes con la ayuda del contador
adscrito al Tribunal, tasándose entonces el lucro cesante
pasado o consolidado en la suma de $74.381.737,40.

Tomó, para el lucro cesante futuro el salario que


devengaba al trabajador y como extremos de causación
desde la fecha de la providencia hasta la calenda en que se
hubiera cumplido la expectativa de vida probable del
causante, teniendo en cuenta que nació el 26 de febrero de
1970 arrojando por este concepto una suma de
$174.172.540,50.

Recordó, para tasar los perjuicios morales reclamados,


de tiempo atrás la jurisprudencia de esta Sala, ha sostenido
invariablemente que su tasación queda al prudente arbitrio
del juzgador, ya que se trata de un daño que no puede ser
evaluado monetariamente por ser imposible determinar cuál
es el precio del dolor, lo que no obsta, sin embargo para que
el Juez pueda valorarlos pecuniariamente según su criterio
partiendo precisamente de la existencia del dolor.

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Esgrimió, que de lo anterior se desprendía que, si bien


su tasación quedaba efectivamente al arbitrio del
sentenciador, debían evaluarse las consecuencias
psicológicas, personales, la posible angustia o trastornos
emocionales que el trabajador o su familia sufrieran como
consecuencia del daño padecido en dicho accidente.

Añadió, que la Corte ha sostenido que los perjuicios


morales derivados de un accidente de trabajo en el que se
produce la muerte del colaborador, en principio no hay
necesidad de probarlos, pues incuestionablemente la
pérdida de un ser querido ocasiona naturalmente en sus
deudos un dolor y una aflicción que están dentro de sus
esferas íntimas, para lo que refirió las sentencias CSJ SL,
14 mar. 1991, rad. 3985; CSJ SL, 10 may. 1991, rad. 3735;
CSJ SL, 15 feb. 1995, rad. 6803; CSJ SL, 19 jul. 2005, rad.
24221; razón por la cual al no existir discusión de que, por
el accidente de trabajo ocasionó la muerte del trabajador,
su familia especialmente, en este caso, su compañera
permanente sufrió un dolor profundo, por lo que se impuso
su tasación en 100 salarios mínimos legales mensuales
vigentes, esto es, por la suma de $82.811.600 pesos.

Reforzó lo señalado, con la sentencia de unificación del


Consejo de Estado del 28 de agosto del 2014, que expresó
que para la reparación del perjuicio moral en caso de
muerte se han diseñado cinco niveles de cercanía afectiva
entre las víctimas directas y aquellos que acuden a la
justicia en calidad de perjudicados o víctimas directas. En

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Radicación n.° 88671

el nivel número uno se comprende la relación afectiva


propia de las relaciones conyugales y paternofiliales o, en
general, la de los miembros de un mismo núcleo familiar
como estarían en primer grado de consanguinidad el
cónyuge o compañera permanente, correspondiendo a este
nivel el tope indemnizatorio de 100 salarios mínimos legales
mensuales vigentes, como lo fijó.

Respecto a las prestaciones sociales causadas por el


trabajador fenecido, al ser una alegación indefinida le
correspondía a la demandada probar su pago y debido que
al revisar el expediente no existían elementos de juicio que
acreditaran el pago de estas, liquidó los tres días de salario
más las cesantías, intereses de cesantías, vacaciones y
primas de servicio, lo que arrojó los siguientes resultados:
por cesantías $220.833,33; por intereses de cesantías
$13.108,08; por vacaciones $110.416,67; por primas de
servicio $220.833,33; y, por días laborados $75.000.

IV. RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por Productora de Cables SAS C. I. -


Procables SAS C. I., concedido por el Tribunal y admitido
por la Corte, se procede a resolver (cuaderno digital de la
Corte).

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

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Radicación n.° 88671

Pretende que se case la sentencia recurrida, para que,


en sede de instancia, se confirme la decisión impartida por
el Juzgado de conocimiento y resuelva sobre costas.

Con tal propósito formula dos cargos, por la causal


primera de casación, que no fueron replicados, los que se
pasan a estudiar en forma conjunta, dado que atacan
similar cuerpo normativo, se valen de análogos argumentos
y persiguen el mismo fin (cuaderno digital de la Corte).

VI. CARGO PRIMERO

Acusa la sentencia, «por la vía indirecta en la


modalidad de aplicación indebida de las siguientes normas:
19, 34, 134, 216, 249, 306, del Código Sustantivo del
Trabajo y de la Seguridad Social; Art 98 y 99 de la Ley 50 de
1990;1614 del C.C.; 60 y 61 del C.P.T y de la S.S.»

Como consecuencia de los siguientes errores


manifiestos de hecho:

1) Dar por demostrado, sin estarlo, que las labores de las


demandadas PRODUCTORA DE CABLES PROCABLES
S.A.S.C.I., y INMASER LTDA, no tienen “actividad extraña al
giro general del negocio”.

2) Dar por demostrado, sin estarlo, que el señor VITALIO


CAICEDO MENDOZA se desplazaba por un lado de la vía
interna en la empresa PROCABLES S.A.S.C.I., cuando ocurrió
el accidente.

3) Dar por demostrado, sin estarlo, que “el accidente de trabajo


sufrido por el señor VITALIO CAICEDO MENDOZA que
posteriormente se desencadenó en su fallecimiento, se originó
por el atropellamiento de este por un montacarga dentro de las
propias instalaciones de la empresa PROCABLES S.A.S. C.I.”

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Radicación n.° 88671

4) No dar por demostrado, estándolo, que el accidente mortal


ocurrió en el área común del Complejo Industrial Sidunor.

5) No dar por demostrado, estándolo, que el accidente ocurrió


por fuera de las instalaciones de la demandada PRODUCTORA
DE CABLES PROCABLES S.A.S.C.I.

Originados en la «mala y errónea apreciación» de las


siguientes pruebas calificadas:

1. Demanda (folios 1 a 15)

2. Certificaciones de cámara de comercio obrantes a folios 17 y


42. [Léase f.° 17 y 59 del cuaderno digital].

3. Resolución 00306 del 28 de abril de 2016, emanada del


Ministerio de Trabajo (folios 31) [Léase f.° 39 del cuaderno
digital].

4. Investigación del accidente de trabajo (fol. 117) [Léase f.° 141


del cuaderno digital].

5. Contratos de orden de compra entre las sociedades INMASER


LIMITADA y PRODUCTORA DE CABLES PROCABLES S.A.S. C.I
(fls. 64 a 66). [Léase f.° 87 a 88 cuaderno digital].

Y de la siguiente prueba no calificada erróneamente


valorada:

Testimonio rendido por Excelmo(sic) Clemente Guzmán Acuña.

Para la demostración del cargo, sostiene que el


Tribunal no analizó individualmente las pruebas señaladas,
sino que lo hizo en forma genérica, iniciando su
argumentación con la improcedencia de la responsabilidad
solidaria, para señalar que, de prosperar la misma, sería
necesario estudiar los demás temas.

Apunta que el colegiado no reparó que el verdadero

SCLAJPT-10 V.00
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Radicación n.° 88671

objeto social de Inmaser Ltda., según la prueba calificada


obrante a folio 22 [léase 28 del cuaderno digital del
Juzgado], corresponde a:

OBJETO SOCIAL: El objeto social de la compañía consiste en el


desarrollo de las siguientes actividades; a) Administración,
construcción y mantenimiento de obras civiles; aplicación de la
ingeniería en sistemas en todas las ramas como mantenimiento,
soporte técnico, suministro de equipo e instalación de los
mismos; Contratación diseño y ejecución de proyectos, asesoría
y servicio técnico en la rama de mantenimiento industrial.
Estas actividades se realizarán tomando en consideración todas
las normas de seguridad industrial y evitando la alteración del
medio ambiente.

Mientras que el objeto social de Productora de Cables


SAS C. I., lo constituyen las siguientes actividades:

Efectuar operaciones de comercio exterior y particularmente


orientar sus actividades hacia la promoción y comercialización
de productos colombianos en mercados externos; la fabricación,
distribución, venta, exportación e importación de alambres y
cables conductores de energía; la explotación de la industria de
transformación de cobre y otros metales en todas sus formas; la
representación o agenciamientos de personas naturales o
jurídicas, nacionales o extranjeras, que se dediquen a
actividades similares a las anteriores o directamente conexas.
En desarrollo de su objeto social la sociedad podrá: Adquirir,
enajenar y gravar bienes muebles e inmuebles; importar y/o
exportar y adquirir a cualquier título toda clase de bienes,
equipos, materias primas e insumos; dar o tomar dinero en
mutuo con o sin intereses; ser acreedora o deudora de toda
clase de operaciones de crédito o financiamiento comercial,
dando o recibiendo garantías, según sea el caso; celebrar con
establecimiento de crédito o compañías de financiamiento
comercial o entidades aseguradoras, toda clase de contratos;
girar, endosar, aceptar, cobrar y negociar toda clase de títulos
valores o instrumentos negociables; formar parte de otras
sociedades que tengan el mismo objeto social, actividades
similares, complementarias, afines y/o accesorias, sea como
constituyente o aportante, absorbiéndolas o fusionándose con
ellas; celebrar toda clase de alianzas tales como jointventures
(sic), uniones temporales y contratos de cuentas en
participación; crear o participar como accionista en sociedades
que tengan como finalidad la comercialización y el mercadeo de
medios de comunicación; presentar directamente o a través de

SCLAJPT-10 V.00
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Radicación n.° 88671

consorcios o uniones temporales propuestas para contratar con


entidades en respuesta a licitaciones públicas, privadas o
invitaciones a contratar; transformarse en otro tipo de sociedad
y/o escindirse; celebrar contratos de cualquier naturaleza
jurídica respecto de marcas, patentes, concesiones,
representaciones, explotación de modelos, nombres comerciales
o industriales, insignias, etc.; dedicarse a la ejecución de obras
de ingeniería y arquitectura en todas sus manifestaciones y
especialmente a la reparación de puentes, carreteras, vías
férreas y construcción de obras de ingeniería en general sin
ninguna clase de limitación, así como el diseño, fabricación,
suministro y montaje de instalaciones y líneas de energía y
telefonía incluidas las estructuras, cables equipos y elementos
complementarios; garantizar obligaciones de terceros, como
deudora o avalista, o caucionar sus bienes respecto de
obligaciones distintas de las suyas propias; realizar, encargar o
adquirir estudios o inversiones relacionados con su objeto social
y en general ejecutar todos los, actos y todos los contratos que
sean necesarios para el adecuado cumplimiento de su objeto
social; la ejecución de ensayos o mediciones de laboratorio para
conductores eléctricos y de comunicaciones, así como la
prestación de servicios de ingeniería conexos a la utilización de
los mismos; fabricación de otros productos elaborados de metal
y fabricación de hilos y cables eléctricos y de fibra óptica.

Afirma que, con ello se comprueba que las actividades


de las empresas son distintas.

Explica, que si bien Inmaser Ltda. fue contratada


mediante orden de compra para el «cambio de rodamientos
trefiladora bruiser 1250» (sic) (f.° 86 a 88 del cuaderno
digital), no por eso podía concluirse que «para que la
empresa PRODUCTORA DE CABLES PROCABLES SAS C. I.,
pueda desarrollar su actividad económica, necesita
maquinarias de apoyo y que a su vez dichas máquinas
necesitan mantenimiento preventivo y correctivo», como hizo
el ad quem.

Manifiesta, que el cambio de rodamientos equivale a


un mantenimiento de equipos, lo que constituye una tarea

SCLAJPT-10 V.00
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Radicación n.° 88671

que no es el objeto social de Procables SAS C. I., por lo que


es extraño a su objeto social «el cambio de rodamientos
trefiladora bruiser 1250» (sic).

Indica, que la participación del accidentado como


ayudante de mecánica en el «cambio de rodamientos
trefiladora bruiser 1250» no convierte a las demandadas en
empresas con igual objeto social y, por el contrario,
demuestra que lo que ejecutaba el señor Vitalio Caicedo
Mendoza eran labores totalmente extrañas a las actividades
normales de Procables SAS C. I.

Expresa que, cambiar rodamientos no es lo mismo que


efectuar operaciones de comercio exterior, describiendo
nuevamente sus actividades según su objeto social, para
alegar que, el Tribunal confundió la reparación de uno de
los equipos o del «cambio de rodamientos trefiladora bruiser
1250», entre los objetos de ambas accionadas, contratante y
contratista, con el nexo entre las actividades del trabajador
y las de la entidad contratante o beneficiaria de la obra.

Aduce, que fue deficiente la apreciación de la demanda


y su contestación. En cuanto esta dice que en ella se
desarrollan los motivos por los que no procede la
solidaridad, por la diferencia entre los objetos sociales,
además de que el juzgador no observó que en los hechos de
la demanda no se afirmó que las actividades de las dos
compañías fueran las mismas o afines, pues se refirió a que
el empleador era Procables SAS C. I. y que Inmaser Ltda.
era una intermediaria, lo que la ubicaba fuera del artículo

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Radicación n.° 88671

34 CST y en el supuesto de hecho del artículo 35 CPT (sic),


por lo que, en tal caso, el solidario sería Inmaser Ltda. y,
afirma, que como no fue así, puesto que el Tribunal
concluyó que el empleador era Inmaser Ltda., Procables
SAS C. I. no es responsable solidariamente.

Frente a los demás errores de hecho, dijo que, en lo


atinente a la ocurrencia del accidente dentro de las
instalaciones de la empresa Procables SAS C. I., como lo
consideró el ad quem, en relación a la Resolución n.° 00306
del 28 de abril de 2016, emanada del Ministerio del Trabajo
(f.° 39 del cuaderno digital), que ella contradice dicha
conclusión, porque indica que el accidente ocurrió en el «[…]
ÁREA COMÚN DEL COMPLEJO INDUSTRIAL SIDUNOR» y
transcribe el siguiente aparte:

El suscrito inspector de trabajo Dr. ALFONSO ORTIZ FRANCO


hace el recorrido por la empresa y verificando que el accidente
mortal se dio en el AREA COMUN DEL COMPLEJO
INDUSTRIAL SIDUNOR,” Y se agrega: “En la descripción del
accidente, se detalla: “Cuando el señor VITALIO CAICEDO
MENDOZA, se desplazaba por las vías áreas de tránsito
común del complejo industrial desde planta COBRE DE LA
EMPRESA Productora de Cables SAS. Cl Nit 8600349444,
hasta el área de antigua área de figurados (no área de
Procables) a un trayecto de 700m aprox. A unos 3m aprox.
de la entrada (rampa) de la bodega de laminación acero (no
área de Procables)…” “En el formato de investigación la ARL
SURA, en el ítem Causas del Accidente-, se describen las
siguientes CAUSAS BASICAS: Factores de Trabajo: se define: No
hay responsable del área común del complejo industrial y no
está identificado el riesgo en la operación del montacargas
(negritas del texto del recurso)

Alude que, que de igual forma se apreció mal la


investigación del accidente de trabajo (f.° 142 del cuaderno
digital), la que reproduce y subraya en los apartes que

SCLAJPT-10 V.00
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Radicación n.° 88671

indican el mismo se presentó en «no área de Procables».

Concluye, que Procables SAS C. I. no tenía por qué


señalizar o delimitar las zonas peatonales, toda vez que
esas zonas y, especialmente, donde ocurrió el accidente,
están fuera de las instalaciones de Procables SAS C. I., por
lo que su señalización estaba a cargo de los propietarios de
las áreas comunes del Complejo Industrial Sidunor.

Por último, indica que la prueba calificada demuestra


los errores de hecho endilgados y deja sin respaldo la
conclusión que dio el Tribunal a la declaración de
Excelmo(sic) Clemente Guzmán Acuña, quien relató que el
accidente ocurrió fuera de las instalaciones de Procables
SAS C. I. y que en el complejo industrial no existe la
señalización exigida por el ad quem.

VII. CARGO SEGUNDO

Expresa que la decisión del Tribunal vulnera la ley


sustancial,

[…] por incurrir en violación de medio del artículo 281 del


Código General del Proceso (aplicable por remisión del artículo
145 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social) y
artículo 50 del Código Procesal del Trabajo y Seguridad Social,
que a su vez llevó al sentenciador a violar directamente la ley
sustancial, por infracción directa de los artículos 19, 34, 134,
216, 249, 306, del Código Sustantivo del Trabajo y de la
Seguridad Social; Art 98 y 99 de la Ley 50 de 1990;1614 del C.C

Argumenta, que conforme al artículo 281 CGP, la


sentencia debe concordar con los hechos y las pretensiones

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Radicación n.° 88671

aducidos en la demanda, por cuanto el Juez no puede


otorgar algo distinto a los fundamentos fácticos en los que
giró la controversia. Añade, que las facultades ultra y extra
petita, únicamente las tienen los jueces de única y primera
instancia, de acuerdo con las sentencias CSJ SL5863-2014,
CSJ SL2808-2018 y CC C662-1998.

Asevera, que el ad quem incurrió en los errores de


medio endilgados al inobservar las normas procesales, en
especial cuando contradice las afirmaciones realizadas en la
demanda, en cuanto a que el empleador del señor Caicedo
Mendoza fue Procables SAS C. I., como se desprende de los
hechos 4°, 5°, 6°, 7°, 19 y 22 y de las pretensiones 2 a, 3a, 4a,
5 a, 6 a y 7 a.

Acentúa, que sobre ese aspecto giró la controversia,


como se observó en la audiencia del artículo 77 CPTSS.
Confronta, que el Tribunal concluyó que el empleador fue
Inmaser Ltda., cambiando los aspectos de la controversia y
de la defensa.

Discurre, que si el empleador fue Inmaser Ltda. y no


Procables SAS C. I., quien debía probar el cumplimiento de
todas las obligaciones era Inmaser Ltda. y no ella. Expresa,
que aun en el supuesto de la solidaridad - que no se cumple
- es el empleador directo quien tiene la carga de la prueba
de demostrar el cumplimiento.

Anota, que la sentencia del Tribunal no se compagina


con la causa petendi invocada y condensada en los hechos

SCLAJPT-10 V.00
29
Radicación n.° 88671

de la demanda. Amplía, que la aplicación de la premisa de


la coherencia de la sentencia, impone una estricta
adecuación con los hechos, la esencia y la causa de la
pretensión, como con la oposición planteada en el proceso,
por lo que solo debe resolverse sobre ellas.

Razona, que si no demostró la existencia del contrato


de trabajo con Procables SAS C. I., las consecuencias
deberían ser parejas a ello, aún más, cuando en los hechos
de la demanda no se pretendió la solidaridad, sino que se
pidió la condena directa a Procables SAS C. I. por ser el
verdadero empleador y a Inmaser Ltda. como intermediario.

Esboza, que de confrontar las pretensiones de la


demanda con la sentencia acusada, se colige que el
Tribunal desconoció el principio de congruencia al
determinar que Procables SAS C. I. no era el empleador del
fallecido, sino Inmaser Ltda. Indica que, en consecuencia, el
Tribunal debió absolver a la recurrente, en cuanto no obró
como empleador.

Sintetiza, que el ad quem pasó por alto los artículos 50


CPTSS y 281 CGP, cuando decidió cambiar lo pedido en la
demanda, resolviendo a su arbitrio, habida cuenta que las
condenas no se solicitaron por ser beneficiario de la obra
sino como aparente empleador, produciéndose la violación
de medio y, por ende, la violación de la ley (cuaderno digital
de la Corte).

SCLAJPT-10 V.00
30
Radicación n.° 88671

VIII. CONSIDERACIONES

El Tribunal fundamentó su decisión de declarar la


responsabilidad solidaria de las demandadas con ocasión
del accidente de trabajo que dio lugar a la muerte de Vitalio
Caicedo Mendoza y el consiguiente derecho de la
demandante al reconocimiento de la indemnización total y
ordinaria de perjuicios por ese motivo, a partir de las
siguientes conclusiones probatorias:

i) que la demandante estaba legitimada para elevar su


reclamación, por acreditarse la convivencia con el fallecido,
en condición de compañera permanente conforme a la
testimonial de Carlos Manuel López Vargas y las
declaraciones extrajuicio de Alba Luz Serna Mejía y Lilia
Beatriz Barrios de Gómez.

ii) que no se demostró la existencia de la alegada


relación de trabajo en forma directa entre Vitalio Caicedo
Mendoza y Procables SAS C. I.

iii) que el verdadero empleador fue Inmaser Ltda.

iv) que el fallecido prestó sus labores de ayudante y


realización de mantenimiento por conducto de Inmaser
Ltda. quien contrató con Procables SAS C. I. el
«mantenimiento de la cableadora 1250».

v) que el accidente se presentó dentro de las


instalaciones de Procables SAS C. I., conforme a la

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Radicación n.° 88671

testimonial de Anselmo Clemente Guzmán Acuña, valorado


en forma conjunta con las documentales (minuto 20:42 a
21:43 del audio de segunda instancia).

vi) que según el formato de investigación de incidentes


y accidentes de trabajo de la ARL Sura (f.° 117 a 119) [Léase
f.° 141 a 143] y el informe del accidente de trabajo realizado
por ésta, con fecha de diligenciamiento del 18 de enero del
2014, el suceso se presentó como consecuencia de la falta
de señalización y demarcación de las vías peatonales, para
diferenciarlas de las áreas de tránsito de equipo pesado,
para el caso, el montacargas que atropelló al siniestrado.

vii) que Procables SAS C. I., estando obligado,


incumplió su deber de delimitar y distinguir
adecuadamente las áreas antes dichas.

viii) que Procables SAS C. I. por ser la empresa


beneficiaria del servicio, es responsable solidaria en los
términos del artículo 34 del CST.

La censura por su parte, radica su inconformidad en el


cargo primero, en que el ad quem se equivocó i) al dar por
acreditado que existía correlación entre los objetos sociales
de las demandadas y, por ende, las actividades de Inmaser
Ltda. no eran extrañas al giro ordinario de Procables SAS C.
I. y, ii) al no tener en cuenta que el accidente de trabajo que
originó la muerte de Vitalio Caicedo Mendoza no se produjo
dentro de las instalaciones de la recurrente, siendo que el

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32
Radicación n.° 88671

mismo se presentó en el área común del Complejo


Industrial Sidunor, donde operaba.

Y, en el cargo segundo, discute la vulneración del


principio de congruencia al no tener en cuenta la segunda
instancia que la accionante dirigió las pretensiones en su
contra, en calidad de empleador del fallecido, por lo cual, al
ser absuelto de tal circunstancia, no podía trasladársele la
carga de probar el cumplimiento de las obligaciones en
materia de protección y seguridad, como tampoco, adecuar
la causa petendi para generar una condena como
beneficiario de la obra.

Así las cosas, le corresponde a la Sala definir si el ad


quem se equivocó al considerar que Procables SAS C. I.
respondía solidariamente por las condenas impuestas al
empleador del causante, Inmaser Ltda.

Pues bien, recuerda la Corte que en los escenarios en


los que interviene un contratista independiente y un
beneficiario de una obra en particular, por ministerio de la
ley se ha previsto, en el artículo 34 del CST, que quien se
beneficia de la misma, a menos que se trate de labores
extrañas a sus actividades normales, debe responder
solidariamente con el contratista por el valor de los salarios,
prestaciones sociales e indemnizaciones que surjan de la
relación laboral del último con sus trabajadores, entre las
cuales, por supuesto, se encuentra la indemnización total y
ordinaria de perjuicios reglada en el artículo 216 del CST.

SCLAJPT-10 V.00
33
Radicación n.° 88671

En tales condiciones, dice la preceptiva en comento:

ARTÍCULO 34. CONTRATISTAS INDEPENDIENTES. <Artículo


modificado por el artículo 3o. del Decreto 2351 de 1965. El
nuevo texto es el siguiente:

1°) Son contratistas independientes y, por tanto, verdaderos


empleadores y no representantes ni intermediarios, las
personas naturales o jurídicas que contraten la ejecución de
una o varias obras o la prestación de servicios en beneficios de
terceros, por un precio determinado, asumiendo todos los
riesgos, para realizarlos con sus propios medios y con libertad y
autonomía técnica y directiva. Pero el beneficiario del trabajo o
dueño de la obra, a menos que se trate de labores extrañas a
las actividades normales de su empresa o negocio, será
solidariamente responsable con el contratista por el valor de los
salarios y de las prestaciones e indemnizaciones a que tengan
derecho los trabajadores, solidaridad que no obsta para que el
beneficiario estipule con el contratista las garantías del caso o
para que repita contra él lo pagado a esos trabajadores.

2°) El beneficiario del trabajo o dueño de la obra, también será


solidariamente responsable, en las condiciones fijadas en el
inciso anterior, de las obligaciones de los subcontratistas frente
a sus trabajadores, aún en el caso de que los contratistas no
estén autorizados para contratar los servicios de
subcontratistas.

Por tanto, al advertir el Tribunal que la solidaridad del


beneficiario o dueño de la obra no se define en función de
su conducta, activa u omisiva, en relación con el accidente
de trabajo, pues lo que se tiene en cuenta para tal efecto es
si la labor realizada por el operario es extraña o no a las
actividades normales de la empresa o negocio de quien se
beneficia de ese trabajo, no pudo incurrir en la aplicación
indebida acusada.

Con otras palabras, cuando un trabajador tercerizado


–o sus derechohabientes–, reclaman la indemnización total
y ordinaria de perjuicios por los daños sufridos con ocasión

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34
Radicación n.° 88671

de un accidente de trabajo, debe quedar suficientemente


comprobada la culpa del empleador en el infortunio y
acreditado ello, éste queda obligado a responder por la
referida indemnización, y el beneficiario de la obra también
deberá hacerlo, a menos que la labor desempeñada por el
trabajador fuera extraña a las actividades normales de la
empresa o negocio del contratante.

La solidaridad, en tal sentido, es un instituto


establecido a favor del trabajador, que procura garantizar la
satisfacción de sus derechos legales mediante la extensión
de la responsabilidad a un tercero con quien, en principio,
el operario no tiene ninguna relación jurídica, pero que se
ve beneficiado patrimonialmente con la fuerza de trabajo de
aquel. De ahí que no importe examinar la conducta del
contratante a efectos de verificar si responde solidariamente
o no por los salarios, prestaciones e indemnizaciones a
cargo del empleador. Al respecto, se memora lo enseñado
por esta Sala en la sentencia CSJ SL, 1º mar. 2010, rad.
35864, reiterada en la SL17473-2017:

Estima la Sala que el Tribunal al impartir condena solidaria en


contra de la recurrente por los perjuicios morales, aplicó
debidamente el artículo 34 del CST.

Sobre los alcances de la solidaridad del artículo 34 del CST,


ilustra rememorar la sentencia de 1 de marzo de 2010, radicado
35864:

En la sentencia del 25 de mayo de 1968, citada entre otras en la


del 26 de septiembre de 2000, radicación 14038, se pronunció
la Sala en los siguientes términos:

“Mas el legislador, con el sentido proteccionista que corresponde


al derecho laboral, previendo la posibilidad de que el contrato por
las grandes empresas, como vehículo que les sirva para evadir

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35
Radicación n.° 88671

las obligaciones sociales, y dada la frecuencia con que los


pequeños contratistas independientes caen en la insolvencia o
carecen de la responsabilidad necesaria, sin desconocer el
principio de que el beneficiario de la obra no es en caso alguno el
sujeto patronal, estableció expresamente, a favor exclusivo de los
trabajadores, la responsabilidad solidaria del contratista y del
beneficiario por el valor de los salarios y de las prestaciones e
indemnizaciones a que puedan tener derecho, sin perjuicio de
que el beneficiario estipule con el contratista las garantías del
caso o repita contra él lo pagado a esos trabajadores.”

Para la Corte, en síntesis, lo que se busca con la solidaridad


laboral del artículo 34 del Código Sustantivo del Trabajo es que
la contratación con un contratista independiente para que
realice una obra o preste servicios, no se convierta en un
mecanismo utilizado por las empresas para evadir el
cumplimiento de obligaciones laborales. Por manera que si una
actividad directamente vinculada con el objeto económico
principal de la empresa se contrata para que la preste un
tercero, pero utilizando trabajadores, existirá una
responsabilidad solidaria respecto de las obligaciones laborales
de esos trabajadores.

Quiere ello decir que si el empresario ha podido adelantar la


actividad directamente y utilizando sus propios trabajadores,
pero decide hacerlo contratando un tercero para que éste
adelante la actividad, empleando trabajadores dependientes
por él contratados, el beneficiario o dueño de la obra debe
hacerse responsable de los salarios, prestaciones e
indemnizaciones a que tienen derecho estos trabajadores, por la
vía de la solidaridad laboral, pues, en últimas, resulta
beneficiándose del trabajo desarrollado por personas que
prestaron sus servicios en una labor que no es extraña a lo que
constituye lo primordial de sus actividades empresariales.

En el presente caso, desde lo fáctico y en aras a


responder el 1º error de hecho contenido en el cargo
primero, no encuentra yerro esta Corporación en la
apreciación dada por el Tribunal a los objetos sociales de
las codemandadas Procables SAS C. I. e Inmaser Ltda.,
pues de la revisión de los certificados de existencia y
representación acusados como mal apreciados por la
censura, obrantes a folios 18 a 31 y 59 a 68 del cuaderno
digital del Juzgado, se extracta una correlación.

SCLAJPT-10 V.00
36
Radicación n.° 88671

Lo anterior se explica, pues si bien, como lo indica la


censura, en momento alguno las operaciones de comercio
exterior que desarrolla Procables SAS C. I. pueden
equipararse a las de mantenimiento ofrecidas por Inmaser
Ltda., para el caso, el «cambio de rodamientos trefiladora
bunchers 1250», de la literalidad de las documentales antes
dichas se extracta que, Procables SAS C. I. adicionalmente
está habilitada para «B. LA FABRICACIÓN, DISTRIBUCIÓN, VENTA,
EXPORTACIÓN E IMPORTACIÓN DE ALAMBRES Y CABLES
CONDUCTORES DE ENERGÍA. C. LA EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA
DE TRANSFORMACIÓN DE COBRE Y OTROS METALES EN TODAS SUS

FORMAS» (f.° 20 y 61 del cuaderno digital del Juzgado), lo

cual, permite concluir que, al orientarse a su vez Inmaser


Ltda. a «[la] aplicación de la ingeniería en sistemas en todas
las ramas como mantenimiento, soporte técnico, suministro
de equipo e instalación de los mismos, c) Contratación diseño
y ejecución de proyectos, asesoría y servicio técnico en la
rama de mantenimiento industrial», la segunda, a través de
la prestación de sus servicios de «cambio de rodamientos
trefiladora bunchers 1250», posibilita la ejecución del objeto
social de la primera.

De modo que la interpretación de la conexidad de los


objetos sociales con fines de determinar la responsabilidad
solidaria en términos del artículo 34 de CST no puede
efectuarse en una forma pétrea en que se pretenda una
identidad absoluta, pues como se dijo, basta con que exista
una correspondencia entre los objetos sociales que, para el
caso, se concreta en la afinidad existente entre Procables

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SAS C. I. e Inmaser Ltda., no solo como una necesidad


propia del beneficiario, como es el mantenimiento de una
máquina, sino que, la primera empresa, adicional a sus
labores de comercio exterior, también se dedica a la
fabricación de alambres de energía y la transformación de
cobre y otros metales, lo que requiere de la necesaria y
constante asistencia de una persona natural o jurídica que
se encargue del mantenimiento y soporte técnico de sus
maquinarias, lo que vincula a la última directamente con la
ordinaria explotación del objeto económico de la primera, al
punto que, el servicio fue prestado en las instalaciones de la
planta de cobre de la empresa (CSJ SL3774-2021
reiterando a CSJ SL14540-2014).

Así las cosas, no pudo incurrir el Tribunal en el primer


error de hecho atribuido.

En lo concerniente a los yerros restantes, orientados a


dar por demostrado que el accidente que conllevó la muerte
de Vitalio Caicedo Mendoza no sucedió en las instalaciones
de Procables SAS C. I., debe decir la Sala que de la
Resolución n.° 00306 del 28 de abril de 2016, emanada del
Ministerio de Trabajo (f.° 31) [Léase f.° 39 del cuaderno
digital] y el formato de investigación de incidentes y
accidentes de trabajo para empresas afiliadas a ARP SURA
(f.° 117) [Léase f.° 141 del cuaderno digital], considera la
Sala que los mismos tampoco tienen prosperidad.

Lo propio, porque a pesar de que si bien es cierto,


como lo indica la censura de la Resolución n.° 00306 del 28

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de abril de 2016, emanada del Ministerio de Trabajo (f.° 31)


[Léase f.° 39 del cuaderno digital] en sí misma se extracta
que en la parte descriptiva del accidente de trabajo se dijo:

[…] Cuando el señor VITALIO CAICEDO MENSOZA se


desplazaba por las vías áreas de tránsito común del complejo
industrial desde la planta COBRE DE LA EMPRESA Productora
de cables SAS CI Nit […], hasta el área de antigua área [sic] de
figurados (no área de Procables) a un trayecto de 700m aprox. A
unos 3m aprox. De la entrada (rampa) de la bodega de
laminación de acero (no área de procables), el montacargas
Hyster 155 con capacidad de 7 ton, que transportaba carrete
con material de aluminio conducido por […], al realizar un giro
a la izquierda escuchó un grito, miró hacia los lados, no observa
nada y es cuando mira abajo y ve en la llanta delantera lado
derecho de la mano izquierda […] atrapado el señor VITALIO
[…].

Y, en el formato de investigación de incidentes y


accidentes de trabajo para empresas afiliadas elaborado por
ARP SURA (f.° 117) [Léase f.° 141 del cuaderno digital], se
expresa exactamente lo mismo, analiza la Sala que el
Tribunal, para llegar a la conclusión opuesta a la planteada
por la recurrente, en el marco de su decisión a minuto
20:42 a 21:43 del audio de segunda instancia, expresó que
formó su convencimiento en punto de que el siniestro
ocurrió dentro de las instalaciones de Procables SAS C. I. a
partir de la valoración conjunta del testimonio de Anselmo
Clemente Guzmán Acuña y de las documentales, mismas
dentro de las cuales esta Corporación, de la revisión
integral del expediente, halla que a folio 155 del cuaderno
digital del Juzgado, Inmaser Ltda., en comunicación
remitida a ARL SURA, al describir las actividades que el
trabajador fallecido desarrollaba al momento del evento,
confiesa que:

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El señor Vitalio Caicedo después de haber suspendido sus


labores se desplazaba al vestier para cambiarse y salir de la
planta hacia su casa (Resaltado de la Sala).

Lo cual, visto en concordancia con la solicitud de


ingreso de trabajadores de Inmaser Ltda. a Procables SAS
C. I. para el desarrollo de las labores de mantenimiento, en
la que se relacionó a Vitalio Caicedo Mendoza (f.° 90 y 91,
ibidem), se entiende que para el momento del suceso, si
bien el trabajador había finalizado su jornada de trabajo y
se desplazaba dentro de las áreas comunes del complejo
industrial, al estar dirigiéndose a la zona de vestido o
vestier aún estaba dentro de la órbita de protección de su
empleador y de la empresa beneficiaria del servicio porque
no había salido del lugar de trabajo, designado y aprobado
por ambas empresas, lo cual, en nada desdice la conclusión
del ad quem, no pudiendo incurrir así en error, pese a que
su fundamentación no haya sido la más amplia ni la más
afortunada al respecto.

Finalmente, en lo concerniente a la vulneración del


principio de congruencia propuesta en el cargo segundo, no
cabe duda de que, aun cuando la demandante pretendió en
la demanda que Procables SAS C. I. fuere condenada
solidariamente como empleadora directa del trabajador
fallecido y a Inmaser Ltda. como intermediaria frente a lo
cual se absolvió para declarar a ésta última como
empleadora y Procables SAS C. I. como beneficiaria del
servicio y, por ende solidaria en términos del artículo 34 del
CST, también lo es que no puede perderse de vista que en

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aplicación del principio de iura novit curia al juez laboral le


corresponde fallar con la norma que gobierna el caso
controvertido, sin que para ello deba someterse a la
calificación jurídica de los hechos que hagan las partes o a
las disposiciones que éstas invoquen - juicio de adecuación
normativa - (dadme los hechos, yo te daré el derecho – «son
los hechos las voces del derecho») (CSJ SL13877-2016), por
lo que, al declararse la igualdad jurídica de las demandadas
en punto de la solidaridad y la exigencia del cumplimiento
de las medidas de protección, específicamente en lo
relacionado a la señalización en Procables SAS C. I. por ser
el sitio donde ocurrió el accidente de trabajo, no se equivocó
el fallador al acoger aquella norma que, en su sentir,
regulaba el asunto puesto a su consideración, lo que en
manera alguna conlleva una decisión extra petita (por fuera
de lo pedido), ni mucho menos extra facta (por fuera de
hechos abiertamente distintos).

No está por demás recordar, como lo hizo esta Sala en


sentencia CSJ SL17741-2015 que el juicio de adecuación
normativa no es asunto que competa propiamente al
demandante en el proceso, sino que es de la esencia del rol
del juzgador, sin que por ello se inhiba a aquél de que lo
proponga, acertada o equivocadamente, pues aparte de
servir a la orientación de la controversia y su resolución, en
algunos casos sí demarca los límites de la providencia
judicial. Así se razonó en aquella decisión:

En sentido inverso, la calificación jurídica contenida en el


petitum de la demanda, si bien puede ser relevante para la
delimitación de la acción intentada, no desconoce el deber del

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juzgador de resolver la controversia con base, además del


examen de las pruebas, en «los razonamientos legales, de
equidad y doctrinarios estrictamente necesarios para
fundamentar las conclusiones, exponiéndolos con brevedad y
precisión, y citando los textos legales que se apliquen», tal cual lo
ordena el artículo 304 del Código de Procedimiento Civil,
aplicable a los procesos del trabajo por la remisión de que trata
el artículo 145 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad
Social, lo que es tanto como decir que al juez compete resolver
la controversia en conformidad con las normas que la regulan, a
pesar de que no hayan sido citadas o acertadamente alegadas
por las partes, por no estar el juzgador atado a éstas, sino, se
repite, sólo a sus alegaciones fácticas.

Así las cosas, el cargo no está llamado a la prosperidad


en tanto el ad quem resolvió con fundamento en las
pretensiones de la demanda que, en todo caso, se dirigieron
a la responsabilidad solidaria de las demandadas.

En consecuencia, los cargos no prosperan.

Sin costas en el recurso extraordinario, por no


presentarse réplica.

IX. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO
CASA la sentencia dictada por la Sala Laboral del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Barranquilla el doce (12) de
diciembre de dos mil diecinueve (2019), dentro del proceso
ordinario laboral seguido por RUBIS MARÍA PAREJO
PÉREZ contra INMASER LTDA y PRODUCTORA DE
CABLES SAS C. I. - PROCABLES SAS C. I.

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Costas como se dijo en la parte motiva.

Notifíquese, publíquese, cúmplase y devuélvase el


expediente al Tribunal de origen.

SANTANDER RAFAEL BRITO CUADRADO

CECILIA MARGARITA DURÁN UJUETA

CARLOS ARTURO GUARÍN JURADO

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