Está en la página 1de 4

GENESIS 3

8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre
y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me
escondí.
11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que
yo te mandé no comieses?
12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo
comí.
13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La
serpiente me engañó, y comí.
14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las
bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás
todos los días de tu vida.
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te
herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor
darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido,[a] y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de
que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor
comerás de ella todos los días de tu vida.
18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella
fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva,[b] por cuanto ella era madre de todos los
vivientes.
21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el
mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y
viva para siempre.
23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una
espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la
vida.
I. ANTECEDENTE La Tentación y la Desobediencia (Génesis 3:1-7):

En estos versículos, vemos cómo la serpiente, que algunos identifican con Satanás, tienta a Eva y, a su vez, Adán,
para que desobedezcan el mandato de Dios de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. La
tentación se basa en sembrar dudas sobre la Palabra de Dios y apelar a los deseos físicos, psicológicos y religiosos.
Esto nos enseña que el pecado a menudo comienza con la duda y la falta de confianza en Dios.

En un mundo que a menudo parece alejado de la espiritualidad y la religión, es esencial recordar la importancia
de estos conceptos para nuestra comprensión de la naturaleza humana y nuestra relación con Dios. En el siglo
XXI, hablar del pecado puede parecer anticuado debido a la secularización y la creciente influencia de la teoría de
la evolución en la sociedad. La religión cristiana, incluido el concepto del pecado original, a menudo se ridiculiza.

El Pecado Original y su Origen:


 La Biblia nos revela que antes de que pecara la primera pareja, ya había aparecido el mal, personificado,
primeramente en el cielo, por la rebelión del querubín Lucifer, y después en la tierra, donde se manifestó
utilizando a la serpiente como médium (Gen. 3:1), la misma que Apocalipsis 20:2 identifica y descubre
como el mismo diablo y Satanás.
 Dios permitió a Satanás que los tentase así como también consintió que Jesús, su unigénito Hijo, postrer
Adán (Rom. 5:14), fuera tentado en todo, en circunstancias tremendamente difíciles, y rodeado por los
muchos malvados de sus días (Mateo 4:1-11, Heb. 4:15; 2:17,18). Por tanto, la tentación que sufrieron
los primeros padres de la humanidad, no les exime, en absoluto de su responsabilidad.
 ANTES DEL CAP 3 Y DESPUES Desde que Adán pecó por primera vez, se hizo evidente la degeneración
moral que supuso independizarse de Dios

II. La serpiente antigua, el diablo o Satanás, y la de sus descendientes, que serán vencidos por la mujer
y su simiente.
Esto se encuentra en Génesis 3:15, versículo algo enigmático que textualmente dice: “Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le
herirás en el calcañar.”

Las Consecuencias del Pecado Original: Las consecuencias de este pecado incluyen la pérdida del paraíso, la
proliferación del mal y la violencia en la historia humana, y la inevitabilidad de la muerte . El pecado se define
como la transgresión de la ley moral y también implica desobedecer la ley de amor de Dios.

La Inclinación al Pecado en la Naturaleza Humana: • no han encontrado el gen o genes que son portadores del
“virus” del pecado original. La Biblia afirma que todos nacemos con una naturaleza pecaminosa que nos inclina
hacia la rebeldía y la enemistad con Dios. Textos bíblicos como Salmos 51:5 y Romanos 5:12 respaldan esta idea
de que nacemos con una inclinación al pecado.

La Lucha contra el Pecado: La experiencia muestra que los seres humanos tienden al egocentrismo y la rebeldía,
independientemente de su crianza. Desde Adán, la maldad y la violencia se han propagado en la humanidad, lo
que llevó a eventos como el diluvio universal.

El Libre Albedrío y la Responsabilidad Humana, es importante recordar que aunque la naturaleza caída del
hombre lo inclina hacia el pecado, esto no exime a las personas de su responsabilidad moral.
Calvino afirmaba:
1) la depravación total de la naturaleza del hombre, es decir, incapacidad total de éste para llegar a la fe en Dios
por sí solo,
2) elección incondicional –Dios, antes de la fundación del mundo, ha elegido a las personas que han de ser salvas
sin tener en cuenta el mérito de las mismas,
3) expiación o redención de Cristo limitada para los creyentes –Cristo murió en la cruz sólo por los elegidos,
4) gracia irresistible –los elegidos no pueden resistir la gracia de Dios que obra en ellos la fe y la salvación, y
5) la perseverancia de los santos –los elegidos no pueden perder la salvación.
Lutero (1483-1546) y
Zwinglio (1484-1531) sostuvieron la misma doctrina
Agustín de Hipona (354-430) había expuesto.

Arminio, por el contrario, reaccionó defendiendo que el ser humano caído era todavía capaz de elegir creer en
Cristo.
Su naturaleza, aunque pecaminosa, no estaba tan depravada, ni esclavizada por el pecado, y por tanto, su libre
albedrío le permitía, en cualquier momento, decidir aceptar a Cristo como su salvador personal, y reconciliarse
con Dios.
1) Corrupción parcial de la naturaleza humana –la voluntad, o albedrío es libre o sea no esclavo del pecado,
2) la elección está condicionada a que la persona decida tener fe,
3) la expiación o redención es universal, Cristo murió en la cruz por todo el mundo,
4) la gracia de Dios es resistible, y
5) la salvación no está asegurada, y por lo tanto, el creyente, si no persevera en la fe, puede perderla.

Dios no actúa arbitrariamente sino que tiene sus motivos, que no nos corresponde a nosotros saber, para elegir
a unos para salvación eterna y dejar a otros para perdición eterna.

La Promesa de la Redención: Sin embargo, en medio de la oscuridad, Dios pronunció una profecía en Génesis
3:15 que apuntaba a la victoria final sobre el pecado y Satanás a través de Jesús.

La Victoria en la Cruz:
La muerte de Jesús en la cruz marcó el punto culminante de esta lucha, donde el pecado y Satanás fueron
vencidos.
La obediencia perfecta de Cristo cumple la ley de Dios, y su muerte vicaria satisface la justicia de Dios (Romanos
5:18). “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu.
(Romanos 8:1). Romanos 5:12, “12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado
la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Por tanto, la solución al pecado del hombre está en Cristo: “... el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo.”(Juan 1:29 úp.).

QUE CUMPLIÓ JESUS AL MORIR EN LA CRUZ


La muerte de Jesús en la cruz cumplió varios propósitos fundamentales según la enseñanza cristiana:
Redención y perdón de pecados:
Reconciliación con Dios:

Expiación: La muerte de Jesús también se considera una expiación, es decir, un acto que satisface la justicia de
Dios.
Acceso a Dios: La muerte de Jesús abrió el camino para que las personas tengan acceso directo a Dios a través de
la fe en Él. Ya no es necesario un sumo sacerdote terrenal para acceder al lugar santísimo, como se ilustra en
Hebreos 10:19-20.
Nueva alianza: La muerte de Jesús marcó el comienzo de una nueva alianza entre Dios y la humanidad. Esta
nueva alianza se basa en la gracia y la fe en lugar de la ley. Jesús lo anunció durante la Última Cena y se menciona
en 1 Corintios 11:25.
Resurrección y vida eterna: La muerte de Jesús no fue el final de la historia. Su resurrección al tercer día
demostró su poder sobre la muerte y abrió la puerta a la vida eterna para todos los que creen en Él. Esto se
enfatiza en 1 Corintios 15:20-22.
Ejemplo de amor y sacrificio: La muerte de Jesús en la cruz es un ejemplo supremo de amor y sacrificio. Jesús dio
su vida por la humanidad como un acto de amor incondicional. Los cristianos a menudo ven su sacrificio como un
modelo a seguir en sus propias vidas.

Su sacrificio es central en la comprensión cristiana de la salvación y el camino hacia la vida eterna.

En conclusión, el pecado original y la gracia redentora de Dios son conceptos cruciales en nuestra fe cristiana. Nos
recuerdan nuestra necesidad de salvación y la magnitud del amor y la misericordia de Dios. A través de la obra de
Cristo en la cruz, tenemos la esperanza de la redención y la reconciliación con nuestro Creador. Oremos para que
podamos entender y apreciar más profundamente estos regalos divinos y vivir vidas que reflejen la gracia de Dios
en todo lo que hacemos. Amén.

También podría gustarte