Hechos y Pablo 202125 – 2ª sesión 1

Hechos y Pablo. 2ª sesión

Hch 1,3-26 Ascensión y elección de Matías

Objetivo: Captar el contenido y finalidad de la primera parte de la introducción a Hch contenida en 1,3-26.

A. Introducción

a. La finalidad de esta primera parte del curso, dedicada a Hch, es captar la intencionalidad
teológica de Lucas al narrar los acontecimientos de la historia de la iglesia primitiva. Para ello es
importante desarrollar cierta sensibilidad ante el los relatos de Hch para percibir detalles
importantes, establecer conexiones, reconstruir el pensamiento de su autor.
b. Tarea: la asignación siempre será determinar la función o finalidad del pasaje a estudiar y
argumentar, con elementos tomados de los pasajes, la propia posición. El trabajo nunca deberá
exceder media página.
c. Hch 1 está considerado como la primera parte de la introducción del libro, comprendida en Hch
1,3-2,47. En este primer capítulo de la obra se amplían algunos elementos presentes en el final
del evangelio. Veamos cuáles son, cómo el autor lo hace y por qué.

B. La conclusión del Evangelio (Lc 24,46-52)

a. La voluntad de Dios en la Escritura: Destino del Mesías: padecer y resucitar. Predicación de la

conversión y perdón de los pecados a todas las naciones en su nombre comenzando desde
Jerusalén. Esta predicación está vinculada con el testimonio de la pasión, muerte y resurrección
de Jesús, de la que ellos son testigos presenciales.
b. Mandato: permanecer en Jerusalén hasta que sean revestidos de “la fuerza que viene desde el
cielo”. No se lo menciona por el nombre.
c. Bendición, ascensión por parte de Jesús. Jesús se retira de forma gloriosa.
d. Regreso y vida de la comunidad en Jerusalén.
e. Conclusión: el evangelio termina con un proyecto que está, como la suerte de Jesús, en el plan
de Dios: la evangelización universal, comenzando por Jerusalén. Y este proyecto debe esperar el
cumplimiento de la promesa del don de la fuerza del cielo, el lugar al que Jesús asciende. Ahora
bien, para quien ha seguido la lectura del evangelio este proyecto resulta novedoso. Jesús
anunció el reino de Dios y se esperaría la realización plena de éste. Quedan, pues, algunas
preguntas en el aire: ¿dónde ha quedado el tema del reino de Dios anunciado por Jesús? ¿Por
qué la Iglesia debe ahora continuar una nueva etapa caracterizada por el anuncio de la
necesidad de conversión y el perdón en nombre de Jesús? ¿Por qué los primeros discípulos
deben estar investidos de la fuerza que viene del lugar de dónde Jesús ascendió?

C. Ampliación de la conclusión del evangelio (Hch 1,3-11)

a. Lucas alude a la pasión, resurrección y certificación de ésta por parte de Jesús. Conecta así con
el evangelio. Enfatiza “las pruebas”, el “mostrarse”, fundamental para ser testigo.
b. Reitera el mandato de Jesús a los discípulos de permanecer en Jerusalén para recibir el bautizo
del Espíritu Santo, prometido por el Padre. Ahora se menciona por el nombre y se alude a este
don como un “bautismo”, es decir, inmersión.
c. En un diálogo en el que Lucas alarga la escena y en el que los discípulos preguntan por la
restauración de la soberanía de Israel (llegada del reino de Dios entendido en términos
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davídicos), Jesús reitera la recepción del don del Espíritu Santo para ser testigos de Jesús “en
Jerusalén, Samaria y hasta los confines del mundo”. El asunto del reino queda suspendido.
d. Jesús asciende y desaparece de la vista de sus discípulos. Ascender representa, en la cultura
romana, el modo entrar en el ámbito de la divinidad (véase el apéndice). Se enfatiza el carácter
perceptible de esta experiencia, fundamental para ser testigo. Cinco diferentes verbos lo
recalcan: “según estaban mirando”, “ocultándolo a sus miradas” (v. 9), “mirándolo fijamente” (v.
10), “mirando” y “vieron” (v. 11).
e. Aparecen dos figuras humanas vestidas de blanco que cuestionan a los discípulos por mirar al
cielo, como esperando el inmediato regreso, y que prometen que Jesús va a venir “de la misma
manera que lo han visto partir” pero, se entiende, que no inmediatamente.
f. Conclusión: como se puede ver, Lucas ha hecho una serie de explicitaciones y énfasis que
resultan notables:
i. La más importante es el reino de Dios. Aparece el tema del reino de Dios, aludido en los
vv. 3, 6 e insinuado en el v. 11. Parece claro que el reino es el mensaje importante de
Jesús pero su realización queda pendiente hasta la venida de Jesús del lugar de donde
se fue.
ii. Mientras Jesús vuelve, la misión de los discípulos es ser sus testigos hasta los confines
del mundo.
iii. El paso previo es el bautizo en el Espíritu Santo, paso previo también de la misión de
Jesús de anunciar el reino de Dios.
Se puede decir, pues, que Lucas pretende comenzar la segunda parte de su obra haciendo un
puente con el evangelio para introducir reiterar el aspecto fundamental de su obra: la nueva
etapa, previa a la consumación del reino, en la que los discípulos deben ser testigos de Jesús en
todo el mundo y en la que deben anunciar el perdón en su nombre. Previamente, los testigos
deben ser, al igual que Jesús en el Jordán, investidos con el Espíritu Santo.

D. La recomposición del grupo de los Doce (Hch 1, 12-26)

a. El regreso y estadía en Jerusalén es ampliado también por Lucas en Hch por algunos detalles
geográficos, locales y especialmente por la mención explícita de los apóstoles (por sus nombres)
completada por “algunas mujeres, la madre de Jesús y sus parientes”. Parece, pues, claro que
para Lucas los apóstoles son importantes.
b. Esta importancia del grupo de los Doce se confirma en el discurso de Pedro en el que propone
reponer la ausencia de Judas y en el acto de elección cuyo resultado cae sobre Matías. Ahora
bien, ¿por qué es importante este grupo de los Doce?
c. De acuerdo con el discurso de Pedro, el grupo de los Doce debe mantenerse, pero no se dice
aquí por qué. La característica de este grupo es que están conformados por aquellos que “nos
acompañaron mientras el Señor Jesús estaba entre nosotros, desde el bautismo de Juan hasta
que nos fue quitado”. La función principal es ser testigo de la resurrección de Jesús.
d. Probablemente la importancia del grupo de los Doce se puede reconocer en la última cena. Aquí
el Jesús de Lucas dice a los apóstoles que se sentaron a la mesa con él (Lc 22,14): “Yo les
concedo el título de rey, como mi padre a mí, para que coman y beban a mi mesa en mi reino se
sienten en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel” (22,29-30). “Juzgar” no se debe
entender en un sentido judicial, sino administrativo. Juez es el que dirige, gobierna. Las palabras
de Jesús prometen que los apóstoles serán los líderes del Israel reconstruido, el pueblo de Dios.
e. Conclusión: La posposición de la llegada del reino y la necesidad del anuncio de Jesús a todo el
mundo tiene otro requisito previo: la recomposición del grupo de los Doce. El elegido debe ser un
testigo acreditado de Jesús. El grupo completo representa la recomposición de Israel en sus
líderes.
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E. Resumen

De lo estudiado podemos concluir lo siguiente sobre la introducción a Hch: Lucas quiere señalar
el comienzo de una nueva época que va del final de la presencia física y actividad de Jesús a la
consumación del reino de Dios, que –se puede suponer- se producirá con la segunda venida de
éste desde el cielo. Esta época es la de la Iglesia, época caracterizada por el testimonio de Jesús
por parte de los apóstoles desde Jerusalén hasta los confines del mundo y por el llamado a la
conversión y el perdón en nombre de Jesús. Los dos requisitos para el inicio de esta época son:
el bautismo en el Espíritu Santo de los apóstoles y algunos seguidores (por eso los primeros
discípulos deben permanecer en Jerusalén hasta que esto suceda) y la recomposición de los
Doce (por eso la elección de Matías). Éstos son los representantes y líderes de las doce tribus de
Israel y, por tanto, del Israel reconstituido y éstos son los testigos presenciales de la vida, pasión,
muerte, resurrección y exaltación de Jesús y, por tanto, los autorizados para dar testimonio de
éste.

Vídeo de la clase: https://youtu.be/A6gkQe0AWN4

Apéndice (tomado del blog del P. José Luis Sicre):
Textos clásicos sobre la subida al cielo de un gran personaje

A propósito de Hércules escribe Apolodoro en su Biblioteca Mitológica: “Hércules... se fue al monte Eta,
que pertenece a los traquinios, y allí, luego de hacer una pira, subió y ordenó que la encendiesen (...) Mientras se
consumía la pira cuenta que una nube se puso debajo, y tronando lo llevó al cielo. Desde entonces alcanzó la
inmortalidad...” (II, 159-160).
Suetonio cuenta sobre Augusto: “No faltó tampoco en esta ocasión un antiguo pretor que declaró bajo
juramento que había visto que la sombra de Augusto, después de la incineración, subía a los cielos” (Vida de los
Doce Césares, Augusto, 100).
Drusila, hermana de Calígula, pero tomada por éste como esposa, murió hacia el año 40. Entonces
Calígula consagró a su memoria una estatua de oro en el Foro; mandó que la adorasen con el nombre de Pantea
y le tributasen los mismos honores que a Venus. El senador Livio Geminio, que afirmó haber presenciado la
subida de Drusila al cielo, recibió en premio un millón de sestercios.
De Alejandro Magno escribe el Pseudo Calístenes: “Mientras decía estas y otras muchas cosas
Alejandro, se extendió por el aire la tiniebla y apareció una gran estrella descendente del cielo hasta el mar,
acompañada por un águila, y la estatua de Babilonia, que llaman de Zeus, se movió. La estrella ascendió de
nuevo al cielo y la acompañó el águila. Y al ocultarse la estrella en el cielo, en ese momento se durmió Alejandro
en un sueño eterno" (Libro III, 33).
Con respecto a Apolonio de Tiana, cuenta Filóstrato que, según una tradición, fue encadenado en un
templo por los guardianes. “Pero él, a medianoche se desató y, tras llamar a quienes lo habían atado, para que
no quedara sin testigos su acción, echó a correr hacia las puertas del templo y éstas se abrieron y, al entrar él, las
puertas volvieron a su sitio, como si las hubiesen cerrado, y que se oyó un griterío de muchachas que cantaban, y
su canto era: Marcha de la tierra, marcha al cielo, marcha” (Vida de Apolonio de Tiana VIII, 30).
Sobre la nube véase también Dionisio de Halicarnaso, Historia antigua de Roma I,77,2: “Y después de
decirle esto, [el dios] se envolvió en una nube y, elevándose de la tierra, fue transportado hacia arriba por el aire”.