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SERIE: DISCIPLINAS ESPIRITUALES

“LECTURA DE LA BIBLIA”

Al comprar un producto este siempre traerá un manual diseñado por el fabricante en el


que se muestran las especificaciones así como las condiciones de uso. Apegarnos a este manual
hará que el tiempo de vida sea mayor y se mantenga en un buen estado. De la misma manera el
ser humano tiene su manual del fabricante al cual debemos apegarnos.

Encontramos en la Biblia ese manual de instrucciones que nos permite conocer a Dios y
conocer cuál es la regla de vida que debemos mantener.

Así que quisiera que meditáramos…

QUE DICE DIOS EN SU PALABRA

Respecto a la lectura de la Biblia.

Todos los cristianos alrededor del mundo coincidimos en que la lectura continua y
disciplinada de la Biblia nos traerá grandes beneficios en cuanto a nuestra vida espiritual. Sin
embargo, en la práctica nos encontramos con que un gran grupo de creyentes han descuidado el
tiempo que dedican a leerla.

Quisiera que comprendiéramos, por medio de la propia Escritura, dos aspectos esenciales
de la lectura Bíblica.

LEER LA BIBLIA COMO MANDAMIENTO.

Nuestro acercamiento a la lectura de la Biblia debe comenzar con un sentido de


obediencia al Señor. Más allá de cualquier otra razón (como encontrar un consejo, adquirir
sabiduría o conseguir consuelo en los momentos difíciles), leemos la Biblia porque es un
mandamiento del Señor.

La Biblia dice en Josué 1.8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de
día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”. En este texto, el Señor
nos manda a que nunca se aparte de nosotros su Palabra y hay un llamado a reflexionar sobre ella
de día y de noche. Así que nuestra disposición al leer la Biblia debe ser la misma que la que
tenemos para no decir palabras deshonestas, robar, o cometer cualquier afrenta a la voluntad de
Dios.
En nuestra cotidianidad se nos ha vendido la idea de que debemos leer la Biblia porque en
ella encontraremos cierta tranquilidad para enfrentar la adversidad y aunque no es un mal motivo
para leerla lo cierto es que no es la principal razón. Lo hacemos más allá de nuestra propia
sensación al leerla, porque de esta manera estamos obedeciendo al Señor.

Y es que si partimos de lo que yo pueda recibir como consecuencia de leerla corremos el


riesgo de que si no llegamos a ese resultado dudemos de su efectividad. En primera instancia,
nuestra disciplina para leer la Biblia se basa en la obediencia.

En Juan 5.39 encontramos dice “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que
en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” . Nuevamente el Señor nos
indica un mandamiento, “Escudriñar”. Pasamos al siguiente nivel, de una lectura casual a una
lectura aplicada con el propósito de examinar detenidamente lo leído.

Esta clase de lectura intencional es la necesaria si queremos aprender más de la gran


riqueza de sabiduría que se encuentra en la Palabra de Dios.

LEER LA BIBLIA COMO MEDIO DE TRANSFORMACIÓN.

La Biblia dice en Efesios 4.13 “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo”. Es más que claro en este pasaje que la voluntad de Dios es que lleguemos a la perfección;
en este sentido Dios mismo se ha provisto del medio para moldearnos conforme a su propósito. La
escritura establece en 2 Tim. 3.16-17 “Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra”.

La pregunta es, sino estamos acercándonos a las Escrituras, ¿De qué manera seremos
transformados por ella? Dios desea cambiar nuestra manera de pensar y ver el mundo, desea
transformar tu carácter a uno que lo honre a él y desea establecerte como luz en tu comunidad.
Pero necesitas comprender que todo esto sucederá únicamente cuando le dediques tiempo al
estudio de la escritura y apliques lo que el Señor nos ha revelado por medio de ella.

Nadie puede ser transformado sino se acerca al medio de transformación. Puede ser que
pienses que necesitas un gran evento para encontrar la motivación a fin de implementar los
cambios pero lo cierto es que si no nos comprometemos con la lectura de la Biblia ningún cambio
pasará en tu corazón..

LEER LA BIBLIA EN NUESTRO DIARIO VIVIR.

La Biblia dice en Mateo 4.4 “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale
de la boca de Dios”. El alimento diario nutre nuestros cuerpos para tener la energía a fin de
mantenernos con vida, una alimentación saludable es por tanto nuestro mejor aliado en lo que se
refiere a la salud. La recomendación general es tener tres tiempos de comida: desayuno, comida y
cena. Piensa por un momento, cuan diferentes serían nuestras vidas si nos ocupáramos en nutrir
nuestro espíritu tanto como lo hacemos con el cuerpo.
Dedicar tiempo al estudio de la Biblia nos garantiza que en cualquier situación que nos
encontremos la Palabra de Dios nos acompañará como lumbrera en nuestros pasos, como luz al
caminar.

Te invito a que establezcas periodos permanentes de lectura de la Biblia, proponte un


horario fijo y se disciplinado con leerla en ese momento. Pronto te darás cuenta que has adquirido
el hábito de leer la Palabra de Dios a esa hora.

Hagamos los cambios necesarios que dirijan nuestras vidas hacia la voluntad de Dios para
nosotros.

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