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NI OVEJAS NI BORREGOS.

Mg. Rodrigo Reyes S.

ANÁLISIS.

“La cobardía de los buenos, aumenta la audacia de los malos”. León XIII.

En el campo literario, la metáfora se la emplea muy bien, cuyo objetivo, se ha dicho que es,
provocar una mejor comprensión de un aspecto del concepto que estructura. Luego, la
combinación del término metafórico y del término culto permite entender conjuntamente
distintos aspectos del concepto. O sea, el sentido, la esencia de la palabra no cambia; se
mantiene tomando diversos matices. Las metáforas, agregan la creatividad y la claridad a las
palabras, no la distorsionan.

Sin querer entrar en polémica, lo bonito de todo, es que se me permite la libre interpretación
o lo que, en religión se llama “el libre albedrío”. Que lo interprete bien o mal, depende de
quien se atreva a juzgarme.

En la actualidad, pretexto de nuevos cambios, nuevos conceptos, nuevas generaciones, etc.


aparecen los avivatos que se aprovechan de palabras neutras (Las que permiten tener doble
sentido), para interpretarlas a su conveniencia; es el caso del término “discernimiento”.

Como es de conocimiento público, la iglesia atraviesa por el denominado “cisma” o separación,


cuando la iglesia ortodoxa alemana se ha volcado de lleno para tratar de desaparecer a la
iglesia católica porque, supuestamente, no están de acuerdo con la ideología de principios
morales tradicionales de los católicos.

Quienes han infringido y/o quieren seguir infringiendo la ley de los principios morales o de
sentido común, son los que defienden estos cambios en los conceptos de siempre, pero las
cosas son como son y no hay vueltas que darle.

INFERENCIA.

Ya centrándome en el asunto, la ley de la contradicción es un principio de la física en la que,


necesariamente el uno tiene que oponerse al otro: el día y la noche, el odio y el amor, el bien y
el mal, etc. En este sentido, la existencia es una constante lucha en la que al final del partido,
no puede haber empate: alguien tiene que ganar o perder. Así, entre católicos y protestantes,
así la guerra entre Israel y Palestina, así, poderosos y oprimidos, así, unos que mandan y otros
que obedecen sumisamente. Claramente lo vemos como ejemplo en la política de nuestro
corrupto país.

El Cisma de la iglesia, diseñada hoy por los políticos alemanes a través de la manipulada iglesia
ortodoxa, ha llegado justo a tiempo, donde la moral de las nuevas generaciones anda por los
suelos, donde muchos curas han caído en pecado, y se ha puesto en evidencia que su interés
es borrar a la iglesia católica del mapa y apoderarse del botín millonario que se guarda en el
Capitolio romano.

Pero, para entender mejor mi diálogo, veamos lo que propone la Iglesia protestante junto con
laicos alemanes:

La Ordenación de mujeres debería ser permitida por el Vaticano.

El laicado debería tener más influencia en las decisiones de los obispos.


Las uniones Homosexuales deberían tener la bendición de uniones del mismo sexo.

El Catecismo de la Iglesia católica debería ser reformado en temas de Moral sexual. Los actos
sexuales homosexuales entre uniones/parejas del mismo sexo deben aceptarse teológicamente
y no ser considerados un comportamiento pecaminoso.

El matrimonio para los sacerdotes debería ser aprobado.

SÍNTESIS.

Lo reflexivo del asunto es la forma de cómo los acontecimientos van coincidiendo unos con
otros como un ovillo de hilo: el cisma de la iglesia católica con los protestantes, la guerra entre
Israel y Palestina queriendo borrar del mapa a los Palestinos. Medio Oriente convertido en un
polvorín de borregos en donde las grandes potencias se sientan cómodamente a mirar la
función.

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