Módulo 2. Régimen de Comunidad

Módulo 2.
Régimen de
comunidad
Unidad 2.1. Régimen de comunidad
2.1.1 Carácter supletorio
En el anterior módulo, hemos señalado que los cónyuges pueden optar por dos
regímenes. Estos son el régimen de comunidad y el régimen de separación de
bienes.
Además, hemos estudiado que el régimen de comunidad es el régimen que rige

en caso de que los cónyuges no utilicen su libertad de escoger entre algún
régimen.
Según se establece en el artículo 463 del Código Civil y Comercial de la Nación

(en adelante CCCN):
Artículo 463.- Carácter supletorio. A falta de opción hecha en la

convención matrimonial, los cónyuges quedan sometidos desde la
celebración del matrimonio al régimen de comunidad de ganancias
reglamentado en este Capítulo. No puede estipularse que la comunidad
comience antes o después, excepto el caso de cambio de régimen
matrimonial previsto en el artículo 449.1
El sometimiento al régimen de comunidad comienza desde la celebración del

matrimonio y dura hasta que el régimen se extingue. Como vimos en el anterior
módulo, hay muchas causales por las cuales el régimen se puede considerar
extinto.
En el régimen de comunidad de bienes, se forma una masa común que luego

puede ser dividida entre los cónyuges. A la hora de división del patrimonio, se
tendrá en cuenta si los bienes son propios o gananciales.
En el libro segundo, título II (Régimen patrimonial del matrimonio), capítulo II

(Régimen de comunidad), sección segunda (Bienes de los cónyuges) del CCCN,
1Código Civil y Comercial de la Nación [CCCN]. Ley 26994 de 2014. Art. 463. 8 de octubre de
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encontramos tres artículos que establecen parámetros para determinar si
estamos ante bienes propios o gananciales. En el artículo 464 del CCCN2, se
establece cuándo los bienes son propios; en el artículo 465 del CCCN3, se
establece cuándo los bienes son gananciales, y en el artículo 466 del CCCN4 se
establece una presunción legal sobre ellos.
2.1.2 Bienes propios y gananciales

Bienes propios
A continuación, se analizará cada uno de los incisos que estipula el artículo 464
del CCCN5 con respecto a los bienes que se consideran propios, es decir, los
bienes sobre los cuales los cónyuges tienen la propiedad, otro derecho real o
la posesión al tiempo de la iniciación de la comunidad.
Se había mencionado que el régimen de comunidad inicia desde la celebración

del matrimonio. En ese caso, antes del matrimonio, todos los bienes que los
cónyuges poseían les pertenecen, no se forma una comunidad de ganancias con
esos bienes. Producido el matrimonio, los bienes adquiridos después de ese acto
pasan a ser bienes gananciales, con excepciones (artículo 465 del CCCN).
Entonces, la distinción de los bienes gananciales y los propios se da con base en

un criterio temporal, “pues el régimen de calificación nace y proyecta sus efectos
desde que se inicia la comunidad, no antes ni extinguida aquella” (Herrera et
al., 2015, p. 110).
Según se establece en el artículo 464 del CCCN, son bienes propios de cada
uno de los cónyuges:
[…]
b) los adquiridos durante la comunidad por herencia, legado o donación,
aunque sea conjuntamente por ambos, y excepto la recompensa debida
a la comunidad por los cargos soportados por esta.
2 Código Civil y Comercial de la Nación [CCCN]. Ley 26994 de 2014. Art. 464. 8 de octubre de
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Los recibidos conjuntamente por herencia, legado o donación se
reputan propios por mitades, excepto que el testador o el donante
hayan designado partes determinadas.
No son propios los bienes recibidos por donaciones

remuneratorias, excepto que los servicios que dieron lugar a ellas
hubieran sido prestados antes de la iniciación de la comunidad. En caso
de que el valor de lo donado exceda de una equitativa remuneración
de los servicios recibidos, la comunidad debe recompensa al donatario
por el exceso.6
En este inciso, aparece la primera limitación al criterio temporal. Aun estando

regidos bajo el régimen de comunidad, ciertos bienes siguen considerándose
bienes propios a raíz de que el acto por el cual adquirieron esos bienes es
gratuito.
Los bienes adquiridos por actos gratuitos hacen que los bienes tengan el
carácter de propios. El legislador ha regulado tres casos: la herencia, el legado
y la donación.
Si ambos cónyuges reciben los bienes por estos actos de liberalidad

mencionados, y no se han determinado partes, la norma coloca como solución
que cada cónyuge reciba la mitad como propia.
La donación es un contrato en el que una parte se obliga a transferir

gratuitamente una cosa a otra, y este último lo acepta (artículo 1542 del
CCCN7). El artículo 464 del CCCN, en el inciso b, hace la diferencia acerca de
si nos encontramos ante una donación remuneratoria o no.
Si las donaciones son remuneratorias, los bienes no son propios. Entonces, en

principio, en el resto de tipo de donaciones, los bienes adquiridos por el
cónyuge le pertenecerían a ese cónyuge.
El artículo 1561 del CCCN define las donaciones remuneratorias como “las
realizadas en recompensa de servicios prestados al donante por el donatario,
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apreciables en dinero y por los cuales el segundo podría exigir judicialmente
el pago […]”8.
La única forma de que los bienes recibidos por una donación sean bienes
propios es que el cónyuge haya prestado servicios antes de que inicie la
comunidad. Es decir, la causa por la que surge la recompensa es anterior a la
comunidad.
Si los bienes adquiridos por donación remuneratoria se vuelven gananciales, si

estos exceden la equitativa remuneración por los servicios prestados por el
cónyuge, en consecuencia, surge un deber de la comunidad de recompensar al
cónyuge donatario. Esa recompensa surge porque la comunidad resulta
beneficiada en detrimento del patrimonio propio del cónyuge donatario
(artículo 491 del CCCN9).
Cuando la donación es con cargo, el cónyuge donatario tendrá el deber de

recompensar a la comunidad, en razón de que el cónyuge donatario se ha
beneficiado en detrimento del haber de la comunidad (artículo 491 del
CCCN10). En este tipo de donaciones, el donatario tiene un cargo a favor del
donante o de un tercero que puede tratarse sobre el uso, destino de la cosa
donada o en otras prestaciones (artículo 1562 del CCCN11).
Según lo establece el artículo 464 del CCCN, también son bienes propios los
siguientes:
c) los adquiridos por permuta con otro bien propio, mediante la inversión
de dinero propio, o la reinversión del producto de la venta de bienes
propios, sin perjuicio de la recompensa debida a la comunidad si hay
un saldo soportado por esta.
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Sin embargo, si el saldo es superior al valor del aporte propio,
el nuevo bien es ganancial, sin perjuicio de la recompensa debida al
cónyuge propietario.12
La permuta es un contrato en el que “las partes se obligan a transferirse el

dominio de cosas que no son dinero”13. Este inciso, al hacer referencia a la
permuta, señala que el bien propio del cónyuge ha sido transferido a otro y
que este, a su vez, recibe otro bien. Ese bien que recibe este cónyuge
permutante es un bien propio.
Los actos que menciona el inciso b implican la utilización del cónyuge de su bien
propio mientras está vigente la comunidad para adquirir otros bienes en su
lugar o adquirir más bienes propios.
En este inciso, también se hace referencia a la recompensa; ese deber recaerá

sobre el cónyuge si la comunidad resulta perjudicada al tener que soportar
algún saldo de los actos jurídicos que realice el cónyuge con sus bienes propios.
Sin embargo, los bienes que se adquieran con esos actos pueden volverse bienes
gananciales, si el saldo que está soportando la comunidad es mayor al valor
del aporte que realiza el cónyuge con sus bienes propios.
Es decir, la comunidad está realizando un aporte mayor al aporte que realiza

el cónyuge, por eso ese bien es ganancial. Como existe un aporte del cónyuge,
aunque es inferior al realizado por la comunidad, este tendrá derecho a ser
recompensado por la comunidad.
Por otra parte, en el artículo 464 del CCCN se establece que se considerarán
bienes propios los siguientes: “d) los créditos o indemnizaciones que subrogan
en el patrimonio de uno de los cónyuges a otro bien propio”14.
En este caso, continuamos lo dispuesto en el anterior inciso, ya que el cónyuge

titular de los bienes propios los utiliza y se producen otras situaciones de
subrogación: por créditos o indemnizaciones.
Según el artículo 464 del CCCN: “e) los productos de los bienes propios, con
excepción de los de las canteras y minas”.
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Si consideramos a determinado bien como propio, también el producto de estos
es propio.
El CCCN define en el artículo 233 a los productos como “objetos no renovables

que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su sustancia”15, a
diferencia de los frutos que son renovables y que no alteran ni disminuyen la
sustancia del bien.
Cuando el producto no ha sido separado del bien, “forma un todo con la

cosa”16.
De esta regla, quedan exceptuados los productos de las canteras y minas, “por
cuanto los minerales extraídos de una mina se asimilan a los frutos naturales o
civiles, ya que son el único resultado de la explotación”17.
En este sentido, se agrega lo siguiente:
f) las crías de los ganados propios que reemplazan en el plantel a los

animales que faltan por cualquier causa. Sin embargo, si se ha mejorado
la calidad del ganado originario, las crías son gananciales y la
comunidad debe al cónyuge propietario recompensa por el valor del
ganado propio aportado.18
Si el cónyuge trae al matrimonio ganado propio, y estos tienen crías, las crías
también son bienes propios, siempre y cuando reemplacen el plantel original.
De lo contrario, si las crías del ganado propio exceden el plantel original, se
consideran bienes gananciales19.
Las crías son bienes gananciales si la calidad del ganando ha mejorado, ya que
se presume que la comunidad ha aportado a que esto sucediera. En ese caso,
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17 Código de Minería [CM]. Ley 1919 de 1886. Art. 344. 25 de noviembre de 1886 (Argentina).
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la comunidad le deberá recompensa al cónyuge por el valor del ganando que
aportó.
El inciso g del artículo 464 del CCCN establece que los bienes propios son “g)
los adquiridos durante la comunidad, aunque sea a título oneroso, si el derecho
de incorporarlos al patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación”20.
En el inciso b del artículo 464 del CCCN, se estableció que, si los bienes se
adquirían a título gratuito, serían considerados bienes propios. Esto da a
presumir que, si los bienes se adquieren a título oneroso, son gananciales. Sin
embargo, todas las reglas tienen excepciones.
En este caso, se señala que el bien es propio porque el derecho a adquirir

determinado bien nació antes de la vigencia de la comunidad. De ese modo, el
criterio temporal no determina, en este caso, la ganancialidad.
Según el artículo 464 del CCCN, son bienes propios “h) los adquiridos en virtud
de un acto anterior a la comunidad viciado de nulidad relativa, confirmado
durante ella”21.
La nulidad es un tipo de sanción que la ley impone en protección del interés de

ciertas personas22y puede ser saneado por la confirmación del acto o por la
prescripción de la acción23.
En este caso, el inciso h del artículo 464 del CCCN señala que la confirmación
se produce durante la vigencia de la comunidad. A pesar de que esa
confirmación se hizo durante la vigencia de la comunidad, ese bien se adquiere
para el patrimonio propio del cónyuge.
Esta solución está en consonancia con el artículo 395 del CCCN, que establece
el efecto retroactivo de la confirmación: “La confirmación del acto entre vivos,
originalmente nulo, tiene efecto retroactivo a la fecha en que se celebró” 24.
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Además, se consideran bienes propios “i) los originariamente propios que
vuelven al patrimonio del cónyuge por nulidad, resolución, rescisión o revocación
de un acto jurídico”25.
En este caso, hay bienes que pertenecían al cónyuge y salieron de su patrimonio

por un acto jurídico. Por darse una situación de nulidad, resolución, rescisión o
revocación, los bienes que habían salido del patrimonio vuelvan a ingresar al
patrimonio.
En el caso de la nulidad, el artículo 390 del CCCN establece como efecto de la

nulidad que las cosas vuelven al mismo estado “en que se hallaban antes del
acto declarado nulo y obliga a las partes a restituirse mutuamente lo que han
recibido”26.
Por su parte, también se consideran bienes propios “j) los incorporados por
accesión a las cosas propias, sin perjuicio de la recompensa debida a la
comunidad por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con dinero de
ella”27.
El CCCN ha definido la mejora como “el aumento del valor intrínseco de la

cosa”28. Las mejoras pueden ser naturales o artificiales.
En el caso de la accesión, hay que tener en cuenta que se puede tratar la

accesión sobre bienes muebles29 o inmuebles30. El inciso no hace una distinción.
Puede la comunidad tener derecho a recompensa, si las mejoras o adquisiciones

se hicieron con dinero de la comunidad.
Por su parte, se consideran bienes propios los siguientes:
k) las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que
ya era propietario de una parte indivisa de un bien al comenzar la
comunidad, o que la adquirió durante esta en calidad de propia, así
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como los valores nuevos y otros acrecimientos de los valores mobiliarios
propios, sin perjuicio de la recompensa debida a la comunidad en caso
de haberse invertido bienes de esta para la adquisición.31
En este inciso, se regulan situaciones en las que existe extensión de un derecho,

pero no varía el origen del título o causa (Herrera et al., 2015).
En caso de que la comunidad resulte perjudicada, existirá una obligación de

recompensa del cónyuge beneficiado.
Otro tipo de bienes propios son los siguientes:
l) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió antes

del comienzo de la comunidad, si el usufructo se extingue durante ella,
así como la de los bienes gravados con otros derechos reales que se
extinguen durante la comunidad, sin perjuicio del derecho a recompensa
si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se emplean
bienes gananciales.32
En este caso, se tiene en cuenta el momento en el que se extinguen los derechos

reales, aun si se extinguen durante la vigencia de la comunidad, esos bienes
que estaban afectados son bienes propios. Si la comunidad empleó bienes
gananciales para beneficiar al cónyuge, este debe a la comunidad una
recompensa.
Se consideran bienes propios, además, los siguientes:
m) las ropas y los objetos de uso personal de uno de los cónyuges, sin
perjuicio de la recompensa debida a la comunidad si son de gran valor
y se adquirieron con bienes de esta; y los necesarios para el ejercicio
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de su trabajo o profesión, sin perjuicio de la recompensa debida a la
comunidad si fueron adquiridos con bienes gananciales.33
Son bienes propios las ropas, los objetos de uso personal y los bienes necesarios
para el trabajo o profesión. Sin embargo, se deberá recompensa a la
comunidad si el cónyuge se benefició de los bienes de la comunidad para
adquirirlos.
También son bienes propios “n) las indemnizaciones por consecuencias no

patrimoniales y por daño físico causado a la persona del cónyuge, excepto la
del lucro cesante correspondiente a ingresos que habrían sido gananciales”34.
Cuando existe daño, hay derecho a un resarcimiento. El artículo 1737 del CCCN
establece que existe daño “cuando se lesiona un derecho o un interés no
reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el
patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva”35.
Con respecto a lo que comprende la indemnización, puede decirse que es un

concepto bastante amplio. El artículo 1738 del CCCN establece que la
indemnización comprende lo siguiente:
La pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el lucro cesante

en el beneficio económico esperado de acuerdo con la probabilidad
objetiva de su obtención y la pérdida de chances. Incluye especialmente
las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos de la
víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones
espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su
proyecto de vida.36
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Serán bienes propios las indemnizaciones por consecuencias no patrimoniales37
y las de daño físico causado a la persona del cónyuge. En caso de que la
comunidad debiera recibir ingresos, pero no los recibe, y que mediante ejercicio
se haya obtenido una indemnización por lucro cesante, esta indemnización no
será considerada un bien propio, sino un bien ganancial.
Se consideran bienes propios “ñ) el derecho a jubilación o pensión, y el derecho

a alimentos, sin perjuicio del carácter ganancial de las cuotas devengadas
durante la comunidad y, en general, todos los derechos inherentes a la
persona”38.
Lo que el cónyuge reciba por su jubilación, pensión o alimentos tiene el carácter

de bien propio. Estos derechos no se transforman en gananciales. Lo que sí es
ganancial es lo que la persona devengue durante la vigencia de la comunidad.
Con este inciso, el código se ha posicionado por reconocerlos como bienes

propios dado a su carácter personalísimo, “en detrimento del sexto que
considerara que, como los aportes previsionales integran el salario, y el salario
es un bien ganancial —fruto del trabajo de los esposos—, idéntico carácter
habrían de tener los aportes” (Herrera et al., 2015, p. 116).
Se consideran bienes propios los siguientes:
o) la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra intelectual ha

sido publicada o interpretada por primera vez, la obra artística ha sido
concluida, o el invento, la marca o el diseño industrial han sido
patentados o registrados antes del comienzo de la comunidad.39
El derecho moral sobre la obra intelectual es siempre personal del autor.
En este caso, nuevamente, vemos criterio temporal para calificar los bienes como
propios o gananciales. En este inciso, se establece como bien propio la
propiedad intelectual, artística o industrial, si se publicó, interpretó, concluyó,
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patentó o registró antes de la vigencia de la comunidad. Lo producido por esos
derechos intelectuales son bienes gananciales (Herrera et al., 2015).
Bienes gananciales
Como habíamos mencionado, al estar vigente el régimen de comunidad, se

forma una masa común de bienes; por este motivo, hablamos de bienes
gananciales y bienes propios. Hay bienes que conformarán esa masa común y
otros bienes que quedarán excluidos. Sobre esa masa común, los cónyuges
tienen derechos.
Se los define como “aquellos que conforman la masa común de los cónyuges, y
respecto de los cuales cada esposo tiene un derecho potencial sobre los
adquiridos por el otro, que se materializará al extinguirse la comunidad”
(Herrera et al., 2015, p. 118).
En el artículo 465 del CCCN40, se establecen los bienes que tendrán el carácter
de gananciales. Se repiten muchos de los casos analizados en el artículo 464
del CCCN.
Según el artículo 465 del CCCN, son bienes gananciales los siguientes: “[…] los
creados, adquiridos por título oneroso o comenzados a poseer durante la
comunidad por uno u otro de los cónyuges, o por ambos en conjunto, siempre
que no estén incluidos en la enunciación del artículo 464”41.
Vemos en este inciso el criterio temporal, una vez vigente la comunidad. Los
bienes creados, adquiridos por título oneroso o comenzados a poseer, son
bienes gananciales, siempre y cuando no estén incluidos como bienes propios
conforme lo establece el artículo 464 del CCCN42.
Son bienes gananciales “los adquiridos durante la comunidad por hechos de

azar, como lotería, juego, apuestas, o hallazgo de tesoro”43.
Los bienes son gananciales si se adquieren durante la vigencia de comunidad y

provienen de hechos de azar. Se señalan como hechos de azar la lotería, el
juego, la apuestas o el hallazgo de tesoro. Esa enunciación no es taxativa.
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El CCCN define el tesoro en el artículo 1951: “Es tesoro toda cosa mueble de
valor, sin dueño conocido, oculta en otra cosa mueble o inmueble”44. Al ser
descubierto el tesoro, surgen derechos para el descubridor45.
No es pacífica la doctrina con respecto a la causa de adquisición. Unos

entienden que, si la causa nació antes de la vigencia de la comunidad, el bien
adquirido después es un bien propio. En este sentido, de acuerdo con Herrera
et al. (2015): “Conforme el principio de «derecho anterior», basta para
reputarlos gananciales que la causa de la adquisición se haya producido
durante la comunidad, aun cuando el premio se perciba una vez extinguida
aquella” (p. 119).
Otros entienden que, sin importar cuándo haya nacido la causa, al tratarse de
hechos de azar, debe ser reputado como ganancial.
Son bienes gananciales “c) los frutos naturales, industriales o civiles de los bienes
propios y gananciales, devengados durante la comunidad”46.
Como habíamos mencionado en la sección de bienes propios, los frutos son

objetos que un bien produce de modo renovable, a diferencia de los productos
que son objetos no renovables47.
Hay distintos tipos de frutos que contempla el CCCN. En el artículo 233, el CCCN
define los tipos de frutos que menciona este inciso. Los frutos naturales son de
producción espontánea de la naturaleza, los frutos industriales son los que se
producen por la industria del hombre o la cultura de la tierra, y los frutos civiles
son las rentas que la cosa produce.
Los frutos alcanzados por la ganancialidad son los frutos de bienes propios o
gananciales que son devengados durante la comunidad. Antes de la existencia
de la comunidad o una vez extinta esta, esos frutos tienen el carácter de ser
bienes propios.
Son bienes gananciales “d) los frutos civiles de la profesión, el trabajo, el

comercio o la industria de uno u otro cónyuge, devengados durante la
comunidad”48.
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El artículo 233 del CCCN establece que “las remuneraciones del trabajo se
asimilan a frutos civiles”49. En este inciso, se señala que esos frutos civiles son
bienes gananciales si son devengados durante la vigencia de la comunidad.
Son bienes gananciales “e) lo devengado durante la comunidad como

consecuencia del derecho de usufructo de carácter propio”50.
El artículo 2129 del CCCN define el usufructo como “el derecho real de usar,
gozar y disponer jurídicamente de un bien jurídico ajeno, sin alterar su
sustancia”51.
El artículo 2141 del CCCN52 establece qué frutos, productos, etc., pertenecen
al usufructuario. Esos bienes que termine devengando el usufructuario durante
la comunidad serán bienes gananciales.
Se consideran bienes gananciales los siguientes:
f) los bienes adquiridos después de la extinción de la comunidad por

permuta con otro bien ganancial, mediante la inversión de dinero
ganancial, o la reinversión del producto de la venta de bienes
gananciales, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge, si hay
un saldo soportado por su patrimonio propio.
Sin embargo, si el saldo es superior al valor del aporte

ganancial, el nuevo bien es propio, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad.53
Este inciso viene a ser la contracara del inciso c del artículo 464 del CCCN.
Tenemos bienes gananciales que han sido utilizados para adquirir otros bienes
y que, por lo tanto, terminan teniendo la calidad de gananciales.
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En este caso, si el cónyuge ha tenido un perjuicio patrimonial al soportar los
actos jurídicos, la comunidad le deberá recompensa.
En el caso de que lo soportado por el cónyuge con su propio patrimonio sea

mayor que lo aportado por la comunidad para el acto, ese bien adquirido pasa
a ser propio. En este caso, el cónyuge le deberá recompensa a la comunidad
en la medida de su aporte.
Son bienes gananciales “g) los créditos o indemnizaciones que subrogan a otro
bien ganancial”54.
Este inciso es igual al artículo 464, inciso d, del CCCN. Si el bien subrogado es
ganancial, los créditos o las indemnizaciones son bienes gananciales.
Por otra parte, son bienes gananciales “h) los productos de los bienes
gananciales, y los de las canteras y minas propias, extraídos durante la
comunidad”55.
Los productos son definidos en el artículo 233 del CCCN como “los objetos no
renovables que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su
sustancia”56.
Este inciso es la contracara del artículo 46457, inciso e, del CCCN. En dicho inciso,
se habían excluido los productos de las canteras y minas como bienes propios.
Los productos de los bienes gananciales son bienes gananciales, también los
productos de las canteras y minas propias que sean extraídos durante la
vigencia de la comunidad.
Además, son bienes gananciales “i) las crías de los ganados gananciales que
reemplazan en el plantel a los animales que faltan por cualquier causa y las
crías de los ganados propios que excedan el plantel original”58.
Este inciso es la contracara del artículo 464, inciso f, del CCCN59. En este caso,
el ganado es ganancial y tienen crías. Si esas crías reemplazan al plantel
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original, son bienes gananciales. También son bienes gananciales si las crías del
ganado propio excedan el plantel original.
Se consideran también vienen gananciales “j) los adquiridos después de la

extinción de la comunidad, si el derecho de incorporarlos al patrimonio había
sido adquirido a título oneroso durante ella”60.
Una vez extinguido el régimen de comunidad, no se sigue formando una masa

común de bienes. Sin embargo, los bienes adquiridos después de extinguida la
comunidad serán gananciales, si el derecho para adquirirlos a título oneroso
surgió durante la vigencia.
Se consideran bienes gananciales “k) los adquiridos por título oneroso durante
la comunidad en virtud de un acto viciado de nulidad relativa, confirmado
después de la disolución de aquella”61.
Como correlato de este inciso, tenemos el artículo 464, inciso h, del CCCN. En
estos casos, se habla de la nulidad relativa del acto jurídico. Dado que es
posible la confirmación y, en consecuencia, queda subsanado el acto jurídico
que estaba viciado.
En este caso, la adquisición de los bienes es por título oneroso y durante la

vigencia de la comunidad, pero, por el vicio de la nulidad, no pudieron ingresar
válidamente al patrimonio en su momento. Producida la confirmación, el acto
jurídico es válido y produce plenos efectos retroactivamente. Por eso, aunque
la confirmación se realice después de disuelto el régimen, esos bienes tendrán
carácter de bienes gananciales.
Son bienes gananciales “l) los originariamente gananciales que vuelven al

patrimonio ganancial del cónyuge por nulidad, resolución, rescisión o revocación
de un acto jurídico”62.
En este caso, los bienes gananciales salen de la masa por algún acto jurídico,
pero terminan volviendo, ya sea porque el acto jurídico fue atacado por nulidad
o por voluntad unilateral o bilateral de las partes del acto jurídico.
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Son bienes gananciales “m) los incorporados por accesión a las cosas
gananciales, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge por el valor de
las mejoras o adquisiciones hechas con sus bienes propios”63.
Este inciso es la contracara del artículo 464, inciso j, del CCCN. En este caso, el
bien ganancial se ve favorecido por la accesión (cualquiera sea el tipo).
La comunidad le deberá recompensa al cónyuge que haya aportado sus bienes

propios para las mejores o adquisiciones.
Se consideran, según el artículo 465 del CCCN, bienes gananciales los

siguientes:
n) las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que
ya era propietario de una parte indivisa de carácter ganancial de un
bien al extinguirse la comunidad, sin perjuicio de la recompensa debida
al cónyuge en caso de haberse invertido bienes propios de este para la
adquisición.64
En este caso, existe un incremento del bien ganancial por adquirir partes
indivisas. Entonces, “será ganancial el bien del cual el cónyuge ya era
propietario en ese carácter, sin importar el origen de los fondos empleados
para la adquisición de la «nueva» parte indivisa” (Herrera et al., 2015, p. 122).
La comunidad le deberá recompensa al cónyuge por los bienes propios que

haya utilizado el cónyuge para la adquisición de estas partes indivisas.
Según lo establece el artículo 465 del CCCN, inciso ñ, se consideran bienes

gananciales los siguientes:
ñ) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió a

título oneroso durante la comunidad, si el usufructo se consolida después
de su extinción, así como la de los bienes gravados con derechos reales
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que se extinguen después de aquella, sin perjuicio del derecho a
recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se
emplean bienes propios.65
No son gananciales las indemnizaciones percibidas por la muerte del otro

cónyuge, incluso las provenientes de un contrato de seguro, sin perjuicio, en este
caso, de la recompensa debida a la comunidad por las primas pagadas con
dinero de esta.
Este inciso se vincula con el artículo 46466, inciso l, del CCCN. En este caso, se
menciona que es un bien ganancial la plena propiedad de bienes cuya nuda
propiedad se adquirió a título oneroso durante la comunidad, si se consolidó el
usufructo después de extinguido el régimen de comunidad.
La comunidad le deberá al cónyuge si este aporta bienes propios para extinguir

el usufructo u otros derechos reales.
No adquieren carácter de bienes gananciales las indemnizaciones percibidas

por la muerte del otro cónyuge, esto se incluye si hubo contrato de seguro. Ese
cónyuge beneficiado por la indemnización deberá recompensar a la comunidad
por las primas pagadas con bienes gananciales.
Prueba del carácter propio o ganancial
El artículo 466 del CCCN establece presunciones legales y señala el

procedimiento a seguir para que un bien tenga carácter de propio y sea
efectivamente oponible a los terceros:
Artículo 466.- Prueba del carácter propio o ganancial. Se presume,

excepto prueba en contrario, que son gananciales todos los bienes
existentes al momento de la extinción de la comunidad. Respecto de
terceros, no es suficiente prueba del carácter propio la confesión de los
cónyuges.
Para que sea oponible a terceros el carácter propio de los

bienes registrables adquiridos durante la comunidad por inversión o
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
18
reinversión de bienes propios, es necesario que en el acto de adquisición
se haga constar esa circunstancia, determinándose su origen, con la
conformidad del otro cónyuge. En caso de no podérsela obtener, o de
negarla este, el adquirente puede requerir una declaración judicial del
carácter propio del bien, de la que se debe tomar nota marginal en el
instrumento del cual resulta el título de adquisición. El adquirente
también puede pedir esa declaración judicial en caso de haberse
omitido la constancia en el acto de adquisición.67
Si los cónyuges no pueden probar que el bien es propio, se presumirá que todos
los bienes que existen al momento de la extinción de la comunidad son bienes
gananciales.
En el primer párrafo, se establece que la prueba confesional no es suficiente

para otorgar carácter de bien propio, con respecto a los terceros.
El segundo párrafo del artículo 466 del CCCN68 hace referencia al

procedimiento a seguir para que el bien registrable pueda adquirir la calidad
de bien propio frente a terceros. No bastará la solo inscripción del título de
adquisición ante el registro para que produzca los efectos deseados por el
cónyuge.
El artículo 1890 del CCCN señala lo siguiente:
Los derechos reales recaen sobre cosas registrables cuando la ley

requiere la inscripción de los títulos en el respectivo registro a los efectos
que correspondan. Recaen sobre cosas no registrables, cuando los
documentos portantes de derechos sobre su objeto no acceden a un
registro a los fines de su inscripción.69
Si un bien registrable se adquirió por subrogación, estamos ante un bien que

sigue siendo propio. Esta circunstancia debe constar en el acto de adquisición
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
19
que se inscribirá en el registro, además de que la norma exige la conformidad
del otro cónyuge.
Tabla 1: Requisitos para ser oponible a terceros
Requisitos para ser oponible a terceros (artículo 466 del CCCN)
Caso de subrogación “[…] adquiridos durante la

comunidad por inversión o
reinversión de bienes propios”.
Manifestar en el registro origen de “[…] es necesario que en el acto

los fondos de adquisición se haga constar
esa circunstancia, determinándose
su origen”.
Conformidad del otro cónyuge “[…] con la conformidad del otro

cónyuge”.
Fuente: elaboración propia.
En caso de inconformidad del cónyuge, este puede solicitar declaración judicial

del carácter del bien propio, para realizar esta manifestación en el momento
de adquisición o posterior a la adquisición.
Pueden oponerse a dicha manifestación el otro cónyuge o los terceros, ya sea

porque se trata de un caso de falsedad de conformidad o los terceros ante
casos de simulación, etc.
Como no se señala un plazo para ejercer la acción, se interpreta que la acción

puede ser planteada al momento de la liquidación de la comunidad o durante
su vigencia (Herrera et al., 2015).
Gestión de bienes en la comunidad
Los bienes propios serán administrados por el cónyuge que sea titular, como así
también los bienes gananciales que haya adquirido. Hay que tener en cuenta
las limitaciones dispuestas en el régimen primario y los casos en los que se
requiere asentimiento del otro cónyuge. Veremos en la unidad 2 de este módulo
más a detalle la administración y disposición de los bienes de los cónyuges.
20
2.1.3 Régimen de separación de bienes
Con respecto al régimen de separación de bienes, no se da esta distinción de
bienes gananciales con bienes propios porque no se forma una masa común a
diferenciar.
En el anterior módulo, señalamos que, para que se aplique el régimen de

separación de bienes, es necesario que los cónyuges elijan esta opción y la
plasmen en una convención matrimonial70.
Según se establece en el artículo 446 del CCCN:
Artículo 446.- Objeto. Antes de la celebración del matrimonio, los

futuros cónyuges pueden hacer convenciones que tengan únicamente los
objetos siguientes:
a) la designación y avalúo de los bienes que cada uno lleva al

matrimonio;
b) la enunciación de las deudas;
c) las donaciones que se hagan entre ellos;
d) la opción que hagan por alguno de los regímenes patrimoniales

previstos en este Código.71
Esa convención matrimonial debe cumplir la formalidad de ser realizada por

escritura pública y, además, para que tenga efectos con respecto a terceros,
debe anotarse marginalmente en el acta de matrimonio72.
Este régimen de comunidad regirá desde la celebración del matrimonio, si fue

elegido por los cónyuges antes. Si estamos frente a un cambio de régimen,
pasando de un régimen de comunidad a uno de separación de bienes, este
debe cumplir las formalidades establecidas para las convenciones
matrimoniales y el plazo temporal, y estas deben haber sido otorgadas después
de un año de aplicación del régimen anterior.
70 Código Civil y Comercial de la Nación [CCCN]. Ley 26994 de 2014. Art. 466, inc. d. 8 de octubre
de 2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
21
Los cónyuges pueden cambiar el régimen patrimonial cuantas veces quieran,
respetando las formalidades establecidas en la norma y el término temporal
mencionado para que sean válidas y oponibles a terceros.
Esta opción no está permitida para los menores de edad que se casaron con
autorización judicial. Así, expresamente, lo establece el artículo 450 del CCCN:
“Personas menores de edad. Las personas menores de edad autorizadas
judicialmente para casarse no pueden hacer donaciones en la convención
matrimonial ni ejercer la opción prevista en el artículo 446, inciso d”73.
Gestión de los bienes
En lo que respecta a la gestión de los bienes, se establece lo siguiente: “Artículo

505.- Gestión de los bienes. En el régimen de separación de bienes, cada uno
de los cónyuges conserva la libre administración y disposición de sus bienes
personales, excepto lo dispuesto en el artículo 456”74.
Cada uno de ellos responde por las deudas por él contraídas, excepto lo
dispuesto en el artículo 461 del CCCN75.
Los cónyuges tienen la libre administración y disposición de bienes personales.

Esos bienes están compuestos por los siguientes elementos:
Los bienes que tenía antes del matrimonio; los que le fueron asignados
en la liquidación de la comunidad cuando la separación de bienes se
decide judicialmente; los adjudicados extinguida la comunidad por
opción consensuada de adscribir a la separación de bienes, y los que
adquiera con posterioridad a la celebración del matrimonio —o a la
liquidación de la comunidad en el caso de separación judicial de
bienes— (Herrera et al., 2015, p. 180).
Sin embargo, no hay que olvidar las limitaciones que impone el régimen
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
22
primario76. Dicho régimen se aplica tanto al régimen de comunidad de bienes
como al régimen de separación de bienes y no pueden ser derogados por
convención matrimonial.
Según lo establece el artículo 454 del CCCN: “Artículo 454.- Aplicación.

Inderogabilidad. Las disposiciones de esta sección se aplican, cualquiera sea el
régimen matrimonial, y excepto que se disponga otra cosa en las normas
referentes a un régimen específico”77. Son inderogables por convención de los
cónyuges, anterior o posterior al matrimonio, excepto disposición expresa en
contrario.
En ese régimen que ya vimos en el módulo 1, está el deber de contribución78,

actos que requieren el asentimiento del cónyuge79, requisitos del asentimiento80,
autorización judicial81, mandato entre cónyuges82, autorización judicial en caso
de ausencia o impedimento del otro cónyuge83, responsabilidad solidaria de
las deudas84, y lo referido a los actos de administración y disposición de las
cosas muebles no registrables85.
Prueba de la propiedad
De acuerdo con el artículo 506 del CCCN:
Artículo 506.- Prueba de la propiedad. Tanto respecto del otro cónyuge

como de terceros, cada uno de los cónyuges puede demostrar la
propiedad exclusiva de un bien por todos los medios de prueba. Los
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
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2014 (Argentina).
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2014 (Argentina).
23
bienes cuya propiedad exclusiva no se pueda demostrar, se presume
que pertenecen a ambos cónyuges por mitades.
Demandada por uno de los cónyuges, la división de un

condominio entre ellos, el juez puede negarla si afecta el interés
familiar.86
En este artículo, se habla de la posibilidad de los cónyuges de probar la

propiedad de un bien por cualquier medio de prueba. Esto lo diferencia del
régimen de comunidad que, como vimos en su artículo 464 del CCCN87 y
siguientes, establece presunciones con respecto a los bienes, teniendo en cuenta
el tiempo en que fueron adquiridos, el carácter de la adquisición, entre otros
parámetros.
En este caso, también existe una presunción; se presume que, si no se demuestra

la titularidad exclusiva, estamos ante una cotitularidad y, en ese caso, tendrá
derecho cada cónyuge a la mitad de ese bien.
Tabla 2: Libertad probatoria
Probar titularidad de los bienes
Se puede probar por cualquier medio probatorio.
Si no se prueba la titularidad, se presume condominio.
Artículo 1983.- Condominio. Condominio es el derecho real de

propiedad sobre una cosa que pertenece en común a varias personas y
que corresponde a cada una por una parte indivisa. Las partes de los
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
24
condóminos se presumen iguales, excepto que la ley o el título dispongan
otra proporción.88
El bien cuya titularidad exclusiva no se ha probado pasa a ser considerado un

condominio. Esos bienes les pertenecen a ambos cónyuges y, en consecuencia,
es aplicable lo regulado para este tipo de derecho real, es decir, lo dispuesto
en el artículo 1983 del CCCN y siguientes, en todo lo que no contradiga lo
dispuesto en el libro de familia.
Con respecto a la división del condominio, un derecho de los condóminos,

regulado en el artículo 1997 del CCCN89, se encuentra limitado por este artículo
506 del CCCN90: “Artículo 1997.- Derecho a pedir la partición. Excepto que
se haya convenido la indivisión, todo condómino puede, en cualquier tiempo,
pedir la partición de la cosa. La acción es imprescriptible”.
El artículo 1997 del CCCN dispone que los condóminos pueden pedir, en
cualquier momento, la partición de la cosa, para que cada uno tenga titularidad
exclusiva sobre una parte. Se señala como excepción lo dispuesto en un
convenio. A esa excepción, se puede sumar la limitación del artículo 506 del
CCCN91, en el que se señala que, por querer proteger el interés familiar, el
juez puede oponerse a la participación solicitada.
¿Qué es el interés familiar? Según Herrera et al. (2015): “Es un concepto jurídico
indeterminado que el juez debe valorar en cada caso concreto, teniendo en
cuenta los principios de la solidaridad familiar y la prohibición del ejercicio
abusivo del derecho” (p. 183).
2.1.4 Contratos entre cónyuges

El CCCN, en su artículo 957, define el contrato como “el acto jurídico mediante
el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular,
modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales”92.
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
25
En el caso de los cónyuges, la formación de un contrato se encuentra limitada
expresamente para el régimen de comunidad de bienes en el artículo 1002 del
CCCN93.
Cuando estaba vigente el Código de Vélez Sársfield94, no existía una norma

como la del artículo 1002 del CCCN en la que se limitara la contratación entre
los cónyuges, pero sí surgía de disposiciones específicas. Los contratos
prohibidos eran la donación, la compraventa, la cesión de créditos, las
permutas, el pago por entrega de bienes, la renta vitalicia, el usufructo de
bienes fungibles, las sociedades prohibidas; mientras que los permitidos eran el
mandato, la fianza, la hipoteca, la prenda, la anticresis, etc. (Lloveras, 2016).
El artículo 1002 del CCCN, en sus cuatro incisos, señala los casos en los que
determinados sujetos no pueden contratar en interés propio y, en caso de
hacerlo, el acto se verá privado de sus efectos. La finalidad de la norma, según
Herrera et al. (2015), es la siguiente:
Evitar que determinados sujetos, que se encuentran en una posición que

les da alguna ventaja concreta frente a otros intereses con los que se
encuentran vinculados o por los que deben velar, se aprovechen de la
situación para obtener una ventaja particular. (p. 400).
Artículo 1002.- Inhabilidades especiales. No pueden contratar en interés

propio:
a) los funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o

enajenación están o han estado encargados;
b) los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros y

mediadores, y sus auxiliares, respecto de bienes relacionados con
procesos en los que intervienen o han intervenido;
2014 (Argentina).
94 Código Civil de la Nación [CCN]. Ley 340 de 1869. 25 de septiembre de 1869 (Argentina).
26
c) los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en
procesos en los que intervienen o han intervenido;
d) los cónyuges, bajo el régimen de comunidad, entre sí.
Los albaceas que no son herederos no pueden celebrar contrato de

compraventa sobre los bienes de las testamentarias que estén a su
cargo.95
En el inciso d, se establece que los cónyuges no pueden contratar en interés

propio, aunque solo lo limita al régimen de comunidad. Nada dice si los
cónyuges se encuentran bajo el régimen de separación de bienes. Siguiendo a
Belluscio (2017): “A contrario sensu, si los cónyuges están sometidos al régimen
de separación de bienes, gozarán de libertad de contratar entre sí” (p. 30).
Tabla 3: Contratos entre cónyuges
Contrato entre cónyuges
Régimen de comunidad Régimen de separación
Cónyuges sin libertad de contratación Cónyuges con libertad de contratación

(excepciones)
¿Cuál sería el fundamento para dicha prohibición? Se tendrían que tener en

cuenta los intereses de los terceros y de los mismos cónyuges con respecto al
patrimonio común que los cónyuges forman en el régimen de comunidad.
Nicolás Giraudo Esquivo (citado en Lloveras, 2016) encuentra lo siguiente:
La prohibición se basa en el temor de que un cónyuge beneficie al otro,

perjudique a los herederos legitimarios, que el contrato aproveche para
sustraer bienes de la acción de los acreedores, o bien que uno de los
cónyuges se prevalezca del otro. ( p. 246).
2014 (Argentina).
27
Este inciso d encuentra sus excepciones en el régimen primario, el régimen que
rige para ambos regímenes vigentes cuando se habla del contrato de mandato.
Por otro lado, otra excepción se encuentra en la Ley de Sociedades Comerciales
en el artículo 2796.
Mandato entre cónyuges
Artículo 459.- Mandato entre cónyuges. Uno de los cónyuges puede dar
poder al otro para representarlo en el ejercicio de las facultades que
el régimen matrimonial le atribuye, pero no para darse a sí mismo el
asentimiento en los casos en que se aplica el artículo 456. La facultad
de revocar el poder no puede ser objeto de limitaciones.
Excepto convención en contrario, el apoderado no está obligado

a rendir cuentas de los frutos y rentas percibidos.97
El artículo 459 del CCCN regula el mandato entre cónyuges, con la limitación
de que, a través de este contrato, no se puede dar a sí mismo el asentimiento
dispuesto en el artículo 456 del CCCN98 (actos que requieren asentimiento). Este
artículo ya fue analizado en el módulo 1, por cuestiones de espacio nos
remitimos a él.
Sociedad
La Ley de Sociedades Comerciales (Ley 19550) dispone, en el artículo 27, lo

siguiente: “Los cónyuges pueden integrar entre sí sociedades de cualquier tipo
y las reguladas en la sección IV”99.
96 Ley 19550 de 1984. Ley de Sociedades Comerciales. Art. 27. 30 de marzo de 1984. B. O. No.
25397.
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
99 Ley 19550 de 1984. Ley de Sociedades Comerciales. Art. 27. 30 de marzo de 1984. B. O. No.
25397.
28
Este artículo fue modificado en el año 2014 por la Ley 26994 (CCCN). Cada
sociedad tiene su patrimonio que será diferente al de los cónyuges, como lo
dispone el artículo 154 del CCCN100.
En palabras de Herrera et al. (2015):
El patrimonio de la entidad sirve para el cumplimiento de sus fines y es

distinto del de cada uno de sus miembros, pudiendo soportar sus propias
deudas y responsabilidades. Es una consecuencia, claro está, del
principio de personalidad diferenciada (artículo 143 del CCCN). (p.
299).
Código Civil y Comercial de la Nación [CCCN]. Ley 26994 de 2014. Art. 154. 8 de octubre de
100
2014 (Argentina).
29
Unidad 2.2 Bienes adquiridos
conjuntamente
2.2.1 Administración de bienes propios y gananciales
En la sección 4 del capítulo 2 (Régimen de comunidad) del CCCN, se dispone la
gestión de los bienes en la comunidad.
Como habíamos mencionado, el régimen de comunidad hace necesaria la

diferencia de los bienes propios y de los bienes gananciales, en caso de
producirse su extinción.
Los bienes propios serán administrados por el cónyuge que es titular. Para saber
qué bienes son considerados propios, tenemos que tener en cuenta el artículo
464 del CCCN101, y, en el caso de bienes gananciales, el artículo 465 del
CCCN102.
Los bienes pueden ser adquiridos de forma individual o conjunta. Con respecto
a la forma individual, más allá de que se trate de un bien propio o ganancial,
la administración y disposición de esos bienes corresponden al cónyuge que los
adquirió.
De acuerdo con el artículo 469 del CCCN: “Artículo 469.- Bienes propios. Cada
uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus bienes
propios, excepto lo dispuesto en el artículo 456”103.
En el artículo 469 del CCCN104, se consagra la libre administración y disposición

de bienes propios, pero con la limitación que establece el artículo 456 del
CCCN105, en el que se hace referencia a los actos que requieren asentimiento
del otro cónyuge cuando se busca disponer de la vivienda familiar o sus muebles
indispensables.
Según lo que se establece con el artículo 470 del CCCN:
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
30
Artículo 470.- Bienes gananciales. La administración y disposición de los
bienes gananciales corresponde al cónyuge que los ha adquirido.
Sin embargo, es necesario el asentimiento del otro para enajenar o

gravar:
a) los bienes registrables;
b) las acciones nominativas no endosables y las no cartulares, con

excepción de las autorizadas para la oferta pública, sin perjuicio de la
aplicación del artículo 1824.
c) las participaciones en sociedades no exceptuadas en el inciso anterior;
d) los establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios.106
También requieren asentimiento las promesas de los actos comprendidos en los

incisos anteriores.
Al asentimiento y a su omisión se aplican las normas de los artículos 456 a 459

del CCCN107.
Además, si el cónyuge adquiere, de forma individual, bienes gananciales, los

podrá administrar y disponer de ellos. Sin embargo, al igual que lo establece
el artículo 469 del CCCN, existen casos en los que se necesitará asentimiento
del otro cónyuge para que el acto realizado sea válido.
El artículo 470 del CCCN menciona cuatro casos en los que es necesario el
asentimiento del cónyuge en caso de bienes gananciales, en caso de querer
enajenar o gravar bienes registrables, acciones nominativas no endosables y
las no cartulares —con excepciones—, las participaciones en sociedades no
exceptuadas en el inciso anterior y los establecimientos comerciales, industriales
o agropecuarios.
2014 (Argentina).
107 Código Civil y Comercial de la Nación [CCCN]. Ley 26994 de 2014. Arts. 456, 457, 458 y
459. 8 de octubre de 2014 (Argentina).
31
2.2.2. Administración de bienes adquiridos conjuntamente
Según lo establecido en el artículo 471 del CCCN:
Artículo 471.- Bienes adquiridos conjuntamente. La administración y

disposición de los bienes adquiridos conjuntamente por los cónyuges
corresponde en conjunto a ambos, cualquiera que sea la importancia de
la parte correspondiente a cada uno. En caso de disenso entre ellos, el
que toma la iniciativa del acto puede requerir que se lo autorice
judicialmente en los términos del artículo 458.
A las partes indivisas de dichos bienes se aplican los dos artículos

anteriores.
A las cosas se aplican las normas del condominio en todo lo no

previsto en este artículo. Si alguno de los cónyuges solicita la división de
un condominio, el juez de la causa puede negarla si afecta el interés
familiar.108
Cuando los bienes se adquieren de forma conjunta, su administración debe ser

realizada de forma conjunta, cualquiera sea el tamaño del derecho de
condominio que posean.
Esto implica que, más allá de que un cónyuge posea una parte mayoritaria, no
puede someter al otro cónyuge con respecto a las decisiones que tome. Esta es
una principal diferencia con el régimen común para el condominio, en el que la
resolución tomada por la mayoría obliga a los otros condóminos109.
En caso de existir disenso, los cónyuges pueden recurrir a la justicia para obtener
una autorización judicial para su disposición.
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
32
Con respecto a la división de condominio, derecho que tiene cualquier
condómino110, la norma en su último párrafo dispone la negativa del juez a
concederla en caso de que se afecte el interés familiar.
En resumen, en todo lo restante, se aplican las reglas del condominio, pero

siempre respetando las limitaciones del artículo 471 del CCCN en cuanto la
supresión de mayoría en la administración, la posibilidad de autorización
judicial en caso de disenso sobre la administración o disposición de estos bienes
adquiridos conjuntamente y la limitación de la facultad de requerir la división
de los condóminos (Herrera et al., 2015).
Tabla 4: Diferencia de administrar bienes adquiridos de forma individual o

conjunta
Administración de bienes
Bienes adquiridos por un cónyuge Bienes adquiridos de forma conjunta
Administración individual, ya sean Administración conjunta (aplicación de

bienes propios o gananciales (casos en la normativa de condominio con
los que se requiere asentimiento). excepciones).
2.2.3 Ausencia de prueba

También serán considerados bienes adquiridos de forma conjunta, aquellos
bienes sobre los cuales no se logró demostrar la titularidad exclusiva. El
condominio será entendido en partes iguales.
Según se establece en el artículo 472 del CCCN: “Artículo 472.- Ausencia de

prueba. Se reputa que pertenecen a los dos cónyuges por mitades indivisas los
bienes respecto de los cuales ninguno de ellos puede justificar la propiedad
exclusiva”111.
2.2.4 Administración sin mandato expreso

En caso de que los cónyuges administren bienes del cónyuge sin mediar
mandato, se aplican las reglas del mandato o la gestión de negocios: “Artículo
474.- Administración sin mandato expreso. Si uno de los cónyuges administra los
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
33
bienes del otro sin mandato expreso, se aplican las normas del mandato o de
la gestión de negocios, según sea el caso”112.
Tabla 5: Diferencias de administración según el tipo de bien
Administración del cónyuge
Bienes Tipo de administración
Bien propio Administración individual
Bien ganancial adquirido por él Administración individual
Bien adquirido en conjunto Administración en conjunto (condominio)
Bien sobre el cual no se probó Administración en conjunto (condominio)

exclusividad
Bienes del otro cónyuge (sea propio o Mandato. Gestión de negocios

ganancial)
Para cerrar, es importante tener en cuenta que, aun actuando dentro de sus
facultades, los cónyuges pueden realizar acciones con el objeto de defraudar
al otro cónyuge. Por este motivo, el artículo 473 del CCCN establece la
inoponibilidad de dichos actos: “Artículo 473.- Fraude. Son inoponibles al otro
cónyuge los actos otorgados por uno de ellos dentro de los límites de sus
facultades, pero con el propósito de defraudarlo”113.
Conclusión
En el régimen de comunidad, tenemos bienes propios y gananciales. La norma

indica, expresamente, qué bienes serán propios y cuáles gananciales.
En el régimen de separación de bienes, no se hace distinción entre bienes

propios y gananciales: solo existen bienes que son de titularidad de un cónyuge
o del otro.
En el régimen de comunidad, en caso de administración de los bienes, cada

cónyuge administra y dispone con exclusividad de sus bienes propios o
gananciales que ha adquirido —con excepciones—. La administración conjunta
2014 (Argentina).
2014 (Argentina).
34
se da en casos en los que existe condominio, sea porque así lo adquirieron o
porque sea presumida por la ley por la falta de prueba de exclusividad.
En el régimen de separación de bienes, la administración de los bienes es de

cada titular de los bienes —con excepciones—. También puede existir
condominio por presunción de la ley, en caso de no probar la propiedad
exclusiva de un bien.
Están prohibidos los contratos entre cónyuges en el régimen de comunidad de

bienes —con excepciones—; sin embargo, no existe esa prohibición en el
régimen de separación de bienes.
35
Referencias
Belluscio, C. (2017). Régimen patrimonial del matrimonio y de las uniones
convivenciales. García Alonso.
Código Civil de la Nación [CCN]. Ley 340 de 1869. 25 de septiembre de 1869

(Argentina).
Código Civil y Comercial de la Nación [CCCN]. Ley 26994 de 2014. 8 de

octubre de 2014 (Argentina).
Código de Minería [CM]. Ley 1919 de 1886. 25 de noviembre de 1886

(Argentina).
Herrera, M., Caramelo, G. y Picasso, S. (2015). Código Civil y Comercial de la

Nación comentado. Infojus.
Ley 19550 de 1984. Ley de Sociedades Comerciales. 30 de marzo de 1984.

B. O. No. 25397.
Lloveras, N. (2016). Manual de derecho de las familias. Editorial Mediterránea.
36

Módulo 2. Régimen de Comunidad

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Módulo 2.

Además, hemos estudiado que el régimen de comunidad es el régimen que rige

Según se establece en el artículo 463 del Código Civil y Comercial de la Nación

Artículo 463.- Carácter supletorio. A falta de opción hecha en la

El sometimiento al régimen de comunidad comienza desde la celebración del

En el régimen de comunidad de bienes, se forma una masa común que luego

En el libro segundo, título II (Régimen patrimonial del matrimonio), capítulo II

2.1.2 Bienes propios y gananciales

Se había mencionado que el régimen de comunidad inicia desde la celebración

Entonces, la distinción de los bienes gananciales y los propios se da con base en

No son propios los bienes recibidos por donaciones

En este inciso, aparece la primera limitación al criterio temporal. Aun estando

Si ambos cónyuges reciben los bienes por estos actos de liberalidad

La donación es un contrato en el que una parte se obliga a transferir

Si las donaciones son remuneratorias, los bienes no son propios. Entonces, en

Si los bienes adquiridos por donación remuneratoria se vuelven gananciales, si

Cuando la donación es con cargo, el cónyuge donatario tendrá el deber de

La permuta es un contrato en el que “las partes se obligan a transferirse el

En este inciso, también se hace referencia a la recompensa; ese deber recaerá

Es decir, la comunidad está realizando un aporte mayor al aporte que realiza

En este caso, continuamos lo dispuesto en el anterior inciso, ya que el cónyuge

El CCCN define en el artículo 233 a los productos como “objetos no renovables

Cuando el producto no ha sido separado del bien, “forma un todo con la

En este sentido, se agrega lo siguiente:

f) las crías de los ganados propios que reemplazan en el plantel a los

En este caso, se señala que el bien es propio porque el derecho a adquirir

La nulidad es un tipo de sanción que la ley impone en protección del interés de

En este caso, hay bienes que pertenecían al cónyuge y salieron de su patrimonio

En el caso de la nulidad, el artículo 390 del CCCN establece como efecto de la

El CCCN ha definido la mejora como “el aumento del valor intrínseco de la

En el caso de la accesión, hay que tener en cuenta que se puede tratar la

Puede la comunidad tener derecho a recompensa, si las mejoras o adquisiciones

Por su parte, se consideran bienes propios los siguientes:

En este inciso, se regulan situaciones en las que existe extensión de un derecho,

En caso de que la comunidad resulte perjudicada, existirá una obligación de

Otro tipo de bienes propios son los siguientes:

l) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió antes

En este caso, se tiene en cuenta el momento en el que se extinguen los derechos

Se consideran bienes propios, además, los siguientes:

También son bienes propios “n) las indemnizaciones por consecuencias no

Con respecto a lo que comprende la indemnización, puede decirse que es un

La pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el lucro cesante

Se consideran bienes propios “ñ) el derecho a jubilación o pensión, y el derecho

Lo que el cónyuge reciba por su jubilación, pensión o alimentos tiene el carácter

Con este inciso, el código se ha posicionado por reconocerlos como bienes

Se consideran bienes propios los siguientes:

o) la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra intelectual ha

El derecho moral sobre la obra intelectual es siempre personal del autor.

Como habíamos mencionado, al estar vigente el régimen de comunidad, se

Son bienes gananciales “los adquiridos durante la comunidad por hechos de

Los bienes son gananciales si se adquieren durante la vigencia de comunidad y

No es pacífica la doctrina con respecto a la causa de adquisición. Unos

Como habíamos mencionado en la sección de bienes propios, los frutos son

Son bienes gananciales “d) los frutos civiles de la profesión, el trabajo, el

Son bienes gananciales “e) lo devengado durante la comunidad como

Se consideran bienes gananciales los siguientes:

f) los bienes adquiridos después de la extinción de la comunidad por

Sin embargo, si el saldo es superior al valor del aporte

En el caso de que lo soportado por el cónyuge con su propio patrimonio sea

Se consideran también vienen gananciales “j) los adquiridos después de la

Una vez extinguido el régimen de comunidad, no se sigue formando una masa

En este caso, la adquisición de los bienes es por título oneroso y durante la

Son bienes gananciales “l) los originariamente gananciales que vuelven al