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HumbertoA.

Lagiglia

ARQUEOLOGIA E HISTORIA
DE,L FUERTE SAN RANAEH, T}EL T}TAMANTE
(MENDOZA)

Estetrabajo conforma las páginas 89-190 de esta obra. Fue publicado por
primera vez, en el t. I del libro aPresencia Hispúnica en la Arqueología
4rgentinan, dirigido por el prof. Eldo S" Morresi, del Museo Regional de An-
rropología <<Juan A. Martinet>>, del Instituto de Historia de la Facultad de [Iu-
n¡nidndes de la Universid¡d Nacional del Noreste.
ARQUEOLOGIA E HISTORIA DEL FUERTE
SAN RAFAEL DEL DIAMANTE (MENDOZA)

Humberto A. Lagiglie (l)

I. Introducción.

En el año 1956, cuando reahzábamos las primeras exploraciones


arqueológicas en Villa 25 de Mayo, distante 25 km. al Oeste de la ciudad
mendocina de San Rafael, no fue menos la tentación de revisar las ruinas
de lo que aún quedaba del "Fuerte Histórico .San Rafael del Diamante"
(2). Había sido emplazado a principio del siglo pasado, teniendo interven-
ción en su construcción "índios pehuenches amigos", cumpliendo una
brillante actuación defensiva frente los constantes embates de tribus
^
alzadas del strr de la Provincia. Estas aliadas en muchos casos con grupos
culturales y étnicos afines, producían periódicas incursiones, los malo-
nes o malocas, a estancias y ernplazamientos hispánicos de los Valles
dé Xaurúa (San Carlos), tJco (Tupungato y Tunuy án) y del propio Valle
de Cuyo o Guentata (Ciudad de Men doza).
En ese año, uno de los brazos del Ríb Diamante golpeaba sus
aguas contra la barranca de los restos tercio del Fuerte que aún que-
daban. En los alrededores del año 1900, un gfan aluvión del Arroyo
del Salado, afluente próxinrc¡ del Diamante y de este río, en forma con-
Junta arrasaron las 314 partes del Fuerte.En esta últirna época, las cons-
trucciones se encontraban en estado ruinoso y abandonadas.
En la oportunidad antes referida, revisarnos cuidadosamente
un perfil de la barranca situada al Este del torreón Norte del ruinoso
fuerte. Nuestra sorpresa fue grata al apreciar que allí afloraba un hermoso
y antiguo basurero. con abundante cantidad de huesos de animales do-
rnésticos cortados a golpes de cr¡chillo o nrachete en unos casos, y serru-
chados en otros. Entre los rnis¡nos separamos una veintena de fragmentos
de alfarería de neta factura indígena, entre otros restos. Pero la barran-
ca ofrecía otros atractiv<rs, como ser niveles de bloques acomodados

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a modo de cimientos y niveles de rodados aplanados formando antiguos
pisos. (Fig. 9).
En L959 en compañía del Intendente Alfredo Cinca, gran entu-
siasta y colaborador en este tipo de inquietudes, se pretendió impulsar
la restauración del fuerte aludido, 9ü€, aunque la medida no llegó a
felíz término, permitió realízar un programa completo pera efectuar
las respectivas excavaciones y reconstrucción. Es recién erl el rnes de
agosto de 1973, cuando se integra a cargo del distinguidci ernpresario
local, Sr, Carlos B. Izuel, la "Comisión Pro-reconstrucciín del Fuerte.
Histórico San Rafael del DiamAnte", y se inician bajo la dirección de
quién esto escribe, las primeras excavaciones sistemáricas, con el apoyo
de 50 estudiantes de diversos niveles. Estas excavaciones se realizan
durante todos los fines de semana hasta el mes de diciembre, con igtral
o mayor número de participantes. En 1.974 y 7975 se completan otras
tareas de excavaciones, que permitieron la elaboración cle u¡ra planta de
conjunto, la que con diversos informes fue completada con documenta-
ción de tradición oral e histórica. De esta manera la arqueología históri-
ca hace un aporte valioso al conocimiento de estos baluartes cle contacto
hispano-criollo indígena y del período institucional o independiente
del país. La proyección de estos estudios y ffabajos lleva el sello implí-
cito para el logro de una reconstrucción o recreación cronológico-cultu-
ral del área de estudio; con el fin de conformar los cuadros pertinentes.
Estos estudios permiten comprobar una vez más la naturaleza y persis-
tencia de determinados elementos indígenas en contacto con el "blanco".

II. Ubicación del Fuerte.

Se encuentra situado a 25 km. al Oeste de San Rafael, provincia


de Mendoza, en la Villa cabecera del Distrito 25 de Mayo. En la actua-
lidad el predio ocupado por las ruinas del Fuerte y la antigua plaza de
armas del mismo, integran una pequeña plaza forestada etttre las Avda.
Bartolomé Mitre y General Las f{eras, a unos 300 nretrc¡s al sur dc la Ruta
Provincial N" 150, que atraviesa por la calle Los Arrdes, la pintoresca
y apacible "Villa-Vieja".
Su actual custodia está a cargo de la Delegación del Distrito Mu-
nicipal.
Por un error de interpretación, se creía que el Fuerte Histórico

90
del Diamante, se había emplazado primitivamente en las Juntas con el
Atuel. Más adelante aclararemos estos aspectos. Pero es válido deshcar
que el primitivo sitio de su emplazamiento ha sido el mismo donde actual-
mente se conservan sus ruinas.
El rescate definitivo del sitio de su emplazamienro, fue logrado en
los alrededores del año 1940, merced a la labor de la Comisión pro-
Conservación de las Reliquias Históricas de Villa 25 de Mayo, presidida
por el historiador Prof. Narciso Sosa Morales (3), quien ** le debe la
" que pertenecieron
custodia y conservación de valiosas piezas históricas
al citado baluarte, y que integran el acervo del Museo d" Historia Natu-
ral de San Rafael, con vistas de formar un fururo Museo Histórico local.

II. ANTECEDENTES HISTORICOS.

A fin de evaluar los múltiples antecedentes que dieron lugar a


la implantación de este baluarte amurallado, analizaremos los prinlip"-
les documentos e información bibliográfica pertinente prr" fir,"l-"nr.
desarrollar los resultados de la labor arqueoló gr^.

I. El proceso de araucanización y sus problemas.

A partir del año 1658 la influencia Mquche en el territorio


argentino va lentamente absorbiendo y fusionando los grupos cultura-
les locales. Causas diversas van levantando y aliando los-gt"p* indíge-
nas, los que amenazan con sus incursiones üversas partesi"í t".¡roJo.
Asaltos e invasiones, las malocas o malones, constituyeronun serio peli-
gro Para las estancias de la Provincia de Mendoza. Los Valles de Uco y
Xaurúa, que se caracterizaban por sus férdles derras pare la implantación
de viñedos, frutales y la cnanza de ganado, son repartidos desde las,
prime¡as décadas de la conquistey colonización hispánica.
Entre 1561 y 17 50 los alzamientos indfgenas en la región no
üuvieron gravitación e importancia y fueron someddos rápidlmenre.
A más t* gt"pos naturales que habitaban al Norte del Diamante, entre
la Cordillera de Los Andes y el Rfo Desaguaderosalado, hasm San
Juan,
eran pacíficos agricultores sedentarios, los llamados Grarpes o Huarpes
Iulilbayac. Habían sufrido entre el año l4T0 y el ano tSé0, la acultura-
ción incásica, cuy¿ influencia natural debió conrinua¡ sobre ellos durante

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a modo de cimientos y niveles de rodados aplanados formando antiguos
pisos. (Fig. 9).
En L959 en compañía del Intendente Alfredo Cinca, gran entu-
siasta y colaborador en este tipo de inquietudes, se pretendió impulsar
la restauración del fuerte aludido, güe, aunque la medida no llegó a
feliz término, permitió realizar un programa completo pera efectuar
las respectivas excavaciones y reconstrucción. Es recién erl el mes de
agosto de 1973, cuando se integra a cargo del distinguiclo empresario
local, Sr. Carlos B. Izuel, la "Comisión Pro-reconstruccifin del Fuerte
Histórico San Rafael del Diamante", y se inician b"j" la dirección de
quién esto escribe, las primeras excavaciones sistemáticas, con el apoyo
de 50 estudiantes de diversos niveles. Estas excavaciones se realizan
durante todos los fines de semana hasta el mes de diciembre, con igtral
o mayor número de participantes. En 1974 y 1975 se completan otras
tareas de excavaciones, que permitieron la elaboración de una planta de
conjunto, la que con diversos informes fue completada con documenta-
ción de tradición oral e histórica. De esta manera la arqueología históri-
ca hace un aporte valioso al conocimiento de estos baluartes de contacto
hispano-criollo indígena y del período institucional o independiente
del país. La proyección de estos estudios y ffabajos lleva el sello implí-
cito para el logro de una reconstrucción o recreación cronológico-cultu-
ral del área de estudio; con el fin de conformar los cuadros pertinentes.
Estos estudios permiten comprobar una vez más la naturaleza y persis-
tencia de determinados elementos indígenas en contacto con el "blanco".

II. Ubicación del Fuerte.

Se encuentra situado a 25 km, al Oeste de San Rafael, provincia


de Mendoza, en la Villa cabecera del Distrito 25 cle Mayo. En la actua-
lidad el predio ocupado por las'ruinas del Fuerte y la antigua plaza de
armas del mismo, integran una pequeña plaza forestaü entre las Avda.
Bartolomé Mitre y General Las Heras, a unos 300 nretros al sur de la Ruta
Provincial N" 150, que atraviesa por la calle Los Andes, la pintoresca
y apacible "Villa-Vieja".
Su actual custodia está a cargo de la Delegación del l)istrito Mu-
nicipal.
Por un error de interpretación, se creía que el Fuerte Histórico

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lk
del Diamante, se había empl4zado primitivamente en las Juntas con el
Atuel. Más adelante aclararemos estos aspectos. Pero es válido destacar
que el primitivo sitio de su emplazamiento ha sido el mismo donde actual-
mente se conservan sus ruinas.
El rescate definitivo del sitio de su emplazamiento, fue logrado en
los alrededores del año t940, merced a la labor de la Comisi6n Pre-
Conservación de las Religuias Históricas de Villa 25 de Mayo, presidida
por el historiador Prof. Narciso Sosa Morales (3), * quien se le debe la
custodia y conservación de valiosas piezas históricas que pertenecieron
al citado baluarte. y que integran el acervo del Museo de Historia Natu-
ral de San Rafael, con vistas de formar un fururo Museo Hist6rico local.

II. ANTECEDENTES HISTORICOS.

A fin de evaluar los múltiples antecedentes que dieron lugar a


la implantación de este baluarte amurallado, analizaremos los principa-
les documentos e información bibliográfica pertinente para finalmente
desarrollar los resultados de la labor arqueolóF.".

I. El proceso de erascanización y sus problemas.

A partir del año 1ó58 la influencia Mapuche en el territorio


argenrino va lentamente absorbiendo y fusionando los grupos cultura-
les locales. Causas diversas van levantando y aliando los grupos indíge-
nas, los que amenazen con sus incursiones diversas partes del territorio.
Asaltos e invasiones, las malocas o malones, constituyeronun serio peli-
gro para las estancias de la Provincia de Mendoza. Los Valles de Uco y
Xaurúa, que se caracterizaban por sus férriles derras parala implantación
de viñedos, frutales y la crianza de ganado, son repartidos desde las
primeras décadas de la conquiste y colonización hispánica.
Entre 1561 y 17 50 los alzamientos indlgenas en la región no
ruvieron gravitación e importancia y fueron someddos rápidamente.
A más los gupos naturales que habitaban al Norte del Diamante, entre
la Cordillera de Los Andes y el Rfo Desaguadero-Salado, hasta San Juan,
eran pacíficos agricultores sedentarios, los llamados Cuarpes {t Huarpes
Milbayac. Habían sufrido enffe el ano 1470 y el año 1550, la acultura-
ción incásica, cuya influencie natural debió continua¡ sobre ellos durante

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las primeras incursiones hispánicas. (Prieto de Herrera, 1976; Lagiglia,
1981). El marcado abuso comeddo por las encomiend* y la exporta-
ción constante de ellos a Chile, los fue conduciendo a su absorción y
exterminio (Canals Frau, 1946; Jara, 1958). Si perduraron lo hicieron
en forma aislada, no grupal ni social, lo que dejó de tener raz6n como
entidad socio.cultural integrada. Razones obvias del desequilibrio social,
desarticulación estructural y funcional del grupo que tenía el privilegio
de las tierras cuyanas.
Pero los constantes embates e interrelaciones económicas de los
indígenas Mapuches de Chiile, no dejaron de incidir durante el siglo XVll
y se aumentaron e incrementaron en el siguiente.
Los "htehhes de Cuyo o Algarroberos", de acuerdo a la copio-
sa documentación existente (Latcham , 1927 ; 1929- 1930; Cabrera , 1929;
Canals Frau, 1937; 1953; Michelli, 1977i 1978), comerciaban en los
valles centrales de Chile desde antes de la llegada de los españoles, y no
conformaron grupoq numerosos. Se agrupaban socialmente en familias
dispersas a lo largo de la cordillera, piedemonte y llanuras vecinas, desde
el Sur de Mend oza hacía el Neuquén. Sus medios de subsistencia basados
en la ceza y la recolección lo llevaban a la transhumancia. Respuesta esta
como una forma de adaptación a las condiciones ecolóS.* de un am-
biente árido y desértico someddo al vaivén de bruscos cambios estacio-
nales, enrre la Cordillera, el piedemonte y las llanuras inmediatas. Estos
grupos se afincaron a una economfa estacional, en muchos casos con
un tipo de nomadismo con base central, en otros de dpo restringido.
Algunm de ellos aprendieron la lengua mapuche. Habían cumpli-
do de remprana edad, su estadía y formación cultural (y/o aculturación)
en los fundos hispánicos allende de la Cordillera. Añorando su tierra,
retornaron'a Cuyo convirtiéndose en enlaces entre Pehuenches del Neu-
quén y Mapuches de Chile (los Aucáes o grupos alzados) (4). Para ampliar
algo más el tema sobre el fenómeno de la araucanización, ver: Cabrera,
1934; Canals Frau, 1935; 1938 ; I 9 53; Serrano , 1947 .
El alzamiento indígena del año 1658, inquietó a las provincias
de Cuyo y fue someddo de inmediato (Cabrera, 1929; Canals Frau, 1937).
Segun dgunos historiadores (Morales Guiñazú, 1938, p. 32) estos alza-
mientos fueron la respuesta y repercusión Cuyana del famoso alzamiento
Calchaquí del falso Inca y aventurero andaluz Pedro Bohórquez (5),
creyéndose ser producto de un acontecimiento realizado en combinación.
Cualesquiera que séan las causas conjugadas o no de grupos indígenas

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disímiles, válido es puntualizar que es el producto d€ una respuesta
procesual motivada con el accionar político y cultural, por la presencia
hispánica. Esta fecha, 1658-1ó60, es de sumo valor en la periodificación
histórica de las regiones andinas del occidente argendno.
En Cuyo, la incidencia continuó: en L 666, una maloca logra llegar
al Valle de Xaurúa y Uco, produciendo considerables estragos (Morales
Guiñazú, 1938, p. 33).

II. Malones y alzamientos del siglo XVIII.

Filibusteros, bandoleros, aventureros e inescrupulosos inquietaban


las poblaciones indígenas, incitándoles a invadir, incursionar y asalta¡
caravanas y asentamientos hispánicos en la región cuyana.
En 1711, I\.telche.s con auxilio de Pehuenches pretenden iniciar
una sublevación, que da lugar al nombrarniento del Corregidor General
Pablo Giraldes Rocamora (6), quien adopta medidas adecuadas para apla-
carlas. Crea un cuerpo de Caballeríe, cvye función será de eficacia contra
los alzamientos indígenas. Indios "Pampa^s" (.r sentido amplio), amena-
zan saquear las estancias del Sur Mendocino e "indios amigos" dan aviso
a las autoridades. lo que da lugar a que con 80 hombres al mando del Capi
tán Luis Lucero (enviados por el Teniente de Corregidor de San Luis,
el Maestre de Campo Juan de Mayorga), desbaraten por completo el in-
ténto (Morales Guiñazú, 1938, p. 39). Los acechos y agresiones que los
indígenas cometían, mantenían atemorizadas a las poblaciones hispáni-
cas. Los vecinos de San Luis de Loyola, se negaban a colaborar con los
planes de defensa y para evitar males mayores, el corregidor publicó
un bando prohibiendo la salida de vecino alguno de l¿ jurisdicción de esa
ciudad, a raíz de los sucesos de 1712, en que, varias parcialidades indí-
genas saquearon e invadieron estancias y la propia ciudad, llevándose
gran número de ganado. Desde Mendoza, el corregidor Pablo Gui¡aldez
de Rocamora, auxilió a la vecina ciudad con el envió de milicias que fue-
ron tras de los grupos agresores, quienes habían ganado suficiente tiempo
para desaparecer (Morales Guiñazú, 1938, p. 39).
Al año siguiente indios pampas y pehuenches intentaban una
nueva maloca a las estancias del Sur de Mendoza. Indios amigos dan nue-
vamente la alarma oficial de los hechos y las autoridades adophn rnedi-
das para lograr producir la retirada de los indígenas y reducir al mfnimo
los d¡¡ios (Morales Guiñazú, 1938).

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III. Las fortdezas pioneras del Sur Mendocino.

Era menester darrno sólo seguridad a la propia ciudad de Mendo


za y predios circunvecinos destinados al ag¡o, sino también valoriza¡
el espacio útil del Sur que prometía el desarrollo humano y económico.
La inestabilidad de los asentamientos en los referidos valles de Uco y
Xaurúa, estaban a merced de los embates de tribus nómades araucani-
zadas del Sur de la provincia de Mendoza, cuyas correrías y depredaci<¡-
nes ocasionaban serios daños a las estancias. Estas en 1753, reclaryraban
con insistencia la creación de una fortaleza en el lugar (Chaca, 1964,
pp. 45-77; Segura, 1968, p. 26I). Fn conocirniento de los hechos, la
Audiencia de Sanriago y la Capitanía General de Chile liabían tomado
las medidas necesa¡ias y autorizado el avance de la frontera, sin que el
Cabildo de Mendoza, realizara la ejecución de la obra. Nuevos enrbates
indígenas de fines de 1769, hacen que éste, en sesión del 5 de f-ebrerc,
de 1770 ordene la creación y emplazamiento del Fuerre, en el sitio den<>
minado "La Ish", llue conforma la confluencia de los Arroyos Yaucha
y Aguanda, en el Valle de Xaurúa (San Carlos).
Se aprovechó el propio sitio denominado "Real de San Carlos",
Posta de descanso de las tropas y carzvenas que se dirigían al Sur. En
carácter de Superintendenrc general de la Obra, se comisiona al Maestro
de Campo don Juan Martínez de Rose (7). Al año siguienre se funda
la Villa de San Carlos, tarea que estuvo a cargo del Teniente dun Juan
Manuel Ruíz (1772) (Ver Morales Guiñazú, 1936, pp. 10ó-1 97; Chaca,
1964, p. 57-58). En el año l772,se funda a unos ó0 km. al sur del Fuer-
te San Carlos, en di¡ección a "Las Peñ6", en la localidad de "Paso de
Las C-anet6", el Fuerte "San Juo, de Nepomucerto". Su objeto era seguir
apoyando sl avance de la Fronrera Sur. Ambos fuertes carecían de adecua-
da estrategia en su emplazamientor por estar ubicados en el seno de valles
sin el mayor resguardo narural y totalmente desprotegidos. Sirvieron
de apoyo a numerosas campañas punitivas, las que estuvieron al rnando
de Juan Francisco de Amigorena en 1779 y en 1780. (8), del Coman-
dante Francisco Esquivel Aldao (1788) y d. Francisco Barros (1796) (9).
Sebastián Undiano y Castelú, Capitán del Regirniento de Volun-
tarios de Caballería de Milicias Disciplinadas de la Ciudad de Mendoza,
en 1784 recorre desde el Fuerte de San Carlos hasta l,as Tolderías de
Los Manantiales "qu, destruímos", dice la referencia carrográfica. Esta
ruta Puede inferirse que se realizó por la margen derecha del Río Atuel,

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que en ese entonces se denomina Diamante (Ver Martínez Sierra, 1g75,
P. 263). Este viaje punitivo le permitió seguramenre originar ideas acerca
de su plan defensivo, pues conoció la zona de confluencia del Diamante
y Atuel.

IV. El avance de la frontera sur.

Era necesario para conrinuar el plan defensivo, ganar tierras para


asegurar los establecimientos hispano<riollos, adelantando la froni"r".
Diversas inquietudes emanadas de visionarios sobre cuestiones de polí-
tica indígena, propiciaron la búsqueda de un nuevo sitio para empl^.^,
otro baluarte defensivo, que estuviera en una posición estratégic" y *á.
al Sur. Francisco Serra Canals, en 1777 eleva al Gobierno de Buenos
Aires un largo e interesante informe, acerca del establecimiento de líneas
de defensa contra los embates de los naturales. Al respecto del Fuerte de
San Carlos, hace notar sus deficiencias e ineficaci e para cumplir con
su cometido y exPone la iniciativa de "qu. deberían aprovecharse la de-
fensa del Río Diamante, para constituir en su -"rg.n (Norte), cuatro
fuertes, frente a los pasos del río, fuertes o fordne, bi.n artillados, con
dos cañones" (Marcó del Pont, A. 1928, p. 131;Morales Guiñazú, 193g,
p.44) (10).Al parecer el inforrne de serra canals, ruvo muy buena
aceptación en las autoridades del Virreinato, pero las posibilidades de con-
crbción del proyecro quedaron demoradas por un lapso de 27 a-ños.
Undiano y Castelú presentó al Virrey Sobremonte un plan para
la extensión de la frontera, lo que dió lugar atsu análisis por medio de
una junta examinadora, que el mismo Virrey presidió el zg de Mayo de
1804 (11) formada por "personu de mayor inteligencia y conocimientos
practicos en estos Asuntos".
undiano, había realizado un "Mapa ceográfico de Las pampas
de Bs.As. " como expresa Zeballos (1958, p. 39 s-sgo, auror que lo .o-"n-
ta Por prinrera vez ye que dispuso una copia de esa carra), dice que abar-
c_aba gran Parte del Reino de Chile y servía para demostrar la importancia
de extender la fiontera contra los indios h"ri" los Ríos Negro y Dianrante,
c¡tredando de esta manera protegidas las comunicaciones ccln Chije. La
carta de Undiano y Castelú no fue conocida hasta que Ramirc¡ Martínez
Sierra dió con ella basándose en los daros de Estanilao Zeballos enrre
ntanuscritos de la Biblioteca Nacional (hoy en el Archivo General de la
Nación; Legajo 1 88 de los manuscritos transferidc¡s por la Biblioteca

9s
Nacional) (Ver Martínez Sierra, 197 5, p. 262-263). El rítulo de esre
documento cartográfico expone sugestivamente el comentario que más
arriba se ha efectuado.
La principal preocupación, pese al criterio unánime en la acep-
tación del plan Undiano, lo constituía la distancia considerable que se
tendría que ganar para avafizar la frontera y consecuentemente, demanda-
rían grandes erogaciones. De todc los temas tratados, uno guarda vincu-
lación con el tema que exponemos. Se trata de exponer la factibilidad
de avanzar la frontera mendocina hacia el Sur, con el traslado del Fuer-
te San Carlos hasm la confluencia del Atuel con el Diamanrc. Proyecto
este "qt. había sido presentado en aquellos momentos por Santiago
del Cerro y Z,amudio" (Sierra Martín ez 197 5, p. 263).
Las diversas campañas punitorias a que nos hemos referido, exi-
gían, por la conflictiva situación indígena reinante, adelanrar la frontera
por lo menos hasta el Diamante. La hostilidad que se producía entre gru-
pos indígenas de distinta connotación socio-cultural, unos aliados con
el "blanco" y otros alzados, daba lugar a que en diversas oportunidades
se tomara partida más a favor de unós que de otros. Se aprovechaba biem-
pre esta coyuntura que favorecía de alguna manera ir sometiendo a los
indígenas e ir ganando lentamente el territorio, para el aprovechamientc>
inmediato del espacio valorizado. Los grupos de primitivos rnontañe-
ses, conocidos como Pehuenches, que desde 1658 comenzaban a sen-
tir los efectos de la araocanización y que originariarnente habitaban la
región de los pinares, habían paulatinamente ganado, un siglo después,
gran parte del territorio del Sur Mendocino hasta el Río Diarnante. Los
propios grupos de montañeses que tenían el dominio político de las tierras
del Sur Mendocino, conocidos como "Puelches de Cuyo o Puelches al-
garroberos" (con sus parcialidades Oscollames, Morcollanres y Chiquilla-
mes), en estrecha relación de parentesco con Pehuenches y Aucaes, se
habían dispersado étnica y culturalmente.
En 1780 el Cacique Pehuenche Pichicolemilla firnra ante las
autoridades de Mendoza, un tratado de Paz y Amistacl (Morales Cluiira
26,"1,938, p.47), )r se inicia un acuerdo parlanrentario ante el Corregiclor
y Justicia Mayor de Cuyo, el General don Jacinto Carnargo y Loayza
en presencia de la Cacica doña tgnacia Guantenao y de cloria María Yan-
quepi. La conformidad de este acuerdo de paz debería ser firnrado por
los Caciques Roco (esposo de Guantenao), Raigan, Raigapan, Antepan,
y Penalit, pero la medida no llegó a íeliz término (Morales Guiñazú,

96
1938, pp. 4749; chaca, 1964, pp. 3 27-g).
Fina.rmenre en rTggdurante
la cornancla'cia de don Francisco cre Anrigorena, se firma un trata¿o
cle paz (Nellar, lg73 e, pp. 99-111).
Tanto el Cabildo de Mendoza (17g9), el Comandante
Francisco
Esquivel y Aldao y don Francisco de
Amigorena, tomaron diversas rnedi-
das y actuaciones para ver cristarizado
er anhero de emplazar un nuevo
halua¡-te en la línea del Diamante (Chaca,
1964, p. 94; BuSros Dávila,
1972, p" 636).
La irnperiosa necesidad de consumar la medida
es dificultada
Fior escasez de medios ec( . .

pese a que er virrey o..";:;il'T"


H:"To;:t|;il""': f"ril;?::
cr virtud del presupuesro que había sido erevado
por Arigo..na para
la consrrucción dcl nuevo fuerte (Bustos Dávira, rg7z,p.
óg6).
v' Las exploraciones y el conocimiento del terreno del sur mendocino.
A fines del sigro xvilr,- ra experiencia r'grada con las
miliraresal mando de Esquiver y Aliao y d" Amigorena, campañas
enrre orros,
c'nforme se ha .o,,,"nr"Jo más arriba, 'h"bí"n
pJrmitido un amplio
conocimiento geográfico der Sur de Mendoza
radores, viajero.s, y geigrafos se surnaron
y i"r Neuquén. Expro_
en procura de lograr un paso
fácil para conectarse con chire por er Sur.
Esta era una de ras princi_
pales preocupaciones del Virreinaro.
El 8 de agosto de 1g04, er Sr. Gobernador rntendente
de esta
provincia, s'licita un informe sobre er
paraje más adecuado y propi_
cio para adelantar la frontera y en el fuerte de san carlos. Esto
en virtud de lo ya comenmdo, por ^vanzer
la ineficacia de este úrtimo y a fin de
dar seguridad a l<¡s hacendados y poblaciones
siruadas al Norre del Dia-
nrante' Ello da lugar a un inforrne del
comandante Telles Meneses fechado
5 de seriembre de rg04, en er qu€ se expresa rnás
o men* Io siguiente:
De acuerdo al conocimiento q,r" 1",
rnilitares habían ganado
de los terrenos delsur cle la provincia,"u,*id"des
en f.rnra unánime sugieren se cons-
la
-'luy" _proyectada fc,rtaleza defensiva contra l<x indios, en ra ribera
Nc¡rte del Río Atuel en la zona cle la
confluencia con el Diamante. Agre-
ga el docume'to. y dcstaca que estas
feracísimas rierras, ubicadas entre
alrtbos ríos reu'íarr las .on.li.i.¡res cle
fertilidacl prr" ln'agricultura del
re¡latlío, la que daría prócligos resultadcx. pc¡r -esos
orro lado camp.o
dispo'ían de pa.strrras para er ganado, ,.rg".rob"r*s,
reranros chañares,

97 i
para dotar toda la instalación que se realice en madera. De esta manera
el nuevo emplazamiento defensivo ganaría algo más de 50 leguas de te-
rrenos desde el Fuerte de San Carlos hacia el Sur (12).
Esta avanzada en el Atuel, permitiría tener el fácil acceso a la
dotación de sal de las "famosas salinas del Diamante a distancia de seis
legtas poco mas o menos del fuerte propuesto y a retaguardia de nuestro
cañón... "
Pero visionarios de lo. aspectos de la circulación y rlovilidad
indígena, el documento destaca la necesidad indispensable de que se
corten dos pasos o vados del Diamante 9u€, "se llamort comtt'nmente
de arriba... ". Iniciariva esta que demandaría un bajo costo. A más, por la
naturaleza geomórfica del Diamante que corre dentro de la zona mon-
tañosa del "Bloque San Rafael", del piedemonte y la Cordille ra, confor-
mando un cañón o cañadón, con sendos planos aterrazados con sus
barrancas verticalesr Qu€ no permiten su fácil acercamiento o cruce, de
no ser por los referidos pasos. El conocimiento que sobre ellos se Posee,
en especial a los de "arriba del Diamante", difiere de los que indica esa
documentación. Pues no son dos pasos, sino tres o cuatro.
Interpretando la postura de la estrategia defensiva de entonces
Chaca (1964, p. 106), expresa: "Los índios conocían muy bien los cami'
nos y de los pasos por donde lleuabúlt sws ínuasiones, y efecnadas és-
tcts, huían pioniendo entre ellos y st¿s perseguidores la banera del Dia-
mante y pronto se perdían en las extensas regiones allende al Río".
"Habían que tomar entonces estos camínos y cerrar estos Pasos,
cuyos nombres, empezando por eI mas al oríente: "Paso de Abaio",
,,Paso de Romero",
frente al cual se levarttó el Fuerte, "Paso de Ureta";
"PaSo del C-anizalitO", "PasO de Arena", "PasQ de lOs Aucas" (()p. cit.,
p. 106). No menciona el citado autor la procedencia de estos datos.
Las referencias cartográficas y documen tales, en especial tle
tradición oral de la zona, nos indican la existencia de los siguientes va-
dos del Río Diamante: 1:) "Paso de Abajo";2"). "Paso de Rome'ro",
situado en la desembocadura del A". Salado, afluente del Dianrante, a
unos 850-1000 metros al Oeste del ernplazanriento del Fuerte San Ra-
fael, en el actual sitio del Dique 25 de Mayr-r; 3") "Paso del Diamante"
(13) situado en la localidad de Agua del T"oro, entre el Ptct. clel ¡rtisr¡r<-¡
nombre y actual endicanrienro y el A" Hondo, al Este clel C". I)iar'¡ran-
te; 4"). "Paso de lJreta o del Carrizalito", situatlo en la dese¡ntrc¡cadu-
ra del A". homóni¡no tributarici del Dianrante, en donde se ubica el ex-

98
Puesto de don Manuel Díaz e unos 10 km. al Oeste del C" del Diaman-
te. 51 "Paso de,Arena", que segurarnente debe ser el paso de La
Jau-
la o del Agua del Médano, situado más o menos 1 km. al Este del
"ctual
puenre y ó'). "EI Paso de las Aucas',, €D la desembocadura del A" del
mismo nombre. Dentro de estos pasos, los dos que permitieron un vado
adecuado fueron los situados en las inmediaciones del C. Diamante, es
decir el "Paso de Las salinas" o "Del l)íamant",, y el ,,paso de IJ¡eta,,
o "del Canizalito". Seguramente a estos dos se refiere la documentación
histórica al denominarlo "Paso de arriba del Diamante". pues para proce-
der al cruce de los pasos de La Jaula y de Las Aucas y Agua d.l ujd*o,
'es necesario esPerar condiciones adecuadas del caudal
en base a la hora
del día, debido a las fluctuaciones de su régimen.
De todos rnodos, el control de esos pasos que propiciaban Telles
Meneses y otros que habían explorado el territorio, indicaba que de
esta
lllanera los indígenas quedaban reducidos o precisados a vivir ,,en
el
interior de la cordillera, o a,retirarse más a la costa del mar".
Este plan de disponer de la frontera sur en el Atuel, propiciaría
y {acilftaría extender las estancias de Mendoza y Corocorto (La paz),
hasta dicho río, dejando "el camino de ra cruz de piedra expediro
p"-
ra el tránsito a Chile".
A principios del siglo xIX el río Diamante ofrecía caracrerís-
ticas un tanto disímiles de las que presentó tiempo después, cuando
sus
agttás fueron lentamente aprovech"¿r" para la tras el im-
pulso de la nueva área "ganada" al d"ri.rto. Aparte, "gri.,rli.rr",
debe tenerse en
cuenta la disminución periódica anual del caud"i, qr", por las razones.
del paularino Proceso de desertización progresiva va transformando
el
río en menos caudaloso. El caudal del Diamante era entonces considera-
ble' El conocimiento previo de los lugares donde era posible vadearlo
Para cruzar hacia el Norte, constituía un aspecto importante que los
indígenas debían tener presente y conocer.

Vl. Visita al Virrey de lndios pehuenches de Mendoza.

En el año 1804, dc¡n Rafael de sobremonre (r4) se hace cargo


del Virreinato del Río de La Plata, hombre de grandes méritos
y dotes
como gobernante, quién en años ¿nteriores (tlai-t7g7) se había
desem-
peñado como lntendente Gobernador de Córdoba del T,r.,r-árr.
ocasión
ésta última, 9üe, por esrar la rogión cuyo a cargo de su
gobierno, era

99
conocedc¡r de los múltiples problemas que afcctalran a esa región. F{abía
realizado dtx visitas a Mendoza, una en 1785 y otra en't 787 1788;inclu-
sive con<¡cía personalrnente el límite de la fronte ¡'a con li.,s naturales,
puesto que había visitado el Fuerte de San Carlos'
Las motivaciones políticas que incitaro¡l a un gupo cle pehut:n-
ches del Sur Mendocino a entrevistar al Virre:y. sc ciet,ió a dcit Santiago
del Cerro y Zamudio, quién los condujo a Buenos Atres. Estr últir¡r";.
interesado en lograr un boquete de fácil colnunicación por e! Sur de Cuycr
con Chile ganó el interés de los indígenas, los que presenciaitnente ase
guraron ante d Virrey poder colaborar con los planes aiudidos.
El grupo de indígenas, integrado por los Caciques Caripán, doña
María Josefa de Roco, don Juan Neculante y María del Carmen, entre-
vistaron di¡ectamente al Virrey don Rafael de Sobremonte en Buenos
Aires, en el mes de Octubre de 1804 (15).Manifestaban "su disposicíón
a reducir, y proteger eI tránsito de la Cordíllera de Chile, que se dírige a
h ciudad de Talca... ". El objeto de esta delegación llevaba, según nuestra
interpretación, un doble objetivo. Es dable señalar la inestabilidad terri-
torial existente en el Sur de Mendoza, donde el confinamiento de los
derechos a ocupar el territorio por los grupos allí asentados, corría ries-
go por los constantes embates de tribus indígenas alzadas, y no asegura-
ban su supewivencia. La rápida movilidad cultural producida con el
"Horse complex" (Complejo del Caballo), produjo una dinámica nueva,
desacostumbrada para la estn¡cutra social de los pueblos cazadores-
recolectores, que debió favorecer una ágil forma de adquirir alimentos,
bienes de subsistencia y protección. El contacto intergrupal se acentuó
conjuntamente con el genético, teniendo una marcada gravitación los
Mapuches. Pero numerosos grupos prefirieron permanecer marginados
de las cortfabulaciones indígenas y parece suceder que esto correspondió
a los que vivían próximos a las instalaciones hispánicas, no obstante
haberse ñ¡sionado y hablar en much.:s casos la "lengua de Chile" (M"-
puche).
Le política del Virrey Rafael de Sobrernonte, aprovechaba esta
coyuntura partidaria de los grupos indígenas "amigos" no solo para avan-
zar la frontera y ganar territorio sino tanrbién para estar prevenidos de
los malones, que en más de una oportunidad le daban aviscl; cuanclo
esto sucedía de inmediato las milicias urbanas o de l<¡s Fuertes, se prepa-
raban defensiva o agresivarnente para evitar mayores pérdidas.
Obsequios y halagos integrados Por Provisiones, "tticios" y ves-

100
tirnentas comPraban la v<¡lunmd y la conveniencia de esos grupos de
c azad or es- re c ol e c t ores.
Los planes y Proyectos como el de Francisco Serra Canals de
1777, los de Undiano y Castelú (del año 1796 que presentaba en 1.804),
los de Santiago del 'Cerro y Zamudio, Ias aspiracionrs de don Francisco
de Anrigorena y los puntos visionarios de Esquivel Aldao y de Telles
Meneses, se iban a Poner en práctica. Las circunstancias propicias pare-
cían consumar los hechos. La actitud decisiva debió ser impartida por el
Virrey Para Poner en ciaro los aspectos defensivos de fundar una nueva
avanzada en la zona de Las Juntas del Atuel y &l Diamante.
La tradición indígena por un lado, y el interés puesto por el con-
sulado de Buenos Aires y sus autoridades, de encontrar un paso cordi-
llerano en el Sur, que eludiera las altas cumbres nevadas a la altura de la
ciudad de Mend oza, fueron las causales que incentivaron poner en ejecu-
ción l¿r iniciariva del virrey (Martínez Sierra 'l.g7s, r. I, pp. 196-199).
Se agregaba una nueva posibilidad de relacionar económicamenre
Bueno,; Aires con chile, por medio de un camino de {ácl acceso para
vehícu os de tracción a sangre. El Virrey don Rafael de Sobremonre,
quería también_llevar a la prictica esta posibilidad que durante tiempo
había inquietado la economía y comunicación coltnial, destacánd"u"
siempr': como visionario progresista y espléndido estrarega (16).
Los indígenas habían sentado las bases de una rápida comunica-
ción c'rn Chile. Uno de ellos,en l1g3rlogró en tan solo 16 días cubrir
el tray';cto entre Negrete (al Sur de Chile) y Buenos Aires, ida y vuelra.
(Nellar F.G. 197 3 g, t. I l, pág. lt}).
El 26 de noviembre de 1802, sale desde San Agusrín en Talca,
el Ayudante Mayor de Milicias don José Santiago del Cerro y Zamudio
( 1836 (197 2) t pp. 4046, Nellar F.G., r97 3 g T. II,
pp. ttz-ttg), en
búsqueda exploratoria de un paso o camino, terminando después de
67 días de viaje, o sea el I de febrero de 1803 en Buenos Aires. Este
viaje pt'rmitió por primeÍavez obtener un mejor conocimiento de la región
referid:r y d" su cartografía. De la revisión efectuada del rrayecto realiza-
do por Cerro y Zamudio en base a documentación .artográfíca y alcono-
cimiento que sobre los terrenos tenemos personalm"n,., se árrpr"rrd"
que nir guno de los dos sectores de cruce cordillerano result"n
para el tránsito a Chile con un medio de movilllad de Fansporre "d".,.rados
como
era el ds ruedas (carretas, carretones u otros).

101
VII. Expedición fundadora de Telles Meneses.

La buena predisposición Puesta de manifiesto Por el grupo de


indígenas en ocasión de su visita al Virrey, da lugar a que éste se dirija
rl Cámandante de Milicias de Mendoza,con Écha 16 de ocilbre cle ese
mismo año imponiéndole de la misiva indígena. Con fecha 5 de enero,
TellesMeneses recibe instrucciones del Virrey don Rafael de Sobremonte
para cumplir con los objetivoo de la fundación del nuevo fuerte. Telles
Menesesrconocedor de la zona y del tiempo que le demandaría la emPresa,
parre de la ciudad de Mendoza el l5 de febrero de 1805. Busca el rumbo
para incorporarse con la expedición del Teniente don Esteban Hern ández.
Est* había salido de la Capital del Virreynato lc primeros días del año
1805. Telles Meneses pasa por el Fuerre San Carlos, y de allí se ürige
hacia el Sur. El 3 de Marzo de ese mismo año se encontraba después de
17 días de marcha, acampando a qillas de las márgenes del Río Damante
y dispuesro a dar cumplimiento a la decisión de su excelencia el Virrey.
Aprovechó Telles Meneses el tbmpo disponible Para hacer reconoci-
miento sobre el terreno, en especial de la zona de las Juntas del Atuel
y del Diamante, lugar éste, que en üajes explaatorios anteriores le había
permitido elaborar un plan e informe, para asentar en las inmediaciones
de la barranca Norte del Río Atuel, el proyectado Fuerte que haría avan-
zar la frontera Sur. También reconoció los terrenos del Cerro El Nevado,
al S.E. de San Rafael, exponente orográficoque alcanza 3,810 rn de altu-
ra. Ambos de acuerdo al infqme con fecha 8 de abril de 1805 (17)'
eran recorridos en partidas exploratorias, al doble efecto de reconocer
el rerreno y de lograr avistar la partida del Capitán Estéban Hern ández
desde la .'Fron,.r" d.l Río Quinto", aprovechando cotno era {costumbre
entre los indígenas y mihtares de la época, la comunicación o señaliza-
ción con humo. Felir-ente, el Capitán Hernández se reunió en d Cam-
pamento del Diamante el 26 de rr!¡tzo de 1805, luego de efectuar el te-
corrido desde el Fuerte de San Carlc por un antiguo camino que condu-
cía directamente al "Paso de Romero".

VlIl. Expedición del Comandante Santiago delCerro y Zamudio.


Las medidas de fundación del nuevo fuerte debían ponerse rá-
pidamente en práctica, conjuntamente con otros Proyectos y Preocu-
p".ion", del Virreinato. Las circunstancias propiciaban a corto plazo

102
llevar a concreción de esas medidas.
El Virrey y Marqués don Rafael de Sobrenronte, con fecha 5 de
enero de 1805, dirije una nota al Comandante de Arrnas de Mendoza,
d<¡n Faustino Ansay (18), en la gue Ie comenta nuevamenre de la cntre-
vista de los referidos caciques indígenas del sur de Mendoza. Con anrc-
rioridadrel 16 de octubre de 1804, había procedido de igual modo a su
irnposición. Los citados indígenas pehuenches están dispucstos a csrre-
cl¡ar víncr¡los ar¡ri.stosos con los españoles, aceptar la fé Gistiana y prorc-
ger cl tr;írisitt¡ de mcda a Chile por algún paso o bo..luete cordillerano dcl
Strr rnertd,;citto. Esta últirna inquietud preocupaba desde hacía años a
las autc¡ridades dr| Virreynato del Río de La Plata. De esta forma se pci-
trilitaría el cornerrcio con Chile por medio de carretas o carretones, evi-
tándosc lrrs conocidos pasos del Norte, donde los ransportes se hacían
usartd() cargueros tr¡uinos. Infornra el docunlento, que parten de la Capi-
tal del Virreinato L¡s indígenas que hemos rnencir¡nado y al mando de ls
rnilici:sren calidad de Jefe de la misrna, el Comandante de Milicias Reti-
radcr, Capitán dc¡n Santiago clel Cerro y Zamudio. Es acompañada esta
expedición por una escolta a cargo del Teniente don Esteban Hernández,un
gufa y un geógrafo científico (y agrimensor), don José Sourryere de Souillac.
La escolta estaba formada por un sargcnto, un cabo y l8 blandengucs.
Dentro de los nredios y útiles auxiliares para llevar a cabo lre
tarcas enconlenclaclas por el Virrcy, éste dispone dotarlo de su propio
c:a¡retón del parque de artillería, de elementos de remoción, un cordel
de mensuras ds 100 varas y con cargo de devolución un octantc o sex-
tante, aguja de r¡larcar, estuche de tnatcrnáticas para formar planos y
útilcs de dibujc y escrin¡ras (Sourryere de Souillac, lg34 ('l97z, p.
491 ; Nellard, F.G., 1973 h, pp. 164-171).
A r¡ás -agrega el docr¡menro- que sc ha dispucsto quc cl sar-
gento Mayorrel Contandante de Milicias Urbanas dc Mcndoza, don Miguel
Telles Meneses, acompañaclo por el Conventual de San Francisco de
Mcndoza, el paclre Fray Francisco lnalicán,se rcúna cn lm told.¡s pelruen-
ches del Sur mendocino con la cxpedición quc partía dc Bucnos Aircs,
proccdieltdo a la furrdación dcl nuevo fuertc, cn los lugarcs previstos,
colaborantlo igualnlente con la cxpedición y tscolta dcl J'enicntc Hernán-
dez. y su lefc. don Santi:rg<l del Ccrro y Zarnudio. l-uego de l,rs prcpa-
rativos, acucrtlos y ftntdación dcl nucvo baluarrc, scguiría óstc último
su marcha cruz¿utdo la cordillcra dc l-os A¡rdes hacia Chilc, por el Sur
dc lr ¡t.ovincia de lr4endoza.

103
Con igual fecha,5 de enero de 1805rel Virrey instruye un oficio
dando las ,.io-.ndaciones del caso y los objetivos que dicha expedi-
ción debería cumplir (Sourriere de Souillac, L934 (7972), PP.491493)
a saber:
Lo. Encomienda a la realización de las tareas especlficas o facultativas
como geógrafo de la expedición a don José Sourryere de Souillac
quien debía efectuar el reconocimiento del paso de la cordillera
de Chile por Talca con carruaje.
2o. Que será posible lleva¡ a cabo la misiva en virtud de las relaciones
que don José del Ceno y Zamudio ha asegurado, por la mediación
e intervención de los Caciques Pehuenches, que regresan con di-
cha expedición.
3o. La expedición irá con una escolta militar al mando del Teniente
Esteban Hernández con los siguientes enseres: 1"-Utiles necesarios
para el movimiento de tierra; 2"-Cordel de 100 varas (835 m.)
p"." l" realización de Mensuras; 3"-con cargo de devolució1: un
octante o sextante, aguja de demarcar, estuche de matemáticas
para formar planos; dos onzas de tinta china, pinceles, lápiz finos
y o.ditarios y una resma de papel. Se dispondrá de algún joven de
mérito a quien se dará auxilio de caballo. Esta asignación recayó
en don Manuel Chaves.
4". Será habilitado por "Tesorería General con dos Pagas adelantadas
y en la marcha tendrá los auxilios de caballos y demás que sea
posible".
5o. 3" desempeñará como oficial Comandante, encargado de la custo-
di., el orden de la marcha, dirección o ruta a don José Santiago
del Cerro y Zamudio.
6o. Al geógrafo Sourryere de Souillac se le encomienda de: "el exámen
del-camino, descripción de terrenos, diarios, planos de los paraies
en que lo hallare preciso y posible, sin riesgo de demora periudicial;
diaño en gue corxten las direcciones cye se tomen, la calidad de
los tenenos, agua, pastos, drroyos, rfos, hgunas o trauesíu y demas
digno de notarse, colt particularidad en h cordillera, como obieto
principal
'bítid;d
de esta operación, para acreditar h posibílidad o imposi-
de stt trársito, contando con las estaciones de la nieve y de-
m,ís obst,iculos, si pueden o nó rupetafse Pafa el trffico de ruedas;
con cuyo obieto úa un canetfin del parque de artillerla, y doy
las órdenes cowenientes para los anxilios precisos Por las ftonte-

104
ras deCórdoba, San Luis Y Mendoza".
7". Se le previene al Comandante que debe hacer el viaje por la fron-
tera. De esta manera se evitará tener incidencia con los indígenas,
y evitar su recelo teniendo los recursos desde San Luis y que "Pur'
de tomar sin este cuidado la dirección que diera Para el boquete
de l"a cordillera de Talca".
8o. tlna vez efecruado el reconocimiento del paso cordillerano se reco-
mienda regresar por el mismo camino, "antes de que las nieues Io
cierren", dr lo cual ha de tomar a usted exacte noticia, Por ser uno
de los objetos más importantes: Pues' como en invierno la abun-
dancia de aquellas hacen intransitable las cordilleras, y en verano
los ríos caudalosos los dificultan, es necesario tener esto muy Presen-
te pafa graduat las ventajas que pueda ofrecer esta emPresa".

IX. Itinerario de la Expedición de José Santiago del Cerro Zamudio

Establecidas las instrucciones del Virrey al grupo expedicionario


parrió de la capital del Virreinato el 12 de enero de 1805rcon el siguien-
te recorrido: provincia de Buenos Aires, Santa Fé, Córdoba y San Luis.
Finalmente y en detalle el ltinerario efectuado en la provincia de Men-
doza se hizo así:
28). Río Desaguadero (19).
2r. LaPez.
30). La Dormida.
31). Río Tunuyán.
32). Reducción.
33). Fuerte y Villa San Carlos.
34). A" Papagallo: Puesto Peralta 3 leguas.
35). Ciénaga de Aguada . . - - .2 "
36). Fuerte San Juan de Nepomuceno y Colman . 3 ll2 "
37).A" Las Peñas 5ll2 "
38). Ranchito del Carrizalito 3 ll2 "
39).Carrizalito .......2 "
40). Curnbrc del C" en que se divisa toda la circunferencia y la Barranca
del flianlarttc. -- .4 "
41).Canrpamcntodel t)ia¡nante '......4 "

105
Ir
lr

lr

Analizaremos el itinerario que reelizíla expedición del Teniente


Hernández y de don José del Cerro y Zamudio denro del territorio
mendocino, con el fin de establecer con exactitud las rutas usuales de
la época colonial. No hay duda que desde la localidad de Pareditas (Dpto.
San Carlos) existfan dos rutas, una la del Oeste por medio de la cual
se podría llegar al Diamanre y cruzarlo por los pasos de Las Aucas, La
Jaula o del Diamante (Salinas o de Ureta). La orra rura, la del Esre,
pasaba por la actual localidad de "Paso de Las Carretas", donde se emple-
zaba el Fuerte San Juan de Nepomuceno para finalmente tocar "L6
Peñas", ubicada en el borde septentrional del "Bloque San Rafael" y des-
de allf bordeando la serranía-se llegaba al "Paso de Romero". Este itine-
rario era usado y conocido por los indígenas desde remota época. Esta
ruta proporcionaba una serie de arroyos y aguadas de tramo en tramo,
que facilitaba el provisionamiento de los viajeros. De ¡nanera contraria
de no tomarse camino de la zona pedemontana de cerrillada, hacerlo por
la zana de la travesía se corría el riesgo del padecimiento del agua para
el ganado y viajeros.
Analizaremos cartográficamente el recorrido utilizado, desd. P"ro
de Las Carretas o Fuerte San Juan, hasta el Diamante. Este itinerario
corresponde a una antigua senda o ruta referida. Esta fue recorrida ram-
bién por los ingenieros Gunardo Lange y Enriqrre Wolff en 1894, expedi-
cionarios enviados por el Museo de La Plata.
Partiremos del Fuerte San Juan de Nepomuceno, cuya exacta ubi-
cación se conserva en la actualidad, correspondiendo al casco de la es-
tancia de García. Los ranchos que conformaban el fi¡erte existían h¿cs
unos 20 años atrás aproximadamente, en que fueron destruidos. Este
lugar está a 2000 metros al Sur del Puente sobre el A" Aguanda, en la
localidad de Paso de Las Carretas, Dpto. de San Carlos.
El día 24 de m,arzo la expedición se encuentra de paso por el
citado fuerte, y debió haber acampado en las "Ciénagas de Aguurda".
Continúahasta Colmanl (20) y de allí al "Arroyo de Las Peñas";reco-
rriendo como se indica a continuación.
24: "De la ciénaga de Aguanda, al Fue.rte de San Juon de Nepomuce-
no y de allí hasta Colmaní... 3 112 leguas.
24. "Del Fuerte de San Juan de Colmaní al Anoyo de Las Peñas"...
5 112 leguu.
25. "Del arroyo dc San Juan de Las Peñas, al ranchitr¡ del CanizaLito...
2leguu (= 11.146 krn).

106
Aquí.se observa por primera vez que el gran
arroyo de Las peñas
se lo denomin a "san
Juu, ib Las peñas,',. E. t única ,.f"r.rr.i. que so_
bre el particular se ha encontrado.
El "Ranchito der canizarito,, es un asentamiento
muy antiguo.
Lange r.lofff (1s94) figura corno
fn. sirio ,,pobrado,,. En Ia actuali_
dadesta localidad se conoc. .o-o htesto
cañada Aregre.
25. Del Ranchito aI Canizalito . .
2 leguas (=t1 .I46k*.).
se úataría er carrizalito g" un muy
lrg", importante, hoy com-
Pletamente abandonado al pie d" "1"
serranía en las inmediacio-
nes del A" seco del carrizalito,
a orillas de un arroyo serrano con
vegas y cortaderales y abundante
leña. Existen *r, l" actualidad
los restos de grandes corrales y sectores
de potreros con añosos
álamos, hoy casi en compr.t" d"rirucción
y abandono.
26' "DeI carrizarito, ct k á*b* del ceno
e't que.se diuisa toda tn
círcunferencia y bananca del Diamante...
. .4 t"*^,,(=tpo,22.292km).
Esrimaremos que er derrorero se
hizo pJ";;. puesto
de La Hedienda h"rt" el "cetto Torre
contrera,,. Este es el"rque cita
,iiirr'riffi::: det cerro en que diuLsa tocta ta círcunfer"nrio
y barranca
26. "De dicha cambre, al Campamento del Diamante
con estos datos y d.más referencias 3 (= t6.71g).
ubicamos con precisión el
lugar que ocupó el campamento
de Telles Meneses e orillas del
Diamante, cuyos aspectos serán
tratados en er rubro siguiente.

X. Situación del Campamenro


de Telles Meneses. (Fig. 2).

De acuerdo a su informe de
fecha 5 de enero de 1g05,
Meneses estableció su Teiles
camplnento en ¡@ las rrinmediaciones o confluencias
de los Ríos Damant" y eru.I.
si partimos tomando en cuenta los datos
tiago del cerro y zamudio, del itinerario de san-
se pone en claro que las
mo punro re*renciado ar Diamante, tres leguas del úld_
cae denro der pequeño valle
la actual Villa 23 de Mayo. de
Souillac, en su itinerario de
explcaciqres locares, er zz
de 1806' sale del Fuerte san de enero
Rafa.l ¿.foJ-"nte en dirección
bocadura del Atuer, dentro a ra desem-
de ra n"ru; v4¡r¡ór'dc:¡rlra'
;;nrafaelina. Jrgl
aguas abajo expresa i Sigue su curso
"Salí del Fr¡ome al
Faüo del parhmento... (el subrayado es
m{o;

t07
r. VI¡¡. A. p. 511). En orra reterencia (op. cit. p. 574) al referi¡se a los
pasos del Diamante da como distancia "Del l*" antiguo de Romero
i rruruo de Telles...Llzlegua (el subrayado es m{o, = 2.786,5 k*).
De acuerdo al conocimiento que sobre el particular tenernos y
en base a otra referencia que ahora comentamos, el camPamento fue
emplazado a media legua, aguas abajo del P¿so de Romero, es decir
a i3 km. aproximadamente al Este del Fuerte San Rafael, sitio que
coincidirla con la margen norte del Diamante, en frente a la desemboca-
dura del Río Seco Pauón.
El dato que precisa esta ubicaci6rl va precedido por la informa-
ción documenral del 4 de abril de 1805 de Josef Sourriere de Souillac
(17), quien exPresa, que el Teniente Coronel y Comandante de la Ex-
pedición se halla en las márgenes del Río Diamante y al norte del citado
Rlo, a la distancia de 100 varas, que lo es Don MiguelTelles Meneses".
Agf.g" más adelanre: "... Et día 29 de Ma¡zo de este Presente año de
tlOf aI reconocimiento de todo distríto que podrá abrazar la distancia
dc dos by al orímte y occidente de dicho c(mtpctrnento y como qua-
si (sic) m'edia l"go aI No¡e hasta topar con k barranca de h priméra
loma (que dád" b orilla de h Loma grande, hasta las márgenes del
"s h
mismo-Río por parte del Sur) y como e prsentase Ia referída loma,
h más ebwda de todas las del teneno en que me hallo que por offa
parte obsewé clue servía de Banutca al Río Diamante tne pareció con-
veniente y muy necesario pasar huta la Coronilk de elh, para iryo-
nerme y obsentar si serla o no conueniqtte construír en dicha alura el
Fortín proyectado, en efecto pctsamos todos lq de h cornitiva a ella,
y-por admiianos tars distancías qte se nos presentaban desde dicha elettación
'como
h parte del Oriente como por la parte del septentrión y occí&ate
lambién el curso del referida Río Diamante clue corre desde el
Occidente para el Oriente todo este espacio y en prticula su dirccción
que senosmoúfestaba el orimte muy extendifu y a una larga distancia
al paso dc dicho Río (que es el que acosatmbraban a wlerse bs enemigos
márdo nos quiefen aü(mzuf y destruir nuestras hacíqdas), y como me
llenarse dicha eleuación por el dilatado carnPo que se me ofte-
"l "spíAtu
cfu, di desde luego a dicho siüo la preferenciq pro ruspendiendct hasta
tanto gue ¡ne hiciera cargo del tenqto del pkn que está al occidente
para h formacíón del Iltebl.ecilb üemts de pan lleuar, y las tomas o
-Azequias
de este Río para regar todos lcx terrenos de bs nuevos Poblt
dores; colt cuya vista de oicx, suspendí tl teconocimiemta.-".

108
"A la tarde del este' citado día pasamos h mísma cornitiua al
Plan de todo el teneno que está entre el Río Seco por Ia parte del Occi
dente y este carnpamento el cual podrá extenderse c:omo byo y me-
dia del Occidente para eI Oriente, en el cual se Ie podrán rkr cuatro
Azequias o tomas como llaman en este distríto, cün mucha
facítidad
y sin que iamas las aguas de este Río puedan perjudicar a Ins Chacras,
el h'teblecillo, ni mertos el Fortín, con cuya inspección registramos la
naturaleza de todo el teneno, Io fecunda det é1, y t^ demas circunstancias
y proPorciones que se deben pro{:ttrar para hacer un htebto felíz y ho-
biendo tomado el conocírrtir:ttto elue efl talr:-c cdsos se requiere, como
asi mísmo k facilídad de totlos l,¡s ccntt,r:níertcía^s necesarias poro laTropa
y demas habítadores hallantos l;,i.,, aonyr:rúynte ,urp"rd"i lo ditigenila
Para que con maútro acuerdc, y r:ontsr:ín'tiento de todos se dctirmine
con mucha fac;lidad y orden t [ ¡-;ro3,t,cttt 4],,1 Exmo. Señor Víney que
tanto venero, como también ac('t'túr en lus icleas generales de este plan.-..,'.
En este tranro en los planos aLcrrazad.os está el subnivel I (cota
860 -.), una distancia próxirna de 2 krn. del nivel del río; el subni-
"
vel Il (cota 840 m.) a 1ó0tl m. y el subnivel III (cota g20 m.). Este úl
rimo constituye la barrartca alta del Norte del Diamante que se acerca
al río dejando su angosto corredor con la terreza tV. Es decir que a
Partir de la desembocadura del Río Seco de los Caracoles, aguas Á"jo,
la tercera teÍreze, con un desnivel de algo así como 20 nr. de diferencia
con resPecto al nivel de base acrual del río se acerca a éste consid.era-
blemente. Esto está a la altura del cruce de las líneas de alta tensión de
Agu" y Energía, frente a los tubos que cruzando el cauce del Diamante
forman el marginal Norte del f)iamante. A partir de aquí la barranca
del río se aleja del cauce en forma considerable.
De allí que el docunrento, aI referirse a la Loma grande expresa
que "servía de Bananca al Río l)iamante',. Esta interpretación nos per-
inite ubicar con exactitud el Campamento.
La recorrida de los expedicionarios fundadores del Fuerte Sa¡
Rafael de entonces, fue hecha desde el Campamenro a Oriente (Este)
y occidente (oe.ste), como de dos leguas hacia ambas parres.
Del conlentario que realizamos del estudio documental se des-
prende que, dentro del Valle de la actual Villa 25 de Mayo, el sitio del
Parlarnento se sitúa a 85 86 rn. (100 varas al Norte) deí Río Diaman-
te y dentro dc Ia IV terÍaz.a, que es Ia innrcdiata superior del acrual pla.
¡ro de inundación del ntisrrto, de naturaleza limo-loesoide del .u^i,"-
rio.

109
La n'LCImaCrande" (Fig. 2) a que se refiere el citado geógrafo-
científico es la del borde Este del Valle de la Villa, cuyos relictos aterra-
zados corresponden a la l*ll y III terrazas del Diamante. En otras Pa-
labras corresponden al lll nivel de pie de Sierra de escombros de fan-
glomerados de la Formaci6n Colonia de Los Coroneles. El relieve Presen-
ra un estado geomórfico de disertación paulatina por los tributarios
no permanentes del Diamante como el Río Salado por el N'O' y el de
la Huella por el Norte. Ambos han alterado l<¡s tres planos n subniveles
fluviales anriguosi {ue a partir de la desembocadura del A" de [.eis Cara'
coles se conservan más o menos visibles hasta la l,-,calidad de Montoya,
en el Distrito de Las Paredes que es hasta donde comprendc s,r exten-
sión.

XI. El Parlamento del Diamante (21).

El 1 de abril de 1805 se celebra en el lugar indicadoel gran par'


lamento que iba a dar origen al fuerte San Rafael del l)iarnante, en el
"Campamento" qo" don Miguel Telles Meneses había emplazado. Con-
vocados al evento integran las comitivas de, oficiales y soldados, caciques,
indios, que había sido citados para tal efecto. El Parlamento estai,a for
mado por más de 300 personas, Poco más de 200 eran naturales.
Primeramente, como era costumbre se formaba un círculo con
toda la oficialidad, el Capellán, el Teniente don Hsteban Hernández.
el lngeniero*Geógrafo Dr. Josef Sourriere de Souillac, el Comisiona'
do don José Santiago del Cerro y Zamudio con su comitiva y los caci
ques* gobern adores c onvoc ados :

1. Colimilla 9. Puñalef 17. Guantenan


2. Llamiñancu 10. Caníupy 18. Burmaguel
3. Melímanque 1 1. Guiziociñarrctr 19. Antipan
4. Ancanamun 12. Loncoñomcu 2A. Lincoñan
5. Leviqueque 13. Carripan 21, Guayquellan
6. Millagin 14. Panichíne 22. Carrilef
7. Millatur 15. Nagueltípay 23. Cartruen
8. Licoñan 16. Eminan 24. Marco G.y-
co.
25. Bartulo Guc-
I ecal.

r10
C-apitanejos:

l. Pintriñancu 5. Vnieri
2. 9. fosé Goyco
Millanacu 6. Epugurr 10. Mariguanque
3. Ferquillanca 7. Lloncopa
4. I 1. Calfical.
Cumiñan 8. Vicenre Goyco

Intervinieron en- el parlamento cinco


inrérpretes,..,. coadyuuando
con su buen- c/ct y efcrcia el Rdo.
Padre L. Fr. Francisco ynalicán
práctico en eI idi,oml peguenche...,, (Ver
Simón A., 1 g44).
Formando el círculo los oficiales
procedieron a saludar a cada uno
de caciques y capitanejos particular-"nr"
.los y en nombre de su Merced
y del Excelentísimo señor virr"y y capitán
Generar del Río de Ia pra.
ta, el sr' Marqués dc sobremonte.
"concruida esta indisprnrobl, ceremo*
rtía 'dice el documento*- se les hizo por
los dichos interpretes entender
los puntos siguientes,, :
"1") ()rt" Ios receros que tenían de
que ros Espúores res querían qui-
tar sus tierras, y escLt,izarros para *yo
partidas, era inci*rto, que conocies* fin haúían venido aquegas dos
qu, nuestra ttntigua fidelidad y amLs_
tarl era Í)(nnülettte e ínuiorabre,ro,
Iá que quedaron satisfechos y
didos, desuaneciéntrrse todas ras perswa_
do entre ellos que los había puesto ^otign^- rd"^ que se habían forma_
en mouimíento a toda h Nación,
según lc¡s informes cye nos comunicaron
resentadamente algunos mas
Iéales y fieles. tnflueni;as de
ras otras Nacíones de abajo...,,.
Este párrafo sugiere el siguiente comentario:
de indígenas intervinienl".
al observar l- lista
esteparramento, es dabre d.rr".".
una heterogeneidad cultural, "n que hay
con algunos caciques de rierra adenrro,
lo que seguramente al no tener un constante
trato con los Españoles,
recibían la influencia de grupos
de avenrureros e indios alzacros
confiaban de las int.r,.ioirs hispánicas. <¡ue des-
En honor a ra rearidad, avanzar
la frontera' conlo era intención de las
autoridades del virreynato, sig-
nificaba restar tierras a los indígenas
y confinarlos hacia el Río colorado
o el Negr.' Aspecto este que i,r. riáp."
u,"n tenido en cuenraporros
indígenas' De allí quc debiá rccurrirse
al arte persuasivo y a la mediación
dc intérpretes concxedores de los aspectos
soci'culturaleri" grupos,
a fin de rcducir' apaciguar o atefiuar ra "rros
desconfianza quc muchos caci_
qucs pr:nían dc nlanifiesto en esto.s
parlarnentos.

1.1 1
El resumen de estos artículos üanscriptos, en otro texto docu-
mental expresa:
"1. Se manifestaron estos satisfechos de que nuestras partidas no se
dirigen a quitarles sus tierras y esclavizarlos como intentaron persua-
dirlos algunos malévolos".

"2. Que el Rey nuestro Señor reconoce a todos por hijos y que así
es menester que ellos lo miren corno á Padre, cediendo y fronyeando
los terrenos que necesite, a lo que contestan que. todos reputan por nt
Iladre aI Rey pues mira por todos ellos, uiendo así mismo enx Ia Perso-
na del Señor Virrey la de su Merced y que franquean todos stts terrenos
para que puedan abrir los camínos a ks ciudades o hteblos que gusta-
sen, pasando sin ningún recelo por sus tier¡as".
La consabida obediencia al R.y y a sus representantes en las
Colonias llevaba implícito el tributo de rendición cúltica a la monar-
quía hispánica, la que, considerando a los pobladores de las tierras co-
lonizadas, les exigía la postura de sus vasallos e hijos, súbditos de la ce
rona. Esto mo¡¡rs¿ba, como medida política que trascendiera sobre los in-
dígenas haciéncioles notar en posición latente, de la disponibilidad de
tierra colonizada.
El resumen del documento del parlamento expresa:
"2. Igualinente de que el Rey mira por ellos y desea beneficiarlos
,f que en este concepto franquearon sus tierras para la apertura de los
canlinos que gustásemos asegurándonos su libre tránsito".

"3. Que su Excelencia disponía se hiciese un fuerte en nuestros te-


rrenos que considerásemos desde el Río Atuel, no sólo para seguridad
de. toda la Nación Peguenche, por lo que corresponde 4 .sr¿s Enemigos
sino para su moyor felicidad y fomento en su comercío a Io que unání-
mes se conforwaron &rnque reclantaron $r derecho cedíendo y dando
con tnucho gusto y complacencia justa y legitima posesión de los terrenos
que hacen las confluencias de ambos Ríos I)iamante y Atu.el por l,Ls
uentajas que resultaron, estar bien pue.sto dontle les pareciese, prefrien-
do la uísta del Río abajo por ser lrt prhrcípal entratla de los Ranquel-
cltt:s, cuyos terrenos se at,dnz¡tn tle la Jronterd de Sr,n (larlr¡s sobre 70
le,1¡rtits ... "
El resurnen de refer"cncia clir:t':
"3. Considerándose con derecho ¡ los terren{"!$ que nacen rlt' la con.'

t12
fluencia de dichos ríos cedieron. en la posesión de ellos
para el estable-
cimiento del rnlsmo Fuerte y Poblaciónfpor las ventaja.
q,r. resultarán de
asegurarlo así tlc sus enemigos y fomentar su comercio
con nosotro$,,.

"4' Que 'su excelencia disponía igualmente se hiciese una capill<t


dando Por Pánoco al Reuerendo P.l. Fray Franckco
Inalicán de su
mkmo idioma y Nación y aún emparentadu entre ellos
para que instru-
yesen en nuestra religihn a los que uoluntariamente
quisiesen ser ba¿t¡-
zados: se confoftnaron se hiciesi t" *pith y
que todás b pedían siencl,
sus compañeros el padre Inaricán,-y que segin
uiesen el'beneficio qu.
' que resultaban vendrían a su hteblo,
i ry" en este se establese un cam-
pamerúo para tod<ts,,.
El resume' referido que siernpre agregamos dice:
"4. Se conformaron en que * l.rr,d" dpill, de que sea párroco
el
Padre Francisco lnalicán para instruir a los
q.'r. d.r..n abrazer nuestra
religión y que este pueblo se entabre comercio
fara todos,,.
"5. Que para que experimentuen las beneficas y hermanables di.-
posiciones del Señor virrey mandaba se les mirue con
tóclo amor y b"-
neuolencia y que tratasen atli mymo los
que voluntariamente qukiesen
reducirse a nuestra Retigión católicct etigieido igualmente
el pasaje donde
quisiesen para sa lglesia: contestaron clue estiban enterados
de su mu-
cho amor y cariño que en est-o les Áanifestaba su Excelencia
erección de Ia lglesia fuese donde nos acomodase mejor
y para
que con íi"^po
irían reduciéndose Poco a "t
Poco distinguiéndose el i*iq)e I)on Franckco
c-anílef, que el se llamaba a dicha riútcción con toda
v familia, y por
coruiguiente k cacíca Doña María Josefa Roco haciendo
ver que por
Io presente no era conteniente se les irsia,e muchct
que con"t tu^pLr"
irían llamando todos a re&tcción,,.
El texto resurnen documental dice:
"5. Los caciques caciques cariref, cumiñan y Doña María
Roco se conforrnaron desde luego en admitir otra reducción Josefa
con sus
familias, creyendo que poco a poco y según s€ experimentesen
sus venta-
jas se irían abrazando los demás".

"6. Qrc "rl ¡ne:nester {ranquease:n libremen fe sus terrenos para ha_
cer carnino d la ciudad de T'alca tt doncle mejor conviniese,
sin poner
obstáculo en los que transitast'n, así come tenían ?ib¿,rtad para ir
"tlo,

rl3
a los h.teblos o ciudades de nuestros dominios sin impedimento alguno
en los que se miraba con todo aprecio y estímación y en abrir camino
para todas partes resultaba más en beneficio de ellos y no de nosotros,
pues tendrían sin salir de sus tienas todo cuaflto necesitaban comprán-
dolo a los que transitasen y uendiendo ellos sus efectos. A los que todos
unénimes admitíeron sin repugnancia esta propuesta franqueando sus
terrenos y attxilios para que abriesen los camínos que el. Rey Su Padre
y el Señor Viney quisiesen I que conocían las uentttjas que le.s resul-
taban en eI cornercio".
El resumen documental dice:
"6. Ratificaron su allanamiento a que abramos especialmente el ca-
mino a Talca, facilitándoles así el comercio sin salir de sus tierras".

"7. Que las desaueníencias que hay entre unos y l;tros deben quctlar
sepultadas en el oluido y que en adelante deben todos tratarse cotno her-
manos en tranquila y pacífíca pM y socíego entablartdo nuepa uida. Qte:-
dmdo todos auenidos principaln'rente el Cacique Panichhte y su her-
mcma Doña María tosefa, como parte dolientes en estas enemistades
tan inueteradas de estos Caciques Peguenches con los de Lt Nación h,telche
o Pampa que se hallan en esta reducción cuales con el Cacique I)on
Bartolo Guelecal, y los tres Capitanejos Coycos, Marcos, Josef y Vícente
quienes en uoz alta e inteligible se hicieran entender por me.(lio de los
intétpretes el Reuerendo Padre Inalicán, Don Santíago Ceno y Zamudio,
Don Josef Vivancos, Dionkio Morales, Don Juan Neculante y eI intér-
prete General de ellos Coliguace que ellos deseaban se acabase:n entera-
mmte las enemistades que con ellos tenían los Peguenches, y que en.
adelante se tratasen hermanablemente quedando estas partes conformes
y avenidas, dándose parapnteba de sus reconciliaciones y unión las rnanos
en presencia de todos".
Dos aspectos se señalan del análisis de este párrafo docunrenral,
en orimer térmi¡o, existen aquí referencias a grupos de Nación "Puelches"
o '(Pampa", cgmo el Cacigue Bartolo Guelecal y los Goycc-rs. Estimamos
gue estos grupos son los últimos "htelches A.Igarroberos <¡ de Cuyo",
que van persistiendo ante el avance ganado por los Pehuenches del
Neuquén, que se estaban confinando en el Sur de la Provincia.
Algunos autores, creen que los "Coyco" han sido "Huarpes".
(Ver Canals Frau, 1937).
Aunque la asignación "htelche o Parnpa" no especifrca que

114
Guelecal y los Goycos searr Parnpa (ylo Tehuelches septentrionales),
creemos quc: se trata de los grupos que dominaban
el Sur J. h provincia
antes y durante la conquista y exploración inicial del
territorio. Ensegun-
d. término, la mediación de los intérpretes, se observa que no obstante
exisrir el Padre Inalicán, de estirpe pehuenche (Mapuche)
como principal
vínculo de armisticio a quienlorespaldabasu invesridura,
y en quién los
indígenas corfiaban, otro nativoo
Juan Neculante, p.h,^r"n.h"
lr,s españoles tarnbién oficiaba de intérprere. pero los "*rgo a.
indígenas conra-
l'tari con un intérprcte general, de nonb.. ooliguaca
que daba fianza fi.
a Ias rrarativas parlamentarias.
'ral
El del parlanrento dice en el respectivo párrafo docu-
'("sulllcrl
r¡renr¿il:
"7' Se reconciliaron estos Pehuenches con unos puelches o pangai
con quienes estaban desavenidos'..

"8' Que en adelante debe conservarse una inuíolable paz entre ellos
y nosotros, y que siemPre que algunos malos hombres
fuesen ainquie-
tarlo.s ctsn algunas nevedades diesin parte inmediata
nrr" y que de este
modo se consen)aría y iamas habría desunión entre o^bÁ
partes, con-
cordando en todos este artículo,,.
Comerciantes inescrupulosos y aventureros incitaron en
muchas
oportunidades a los indígenas dando lugar a alzamientos
en los que el
prgducto era co:nercializado por esros d"sh.r.,esros depredadores
y á"ro.-
ganizadores de las instalacirnes coloniales. De q,re la documentación
"llí
torne recaudo de este hccho, que siempre pr"o.rf"ba
a los Españoles.
El párrafo resunlen documental dice:
"8. Protestaron la conservación e inviorabre amistad con nosotros,
ofreciendo darnos
Parte de las especies que se les intentase sugerir para
altcrar la desconfianza de nuestra buena fé-".

"9, I\den y representarr todos ellos en este parlamento que


por el
señ<tr Presídente de santiagct de chile se de prohibida
par(t que se euite
la etttrada de todos aq-uellos que no traigan * i¡runr;o
(otl Í)rctext, de camb'kches, y no son mas que ,oiorr",
pul, uienen muchos
a sus haciendrc
d¡' lo que rcsulta qtt(, t,dtr que(oulu olgun^ sitt
ganado y expuestos a
robar pdrd mantt'nprse. I>idientro urgunJ, ,ariqu"i
por capitán de egos
I)<nt Martuel ()íron, vecilto ,Jt' Ia cíuclacl de 'l"ilca,
cttros a l)c¡n santiagct
zerr<s zantttdio, y t;f rc¡s a'l)o¡¡ tilíru Bergartt Alférez de Milic:itu y uecino

11s
de laWlk de Curícó para que todos esfos entendiesen en sus negocios en los
hteblos de su resídencia a los que tuuimos que condescender a sus repre-
sentacíones por contemplarlas justas y anegladasn'.
El docurnento, resumiendo el párrafo anterior exprcsa:
"9. Que el Señor Presidente de Chile cuide de que no vayan a sus tie-
rras personas que a pretexto de cambalachar los roban".

"10. Representando así mismo que la gente que sc k's pusiesr (n


esta nueva Frontera y Pctblacíhn sea toda buena para que por parte tü'
estos puedan recibir buen agasajo, asi como nosotros gustaremos r(cí-
birlo por parte de ellos, lo que concedemos por justct a la PropLt(sta".
El texto resumen expresa:
"10. Qu. sea buena gente que se pongp eñ aquella nueva frontera y po-
blación, para recibir buen trato y evitar desavenencias".

"77. Así mismo piden y suplican clue todos los puntoscitaclos tanto
por parte nuestra como por las de ellos se de cuenta de todos al Exce'
lentísimo Señor Víney de Buenos Aires y aI Excelentícimo Señor [)re'
sidente de Santiago de Chile, para que no solo hagan saber a todos los
hteblos de sus mandos y los cye en ellos mandan en sus nombres, sinó
también para que Io hagm saber al Rey que es padre de todos, y que
conosca que"ellos son también sus basallos fieles y leales y que en todo
estan sujetos a obedecer no solamente al él sínó a los que gobieÍrtan en
su nombre y para com¡trobación de la nueva alianza establecída en este
Parhmento y en reconocimiento de ru fidelidad, lealtad y va:e allaje al Rey,
f;rma a nombre de todos ellos el Reue.rendo PacJre Inalicán aquellos tra-
tados, y d su continuacihn tc¡dos los Españoles que habr'an concunído
al círculo'del Parlamento asegurattdo con esto, una firme y estable unión
entre Peguenches y Españoles a lo quc cottdescendí gtstosísimo".
Texto resunren documental :
"11. Que de todo lo pactado se diese cuenta a cste Superior Gobierno
y a dicho Sr. Presidente de Chile para que lo hagan saber y cunrplir en sus
respectivos Distritos e igualmenté al Rey de quien se reconocieron fie-
les vasallos".

"72. ()ue para prueba de torto le's expitJie'sr' cl Seit<¡r l'-írrty un Pr.sa'
porte o Despacho a cada uno de los CacíEt(.s y ctryitantjos tLutttt a los pre'
sentes coma alos clue no han concunido por s(r pre'cbtt pdrd r'l cuidado

116
de sus casas y luciendas pará cuyo fin se p6e una lísta de todos al Seño¡
Vírrey por el Commdante Don Miguel de Telles púa que Su Excebncia
se los mande inmediatammte pffia clue por ellos seAn conocidos por va-
sallos leales y de su Merced en todos Sus Dominíos, y que le piden d norn-
bre o por parte de los que no están. Quedando en hacerlo presente su pe-
dimiento al Exmo. Señor Virrey...".
Texto resumen del tratado:
"12. Que este vasallaje y fidelidad lo califique este Superior Gobierno
en Pasaporte que expidan e los Caciques y Capitanejos concurrentes
al mismo Parlamento; igualment€ a los demás de su Nación que no asis-
rieron, pero que dicho Don Miguel Teles como presidente de él pase
lista de todo".
Una vez concluido el Parlamento, a las 14 horas "se batió marcha
por todo el alojamiento o ramadones donde seruían a dicho (s) cacique
(s)" y como señal de sello de lo tratado y pactado se hizo una salva con
la artillería. Se procedió a invitar a todos los Caciques a comer al día
siguiente, "lo que han uerificado no sólo con eI fin insinuado sinó para
ratificarse en todos artículos de los tratados que firme a continuacihn,
del Rdo. Padre Inalicán corno comísíonado por todos los caciques y fir-
maron todos según el orden.que lapuesto":
" 7. Teniente de Blandengues de la Frontera de Buenos Aires:
Don Esteban Hernández,
2. Ingeníero Gebgrafo: Don Josef Souniere,
3. oficíal de caballería de voluntarios de Mendoza: capitán Don
Josef Le6n de Fornes - Teniente Don Jr*t Francisco Delgado,
4. Alférez Don Andrés codoy; el subteniente de Miliciu Don
Manuel Montaña,
5. Ayudnnte de la Expedición de Buenos Aires, el Comisionado
Don Santiago Zeno y Zamudio y su ayudante Cadete Portaes-
tante Don Josef EncinAs".

Xll Sitio del Emplazamie nto del Fuerte.


No existe actualmente duda alguna en afirmar cual fue el sitio
elegido para fundar el Fuerte San Rafael del Diamanre. Lo han confir-
mado igualrnente, las tesis sostenidas, una, por el Geógrafo paul Denis
(1969) y otra Por el historiador Nicolás Bustos Dávila (lg7¿). Es-

,i,

t17
te último ha insistido reiteradamente sobre el particular trarando de cc'
rregir un antiguo error de falta de información en diversos historiadores
localcs (Marcó del Pont, A. lgzg; Fernando M. Guiñazú, 193g; Marcó
del Pont, R, 1947; Narcizo sosa Morales, 1940; Simón, A. lg3g;1944,,
ctc.).
Este error o mala interpretación deriva de que muchos documen-
tos dc fundamental importancia no estaban en manos de los referidos
historiadores locales. Pero de todos modos, se colije en una equilibrada
exégesis histórica, una manifestación latente d. p..tender en todo mo-
mento no dar lugar a equívocos, de 9u€, el citaclo fuerte habría sido
emplazado en les "inmeáíociones o confluencias de los Ríos Diamante
y Atuel". Debemos plantearnos: Cuáles fueron las razones para no ind-
dicarse con exactitud el sitio dejado?. Dos son las respuestas que nos
surgen:
1.,). Que las zonas comprendidas entre la propia confluencia del
Atuel y cl Diamante (sensu strictus) y la dese*to."dura del Diamante
(5 o 6 leguas al oeste de aquella), era conocida en esa época como una
sola unidad geográfica. Para un viajero de la época, que luego d. .".or..,
los parajes desérticos dc entonces, de algunro J"."nas de l.|rrr, señaliza¡
una región denro de 5 o 6 de ellas, hablaba en favor d" rtt sitio o dis-
crito geográfico.
2"). El Virrey don Rafael de Sobremonte había sido impuesto del
informe solicitado por el Gobernador lntendente de esra prov. d. Cuyo,
del 5 de setiembre de 1804, acerca del lugar más adecuado p"r"
"d"-
lantar la frontera. En él se sugiere las ¡untas del Atuel y del Diamante
como el lugar propicio para llevar a cabo el emplazamiento del nuevo
baluarte. De allí gue, ente la orden emanada á"1 Superior Gobierno
del Virreináto, de fundarlo en las Juntas de los citados ríos y con el fin
de no contradecir el mandato, se registró en los documentos un¿r cierta
arnbigüedad,' justificada por una imprecisa ambivalencia documental.
Esto dio lugar a que poco más tarde de la fundación clel fucrre, el 3t dc
julio de 1805, el Cabildo de Mendoza investiguc la situación del misrno
(Bustos, Dávila, 197 2, pp. 704-705).
Es válido destacar y transcribir el juicio expresado por el Ge(r,
grafo P. Y Denis (1969, pp. 218-21g), quc es ran concluycnre corllo
correc to:

de contradicciones que lnn tlaclo lugar a dos itrtt:rpretaciotrcs oltrtestas.

118
'1 la luz de los dctcumerttos originales, ínterpretados con respecto
al cen-
trtxto morlttlógico local, trataremos de desarrollar
Ia tesis cJe máe valor,,.
"En ao,uelk época k elección del sitio de un
cdrgo del virrey ceneral" Ijste se basaba en recomendaciones fortírt estaba a
dtt corseje-
rcts militares y uiajeros. E¡ttctnces era
común buscar el sitio mas estraté-
gico posible, tal cc¡mo la
iunta cle clos ríos. si tenemos en cuenta que eI
río Diamartte se juntaba con el río Atuel a Ia
altura del paraje luty lla-
rnado Negro (¿'temado, rrsult'ha norvnal,
kt tanto, que se eligier'
ü ese sitio desete L4lIa cerl¿, sín (ttros tlat's ¡trr
s<¡br<, la natt+raleza clel terre-
no".
"Por Otra parte, ,'r corrtancrante 'r'eiles lrleneses,
quiért tenía utt
conocimiento \tráctíco tlc la z<nra,
¡toclía difr'cilrnertr, rr^plír c<¡n k or-
den recibida- \'a sctbíd qlt(, s(' trataba d, íno
zona p-u*torrusa, de crifí-
.drenaie y po(o 7tr<t¡ticitt ¡s,tr,t lrt ittstrtlttcíótt pc,rrrt.ttertte ¿e colonos.
cil
'Ademas, en épot:as de prarrtlcs rr¿,t:itlas,
l'crriír, se ltrtllaría t<¡talmen_
te aislado, inclus<; ínwtdado, rt'dttr.i.rttlo "l
pctr lo tattto el carácter cstratégi-
co de su sitio
.!, por consiguit,rrte, t:l papt,l tle st.t guttrnicíón. Aúrt hoy,
este sector de Ia playa de satt Rafatl ,ro lru
sirlo valo)¡rod,
rclzones que, segúil creem(ts, llegar<trt a inJluír ¡tor las tnismas
sobre la tlcckión de .I,elles
Meneses".
si analDant<>s cl prit'cr inft¡rmc clc l'ellcs Mencscs del
riemb¡e (Napolitano, rg44, pp. 66.67), cuyos
5 clc sc-
resultados r¡abían sido
elevados al Virrey, s€ puecle apreciar
su convencimicnto de enrplazar
un fuertc en "Las Jurtta-s". N. t¡bsrante. cuan<Jo
se disporc a cur,prir
las órdcnes de ejecución, a partir 3 clc
rnarzo clc 1805,.^plor" nucvarnen.
tc el mislno sitio. entre ()tros. c¡ueclando c'nvcncido
clcfinitiv¿¡mcntc
quc a<¡uel lugar no ofreccría un¿l :rclccu:¡ci(>¡r
;rpropiada para cmplazar
cl fucrte y decide orientarsc para ubicarl, c. u,
secr()r mej,r proregiclo.
Aprt>vccltar de esta nrancra un sitio rnuy
próxinrt> al paso usral clc enton-
tt'S' (lue ¡rcrlnitía conectar :r los indígcrrls
con l,rs Valles fcrtiles dcl
Nortc dr. Mcndoza.
cuand. sc decide en tn;rrz, cle 1t105. definirivamenrc
tit¡ tlttrltle construir cl fucrte, ya en los r'cjores clegir cl si-
lugares sc ¡abía acarn.
r"rrl, 'l'r:lles Merrcscs, clonde días nrí¡s t"rd-" sc cclcbraríu prll;;
r() lli's¡r;rrto lrttlígcna' Este fuc ubicaclo
cn cl propio Vallc"lde la villa
'¿5 'lt'Mitt¡''' ['t¡s cstucli.s y dcsarrollo rruy lri"rr
dL.umenta¿os, pcrnri
tclt t'l t"st'ttrlet'il¡ricllt<t arttplio clc la forr¡r;r
.,r*,, racionalrnente sc eligió
cl lrrg.rr ilcl f u.rre ;de la copi'sa docur¡cllració'se
cxtrae: (r 7)

lt9

j
El 29 de marzo la comitiva de estudio del terreno para el em-
plazamiento del Fuerte, suspendió las actividades para conrinuarlas
al día siguiente. Preferimos agregar aquí, la narración original y docu-
mental del sido elegido para instalar el Fuerte, conforme lo relata el
geógrafo Josef Lasaro Jacinto Sourriere de Souillac.
"EI día 2 de abríl del presente úo, pasamos el señor coman-
dwtte yo el Capitan Don Josef Le6n de Tones, el Ayudante de dicha
Expedición Don Josef Luis Encinas y Salas, y mi Ayudante Don Miguel
Chaues y Cortes, en la misma coronilla de k Loma en cye eshtvimos
el día 29 del rnes que acaba; y estando en ella, mandartos ccuar el terre-
no Para hacer la experiencia de la tierra, pcra bano y hacer los cimientos
de dicho Fortín proyectado y como todos duduemos de dicho material
y en particular el Ayudante Don Josef Luís, que agregaltdo a todo esto
todas las penoscts tarere que sim duda le ofrecerán para el acaneo de
caballo de la Ayo para los demas edificios y animales; el todo colocado
en el equilibrio de demostraciones y señor ayudnnte Don Josef Luis
Propuso una cuestión qte no dejó fuda alguna de sus conocimientos
acertados en el Arte Planüos y arar, como asimismo en la economía de
la d¡stríbución de las aguas con lo cual el señor Comandante contestó
a dichas difcultades y yo con madura inspección y"d" conuqtcido
en la mayor parte de las difcultades campestres, por lo que determina-
rnos y quedarnos todos de acuerdo en solicitar el mejor pbn de dicho
terreno para h construccihn del Fuerte. Y en efecto bajamos la Loma y
corimos todo el terreno cye medía desde el camponento huta el Arro-
yo Seco y despues de uarias aueriguaciones y solicitudes el capitán Don
Josef León de Tones señaló un terrerto que a la verdad manifestaba que
se podía desear, como en efecto posctmos a é1, y llegó el Señor Ayudurte
Don J^"f Luis y todos en particular inspeccionados el citado terreno,
haciéndose cargo de las incomodídades y prouechos que podían resultar
de tales elecciones y despues de haberse separado un corto trecho de no-
.sotros el señor Comandante y el C.apitán nes uoluimos a juntar confe-
renciando bastante tiempo, tocante al teneno para fabricar el Fortín
y dernas edificios con todas sas ci¡cunstancias y habiéndose halhdo
todas de un común acuerdo, con el parecer y dictamen del Señor Co-
mandante, nos dirigimos al paraje que nos señaló, el cual llenó cuanto
nos había signifcado el señor Comandante, con solo la dificultad de estar
el Río un tantito retirado, y h bajada alg<t batancosa; por lo que so-
licító el teneno propics pdrd eLlo, y a corta distancia lo hallé conto lo

t20
deseaba, con cuyos c<¡nocimierttos me man"ló
clicho comanclantt, ,sare
de l^*s facultacles de mi cornisión...,,.
El acuerdo de iniciar la construcción clel fuertc esraba
dido, emPero no había acuerdo con la clección clcl ya cleci-
sirir. para ordenar
las decisiones la comitiva se trasladó nueva¡nente
al sirio visiraclo co¡r
anterioridad, alcanzando la barranca alta sobre
Ia terr.tza del Diarnantc,
inmediatamente al Estc del actual sitio Los
caracolcs. sorbrc csrc plano,
comPrendido entre el actual camino a la villa
vieja y bJr.le occiclcrt:rl
del A" seco de Los caracoles, sc pcnsó si aquí scría"l
o no convcricntc
emplazar el Fuerte' Las primeras clificultades
que sc lc presenraro. ranro
por el desnivel (alrededor cle 20 me tros sobre
el nivel del río), Ia distan-
cia considerable al paso de Romero,
-a unos 6 km., ar oestc der rugar:
como así mismo Por la naturaleza dcl terreno,
pcdregoso y con capas cle
toscas cinerítica' Se dió prcfcrcncia al sitio
pcnsaclo."n qu" bie¡r sc
planificar los predios destinados para el fur,.,.., i,rdrí,
pucblo y par¿¡ lits,,tierras
de pan lleuar", acequias. etc., al j" la Lorra gran-
de' Esto quedó sin efecto hasta cl 'ccidenrc del lro.cle rr.
día 2 d.e abril. como prirnera prueba se
mandó acevaÍen el tcrrcno a fin clc obtencr información
sobre su natu-
raleza y
sobre las c.ndici.nes adecuadas para la fundación
dcl Fucrtc.
El agua dificultaría la obra porque había
quc acarrearla a caballo. La
duda cundía. El sitio no parecía ser
"d".uráo. se bajó r, ro-" rcfcrida
recorriéndose Por el vallecit. de la actual
Villa, campamenro
situado en las inmediaciones cle l.os caracoles "ntr. "l
DespÚés de conferenciar c intercarnbiar
y el Río Scco salado.
ideas fuá elcgido cl sitio sobre
la lV Barr:rnca o prano crer propio Vailc de ra
actual üi¡r, Vicja. por fin
el sido fuc el rnismo c¡ue h,ry o.up"n sus rcsros.
La estra tég¡caelección
del lugar co¡nprendía ra clisposición de rerren",
.tr.r";;;;", que como
expresaba la docunrelrtació¡t , estaban
co¡nprcndidos ,,entre el Río Sec<¡
por Ia parte del occ.iclente y es-te compo^ento
el cual podría exten_
derse como legua media der (icciderte poro
er oriente...,,.

XIll. Planificación del Sitio del Fuerre. (Fig. a).

l-a corniriva había ercgido er sirio, ro quc


hizo dc innrcdiato
tomar decisiírn al geógra[o-cicntífic. Sourrierc
.1" souillac con la cxpre-
sa anuencia dcl cornandantc Tellcs Mencscs.
dicc (17):,,pknté mi Gra_
fómetro a distrtrcia de 60 ttar*s d. la barrattca clel Río'Diamartte
Norte de dicho Río y me'tí a r<¡-s cuatr<¡ y al
putttos cardittares, cuarenta,

1,21
(para que el Señor Comandante con sa Capitán me díieron cye debía
hacer wn Fortín de 80 trarcs efl un cuadrado, respecto que se ignoraba
la fuena de la Guarnicíún que Su Excelencia determinaría sobre el partí-
,ulor, y que el costo de aquel paraie era lo mbmo vara más que 1)ara
*"nori y desde díchos punlo, forrné eI cuadrado de 80 uaras a cada la-
do del iuol ,"pr"sentó iastante capacidad para Ia Plazuela, Capilla, Cuat-
tos para to, ófi"Ules, Cuartebs de Tropas, Cuerpo de Guardia, y demas
,firi** necesarias para la Guamicíón de dicho Fortín, &hora nos quedó
ta diftcultad de La pwerta príncipal del referido Fottín. El Río Diarnante
d"ri" el paso qr"llo*an de Romero que dista míI uaras, coÍre del Occi'
dente pio el óriente con el cítado Río nos queda aI Sur, con und Plazue-
ta de 60 uaras, l.a que puede sentír en caso de urgencias peligrosas de
Plaza de Armas para crsegurar la cabalkda m el Pastoreo como tambíén
pata lleuarlos al Río y dnrbs el agwa necesaría a Ia Guarnicihn; (qu" tam-
bién hay proporción para hacer un pozo a poco costo)".
Esta planificación o disposición previa fue tenida en cuenta
más tarde. Se verá, que en el informe del año 1808, el Comanda¡rte
del Fuerte don Telles Meneses hace amplias consideraciones al respec-
to, que tendremos a bien retomar.

orientación de la Puerta Frincipal del Fuerte. (Fig. 3 y ver plano).

El modelo del Fuerre elegido para el sitio respondía a clásicos


delineamientos usuales de la época, que retoman algunas características
usuales en algunas anriguas civilizaciones europeaS. Quedó en discusión
la üsposición- o ubicación de la puerta principal de la Fortaleza. Por
,t..r., la versión documental conservada alude al resPecto así ""' es
uerdad que la h.terta pincipal en aquel frent7 ofrece ventajas Pero tam-
bíén incomoda al comand*tt, en lo que es el mejor serüicio del sobera-
no tocante a l,a Cuarnicíón y a los Pobladores corno también a estos
en caso necesario PCffa cUalquier asunto impensado sino del Enemigo
si la cuarnición con ellos y fnalmente los Pobladores contra sí tnkmo,
esto es lo que ofrece el ftente de este costado Y" lt la Rbera
del Río'
debiendo advertír que ,ororo para dicha fortífícación y Poblacíón,
"1 y del Fortín de SanCarlos (que están
se debe saponer uenir de Mert,:loza,
al Norte )t que concu¡rirá con las fuenas rye pueda y por lo que se
acaba de decir que eI socotro deberá uenir del Norte y no de otra parte
alguna por ahora, y por consiguiente por detras de la hterta hincipa|

t22
o de entrada a! Fortin y por consiguiente tendrá hterta principal colocada
al occídente debe tener su preferencia a h que está aI iepterlri¡n
porque
entre todas estas dificultades, y tiene o Á^ de todo -esto sus uentajas
particuhres por que regukrtnente los Naturales pctscm el Rfo
en el cita-
do paso de Romero (qu" corno acabo de deci1 está al Occidente del
Fortín) cuando quieran saltear nuestras estancias por cuyo moüuo h
hterta hincipal colocada al occídente ofrece las-uentajas parct
poder
defender el dicho Río sea en aquel paraje o sea aI sur y ameue-dicho
Río ofrece otro paso preciso y al oríente; es muy retiradi y no íncomoda
tanto, debiendo tenerse presente que el socorro con más
facítidad entra-
rá en eI Fortín con todos los demas poblado¡es; y en caso de Guena
el
Río ofrece muchos Pctsos a nuestros Enemigos, cotno a nosotros mkmos,
por lo que soy de sentir que la hterta prtniipol debe colocarse en dichos
costados y no en otro alguno porque desde ith t¡"r" a la uísta tres
de los
cuatro costados".
Esta cuidadosa y objetiva observación de Sourriere, equilibrada
y racional en la manera de ordenar con criterio y evaluar los pro y lo,
contra' en un detalle que Pareciera ser de poca importancia, le
p..o.r-
pó mucho. Su idea de colocar la puerta principal de la Fortale-
za, en dirección al Paso de Romero parece no h"tr. "io.rr.
prosperado.
Esto queda aclarado, en la descripción del fu.rf" que hace Telles
Meneses en su documento al virrey, de igog, a no ser
que inte¡pretemos
su '"ultimamente, en el t¿do N. se hath por portón
en sa
salida..." que fue construído o .-p"dr"do .ilum"-.rr".
"mpedrado
Es posible
que ProsPerara la medida constructiva de la Puerta Principal .n
Ll lado
Norte, conforme se conservó así construída hasta ,u d.r"parición.
Los
testimonios arqueológicos confirman esta úlrima posición (ver
plano y
figF.3,4,la y l5).

Orientación y Distancias.

Cuando en muchas oportunidades algunos historiadores


locales
y continuadores insistían en que el Fuerte fr're .orrrtruído
por primera
vez en las "Juntas del Atuel y det Diamgnte,r, no conocían
la documenta_
c.ión completa que ahora estudiamos; para comprender la
coincidencia
de los Puntos que se comentaban ubic¿n¿olos adecuadamente
en la car-
tografía actud, Sourriere expresa!

123
l"). "...Aduirtíendo por ahora que en frente del [;ortín y al Sur, hay
un Ceníllo que llaman de la Casa Pintada cuyo centro demora al Sur
10 gracl<ts para el Oeste a Ia distancia de legua y m,edia";
2). "el Paso de Romero al occídente 33 grldot para el Sud u oeste
y a un cuarto de legua, desde dicho centro...".
El Cerrillo quc Sourriere dcnornina de la "Casa Pintacla" no es
otro que el actual Ceno Bola, de 1,133 m.s.n.m. alzándose relativanlente
del lugar del fuertc unos 300 metros de altura a una distancia exacta de
7 km. El Paso de Romero por otros datos de este docunrento, se ubica
unas 1000 varas (es decir 835 m.) al oestc del Fuerte: aquí Sourricre lo
estima en un cuarto de legua, es dccir 1.393 m.), (Fig.2).
Luego continúa diciendo "...supongo por lo que he caminado
que la cíudad de Mendoza me demora al l"lorte 10 gra<lo para eI Nor-
deste a la distancía de 60 leguas, el Boquete que se ua a descubrir y que
por los mkmos llamo del Marqués con k misma suposíción no me pue-
de dístar mas de 30 a 40 leguas y a la ciudad de Talca a 60 poco *os y
cuasí al misma rumbo del sur 5 0 grados para el Oeste".
El paso descubierto o recorrido por Sourriere, al que le dió el
nonrbre el Marqués" no prosperó en su denominación, generalizándr¡le
el del Planchón, que ahora es el usual.

Descripción del Fuerte.

Un valioso c{ocunrcnto conservado cn cl Archivo Históric<¡ de


Córdoba y de la Nación, de don Migucl Telles Meneses Sodré, del año
1808, ofrcce una descripción cuidadosa del baluarte amurallado del
Diamante. Sumando los datos ofrecidos por Sourriere (doc. citado);
los aportados por Sosa Moralcs (1940; 1968). quién obtuvo información
documenral y de tradición oral, aparte de los rcsultadc¡s de las cxcavacio-
nes arqueológicas, cs posiblc lclgrar una reconstrucción exacta.
Por Sourriere (documentado de fecha 4 de abril cle 1805) se sa-
be que el fuerte tenía forma cuadrada de 80 varas de lado (= 66,,872 nt.),
e¡r cuya parte Norte se emplazaba la Plaza de Arrlas, (ver plano).
En cada ángulo o esquina sc destacaban cubos o torreotres c ons-
truídos con adobes y tierra apisonada,que de acuerdo con nuestras medi-
das tenía 13,00 rn., de frente por l0 m., de lado (Figs. 5 a 9).
Ante cl estado deploraL'rlc que ofrecía el fucrte, Telles Mencscs
dice acerca de esta parte, que: 'te cotstruyeror't nueudnl(nt¿' Icts cua-

t24
tro baluartes con sus garitas'de adobes...". Las murallas de circunvalación
de la fornleza originariamente llegaban a una altura de Z tlZ varas (:c
2, 08 m.) remodelándola Telles Meneses, en 1808 ylevantlndolahasta
4 112 varas (= 3,76 m.). Su documento expres a; "Laübilmurallapresen-
taba poca resistencia al trarscurso del tiempo y por lo mísmo la calcé
con piedras, trabándola por fuera con otra de aáobe y eleuándolo con
ello en todo sus espesor hasta la altura de 4 112 que ohiro tiene...,,. (Figp.
3 v 4).
"En el lado o. hoy cuatro habitaciones de adobón que ocupct
lienzo".
todcs el
Las excavaciones permitieron comprobar que estas habitaciones
colnenzaban a los 5 m., del torreón del N.O. teniendo un
ancho externo
de 7,95 m. Su interior, en base a una distribución equirativa, ha
sido
de 7,40 m. x 5,50 m., con paredes de adobón de 0,55 m., de
ancho.
Estas cuatro habitaciones debieron abarcar una longitud
de 24,75 m.
(Figs. 11,12y plano).
"El del E. Io ocupaban enteramente los cuarteles...,,
Se ha estimado tentativamente que estos debieron tener unos
77,60 m., de longitud por 7,oo m., de ancho, Más datos
con exactitud
no pueden ofrecerse de estas estructuras por las caus¿ls apuntadas
más
arriba.
La fo*aleza ha tenido una vereda perimetral empedrada, cuya
Parte excavada en su totalidad, ofrecen -u.h* sectores fo.*"nd" fig"-
ras con cantos rodados aplanadosr
QU€, armonizando su distribución oür-
gaban un elegante asPecto de mosaico. En general la disposición
frecuenre
era colocar los cantG aplanados en líneas
laralelas, y i. tanro en tanto,
cerrar un cuadro con lados paralelos de cantos. Luego en diagonal,
dos
hileras armonizaban la unidad, cuyo triángulo dispolían
al azar cantos
sin orden alguno rellenando los espacios.
La muralla Norte del Fuerte de acuerdo con los resultados de las
excavaciones ha tenido 34 m., que conjuntamente con los
dos baluartes
de cada ángulo de 13 m. de frente cada ,r'o, suman ó0
m.
Habitaciones No. 1y Z (Figs . t2; t9; Zl ; ZS y 26).
En el lienzo Norte fueron consrruído de oeste a Este:
l"' al lado del baluarte o torreón N.o. una pequeña habitación
de 2,20 m. de ancho por un largo de 4 nrctros.
2' Habitaciírn de la Comandarcia. lnmediatameirte al lado,
otra

125
habitación con un acceso a la Plaza de Arrnas y otro al pado intern.: del
fuerte. Esta Frabitación tiene 6,40 x 4,00 nr.
En su limpieza arqueol 6gtca en uno de los ángulos se encoil-
traron tres botones metálicos (de bronce o aleación), con el escudo
Argentino. Por su naturalcza y calidad debieron perrenecer a oficiales
del Ejército Argentino. Tiene esta habitación dos puerras de acceso:
una la comunica con el pado; tiene u¡r escalón o peldaño de ladrillos
de 55 cm., de ancho y su largo es de 1,44 m. A nivel general del piso,
no bien se inicia el cscalón o peldaño, se diferencia un marcado des-
gaste de los ladrillos. Ello indica el efecto dc una acrirud militar par-
ticular de los soldados, de respetar las órdenes de sus oficiales no bi"n
traspasaban la puerta.
La otra Puerta comunica con la Plaza de armas; fue posible loca-
lizar el resto correspondiente al umbral de madera, que debió haberse
destruído. Narciso Sosa Morales (19ó8, p. 41), ubica como perreneciente
a la habitación del Cuerpo de Guardia una puerra que comunica con la
Plaza dc Armru, ilustrándola en la derccha del acceso del Fuerte. Arquco-
lógicamente no se ha encontrado nada allí, sino en la sala que estudiamos.
Esta corresponde casi con seguridad a la Comandancia. El umbral tenía
un ancho de 12,5 cm. por una altura de 7,5 cm. Estas medidas fueron
tomadas midiendo los espacios que quedaron rellenados con sedimentos
blandos durante la limpieza arqueolóS.^. Estas medidas permiten ase-
gurar que la Puerta conservada en las Colecciones de Narciso Sosa Morales
y custodiada en el Museo de Historia Natural de San Rafael, como puerra
de la Comandancia, debió estar ubicada allí. Esto se deduce por las si-
guientes razones. Esta puerta que por su estructura ha sido de dos hojas,
una de ellas conservada tiene 56,5 cm., de ancho por una altura de r,OS
m., I un ancho de 58 cm. Está construída de algarrobo. El doble ancho
dc la hoja de esta p-uerta, coincide con la medida establecida del umbral
qle es de 1,12 m., lo cual hace suponer que ha sido de ese lugar. Como
el muro en esa parte tiene 1,50 m., de ancho, las paredes del -rrco h"n
terminado en chanfle, siendo sus medidas exrernas de 1,50 m.
Esta habitación ha tenido originariamenre piso empedrado, si-
guiendo los delineamientos usuales. En épocas posteriores se construyó
el empedrado, un piso de ladrillo, qu" hoy s" conserva después ie
¡obre
la limpieza arquéológica. Cubren la habitación 32 hileras de los ladrillos
puestas aprovechando la longitud del misrno en senddo Norte-Sur.

r26
Habitación No. J. (Fig. 20)
Corresponde al calabozo; tiene 5,80 D1., de largo por 2,90 m.
de ancho. La Puerta de acceso da al patio del fuerte. Está siruado al lado
del pasillo de acceso a la fo*aleza.
Su piso es empedrado y aparecieron cinco orificios excavados
que muy probablemente hayan sido destinados a cmpoffar algún soporte
de cadenas, barra de grillos, grilletes o cepo.

Habitaciün No.4. (Fig. 11 y 1ó).


Cuerpo de Guarciia. Medidas 3,40 x 2,90 m. Posee puerta con acce-
.so al pasillo de entrada. Piso empedrado.

Habitaciones No.5 y 6. (Fig. 11).


Anrbas sin excavar totalmente. Medidas cada una: 4,90 x 2,90 m.,
aproximadamente.

Otras Construcciones. (Fig. a).

Acerca de las restantes construcciones del Fuerte, Telles Meneses


las describe así:
"...se construyeron en el lienzo del sttr habitaciones de adobe
cye son: una Sala de Armas con escaños y arrneros, una habitación pa-
ra el C-apellan, la Capilla ubica&t frente aI portón de la Fortaleza; las
uiuiendas del Comandante y el ayudante. Todo este lienzo está resguarda-
do por corredores en los lados dcl N. y S. y los paúmentos de tas viuien-
fus perfectamente empedrados. También lo está toda h circunferencia
de las mistnas habitaciones de adobón Ele ocupa todo el lienzo".
En la primera reconstn¡cción del fuerte ofrecida por Narciso
Sosa Morales, (1940, p. 11) no se contempla en el lienzo Sur estas cons-
trucciones, ofreciéndose directamente una serie de habitaciones homogé-
neas. Lamentablemente como se ha destacado precedentemente, las
314 partes del Fuerte fueron arrasadas por un aluvión del Salado y del
Diamante por lo cual la reconstrucción restante ha sido establecida en base
a esta documentación. Los mejores intentos fueron ofrecidos por este
historiador posterior¡nente (Narciso Sosa Morales, I 9ó8).
Continuando con la descripción documental histórica (d*.
cit.) "ultimametrte, en el lado N. se halla el portón empedrado en su s¿r-

r27
lida hasta la distancia de 4 uaras (- 3,34 m.) La parte del E. la ocupa
dos cuartos y el Cuerpo de Cuardia; esta üene una puerta a Ia Plazuela
de la Fortaleza y otra al interior del portón". (Ver plano).
Cuando se excavó esta habitación, es deci¡ la correspondiente
al Cuerpo de Guardia, no se localizó dicha puerta hacia laPlazade Armas,
la que debió cerrarse en épocas posteriores. Sí en cambio la que comuni-
ca con el pasillo del portón.
"El lado del O. está octtpado por otros dos cuartos y por un cala-
bozo. Este se halla dominado por un altíllo que por la parte anterior se
sinte de fachado y en su cima se üe tremolar Ia bandera". (yerplano.)
segun sosa Morales (1940, p. 17), el altillo se conformaba como
mirador y se destinaba a la Guardia. Posteriormente se ocupó como
calabozo donde se confinaban los presos que habían incurrido en hechos
graves. Tenía de 8 a 10 m., de altura, con cuatro ventanas colocadas en
cada costado. Esta ventana estuvo en la colección del autor y no pudo
ser rescatada tras el ingreso de la misma para formar el Museo Histórico.
Por una ilustración de ella ofrecida en su libro (op. cit. p. 14), se deduce
que debió tener una altura L,05 m., por un ancho de 0,85.
Se trataba de un marco aproximadamente cuadrangular con
un travesaño horizontal en la mitad, con cinco barrotes de hierrro verti-
cales.

XIV. Las Excavaciones.

A modo de túmulos o tell aparecían las ruinas de lo que orrora


fuera la parte norte del fuerte. Solamente los baluartes del N.O. y N.E.
se apreciaban parcialmente derruidos y en completo abandono. Los sedi-
mentos cubrían unos 0,40 a 0,ó0 m. y en algunos casos hasta un metro,
sobre el nivel del piso general de la {ornleza. Las excavaciones se confi-
naron mediante la distribución de un cuadriculado de 2 x 2 m. Como
lfnea de base se tomó la dirección E-O, de los niveles de rodados afloran-
tes de los cimientos de la pared Norte. Se establecieron 17 cuadrículas,
las que se excavaron hasta llegar al nivel de la vereda perimetral. En
parte se extrajo 0,20 a 0f 0 m., de sedimento y en otros hasta los 0,60 m.
Todo el relleno era prolijamente revisado y los materiales separados por
sus respectivos sectores. (Fig. 11).
Como ambos torreones se conservan en ¡ric y en gran partc .les-

128
truidos muestran parcialmente hileras de adobes; también se continuó
excavando hacia el Sur siguiendo el cuadriculado perpendicular, que daba
con las habitaciones adosadas al lienzo norte. Los baluarrcs no fueron
excavados sino que simplenrente se siguió su reborde externo e interno
de la base.
Las habitaciones eran limpiadas mediante la exrracción de sedi-
mentos solamente hasta el nivel respectivo de pisos. Una de ellas la coman-
dancia, en épocas posteriores se le colocó piso de ladrillo sobre el anterior
empedrado.
En la galería abierta del pado interno del fuerte, parcialmentc
de piso empedrado, se ubicaron una serie de huecos donde se empo-
ffaban los postes de sostén del techo. Su diámetro oscilaba de l0 a 15
cffi., aproximadamente, distribuídos a un término rnedio de 3 metros
entre sí. (Fig.22).
A ambos costados de los baluartes existentes, en especial el situado
en el N.O., se encuentran los basureros del fuertc. Sólo se han excavado
parcialmente, para evitar la destrucción de la forestación actual. No obs-
tante, los resultados han sido excelentes, obteniéndose ccrárnica indí-
gena y colonial,loza vidriada, residuos alimenticios abundanres, consisren-
tes en huesos de animales domésticc (vacuno, caprino y de animalcs
silvestres: avestruz, armadillo, guan aco y otros). No se hizo la excavación
sistemática del sitio por las razones apuntadas, sino quc simplcmcnrc
se limpió un perfil de la barranca, donde los restos aflorab an, tratándose
de rescatar todo lo posible. Un detalle de construcción importantc pare-
ce haber sido el patrón usual. Debajo del Torreón del N.E. la barranca
del río ha permitido conservar la estructura del mismo. Consistía esra cn
la disposición de un nivel de cantos rodados aplanados en fcxma ordcnacla
a rnodo de Piso. Sobre é1, reposaban los cimientos de grancles blo<¡ucs
y sobre estos los adobes trabados y la tierra apisonada. De no ser que sc
trate de ampliaciones, -cosa que pareciera verosímil-- que fucron cu-
briendo antiguos pisos de la fortaleza. (fig. 9).

XV. Descripción de los Materiales.

Producto de las excavacioncs con tócnicas arquc<>lógicas rcaliza-


das en cstc siti<i histírrico. sc lran lcvantado nunrcr()s()s rcstos, cuya crono-
logía cornprendc cl,rs ¡rcrítldr>s.
I"). dc ocupación (-()nr() fircrrc (I805 1879).

t29
2"). de reocupación posterior (1579 - 1890 aproximadarnente).
De acuerdo con la tradición oral,y a diversos documentos y estudios
(Bustos Dávila I972, p.707;Marcó del Pont R. 1947 p. 148), con motivo
de !a llegada de nuevas guarniciones militares y de la adquisición por
parre del Gobierno Nacional (a 35 km. al este), de terrenos en el lugar
denominado "Cuadro Nacional", el fuerte quedó desocupado y Para
su aprovechamiento, se insuló alll la policía y una escuela.
Con la "C-ampaña al Desierto", el fuerte dejó de cumplir su acción
defensiva. En muy malas condiciones de conservación fue abandonado
duranre la úldma década del siglo pasado, totalmente en ruinas. En 1899
un fuerte aluvión, como se ha destacado precedentemente, arrasó las rui-
nas históricas, llevándose casi su totalidad, con excepción del tercio
Norte. Algunos elementos históricos han podido ser rescaados por descen-
cientes d" l" Villa Vieja y que estuvieron vinculados y Pertenecieron al
Fuerte. Su custodia la hizo el Profesor Narciso Sosa Morales hasta que
pasó a formar parre de la Sección Histórica del Museo de Historia Na-
lural de San Rafael, con visra de formar el Museo Histórico local.
Los elementos son:
, N" 14184 Barra de Grillos con dos anillos para asegurar los pies y extre-
mo para colocar un F.an candado. Largo barra 0,40 m.;
" diámetro del hierro;30 mm.
N. 14163 Cerradura puerta interior del Fuerte, segura, firme. Con
mecanismo interior simple y sólido. Entregado Por el Sr'
Herrera-Tenconi al Prof. Sosa Morales. No posee su llave.
Medidas: 18 x !2 cm.
N" 14183 Grillete usado en el fuerte, con cerradura ^ llave, unidos
con cadenas y aros revestidos con cuero'
N" 14162 Puerta de la Comandancia del Fuerte. Descripta en diferen-
tes partes. Ver texto Y Herrajes.
N" 14182 Caño de fusil a chisPa. Largo 1 m.
N. 1.418L Revólver de Caballería, seis balas tipo "Le Fouché". Cali-
bre 44. Excelente conservación, con aro para colgar.

Lista del Material Histórico yArqueológico'

A. Herrajes, accesorios de constntcción y carpintería.


1) Clavos

130
Z) Tornillos
3) Tuercas
4) Arandelas
5) Herraduras, estribos y espuelas.
6) Llaves.
7) Candado
8) Cerraduras
9) Otros

B, Herramientas.

l) Azada*percuror
2) Lima o Escofina

C. Materiales de Construcción.

1) Canros Rodados planos


2) Cantos Rodados Grandes (Bloques)
3) Ladrillos
4) Adobes
5) Umbral
6) Puerta de la Comandancia y su Herraje.
7) Rueda de Molino.

D.'Alfarería.

1) Alfarería Indígena.
2) Alfarería Colonial.
3) Loza.
4) Porcelana.

E. Vidrio.
1) Vidrio Coloreado.
2) Vidrio traslúcido o rransparenre.

F. Accesoríos de uestimentas militares


y ciuiles.
1) Botones comunes.
2) Botones militares.

r3t
3) Letras-insignias.
4) Botones de Correaje.

G. Armu.

I) Cápsula de balas y proyectiles.


2) Casolete de sable.
3) Percutor de armas. I

4) Casquillo caños de fusil. i

5) Carlo dc fusil a chispa.


6) Revólver de Caballería.
7) Grillctes.
8) Barra de grillos.
9) Balero.

H. Elementos de recreación y juegos.

1) Tabas.

I. Numismática.

I) Moncdas.
2) Mcdallas.

J. Accesori.os de coneajes militares.

K. Resfos indígenas.

1) Puntas de proyectil.
2) Cerámica indígena.
3) Tembctá.
4) Conos metálicos de adorno..
5) Cuentas de collar de vidrio.
6) Restos líticos varios.

L. Restos de Alimentos.

l) Huesos de nlamíferos y aves silvestres.


a) Piche
b) Peludo

r32
\

c) Avestruz
d) Aves no idendficadas.
2) Huesos de mamíferos domésticos
a) Vacunos
b) Caprinos
c) Equinos
3) Restos de Vegetales.
a) Carozos de duraznos
b) Carozos de ci¡uelas

A. Herrajes, accesorios de construcción y carpintería.

1) Clavos (Fig. 28, N' 1 a 20).

Tipo /. Sección rectangular; cabezuela irregular, algunos circulares.


Material : hierro; Cantidad: 1 1.
Tipo 2. Sección ci¡cular, cabezuela prominente e irregular. Canti-
dad t. Material: hierro.
Típo 3. Sección irregular -irreconocible por la fuerte oxida-
ción- Cabezuela irregular;Cantidad: 1. Material: hierro. (Ver Cuadro I).
TIPO ¡

13. I 70 13.17 r 73.t71 13.t7 13.1 7s t3.176 13.177 13. r 78 13.t79 l3-r80
L&go totd
Sccción:
rcclugul¿r ( pJte 1ll mm lO6 mm ll9mm lOE mm 101 mm 9ó mm 1104 mm 78 mm 8l mm E7 mm
mcdia)
C¡bc zucl¡
5¡ Tmnl óx ó,5 mm 9x l0mm 8x9mm 6 x 8mm 5xómm !xóm 5x5,5m 6x8orm 4¡ómm
16x lTmm 14x16mm llx 14,5 " l5x 12mm 13¡ lTmm 9r 9,5 mm 13¡ 24 m lx lOmm l5x lómm

'nPo il TIPO III


t3.t?2 13.r82

Lergo toal 8,4 ¡nm


Sccción: Largo total 7 9mm
7 nrm
circul¡¡ Sección:
C¡be¿r¡cla 22x25nm üregular
C¡bczuc I ¡ t4 1l nrm

IORNILLOS
SIN 'I'UERCA CON TUERCA
La4o toal rl. r8l rl. l 86 13. ltrT lJ.l88 13. r 89 lJ. I 84 t-1.1E5 I J. 190 l3.19r 12.219
Diimcro
95 ¡r¡n¡ 7,9 mnr 7,8¡n¡n 7J rnn¡ 75 mrn 77 n¡¡n 7 n¡nr
pure mcdia 7

C¡bczucl¡
14 mm 19 mr' l5 mm lO mm 9mm l5 mn¡ l5 nrnr srN stN slN
2h26¡lO 2lrl7¡ll 23x lE¡ l0 l7¡ll¡10 l7xl3¡8 23r I 9¡ l0
Tuc¡c¡ ¡rcho
¡ot¡1. 27 t¡nt 2ó mnt 27 mm 27 n¡m 27 mm
Sccción
rr( l¡ngt¡ld
23¡ 19rr 15x llrnm l5 x l2mm l8x l2mm l5¡ lJmm
( cera)

l)rimcúo
¡r rfic io I 5 nrnr I 5 nror 8 lnm 8mm ll mm

133
La mayor pÍute de este material (clavos, tuercas, tornillos y
delas), fu. levantado en el interior del pado excavado del Fuerte. ^ran-
Esri-
mamos que los clavos de sección cuadrangular y cabezuela irregular
son antiguos, pudiendo ubicarse cronolbgicamente por sus característi-
cas en el primer cuarto de siglo de la vida de la fortaleza. No en cambio
a las tuercas y bulones descriptos, que bien pueden ser de épocas poste-
riores a 1850 hasta nuestros días.

2. Tornillos (Fig. 28, N" 2l a 25).


Un solo tipo: con cabeza cuadrangular, vástago angosro y prG
longado con y sin tuerca; Material: hierro. Cantidad: siete.
Una muestra con ruerca riene sección hexagonal y caras rectan-
gulares. Magnitudes: ver Cuadro N' 1.

3. Tucrcas. (Fig. 30, N" I y 2).


Cantidad: 3, sueltas y 2 con su respectivo bulón.

4. Arandelas. (Fig. 30, N" 2 a ó).

Cantidad: 5; Material: hierro.

5. Herraduras, Estribos y Espuelas.

a) Henadur4s. (Fig. 30, N" 11).

N" 13232. Trátase de una pieza de hierro aplanado de forma semi-


circular con orificios destinados a sujetar la parte inferior de la misma,
en los .nr.* de Caballería, evitando ," .rr.opl"n o maltraten con el piso.
Largo 132 mm., Ancho l22.Profundidad 112 mm. Ancho de las ramas:
20 ffiffi., Ancho separación interna 83 mm. Canddad de orificios 6;
Largo orificios 5 mm. Hallazgo: patio interno.
N' 13208. Fragmento de rama de herradura. Hallazgo: patio interno.

b) Estribos.
N" 13212. Estribos de Hierro con cuja. (Fig. 35, N" 5).
Se trata de una estribo derecho, con cuja, es clccir una prolcrn-
gación lateral del anillo basal, destinado a apoyar el regatón de la lanza.

134
Sobresale de la base 21 mm., y tiene un ancho de 24 mm" Una
depresión centrai permite mantener c apoyar perlectamente el regatón.
El resto ha sido hallado dentro de la primer capa de 0,20 cm., al lado
sur del baluarte, N.O. del Fuerte. Medidas Internas: largo 86 cm., ancho
10,3 mm.; parte saliente superior con ojal rectangular para el correaje
de 25 mm., por 7,5 mm. La parte superior del anillo sobresale para dar
refuerzo al ojal del correaje y tiene un ancho de 31 mm. El anillo pre-
senta un ancho basal de 24 mm. El ancho externo de la pieza es d,e 122
mm., y su altura 113 mm.
Se conserva en las colecciones del Museo una pieza similar.
N" 14.190, procedente de la Villa Vieja, sitio donde emplaza el fuerte,
en un mejor grado de conservación que la referida pieza anterior, se
encuentra en las colecciones del Museo un estribo similar. Asimisrno
una lanza de hierro de caballería con mango de madera, perreneciente
al Coronel Taboada, procedente de Pozo de Vargas (Col. Narciso Sosa
Morales), tiene en la parte inferior empotrada la punta de hierro, deno-
minada regatón. (Ver Fig. 35, N' 5).

c) Espuelas.

No 1,3249. (Fig. 29, l{o 25). Fragmenro de espuela de bronce. Rama


o brazo semicircular conservado en parte. La parte posterior que sostie-
ne la rodaja o pincho posee una forma particular ensanchada de 17 ffiñ.,
términando en una parte redondeada de 13 mm. de diámetro con un
orificio de 3 mm. H¿llada: Sector basurero N.O. torreón.
N" 13239. (Fig. 29, N" 20). Rodaja de espuela estrellada; de hierro de 6
mm. de espesor y de un diámetro de 44 mm. Debió tener B rayos, dos
de ellos rotos. Hallado: basurero barranca N.O.

6. Llaves.

Se conscrvan en las colecciones del Museo una serie de 6 llaves


antiguas de la Villá Víeja. Pertenecen a la colección del Prof. Narciso
Sosa Morales y deben corresponder a cerraduras del siglo pasado, obteni-
das de familias tradiciortalcs de esa localidad. Los hallazgos en el fuerre
son dc dos formas.
\fo 13.202: l.lavc ancigua de hicrro. Paletón sin muescas conservadas por
cstar muy oxid¿rda. l,argo 8,7 mrn; diámetro del vairago l2 mm.; Medi-

135
das del paletón 14,7 mm, x 14 mm. Aro de 44 x 32,3 mm. Hallado en
1959 por el sr. Sangrande en los paredones del fuerte. (Fig. 29, N" 28).
N" 13. 244. Fragmento de llave de hierro. Conserva vastago y paletón.
Falta la Parte del aro. Largo 85 mm.; paletón sin muescas visibles por
fuerte oxidación. Diámerro del vasrago 5 mm. Hallado basurero N.o.:
conservación muy mala. (Fig. 29 N" 26).

7 . Canüdo (Palastro).

N"13.200. Parte posterior de un candado de hierro. Largo 96 mm.;


Ancho central 82 mm. Presenta en la parte central los restos de la espiga.
Hallado interior del patio. (Fig. 30, N" 13).

8. Cerraduras.

\fo 14.76216. Pertenece a la puerta de la Comandancia del Fuerte se


conserva en el Museo de Historia Natural. Colección Narciso Sosa Morales.
Cerradura de hierro forma paralelepípeda: largo 67 ffiffi., ancho 68,5
mm; esPesor: L7 rnm. Cuenta en su interior conla mayoría de sus piezas.
Es una cerradurade "tipo Francesa". (Fig. 27, N" 10; Fig. 34 y 33,N"2).
Palutro: cuadrado con espiga cilíndrica hueca empotrada en un remache
cilíndrico de 13 mm de altura por 6 ffiffi, de diámetro.
Testera: rectangular de 31 x 69 mm.; Guía del pestillo en la testera de
27 x7 mm.
Presenta la testera dos orificios para sujeción por medio de tira-
fondos de alrededor de 5,5 mm., de diámetro.
Tanto el palastro como la testera conforman una misma planchue-
la de hierro de 1,5 mm., de espesor. Los tres restantes, denominados tabi-
ques son de 3.3 nlnr.. rle grosor. Tienen en la parte superior e inferior
sujeciones con remaches de rección cuadrangular, en el palastro y el tabi-
que resPectivamente, Estos 'cmaches sirven de apoyo a la tapa de la caja
de la cerradura, que quecl' finalmente asegurada por un tornillo (qr.
falta), en la parte superior de la espiga. El palastro riene dos orificios
de-"{5 ffifi., de diámetro para afirmar la cerradura con tornillos o tira-
fondos en la puerta. En un ángulo tiene el cje donde gira el mecanismo
móvil, Esta pieza consta de una guarda o borja cn fonna de L, remacha-
da en una lámina de 13 x 41 mrn., con un doblez de 3--4 rilffi., en un
extrerno. El opuesto está remachado con el rcs()rtc quc consiste c'n otra

13ó
lámine de 44 x 13 Dñ., que terrnina en un anillo que se amolda al eje
citado. El remache de esta pieza esrá en el exremo de la píeza rnóui,
uniendo amb<x mecanismos, que, en algunas piezas se encuenffan sepa-
rados.
EI pesrillo está formado por dos piezas remachadas. Una de hie-
rro paralelepípedo de 20,5 x 26,6 y 6,s mm. La orra, Ia planchuela de
63 x 23 mm., con una ranura de 5,5 x 17,6 mm., por d"nJ. se desplaza
el eje de la espiga. La parte Supeilt)r tiene dos muescas. La inferior una
escotadura que recorta una figura a ¡nodo de torre.
Su antiguedad debe corresponder a principio del siglo pasado
y su origen debe ser Europeo.
N" 14.163. Cenadura de tipo "Chubb,,. (Fig. 33, N" I y Fig. 34
).
Rescatada del anriguo fuerte y conseruada en la colección de
Narciso S. Morales. Pertenece a las Colecciones del Museo. Segun la re-
ferencia fue de una Puerta del Fuerte. Por sus característice; y tarnaño
Pensamos que debió ser de la puerta principal y cenral de la fortaleza.
Palastro: fornrado por una planchuela recrangular de 183 x 126 mm.,
conjuntamente con la testera que tiene 52 x 127 cm. Es decir que el pa-
lastro ofrece un ángulo recto para dar lugar a Ia testera. El tabique opu.r,o
a la tesrera también forma parte de la planchuela del paiasrro, por su-
puesto, doblada en ángulo recro. El grosor es de z,g a 3 mm. Los ,"tiq,r.r,
superior e inferior se encuentren adosados a una muesca en sus recpecti-
vos lados en la testera y unidos por sendos remaches ( 2 cadauno d.e
ellos),
de sección rectangular en el envés del palastro. .Estos rernaches, adosaclos
a la cara interna de los tabiques han sido conf'eccionados para asegurar-
los doblelnente. Es decir que salienres de estos, se rernachan en el lado
L-xterno de los tabiques, los que previamente han sido limados y ajustaclos,
Para cerrar la caja lo más rígidarnente pcxible. lciéntica técnica posee Ia
cerradura de la Puerta de la comandancia, que sc ha descripto. Su anri-
g¡redad se destaca Por sus características y por la ause¡lcia,J; soldaduras.
EI palasrro tietre cuatr() orificios de 7 tnm. clediámetrorlos que
conjuntamente corl sus respectivos de la tapa y dos en la testera asegu-
rarían la cerradura a la puerta. La cerraclura quedaba ccrrada po,
de dos remaches ubicados a ambos lados del ojo dc la cerraclura, -"Jio
Que están
actualmente ausentes. Son de 6 mln., de diánr"r.,r.
Las cuatro guard;u o borjas, son confcccir¡nadas en bro¡ce: de
84.ó mm-, largo por 39 rnr'. en un extremo y l8 mm., en el orroquees

t37
tienen Puntos marcados
redondeado. Con excepción de una, los restantes
(!,2,y3respecti'ra*ente)enuncGtadodesuPartecenralparadar
de del sistema
ordcn en el armado. Las ranuras son diferentes y carecen
tipo de cerraduras' El
reSorte independiente y posterior de ellas, de este
la misma placa de la
resorte se suple po, *ao de un Proceso unido a
decir como resorte)'
borja pero que se separa Para actuar como tal (es
hacen presión'sobre una espiga superior,. donde
topan'
E t* .n
"oi¡onto interiores' con
Esta cerradura se compon" de cuatro borjas con
muescas
de un eje cilíndrico
una disposición variable. Están aseguradas por medio
su exffemo base, en el
vertical de 6 rrffi., de diámerro, ,Irrr^rh"Jo Por
pdastro'
óói^e .,,,oráoc ., borias aorisior
Todasestasguardasoborjasaprisionanensulnter ior la espiga
-ello
verdcal del pestillo. asegura que no pueda este desplazarse a menos
no
que el pol"tór, de la llave "d".u"d"trlqnte ajustado y corresPondiente'
las mismas
levante cada una de las guardas del ángulo necesario Para que
de la ranura central'
dejen libre paso l" .riiga del pestilio, _a lo largo
" del pdetón' al enffar en la
sobre las muescas interiores. El úitimo saliente
del pestillo lo desplaza hacia adelante o hacia atrás' según
el
muesca
de hierro macizo
orden de girá que este ,."1i... El pesdllo dene el pasador
de forma p"rJ"l"pípeda áe 47 x 26 x 1'4,3 mrn' El
frente del pesdllo
del pesdllo'
tiene grabado F.i.R. en letra imprenta. El brazo posterior
un largo de 139
., orrJplanchuela de hierro d" 3,7 ftñ., de espesor Por
redondeada hacia
ffirn., y un ancho de 26 mm. La espiga del pestillo está
g,o x 4,3 x 10,6 mm' En el borde
adelante en una de las aristas. riene
otra cerradura'
inferior presenta una escotadura con igual forma que'la
En su Parte posterior
La ranura posterior del Pestiflo es de 25 x 6,5 mm'
repite en el lado in-
tiene impresos 4 puntos, con una disposición que se
terno del p"l"rtro, pero orirnttdJ"r, ,t conjunto
en forma diferente'
4 rnl'" en la
El palastro tiene 'dJ remaches de bronce de alrededor de
p"rr" superior del ojo de la cerradura'
tienen
Tanto el ojá de la cerradura en el palastro como en la taPa'
"q,r* Trátase de un
anillos de bronc. rodean 1a parte superior del mismo'
limado en las caras externas'
disco moldeado det'ontt Puesto a p'resión y
Dosespigasde6mm',dedúmetroPorl5mm''-dealturasedis-
J*t"d* del ojo de la ..rr"át.", en la misma línea de los
ponen
" "-b*
orificios' hierro
La taPa tiene incrus tada o remachada una planchuela de
Paquete de borjas
o movimiento del y
para asegur", deslizamiento
"l

138
evitar corrimientos.

9. Otros

A.Mangos de cttüe¡tos
f{o 13.211,: Cucharita (mango). Marerial hierro; Largo actual 66 rnm.
por 16,5 mm., y un espesor de 7,5 mm.
Mango de cuchara o tenedor. Material: hierro; Largo 94
|trfo 13.231".
ññ, ancho parre proximal 26 mm; distal 8 mm. Espesor 7 mm, aproxi-
madamente. (Fig. 29, N" 27).
ffo 13.289: Mango (extremo proximal). Ancho zz mm; Largo (x + 33
mm) = ?. Espesor 1,5 mm de bronce o aleación.

B. C-i* parabehtnes de coneajes o pomada de lustrar.

C.ajas circulares de latón de hierro, fuertemente oxidadas. Se


han encontrado alrededor de ltZ docena, tres de las cuales presenta
estado de rescatar sus formas y medidas. Conservación muy mala.
N" 13.209: Diámetro ó6 mm; Altura 14 mm.
N" 13.220: " 66 mm; " 13 mm.
1

N" 13.221: " 71 mm; " 11 mm.


Hallado en el interior del patio y basu¡eros del N.o. Similares
han sido hallados en las excavaciones del Fuerre Nuevo del Diamanre
(18ó4-1880). Debió ser usada por los soldados de las guarniciones del
fuerte.

C.Cnio de Batería y Electrodos.

N" 13.288. (Fig. 30, N" 10). Caja de batería de ebonita. Marca: Sto¡ni
t¡ Trape¡so - Buenos Aires. Pertenecería a una batería de telégrafo de
la últi,ma época de vida del Fuerte. Largo rz,s mm x T4 de y 130
DD, de altura. "r,.ño
Presenta un engrosamiento en el borde superior de 1g mm, y su
grosor es de 5 mm. En la parte media inferior interna dene rn t"big,r"
longirudinal de 18 mm, de altura. El grosor término medio es de 3 mm.
Hallado en el basurero N.o. del torreón entre 0,0/0,20 m, profundidad

139
muy fregmcnnde y con algUnc elecuodos Y placa de cobre y otr\'E
elementc cqlstnridc en cobrc'
L¡ presencie de *t(F objetos demuestra que durante el find
de vide d.l fu.ttc, eI telégrafo fue usado en esa localidad'

N. 13.240. (Fig. 29, N'17). &ez¿ no identificada. Pudiera ser un borne


o un dispcitivo Para s¡lFar algo relacionado, tal vez, con el telégrafo'
Lo inclulmm.r, l* tópico a tfrulo solo tentativo' Largo 48 mm' ancho
perte infcriorcon dc rem¿ches 28 mrn;esPeor 0,7 mm' La parte superior
c(xl un¡ cinte o ero cuforme indica l¡ ilustración. Hallada err €l basu-
rero N.O- del Torre6n (O,O - O,2O m- de profundidad).

N. 13.229- Fragmenrc de Pl** dc electrodo de cobre: largo 84 mm;


ancho actuel ¡t ¿¿"n & mm- Hallado basurero Torreón N'O'
"4t46
(O.O - ),2O ttu profundid"d)-
N. 13.228. (Fry. 3O" N' 12) Electrodo de cobre completo' Placa cua-
mm, x 15 rnrn'
dnnguter de 76 , 76 mm, prolongación superior de 78
con un orificio superic de 5,5 ñ8, en la Parte central aproximadamente'
Fldlado junto a la baería-

D. Fragmctttu netí!íccr de uso no identificado'

N.13.262. Fr.g-"rrto de plomo gn¡eso de 57 x 35 mm. Hallado en


la partc Sur del torreón del N'O'
N. 13.290. objcto de bror¡ce. L,aminar, incompleto: 38 mm
x 42 mm x
2 del Torreón (0,0 - O,2O m' profundidad)'
'.m.Br"ore.JN-O-
N'13.291. Chapita o en8üce de correaje (?), d" hierro laminado de 15
¡nm dc ancho dobLd" sobre sí en un extremo, largo: 40 mm;
esPesor

O,5 mm.
N. 13. 256- Cabezuela de un clavo de hierro (?): forma aproximedamente
r"U¡* d. .lr"dedor de 20 lrffi, de lado; Parte inferior con arranque de
v&tego o cl¡vo.
N. 13.253. Fragmento de varilla de hierro sección cuadrangular de 5'5
¡ 1O mP; y un largo de 12,3 mm; arqueado'
ancho x
N:,13-248. (Fig- 29, N" 2l)' ?ieza de bronce de 14 mm' de
2 0lm, de .spcsor y un largo ectual de 5! mm, Presenta un exrefno
r.ilpod..do or, .rifi.io i. 5,5 mm. En la parte cenral lleva un orifi-
"on

140
cio con espiras Para soportar la espiga de un tornillo de 6 nffi,
de diáme-
tro, la que está reforzada con mayor grosor: 5 mm. El otro
extremo,
tiene una ranura longitudinal la que debió permirir el desplazamiento
de alguna espiga, la pieza en este exrremo esrá parrid"
y arqueada. Nos
es difícil determinar su uso;es posible
que sea unherraj" d" puerta, ventana
o baúI. Hallado en la parre interior del
iatio del Fuerte.
N", 13"233. (Fig. 29, N" z3). Mariposa cle bronce,
sólida, con núcleo ci_
líndrico de 15 DD, de diámetro x 9,5 mrn, de largo. Está.atravesado
Por un orificio Para dar paso a la espiga de un tornillo de 7 mm, de diá-
metro' Medida de las alas 1 2 x 16 m'n. Conservación
muy buena. Hallado
parre interior ciel patio.
N' 13.207. planchuera de hierro de
7mm, de espesor, forma rectangu-
l¿u de 78 mnr x 86 mm.

Al,mtb¡es.

En diferentes Partes durante las excavaciones se han


encontrado
numerosos fragmentos de alambres.

B. Herran¡ientas.

N" i 3'213' Azada Percutor. Hoja d,e azaclarectangular


- de hierro de 163
rirm x 205 mm. con aro aniilo d! r de 47 mm, de medida interna
"r,"rt"
y 69 mm externa' Desarrolla un proceso sobre, este, a modo de cabezuela
cúbica de 31 x 29 mm x 31 mm. Fuerremente --"
oxid"i".
ffo 13.205 Líma o escofna- De hierro. Largo totar
293 mm; ancho
máximo 41 mm, grosor 11 mm. Largo mango 116
mm, hoja para abrasión.
Fuertemente oxidada y d. forma .".r"rg.rlar alarg"d".
údlado: interior
del Patio del Fuerte.

C. Materides de Construcción.

l) C-antos Rodados pknos.

como se ha expresado precedentemente, tanto las


veredas pe_
rimetrales del fuerte, como los' rebordes interiores
del pario, se han em-
pleado cantos rod¿dos aplanados y regurares de
5 cm, po. ¡ cm para ra
construcción de ros pisos emped.udos. Desde el punto
de vis-

t4l
ra granulométrico corresponden e guijarros y guijones de diferentes
ümensiones.

2). C,oúos Rodados Grandes. (Bloques).


'fanto lo cimientos como los rebordes externos de los pisos em-
pedrados se han empleado alineamientos de bloques que sobrepasan
lc 20 cm, de diámetro. Asimismo la superficie actual del torreón conser-
va pisc confeccionadc con estc bloques.

3). Ladríllos.
Numerosos restos de ladrillos destruidos y fragmentados fueron
descubiertos en la parte externa de la ennada del fuerte sobre la vereda
perimetrd. Seguramente debieron pertenecer al aldllo que había sido
construldo formando un primer piso sobre el calabozo. Asimismo la
habitación de la Comandancia ha sido revesdda con un piso de estos
ladrillos, sobre el anterior empedrado.
Medidas: largo 38 cm;ancho 22 cm; alto 7 cm.

4). Adobes.
La mayor parte del fuerte fue construída con adobones y tierra
apisonada. Están dispuestos de soga y de cabeza convenientemente traba-
do. Sus medidas son: Largo 54,5 cm; ancho 27,5 cm; alto 10,5 cm.

5). Umbral.
N:11.706. (Fis. 13, 14, 15, 17 y 18). Confeccionado en maderamen de
dgarrobo de 2,80 m, de largo por 18,2 cm, de ancho y un esPesorde 80
mm. En sus exfiemos presenta dos caladuras de alrededor de 20 cm
x 3-4 cm donde se emporaba la parte inferior del marco.
El umbral eshba afirmado en dos gruesos troncos de algarrobo
uno de 0,95 x 0,tr7 x 0,13 mm y otro de 0,93 x 0,12 x0,13 mm, se-
paradc entre sl 57 cm unos de oros, en la Parte central del umbral.
De esta manera, se as€guraba su duración amortiguando el paso de las rue-
das de carros o carretas, evitándose su ruPtura' Por supuesto el umbral
quedaba alrededor de 20 cm de nivel del piso empedrado antiguo. La
ilustración muestra estos detalles.
6). krerta de h comandotch (Herrajes). (Fig. Z7).
N" 14'162: su descripción ha sido ofrecida en el texro
de este trabajo.
Dedicaremc aquí la descripción de sus herrajes.
a) o Goznes: de hierro forjado, sujeto con cinco clavos
-Bísagras de cabeza
achamda. correspo,nde a la ho.ia d"rech". iu.go
125 nrm y 145 mrn res_
pectivamente; ancho 130 mm. Se traa de un hierro"rhrtrio
de alrededor
de 5 hñ, doblado sobre sí en un exrremo dejando
un canal verrical para
que pivote el perno de otro gozne, que la fija;l
merco de la pared. r"ego
se ensancha a modo de placa circular y d*r*.,olla
dos brazos aplanados
de aspecto que recuerdan a un gancho. b"
parre ca&íbrazo se afi¡rna
con dos clavos y la placa ci¡culo, con uno "rr"
central. Se
- han conservado
dos goznes, el superior y el inferior. (Fig. 27,
N" , y il
b)' Tírador: asidero de hierro .or, móvil sobre placa rectangular
"rgolla
recortada con adornos. Placa rectangrilar: ó8 x 68 mm. Medida Rrg"olla:
82 x 57 mm (Fig, 27, N" 2).
c)' Pasador o cenoio.' En el ángulo superior y cenrral de
Ia puerta se
encuentra un pasador de hierro compacto en dos
piezas: una pLrrch,.rel.
rectangular de hierro de r}a x 7r ffiñ, con una
prolongación a modo
de aleta caudal o cola de pescado de 45 mm x
72 rD, de ancho. El
pasador propiamenre esrá formado de dos
piezas, una rectangular y oüa
cilíndrica aplanada de 225 mm que termina
en un botón de asidero.
(Fig. 27,N" 3).
Tiene el pasador una argolla recrangular de
sujeción en su parre
central.
d)' Armellas: En la parre centrar rrl planchuera de hierro apranado,
presenta un anillo metálico para fijar el tornillo o pasador. Tiene una for-
ma particular y ex su parte posterior se abren d* ."-r, que terminan en
sendos ganchos divergentes sujetos con cinco cravos. Tiene r55 mm por
162 mm (FiS. 27, N" S y 7).
e)' R.eia: La parte superior de la puerta lleva una reja sencilla formada
por dos brazos de hierro de sección ,..r"ng.rrary perfendicurar, en cuyo
centro una estrella de cuatro punhs está
"-pot."d" .o' un remache
hierro-' Largo b,razo mayorr g6 cm. Largo
*
Medidas de la estrella: 22,5 x 23 cm. (Fig
brazo menor: 45,5 cm.
. 27,ñ" n).
í)' cenadura: Está descripta en er p'nro"n-a.
1rig. 27, N" r0).

143
7).''Rueda de Molino. (Fig.35, N" 9).
Muela confeccionada en un bloque granítico que se conserva
en la plaza de armas del Fuerte. Debió ser üansportada allí y perteneció
a un molino de la Villa Vieja. Recuérdese que al Sur del Fuerte
"nrigro
existla un canal de riego, denominado "Hijuele del Moliro", gue sirvió
aparre de cumplir las furrciones del regadío, Para mover el molino hidráu-
lico que pro.ririorraba harina al Fuerte. Este estaba construído hacia el
Este ád ptit-o. Sus medidas son: 1,30 x 1,10 x 0,35 metros. La super-
ficie de la muela dene 1 metro de diámetro. En su centro lleva un orifi-
cio de 20 cm, de diámetro.

D. Alfarería.

l). Alfarería indígena


producto de las er-cavaciones se han levantado nunrerosos frag'
mentos de alfarerla ind.ígena, t¡nto dentro de las ruinas, como en el
basurero situado en el Este y Oeste del Fuerte. Es una cerámica gn¡esa
de 8 a 15 Írrr; de grosor aproximadamente, cocción diferencial rojiza
con núcleos negros, antiplástico de erena, fractura quebradiza y suPer-
ficies alisadas I pulidas. Se diferencian dos tipos de formas: escudillas
simples de ó a 8 cm, de altura por 20 a 24 crn, de cliámero con base
con
cóncava-convexa; y ollas de bases biplartas fuertemen$ engrosadas
pot ro, angulares tlasales de 10 a 12 cm, de diámetro'
De acuerdo con el análisis tipológico regional,corresPonden a típicas
formas neoaraucanas.

2). Atfarería Colonial.


Responden a formas diversas de recipientes pequeños, grandes,
medianos y chicos, algunas debieron Pertenecer a vasijas
del tipo de las
los que
pip"s o báig,teñas. Existen así mismo platos y orros recipientes
il;* "l p"rli.ular vidriado de la cerámica colonial. un estudio detalle-
do con lo, irrformes de difractometría será ofrecido en un estudio especial'

3). Loza. (Fig. 31).


La mayorla de las fornras corfesPonden a platos y ¿ Potes, están
vidriadas y esmaltadas predonrinando el color azul, e xisten algunas formas

r44
pollcromas y con modvc decorados dc disenc fitomórficc. Algunas
formas presentan decoracionés en suaves bajorrelieyes. La descripción
deallada de la coloración será ofrecida en la lámina corespondiente.

4). Porcehna.
Se ha encontrado un solo fragmento de porcelana correspondienle
a un plato, el que lleva una línea pintada de color oscuro en el rebordé.

F. Vidrio.
Va¡iado número de fragmentos de vidrior pertenecientes a reci-
pientes: vasos, botellas, tapas, etc., han sido encontrados en lc basure-
ros y durante el desarrollo de las excavaciones. Presentan la pátina carac-
terfstica que se forma con los añc. Dedicarems un ert.rdit especial a
su análisis en otra opornudd.d; aqtrf solo describiremos la siguiente ,

forma.
N" 13.270. Vaso de vidrio de cristal; hallado habitación Sur del Torreón
N.O.; dtura: 98 mm; diámetro:boca 82 mm, diámetro base 66mm. Pre-
senta desde la base una serie de bajorr.elieves acandados verricales de 4
cm, de altura por ó mm;de ancho alrededor del tercio inferior. En la base
tiene una figura estrellada de 36 mm.

F. Acc.sorios de Vestimentas Milit¡rcs y Civiles.

l). Bo,tones cornutues:

N" 14.44 8, Tipo I. (sin esmdtar).

Botón útrío: con cuatro orificic, fonna lendcular con depresión central
donde ubican los orificios. Uno con dcco¡ación'esmaltada. Color blanco
lechco N" 14.452.
Diámetro: S toal - 9,6 Dñ, espesor - 3 mm;pdeprqsión cenud
= 5 mrn, f, orificio = I mm, c/u.

koc. y lJbicrción: sec¡ores del patio del ñ¡erte.


Este tipo de botón vftreo ha sido observado en un sitio d aire
libre en las Bajadas de las Yeguas en Red del padre (Col. H.A.L. y Vi-
llegas C., 1978, Museo de Generd Alveer) y er el Fuertc Nuevo, coristnrf-
do en 18ó4. Este tuvo unc pocc añc de acnreci6n. Corresponde a un

r45
.ipo cronologizable ent'e 1805 y lg70 aproximadamente. otro tipo
idéntico ha sido descubierto en las excav".ior", de las Ruinas Bóvedas
de Uspallah, realizados en este sitio bajo la dirección del autor l9g0/g1.
N" 14.45 2: Botón, uítreo decorado. Idem. anterior.
Diámetro total = 9,5 mm.
Diámero depresión = 2,7 mm.
Espesor= 4,2 mm.
üámetro orificios= 0,8 mm.
Está decorado con esmalte azul con un modvo que consiste
en cinco líneas paralelas alternas con sucesiones punteadas a" ig"A color.
La depresión no está deco\tda y sólo la cara principal lleva lÁ dir"n*.
Hallada sobre la vereda perimetr"i d"l patio.

b). Botones de hueso. Típo II.

Están elaborados usando el tejido óseo compacro de mamíferos


superiores' Poseen 4 orificios y dos de ellos una depresión puntiforme
de la gtí" central del torno en que se dispuso para su fabricación. os-
tentan coloración amarillenta típica y rexr,.r." propia del hueso.
Uno de ellos (14.454) en vez de tener la depresión pundforme
dudida lleva' un pequeño orificio central. Los boiorr", presentan un
borde que destaca una depresión central donde se emplazan los orificios:

Diámetro Diámetro
orificio depresión
central
N" 14.450 14 mm 1,3 mm c/u 10 mm 2mm
N" 14.451 1.1,8 mm 1,2 mm c/u 7,6 mm 2mm
14.454 10 mm 2,2 mm 10 mm 2,2 mm
(orif. ccntrd)

1,7 mm
loo 4 orif- rcst¿nre$

Halhdos; interior del pado del fuerte, sobre el piso empedrado.

146
c). Típo III. Botbn Metálico.

N' 14.453: Formado por un disco aplanado de bronce. Presenta un ¿n-


to de 5 mm de diámetro externo insertado en el cenrro del envés pare
ser adherido a la tela.
Diámetro toml = 1I,2 mm.
Espesor = 2,3 mm.
Diámetro interno del aro= 2,2 mm.

d). Tipo IV. Botón de Lat6n de Híeno.


N" 14.449.: Muy alterado con cuarro orificios; diámetro 18,4 mm, aproxi-
madamente; espesor 2,5 mm. Posee depresión central.

2). Botones Militares.

Tipo L (Fig. 32, N" 3 y a).


Botones de bronc e. Ejército Argentino. Marca de fábrica Inglesa:
Smith & Wrigth Birminghan. Impreso grabado en la cara superior. Escu-
do argentino en relieve en la cara convexa o externa. Presenta una ar-
golla u ojal soldada en el envés para adherirla a la tela. Material: bronce;
conseryación muy buena.

ffo Diámetro Espesor


N" 13. 277 21,5 mm 1,2 mm

N" 13.278 22 mm 1,2 mm

Todos hallados en el interior de la habitación de la comandancia,


sobre piso de ladrillos.

Tipo II. Botón de latón enlámina de bronce o aleación. (Fig. 32 N" L y 2)


Formado por dos partes. Forma plana convexa. Anverso con
escudo argerrrino engarzado a presión en reverso con marca P. Tait &
c" Limeríck, rodeado de un círculo de puntas. uno de ellos N" 13.282
con una depresión central donde se engarza el aro u ojal móvil o ard-

147
culable.

\fo Diámetro Espesor

N" 13.279 22mm. ó,5 mm

N" 13.292 22 mm ó,0 mm

Ambos deformados. Uno por presión lateral y el o6o cenrral.


Conservación buena.
Hallados en el borde de la vereda perimetral exrerna en la parte
central de la fortaleza.

Tipoll/.(Fig. 32, N.5 y 6).

Botón en lámina de bronce aleación, modelo anrerior con una


c mayúscula (de caballerfa, ral vez), marca y círculo de puntos igual
q:: el anterior. Con depresión central en el envés donde ,. .ng", i^ ,l
oJar.

\fo Diámetro Espesor


N" 13.281 19,5 mm 6,3 mm

N: 13.280 19,5 mm 6,3 mm

3. Letra - Insignia. (FiS. 29,N" 24).

hfo 13.238: Letra metálic¡ p mayúscula de cobre y aleación, laminar,


altura 27 mm x 9 mm. Se trata de una insignia
-iiir", de uniforme al
parecer antigua.
No tenemos referencias de pertenencia ni cronologfa. De tratarse
de una insignia militar del Ejército Argenrino, es probable qu. sea de sus
comienzos.
Hallado en el patio de la fortaleza.

14E
4. Botbn de Coneaje.

N" 13.245 t Bot6n decobre fu coneaie de fusil. (FiS. 29, N'1ó).


Botón de doble cabezuela circular de l5 mm, de diámetro, unid¿
por un brazo de 6 ñffi, de diámetro. Distancia externa entre ambos
botones 16 mm. Hallado en la vereda perimetral externa Norte.

G. Armas

1). Cápsutas de balas y proyectíles.


' frfo 13.296: Cápsula de bala, calibre l1 mm, (433-70-350). Correspon-
de aun Remington Modelo Argentino 187I. (Fig. 29, N" 15).
Dimensiones: Largo 54,5 inm, diámetro i.nferior 13 mm; drámetro
superior 12 mm; largo parte superior de menor diámetro 1ó,5 mm, base
15,5 mm. Conservación buena.
N" 13.199: Cápsula de bda, calibre 44 corto; (44 Smith y Wesson cono).
Usado en revólveres desde 1880 en adelante. Diámetro base 13 mm;
diámetro cuerpo 12 mm; largo total 25 mm. Conservación buena con
la parte superior y cuerpo incompleto. (Fig. 29 N" 8).
N" 13. 263: Cápsula calibre 38 (3S Smith y Wesson corto). Usado en revól-
veres desde 1880 en adelante. Largo 20 mm; diámetro boca 10 mm;
diámetro base 11 mm. Conservación buena (Fig. 29, N" 9).
N" 1 3.664 y 13.268: Cápsula pequeña, calibre 9 mm, FLOBERT, usada
en mategatos y rifles de salón. Largo 10,5 *-'y 11 mm; base diámetro
9 rh, ambas ; diámetro boca y cuerpo 8,5 y 9 mm, respecdvam€nte.
Antigüedad hasta 1870. (FiS. 29, N' l0 y la).
lrfo 13-266 y 13.267: Cápsula de matagatos, c.alibre 6 mm; FLOBERT.
Antigüedad hasta 1870. Lergo 7,5 mm, ambc, diámetro boca y cuerpo,
6,8 y 7 mm, respectivamente; diámetro base 6 mm ambas. (Fig.29, N"
t2 y t3).
[fo 13.198: Proyecdl de plomo, forma cilindro cónica; con surcoo cir-
cuyenres en la parte inferior Ftare facilitar su implanación en Ia cáp
sula. Calibre (56), l4 mm; de fusil "Lefouche". Larga 22 rnm; diámero
base l3 rnm. (Fig, 29 N" 5).
f,rfo 13.259 y 13.197: Balas y proyectiles esféricc dc plomo, calibre

t49

)
tó.'5-ñfr, aproximadamenre (r7 de libra) (.66). para armas de avancarga
o bala única, Para cartuchos de escopeta calibre .16. Fabricación
casera.
Diámetro ló y 16,8 mm. Cuadrícula: G.l. (Fig.29, N"
l9).
Nó 13'269: Cápsula de fulminantes usada generalmenre
en armas de
avancarga (cápsula de Egg). percurida. Largo rl
mm; diámero interno
5,5 mm. Hallado patio del Fuerte. (FiS. 29 N;6).
\fo 13.260: Proyectil ojival, de plomo, calibre 11 mm. (.43);
de fusil
carabina Remington, sistema Rolring Block. Largo
zg mm; diámetro
base 1l mm; con surco en su tercio inferior para facilitar
su implanta-
ción en la cápsula. En la base presenta una cierta concavidad.
cuadrí-
cula: H.l . ( Fig. 29, N. 4).

Obsentaciones

La determinación y asesoramiento en balística se debe al Sr.


Pia de la localidad de General Alvear (Mendoz e), a quién el autor
agrade-
ce ptlblicamenre.

2). hsotete de sable de bronce. (Fig. 35, N" 3).

N" 12.215: Casolete deformado. Las medidas se indican en el diagrama


adjunto. una parte de ella se fracturó durante los trabajos de g"üir,","
pretendiendo acomodarla a su antigua forma. Falta determinación
dcl
!ip" y cronología. Hallado basur"to t¡.O. parre superior del fuerte (0,0/
0,20 cm, profundidad).

3). Llave de abrír cañón de Arma. (Fig.29, N" l).


[fo 13.261 : Marerial hierro. Mal conservado. Carece de orificio de suje-
ción por habersc roto esa parte. Largo 59 mm, ancho máximo l5 mm.
Hallado basurero torreón N.O. piso superior del fuerte (0,0/0,20
cm
profundidad).

4). C^asquíIlo de b¡once de caño de fusit. (Fig. 29, N" 2).

N" 12.214: Refuerzo de caño de fusil Remington, modelo rg7r. Arma


usada por la policía de la provincia de Mend oza y también de uso
civil.
Largo 22 mm, ancho 27 mm. Tiene en su parte inrerior una cabe
zuela
de clavo que debió encastrarse en la -udrr" del arma. Conscrvación

150
muy buena. Hallado basurero Torreón N.O. Plso superior del fuerte
(0,010,20 cm profundidad).

5), Caño de fusil a chispa.

N. 14.182.

6). Reuhluer de Caballería.

N" 14.181.

7). Grilleúes. (Fig. 35, N' 1).

N" 14.183.

S) Bana de Grillos. (Fig. 35, N" 2).


N" 14.184.

9). Balero. (?) (Figp. 29, N' 3;35 N" 4),

. Posible "Tapa de Carga", de arma o "Balero" de bronce, (Molde


para fundir balas). Deformado Por un golpe. No és recárnara, salvo que
fuera muy antiguo. Altura 31 mnn ; anch o máximo 49 ,5 mm. Grosor
máximo 18 mm.

H. Elementos de Recreación y Juegos. !

t). Tobu. (Fig. 35, No 6 y 7).


N' 1 2.277: Tabas -sin señas de desgaste. Hallado interior del pado, sec-
tor norte. Conservación buena. Medida: 68 x 50 x 37 mm.
N" L 3.218: Tabas con desgaste intenci',onal en una de st¡s caras. Medidas:
76x43x37mm.
lrfo 13.230: Taba. Desgastada cara superior e inferior. Una de ellas la
inferior con una marcada inclinación hacia un extremo, presenta fuerte
desgaste. Altura 43 mm; en un exrremo y 36 mm el otro. Ancho 31
mm. Largo máximo 7l mm. Conservación muy buena.

151
I. Numismática.

tl. Moneda:

[rfc 13.293: Moneda chilena de cobre. Leyenda: "Economía es rique-


zt", de un centavo, República de Chile, año 1853. Con una figura es-
trellada de cinco puntas. Diámetro D mm. Hdlada en el pasillo de acce-
so del Fuerte sobre el piso empedrado. (Fig. 32, N" 8).

2). Medalh de oro. Conmemoratita del Rey Jorge III. (Fig. 32, N" 7).
N" 13.243: Con aro del mismo metal de 25,2 hD, de diámetro por 0,7
ññ, de espesor. El a¡o metálico tiene un diámetro exrerno de 7,7 mm
y está confeccionado en un alambre de 1,6 mm de diámetro. Lleva en el
anverso la figura del R"y Jorge III de Gran Bretaña e lrlanda (1738-
1820), con una corona de laureles.
kyenda Georgivs. III. DEI. GRATIA. En el reverso lleva en el
centro el blasón de la monarquía, de forma de escudo triangular de lados
laterdes arqueadc y superior recto, con la corona real en la parte supe-
rior en cuyo interior tiene dc figur¡rs en cruz. Está rodeada de puntc
y algo desgastada" El blasón está dividido en cuatro partes con figuras
tdes como; un león y tres ridentes, parte superior una lira y 3 o a fig1r-
ras en el otro cuarto inferior. Rodeando la medalla dene la fecha en la
parte inferior: l79o y a continuación la leyenda: .H .C . REX .F.D.M.C.
(orificio), D .S .T .M.P.E.T.C. Su peso eg de 2,5116 gr.
' Recuérdese gue el Rey Jorge III padeció de Porfiria (Macdpine,
l. y Hunter R., 1979), y en 1789 se le dedicaron en conmemoración a
su recuPeración medallas y placas de porcelana. Aunque esta es de 1790,
también lleva un grabado de "DEI cP-qTIA", rodeando el borde lleva
una serie de rrnuras o muescas. Es muy probable que haya pertenecido
a algun soldado o prisionero inglés. Recuérdese que prisioneros de las
Invasiones Inglesas fueron rasladados al fuerte San Rafael. La medalla
fue hallada en los alrededores del fuene por la Sra. Amelia Turesso de
Cherlo y adquirida por el Musco para sus colecciones.

J. Acccsorios dc Correajes Militares.

1). Bot6n de correaje. Descripto en el punro F-4. (Fig. 29, f¡fo ló).
2). Hebilhs:

152
23 x 18 x 1,8 mm.
No n.226: Punta triangular irregular. Bordes ligeramente convexos
eirregulares.Baserectaconángulosirregularmenteredondeados.33x
14x1ómm. ,

2). Cerámica Indígena.


I

Una ligera referencia se hizo en el punro D-2. I

3). Tembetá. I

;ru#*t**f
Largo probable : 22,2 + x= 34,4 mm. (Medida estimativa). l
I

$ffgp**llrr**ii**w I
4). Conos metálicos de ado¡no. I

**mry;;l;;ffi1
ffi':,::,:^::^::n'cp'dea'cón
N' .447: Cuenta de collar: con diseños longitudinales consisrentes en I
14
líneas de colores azul, rojo, celeste y dorado. Todo el motivo está cubier-
]l
1

154
ta un pequeño ensanchamiento. Largo total = 4 mm; diámetro máximo
Lgeramente convexos (parte media¡= 5 mm. Diámetro orificio = 1,5 mm; diámetro exremo
t€ redondeados. 33 x polos= 4,8 mm.
N" 14 .446: De vidrio, color azul, cubierta con fina capa- brillante de pá-
tina, desgastada en algunos sectores. Orificio central amplio y bien deli-
mitado. Largo total= 3,6 mrn; diámetro máximo= 4 mrn; diámetro ori-
ficio= 1 ,7 mm; diámetro extremo polos= 4 mm.
Ambas formas han sido de uso generalizado, dentro de Ias po-
blaciones indígenas y obtenidas por medio de los Españoles.
Ambas han sido halladas en el pasillo perimetral interno del
enda pardo amarillen-
'patio sobre los pisos empedrados.
I: 1'acimientos o can-
lerte.
6). Resfos líticos uarios.
ra en el prorimal, el
ial lcerca de la base): Corresponden en su mayoría a lascas y residuos. Son escasos
rgo actual: 22,,2 mm. restos.
ltl'¿
stóncos ha sido men- L. Restos de Alimentos.
rr de Cuyo. Su hallaz-
to que erróneamente 1). Huesos de mamíferos y aues siluestres: Principalmenre en los basu-
rreras rempranas (Ej. reros del fuerte son numerosos los restos correspondientes a placas y hue-
sos de desdentados: Piches: Zaédyus pichiy (Desm.); Peludo: Chaeto-
phactus villosus (Desm.); Avestruz y ñandú (Rhea sp.), aparecen nume,
rosos fragmentos de huesos y dt cáscara de huevos. Variados fragmcntos
de aves no han podido ser aún idendficados. Ei probable que algunos
ancho de la base 24 correspondan a aves de corral.
rllada en inrerior del
2). Huesos de mamíferos domésticos: Son los más abundantes en los
o base 19 mm. Algo basureros como así mismo en el resto del fuerte en su mayoríacores-
bitación del calabozo. ponden a vacunos. Los huesos se encuentran serruchados, macheteados
o partidos a golpe de cuchillo. También existcn restos de caprinos y equi-
nc, üomo asf también algunos restos de porcinos.

3). Resúos de wgetales. Son abundantcs los carozos de durazrios, Prunus


inales consistentes en persica (L.) y de ciruelos Prunos sp.
tl morivo está cubier-
io cenrral es circular
r polo y polo presen-

155
XVru. La Fobhcrón esr la Prrtl¡er Décade del Fuerte.
con meJ
La ernpresa ft¡ndadora del Fuerte demandó duros años de esfuer- tada cuy
zos y sacriñcios, hasta alcanzar ciento nrimero de construcciones que rica y arr
sarisfacieron las necesidades defensivas de los oficiales, soldados y .ol*
nm pioneros. Conclusi
En ei comienzo la población no debió superar las 100 personas.
Hr¡ 1808 la pc,blaciór¡ asentada en el fi¡erte y sus alrededores había I
alca¡¡zado unas_ 3$0 personas, incluyendo 24 indios. La idea original lugar a I

de proceder a formar una reducción indígena no habfa prosperado. F..o mediant(


alguno indígenas continuaban vinculados con la vida de 'la fortaleza. tían ir ga
En esa fecha Telles Meneses mostraba su preocupación por la de los cc
falta de apoyo del virreinato expresando que: ,,La rnayo, parte de este de los in
vecindarío se ha mantenido y se manüene a mí costa" Bien comprenderá ubicados
V.S. que éste me es un grauamen excesiuo;ha llegado a hacerse ínsopor- este obje
table y Por lo mkrno rne veo en la ineútable precísíón de solícitar se me como rn
exonere de él o seguiré franquearlos como hasta aryí, Ios obreros direc- sino de 1

tores de catpintería y Cbañilería en qpe se hallan ocupados soldados de los inc


y
clalos míos y qukiera hallarme con proporciones púla seguir mantenien- F
do h peblacion a mi costa',. Carlos, v
Desde los prirneros años de vida dei Fuerte, comenzaron a co¡rs- cual se a
truirse habitaciones Para lgt colonos, indios y auxiliares de la propia cordillera
fortaleza, Telles Meneses dice (Documento citaclo) : "Fuera de ta muralla Si

y en corta distancia de ellas hay una casa con corredores por todo el gran en el brc
patio P6a el atrojamíanto de indios. otra de adobes parahabitac¡ortde de San R
vecinos y se está construyendo otra también tJe odob"s. Hoy ademas tórica, m:
síete habitaciones en un lienzo a/ S.o. cle Ia c,
fortaleza y cerca de éI unds
1,8 cuos de paja". promisori
Hay quc agregar que también se encontraba fuera de la fortaleza de Fray I
un corral pircado para rnantener la dotación de caballos necesarios para al Marqu
la oficialidad y la tropa (Sosa Morales, 1940). que en el
originariamente en el espacio que mediaba entre la barranca del en los N¿
Rlo Damante y el lienzo sur del Fuerte, de unos 50 metros, era cruzado bramient<
por la denominada "Hijuela del Molino" (hoy rasladada unos 200 m, este Park
al Norte), qu. servía para el regadío de un gran higueral, frutales, alguna, n
parra-
les y trigales, de los campos situados al Este ¿. t" fortaleza. muerto ut
La primer descripción más o menos derallada del Fuerte de San L(
Rafael se debió al historiador Narciso sosa (1940, p. 16-17). En Por sus v
196g,
bóvedas (

156

F'
Ir,
con meJor documenación encara nuevamente una descripción más dro
dó duros afiG de esfuer- tada cuya base nos ha servido para ofrecer un intento de recreación hist&
¡ de construcciones que rica y arqueológica nueva.
ficiales, soldados y .ol*
Conch¡siones.
e¡¡r las 100 personas.
e
La necesidad de avanzer la frontera a fines del .rylo )CVIII dió
sus alrededores había
' lugar a la udlización de una política defensiva. Esta era llevada a cabo
ndios. La idea original
mediante la implanación de fuertes y fortines, los que a su vez permi-
¡ había prosperado. pero
tían i¡ ganando al "desierto" espacios valorizados para los asentamientos
1¡ r rda de la fortaleza.
de los colonos y ofrecer una barrera a las constantes invasiones y ataques
su p,reocupación por la
de los indlgenas. Se facilitaba de esta manera la protección de los predios
"La nrayor parte de este
ubicados en el seno de las zonas colonizadas del Norte. Para cumplir
:osrú, Bien comprenderá
este obj.etivo se hacía uso de pequeñas milicias organizadas, las que tenían
egado a hacerse insopor-
como rnisión no sólo ganar la pez mediante pactos con los narurales,
ruión de solicitar se me
sino de proteger y dat sviso a las ciudades cuando los intentos ofensivos
aquí, Ios obreros direc-
de los indígenas alzados extralimitaban su accionar.
tút tx-upados soldados ¡.
,s para seguir Fundado el Fuerte de San Rafael, corno avanzada del de San
mantenien_
Carlos, se previó surgiera en un futuro una región agro-ganadera, por lo
rle, comenzaron a cons- cual se aprovechó la zona de las inmediaciones de las juntas de dos ríos
¡u x il iares de la propia
cordilleranos tan impormntes como el Diamante y el Atuel.
) : r'Fuera de la muralla Si existiese tributo de honrenaje para hacenlo perpetuar
"lgu"
en el bronce es precisamente para don Miguel Telles Meneses. El pueblo
redores por todo el gran
{obes para habitac¡ón dc de San Rafael, tiene más que una obligación moral y una evocación his-
le adobes. Hoy tórica, mantenerlo en un alto y vislumbrante pedestal.
ademas
úleta )) cerca de éI Con jusricia, sin entrar a valorar su obra política y militar, tan
uncLs
promisoria para Mendoza, conviene transcribi¡ las palabras documentales
b'e fuera de la forraleza de Fray Francisco Inalicán, que con fecha 9 de abril de 1805 (17), escribe
caballos necesarios para al Marqués de Sobremonte, diciendo: "Cracías a Díos nuestro señor
tye en eI feliz gobiemo de V.E. se haya establecido la pu y la quíetud
)¡ enrre la barranca del en los Naturales Peguenches, mís paysanos conseguida cort eI feliz nom-
5rJ metros, efÍl cruzado
bramíento de V.E. a Don Miguel Telles y Meneses por cctmísionado de
r¡sladada unos 200 m, este Parhmento por que si alguno otro hubiera sido, no se logra cosa
r rgueral, frutales, parra-
alguna, ni menos hubieran penido a h Junta, y de uenir se hubieran
rrteleza.
muerto unos a otros y tal uez hubieranse leuantado contra..."
[ada del Fuerte de San Los trabajos arqueológicos realizados en el sitio son de gFan valor
n" p, 16-17). En 1968, Por sus vinculaciones con sitios de igftul cronología inicial por ej. Las
bóvedas de Uspallata (Mendoza) y final el Fuerte Nueuo del Diamante

t57
(1864-1880), lo que permiten establecer rasgos promisorios en la cultura
material hispánica<riolla e indígena del siglo pasado. Estas bases compara-
dvas a nivel de "restos arqueológícos", nunca fueron tratados en los es-
ruüos por restárseles importancia. Convendría en un fururo un estudio
descriptivo y sistemático de piezas históricas, de conocida cronología,
convendrfa ésto con el fin de establecer aspectos del desenvolvimiento
técnico de la culura material, como respuesta del afianzamiento y desa-
rrollo mercandl, que se operó cuando la expansión europea de las últimas
centurias tiene incidencia en América.
Las accuaciones del fuerte fueron ligadas en parte a la vida de
la república en sus comienzos, hasta el año t879.
Con la llegada del Coronel Napoleón Uriburu, a cargo de la cuarta
División Expedicionaria al Neuquén, el día 12 de abril de 1879 parece
cesar la vida del fuerte San Rafael del Diamante, quién sin haber cum-
plido tres cuarto de siglo, se mantuvo como un firme señuelo para pro-
curar y dar vida a un pueblo más del interior de la patria.

Museo de Historia Natural


(Dirección Municipal de Cultura)
SAN RAFAEL (Mendoza)

Agradecimiento:

Sería larga la lista que tendría que hacer aquí de colaboradores


que han trabajado y brindado su apoyo durante los rabajos de labora-
torio y d" campo. En primer lugar a los jefes de excavaciones Enrique
Marianetti y Víctor H. Cuello, en las tareas de gabinete a la profesora
Ana Susana Gil, al Dibujante Sr. Sanriago Germanó y mi secretaria Srta.
Lina Cannavo, y a todos aquellos que sin destacar sus nombres hicieron
posible este aporte a la arqueología histórica local.

Plano genera

158
5,*ftoS en la cultura
.5:;ir bases compara- RIO DIAMANTE

:ra¡ados en los es-


:'iiriro un estudio
¡r.:c ida cronología,
I :csenvolvimiento
¿:¡arniento y desa-
" -,!:'á de las últimas

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Plano general del Fuerte San Rafael de I Diamante . Relevamientos ef-ectr,rados por los Arquitectos
Fernando Ri-eattieri y .losé C. Tonidandel. ba¡o la dirección clel Autor.

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Fig. N" l. Mapa de la Provincia cje l\4endoz¿r con indic¿tción del sitio en Villa 25 de Ma1'o. donde se
muestra el Fuerte San Raf'ae I cle I Dian-r¿rnte.

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Fig. N" 3. Planta del Fuerte según una reconstrucción del Prof. Narciso Sosa Morales, en 1968.
Fig. N" 5. Vis

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Fig. N" 4. Reconstrucción picttirica de I sitio de acuerdo a un documento de Telles Meneses de 1808.
Dibu.iado por el ArqLritecto Alliedo Nenciolini en 1955. Cuadro pictórico conservado en el Archivo
Histórico del Museo de Historia Natr,rral de San Rafael - Mendoza.
162
'.lr¡rales. en 1968
Fig. N" 5. Vista clcl balLrartc N.O." hacia cl estc cle San llafael del Dianrante

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N" 7. Parte del frente del Fuerte, con restos del Baluarte N.t). Se zrprecia el Dique Galilco Vitali.
sobre el Río Diantantc (AntigLro Paso clc Rornero) y las montañas cle la Sierra Pintacia.

del baluarte.
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Fig. N" 8. Restos del Batr"rarte del Noreste. tomado desde el sector Norte en Ias inn-rediaciones clonde
emplazaría la entrada del mismo.

164 Fig. N' !0


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Fig. N" 9. Parte posterior dcl Ioll'ctirr N.O. Sc aprecia el nivel del piso cmpedr¿tcio. cirnientgs y los restos
del baluarte.
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Fig. N" I0" tsalr¡artc rlcl N.O. -r'r'estos clel rluro.r del parcdón L-lste del lruertc
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Fig. N" 12. Fig. N" 14. Umbral sost


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Fig. N" lJ. [-intbral tlel I]Lrcrlc )'acceso principal dc cntrada durarrte las excav¿rciones

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Fig. N" 17. I'iso cnr


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pasillo respectivo.

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Fig. N" 18. Calac1Lll-as p¿lralelas cle I r,rnrbl'¿rl cJoncle sc errpotrab¿r el marco. ((in-sitLl))

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Fig. N'19. Primera habitación al lado del Torreón Noroeste. Se aprecian grandes rocas de rodados
fbrmando el cimiento de un antiguo muro. a escaso un metro de la entrada de la puerta clue comunica
con el patio. Fig. N'21. Detalle de

. :" r\fif-.ii.¡\$\:Nss\Nl*\, \1:.N . r\

Fig. N" 20. Vista general del calabozo de la


cornrrnica con el patio. Fig. N" 22. Piso e
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;L. i. rodados
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Fig. N'21. Detalle del piso empeclraclo

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Fig' N'22. Piso empedrado cie la galería cLrbierta o vereda perinretr¿11 interna clel Fuerte.

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Fig. N'23. Característica constructiva cle la vereda perimctral interna ciel Fr-rertc. ¿rl l¿rcjo Este dcl ¿lcceso
principal de l¿i Irortaleza.

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Fig. N'24. Superiicie ¿rctual del baluarte clel N'orocstc. fbrnracla por gt'itnclcs bloclucs c'le roclados. Fig. N" 26. Ilabitacitin cjc I¿
externa cle I lrrre rtc r otr¿
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Fig. N' 25. Ilabitacitln N" l. tonr¿r tic Nor.tc a Srrr. c()ir sr.l ¡-ris0 cn-rpcclftrclo
-r'rcstos clc un iurtigu0 cinlielrtO
rlc nlurtl. llor illcr istcr)te .

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. Jc rocl¿rdos Fig. N'26. IJabitaclóll clc la Colr¿tndancirt con sus clos pircrtas cle ¿rcccso.
extenta ciel IrLre lte \ otra al patio iltte rior.

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(Colección Narciso Sosa Morales) Clon ilustración de


Fig. N. 2T.puerfacie la Conr¿inclancia clel FLrerte
sus herraies:

l. Cozne o bisagra sllPe rror.


6. Vista cle la parte prirlcipirl Lr ho.ia derecha
2. Tirador. 7. Detalle deI Pasador central
8. Gozne o bisabra illferior.
3. Pasaclor lado interno de la puerta'
9. Motivo estrellado en Llna sencilla re.ia
4. Vista parte posterior de la puerta' (en crLlz).
5. Detalle de [a cerradura 1' pasador Fig. N" 2i
10. Interior de la cerradura
del reverso dc la Illisnla.
<<Tipo Francesa>> de la Puerta'

t74

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i lLrstración de

:- l, Lr ho.ja derecha
.:'lrl.
':.
: .r sencilla reja

-t Fig. N" 28. Clavos ¡ tornillos hallados clur¿rnte las cxcavacioncs clel Fuerte (llscal¿: i0 ¡y¡.).
:. Li e rta.

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Fig. N" 30. Tuercas, arancle
No l0; ver medidas en e
Fig. N'29. Rest<ls de armas. cápsLrlas de prol,ectilcs. prol,ectiles de plomo. restos cle hebilla. llaves,
rnangos. insignia militar. etc. (Escala: l0 mrn.).

1',76

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Fig. N" 30. Tuercas, arandelas, herracrur¿r, batería con electrodos. palastro,
etc. (Fuera de escala la pieza
No l0; ver medidas en el texto).

177
Fig. N" 31. Diversos f}agmcntcts de Lrordes, cle la loza hallacla etl el Iruerte. ('[anratio natural)
Fig. N",

178

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Fig. N'32. Botones militares. med¿rlla y moneda. (Escala: I0 mrn.).

119

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TABIQUE SUpERICIR

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TABIQUII INI'ERIOR

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TABtQUti SUPERTOR Hns0nTri

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TABIQI"ln POSTIittIOR

ITSPIGA V IIITTIC AI,


['AI,ASTR.O
Fig

R,Ab{ACHES

'LAtr]IQUO INFEIt,I(}R

Fig. N'33. L Dibr-rio esquemático del interior de la cerradura tipo <Chubb> perteneciente al Fuerte'
2. Detalle clel interior de la cerradura tipo <francesu pefteneciente a una pr.rerta de la
Comandancia del Fuerte.

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DF.l- PIiSTILL{)

Fig. N" 34. Fotografla con el despiece de ambas cerradulras.

ir"¡neciente al Fuerte.
: ¡, ur.3 puerta de la

l8l

r
l. Más de un¡
vidos recorr
que los vesti
1. Grillete.
brimientos.
2. Barra de Grillos. radas, que di
3. Casolete de sable.
2. Esta comisi,
4. <Balero>> (?) de bronce
Atencio Ro
3. Denominaci,
p. 57 y Fal,
a rebelde, d
y se aplica
alzado;auca
4. Con respect,
cada, puedel
<¡uez, el Inc
Bohórquez.'
Este hombre

WWWW
5.

6. Mordes Guii
to Marcó de
buir a este I
de Chaca l9t
[L 7. Un jusricierr
fug ..i:¡¡'i',:
atrocidad ef
una expedici
Tji.:
naturales. L(
'$i'
.*sjia'
montes y pa
''.::ir.riljtl:..
:l:r.:r:.. no hace más
..\t.:-:.: i, .
y sigue la ma
ir-:.::.i.i(óiil:iNii : . I

Comentan
"Dios le perd
me salvajada
había cruzad
más tarde, e
y chañarales,
El document
reproducido
Fig. N" 35. 5. Estribo antiguo de la <Villa Vie.ju (Villa 25 de Ma¡,'o-San Rafael-Mendoza). con el
338 (corresp
regatón de una lanza perteneciente al Coronel Taboada, plresta en la Cu.ia. Un idéntico
mento No. 6
estribo a éste fue liallado en las excavaciolles del Fuerte. con apéndicr
6. Taba criolla.
J.T. le58-9;
7.Taba criolla. 1928. p. r-7
8. Cerámica colonial lisa y vidriada. documentd c
9. Piedra del molino o solera, conservada enlaPlaza de armas del Fuerte. 9. Es lament¡bl
guc mencio
Observación: Las frguras 5 a 10, son delArchivo de la comisión Pro-ReconstrLlcción (Fuerte Histónco referenci¡s b
San Rafael del Diamante>. El restg pertenece al Museo de Historia Natural dg san Rafael (Mendoza quc ese docur

182

r iI
''*Til ffi
NOTAS

nor vimoc conmo-


l. Más de un. y€2, siendo niños (y perdónesc clt¡ di{rcdón rcntimenUl),
aodo de "timvlos" o "tcll", ostenteb¡n no Poco mcn(xt
vidos recorriendo esos r6to3 q,ra
" imaginrión de vdiosos de¡cu-
que los v6tigios de su perdid" t ¡,ói." e incitaben la pucril
maduras y clabo-
brimienros. simientes est"s del pensamiento, que noe lleva¡on a iniciativas
años rnás tarde'
radas, quc dieron lugar a encararsus sistemáticas investigaciones
Esta comisión fue integrada por los vecinos: Carlos R. Morales,
Antonio Apona, Abd
2.
Atencio Rosa, Julio Sá", Hector Calderón, Marcelina Mercceron y
Eduardo Sánchez'
(Eriz-e, Esteban 19ó0'
3. Denominación del Mapuche desobediente, alzado, rebclde y dlscolo
p. 57 y Falkner, n7¡ Og57, p- 125: ""'es un apodo, y término injurioso que
equivde
alzado, salvaje o bandido: la voz auccmi sig¡riñca rebelarse, alzarse' hacer motln'
a rebelde,
y se aplica tanto a lc hombres como a los animales; asf Pves4¡.cacahtul, es un
cabdlos
alzedoiaucatun o ancatuln, hacer alboroto"'
publi
4, con respecto a documentación específrca referente a este filibustero, recientemente
pueden vers€ los trabajos de Teresa Píossel P¡ebish 1976" La rebeliót de Ped¡o Bohó¡'
cada,
Inco del Tucumán, Buenos Aites y l9E0; Atdrr,tzr¡. y picatdías
del Inca falso
qr"r,'"l
'Bohórquer. ,,Todo
es historia". N. 1ó1 p. 6-17. Octubre. Buenos Aires.

Este hombre se había también desempeñado como corregidor entre


los años 1704 e1707'

$W
5.
otros historiadores: Augtts'
6. Morales Guiñazú 1936, pp. 106-107 comete el mismo error que
F.M. 1938, p.42;P.1. Denis 1968, p'217,en atri-
to Ma¡có del Pont 1928,p.104;Guiñazú
buir a esrc la fundación iel Fuerre de San Carlos. Está muy bien acle¡ado en los trebajos
de Chaca 1964, p, 57-58; Segura 1964, p' 57-58; 19ó8' P' 262'
trata dc una
7. Un justiciero paréntesis, que creo valorizado volverlo a comentar aquí' Se
po, ion Francisco de Amigorena en marzo de 1783, cuando dirije
atrocidad efecruada
una expedición a 1", irrrrr"r dc los Rfos Diamante y Atuet a
fin de atcmonz¿r a los gnrpoo
todas las tolderías,
naturales. Lo que "á"rruy"ndo y quemando como tenía ordenado
Durante dos días
montes y pasros a favor del viento que soplara estos días por el oeste".
qu" caminar y pegar fuego a los espesos montes, Pastos y carrizdes dcl camino,
no hace -L
y sigue la marcha pegando e incenciando por la retagu¡rdia toda la Campaña.
1964, p' 37-39'dice'
Comentando *"y"bi.r, este hecho, el historiadot biotü.io Chaca,
,.Dios le perdone a Amigorena el premio de su buena intención de servir a la Provincia su enor-
-fu.go
me salvajada de pegar a lls inmensos y ricos bosques de la extensísima región que
había cruzado..." 1óp. cit. p. 38). Pese a todos los desastres que ocasionó el fuego, años
más tarde, aúr, subsistí"^ .t la región resen¡es de la vege tación del monte
dc algarrobales
y chañaralcs.
8. El documento del diario de la expedición de Esquivel Aldao de 1788 hasidointegramente
(1937)' pp' 318-
reproducido en la "Revista de la Junta de Estudios Históricos T' VIII,
rtr-\f endoza). con el 3j8 1"orr.rp. al año 1931); ver también apéndice documental F.M. Guiñazú, 1938 Docu'
cn ir C'u.ia. Un idéntico V, PP.8l-98,
mento No. ó, pp. 210; Gregorio Alvarez 1973 pp. r11'ró5;chaca l964,Cap'
1973 tld; Rn',ello
con epéndice docu¡nental ;P. 3401 440-442; Nellar Fuel G. 1973 a;
lb58'9; Sosa Morales r-rco p' 13 (1779); P' 15-27-' 1780¡ Augrsto M¡rcó del Pont'
J.T.
igzs, p. l-7-115. Mor¡lcg Guiñazú, 1938: Campañas de 1779 y 1780, P.47. Apcndice
document¡l de Esquivcl Ald¡o, documento 14, pP. 220-221'
Es lament¡blc gue no hryamc podido loc¡liz¡r la documenteción ofici¡l dc
I Fuerte. Serre Canals,
9.
quc menqion¡n r¡bC eutore3r uno tcgur¡mentc inspirado en el otro' Ambos no indican
rucc rÓn (Fuerte Histórico .cf.."n.i"¡ bibliogróñc¡l o dc ¡rchivo donde obn¡vicron es¡ información. Sospechemos
ü d* san Rafael (Mendoza). gue csr document"ción puede conscrve¡sc cn cl Archivo Gencr¡l dc l¡ N¡ción'

183
10. El contenido de este act¡ fue reproducido por Zeballos (1958, p.262) y se hdlan copias
entre los "Documentos que pertenecieran a Pedro de Angelis" del Archivo General de la
Nación, juntamente con el plan de Undiano y Castelú (Archivo Nacional Sala VII, legajo
1-7-l . Respecto a este plan puede leerse el informe conocido, Undiano y Castelú, 1936 ANGELIS,
(19ó9), T.II, pp. 493-512.
11. Documento del fechado 5 de setiembre de 1804, Archivo Histórico de Mendoza.
t2" El paso del Diamante según ref,erencias de tradición oral en muchas oportunidades se lo ha
ri
confundido con el Paso de ()reta, también ha recibido la der¡ominación de Paso de Las
ALVAREZ
Salinas, puesto gue hasta alll llegaban las carretas o carretones para el t¡aslado de la sal de
las antiguas Salinas del mbmo nombre. Motivo, a que el rfo no podfa crur¿arse con carretas;
BUSTOS I
mulas carg!¡eras sc encargaban de realiza¡ el trayecto que mediaba hacia el sur.

13. Una biograffa completa sobre el Virrey ha sido ofrecida por Loydi, f 930 yiorr.rRevello.
(Un artlculo reciente en su homenaje puede verse en Bustos Dávila N 197?).
14. Documento d€l 16 de octubre de 1804 del Marquéz de Sobremonte al Comar¡dante Mili
tar de Mendoza.
15. Más de un autor ya lo ha destacado, en juzgar a los hombres la trayectoria de su vida,por
un acto negativo (Ver Bustos Dávila 1972 p.688 y 1977'). Mancha que €nnegrece la con-
ceptuación que sobre el Marqu& de Sobremonte, se guarda en la hbtoria colonial. Mucho
se le debe a su ¡cción de gobierno, interesándose en los más diversos y variados problemas. CABRERA
1ó. Archivo General de Indias de Sivelli. Audencie de Buenos Aires. Legajo 92,32 fojas. Copias
electrostáticas Sección Histórica del Dpto. de Antropología dd Museo de Historia Natural
de San Rafael. Agradecemos a la profesora Marla Elena lzuel quién se encargó de la cuida-
dca transcripción del documento.
t7. Parcidmente el documento de fecha 5 de enero de 1805 fue publicado por Marcó del Pont,
R. f947 y Sosa Mordes, 1940 (1979), pp. 9-10. El documento completo s€ encuentra pu-
blicado en Napolitano pp. ó8-ó9. Ver Marcó del Pont A. 1928, p.132.
CANALS 1

18. Se menciona sólo el itinerario dentro de la provincia de Mendoza.


19. "Colmanf', corresponde un sitio de puestos ubicados a escas¿rmente 10 km., al Sur del
Fuerte de San Juan, que en la actualidad lleva el nombre "Coymallfn". Lange y Woff
1894, p. 64. (Ver Mapas, lo mencionan como "Cormayin". Cronológicemente su rastreo
de geónimo (topónimo) serla Colmanf (1805); Cormayln (1894);Cormellfn (1880), Carto-
grafla de la Provincia de Mendoza, Lit. e Imp. G. Kraft, prop. Inst. Geográfico Militar
Ex-libris Museo de Historia Natural de San Rafacl (Mendoza).
20. El texto principal del parlamento del 1 de abril ha sido tomada del Archivo General de In-
dias, Sevilla. Audiencia de Buenos ^Ai¡es. Legajo 92. El resúmen documental, con la firrna
del funcibnario "Gallegos" del Cons¡,¡lado de Buenos Aires lleva por tltulo: "Resúmen de los
artículos acordados por Don Miguel Teles, Sargento Mayor Comandante de Milicias Urbanas de
Mendoza y encargado por este Superior Gobierno de adelantar aquella frontera y construi¡ en
ella un fuerte y población con23 caciques y ll capitanejosPehuenches,en parlamentocele-
brado eldla2dcabril últimoenlosterrenosdelaconfluenciadelosríos DiamanteyAtuel".
E*e documento ha sido reproducido por: r{ugr.sto Ma¡có del Pont 1928; Fernando
Moralc¡ Guiñazú 1938, pp. 251-252;Arnddo Simón 1944, pp. 31-33; Dionicio Chace 19ó1,
T
pp. 128-130;Dionicio Chaca 19ó4, pp. 107-108.
El error en la fecha de celebración del parlarnento es lo quc ha llevado a confusión a los FALKNER,
hbtoriadorcs, corrcct¡rnente veriñcado fue realizado el dl¡ ¡nterior. Se trata, por supuesto,
de un erro dd copista. I
¡

184

?.
--_::-

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