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Fake news

mensajes distribuidos manipuladamente

Se conocen como fake news (pronunciado [fejk ɲjuːz]), paparruchas,[1] noticias falsas o noticias
falseadas[2][3] al tipo de bulo que consiste en un contenido seudoperiodístico difundido a través
de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales y que tiene como
objetivo desinformar a un público en específico.

Reporteros con diversas formas de «noticias falsas» de una ilustración de Frederick Burr Opper publicada
en 1894
Se diseñan y emiten con la intención deliberada de engañar, inducir a error, manipular decisiones
personales, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona u obtener ganancias
económicas o rédito político. Al presentar hechos falsos como si fueran reales, son consideradas una
amenaza a la credibilidad de los medios serios y los periodistas profesionales, a la vez que un desafío
para el público receptor.[4]
Hacia 2020, la Fiscalía General del Estado de España emitió un documento bajo el título «Tratamiento
penal de las “fake news”», en el que se enumeran algunos de los actos punibles, según la jurisprudencia
española, vinculados a la propagación deliberada de falsa información.[5]
La difusión de noticias falsas con el objeto de influir en las conductas de una comunidad tiene
antecedentes desde la antigüedad, pero dado que su alcance está relacionado directamente con los
medios de reproducción de información propios de cada etapa histórica, su área y velocidad de
propagación resultaba escasa en las etapas históricas previas a la aparición de los medios de
comunicación de masas. El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación permitió
que la dispersión de noticias falsas,[6] y su utilización para fines políticos se transformara en una
preocupación global.[7] Existe documentación que acredita que en la Segunda Guerra Mundial, Joseph
Goebbels, hombre de confianza de Adolf Hitler, difundía mensajes falsos sobre la oposición con la
intención de crear desconfianza.[8] A partir de fines del siglo XX, la difusión deliberada de información
falsa se expandió a diversas áreas del conocimiento que de uno u otro modo son del interés del público,
como los temas vinculados a la salud, la energía, etc.[9]
Las noticias ficticias publicadas en medios satíricos, si bien a veces desinforman, no son consideradas
como desinformación en estricto sentido, ya que su objetivo humorístico, su evidente falsedad y el
contexto del medio en que se emiten no llevan a confusión a los lectores. Las notas de las
publicaciones El Deforma, The Onion, Charlie Hebdo, Barcelona, El Mundo Today o Actualidad
Panamericana son ejemplo de este tipo de noticias ficticias.[10]
La expresión fake news[11] fue elegida «Palabra del año 2017» por el diccionario Collins, [12] y noticias
falsas fue candidata a «palabra del año 2017» de la Fundéu
DefiniciónEditar
Las definiciones de fake news destacan el concepto de intencionalidad, unido a la idea de falsedad. La
Fundéu plantea como alternativa a 'noticias falsas' el uso de la expresión noticias falseadas, debido a que
el adjetivo «falseado … sugiere un matiz de adulteración o corrupción premeditadas». [14] En español de
España, la definición de bulo es «Noticia falsa propalada con algún fin», [15] por lo que es habitual hablar
de noticias falsas y bulos como sinónimos.

Fake news

El Diccionario Cambridge define a las fake news como «historias falsas que parecen ser noticias,
difundidas en internet o usando otros medios, generalmente creadas para influir en las opiniones
políticas o como una broma», agregando un comentario respecto de la preocupación existente en cuanto
al poder de las noticias falsas de afectar resultados electorales. [16] El diccionario Collins las define como
«información falsa, a menudo sensacionalista, diseminada bajo la apariencia informes de noticias». [17]
Algunos líderes y personajes mediáticos, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han
ampliado el significado de fake news para incluir noticias negativas sobre sus personas y actos.[18][19]
Claire Wardle, especialista en comunicación y periodismo, describe el fenómeno como un «ecosistema
completo de información», que debe analizarse teniendo en cuenta «Los diferentes tipos de contenido
que se crea y se difunde. Las motivaciones de quienes crean este contenido. Las formas en que se
divulga este contenido».[20]
Jonathan Albright, Director de Investigación del Tow Center for Digital Journalism de la Universidad
de Columbia, señala que si bien aún no existe una definición precisa, «Se trata de un contenido que
puede ser viral y que muchas veces está sacado de contexto. Está relacionado con la desinformación y la
propaganda, y se asemeja a un engaño intencional».[21]
Axel Gelfert, del Departamento de Filosofía, Literatura, Historia de la Ciencia y Tecnología Universidad
Técnica de Berlín, propone definir a las noticias falsas como una presentación deliberada de información
falseada o imprecisa «por diseño», entendiendo que la expresión «diseño» refiere a la planificación
sistemática de las características de las fuentes y canales por los cuales se propagan las noticias falsas.
[22]
Nolan Higdon, especializado en los estudios de historia y medios de comunicación, ha definido las
noticias falsas como «contenido falso o engañoso presentado como noticias y comunicado en formatos
que abarcan la comunicación oral, escrita, impresa, electrónica y digital». Higdon ha argumentado que la
definición de noticias falsas se ha aplicado de manera demasiado restringida a medios e ideologías
políticas. Los bulos también se refieren a historias que se inventan y que contienen pocos o ningún
hecho verificable.[23]
El autor británico Terry Pratchett, que tenía experiencia como periodista y oficial de prensa, fue uno de
los primeros en advertir la gravedad de la difusión de noticias falsas en Internet. En una entrevista de
1995 con Bill Gates, fundador de Microsoft, dijo:
«Digamos que me llamo Instituto para Algo-u-otro y decido promover un tratado falso que dice que los judíos
fueron los únicos responsables de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto no sucedió y se publica en Internet
y está disponible en los mismos términos que cualquier pieza de investigación histórica que haya sido revisada
por pares y así. Existe una especie de paridad de estima de la información en la red. Está todo allí: no hay forma
de saber si todo esto tiene algún fondo o si alguien acaba de inventarlo».[24]
Gates no estaba de acuerdo y se mostró optimista. Argumentó que en poco tiempo las autoridades en la
red indexarían y verificarían hechos y reputaciones.[25]

CategoríasEditar
Claire Wardle definió la desinformación como la «creación y difusión deliberada de información que se
sabe es falsa», a diferencia de la información errónea, que es la «difusión involuntaria de información
falsa». Estableció siete categorías ordenadas según su grado de intención de engaño deliberado.[20]
1. Sátira o parodia: el objetivo no es el engaño, sino la sátira, pero la información tiene el potencial
de inducir a error, dado que su formato es similar al de las noticias auténticas.[Nota 1]
2. Conexión falsa: los titulares no resumen con exactitud el contenido de la nota periodística. [Nota 2]
3. Contenido engañoso: uso engañoso de información para enmarcar un tema o una persona.[Nota 3]
4. Contexto falso: el contenido genuino se enmarca en un contexto falso.[Nota 4]
5. Contenido impostor: las fuentes genuinas son suplantadas.[Nota 5]
6. Contenido manipulado: la información o imágenes genuinas son manipuladas.[Nota 6]
7. Contenido inventado: contenido totalmente falso, creado con el objetivo de dañar o engañar. [Nota
7]

En 2017, Wardle anunció que rechaza los términos «noticias falsas» y «censura en el discurso»,
considerándolos «lamentablemente inadecuados» para describir los problemas actuales. Ahora habla de
«contaminación de la información» y distingue tres tipos de contenido engañoso en la información:

1. Información errónea: información falsa difundida sin intención lesiva.


2. Desinformación: creada y compartida por personas con intenciones dañinas.
3. Malinformación: el intercambio de información «genuina» con la intención de causar daño. [26]

MotivacionesEditar
Eliot Higgins, verificador de hechos y fundador de Bellingcat, —una red de investigación en línea—,
identifica cuatro motivos que impulsan a los creadores de noticias falsas y los resume en «las “cuatro
P”: Pasión, Política, Propaganda y Pago».[27]
Claire Wardle agrega otros cuatro motivos, «Periodismo deficiente, Parodia, Provocación y Partidismo»,
y diseña un gráfico que sintetiza la articulación de los motivos por los cuales se crean noticias falsas,
con el grado de propósito de engaño deliberado.[20]

Desinformación
Categorías → Sátira o Conexión Contenido Contexto Contenido Contenido Contenido
Motivaciones ↓ parodia falsa engañoso falso impostor manipulado inventado
Periodismo
deficiente
Parodia
Provocación
Pasión
Partidismo
Provecho
económico
Poder o
influencia
política
Propaganda

Ejemplos en la historiaEditar
En el siglo I a. C., Augusto emprendió una campaña de desinformación contra su rival Marco Antonio,
acusándole de alcohólico, mujeriego y marioneta de la reina egipcia Cleopatra VII.[28] Además, hizo
público el supuesto testamento de Marco Antonio, en el que se declaraba, entre otras cosas, que a su
muerte quería ser enterrado en Alejandría. [29] Aunque el documento pudo ser falsificado por Augusto,
desató la indignación entre la población romana. Tras su derrota en la Batalla de Accio y habiendo
escuchado falsos rumores de que Cleopatra se había suicidado, Marco Antonio decidió quitarse la vida.
Durante las décadas iniciales de la era común, los primeros cristianos fueron perseguidos debido a que
circulaban rumores según los cuales realizaban «prácticas repugnantes» como el incesto, el infanticidio
y el canibalismo. Siglos después, estas mismas acusaciones pesarían sobre paganos, judíos y supuestos
herejes.[30]
El Gran incendio de Roma, sobre cuyo origen aún existen dudas, derivó en julio de 64 en una de las más
recordadas persecuciones a los cristianos. Según la versión más difundida, entre el pueblo de Roma
corrieron rumores que afirmaban que el emperador Nerón había ordenado que se provocara el incendio
que destruyó una gran parte de la ciudad. A fin de desviar las sospechas que caían sobre él, Nerón acusó
a los cristianos.[31]
Durante la Edad Media se produjeron en Europa varios episodios violentos originados en las
acusaciones conocidas genéricamente como Libelos de sangre.[32] En 1475 se difundió en Trento la
acusación de un supuesto crimen ritual practicado por judíos del cual resultó víctima un niño de dos
años llamado Simón. Varios miembros de la comunidad judía fueron condenados a muerte y el niño fue
canonizado como mártir. En 1965, revisado el caso se comprobó que los judíos condenados eran
inocentes y se suprimió el culto del niño.[33] Pese a la revisión del caso, algunos grupos antisemitas o de
posturas radicales aún sostienen en la actualidad que Simón de Trento fue efectivamente un niño
martirizado por los judíos.[34]
Luego del descubrimiento de América, se difundieron en Europa relatos acerca de sitios de inmensa
riqueza, como los que dieron forma a la leyenda del País de Jauja, la Ciudad de los Césares o El Dorado.
Estos relatos, en ocasiones en forma de romance, se difundían oralmente en las ferias y mercados, con el
objeto de impulsar a los hombres a unirse a las tripulaciones que viajaban a América. [35] Ya avanzada la
etapa de la colonización, se produjeron informes y escritos que describían a los habitantes originarios
como seres sin ningún tipo de valor, depositarios de todos los vicios, por lo que quedaban justificadas
todas las acciones de los conquistadores contra ellos.[36]
Durante la guerra de España con las provincias de Flandes e Inglaterra, los protestantes difundieron
varios panfletos difamatorios en los cuales se llegaba a atacar al propio monarca Felipe II, acusándolo de
matar a su hijo Carlos y de supuestas crueldades contra su pueblo, noticias que resultaron ser falsas.

Hacia el siglo XVII, era frecuente en Francia la distribución de panfletos impresos en hojas pequeñas con
el objeto de difundir falsedades. Los más ampliamente conocidos fueron los libelos dirigidos a atacar
al cardenal Mazarino y sus políticas.[37]
Un caso de noticias falsas fue el Gran Engaño de la Luna de 1835. El New York Sun publicó seis
artículos firmados por un astrónomo ficticio, Andrew Grant, supuesto colega de John Herschel. Según el
engaño, Herschel había descubierto la existencia de vegetación, ríos y diferentes animales en la Luna.
Los artículos de ficción atrajeron con éxito a nuevos suscriptores, y el periódico admitió el mes siguiente
que la serie había sido un engaño. [38][39] Tales historias estaban destinadas a entretener a los lectores y
no a engañarlos, por lo que las ventas no sufrieron agravios tras destaparse la verdad.[40]
El periodismo amarillo en Estados Unidos alcanzó, a mediados de la década de 1890, su punto más
álgido en cuanto a intensidad e influencia. Las dos publicaciones más importantes de la época eran
el New York World de Joseph Pulitzer y el New York Journal de William Randolph Hearst. Estos
periódicos, que se habían dedicado a poner a la opinión pública en contra de España, precipitaron la
entrada de Estados Unidos en la Guerra Hispanoamericana, al publicar que la explosión del
acorazado USS Maine en el puerto de La Habana había sido provocada por un ataque español, cuando la
causa real fue una explosión interna.[41]
Ya en el siglo XX, la propaganda nazi incorporó las técnicas de comunicación de masas más avanzadas
de su tiempo, como la radio, para distribuir sus mensajes atrayendo amplias capas sociales. [42] Medios
de prensa escrita como Der Stürmer y Der Angriff afirmaban que los enemigos políticos del régimen,
especialmente los judíos, eran responsables del malestar y las dificultades que enfrentaba la sociedad
alemana en el período de entreguerras, logrando así el consenso, la aprobación y la colaboración de
miles de personas.[43]
En 2001, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos creó en secreto una Oficina de Influencia
Estratégica (OIE), con la misión de difundir información falsa que sirviera a la causa de Estados Unidos
en la guerra de Afganistán. Se permitió que la OIE deliberadamente difundiera información falsa,
dirigida en particular a los medios de comunicación extranjeros. Oficialmente, el OIE se disolvió
después de que los periodistas revelaran su existencia.[44]

Siglo XXIEditar
El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación permitió en el lapso 2000-2017 un
incremento del 976.4 % en el número de personas en el mundo con acceso a internet. Más de la mitad de
la población mundial es usuaria de internet en la actualidad.[45]
En 2008, se publicaron los resultados de un estudio que analizó las afirmaciones que George W. Bush y
los más altos funcionarios de su administración realizaron a lo largo de dos años a partir del 11 de
septiembre de 2001, en relación con la amenaza que representaba Irak para la seguridad nacional. Los
investigadores encontraron 935 declaraciones con información falsa, propagadas por los principales
medios de comunicación masiva, que en su momento afirmaban haber realizado una validación
independiente de la información. La conclusión del estudio afirma que la administración Bush impulsó a
su país a la guerra de Irak «sobre la base de información errónea que propagó metódicamente».[46]
Durante la campaña que llevó a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, se divulgó un
supuesto informe producido por el FBI según el cual existiría un acuerdo secreto entre Vladímir Putin y
Trump, quien habría recibido ayuda y apoyo del Kremlin durante los últimos años.[47] Meses después, el
Comité de Seguridad del Senado inició una investigación sobre el caso, ante lo cual el presidente Trump
solicitó que se investigara acerca de las noticias falsas producidas por los medios estadounidenses. [48]
La campaña de Trump había utilizado las redes sociales como instrumento de divulgación, [Nota 8] a
diferencia de la de Clinton, que se había basado en anuncios televisivos y en otros medios tradicionales.
[49] Los mensajes políticos distribuidos mediante Facebook, Instagram o Twitter llegaron a unos
126 millones de personas en Estados Unidos. Un procedimiento de minería de datos aplicado a los
perfiles de los usuarios, permitió la difusión de mensajes diferentes, diseñados según los intereses y
preocupaciones de los destinatarios, dirigidos de modo específico a las personas preocupadas por
la inmigración —especialmente de personas provenientes del mundo islámico—, el control de las
fronteras, la legislación sobre las armas, etc. [50] Muchas historias de noticias falsas en línea a favor de
Trump provenían de una ciudad de Macedonia del Norte llamada Veles, donde aproximadamente 7
organizaciones de noticias falsas diferentes empleaban a cientos de adolescentes para producir y plagiar
rápidamente historias sensacionalistas para diferentes compañías y partidos con sede en Estados Unidos.
[51]
Por su parte, Donald Trump utilizaba reiteradamente la expresión fake news como respuesta a todas las
críticas a su gestión, desprestigiando a los medios de prensa tradicionales y cancelando la discusión
abierta y argumentada sobre sus políticas. Esta actitud fue adoptada pronto por diversos líderes
mundiales, que encontraron que la deslegitimación de los medios de prensa o las instituciones que
informan sobre hechos que les son adversos, es un recurso inmediato y efectivo para acallar las críticas.
[52]
Donald Trump anunció la creación de los Fake News Awards, premios que finalmente fueron otorgados
en enero de 2018 a los medios de prensa que, en su opinión, fueron los «más deshonestos, corruptos y/o
distorsionados en su cobertura política», especialmente The New York Times y un artículo del premio
Nobel de Economía Paul Krugman.[53]
Las redes sociales fueron el medio para la propagación de información distorsionada en relación con
el Plebiscito sobre los acuerdos de paz de Colombia de 2016,[54] el Referéndum de independencia de
Cataluña de 2017,[55] y el brexit.[56]
En julio de 2018 se dio a conocer un informe emitido por un comité de expertos bajo la órbita de
la Cámara de los Comunes del Reino Unido, en el que se mencionan campañas de análisis de audiencia
objetivo, desinformación o manipulación de la opinión pública que a partir de 2013 habrían tenido
relación en mayor o menos grado con los procesos electorales o referendos de Kenia, Ghana, México,
Brasil, Australia, Tailandia, Malasia, Indonesia, India, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Alemania, Inglaterra,
Eslovaquia, Perú, Francia, Italia, Guyana y Argentina, entre otros. [57] En este último caso, el informe se
basa en las declaraciones de Alexander Nix, ex CEO de Cambridge Analytica, acerca de una «Campaña
anti-Kirchner», previa a las elecciones presidenciales de 2015.[58]
Las fake news tuvieron un papel fundamental en la victoria de Jair Bolsonaro en las Elecciones generales
de Brasil de 2018, con una transmisión masiva de noticias falsas a través de la red social WhatsApp. [59]
En 2020, Facebook bloqueó varias cuentas afines a Bolsonaro que violaban las reglas de uso de la red
social y difundían información falsa.[60] Además, Bolsonaro también difundió mucha desinformación
durante la pandemia de Covid-19, asegurando, entre otras cosas, que el coronavirus era una «fantasía» o
que la hidroxicloroquina ayudaba a curar el virus.[61]
Para la primera vuelta de las elección presidencial de Chile de 2021, el candidato José Antonio Kast fue
quien más instaló noticias falsas de entre todos los candidatos. [62] En un debate realizado por televisión
abierta en septiembre de 2021, indicó que en los países donde el aborto es legal había una mayor tasa de
mortalidad materna, lo que fue desmentido por las estadísticas, siendo una aseveración completamente
falsa.[63] Al mes siguiente, dijo que Denisse Cortés (estudiante de Derecho y activista defensora de los
derechos humanos, fallecida durante una manifestación) había fallecido a la vista del Instituto Nacional
de Derechos Humanos (INDH) y que estos no habían hecho nada, lo que fue desmentido por dicho
organismo.[64] Para su campaña presidencial, los artistas Amaya Forch y Marcianeke debieron desmentir
su apoyo a Kast instalado por las redes de su partidarios. [65] El equipo comunicacional de Kast se asoció
al de Donald Trump, y fue acusado también de difundir una ficha clínica falsa del candidato
contendor, Gabriel Boric, buscando instalar la falsa idea de que se encontraría incapacitado para ejercer
cargos políticos por problemas de salud mental.[66] Adicionalmente, también fue acusado de haber
incurrido en falsedades respecto al fenómeno del cambio climático y declarando aseveraciones que han
tenido luego que ser desmentidas por especialistas. [67] Kast pasó a segunda vuelta de la elección
presidencial de 2021 junto a Gabriel Boric. En el debate de ANATEL de segunda vuelta, realizado el 13
de diciembre, instaló 21 mentiras, corroboradas mediante un fact-checking.[68] Una vez terminada la
segunda vuelta electoral, con derrota para Kast, el diputado electo por el Partido Republicano, Gonzalo
de la Carrera, conocido promotor de fake news por las redes sociales, reconoció en los medios de
comunicación que las imágenes falsas que compartía le llegaban desde el comando de Kast. [69][70][71]

Pandemia de 2019-2021Editar
En el marco de la emergencia global producida a raíz de la Pandemia de COVID-19, diversas
instituciones de administraciones nacionales alertaron acerca de la reproducción de noticias falsas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acuñó la expresión «infodemia»[72] para referirse a la
sobreabundancia y multiplicación de información falsa en relación con el brote epidémico, [73] lo que
podría resultar un factor de riesgo adicional para la efectiva contención de la epidemia. [74]
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS afirmó:
La lucha contra los rumores y la desinformación es una parte vital de la batalla contra el virus. [75]
Entre las noticias falsas que se multiplicaron en las primeras semanas del brote, se destacaron aquellas
que vinculaban la propagación del virus con el clima del lugar, las que indicaban que el contagio podía
evitarse mediante baños en agua caliente, secadores de mano, lámparas ultravioleta o rociando el cuerpo
con alcohol o cloro o las que indicaban que la ingesta de ajo era una medida preventiva adecuada para
evitar el contagio, entre otras.[76]
Durante los primeros días de abril de 2020, circuló en las redes sociales una noticia que aseguraba que la
tecnología involucrada en la telefonía 5G era la causa de la propagación del virus a escala mundial. En
el Reino Unido, varias instalaciones fueron incendiadas y se llegó a temer que estos ataques se repitieran
en otros países europeos.[77]
Un estudio realizado a partir de mitad de enero de 2020 encontró que existían más de 4 millones de
mensajes diarios, en todos los idiomas y en todo el mundo, relacionados con la pandemia. Los
investigadores observaron que, si bien nunca llegaban a desaparecer, las noticias falsas en los mensajes
tendían a disminuir en relación directa al acercamiento del brote al país en donde esos mensajes eran
emitidos.[78]
Hacia fines de 2020 y ante la inminencia del comienzo de vacunación masiva en distintos países,
comenzaron a propagarse con intensidad una serie de rumores y noticias falsas que alertaban sobre
supuestos planes para colocar microchips en las personas mediante la inyección, el supuesto cambio en
el código genético y los efectos secundarios en general. [79] La Organización Mundial de la Salud y el
Secretario General de la ONU, entre otras instituciones y personas, hicieron un llamamiento a las
autoridades de los países a fin de que se establezcan acciones globales para limitar la multiplicación de
información falsa, que podría poner en riesgo la efectividad de los planes de vacunación masiva. [80]
Véase también: Infodemia

Noticias falsas y posverdadEditar


Artículo principal: Posverdad
El concepto de posverdad, que se refiere a «toda información o aseveración que no se basa en hechos
objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público»,[81] forma parte del
«ecosistema de información» o «infraestructura de información» que habilita la propagación de
información falsa. Según el filósofo A.C. Grayling «Todo el fenómeno de la posverdad es sobre: ‘Mi
opinión vale más que los hechos’. Es sobre cómo me siento respecto de algo».[82]
En este contexto, el entonces portavoz de la Casa Blanca expresó que «la comunidad mundial considera
al líder iraquí, Saddam Hussein, como una amenaza» frente a la evidencia de las falsedades que la
administración Bush divulgó para conducir a su nación a la Guerra de Irak; [46] Donald Trump opinó que
«El concepto de calentamiento global fue inventado por los chinos» para justificar la salida de Estados
Unidos del Acuerdo de París[83]
Un término muy relacionado con el de posverdad son los «hechos alternativos», acuñado por Kellyanne
Conway, asesora de la Casa Blanca durante el mandato de Donald Trump . Cuando a la toma de
posesión del cuadragésimo quinto presidente norteamericano no acudieron ni la mitad de personas que a
la de Barack Obama, Conway expresó lo contrario escudándose en el hecho de que así lo veían ellos. [84]
Noticias falsas en InternetEditar
Las raíces de las noticias falsasEditar

Las raíces de las «noticias falsas» del Informe sobre las tendencias mundiales de la Unesco [85]
El término «noticias falsas» ganó importancia en el contexto electoral en Europa Occidental y América
del Norte. Está determinado por el contenido fraudulento en formato de noticias y su velocidad. [85]
Según Bounegru, Gray, Venturini y Mauri, las noticias falsas son cuando una mentira deliberada «es
recogida por docenas de otros blogs, retransmitida por cientos de sitios web, publicada en miles de
cuentas de redes sociales y leída por cientos de miles» que luego se convierte efectivamente en «noticias
falsas». La naturaleza cambiante de los modelos de negocios en línea fomenta la producción de
información que es «digna de hacer clic» e independiente de su precisión.
La naturaleza de la confianza depende de las suposiciones de que las formas de comunicación no
institucionales están más libres de poder y son más capaces de reportar información que los medios
tradicionales son percibidos como incapaces o no dispuestos a revelar. La disminución de la confianza
en muchos medios tradicionales[86] y el conocimiento de los expertos [87] han creado un terreno fértil
para que las fuentes de información alternativas, a menudo oscuras, parezcan autorizadas y creíbles. En
última instancia, esto deja a los usuarios confundidos sobre los hechos básicos. [88] Las empresas de
Internet con credibilidad amenazada tienden a desarrollar nuevas respuestas para limitar las noticias
falsas y reducir los incentivos económicos para su proliferación.[89]

En sitios webEditar
Cuando Internet se hizo accesible por primera vez para uso público en la década de 1990, su propósito
principal era buscar y acceder a información. A medida que se introdujeron noticias falsas en Internet,
algunas personas tuvieron dificultades para encontrar información veraz. El impacto de las noticias
falsas se ha convertido en un fenómeno mundial. [90] Las noticias falsas a menudo se difunden mediante
el uso de sitios web de noticias falsas que, para ganar credibilidad, se especializan en crear noticias que
llamen la atención, que a menudo se hacen pasar por fuentes noticiosas conocidas.[91][92][93] Jestin Coler,
quien dijo que lo hace por «diversión»,[94] ha indicado que ganaba 10 000 dólares al mes por la
publicidad en sus sitios web de noticias falsas. [95] En 2019, el inventor de la World Wide Web, Tim
Berners-Lee, afirmó que las noticias falsas eran una de las tres nuevas e inquietantes tendencias de la red
que antes deben resolverse, si se quiere que Internet sea capaz de realmente «servir a la humanidad».
Las otras dos nuevas tendencias inquietantes que Berners-Lee describió como amenazadoras fueron el
reciente aumento en el uso de Internet por parte de los gobiernos, tanto para fines de vigilancia
ciudadana como para fines de guerra cibernética, y el aspecto polarizado de las conversaciones en
Internet.[96] Las investigaciones han demostrado que las noticias falsas dañan las redes sociales y los
medios de comunicación en línea mucho más que los medios impresos y televisivos tradicionales. En
una encuesta realizada en 2017, se descubrió que un 58 % de los encuestados tenía menos confianza en
las noticias de las redes sociales, mientras que un 24 % desconfiaba de las noticias de los medios
tradicionales.[97]

Cómo se propagan y se vuelven virales las noticias falsasEditar


Las noticias falsas tienden a volverse virales entre el público. Con la presencia de plataformas de redes
sociales como Twitter, es más fácil que la información falsa se difunda rápidamente. Las investigaciones
han descubierto que la información política falsa tiende a difundirse «3 veces» más rápido que otras
noticias falsas.[98] En Twitter, los tuits falsos tienen muchas más posibilidades de ser retuiteados que los
verdaderos. Más aún, son los humanos los responsables de difundir noticias e información falsas en
lugar de bots y granjas de clics. La tendencia de los humanos a difundir información falsa tiene que ver
con el comportamiento humano. Según la investigación, los seres humanos se sienten atraídos por
eventos e información que son sorprendentes y nuevos y, como resultado, provocan una gran excitación
en el cerebro.[99][100] Esto, en última instancia, lleva a los humanos a retuitear o compartir información
falsa, que generalmente se caracteriza por títulos de clickbait y llamativos. Esto evita que las personas se
detengan para verificar la información. Como resultado, se forman comunidades masivas en línea
alrededor de una noticia falsa sin ninguna verificación previa de los hechos o de la veracidad de la
información.[101]

Popularidad de las noticias falsasEditar


Las noticias falsas se han vuelto populares en varios medios y plataformas. Los investigadores del Pew
Research Center descubrieron que más del 60 % de los estadounidenses acceden a las noticias a través
de las redes sociales en comparación con los periódicos y revistas tradicionales. [102] Con la popularidad
de las redes sociales, las personas pueden acceder fácilmente a noticias falsas o contenido similar. Un
estudio analiza la cantidad de artículos de noticias falsos a los que acceden los espectadores en 2016 y
encontró que cada individuo estaba expuesto a al menos uno o más artículos de noticias falsos a diario.
Como resultado, las noticias falsas son omnipresentes entre la población de espectadores y resultan en su
capacidad para difundirse a través de Internet. [103]

Bots inteligentesEditar
El desarrollo de algoritmos que crean bots y las diversas iniciativas para la creación de sitios web, nos
obliga a comprender una gama de casos donde los algoritmos, la automatización y la inteligencia
artificial pueden mejorar el periodismo, como en la búsqueda computacional de historias y la producción
automatizada de contenido. Es evidente que los periodistas deben desarrollar un ojo crítico para ver los
pros y los contras de los algoritmos y su uso en el periodismo y en la sociedad en general. Igual de
importante es tener conocimientos sobre cómo se implementan los algoritmos de noticias y cómo se
usan en el trabajo.[104]
Un estudio dirigido por el Pew Research de Estados Unidos analizó una serie de tuits que contenían
enlaces a páginas web muy populares, y estimó que más de dos tercios fueron escritos por bots. Se ha
identificado que los bots juegan un papel importante en la difusión de información con baja calidad:
amplifican las noticias falsas antes de que se viralicen, dirigiéndose a los usuarios con un mayor número
de seguidores, los cuales comparten estos contenidos.[105]

Troles de InternetEditar
En la jerga de Internet, un trol es una persona que siembra la discordia en Internet al iniciar discusiones
o molestar a la gente, al publicar mensajes inflamatorios, extraños o fuera de tema en una comunidad en
línea (como un grupo de noticias, un foro, una sala de chat o un blog) con la intención de provocar en
los lectores una respuesta emocional o una discusión fuera del tema, a menudo para diversión del trol.
Los troles de Internet también se alimentan de la atención. [106] Típicamente se ha descrito al trol como
una persona «virtualmente incontrolable». El anonimato que facilitan las redes sociales provoca que
algunas personas se desinhiben. Según Mark Griffiths, de la unidad de investigación internacional de
juegos de azar de la universidad de Nottingham Trentdirector, en su mayoría se trata de hombres jóvenes
que buscan diversión o venganza.[107]
La idea de los troles de Internet ganó popularidad en la década de 1990, aunque su significado cambió
en 2011. Si bien alguna vez denotó provocación, ahora es un término ampliamente utilizado para
significar el abuso y el mal uso de Internet. El trolling forma parte de una práctica más amplia conocida
como «cyberbullying» (‘acoso digital’). El trolling viene en varias formas y está estrechamente
relacionado con las noticias falsas, ya que los troles de Internet ahora se interpretan en gran medida
como perpetradores de información falsa, información que a menudo los reporteros y el público pueden
transmitir sin saberlo.[108][109]
Al interactuar entre sí, los troles a menudo comparten información engañosa que contribuye a las
noticias falsas que circulan en sitios como Twitter y Facebook.[106] En las elecciones estadounidenses de
2016, Rusia pagó a más de 1000 troles de Internet para hacer circular noticias falsas y desinformación
sobre Hillary Clinton. También crearon cuentas en las redes sociales que se asemejaban a los votantes de
importantes estados indecisos, difundiendo puntos de vista políticos influyentes.[110][111]

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