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EL MACHISMO EN CHILE

Jorge Gissi Bustos

El "Año Internacional de la Mujer" y su pu- genuos puede parecer extraño— que es internali-
blicidad revelan dos fenómenos importantes y rela- zado y vivido por los dos sexos. Si se piensa un
cionados. Por una parte, la presión reivindicativa mínimo, se comprenderá que si los hombres fue-
sobre los valores y derechos femeninos se man- ran machistas y las mujeres no, habría un con-
tiene y en este caso es asumida por un organis- flicto e incompatibilidad básicos y manifiestos en-
mo que se supone tendrá cierta influencia, las Na- tre ambos sexos, conflicto que se superaría con
ciones Unidas. Por otra parte y como cara nega- una de dos salidas: o los sexos se armonizan
tiva de lo anterior, la discriminación de la mujer de algún modo, o se segregan. Esta segunda sali-
sigue existiendo en diferentes niveles (laboral, da no es una salida, como es obvio, pues ambos
educacional, jurídico, religioso, sexual, etc.) y con sexos tienen necesidades imprescindibles uno de!
distintas características y grados según los países otro. Por consiguiente, eliminado este polo fan-
y las clases sociales. En otras palabras, el "boom" tástico de la alternativa, resulta que los dos sexos
del año internacional muestra cierta lucha por la necesariamente tienen que armonizarse de alguna
igualdad de derechos y posibilidades de los sexos, manera.
y manifiesta que esta igualdad no está lograda en Así pues, manteniendo aquel supuesto de que
ningún (o casi ningún) país. La discriminación los hombres fueran machistas y las mujeres no.
de la mujer se mantiene aún hoy a nive] univer- queda otra alternativa, que esta vez sí es real:
sa!. el conflicto tendría que disolverse o resolverse. Si
Esta discriminación es relativamente conoci- el conflicto se disuelve, las mujeres harían de al-
da y criticada en sus características descriptivas gún modo propias algunas importantes pautas ma-
externas, en la faz "externa" y visible de la so- chistas, creyendo que eso es lo "natural", lo "nor-
ciedad machista. Lamentablemente, es mucho me- ma!" y lo único legítimo y posible. Si el conflicto
nos conocida la faz "interna", subjetiva e invisi- se resuelve, los hombres abandonarían las pautas
ble que la hace posible en sus diferentes planos: machistas.
e] machismo como "cultura", como "modus vi- Por consiguiente, y si he sido claro, éstas son
vendi", como el "ethos" y el "pathos" "normal" algunas razones lógicas elementales que demues-
en la mayoría de los países del mundo, y en toda tran la falsedad del supuesto que en una socie-
América Latina. dad los hombres pudieran ser machistus y las mu-
jeres no.
Machismo masculino y femenino Obviamente, estoy hablando en general. No
debe pensarse que en ninguna sociedad real todos
El hecho de que el machismo sea una cultu- los hombres o todas las mujeres serán o no ma-
ra o modo de vida implica —lo que a ojos in- chistas; ni lo serán en el mismo grado los diferen-
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tes individuos y grupos. En ciencias humanas sólo marnos a la verdad. Dependen de las características
e historia de vida de cada individuo.
se puede hablar de tendencias predominantes, y ídolos del foro son los que se producen por los
no existen sociedades o individuos que sean de equívocos del lenguaje y comunicación entre los hom-
"machismo puro" o lo contrario, así como no hay bres, donde las mismas palabras tienen con frecuen-
cia significados diferentes y hasta opuestos.
sociedades ni individuos "buenos" o "malos" pu- ídolos de! teatro son los producidos por la per-
ros. tenencia y aceptación irracional de grupos o es-
cuelas: cada escuela es como un escenario en que
Volviendo al razonamiento antei : or, si en cual- sus miembros representan y viven sus fantasías, sin
quier sociedad no sólo los hombres son machis- darse cuenta de que son fantasías porque se las
refuerzan unos a otros como si fueran verdades.
las, sino también las mujeres, y ambos sexos tien-
den a disolver o resolver el problema de alguna Estos 4 tipos de ídolos podemos quizá aplicar-
manera, debemos preguntarnos: ¿qué es lo que los al problema del machismo y de la mujer: el
predomina, la disolución o resolución del pro- prejuicio —y la práctica derivada de él—• de
blema de la discriminación machista? que el hombre es "superior", "sexo fuerte", ha
Predomina en casi todo el mundo la tenden- sido y es casi universal desde hace algunos miles
cia a disolver el problema antes que a resolverlo. de años. Es un "ídolo de la tribu", y se puede
Desgraciadamente la demostración rigurosa de es- expresar en mitos sobre superioridad intelectual,
ta tesist teórica y empírica, no la podre desarrollar o biológica, o sexual, o de capacidad de dirección,
aquí. etc. En cualquier caso legitima una relación más
o menos sutil de dominio del hombre sobre la mu-
Más allá de las "sombras": "ídolos" jer. Datos empíricos del Chile actual aparecen en
las páginas que siguen. En relación con este (o
El "académico" Platón y su caverna harían estos) ídolos de la tribu está también el considerar
pensar que lo que la mayoría de los seres huma- como "natural" la dependencia económica y psico-
nos ve y dice sobre "el machismo", se refiere a lógica de la mujer, y en considerar por tanto que
las sombras. Incluso los datos empíricos sobre dis- "el orden" en la familia contemporánea y su diná-
criminación jurídica y laboral, acaso no llevan a mica es el único o el mejor posible. Así, estos ído-
un análisis teórico y totalizante que los ilumine, los ignoran los problemas importantes que exis-
se siguen manteniendo dentro de Jas sombras. La- ten en la interacción familiar, en Chile o fuera
mentablemente, tampoco lo que sigue es —ni de de Chile, ayer y hoy. Son ídolos de la tribu el
lejos— el exterior de la caverna, pero por lo me- considerar que la mujer debe estar destinada sola-
nos pretende dar algunas chispas que iluminan mente al hogar, o como decía Goethe, que "la
algo nuestro tema. casa del hombre es el inundo y el mundo de la
Otro "profesor", el filósofo inglés del siglo mujer es Ja casa". Son ídolos de la tribu el pre-
XVI, Francis Bacon, también puede enseñarnos tender que las tarcas de esposa y madre son sim-
algo al respecto. ples, y que la mujer nace ya con aptitudes para
Hl desarrolló en su Novum Organum geniales ellas. La verdad es que "no se nace hombre ni
observaciones sobre los prejuicios o "ídolos", sien- mujer sino que se llega a serlo", y que son nece
do un precursor de la sociología del conocimiento sari as pero completamente insuficientes ciertas ca
y la psicología del prejuicio. Distinguió 4 tipos de racterísticas anatomo-fisiológicas para ser buena
ídolos: madre (o padre).
¡Jólos de tu tribu: son loí mitos inherentes a to- Los ídolos de la caverna son la forma parti-
da la especie humana. Se expresan en la facilidad para cular en que cada individuo concreto, hombre o
aceptar prejuicios genéralo, como por ej. la ten-
dencia a identificar lo natural con lo social, y el orden mujer, padece y vive su machismo. Como cada
establecido con el "orden". Se hacen falsas genera* persona tiene su propia caverna, hay tantas caver-
I i/aciones, no se diferencia bien lo deseado o fan-
taseado de la realidad, y su causa general son las nas como personas. Así, para algunos es natural te-
limitaciones de los sentidos y de la razón que todo ner varias amantes, para algunas mujeres aceptar
ser humano padece en algún grado.
/dolos de la caverna son los que tiene cada indi- que su marido o amante las golpee, para otro
viduo, cuya visión del mundo está influida, porque no salir nunca junto con su mujer, o con sus hi-
en cierto modo todos vivimos en nuestra propia
caverna, !o que nos impide ver la realidad y aproxi- jos, o entregar un tercio del sueldo en su casa y
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FOTO OtT
Del sohiigamiento a la realización humana

gastar el resto con amigos, etc., etc. Los ejem- porque las mujeres frecuentemente salen de sus
plos serían infinitos. casas. Les parece, dentro de su lógica tradiciona-
Los ídolos del foro, ligados al lenguaje y co- lista, que como salen frecuentemente a la calle
municación, son también patentes y frecuentes. La son "mujeres de la calle", y que no hay nada me-
palabra "madre" hace a algunos elevarse hacia jor que una "mujer de su casa".
las alturas, mientras para otras personas significa En fin, como el lector ve, entre cada indivi-
un embarazo no deseado, o un nuevo hijo al que duo y la totalidad del mundo andan los ídolos por
no se podrá alimentar, o terror al parto. La ex- todas partes, y se expresan en diferentes grados y
presión "muy hombre" tiene distinto significado de diferentes modos. Desde luego que los ídolos
para un macho mejicano, para un macho chileno, o mitos sobre los sexos no son los únicos impor-
para un psicoanalista, para una mujer crítica o una tantes, pero sí son inuy importantes.
mujer masoquista. Y así los términos: "femeni- El resto del artículo muestra —a través de in-
no", "maternal", "feminista", etc. vestigaciones empíricas— algunos ídolos actuales
En relación al muy mentado pero poco refle- del machismo en Chile, tanto en hombres como
xionado feminismo, vemos en acción a los ídolos en mujeres.
del teatro. Para algunos grupos de feministas nor-
teamericanas su reivindicación consiste en subir al
EL MACHLSMO DE AMBOS SEXOS
escenario y "representar" la segregación del sexo
EN CHILE
masculino agitando ropa interior, de manera irra-
cional y más o menos enfermiza. Pero en "la co-
A través de algunas expresiones concretas de
media humana" —como la llamaba Balzac—,
los mitos, veremos cómo se manifiesta el machi-
mucho más frecuente, más regresivo y por lo tan-
mo de nuestro país en los dos sexos, comenzan-
to peor es el ídolo de que la mujer está ya li-
do con el hombre.
berada en Chile y el mundo porque alguna ha al-
canzado un cargo importante. Para éstos, el tea-
La mitología machista en el hombre
tro consiste en creer que las mujeres están eman-
cipadas, los hombres también, y por tanto todos
Trabajo hogareño
seremos felices.
Para otros, de una escuela aún más conser- Al preguntarse a una mujer popular si ellas
vador;!, el mundo actual es un teatro horrible reciben ayuda en la casa, responde que ". . .esto
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sucede en pocas familias obreras. . . son muy po- Estas citas nos muestran cuan clara es la mi-
cos los maridos que son así. . . Ahí le falta con- tología machista de los hombres chilenos, empíri-
ciencia al hombre" >. camente investigada, y cualquiera sea su estrato
En investigaciones con encuestas a hombres social.
de distintos grupos sociales, las respuestas son aún
más claras. Se les pregunta por "la mujer ideal" 2.
Dominio masculino
Contestan: "Debe preocuparse de su hogar, ojalá
que seu cariñosa con sus hijos"; un universitario:
Lo natural es —según la mitología— que el
"Que sea dueña de casa, preocupada de su mari-
hombre mande. Y lo hace: "Incluso para ir a reu-
do y de los hijos", un empleado. "Que sen hoga-
niones al Centro de Madres o a la Junta de Veci
reña, que se preocupe de la casa no más", obre-
nos necesita tener permiso de él. El marido no
res. "Que se preocupe nada más que del hogar y
las deja salir. En la clase muestra esto es así".
de los hijos". "Dueña de casa, buena para tener
Y luego: "Yo veo muy mal trato a la mujer. Los
comida cuando yo liego", campesinos.
hombres son. como le dijera yo, poco menos que
Comentan los autores: se creen reyes, que tienen que atenderlos y hacer-
"Resumiendo, en lo que concierne a los conceplü^. les todo. Incluso hay que atenderlos a ellos me-
QUE tienen los muchachos sobre las relaciones en el
interior del hogar, el papel tradicional de la madre jor que a los niños" 6.
y de la esposa domina todavía en todas las catego- En un estudio antes citado, leemos:
rías. Sin embargo, estaría en retroceso entre los
estudiantes y los empleados"3. Pero este retroceso
es muy débil, pues luego escriben; ". . .Fuera de una "La desigualdad fundamental de los sexos es el
ínfima proporción de universitarios (4% ) la concien- principal argumento que esgrimen en sus asertos los
cia de la necesidad en que se encontraría eventual- jóvenes empicados de ambos sexos y las obreras para
mentc la mujer de realizarse profesionalmente. o por justificar el mantenimicnlo de status drásticamente
lo menos de trabajar fuera del hogar, se halla to- separados y para n=gar a la mujer el acceso a los
talmente ausente de las motivaciones de la muestra"4. mismos derechos que el hombre. . . El apego a la
imagen tradicional de la mujer, reflejado en un mo-
delo implícito de relaciones entre los sexos, suscep-
Los datos anteriores tienen tanta mayor gra- tible de compaginarse al igualar la libertad de la
mujer con la del hombre, cobra relativa importan-
vedad cuanto son respuestas obtenidas de jóvenes, cia en las categorías empleados y obreros. Espe-
los que realmente padecen los mitos en un grado cialmente en los primeros este miedo a la dege-
neración moral está relacionado con el miedo a per
menor que antes, pero aún muy intenso, com > der las ventajas de la sumisión femenina a cambio
se ve. de la protección que le proporciona el hombre".
"Se ponen muy altaneras", un obrero.
"Si tienen iguales garantías, la mujer atropella
al hombre y después surgen las disenciones". un obre-
ro ?.
Siipcritmdaá masculina
Este texto revela claramente la relación entre
Las respuestas de hombres de diferentes gru- dominio rígido, inseguridad y temor del hombre
pos sociales son nuevamente inequívocas, ahora
"macho". La entrevistada antes citada lo dice ex-
en otra investigación: .
plícitamente, confirmando en estos temores el re-
"Es menos que el hombre" (clase ini'erior). chazo del hombre al trabajo o estudio de la mu
"No puede ser independiente como el hombre" jer:
(clase inferior).
"No las encuentro ejecutivas" lelas; inferior). ". . .a la mayoría de los hombre» no les gusta.
"Con sus condiciones psíquicas, la mujer no es- Piensan que la mujer que sale a trabajar es porque
tá capacitada" (clase inferior). engaña al marido,..'". Y sobre el estudio: "¡Ah! con
"El carácter del hombre es más compatible con eso M que no están de acuerdo. Lo veo en mi propio
un cargo directivo" (clase media superior). marido. . . ¿Por qué? Porque los hombres tienen mié
"La tnujtr, por el hecho de ser mujer, por su do que s> la mujer estudia puede llegar a ser más
timidez, no puede afrontar situaciones graves" (da- qu: ellos y superarlos y eso no les gusta nada"*.
se media inferior).
i "Familia, Educación, Sociedad". Revista <.V Cenfa. N1.' 2, Según otra investigación, los hombres recha-
mili/u 1973, Santiago, p, 63.
i Juventud chilena: rebeldía v conformismo. Ed, i niversitaria, zan el trabajo de la mujer en Francia, Yugoslavia
Santiago 1070, pp 131-32-33. '
3 Ibid.
4 Ibid.. p. 159. 8 "Familia. . ." Ob. cit.. p. (v-4.
'• La mujer chilena fii una nueva sociedad. Edit. Pacifico, Stgo. 7 "Juventud chilena.. ." Ob. cit., p. 63-4.
'968, p. 124. s ' Familia. ,." Oh cit., p. 65.
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y Chile s. El temor del hombre, ligado al carácter El hombre exige virginidad a la mujer y. a
dominante, como el rechazo del trabajo de la mu- pesar del (o por el) machismo más acentuado,
jer, lo expresaron también ante encuestas. Si ella es menor la frecuencia de relaciones sexuales en
trabajar se da: "rivalidad entre el hombre y la estratos bajos '*. Esto nos plantea interrogantes so-
mujer1". "La mujer se hace independiente y pierde bre la forma de la sexualidad en ambos sexos den-
el respecto por el marido". (Ambas son respuestas tro del machismo, y sus relaciones con el dominio
de clase media). Todos los estratos ven más cam- rígido, la educación inhibidora y los mitos cultu-
bios negativos si ella trabaja fuera del hogar '". rales.
En Canadá (Québec), Gerald Fortín hizo los En todo caso, en nuestro país estos mitos
mismos hallazgos: están legitimados jurídicamente. El artículo 376
del Código Penal dice: "No se impondrá pena por
"Casi la totalidad de los hombres se opone al
trabajo de sus toposas, indepedientemente de la pre- el delito de adulterio sino en virtud de querella
sencia o ausencia de hijos, de la edad que fuere . .. del marido. . ." y el artículo 381 dice: "Comete
La única forma de asegurar la fidelidad de una mu-
jer, consiste en mantenerla económicamente depen- adulterio el marido que mantiene manceba den-
diente. . . Dejar qtte su mujer trabaje es confesar tro de la casa conyugal o fuera de ella con es-
públicamente que no se es hombre..."".
cándalo. Comete adulterio la mujer que yace con
En el texto precedente aparece clara la super- otro hombre que no es su marido".
posición de variables económicas, psicológicas, se- Curiosamente Figcs cita algo análogo en Eu-
xuales. Parece también claro que la fantasía de ropa a mediados del siglo pasado: "El Matrimo-
potencia en estos planos para el hombre tiene nial Causes Act de 1857 sancionaba el adulterio
como condición la garantía de impotencia en los como motivación suficiente para que el marido
mismos planos de la mujer. También en México pidiese el divorcio de su mujer; pero la mujer, en
encontró Lewis lo mismo: cambio, tenía que probar una segunda causa —por
ejemplo, abandono, crueldad, violación, incesto,
"El temor de dar a la esposa una mayor liber- sodomía o bestialismo— si quería divorciarse de
tad y la subsecuente amenaza a su papel de provee-
dor, son factores que evitan que la mayor parle de su marido" '5.
los hombres permitan a sus mujeres ganar todo lo En lo que sigue veremos cómo se expresa el
que podrían" 12.
machismo en la vida que tiene la mujer chilena.
Así, el machismo aparece nuevamente como
una compensación defensiva. Pues el machismo
expresa el temor a perder (o no tener) potencia La mitología machista en la mujer
sexual ("engaña al marido acaso sale"), poten-
cia económica ("ella se pone altanera") y/o po- En la situación de la mujer la existencia co-
tencia intelectual ("puede llegar a ser más que tidiana, la familia y el trabajo, que son formas
ellos. . . " ) . radicales de socialización, casi se identifican. Este
hecho nos permite hipotetizar una fuerte cohesión
en la mitología machista. Los otros agentes —me-
Sexualidad dios masivos, religión, escuela— son también pre-
dominantemente manejados por el sexo masculi-
Se considera normal por ambos sexos que el
no. Por tanto, tendremos una mayoría de muje-
hombre sea "polígamo" y ella "monógama". Por
res machistas. Por supuesto, habría que diferen-
ejemplos, dicen un grupo de hombres: "Que el
ciar según estratos, trabajo extra-hogareño o no.
hombre sea infiel es algo natural, en la mujer no"13.
pertenencia o no a otras instituciones, etc. Vea-
s Algunos fucíurcs que inciden en /<« participación laboral de las mos algunos aspectos.
mujerei de estratos bajos Paz Covarrubias y Ménica Muñoz.
Instituto de Sociología Universidad Católica, Noviembre 1972. Se encontró en una investigación que:
p. 15.
in "La mujer chilena. . ." Ob. cil.. p. 120. Paru estadísticas ver
P. US. H Sexo y conducta sexual en Chile de Rodrigo Quijada y Cou-
11 "Aspectos sodtjkígicusdi.1! trabajo femenino" en Boletín Do- ducta sexual de los chilenos de Eduardo Taibo, Imprenta
cumCntal "La Mujer", CIDAL, México. Vol. I. Die. 7W1, p. Sanstva, S m i i i a g o . 1971.
237. Cuadernos de la Realidad Nacional, N9 l>, Sepl. 1971. U,C,
12 Tepoztláñ, Osear LcwU, Moritz, México, 1968. p, 1.14. Stgo., p. 202.
13 Análisis tlr !•! Ftíinilia, María L Rojus y cjnv--. 13 Actitudes patriarcales: tas mujeres en ¡u
1
sociedad, Eva
Instituto di- Sociología U Católica, mayo 1973. p. f>. Figes Alianza Editorial. Madrid 1972, p ••i
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"E! NO'r de los muchachos y el 68% de las jó- Covarrubias-Muñoz, 25.9% del total de egresadas
venes se pronunciaron sin reservas en favor de la
igualdad de los sexos. Lo que sorprende es la dis- y tituladas universitarias no trabajan fuera de la
crepancia entre las respuestas de los muchachos y l:is casa, y el 44.4% de mujeres con Educación me-
muchachas. Estas últimas —y esto es más-aún para
las empleadas (629! contra 4 6 % ) — se muestran cóm- dia profesional tampoco lo hace 20 .
plices, al menos al nivel del principio, de un estado De las universitarias que trabajan fuera de
de cosas que no las favorece . . . El desequilibrio en-
tre las respuestas de los dos sexos no vuelve a en- casa llama la atención que "no tienen un mayor
contrarse ni en Sos obreros ni en los campesinos, ds yiado de compromiso con la sociedad" 21. Lo pa-
los cuales más o menos la mitad de los varones y
las muchachas se oponen abiertamente al principio radojal de esta situación es que las mujeres esco-
de la igualdad'' 16. gen profesiones "sociales". Sin embargo, no ha-
bría paradoja si pensamos que las prefieren por
Estas cifras hablan muy mal de la "emancipa-
los mitos tradicionales sobre la mujer, ligados a
ción" femenina, sobre todo si se considera que
la utilidad para el hogar.
las mujeres son al respecto más conservadoras que
Porcentajes de mujeres en Escuelas de la Uni-
los hombres incluso en grupos privilegiados y "mo-
versidad de Chile, 1966 22 .
dernizados" (universitarias). Además, recorde-
mos que las respuestas conscientes frecuentemen- Medicina 17.3%
te se acompañan de un estilo de vida más tradi- Enfermería 100.0%
cional que lo vernalizado, como ya hemos visto Obstetricia y Puericultura 100.0%
Tecnología Médica 92.1%
antes. Pasemos a análisis más particulares. Dental y Química y Farmacia 46.1%
Arquitectura 30.8%
Bellas Artes 70.2%
Trabajo hogareño Pedagogía 59.6%
Servicio Social 90.9%
Periodismo 56.0%
Es considerado lo fundamental por las muje- Psicología y Sociología 61.0%
res. En las que intentan conseguir trabajo extra-
hogareño, la principal motivación es de tipo eco- Además de esta inscripción de las jóvenes es-
nómico, según las investigaciones que hay en Chi- tudiantes, las madres desearían lo mismo para
le. Por ejemplo en un estudio se cita a mujeres: sus hijas, por análogos motivos míticos: "Psico-
logía, porque sirve para el hogar", dentística "por-
"La mujer e;s de la casa porque le "nace". Uno que puede atender a sus niños", "médico, psicó-
de los motivos porque no trabaja afuera es que "a
él no le .mista", pero lo haría '"por darle más como- loga, porque sabe atender a sus niños, a su fami-
didades y para tenerlo contento"17. lia", "arquitectura, por ser adecuado a su sexo"1".
En otra investigación vemos que un gran por- Dejando estos grupos elitarios, volvamos a las mu-
centaje de mujeres que tienen capacitación técni- jeres populares: klEI hombre es más libertino, una
ca no trabajan fuera del hogar, pero sí la usan es más de su casa" 24.
para su rol hogareño. La mayoría había tenido
esta capacitación en Corte y Confección
Inferioridad de la mujer
(44,93%) ; e a Auxiliar Paramédica más Artesa-
nía y Manualidad sumaban un 27.53% más. Es
La legitimación de la división de roles y de la
decir, vemos claramente que tanto los intereses de
dependencia de la mujer en todos los planos, im-
las mujeres como (probablemente) las posibilida-
plica ya tal estrechez de posibilidades, que ésta
des objetivas de capacitación están inmersos en el
queda realmente en situación de interioridad. La
ni i lo de "la mujer para la casa" 1B.
internalización de tal visión se expresaba incluso
Por otra parte, también la elección de estu-
en el tipo de carreras universitarias preferidas, en
dios universitarios está ligada a tarcas e intereses
las que coexistía el rol tradicional y la menor exi-
hogareños: un gran porcentaje de universitarias
gencia intelectual. Pero veamos ahora ejemplos
no trabaja fuera del hogar (36.36%) 19. Según
20 Ob. cit., p . 3.
ie "Juventud c h i l e n a . . . " ob. cit., p . 147. 21 "El trabajo. . .". ob. cit.. p. 123.
17 •Análisis de la. . ." ob. cit., p. 59. 22 ¡ii/lt-tra informativo N" 9 y 10, Santiago, cit, en ' La m u j e r
18 n trabajo. ¿Un nuevo desuno pura la :nu¡er chilena'.'. An- chilena. ." p. " 4 .
gélica Ducci, Margarita Gilí y M a r t a Illancs, Instituto La ÜS 'L;i m u j e r c h i l e n a . . . ' , ob. cit., p . 1S4-5 D;ilo:s cstadislicus,
boral, Santiago \Til. p 127. p 129.
II ibid . p. IIJ. 24 " J u v e n t u d chilena . . " , ob. cit., p. 144
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de la autoimagen de la mujer, relacionada con den a considerar que el tener hijos es una carga
la visión de su rol en !a sociedad: que debe soportarse y que el tener muchos es un
castigo de Dios" :m.
"Siempre lu mujer ha sida menos que el hombre",
obreras. También en Chile hay en parte de los secto-
Trab;ijo. . . sí, siempre que la mujer se manten- res populares "inadecuación entre el tamaño real
ga en el nivel ilc la mujer, no sobrepase al hombre",
empleada -a. e ideal de la familia". En las poblaciones subur-
banas (Santiago) las familias tienen 5.4 hijos en
Sexualidad promedio, 7 embarazos en promedio, y 2 de cada
5 mujeres se lamentan de haber tenido más hi-
Los conflictos sexuales provocan un porcen-
jrs de los deseados. En relación está el problema
taje de frigidez femenina cercano al 60% en Chile
del aborto: para 1961 se estimó un aborto por ca-
y al 70% en los grupos populares ". Por otra
da 3 nacimientos en Santiago y para 1965 cerca
parte y como dato alarmante, sólo el 13% de las
de 20 abortos por cada 100 nacidos vivos 31 .
mujeres de estratos bajos se casan "por amor"
LJD dato más psicógeno es que en Bogotá
Se nos plantea nuevamente el problema de la re-
las mujeres populares son más rígidas que los hom-
lación dominio-sumisión, la inhibición general y
bres en la valoración de la virginidad prematri-
sexual, y la dependencia. Otras investigaciones in-
monial, por lo menos verbalnicnte 32.
dican que las mujeres de estratos bajos frecuen-
Iodos estos problemas nos hacen compren-
temente tienen hijos sin desearlos ni esperarlos,
sible la explicación adletiana de la frigidez. En
en Perú y México2".
El carácter neurótico escribe:
Fn Buenos Aires se han encontrado proble-
mas análogos: R. Kertesz y colaboradores, en la "El deseo de venganza de la mujer desdeñada
y humillada se sirve preferentemente de los síntomas
maternidad del Hospital Ranson de Buenos Aires, neuróticos, entre ellos de l;i frigidez muy en espe-
realizaron una reveladora encuesta con madres cial. La oculta intención de la frigidez es negarle al
hombre su masculinidad, hacerle dudar de sus ap-
precedentes de un medio social sumamente preca- titudes sexuales, demostrarle, aunque a las buenas,
rio: trabajo no especializado, semianalfabetas ca- bkn a las claras, su limitado poder e influencia so
bre ella. De esta manera se asegura así. cuando me
si todas y solteras en su mayor parte, proceden- nos, un sector 33(el sexual) donde ella es inexpugna-
tes de barrios de emergencia, todas las que no ble. invencible .
eran trabajadoras-domésticas. La falta de toda in-
La situación sexual es pues deplorable: fre-
formación sexual fue, según los autores, práctica-
cuentemente las mujeres de estrato popular se
mente absoluta. Los 2/3 no habían usado medio
casan sin desearlo, tienen relaciones sexuales sin
anticonceptivo alguno, predominando en el resto
desearlas, tienen hijos sin desearlos, tienen abor-
ampliamente el más primitivo: el coito interrum-
tos. La relación conflictiva con el hombre es po-
pido. "Excepcionaimente hallamos un deseo real
lifacética. Sin duda, las mujeres de niveles medios
de maternidad1', dicen los autores "".
no tienen los mismos problemas. Pero hay otros,
La relación masoquismo-maternidad la vio
que siempre están condicionados de una u otra
Lewis en México: "Sin embargo, las mujeres tien-
manera por los mitos de la sociedad machista.
¿i tbid., p. 149 y 151.
•X "Conduela sexual.. .". ob. cit, 30 " T e p u / . i U u i " . oh. cit,. p. 15t.
-•v "Sexo y conduela. . .". ob. cit., p. 202. 31 Mensaje, K9 182, S e p t i e m b r e I961J; " L a r e g u l a c i ó n d e l a . . . " ,
aj Asi viven y así nacen, Joaquín Adúriz, Revista EURE, p . 440.
Julio 1972. Santiago. 32 Rerixití paraguaya de Sociología N" 18, Mayo-Agosto 197(1,
-9 í,a ¡mijar. Alfredo Bauer, Silaba, B. Aires, p. 174. a P. 204.

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