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Explicación de red

Partimos desde que la filosofía es amor a la sabiduría, es la búsqueda del saber (que todos deseamos poseer), pero en
segundo lugar es esta filosofía la que nos ayuda a esclarecer la realidad, y al hacerlo sustenta la vida práctica, se
encuentra una gran satisfacción, cuando se puede implementar y aligerar situaciones de la cotidianidad.

El comienzo de la filosofía es la admiración, muchos filósofos comenzaron hacer filosofía admirándose. El primer
momento en la admiración es sorprenderse ante algo que no conocía previamente, es la satisfacción de encontrar
respuesta a una incertidumbre.

Por un lado la admiración es una especie de deshabituación, esto nos permite admirar y salir de lo ya acostumbrado. El
filósofo es un insatisfecho, nos tenemos que cuestionar/preguntar constantemente, salir de nuestra zona de confort de lo
que ya sabemos.

A esto le sumamos la ironía que tiene como objetivo reconocer nuestra ignorancia, solo reconociendo nuestra ignorancia
estamos en condiciones de buscar la verdad. La ironia socrática nos propone el arte de debatir y exhibir la ignorancia del
aparente sabio (hacerlo caer en contradicción y que reconozcan su ignorancia.

Estas dos posturas nos da como resultado la Docta ignorancia que se trata de reconocer y estar conscientes de la propia
ignorancia, tenemos conocimiento pero debemos reconocer nuestras limitaciones con determinados temas, nunca vamos
a ser capaz de saberlo todo (una sola persona no lo sabe todo).

Cuando se acepta esta ignorancia o insuficiencia, pasamos al momento de la búsqueda y descubrimiento de la verdad, por
esta búsqueda se apuesta todo, ya que la verdad no es fácil de encontrar, a este proceso Sócrates los llamo “Mayéutica”
que es EL ARTE DE DAR A LUZ, se busca la verdad que se encuentra en el individuo. A diferencia de la ironía esta es saber
interrogar para dar a luz ideas. Ser consciente de la ignorancia.

En la actualidad en medio de la vida práctica, no es posible la admiración porque nos falta el ocio, el poder detenemos a
pensar y salir de la actividad práctica.

Buscamos contantemente resultados desahogadamente (de forma impaciente) y esto nos impide reflexionar sobre una
idea. Podemos utilizar la frase “hago cosas, luego existo”

Estamos instalados en una cultura del botón donde tenemos el conocimiento pero no lo recorremos por comodidad solo
nos quedamos con los efectos, solo queremos buenos resultados en la etapa final.

Hoy en día tenemos tanta ambición en lo material que cuando elegimos una carrea universitaria lo hacemos pensado en
el día de mañana los beneficios económicos que vamos a obtener, y ya no lo hacemos por el hecho de adquirir
conocimientos, solo nos interesa adquirir un conocimiento práctico.

El hombre de hoy se destaca por el hacer práctico y no por el saber teórico profundo. No nos interesa tener el
conocimiento sobre algo, sino el conocer las herramientas para hacerlo, el hombre práctico va a lo fácil.

LA ADMIRACION Y FILOSOFAR ES UN PRIVILEGIO EN LA ACTUALIDAD

Para salir al encuentro de la verdad, nos tenemos que detener, y pararnos a pensar, poder profundizar en lo que
permanentemente hay en la realidad. Aun en situación limites nos tenemos que detener a pensar, aunque sea después
de a ver actuado.

Cuando se encuentra la verdad se produce un deslumbramiento, nos da un gozo que nos llena toda la vida. Sucede un
kairos (momento) especial en la vida personar que se marque para toda la vida. Y a partir de ahora la terea es profundizar
en la verdad y contarla.

La palabra verdad se denomina A-LETHEIA (sin olvido) cuando nos encontramos con la verdad, esta permanece y no se
puede olvidar.

Para encontrar la verdad tenemos que estar dispuesto a rectificarnos y ser humildes y reconocer que no sabemos algo, o
admitir nuestro error.

Repugnarnos la mentira para poder acceder a la sabiduría, ser incapaces de soportar la falsedad

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