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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

UNIVERSIDAD PRIVADA SAN JUAN


BAUTISTA
FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ASIGNATURA : Seminario de Integración de


Derecho Constitucional
SEDE : Filial-Ica
CICLO : XII
SEMESTRE ACADEMICO : 2023-II
DOCENTE :
 Vásquez Cornejo, Ramon

INTEGRANTES :
 Cárdenas Andres, Noelia
 San Miguel Morales, Jhuleysi
 Saire Rivera, Kevin
 Vilcatoma Huamani, Nalleli

ICA-PERÚ

2023

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DEDICATORIA

El trabajo de investigación monográfico lo


dedicamos a nuestros padres.

A Dios, ya que gracias a él tenemos padres


maravillosos, los cuales nos apoyan en nuestras
derrotas y celebran nuestros triunfos.

A nuestros profesores quienes son guías en el


aprendizaje, dándonos sus conocimientos para
lograr un buen desenvolvimiento en la sociedad.

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INDICE

INTRODUCCION.......................................................................................................................4
I. CONCEPTO GENERAL PROCESO CONSTITUCIONAL DE LA LIBERTAD..........5
II. DISPOCISIONES QUE ESTABLECE LAS NORMAS PARA EL DERECHO
CONSTITUCIONAL DE LA LIBERTAD..................................................................................7
III. ACTOS LESIVOS (HABEAS CORPUS, ACCIÓN DE AMPARO)..........................9
3.1. HABEAS CORPUS....................................................................................................9
3.2. OBJETO DE PROTECCIÓN Y DERECHOS TUTELADOS POR EL HÁBEAS
CORPUS................................................................................................................................9
3.3. ACCIÓN DE AMPARO............................................................................................12
IV. LAS PARTES EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL DE LA LIBERTAD.........16
V. CASO PRÁCTICO...........................................................................................................21
CONCLUSIÓN.........................................................................................................................25

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INTRODUCCION

Los procesos Constitucionales de la libertad son comprendidos en su artículo


200 de la constitución y dentro de ellos están el habeas corpus, la acción de
amparo, etc. siendo mecanismos que priman los objetivos de la parte, si bien
es cierto este tema es amplio, ya que involucra a los diversos tipos de procesos
ya mencionados, sin embargo para llegar a un concepto propio de lo que el
procesos constitucional, es importante determinar algunos elementos, que en la
práctica se constituyen en condiciones para su existencia, en donde se
comprende como un proceso de rango constitucional, es decir debe estar
prescrito en la constitución o reconocido constitucionalmente, por otro lado
estos tipos de procesos constitucionales de la libertad, van a tener como
finalidad esencial reponer aquellos derechos que fueron violados a la situación
previa a la violación, o eliminar la amenaza de violación de un derecho
fundamental, consagrado en la constitución para así asegurar la vigencia,
respeto y efectividad de estos derechos de carácter constitucional.

En otro punto se conoce que actualmente, es indiscutible la importancia que


posee una Constitución dentro de un ordenamiento jurídico. Esto se debe a que
es la norma de más alta jerarquía, que establece las bases de la organización
de todo Estado y consagra los derechos fundamentales de las personas y los
valores democráticos de la nación; consolidándose, así como el pilar y la fuente
de origen de la democracia constitucional. Además, es el instrumento
normativo fundamental que separa, equilibra y limita el poder, vienen
establecidas a partir de los fines que cumple cada uno de los procesos
constitucionales. En esa dirección, tenemos procesos que cautelan el principio
de supremacía constitucional, en tanto otros protegen los derechos de la
persona. De igual manera, se ha establecido un instrumento para resolver
controversias que se suscitan por el ejercicio de competencias y funciones
constitucionales.

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ROL DE LAS PARTES EN EL DERECHO
CONSTITUCIONAL DE LA LIBERTAD

I. CONCEPTO GENERAL PROCESO CONSTITUCIONAL DE LA


LIBERTAD

Iniciamos este punto resaltando que los primeros procesos como son el
hábeas corpus, amparo, hábeas data y proceso de cumplimiento, son los
llamados procesos constitucionales de la libertad. Si bien, como ya se ha
precisado, los procesos constitucionales de la libertad pretenden la tutela de
los derechos públicos subjetivos frente a las hipótesis de su transgresión. Lo
dicho quiere significar que, aunque por principio un proceso constitucional de
la libertad sirve para proteger derechos, ello no significa que por excepción el
mismo tipo de mecanismo no pueda tutelar de alguna manera y de forma
concurrente la llamada parte orgánica concerniente con el poder.

De hecho, puede haber casos en los que un proceso teóricamente destinado


a defender los derechos preserve también y por la vía indirecta el ejercicio
debido del poder. Ello podría ocurrir si, por ejemplo, en un proceso de amparo
o en uno de hábeas corpus se inaplica una disposición por evidente oposición
o discordancia con la norma fundamental. Como es obvio, el objetivo del
proceso en tales circunstancias no solo residirá en tutelar la parte dogmática
de Constitución, sino también su parte orgánica.

El proceso constitucional de la libertad (el amparo o el hábeas corpus, por


ejemplo) es un mecanismo en el que por encima de cualquier cosa priman los
objetivos de la parte quejosa o afectada. La finalidad o el fondo del proceso,
en otras palabras, se sobrepone a la forma en que este se tramita, lo que en
pocas palabras supone que allí donde exista conflicto entre la forma y el fondo
habrá de prevalecer este último, en tanto que lo principal es que los derechos

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vulnerados o amenazados retornen a su estado original, a aquel en el que se
encontraban antes de verse afectados.

En el proceso constitucional de la libertad, la igualdad no es un dogma. Por el


contrario, la finalidad protectora se presenta a tal grado y en tal forma que
bien podría considerarse un proceso cuasi unilateral, donde mayores
opciones y privilegios va a tener casi siempre la parte demandante, quedando
configurado el rol del demandado a un papel esencialmente secundario.

Consecuentemente, en tanto los procesos constitucionales de la libertad


solamente se activan ante la agresión del contenido constitucional o esencial
de los derechos fundamentales, se podrá sostener que tales procesos
constitucionales han de ser unos tales que atiendan con urgencia la grave
situación generada, y con urgencia también permitan contar con una decisión
firme que salve el derecho agredido. Por esta razón hay justificación para
distanciarse de quienes entienden que la urgencia se configura solo a partir
de que las circunstancias hagan prever «un alto grado de posibilidades de
que el daño constitucional alegado se torne irreparable», y con base en esto
sostienen que «el amparo constitucional se ha convertido en un proceso
excepcional o extraordinario, solo viable en aquellos casos en los que se
encuentre presente el ´factor de urgencia`», entendido este factor como riesgo
de irreparabilidad.

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II. DISPOCISIONES QUE ESTABLECE LAS NORMAS PARA EL
DERECHO CONSTITUCIONAL DE LA LIBERTAD

Con referencia de las disposiciones constitucionales estas se limitan a


mencionar el nombre del bien humano que justifica al derecho fundamental, a
través de disposiciones que concretan alguna manifestación de ese bien
humano constituyente formula en estos casos normas directamente estatuidas.
Estas normas directamente estatuidas de carácter general o con alguna
concreción, conforman el contenido esencial del derecho fundamental, que, al
estar recogidas en normas de rango constitucional, conforman el contenido
constitucional del derecho fundamental por otro lado a la constitución se le
reconoce las características esenciales primera que es una realidad normativa
y que no solo en la parte que organiza el poder político, sino que también es un
conjunto de las disposiciones en ella contenidas no formulan meras
recomendaciones, sino estrictamente normas que contienen mandatos
vinculantes.

La Constitución ya no es tenida como un mero documento político, cuyo


incumplimiento no acarrea sanción jurídica, y pasa a ser concebida como
norma efectivamente vinculante. Segunda, que es una realidad con un alto
contenido valorativo que en sí mismo es también normativo, se tiene como
finalidad de la Constitución es la realización plena de la persona a través de la
limitación positiva y negativa del poder político (y privado).

La Constitución, como realidad al servicio de la Persona, coloca a esta como


fundamento y a partir de ella, por un lado, le reconoce una serie de exigencias
de justicia humana que se positivan como derechos fundamentales; y por otro,
compromete al Poder político a hacer de tales exigencias de justicia una
realidad. Compromete en esta tarea al Poder en un doble orden, primero,
obligándole a que no haga nada que contradiga la esencia de esas exigencias
de justicia humana, y segundo, obligándole a que haga todo aquello necesario
y posible a fin de hacer de tales exigencias de justicia una realidad plena y
efectiva.

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Se puede entender que una Constitución que realmente quiera ser tal deberá
positivar esas exigencias de justicia natural haciendo de la Persona una
realidad que es fin en sí misma. Esto supondrá que las disposiciones
constitucionales en ningún caso deberían de formularse en contra de la
Persona y sus concretas exigencias de justicia natural, en donde La reconocida
finalidad de la Constitución exige reconocer también que necesariamente ha de
contar con un conjunto de disposiciones en las que se reconozca la posición de
fin de la Persona y se constitucionalice los bienes humanos o derechos
humanos que de ella se derivan como exigencias de justicia natural.
Consecuentemente, es necesario admitir que toda Constitución tiene un
contenido teleológico, también conocido como contenido dogmático.

La Constitución en su Artículo 200° nos hace referencia a los procesos


constitucionales de la libertad, como son: Acción de Habeas Corpus, La acción
de Amparo y la acción de Habeas Data, que estas proceden contra el hecho u
omisión, por parte de cualquier autoridad funcionario o persona que vulnera o
amenaza los demás derechos reconocidos por la constitución.

En la que estas se recogen los procesos constitucionales de la libertad. En


efecto, según estas definiciones normativas, no interesa ni el tipo de agresión
tampoco interesa el tipo de agresor; lo realmente importante es la presencia de
una agresión a los derechos fundamentales, y tal agresión, como se ha
justificado antes, tiene una doble exigencia desde la esencia de los procesos
constitucionales: que sea manifiesta, y que sea al contenido esencial o
constitucional de los derechos.

La regulación que dispongan estas leyes y reglamentos están vinculadas con


las disposiciones constitucionales, pero lo están de un modo indirecto y
derivativo. Las agresiones que se produzcan contra el nivel infra constitucional
no puede ser objeto de atención a través de los procesos constitucionales,
disponerlo sería desnaturalizar los procesos constitucionales. Especialmente
didáctico en este punto son los derechos fundamentales. Estos cuentan con un
contenido constitucional, pero también cuentan con un contenido infra
constitucional. La esencia de los procesos constitucionales que defienden
derechos fundamentales exige que sólo se activen cuando está en juego el
contenido constitucional del derecho fundamental.
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III. ACTOS LESIVOS (HABEAS CORPUS, ACCIÓN DE AMPARO)

El acto lesivo puede ser definido como aquella conducta (acción u omisión)
proveniente de cualquier autoridad, funcionario o persona, que amenaza o
vulnera derechos fundamentales. Consistirá en cualquier hecho voluntario,
intencional, negativo o positivo consistente en una decisión o en una ejecución
o en ambas conjuntamente, que produzcan una afectación en situaciones
jurídicas y fácticas dadas, y que se impongan unilateral, coercitiva o
imperativamente, engendrando la contravención a todas aquellas situaciones
conocidas con el nombre o bajo la connotación jurídica de garantías
individuales”.

1.1. HABEAS CORPUS

El proceso de hábeas corpus fue introducido en nuestro ordenamiento jurídico


mediante una ley del 21 de octubre de 1897, luego fue incorporado a la
Constitución de 1920 y se mantuvo en las sucesivas cartas constitucionales de
1933 y 1979. En la actual Constitución de 1993 se ha recogido al hábeas
corpus en el artículo 200 inciso 1 con el tenor siguiente:

El hábeas corpus es un proceso constitucional autónomo que tiene por


finalidad la protección de la libertad individual y de los derechos
constitucionales conexos, de modo tal que, frente a la amenaza o privación de
la libertad de una persona, este proceso faculta al juez constitucional a tutelar
de forma urgente la libertad y los derechos conexos del afectado. Son
características esenciales del hábeas corpus la sencillez y celeridad de su
procedimiento y el principio de informalismo. La tutela de la libertad individual
determina que el hábeas corpus tenga un procedimiento sencillo (pocas
etapas) y rápido (plazos cortos), de modo tal que el juez constitucional pueda
resolver en un tiempo perentorio sobre la legitimidad de la privación de la
libertad del afectado.

1.2. OBJETO DE PROTECCIÓN Y DERECHOS TUTELADOS POR EL


HÁBEAS CORPUS

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El artículo 200 inciso 1 de la Constitución establece que el hábeas corpus
protege la libertad individual y los derechos conexos. El derecho de libertad
individual garantiza a toda persona a no ser privada arbitrariamente de ella, ya
que, según lo establecido en la Constitución, solo se puede ser detenido por
mandato motivado del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante
delito por no más de 48 horas o el término de la distancia (artículo 2 inciso 24
literal f de la Constitución).

Hábeas corpus contra perturbaciones a la libertad o restringido

Este tipo de hábeas corpus hace frente a los obstáculos o molestias a la


libertad individual que configuran una seria restricción para su cabal ejercicio.
En dicho sentido, por ejemplo, se ha cuestionado el uso de rejas que limitan el
acceso vehicular a las vías de tránsito en zonas residenciales (ver la sentencia
del Exp. 00509-2012-HC/ TC), o los seguimientos policiales injustificados
(revisar el artículo 25 numeral 13 del CPConst.).

 Procedimiento del proceso de hábeas corpus

La demanda de hábeas corpus puede ser interpuesta por el propio afectado o


por un tercero en su nombre. La demanda también puede ser interpuesta por la
Defensoría del Pueblo. En ningún caso es necesaria la firma de abogado o el
pago de tasas o aranceles judiciales (artículo 26 del CPConst.).

La demanda puede ser presentada por escrito, por medios electrónicos o de


manera verbal ante el juez, quien levantará un acta con una sucinta relación de
los hechos (artículo 27). El juez penal es el competente para conocer de la
demanda (artículo 28), cuando la privación de la libertad se produce en un
lugar distinto al de la sede del juzgado o sea de difícil acceso, se habilita para
que el juez de paz del distrito realice las verificaciones y adopte las acciones
necesarias para cesar la afectación al derecho (artículo 29 del CPConst.).

En el hábeas corpus rigen las siguientes reglas especiales de procedimiento:


no cabe la recusación del juez salvo que lo formule el afectado o quien actúe
en su representación; no son procedentes las excusas de los jueces y
secretarios; corresponde al juez habilitar día y hora para actuar las diligencias;
el Ministerio Público no interviene; se pueden presentar documentos cuyo

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mérito son valorados por el juez en cualquier estado del proceso; se puede
designar un abogado de oficio a solicitud del demandante, y las actuaciones
procesales son improrrogables (artículo 33 del CPConst.). El CPConst. ha
establecido tres tipos de procedimientos para el hábeas corpus, dependiendo
del tipo de agresión a la libertad individual o los derechos conexos: uno general
y dos especiales: cuando se afronta un caso de detención arbitraria, y otro
cuando se conoce un caso de desaparición forzada.

En el procedimiento general, recibida la demanda el juez podrá constituirse en


el lugar de los hechos o citar a los que ejecutaron la violación, requiriéndoles
que expliquen las razones que justifican su actuación, debiendo resolver en el
plazo de un día natural, bajo responsabilidad. La sentencia se comunica al
beneficiario del hábeas corpus y, de ser el caso, a quien interpuso la demanda
en su nombre (artículo 31 del CPConst.). En cambio, cuando sucede una
detención arbitraria o afectación de la integridad personal, el juez deberá
resolver de inmediato, para ello podrá constituirse en el lugar de los hechos y,
verificada la detención arbitraria, dispondrá la inmediata libertad del afectado o
el cese de las agresiones, sin necesidad de notificar al responsable de la
violación para que cumpla la resolución judicial (artículo 30 del CPConst.)
Tratándose, en cambio, de una desaparición forzada, siguiendo alguno de los
procedimientos antes descritos, en caso el emplazado no brinde información
sobre el paradero del beneficiario, se faculta al juez para que adopte todas las
medidas necesarias que conduzcan a su hallazgo. Asimismo, se le faculta para
que dé aviso de la demanda al Ministerio Público para que inicie las
investigaciones que correspondan. Si la desaparición se imputa a un miembro
de la Policía Nacional del Perú o de las Fuerzas Armadas, el juez solicitará al
superior del presunto agresor que informe en un plazo de 24 horas si la
desaparición es cierta y que proporcione el nombre de la autoridad que la
ordenó o la ejecutó (artículo 32 del CPConst.).

La sentencia o la resolución que pone fin a la instancia puede ser apelada en el


plazo de dos días (artículo 35 del CPConst.). El expediente se eleva en el día al
superior en grado, quien resolverá en un plazo de cinco días, bajo
responsabilidad. En la vista de la causa, los abogados pueden informar
oralmente (artículo 36 del CPConst.).

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1.3. ACCIÓN DE AMPARO

La Constitución de 1979 incorporó el proceso de amparo como un mecanismo


de defensa de los derechos fundamentales de la persona distintos de la libertad
personal. La vigente Constitución de 1993 recoge el amparo en su artículo 200
inciso 2 con el siguiente tenor:

Según lo establecido en el artículo 200 inciso 2 de la Constitución de 1993, el


proceso de amparo es un instituto procesal que tiene por finalidad proteger los
derechos fundamentales no protegidos por el hábeas corpus, el hábeas data ni
el proceso de cumplimiento. Se constituye en el principal mecanismo de tutela
de los derechos constitucionales. El amparo se caracteriza por ser un proceso
orientado a proteger derechos fundamentales de sustento constitucional
directo, por eso tiene un carácter residual o subsidiario e integra la denominada
tutela judicial de urgencia.

El amparo es un proceso cuya finalidad es la tutela del contenido esencial de


los derechos fundamentales del bloque constitucional: derechos de origen
constitucional, así como los de fuente internacional, de configuración legal y
jurisprudencial, y los derechos fundamentales implícitos del artículo 3 de
la Constitución. Respecto del contenido esencial, si bien este instituto no se
encuentra recogido de manera expresa en nuestro ordenamiento, el TC ha
señalado que se encuentra inmerso dentro del contenido constitucionalmente
protegido que sí está regulado en el artículo 5.1 del CPConst.

Objeto de protección: derechos protegidos por el proceso de amparo

El proceso de hábeas corpus protege la libertad individual y los derechos


conexos, como la prohibición de la prisión por deudas, prohibición de la
servidumbre, entre otros, reconocidos en el artículo 2 inciso 24 de la
Constitución. El hábeas data, por su parte, tutela dos derechos específicos, el
acceso a la información pública y la autodeterminación informativa, reconocidos
en los incisos 5 y 6 del artículo 2 de la Carta constitucional.

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El proceso de cumplimiento cautela el derecho a la eficacia de las normas
legales y de los actos administrativos que se desprenden de la interpretación
unitaria de los 3 y 43 y de la Constitución. Los derechos fundamentales no
mencionados en el párrafo precedente son tutelados por el proceso de
amparo. Este protege los otros derechos reconocidos en el artículo 2 de la
Constitución, entre los que se encuentran: el derecho a la vida, el derecho al
libre desarrollo de la personalidad, a la libertad de conciencia y religión, el
derecho a la igualdad y no discriminación, las libertades de expresión e
información, la libertad de contratación, la libertad de trabajo, el derecho de
propiedad y herencia, identidad, medio ambiente, el trabajo, la salud, la
educación y la seguridad social, así como la libertad de empresa, etc. Además,
el artículo 37 del CPConst. enunciativamente complementa y precisa este
listado de los derechos protegidos por el proceso de amparo.

 El amparo contra normas

Si bien el artículo 200 inciso 2 de la Constitución establece que no procede el


amparo contra normas legales, la jurisprudencia del TC admite la procedencia
del amparo contra normas. Para ello, se introdujo la diferencia entre normas
autoaplicativas y normas hetero-aplicativas. Las primeras se aplican de forma
directa a una situación concreta, por ejemplo, una ley de expropiación a un
particular o los decretos leyes que cesaron a jueces y fiscales luego del
autogolpe de Estado del 5 de abril de 1992. En cambio, las normas hetero
aplicativas para desplegar sus efectos requieren de actos adicionales de
ejecución, tales como la emisión de un reglamento o actos administrativos de
ejecución.

 El amparo contra resoluciones judiciales

El artículo 200 inciso 2 de la Constitución establece que no procede el amparo


contra resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular. Esta última
expresión ha sido objeto de un amplio desarrollo jurisprudencial,
entendiéndose, en un primer momento, a partir de una interpretación en sentido
contrario, que el amparo procedería contra una resolución judicial que emane
de un procedimiento irregular. Luego, que este procedimiento irregular debía
entenderse como aquella situación en la que se lesionan los derechos que

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integran el derecho al debido proceso (defensa, procedimiento predeterminado,
pluralidad de instancias, motivación, etc.) y la tutela jurisdiccional (acceso a la
justicia y ejecución de resoluciones judiciales). Finalmente, se ha comprendido
también que un proceso irregular no solo significa que no se hayan respetado
los derechos procesales de las partes, sino también sus derechos sustantivos

 Procedimiento del proceso de amparo

De acuerdo al CPConst., antes de interponer la demanda de amparo es


necesario agotar las vías previas administrativas que puedan existir. Estas
deben estar reguladas por la ley y ceñirse al respeto, no solo de la ley sino del
debido proceso. No obstante, el mismo CPConst. ha previsto causales de
exoneración a dicha obligación.

Al respecto, no es necesario agotar las vías previas cuando: a) una resolución


que no es la última en la vía administrativa se ejecuta antes de que se venza el
plazo para que quede consentida; b) el agotamiento de la vía previa determina
que la lesión al derecho se convierta en irreparable; c) la vía previa no ha sido
regulada o se ha iniciado de manera innecesaria por el afectado; y d) no se
resuelve la vía previa en los plazos fijados para su resolución. Por estas
razones, bien se haya agotado la vía previa o si cabe invocar alguna causal de
exoneración, procede interponer la demanda de amparo, dentro del plazo
establecido en el mismo CPConst.

La demanda puede ser interpuesta por el propio afectado o por su


representante. Si se trata de la defensa del derecho al medio ambiente u otros
derechos difusos, lo puede hacer cualquier persona o entidades sin fines de
lucro cuyo objeto sea la defensa de esos derechos. Incluso cualquier persona
puede interponer la demanda en nombre de quien se encuentre imposibilitado
de hacerlo, aun cuando no cuente con representación expresa, a condición de
que cuando el afectado pueda hacerlo ratifique la demanda y las actuaciones
procesales efectuadas por el procurador oficioso.

La demanda, esencialmente, debe contener la identificación del agraviado y de


los derechos lesionados o amenazados, así como los datos de la autoridad o
persona que lesionó o amenazó el derecho y la narración de los hechos que
constituyen el acto lesivo. Los terceros pueden ser incorporados al proceso
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mediante la acumulación subjetiva que de oficio puede efectuar el juez o por
iniciativa propia mediante una solicitud de intervención como litisconsorte
facultativo.

El competente es el juez constitucional, civil o mixto del lugar donde se afectó


el derecho o donde tiene su domicilio el afectado, a elección del demandante.
Tratándose del amparo contra resoluciones judiciales, la demanda se interpone
como primera instancia ante la Sala Civil respectiva. Admitida a trámite la
demanda, el juez correrá traslado al demandado con un plazo de cinco días
para que la conteste. Luego de admitida la demanda a trámite, el demandante
puede solicitar medidas cautelares o de suspensión del acto lesivo, para lo cual
deberá acreditar apariencia de derecho, peligro en la demora y que el pedido
cautelar sea adecuado o razonable para garantizar la eficacia de la pretensión,
es decir, la protección del derecho fundamental amenazado o vulnerado. Con
la contestación, el demandado puede proponer excepciones o defensas
previas, las cuales son trasladadas al demandante en el plazo de dos días,
luego de los cuales el juez dictará un auto de saneamiento procesal. El auto de
saneamiento procesal puede ser apelado por las partes y se concede con
efecto suspensivo cuando se acoge alguna excepción, en caso contrario la
apelación no tiene efecto suspensivo.

Luego del saneamiento, el juez tiene cinco días para resolver el fondo de la
demanda. Aunque puede citar a una audiencia a las partes para esclarecer los
hechos de la controversia, el juez puede emitir sentencia en la misma audiencia
o dentro de los cinco días. Si esta es favorable al demandado puede solicitarse
su ejecución inmediata. La sentencia puede ser apelada dentro de los tres días
de notificada, y el expediente se eleva al superior en grado dentro de los tres
días de notificado el concesorio de la apelación. Recibido el expediente, la sala
superior concede un plazo de tres días al apelante para que exprese agravios.
Recibidos o no estos, se corre traslado a la otra parte señalando fecha y hora
para la vista de la causa. Las partes y sus abogados pueden solicitar hacer uso
de la palabra. La sala superior expedirá sentencia dentro de los cinco días de
realizada la vista de la causa. Si la sentencia de segunda instancia declara
infundada o improcedente la demanda, dentro de los diez días de notificado, el

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demandado podrá interponer recurso de agravio constitucional a fin de que el
TC se pronuncie en última y definitiva instancia

IV. LAS PARTES EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL DE LA


LIBERTAD

Entrando un poco a tratar el rol de las partes en los procesos constitucionales


de la libertad, tenemos que definir e identificar el concepto de partes en el
proceso, de acuerdo con algún sector de la doctrina, parte es quien pide en
nombre propio o en nombre de otro la actuación de la voluntad de ley frente a
otro, obviamente por medio del proceso; con lo que tal concepto se debe mirar
sólo al interior del proceso, se habla entonces de parte demandante y parte
demandada. Lo importante es que se persiga decisión judicial de fondo
estimatoria o desestimatoria de la pretensión invocada, o de otro lado, la
ejecución forzada del derecho cierto e insatisfecho. Es así que llegamos a
hablar del nuevo código procesal constitucional, y empezamos a desglosar
articulo por articulo para señalar el rol que cumple las partes en este proceso:

Podemos ver también reflejado el rol de las partes en el Título I, PROCESOS


DE HÁBEAS CORPUS, AMPARO, HÁBEAS DATA Y CUMPLIMIENTO,
Artículo 12. Tramitación de los procesos constitucionales de amparo, hábeas
data y de cumplimiento, nos señala lo siguiente:

En los procesos de amparo, hábeas data y de cumplimiento, interpuesta la


demanda por el agraviado el juez señala fecha y hora para la audiencia única
que tendrá lugar en un plazo máximo de treinta días hábiles. Al mismo tiempo
emplaza al demandado para que conteste la demanda en el plazo de diez días
hábiles. En el escrito de contestación de la demanda, el emplazado acompaña
sus medios probatorios y contradice los presentados por el demandante.
Asimismo, deduce las excepciones que considere oportunas.

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El juez pone en conocimiento del demandante el escrito de contestación a su
demanda para que en la audiencia única alegue lo que crea oportuno. Entre
esta notificación y el día de los alegatos debe mediar por lo menos diez días
calendario. En la audiencia única, el juez oye a las partes y si se ha formado
juicio pronuncia sentencia en el acto o, en caso contrario, lo hace en el plazo
indefectible de diez días hábiles.

Las partes pueden solicitar copia de los audios y videos de la audiencia


pública. Si con el escrito que contesta la demanda, el juez concluye que esta es
improcedente o que el acto lesivo es manifiestamente ilegítimo, podrá emitir
sentencia prescindiendo de la audiencia única.

Así también en el Artículo 22- Recurso de apelación


El recurso de apelación en los procesos constitucionales de hábeas corpus,
amparo, hábeas data y de cumplimiento procede contra las resoluciones que
las partes consideran que los agravia. Los plazos para impugnarlas son:

a) En el proceso de hábeas corpus es de dos días hábiles.


b) En los procesos de amparo, hábeas data y de cumplimiento es de tres
días hábiles.
c) De forma excepcional, se permitirá la apelación por salto en casos de
resoluciones judiciales en proceso de ejecución de sentencia, cuando
se verifique una inacción en su ejecución o cuando se decida en contra
de la protección otorgada al derecho fundamental agredido y se
desproteja los derechos fundamentales cuya protección ya se otorgó.

No procede la apelación por salto cuando:

a) El cumplimiento de la sentencia comporte un debate sobre la


cuantificación del monto de la pensión de cesantía o jubilación, de los
devengados o de los reintegros de los intereses de las costas o de los
costos.
b) El mandato de la sentencia constitucional cuya ejecución se pretende
se establece en forma clara y expresa que es de cumplimiento
progresivo.

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En el Artículo 35- Trámite en casos distintos
Nos habla sobre cuando no se trate de una detención arbitraria ni de una
vulneración de la integridad personal, el juez podrá constituirse en el lugar de
los hechos, o, de ser el caso, citar a quien o quienes ejecutaron la violación,
requiriéndoles expliquen la razón que motivó la agresión, y resolverá de plano
en el término de un día natural, bajo responsabilidad. Si las circunstancias lo
requieren, el juez dentro de 72 horas de admitida la demanda fija fecha para la
realización de audiencia única. Después de escuchar las alegaciones de las
partes, el juez, si se ha formado juicio, pronuncia sentencia en el acto o, en
caso contrario, lo hará en el plazo indefectible de tres días calendario. Las
partes pueden solicitar copia de los audios y videos de la audiencia pública. La
resolución podrá notificarse al agraviado, así se encontrare privado de su
libertad. También puede notificarse indistintamente a la persona que interpuso
la demanda, así como a su abogado, si lo hubiere.

En el caso del artículo 92- Apelación y trámite


Contra la sentencia procede recurso de apelación, el cual contendrá la
fundamentación del error, dentro de los cinco días siguientes a su notificación.
Recibidos los autos, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema dará
traslado del recurso concediendo cinco días para su absolución y fijando día y
hora para la vista de la causa, en la misma resolución. Dentro de los tres días
siguientes de recibida la notificación, las partes podrán solicitar que sus
abogados informen oralmente a la vista de la causa.

En el caso del Artículo 95- Sentencia


La sentencia expedida dentro de los diez días posteriores a la vista de la causa
será publicada en el mismo medio de comunicación en el que se publicó el auto
admisorio. Dicha publicación no sustituye la notificación de las partes. En
ningún caso procede el recurso de casación.

En el Artículo 104- Efecto de la admisión e impulso de oficio


Admitida la demanda, y en atención al interés público de la pretensión
discutida, el Tribunal Constitucional impulsará el proceso de oficio con

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prescindencia de la actividad o interés de las partes. El proceso solo termina
por sentencia.

Así mismo en el Artículo 105- Tramitación


El auto admisorio concede a la parte demandada el plazo de treinta días útiles
para contestar la demanda. El Tribunal emplaza con la demanda:

a) Al Congreso o a la Comisión Permanente, en caso de que el Congreso


no se encuentre en funciones, si se trata de leyes y Reglamento del
Congreso.
b) Al Poder Ejecutivo, si la norma impugnada es un decreto legislativo o
decreto de urgencia.
c) Al Congreso, o a la Comisión Permanente y al Poder Ejecutivo, si se
trata de tratados internacionales.
d) A los órganos correspondientes si la norma impugnada es de carácter
regional o municipal.

Con su contestación, o vencido el plazo sin que ella ocurra, el Tribunal tendrá
por contestada la demanda o declarará la rebeldía del emplazado,
respectivamente. En la misma resolución el Tribunal señala fecha para la vista
de la causa dentro de los diez días útiles siguientes. Las partes pueden solicitar
que sus abogados informen oralmente.

En el Artículo 111- Calificación de la demanda


Si el Tribunal Constitucional estima que existe materia de conflicto cuya
resolución sea de su competencia, declara admisible la demanda y dispone los
emplazamientos correspondientes. Se requiere del voto conforme de cinco (5)
magistrados para declarar su inadmisibilidad. El procedimiento se sujeta, en
cuanto sea aplicable, a las disposiciones que regulan el proceso de
inconstitucionalidad. El Tribunal puede solicitar a las partes las informaciones,
aclaraciones o precisiones que juzgue necesarias para su decisión. En todo
caso, debe resolver dentro de los sesenta días hábiles desde que se interpuso
la demanda.

pág. 19
En el caso del Artículo 115- Solicitud de información
El Tribunal puede solicitar a los poderes del Estado y a los órganos de la
administración pública todos los informes y documentos que considere
necesarios para la resolución de los procesos de su competencia. En tal caso,
el Tribunal habilita un plazo para que las partes conozcan de ellos y puedan
alegar lo que convenga a su derecho. El Tribunal dispone las medidas
necesarias para preservar el secreto que legalmente afecta a determinada
documentación, y el que, por decisión motivada, acuerda para su actuación.

Y por último en el Artículo 117- Las decisiones jurisdiccionales de las salas El


Tribunal Constitucional conoce, en última y definitiva instancia, las resoluciones
denegatorias de los procesos de hábeas corpus, amparo, hábeas data y de
cumplimiento, mediante dos salas integradas por tres magistrados cada una.
La sentencia requiere de tres votos conformes. En caso de no reunirse el
número de votos requeridos, cuando ocurra alguna de las causas de vacancia
que enumera el artículo 16 de la ley 28301, cuando alguno de sus miembros
esté impedido o para dirimir la discordia se llama a los magistrados de la sala,
en orden de antigüedad, empezando del menos antiguo al más antiguo y, en
último caso, al presidente del Tribunal Constitucional. En tales supuestos, el
llamado puede usar la grabación de la audiencia realizada o citar a las partes
para un nuevo informe.

pág. 20
V. CASO PRÁCTICO

Sumilla: Interpone demanda de Hábeas Corpus.

SEÑOR JUEZ EN LO PENAL DE TURNO DE ICA:

KEVIN SAIRE RIVERA, identificado con


DNI N° 22558877, con domicilio en Ica, en
nombre de Juan Carlos, identificado con
DNI N° 44889955 y con domicilio procesal
para estos efectos en Jr. San Martin, ante
usted me presento y atentamente digo:

I. PETITORIO

De conformidad con lo establecido en el literal f 1 del numeral 24 del artículo 2° y


numeral 12 del artículo 200° de la Constitución Política del Estado, concordante con los
artículos 2°, 25° numeral 73, 26°, 27° y 28° del Código Procesal Constitucional; y, en
nombre y representación de Juan Carlos, quien se encuentra detenido en la Comisaría
PNP La Palma, a raíz de una detención ilegal por parte de efectivos de la Policía
Nacional de Perú, INTERPONGO DEMANDA DE HÁBEAS CORPUS en contra de
Policia Nacional del Perú y formulo las siguientes pretensiones:

 Se declare FUNDADA la demanda, atendiendo a que la detención de Juan


Carlos fue realizada sin que se dieran las causas o condiciones establecidas en
nuestra Constitución; y,

 Al amparo de lo previsto en el numeral 1 del artículo 34° del Código Procesal


Constitucional, se constituya en el centro de detención y ORDENE la puesta en
libertad inmediata de JUAN CARLOS al haber sido privado ilegalmente de este
derecho constitucional.

II. DEMANDADOS Y BENEFICIARIO

1. El beneficiario es JUAN CARLOS, quien fue detenido ilegalmente por efectivos de


la Policía Nacional de Perú, mientras que estaba ejerciendo su derecho fundamental
a la protesta que, acorde al Tribunal Constitucional, le asiste a toda persona que
mantiene una posición crítica frente al poder y constituye la expresión de la crítica
pública en democracia.4

1
“f. Nadie puede ser detenido sino por mandato escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en caso
de flagrante delito. (…).”
2
“1. La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, que vulnere o amenaza la libertad individual o los derechos constitucionales conexos. (…).”
3
“7. El derecho a no ser detenido sino por mandato escrito y motivado del Juez, o por las autoridades policiales en
caso de flagrante delito;(…).”
4
Sentencia recaída en el Expediente N°00009-2018-AI/TC. Fundamento 74.

pág. 21
2. En la actualidad, en virtud de dicha detención ilegal, JUAN CARLOS se encuentra
detenido en COMISARIA PNP LA PALMA.

3. Respecto a los demandados, conforme viene siendo denunciado en diversos medios


de prensa, ciudadanos en las redes sociales y organismos internacionales defensores
de los derechos fundamentales, desde el lunes 15 de octubre del presente año, los
efectivos de la Polícia Nacional del Perú están atentando contra el derecho
constitucional a la protesta y reprimiendo a los ciudadanos que se encuentran
ejerciendo dicho derecho, a través de la fuerza y deteniendolos de manera ilegal.
Incluso, algunos de estos efectivos policiales se encuentran en ropa de civiles.

III. VULNERACIÓN DE DERECHOS CONSTITUCIONALES Y ACTOS


LESIVOS

1. Los demandados han vulnerado los derechos constitucionales al debido proceso y


libertad personal, los cuales se encuentran protegidos mediante el proceso de
Hábeas Corpus.

2. Los demandados han cometido los siguientes dos actos lesivos:

- Detener arbitrariamente a JUAN CARLOS

- La referida detención se dio en el marco de una represión arbitraria hacia los


ciudadanos que venían ejerciendo su derecho fundamental a la libertad de
reunión y protesta pacífica.

3. En tal sentido, su Despacho ha de advertir que la detención de JUAN CARLOS


fue de carácter manifiestamente ilegal, contrario a los que prescribe la
Constitución en el literal f del numeral 24 del artículo 2°.

IV. FUNDAMENTOS DE HECHO.

1. Que, JUAN CARLOS es trabajador de la Municipalidad Provincial de Ica en el


área de limpieza, contratado por locador de servicios desde el mes de enero del
presente año con una remuneración mensual de S/ 1,500.00; sin embargo, desde el
mes de agosto no pagan a muchos trabajadores de dicha entidad.

2. Que, ante ello varios trabajadores salimos a protestar en el frontis de la


Municipalidad Provincial de Ica desde el día 15 de octubre del presente año; sin
embargo, el día 19 de octubre del presente año a las horas 16:00 se detuvo de
forma arbitraria a JUAN CARLOS aduciendo que esta prohibido protestar en la
plaza de Armas

V. FUNDAMENTOS DE DERECHO

A. Cuestiones Generales

1. El inciso 24) del artículo 2º de la Constitución dispone que “toda persona tiene
derecho a la libertad y seguridad personales”. A efectos de salvaguardar este
derecho constitucional, el inciso 1) del artículo 200º de la Constitución regula el

pág. 22
proceso de Hábeas Corpus, el cual “procede ante el hecho u omisión, por parte
de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la
libertad individual o los derechos constitucionales conexos.

2. La finalidad del proceso de hábeas corpus es garantizar la primacía de la


Constitución y la vigencia efectiva de los derechos fundamentales, reponiendo las
cosas al estado anterior a la violación o amenaza de un derecho fundamental por
una autoridad gubernamental o un particular.

B. Sobre la Procedencia del Proceso de Hábeas Corpus por afectación del


derecho a la libertad personal.

1. Conforme lo establecen el artículo 25 y el artículo 25, numeral 1 y último


párrafo6, del Código Procesal Constitucional, para la procedencia del Hábeas
Corpus, debe verificarse la amenaza o violación de derechos constitucionales por
acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio por parte de cualquier
persona o funcionario, siendo que dicha amenaza o violación debe vulnerar la
libertad individual o derechos conexos como el debido proceso.

2. En el literal f del numeral 24 del artículo 2 de la Constitucional Política del Perú


se establece expresamente que “nadie puede ser detenido sino por mandato
escrito y motivado del juez por las autoridades policiales en caso de flagrante
delito.”

3. A su vez, el numeral 7 del artículo 25° del Código Procesal Constitucional


establece que procede el Hábeas Corpus ante el siguiente supuesto que constituye
una vulneración a la libertad individual:

“7. El derecho a no ser detenido sino por mandato escrito y motivado del
Juez, o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; o si ha sido
detenido, a ser puesto dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a
disposición del juzgado que corresponda, de acuerdo con el acápite “f” del
inciso 24) del artículo 2 de la Constitución sin perjuicio de las excepciones que
en él se consignan.” [Énfasis añadido]

4. El Tribunal Constitucional ha establecido que los alcances de la garantía


dispensada a esta libertad personal son oponibles frente a cualquier supuesto
de privación de la libertad locomotora, independientemente de su origen,
autoridad o persona que la haya efectuado.7
5
Artículo 2.- Procedencia
Los procesos constitucionales de hábeas corpus, amparo y hábeas data proceden cuando se amenace o
viole los derechos constitucionales por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio, por parte
de cualquier autoridad, funcionario o persona.
6
Artículo 25.- Derechos protegidos
Procede el hábeas corpus ante la acción u omisión que amenace o vulnere los siguientes derechos que,
enunciativamente, conforman la libertad individual:
1) La integridad personal, (…)
También procede el hábeas corpus en defensa de los derechos constitucionales conexos con la libertad
individual, especialmente cuando se trata del debido proceso y la inviolabilidad del domicilio.
7
Sentencia recaída en el Expediente N° 04487 – 2014 – PCH/TC. Fundamento Jurídico 7.

pág. 23
C. La demanda debe declararse FUNDADA puesto que se ha vulnerado el
derecho a la libertad personal.

1. En el caso que nos ocupa, conforme ya ha sido expuesto en párrafos precedentes,


JUAN CARLOS fue detenida por efectivos policiales el 19 de octubre sin orden
judicial ni que exista flagrancia.

2. Así, JUAN CARLOS fue detenido mientras que se encontraba ejerciendo su


derecho fundamental a la protesta en la plaza de Armas de Ica el día 19 de
octubre a horas 16:00.

3. En efecto, los miembros de la Polícía Nacional del Perú, incumpliendo con los
compromisos asumidos por el Estado internacionalmente, han atentado contra el
mencionado derecho fundamental a la protesta, confrotando a los manifestantes,
ejerciendo la fuerza física y deteniendo a los ciudadanos sin señalar las razones
de la referida detención, llevandolos a comisarías u otros centros de detención y
privándolos de informar a sus familiares o personas allegadas sobre su situación
hasta después de varias horas.

4. Por lo tanto, su Despacho puede advertir que la detención policial de JUAN


CARLOS fue realizada de manera ilegal, atentandosé con su derecho a la libertad
personal; en consecuencia, la demanda debe ser estimada.

POR LO EXPUESTO:

A usted señor Juez Constitucional, pido: Se sirva declarar FUNDADA la presente


demanda de Hábeas Corpus.

Ica, 19 de octubre de 2023

pág. 24
CONCLUSIÓN

Podríamos decir que los procesos constitucionales de la libertad son de un


modo determinado que condicionan irremediablemente las decisiones
legislativas y judiciales que sobre ellos o su aplicación se adopte. También
condiciona y fuertemente, el empleo que de los mismos se pretenda realizar
por los justiciables.

A lo largo de estas páginas se ha justificado, primero, que la esencia de los


procesos constitucionales exige destinarlos solamente para la defensa del
contenido constitucional o esencial de los derechos fundamentales, más no
para su contenido infra constitucional (legal o reglamentario); y exige
destinarlos para atender agresiones que son manifiestas, es decir, no litigiosas.
Y se ha justificado, en segundo lugar, que tales elementos esenciales tienen
mucho que decir a la hora de formular una lista de causales de improcedencia
de los procesos constitucionales, de forma tal que del ser de los procesos
constitucionales es posible concluir un deber ser que condiciona las
actuaciones de los poderes públicos (legislativas principalmente, aunque no
exclusivamente) y de los particulares. Así mimos el derecho procesal
constitucional de la libertad no debe identificarse, de una manera simplista, con
la existencia de una garantía equivalente al amparo ante el tribunal o sala
constitucional, sino que, más allá de ello, y salvo en los países de pequeñas
dimensiones, lo verdaderamente esencial es la existencia de uno o varios
procedimientos judiciales expeditivos específicos para la tutela de los derechos
fundamentales por los tribunales ordinarios, quienes han de tener la primera
palabra al respecto, sin perjuicio de que luego corresponda, como resulta
altamente conveniente, a un tribunal constitucional, donde lo haya, o al menos
a un tribunal supremo, pronunciar la “última palabra” en determinados casos
más o menos excepcionales.

Por tanto, el derecho procesal de la libertad es un concepto que, al quedar


ceñido a los procesos específicos y expeditivos de tutela, es más restringido
que el de justicia constitucional de la libertad (en el que cabría incluir, sin más,

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al jefe del Estado, por ejemplo) y, obviamente, que el concepto de defensa de
la Constitución, en el que las dos anteriores se incluirían.

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