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Causas del conflicto
Alternar subsección Causas del conflicto
Mobutu Sese Seko
Kabila marcha hacia Kinshasa
El apoyo indeseado
Facciones
Naturaleza del conflicto
El curso de la guerra
Alternar subsección El curso de la guerra
Los intentos de ocupar Kinshasa
El apoyo regional a Kabila
Acuerdo de paz de Lusaka
Asesinato de Kabila
Una frágil paz
Gobierno de transición
Intervención de la Corte Penal Internacional
Consecuencias
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Segunda guerra del Congo
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Segunda guerra del Congo
Parte de la crisis de los Grandes Lagos
Segunda etapa del genocidio congoleño
El segundo ingrediente que faltaba para desencadenar una gran crisis regional lo
aportó el genocidio ruandés de 1994. Producto de estos graves hechos, además de la
violencia incubada en Burundi, la zona oriental del Zaire se convirtió en un
refugio para millones de hutus que huían de sus tierras, intentando salvar sus
vidas. La gran crisis de refugiados de la región de los Grandes Lagos dejó la zona
en manos de las milicias interahamwe (formada por hutus que habían llevado a cabo
buena parte del genocidio) apoyadas por elementos del anterior Ejército de Ruanda.
Por su parte, el ejército del AFDLC estaba formado en gran parte por tutsis
veteranos de los conflictos de la zona de los Grandes Lagos. El ejército se puso en
movimiento en diciembre de 1996, con la toma de control de los pueblos mineros y
fronterizos en los cuales estableció bases de apoyo. Informes de masacres y de
represiones brutales cometidas por los insurrectos llegaron lentamente a Occidente.
Un delegado de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, el
chileno Roberto Garretón,11 informó que testigos presenciales hablaban de grandes
masacres cometidas por los rebeldes, estableciendo una cifra aproximada de 60 000
muertos en su avance. Estos informes fueron siempre negados por el AFDLC. Las
investigaciones llevadas a cabo en Goma, establecieron que la práctica de la
desaparición forzada, la tortura y los asesinatos estaban a la orden del día.
Garretón citó a Moese Nyarugabo, un ayudante de Mobutu, quien le señaló que estas
muertes y desapariciones eran esperables en tiempo de guerra.
En marzo de 1997, las fuerzas de Kabila iniciaron una gran ofensiva bélica, al
tiempo que exigían la rendición del gobierno. Se informó que el 27 del mismo mes
los rebeldes ocupaban la ciudad de Kasenga, pese a ser este hecho desmentido por
Mobutu. Bajo los auspicios de varios países y organizaciones, se hicieron a finales
de marzo varias tentativas de llegar a un acuerdo. El 2 de abril fue designado un
nuevo primer ministro, Etienne Tshisekedi, antiguo opositor de Mobutu. Estos
cambios fueron despreciados por Kabila por considerarlos superficiales, además de
advertirle a Tshisekedi que si aceptaba el cargo no podría formar parte de un
eventual nuevo gobierno.
Los constantes avances del AFDLC a lo largo del río llegaron a su punto culminante
cuando en mayo se encontraron a las puertas de Kinshasa. El 16 de ese mes, el
ejército multinacional dirigido por Kabila tomó el control del aeropuerto de
Lubumbashi, una vez fracasadas las negociaciones. El dictador huyó ese mismo día,
proclamándose Kabila presidente. En ese mismo momento comenzaron grandes purgas,
además del intento de Kabila de reorganizar el país.
El apoyo indeseado
Facciones
Véase también: Anexo:Facciones en la Segunda Guerra del Congo
En términos generales, los combatientes del Congo pueden ser catalogados en cuatro
grandes grupos (aunque existen también varios grupos individuales que pelean por el
control de algunas áreas específicas, ricas en recursos).
Uno de los principales intentos de los grandes grupos en conflicto fue controlar la
magnífica riqueza en recursos naturales del país. Los países de los Grandes Lagos
de África pagaron a sus combatientes concediéndoles la extracción de recursos tales
como diamantes y madera. Los esfuerzos de explotación convirtieron a los oficiales
de los ejércitos de Ruanda y Uganda en tenedores de pequeñas y grandes fortunas,
que con el tiempo desplazaron al objetivo inicial de perseguir, capturar y castigar
a los principales autores del genocidio de 1994, por sostener el control en el este
de la RDC. En la interinidad las fuerzas de ocupación establecieron impuestos
prohibitivos a los habitantes nativos, confiscando casi todo el ganado y buena
parte de los alimentos de las zonas ocupadas. Se sabe hoy que hubo intereses de
muchas partes involucradas por controlar los yacimientos de coltán, un preciosísimo
mineral con un importante uso en la industria informática y espacial.
La carrera por conseguir el control de los recursos provocó que buena parte de las
fuerzas anti-Kabila llegaran a enfrentamientos abiertos. En 1999 tropas de Uganda y
de Ruanda chocaron en la ciudad de Kisangani. Pese a este quiebre entre sus
enemigos, las fuerzas de Kabila estaban demasiado exhaustas como para tomar ventaja
de la situación.
La guerra se caracterizó, como todas las conflictos de las últimas décadas, por el
uso masivo de niños soldados por los diferentes grupos armados, tanto tropas de
facciones rebeldes como los propios ejércitos de los distintos países. Solo en el
año 2001 en la frontera entre Uganda y RDC había cerca de 20 000 niños siendo
usados como soldados, en un campamento en Mushaki de 3.000 reclutas un 60 % eran
menores de 18 años.12 En Kivu del Norte se estima que habían 12 000 niños soldados
(2001),13 el uso de niños como combatientes venía desde el principio del conflicto,
entre 1998 y 1999 en un campamento en Kaniama-Kasese se entrenaron a 2.000 niños,13
en 1999 había en el país 5.000 niños combatiendo.13
Se estima que en 1999 el ejército de la RDC tenía entre sus filas a 6 o 20 mil
menores de edad, ya en la rebelión de Kabila sus fuerzas contaban con 10 000 niños.
Las milicias Mai-Mai tenían 3.000 menores de 18 años.13
El curso de la guerra
El inicio de la ofensiva rebelde amenazó al gobierno de Kabila en cosa de semanas,
y este la superó, por el rápido apoyo que le prestaron varias naciones africanas.
En un comienzo pareció que el conflicto desencadenaría una guerra regional con la
intervención de fuerzas regulares, pero esto se desestimó desde 1999, cuando los
frentes se estabilizaron. De ahí en adelante la guerra prosiguió a cargo de fuerzas
irregulares.
El gobierno de Ruanda por su parte, también reclamó una parte substancial del Congo
como territorio de la “Ruanda histórica”, además de denunciar que Kabila estaba
organizando un nuevo genocidio en contra de los tutsis de la región de Kivu. Cabe
destacar que siempre ha sido objeto de controversia, si realmente la intervención
ruandesa tuvo como fin exclusivo el proteger a los banyamulengues.
En una arriesgada maniobra, unos rebeldes del ADC secuestraron una aeronave del
gobierno, desplazándose hacia la base de Kitona, en la costa atlántica, donde se
les unieron soldados gubernamentales amotinados, esparciendo la revuelta por toda
la zona. Cada vez más pueblos caían en manos de los nuevos rebeldes, en una
sucesión ininterrumpida tanto en el Este como alrededor de Kitona. Los soldados de
Uganda, Ruanda, Burundi y la ADC derrotaban a las fuerzas de Kabila reiteradamente,
pese a los intentos de varios países de llegar a un acuerdo de paz. El 13 de
agosto, menos de dos semanas desde el inicio de la revuelta, las fuerzas aliadas
tomaron el control de la planta hidroeléctrica de Inga, que provee de energía a
Kinshasa, al igual que el puerto de Matadi en el océano Atlántico (desde donde se
transporta buena parte de los alimentos y bienes hacia la capital). El centro
minero de diamantes de Kisangani cayó el 23 del mismo mes y para finales de agosto
las tropas empezaron a amenazar a Kinshasa. En este período Uganda creó un grupo
para apoyar su causa, denominado Movimiento para la Liberación del Congo (MLC).
Fuera de los triunfos mencionados, la lucha continuaba a lo largo del país, donde
soldados pro Kabila combatían. Por su parte, los seguidores hutus del gobierno de
la RDC eran fuertes en la zona este, donde no dejaban de hostigar a los nuevos
ocupantes. Sin embargo nadie creía que el gobierno lograría sostenerse por mucho
tiempo, y se esperaba la inminente caída de la capital. Durante este tiempo Kabila
se dedicó desesperadamente a buscar el apoyo de diversos países africanos, al igual
que el de Cuba.
Chad
Kabila había descontado la colaboración de los países francófonos del continente,
pero después de una reunión en Libreville, Gabón, el 24 de septiembre, Chad decidió
enviar una fuerza de varios centenares de hombres. Contó con el beneplácito de
Francia, que buscaba recuperar sus influencias en una zona en la que había caído en
desgracia, después de su aciaga intervención en el genocidio ruandés de 1994.15
Libia
El gobierno del coronel Muammar al-Gaddafi colaboró en la guerra prestando los
aviones que utilizaron las fuerzas de Chad para llegar a la región. Sus probables
intenciones debieron de ser terminar con el aislamiento internacional al que se
encontraba sometido desde sus conflictos con los Estados Unidos a mediados de la
década de 1980.
Sudán
La intervención sudanesa en el conflicto se enmarca exclusivamente dentro de sus
continuos problemas con su vecino Uganda, con el cual ha mantenido combates
esporádicos, además de un constante apoyo a grupos rebeldes que operan en ese país,
tales como el Ejército de Resistencia del Señor.
La guerra internacional comenzó entonces. En septiembre de 1998, las recién
llegadas tropas de Zimbabue rompieron el cerco que se cernía sobre Kinshasa,
mientras soldados de Angola penetraban en el país desde Cabinda y otras posiciones,
logrando infligir grandes derrotas a los rebeldes. La intensidad del conflicto fue
bajando con el paso del tiempo, llegando a estabilizarse una vez recuperada buena
parte del territorio. Los límites se establecieron de forma discontinua y difusa,
aunque basados en las zonas de intervención directa de los ejércitos nacionales de
Uganda y Ruanda.
En noviembre de aquel año un nuevo grupo apoyado por Uganda ingresó en el combate
con el nombre de Movimiento por la Liberación del Congo, en la zona norte de la
RDC. El 6 de noviembre el presidente Paul Kagame reconoció por vez primera la
intervención de fuerzas ruandesas por motivos de seguridad, probablemente después
de una petición en este sentido del presidente de Sudáfrica Nelson Mandela, con el
fin de proseguir con las negociaciones de un acuerdo de paz.
Asesinato de Kabila
El 16 de enero de 2001 se produjo una grave crisis cuando el presidente Kabila fue
asesinado por un miembro de su guardia personal, dentro del Palacio Presidencial de
Kinshasa. La identidad de quien ordenó el asesinato permanece desconocida, aunque
las sospechas se dirigen principalmente a los aliados de Kabila, quienes trataban
de evitar el cumplimiento del plan para el establecimiento de una constitución
democrática que abriera paso a elecciones generales. Las tropas angoleñas tomaron
parte destacada en el cortejo fúnebre del presidente. Para Occidente, en cualquier
caso, era más importante determinar quién heredaría el poder que realizar una
investigación detallada de lo sucedido.
Joseph Kabila.
Periódicos norteamericanos, especialmente el Washington Post, evaluaron
positivamente al hijo del extinto presidente en comparación con este, acusando a
Kabila de ser el principal obstáculo para dar cumplimiento al tratado de paz. El 29
de enero el parlamento eligió a Joseph Kabila como nuevo presidente de la
República, con solo 29 años de edad. Esta elección fue el resultado de las
presiones ejercidas por Mugabe para asegurarse el cumplimiento de sus pactos, y
también porque todos los diputados habían sido elegidos personalmente por Laurent
Kabila. En menos de un mes se reunió con Paul Kagame, presidente de Ruanda, en los
Estados Unidos, llegando al acuerdo de intentar lograr el cumplimiento del tratado
de Lusaka y las recomendaciones de la ONU. Al poco tiempo Ruanda y Uganda iniciaron
la retirada parcial de sus tropas de los frentes.
Gobierno de transición
Artículo principal: Gobierno de transición de la República Democrática del Congo
El 18 de julio de 2003 asumió el cargo un nuevo gobierno de transición, en
cumplimiento del Acuerdo global de diciembre de 2002. Este acuerdo obliga a los
partidos y facciones a realizar el desarme de los grupos armados, reunificar el
país, renunciar a la lucha armada y participar en las elecciones generales
planeadas. El cumplimiento de este acuerdo ha sido sumamente difícil, ya que los
problemas y las luchas han continuado en todo el período, obligando a postergar las
elecciones generales desde junio de 2005 a julio de 2006.
Durante gran parte de este período varios analistas colocaron a la RDC dentro de la
categoría de estado fallido, a la vista de la gravedad de los problemas que sufría,
aunque la posibilidad de que esta consideración cambie será mayor una vez que se
establezca un gobierno democrático.
El 17 de marzo de 2006 fue detenido, bajo una orden de detención emitida por la
fiscalía, el exlíder de la Unión de Congoleños Patriotas Thomas Lubanga. Se le
acusó de utilizar a niños soldados dentro del marco del conflicto de Ituri (una
subguerra dentro del conflicto), un delito expresamente tipificado y condenado en
el Estatuto de Roma. Lubanga tendrá el dudoso honor de ser la primera persona que
enfrente un juicio por la Corte Penal Internacional.
Consecuencias