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LECTURA DE INVESTIGACION Nº1

PSICOFISIOLOGIA

Estudiante: Beltran Sandalio Emily Elizabeth

Docente: Dr. Rosendo Rivero Melgar

Materia: Psicofisiologia

Titulo: Sistema Nervioso, definición, Métodos de estudios Invasivos y no invasivos,


Organización del sistema nervioso Central. Neuronas y neurotransmisores.

1. SISTEMA NERVIOSO
El sistema nervioso es una red compleja y
sofisticada que coordina y regula las funciones
de todos los órganos y sistemas del cuerpo
humano, permitiendo una comunicación eficaz
entre las diferentes partes del organismo y su
interacción con el medio ambiente. Este
sistema vital se encarga de recibir, procesar y
transmitir información, permitiendo el control
voluntario e involuntario de muchas funciones
corporales y haciendo posible actividades tan
diversas como el movimiento, el pensamiento
y la percepción sensorial.

1.1. DIVISION DEL SISTEMA NERVIOSO

El sistema nervioso se divide en dos partes principales: el sistema nervioso central


(SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). El sistema nervioso central está
compuesto por el cerebro y la médula espinal. El cerebro es el centro de control del
cuerpo, responsable de la percepción, el pensamiento, la memoria y las emociones.
La médula espinal, por otro lado, funciona como una vía de comunicación entre el
cerebro y el resto del cuerpo, transmitiendo mensajes en ambos sentidos.

El sistema nervioso periférico, que se extiende fuera del SNC, está formado por una
vasta red de nervios que conectan el cerebro y la médula espinal con los músculos,
los órganos y los tejidos del cuerpo. Estos nervios llevan mensajes de y hacia el
SNC, permitiendo que el cerebro reciba información sensorial del cuerpo y envíe
órdenes motoras a los músculos.

El sistema nervioso periférico se subdivide a su vez en el sistema nervioso somático


y el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso somático se encarga del
control voluntario del movimiento, transmitiendo información desde los receptores
sensoriales hasta el SNC y llevando mensajes desde el SNC hasta los músculos
esqueléticos. El sistema nervioso autónomo, por su parte, controla las funciones
involuntarias del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la respiración y la digestión.
Este sistema se divide en dos ramas, el sistema nervioso simpático y el sistema
nervioso parasimpático, que a menudo trabajan en oposición para mantener el
equilibrio del cuerpo.

1.2. FUNCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO

Entre estas funciones, las más importantes son:


 Recibir Información Sensorial: Los nervios
sensoriales recogen información de todo el cuerpo
y del entorno, como la temperatura, el dolor, la
luz y el sonido, y luego la transmiten al sistema
nervioso central para su procesamiento.
 Procesar Información: El sistema nervioso
central, que incluye el cerebro y la médula
espinal, procesa la información recibida, la
interpreta y decide cómo responder. Esto se
realiza a través de una compleja red de
conexiones neuronales y patrones de activación.
 Generar Respuestas: Una vez procesada la información, el sistema nervioso genera
respuestas y las transmite a través del sistema nervioso periférico a diferentes partes del
cuerpo. Esto puede implicar la activación de músculos (como cuando decides mover tu
mano) o la liberación de hormonas.
 Coordinar Acciones y Funciones Corporales: El sistema nervioso coordina todas las
acciones y funciones del cuerpo. Esto incluye funciones involuntarias, como la
frecuencia cardíaca, la respiración, la digestión y el sueño, así como las funciones
voluntarias, como caminar o hablar.
 Mantener la Homeostasis: La homeostasis es el equilibrio del cuerpo en términos de
temperatura, pH, concentración de iones, y muchas otras variables. El sistema nervioso
ayuda a mantener este equilibrio al ajustar las funciones del cuerpo según sea necesario.
 Proporcionar la Base para la Cognición y la Conciencia: El sistema nervioso
también es la base de la cognición, el pensamiento, el aprendizaje, la memoria, las
emociones y la consciencia. El cerebro humano es particularmente complejo y
proporciona la capacidad para el lenguaje, el razonamiento abstracto, el arte, la música y
mucho más.

Estas funciones del sistema nervioso son esenciales para nuestra supervivencia y
nuestro funcionamiento diario.

2. METODOS DE ESTUDIOS INVASIVOS


Es aquel en el cual el cuerpo es "invadido" o penetrado con una aguja, una sonda, un
dispositivo o un endoscopio. Entre los estudios del sistema nervioso que son invasivos
están:
2.1. Electromiografía
En la electromiografía (EMG) se inserta una pequeña aguja en un músculo para
registrar su actividad eléctrica, tanto en reposo como durante la contracción muscular.
En condiciones normales, el músculo en reposo no produce actividad eléctrica, pero
una contracción leve genera cierta actividad eléctrica, más acusada a medida que la
contracción muscular se incrementa.
El registro obtenido durante la electromiografía se denomina electromiograma. Es
anormal si la debilidad muscular está ocasionada por un problema en la raíz del nervio
espinal, en el nervio periférico, en el músculo o en la unión neuromuscular. Cada uno
de estos problemas produce un patrón distintivo de alteraciones que puede ser
identificado basándose en los síntomas del paciente y en los resultados de la
exploración y el electromiograma.

2.2. Punción lumbar

El líquido cefalorraquídeo fluye a través de un canal llamado espacio subaracnoideo


que se localiza entre las capas de tejido que recubren el encéfalo y la médula espinal
(meninges). Este líquido, que rodea el encéfalo y la médula espinal, ejerce una función
de amortiguación que protege a estos órganos de sacudidas repentinas y traumatismos
menores.

En la punción lumbar se extrae una muestra de líquido cefalorraquídeo con una aguja,
y se envía al laboratorio para su análisis.

El examen del líquido cefalorraquídeo sirve para detectar infecciones, tumores y


hemorragias cerebrales y medulares. En estos trastornos puede estar alterado el
contenido y el aspecto del líquido cefalorraquídeo, que en condiciones normales
contiene pocos glóbulos rojos y blancos y es claro e incoloro. Por ejemplo, los
siguientes hallazgos sugieren ciertos trastornos:

Un aumento en el número de glóbulos blancos (leucocitos) del líquido cefalorraquídeo


sugiere una infección o inflamación del cerebro o la médula espinal.

La turbidez del líquido debida a la presencia de numerosos glóbulos blancos sugiere


meningitis (infección e inflamación de los tejidos que recubren el encéfalo y la
médula espinal) o, en algún caso, encefalitis (infección o inflamación del encéfalo).

Los valores elevados de proteínas en el líquido pueden deberse a cualquier lesión del
encéfalo, la médula espinal o una raíz nerviosa espinal, que es la parte del nervio
adyacente a la médula espinal.

La presencia de anticuerpos anormales en el líquido sugiere esclerosis múltiple o


infección.

Los niveles bajos de azúcar (glucosa) sugieren meningitis aguda o cáncer.

La presencia de sangre en el líquido puede indicar una hemorragia cerebral, por


ejemplo, cuando estalla (se rompe) una protuberancia en una arteria cerebral
debilitada (aneurisma).

El aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo puede ser resultado de muchos


trastornos, incluyendo tumores cerebrales o meningitis.

2.3. Biopsia
Músculos y nervios
En ocasiones, el médico no puede determinar la causa de la lesión del nervio o de la
debilidad muscular en base a los resultados de los análisis de sangre, las pruebas de
diagnóstico por la imagen, la electromiografía (EMG) o los estudios de conducción
nerviosa. En estos casos, se suele remitir a la persona a un especialista, que puede
extraer una pequeña muestra de tejido muscular y a veces un nervio para su examen al
microscopio (biopsia). La muestra se extrae de una zona del cuerpo donde se producen
los síntomas. Se tiñe para poder identificar el patrón de lesión muscular o nerviosa y
para determinar si existen glóbulos blancos (lo que indicaría inflamación).

Piel
A menudo, el examen de los nervios sensitivos y la electromiografía (EMG) no
detectan lesiones de los nervios que perciben el dolor o que regulan de forma
automática los procesos corporales (denominados nervios autónomos). Se puede
sospechar este tipo de lesión si el paciente tiene menos sensibilidad al dolor, presenta
dolor quemante en los pies, siente vértigo o mareo al ponerse de pie, o suda
demasiado o demasiado poco. Para comprobar si existe esta lesión el médico puede
utilizar un pequeño instrumento de corte circular para extraer una muestra de piel
(biopsia cutánea en sacabocados) y enviarla al laboratorio para examinarla con el
microscopio.
Si las terminaciones nerviosas de la muestra cutánea están dañadas, la causa puede ser
una enfermedad (como la vasculitis) que afecta a las fibras nerviosas pequeñas,
incluidas las fibras sensibles al dolor y las fibras de los nervios autónomos.

3. METODOS DE ESTUDIOS NO INVASIVOS


Es aquel que no involucra instrumentos que rompen la piel o que penetran físicamente
en el cuerpo, algunos ejemplos son: las radiografías, un examen oftalmológico estándar,
una tomografía computarizada, una resonancia magnética, un monitor Holter, un ECG 2.

3.1. Electroencefalograma

La electroencefalografía (EEG) es un método simple e indoloro que registra la


actividad eléctrica del cerebro en forma de ondas, cuyo patrón se recoge impreso en
papel y/o se graba en una computadora. El EEG puede ayudar a identificar lo
siguiente:

 Trastornos convulsivos
 Trastornos del sueño
 Algunos trastornos metabólicos o estructurales del encéfalo.

Por ejemplo, el EEG puede ayudar a identificar dónde se origina una convulsión y
mostrar los cambios en la actividad eléctrica asociados a estados confusionales que
pueden resultar de trastornos como la insuficiencia hepática (encefalopatía hepática) o
ciertos fármacos.
Para realizar esta técnica, se colocan pequeños sensores (electrodos) adhesivos en el
cuero cabelludo del paciente. Los electrodos se conectan mediante cables a una
máquina que obtiene un registro (trazado) de las pequeñas variaciones de voltaje que
detecta cada electrodo. Estos trazos constituyen el electroencefalograma (EEG).
Si se sospecha un trastorno convulsivo, pero el electroencefalograma inicial es
normal, se realiza un nuevo electroencefalograma después de llevar a cabo técnicas
capaces de provocar convulsiones. Por ejemplo, impidiendo que el paciente duerma o
pidiéndole que respire profunda y rápidamente (hiperventilación), o bien exponiéndole
a una luz centelleante (estroboscopio).

A veces (por ejemplo, cuando es difícil diferenciar un comportamiento que semeja una
crisis convulsiva de un trastorno psiquiátrico), se registra la actividad eléctrica
cerebral durante 24 horas o más, mientras se observa al paciente en el hospital con una
cámara de vídeo. Este procedimiento se denomina video EEG. Cuando la cámara
registra la supuesta convulsión, se examina el registro del electroencefalograma de ese
preciso momento para comprobar si la actividad cerebral corresponde a una
convulsión o es normal, lo que sugiere un trastorno psiquiátrico.

3.2. Pruebas de diagnostico por imagen

Las pruebas de diagnóstico por la imagen que se utilizan comúnmente para


diagnosticar los trastornos del sistema nervioso (neurológicos) son las siguientes:

 Tomografía computarizada (TC)


 Resonancia magnética nuclear (RMN)
 Angiografía
 Tomografía por emisión de positrones (PET)
 Ecografía Doppler

3.3. Ecoencefalografía
La ecoencefalografía utiliza ultrasonidos para obtener imágenes del cerebro. Se trata
de un examen sencillo, indoloro y relativamente barato, que se utiliza en los niños de
menos de dos años porque su cráneo es lo suficientemente fino como para dejar pasar
las ondas de ultrasonido. Se puede practicar rápidamente a pie de cama para detectar
la hidrocefalia (antiguamente denominada agua en el encéfalo) o para diagnosticar
hemorragias.
La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética nuclear (RMN) han
reemplazado a la ecoencefalografía en niños mayores y en adultos porque producen
imágenes más detalladas, principalmente en estos grupos de edad .

3.4. Prueba genética

Las anomalías genéticas causan muchos trastornos neurológicos, en especial


los trastornos del movimiento, incluyendo aquellos que causan temblores o problemas
para caminar. Las pruebas genéticas a veces pueden ayudar a los médicos a
diagnosticar ciertos trastornos nerviosos y musculares.
Cuando se recomienda este tipo de pruebas se suele consultar o remitir al paciente a
un especialista en genética. Si no le derivan, se puede solicitar una cita con uno.

4. Organización del Sistema Nervioso Central

El Sistema Nervioso Central está compuesto por el encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco
cerebral) y la médula espinal. Todas estas partes, se encuentran protegidas por dos
estructuras óseas y tres membranas. Uno de los huesos, es el cráneo, el cuál protege al
encéfalo, mientras que la columna vertebral es la encargada de proteger a toda la
médula espinal. Por otro lado, las membranas son las tres meninges que envuelven tanto
el encéfalo como la médula espinal: la primera de ellas, la más próxima al cráneo, es
la duramadre; ésta es bastante gruesa y rígida. Debajo de esta primera capa, se encuentra
la meninge aracnoidea; ésta es algo menos gruesa y menos rígida que la anterior. Entre
esta segunda membrana y la siguiente, se encuentra el espacio subaracnoideo, por el que
pasa el líquido cefalorraquídeo. Finalmente, la tercera membrana y la más próxima al
encéfalo, es la piamadre; ésta, es mucho más fina y flexible que las anteriores, estando
prácticamente pegada al cerebro. Todo el Sistema Nervioso Central se encuentra
protegido por el líquido cefalorraquídeo, para “amortiguar” los movimientos bruscos o
golpes que se puedan producir.

4.1.1. La médula espinal:


La médula espinal, se encuentra dentro del canal vertebral; al nacer, suele llegar hasta el
final de la columna, pero al no crecer más, cuando llegamos a la adultez, ésta suele
llegar hasta la segunda vértebra lumbar. De cada lado, surgen 31 pares de nervios
espinales (Sistema Nervioso Periférico) que se reparten por todo el cuerpo. Su función
consiste en transmitir información hacia el cerebro (información sensitiva) o hacia el
resto del cuerpo (información motora).

4.1.2 El tronco cerebral:


Ésta es la parte más inferior del encéfalo, siendo el camino de las señales entre el
cerebro y la médula espinal. Éste está compuesto por tres partes: el mesencéfalo,
protuberancia y bulbo raquídeo; por todas ellas, se reparten los XII pares craneales que
se encargan de los movimientos oculares, movilidad y sensibilidad facial, etc.
En el tronco cerebral, se encuentra la sede de las funciones vitales básicas como la
respiración, presión sanguínea, ritmo cardíaco, etc. Existe una red de células, la
conocida como formación reticular, que se encarga de gobernar el estado de alerta,
enviando señales ascendentes hacia el córtex. Un daño cerebral en este punto, podría
llevarnos a un estado de coma o a la muerte.

4.1.3 El cerebelo:
El cerebelo se sitúa en las fosas occipitales inferiores. En la parte superior está cubierto
por láminas fibrosas dependientes de la duramadre, que dan lugar a la conocida tienda
del cerebelo; por delante, está conectado al tronco cerebral mediante los pedúnculos
cerebelosos superiores, medios e inferiores, los cuales conectan con el mesencéfalo,
protuberancia y bulbo raquídeo respectivamente.
Entre las funciones del cerebelo, se encuentran la de coordinar y organizar respuestas
motoras voluntarias, control del equilibrio, mantenimiento de la postura corporal,
programación de movimientos rápidos, mantenimiento adecuado del tono muscular, etc.

4.1.4. El cerebro:
El cerebro es la masa principal del encéfalo, siendo el 2% del peso de todo nuestro
cuerpo y consumiendo el 20% de nuestro oxígeno. Es el encargado de dar sentido y una
respuesta adecuada a toda la información sensorial que recibimos de nuestro entorno.
El córtex o corteza cerebral, está compuesta por sustancia gris y se divide en
dos hemisferios cerebrales que están separados por la línea media; el cuerpo calloso, es
el encargado de unir estos dos hemisferios. En todo este córtex, se pueden observar
diferentes circunvoluciones, una especie de pliegues, para que toda esta masa
cerebral ocupe el menor espacio posible.
Existen diferentes lóbulos cerebrales, cada uno unido a diferentes funciones cognitivas:
el lóbulo frontal, el lóbulo parietal, el lóbulo temporal, el lóbulo occipital y la ínsula. A
nivel subcortical, nos encontramos con el diencéfalo y telencéfalo, en el que se
encuentran por ejemplo el hipotálamo (encargado de mantener la homeostasis de
nuestro cuerpo (adecuado nivel hídrico, regulación de la temperatura, etc.) o los
ganglios basales (encargados de generar movimientos motores adecuados).
Cada una de estas estructuras, las conexiones entre ellas y la interacción de todo ello
con nuestra bioquímica, pensamientos y emociones hacen que seamos la persona que
somos. Son imprescindibles para un buen funcionamiento de nuestro día a día, por lo
que cuidarlas y ejercitarlas estimulando nuestro cerebro, haciendo actividad física
regular, socializando con otras personas y con una alimentación adecuada, es muy
importante.
5. Neuronas y neurotransmisores
5.1. Neurona

La neurona (célula nerviosa) es la unidad estructural, trófica y funcional del tejido


nervioso. Es una célula especializada que conduce impulsos electroquímicos a lo largo del
cuerpo para así controlar, modular e integrar las funciones de los tejidos corporales. La
citología de una neurona permite la transmisión de:

 Información “descendente” o centrífuga, desde el sistema nervioso central a la periferia del


cuerpo, por intermedio de neuronas denominadas motoras o eferentes (por ejemplo para
permitir el desplazamiento del cuerpo), o
 Información “ascendente” o centrípeta, en la dirección opuesta a la anterior, por medio de
neuronas sensitivas hacia el sistema nervioso central (por ejemplo, para alertar al cuerpo de
un peligro potencial)

5.2. Neurotransmisores
Las neuronas generan y propagan potenciales de acción a lo largo de sus axones, y a
continuación transmiten la señal correspondiente a través de una sinapsis mediante el
neurotransmisor liberado, que desencadena una reacción en otra neurona o en una
célula efectora (p. ej., células musculares, la mayoría de las células exocrinas y
endocrinas). Los neurotransmisores permiten que las neuronas se comuniquen entre sí.
Los neurotransmisores que se liberan se unen a los receptores de otra neurona. Las
neuronas que liberan neurotransmisores se llaman neuronas presinápticas. Las
neuronas que reciben señales de neurotransmisores se llaman neuronas postsinápticas.
La señal puede estimular o inhibir a la célula receptora, dependiendo del
neurotransmisor y el receptor involucrados. Otros factores, como fármacos y
trastornos, afectan la comunicación entre las neuronas mediante la modulación de la
producción y las acciones de los neurotransmisores, que incluyen

 Su liberación, recaptación y degradación


 El número y la función de los receptores de neurotransmisores postsinápticos
A veces, las señales entre las neuronas se producen en la dirección inversa (llamada
neurotransmisión retrógrada). En tales casos, las dendritas (ramas receptoras de una
neurona) en las neuronas postsinápticas liberan neurotransmisores que afectan a los
receptores en las neuronas presinápticas. La transmisión retrógrada puede inhibir la
liberación de neurotransmisores adicionales en las neuronas presinápticas y ayudar a
controlar el nivel de actividad y la comunicación entre las neuronas.

n mínimo de 100 sustancias puede actuar como neurotransmisores; unas 18 tienen una
gran importancia. Varias adoptan formas un poco diferentes. Los neurotransmisores se
pueden agrupar en diferentes clases, como

 Moléculas pequeñas (p. ej., glutamato, ácido gamma-aminobutírico,


glicina, adenosina, acetilcolina, serotonina, histamina, noradrenalina)
 Neuropéptidos (p. ej., endorfinas)
 Moléculas gaseosas (p. ej., óxido nítrico, monóxido de carbono)
 Endocannabinoides

Glutamato y aspartato
Estos aminoácidos (glutamato y aspartato) son los principales neurotransmisores
excitadores del SNC. Están presentes en la corteza, el cerebelo y la médula espinal. En
las neuronas, la síntesis de óxido nítrico (NO) aumenta en respuesta al glutamato. El
exceso de glutamato puede ser tóxico y aumentar el calcio intracelular, los radicales
libres y la actividad de proteinasa. Estos neurotransmisores pueden contribuir a la
tolerancia a la terapia con opiáceos y mediar la hiperalgesia.

Los receptores de glutamato (estimulados por el glutamato y menos fuertemente por el


aspartato) se clasifican como receptores NMDA (N-metil-D-aspartato) y receptores no
NMDA. La fenciclidina (PCP, también conocida como polvo de ángel) y la
memantina (utilizada para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer) se unen a
receptores de NMDA.
Ácido gamma-aminobutírico
El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es el principal neurotrasmisor inhibidor del
encéfalo. Es un aminoácido derivado del glutamato, que sufre una descarboxilación
por la descarboxilasa de glutamato. Después de la interacción con sus receptores, el
GABA es bombeado activamente a las terminaciones nerviosas y es metabolizado. La
glicina, parecida al GABA en su acción, está presente sobre todo en las interneuronas
(células de Renshaw) de la médula espinal y en los circuitos que relajan los músculos
antagonistas.

Los receptores de GABA se clasifican como GABAA (activador de los canales del
cloruro) y GABAB (potenciador de la formación de cAMP). Los receptores de tipo
GABAA son el punto de acción para diversos fármacos neuroactivos, que incluyen las
benzodiazepinas, los barbitúricos, la picrotoxina y el muscimol. El alcohol también se
une a los receptores GABA-A. Los receptores de tipo GABA-B son activados por el
baclofeno, utilizado para el tratamiento de los espasmos musculares (p. ej., en la
esclerosis múltiple).

Serotonina
La serotonina (5-hidroxitriptamina o 5-HT) se sintetiza en los núcleos del rafe y las
neuronas de la protuberancia y el tronco encefálico superior. El triptófano es
hidroxilado por la triptófano hidroxilasa a 5-hidroxitriptófano y luego descarboxilado
a serotonina. Las concentraciones de serotonina están controladas por la captación de
triptófano y la monoaminooxidasa (MAO) intraneuronal, que degrada la serotonina.
Finalmente, la serotonina es excretada en la orina como el ácido 5-hidroxiindolacético
o 5-HIAA.

Los receptores serotoninérgicos (5-HT), de los que hay un mínimo de 15 subtipos, se


dividen en 5-HT1 (con 4 subtipos), 5-HT2 y 5-HT3. Sus agonistas selectivos (p. ej.,
sumatriptán) pueden interrumpir las migrañas. Los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina (ISRS) también se pueden utilizar para tratar varios
trastornos de salud mental (p. ej., depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo,
trastorno de estrés postraumático).

Acetilcolina
La acetilcolina es el principal neurotransmisor de las neuronas bulboespinales, las
fibras preganglionares autónomas, las fibras colinérgicas (parasimpáticas)
posganglionares y muchas neuronas del sistema nervioso central (p. ej., ganglios
basales, corteza motora). Es sintetizada a partir de la colina y la acetilcoenzima A por
la colina acetiltransferasa, y su acción es concluida rápidamente a través de la
hidrólisis local a colina y acetato por la acetilcolinesterasa. Las concentraciones de
acetilcolina están reguladas por la colina acetiltransferasa y por la captación de colina.
Las concentraciones del neurotransmisor están disminuidas en la enfermedad de
Alzheimer.

Los receptores colinérgicos se clasifican en nicotínicos N1 (en el músculo esquelético


y la unión neuromuscular) o N2 (en los sistemas nerviosos central y periférico,
incluidos el parasimpático y el simpático) o muscarínicos M1 a M5 (ampliamente
distribuidos en el SNC). Los de tipo M1 se encuentran en el sistema nervioso
autónomo, el estriado, la corteza y el hipocampo; los de tipo M2 se encuentran en el
sistema nervioso autónomo, el corazón, el músculo liso intestinal, el tronco del
encéfalo y el cerebelo.

Dopamina
La dopamina interactúa con los receptores de algunas fibras nerviosas periféricas y de
muchas neuronas centrales (p. ej., en la sustancia nigra, el mesencéfalo, el área
tegmental ventral y el hipotálamo). El aminoácido tirosina es captado por las neuronas
dopaminérgicas y convertido por la tirosina hidroxilasa a 3,4-dihidroxifenilalanina
(dopa), que se descarboxila en DOPAMINA por la descarboxilasa de los l-aminoácidos
aromáticos. Después de su liberación e interacción con los receptores,
la dopamina experimenta un bombeo activo (recaptación) en la terminación nerviosa.
La tirosina hidroxilasa y la MAO (que degrada la dopamina) regulan las
concentraciones de dopamina en las terminaciones nerviosas.
Los receptores dopaminérgicos se dividen en D1 a D5. Los receptores D3 y D4
desempeñan un papel en el control del pensamiento (limitando los síntomas negativos
de la esquizofrenia); la activación de los receptores D2 controla el sistema
extrapiramidal. Sin embargo, la afinidad por el receptor no predice la respuesta
funcional (actividad intrínseca). Por ejemplo, el ropinirol, que tiene alta afinidad por
el receptor D3, presenta una actividad intrínseca a través de la activación de los
receptores D2.
Noradrenalina
La noradrenalina es el neurotransmisor de la mayoría de las fibras posganglionares y
de muchas neuronas centrales (p. ej., en el locus caeruleus y el hipotálamo). Su
precursor, la tirosina, es convertido a dopamina, que es hidroxilada por
la dopamina beta-hidroxilasa a noradrenalina. Después de la liberación y la
interacción con los receptores, parte de la noradrenalina se degrada mediante la
catecol O-metiltransferasa (COMT) y el resto es captado activamente en la
terminación nerviosa, donde es degradado por la MAO. La tirosina hidroxilasa,
la dopamina beta-hidroxilasa y la MAO regulan las concentraciones intraneuronales
de nordrenalina.
Los receptores adrenérgicos son clasificados como alfa-1 (postsinápticos en el sistema
simpático), alfa-2 (presinápticos en el sistema simpático y postsinápticos en el
encéfalo), beta-1 (en el corazón) o beta-2 (en otras estructuras con inervación
simpática).

Endorfinas y encefalinas
Las endorfinas y las encefalinas son opiáceos.

Las endorfinas son polipéptidos grandes que activan muchas neuronas centrales (p.
ej., en el hipotalamo, la amígdala, el tálamo y el locus caeruleus). El cuerpo celular
contiene un polipéptido grande denominado proopiomelanocortina, precursor de las
alfa-endorfinas, las beta-endorfinas y las gamma-endorfinas. La pro-
opiomelanocortina es transportada en forma descendente por el axón y escindido en
fragmentos; uno es la beta-endorfina, que está presente en las neuronas que se
proyectan hacia la sustancia gris periacueductal, las estructuras límbicas y las
principales neuronas que contienen catecolaminas en el encéfalo. Después de la
liberación y la interacción con los receptores, la beta-endorfina es hidrolizada por las
peptidasas.
Las encefalinas incluyen la met-encefalina y la leu-encefalina, que son polipéptidos
pequeños presentes en muchas neuronas centrales (p. ej., en el globo pálido, el tálamo,
el caudado y la sustancia gris central). Su precursor, la proencefalina, se forma en el
cuerpo celular, luego es degradada por peptidasas en los péptidos activos. Estas
sustancias se localizan en la médula espinal, donde modulan las señales para el dolor.
Los neurotransmisores de las señales para el dolor en el asta posterior de la médula
espinal son el glutamato y la sustancia P. Las encefalinas reducen la cantidad de
neurotransmisor liberado e hiperpolarizan (vuelven más negativa) la membrana
postsináptica, lo que disminuye la generación de potenciales de acción y la percepción
del dolor a nivel del giro poscentral. Después de la liberación y la interacción con
receptores peptidérgicos, las encefalinas son hidrolizadas en péptidos inactivos más
pequeños y aminoácidos. Su inactivación rápida priva a estas sustancias de cualquier
utilidad clínica. En su lugar, como analgésicos se emplean moléculas más estables (p.
ej., morfina).
Los receptores para endorfina-encefalina (opiáceos) se dividen en mu-1 y mu-2 (que
influyen sobre la integración sensitivomotora y la analgesia), delta-1 y delta-2 (que
afectan la integración motora, la función cognitiva y la analgesia) y kappa-1, kappa-2
y kappa-3 (que afectan la regulación del equilibrio hidroelectrolítico, la analgesia y el
consumo de comida). Los receptores sigma, en la actualidad clasificados fuera de los
opiáceos y situados en su mayoría en el hipocampo, se unen a PCP. Los datos más
recientes sugieren la presencia de muchos más subtipos de receptores, con sus
consecuencias farmacológicas correspondientes. Los componentes del precursor
molecular de la proteína receptora pueden reorganizarse durante la síntesis del
receptor para producir diversas variantes (p. ej., 27 variantes de corte y empalme del
receptor opiáceo mu). Además, 2 receptores pueden combinarse (dimerizarse) para
formar un nuevo receptor.

Otros neurotransmisores
Las dinorfinas son un grupo de 7 péptidos con secuencias similares de aminoácidos.
Al contrario de las encefalinas, son opiáceos.

La sustancia P, que es un péptido, se encuentra en las neuronas centrales (en la


habénula, la sustancia nigra, los ganglios basales, el bulbo raquídeo y el hipotálamo) y
presenta una gran concentración en los ganglios de la raíz dorsal. Su liberación es
desencadenada por estímulos dolorosos intensos. Modula la respuesta nerviosa al
dolor y el estado de ánimo; modula las náuseas y los vómitos a través de la activación
de los receptores NK1A que se localizan en el tronco encefálico.

El óxido nítrico (NO) es un gas inestable que interviene en múltiples procesos


neuronales. Es generado a partir de la arginina por la NO sintetasa. Los
neurotransmisores que aumentan el calcio intracelular (p. ej., sustancia P, glutamato,
acetilcolina) estimulan la síntesis de NO en las neuronas que expresan NO sintetasa.
El NO puede ser un mensajero intracelular; puede difundir fuera de la célula en una
segunda neurona y producir respuestas fisiológicas (p. ej., la potenciación a largo
plazo [el reforzamiento de ciertas respuestas presinápticas y postsinápticas, un tipo de
aprendizaje]) o favorecer la neurotoxicidad por glutamato (mediada por el receptor de
NMDA) (p. ej., en la enfermedad de Parkinson, el accidente cerebrovascular o la
enfermedad de Alzheimer). El NO afecta a otros neurotransmisores (p. ej., GABA y
acetilcolina) al influir sobre la entrada de calcio en las células para aumentar la
liberación de otros neurotransmisores.
Otros neurotransmisores gaseosos adicionales incluyen monóxido de carbono (CO) y
sulfuro de hidrógeno (H2S). Estos transmisores se producen en las células de todo el
cuerpo (incluido el cerebro). El CO endógeno se genera a partir del metabolismo del
hemo y puede participar en procesos que implican la generación de fiebre, la
inflamación, la supervivencia celular y el control de la dilatación de los vasos
sanguíneos. Varias enzimas están involucradas en la producción de H2S, que se cree
que es necesaria para que el cerebro forme y retenga recuerdos.

Las sustancias cuyo rol está peor determinado en la neurotransmisión incluyen las
siguientes: histamina, vasopresina, péptido intestinal vasoactivo, carnosina,
bradicinina, colecistocinina, bombesina, somatostatina, factor liberador
de corticotrofina, neurotensina y posiblemente adenosina.
Los endocannabinoides son neurotransmisores endógenos a base de lípidos que
modulan la función cerebral, endocrina y del sistema inmunitario.

RESUMEN DE LA INVESTIGACION
El sistema nervioso es una red compleja y sofisticada que coordina y regula las
funciones de todos los órganos y sistemas del cuerpo humano. Se divide en dos partes
principales: el sistema nervioso central, compuesto por el cerebro y la médula espinal, y
el sistema nervioso periférico, formado por una red de nervios que conectan el cerebro y
la médula espinal con los músculos, órganos y tejidos del cuerpo.

El sistema nervioso periférico se subdivide en el sistema nervioso somático, encargado


del control voluntario del movimiento, y el sistema nervioso autónomo, que controla las
funciones involuntarias del cuerpo. El sistema nervioso autónomo se divide en el
sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.
El sistema nervioso realiza diversas funciones, como recibir información sensorial,
procesar información, generar respuestas, coordinar acciones y funciones corporales,
mantener la homeostasis y proporcionar la base para la cognición y la conciencia. Estas
funciones son esenciales para nuestra supervivencia y funcionamiento diario

Los métodos de estudios invasivos involucran la inserción de agujas, sondas,


dispositivos o endoscopios en el cuerpo. Algunos ejemplos incluyen la electromiografía,
en la cual se inserta una aguja en un músculo para registrar su actividad eléctrica, y la
punción lumbar, en la cual se extrae una muestra de líquido cefalorraquídeo con una
aguja para su análisis. Otro método invasivo es la biopsia, en la cual se extrae una
muestra de tejido muscular o nervioso para su examen al microscopio.
En contraste, los métodos de estudios no invasivos no involucran instrumentos que
penetren físicamente en el cuerpo. Algunos ejemplos son la electroencefalografía, que
registra la actividad eléctrica del cerebro utilizando sensores colocados en el cuero
cabelludo, y las pruebas de diagnóstico por imagen como la tomografía computarizada y
la resonancia magnética nuclear, que permiten obtener imágenes detalladas del cerebro
y otras estructuras. También se pueden realizar pruebas genéticas para diagnosticar
trastornos neurológicos causados por anomalías genéticas.
La neurona es la unidad estructural y funcional del tejido nervioso que se encarga de
transmitir impulsos electroquímicos en el cuerpo. Puede transmitir información
descendente desde el sistema nervioso central a la periferia o información ascendente
desde la periferia al sistema nervioso central. Por otro lado, los neurotransmisores son
sustancias químicas que permiten la comunicación entre las neuronas. Estas
sustancias son liberadas por las neuronas presinápticas y se unen a los receptores de
las neuronas postsinápticas, estimulando o inhibiendo la célula receptora. Además, la
comunicación entre las neuronas puede ocurrir en ambas direcciones, a través de la
neurotransmisión retrógrada, donde las dendritas de las neuronas postsinápticas
liberan neurotransmisores que afectan a las neuronas presinápticas.

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