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Prólogo*

Danilo Assis Clímaco**

E l pensamiento de Aníbal Quijano es un cues-


tionamiento incesante a América Latina, al
mundo y a las relaciones de poder que le dan a
últimos 500 años: la clasificación de la población
mundial mediante la noción de raza, proceso de
legitimación y naturalización de las relaciones
este un carácter de totalidad y a nuestro conti- de dominación iniciado con la colonización de
nente y a nuestros países sus específicas y con- América Latina y estrechamente interrelacio-
flictivas identidades. Su particular modo de ubi- nado con la articulación en torno al capital y al
carse en el mundo y en los más diversos debates mercado mundial de todas las formas históricas
teóricos, políticos y estéticos, le permitió a Qui- de control del trabajo, sus recursos y productos.
jano, hace ya más de dos décadas, desvelar el Que la noción de raza persistiera como principal
núcleo básico sobre el cual se ha venido articu- forma de dominación tras la independencia de
lando la existencia social global a lo largo de los América, que transcendiera el momento históri-
co que le dio origen, hizo necesario que Quijano
* Agradezco afectuosamente la lectura y los comen- cuñara el neologismo “colonialidad del poder” a
tarios atentos de Arlene Carvalho de Assis Clímaco, finales de la década del ochenta.
Boris Marañón, Ernesto Cuba, Inés Olivera, Jaime Co- La colonialidad del poder condiciona la entera
ronado, Pablo Quintero y Rita Segato. existencia social de las gentes de todo el mundo,
** Doctorante en el Programa de Estudios Latinoame- ya que la racialización delimita de modo decisivo
ricanos de la Universidad Nacional Autónoma de Méxi- la ubicación de cada persona y cada pueblo en las
co. Ha publicado sus investigaciones en los campos de relaciones de poder globales. Pero es en Améri-
la colonialidad del poder y del feminismo en diferentes
países de América Latina. Ha ofrecido cursos y confe-
ca, en América Latina sobre todo, que su cristali-
rencias en universidades, centros de investigación y es- zación se hace más evidente y traumática, puesto
pacios políticos de diferente índole. que aquí la diferenciación racial entre “indios”,
14 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

“negros”, “blancos”, y “mestizos” ocurre al inte- lismo monopólico, ocupando la diferenciación


rior de cada país. Encarnamos la paradoja de ser racial entre “indios” y “blancos” un lugar basal
Estados-nación modernos e independientes y, al en estas relaciones. Tampoco podría ser ca-
mismo tiempo, sociedades coloniales, en dónde sual que fuera en el Perú que una sensibilidad
toda reivindicación de democratización ha sido como la de José María Arguedas se debatiera
violentamente resistida por las élites “blancas”. del modo más desgarrador y vital en la tarea
Y dentro de América, Perú tiene una historia de subvertir estéticamente este nudo racial que
política e intelectual particular. Su Indepen- nos ata en tanto continente.
dencia supuso un aislamiento acentuado del Las reflexiones de Aníbal Quijano se entrañan
mercado mundial, al cual los terratenientes con la historia y el debate intelectual de su país,
respondieron sometiendo los “indios” a las for- de los cuales es uno de los más rigurosos y ori-
mas más opresivas de servidumbre. La entrada ginales intérpretes. La “colonialidad / descolonia-
al país del capital monopólico internacional a lidad del poder”, los términos que condensan el
finales del siglo XIX expandió la servidumbre momento actual de su pensamiento, tienen, de
“indígena”, suponiendo, además, una relativa- esta forma, densidades históricas, intelectuales y
mente estable alianza entre la clase terrate- estéticas específicas. Esta antología apunta hacia
niente-comercial y la incipiente burguesía, ar- ellas, comprendiéndose como un aporte a un de-
ticuladas a la burguesía internacional. De esta bate colectivo sobre la obra de Quijano en su inte-
forma, no podría haber sido casual que el genio gridad. La evidente importancia de ello para todo
de José Carlos Mariátegui tuviera su ocasión en pensamiento y práctica liberadoras se ve aumen-
el Perú de los años veinte. Deslindándose de tada en la medida en que la noción de “coloniali-
la eurocéntrica visión unilineal que condicio- dad” viene siendo, a nivel mundial, frecuentemen-
nó a sus contemporáneos, Mariátegui adelantó te expropiada con poco conocimiento o respeto
en décadas la investigación social latinoame- hacia la historia y los debates que la han consti-
ricana al comprender nuestras sociedades, la tuido, por veces por intelectuales con trayectoria
peruana en particular, como un heterogéneo consolidadas pero distantes a la de Quijano.
ensamblaje histórico, en el cual formas capi- Pero tal expropiación no es más que la con-
talistas y no capitalistas de organización de la tracara, seguramente inevitable, de una obra
producción se articulaban alrededor del capita- de enorme amplitud y profundidad que origi-
Prólogo15

naliza nuestro presente y horizontes de futuro. es profesor de la Universidad de Binghamton,


Un pensamiento que permite encontrar senti- Nueva York. En el 2010 funda y desde entonces
dos a una heterogeneidad de experiencias in- dirige la Cátedra América Latina y la Coloniali-
telectuales, políticas y estéticas que aspiran a dad del Poder, en la Universidad Ricardo Palma,
comprenderse en un período cuyo imaginario en Lima, ciudad donde ha residido desde la dé-
histórico ha sido finalmente aplanado por el eu- cada del cuarenta, a excepción de dos períodos
rocentrismo, en un proceso de larga duración en Santiago de Chile, el último de ellos entre
de control de la intersubjetividad global que 1965 y 1971, como investigador de la División
emergió con el capitalismo colonial global. de Asuntos Sociales de la Comisión Económica
El debate sobre la obra de Quijano, iniciado para América Latina (CEPAL) y de su obligado
en la década del sesenta, se ensanchó amplia- año de exilio en 1974, cuando fue profesor en la
mente tras su teorización de la colonialidad del Universidad Nacional Autónoma de México.
poder –divulgada en conferencias y seminarios
desde finales de la década del ochenta, y de for-
ma escrita desde “Colonialidad y Modernidad / El inicio de una trayectoria
Racionalidad”, texto de 1992–, adquiriendo una intelectual
posición central en toda reflexión crítica sobre
América y el Caribe y un interés creciente des- A lo largo de los cincuenta años de textos conoci-
de África, Asia y Europa. dos de Aníbal Quijano, es frecuente encontrarnos
Los reconocimientos a su trayectoria intelec- con enunciaciones en las que nuestro autor llama
tual son numerosos. Ha recibido distinciones la atención sobre el carácter exploratorio de las
y títulos de doctor Honoris Causa en algunas reflexiones que presenta, pide disculpas por ello
de las más prestigiosas universidades del conti- o incluso expresa su temor por exponer cuestio-
nente. Fue conferencista y profesor invitado en nes que expresan más su perplejidad que ideas
decenas de universidades y centros académicos sistematizadas. Ello apunta a un pensamiento que
de todo el mundo. Ha sido profesor en la Univer- se extiende siempre hacia sus propios límites, co-
sidad Nacional Mayor de San Marcos hasta di- lindando con aquello que no se deja aprehender
mitirse en 1995 como protesta a su invasión por y que, sin embargo, se obliga a ser pensado. Por
el ejército del gobierno fujimorista. Desde 1986 esto que Quijano siempre se haya referido a las
16 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

temáticas que aborda como cuestiones o indaga- en la política estudiantil lo llevó a estar un mes en
ciones. Y de ahí también que, pese a haber inicia- la cárcel en 1948, pudiendo terminar estudios ge-
do estudios rigurosos en el terreno de la política nerales sólo al año siguiente, cuando ya se había
y de la literatura desde, por lo menos, finales de la trasladado a la Facultad de Letras. A inicios de
década del cuarenta, haya demorado hasta 1962 1950, se debatió hasta el último momento entre
en dar el paso a la escritura académica: “cuando seguir la carrera de Literatura o de Historia, deci-
sentí que lo que tenía que decir no estaría, si no, diéndose, finalmente, por esta última. Ese mismo
en el debate que me importaba” (1997: 15). año se decanta por una opción política socialista
Raras veces, Aníbal Quijano ha escrito sobre y revolucionaria, pero es nuevamente encarcela-
su vida personal1. Nació a inicios de la década do en noviembre de 1950 y sale recién a finales
del treinta en Yanama, ciudad andina de la región del año siguiente. En 1952, la dictadura lo obligó
Áncash, al norte de Lima. Ingresó a estudios ge- a dejar su empleo como profesor de secundaria,
nerales en la Facultad de Ciencias de la Univer- pero logró terminar su primer año de Historia.
sidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) Ese mismo año, desde sus estudios sobre el de-
en 1948, el mismo año en que inicia el régimen bate socialista contemporáneo y la obra de Marx,
militar de Manuel Odría, que se extendería hasta descartó el estalinismo como opción revolucio-
1956. Fue la primera de las tres prolongadas dicta- naria. Aún en 1952, a partir de la revolución bo-
duras que le tocaría vivir al Perú desde entonces. liviana, ahonda sus estudios sobre Trotsky, pero
En todos los casos, Quijano se opuso tenazmente sin encontrar preocupaciones sobre la especifi-
y sufrió persecuciones que trastornaron severa- cidad peruana y latinoamericana en este autor,
mente su vida y la de su familia. Su participación como tampoco en sus seguidores, y percibiendo
tendencias tecnocráticas en sus prácticas polí-
ticas, también desestimó este camino. En todos
1 La información aquí expuesta proviene de conver- estos años, volvería por varias veces a estar en
saciones y de dos artículos suyos, “Trotsky (entre pa- clandestinidad, siendo encarcelado por períodos
réntesis)” (1991a), breve relato sobre su vida intelectual breves y recibiendo otros duros golpes:
a inicios de los años cincuenta; y “Raúl Porras, el otro
magisterio” (1997a), sobre su profesor en San Marcos e
importante político liberal, cuya entereza ética Quijano En este tiempo, la policía me despojó, dos ve-
reconoce como importante para su formación. ces en dos años, de todos mis papeles de tra-
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bajo, que eran muchos, y de toda la escritura sentida la necesidad de escribir en los años
que una desolada vigilia de demasiadas horas sesenta, produjo de manera aparentemente
durante muchos años, había recogido en dema- súbita textos muy diferentes entre sí, pero
siados, dispares, campos. En cada vez me sentí igualmente densos e informados por nume-
como si no hubiera hecho nada, nunca. Y en un
rosas corrientes de pensamiento peruanas,
momento de ese mismo 1953, eso sí lo recuerdo
latinoamericanas y mundiales. Sus posiciones
con precisión, decidí que no volvería escribir.
Todo lo que yo podía decir, ya estaba escrito y epistémica y crítica eran ya sólidas, más allá
mejor (1997: 15). de que las modificara y revolucionara a lo lar-
go de las siguientes décadas. En estos años,
inició su enseñanza universitaria en la UNM-
A lo largo de los siguientes años, sus investi- SM y en la Universidad Nacional Agraria La
gaciones privilegiarían la obra de Marx, sin Molina, posibilidad que había rechazado en la
dejar de lado sus lecturas en los más variados década anterior.
campos. Trabajó a lo largo de la década del cin- En 1962, escribió “C. Wright Mills, concien-
cuenta en archivos (sobre todo, alrededor de cia crítica de una sociedad de masas”, breve
la esclavitud en el país) y como profesor de se- homenaje al recién fallecido sociólogo esta-
cundaria. De su interés sobre el debate perua- dounidense. Entre 1964 y 1967, escribió trece
no, es testigo la antología de Mariátegui que él textos, en su mayoría, reflexiones extensas
organizó y que prologó Manuel Scorza en 1956. sobre teoría sociológica, la identidad chola en
De su pasión literaria –es un lector apasiona- el Perú (presentadas como artículo en 1964 y
do, pese a que sus escritos al respecto hayan como tesis de doctorado en 1965), la historia y
sido relativamente pocos–, atestigua la Anto- contexto contemporáneo de la política perua-
logía del cuento latinoamericano que publicó na, los movimientos campesinos en América
en 1957, en la que consideró obras de autores Latina y el Perú, y los cambios sociales relacio-
hasta entonces poco conocidos, como Augusto nados a la urbanización y el proceso de margi-
Roa Bastos o Julio Cortázar. nalización en América Latina.
Así, los testimonios de la década del cin- La abundante producción y su variedad
cuenta sugieren un intenso trabajo intelec- temática, características presentes en toda
tual y político, lo que explica por qué, una vez su trayectoria, refieren a un pensamiento in-
18 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

quieto y, sobre todo, a una propuesta com- como estas han ido interactuando y transfor-
prensiva de lo social como una totalidad mándose con el mundo y los debates del último
conformada por elementos heterogéneos, lo medio siglo.
cual exige un abordaje desde perspectivas di- Los escritos aquí seleccionados lo fueron
ferentes pero entrelazadas. por su calidad representativa dentro de los ejes
de cuestiones divisados. Sin embargo, cada
uno de ellos, como toda la demás producción
Las cuestiones que se abren a la textual conocida de Quijano –él ha escrito tam-
colonialidad / descolonialidad bién anónimamente y bajo seudónimos–, tiene
del poder específicas y heterogéneas riquezas que requie-
ren ser estudiadas y que este prólogo apenas
Como el mismo Quijano ha sustentado, las puede esbozar.
claves de un pensamiento se encuentran en
el “modo de urdir una relación cognitiva con El Primer Eje de Cuestiones, que a partir
el mundo” (1991b: IX). Asumiendo que, en su del momento actual de su pensamiento hemos
caso, esta relación es de carácter inquisitivo, titulado “Totalidad, heterogeneidad histórico-
hemos divisado tres grandes ejes de cuestio- estructural del poder y las tendencias de la cri-
nes sobre los cuales el pensamiento de Quijano sis raigal de la colonialidad global del poder”
viene constituyéndose, subdividiendo esta an- aborda la exigencia de cuestionar la existencia
tología y su prólogo a partir de ellos. Los textos social como una totalidad multidimensional
seleccionados delinean las bases constitutivas compuesta por elementos históricamente hete-
de estos ejes de cuestiones, la interacción en- rogéneos articulados por un patrón de poder.
tre ellos y con los sentidos de la realidad social Ello implicó desde el principio comprender las
que han dado a translucir. Desde esta pers- particularidades de América Latina y de cada
pectiva, la colonialidad y la descolonialidad uno de sus países dentro de su articulación con
del poder, como núcleo de sentido del actual el capitalismo mundial. Su temprana compren-
momento del pensamiento de Aníbal Quijano, sión de la naturaleza diferenciada de la crisis
no se desprenden meramente de las cuestiones del entero orden capitalista, iniciada en 1973,
que nuestro autor ha levantado, sino del modo y la posterior reubicación de América Latina
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como exportadora de capitales, le ofrecerían las heterogéneas organizaciones que toman


elementos fundamentales para la teorización forma en este período y de sus estudios histó-
de la colonialidad del poder. ricos sobre el manifiesto carácter racializado
de los Estados latinoamericanos.
El Segundo Eje de Cuestiones, “De la cultu-
ra política cotidiana a la socialización y la des- El Tercer Eje de Cuestiones, “Identidad la-
colonización del poder en todos los ámbitos tinoamericana y eurocentrismo; el nuevo hori-
de la existencia social”, parte de sus estudios zonte de sentido histórico y la descolonialidad
sobre la realidad y la intelectualidad peruana, del poder”, delinea la escindida identidad lati-
que le permitieron comprender el carácter oli- noamericana: su desencuentro consigo misma
gárquico de su organización político-económi- provocado por el eurocentrismo, pero también
ca y el proceso de homogenización burguesa la fertilidad potencialmente subversiva de ello,
que sufriría el país a partir de 1968, con un en lo estético, en lo cotidiano y en lo político.
gobierno militar discursivamente nacionalista Desde una reoriginalización de la historia de
pero alineado con el imperialismo. Su oposi- América y del entero patrón colonial de po-
ción al régimen desde una defensa de las lu- der, Quijano delinea cómo el eurocentrismo,
chas concretas y autónomas del proletariado en tanto modo de control de la intersubjetivi-
y de los demás grupos dominados, unido a su dad mundial, produjo un empobrecimiento del
seguimiento de las luchas socialistas (y no so- imaginario histórico y político que resultó cru-
cialistas) mundiales no alineadas a Moscú, lo cial para las derrotas de los pueblos iniciadas
llevaría en la década del setenta a compren- en la década del sesenta. Finalmente, levanta
der la lucha revolucionaria como una sociali- cuestiones alrededor de las luchas actuales de
zación cotidiana del poder. La amplia derrota las gentes “indigenizadas”, cuyo heterogéneo
de los movimientos sociales, y su consecuen- legado, proveniente tanto de los levantamien-
te fragmentación, lo condujo en la década del tos anti-coloniales en América como de las
ochenta a estudiar las nuevas y diversas for- experiencias subversivas mundiales del siglo
mas de agrupamiento social. La colonialidad XX, desarrolla un nuevo horizonte de sentido
del poder en este eje de cuestiones aparece histórico que abre la posibilidad de la entera
alrededor de los rasgos étnicos o “raciales” de descolonialidad del poder.
20 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

Primer Eje de Cuestiones: momento de su pensamiento2, la noción de to-


Totalidad, heterogeneidad talidad es fragmentaria, heterogénea y proce-
histórico-estructural del sual, cuyo elemento articulador, el poder, es en
poder y las tendencias de la sí mismo conflictivo y heterogéneo. Todo ello
crisis raigal de la colonialidad abre una serie de cuestiones, cabiendo aquí ex-
global del poder poner sumariamente tres de ellas.
En primer lugar, se encuentra la dimensión
Totalidad, heterogeneidad, histórica de la totalidad, lo que implica no sólo
dominación, conflicto y la permanente transformación de lo social,
cambio social sino también la superposición y no simplemen-
te la sucesión de diferentes períodos históricos
La comprensión de la sociedad como una (con orígenes eventualmente distintos). Fór-
totalidad sería, desde Saint-Simon, el rasgo dis- mase, así, una amalgama de elementos hete-
tintivo de la sociología, área del saber que, den- rogéneos, cuya articulación, necesariamente
tro de una comprensión interdisciplinaria del tensa e inconclusa, exige el estudio de cada
pensamiento social, Quijano asumiría como momento histórico en su singularidad, sin per-
suya (1971a [1965]). La totalidad indica que el der por ello la perspectiva de los ejes históricos
sentido de los fenómenos sociales sólo puede que lo atraviesan y lo hacen comparable a otros
ser aprehendido en su relación con todos los períodos históricos.
demás fenómenos de su sociedad. La inobser- En segundo lugar, está la multidimensiona-
vancia de ello conduciría el conocimiento so- lidad de lo social, su composición por ámbitos
ciológico a la parcialidad o la distorsión. relativamente autónomos pero interdepen-
Aunque Saint-Simon y sus seguidores, así dientes entre sí y con el todo que conforman.
como luego Marx y Mariátegui desde sus res-
pectivas idiosincrasias (Quijano, 2007a [2000]),
comprendieron el carácter conflictivo y frag- 2 Son aquí especialmente relevantes “Imagen Saint-
simoniana de la sociedad industrial” (1964a); “Lo cho-
mentario de lo social en tanto totalidad, no lle-
lo y el conflicto cultural en el Perú” (1980a [1964]); e
garon a una discusión sistemática sobre ello, “Imagen y tareas del sociólogo de la sociedad peruana”
como propondría Quijano. Desde el primer (1971a [1965]).
Prólogo21

La delimitación de estos ámbitos ha variado a económico es a la vez capitalista y no capitalis-


lo largo de la obra de Quijano. Si en Lo cholo y ta, como en el que sus ámbitos social, cultural,
el conflicto cultural en el Perú (1980a [1964]), psicosocial y político son “indígena”, español y
divisaba a seis: económico, social, cultural, de- crecientemente euro-norteamericano. El capi-
mográfico, psicológico-social y político; en la talismo y el modo de vida euro-estadounidense
actualidad, estos ámbitos se articulan alrede- son preponderantes, pero no homogéneos.
dor de las disputas por el control del trabajo, Frente a ellos, el proceso de “cholificación”,
de la “naturaleza”, del sexo, de la subjetividad es decir, la adopción superpuesta de elemen-
y de la autoridad. tos “indígenas” y “occidentales” por parte de
Finalmente, se encuentran las relaciones de los habitantes de origen campesino, emerge
poder –planteadas como conflicto y domina- como “uno de los más efectivos agentes del
ción en sus primeros escritos– entre los grupos cambio sociocultural en el Perú” (1980a: 111).
sociales, que otorgan a la sociedad su histori- En oposición a la dominación impuesta por los
cidad, es decir, sus dinámicas de cambio. La terratenientes y la burguesía internacional, el
multidimensionalidad supone una instituciona- “grupo cholo” defiende la independencia eco-
lización específica de cada ámbito de lo social, nómico-política y las peculiaridades culturales
lo que les dota de relativa autonomía en sus re- peruanas. Así, la institucionalidad de la socie-
laciones de interdependencia. Por ello, si bien dad peruana es conflictiva y con tendencias
es posible considerar que uno de los ámbitos de cambio dispares, sólo parcialmente previ-
ocupa una primacía en su interrelación con los sibles, pero con una estabilidad relativa cuya
demás, no es posible postular que uno de los especificidad debe ser reconocida.
ámbitos, como el económico en el liberalismo Entre 1966 y 1971, viviendo en Chile como
o en el marxismo eurocéntrico, tenga una abso- investigador de la CEPAL, sus cruciales con-
luta primacía sobre los demás. tribuciones a los debates de la teoría de la
Lo cholo… es la obra de su primer período dependencia parten de la comprensión de que
que, de modo más original, se ha enfrentado a la totalidad social que concierne a los países
la noción de totalidad. En ella, se considera a la latinoamericanos es conformada por el “sis-
peruana como una sociedad no en, sino de tran- tema de relaciones de interdependencia for-
sición, tanto en el sentido en el que su orden mado por los países capitalistas” (1968: 526).
22 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

“Dependencia, cambio social y urbanización pendiente de cada país latinoamericano no su-


en Latinoamérica”, primer texto de esta anto- pone una homogeneidad de su población, sino
logía, es un ejemplo notable, entre otros po- una dominación interna:
sibles, de este momento de sus reflexiones.
Considerando el proceso de urbanización [...] la dependencia no enfrenta el conjunto de in-
como “una de las expresiones mayores del tereses sociales básicos de la sociedad dominada
proceso general de cambio en nuestras socie- con los de la sociedad dominante. Por el contra-
dades” (p. 525), lo comprende como atañen- rio, presupone una correspondencia básica de
do a todos los ámbitos de la existencia social: intereses entre los grupos dominantes de ambos
económico, político, social, cultural y ecológi- niveles de la relación [...] (p. 528).
co-demográfico. Por ello, se requiere una in-
vestigación integral que vincule el proceso de De esta manera, queda manifiesta la condición
urbanización a la entera historia de los países de dependencia histórica y estructural de los
de América Latina, individualmente y en su países latinoamericanos, enraizada en la na-
conjunto, y a su condición, desde el momento turaleza colaborativa entre las élites depen-
colonial, de dependientes: dientes y las dominantes en la sumisión de la
mayoría de la población de nuestros países. A
[...] las sociedades nacionales latinoamericanas partir de ello, el texto inquiere sobre el carác-
son constitutivamente dependientes y, en conse- ter de los cambios alrededor del proceso de
cuencia, su legalidad histórica es dependiente; o, urbanización en cada ámbito de la sociedad y
en otras palabras, la racionalidad de sus procesos en ella como un todo. Con ello, además, avan-
históricos de cambio no puede ser establecida al zaba Quijano más allá de un límite que obser-
margen de la dependencia (p. 526). vaba en los debates sobre la dependencia: sus
escasos aportes a la comprensión de cómo
Así, no es posible pensar la dependencia como las relaciones de dependencia afectaban in-
resultado de la intervención de un país autó- ternamente los países dependientes. En sus
nomo sobre otro autónomo, como había sido contribuciones a la cuestión de la marginali-
propuesto en los debates sobre desarrollo y zación, Quijano avanzaría de sobremanera en
modernización. Además, la condición de de- este aspecto.
Prólogo23

La crisis raigal del capitalismo nómica y política iniciada a finales de 1973. El


desde América Latina texto a este respecto aquí publicado, “Sobre la
naturaleza actual de la crisis del capitalismo”,
El debate sobre marginalización, en el que con- de 1974, sustenta que la que empezaba no era
tribuyeron pensadores como José Nun y Fer- una mera crisis cíclica del capitalismo, sino
nando Henrique Cardoso y del cual Aníbal Qui- que, como había previsto sin poder haber vivi-
jano es uno de los iniciadores, buscó dar cuen- do Marx, se encontraba en juego el límite mis-
ta de un fenómeno entonces restringido a La- mo del capital como forma de explotación. Cita
tinoamérica que permanecía insuficientemente a Marx:
explicado por la teorización de Marx sobre el
“ejército industrial de reserva”: la tendencia El desarrollo de las fuerzas productivas, que en
creciente de una población que, desplazada el capitalismo son fundamentalmente de origen
por los movimientos del capitalismo monopó- científico-tecnológico, hace que tienda a aumen-
tar constantemente la cantidad y la calidad de
lico de las actividades económicas no capita-
los medios técnicos de producción, que de ese
listas, eminentemente agrarias, no encontraba modo van dejando de ser solamente eso y asu-
condiciones para ubicarse como mano de obra miendo simultáneamente el papel de agentes
asalariada. En “Polo marginal y mano de obra productivos, cada vez más, reduciendo correla-
marginal” (1977a [1970]), Quijano avanza en tivamente el papel del trabajo vivo – es decir, del
el debate relacionando la marginalización de obrero – como agente productor [...] la fuerza
la mano de obra al “polo marginal” de la eco- valorizante del obrero individual se borra (ápud
nomía, es decir, el nivel más depauperado de Quijano, 1974a: 18).
cada sector de la economía, que utiliza los más
anticuados medios y formas de producción. Tal Como había sido evidente primero en Améri-
fenómeno es provocado por la abrupta y cons- ca Latina, la sobrepoblación a nivel mundial se
tante transferencia a América Latina de medios expandirá, a la par que el capitalismo especu-
de producción de tecnología intermedia. lativo crecerá exponencialmente. Parte de la
Y desde Latinoamérica, del debate sobre gravedad misma del período que se iniciaba
la marginalización en especial, Quijano pudo era la débil y equívoca teorización para enfren-
percibir temprano la gravedad de la crisis eco- tarse al inmediato porvenir. Paradojalmente,
24 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

si desde finales de la década del sesenta hubo Las mutaciones del poder y
entre amplios sectores de la población mundial su colonialidad
una mayor politización cotidiana y una mayor
diversidad crítica a las “prácticas sociales ena- Tras la crisis de los años treinta y, sobre todo,
jenantes” del capitalismo (p. 10), la teorización tras la Segunda Guerra Mundial, aún cuando los
marxista, absorbida por la tecnocratización de sectores imperialistas dominantes de los “paí-
los países de Europa del Este, actuaba en sen- ses centrales” no llegaron a perder su amplia
tido contrario hacia una desmovilización políti- hegemonía, fue mucho lo que tuvieron que ce-
ca. Por ello demanda Quijano un der para mantenerla. A nivel mundial, una infi-
nidad de luchas, que iba de los más explotados
esfuerzo encarnizado para romper con esa pe- a las burguesías “nacionales”, pasando por los
sada herencia, organizar nuestros conocimien- sectores obreros e intermedios, impuso una dis-
tos y nuestras formas de acción a la medida de tribución del poder. La recuperación de tierras,
nuestras necesidades actuales, si es que de esta la disminución amplia de la esclavitud y la servi-
crisis es la revolución socialista la que debe sa- dumbre, los derechos laborales, la independen-
lir, y no una lenta y agónica descomposición e cia de los Estados de África, Asia y el Caribe, la
irracionalidad creciente de la sociedad contem-
instauración de regímenes “socialistas” en todo
poránea (p. 11).
el globo, el incremento de la industrialización a
nivel global o las conquistas de muchas de las
En los siguientes años, Quijano no abandona- reivindicaciones de mujeres, jóvenes y pobla-
ría las reflexiones sobre el carácter de totali- ción de “color”, son algunas de las más contun-
dad de la existencia social, como tampoco so- dentes muestras de esta distribución de poder,
bre las tendencias de la crisis capitalista, pero de esta victoria parcial pero efectiva, de las gen-
una vez que sus preocupaciones se centraron tes dominadas. Específicamente en América La-
en la construcción de un socialismo desde la tina, está relacionada a todo ello la emergencia
especificidad de la lucha cotidiana de los traba- de corrientes teórico-políticas originales y una
jadores y demás explotados, los textos de este nueva efervescencia cultural, de la cual el llama-
período se encuentran en el Segundo Eje de do “boom literario” es una de las más prominen-
Cuestiones de este libro. tes manifestaciones (Quijano, 2008).
Prólogo25

“América Latina en la economía mundial” las formas de dominación iniciada con la colo-
(1993), conferencia en el Simposio Mundial nización de América, había persistido a la Inde-
por el 500° Aniversario de América, organi- pendencia de los países. De esta forma, los be-
zado por la UNESCO, el texto que aquí perfila neficios de la distribución mundial de recursos
este período histórico, parte justamente por entre la postguerra y mediados de la década del
constatar su término y su sucesión por otro de setenta, se hizo en Latinoamérica no en benefi-
signo inverso, de reconcentración de recursos cio de toda la población, sino de sus élites y par-
mundiales bajo control de una élite establecida cialmente de los grupos de trabajadores “blan-
en los países del centro. Las consecuencias de cos”, ocupando la racialización una importante
ello para América Latina fueron trágicas. Entre forma de adquirir de estos una lealtad hacia los
los datos que presenta el texto, se encuentra sectores dominantes (2000). Por lo tanto, con la
que América Latina perdió en la década del crisis de la década del setenta, el decrecimiento
ochenta más de la mitad de sus ahorros, 600 económico, la ampliación de los sectores mar-
mil millones de dólares, bajo servicios de deu- ginalizados de la población, el debilitamiento
da, fuga de capitales y pagos. La pregunta que de los sindicatos, el empobrecimiento del cam-
se hace Quijano es ¿por qué América Latina y po3 y la ausencia de un carácter nacional que ar-
no, por ejemplo, Japón o Suecia? ticulara los diferentes sectores de la población,
La respuesta se encuentra en el fraccionado se hizo imposible que América Latina evitara el
tejido social de los Estados latinoamericanos. desangramiento de sus recursos.
La colonialidad del poder, es decir, la clasifica- Los dos siguientes textos de la antología
ción “racial” de la población, impidió que las son representativos de algunas de las líneas de
élites “blancas” tuvieran un mínimo sentido de investigaciones que abrió Aníbal Quijano alre-
co-pertenencia nacional junto a las poblaciones dedor de las relaciones entre el capital y el tra-
“india” y “negra” de nuestros países, las cuales bajo dentro de la crisis. “¿Del ‘polo marginal’
sólo en el siglo XX y mediante amplias rebelio- a la ‘economía alternativa’?” (1998), es el ter-
nes lograron adquirir, aún de modo incompleto, cer y último capítulo de su libro La Economía
la erradicación de la servidumbre y la esclavi-
tud. La idea de raza, un invento carente de ba-
3 Ver, a este respecto: “Imperialismo y campesinado.
ses biológicas, como forma de legitimación de Sus actuales condiciones en el Perú” (1979b [1970]).
26 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

Popular y sus caminos en América Latina, munitarias y de reciprocidad tiendan a expan-


realizado a partir de una amplia revisión de la dirse y en algunos casos a articularse entre
literatura sobre África, Asia y, especialmente, diferentes niveles geográficos y políticos, lo
Latinoamérica, y desde investigaciones propias que demuestra su importancia práctica y po-
en el Perú alrededor de las temáticas de “mar- sibilidades de expansión.
ginalización”, “economía informal” y “organi- Una singular importancia de este texto son
zaciones económicas populares” (p. 9; énfasis sus reflexiones sobre la Comunidad Urbana Au-
original). La riqueza y variedad de experiencias togestionaria de Villa El Salvador (CUAVES),
recogidas en el texto apuntan a que experiencia de democracia directa en todos
los ámbitos de interés colectivo por parte de
Los esfuerzos de los trabajadores “marginaliza- un centenar de miles de personas que invadie-
dos” por resolver sus problemas de sobreviven- ron un territorio de Lima en 1971 y obligaron al
cia, y en consecuencia por motivaciones de efi- Estado a aceptar su institucionalidad comuni-
cacia práctica, se han ido orientando en muchos taria. Y aunque en sus escritos no lo menciona,
casos, y su número parece ir en aumento, a forta-
Quijano tuvo participación activa en la cristali-
lecer y a expandir las relaciones económicas de
zación de esta experiencia, como se verá en el
reciprocidad o intercambio de fuerza de trabajo
y/o trabajo sin pasar por el mercado; a organizar- próximo Eje de Cuestiones.
se colectivamente de modo “comunal”, en lugar “El trabajo al final del siglo XX” (2003a),
de empresarial, para gestionar adecuadamente a su vez, discurre sobre las relaciones entre
sus recursos, sus productos, sus relaciones en el colonialidad del poder y trabajo tras la explo-
mercado y con los otros sectores de la economía tación de la mano de obra haber perdido su
y de la sociedad (p. 111). centralidad en el capitalismo. Las cuestiones
que abre el texto giran en torno a la expansión
Sin embargo, sin un horizonte definido de mundial de formas de explotación del trabajo
agrupamiento social, estas tendencias apare- que habían sido consideradas casi extintas: es-
cen usualmente de modo fragmentario, par- clavitud, servidumbre y reciprocidad. Una vez
cial y en asociación conflictiva con el mercado más, estas tendencias son excepcionalmente
y con el Estado. Pero es justamente el hecho acentuadas en Latinoamérica: la colonialidad
de que, frente a todo ello, estas tendencias co- del poder había impedido que el trabajo asala-
Prólogo27

riado llegara a ser pleno y, en consecuencia, la sando obviamente por Marx, quien mantuvo el
esclavitud y la servidumbre se expanden con carácter eurocéntrico del concepto, pero tam-
mayor facilidad, aunque también lo hace la re- bién abrió caminos para su subversión. Desde
ciprocidad, como una forma potencialmente la colonialidad del poder y la “nueva hetero-
alternativa al capitalismo. geneidad estructural” latinoamericana (1989),
manteniendo la cuestión principal de los deba-
Totalidad, heterogeneidad tes sobre “clase”, es decir, la del poder, Quijano
histórico-estructural del poder propone el término “clasificación social”, que
y colonialidad
[...] se refiere a los procesos de largo plazo, en los
Tras la Segunda Guerra Mundial, por más de cuales las gentes disputan por el control de los
treinta años, los diferentes procesos sociales ámbitos básicos de existencia social, y de cuyos
que apuntaban hacia una homogenización de la resultados se configura un patrón de distribución
población en el continente no habían borrado del poder, centrado en relaciones de explota-
muchas de sus sustanciales diferencias. Con la ción / dominación / conflicto entre la población
crisis, un proceso inverso de heterogenización de una sociedad y en una historia determinadas
de la población se inicia. Las investigaciones [...] el poder, en este enfoque, es una malla de re-
laciones de explotación / dominación / conflicto
de Quijano al respecto que, junto a otras en las
que se configuran entre las gentes, en la disputa
décadas del ochenta y noventa, permitieron la
por el control del trabajo, de la “naturaleza”, del
teorización de la colonialidad del poder, le fue- sexo, de la subjetividad y de la autoridad. Por lo
ron exigiendo la revisión de una serie de con- tanto, el poder no se reduce a las “relaciones de
ceptos, tales como totalidad, estructura, “cla- producción”, ni al “orden y autoridad”, separados
se”, poder o capitalismo o juntos. Y la clasificación social se refiere a los
El texto que cierra este Primer Eje de la an- lugares y a los roles de las gentes en el control del
tología, “Colonialidad del poder y Clasificación trabajo, sus recursos (incluidos los de la “natura-
Social” (2007a [2000]), revisa ampliamente el leza”) y sus productos; del sexo y sus productos;
debate sobre la noción de “clase”, de su adop- de la subjetividad y sus productos (ante todo el
ción desde las ciencias naturales por Saint-Si- imaginario y el conocimiento); y de la autoridad,
mon hasta los marxistas contemporáneos, pa- sus recursos y sus productos (2007a: 144).
28 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

La noción de clasificación social se entre- noción de “colonialidad del poder”: el control


laza, así, con lo procesual y ya no se restringe por parte de los “blancos” o “europeos” de las
al ámbito del control del trabajo, ocurriendo formas de explotación no asalariadas, reserva-
lo mismo con el término “poder”. La “hetero- das a los “indios” y “negros”, permite la apro-
geneidad histórico-estructural” del poder, a piación de sus productos en beneficio de las
su vez, se refiere a que las estructuras consti- relaciones asalariadas que –mediante la lucha
tuidas por un determinado patrón de poder, y de las gentes dominadas– se estaba consoli-
que adquieren cierta tendencia de auto-repro- dando en Europa.
ducción, están desde el principio conforma- Por ello, y pese a que Aníbal Quijano con-
das por una multiplicidad de elementos his- sidera que hay tres grandes ejes mediante los
tóricos cuya parcial autonomía se mantiene cuales las gentes son clasificadas dentro del
actuante. La totalidad social así conformada patrón de poder capitalista: el del trabajo, el
se encuentra en permanente transformación del sexo y el de la raza, es este último, el úni-
impulsada por su conflictividad constituyen- co que emerge con América, el que le otorga al
te. Los grupos airosos en las disputas por el patrón de poder capitalista su rasgo específico
poder alcanzan a imprimir determinado rum- y esencial.
bo a los cambios sociales, pero no los pueden
determinar plenamente. Segundo Eje de Cuestiones: de la
El texto también refleja el giro que sufrió cultura política cotidiana a la
en su obra de estos años el término “capitalis- socialización y descolonización
mo”. Este pasa a diferir de “capital”, referido del poder en todos los ámbitos de
a la explotación de mano de obra asalariada, la existencia social
mientras “capitalismo” nombra la articulación
de todas las formas de explotación de mano de El compromiso ético de Aníbal Quijano con
obra conocidas (esclavitud, servidumbre, reci- la radical democratización de todos los ám-
procidad y sus combinaciones), de sus meca- bitos de la existencia social se interrelaciona
nismos de control y de sus recursos, alrededor a su activa participación en las luchas de las
de las relaciones del capital y el mercado. Ello gentes dominadas y en el debate coyuntural
solamente se puede comprender mediante la peruanos, siempre en relación con las luchas
Prólogo29

sociales mundiales y en interlocución con el tenientes, aisladas geográficamente entre sí,


pensamiento crítico correlativo. hicieron más opresivas la servidumbre de los
indígenas (Quijano 1978c: 40-41). De ese modo,
La conformación histórica e la fractura racial y el “colonialismo interno”4se
intelectual de la sociedad peruana aseveran. Sería sólo en la segunda mitad del si-
glo XIX, a partir de la exportación de guano y
Sus investigaciones en las décadas del sesen- salitre, que el país reiniciaría un proceso de ar-
ta y setenta sobre la historia social, política, ticulación interna. Se forma entonces una “bur-
económica e intelectual peruana son indispen- guesía terrateniente y comercial” (2007b: XIV)
sables para orientarnos en su posicionamiento que, sin pretensión de acumulación o industria-
teórico-político. Algunos de los textos impor- lización, establece una tradición de corrupción
tantes son Naturaleza, situación y tendencias administrativa a servicio de un consumismo de
de la sociedad peruana contemporánea (un productos industrializados extranjeros.
ensayo de interpretación) (1967); “El Perú en En la década del nacimiento de Mariátegui,
la crisis de los años 30” (1977) e Imperialismo, la de 1890, el capital extranjero y monopólico,
Clases Sociales y Estado en el Perú 1895-1930 inglés y estadounidense, ingresa al país adue-
(1985 [1978]). El texto que representa aquí ñándose de las principales actividades econó-
este terreno de sus preocupaciones: “José Car- micas y comerciales, que eran también las que
los Mariátegui: reencuentro y debate” (2007b se basaban en la explotación asalariada: agro-
[1979]), prólogo solicitado por Ángel Rama exportación, minería, petróleo, transporte pe-
para la edición de 7 ensayos de interpretación sado, comercio internacional, banca y, desde la
de la realidad peruana de la Biblioteca Ayacu-
cho, expone como interrelacionadas la trayec-
toria política-intelectual del Amauta y la reali- 4 El término “colonialismo interno”, introducido en
dad del país, en el momento de cristalización el debate latinoamericano por Pablo González Casano-
de su estructura oligárquica. va y Rodolfo Stavenhagen, fue adoptado por Quijano
Tras la Independencia, el Perú vería sus entre los años sesenta y setenta. La teorización de la
colonialidad del poder encuentra los límites de este tér-
exportaciones agrícolas y mineras casi extin-
mino en su vinculación restricta a la noción de Estado-
guirse. En respuesta a ello, las familias terra- nación (Quijano, 2000: 234).
30 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

década del diez, la principal industria del país, La solidificación de esta amalgama contra-
la textil. dictoria recibió en el debate latinoamerica-
Así, la burguesía nacional no sólo queda no la denominación de “Estado oligárquico”
subordinada, sino totalmente privada de los y tendría su oposición. Desde el siglo XIX,
principales recursos de producción capitalis- campesinos e indígenas se levantaron contra
ta. Pero el aumento de la mano de obra urba- la expropiación de tierras y la servidumbre,
na requería uno equivalente en la producción pero la ausencia de articulación no permitió
agropecuaria para consumo interno, lo que que detuvieran la represión y el avance del
se realizó mediante violentos incrementos en proceso de expropiación. Hubo sectores de
la expropiación de tierras indígenas y campe- la burguesía, de inspiración positivista y aspi-
sinas y en su sumisión a la explotación servil, raciones nacionalistas, que propusieron una
lo que fortaleció los sectores de la burguesía alianza nacional que permitiera mejores con-
comercial y terrateniente, controladora del ca- diciones frente al capital monopólico, pero
pital comercial interno. carecían de fuerza social para constituirse en
Por parte de la burguesía imperialista, pues- alternativa concreta. Otrosí, sectores meno-
to que la producción capitalista en el Perú era res desprendidos de esta burguesía, por veces
direccionada al mercado mundial, no hubo in- sensibilizados con la lucha indígena, elabora-
terés en modificar las relaciones de producción ron una original crítica al carácter señorial
no-capitalistas, una vez que mantenían depri- del país. El más importante intelectual del
mido el valor de la fuerza de trabajo en el país período, Manuel González Prada (1844-1918),
y, así, permitían que la tasa de ganancia del ca- insertó en el debate la cuestión indígena, rei-
pital monopólico fuera mucho más alta que la vindicando una política educativa nacional y,
de la economía metropolitana. De esta forma: hacia el final de su vida, ya como partícipe de
un sindicalismo anarquista propiamente pe-
El Estado central es la representación de una aso- ruano (Quijano, 1995a [1990]), desveló la im-
ciación de intereses de dominación, entre la bur- portancia del carácter agrario en la cuestión
guesía capitalista peruana y los terratenientes, indígena, adelantándose por lo tanto a Mariá-
ambos subordinados aunque de distinta manera, tegui, cuya generación reconoció en González
a la burguesía imperialista (2007b: XXIII). Prada su antecesor.
Prólogo31

Sin embargo, una visión del conjunto de Quijano presenciaría y explicitaría: un nuevo
estas tendencias permaneció inescrutable acuerdo, ni nacionalista ni revolucionario, en-
para el pensamiento de la época, con la sola tre la burguesía peruana y la imperialista, en
excepción en toda Latinoamérica de José detrimento de la clase terrateniente señorial.
Carlos Mariátegui, la cual se explicaría, se- Con ello, la burguesía no sólo expandía su
gún Aníbal Quijano, por su adopción del so- control sobre la economía, sino que elimina-
cialismo marxista en ba la clase social que mayor resistencia popu-
lar provocaba.
[...] calidad de marco y punto de partida para in-
vestigar, conocer, explicar, interpretar y cambiar La larga década del setenta y la
una realidad histórica concreta, dentro de ella socialización del poder
misma. En lugar de ceñirse a la “aplicación” del
aparato conceptual marxista como una plantilla La consistencia de esta perspectiva histórica e
clasificatoria y nominadora, adobada de retórica intelectual, construida por Quijano, le permiti-
ideológica, sobre una realidad social determina- rá desvelar tanto el sentido de un período de
da, como durante tanto tiempo fue hecho entre cambios radicales que afectaban la naturaleza
nosotros (2007b: LX). misma de la sociedad peruana, como el carác-
ter del régimen dictatorial del general Velasco
De esta forma, sólo él pudo comprender y Alvarado que estos cambios permitieron.
sustentar –sobre todo, en su crítica a Haya Entre 1950 y 1966, la estructura del Producto
de la Torre– que la clase terrateniente no era Interno Bruto del país documentó la pérdida de
meramente feudal, del mismo modo que la primacía del sector agropecuario en la economía a
clase burguesa no conduciría el Perú a una favor de los sectores petroleros, mineros y fabriles,
revolución nacionalista y antioligárquica, una cuyas tasas de crecimiento anual doblan a la del
vez que la esencia de ambas se encontraba agropecuario (Quijano, 1967). La crisis entre los
en su sumisión al capitalismo monopólico grupos dominantes es consecuentemente grave, a
internacional. Ello no impidió que Mariátegui la vez que la creciente clase media adquiere una
planteara lo que cuarenta años después, du- relativa autonomía, alcanzando importantes bases
rante el gobierno militar de Velasco Alvarado, políticas entre trabajadores urbanos y rurales, cu-
32 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

yas organizaciones propias también se fortalecían. litares con diferentes adhesiones ideológicas,
Los conflictos relacionados a la recuperación tendría una orientación política oscilante.
de tierras serán especialmente graves. Además En esta coyuntura, Quijano buscará mos-
del mencionado estudio sobre “lo cholo”, Quija- trar cómo esta ambivalencia de la junta mili-
no escribirá en estos años “El movimiento cam- tar ocurría “dentro de ciertos límites precisa-
pesino peruano y sus líderes”5 (1979a [1965]), bles” (1971b [1970]: 13). El segundo texto de
y “Las experiencias de la última etapa de las este Eje, Nacionalismo, neoimperialismo y
luchas revolucionarias en el Perú” (1966) –este militarismo en el Perú (Introducción y Parte
bajo el seudónimo de Silvestre Condoruna. En- primera) (1971b), originalmente publicado en
tre ambos textos, expone un cuadro amplio de 19706, delineará el carácter esencialmente capi-
un nuevo período de recuperaciones de tierras, talista y no nacionalista del gobierno, mediante
iniciado a finales de la década del cincuenta y sendos análisis sobre la coyuntura política y
que, no obstante represiones por parte de tro- económica mundial, y las principales políticas
pas militares con formación antisubversiva, si- económicas de la junta.
guió su escalada e inició una articulación entre Lo que caracterizaría la dominación impe-
diferentes áreas del Perú y de estas con secto- rialista desde finales de la Segunda Guerra
res urbanos, incluidos guerrilleros. sería el proceso de “superposición y combi-
De esta forma, como se explicitará abajo, el nación relativamente conflictiva y contradic-
golpe militar de 1968 es fruto de un vacío de po- toria, entre dos modelos” (pp. 14-15): a) el tra-
der provocado por irreconciliables disputas en- dicional, de hegemonía estadounidense y ba-
tre los grupos políticos del país. Sin embargo, sado en los denominados “enclaves”, es decir,
su carácter político y económico no era trans- en el control monopólico sobre la producción
parente: el nuevo gobierno, compuesto por mi- y el mercado de los productos agroextracti-
vos latinoamericanos, sin mayor articulación
con los otros sectores de la economía de esos
5 Este texto constituye la única entrega de una inves- países; y b) las modalidades imperialistas re-
tigación más amplia, que tuvo de ser interrumpida por
perder sus condiciones de realización tras la violencia
represiva impulsada por el Estado contra las organiza- 6 “Carácter y perspectiva del actual régimen militar
ciones campesinas. en el Perú” (1970).
Prólogo33

cientes, que emergen a partir del excepcional oligarquías y sus aliados imperialistas tradicio-
desarrollo tecnológico, asociadas a nuevas nales. El escenario se hace más revuelto con
formas de organización empresarial, con pre- el recrudecimiento continental de las luchas
ponderancia creciente del capital financiero y campesinas y obreras. Ocurre la denominada
de núcleos empresariales y financieros supra- “crisis oligárquica”: la imposibilidad de que uno
nacionales, que entran en conflicto con gru- de los grupos burgueses que disputan el poder
pos imperialistas estadounidenses de carácter se imponga sobre los demás. Todo ello permi-
eminentemente nacional, cuya maleabilidad tiría emerger el
para adaptarse a las nuevas exigencias es
menor. La hegemonía estadounidense sigue [...] más interesante fenómeno político del re-
incontestable, pero emergen nuevos grupos ciente período histórico latinoamericano, no
imperialistas, nacionales o supranacionales, estudiado aún de manera adecuada y suficiente:
establecidos en Japón, Alemania y otros paí- la relativa autonomización de los sectores de au-
toridad intermediaria, Fuerzas Armadas y buro-
ses europeos.
cracia tecnocrática. Es decir, dos sectores y dos
Con respecto a Latinoamérica, los cambios
tipos de burocracia que eran los únicos sectores
estructurales del imperialismo supondrán el en posición de autoridad intermediaria y con las
desplazamiento hacia nuestros países de una condiciones necesarias para controlar esa frag-
parte de la producción tecnológica de nivel me- mentación de poder originada por la crisis de
dio, lo que potencializará la dinámica industrial hegemonía. De ambos, las Fuerzas Armadas eran
de países que habían iniciado su industrializa- el único sector realmente organizado y, además,
ción a inicios del siglo e iniciará la industria- dueño de la fuerza decisiva (1971: 35).
lización en aquellos que habían permanecido
como exportadores de materias primas. Dado En el Perú, esta autonomía no sólo sería am-
el nulo control de las élites locales sobre las plia, sino que permitiría convivir, dentro del go-
dinámicas del entero sistema capitalista / impe- bierno militar, diferentes perspectivas, que os-
rialista, los cambios son abruptos y el creciente cilaban entre un nacionalismo con influencias
poder económico de la burguesía latinoameri- del socialismo tecnocrático y un liberalismo
cana y de sus aliadas imperialistas se sobrepo- próximo al imperialismo. El discurso hegemó-
ne a los patrones establecidos por parte de las nico del gobierno tuvo un tono nacionalista-
34 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

popular y se tomaron algunas medidas que perialista, siendo incluso debatidas con empre-
podrían apuntar a ello, como la privatización sarios extranjeros antes de ser comunicadas a
de la mayor empresa petrolera en el país, o la la población. Asimismo, las medidas en contra
reforma agraria. No obstante, esta medida te- del sector terrateniente, eminentemente la re-
nía menos un interés por democratizar las re- forma agraria, ofrecen una serie de compensa-
laciones en el campo que por poner fin a las ciones económicas y facilidades para que sus
luchas campesinas, como lo afirmaría el mismo capitales sean transferidos al sector industrial.
primer ministro: “no hay ley más anticomunis- Las industrias estatales creadas o potencia-
ta que la Ley de Reforma Agraria, puesto que lizadas lo son a favor de los sectores burgue-
es una contención al avance del comunismo, ses internacionales, por lo cual la estatización,
y servirá para desmentir las afirmaciones de contra lo defendido por el gobierno, difiere ra-
aquellos que tildan de extremista al gobierno dicalmente de la nacionalización.
revolucionario” (apud Quijano: 1971: 97). De De este modo, como había sido previsto por
esta forma, las ambivalencias del gobierno re- Mariátegui y confirmado por las investigacio-
querirían un análisis que nes históricas de Quijano, el carácter depen-
diente de la burguesía nacional y su tradición
[...] permita inquirir, frente a cada medida con- señorial no permitieron una nacionalización de
creta del régimen, el interés social fundamental la sociedad, en términos de su democratización
a cuyo servicio se la establece, así como los com- efectiva. Hubo sectores nacionalistas dentro
promisos y las articulaciones de intereses espe- de la junta militar y un intento por negociar la
cíficos a través de los cuales se trata de alcanzar dependencia en términos menos desventajosos
aquello (p. 8). para el país, pero ello apenas atenuó el carác-
ter esencial del gobierno.
Así, Quijano analiza las medidas del gobierno En el año 1972, viviendo nuevamente en
en los principales sectores de la economía, en- Lima, Quijano se comprometerá con diferen-
tre ellos el agrario, el petrolero, el minero, el tes frentes de lucha contra el gobierno militar.
bancario y financiero y el industrial. En líneas Funda, junto a intelectuales, obreros y estu-
generales, las políticas económicas están cla- diantes, el Movimiento Revolucionario Socia-
ramente dentro de los intereses del capital im- lista (MRS), que aun siendo una organización
Prólogo35

reducida, logrará articulación con núcleos cia de clase de sus alternativas y sus cambiantes
obreros y estudiantiles en Arequipa, Huancayo, modalidades, así como del permanente esfuerzo
Ica, Ayacucho y, sobre todo, en la Comunidad de aprendizaje del desarrollo revolucionario en el
Urbana Autogestionaria de Villa El Salvador resto del mundo y de nuestra solidaridad activa
con esas luchas (Los editores, 1972: 3).
(CUAVES) de Lima (Rojas, 2006).
Junto a un grupo de intelectuales de prime-
ra importancia, entre ellos Julio Cotler, César Los artículos de Quijano a lo largo de los once
Germaná, Felipe Portocarrero y Heraclio Boni- años de la revista privilegiarán, por una parte,
lla, crea la revista Sociedad y Política, de la que análisis que articulan las políticas concretas
Quijano será director desde el primer número, del gobierno militar a las necesidades del capi-
de 1972, hasta su último, de 1983. La revista se talismo internacional y, por otra, el movimiento
declara marxista, socialista y revolucionaria, concreto y las alternativas posibles para las or-
sin vinculación a un grupo político específico ganizaciones obreras, campesinas y populares
y abierta a la participación de toda la izquierda en el país. Escribirá también algunos artículos
revolucionaria peruana. En su primer editorial, sobre Chile (1972) y Bolivia (1980, bajo el seu-
justifica su existencia, en la necesidad de ir ha- dónimo de José Oruro)7, a la vez que publicará
cia “una crítica de la estructura y el movimien- escritos de pensadores extranjeros de primera
to profundos de este sistema [el capitalista], de importancia, como Francisco Weffort, Rudolf
sus alternativas y procesos reales de cambio” Bahro o Rui Mauro Marini.
así como de las experiencias “en la construc- Ante su actividad política, la junta militar de-
ción del socialismo” de la izquierda revolucio- cide desterrar a Quijano, junto a Julio Cotler,
naria peruana, latinoamericana y mundial, en alegando excesos en sus labores críticas en So-
el momento en que la junta militar buscaba
imponer sobre las organizaciones clasistas un
gremialismo corporativo. La resistencia a ello, 7 Quijano ha acompañado de cerca la política de mu-
chos países latinoamericanos, quizás de un modo espe-
cial estos dos, que son también sobre los cuales vierte
[...] no puede conseguirse sino a costa de ince- mayores reflexiones en “El nuevo terreno de la lucha
sante esfuerzo de profundización de la crítica de clases y los problemas de la revolución en América
revolucionaria de esta sociedad y de la vigilan- Latina” (1974b), incluido en esta antología.
36 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

ciedad y Política N° 4, de septiembre de 1973, Su primer representante fue Apolinario Rojas


en la cual Quijano había escrito “La coyuntura y durante su gestión la CUAVES organizó –en
política y las tareas de la clase obrera”. Rodrigo debate con el Estado y con el apoyo de técni-
Montoya (2011: 38), sin embargo, propone que cos aliados– su plan urbano, sus servicios de
la participación activa del MRS en la CUAVES educación, salud, transporte y comunicación,
fue un motivo velado, pero de primera impor- un sistema de financiamiento, además de un
tancia, para la deportación. mercado compuesto por tiendas como farma-
Villa El Salvador se inició como una invasión cia, ferretería o puesto de kerosene –combus-
en 1971, y dos años después llegaría a tener 110 tible para cocinas– que proveían productos de
mil habitantes. La experiencia de resistencia y primera necesidad a precio accesible. Se trata-
negociación con el gobierno se realizó en tér- ba, por lo tanto, de una ejemplar experiencia
minos comunitarios. Uno de los fundadores de lo que Quijano denominaría “cultura política
del MRS, el obrero textil residente en Villa el cotidiana” (1974a). Y si bien él no era residen-
Salvador, Apolinario Rojas, promovió la manu- te de la CUAVES, tenía un diálogo directo no
tención y expansión de este carácter comunita- sólo con Apolinario Rojas, sino con líderes de
rio, contra lo pretendido por el gobierno militar diferentes tendencias políticas en la Comuni-
de transformar Villa el Salvador en un barrio dad (Montoya, 2011: 56-57), por lo cual era de
corriente de Lima (Coronado, 1996). Mediante interés del gobierno militar apartarlo de tan au-
un debate insertado en la vida cotidiana de las tónoma experiencia.
gentes sobre sus necesidades y aspiraciones, Quijano pasó el año de 1974 como profesor
y una institucionalización representativa por de la Universidad Nacional Autónoma de Mé-
bloque de viviendas, la cual suponía la presen- xico (UNAM), regresando al Perú en 1975, año
cia de más de mil representantes con derecho en que el gobierno de Velasco, imposibilitado
a voto en las asambleas comunitarias –de las por la crisis de levantar la economía del país,
que cualquier persona podría participar con es derrocado por el ala más reaccionaria de la
derecho a voz–, se decidió, en 1973, por la ins- junta militar.
titucionalización de Villa el Salvador como Co- Quijano, como el MRS y la revista Sociedad
munidad Urbana Autogestionaria (CUAVES), y Política, constatando por un lado la gravedad
con orientación socialista y anticapitalista. de la crisis y la severidad con la que el nuevo
Prólogo37

gobierno quiso hacer recaer sus consecuencias culos fueran de Aníbal Quijano, pese al carácter
sobre los trabajadores y demás explotados y, anónimo de los mismos. En 1978, también se
por otro, el aumento de las protestas por parte editó la revista Sociedad y Política Quincenal,
de estos sectores y su mayor aproximación al bajo la dirección reconocida de Quijano, aun-
socialismo y a la crítica al sistema capitalista que sin artículos firmados. La mayor periodi-
como un todo, propone un frente de trabaja- cidad de ambas revistas y la brevedad de sus
dores8. La concepción de frente presuponía artículos indican la urgencia de la época.
la unión de las diferentes organizaciones de Las protestas se intensificaron y en 1977
trabajadores y de los demás explotados, socia- ocurre el primer paro general desde 1919, en
listas y no socialistas, a partir de sus deman- cuyo Comité Unificado de Lucha, se encon-
das inmediatas, pero dentro de una lógica de traba el integrante del MRS Apolinario Rojas,
autonomía del proletariado y los explotados y como representante del sindicato textil. La
bajo el liderazgo compartido entre las distintas CUAVES, que había pasado por un período de
organizaciones socialistas. literal sabotaje por parte de sectores de la iz-
Llamará la atención que, entre 1975 y 1979, quierda tecnocrática, se encontraba en un pro-
sólo se hayan publicado tres números de Socie- ceso de recuperación de autonomía y fue una
dad y Política y que la producción de artículos de las más comprometidas bases del paro.
firmados por Aníbal Quijano haya disminuido. Los efectos de la crisis sobre las clases do-
Ello se debió a que el MRS participó intensa- minadas se endurecieron en los años siguien-
mente en las luchas populares y proletarias de tes y, pese a que una dirección socialista en el
esos años. Entre 1976 y 1980, el MRS editó la re- movimiento de trabajadores no se hizo jamás
vista mensual Revolución Socialista, cuyo sub- hegemónica, las huelgas y confrontaciones se
título era la frase de Marx: “La emancipación de expandieron. En este contexto, el gobierno mi-
la clase obrera debe ser obra de la clase obrera litar, las élites y parte de la izquierda concier-
misma”, y es muy probable que la dirección de tan elecciones presidenciales para 1980. En
la misma y una parte considerable de sus artí- este mismo año, Quijano escribe “Los usos de
la democracia burguesa” (1980b), donde evi-
denció los elementos demagógicos presentes
8 Véase: “¿Frente popular antiimperialista o frente de
trabajadores?” (1976), incluido en esta antología. en esta maniobra, cuyos objetivos de confun-
38 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

dir y diluir la lucha de los trabajadores serían, Sin embargo, las derrotas de los movimien-
a la postre, exitosos. tos populares a nivel mundial, iniciadas a fina-
En este momento, en que las tendencias bu- les de la década del sesenta y acentuadas tras
rocráticas de la izquierda que Quijano comba- la crisis del capital en 1973 impusieron sus más
tía desde la década del cincuenta entorpecían a catastróficos efectos en la década del ochenta.
conciencia la movilización del pueblo peruano, Los movimientos obreros se desarticularon
que la CUAVES había sido igualmente víctima ante la precarización del trabajo. En el Perú,
de un primer intento de desarticulación, que la CUAVES perdió su batalla contra las fuer-
las luchas de los demás países de América Lati- zas del Estado y de la izquierda burocrática en
na también venían siendo perdidas y en el que 1983, el mismo año en que, sin artículos firma-
los intentos de desburocratización del Estado dos por Quijano, Sociedad y Política lanza su
en Europa del Este y en China habían sido aho- último número. Asimismo, el MRS se disolvió
gados con persecuciones y masacres, Quijano en esos años.
concibe el socialismo como democracia direc-
ta de los trabajadores en las páginas de las re- Descolonización del poder y
vistas que dirigía. El texto que aquí representa Estado-nación moderno / colonial
este movimiento de su pensamiento es “Poder
y democracia en el socialismo” (1981) 9. Quijano comprende la derrota sin aceptar su le-
gitimidad o perpetuidad. La década del ochenta
es de repliegue y redireccionamiento de fuer-
9 En la década del ochenta, como el mismo zas. Su movimiento reflexivo parece privile-
Quijano ha constatado (1987a), la socialdemocracia giar dos amplios e interrelacionados temas: el
fue hegemónica en el continente. La defensa de una
de la identidad latinoamericana, reflejado con
democracia directa frente a las versiones burocráticas
del socialismo parecía remontarse a un período mayor amplitud en los textos del Tercer Eje de
histórico superado. Sin embargo, desde que a inicios Cuestiones; y el de las formas de agrupamiento
de la década del noventa se inician nuevos períodos social que la crisis propició o a las que dotó de
de protesta en América Latina, abriendo espacio a un nuevo sentido sociológico.
los llamados “gobiernos progresistas”, las cuestiones
Los textos que dan cuenta de esta proble-
levantadas por Quijano en la década del setenta vuelven
a ser de primera importancia para el debate. mática, principalmente “La nueva heteroge-
Prólogo39

neidad estructural en América Latina” (1989) régimen10 y, al ser invadida la Universidad Na-
y “Poder y Crisis en América Latina” (1991c) cional Mayor de San Marcos por las Fuerzas
indagan sobre la “multi-inserción” de una Armadas, presenta como protesta su dimisión
heterogénea población dominada, es decir, de la que había sido por décadas su casa de
sobre su participación en diferentes y contra- enseñanza y debates.
dictorios procesos de agrupamiento social, Tres textos aquí presentados: “La crisis en
su relación con el Estado y con las formas de Europa del Este y la Izquierda en América La-
agrupamiento clasista. Aún cuando el debate tina” (1995a [1990]); “¿El fin de cuál Historia?”
en América Latina era incipiente, se hacen (1997c) y “Allende otra vez: en el umbral de un
entonces visibles dos temas posteriormente nuevo periodo histórico” (2003b), abordan la
decisivos para la teorización de la coloniali- aplastante victoria del capitalismo. Las razo-
dad del poder: a partir de investigaciones en nes de ello no estaban lejos de las preocupa-
Bolivia, Ecuador y México, sobre todo, Qui- ciones que Quijano expresó al inicio de la crisis
jano destaca la importancia creciente de la (1974a). La amplitud, diversidad y radicalidad
organización alrededor de lo étnico y lo “ra- creciente de los movimientos sociales alrede-
cial”; y desde investigaciones en Chile y de sus dor del mundo, cuyas reivindicaciones por la
propias reflexiones sobre la CUAVES y otras auto-reproducción democrática de la sociedad
experiencias peruanas y latinoamericanas, ad- amenazaba tanto al capitalismo como a las
vierte sobre formas de agrupación alrededor burocracias controladoras de los Estados del
de la reciprocidad en el trabajo y de la gestión “socialismo realmente existente”, generó por
colectiva de la autoridad. parte de ambas fuerzas un amplio y conjun-
La década del noventa será marcada por su to esfuerzo contrarrevolucionario. La lista de
teorización de la colonialidad del poder, pero derrotas impuestas entre 1965 y 1975 es larga:
también por la dictadura fujimorista que, en las rebeliones de París, México, Beijing o Pra-
medio de lo que Quijano denominó “turbio y ga y los movimientos feministas, de las gentes
sangriento intercambio terrorista entre el Es-
tado y la agrupación maoísta Sendero Lumi-
10 Quijano ha escrito numerosos artículos sobre el
noso” (2005: s/p), impone el neoliberalismo
fujimorismo. Entre ellos, “Populismo y Fujimorismo”
sin oposición organizada. Quijano enfrenta al (1997b) y “El Fujimorismo del gobierno Toledo” (2002).
40 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

racializadas y de formas no hegemónicas de a la vista. ¡Esa nueva Historia puede ser nuestra
sexualidad fueron simultáneamente reprimi- Historia! (1997b: 32).
das, cooptadas u obligadas a replegarse. Los
gobiernos socialistas no alineados a Moscú en Los dos últimos textos de ese Eje, “Estado-
África, Bolivia o Chile fueron sustituidos por nación, Ciudadanía y Democracia en cuestión”
regímenes dictatoriales subsidiados por las po- (1997d) y “El ‘movimiento indígena’ y las cues-
tencias de la “Guerra Fría”. Entre los setenta tiones pendientes en América Latina” (2005)
y los ochenta, el neoliberalismo, iniciado por –juntos a “Colonialidad del Poder, Eurocen-
Pinochet y seguido por Reagan y Thatcher, se trismo y América Latina” (2000) en el próximo
expande por todo el globo sobre los escombros Eje– son indicativos de sus reflexiones sobre
de los movimientos obreros debilitados por la las interrelaciones entre colonialidad del poder
creciente “marginalización” o “desempleo es- y Estado-nación moderno.
tructural”, derivados de la pérdida de impor- En la modernidad se conjugan conflictiva-
tancia de la mano de obra para el capitalismo mente dos exigencias sociales: “En un lado, el
financiero. Pero aún ante el presente y el futuro del capital, la del individualismo y la racionali-
próximo desoladores, Quijano apuesta por las dad instrumental. En el otro, el del trabajo, la
nuevas luchas que apenas se delineaban: de la igualdad social y la racionalidad históri-
ca” (1997d: 146). Los Estados-nación moder-
El fin de esa Historia no ocurrirá quieta, ni pa- nos se consolidan en Europa entre los siglos
cíficamente. Nunca ocurrió así el fin de ninguna XV y XIX en la medida en que pueden articular
Historia. Pagaremos todos, todas sus consecuen- estas exigencias. El Estado, como espacio de
cias. Pero no todo está dicho, ni decidido, sobre dominación en el que se establece un patrón
la suerte que correrán, que correremos, sus vícti- capitalista, adquiere un carácter nacional en
mas. Porque, pese a Hegel y a Fukuyama, no exis- la medida que las gentes sometidas a este pa-
te ninguna entidad suprahistórica que pre-decida
trón de poder, desde sus luchas, alcanzan una
nuestro destino. Y en tabla alguna está escrito
que seremos siempre derrotados. Es, por el con-
parcial pero concreta “democratización del
trario, el momento de romper con las rejas del control de recursos de producción, en el área
eurocentrismo y de preparar la otra Historia, la privada, y de mecanismos institucionales en el
que resultará de las grandes luchas que ya están área pública” (p. 148). Es decir, ocurre una ne-
Prólogo41

gociación de los límites de la dominación y la antes de la llegada de los colonizadores, a tra-


explotación, en la cual la racionalidad histórica vés de un proceso cuyas tendencias son claras
y su horizonte de transformación por la acción al inicio de la colonización, fueron homogeni-
de las gentes hacia la igualdad social alcanzan zados como “indios”, de la misma forma que lo
a imponerse en el imaginario, aunque en la fueron como “negros” aquellos con ascenden-
práctica social predomina la racionalidad ins- cia africana. Los impulsadores de la Indepen-
trumental. La cristalización de este oxímoron dencia, descendientes de los colonizadores,
es la ciudadanía, es decir, la “igualdad jurídica entonces ya auto-considerados “blancos”, re-
y civil de gentes desigualmente ubicadas en las chazaron cualquier sentido de co-pertenencia
relaciones de poder” (2000: 227). junto a “indios” o “negros”, cuyo trabajo siguió
En América, sin embargo, la situación sería siendo explotado bajo servidumbre y esclavi-
de signo inverso. Las reflexiones de Quijano tud hasta cuando fue posible y cuyos territo-
(2000, 2005) sobre las observaciones de Toc- rios pasaron a ser expropiables. No hubo, por
queville a la democracia que se establecía en lo tanto, el interés de impulsar una sociedad
Estados Unidos son muy perspicaces, casi di- y un mercado que albergara a una población
dácticas. El pensador francés se fascina con con mínimas condiciones de igualdad. Por el
la fácil integración de personas con heterogé- contrario, la importación de productos fabri-
neas historias, lenguas o culturas al naciente les europeos requería la sobreexplotación de
Estado-nación, en democráticas condiciones la mano de obra no-blanca en la economía
de igualdad. Pero advierte también la exclusión agrícola, y todo ello abría las condiciones para
de las personas “negras” e “indias” en este pro- que las luchas de las poblaciones dominadas
ceso. La cuestión racial en la obra de Quijano, en Europa alcanzaran una democratización
como ha remarcado Rita Segato (2010), se des- importante de la sociedad, alrededor de la no-
linda así de las nociones substantivas de raza, ción de ciudadanía.
sean biológicas o socioculturales, ubicándolas Cualquier democratización mínima de las
de modo claro en las relaciones coloniales de relaciones sociales en América, por lo tanto,
poder históricamente identificables. requeriría o bien una política genocida de los
Todos los pueblos, muy diferentes entre sí, pueblos no-blancos y una importación de mano
cuyos antepasados habían vivido en América de obra europea, o bien revoluciones verdade-
42 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

ramente descoloniales, que socializaran el po- los pueblos pudieron históricamente defender
der en todos los ámbitos de la existencia social. una importante autonomía, se vuelve un espa-
La primera y única culminada fue la de Haití, cio de re-identificación. El cual, además, alber-
aunque luego sería saboteada. La Revolución ga tradiciones de prácticas democráticas y de
Mexicana fue interrumpida pero obligó a una reciprocidad en el trabajo, confluyentes con las
importante democratización de las relaciones prácticas de muchos otros pueblos explotados
sociales. La de Bolivia fue muy tempranamente en el período contemporáneo, pero quizás con
reprimida y no supuso cambios significativos un grado mayor de institucionalización social y
en la estructura de poder. una mayor capacidad presente y futura de co-
Desde esta perspectiva histórica, la emer- hesión social.
gencia del actual “movimiento indígena” en
los países andinos y mesoamericanos, es decir,
una re-identificación con términos coloniales Tercer Eje de Cuestiones:
por parte de un amplio sector de la población identidad latinoamericana
“campesina”, es para Quijano unos de los sig- y eurocentrismo; el nuevo
nos mayores de la crisis de la colonialidad del horizonte de sentido histórico y
poder. Entre otras reflexiones al respecto, Qui- la descolonialidad del poder
jano indaga sobre la interrelación entre todo el
tiempo histórico colonial (y en su entera hete- La identidad latinoamericana aparece en la
rogeneidad) que se encuentra tras una reivin- obra de Quijano como escindida entre su expe-
dicación basada en la terminología “racial”, las riencia concreta y su auto-percepción, marca-
luchas por la recuperación de tierras en todo el da esta última por lo que, desde la década del
continente en el siglo XX –con la derrocada de sesenta, Quijano denomina “eurocentrismo”.
los Estados oligárquicos y de la servidumbre– Ya sus primeras reflexiones sobre las entrela-
y el actual momento “neoliberal”, en el cual zadas cuestiones de la urbanización y el cam-
el Estado vuelve a ser expropiador de tierras po en América Latina, y especialmente en su
como hace cien años. estudio sobre lo “cholo”, muestran cómo la
En este escenario, la institución “comunidad dominación colonial, y posteriormente la terra-
indígena”, de origen colonial, en cuyo ámbito teniente y la burguesa, necesitan interrumpir
Prólogo43

los modos de auto-reproducción cultural de los cultura, sino de elaborarla y reelaborarla, con la
pueblos indígenas dominados. Estos últimos, a autonomía necesaria para organizar en cultura
su vez, rechazan su plena asimilación al modo su cambiante existencia social y psicológica, y
cultural que los dominantes les reservan, pero, por lo tanto para escoger en el fondo universal
de elementos culturales lo que resulte mejor para
privados de condiciones para mantener su au-
el desarrollo y el cambio de la calidad de la vida
tonomía, reelaboran elementos propios dentro
humana (p. 42).
de los códigos dominantes. El resultado es una
recreación cultural necesariamente tensa, ines-
En “Arguedas: la sonora banda de la sociedad”
table y conflictiva, que puede ser aceptada con
(1984), reconoce en esta capacidad subversiva
resignación o de una manera desafiadora y afir-
el genio del novelista y antropólogo peruano.
mativa, como en el caso del “grupo cholo” en
A través de los estudios de Martín Lienhard y
los años sesenta.
de Alberto Escobar, quienes muestran –respec-
El primer texto de este Eje, “Dominación y
tivamente sobre la narrativa y la lengua– cómo
Cultura” (1980c [1971]), denomina “dependen-
José María Arguedas trabajó de manera encar-
cia cultural” a esta condición histórica latinoa-
nizada desde el castellano y las formas narrati-
mericana. Dentro de la noción de totalidad, esta
vas dominantes para hacer relucir el quechua y
cuestión sólo podría ser resuelta mediante una
la forma india de ver el mundo, afirma Quijano:
revolución que atravesara todos los ámbitos de
lo social. A diferencia de un extendido culturalis-
El proyecto arguediano de la lengua importaba
mo, Quijano resalta el carácter a la vez histórico un proyecto cultural de dimensiones históricas.
y contemporáneo de lo cultural: la interrelación La lucha por otra lengua y por otra cultura, impli-
entre los pueblos supone un intercambio perma- caba la admisión y defensa de ambas herencias
nente de experiencias, por lo que no se trataría históricas en tanto y en cuanto pudieran ser, cada
de que los pueblos dominados retornaran a una una, recreadas y transfiguradas por medio de tal
cultura originaria, sino de una reconfiguración “intervención triunfante” de lo dominado en lo
revolucionaria y subversiva de la sociedad: dominante (1984: 160).

Son los grupos humanos portadores de las cultu- Este texto pertenece ya al período de redirec-
ras, quienes tienen derecho no sólo de portar una cionamiento del pensamiento quijaniano, a su
44 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

encuentro con la necesidad de otro pensar y tinoamericano” (1987b [1986]), Quijano parte
otro accionar. Él mantiene sus análisis sobre de la contradictoria adopción de un marxismo
las formas que va tomando la crisis del capita- científico y una filosofía mística de la historia,
lismo, constata la generalización de la “social- que Mariátegui asumía con tranquilidad y sus
democracia” en el continente (1987a), indaga estudiosos, con perplejidad, justificándola me-
sobre las formas contemporáneas de organi- diante su deficiencia teórica o su idiosincrasia
zación social, otorga nuevamente mayor im- personal. Quijano propone un tratamiento so-
portancia a la literatura en su reflexión (1984, ciológico y estético a la cuestión: en Mariátegui
1985, 1988) e intensifica sus estudios sobre actuaba “lo que sigue actuando hoy en el pen-
José Carlos Mariátegui: samiento, en la producción del pensamiento la-
tinoamericano”, es decir, la co-pertenencia de
La de Mariátegui es una obra que tiene una enor- mito y logos:
me aptitud para admitir lecturas nuevas, todo el
tiempo, cada vez que hay un recodo importante Con Mariátegui estaba constituyéndose, a mi jui-
en la historia de América Latina y del pensamien- cio, por primera vez de manera explícita, un cam-
to de América Latina. Y esta aptitud para admitir po cultural original que [...] implica que logos y
lecturas nuevas es probablemente lo que hace mito no son, no pueden ser externos entre sí, sino
que su obra sea, hoy día, un territorio cada vez contradictorios en un mismo movimiento intelec-
más concurrido (1987b [1986]: 106-107). tivo en que la imaginación actúa con y a través
del análisis lógico para constituir el conocimien-
to como representación global o globalizante y en
Y el recodo de los años ochenta no podría haber movimiento, que es indispensable para otorgar
sido más acentuado. Como muchas veces ha sus- estatus suprahistórico, mítico, pues, a lo que sólo
tentado, nunca antes en 500 años de historia, aun puede realizarse en la historia a través de muchas
bajo las más violentas derrotas, habíamos perdi- transcendencias y transfiguraciones (1987b: 109).
do la perspectiva de futuro. Por primera vez, la
colonialidad del poder capitalista se imponía a la La consolidación de este campo cultural origi-
intersubjetividad mundial como inevitable. nal, que posteriormente Quijano denominaría
En el primer texto sobre Mariátegui aquí como “racionalidad alternativa” (1995b), se
seleccionado, “La tensión del pensamiento la- hace vital para la necesaria revitalización del
Prólogo45

legado marxista. Lo real maravilloso o el realis- sin violentas arbitrariedades; la legitimidad de la


mo mágico, en este sentido, no se restringirían diversidad de los solidarios; la reciprocidad en la
a lo literario, como el mismo Gabriel García relación con los bienes y con el mundo en torno,
Márquez habría resaltado, sino que son propios tan por completo distintas a las condiciones euro-
peas de ese tiempo (1988: 11-12).
de toda experiencia de nuestro continente, in-
cluida obviamente la intelectual.
De esta forma, sus textos de finales de la Este y otros textos del período, como “Estética de
década del ochenta constituyen integrados, la Utopía” (1990) y “La razón del Estado” (1991)
alegres incluso, ejercicios de imaginación his- aquí presentados, abren muchas cuestiones, en-
tórica y rigurosidad investigativa. En “Lo públi- tre otras: la comprensión de lo comunitario y la
co y lo privado: un enfoque latinoamericano” reciprocidad contemporáneos cómo fenómenos
(1988), re-originaliza la comprensión histórica rearticulados por el capitalismo y, por lo tan-
de la modernidad: esta no se constituiría desde to, sociológicamente nuevos; la diferenciación
procesos históricos internos en Europa, sino entre la racionalidad histórica y liberadora y la
como resultante de los cambios que ocurrían que Max Horkheimer denominó “instrumental”;
en la totalidad del mundo y que, si fueron sis- la relación de ellas con la noción de Estado; y la
tematizados en Europa, se debió a su posición subversión estética y utópica de las experiencias
dominante en este mundo, en el cual América contemporáneas, por encima de la homogeniza-
tenía una plaza especial: ción pretendida por el patrón de poder.

Para Europa, la conquista de América fue tam- Colonialidad del poder,


bién un descubrimiento. No sólo y no tanto, qui- eurocentrismo y el nuevo orden
zás, en el manido sentido geográfico del término, intersubjetivo mundial
sino ante todo como el descubrimiento de expe-
riencias y de sentidos históricos originales y dife-
Estas indagaciones sobre la escindida identi-
rentes [...], a estas alturas, nadie puede ignorar ya
que, magnificadas o no, en la experiencia ameri- dad latinoamericana y sus subversiones, teóri-
cana, andina en primer término, no eran ajenas a co-política en Mariátegui; literaria en Arguedas,
la realidad algunas de las formas de existencia so- García Márquez o Juan Rulfo; estética, comuni-
cial buscadas, la alegría de una solidaridad social taria y utópica en el cotidiano latinoamericano,
46 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

implicaban profundizar en la investigación del cos” (apud Quijano, 1992: 184). De esta forma,
eurocentrismo, al cual en 2005 Quijano defini- Mariátegui pudo percibir la importancia fun-
ría como “modo de producción y de control damental de la “raza” en los ámbitos político,
de subjetividad –imaginario, conocimiento, intersubjetivo y económico peruanos y, por lo
memoria– y ante todo del conocimiento” (s/p), tanto, también para la posición del país en el
y en relación al cual emergía nuestra singular mercado mundial. Sin embargo, no alcanza a
identidad, latentemente subversiva. percibirla como la piedra angular de todo el pe-
Y encontraría en la experiencia colonial de ríodo histórico iniciado con América.
dominación y explotación de los pueblos aborí- El siguiente texto de la antología, “Coloniali-
genes de América y África –posteriormente ho- dad del Poder, Eurocentrismo y América Latina”
mogenizados como “indios” y “negros”, frente a (2000), además de traer un amplio análisis sobre
los cuales los dominantes pasarían a percibirse la constitución histórica de los diferentes Esta-
como “europeos” y “blancos”– la emergencia dos-nación de América, expone extensamente
del eurocentrismo. Por ello, ya en sus textos alrededor del “eurocentrismo”, cabiendo aquí
de 1992 articularía el eurocentrismo a la colo- traer apenas algunas de estas contribuciones.
nialidad del poder. El texto que representa aquí La colonización europea supuso en térmi-
este momento, “‘Raza’, ‘Etnia’ y ‘Nación’ en nos intersubjetivos que “todas las experien-
Mariátegui: Cuestiones Abiertas” (1992), tiene cias, historias, recursos y productos culturales,
además la especificidad de delinear las cues- terminaron también articulados en un solo or-
tiones abiertas por el Amauta que preludiaron den cultural global en torno de la hegemonía
el concepto de “colonialidad del poder”, entre europea u occidental” (p. 209). Ello se hizo
ellas el problema de la tierra y de la explota- mediante una serie de operaciones: todos los
ción diferenciada del trabajo de los indígenas: conocimientos de los pueblos colonizados que
“La raza tiene, ante todo, esta importancia en sirvieran al patrón colonial de poder les fueron
la cuestión del imperialismo”, diría Mariátegui, expropiados. Las capacidades de estos pueblos
a la vez que afirmaba: “los elementos feudales de reproducir sus propios patrones de sentidos
o burgueses, en nuestros países, sienten por fueron reprimidas tanto como fue posible, a la
los indios, como por los negros y mulatos, el vez que fueron forzados a adoptar parcialmen-
mismo desprecio que los imperialistas blan- te la cultura de los dominadores en lo necesa-
Prólogo47

rio para la reproducción de la dominación. La marcado por la imposibilidad de dar cuenta de


asociación del etnocentrismo con la noción de categorías no homogenizadas, desprendién-
“raza” –con la correlativa homogenización de dose de ello, entre otros rasgos, la asociación
todos los pueblos de América como “indígenas” de un nuevo y radical dualismo (europeo, no-
y de todos los de África como “negros”– supo- europeo, mente-cuerpo, cultura-naturaleza,
ne, además, una nueva perspectiva temporal y mito-logos, etc.) y un evolucionismo unilineal
geográfica. Los pueblos ubicados al norte del y unidireccional.
Atlántico pasarían a considerarse “blancos” y
“europeos”, cuya civilización habría sido cons- Horizontes y descolonialidad del poder
tituida mediante un proceso interno iniciado
en la Grecia clásica y culminado en la moder- En “El Regreso del Futuro y las Cuestiones del
nidad. Los pueblos “indios” y “negros”, repre- Conocimiento” (2001), Quijano sustenta que,
sentaban el pasado de Europa, pero paradóji- a lo largo de todo el siglo XX, hubo un desen-
camente, por su “raza” eran también inferiores cuentro “entre el imaginario histórico-crítico
natural y permanentemente. y la experiencia histórica concreta” (p. 9). El
Tal mistificación histórica, que le niega a las primero fue homogenizado por la versión más
poblaciones no-blancas no sólo sus efectivas eurocéntrica de la herencia de Marx: el “mate-
contribuciones a la historia mundial sino su ca- rialismo histórico”, y se dirigió al control del
pacidad para haberlo hecho, resultó eficaz, ya Estado-nación, en oposición a las experiencias
que su imposición sobre el imaginario mundial, históricas que a partir de la década del sesenta
incluido el de los dominados, ha sido hegemó- demandaron la autorreproducción democrá-
nica hasta ahora. El eurocentrismo no podría tica de la sociedad. La violenta y exitosa con-
ser, por lo tanto, un etnocentrismo –aun conte- trarrevolución impidió que estos movimientos
niendo un rasgo etnocéntrico. Tampoco se re- establecieran un firme imaginario alternativo.
fiere a una experiencia general de los pueblos Sin embargo, sus investigaciones y su cercanía
europeos, sino al modo de control intersubje- política a los movimientos indígenas le permiti-
tivo requerido por el patrón de poder capita- rían decir, diez años después, en el texto que con-
lista / colonial. Ello implicaría un amplio alla- cluye esta antología, “¿Bien Vivir?: entre el ‘desa-
namiento de la experiencia cognitiva mundial, rrollo’ y la des / colonialidad del poder” (2011):
48 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes

[...] no obstante la derrota de los movimientos an- aleatorio que sean ellos quienes propongan la
tiautoritarios y antiburocráticos, y de la secuente noción de “Bien Vivir” como un nuevo horizon-
imposición de la “globalización” del nuevo Capi- te de sentido histórico en el que la igualdad, la
talismo Colonial Global, la simiente de un hori- solidaridad y la democracia plena incluyan una
zonte histórico nuevo pudo sobrevivir entre la relación de co-responsabilidad con las demás
nueva heterogeneidad histórico / estructural del
formas de vida y elementos de la Tierra.
imaginario mundial, y germina ahora como uno
Por ello, Quijano pudo decir en el año 2009,
de los signos mayores de la propuesta de Bien
Vivir. (p. 81)
a partir de la confluencia de las preocupacio-
nes de los pueblos indígenas y de la comunidad
científica, preocupaciones que debemos hacer
La acentuación de las tendencias desarrolladas nuestras los que estamos comprometidos y
por el “neoliberalismo”, la “globalización” y la comprometidas con aquella alegría de la so-
“posmodernidad” suponen ya una amenaza a lidaridad social que se mundializó a partir de
las condiciones mismas de vida humana y no América:
humana sobre la Tierra. La “crisis climática”,
provocada por la desorbitada agresión a la [...] el movimiento de los más dominados de este
“naturaleza”, afecta primera y principalmente mundo, los que si venden sus medios de subsis-
a las poblaciones “indigenizadas”. De esta for- tencia no podrían existir, y al mismo tiempo aque-
ma, los descendientes de los primeros pueblos llos que nos dan cuenta de que si eso se termina,
que habían sobrevivido al genocidio provocado nadie de nosotros podríamos vivir; entonces por
por la racialización en el momento originario fin emerge otro horizonte de sentido histórico que
ya está aquí, que ya está comenzando; porque no
del actual patrón de poder, encuentran nueva-
es sólo el discurso, no son sólo asambleas, están
mente amenazadas sus condiciones de vida.
reorganizando sus comunidades, están asociando
Su resistencia y sus propuestas alternativas, sus comunidades, están generando otra forma de
históricamente heterogéneas y en relación autoridad política en el mundo que va a tener que
con las demás luchas contra el patrón de po- competir y conflictuar con el Estado mientras el
der, no son una lucha más, sino que implican la Estado aún esté allí. Estamos con otro elemento
descolonialidad del patrón de poder en todos nuevo. Esto no es sólo una utopía, eso está co-
los ámbitos de existencia. Por lo tanto, no es menzando; estamos comenzando a convivir con
Prólogo49

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