III

ROCK NACIONAL,
CRONICAS DE LA RESISTENCIA JUVENIL

Pablo Vila
l. Introducción

En los últimos años de la dictadura militar (1980-

1983) se movilizaron anualmente alrededor del rock
nacional más de medio millón de jóvenes. Recitales que
concitaron cerca de 60.000 personas (La Rural, diciem­
bre 1980; Solidaridad Latinoamericana, mayó 1982), fue­
ron sólo picos de un fenómeno que congregó a más de
80.000 jóvenes por mes.
La masividad de la concurrencia a recitales es sólo
uno de los indicadores de la relevancia social del movi­
miento: decenas de revistas editadas a lo largo de 16
años, con tiradas de 7.000, 15.000 y hasta 25.000 ejem­
plares, alrededor de 4.000 revistas underground, y la
adhesión multitudinaria de jóvenes de los sectores popu­
lares (cuyo acceso a recitales es restringido, por su costo),
nos hablan de una multiplicidad de expresiones del
movimiento, todas ellas importantes por separado Y,
tomadas en conjunto, decididamente relevantes como
manifestación social.
Pese a que el fenóme:n,o del rock tiene dimensión na­
cional, el presente trabajo se ha circunscripto a sus
expresiones en eL marco de la Capital Federal y el Gran
Buenos Aires, zonas que pueden considerarse como el
epicentro de su actividad. Allí vive la totalidad de los

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músicos más relevantes (los nacidos en el interior migran
a Buenos Aires, para hacer carrera -por ej. Litto Nebbia,
León Gieco, Juan Carlos Baglietto), allí están instalados
los representantes, las grabadoras, las revistas especializa­
das, y es donde se realizan los recitales más importantes.
En las principales ciudades del interior -Rosario,
Córdoba y Mendoza-, el fenómeno adquiere caracterís­
ticas similares a las de la Capital.Otros rasgos se perfilan
en las pequeñas ciudades, donde la socialización de los
jóvenes aún está más ligada a sus padres que a sus pares.
Por otra parte, y en lo que a metodología se refiere,
el trabajo se basa en el testimonio de algunos de sus
protagonistas (músicos, periodistas, asistentes a recitales,
etc.), dando cuenta, únicamente, de lo que significa y
significó para ellos participar en el movimiento. No
obstante lo apuntado, y sin pretender generalizar los
comportamientos aquí consignados, el presente trabajo
puede ser fructífero para generar hipótesis que expliquen
las motivaciones de esos miles de jóvenes y adolescentes
que se reunían en los recitales del estadio de Obras Sani­
tarias, para poder gritar juntos "se va a acabar, se va a
acabar, la dictadura militar ...".
2. La historia reciente del movimiento de Rock Nacional
2.1. El terror y la construcción del "Nosotros" (1976-
1977)
Con el golpe militar de 1976 aparece en nuestro país
el miedo como un atributo social: por miedo, la sociedad
civil se repliega sobre sí misma en el marco de una situa­
ción de vacío de referentes. En un intento muy profun­
do de redefinir las identidades políticas tradicionales, el
proceso militar procede a desarticular los colectivos. La
idea es barajar de nuevo y volver a dar, con la intención
de _gue el nuevo agrupamiento de actores no remede el
pasado. Toda forma de reunión colectiva es peligrosa y
por lo tanto se la prohíbe o controla. La restricción de
la sociabilidad es al mismo tiempo el cercenamiento
de la solidaridad y la muerte de la política. La monopoli­
zación del discurso colectivo completa el cuadro de
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situación · de la época. 1 Partidos políticos, sindicatos,
corporaciones y movimientos sociales se retraen (por
decisión propia o por imposición) del ámbito de lo
públi<;o.La sociedad toda se privatiza.
El movimiento juvenil no es ajeno a este acontecer.
Muy por el contrario, la cultura del miedo lo tiene como
protagonista privilegiado, en la medida en que es sobre
los jóvenes que se descarga el grueso de la represión:
"...surge el joven-sospechoso, debido a que la mirada
y el discurso han unificado los dos términos, neutrali­
zando la oposición de los mismos. El ser joven 'remitía'
a 'lo delictivo', pero no exclusivamente a lo delictivo
determinado de acuerdo a una caracterización legal, sino
mezclado con 'lo conspirativo', con las 'cosas raras':
una imprecisa potencia disolu toria. "2
Y mientras el movimiento estudiantil y las juventudes
políticas poco a poco van desapareciendo como marco
de referencia y sustento de identidades colectivas, el
movimiento de rock nacional se afianza como ámbito
de constitución del "nosotros".
"Ir a un recital era como una necesidad. No dejá­
bamos pasar ninguno. Había una necesidad tremenda
de estar juntos...de participar en algo, y a la vez estar
seguro." (Ricardo, empleado. bancario, 31 años).
El período 76/77 está caracterizado por un tremendo
auge de los recitales de rock nacional. Uno, y hasta dos
Luna Parks llenos por mes, son comunes en esta etapa,
además de los innumerables conciertos en teatros y café
concerts.
No obstante, no es un período donde pueda apreciar­
se un incremento en la venta de discos del género, dado
que lo que se estaba procesando era una necesidad social
y no una cuestión estética.
"Era una época en que gastabas mucha más guita
en recitales que en discos. ¡ Gastabas mucha más guita!
Pero es la época en que se empezó a escuchar discos
en común.A nosotros, por ejemplo, en esa época se nos
ocurrió juntarlos, entre 15 ó 10 tipos. Hicimos una
discoteca gigante y escuchábamos discos entre todos.
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Porque era la única forma de ...de .· . repetir'�i clima
de los recitales, ¿viste? Nadie tenía discos en su casa,
todos quedaban depositados en la casa del flaco que
. centralizaba. O sea que teníamos todo colectivo
¿viste? Es que la música la vivíamos como algo colee:
tivo... ¡es que era lo poco que tenías de colectivo'" .
(Carlos, empleado, 30 años).
Ir a .recitales y escuchar discos en grupo de amigos
se convierten en actividades privilegiadas para un movi­
miento que intenta salvaguardar su identidad, al mismo
Hempo que la identidad de todo un grupo etario ' el de
los jóvenes, cuestionados por el Proceso.
Y, si coincidimos con Lechner en que: "Considerando
esta constitución del 'nosotros' como lo específico de la
política, también un acto folklórico, una huelga o una
misa se transforman en actos políticos. Independiente­
mente de su contenido, toda forma de ritual supone la
conciencia de un poder colectivo"3, en nuestro caso
los recitales masivos del rock nacional del períod�
1976-77. configuran un claro ejemplo de resignificación
de la política en períodos de cierre de los espacios tradi­
cionales de acción de la misma.
En dichos recitales el movimiento se festeja a sí
mismo, y corrobora la presencia del actor colectivo
cuestionado.
Y en la apelación al "nosotros" se hace también
indefectiblemente, un señalamiento del "ellos". Ello�
son los que "nos quieren desanimar, nos quieren matar"
(Charly García, "No te qejes desanimar", 1976), o quie­
nes "nos han ofendido muchas veces" ("El fantasma de
Canterville", García, 1975). Es de ellos el famoso dis­
curso de Massera pronunciado en la Universidad del
Salvador, y que cuelga, enmarcado, en la redacción del
Expreso Imaginario•, donde el almirante parangona rock
a subversión (26 de noviembre de 1977). En él, hace
nuevamente su aparición el "joven sospechoso" que
habiéndose iniciado en el rock (esa sociedad "secret�
que_ celebra sus ritos: la ropa, la música, la droga, etc.")
denva, para el Proceso, inevitablemente en la guerrilla.
Y en 1977, cuando ya se hablaba de la "derrota de la
subversión", comienza la acción represiva contra aquella
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manifestació.n cultural que aparecía, a los ojos de los
militares, como una de sus génesis: la cultura rockera.
Pero también el "ellos", el enemigo del movimiento el
enemigo de la juventud, se generaliza a amplios secto�es
de la sociedad, en la medida en que el discurso "anti­
joven" de los militares obtiene consenso.
"Yo creo que vos adentro del recital q_uerías a
la gente, y afuera no.Yo no sé si era por la música
o por tu predisposición... pero era como que vos
tenías la necesidad de quererla a la gente, y. que te
quisieran. Es que vos a la gente de la calle no la
querías. . . aparte te ibas al recital con las ganas de
que toda la gente de afuera fuera como la del recital.
¡Es que vos_ mirabas a la gente en los recitales y te
parecía que todo el mundo era lindo! Porque vos
veías a la gente que te miraba como. . . como mira
un ser humano, ¿viste? Con algo en los ojos, y afuera
miraban todos vacíos, ¿viste? Entonces tenías dos rea­
lidades totalmente .diferentes, ¡bah!, una realidad que
vendría a ser la verdadera, la primaria, que es la de
estar en el recital, ¿viste? Y después tenías la realidad
realidad, que era la posta, ¿viste? (Carlos, empleado,
30 años).
Por un lado, el nosotros, el adentro, la paz, la libertad
y la participación.Y por otro el ellos, el afuera la violen­
cia. De esta forma el movimiento de rock n.'acional va
construyendo los espacios que resguardan la identidad de
todo el conjunto de jóvenes que se sienten representados
por él, e incluso incorpora nuevos actores que con ante­
rioridad habían militado políticamente.
Paralelamente al fenómeno de los grandes recitales se
produce otro gran hecho de masas juveniles de la época:
las peregrinaciones a Luján, que llegaban a congregar a
cerca de un millón de personas.
Es indudable que el origen de este fenómeno está
ligado a las características que asume en nuestro país
la religiosidad popular. No obstante, deberían analizar­
se, en algún .momento, sus relaciones con el rock nacio­
nal, en la medida en que muchos de los testimo.nios
recogidos sugieren cierta correladón · entre los dos
fenómenos.
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 " ¡ La gran mayoría de la gente que iba era de condi­
ción social bastante baja, y gente muy nucleada al
rock, muy ligada al rock! Yo recuerdo que, por ejem­
plo, era muy común que, bueno...alguien llevaba un
grabador, y se juntaban 20, 25 personas ó 30, que no
tenían relación entre sí más que encontrarse en ese
lugar, y se nucleaban alrededor de un grabador.
Y de pronto al lado tuyo pasaba un curita con un gru­
pito de catecismo, rezando, cosas así, y todo el mun­
do a las puteadas porque el cura, ¿viste?, por ahí te
tapaba la música. Yo después pensaba y decía ¡qué
hijos de puta! porque en realidad era una cosa de la
Iglesia, nosotros ahí no teníamos nada que ver.Era 1
fortuita nuestra presencia. ¡Vos ibas a otra cosa!
Aparte te digo ...llegabas allá, normalmente creo que
en Luján después hay una misa, en la plaza.Y noso­
tros ni pelota: de Luján al micro y a casa." (Carlos,
empleado, 30 años).
Los recitales aparecen como rituales a partir de los
cuales se constituye una colectividad ".. . y, por ende,
continuidad: continuidad en el espacio (reuniendo a
quienes pertenecen a un mismo orden), continuidad en
el tiempo (conmemorando la persistencia del orden
colectivo)." 4
Los recitales son, también, ámbitos privilegiados de
comunicación entre los jóvenes ".. . hacia donde se
desplazaron, fuera de la poco atractiva y creíble escena
oficial, las prácticas comunicativas en que los argentinos
buscamos defender el sentido de la vida y de nuestra
historia. " 5
Pero también corresponde al movimiento de rock
nacional el haber creado, en los años más duros de la
dictadura, un medio de comunicación de las caracterís­
ticas del Expreso Imaginario que, con una nada despre­
ciable tirada de 15 .000 ejemplares, se propone, a través
de su primer editorial, de agosto de 1976, ".. . llegar a
los espacios no anquilosados de la mente, que todavía
conserven a través de la música, la poesía, y el amor,
la frescura suficiente para contener sentimientos de
vida."
Esfan importante el fenómeno comunicativo que se
genera alrededor del Expreso, que su sección más impor-
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tante (esto dicho por todos los entrevistados y por su
director, Jorge Pistocchi) es el Correo de Lectores.
El fenómeno de comunicación que se produce en
dicha sección (lectores-revista; revista-lectores y lectores
entre sí intercambian contínuamente mensajes) es
realmente impresionante, y justificaría un estudio en sí
mismo, ya que creo que no tiene parangón alguno en
nuestro medio.
Como ámbito de afianzamiento del "nosotros ", el
Correo desnuda las preocupaciones de los jóvenes en
ese momento:
"Vos me ayudás a perder el temor". Carlos, no­
viembre 1976.
"...el Expreso ...juega muy en serio en romper
el miedo del mundo, a quebrar ...las aberrantes
mentiras ".Daniel, noviembre 1976.
Como emergente visible de un movimiento juvenil
que si bien se afianza, no tiene organicidad, se con­
vierte paulatinamente en líder:
"...ustedes ...Son los que vienen bien ...Son
casi una pequeñita vanguardia en estos momen­
tos ..." Laura, setiembre 1977.
"El Expreso vendría a representar la columna ver­
tebral que posee innumerables ramificaciones y
a su vez engloba a todos aquellos que creemos
amar los sentimientos reales." Juan, agosto 1977.
Como refugio de la sociabilidad y continente de la
solidaridad, el diálogo entre los lectores es constante:
". . .es lindo encontrar a alguien que piensa como
uno.. . y que por medio de esta revista podamos
· comunicarnos." Mariana, julio 1977.
"Con (cartas como ésta) me doy cuenta que somos
muchos ...los que estamos en la misma senda."
Juan, agosto 1977.
De esta manera el Expreso Imaginario, rompe, así
como a otro nivel lo hacen los recitales, con el monopo­
lio del discurso que intenta instaurar el régimen, inaugu
· rando una corriente de comunicación que afianza a un
actor colectivo, en un período caracterizado por los
reiterados intentos en pos de su desintegración.
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 "El Expreso era como una droga, corríamos a com­
prarlo en los kioscos.Y si no salía (porque siempre se
retrasaba el desgraciado), sufríamos, llorábamos, íba­
mos a la revista a preguntar qué pasaba, ¡qué miércoles
pasaba! que el Expreso hacía como dos semanas que
no salía! (Carlos, empleado, 30 años).
2.2. Afianzamiento del régimen y crisis del rock
(1978-79)
Si para la lógica de la dictadura había relación entre
movimiento de rock y subversión (como ya se vio en el
citado discurso de Massera), la cuestión era desarticular
el circuito de los recitales, dado que éste era el ámbito
privilegiado de constitución del "nosotros" del mo­
vimiento.
El accionar sobre el circuito de los recitales tiene dis­
tintas facetas, y I se cumple en varias etapas. En primer
lugar, ya a fines de 1976 y principios de 1977, se co­
mienza a boicotear la realización de los encuentros de
menor envergadura. La bomba de gases lacrimógenos que
estalla en el recital de Alas en el cine Ritz de Belgrano es
un ejemplo de este tipo de accionar. Luego, sobre todo
en los primeros meses de 1977, se incrementa la repre-
. sión policial en los grandes encuentros del Luna Park.
Cientos de detenidos por averiguación de antecedentes
son literalmente "arreados" antes y después de cada
evento. Y, por fin, se "recomienda" a los propietarios de
salas dé espectáculos que no alquilen las mismas para
recitales de rock.
El movimiento intenta refugiarse en pequeños esce­
narios, principalmente de colegios y de sindicatos,
no obstante lo cual la ofensiva es de tal envergadura que
hacia fines de 1977, ante la imposibilidad de hacer recita­
les, gran parte de los conjuntos se disuelve, y los grinci­
pales músicos deben emigrar al exterior para poder seguir
trabajando.
De esta manera el año del mundial de fútbol, encuen­
tra al movimiento' de rock nacional replegado sobre sí
mismo.
Todavía debe ser escrita la historia del período 78/79
en nuestro país. Las grandes movilizaciones populares
90
que concitó el mundial de fútbol, el auge del "compre
importado", los viajes de cientos de miles de argentinos
por el exterior, las calcomanías que rezaban "Los Argen­
tinos somos derechos y humanos" pegadas en los vidrios
de los autos, etc., hablan de la obtención de cierto
consenso por parte del gobierno militar y de su proyecto
de redefinición de los actores sociales tradicionales. El
movimiento de rock nacional no logra sustraerse a este
embate, y como la gran mayoría de los actores colectivos
contra los cuales acciona el proceso, se privatiza.
Debe, además, combatir contra otro fenómeno adicio­
nal que le disputa su campo privilegiado: la música, por­
que hacia fines de 1977 estalla la "Fié bre del sábado a la
noche" y la música-disco, de la mano de los Bee Gees,
Donna Summers, etc., inunda el panorama musical. La
discoteca reemplaza al recital. El baile sustituye al canto.
El inglés al castellano. La incomunicación a la comunica­
ción. La sensación que embarga a los participantes del
movimiento, es que el rock nacional se muere.
Los partícipes del movimiento quedan atrapados en
un clima de orfandad que tiene su reflejo en las innume­
rables cartas que sobre el tema se publican en el Correo
de Lectores del Expreso.
Es tal el sentimiento de gestación propia, que aún el
frasco es atribuido a causas internas.
"Los años duros los hacemos entre todos. Este que
pasó fue un año duro, porque cada vez menos gente
fue a los recitales, cada vez se hicieron menos recita­
les...En fin, el público y los músicos parecen haber
perdido contacto. . . las 'épocas doradas' de Luna
Parks llenos, y fe, amistad y 'movimiento ' parecen
haber aflojado, un poco por culpa de todos noso­
tros ... Se habla de la 'muerte de rock' como si fuera
algo externo, no algo que depende de to_dos. . ."
(N. de la R., Correo de Lectores, abril de 1979).
Pareciera ser que el clima que envuelve a la mayoría
de la población, y cuyo motivo es la realización del mun­
dial de fútbol, alcanza también al movimiento de rock.
La algarabía (no exenta de.agresividad), el chauvinismo
(antes inexistente en el ámbito de la música joven), y
en algunos casos, directamente la violencia se hacen pre-
91
sentes en los recitales de rock, y reemplazan el clima
de solidaridad-encuentro que siempre los había ca­
racterizado.
"No. . . no podía incorporarme, incluirme. Me
acuerdo de un recital de MIA, que toda la gente esta­
ba reagresiva, y yo no podía incorporarme... me
sentía muy mal en el recital. Ya no encontrabas el
sentimiento de solidaridad. . . " (Carlos, empleado
30 años).
De este modo, el ubicar en el "nosotros" y no mera-
mente en causas externas el motivo de la decadencia del
rock, cobra una nueva significación a la luz c!el consenso
que logra el Proceso en estos años.
El movimiento de rock nacional no logra sustraerse al
doble juego de represión/ consenso que desarrollan los
militares, y ve menguada su capacidad como actor colec­
tivo al "individualizarse" (o colectivizarse en función
de otros referentes) muchos de sus participantes.
El individualismo reemplaza a la solidaridad, el con­
sumo privado a la sociabilidad. Hacia 1978/79 el mode­
lo de sociedad propugnado por el Proceso (pe/sonas que
convergen como individuos en el mercado, despojados
de sus connotaciones históricas ligadas a actores colecti­
vos) parece imponerse a aquel otro que guió las utopías
del rock y que, de alguna manera, era "ensayado" en los
recitales (personas relacionándose solidariamente a partir
de dar amor, que se sienten partícipes de un mismo
movimiento).
No obstante, si ésto es ló que ocurre en el ámbito de
lo pú ?lico, �1 rock nacional logra conservar en esta etapa
dos mstancias que lo sostienen como movimiento.
Una e_s el Expreso Imaginario, y otra el pequeño grupo
de amigos.
"...es lindo saber que por lo menos una revista
como el Expreso está funcionando, que :mantiene1 a
la gente sabiendo que no están solos, que pone un
poco de c�or -calor, amor-, que ayuda a 1a esperan­
za, que ammore-el karma de los argentinos. Con amor
Rama Ran" (Rama Ran, Correo, enero 1978).
"Amo a la revista... ese pedazo de vida que nos
92
alienta a seguir tirando para adelante." (Horacio, Co­
rreo, abril 1978).
". . .la Revista atesora las expectativas mensuales
de mucha gente que aspira a cambiar el orden estable­
cido de las cosas, aún sin saberlo.". (Ernesto, Correo,
abril 1979).
Estos comentarios (e innumerables más del mismo
tono) surcan las páginas del Correo de Lectores del Ex ­
preso por esos años. En un período signado por la pérdi­
da (en el ámbito de lo público) de los contenidos históri­
cos del movimiento, la revista funciona como resguardo
de los mismos, a partir de sus notas, sus comentarios y,
fundamentalmente, por la función de intercambio y de
comunicación (ese saber que "hay alguien más") que
cumple el Correo de Lectores.
"La idea del Expreso. ..fue crear un medio que
sirviera de contacto de distintos grupos creativos...
la idea era fortificarnos, apoyar a los músicos, apoyar
los festivales y los recitales como lugares de encuentro.
Encaramos como pudimos una especie de resistencia.
Pero suponéte: durante el mundial nosotros no hablá­
bamos del mismo, hicünos como si no existiera...
seguíamos con nuestra conversación." (Jorge Pisto­
cchi, director del . Expreso ..
"Seguir con nuestra conversación" en un momento en
que la misma parecía cortada, tal fue la función crucial
del Expreso. No hablar del mundial en un país en donde
de lo único que se hablaba era de fútbol era, en definiti­
va tratar de rescatar una propuesta propia del fárrago de
palabras alentadas por el Proceso, que todo lo cubría.
El otro ámbito de resguardo de identidad fue el grupo
de amigos.
Son reuniones de amigos las que, además de sostener
una identidad que encuentra pocos referentes externos
para recrearse, cumplen ta..rnbién el crucial papel de socia­
lizar a las nuevas generaciones de futuros miembros del
movimiento.
"Y cuando escuchábamos música había pibes de
14, de 15, de 11, sobrinos, herm,m.os de alguno de
93
 nosotros que se enganchaban, entraban también a
�scuchar, y entonces iban mamando lo mismo, ¿viste?,
iban mamando lo mismo ." (Luis, empleado, 31 años).
ª.
Sólo partir de este tipo de intercambio de vivencias
_
entre d1strntas generaciones es comprensible el fenómeno
que se opera cuando el movimiento de rock nacional
vuelve a la esc�na pública: chicos de 14 ó 15 años que
corea1: las canc_iones de intérpretes que las popularizaron
una d.ecada atras, muchas de las cuales fueron prohibidas
Y retrradas de las disquerías ("Marcha de la bronca"
"P��� el pueblo lo que es del pueblo", "Coplas de mi
pais , etc.).
Y es a partir de los contenidos que resguarda el
Expreso, de la comunicación profunda que significa
su Correo �e Lectores y del pequeño grupo de amigos,
_ ne...Para seguir estando aquí y cantar por una gene­
que el mov1m1e�to de rock ,nacional "hiberna" esperan­
do una nueva pnma�e�a.Y esta llegará de la mano, justa­
mente, de aquellos mus1cos qu·e encarnaron el nacirnien to
del rock en la Argentina.Como si hubiera sido necesaria
una vuelta a los orígenes para reemprender la marcha
para rec:e�r la "magia" del encuentro que los años d�
mayor exito del Proceso parecían haber hecho desa­
parecer.
2.3. Crisis del Proceso y resurgimiento del rock. (1980-81)
El panorama comienza a presentar signos de cambio
a mediados de 1979.
"Parece que la cosa se está arµmando" augura Mordis­
co en Julio, al anunciar la realización de dos recitales en
Obras.
Y e ! reencuentro con el espíritu de antaño es festeja­
do Jubilosamente al primer atisbo de presencia.
"En un momento en que se dice ...'el rock está
muerto, acá no pasa nada', recordamos el Luna Park
,
los dias 29y 30 de mayo, y sacamos como conclusión
que muere .quien quiere morir. Esos días se vio que
_
aca no muno nada ... es distinto muerte a inco:ifnirii­
cación.. . se acabó el lamento: 'Está todo muerto'
94
¿Es que acaso no estamos vivos?" (Editorial de Mor­
disco, julio 1979).
Volver a las fuentes para salir de un período oscuro
era la consigna que se planteaban los exponentes más
representativos del movimiento; recuperar la esencia, las
banderas históricas que "se diluyeron un poco" en el
período en que el Proceso parecía haber logrado impo­
ner su proyecto de redefinición de los actores sociales;
demostrar que el movimiento no ha desaparecido. Y,
continuar transitando el camino que lo llevara a ser el
referente de un amplio sector de la juventud.
"... a la gente que todavía vive de su propio instin­
to le decirnos: Necesitamos una región de poesía y
música que desbarate, que confunda . ..• que ilumi­
ración fumigada. ALMENDRA ; naciór y difundió su
arte en un terreno tan fangoso como el de hoy. El
de ahora. Un terreno dibujado por la realidad socio­
económico-emocional del argentino ... El actual es
un estado depresivo. Pero sumergir no es desapare­
cer...Deberíamos hoy, a más de 1O años de aquellos
comienzos, recorrer todo lo hecho; rescatar esa esen­
cia y continuar el viaje: El de nuestra identidad."
(ALMENDRA, Mordisco, setiembre 1979).
Vuelve a aparecer la idea de espacio libre, propio: esa
"región de poesía y música".Y a dicho ámbito le cabe
la tarea de "desbaratar" el camino que el sistema (en este
caso el Proceso ) quiere imponer a los jóvenes, y a la
vez también debe "iluminar" el propio. Porque la
generación a la cual hay que cantar ha sido una gene­
ción "fumigada". Y Almendra puede hacerlo ya que
"nació en un terreno tan fangoso como el de hoy",
donde también gobernaban militares autoritarios, y
donde la realidad "socio-económico-emocional era
1epresiva".
Todo ésto es lo que reza la proclama que difunde
Almendra con motivo de su vuelta. Lo sorprendente
es que lo hace anticipando lo que está por venir, pues la
visión de "un terreno fangoso" se hace patente para el
grueso de la sociedad argentina (que por esos años se
95
movía tan al compás de la realidad económica) sólo
un año después, en 1980, cuando "...el fracaso de la
política económica, el consecuente alejamiento político
de sectores empresarios anteriormente cercanos al régi­
men y el creciente descontento social habían agudizado
los desacuerdos internos y la lucha por el poder en el
6 año antes. Renace el "afuera " y el "adentro", tan pre­
seno de la corporación militar."
Y los recitales de Almendra fueron un éxito rotundo.
" ... más de treinta mil personas y muchos más
que no pudieron entrar...No fuimos a ver a un artis­
ta extranjero. Fuimos a vernos a nosotros mismos;
marginados por los medios de difusión, confundidos
por las demás generaciones. Así fue como el aplauso
también fue hacia adentro, hacia nosotros mismos ...
Jun.to a Almendra pudimos decir: acá estamos.Que
tenemos nuestra cultura, nuestro espacio ... todos
con ganas de saber que estábamos juntos, presentes,
sintiéndonos parte de algo. " (Ralph Rothschild,
Mordisco, enero 1980).
Es la alegría por el propio reencuentro.Es la posibi­
lidad de" ...continuar el viaje: El de nuestra identidad,"
como bien lo había intuido Almendra.
Y Almendra sólo es la excusa para decir: "acá esta­
mos.. . somos parte de algo.. . ", pues en las liturgias la
colectividad se festeja a sí misma, y "aunque aparezcan
como exaltación de un líder, éste sólo simboliza la
confianza del colectivo en sí mismo de saber afirmarse
en el mundo."7
" .. .la realidad cotidiana, negra y sanguinolenta,
iba diluyéndose visiblemente reemplazando declara­
ciones de guerra por canciones, armas por guita,_-:ras,
cascos por pelos largos, muertes por vidas y vida era
Almendra ...se hicieron presentes sus nuevos y viejos
seguidores, muchos de ellos con sus hijos en brazos,
también hubo algunos personajes muy suburbanos,
que no salían a la luz desde largo tiempo atrás.Tam-
poco faltaron otros entes .. . execrables ... conche-
tos...la ovación tributada es estremecedora...todos
ca.11tamos a c�oro. . . la carne se eriza al escuchar
'Plegaria' ... con 'Mestizo' la comuriJón es total, feli-
96
ces como chicos . . .Al llegar aquella 'Muchacha' ...
me largo a llorar como un chancho." (Claudia Keblai­
tis, Mordisco, enero 1980).
Vuelve a aparecer el sentimiento de solidaridad que
se había escapado de los recitales "futboleros" de un
sentes en los encuentros del 76/77; que es una forma
distinta de decir "ellos" y "nosotros". En el afuera: la
realidad negra, sanguinolenta, con sus declaraciones de
guerra, sus armas, sus cascos, su muerte. Adentro: can­
ciones, guitarras, pelos largos y, fundamentalmente, vida.
Mro.rte contra vida, he aquí nuevamente explicitada la
contradicción y los contrincantes.
A partir de los recitales de diciembre de 1979 {35 .000
personas), se produce un aluvión de jóvenes en los con­
ciertos que tiene su expresión máxima en diciembre del
'80, cuando Serú Girán convoca a 60.000 personas en La
Rural.
¿Cuál es la respuesta del Proceso?: La represión. Y
Ia represión temprana.
Ya los primeros recitales del nuevo ciclo son repri­
midos, porque hacia fines de 1979, los militares se­
guían convencidos de la viabilidad de su proyecto socio­
económico, y· actuaban en consecuencia.Pasada la hege­
monía que habían logrado en la época del mundial,
ahora apelaban directamente a la represión. Habían
desaparecido las barras futboleras que los ayudaron años
antes a vaciar de contenido al movimiento. Parte del
público indudablemente era el mismo, pero había cam­
biado de actitud, se sentía nuevamente formando parte
de algo que consideraba propio.
Otro sector está conformado por los nuevos adheren­
tes al movimiento que son, en primer lugar, adolescen­
tes. Pero también se acercan al rock nacional, por pri­
mera vez en forma masiva, universitarios, y el "rockero
histórico" frunce el ceño ante un invitado inesperado
en su fie_sta.
" . . . pareciera que un estudiante universitario no
está en la mano de la-música rock. Gente: tengo 21
pirulos, me gusta el jazz-rock, puedo llegar a fin de
97
 m�s mi:cho más fácil que la mayoría de ustedes y
, Justo por eso, gente como yo es la que más
qu12as
necesita que se les 'abra la cabeza' ...si hasta ahora
yo me sentí parte de este gran movimiento juvenil
¿tengo que entender que yo no formo parte de él?
Contesten lo que contesten, yo no pienso dejar esta
· gran onda y meterme en la gran Basura ...los. que
estamos en la facultad también podemos amar esa
onda: �ue tira la gente del rock.Quisiera que cambiara
la _actitud que existe hacia los no pocos que somos
universitarios. . ." (Gustavo, Correo de Lectores'
Expreso Imaginario, mayo 1980).
Y el �roceso �e masificación se extiende, a pesar de
�1:1e la dictadura
_ mtenta desalentarlo mediante la repre­
s10n.Contnbuyen a tal fenómeno los distintos "revivals"
que se producen.
En mayo Manal con su regreso da una vuelta más de
tuerca en el camino de recobrar la identidad.
"¿En el recital de Manal te pasaba lo mismo que
en el de Almendra?
Sí, pero con más polenta, Manal te puso más en la
realidad. Si con Almendra recuperabas la energía,
con Manal recuperabas la ideología ...Manal era la
mística del rock, mucho más que Almendra ...era
1� ideología en caliente.Venían de Avellaneda, qué
se yo...era lo mismo que Moris.Fue un volver a
vivir." (Carlos, empleado, 30 años).
Moris hace su recital en Obras el 15 de noviembre.La
sorpresa de la noche la constituye el público, compuesto
en su mayoría de jóvenes que no lo conocieron, no obs­
tante lo cual cantaban todos sus temas de memoria.El
delirio :se produce justamente en las canciones de mayor
contemdo, como reclamando esa vuelta a la ideología
que planteaba Carlos en su testimonio. Porque tanto
Manal como Moris representan cabalmente el espíritu
rockero que el movimiento intenta (y logra) rescatar.
La_ masividad del fenómeno, el contenido claramente
cuest1onadord_e algunas de las canciones más festejadas
co�o "Canción de Alicia en el país", "Inconciente co­
lectivo" o '-'José Mercado"; y, fundamentalmente, la
98
aparición de cánticos contra el gobierno (que comenza­
ron con el futbolero: " ¡el que no salta es un militar!"),
implican el surgimiento de un ámbito de disidencia que
era valorado como tal por los componentes más lúcidos
del movimiento.
"El rock nacional...sigue siendo el único cuerpo
más o menos estructurado desde el cual se ejerce el
siempre solitario y sacrificado papel de la disidencia.
Una disidencia cultural y de vida... Lo que está
propuesto simplemente es un ejercicio de libertad,
donde las únicas herramientas admitidas son la auten­
ticidad y el talento . . . Los jóvenes llegan al rock
huyendo de la mentira y la falsificación, buscando
comunicarse de una forma más o menos humana, en
un medio donde los únicos lugares de reunión tolera­
dos parecen ser las canchas y las discotecas." (Claudio
Kleiman, Zaff!,. junio de 1980).
Dicho ámbito tan1bién es detectado por el Proceso,
que preocupado por la creciente masividad del fenómeno
contestatario, incrementa la represión.A partir de agosto
de 1980, las páginas del Expreso y Zaff! están repletas
de alusiones y testimonios referidos a la acción policial
en los recitales.
Pero, no obstante las presiones (y represiones) en
contrario, el movimiento no deja de crecer, y en diciem­
bre se congregan (sin que nadie lo esperara, por lo menos
en esa cantidad) sesenta mil jóvenes para asistir a un reci­
tal gratis del grupo Serú Girán en La Rural.
" ...las letras de las canciones son una flecha apun­
tada directamente a los cerebros adormilados, una
síntesis que encuentra su cumbre en temas como
Alicia...hoy Charly García tuvo cuarenta mil voces
en vilo gritando 'No se banca más' frente a las cáma­
ras de ATC ..." (Pablo Perel, Zaff!, diciembre de
1980).
Obviamente que el "No se banca más" no fue sufi­
ciente argumento para evitar que la policía reprimiera
a la salida del recital, y siguiera reprimiendo en lo sucesi­
vo.Sin embargo, a partir de ese momento, la acción poli­
cial no va a ser la única relación que se establezca entre
99

el Estado y el rock nacional, porque la naciente adminis­
tración militar, ·en concordancia con su política más
general, se plantea una estrategia de diálogo con el movi­
miento.Es que Viola no es Videla, y a todo Martínez de
Hoz le llega su B.I.R. "La orientación política adoptada
por el Gral. Viola constituyó un intento de redefinir las
alianzas sobre las que se asentaba el régimen militar,
buscando un acercamiento a las fuerzas politicas mayori­
tarias. Tal redefinición implicaba no sólo una disconti­
nuidad en materia de política económica sino también
un desplazamiento del centro de gravedad del poder
político desde el interior de la corporación militar hacia
el terreno de la vinculación de ésta con los actores de la
sociedad civil. ..los c_ambios de rumbo propiciados por
Viola tenían por objeto recuperar el consenso civil para
el gobierno militar..."8
Tal redefinición de la relación militares-sociedad civil
no podía dejar de tener en cuenta al actor social que
mayor crecimiento había demostrado en 1980: el movi­
miento de rock nacional.
Un movimiento que, entre otras cosas, logra indepen­
dencia económica respecto de las compañías multina­
cionales para autoproducirse, tanto las giras y los recita­
les como los discos.
Un movimiento que, además, había encontrado un
espacio para hacer recitales masivos: Obras Sanitarias,
más lejos de la Plaza de Mayo (por lo tanto menos ries­
goso para el poder) y cuyos directivos, por otra parte, no
participaban directamente en la represión como era el
caso del Luna Park.
En definitiva, un movimiento al que hay que tener
en cuenta.YViola lo tiene en cuenta.
El proyecto de Viola parecía un intento de sentar las
bases de un futuro Ministerio de la Juventud y había
visualizado en el movimiento de rock a un interlocutor
válido para que participara en la apertura política en su
renglón específico: los jóvenes.
Contribuían a desarrollar el proyecto de más largo
plazo, la edición de una revista de música (bautizada
Oxigeno) que se distribuiría gratuitamente en los cole­
gios secundarios · gracias al aporte "desinteresado"
(vía publicidad) de diversos organismos estatales; y tam­
bién la creación de un "tren musical" que recorrería el
100
.
interior llevando . a los principales m�sicos de �ock.
_
Pero a diferencia de los partidos pohticos, _ que
_
". . . contribuyeron a mantener la est��ihdad relativa
del gobierno de Viola media��e una p�h!ica _ �e modera-
.' y contención de la hostihdad ant1IDihtansta
c10n . , . . ...(de
manera que) no se produJeran criticas ofensiv:as,_ den�p9
cías, ni ataques frontales contra el gobierno militar.·.. ,
el movimiento de rock nacional (tal vez por su misma
inorganicidad) no sólo no detiene su embate contra l,�
dictadura, sino que lo incrementa: el "Se va a acabar...
reemplaza paulatinamente al "El que no salta...".
"Gilberto y Charly, derechos y humanos.
.. El show...sucumbió al ser nombrada Joan �aez
( cantante que se encontraba en el público y que tiene
prohibido actuar en nuestro medio) . ·..Se pr�duce
la entrada de Charly que canta 'no te deJes desanlffiar/
no te dejes matar/quedan tantas mañanas por andar'.
y0 creí por un segundo que con Joan �aez sentada �1
lado mío lagrimeando, Gilberto con W�man do_?, t
cry' de Marley y Charly adosando su ayer sone/
con los hambrientos, los locos/los que se _ fu�ron/
los que están en prisión' que, u_n fue�te aulhdo iba a
partir el estadio como un fragil broiche. . . por un
momento todos entramos al Reino del Artículo_ 19
de la Declaración de los Derechos Humanos que ?i�e:
'Todo individuo tiene derecho a la libertad de opnuon
y de expresión; este derecho incluye el ?e no se;
molestado aaa. . .' -Así que vos sos piola, ¿no
Ahora vamos a ver si sos macho ..." ( Roberto Petti­_.
nato, Expreso Imaginario, junio de 1981).
Por otra parte, dos exiliados que rei�gresaron al pano­
rama musica local, Piero y Miguel Cantilo, �eben re:er su
idea original en cuanto al mensaje que quieren bnndar,
por pedido expreso de su público. ·
. .
Incluso el público rechaza otros intentos Slffiil�es de
imponer un mensaje pasatista: es el caso de las pnnieras
actuaciones de Los Abuelos de la Nada.
.
''Al rato suben Los Abuelos de la Nada.Ten_go la
certeza de que la gente no va a entender �a propuesta.
_
Más tarde aparecen los primeros proyectiles ... Mario
101
 Luna sale a escena y explica su teoría al público de
que los que arrojen proyectiles son policías de civil.
Esto suena demasiado pesado .. .pienso...Vuelvo a
creer que la audiencia necesita algo más elaborado o
conceptual o serio ...Sigo creyendo que la gente está
oprimida, cansada de tanta persecución ...y no per­
miten que el músico se divierta . Son como tus pa­
dres . . .'' (Roberto Pettinato, Expreso Imaginario,
marzo 1982).
En realidad, padres no: portavoces.Los músicos son
los que, como expresa Carlos, empleado, 30 años: "te
vuelven a poner en la boca palabras claves, y ya te ani­
más a decirlas.Dicen cosas que vos querrías decir", o son
los "líderes de opinión" de Jorge, cadete, 22 años.Los
músicos son también pesonajes públicos a los que se
pide que, además de cantar, hablen.
"El: Yo, por ejemplo, siempre escucho pibes que
entre tema y tema gritan: ¡Hablá, Charly!
Nito: ¡Pero eso es una manía ...! ¿a qué vas a los
recitales, a escucharlo hablar o a escuchar la músi­
ca? ...En una de esas, el músico dice algo que ya sabe
todo el mundo, que es obvio, y el tipo dice: 'ah, mirá
qué lindo, ¡qué cosa dijo!; lo que pasa es que era algo
que el tipo pensaba y se ve reflejado, el músico lo
dice por él .. ." (Reportaje a Nito Mestre, Expreso
Imaginario, diciembre 1980).
Este es el panorama que muestra el rock nacional en
vísperas de Malvinas: recitales de una masividad nunca
vista con anterioridad, canciones de contenidos contes­
tatarios cada vez más crecientes (exigidas por el propio
público) y un alto clima antimilitar en las tribunas .Los
componentes más representativos del movimiento saben
con precisión qué terreno están pisando y cuál es su
función.
.la gente está esperando un tipo de mensaje ...
necesita fuerza, vitalidad... y en las letras denuncia­
mos cosas . ..Y hacemos todo lo que podemos para
que la gente salga dada vuelta ... y no necesitan un
mensaje que diga' ¡hay que hacer esto!' ..."
102
El: ¿Entonces no hay un mensaje claro?
No; el mensaje es lo que está sucediendo." (Entre­
vista a Charly García, Expreso Imaginario, diciembre
1981) .
El mensaje era verdaderamente lo que estaba suce­
diendo.Porque "algunas actividades adquirieron (duran­
te la dictadura) un valor cultural y político no tanto por
lo que eran o decían sino, fundamentalmente, por el
mismo acto de su realización, que pasaba a ser parte del
lenguaje. El caso del llamado 'rock nacional' es típico
en este sentido: no alude a una corriente musical homo­
génea ni a un parejo nivel artístico, sino a la unidad del
fenómeno cultural juvenil que congrega." 1º
Y aún en los comentarios críticos desde el punto de
vista estético se reconoce esta situación .
"La gente (disfruta) ...algo mediocre y poética­
mente nulo.Se habla del rock nacional como si fuera
un presidente anónimo o un líder exiliado.La identi­
ficación nace porque no existen salidas posibles a
nuestra situación." (Estela, Correo, Expreso Imagina­
rio, mayo 1982) .
Es que los actos de masas de los movimientos sociales
representan fines en sí mismos, la música sólo es una
excusa. Un recital en el 'cual los temas se aplauden más
apenas son reconocidos sus primeros acordes que al fina­
lizar, habla a las claras de que la música está cumpliendo
una función distinta a la estética .
Antes de Malvinas el rock nacional ya está cumplien­
do a pleno su papel de movimiento contestatario de
amplios sectores de la juventud.
2.4. Guerra de Malvinas y difusión masiva del rock.
(1982-83)
Pero entre Malvinas y diciembre de 1981 media la
restauración de los militares "duros", " ...(que) se cons­
tituyeron como tales frente a la alternativa abierta por
Viola y lo acusaron de considerar agotado el proceso
103
 militar cuando no existía ninguna amenaza visible a su
continuidad." 11
El gobierno de Galtieri se presenta como una vuelta
a las "fuentes del proceso", mediante el retorno del
autoritarismo militar, por un lado ("las urnas están bien
gu�rdadas"), y un reflotamiento de la línea económica
próxima a Martínez de Hoz ("mis mejores muchachos"),
por el otro.
La sociedad civil no acepta, en general, el cierre del
esp_acio político que había abierto Viola, y tanto parti­
dos políticos como sindicatos incrementan su actividad
opositora, hasta llegar a la concentración promovida para
el 30 de marzo por la CGT-Brasil.
En este contexto, Malvinas aparece como un intento
de Galtieri de resolver, mediante un hecho militar que
toca hondamente el sentimiento de todos los argentinos,
". . .los conflictos políticos domésticos y refundar las
bases de legitimación de un proyecto político autori­
tario ..." 12
Ante una invitación de las autoridades militares a
realizar un concierto de músicos de rock con motivo de
la guerra, el movimiento responde con el "Festival de la
Solidaridad Latinoamericana", el 16 de mayo, en Obras
Sanitarias.
Un doble propósito lo guía: ratificar una voluntad de
paz, y prestar algún tipo de ayuda a las necesidades de
los jóvenes acantonados en el sur, amigos, hermanos,
compañeros de los 60.000 chicos y chicas que se acercan
a Obras para colaborar con pullóveres, pañuelos, cigarri­
llos, ropa de abrigo, etc.
" . .. el rock nacional ... fue el primer grupo de
gente que cantó algo de paz en el momento de una
guerra, en un momento que había un miedo terrible
a hablar de la paz porque estaban todos los milicos
copados con la guerra.El rock nacional fue el primero
al que se le ocurrió hacer un festival por la paz, y
decirle no, loco, lo que están haciendo está mal...
eso para mí es el sentimiento del rock." (Rubén).13
Desde la reconstrucción épica de "únicos opuestos a
la guerra", hasta el simple "fui a llevar un pullóver",
pasando por la posible utilización por parte de los milita-
104
res de las intenciones de los jóvenes presentes, toda la
gama de respuestas recogidas sobre el Festival de la Soli­
daridad, hacen hincapié en los sentimientos de paz de
los concurrentes.
Y es el propio desarrollo del festival el que termina
de redondear el mensaje de paz.
Luego de un comienzo un poco confuso, la actuación
de León Gieco es la que marca la tónica de lo. que era
el sentimiento mayoritario.
"Cuando León comienza a hacer sonar la armónica
se produce un silencio muy especial en el estadio, es
un silencio agazapado, deseoso.Y efectivamente sale
la canción tan esperada que setenta mil gargantas
se ponen a cantar... 'Sólo le pido a Dios' ..." (Pan
Caliente, junio 1982).
A partir de allí no hay más confusión. Todos saben
a qué vino aquél que tienen al lado, porque como dice
Gieco: "Solo le pido a Dios/que la guerra no me sea
indiferente./Es un monstruo:. grande y pisa fuerte/toda
la pobre inocencia de la gente". Todos recuerdan, ade­
más, que el movimi�nto pacifista, en la Argentina, se
confunde con el movimiento de rock, y "Algo de paz"
de Porchetto se convierte en el otro plato fuerte de la
noche.
La toma de Malvinas significa para el rock nacional la
posibilidad de su difusión masiva en los medios audiovi­
suales que hasta entonces le habían negado sus espacios.
Ante la decisión de las autoridades de no transmitir más
música en inglés, los programadores radiales deben apelar
a la música que desde hacía años esperaba ser reconocida.
Tal difusión permite que su propuesta sea escuchada por
mayor cantidad de gente, y produce un aceleramiento de
la ya acentuada masividad del fenómeno,
Por otra parte, la guerra de Malvinas ponelfinal a la
figura del "joven sospechoso", que había comenzado a
ser revertida a partir de la apertura (e intento de coopta­
ción) de Viola: una nación que pone su destino en
manos de adolescentes de 18 años no puede seguir cues­
tionándolos por el mero.hecho de ser jóvenes.
Ambos fenómenos (difusión masiva en radio y televi­
sión, y reivindicación de la condición de joven), dan
105
nuevos bríos al movimiento de rock nacional, además
de ensanchar (etaria y socialmente) la base de sustenta­
ción del rock: "Solo le pido a Dios" no sólo es cantado
por padres e hijos, sino que es tomado por las hinchadas
de fútbol para musicalizar sus cánticos.
"El fracaso de la intentona de Galtieri agudizó la
crisis interna de la corporación militar y desarticuló las
condiciones mínimas de perdurabilidad del régimen.. .
En ese marco, los partidos presionaron para que las auto­
ridades proveyeran pautas precisas con respecto a la
transición a un gobierno civil pero, continuando con
su línea de acción anterior y condicionados ahora por
su mimetización con la política del régimen· durante el
conflicto bélico, los partidos no se propusieron jaquear
a las autoridades para obligarlas a una retirada forzosa." 14
El movimiento de rock nacional, no habiendo apoya­
do al gobierno en su aventura bélica, y representando,
como principal movimiento juvenil, a los verdaderos
perjudicados por la guerra: los cientos de jóvenes muer­
tos o mutilados, sí asumió la crítica frontal al gobierno
militar. El contenido de las letras se hace cada vez más
contestatario, y los cánticos del público van subiendo
de tono. El "Paredón, paredón ..." ya convive en pie
de igualdad con el "Se va a acabar. . ."
Las cartas del correo de lectores se hacen cada vez
más críticas:
". ..empecemos hoy, ya mismo, a pasarle la pala y
el rastrillo a esta Argentina violentada, violada, estu­
prada por esa secta de fariseos uniformados que la
vienen sometiendo ininterrumpidamente desde el 24
de marzo de 197 6." (Eduardo, Pan Caliente, setiem­
bre de 1982).
Además, en los reportajes, los músicos avanzan cada
vez más en su oposición al·gobierno.
"Hay que denunciar públicamente la represión,
hay que dar la cara, denunciar públicamente toda in­
justicia." (Rubén Goldin, guitarrista de Baglietto, Pan
Caliente, s_etiembre1982).
"Yo tengo mucha bronca por todo lo que no hace­
-mos. . .El miedo tiene un límite, hay que jugarse para
106
vivir. Para vivir como un trapo de piso lo mejor es no
vivir." (Fito Páez, Pan Caliente, setiembre 1982).
Justamente es de Fito Páez una de las canciones que
hacen de Baglietto el boom de ese año, "Tiempos difí­
ciles", que dice: "Los sepultureros trabajaron mal/los
profanadores se olvidaron que la carne se entierra/y no
produce, pero hay ramificaciones que están/vivas y es
peor, están alertas. Brindo por eso, canto por eso/Los
cementerios de esta ciudad se iluminarán/de infiernos
para vengar las almas en cuestión/y llegarán trocitos de
primavera. . . Madres que le lloran a una tierra gris/
hijos que se entrenan para no morir." Esta canción,
junto a la reflotada "Apremios ilegales" de Pedro y
Pablo ("Apremios ilegales/abusos criminales/tu condición
humana/violada a placer.. .picana y los testigos/murien­
do de alaridos/por más que grites fuerte/no van a escuchar/
Hasta cuando todos disimularán/lo que saben y prefieren
callar. . . Hasta cuando la tortura criminal/reventados
emisarios del mal"); "Los Dinosaurios" de Charly García;
y "Maribel" de Spinetta, dedicada a las Madres de Plaza
de Mayo, marcan los puntos culminantes de toda una
producción letrística que denuncia la situación vivida
por los jóvenes en los años de la dictadura. Y el ámbito
privilegiado de encuentro y comunicación del movimien­
to continúan siendo los recitales masivos.
"¿Qué era para vos ir a recitales de Rock Nacional
en la época del Proceso?
"Los recitales eran libertad. . .una reunión en
libertad: una zona liberada ... vos querías entrar a
toda costa porque sabías -que adentro pasaba algo
distinto...era un lugar donde la gente vivía la libertad
en la música, no se .. .estaba en el aire, ¿no? La liber­
tad se pidió ahí (Carlos, estudiante, 19 años).
"Ir a un recital era hacer cosas que en otro lado no
podías. Vos sabés que no vas a ver música solo, vas
a hacer otras cosas.Te cagás en los canas, te cagás
en todo lo que sea represivo. En los recitales de _Riff
era terrible, ¡terrible! Iba todo el mundo en cana.
Había mil celulares en la puerta, ya a la entrada. Y los
negros no le tenían miedo a los canas... Ir a ver a
Riff era una rebeldía.. .porque estaba, la cana y era
107
 justamente lo que más reprimían. Yo iba a ver a Riff
porque me encantaba ... ¿Iba la cana? ¡Mejor! Ibas
y eras más rebelde todavía." (Gustavo, estudiante,
18 años).
Ambito de construcción de la libertad, utopía realiza­
da, aunque más no sea entre cuatro paredes ...sí, pero
entre 5, 10, 20 y hasta 60.000 personas que, expresando
y sintiendo lo mismo, conforman un movimiento de
opinión de real envergadura. El movimiento de rock no
sólo pide, sino que anticipa la libertad por venir.
Una libertad que es reclamada de distinto modo por
sus diversos participantes.
El rock pesado apela a la violencia, real y fantaseada.
En los recitales de Riff, los músicos aparecen revoleando
cadenas e incitando a la audiencia a romper todo. Mu­
chas veces los chicos les hacen caso, y lo que para el
músico es una actuación, pasa a ser realidad para los
jóvenes que creen en su mensaje.
"He notado que tu público es mayoritariamente
masculino.
Y... a las chicas les da miedo...
También he notado que suele pertenecer a la clase
baja. ¿por qué pensás que se identifica con vos?
Y...porque están más incómodos que los de clase
alta; entonces quieren un cambio." (Entrevista de
Sibila Camps a Pappo, Clari'n, 13 de abril 1983).
"Qué musica te gusta?
La música pesada, fuerte. Me siento identificado
con la fuerza, sobre todo en este tiempo que me sen­
tía tan atado, tanta represión...me desaté un poco.
Me sentía oprimido, y la música de rock pesado ven­
dría a ser como un escape. Qué sé yo, romper los
coches estacionados fuera del recital, fajar a alguien.
La violencia viene más fuerte después de las Malvinas."
(Marcelo, 19 años, desocupado).
La violencia como única forma de libertad del pos­
tergado.
En cambio, el rock más ligado a la canción y a la
balada (Charly, Piero, Porchetto, etc.), apela a la denun­
cia mediante las letras, no obstante lo cual el contenido
108
antimilitarista de las tribunas es similar al que logra el
rock pesado, pero sin expresiones de violencia.También
cabe acotar que el sector social que se siente representa­
do por esta vertiente es distinto al que sigue al heavy.
"Y ahora es la Negra Sosa y la muchachada mutai
de nuevo. 'Se va: a acabar la dictadura, sí que se va a
acabar'. 'No queremos milicos ni represión, grita
García. 'Ayer soñé con los hambrientos, los locos, los
que se fueron, los que están en prisión', canta Merce­
des, y se prenden miles de pequeñas llamitas en las
tribunas. Y se levantan los dedos en V, flameando
sobre las cabezas'. " (Humor, enero 1983).
". ..te gustaba sentir que la gente estaba así, con
ese clima, y ese clima era como vivir en ese lugar lo
que vos querías que fuera todo. Yo creo que te sen­
tías con fuerza, con alegría muy particular. .. " (Jor­
ge, cadete, 22 años).
La alegría de haber anticipado la libertad.
Dos formas muy distintas de libertad y rebeldía.Dos
sectores sociales también muy distintos y un mismo mo­
vimiento de rock que les sirve de canal de participación
y expresión.
Y los líderes del movimiento son conscientes del moti­
vo y los límites de tanta popularidad.
"Yo creo que (el rock) llegó al máximo de popu­
laridad dentro del país.A partir (de este momento) ...
la gente va a tener más canales de expresión, no sólo
el rock. Entonces van a ir a los recitales de rock o de
quien sea, si consideran: que es una música verdadera
y auténtica.Antes quizá se iba a los recitales porque
era un lugar para estar juntos ...El rock fue tomado
como el movimiento que respaldó a la gente...pero
ahora el rock es un canal más de expresión." (León
Gieco, Pelo, abril 1983).
En la medida en que surgieran nuevos canales partici­
pativos, el rock dejaría de ser el único aglutinante de la
actitud contestataria.
"Sería bueno que el rock perdiera el lugar de pree-
109
 minencia que ocupó en estos últimos seis años, merced
a la veda política que hubo en el país. Creo que el
rock, en cierta medida, ocupó el vacío dejado por la
política . . El rock ganó ese espacio vacío, pero lo
ganó en buena ley, fue el único que aguantó ... Creo
que hubo una valentía increíble en el sentido de acep­
tar que 'yo no soy igual a los demás', e ir a un recit�
con la paranoia de que te agarraba un cana y te mata­
ba a trompadas simplemente porque estabas en un
recital de rock." (Charly García) 15
Además no deja de ser bueno que tal cambio ocurra,
,mes para el músico es una tarea muy pesada jugar el rol
para el cual no se siente capacitado.
"¡Yo no sé nada de política! ...los músicos tocan
y hacen discos, buenos o malos, reflejando o no a la
gente. Pero nunca hay que tratar de que eso tenga
otro rol. No entiendo mucho lo que está pasando ...
cuando la gente se pone tan loca conmigo, me digo:
'¿Cómo es posible que, porque un tipo haga cancio­
nes .. ·.?"' (Charly García, Clarin, 6 de marzo de
1983).
Sin embargo, dado que " . . .los partidos dejaron la
iniciativa política y la representación de demandas de la
sociedad civil en manos de otros actores... " 16' el rock
nacional no puede desembarazarse de su función extra­
musical y, a pesar de los pronósticos o deseos de sus líde­
res, sigue representando uno de los ámbitos privilegiados
de oposición al régimen militar, aún en pleno año
electoral.
"¡ Se va a acabar, la dictadura militar! Charly baila
al son del canto .. . 'Los desaparecidos, que digan
dónde están'. Charly se sienta al piano, los gritos
inundan el estadio. Mira al público, divertido. 'Can­
ten, canten. . .¿Quieren cantar eso? Cántenlo, está
perfecto... pero a:cá no va a haber nadie que les res­
ponda, seguramente. Así que vamos a seguir con la
música. Y lo que está desapareciendo, no va a desapa­
recer_ más. Y lo que está ahora, va a desaparecer,
obviamente'. Lo ovacionan. 'Tengamos fe en eso (Se
ríe y eleva un dedo admonitorio).Hay que votaaar...
110
Hay que votaaar . . . Habría que crear un partido
nuevo. . .' Mira a sus músicos socarronamente, la
gente comienza a corear: '¡Charly presidente!' 'No
sé, no sé...' Todos están de pie, aplaudiendo, a ritmo.
'¡Charly presidente! ¡Charly presidente!' " (Humor,
Crónica de Gloria Guerrero del recital de Obras Sani­
tarias, marzo de 1983).
Rock y política se mezclan en las apelaciones del
público. El "Charly presidente" es el cálido homenaje
que le tributa su público a uno de los líderes del movi­
miento que, en las épocas más negras de la dictadura,
"respaldó a la gente". Porque fue Charly quién los instó
a "no dejarse desanimar, no dejarse matar" o gritó con
ellos "no se banca más" o denunció que "el rey de espa­
das dice que los inocentes son los culpables" y eso los
jóvenes en el año de las elecciones, no lo olvidaron.
Además existe otro factor que contribuye tanto al
"clima electoral" en los recitales como a la persistencia
de la masividad de los mismos, aún habiéndose abierto
otros canales de expresión colectiva, y es el tradicional
"apoliticismo" del movimiento de rock nacional, tanto
en sus músicos como en su público.
Para gran parte del movimiento la opción es "el rock
o la política", pues los valores que sustenta el rock son
inhallables en las propuestas de los partidos tradiciona­
les. Existe un descreimiento de las palabras por parte
de un movimiento que siempre puso hincapié en los
hechos, y que, aunque parezca contradictorio, es tan
fanático como iconoclasta, donde sus líderes deben ren­
dir exámenes cotidianos de honestidad.
"Yo no veo, desde mi punto de vista, ningún candi­
dato que represente una alternativa humanista y revo­
lucionaria. . . Para mí la actitud más coherente a
asumir es que 'la ideología nuestra sigue siendo en
parte ser irreductibles, no utilitaristas, con un roman­
ticismo aguerrido, .lúcido ...para aportar pequeñas
dosis de belleza para la gente, para seguir mantenien­
do ese sentimiento de incorruptibilidad que podemos
ostentar. Y por ahí pasa la ideología del rock, su
- coherencia en el tiempo." (Luis Alberto Spinetta,
Pelo, octubre de 1983).
111
 Rock o política planteado como una opción de vida,
donde a la política no se le puede pedir la incorruptibili­
dad que se le exige al rock.Opción que no implica desen­
tenderse de la política, sino marcar su estrechez de miras
y que hace que un Spinetta se manifieste más de acuerdo
con las Madres de Plaza de Mayo que con cualquier pro­
puesta partidaria.
De esta manera enfrentaba el rock el acto electoral y
la apertura de canales participativos que abriría la demo­
cracia.Y también a partir de las banderas de incorrupti­
bilidad, se aprestaba a encarar la etapa que se avecinaba:
la de su paulatina pérdida de masividad.
2.5. El rock en democracia. (1984)
Con el arribo de la democracia, el rock no tiene muy
en claro qué propuesta asumir. Las opciones van desde la
planteada por Spinetta (seguir siendo el reducto de lo
incorruptible) hasta la vehiculizada por Los Abuelos de
la Nada: divertir.En el medio, las variantes son infinitas:
transformar al movimiento en algo más que un público
que asiste a recitales, creando "Centros de las buenas
ondas" que realicen acción comunitaria (Piero); seguir
jugando a la violencia contra el sistema (Pappo) o rein­
sertar al movimiento en el undergrounc;I, como única
alternativa de evitar la comercialización creciente (Mi­
guel Zavaleta).
Todas estas vertientes conviven en un año, 1984, que
claramente es de transición; y son intentos de respuesta
de un movimiento contestatario ante la apertura del es­
pacio democrático. Una vez desaparecido el régimen
militar que exacerbaba las características del "sistema"
que el rock siempre criticó, sigue quedando el sistema.
La falta de una propuesta unitaria hace aparecer a los
ojos de los integrantes del movimiento esta etapa como
crítica. Los intentos renovadores de los "viejos" líderes
muchas veces son incomprendidos, y el período se carac­
teriza por la caída de varios ídolos sin el surgimiento de
otros que los reemplacen.
"Creo que existe demasiado drama en el rock.
Pienso que hay que devolverle al rock la cuota de es-
112
paicimiento '·que antes tenía. Sería bueno que el
rock inéitara a algo, a bailar, a cantar y no sólo a
compadecerse de los pobres que sufren en este país."
(Charly García, Pelo_, julio 1983).
La propuesta "divertida" es casi un insulto para los
militantes más lúcidos del movimiento, y con ella pierde
popularidad el otrora número uno: Charly García,
al que, por su trayectoria, no se le acepta lo que sí
se acepta en el conjunto más popular del año: Los
Abuelos.
,
"Charly ahora esta en 1a f'acil." (Rub'en).17
"Charly García es un chanta. . .Es un tipo que
levantó a mi generación cantando en contra de la
grasa de las capitales y que no había que transar con
todo eso. Y ahora está totalmente en la grasa...Se
vendió totalmente. . . transó en las letras y en las
músicas, en su forma de actuar.Transó porque ahora
está haciendo la fácil, no se juega ...En Serú terminó
todo para Charly." (Roberto y Ricardo). 18
Decir que Charly "se fue a lo comercial", '.'hace la
fácil", es decir, con otras palabras que se "vendió",
"transó" con el sistema, ese eterno adversario del rock
nacional. Es exigirle que vuelva a ser el cronista lúcido
de su época. Es recordarle que la lucha contra el sistema
no termina con la llegada de la democracia.
Pero la crisis del rock nacional no se reduce al des­
creimiento acerca de Charly, sino que se extiende a
otros cultores, sobre todo a aquellos que habían cumpli­
do una función más contestataria durante el Proceso,
como es el caso de Miguel Cantilo.Funciones suspendi­
das merma en la concurrencia a los recitales y críticas
a algunas actitudes asumidas son algunos emergentes
de tal fenómeno.
Si esto es lo que ocurre en el rock ligado a la balada,
en el heavy sucede algo similar.Pappo, el otrora gran
pope de la vertiente pesada, ve peligrar su reinado en
medio del caos en que se ha convertido el heavy metal.
Cual aprendiz de hechicero, Pappo es desbordado por
su propia propuesta de violencia y sUs seguidüres no sólo
rompen butacas, autos y estadios, sino que comienzan
113
 tambié1:- a destrozar la propia infraestructura del músico·
esc��ano, luces, equipos, etc., ante un pedido de Papp�
_
de • • • deJar las cadenas de lado". Es de esta forma
corno_ responden a su intento de aggiomar la propuesta
a la vida democrática que se abre.
Es que �ara los sectores más postergados (el grueso
de los seguidores de Pappo), la democracia no significó
_
un brusco cambio en su situación social, corno así tam­
poco en sus experiencias de violencia cotidiana.
"Ahora también hay mucha cana, casi lo mismo
q1:e antes. ¡Qué democracia ni democracia! Si es lo
mismo. . . para mí es lo mismo, aunque antes era
mucho_ más: te veían y te paraban, te pedían docu­
mentos y ahora te marcan. Siempre te van a marcar.
Pero no te piden tanto documerito corno antes."
_
(Felipe, obrero de la construcción, admirador de
Pappo, 24 años).
, De ahí, tal vez, el desfasaje que se produce entre la pro­
puesta de Papp� "!. las vivencias del público, y que
.
dete:mma en def1mtiva, la pérdida de carisma por parte
del hder.
Es que �a c�_sis es en verdad profunda, y se manifiesta
por la declmac10n del principal circuito de comunicación
que posee el movimiento: el recital, ya que si por un
lado no hay propuestas claras por parte del músico
t�m�oco hay_ requerimientos concretos por parte del
publico. Habiendo desaparecido su carácter de ámbito
de oposición a la dictadura, el recital se transforma en
un_
evento musical, y como tal pierde las características
ntu_al_es que lo caracterizaban. Ya no resignifican la
pohtica, y todavía no queda claro qué van a significar.
"Ahora se suscita una suerte de farnelisrno. Tene­
rnos famélicos es�erando realmente la música y el
P?ema. Van al recital y ven que es un número conven­
c10nal como el que podría hacer cualquiera de- los
artistas rutinarios de otros géneros. Pero no es atribui­
ble ª los músicos. Ellos no son organizadores sociales.
.
El c�c_ uito está como quebrado y ellós dependen
tamb1en de una especie de realimentación que debe
114
darle el público juvenil que está en una especie de
paroxismo de la desorientación." (Miguel Grinberg,
Tiempo Argentino, 7 de octubre de 1984).
Porque lo que está en el tapete, es qué función va a
cumplir el rock nacional (tanto músicos corno seguido­
res), en la construcción de la democracia.
Algunas ideas ya han sido esbozadas.
La variante "divertista" fue la más ensayada en el
'84, y parece haber dejado un gusto amargo después de
haberla probado. La democracia en la Argentina no viene
ligada precisamente a la alegría.
"Ahora se acabó la ilusión y volvemos a enfren­
tarnos con una realidad inuy dura. De mitad del 82
en_ adelante se empezó a_vivir un desate, era 'pasémos­
la bien'. Se perdió un código estético ... Ahora eso
se está acabando y regresamos a la armonía y las
buenas letras. Corno que el rock tiene que volver a
tornar un tipo de público que lo siga por la calidad
de lo que ofrece y por la actitud ante la vida." (Mi­
guel Zavaleta, Twist y gritos, agosto de 1984).
La propuesta de Zavaleta es la vuelta a lo underground
como única posibilidad de "zafar" de lo comercial. El
recital pequeño, donde existe ese contacto directo con
el público que se perqió con la rnasividad, es la posibili­
dad de volver a poner en funcionamiento la comunica­
ción' que es la piedra angular del movimiento. Porque
mientras un Obras es para testear una propuesta, un
"pub" es.para construirla.
"Cuando el rock era marginal veía que la gente
a es
entendía perfectamente lo que yo hacía. Ahor
con­
otro público, que antes consumía Safari y ahora
a ellos,
sume rock. Bueno, yo les doy lo mejor de mí
sa
pero no sé si les puedo tirar la mejor de mis onda un
Las veces que lo hice . . .fue
esos públicos masiv os.
agosto
poco difícil." (Miguel Zavaleta, T y Gritos,,
1984).
o
Sólo a partir de la relación estrecha con el públic
verdadero
que puede llegar a entender una propuesta (el
115
 p�b�co de rock), es posible el reciclaje que precisan los
mus1cos para construirla y el circuito de los pubs parece
ser la vía que han encontrado los grupos underground
para vehiculizarla.
"La única que tiene un artista para zafar es ir a un
bar a tocar.El movimiento se mantiene en 2 ó 3 gru­
pos que no los escucha nadie.Nosotros no pudimos
tocar en el recital de los lagos (diciembre de 1984)
por �ue no estamos en ninguna agencia, no tenemos
papa, ¡somos un grupo que tocamos hace un año!"
(Sergio, guitarrista de Errehache, 22 años).
Otra propuesta es la esbozada por Spinetta.
". . .uno de los problemas máximos que tiene la
gente en este momento es la falta de fe, y a la fe no la
l �vantás describiendo una vez más el genocidio argen­
tmo de los últimos años.La levantás hablándole del
sueño que todavía tiene posibilidad de elaborar para
creer".(Luis Alberto Spinetta, Pelo, octubre de 1983).
"Estaba el tiempo para cantar por la libertad
sobre lo que había pasado y no conocíamos.Ahora el
rol de los cantantes en la democracia, debe ser cantar­
le ... �acer sentir a la juventud que los escuchan, qué
es la libertad ahora.Hay que cantar sobre el cambio
sobre el futuro. Seguir reflejando siempre lo que no�
pasa, pero ahora hay que demarcar un poco más el
futuro, que se ve un poco mejor." (Jorge' cadete'
22 años).
El cambio en la temática de las canciones se plantea
como absolutamente necesario.Y Spinetta, que durante
la dictadura describió (sin dejar de hacer poesía) el geno­
cidio en canciones como "Maribel" o "Resumen porte­
ño", ahora propone "aportar esa dósis de belleza para la
gente, para seguir manteniendo ese sentimiento de inco­
rruptibilidad que podemos ostentar."
· Que la gente siga creyendo en el rock por su coheren­
cia, por su honestidad, es la propuesta de Spinetta, para
la cual lo subterráneo o lo masivo no tiene relevancia· '
forma parte de otra discusión.
Esa coherencia y esa honestidad es la que quiere utili­
zar Piero para transformar al rock en algo más que un
116
movimiento de opm1on dentro de la democracia. Su
propuesta es crear "Centros de las Buenas Ondas" para
realizar acción comunitaria.
Y los chicos que durante la dictadura cantaban a voz
en cuello el "Se va a acabar..." cuando Piero entonaba
"Coplas de mi país" o "Para el pueblo lo que es del
pueblo", ahora nucleados en más de 120 centros en
todo el país, hacen recreación en hospitales y orfana­
tos, llevan alimentos a ollas populares, enseñan a leer y
escribir a chicos abandonados, juntan libros y los donan
a escuelas rurales, recolectan ropa para diversas iglesias,
reconstruyen escuelas, etc.
Además, con el aporte de todos los centros, y a partir
de las recaudaciones de los recitales de Piero, ya se han
construido más de 1O escuelas.
"La edad promedio está entre los 14 y 23 años, y
hay más chicas que varones, según Paula...porque la
mujer es más sensible al dolor y sufrimiento del pró­
jimo, además de conmoverse más con Piero...lo que
te raya es la histeria de fans en los recitales, gente que
idolatra a un figurín que está sobre el escenario, y no
quiere meterse a !aburar con un ser humano." (Canta­
rock, diciembre de 1984).
Cambiar de ser meramente un público a ser un actor
comunitario es la consigna, una más de las formas
válidas de recrear el circuito de interacción entre los
diversos miembros del movimiento (y entre el rock y la
sociedad), que en épocas de dictadura se centra en el
recital.
No es casual que las tres propuestas para enfrentar la
crisis que hemos planteado sean las más reconocidas por
el público.
Mientras a principios de diciembre, entre dos festiva­
les con innumerables números artísticos (el de Los Lagos
y el de la Libertad) sólo lograron reunir algo más de
ocho mil personas, Piero debe añadir 6 funciones más a
las cuatro inicialmente proyectadas cuando se despide
del grupo Prema.
Por otra parte, en pleno período iconoclasta, donde
ruedan las cabezas de los principales líderes del movi­
miento, y la división de gustos musicales parece exten-
117
 �erse �asta el infinito, Spinetta agiganta su
mcue stionable. · · im, •agen de
Sin embargo, a partir de fine s de 1977 el proceso
Por último, el circuito de los pubs militar y su proyecto de redefinición de los actores socia­
a pleno como sostén de la infinidad está funcionando les parece ganarle la batalla al movimiento ju venil, que
ground qu_e �� surgido e n los últim de grupos under­ vi ve su época más oscura: de saparecen práctic amente
os años.
, �n defmiti va, son formas distintas, pero igualmente
validas
todos los recitale s, los principale s músicos se van del
_P�a rescatar y recrear en de mocracia, ese· "instin­
to de vida
país, y sólo se mantie ne como soporte de la identidad la
que es el rock. principal re vista de rock, Expreso Imaginario, y el ámbi­
to de las reunione s de amigos. La ju ventud, como el
3. Lós efectos de la crisis sobre los acto resto de la socie dad, parece priv atizarse y cuando hace su
res.
aparición en el ámbito de lo público, parece se guir las
�l proyecto autoritario inaugurado en 1976 re pautas que el poder quiere imponer.
un mt_ento muy profundo de quebrar alizó
Si esto era lo que pasaba a ni vel de las expresíones
col�cti vas c�mo solidaridades, basándo tanto identidades
culturales, a ni ve l de la e structura económica, la imposi­
logi� �e miedo y represión. En esas se en una metodo­ ción de la lógica del mercado trae aparejada todo un pro­
circunstancias el
n_iovimie nto ju venil ve desaparecer todos aquellos coÍec­ ceso de desindustrialización que, c on el tiempo, acarrea
ti vos que otrora lo representaban: ju ve una situación de aguda pérdida_ de las posib ilidades de
estruc_tl::ªs sindicale s, centros de estu ntudes políticas trabajos asalariados. Uno de los sectores más perjudica­
e xposicion al le alismo
diantes, etc. y s�
� del poder apar dos por esta política económic a son, justamente, los
que �a de c:ialqme r otro actor social, en ece como mayor jóvenes, en la medida e n que la industria era uno de los
e s a el a quien a dir i
la medida en que
� � �? el grueso de la represión. principales medios de integración ocupacional de las
Y com o la Impo icion del mecanismo nuevas camadas de los sectores populares, y los trabajos
del merca�� trae si�empre aparejada una autoregulador asalariados de la clase media.
. situación de
desmtegrac10n n��a�iva, 1 juventud El grueso de esta población que quiere insertarse en el
c r�a o rec rear prmc ipios
� se esfuerza por
� de mte gración n mercado lab oral asalariado y no puede hacerlo , engrosa
(distmtos a los qu� ofrece el mercado) o contractuales las filas de los cuenta propia y de los desocupados.
de val�res compartidos que funcionen que la provean Si a esto se le suma otra serie de reivindicaciones que
to_ de identidad, en un momento de a modo de susten­ hacen esencialmente a los jóvene s, producto de ciertas
máximo cuestiona­
miento como estrato etario. políticas adoptadas por la dictadura militar (militariza­
�te la imp�sibilidad de reflotar algu ción y agudo descenso de c alidad de la educ ación secun­
n�. z �c10nes aglu!m tes clásicas (juventud na de sus orga­ daria, reducción drástica de los cupos universitarios,
VImie nto e studiant� es políticas, mo­
il ) porque son equiparadas arancelamie nto de los estudios t erciarios, etc.) se t ermina
_
tares � enemigo que se quiere aniquilar por los mili­
, amp lios sectore s de conformar un cuadro rei vindicativo que no encuentra
de la Juventud argentina conforman c om e xpre sión pública por la cerrazón de los canales tradicio­
· o am' b't
i o de sos-
t'en d� i·dentid ad, a un movimiento musical nales de expresión del sector: partidos políticos y sus
tradi.cion -
de enfrentamie nto al sistema, que con una juventudes, centro s de estudiantes, sindicatos, etc.
convertirse en v astamente con vocante. torna a
El movimie nto de rock nacional hace nuevamente
�s un !11te, nto de co nstitución del "nosotros" e su aparición como repre sentante de amplios se ctores
periodo historic o donde toda acción colect1·v a, y pa n un juve nile s a partir de 1980 en que vuelve en forma masi va
larmente 1a Juve · ru-1, es cuestionada . rt·icu-
aco mpañado de contenidos fuertemente contestatarios.
.� : os e citales masi vos del p eríodo 76/77 son el ámb Ya deja de ser aquel ámbito de seguridad y paz que res­
p nvil�giado de sociabilidad-solidaridad de los ac tore ito cata la solidaridad menguada, para convertirse en un
Juvemles del perío do. s ámbito cuestio nador de la política gubernamental y sus
118 efecto s para con lo s jóvenes.

119
 particular, que n? �os
Aquellos intérpretes que funcion an como lídere s y frente a un si stema autorita rio en p ra los genoc1d1o s
de jóvenes de clase s medias (Charly, Luis Alberto Spine­ ti ene may orme nte en cuen t a , sa lv o �
rr de Mal vma ).
tta, Raúl P o rchetto, etc.) denuncian mediante sus letras (guerra antisubversiv a y gue a s

1� situación que viven sus repre sentados, y los luga res de

encuentro, juegan, además de como o posición a l a dicta­
la crisis
dura milita r, co mo restitución del grupo primario, 4. Posición del movimiento frente a
a rm ado en t orno a relaci one s afectivas y valores e idea les
co a los valo es
co mpartidos. Recrean, de alguna manera, lo que signifi­ En razón de su cuestionamiento genérie rock se u�:1 a
, l mov imie nt d �
caro n los recitale s en el 7 6/77, a partir de una revalo ri­ de toda una cultur _
a e o

z ación de la ide ología rock era inicial: la libertad la paz p s más d el ante respecto de cual
qmer cns1s.
siem pre un a o a
"crítico" no es una
el amor, etc., muy ligada a posturas comunita rias, qu; En efecto, lo que él detecta como
l form as, los :alores, l os
proponen la vuelta a v alores tales como l a ayud a mutua, coyuntura determinada, sino as
un civil iz ción pla netari a contem-
l a cooperación, la s olida ridad, el respeto por l a na turale­ a rquetip os de tod a a a
z a, el con ocimiento interior, etc. poránea. .
de gobier no �so_bre
En ca mbio, en los recitales de los músicos que son No obst ante, determina dos tipos
as caracte�1 st1c'.15
seguidos p or jóvene s de los sectores populares, el rock tod o los autorit arios) exacerban ciert cultura Juve nil,
pesado (Pa ppo, Riff, V 8, 'Blo que, etc.), el c omporta­ centraimente cues ti o nad as p o r dich a
pun tual es de una cu es­
miento asume características de violencia dir ecta hacia el co nvirtiéndose en co ntradictores
si,stem a. Es de h acer n o ta r que los pro blemas que a queja n tión inicialmente muc ho má s gen eral.
•.
a uno y o tro sector so n b ast ante distintos, tan distinto
os) tiene� l os
como no ten er cupo en la universida d a no tener traba jo. " ...todos los que t e rodea n (adult
y lo peor e qu e lo qmeren
En el caso de este tipo de música y de públic o, existe o jos cerrados a l a vida ,
s
d ve las
un acuerdo entre el líd er-músico y el grupo para practi­ m eter a uno en el asun t o , y un o a e s t a
,,eda olfo,
m n. (R od
ca r la vi olencia , y la misma se ejerce simbólica mente cosas como deberían ser, no co o so

, Exp reso Ima gina rio, octu bre

haci a lo que representa el enemigo, el sistema : las in stala­ Correo de Lector es
cione s del club, los coch es estacio nad os afuera, una per­ 1977).
sona bie n vestida que pasa por l os aledaños, etc.
rte de su propia
La "legión" como se llaman a sí mismos los "fans " Lo que e stá en crisi s par a el j oven (apa s alida de la
del máximo cultor del rock pe_sado, Pappo, lo siguen c asi dese struc tur c n la
personalidad que se a o

como a un líder carismático, pero en esto no se diferen­ tod ví n adqu iere u :1-a nuev a e structura­
inf a nci a, per o a a o
ad que los _m a yo­
cia n de los seguid ore s de los o tros músicos que también ción a partir de la adultez) es l a socied
terminan si end o c onformados como líderes carismátic os. res le h an proclamado como válida, pue s "...nmguna
_ . valores º:1­
Aquí, la relación tan propuesta en socio logía entre sociedad... co mete el suicid i o de tr a n s mitir � ,
, que rec1� º
líderes ca rismáticos y masas cultura lmente desa rraigadas, tra rios a su existencia . Pero l a juventud que nac1:0,
de
merecería reverse, en primer lug ar, po rque parece exten­ pasivamente un sistema de valore s des ,,o n y de los
ac1
derse a secto res mucho más amplios que los de sarra iga­ co mienz a a observar a partir de su educ s entre esos
que dqui rió c ntrad icci o ne
dos, y en s egundo luga r porque no puede caracterizarse co nocimient os a o
dos...Y esto
como desa rra igados a jóvenes hijos de inmigrante s valo re s declarados y' ·l os rea lmente pro fe"sa 19
en tic d e 1 ª .
Ju v entud
intern os (tale s co mo los seguido re s de Pa ppo) que vivie­ v a a dar pie a las as
, : "careta,, en
ron toda :su vida en el medi o urb ano. Aparece la car acteriz acion de sociedad .
a sociedad (o
Más bien ha brí a que preguntarse si las condiciones de l a terminología del movimiento :. a quell
iduos) que
desarraig o no están ligadas a l sentimi ento de externaliz a­ persona , po rque también se aplic a a indiv
que v rd deram ente no e s.
ción que si enten los jóvenes ante la s ociedad en general, a paren t a se r lo e a
121
120
 �a:�
"En el 79 1 e ·
todos los p aí�e t �; �!fª era un país ca re ta, como 5. Visualización de sus opositores y campo del conflicto
Era el país de la revista G�nct�ar�:d �� r�p\e sión.
i� : tas, el país del je t-se t, �1 país de qu::��oº! d
l
s tis 5.1. Valores en confli:;to
d , e 1 ap arentar, de acá st!
había gente que se moría dep ara afuera . pero ad�n'.ro El rock pone en tela de juicio una manera de concebir
ham bre. · · En los d1anos
no haY n1· ª sola noticia el mundo, propia de los adultos: la conc;epción realista.
(R o b e rto ) .fl política.Todo fútbol • .. "
Par a la juventud que tiende a orientarse por compor­
tamientos fundamen talistas anclados en valores; e l "realis­
Esa socie dad "careta" , mo" de los adultos, su comportamiento p ragmático, e s
mostrar y oculta el re sto ? ue m uestra solo lo que quiere sinónimo de hipocresía . Y esto ocurre así, porque gran
ce ) es la que de nunc1a· elpero �ue_ todo el m undo cono- parte de los valore s sustentados por los jóven es provie­
..1
t·ene su exp re sión 1e trística movllll1ento de rock y q
' �e nen de la socialización de que son obje to por parte de
en e l tema de Ch
La grasa de las c apitale s". arly Garcia sus mayore s, entonce s su denuncia e stá dirigida contra
La contraposición que a la incoherencia e ntre los valore s afirmados por la socie­
ideale s de la juve ntu d Y la f::;�: e�_el �ema e s entre los dad adulta, y su práctica social.
ción es a seguir manteniend d act�ca, Y la e xhort
lo falso de la socie dad
o aqueli os Y n� transar" a­ "Es la rebe ldía a un 'toco' de cosas que e stán mal."
, que " se banca mas" · con
Y esto es así p ue " · no · (Fabio, e stu diante ,20 años).
gener almente �or �o� n;_:ent:�as la ju ventud se orienta "El rock está en contra de todo lo que dañe la vi­
que están anclados en am1e tos fundamentalis
Pvº � tas da." (Fernando, empleado,25 años).
actuar de acuerdo con co a1ore s, ?s adultos tienden a
m p� r tam1entos pragmático
La juventud · · · cuan do nc1 s. .. Cu ando los valore s prescrip tos por la sociedad adulta
chas vece s en términos' dco e
be la po lít ica
· lo hace mu- son tra icionados por e lla misma , pero se intenta mante­
acom odación...de la b v �1 ores. y el problema de la ner la aparie ncia de le galidad y normalidad, los jóvenes
calificados generalm en:sque a de una transacción, son percib en e sto como "mentira", "hip ocre sía", "false dad."
En ton.ces' ahí e st'a enm con palabras mu y gr ue
e

entre Juventud
arcado el J·uego caracte , sas . · El movimiento de rock acuñó un término para de signar
Y vida ad lt ,,21 nstico a la hipocre sía: la "care ta". Ser "care ta" e s aparentar lo
Ideale s vs. "transa" e � e que no se e s.
y e l movimie nto de rock· f"dilema q1:1� plantea n Charly Ade más de aquellos valore s que recibieron du rante
sición. entre jóvenes y como exp re s10n de la contrapo- su proce so de socialización, -sean o no re spe tados por
adquiere particul ar signi mundo adulto·, y. este dilema los adultos-, los jóvene s de cada gene ración crean y sos­
rio como el arge_nt·mo ficacióq
n en un reg11U en au torita-
ue ocultaba , tra tiene n nuevos valores, "...las enormes transformaciones
30 000 s la "careta"'
. .
tiv
desaparec1dos, achicamie nto
. del ap arato produc- en el sentido de u na gran u rba nización, motivaron
o, desocupación deser 10 -entre otras causas- una limitación muy fuerte de la
damiento externo' ' e tc., e� , �scoIar, un abultado endeu­ capacida d de socialización de l a generación pasada. Hoy,
más". c. so era lo que "no se
banca los jóvene s tienden a formarse más entre sus pare s que a
En dicie mb, re de 1980 , 60 000 , través de las generacione s adu ltas." 22
· Jov
. ene s en La R ural
frente a las camaras de AT , C gn·ta ban a coro que ellos En e l marco de las comple jas socie dade s. modernas, l a
tampoco se lo bancab an mas. ju ventud cumple la función de p rop ugna r nuevos valore s
experimenta le s, que la socie dad aún no puede adoptar.
En e ste sentido, ciertas prácticas juvenile s anticipan com­
port amie ntos que lu ego se generalizarán en e l conjunto
122
21 3
 del cuerpo social, pero que son transitoriamente revulsi­
vos para el mismo.
Allí es donde aparece el conflicto por la ruptura de
límites que el sistema, por el momento, no está dispues­
to a franquear.
"El rock está contra la sociedad que impone la
gente mayor." (Carlos, 19 años, estudiante).
"Vamos en contra de lo establecido. .." (Augusto,
estudiante, 17 años).
Estar contra la sociedad impuesta y lo establecido, es
plantear que existen otros valores para imponer y esta­
blecer (los propios).
Con respecto a la actitud de la sociedad frente a las
propuestas y nuevas conductas de los jóvenes, éstos sue­
len denunciar su "incomprensión", "rigidez", "prejui­
cio", "moralina", "represión", "arbitrariedad", etc.
La existencia de dos proyectos contrapuestos (el del
mundo adulto y el juvenil), queda expresada en una
serie de pares opuestos: violencia-paz (o violencia más vio­
lencia en el caso del heavy); materialismo-espiritualidad;
individualismo-comunidad; codicia-desinterés; rutina­
innovación; interés-amor; alienación-creación; realismo­
fantasía; lo prefabricado-lo natural; lo superfluo-lo
profundo; autoritarismo-libertad, etc.
De esta manera la actitud contestataria del rock se
establece frente a un sistema social caracterizado como
hipócrita, represivo, violento, materialista, individualista,
rutinario, alienado, superfluo y autoritario.
5.2. El campo de lucha
Como resulta evidente, el adversario es gigantesco,
casi inabarcable.
Pero además, es un enemigo que no tiene existencia
propia, sino que se alimenta del aliento de los seres hu­
manos que le prestan su ser, su vitalidad, su vida misma.
Es inhumano, pero a la vez no. tiene entidad real más.. allá
de los seres humanos.
Contra un enemigo de semejantes características, tan
124
sutil' sO, lo es posible luchar con el arma de. la . contra-
cultura, de la denuncia, de la toma d e conc�encm, de 1a
gener ación -de consenso respecto de la propia propuesta
alternativa.
Por lo tanto la batalla se da en el campo de la cultu�a.
El lanteo del movimiento es dar un salto esencial
desde fa chatura y la resignación hacia la utopía y la lu-
ch a Por un mundo mejor. Y por estar .
compuesto por
·, enes ' sabe que es atributo de los mismos comb'mar 1a
JOV
cap.1cidad de crítica descarnada hacia . e 1 sis tema Y 1a
. . s.
i.i,spiración y la fuerza �ara ofrecer altern� tiva _
Por eso el rock nacional da la lucha , abnendo men­
tes" ("cucas" en la propia jerga), transform�do a la
gente joven, resocializándolos a través de mensaJes vera­
ces sobre su propia realidad.
"Yo pienso que hay un límite de edad para abrirle
ia cábeza a alguien. Y acá se hace muy corto ese
límite, porque a los 24 ó 25 años te cortan todo ..."
(Marcelo, guitarrista de Dr.Jekill).
5.3. El autoritarismo: La crisis dentro de la crisis
Si ésta es la caracterización que se hace del mundo
adulto en general, la existencia de regímenes dictatoria­
les exacerba algunos de estos comportamientos cuestio­
nados, y las apelaciones que los definen, pas�n- a mono­
polizar el discurso de los jóve_nes y el mov1m1ento, en
detrimento (bien que temporano) �e los restantes.
Es así como la violencia, la represión y el autoritaris­
mo (o sus contracaras, la paz y la libertad), pasan a ser
las banderas fundamentales que levanta el rock durante
el Proceso.
Es en este sentido que decimos que el conflicto que
lleva adelante el movimiento no es respuesta a _una
coyuntura en particular (un gobierno militar, por eJem­
plo), sino a toda una concepción de la vida que se podría
identificar con el mundo adulto. ., .
No es por lo tanto casual que los Jovenes liguen la
dictadura a los adultos en general, al mismo tiempo que
establecen su clara oposición a la misma.
125
 . .", que no habla
co permite apelación el: "paredón . o no.
"El país ha quedado sin dinero. Los capitales fue­ nale , natu rales
ni de juicios, ni de tribu �
o no es solo
ron expatriados...hasta transformar a esta nación... Esta característica tan taJante del reclam
en la más dependiente y endeudada del planeta. ¿Qué situac ión de coyun tura que le toca enfren­
prºdueto de la .
hiciste por ello, papá? ... cada hijo debe convertirse al movim iento, sino que perten ece a su misma const·1-
tar
en un inquisidor de su padre.Porque si el gobierno de
tu� oo� hl ; esp1-
facto entrega a los políticos un país desvastado, tam­ Pedir la paz durante el desarrollo de una guerra en el
bién nuestros abuelos y nuestros padres nos entregan en la era del consu mismo ; solida ridad
un pedazo de historia muy dudosa en la que todos n·tualidad . . ner e1
comportamiento de una sociedad que quiere rmp�
son cómplices por haber hecho o por haber dejado alismo ; respet o por la natura leza a un sistema
· dividu
hacer... Ante los ojos de sus hijos, cada padre asumi­ de. su
�dustrial que hace de su destrucción 1� base o
rá su responsabilidad frente a todo este bochorno... mient o, etc., son reclam os en igual sentid
::únciona
y. . . los jóvenes estaremos en condiciones de exigir inapelables. .
un 'mea culpa' de. . . esta sociedad acartonada y Además es pedir todo esto en el seno de la propia
vetusta... ahora que sus exponentes autoritarios van sociedad �o practicarlo aisladamente al estilo hippie.
envejeciendo y les cuesta un poco más mantenernos
No es d�cir: "nosotros podemos hacerlo", es exigir que
la mirada fija." (Miguel Cantilo, Primera Plana, abril
el sistema lo haga.
1983).
". .. la gente se prestó al juego e hizo mierda el "Hay dos ondas dentro del rock: los que se va� �
país y también los militares con toda la gente prendi­ vivir a una comunidad y hacen una onda superespm­
da..." (Carlos, estudiante, 19 años). tual y los que empiezan a meter, a meter con sus ideas
y empiezan a cambiar la sociedad desde dentro."
Y es justamente la plena convicción del adolescente 23
(Rubén).
que creció durante el Proceso y del movimiento que lo
representa, de no ser en medida alguna responsable del
desastre, lo que le da argumentos sólidos, por un lado, y S.4. El enemigo dentro del movimiento
ánimo por el otro, para enfrentar a la represión. Es por
un
ésto que el primer lugar público en donde se entonan El movimiento de r�ck en Argentina reconoce la
l, que tal vez tiene su origen en
consignas antigubernamentales y se apela al Proceso temor fundaciona _
es a mvel
como "dictadura" es un recital de rock nacional. suerte que corrieron otros movimientos jóven
o "rever­
Este fenómeno se hace aún más patente cuando se internacional de ser "copado", "capitalizado", una
ilidad es vivida como
descubre el engaño de Malvinas, y los partidos políticos tido" por el ;istema.Esta posib ente
es están altam
que apoyan a los militares en la "gesta", se encuentran
sin sustento ético para encabezar la ofensiva contra el
amenaza perm anent e, y los jóven
sensibilizados frente a ella. Dos términos acuña la acti­
dos en �!
régimen. Es allí, donde el movimiento de rock nacignal, del movi mien to, son clave s para enten der
interior
es: "tran-
que habfa crganizado el único acto de masas en favor de tud radical e innegociable frente a ciertos valor
la paz (no 0ostante su inicial carácter difuso), se convier­ sar" y "zafa r".
sistema,
te en el ámbito aglutinador, junto con otros movimien­ "Transar" es entrar en transacciones con el
tos sociales, de la acción opositora. por ejemp lo 'comer cializando la músic a, aband ona �?º los
r" es su opues to, es zafar­
Y las consignas cantadas no permiten margen alguno valores originarios, etc. "Zafa
de negociación con el sistema: el "se va a acabar. .." a, escap ar a él de cual � uier mane ra.
se" del sistem s de
es inapelable y no hace ni a plazos electorales, ni a polí­ Cuando los jóvenes ·detectan actitudes sospechos� _
ticas económicas (propias del "realismo" de los adultos), surge n come ntario s como : "ahor a hace mus1c a
"transa",
sino a la subsistencia toda de un régimen.Como tampo- 127
126
 comercial", "se vendió", "hace la fácil", "ahora es un
cheto", etc.
La incorruptibilidad es exigida de los miembros que
lo forman, en particular de sus líderes.
¿ Y cuáles son los criterios que se utilizan para deter­
minar si un músico transó o no? Básicamente el que
ya no represente las necesidades de su auditorio, y se
entrevea, en cambio, una búsqueda comercial.
Más allá de la existencia de ciertos datos o signos
evidentes de este tipo de comportamiento por parte del
músico, habría que pensar si muchas de las acusaciones
de "transa" no están ligadas a cuestiones que hacen más
a los adolescentes y jóvenes que las lanzan que a los
músicos que las reciben.
Tal vez se podría pensar que algunas de dichas recri­
minaciones pueden tener su origen en la reconstrucción
mítica que cada miembro y subgrupo del mundp del
rock hace de lo que fue su momento de entrada o de
iniciación en el movimiento.
Curiosamente, casi todos nuestros entrevistados, por
un lado, y la mayoría de los lectores de revistas rockeras
que escribían a la sección correo, por el otro hacen coin­
cidir el momento de mayor autenticidad del movimiento
(descontando los "intocables orígenes"), con el-momen­
to en que ellos mismos fueron socializados en la cultura
del rock. Hay un "antes" y un "después", un "paraíso
perdido", en donde, aparentemente, todo tiempo pasado
fue mejor.
Este cruce entre el ciclo de vida personal y la historia
del movimiento parece marcar un punto clave, y ese
hito se convierte (tal vez en forma inconciente) en el
discriminador del antes y después míticos.
Generalmente coinciden la adolescencia y la entrada
en el mundo del rock. El sesgo etario se hace muy nota­
ble en los testimonios. No obstante, es posible encontrar
desfasajes producidos por arribos tardíos a la cultura
del movimiento debidos, en la mayoría de los casos, a
coyunturas muy traumáticas para el país y la juventud
en particular (el golpe del 76, por ejemplo, que acerca
al srno del movimiento a jóvenes que ya han pasado la
adolescencia).
Por lo tanto, para los "pioneros" (que actualmente
tienen alrededor de 35 años) la etapa de oro del Rock se
128
ubica en los inicios (Morís, Almendra, Manal, etc.). Lue­
go el movimiento perdió contenidos.
Para los que actualmente tienen cerca de 27 años,
además de reconocer la pureza de los inicios, y según.
cual sea su preferencia (el rock pesado o el rock nacio­
nal), el verdadero movimiento llegó hasta la Pesada del
Rock & Roll, Pescado Rabioso o Sui Géneris, después
se comercializó.
Aquellos entrevistados que pasaron su adolescencia en
la primer época del Proceso, o que teniendo más edad
descubrieron el rock debido a la función que cumplió
como soporte de identidad durante aquellos años, la
división pasa por antes y después de 1976/77.
Para llegar por fin a chicos que hoy tienen 17 ó 18
años, que marcan la divisoria de aguas antes y después
de Malvin as.
Tal vez la percepción de hasta donde llegó el "idealis­
mo" del movimiento esté ligada al momento en que ellos
mismos, por su etapa de vida, se acercaban a una concep­
ción igualmente idealista, regida por valores absolutos,
pureza de principios, etc., y es posible que en parte
proy1�cten su desencanto posterior al conjunto del
movimiento.
Este tema es pertinente, dado que los músicos de rock
han dado muestras bastante elocuentes de querer "zafar"
del sistema, de no llegar a aburguesarse.
Es una constante en el rock nacional que los conjun­
tos se disuelvan en su momento de mayor éxito, siendo
excepciones los casos de aquellos que lo hicieron en su
decadencia.
Los músicos más relevantes siempré han privilegiado
su crecimiento creativo a los dictados del éxito económi­
co. Paradójicamente, este tipo de accionar los lleva a
crear nuevos conjuntos que se transforman en exitosos
(en mayor o menor lapso de tiempo), pues generalmente
el cambio de su estilo de composición se corresponde
con la detección de nuevas necesidades que están emer­
giendo en su público.
Este fenómeno es un constante ir y venir entre el
público y el músico que hace a su crecimiento conjunto.
Este tipo de conductas, en función de valores que son
innegociables, como el respeto por la propia creatividad
independientemente del rédito económico, son muy
129
 típicas en los �úsicos de rock, y ejemplifican el signifi­
cado del término '·'zafar".
No se quiere decir con esto que todos los músicos del
movi¡niento "zafaron", ya que en muchos ca.sos no es
así, Y el sistema penetra en el rock produciendo la sepa­
ración entre el público y el intérprete.
Generalmente se acusa al dinero que (supuesta o
realmente) gana el intérprete, de provocar tal escisión.
Y el dinero aparece, la mayoría de las veces, de la mano
de un productor.
Quedan así delineados causa y agente. De esta mane­
ra, el representante artístico queda conformado como el
quintacolumnista del establishment dentro del rock.
Es el que hace dinero con la música, los ideales y la poe­
s�a del movimiento. La utopía de sus integrantes parece­
na ser lograr la inexistencia de intermediaciones entre
los músicos y el público, en la idea de que músicos y
público conforman el movimiento. Todo lo demás son
intromisiones, y esas intromisiones son el sistema.
Lo "comercial" es la apelación más generalizada para
identificar la contaminación en· el rock. Y si bien se
refiere genéricamente a una actitud ante la vida, alejada
del espiritualismo que plantea el rock, hace hincapié en
lo específicamente musical: la música comercial.
Y ésto tiene que ver con la historia mítica del movi­
miento y la obtención de su primer victoria. El rock
nacio:pal se conforma como movimiento contestatario
que propone una alternativa distinta de existencia den­
tro de la sociedad industrial, a partir del espacio que se
abre cuando reemplaza completamente a la música que
el sistema había' determinado que consumiera la juven­
tud: la música complaciente, comercial. A partir de ese
hecho, su primer enemigo es su eterno enemigo, porque
. _
el movumento queda estructurado a partir del liderazoo
º ca para vivir de ella, etc., son ejemplos de actitudes
que ejercen los músicos.
Cuando el sistema penetra en el movimento (o por
lo menos esa es la creencia generalizada) cunde una
sensación de muerte, y la posibilidad de sortearla se
deposita, para muchos de sus integrantes, en una vuelta
� lo '.'s�?terráneo", como ámbito que constituye la
1mposib1hdad de la comercialización.
La lógica que sostiene está visión ( extendida aunque
no mayoritaria dentro del movimiento) es sencilla: la
130
ausencia de dinero preserva la comunicación entre el
artista y su público, en primer lugar porque instala a
los recitales en ámbitos más pequeños que impiden la
"distancia" entre ambos manteniendo una comunión
de vivencias, y luego, porque hace desaparecer la figura
del representante.
Desde esta perspectiva, sistema se parangona a masivi­
dad y "verdadero movimiento" a "underground". Aque­
llos músicos, periodistas, etc. que acuerdan con ella,
prefieren verse perjudicados por la falta de masividad
antes que perderse en la maraña del sistema.
"Sería muy lindo para algunos llegar al círculo
donde se mueven ciertos músicos y tocar, ganar guita,
tener renombre, salir en los diarios, y revistas; pero
para mí es un precio grande el que tenés que pagar.
Perder contacto con la gente, perder contacto con tu
realidad." (Grupo Fango, músicos y colocadores de
vidrios en obras, Zaff!, noviembre 1980).
"Entrás en una maquinaria y te ponés a pensar si le
vas a gustar a la gente, o no; si vas a vender o no.
¡Dios me libre de eso!. . ,. Ya lo conozco al asunto,
alguna vez estuve adentro. Y no quiero nada más con
esa mierda. . . Yo no pienso en mi carrera, yo pienso
en mi música. Así mi música se conserva más pura. ..
No quiero vivir de la música.No quiero llenar grandes
teatros." (Pajarito Zaguri, prócer del movimiento,
músico y agricultor, Expreso Imaginario, diciembre
1981).
Periodistas qu� se alejan por criterios éticos de publi­
caciones exitosas (como Jorge Pistocchi), jóvenes que
por nada del mundo cambiarían su forma de hacer músi­
comunes en un movimiento que tiene a los valores en un
podio Ít7.amovible, que tanto destrona ídolos como ensal­
za hasta límites insospechados a aquel que no "transa".
En definitiva, un movimiento que parece tener como
característica primordiall el deshacerse y rehacerse con­
tínuamente como forma de evitar el enquistamiento
del sistema en su séño.
131
6. Autoidentificación
El rock nacional se define a sí mismo CO!IlO un mo­
vimiento.
. El factor aglutinante de sus miembros es una cultura
compartida, una i?eología de vida que tiene la particula­
_
ndad de poner en Juego a la personalidad en su conjunto '
tanto lo racional y social como lo afectivo.
Es una cultura contestataria que no abarca solamente
los órdene.5 ?�lítico, económico o social, sino que pone
en tela de JUICIO una forma de concebir el mundo.
"El rock es nuestra cultura.La cultura de una ge­
_,
nerac Ion que rechaza la herencia de las generaciones
_ que la represión cayera sobre la familia) hacían referen­
antenores, una herencia de crisis, de sangre, una de
las peores del mundo. Es arte de hoy e implica toda
una postura ideológica y filosófica. Los rockeros
estamos más preocupados y conéctados con el planeta
que los supuestos artistas que el establishment sus­
tenta." (Andrés Calamaro, tecladista de Los Abuelos
'de la Nada, La Razón, 16 de diciembre de 1984).
Como cultura alternativa, muchos de sus valores son
los mismos que el sistema pregona y no cumple, y otros
son creaciones propias o la revalorización de ideales y
formas de vida de civilizaciones antiguas ( cristianismo
primitivo, hinduísmo, etc.).
"Es un movimiento que va más allá de la música.
Es una filosofía, una forma de vivir.Para mí, en lo
personal, también fue una ·religión ...el rock es tu
casa y lo sentís...te está identificando, te está ha­
blando." (Ru bén). 24
"El rock es lo que sentías y lo que vivías todos los
días: tus problemas, tus anhelos, tus deseos. No lo
llevás por el pelo largo o por el pantalón desteñido lo
llevás en el corazón.. .ser rock ero significa ser' un
.
t1�0 libre. .. un tipo que tiene paz interior, eso para
m1 es ser rockero.Sin embargo trabajo en una oficina'
uso saco, corbata y zapatos." (Federico).25
El rock como forma de vida (vivir en rock), como lo
. en tanto interpretan el sentimiento juvenil y lo recrean
cotidiano, como ideología, como ámbito de lo propio,
132
como interlocutor válido, como práctica de la libertad,
así como otras apelaciones similares están muy presentes
en el discurso de los integrantes del movimiento, mos­
trando la función resocializadora que cumplió en la
Argentina contemporánea, caracterizada por la imposi­
ción de una cultura del silencio y la autocensura en el
ámbito familiar.
Es que los jóvenes buscaron en otro lado la informa­
ción veraz que les era escamoteada, ya que ni la informa­
ción manipulada que recibían de los mydios de comuni­
cación de masas, ni aquella que recibían de sus maestros
y profesores, ni el diálogo que entablaban con sus padres
(que generalmente apelaban a la autocensura para evitar
cia al país real que el joven palpaba cotidianamente.
Y decir que "el rock te hablaba", o que el rock era
"lo que sentías y vivías todos los días", es decir que las
prácticas comunicativas con las cuales muchos jóvenes
conservaron su relación con la realidad, no con el país
"careta" de los adultos, se estructuraron alrededor
• del
movimiento de rock nacional.
"El rock fue el que me hizo ver las cosas que esta­
ban bien, que vos creés que están bien. Creo que
muchas cosas que uno no tenía en claro, o que le
parecía, o que sentía rumorear, se afirmaron y se
aclararon por medio de la temática de las canciones o
de las declaraciones.Yo creo que en muchos casos,
los músicos funcionaron como líderes de opinión."
(Jorge, cadete, 22 años).
7. Canales de participación.
7.l. El recital
Esta cultura propia, si bien tiene múltiples manifes­
taciones (un lenguaje particular, determinado tipo d<­
vestimenta, etc.), se centra fundamentalmente en la
música, pasando a constituirse los intérpretes en los con­
ductores del movimiento. -Estos líderes son visualizados
como ca-instituyentes del fenómeno cultural generado,
133

no sólo en formas musicales singulares· sino
· también
en códigos múltiples comunes.
La relación entre artista y público es prácticamente
simbiótica: uno no existe sin el otro.Y esto va mucho
más_ �á del mero pro?lema económico de un público
s�stemendo c�n .su asistencia a recitales o compra de
d_iscos a un musico, porque la propia producción artís­
tica depende de la calidad de esa relación.
La razón de que esto ocurra es que se exige del músi­
co que, respetando su idiosincracia siga expresando ]as
vivencias cotidianas, los anhelos y valores de los jóvenes
que hacen de él su líder. Y de esta manera, el fenómeno
resultante es compartido, dado que no le pertenece en
exclusividad al músico, sino que éste sólo retransinite
en un producto artístico, aquello que su gente depositó
previamente en él.
" ...la gente es un protagonista principal de lo que
estamos haciendo_ ..El público tiene que provocar el
fenómeno de Luis y Luis tiene que provocar el fenó­
meno de su público... (es) hacerlos sentir que están
recibiendo algo impresionante y que ellos son los
�ventores." (Luis Alberto Spinetta, Expreso Imagina­
no, agosto 1980).
"Yo creo que en los recitales hay dos artistas.E] pú­
blico y el artista. 50% cada uno_" (Jorge' cadete' 22
años)_
La estrecha relación entre artista y público es el pun­
to nodal de todo el fenómeno que se conoce bajo el
nombre de rock nacional. Y el recital es el ámbito físi­
co de su plasmación.
Por otra parte, esta característica del movimiento trae
aparejada la idea de igualdad, el no divismo: el músico
es el repr_esentante de las vivencias de sus seguidores, y
para contmuar en ese sitial debe compartirlas con estos.
De convertirse en "superstar" no podría hacerlo, dejarla
de representar a su gente y perdería popularidad con Jo
cual se cierra el círculo en torno a l¡¡ idea de igualdad.La
lógica que hay detrás de este fenómeno es inconmovible
Y constituye un reaseguro permanente de la vitalidad del
movimiento: compartir las mismas vivencias, plasmarlas
134
la adhesión del público,
en un tema musical, recibir
anar dinero , es el camino de ida de un artista popular
g de vivir y representar
que si· al llegar a este punto deja
realid ad de sus · ores, com1e
seguid · nza a transi·tar por e 1
1 como líder rockero,
c�ino inverso, el de su decadencia
a sea por la pérdid a de adhesi ón de parte de su público,
� por su transformación en artista "pop", _Pe!o en ambos
el 1ento.
casos ocupando un lugar menor en mov1ID
" ...el músico me vendió que era igual a mí, y veo
ahora que no es así, y tengo todo mi derecho de decir­
le que es un cretino y que me devuelva lo mío."
(Pablo, estudiante, 22 años).26
"Uno decide entre el músico que zafó y el que no
zafó, y decide escuchar al primero." (Fabián, estu­
diante, 23 años).27
"Ahora que estoy- en el sistema. . . bueno, no es
muy grato. Hay que cuidarse todo el tiempo de que el
sistema no te devore y es un gasto...ante la posibili­
dad de que vea que mi cabeza no da, haré un replie­
gue y tocaré en lugares más chicos, sin auspiciantes."
(Charly García, Clarz'n, 6 .de marzo de 1983).
De esta manera, mantener bien aceitado el circuito
que alimenta al rock no es solamente preservar el ámbito
del recital como lugar de reunión, sino fundamentalmente
conservar abierta la comunicación músico-público, ese
reciclaje de mensajes y vivencias que hacen de un igual,
a la vez, un ídolo.
El recital, como principal forma participativa, queda
así conformado como ámbito de-re-unión de los jóvenes
con sus propias vivencias. En él se reactualiza la ideolo­
gía, se convalidan o no las propuesta� de los líder�s � se
muestra hacia el exterior el peso numerico del mov1ID1en­
to. Es vivido como un ritual de recreación, regeneración
y reafirmación del "nosotros", de la identidad colecti�a.
Las consignas, el ¡0-000-0! de Woodstock, el pedido
de los temas más significativos, el estallido de júbilo ante
el reconocimiento de las canciones más queridas, cuando
los··músicos encaran sus primeros acordes, son, más que
el aplauso final, los signos de la aprobación y el afecto
del público. Es que el aplauso es el resultado de una
135
apreciación estética ante el hecho artístico consumado
Y para el movimiento, lo estético es sólo un component�
mas, y no el principal motivo de la reunión.
. Enlíderes
crea
definitiva, el rock nacional es un movimiento que
pero no ídolos, que exige la reafirmación del
compromiso del músico con la realidad de su público
en cada encuentro, a modo de un plebiscito cotidiano
que es el punto nodal de su pervivencia como movimien­
to contestatario juvenil.
7. 2. Las revistas.
El otro canal de comunicación del movimiento son las
revistas.
PIN UP (1969), PELO (1970-1985), MORDISCO
(1974 -con interrupciones llega hasta 1980), EXPRESO
IMAGINARIO (1976-1983), ZAFF! (1980), PAN
CALIENTE (1981-1982), CANTA ROCK (1983-1985),
TREN DE CARGA (1983), TWIST Y GRITOS (1983-
1985), HURRA (1980), COLOFON (1984), CERDOS
Y PECES (1984), y las casi cuatro mil revistas under­
ground que se editaron durante el Proceso, son explici­
tadoras de la ideología del movimiento.
En sus correos de lectores, sumamente nutridos y
vitales, los jóvenes entre sí, los músicos y los periodistas,
_
mantienen una fluida comunicación, un feed-back que
permite la discusión, la creación, la crítica y el perfila­
_
miento de los temas de mayor interés para la juventud.
Las tiradas masivas (15.000 ejemplares Mordisco y
Expreso Imaginario; 7.000 Zaff! y Pan Caliente; 25.000
Canta Rock, etc.) son una muestra elocuente de la im­
portancia de la comunicación verbal escrita como canal
de expresión en el movimiento.
Ante las r�vistas más lúcidas (Expreso Imaginario,
Zaff!, Pan Caliente, Canta rock) el público se muestra
tan hipercrítico como con los músicos, manteniendo
una vigilancia permanente ante cualquier indicio de des­
viación. Las críticas toman a veces la forma de pedidos
("no transen", "no acepten propagandas") o de discon­
formidad con respecto a los cambios de temática, en un
intento siempre renovado de defender el ámbito de
comunicación propio que significan las revistas.
136
rman espa­
De esta manúa, recitales y revistas confo
s dinámicos, donde se generan y emiten propuestas,
cio olizadas y devueltas,
que son tomadas, criticadas, metab que hace a la esen­
je continuo
en la forma de un recicla nacional y explica su conti­
cia del movimiento de rock
nuidad en el tiempo.
8. Estructura del movimiento
•'Nunca el rock fue un gran movimiento. A veces
hay mucho público (que no entiende nada), a veces
ese público se va con Travolta y quedan los sinceros
de siempre, los que están desde el principio, que son
pocos. Y los nuevos sinceros, que también son pocos."
(Alberto, Correo de Lectores, Expreso Imaginario,
noviembre de 1978).
Lo que habitualmente se denomina movimiento de
rock nacional se compone de un núcleo y una periferia.
El núcleo está conformado por aquellos miembros "plena­
rios", que se han socializado en los valores del movimien­
to y los han hecho propios, independientemente de la
actividad cotidiana que desempeñen (pueden ser músi­
cos, periodistas, artesanos, empleados u obreros). La
ideología del rock se convirtió para ellos en algo más que
una "cultura adolescente", para pasar a ser una verdade­
ra "forma de vida" ya entrados en el mundo adulto. Su
cotidianeidad intenta ser coherente con su ideología. Son
los miembros de comunidades; los no-consumistas;
vegetarianos; ecologistas; pacifistas; orientalistas; perio­
distas de revistas underground o de publicaciones alterna­
tivas que editan con gran esfuerzo personal, generalmente
a pérdida, que sostienen con fondos propios, fundiéndo­
se la mayoría de las veces por no querer "transar", y
que intentan reeditar apenas obtienen alguna pequeña
suma, sin darse nunca por vencidos; músicos que contí­
nuarnente rompen sus "gallinas de los huevos de oro"
respetando a ultranza sus principios, sus gustos artísti­
cos, su creatividad, independientemente de su situación
económica; o aquellos otros que regresan de tanto en
tanto a la ciudad provenientes de sus comunidades
rurales para hacer algún recital, etc.
137
 . Por su parte la periferia está constituida por un con­ enorme masividad
Junt? de adolescentes que adhieren al movimiento y a Este proceso está en la base de lagobie rno militar.
en las postr imerí as del
sus ideales, y que en gran medida se resocializan con él del fenómeno lugar que en definitiva ocu­
· No obsta nte , más allá del
confor�ando una verdadera "cultura adolescente" qu� estructura del movimiento, el
es, en ngor, la m�dalidad social que asume la identidad pen estos jóvenes en la izados en sus ideales, y haber
ª?º�e�ce�te, necesitada de construir (luego de los duelos hecho de haber sido social es, modelos de conducta,
signíflc_at1vos que �ntraña la salida de la infancia) una encontrado en su interior valor para su propia vida
símbolos, etc., válidos y pertin entes
nueva nnagen de si mismo y una nueva relación con el ollo perso nal, los hace portadores de
mundo. y para su desarr
les confie re una identidad
una visión del mundo que
':Nosotros tomamos el camino del rock porque no muy partic ular.
iento
sabian:os donde, _
rr. Ya es la adolescencia en sí. No En este sentido, podemos decir que el movimtante_
do y contin úa cumpl iendo · un impor
sos m grande ni chico. ¡Tenés que buscar algo,,, ha cumpli relevancia en
(Roberto)28 papel resocializador, que adquiere suma la Argentina
contextos dictat oriale s, como es el caso de
�g:1nos de est?s jóvenes, al llegar a la adultez, al
adqurrrr .c�mpromISos laborales y familiares, se retiran contemporánea.
del movnniento y pasan a formar parte de otras estruc­
turas Y actores_ s?ciales, y el rock deja de significar para
ellos un mo;1miento socio-cultural que los representa, 9. Relaciones con otras fuerzas
para co;11vertrrse en un mero hecho estético que entra a a
cómpetrr con el resto de los hechos estéticos que se ofre­ En la medida en que el movimiento juvenil tiendelas
n de valore s (inneg ociabl es) y
cen para el consumo. comportarse en funció se
En cambio, otros, permanecen dentro del movimiento instituciones y organizaciones del mundo adultoa de
manejan pragmáticamente (nego ciando ), el estigm
Y c�n�inúan reconociendo como propios el lenguaje, de las
_
la mus1ca Y las ideas del mundo del rock. También para la "transa" aparece tiñiendo la caracterización ecen al
fuerzas y organizacion es social es que no perten
ellos: 1� concepción de la vida que está por detrás del
moVIm1ento es mucho más que una "cultura adolescen­ sector juvenil.
te", . Y los :v:alores que sustenta exceden al mero enfren­ Para un mqvimiento como el del rock que se caracte-
s
!amien�o Jovenes-adultos. El sistema, la civilización riza por destronar sin ningún empacho a sus propio ,
ídolos que muestren algún atisbo de deshon estidad
mdustnal �eemplazan a los padres o al mundo adulto en esfe­
las apelaciones que se hacen -del adversario. Estos son resulta muy difícil reconocer liderazgos válidos en polí­
ras de comportamientos pragm áticos como son la
los "nuevos sinceros" de la carta de Alberto que pasarán a un
a engrosar el núcleo del. movimiento. tica o el sindicalismo. No obstante, esto no implic ientos
aislamiento total del resto de las fuerza s y movim
El reclut�iento de _ esta periferia de adolescentes y
º permanencia
�u y pasaJe al núcleo, no e·s un fenómeno sociales, sino un cuidadoso criterio de selección de aque­
que se pueda pensar aislado del resto del funcionamiento llos que también se mueven por valore_s.
de la sociedad. As�, por ejemplo, durante la dictadura,
cua;11do a la cerrazo_n por ·decreto de los canales partici­ ". . .voy a votar por el candidato que más se ase­
pativos se u:1� un cierto desprestigio del accionar efe las meje a lo que yo quiero, a pesar de que los veo a
formas tr�d._icionales de agrupamiento juveniles (juven- · todos demasiado adustos, solemnes, histéricos, cabe­
zones. . . Más bien que yo estoy de acuerdo con las
tudes políticas y centros de estudiantes), la periferia Madres de Plaza de Mayo, con los grandes ideólogos
a�olescente aportó un gran caudal de miembros al que quieren hacer un aporte para cambiar las cosas..."
nucleo. (Luis Alberto Spinetta, Pelo, octubre de 1983).
138 139
 Las Madres de Plaza de Mayo son un movimiento
social al cual el rock nacional reconoce plenamente. De
hecho hay varias canciones que le han sido dedicadas
("Maribel" de Spinetta, "Nada es como fue" de Sueter,
etc.); y en general todo el movimiento de derechos
humanos recibe la adhesión de los músicos y público del
rock, que se hacen presente en manifestaciones, actos y
festivales. Participantes activos de esos encuentros son
León Gieco, Marilina Ross, Piero, Cantilo, etc.
Como movimiento que defiende la vida, el de dere­
chos· h_umanos tiene amplios contactos con la ideología
rockera, de ahí la adhesión que suscita en los jóvenes.En
cambio, los partidos políticos despiertan desconfianza,
más que por los valores que sustentan, por actuar en un
ámbito, el de la lucha por el poder, en donde todo, hasta
los valores, puede ser negociado.
". . .la política es muy sucia, sobre todo con los
jóvenes." (Roberto) 29
"A mí me gusta lo que plantea el MAS. Pero no sé
qué puede llegar a hacer si gana las elecciones. Por ahí
transa y se pudre todo." (Aníbal, obrero metalúrgico,
19 años).
El sentimiento de desconfianza también tiene su basa­
mento en la experiencia histórica reciente: los jóvenes se
sienten usados por los partidos políticos. La experiencia
de la Juventud Peronista a comienzos de la década del
'70 parece haber dejado huellas bastante profundas en
los jóvenes que crecieron durante el Proceso. Además,
consideran que los partidos sé acuerdan de su existencia
en las instancias electorales, para luego volver a ignorar­
los. Esta problemática relación entre el rock nacional y
los partidos tiene una buena semblanza en el tema de
Porchetto, "Che pibe, vení, votá": "Decencia y moral es
bueno/pero de golpe no podemos/el país así cambiar/
conformate con algún puesto/sos joven para entender
esto/Che pibe, vení, votá. Si hay que triunfar/siempre te
vamos a llamar/para guerras o elecciones/pibe no nos
abandones. ..".
140
JO. El movimiento construido
Los movimientos sociales, para la teoría contemporá­
nea, son "construidos analíticamente", esto es decir que
son portadores de una heterogeneidad. de tendencias
internas, que resultan contenidas bajo una denominación
general (en parte porque pese a las diferencias continúa
habiendo un denominador común, y en parte como
resultado de la percepción global, como un todo, que el
resto del conjunto social tiene de ellos). 30
En el caso del movimiento de rock nacional, un análi­
sis somero de las distintas corrientes que engloba, confir­
maría esta hipótesis. En efecto, ya desde su nacimiento
se han perfilado diferentes tendencias.
Se perfilan al menos tres sectores diferentes: uno,
ampliamente mayoritario, que ha acaparado para sí la
denominación de "rock nacional"; y otros dos, de menor
poder de convocatoria, los "heavy" o cultores del "rock
pesado", y los "punk" (estos últimos francamente mar­
ginales).
Los primeros son liderados por músicos tales como
Spinetta, Charly García, Cantilo, Gieco, Porchetto,
Baglietto, Fito Pá ez, Litto Nebbia, etc. Los "heavy" o
"metálicos" tienen un ídolo por antonomasia: Pappo.
Y los "punk" se sienten representados por Los Violado­
res, Los Laxantes y Alerta Rojo.
Salvo los "punk", todos se autodenominan "rocke­
ros". Sin embargo los "heavy" llaman "hippies" a los
cultores del "rock nacional", negando, además, que
hagan verdadero rock, ya que identifican su música con
la canción y la balada. Critican su "blandura" frente al
sistema (según ellos, los "hippies" "piden", en tanto que
los "heavy" "exigen"). La paz no existe, sostienen los
"metálicos", existe la guerra y a la violencia hay que res­
ponderle con la misma moneda. Su actitud violenta es
una prefiguración, un "aviso" al sistema de lo que le
espera como resultado de su propia violencia disimulada.
Los "punk" acusan a los rockeros pesados de ser
nihilistas; los llaman "grasas" y los identifican con todos
los atributos negativos del estereotipo "clases bajas"
("el cerebro no les funciona, quieren matar a todo el
mundo, están jugados"). A los baladistas los llaman
también "hippies" y los caracterizan de la misma manera
141
que lo hacen los "heavy". Ellos se diferencian de ambas
corrientes, porque dicen no ser ni "destructivos" ni
"blandos", sino que "destruyen todo lo negativo del
sistema para luego construir algo diferente".
Los "rockeros nacionales", a su vez, acusan a los
"heavy" y a los "punk" de extranjerizantes y faltos
de creatividad musical. Cuando se refieren a los "metáli­
cos" hablan de "la gente o los chicos de los suburbios"
para denotar su origen humilde, generalmente villero,
y los ubican mentalmente en el Oeste del Gran Buenos
Aires, es decir, los suburbios que se extienden al Oeste.
("en el Oeste son todos 'bluseros' " -apelando al blues
como antecesor y padre del rock- es üna frase que ya
forma parte de la mitología del movimiento).
Respecto de los "punk" dicen que son "nenes de
mamá" o "cirqueros" y los parangonan con un cuarto
actor, los "chetos", calificados como falsos rockeros.
Los "chetos" vendrían a ser los miembros de clases
medias altas que, según ellos, se acercan al rock última­
mente, pero con una actitud advenediza. Tienen todos
los hábitos de su clase social, disfrutan de su capacidad
de ·consumo, y para poder entrar en el mundo del rock
se "disfrazan'; usando jeans gastados, ropa vieja, etc., que,
según sus detractores, "desempolvan" en ocasión de los
recitales. "Un estribillo cantado a menudo en los recita­
les, dirigido a 'los chetos de la platea', mete en la misma
bolsa a los chetos y a los milicos, con bastante concien­
cia de cuáles han sido los sectores -obviamente minori­
tarios- que han contribuido a la· crisis actual."31
Los "heavy" también suelen agredir a lqs "hippies"
y a los "punk" llamándolos "chetos", porque los carac­
terizan como pertenecientes a .clases acomodadas, mien­
tras ellos, por lo general, pertenecen a la clase trabajadora.
Hasta ahora, vemos al menos tres estilos de abordar
el rock· cada uno de ellos tiene una percepción diferente
del fenómeno de la música juven en el país, y del inundo
de significaciones que gira en torno a ella. Un análisis
somero servirá al menos para detectar cuáles son las dife­
rencias entre estos subgrupos, qué es lo que hace que
ellos mismos se perciban como diferentes, rriás allá de
los discursos explícitos.
En primer lugar, cada uno de ellos se arroga mayor
142
"autenticidad" y señala en los demás grupos, la falta de
ella o su declinación.
En segundo lugar, una cuestión de percepción de clase
social, y ligada a esta percepción, una peyorativización
de las conductas y estilos, las normas y valores de las
distintas clases, que se ven reproducidas en el interior del
movimiento de rock.
En tercer lugar, una cuestión de gusto musical. Den­
tro de lo que se llamó música de rock, hay variaciones
que van desde el jazz, con improvisación, hasta el ritmo
cuadrado, repetitivo, de tres tonos, del rock & roll. Entre
ambas, toda una gama de baladas más melódicas o más
rítmicas, según el estilo, con mayores o menores armo­
nías, con el uso de instrumentos tradicionales en el rock,
o con el aditivo de instrumentos nuevos o folklóricos,
etc. La variedad es mucha. Para aquellos que tienen un
gusto musical muy cerrado, muy pautado, la música
que hacen o que oyen los demás es "mala música."
Por último, separan a los distintos grupos, una cues­
tión de contenidos eri las letras de las canciones. Aquí,
para1elamente a la variedad de las músicas, hay una gran
variedad de temáticas. Desde la poesía surrealista y de
gran calidad de Spinetta (muchos chicos reconocen que
no entienden nada, pero que igual les gusta mucho),
hasta las letras sin ninguna pretensión poética ("la
música no es un arte", dicen los punk) como las de Los
Violadores, que interpelan con cierta brutalidad, casi con
impudicia a la sociedad. Desde las letras politizadas de
Cantilo ("Apremios ilegales"), hasta las letras divertidas,
irónicas y desfachatadas de "Los. Helicópteros" ("Yo
quiero una novia con guita").
Pero, ¿quiénes son, desde un punto de vista socioló­
gico, los adherentes a cada uno de estos grupos?
··
En primer lugar hay que hacer notar que las aprecia­
ciones que hacen los jóvenes de los miembros de los
otros grupos (y de sí mismos) se corresponden_ bastante
exactamente con la realic;!ad.
Así, la línea del "rock pesado", que actualmente se
llama "heavy" o "metálico", siempre recibió la adhesión
de "la gente de ios suburbios", es decir de los migrantes
o hijos de migrantes internos que viven en el cinturón
indúshial del Gran Buenos Aires. Musicalmente nace
con Pajarito Zaguri y Mana!, para luego generar grupos
143
como Vox Dei, Pappo's Blues, La Pesada del Rock &
Roll, Polifemo, Aeroblus, Riff, Bloque, V 8, etc.
Sus ritmos fueron y siguen siendo simples (el clásico
ritmo del blues-rock), en cambio sus letras fueron mu­
tando con el tiempo.En los orígenes del rock nacional,
las primeras letras que sorprendieron a los jóvenes fueron
las de Morís y Manal ("No hay que tener un auto/ni
relojes de medio millón/ cuatro empleos bien pagados/
ser un astro de televisión...para que alguien te pueda
amar"). En ellas hay una clara interpelación a la socie­
dad, una propuesta de diferenciación, una crítlca y a
continuación, las opciones.Se puede vivir felizmente sin
ser "tragado" por las propuestas del sistema, se puede
vivir sin consumir, sin trabajar en lo que no te gusta. Con
el paso del tiempo las letras fueron perdiendo importan­
cia en el seno de la canción, para ganarla, cada vez más,
la música. Hoy en día, el "rock pesado" es un estilo
casi exclusivamente instrumental, no porque no tenga
letras, sino porque las mismas juegan sólo como comple­
mento de la música. Además, su contenido contestatario,
lia asumido las características nihilistas del "heavy"
internacional, desapareciendo las propuestas de otro tipo
de vida que caracterizaban las letras de Mana!. Hoy lo
contestatario verdaderamente es la violencia de su música.
Con respecto al "punk", su público es de clase media
("Para ser punk hay que saber inglés" sostienen Los
Violadores), generalmente desocupados que aceptan que
sus padres los mantengan. Son los más directos en su
crítica, la que es exasperada, amarga, irónica.No buscan
ser agradables ni complacientes, ni estéticos. Quieren
devolver a la sociedad la imagen de sí misma. Una imagen
absurda, crispada. Su lenguaje es intolerante, sarcástico,
y refleja el odio y la violencia de la que ellos mismos
se sienten víctimas.
La línea más importante, la del "rock nacional", es
seguida, principalmente, por un público de clase media
(baja y media-baja), y aquí las letras ocupan un lugar
muy importante, y la música se torna, en algunos casos,
bastante sofisticada.Los conjuntos que se distingueñ por
recibir la adhesión de este sector social son Almendra,
Arco Iris, Sui Géneris, Nito Mestre, Invisible, Spinetta­
Jade, Porchetto, Charly García, etc.
No obstante lo apuntado, se puede decir que las dife-
144
rencias de clases que estos distintos tipos de mus1ca
reflejan, no impiden considerar al movimiento de rock
nacional como un movimiento policlasista.
En primer lugar, porque existe todo un espectro de
músicos que reciben la adhesión de varios sectores socia­
les al mismo tiempo (desde los sectores populares hasta
la clase media). Ellos son: León Gieco, Litto Nebbia,
Piero, Rubén Rada, Miguel Cantilo, etc.
Luego, porque determinados músicos, en distintos
períodos, fueron cambiando de conjuntos y de estilos,
gustando alternativamente a uno u otro sector social:
David Lebón, Charly García, etc.
Y por últiino, porque hasta hace no mucho tiempo, si
bien las diferencias de estilo eran reconocidas, ningún
grupo negaba al otro su pertenencia al rock nacional.
11. Conclusiones
El mpvimiento de rock nacional ha desempeñado un
papel sumamente Lmportante en la socialización y re­
socialización de amplios sectores de la juventud argentina
durante el Proceso militar, restaurando la comunicación
veraz acerca del país real, rescatando el sentido de la vida
en un contexto de mentira y terror, consolidando un
actor colectivo como forma de contrarrestar un modelo
de vida inqividualista, contraponiendo la acción solidaria
a la primacía del mercado y a un proyecto de transforma­
ción global de los actores colectivos en la Argentina, etc.
El contenido altamente contestatario de las cancio­
nes, la actitud francamente cuestionadora de los asisten­
tes, y el encuentro en recintos comunes para expresar
su oposición al régirnen militar, fueron algunas de las
características de este movimiento juvenil.
No se trata de un movimiento político, ya que no
se define a si mismo como tal ni es visto nor el resto del
cuerpo social de esta manera, pese a lo ·cual su propia
historia como movLmiento ha estado siempre profunda­
mente signada por las fluctuaciones del sistema polític-J,
y a su vez fue capaz de generar respuestas antagónicas,
llegando a constituirse, por momentos, en uno de los
pocos opositores masivos al régimen militar.
En el contexto de la crisis de legitimidad provocada
145
 en la Argentina por la reiterada emergencia de gobiernos
dictatoriales, se ha constituido como una de las alterna­
tivas a la crisis, creando canales de participación popular
y comunitaria cada vez que los canales tradicionales
fueron clausurados.
Junto a contenidos políticos en su sentido más am­
plio (crítica explícita a la legitimidad pretendida del
sistema, a las autoridades autoelegidas y autoimpuestas,
a las normas y valores imperantes), encontramos otros
de índole más diversa, que se corresponden con valores
de movimientos contemporáneos internacionales que
circulan a nivel mundial, como el pacifismo, la ecología,
el orientalismo, la liberación sexual, la libertad, etc.
Estos contenidos que se expresaron en otros países, cada
uno en un movimiento propio, en la Argentina se resu­
mieron en el movimiento de rock nacional.
Un movimiento que tiene líderes pero no ídolos, que
se festeja a sí mismo en los recitales masivos, y que
transforma a algunas canciones en verdaderos himnos:
"Muchacha ojos de papel", "Jugo de tomate frío'', "La
balsa", "El oso", "Marcha de la bronca", "Canción para
mi muerte", "Sólo le pido a Dios", "Canción de Alicia
en el país" o "El fantasma de Canterville", que, por
ejemplo; es cantada por el cortejo fúnebre que acompaña
los restos del conscripto Palacios, asesinado en Campo
de Mayo (luego de haber sido torturado por una falta
menor), durante la dictadura, en 1983; un movimiento
que tiene en su núcleo miembros adultos que, como
Carlos -empleado, 30 años-, puede afirmar:
"Sigo considerando que la propuesta del rock es la
única original que hay en el país, ¿viste? Es la única
cierta y que va a las raíces. Pasaron muchos años para
que yo vuelva a escuchar a un tipo que diga que con
amor se curn todo, ¿viste?, que un problema económi­
co es un problema de amor. ¡Y el rock lo dijo hace
20 años!";
un movimiento que concita la adhesión de adolescentes
que escriben, como lo hizo Roberto 32 en su mochila:
"Mi arma es la paz, mi partido es el rock y mi eterno
- 146
fin es el amor"; indudablemente ha sid¿ para arnpios
sectores juve��es, refugio, ámbito de resistencia y
canal de part1c1pación en el contexto de una sociedad
autoritaria, cerrada y en crisis.
NOTAS
Delich, Francisco. (1982). "Teoría y práctica política en
situacio�es de dictadura". En Crítica y Utopía No 8. Buenos
Aues. Pags. 11, 14 y siguientes.
2
Montenegro, Roberto. (1984). "Al filo de los '70: Un s ector
3
de jóvenes 'reventados.". Buenos Aires, mimeo. Pág. 9.
Le;�ner, Norbert. (1982). "Especificando la polz'tica". En
,
Cnt1cay Utopia No 8. Buenos Aires. Pág. 47.
4 Lechner, Norbert. (1982). Op. cit. pág. 47.
5 Landi, Osear. (1983). "Cultura y polz'tica en la transición a la
de_mocracia". En Crítica y Utopía No 10/11. Buenos Aires.
Pag. 81.
6 Fontana, Andrés. (1984). "Fuerzas Armadas, Partidos Polí­
ticos Y transición a la democracia en Argentina". Buenos
Aires, CEDES. Pág. 11.
7 Leclmer, Norbt;rt. (1982). Op. cit.pág. 47.
8 Fontana, Andr�s. (1984). Op. cit. Págs. 16y 17.
90
Font�na, Andres. (1984). Op. cit. Pág. 23.
1
Land1, Osear. (1983). Op. cit. Pág. 82.
11
Fontana, Andr�s. (1984). Op. cit. Pág! 17.
12
Fontana
_ , Andres. (1984). Op. cit. .Págs. 30 y 31.
1� Pitman Y Gerber, Laura; Label,, Clarisa y Piccolini, Patricia
.
(1983). "¿ ¡Por qué los adolescentes invierten su tiempo líhre
en el Rock Nacional!?". Buenos Aires, UNBA, mim eo. Pág. 3.
14
Fontana, Andrés. (1984). Op. cit. Pág. 31.
15
Chirom, Daniel. (1983). Charly García. Buenos Aires, Libre-
16
ríay Editorial El Juglar. Pág. 57.
fontana, Andrés. (1984). Op. cit. Pág. 37.
17 Pitman Y Gerber, L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. 6.
18
Pitman y Gerber, L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. 2.
19 Rama, Germán. (1984). "La edad del conflicto". En Clarín.
C�ltura Y Nación, 8 de noyjembre de 1984. Buenos Aires:
Pag. 8.
20 Pitman Y Gerber, L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. 4.
21 ,
Rama, German
22 . (1984). Op. cit. Pág. 8.
Rama, Germán. (1984). Op. cit. Pág.-8.
23 Pitman Y Gerber, L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. q.
147
 24 era precisamente suburbano
Pitman y Gerber, L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. 4.
25 Pitman y Gerber, L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. 4. vocatoria de esta expres·, , d ond. e ya el poder de con-
26 Humor. Mesa redonda sobre rock nacional. Marzo 1984. época, el organizad or d� 1fa e;a �portante. En dicha
º
27 esa a _ d el Rock (un ex
t
Humor. Op. cit. cantante comercial conoci
28 Pitman y Gerber, L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. l. toda la programática d .d o como Billy Bo_nd), llevaba
29 Pitman y Gerber. L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. 7. gratis y de realizar cierti a tocar a las vill�s_ miseria
30
Melucci, Alberto. (1982). "L' invenzione del presente. M?vi­ I o
periferia, no solamente co } d e compenetrac1on con la
menti, identitd, bisogni individuali". Milan. II mulino. Pags. ciones de pagar una ent n a gente que estaba en condi-
11 y siguientes. . rad a en un tea
31
Camps, Sibila. (-1983). "La onda de hoy". En Clarín, 23 " " nda lffiagen se desarrolla tro céntric, o.•
La seou
Operativo Independe en J a cusp1d e d el
de febrero de 1983. Pág. s/d. ,
32
· Pitman y Gerber, L. y otros. (1983). Op. cit. Pág. 6. (acord ánd ose tal vez dncia". Algun asesor d e la Junta
e
zar actos a los frent c�an,d o Bob Hope iba a organi­
es wmbate no�eamericanos)
invita, de manera mu
chileno "LosJaivas" a � so�a�a�a Y enganosa , al grupo
a\uar( o o pago, con u
COMENTARIO DE MIGUEL GRINBERG ta sin fónica que _os 1 na orques-
1ba a acompañar, etc.
Los Jaivas descubrier ). Cu3l1do
on u eso fonnaba
De manera muy curiosa soy un poco co-protagonista levantamiento d e ánimo parte del
de to da esta historia, en la medi d a en que he trabaja d o la represión inmediata de ias\ropas, re�usaron tocar, Y
fue la que motivo, el
como fusible entre el und erground que representaba el Los Jaivas a Europa. exilio de
rock en la Argentina, y el med io periodístico. Uno d e . Curiosamente, y por eso tra· º esta anec
mis grandes esfuerzos como periodista fue tratar d e legi­ Justamente Los J aivas u T dota, son
timizar a este movimiento ante los ojos de la sociedad , canos que tocan en el ;tr �� de os �rupos 1at inoameri­
o o del t_rmnfo,_ que fue
consid erand o la cantid ad de prejuicios que ·se desperta­ A1fonsín en la cancha el de
de
ban ante su presencia: d esde acusarlo de extranjerizante grito unánime de la mu Vélez, ao_;1de Just,�mente el
ltitud es el ,amoso
de Woodstock que era
y no representativo d el quehacer nacional (como se suele en . rt o-000-0"
d ecir cuand o se trata d e descalificar algo en nuestro país), ficad or, que d�sd e tie�po c1e � manera, el espíritu uni­
hasta parangonarlo a una mera manifestación a dolescen­ movimiento d e rock en la muy _ emprano apareció en el
. ., A rgentma
te que se pasa con el tiempo (como los barritos). Quiero enfocanne en .
dentro de este movimiento.tres mati-es muy smgulares
,..
Mis d os pináculos de labor legitiniad ora fueron: el
períod o 72-74, como realizad or d e programas d e rock en En prin cipio, nunca fue .
Radio Municipal, y el perío d o 7 5-81, como crítico musi­ nunca respond ió a un li un mº;�1en� . o homo�éneo,
d erazgo �- erm�ad o y rne Jo
cal d el diario La Opinión. que podríamos 11ainar u
Como co-protagonista quiero hoy rescatar tres elemen­ espontánea, en la med i d na ex�res10n c ien por cien to
a
tos documentales. tagopJstas d e esta corrie en q e c�d a_ uno de los pro­
nte �o ext 10r12aba
En· prirner lugar, un famoso concierto-acto político y su toma de posi ción ante ��
�u c reación
realizad o en la cancha d e All Boys, con la presencia d el resultado de una reunión los pro . emas sociales, como
d·e�_co m1té �
vicepresid ente electo, Solano Lima, d onde d os grnpos grupo de enlac�- v. d e reunión d e
cn.t--re los
encamaron el rock: la llamada "Pesad a del Rock", que cad a uno tenía su frecuenc ct1s,mt,os co nJu�t_os, smo • que
· era un conjunto formado por sobrevivientes de grupos Y tomaba p osición ante iah t �1a Ju tematica, su línea,
disueltos (Manal, La Cofrad ía d e la Flor Solar) y gente Se lo ha - ll am-ado movim . los ec--08 e
. to Pºro manera particular.
ien en - · verd d
sueíta que recién empezaba (tipo Charly García), y un un a-movimiento. Es d ecr
,r, ha ·' si."d o una con a h a si d o
trío de rock heavy llamad o · La Band a d el Oeste; , que iniciativas particulares. fluencia de

148
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