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UNIDAD I

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Introducción al Estudio del Derecho

INTRODUCCIÓN

En esta primera unidad se busca que el estudiante de la Licenciatura en Derecho tenga una visión amplia de la importancia de la materia en su
formación profesional, conociendo principalmente su objetivo.

OBJETIVOS PARTICULARES
Tener una visión general sobre los contenidos, los objetivos y la importancia del curso.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
1.1. Realiza la lectura de los temas correspondientes a la unidad.
1.2. Elabora un resumen en el que definas el concepto de Derecho.

CONTENIDOS

1.1 Introducción a la materia.


1.1.1. Su objeto.
1.1.2. Las partes del programa.
1.1.3. Su importancia en el plan de Estudios
1.2 La realidad jurídica.
1.2.1. La vida social y el ordenamiento jurídico.
1.2.2. Los ordenamientos jurídicos de la conducta humana.

Fichas bibliográficas de los documentos

Documento Ficha
1.A VILLORO Toranzo, Miguel
Introducción al estudio del Derecho
Editorial Porrúa
México 1990
Pág. XXI-XXIV
FINALIDAD MÁS IMPORTANTE DE LA INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO
Víctor Cousin quien, en 1840 y en la Facultad de Derecho de París, tuvo a su cargo la primera cátedra de esta asignatura que conocemos, señalaba
muy bien el vacío que debía llenar cuando afirmaba en 1841: “Todos los espíritus preclaros se quejan desde hace mucho, de una gran laguna en la
enseñanza del Derecho. Los estudiantes, al ingresar a nuestras Facultades, no encuentran un curso preliminar que les permita conocer el objeto y la
finalidad de la ciencia jurídica, sus diversas partes y el orden en que deben ser tratadas, y principalmente, el método que debe presidir esa ciencia.”1
Como su mismo nombre lo indica, la Introducción al Estudio del Derecho tiene una clara finalidad: introducir, franquear, poner en contacto al alumno con
la ciencia —objeto, partes métodos— a cuyo estudio va a dedicar varios años. Pero no debe ser un contacto meramente superficial. Esta asignatura no
se debe contentar con presentar los aspectos externos del Derecho: el procedimiento de formación de las leyes, las diversas opiniones que dividen a los
juristas sobre temas del Derecho, la descripción de los órganos de la actividad estatal. Estas cuestiones y algunas otras pueden —y, en algunos casos,
deben— formar parte de la materia de la Introducción al Estudio del Derecho. Pero la finalidad de esta asignatura no estriba en la abundancia de
conocimientos jurídicos, por útiles que éstos puedan ser en el futuro al alumno. Lo que se pretende con la enseñanza de esta materia es una mirada
unificadora y orientadora.
En efecto, durante los cinco años de estudios en la Facultad, el alumno va a estudiar diversas asignaturas, cada una con su objeto y su método
delimitados, va a escuchar opiniones y doctrinas opuestas, incluso algunas veces —en la exposición de algunos preceptos del Derecho Positivo o en la
explicación de los mismos— se sentirá defraudado en su sentido de justicia. El resultado puede ser una gran desorientación. Los mejores alumnos, que
son aquellos que abrazan la carrera del Derecho movidos por ideales de Justicia, fácilmente pueden perderse en el hastío de un bosque de normas y de
doctrinas jurídicas, cuando no son capaces de percibir en esa aparente maraña el hilo sistematizador que les da vida y unidad. Por eso con todo acierto
escribe don Virgilio Domínguez:2 “Es indispensable ofrecer a los alumnos que se inician en las materias jurídicas una visión de conjunto del Derecho.
Necesario es que éstos tengan, antes de abordar el estudio de las disciplinas jurídicas especiales, una noción del Derecho, de sus fuentes, de la
clasificación de las normas jurídicas, de las ramas del Derecho Positivo, de las materias que las estudian, de los problemas de cada una de ellas, y así
sucesivamente. Sólo poseyendo estas nociones previas podrán cursar con éxito la carrera de abogado.”

1 Víctor Cousin, citado por Aníbal Bascuñán V., Pedagogía Jurídica, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1954, p. 128.
2 Prólogo a la 1ª ed., reproducido en la 8ª de la Introducción al Estudio del Derecho de Eduardo García Máynez, Porrúa, México, D.F., 1958, p. VII.

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