TEMA 7. Cartago y la Peninsula I...

Paula_Chacon

Historia Antigua de la Península Ibérica

2º Grado en Historia

Facultad de Humanidades
Universidad de Almería

Reservados todos los derechos.

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 TEMA 7. CARTAGO Y LA PENÍNSULA IBÉRICA.
La extensión de sus intereses y los de sus aliados más allá de la Península Itálica, enfrentó a Roma con
Cartago por la posesión de Sicilia.
Siendo éste el origen de la I Guerra Púnica / Romano – Cartaginesa (264 – 241 a. C.), en la que
finalmente ganaron los romanos significando para Cartago la pérdida de Sicilia, Córcega y Cerdeña.
Tras esto, Amílcar emprendió un programa de conquista hacia la Península Ibérica, consistente en
devolver a Cartago su vieja influencia comercial al sur de la Península Ibérica, compensar las pérdidas
tras la I Guerra Púnica y creando un Imperio occidental.
Amílcar Barca, era un noble que, según la tradición legendaria, descendía de los Barca (fundadores de
Cartago). Representaba a un sector de la nobleza terrateniente cartaginesa, poseía fincas al norte de
África y había una parte de la nobleza interesada en seguir manteniendo un imperio en ultramar.
1. Las relaciones entre Cartago y la Península Ibérica durante los siglos VI – III a. C.
Tras la I Guerra Púnica y las sublevaciones de los mercenarios, Cartago se encontraba económicamente
mal. Estas causas fueron precursoras de que los cartagineses que conocían en profundidad la Península
Ibérica, decidieran acabar en el sur de la misma, continuando su política imperialista.
Gadir, aliada de Cartago, recibió en el 234 a. C la llegada de Amílcar junto con su ejército y flora, en
los años posteriores los acontecimientos que se sucedieron son conocidos gracias a autores griegos. Sin
embargo, las fuentes no son detalladas, ya que con posterioridad esa llegada supondría el segundo
conflicto entre Roma y Cartago.
Durante la I Guerra Púnica, Roma salió por primera vez del continente, ocupando territorios que
quedaban fuera (Sicilia y Cerdeña), convirtiéndose en una potencia más del Mediterráneo.
Amílcar, se cree que trato de establecer una monarquía de estilo helenístico, a espaldas del senado
cartaginés. Otra interpretación considera que nunca actuó de espaldas al mismo y fue siempre fiel a sus
instituciones.
2. Los cartagineses en Hispania: conquista militar y relaciones diplomáticas.
Desde Gádir, Amílcar emprendió la sumisión del valle del Guadalquivir (Turdetania).
En los años sucesivos al 237 a. C., alternando labores militares y diplomáticas, logró ganarse las
ciudades del Bajo Betis, llegando hasta Jaén para abrirse paso por el Mediterráneo. Creó una
"confederación" sometida a Cartago; las relaciones entre los iberos estaban mediadas por Cartago. De
este modo, podía controlar los recursos económicos de primer orden, al mismo tiempo que la Península
Ibérica recibía productos cartagineses. Inicialmente se articuló a través de fundamentos coloniales con
veteranos de guerra a lo largo del territorio, asegurando fidelidad y control. Distribuyeron, también,
tropas para proteger el espacio hegemonizado por los cartagineses en la península.
A la muerte de Amílcar, en la lucha con oretanos (zona nororiental de Jaén), su yerno, Asdrúbal, le
sucedió. Éste destacó por sus artes diplomáticas, desarrollando amistad con los reyes íberos e incluso
contrayendo matrimonio con la hija de uno de ellos. Fue él, quien fundó Cartagena (Cartago Nova),
lugar geográfico estratégico y con gran cantidad de materias primas.
Siendo importante el avance cartaginés, los romanos, impusieron ciertos límites, estableciéndose así el
"Tratado del Ebro", río que marcaría el límite de las aspiraciones púnicas en Iberia (se prohibió a los
cartagineses pasarlo en armas).
Tras la muerte de Asdrúbal, asesinado por in cliente de un noble íbero en venganza, sucedió Aníbal
(hijo de Amílcar), experimentando con él nuevos y lejanos rumbos. Aníbal, el primer responsable

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 político, supuso un reforzar de los vínculos con los principales reyes íberos, como Asdrúbal, Aníbal
también contrae matrimonia con una princesa íbera.
Probablemente, los cartagineses tenían el territorio dominado organizado en distritos, pero no existen
pruebas concluyentes de ello.
Durante estos años, su y levante se inundó de objetos cartagineses. Acuñaron monedas en plata y bronce

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para financiar los pagos al ejército y a los emperadores, se inicia así, la economía monetaria a una
determinada escala en la Península Ibérica.
3. Las colonias cartaginesas en Hispania: Cartago Nova.
Qart Hadasht ("Ciudad Nueva"), también Qart tiene una connotación de ciudad capital administrativa,
por ello existieron varias Cartago a lo largo del Mediterráneo.
Aunque jugaba un papel importante la agricultura impulsada por los púnicos por sus avanzadas técnicas,
destacaba su tradición comercial y mercantil. Destacaron en este sentido y en la industria del pescado
Gades, Cartago Nova y Carteia.
La conquista de los Barca, implicaba además de a las viejas ciudades fenicias, a fundación de nuevas
colonias.

4. La Segunda Guerra Romano – Cartaginesa en la Península Ibérica.

Estando ya bastante enfadados los romanos con la irrupción de los cartagineses en la Península Ibérica,
los cartagineses se justificaron con que debían pagar los tributos de guerra (I Guerra Púnica), por lo que
necesitaban la exploración de otros territorios.
Con el poder muy fragmentado, los cartagineses a cambio del sometimiento, aseguraban estabilidad y
protección.
Sagunto era una ciudad ibérica con un buen puerto entre otras características. Mantuvo relaciones
comerciales con griegos e incluso con Roma. Siendo una amenaza para los intereses de Cartago, Aníbal
hubo de acosar a la ciudad, pidiendo esta ayuda a Roma. Una legación romana fue enviada para recordar
el "Tratado del Ebro", más Aníbal finalmente tomó Sagunto. Y aunque éste no cruzó el Ebro en armas,
así fue como la embajada romana presidida por M. Fabio Buteón, tomó como pretexto la toma de
Sagunto y declaró la guerra ante el senado cartaginés.
A diferencia de la guerra anterior (fundamentalmente naval), esta fue fundamentalmente terrestre. Los
romanos, enviaron un ejército que desembarcó en Emporion, fue entonces cuando ya sí, Aníbal cruzó
el Ebro en armas con el objetivo de llevar la guerra hasta Italia. Antes, tomó una serie de medidas para
asegurarse la fidelidad de los reyes íberos; hizo llevar a Cartago Nova a hijos de reyes iberos como
rehenes, a su vez, dejó una serie de ejército en la Península Ibérica, protegiendo norte y suroeste del
Guadalquivir, también dejó tropas africanas en la Península y envió tropas íberas al continente africano.
El cruce de los Alpes (218 a. C.), fue complicado. Aunque la Península Ibérica supuso una estrategia
importante porque todas las reservas de los cartagineses se encontraban allí, fue el punto débil que
aprovecharon los romanos, minimizando su presencia en Italia para dominar la Península Ibérica y
arrebatar la base de suministros y reservas cartaginesas.
Desde el principio los romanos enviaron un ejército al mando de los hermanos Publio y Cneo Escipión
y al no poseer un ejército importante, los primeros años se limitaron a hacer unas cuantas inclusiones.
Sin embargo, posteriormente ampliaron hasta el límite del Ebro, allí establecieron un gran campamento
y después convertirían a Tarraco en su principal base, protegida por el río Ebro.

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 Un hermano de Aníbal logró esquivar a los romanos y cruzar los Alpes, llegando hasta Italia, pero no
logró encontrarse con su hermano que ya había sido derrotado.
Es en el 211 a. C. que los romanos reconquistan Sagunto que había sido repoblado por cartagineses por
Aníbal.
Finalmente, los hermanos Escipión fueron derrotados por los cartagineses por lo que el senado hizo

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cónsul al hijo de uno de ellos, Escipión el Africano, enviándolo a la Península Ibérica y conquistando
en 209 a. C. a Cartago Nova. El Africano, liberó a los íberos, ganándose así su confianza.

CRONOLOGÍA
238 a. C. Roma ocupa Córcega y Cerdeña.
Desembarco de Amílcar Barca en Gades. Inicio
237 a. C.
conquista púnica de la Península Ibérica.
El cónsul C. Papirio se entrevista con Amílcar
231 a. C. para pedir explicaciones sobre sus actividades
en Iberia.
Muerte de Amílcar. Sucesión de su yerno,
229 – 228 a. C.
Asdrúbal. Fundación de Cartago Nova.
228 a. C. Tratado con Massalía.
Creación de dos nuevos pretores para Sicilia y
227 a. C.
Cerdeña.
226 a. C. Tratado del Ebro.
Muerte de Asdrúbal. Sucesión del hijo de
221 a. C.
Amílcar, Aníbal. Campaña contra los olcades.
Campaña en tierra vacceas. Conquista de
220 a. C.
Helmantiké y Abucala.
Marcha de Aníbal contra Sagunto. Sitio de la
219 a. C.
ciudad.
218 – 201 a. C. II Guerra Púnica.
Caída de Sagunto. Roma declara la guerra a
218 a. C.
Cartago. Aníbal invade Italia.
218 a. C. Desembarco de Cneo Escipión en Ampurias.
Batalla en la desembocadura del Ebro. Llegada
2017 a. C.
de Publio Cornelio Escipión.
216 a. C. Batalla de Cannae.
Romanos flanquean el Ebro y alcanzan el alto
215 a. C.
Guadalquivir.
Combates en la costa oriental y en el alto
214 a. C.
Guadalquivir.
213 – 212 a. C. Reconquista de Sagunto.
Muerte de los Escipiones. Se elige como
211 a. C. caudillo a L. Marcio. Envían a M. Claudio
Nerón.
210 a. C. Desembarco del Africano y de M. Junio Silano.
209 a. C. Conquista de Cartago Nova.
208 a. C. Batalla de Baecula.
207 a. C. Fundación de Itálica.
Entrega de Gades. Expulsión de los púnicos de
206 a. C.
la Península.

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