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26 de junio de 2023
Tema: Diseño del proyecto de investigación arquitectónica
Relación: Revisión de proyectos en referencia a los que cada estudiante está realizando
1
Halden Fengsel, Noruega
La cárcel Halden Fengsel, ubicada en Noruega, es ampliamente reconocida por su enfoque innovador en el
diseño penitenciario y su énfasis en la rehabilitación de los reclusos. Diseñada por el estudio de arquitectura
Erik Møller Architects y la firma de ingeniería HLM Arkitektur & Plan AS, esta institución es un ejemplo
destacado de cómo el entorno arquitectónico puede contribuir a la reintegración social y la reducción de la
reincidencia delictiva.
La cárcel está ubicada en el municipio de Halden, al sureste de Noruega, cerca de la frontera con Suecia. Su
construcción fue completada en 2010, con un costo aproximado de 1.2 mil millones de coronas noruegas, es
decir, 180 millones de dólares estadounidenses (Møller, 2021). El objetivo principal del diseño arquitectónico
de Halden Fengsel es crear un ambiente seguro y humano que promueva la rehabilitación y el bienestar de los
reclusos.
Según HLM Arkitektur, los arquitectos responsables del diseño de Halden Fengsel, el objetivo principal fue
crear un ambiente que se alejara de la estigmatización y promoviera la dignidad humana. En palabras de ellos,
"buscamos un equilibrio entre la seguridad y la normalización, creando un entorno donde los internos puedan
sentirse respetados y tratados con humanidad".
Construyeron algo que, de no ser por el muro que la rodea, no parecería una prisión en absoluto. Podría ser un
hospital, una escuela u otro edificio público. Está construida con madera, vidrio, acero y piedra. Las ventanas
no tienen rejas, no hay torres de vigilancia ni alambre de púas, y no se ven cercas eléctricas.
La arquitectura de la prisión Halden Fengsel es notable por su estética moderna y su integración cuidadosa con
el paisaje circundante como lo muestra la figura 1. El diseño se basa en un concepto de "arquitectura
paisajística" que busca minimizar el impacto visual de la prisión y crear un ambiente más acogedor. El
complejo está compuesto por varios edificios de baja altura, evitando así una apariencia imponente y opresiva
(HLM Arkitektur, s.f.).
Una de las particularidades del diseño es la atención prestada a la iluminación y ventilación natural. Las celdas
individuales cuentan con grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural, mejorando el bienestar
psicológico de los reclusos y promoviendo un entorno más saludable (HLM Arkitektur, s.f.). Además, el diseño
de los espacios comunes, como áreas recreativas y de trabajo, se enfoca en la creación de ambientes agradables
y funcionales que fomenten la interacción social y la participación en actividades productivas.
Figura 1
Aplican un enfoque de seguridad revolucionario denominado "seguridad dinámica": los guardias se integran
entre los reclusos y, al estar constantemente presentes, evitan posibles conflictos al abordar los problemas
directamente con los presos. Halden alberga a 258 presos, lo que la convierte en la segunda prisión más
grande de Noruega en cuanto a número de reclusos, y cuenta con 290 empleados.
La Unidad de Internación para Personas Privadas de Libertad 6 de Punta de Rieles, también conocida como la
"cárcel pueblo", se encuentra situada en la ciudad de Montevideo y forma parte del sistema penitenciario de la
República Oriental del Uruguay, el cual está compuesto por 29 prisiones. Según la clasificación del Instituto
Nacional de Rehabilitación, esta institución se considera una prisión de mediana seguridad y acoge a alrededor
de 600 hombres adultos que están cumpliendo condena. Se destaca por su enfoque innovador en la
rehabilitación y reinserción social de los reclusos.
Punta de Rieles ha logrado establecer un nivel de orden excepcional y cuenta con una tasa de violencia muy
baja a través de un enfoque radicalmente distinto en la organización y administración del sistema penitenciario.
A pesar de albergar a aproximadamente 600 hombres condenados por una variedad de delitos, incluyendo
delitos graves como el homicidio y el robo con violencia, esta prisión se asemeja a un típico vecindario
marginal de una ciudad latinoamericana, con una vida social y económica vibrante.
Una característica destacada es que la mayoría de los funcionarios penitenciarios son mujeres y no tienen un
entrenamiento militarizado. Además, durante nuestra investigación, el director a cargo era un ex miembro de
Tupamaros y educador social. Las autoridades de Punta de Rieles han prohibido el uso del aislamiento como
castigo y han buscado fomentar la autonomía de los reclusos.
Dentro de esta prisión, los presos tienen libertad de movimiento, acceso a teléfonos celulares e Internet,
organizan actividades culturales y son propietarios de negocios que generan oportunidades laborales tanto para
ellos como para otros reclusos. Estos negocios producen bienes y servicios que se venden tanto dentro como
fuera de la prisión. Además, existe un Fondo Solidario que pertenece y es administrado por los propios presos
y las autoridades, el cual brinda préstamos sin intereses a los emprendedores reclusos para desarrollar sus
proyectos.
En Punta de Rieles, la responsabilización desempeña un papel fundamental como estrategia implementada por
las autoridades y los guardias para fomentar que los reclusos, que gozan de un alto nivel de autonomía,
participen en una amplia gama de actividades que se consideran "positivas". La mayoría de estas actividades
promovidas oficialmente, especialmente aquellas relacionadas con la producción de bienes y servicios, surgen
de la iniciativa de los propios presos. Se anima a los reclusos a diseñar sus propios proyectos y presentar
solicitudes formales para obtener el permiso y apoyo de las autoridades penitenciarias para llevarlos a cabo.
Una característica destacada del enfoque en Punta de Rieles es la ausencia de programas predefinidos u
obligatorios establecidos por la institución penitenciaria. Las actividades son voluntarias y dinámicas, y la
mayoría de ellas son iniciadas y continuadas por los propios presos. Estas actividades deben ser consideradas
como positivas por las autoridades de la prisión, quienes otorgan su aprobación formal. Estas actividades van
desde la producción de bienes y servicios hasta la participación en la escuela secundaria o universidad, la
conducción de programas de radio comunitarios y la participación en grupos de teatro.
Figura 5
Emprendimiento vivero. Espacios verdes. Personas privadas de libertad y un camión que traslada mercadería.
En el discurso oficial, se pueden percibir ciertos indicios de una filosofía de reforma del recluso, aunque se
encuentra desvinculada de la noción de "tratamiento" y de su supuesta dependencia en el conocimiento
"experto". El objetivo subyacente es persuadir a los presos para que se conviertan en ciudadanos activos dentro
del marco de la legalidad. Las autoridades se basan en técnicas de responsabilización y autogobierno para
lograr que los reclusos se comprometan con su propio futuro y, al mismo tiempo, cumplan con los objetivos
institucionales. Según el director de la prisión, se busca ayudar a los presos a encontrar una perspectiva
diferente para luchar por sus vidas, si así lo desean.
Figura 5
Las autoridades penitenciarias de Punta de Rieles buscan activamente que los presos se involucren
personalmente y de manera decidida en este proceso de transformación de sus vidas. Se crea una obligación
abierta que los presos pueden cumplir de diversas formas, aunque con ciertos límites, y que no están
necesariamente predeterminadas por las autoridades. Los presos eligen sus propios caminos entre las diferentes
posibilidades disponibles.
A diferencia de la mayoría de las prisiones, Punta de Rieles otorga a los presos un alto nivel de autonomía en
su vida diaria. Se anima a los presos a enfrentar y resolver sus propios problemas. A excepción de los recién
llegados durante el período de adaptación de un mes, todos los presos tienen permitido caminar libremente por
la prisión entre las 8 a.m. y las 6 p.m. todos los días. Por las mañanas, las calles de la prisión cobran vida con
una intensa actividad económica, social y cultural. Esta actividad se intensifica aún más los "días de visita",
cuando las calles se llenan de familiares y amigos de los presos que caminan, juegan fútbol, almuerzan en los
restaurantes o compran cosas para preparar comidas o meriendas. Es común ver a grupos de presos
conversando, debatiendo, tocando música, caminando o trabajando. Las paredes están decoradas con grafitis y
carteles que invitan a participar en diversas actividades, desde talleres de prevención de la violencia de género
y tratamiento de adicciones, hasta juegos de ajedrez, jardinería y aprendizaje de inglés. Algunas de estas
actividades son ofrecidas por los propios presos y están abiertas a todos, incluidos los agentes penitenciarios.
Cada día, los presos abandonan sus alojamientos para participar en sus actividades, sin necesidad de ser
escoltados o controlados por los agentes penitenciarios. De manera ocasional, los agentes penitenciarios visitan
los lugares donde se llevan a cabo estas actividades, aunque la vigilancia y supervisión se mantienen en niveles
relativamente bajos. Este nivel excepcional de autonomía se refleja en el derecho de los presos a utilizar
teléfonos celulares, internet y redes sociales sin ningún tipo de monitoreo oficial, algo que está estrictamente
prohibido en otras prisiones de Uruguay.
Este acceso a la tecnología conlleva dos ventajas fundamentales para los presos. En primer lugar, les permite
restablecer, mantener y mejorar sus vínculos sociales con sus familias y amigos. En segundo lugar, ayuda a los
presos-emprendedores a gestionar de manera más eficiente sus negocios, ya que pueden utilizar internet para
administrar sus cuentas bancarias, adquirir materiales y vender sus productos tanto dentro como fuera de la
prisión. Este alto grado de autonomía de los presos demuestra que, en la prisión de Punta de Rieles, a diferencia
de lo que ocurre en el Norte Global, la estrategia de responsabilización no se caracteriza por su rigidez, sino
por su flexibilidad y apertura.
Figura 6
Hasta que nosotros, como sociedad, encontremos formas menos violentas de responder al conflicto, vale la
pena invertir en reducir el dolor que causan las prisiones por defecto. La cantidad de violencia en la prisión de
Punta de Riele describen un escenario que podría reducir significativamente el sufrimiento tradicionalmente
asociado a las cárceles.
No se trata de deslegitimar una forma de encarcelamiento, sino más bien reconocer su eficacia en la creación
del dolor. En esta institución, la administración penitenciaria no se basa principalmente en técnicas represivas
o coercitivas para mantener el orden, y el enfoque no se centra en la seguridad y el orden como principales
preocupaciones. En cambio, se brinda espacio a la acción a través de las elecciones y deseos de los presos,
fomentando la creencia y búsqueda de legitimidad. En consecuencia, cuando los internos internalizan la
supervisión y ejercen la autogestión y autocontrol alineados con los objetivos de la gestión penitenciaria, se
reduce la necesidad de una supervisión directa y externa.
En el año 2014, se construyó el Centro de Rehabilitación Social Sierra Centro Norte en la ciudad de Latacunga,
provincia de Cotopaxi, como respuesta a las condiciones deplorables de hacinamiento e insalubridad en el
Penal García Moreno ubicado en la ciudad de Quito. Esta nueva infraestructura permitió trasladar a
aproximadamente 2.300 internos del Penal García Moreno, el cual había estado en funcionamiento durante 140
años. Sin embargo, la nueva infraestructura carecía de servicios básicos para su operación, lo que llevó a la
necesidad de construir obras complementarias, como vías y sistemas de captación y conducción de agua
potable.
La decisión de establecer el Centro de Rehabilitación Social en la ciudad de Latacunga fue el resultado de una
imposición política, sin realizar un análisis previo de pre factibilidad y factibilidad que considerara aspectos
técnicos, económicos, sociales, demográficos, climáticos, ambientales y urbanos. Esto incluye la falta de
consideración de los riesgos naturales y el crecimiento poblacional que conlleva la instalación de una
institución penitenciaria de esta naturaleza.
Por tanto, se puede observar que la ubicación del Centro de Rehabilitación Social en Latacunga fue una
decisión tomada sin una evaluación exhaustiva de los diversos factores que debieron tenerse en cuenta. Esta
falta de planificación previa ha generado la necesidad de implementar obras complementarias para asegurar el
funcionamiento adecuado de la infraestructura.
el desaparecido Ministerio de Justicia mencionó que el emplazamiento del proyecto fue priorizado dentro de
un área de terrenos de 76 hectáreas, una implantación de 16 hectáreas y 700.000 m² de construcción. Está
ubicado en el cantón Latacunga, parroquia de Guaytacama, junto a la Panamericana Sur. Tuvo un costo de más
de $105 millones.
Figura 7
El centro penitenciario se encuentra junto a la Panamericana Sur, lo que hace que haya una corriente de viento
frío en la zona. Sin embargo, en ocasiones la presencia del sol logra disminuir el frío. Durante el último
enfrentamiento entre reclusos en la cárcel, los familiares, preocupados por conocer la situación de sus seres
queridos, utilizaron diversas prendas como mantas, gorros, bufandas y chaquetas con capuchas para mantenerse
abrigados.
El complejo penitenciario está rodeado por un muro perimetral exterior y una vía de tráfico vehicular, junto
con una franja de seguridad que rodea toda la instalación. En diferentes puntos del centro, se encuentran garitas
de seguridad para la vigilancia.
El perímetro exterior del centro está cubierto de hierba, que en algunas áreas sirve como alimento para el
ganado presente en el lugar. Además, cerca del centro corre un pequeño arroyo de agua, con un ancho de
aproximadamente 40 centímetros.
El Ministerio de Justicia en ese entonces dividió las áreas del centro penitenciario en secciones, incluyendo
una sección para hombres que a su vez contiene unidades de seguridad máxima, mediana y mínima, así como
una unidad para infractores. Asimismo, existe una sección separada para mujeres, con pabellones de seguridad
máxima, mediana y mínima, y otra unidad para infractoras.
Figura 8
Bibliografía
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